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LEGALIZACIÓN DE LA PROSTITUCIÓN

LEGALIZATION OF PROSTITUTION

Diego Humberto Coello Berrocal


Universidad Nacional Mayor de San Marcos
diego.coello@unmsm.edu.pe

Katherine Alexandra Travezaño Sortija


Universidad Nacional Mayor de San Marcos
katherine.travezano@unmsm.edu.pe

Sumario: Resumen. Abstract. Palabras claves. Introducción. 1. Aspectos generales. 1.1.


¿Qué es la prostitución? 1.2. Antecedentes históricos de la prostitución. 1.2.1. En Roma. 1.3.
Buenas costumbres y orden público. 1.4. Modelos legislativos frente a la prostitución. 1.4.1.
Reglamentarismo. 1.4.2. Prohibicionismo. 1.4.3. Abolicionismo tradicional. 1.4.4.
Regulacionismo. 1.4.5. Neo-abolicionismo. 2. La prostitución en la legislación peruana. 2.1.
¿Cuál es el modelo legislativo de Perú?. 3. La doctrina nacional sobre la prostitución. 3.1.
Patrimonialización de los derechos de las personas. 3.2. ¿Es posible que esta sea objeto de
relaciones jurídicas?. 4. Análisis jurisprudencial de la prostitución. 4.1. El tratamiento de la
prostitución en la jurisprudencia nacional. 4.2. Sentencias de la Corte Constitucional de
Colombia T-629-10 y T-594-16. 4.2.1. Sentencia T-629-10. 4.2.2. Sentencia T-594-16

Resumen:
El presente trabajo de investigación realiza un análisis legislativo, doctrinal y jurisprudencial del
tratamiento de la prostitución del ordenamiento jurídico peruano. El objetivo es concluir si es
viable la legalización de la prostitución en nuestro sistema jurídico. Se revisará la historia de la
prostitución, los modelos legislativos alrededor del mundo y el que se aplica en nuestro país.
Además, analizará las posiciones de la doctrina nacional y de los jueces nacionales respecto del
tema en cuestión. Finalmente, se critica dos sentencias controversiales de la corte constitucional
de Colombia.

Palabras clave: Prostitución - Buenas costumbre y orden público - Legalización.

Abstract:
This research work carries out a legislative, doctrinal and jurisprudential analysis of the
treatment of prostitution in the Peruvian legal system. The objective is to conclude if the
legalization of prostitution in our legal system is viable. The history of prostitution, the
legislative models around the world and the one that is applied in our country will be reviewed.
In addition, it will analyze the positions of the national doctrine and national judges regarding the
issue in question. Finally, two shameful sentences of the Colombian constitutional court will be
criticized.
INTRODUCCIÓN
El presente artículo de investigación abarca el tema de la legalización de la prostitución dentro
del Perú. Se divide en cuatro capítulos con diferentes temáticas relacionadas entre sí.
El primer capítulo es un conjunto de conceptos y principios utilizados a lo largo del
artículo, se define la prostitución y sus antecedentes a lo largo de la historia, para de esta forma
adentrar en el contexto de nuestro sistema jurídico. Además, se conceptualiza que son las buenas
costumbres y orden público para nuestro sistema judicial y, finalizamos el capítulo con los
modelos legislativos actuales existentes a lo largo del mundo.
Para el segundo capítulo, se da un contexto legislativo del Perú frente a la legalización de
la prostitución y se busca definir cuál es el modelo que utiliza el país. Asimismo, uno del
capítulo más importante es el tercero, debido a que abarca a la doctrina utilizando diferentes
autores peruanos y sus posiciones frente a esta problemática, además se brinda un análisis
empleando el presente Código Civil Peruano para explicar si es posible o no que sea legal la
prostitución.
Por último, el cuarto capítulo es un constante análisis de sentencias tanto nacionales
como internacionales, se desglosa y critica las sentencias colombianas respecto a casos tanto de
abuso de poder como la decisión del tribunal constitucional al momento de calificar como trabajo
a la prostitución.
1. ASPECTOS GENERALES
1.1. ¿Qué es la prostitución?
Según la Real Academia Española, la palabra prostitución significa una actividad a la que
se dedica quien mantiene relaciones sexuales con otras personas, a cambio de dinero. De la
misma forma, la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo usa como sinónimo de trabajo
sexual comercial y lo conceptualiza como “toda actividad en la que una persona intercambia
servicios sexuales a cambio de dinero o cualquier otro bien” (OMS, 2019). El intercambio de
actos sexuales no siempre es por dinero, en algunos países las drogas, alquiler y comida se
vuelven motivo para ofrecer estos servicios.
Coloquialmente, en los países de Sudamérica, se utiliza la palabra puta para referirse a
una prostituta. Este término es tomado como insulto y denigrante para la mayoría de las
personas, lo cual deja ver el perjuicio de la sociedad al trabajo sexual.
La prostitución es una cuestión de género, debido a que las mujeres, tanto cisgénero
como transgénero, abarca un 97% del total de aquella población. Las personas del sexo
masculino son lo que más consumen este tipo de servicios sexuales con un tajante 99%, por lo
tanto, se puede concluir que las mujeres son el producto y los hombres el mercado.
1.2. Antecedentes históricos de la prostitución
La prostitución es conocida como la profesión más antigua del mundo, esta frase oculta
una larga tradición a lo largo de la historia de la humanidad. En esta parte se abarcará los
principales acontecimientos dentro de civilizaciones que, de alguna manera, han dejado huella en
la historia de la prostitución.
Los comienzos de la prostitución se remontan en el siglo XVIII a.C. en Mesopotamia,
donde el Código Hammurabi ya regulaba los derechos de herencia de las prostitutas y algunas
leyes protegían a las trabajadoras sexuales de la época. Otra de las civilizaciones donde se aceptó
la prostitución es la Antigua Grecia, durante este periodo tanto hombres como mujeres ejercían
la prostitución sin necesidad de agruparse en gremios, pero era imprescindible la diferenciación
de vestimenta de las demás personas.
1.2.1. En Roma
Roma, llamada por algunos autores como el “paraíso de la prostitución”, fue una ciudad
donde la sexualidad tuvo su máximo desarrollo durante toda la Edad Antigua. No existían
distinción ni perjuicios entre hombres y mujeres, solamente se pedía seguir códigos morales y
sociales, pero, dejando eso de lado, no había ningún impedimento para disfrutar su sexualidad.
Las prostitutas en Roma fueron mujeres independientes, tanto social y económicamente. Con
respecto al ámbito legal, la regulación de este trabajo no era del todo transparente, para que una
prostituta pueda ejercer dentro de Roma debía de registrarse ante los ediles y estos, dependiendo
de la apariencia de la persona, aceptaban o trataban de influenciar para negar el registro. Durante
el periodo de Calígula, se implementó un impuesto dirigido a las prostitutas, bajo la razón de qué
tanto hombre como prostitutas deben dar una parte de la ganancia de sus trabajos remunerados o,
en su defecto, servir a Roma mediante labores.
1.3. Buenas costumbres y orden público
El presente trabajo amerita tratar el tema concerniente a las buenas costumbres y orden
público, estos son temas bastante clásicos en la doctrina nacional y extranjera.
En primer lugar, hay que definir al orden público, para una autorizada doctrina nacional, este es
un “conjunto de principios de diversa naturaleza (económicos, sociales, jurídicos, éticos, entre
otros) que constituyen el pilar de fundamental de la estructura y funcionamiento de la sociedad”
(Espinoza, 2015, p. 346), además, para el mismo autor, se debe diferenciar entre el carácter
imperativo de las normas jurídicas, es decir, una prohibición ineludible, del concepto de orden
público (Espinoza, 2015). Esto lo podemos apreciar en el código civil, en el Art. 242 que regula
que:
No pueden contraer matrimonio entre sí:
2.- Los consanguíneos en línea colateral dentro del segundo y el tercer grado.
Tratándose del tercer grado el juez puede dispensar este impedimento cuando existan
motivos graves.
Por lo tanto, ir en contra de normas que interesan al orden público, no siempre tienen
carácter imperativo, ya que en el citado artículo no se aprecia el carácter ineludible. Además,
para la Resolución 2413-2017/CSD-Indecopi en materia de signos distintivos:
Conceptualmente, puede definirse el orden público como la situación de normalidad y
tranquilidad en la que discurren las principales actividades de un Estado sin
perturbaciones ni conflictos.
En segundo lugar, definiremos el concepto jurídico de las buenas costumbres, antes
debemos entender que es una costumbre jurídica, la cual para muchos es considerada fuente del
derecho.
Y efectivamente, para Cabanellas (2008), esta es una norma jurídica que no está
positivizada, sino que adquiere vigencia por su uso continuo. Para Espinoza (2015), esta es una
conducta repetida por un grupo de sujetos en un determinado territorio los cuales están
convencidos de que hacer lo correcto.
De este concepto se desprende la figura jurídica de las buenas costumbres, la cual es,
según Espinoza (2015) es “la adecuación de la conducta humana a las reglas de la moral dentro
de un contexto social determinado” (p. 367). Además, según Torres Vásquez (2020), la
apreciación que califica como buena o mala a la costumbre es una tarea puramente axiológica,
agrega que, esta valoración axiológica puede ir variando, según las épocas y los lugares, los usos,
costumbres y hábitos; hay actos que pueden ser considerados como deshonrosos hoy, pero
mañana pueden ser considerados no simplemente morales, sino necesarios e inexcusables.
1.4. Modelos legislativos frente a la prostitución
Ante esta práctica, y en una lucha contra la trata de personas, los diferentes estados del
mundo han decidido regular la prostitución con una serie normas jurídicas. Debido a esto, en
doctrina se diferencia 5 tipos de formas de regulación de la prostitución, las cuales
desarrollaremos a continuación.
1.4.1. Reglamentarismo
El reglamentarismo nace en Europa a raíz de, como se puede deducir por su nombre,
reglamentar el trabajo sexual dentro del antiguo continente, los principales precursores fueron
reformadores morales preocupados por la alta tasa de infección de enfermedades veréneas,
además, alegaba la existencia de desorden social a raíz de la prostitución Según Carolina
Villacampa, catedrática de la Universidad de Lleida, se abarca tres premisas dentro del modelo
reglamentarista. La primera premisa lleva todo el peso del sistema hacia las prostitutas,
ignorando a los consumidores y diversas cuestiones sociales; la segunda engloba el problema de
sanidad dentro de la prostitución y las consecuencias negativas que trae para el orden público y,
finalmente, termina con la tercera premisa junto a un tajante “la prostitución es un mal inevitable
que no puede ser erradicado, por lo que debe ser tolerado” (Rodríguez, 2016). En resumen, el
modelo plantea que la prostitución es un mal menor e inevitable por lo que, en lugar de luchar
contra esta práctica, es necesario elaborar reglas claras y firmes para que las trabajadoras
sexuales tengan un mejor control sanitario.
1.4.2. Prohibicionismo
El modelo nace a finales del siglo XIX y la perspectiva se caracteriza por situar a las
prostitutas como “las principales responsables de la existencia del mal de la prostitución que
atenta contra la moral” (Villacampa, 2012). Además, adopta la postura radical al momento de
calificar a la prostitución como un mal que debe ser eliminado de toda la sociedad.
Estados Unidos es uno de los países que representa ese modelo, dado que, dentro del
territorio de 11 estados, está penalizado con cárcel no mayor a seis meses. Aunque los
principales factores de la prohibición giran en torno a la moral cristiana, trata de personas,
enfermedades de trasmisión sexual, etc., diversos especialistas coinciden que este modelo trae
más efectos negativos que positivos a la lucha contra la prostitución, debido a que la mayoría de
las personas perseguidas en las calles no son proxenetas, sino las mismas trabajadoras sexuales
que, día a día, arriesgan su vida. Asimismo, el costo económico que genera destinar recursos a
los penales y efectivos policiales es más grande que los beneficios a la sociedad.
1.4.3. Abolicionismo tradicional
El abolicionismo tradicional nace bajo el mando de colectivos feministas a finales del
XIX y es una clara respuesta a los modelos donde colocan a las prostitutas como criminales en
lugar de víctimas. Maqueda Abreu, famosa abogada de la Universidad de Granada, sustenta que
el modelo se encuentra tras “un único patrón de sexualidad sobre la base de la castidad
femenina” (Rodríguez, 2016) y que las prostitutas son hermanas menores que tenían una vida
contraria a su dignidad.
Este modelo luchó durante muchas décadas para ser reconocido por instrumentos
internacionales que respalden sus ideales. Recién en 1950 se adoptó el Convenio para la
represión de la trata de personas y de la explotación de prostitución ajena, donde se dejó de lado
el lenguaje moralista y adoptaron una postura donde:
Considerando que la prostitución y el mal que le acompaña, la trata de personas para
fines de prostitución, son incompatibles con la dignidad y el valor de la persona humana
y ponen en peligro el bienestar del individuo, de la familia y la comunidad.
Mediante el convenio se reafirma la posición del modelo, buscando criminalizar al
proxeneta, en lugar de las prostitutas. Asimismo, las prostitutas se vuelven sujeto pasivo de
tratamientos rehabilitadores por medio de educación y medicina.
1.4.4. Regulacionismo
También conocido como modelo laboral, la principal característica se basa en la
prostitución como una “prestación voluntaria y negociada de servicios sexuales remunerados” y
las prostitutas son llamadas trabajadoras sexuales.
Una de las principales peticiones del modelo es que las trabajadoras sexuales tengan el
reconocimiento del derecho al trabajo bajo condiciones dignas, con todos los beneficios que la
ley ofrece y la libertad de sindicalización. Además, el modelo exige que la prostitución siempre
sea libre, alejando el concepto de explotación o servidumbre sexual. El regulacionismo abre las
puertas a denuncias de abuso sexual por parte de las trabajadoras, ya que debido al estigma y
discriminación que ellas sufren, no es posible denunciar ni pedir justicia para ellas. Otra de las
problemáticas que pretende solucionar el modelo es el desnivel económico entre ambos sexos, es
decir, mientras que para los hombres resulta más fácil poder conseguir un salario bien
remunerado, las mujeres, en casos extremos, deben recurrir al trabajo sexual para poder vivir.
Así que, regulando la prostitución como un trabajo sexual se puede garantizar un trato y salario
digno para todas las trabajadoras sexuales, dejando de lado la discriminación y el prejuicio que
existen dentro del tema.
1.4.5. Neo-abolicionismo
Es uno de los modelos más recientes, nacido bajo el feminismo y con un toque más
radical que el abolicionismo tradicional. Catharine Mackinnon, famosa feminista y promotora de
los Derechos Humanos, postula que “no se puede pasar por alto que las violaciones, agresiones,
acoso sexual, abuso sexual, pornografía, prostitución y trata de personas deben ser vistas como
formas de actualización y confirmación del poder de los hombres sobre las mujeres”. El neo-
abolicionismo resalta la importancia del hombre como consumidor de la prostitución, donde
ellos utilizan a las mujeres para saciar sus necesidades sexuales, siendo estas tratadas como
objetos sexuales accesibles y consumibles.
Este modelo considera que la mejor estrategia para erradicar la prostitución dentro de la
sociedad es la prohibición y criminalización de todo tipo de compra de sexo, se sustenta bajo la
premisa “Si no existiera hombres dispuestos a pagar por utilizar sexualmente a otros, no existiría
trata sexual” y de esta forma, al prohibir comprar, no habría personas dispuestas a vender su
cuerpo.
2. La prostitución en la legislación peruana.
En el Perú, no hay un modelo claro, por lo que a continuación se expondrán diversas
leyes para alcanzar una respuesta adecuada. Empezaremos con el código penal, este cuerpo de
normas punitivas no sanciona la prostitución en sí, es decir, no considera delito ejercer la
prostitución, solo hace referencia a esta actividad en su Título IV Delitos contra la libertad,
capítulo X proxenetismo, Artículo 179 que tipifica que:
El que promueve o favorece la prostitución de otra persona, será reprimido con pena
privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de seis años. [...]
Por lo tanto, en el sistema jurídico peruano, la prostitución no es una conducta prohibida,
solo si algún sujeto favorece o promueve la prostitución de otra persona será considerada como
un acto delictivo, por consiguiente, prohibido.
Si bien es cierto, la prostitución no está expresamente prohibida en el ordenamiento
jurídico peruano, no es claro si esta es permitida o no. Habría que preguntarnos primero que es la
prostitución, y lo primero que pensamos es en que si la prostitución puede ser considerada como
un trabajo para esto hay que remitirnos al Art. 2 del Anteproyecto de la Ley General del Trabajo,
regula lo siguiente:
Pueden ser objeto del contrato de trabajo toda clase de servicios, materiales o
intelectuales, siempre que no sean contrarios al orden público y a las buenas
costumbres.
Además, también nos podría hacer dudar si la prostitución es un acto de libre disposición
del cuerpo, entendiendo a este como la facultad que tiene toda persona para decidir sobre su
propio cuerpo (Espinoza, 2019), para completar este análisis hay que tener en cuenta el artículo 6
del Código Civil Peruano regula que:
Los actos de disposición del propio cuerpo están prohibidos cuando ocasionen una
disminución permanente de la integridad física o cuando de alguna manera sean
contrarios al orden público o a las buenas costumbres. Empero, son válidos si su
exigencia corresponde a un estado de necesidad, de orden médico o quirúrgico o si están
inspirados por motivos humanitarios. Los actos de disposición o de utilización de
órganos y tejidos de seres humanos son regulados por la ley de la materia.
Ante esto, surge la interrogante de sí la prostitución es una actividad que va en contra del
orden público y las buenas costumbres, ya que este filtro es indispensable para llegar a la
conclusión de sí la prostitución está permitida en nuestro ordenamiento jurídico o no.
En nuestra opinión la prostitución es un acto totalmente contrario a las buenas
costumbres y al orden público, en este último caso, si se realiza en espacios públicos, para
afirmar esto tenemos una serie de argumentos. En primer lugar, para una doctrina nacional
autorizada, en opinión que compartimos, cataloga a la prostitución como acto de libre
disposición del propio cuerpo ilícito (Varsi, 2020). En segundo lugar, el supuesto de alquiler de
vientre, para la doctrina mayoritaria, es un clásico caso de acto jurídico nulo por ir en contra del
orden público y buenas costumbres, por el Art. V del Título Preliminar del Código Civil peruano,
haciendo una interpretación a simili, si el alquiler de vientre es nulo, la prostitución que, en
términos muy simplificados, es el alquiler de los órganos sexuales del sujeto, por lo que, al igual
razón de hechos, igual razón de derecho. En tercer lugar, hace algunos años, los gobiernos
municipales han promulgado una serie de ordenanzas que prohíben el ejercicio de la prostitución
en cualquier condición, entre estos tenemos, al distrito de Los Olivos con la ORDENANZA N.º
479-CDLO, al distrito de Ate con la ORDENANZA N.º 500-MDA, al distrito de Pucusana con
la ORDENANZA N.º 310-2022-MDP, al distrito de Puente Piedra con la ORDENANZA N.º
402-MDPP, al distrito de San Juan de Miraflores con la ORDENANZA N.º 451-MDSJM, entre
otros. En la mayoría de estas ordenanzas, se alega que su finalidad es preservar las buenas
costumbres dentro del distrito, porque se considera a la prostitución una actividad que atenta
contra las mismas.
2.1. ¿Cuál es el modelo legislativo de Perú?
Con base a lo expuesto, se logra determinar que el Perú abarca dos modelos: abolicionismo
tradicional y reglamentarismo. Si bien es cierto, la actual política del país deja a un lado la idea
de que la prostitución es un mal en sí mismo y adopta medidas locales para lograr un mejor
orden dentro de la prostitución. Por lo tanto, se puede deducir que el Perú está dentro de un
modelo de prohibicionismo suave, donde, dependiendo de la zona, se sanciona de forma leve a
las prostitutas y busca tener bajo control la prostitución.
3. La doctrina nacional sobre la prostitución
En nuestro país, la prostitución no ha sido un tema muy abordado por la doctrina; sin
embargo, consideramos que se puede llegar a algunas conclusiones en base de la doctrina que se
ha establecido en temas de semejantes características al de la prostitución.
3.1. Patrimonialización de los derechos de las personas
Los derechos de la persona son situaciones jurídicas de ventaja activa existenciales que
formas parte, en conjunto de los derechos patrimoniales, de los derechos civiles. Y he aquí el
dilema, hasta qué límite se debe explotar las cualidades patrimoniales de los derechos de las
personas, si bien es cierto, en el Art. 27 del Código Civil peruano regula que:
Es nulo el convenio relativo al nombre de una persona natural, salvo para fines
publicitarios, de interés social y los que establece la ley.
Además, está el caso del Art. 15 del Código Civil peruano él regula que:
La imagen y la voz de una persona no pueden ser aprovechadas sin autorización expresa
de ella o, si ha muerto, sin el asentimiento de su cónyuge, descendientes, ascendientes o
hermanos, excluyentemente y en este orden. [...]
Estos artículos dejan en claro que los derechos de las personas tienen cierto aspecto
patrimonial, concretamente el derecho al nombre, a la imagen y la voz. Pero he aquí la pregunta,
cuál es el límite de esta explotación patrimonial de los derechos de la persona. Existen muchos
casos ya sea en la experiencia nacional o extranjera, uno muy simple sería el valor que le dan al
derecho a la intimidad, los personajes de la farándula exponen abiertamente su vida privada, a
cambio de una remuneración. Un caso muy sonado, fue el caso de Jade Goody, que recibió miles
de dólares para que su muerte fuera transmitida en la televisión inglesa. Ahora, la prostitución no
es más que una patrimonialización del derecho de libertad sexual de cada individuo, pero porque,
como se ha argumentado líneas arriba, esta actividad no pasa el filtro de las buenas costumbres, y
esto se debe a que para la gran mayoría de la sociedad esta es rechazada y aborrecida.
3.2. ¿Es posible que esta sea objeto de relaciones jurídicas?
En nuestro sistema jurídico, no es posible que la prostitución sea objeto de relaciones
jurídicas, es decir todo tipo de acto jurídico, que esto incluye a los contratos. Ya que como
hemos señalado líneas arriba esta va en contra del orden público y de las buenas costumbres, por
lo que no amerita una protección jurídica por parte del órgano jurisdiccional. Piénsese en un
contrato de prestación de servicios cuyo objeto sea la prostitución, este acto jurídico sería nulo
manifiestamente, como lo es un contrato de maternidad subrogada, por el artículo 219.8 y V del
Título Preliminar del Código Civil peruano, además, al ser nulo manifiestamente, cabría que esta
nulidad se declare de oficio por el juez en aplicación del Art. 220 del Código Civil peruano.
4. Análisis jurisprudencial de la prostitución
4.1. El tratamiento de la prostitución en la jurisprudencia nacional
En el caso de la jurisprudencia peruana, hemos logrado identificar algunas sentencias que
tratan la prostitución, en materia de familia tenemos a la casación 1241-2017-Huaura, que
establece:
Que, por otro lado, al señalar la sala superior en la sentencia de vista que tal circunstancia
no constituye un acto deshonesto realizado dentro del matrimonio, sino que corresponde
a la causal de adulterio, indicando, además, que la causal de conducta deshonrosa
implica que un cónyuge se dedique a la prostitución, a la comercialización de drogas, al
proxenetismo […]
El tema por tratar en esta casación el divorcio por separación de hecho, pero el Juez
aprovecha para pronunciarse acerca de una serie de causales específicas de divorcios reguladas
en el Art. 333 del Código Civil Peruano, el cual regula en su inciso 6 que:
Son causas de separación de cuerpos:
6. La conducta deshonrosa que haga insoportable la vida en común.
Para una autorizada doctrina nacional, esta causal es definida como “el conjunto de actos
indecorosos, ilícitos o inmorales que transgreden las buenas costumbres y el orden público
atentando contra el respeto y honor del otro cónyuge y contra la dignidad e integridad de la
familia”. (Varsi, 2011, p. 343). Asimismo, para otra doctrina nacional, esta causal debe ser
invocada entre otros cuando uno de los cónyuges se dedica a la prostitución (Plácido, 2008).
Otra vez nos encontramos frente al filtro de orden público y buenas costumbres, que, para
la mayoría de la doctrina nacional y jueces de la Corte Suprema, la prostitución atenta contra
estos.
4.2. Sentencias de la Corte Constitucional de Colombia T-629-10 y T-594-16
En tanto a jurisprudencia comparada, hace unos años, se dictaron dos sentencias más que
curiosas y llamativas, en las cuales se desarrollan los derechos de las mujeres que ejercitan la
prostitución, a continuación, analizaremos ambas sentencias.
4.2.1. Sentencia T-629-10

Esta sentencia es más que curiosa y polémica por lo que empezaremos desarrollando los
hechos que motivaron la misma. La demandante afirma que ingresó a “trabajar” como prostituta
al bar PANDEMO mediante un “contrato de trabajo verbal indefinido” con un horario definido y
salario de conformidad con los servicios prestados por venta de licor. Los problemas comienzan
cuando queda embarazada, lo cual fue informado a su empleador que hizo caso omiso y le
ordenó seguir laborando en el horario de costumbre. Al cabo de unos meses, la demandante ya
no podía seguir “laborando” como prostituta (por obvias razones de índole médica), lo cual fue
acreditado por el diagnóstico de un médico, por esto se le mandó a ocupar otro puesto, con un
sueldo fijo establecido, sin embargo, el empleador se negó a pagarle. Las cosas fueron a peor
cuando le negaron el ingreso al bar cuando por una cita médica llegó nada más ni menos que ¡20
MINUTOS TARDE! Para colmo de males, al día siguiente también le negó el ingreso y se le
comunicó que estaba despedida.
Ahora, llama la atención los fundamentos de los jueces colombianos, uno de ellos es el
siguiente:
97. Tras estos razonamientos y opiniones, estima la Corte que se puede ocultar la idea
plausible e ilustrada de la humanidad que recoge la nación colombiana en los valores
construidos y reconocidos en la Constitución y en los Tratados de Derechos Humanos
suscritos, por la cual se excluye a la prostitución de los paradigmas del desarrollo
profesional, laboral o personal de un individuo y se aspira a que quienes a ello se
dedican puedan “redimirse”.
Sin embargo, la postura que representan no puede ser admitida sin miramientos y sin las
precisiones necesarias que reclama su análisis a la luz de la Constitución y en particular
de los derechos fundamentales y la noción de igualdad, como se expone a continuación.
En palabras sencillas, entienden que la prostitución es un TRABAJO, y que, por lo tanto,
las “trabajadoras” que ejerzan esta actividad merecen toda la tutela en igualdad de condiciones
que los demás.
Con respecto al fallo, llama la atención los siguientes:
Tercero. - ORDENAR al señor ZOTO como propietario del establecimiento de comercio
PANDEMO que, dentro del término de cuarenta y ocho (48) horas siguientes a la
notificación de esta sentencia, cancele a la accionante: i) Una indemnización
equivalente a los salarios de sesenta (60) días; y ii) las doce (12) semanas de salario
como descanso remunerado a que tiene derecho. Lo anterior en virtud de lo dispuesto en
los artículos 239 y 236 del CST, respectivamente. Estas obligaciones dinerarias se
deberán calcular sobre la base del salario mínimo mensual vigente al momento en que la
peticionaria fue despedida.
Sexto.- EXHORTAR a las autoridades distritales, administrativas y de policía del
Distrito Capital, así como al Ministerio de Protección social, sobre la necesidad de
ejercer sus competencias de modo tal que sean protegidos de manera efectiva, los
derechos de las personas que ejercen la prostitución, tanto en lo que tiene que ver con
sus derechos individuales, a la salud y a la rehabilitación, como respecto de sus
derechos a un trato igualitario frente al Derecho del trabajo y a las garantías que en él
se establecen, cuando ejercen su actividad por cuenta ajena.
Estas decisiones llevan a las siguientes reflexiones:
1. Este “contrato verbal” es totalmente nulo por ir en contra del orden público y buenas
costumbres, es inaceptable que una corte constitucional reconozca tutela jurídica a un
contrato tan nulo como un contrato de comercialización de drogas, ¡ESCANDALOSO!
2. Por ser la prostitución, de por sí un acto contra las buenas costumbres, no puede ser
considerada un trabajo, entonces, no habría ningún derecho.
3. Intuyo que estos jueces se han creído las falacias ad misericordiam de la demandante, ya
que no hay ninguna razón de derecho para fallar de esta forma.
4.2.2. Sentencia T-594-16

La sentencia se da a raíz de un caso de acoso por parte de la policía colombiana a un


grupo de prostitutas, ellas alegan haber sido detenidas y perseguidas arbitrariamente al momento
de estar en un espacio público esperando a sus clientes. Citando uno de los antecedentes de la
sentencia:
1.2. Las tutelantes indican que el 20 de enero de 2016 hacia las 4:30 PM en la Plaza de
la M. en San Victorino de Bogotá, cuando se encontraban sentadas en una silla, la
Policía las cercó junto con un grupo de 13 mujeres, algunas de ellas trabajadoras
sexuales, las descalzó, las agredió y las condujo a la Unidad Permanente de Justicia
(UPJ) de P.A. Afirman que la acción de las autoridades se dio en el contexto de
operativos para la recuperación del espacio público y bajo la presunción de que ejercían
trabajo sexual, con fundamento en su forma de vestir, aunque muchas de las mujeres
capturadas no se dedican a esa labor.
Las afectadas contaron su experiencia de violencia tanto física como verbal, además de
recibir comentarios y frases machistas por parte de los efectivos policiales.
De la sentencia se puede resaltar 3 puntos del fallo final:
Tercero: ORDENAR a la Policía Metropolitana de Bogotá que se abstenga de utilizar la
política de recuperación del espacio público para limitar el derecho a la libre circulación
de las accionantes.
Cuarto: ORDENAR a la Alcaldía Mayor de Bogotá que dé prioridad al desarrollo de la
política pública que establece la generación de oportunidades para las personas en
ejercicio del trabajo sexual y que en el término de dos meses instale una mesa para su
conceptualización que incluya representantes de los trabajadores sexuales y otros
representantes de ONG´s y de la sociedad civil para que en un plazo máximo de un año
implemente el programa de oportunidades para esta población.
Sexto: EXHORTAR al Ministerio del Trabajo a que elabore una propuesta de regulación
sobre el trabajo sexual de acuerdo con los lineamientos establecidos en esta decisión, que
priorice la adopción de medidas que protejan a quienes ejercen la prostitución legalmente
y que cuente con la participación de sus representantes.
Se puede deducir que las autoridades colombianas han adoptado un modelo regulacionismo en
todo su sistema judicial, además de exigir que las autoridades correspondientes que exista un
reglamento para que no vuelva a suceder situaciones de discriminación como la antes
mencionada.
CONCLUSIÓN
Luego de revisar todo el contenido del artículo de investigación, se puede concluir que la
prostitución es una actividad que consiste en que un sujeto tenga relaciones sexuales con otro a
cambio de una retribución económica, asimismo su historia resulta un punto muy importante
para comprender por qué es conocido como el trabajo más antiguo del mundo.
Además, se desarrollan los modelos legislativos frente a la prostitución, los cuales
resultan interesantes, comenzando por la regulación, por prohibirla totalmente, en criminalizarla,
en regularla como un trabajo.
Con base en una serie de argumentos, podemos concluir que el Perú emplea el modelo
legislativo del Prohibicionismo suave, ya que no está totalmente prohibido, pero para varias
jurisdicciones municipales sí lo está.
La doctrina nacional está de acuerdo en que esta es una práctica en contra del orden
público y las buenas costumbres, por lo tanto, ningún acto jurídico cuyo objeto sea la
prostitución es totalmente inválido y concretamente nulo.
Por último, la jurisprudencia nacional conviene en el mismo punto que la doctrina, en que
la prostitución no pasa el filtro de las buenas costumbres, sin embargo, en la jurisprudencia
extrajera se han cometido una serie de confusiones muy graves con respecto a esto, la
prostitución en ningún caso puede constituir un contrato o un trabajo, ya que va en contra del
orden público y las buenas costumbres.
Referencias bibliográficas.

Cabanellas, G. (2008). Diccionario jurídico elemental. Editorial Heliasta.

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