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El trigo de Argentina ingresa a nuevos mercados en el exterior

En lo que va de esta campaña triguera, Egipto desplazó a Brasil como principal cliente.
El trigo, el segundo cultivo en importancia de la Argentina, está recuperando clientes en todo
el mundo y en los últimos años va achicando la dependencia de Brasil como mercado de
exportación, según destacaron en los últimos días varios informes privados.Sin embargo, eso
se produce en un marco de bajos precios para ese cereal, que los chacareros argentinos
compensarán este año, al menos en parte, con una muy buena producción.En la campaña
2002/2003, Argentina exportó 6,6 millones de toneladas de trigo y Brasil fue el destino de casi
tres cuartas partes de esos embarques. En la siguiente, la 2003/2004, las ventas al exterior
saltaron hasta 9,6 millones de toneladas. A los valores actuales, de unos 108 dólares por
tonelada, significan casi 1.100 millones de dólares, de los cuales el Estado se queda con el 20%
a través de las retenciones.Junto con ese salto en el volumen exportado, la participación
brasileña en las compras se achicó a menos del 50%. Como precisa un informe de la Bolsa de
Comercio de Rosario, lo relevante de la campaña pasada "fue la recuperación de destinos
africanos, principalmente Egipto, como importantes compradores. Entre ellos están Kenya,
Sudáfrica y Marruecos".
En la actual campaña agrícola, la 2004/2005, la cosecha de trigo está en su última parte, y el
comprador externo que lidera el ranking ya es, precisamente, Egipto, con 500.000
toneladas.La semana pasada, Argentina cerró negocios por 175.000 toneladas con ese país, a
unos 108 dólares por tonelada (Dreyfus vendió 55.000 toneladas y Glencore 120.000
toneladas).
En los últimos días, también se concretaron operaciones con Jordania por 300.000 toneladas,
Brasil por 100.000 toneladas, Emiratos Arabes por 50.000 toneladas y Yemén por 20.000
toneladas. Argelia compró 300.000 toneladas y buena parte de eso sería abastecido por
Argentina, dijo la corredora Fyo.com.
"Este año la diversidad de compradores se está viendo desde el comienzo de la campaña",
puntualizó la Bolsa rosarina.
La recuperación de varios destinos tiene que ver con que el trigo local está muy barato con
respecto al de sus competidores internacionales, entre ellos EE.UU. Argentina está en plena
época de cosecha, lo que baja los valores.
Además, los exportadores locales ofrecen precios muy inferiores a los que ofrecen sus colegas
de EE.UU., Canadá o Australia, dado que los fletes desde aquí hasta los países compradores
son mucho más caros que desde el resto. Por ejemplo, Argentina le vendió a Egipto la semana
pasada a 108 dólares por tonelada, mientras que Estados Unidos lo hizo a 156 dólares por
tonelada.
Pero esos valores no son los que llegan al productor, porque hay que descontarles las
retenciones. Así, ayer los compradores pagaron aquí 245 pesos por tonelada, lejos de los casi
400 que se pagaron en la cosecha pasada.
Sin embargo, los chacareros compensaron en parte esa caída con unagran producción, que se
ve claramente a medida que la trilla avanza hacia el sur. En los últimos días, la Bolsa de
Cereales de Buenos Aires volvió a aumentar su valor de volumen cosechado, a 16,35 millones
de toneladas, casi un millón de toneladas más que lo que había estimado dos semanas antes.
Si se cosecha más, crece el saldo exportable. Y, para la Bolsa rosarina, las perspectivas del
comercio exterior triguero son "muy optimistas".

La importancia del cultivo de trigo en Argentina y su decadencia


actual.
Argentina ha sido a lo largo de su historia uno de los principales actores en el comercio
internacional de trigo. Viejos libros europeos hacen mención al impacto de los avatares de
nuestra producción dentro de sus economías domésticas. Tradicionalmente se ubicaba entre
los cinco principales exportadores de trigo con una participación del 10% dentro del volumen
total de exportaciones mundiales. 
La evolución de la superficie sembrada con los principales cultivos en el último decenio, la
superficie destinada a la siembra de trigo rondó las seis millones de hectáreas durante la mayor
parte de este tiempo, para caer desde el pico de siete millones de hectáreas sembradas en la
campaña 2001/02 hasta el piso de dos millones setecientas sesenta mil hectáreas sembradas
en la campaña 2009/10 (la menor superficie de los últimos cien años). 
Igual situación se ve reflejada en el gráfico que muestra la participación dentro de la producción
total Argentina, en el que se observa que de una participación modal que rondaba un 25% pasó
en la última campaña a tan solo un 9% de participación. 
No es objetivo de este trabajo analizar cuales fueron las causas de esta decadencia en la que
concurren distintos motivos, algunos de origen climático pero los que más tienen que ver con
las consecuencias son las políticas llevadas adelante por los últimos gobiernos.
Deseamos destacar dos aspectos sobre la importancia de este cultivo, uno que tiene que ver
con la estrategia comercial internacional y la complementación con Brasil dentro del
MERCOSUR. El otro tiene que ver con la importancia agronómica que tiene el cultivo como
aporte de residuos persistentes dentro de rotaciones dominadas por la soja.
MERCOSUR 
Tomaremos como ejemplo las cotizaciones FOB del mes de mayo de 2006 y 2007, cuando
todavía existía un mercado de trigo en Argentina y el cultivo tenía una participación que
duplicaba la del último año. El trigo argentino tenía una cotización FOB de 146 dólares por
tonelada en mayo 2006, y 220 dólares por tonelada en mayo 2007 (Agritrend). 
Estos datos, que solo reflejan fluctuaciones del mercado, tienen otra importancia si los miramos
desde la óptica de nuestro socio Brasil. Para un molino brasilero, de no poder acceder a trigo
argentino a estos precios por falta de producción en nuestro país, lo obliga a comprar a otros
proveedores pero a muy distinto precio. 
También a modo de ejemplo las alternativas de trigos duros eran en mayo 2006 Australia a 303
dólares por tonelada, Canadá a 269 dólares por tonelada, USA a 250 dólares por tonelada.
Solo se aproximaban los trigos blandos franceses a 189 dólares por tonelada, o americanos a
202 dólares por tonelada (Agritrend).
Si nos ubicamos en mayo 2007 vemos una situación similar con los trigos duros de Australia a
310 dólares por tonelada, Canadá a 296 dólares por tonelada, USA a 255 dólares por tonelada.
Los trigos blandos franceses a 269 dólares por tonelada, o americanos a 236 dólares por
tonelada (Agritrend).
Como podemos ver, nuestros socios del MERCOSUR pueden compartir nuestras ventajas
competitivas como productores de trigo, pero esto solamente es posible si hay volúmenes
exportables en argentina que puedan satisfacer esta demanda. Como en cualquier relación
comercial, uno de los principales atributos del proveedor es que sea confiable, en especial en
cuanto a la oferta de los volúmenes necesarios. Esta situación no se da en la actualidad y
debería ser tenida en cuenta al definir las políticas que influyen en la producción. 
ROTACIONES
Un aspecto tal vez más importante aun, es el aporte que hace el cultivo de trigo al balance
nutricional de las rotaciones en la argentina. Como se desprende de los cuadros anteriores, el
cultivo de soja ha ido desarrollando su participación tanto en el uso de la superficie destinada a
agricultura como en las cantidades producidas. Este cultivo permitió alterar el abastecimiento
de proteínas a nivel global con los grandes beneficios que esto trajo para la humanidad, pero
simultáneamente alteró el balance nutricional de los suelos en que se cultiva.
Al igual que otras gramíneas invernales, el trigo tiene una alta relación carbono-nitrógeno lo
que le da a sus restos una mayor resistencia a la descomposición, pero simultáneamente
presenta una muy buena respuesta económica a la fertilización. Estas dos características
hacen que su participación dentro de las rotaciones aporte tanto al balance de carbono como al
de nitrógeno.
Según surge de los ensayos de larga duración llevados adelante en la Chacra Experimental
Integrada de Barrow, el cultivo de trigo con un plan de fertilización habitual en la zona, de 80
kg./ha. de fosfato diamónico y 110 kg./ha. de urea, puede satisfacer su requerimiento tanto de
fósforo como de nitrógeno para los rendimientos zonales. Simultáneamente tiene un balance de
carbono positivo, que sumado a la alta relación C/N, le aporta estabilidad al sistema.
CONCLUCIONES
Como hemos visto en esta breve reseña, se debería prestar más atención a estos aspectos al
momento de definir las políticas nacionales. Es de destacar que ninguno de los argumentos
utilizados atentan contra el abastecimiento doméstico de harinas de trigo para satisfacer la
demanda interna. Muy por el contrario, permitir que la industria del trigo funcione en libertad,
puede favorecer a todos los actores simultáneamente, ya que se ve en las series históricas del
período analizado una incidencia del precio del trigo en el precio del pan de solo el 14% en
promedio (SEA Consultores).
El trigo puede contribuir a darle estabilidad a nuestras relaciones comerciales regionales y a los
sistemas de producción argentinos, satisfaciendo simultáneamente cualquier requerimiento de
la demanda doméstica. El peor escenario es el vivido en la campaña 2009/10, donde se estuvo
al borde de no lograr satisfacer ni siquiera la demanda interna, aportando muy poco a los otros
dos aspectos señalado

Gracias a la crisis del trigo en argentina subió el precio del pan en Brasil
Para proteger al abastecimiento interno Cristina Kirchner prohibió la exportación del cereal, por
lo que el país vecino debió recurrir a Canadá y EEUU y pagarlo a un precio más alto.
La devaluación del real contra el dólar más la carencia del principal proveedor de trigo de Brasil,
encareció 15,4% el precio del tipo de pan más popular en el país, llamado paozinho, según el diario O
Globo.Cabe destacar que Brasil produce 5,7 millones de toneladas de trigo por año pero necesita 10
millones de toneladas para su mercado interno. Por lo cual la diferencia era importada de Argentina.En
consecuencia los molinos brasileños tuvieron que comprar dos millones de toneladas trigo a Canadá y
EEUU y pagarlo a precio dólar. Además, paga más caro porque no tiene beneficio arancelario
intramercosur. El real frente a la divisa perdió un 45% entre julio de 2012 y julio de este año. Hoy un
dólar vale 2,2 reales. El incremento de este costo indefectiblemente fue traspasado al precio final que
pagan los consumidores. Las panaderías pagan un 30% más cara la bolsa de harina y el valor del pan
aumentó 15 por ciento.

Se acentúa la crisis del trigo argentino


Se acerca la cosecha de trigo en la región pampeana y los precios del trigo siguen bajando por
altos stocks mundiales y por las restricciones a las exportaciones impuestas por la Secretaría
de Comercio Interior. Este comportamiento afectó primero el resultado en campos alquilados,
pero ahora se extiende a la producción en campos propios.Actualmente, el rinde necesario
para cubrir los costos del trigo en un campo del oeste de la provincia de Buenos Aires es de 3,9
toneladas por hectárea, según indicó un comunicado difundido hoy por el Movimiento CREA.El
rendimiento promedio histórico que se obtiene en esa zona en un año normal es de 2,9
toneladas por hectárea. Es decir el productor que desarrolla el cultivo en campo propio perderá
dinero por no poder cubrir lo invertido con lo que cobra.La situación descripta es muy distinta a
la que se planteaba al momento de la siembra del cultivo, con un precio 190 u$s/t, 38%
superior al que se ofrece al momento de cosecha, de 114 u$s/t. En ese momento, con 2,4 t/ha
se esperaba cubrir los costos.Los productores no son muy optimistas respecto de los rindes por
obtener el actual campaña triguera. Serán más bajos que los del ciclo anterior por escasez de
humedad durante la encañazón y en la etapa final del llenado de grano, lo que dará grano
liviano. Además en los últimos días han ocurrido granizadas en distintas zonas.El
comportamiento descripto es vivido por Marcelo Carrique, productor de Henderson, provincia
de Buenos Aires. Cada 50 hectáreas que sembró gastó 23.550 dólares en semillas,
fertilizantes, herbicidas y cosecha y espera cobrar 18.834 dólares por su producción, al
entregar su trigo a un precio neto de 90 dólares por tonelada. Perdió 4716 dólares cada 50
hectáreas, a los que habría que sumarle los gastos fijos (movilidad, comunicaciones,
mantenimientos).“La situación de ahogo económico y financiero con el trigo no quedará
circunscripta a los productores”, afirma Santiago del Solar,  miembro del CREA Treinta de
agosto-Mari Lauquen, del oeste bonaerense y ex presidente de Maizar. Los contratistas
tendrán dificultades para trasladar el aumento de costos del orden del 25% que han sufrido en
los últimos doce meses a la tarifa de cosecha. “No va ser fácil que los productores convaliden
esos valores, porque el año pasado vendieron el trigo a 180 u$s/t y ahora vale 114; habrá que
compartir pérdidas”, adelanta del Solar.
Jorge Zunino es contratista de cosecha que trabaja principalmente en la provincia de Buenos
Aires siguiendo el ciclo de los cultivos. Así se expresa con relación a los problemas del trigo:
“Vivimos una situación de extrema incertidumbre con el cereal y en ese contexto no se puede
realizar ninguna proyección;  sólo se puede vivir el día a día”.
“Los problemas que sufren los productores se trasladan a los contratistas que trabajamos con
ellos y a las comunidades cercanas, donde ya se empiezan a notar los efectos de los
problemas de comercialización del trigo”, agrega.
Zunino ve con preocupación el futuro: “No sembrar trigo el año que viene perjudicaría a toda la
cadena comercial y al país. El contratista que sólo tenga que sembrar soja durante un mes y
medio y cosecharla luego en 60 días no puede optimizar los tiempos de uso de la maquinaria.
¿Qué debería hacer con su personal, que es el principal ítems del costo, en esta nueva
agricultura? Darlo de baja una vez terminadas las labores”.
Otro problema que enfrenta Zunino es la inflación, frente a un precio del trigo en violenta
disminución. Ese comportamiento impide mantener el valor de su trabajo y retrasará la
renovación de equipos. “Con tarifas estancadas, es difícil conseguir que el personal esté ocho
meses fuera de su casa”.
Problemas similares enfrentarán los transportistas. Por ejemplo, están cobrando
aproximadamente 130 pesos por tonelada para un flete de 300 kilómetros, que equivale al 25%
del valor del grano trasportado. Los números son mucho peores en el noroeste argentino donde
el trigo debe transitar 1200 kilómetros para su comercialización y se obtienen muy bajos rindes.
Los inconvenientes que provocados en la comercialización actual del trigo también tendrán
secuelas en los semilleros, que pueden ver reducida sustancialmente su demanda en  la
campaña triguera 2012/2013.
Las restricciones a la exportación impuestas por la secretaría de Comercio Interior llegan a
niveles inauditos, según el comunicado. Por ejemplo, no se liberan ROEs para exportar trigo y
maíz de Salta a Bolivia, a pesar de que existe una fuerte demanda de cereales del otro lado de
la frontera.
“El mercado boliviano nos queda a 300 kilómetros de la zona de producción, en vez de los
1200 kilómetros que tenemos hasta los puertos de río, y demanda grandes cantidades de trigo
para consumo humano y de maíz para la producción avícola” refiere Lisandro de los Ríos,
gerente de Prograno, una asociación de productores de Salta y Jujuy.
“Hace unos meses se dio a una situación paradójica: había pedidos de maíz por parte de los
avicultores bolivianos, que veían peligrar su producción por falta de alimento, y no se podía
exportar desde Salta, a pesar de haber muchas toneladas de maíz disponible, por las trabas
políticas”,  recuerda de los Ríos.
El pan que fueron comprando los argentinos durante todo el año 2011 estuvo valorizado a partir
de una materia prima que costaba 180 u$s/t.  Al momento de la cosecha de trigo está bajando
a 114 u$s/t. ¿Cuánto va bajar el precio del pan a partir de diciembre de 2011, con estos
nuevos valores?”, se pregunta del Solar
Plan Trigo: Una mala solución para un problema innecesario
Por Ingeniero Guillermo Bernaudo. Secretario de Programas y Proyectos de Unión por la Libertad
Entre Ríos. Coordinador del Equipo Agropecuario de Unión por Todos. Luego de la menor siembra
de Trigo desde el siglo XIX, la presidenta presentó el lunes 7 de mayo un plan de “devolución de las
retenciones” de trigo que ha despertado sospechas y suspicacias entre los que se suponía que debían
entusiasmarse, a pocos días de comenzar la siembra del cultivo. Para un problema que nunca debería
haber existido, se busca una mala solución que seguramente tendrá bajísimo impacto. 

Como gran parte de los problemas de la economía argentina, la crisis del trigo argentino empezó a
gestarse durante el final del gobierno de Néstor Kirchner. Cuando el decreto 1067/2005 dio autarquía a la
ONCCA comenzó un proceso de intervención en los mercados que nos trae de torpeza en torpeza a la
situación actual. En mayo de 2006 la ministra Felisa Miceli, actualmente condenada por encubrimiento
agravado, presionaba a los exportadores para que se “autorregularan” bajo la amenaza, reiterada por
Guillermo Moreno, de un inminente cierre de los embarques, similar al que estaba vigente para las
carnes. Desde 2008, la aparición de los ROE y la arbitrariedad de su entrega por parte de Moreno, han
destrozado el mercado de trigo, generado ganancias monstruosas a quienes el Secretario decidiera
favorecer en cada momento y han sacado a la Argentina de los lugares relevantes del mercado mundial
de este cereal.  

El trigo es ejemplo de los peores resultados de política económica de la era Kirchnerista, sólo comparable
con los fracasos en energía y carnes. Fue motivo de conflicto regional por considerarse que la harina
argentina era fruto del dumping generado por las bajas de precios del trigo al productor y fue excluido del
arancel externo común del Mercosur por dejar de ser Argentina un proveedor confiable. Se cayó la
producción. Se destrozó el mercado interno. El pan subió mucho más que el trigo en la mesa de los
argentinos.

No fue el mundo el que se nos cayó encima. Mientras en la primera década del siglo XXI la superficie
sembrada de trigo en Argentina cayó un 30%, la producción un 11% y las exportaciones cayeron un 20%,
Brasil subió su producción de Trigo un 75% y Uruguay y Paraguay la aumentaron más de un 450%.
Además de perder volumen, hemos perdido diferenciales de precio que podíamos obtener como
proveedores de Brasil. Desde otro punto de vista, el cultivo de trigo realiza un importante aporte al
cuidado de los suelos en gran parte del área agrícola, por lo que la reducción de su superficie es una
alarma amarilla a la sustentabilidad de los sistemas agrícolas.

La propuesta del gobierno de “devolver las retenciones” pretendiendo que se recupere el área de trigo no
es creíble para los productores. Ya ha habido otros planes en este sentido, todos fracasaron. Un plan
para pequeños productores al que casi nadie accedió, arbitrarias listas de compra generadas en la
Secretaría de Comercio que no impactaron en precio y un famoso Plan Trigo Plus que proponía bajas de
retenciones que no se cumplió sin mediar ninguna explicación al respecto. El gobierno mintió varias veces
con el trigo, ya nadie le cree.

La propuesta en sí misma, tiene además graves defectos. No existe formalmente una devolución, sino
una forma de “subsidio” por la baja de precio al productor generado en el sistema de retenciones. Esta
devolución, de concretarse, será en pesos equivalente a unos 6 a 8 u$s BNA por tonelada, un monto muy
bajo frente a la perdida de precio interno que provocan cupos de la Secretaría de Comercio, que ha
llegado por momentos a los 50 u$s por tonelada. Es claro para todos los operadores del sector agrícola
que una Ley de 3 artículos que eliminara las restricciones y las retenciones a la exportación de trigo,
tendría una respuesta casi automática de 3 o 4 millones más de hectáreas sembradas. Esta es la
propuesta que sostenemos desde 2007.  

Más allá de las dificultades operativas, imprevisibilidad y poca claridad en la implementación nos
preocupan aspectos institucionales que son de extrema gravedad en esta propuesta. La Constitución
Nacional es clara en su artículo 4º cuando prevé explícitamente que los derechos de exportación son
fondos que deben asignarse al Tesoro Nacional.  No es aceptable entonces que esta imposición sea
depositada directamente por el exportador en un fideicomiso administrado por privados. Para hacer “este
desvío” habría que modificar la Constitución Nacional y numerosas leyes dictadas al respecto, entre otros,
el Código Aduanero, ley 22415 y sus reformas.

La imprevisión fiscal, la mala praxis económica, el desconocimiento de la realidad de los mercados y los
planes equivocados son moneda corriente en la gestión de gobierno de estos últimos 10 años. Es grave.
Lo que es más grave aún es que se “suspenda” la Constitución Nacional para implementarlos. 

No debemos acostumbrarnos a debatir los posibles impactos de este tipo de propuestas. Debemos
recuperar las normas de administración pública, el cumplimiento de la Ley y el respeto a la Constitución
como únicos mecanismos aceptables de gestión del gobierno. El nuevo Plan Trigo es malo, su
implementación será peor aún, pero que sea al margen de la Constitución es inadmisible.  

Unidad Mecánica Jeppener (UMJ)


Ubicada en la localidad de Jeppener, a 105 km. del Centro de Producción de Palomar, se
encuentra UMJ. Creada en 1949 como Establecimientos Mecánicos de Precisión Sequenza para
la fabricación de máquinas de coser, en 1971 se consolidó como Establecimientos Mecánicos
Jeppener, cuando comenzó a realizarse el mecanizado y montaje de autopartes. En 1981 se
incorpora al grupo Sevel y en 1998 comienza a formar parte del Grupo PSA Peugeot Citroën.
Con una superficie total de 132.000 m2 y 36.000 m2 cubiertos, actualmente en Jeppener se
fabrican motores nafta, suspensiones, mecanizado y montaje de piezas mecánicas (Block, Tapa
TU3 y Bombas de Aceite) para los vehículos de las dos marcas del Grupo. Además cuenta con
una usina y una planta de tratamiento de líquidos industriales y cloacales propia. En 2009, la
producción fue de 39.142 motores. En el 2011, la producción fue de 43.267 motores y en el
2012 la producción fue de 29533 motores EW10.
Fabricaciones Jeppener:
En la Planta de UMJ se fabrican tanto piezas para consumo interno como de exportación:
Piezas para consumo interno:
Suspensión Delantera para el 207 Compact, Partner y Berlingo; Tren Trasero Partner y
Berlingo; Tren Trasero 207 Compact; Disco delantero y trasero para varios modelos; Pivot para
207 Compact; Maza delantera para el 207 Compact, Partner y Berlingo; Tambor de Freno
Partner y Berlingo, maza tambor (207 Compact); Bomba de aceite para motores nafta 1.6 Lts;
Volante motor EW10. Brazo y soporte para 207 Compact, Partner y Berlingo.
Piezas para exportación: Bomba de aceite TU5 JP4, Block y Tapa TU3 y TU4.
Los Proyectos presentados para llevarse a cabo en 2013 son: Maza disco T7 B7 y motor EW10
AT6 para Brasil.
Proceso Productivo
CPBA Medio Ambiente
El proceso productivo
Luego del ensamble de las piezas de chapa estampadas, comienza el armado de la carrocería
en cada uno de los grupos de los modelos de vehículos fabricados en Palomar. La carrocería se
traslada mediante transportadores aéreos a una línea robotizada, donde éstos reconocen el
modelo de automóvil y ejecutan el programa correspondiente. El transportador aéreo lleva las
carrocerías al sector Pintura dónde, a través de procesos químicos, se aplican las bases y la
protección anticorrosiva y la terminación de color a elección. El circuito comienza con el
proceso de desengrase y continúa con el proceso de cataforesis. En la cabina de esmalte la
carrocería se pinta con reciprocadores de color automatizados para luego proceder a su
terminación por medio de pintores especializados.
Montaje está dividido en cuatro sectores que se corresponden con el orden en que se van
agregando los componentes. Se completa el interior, exterior y ruedas, se realiza la carga de
fluidos, la prueba eléctrica y la prueba de hermeticidad y alineación. El auto es transferido a la
Planta Sur para completar las pruebas funcional y dinámica.
Logística está a cargo de la programación de la producción, el seguimiento de los proveedores
y el abastecimiento de materiales. En el área Flujo de Vehículos se reciben las órdenes de
fabricación y se realiza el planning y seguimiento de la producción para cada tecnología. El
área Flujo Constituyente efectúa la programación de los materiales a los proveedores locales y
regionales. Esta área se encarga luego de recibir y distribuir estos materiales en los almacenes
y líneas de producción.
El sector Calidad asegura la utilización de los procedimientos del Sistema de Calidad
Internacional aplicados en el grupo para la fabricación de automóviles. Además realiza
auditorías del flujo de producción y del funcionamiento de la Planta.
Luego de la etapa de terminación, los autos son despachados para su puesta a disposición del
área Comercial. Logística, Calidad y Servicios Técnicos Generales brindan apoyo en cada una de
las etapas.
PSA Peugeot Citroën Argentina continúa con el compromiso de contar con un sistema de
calidad asegurado a lo largo del todo el proceso productivo.
PSA Peugeot Citroën Argentina posee la certificación ISO 14001. El área de Medio Ambiente se
encarga de la gestión del sistema de conformidad con la política del grupo en materia de
ecología y protección del medio ambiente.
PSA Peugeot Citroën Argentina también cuenta con a certificación ISO 9001 renovando así el
compromiso de contar con un sistema de calidad asegurado a lo largo del todo el proceso
productivo.

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