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Universidad Católica de Colombia
Colombia
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Vol. 2012 97 FACULTAD DE ARQUITECTURA
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Proyecto arquitectónico y urbano
Architectural and urban project Type, analysis and project
Arquitectura
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Rodríguez Botero, G. D. (2012). Tipo, análisis y proyecto. Revista de Arquitectura, 14, 97-105.
que recae su principio. De esta manera el análisis experimentales que deben ser confrontados de
marca el nexo entre la teoría y la praxis, siendo modo permanente en la realidad. Tanto la deter-
esta última el escenario a través del cual la teoría minación de esta invariante como aquella clasi-
no solo se constata continuamente, sino se nutre ficación que encarna inicialmente el análisis, no
y se sustenta. representan aún ni un tipo ni una tipología, sino
una aproximación al análisis como formulación
Lo anterior implica que el análisis tipológico
científica (hipótesis), la cual debe verificarse en
amplía incesantemente el conocimiento de la
la realidad.
arquitectura, dado que hace posible elaborar e
insertar abstracciones o conceptos, y en eso justa- El hecho arquitectónico traducido a una idea
mente consiste la construcción teórica de la arqui- esencial implica que este sea interpretado o sig-
tectura. Según Rossi, la tipología es el “momento nificado como una totalidad compleja que se
analítico de la arquitectura” (1977, p. 188). hace inteligible solo mediante su descomposi-
ción. Conforme a lo anterior, podría asumirse que
La tipología como análisis estructural llega a
el análisis como procedimiento se halla asociado
permitir una comprensión más profunda del pro-
a la descomposición. Esto sugiere que contempla
ceso “genitivo” de la arquitectura desde su prin-
fases por las cuales una obra de arquitectura llega
cipio, sus elementos constitutivos, sus relaciones a ser descompuesta y situada en una determinada
fundamentales y sus concreciones, bajo un senti- clase o género.
do cognoscitivo y teórico. El análisis se convierte
así en una descripción cuyo propósito es la com- Algunos autores han discutido el tema del aná-
prensión. Esto permite determinar y vislumbrar el lisis en la arquitectura como un proceso de orden
carácter operativo que este significa para la arqui- estructural y descompositivo constituido de fases
tectura en un sentido disciplinar. Por otra parte, la consecuentes. Vittorio Gregotti, por ejemplo,
tipología contempla aspectos pedagógicos asocia- habla acerca de la función y de la estructura físi-
dos al pensamiento operativo y formal, es decir, ca en la arquitectura como fases de su mismo
creativo. análisis (1972, pp. 168-169). La fase asociada
a la función hace referencia a los principios de
El análisis tipológico presupone, pues, la exis- transformación que figuran y constituyen el obje-
tencia de una formulación científica (hipótesis) to, mientras que la fase concerniente a la estruc-
según la cual un conjunto de obras de arquitec- tura física tiene que ver con la organización que
tura caracterizadas por tener en común alguna cohesiona equilibradamente los aspectos estéticos
propiedad de cualquier orden que les permite y tecnológicos mediante esos principios. Ambas
agruparse, puede ser reducido a una estructura fases operan a diferentes escalas que van des-
formal invariante que los explique. Según Martí de el ambiente geográfico, pasando por el tejido
Arís, “el tipo, entendido como similitud estruc- urbano, hasta el edificio puntual. Un análisis pro-
tural entre diversas obras de arquitectura, sitúa puesto bajo esta óptica esbozada por Gregotti
el problema de la forma en un nivel de máxima podría llegar a revelar los principios de cohesión
generalidad (más allá de conceptos o estilos), es entre el contexto y el objeto, dado que la des-
decir, en un nivel de abstracción” (1993, p. 12), composición opera alternadamente en la escala
lo que significa que se trata de un principio refe- respectiva de cada uno.
rido a una estructura formal (p. 103). Con esto
se reafirma que el análisis tipológico es de orden Por su parte, Giulio Carlo Argan afirma que a
estructural. El mismo autor dice al respecto que lo largo de la historia de la arquitectura los tipos
el estructuralismo es un “método de análisis” han estado asociados tanto a las funciones utilita-
cuyo propósito es determinar la estructura en la rias como a la configuración de los edificios. Sos-
cual yace el principio de formación y de inteligi- tiene que los tipos surgen de las configuraciones
bilidad correspondiente a un determinado obje- de los edificios, de los sistemas de construcción
to (p. 103). En clave estructuralista, el análisis y de los elementos decorativos (1974, pp. 40-41).
tipológico requiere, por un lado, llevar a cabo Un análisis que opere con estas categorías difícil-
una clasificación de los hechos arquitectónicos y, mente puede cumplir el propósito de determinar
por el otro, determinar la invariante (la estructu- la estructura mediante la descomposición, esto
ra o el principio de formación) que caracteriza y es, la aprehensión del principio, porque termi-
na mostrando lo que compone el objeto, y no
singulariza un conjunto determinado de hechos.
la estructura que, como “información genética”,
Esa invariante revela el tipo, y este representa a
dice “cómo debe ser” este mediante subestruc-
ese conjunto de hechos. El tipo así determinado
turas de cohesión entre aquellos tres aspectos.
expresa de modo esencial la clase según aque-
lla invariante por la que esa serie de hechos se Para Carlo Aymonino el análisis tipológico con-
constituyen en “clase, familia o género”2. siste en clasificar los elementos a partir de dos
operaciones de identificación respecto a dichos
Por otra parte, el análisis también contempla
elementos. La primera tiene que ver con aspectos
aspectos de orden subjetivo, dado que la determi-
formales que abordan la arquitectura como fenó-
nación de aquella invariante exige fundamentos
meno objetual, y la segunda con aspectos estruc-
turales que la estudian como fenómeno urbano.
2 Martí Arís afirma que“tipo es sinónimo de clase, familia o
Esto permite vislumbrar dos fases de análisis: la
género” (1993, p. 15). primera, de orden clasificatorio, la cual busca
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este produce modelos variantes. En cambio, el El tipo como teoría es entonces el principio del
proyecto moderno parece buscar la concepción proyecto: es lo que define la cohesión y el senti-
de esquemas4 alternativos, es decir, busca princi- do de lo compuesto; asume la definición formal.
pios. Según esto, el proyecto moderno tendría un Con respecto a esto, Marina Waisman afirma lo
acento más analítico porque esa búsqueda le exi- siguiente:
ge descomponer los hechos singulares para obte- En los diversos textos y propuestas relativos a la
ner los esquemas, es decir, los principios. Esto se tipología pueden distinguirse dos modos funda-
debió muy seguramente a las nuevas necesidades mentales de entender su papel en la teoría y en la
de la arquitectura ocasionadas por la Revolución praxis arquitectónica: como instrumento o como
Industrial: no se disponía, en el momento de su principio de la arquitectura, derivados, el uno, de
aparición, de esquemas para resolver fábricas, por la consideración histórica del tipo; el otro, de su
abstracción del devenir histórico. La tipología como
ejemplo. Es el caso de Claude-Nicolas Ledoux
instrumento se utiliza tanto para el análisis co-
quien concibe entre 1774 y 1779 la Salina real mo para la proyectación (1993, p. 74).
de Arc-et-Senans a partir de la integración entre
las unidades y las viviendas obreras. Lo revolu- Como puede verse, la tipología también repre-
cionario en este primer ensayo de “arquitectu- senta el momento proyectual de la arquitectura.
ra industrial” es el hecho de haber comprendido Esto implica que desconocer el tipo es descono-
que aquello que la define conceptualmente es su cer la historia dado que se omite un conocimiento
condición procesal. El carácter deja de remitirse al fundamental que también proyecta. Pierde con-
aspecto exterior del edificio y se compromete con secuentemente la arquitectura en su carácter
el esquema, el principio mismo de la arquitectura disciplinar. El tipo legitima el conocimiento de
(Frampton, 1993, p. 15). la historia como baluarte de la arquitectura. Por
tanto, no existe antagonismo entre la historia y
Durante el periodo de entreguerras la arqui- el proyecto, y la arquitectura como disciplina es
tectura vanguardista adquiere un acento delibera- imposible fundamentarla con esa escisión.
damente científico (Benévolo, Melograni y Giura
Longo, 1978, pp. 9-10). Podemos añadir a esto El tipo devuelve lo que la arquitectura moderna
una actitud ahistórica mediante la racionalización pretendió omitir en el ejercicio proyectual: la his-
de un proceso creativo consistente en deducir toria. Decir que se conoce la arquitectura a partir
la forma de la función. Lo anterior sugiere que de los edificios en la historia es equivalente a decir
en las vanguardias la función se asume de algu- que los principios de la arquitectura se conocen
na manera como el esquema que determina el en la abstracción del devenir histórico de los mis-
“cómo debe ser” la arquitectura. Sin embargo, el mos. Mientras que el tipo es el principio proveí-
tipo dado que deviene de procedimientos clasifi- do por la historia, el proyecto no solo verifica y
catorios se comporta como el sustrato etimológico actualiza su vigencia, sino que “nos pone en con-
“congénito” de especies distintas5, lo cual no es diciones de anticipar el curso de la proyección”
propiamente una cualidad asociada a la función (Rossi, 1977, p. 189). Según esto, la historia de la
dentro del ejercicio proyectual. El procedimiento arquitectura se justifica en la enseñanza porque
clasificatorio aplicado a las obras de arquitectura provee al proyecto, como encargo académico, de
no se propone revelar la función, porque ella es instrumentos a partir de una teoría. Esto sitúa a la
prácticamente tácita en la misma observación. Por historia no solo como una “sucesión de juicios”7
ende, no es el núcleo de la teoría de la arquitectu- que se ejercen sobre el tiempo, sino como un ins-
ra. Esto explica por qué la admisión de la máqui- trumento de la práctica cognoscitiva que supera
na por parte de las vanguardias europeas como la clasificación inherente al discurso estilístico. Por
principio representa la adopción de un modelo tanto, como afirma Martí Arís, es la historia: “la
y no de una teoría: se adopta la máquina porque que sirve de punto de partida para toda búsque-
ilustra la manera de dar figura a una determina- da de la inteligibilidad […]; historia y tipología se
da función. El proyecto aquí se soporta más en el presentan como dos aspectos complementarios ya
modelo que en la teoría para formalizar el objeto. que mientras la historia muestra los procesos de
Con esto no se insinúa que el tipo sea el auténti- cambio, el análisis tipológico atiende a lo que, en
co núcleo de la teoría arquitectónica, pero como esos procesos, permanece idéntico” (1993, p. 22).
principio asume que las estructuras abstraídas de Esa relación recíproca con la historia sitúa al
una realidad son aplicables a otra. Se desmitifica tipo como un saber acumulado a partir de intui-
así el lema del funcionalismo: la forma ya no sigue ciones y experiencias en el tiempo. Es necesario
a la función; una forma puede soportar más de entender que en la ciencia la “génesis” de los prin-
una función6. cipios reside en las hipótesis. Estas son en cierto
modo ficciones que aspiran a convertirse en prin-
4 Martí Arís afirma con respecto al esquema: “[…] si bien el cipios mediante la comprobación empírica. Mar-
esquema es una imagen que conduce al concepto o procede tí Arís afirma que las hipótesis como formulacio-
de él, no es propiamente el concepto sino, a lo sumo, su re-
presentación gráfica” (1993, p. 33). nes científicas constituyen un acto creativo: “com-
5 Martí Arís sostiene que la tipología establece “las raíces eti- portan una interpretación y exigen una toma de
mológicas que subyacen a fenómenos distintos” (1993, p. 50).
6 Para Martí Arís “la experiencia histórica parece demostrar
con evidencia que la forma es más fuerte que cualquier uso 7 Waisman define la historia como una “sucesión de juicios”
que de ella puede hacerse” (1993, p. 81). (1993, p. 14).
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posición personal desde la cual los datos y las obser- dinámico donde el código genérico de la arqui-
vaciones cobran un preciso relieve y significado” tectura ha sufrido las variaciones de sus prin-
(1993, pp. 28-29). De esto se infiere que los tipos cipios. Con lo anterior se establece que el tipo
tienen un comienzo como hipótesis: nacen como adquiere una dimensión cultural, dado que este,
ficciones, y el proyecto es el escenario de compro- como estructura formal en la que reside la “infor-
bación empírica que los convierte en principios. mación genética” acerca de “cómo debe ser” la
El tipo así definido adquiere un carácter metodo- arquitectura, se halla a disposición de todos los
lógico en el proyecto: la figura se deduce a partir contextos humanos existentes.
de una hipótesis como ficción creativa. Retoman-
La triada vitruviana (utilitas, firmitas, venus-
do lo ya dicho acerca del análisis como descom-
tas) define la arquitectura como un congregado
posición, su propósito es la obtención de unos
de problemas en cuya solución recae su razón
principios, no solo para aprehenderlos, sino para
de ser. Ha sido este el concepto que mayor recu-
conocer la “información genética” como “géne-
rrencia ha tenido en el desarrollo, no solo de la
sis” de lo compuesto. Parte de una interpretación
arquitectura renacentista (que lo recreó), sino de
a modo de hipótesis de la realidad, a la que ras-
las distintas escuelas europeas. Kenneth Framp-
trea a la luz de esa misma interpretación (p. 29). El
ton, cuando hace mención del abad de Cordemoy,
análisis no propiamente descubre la “información
recalca como este, en su Nouveau Traité de toute
genética” sino que la recrea, y el proyecto experi-
l’architecture (1706), recrea la triada como ordon-
menta esa recreación.
nance, distribution y bienséance, siendo esta últi-
La arquitectura ma una noción ligada a la fisonomía adaptable al
variante carácter social (1993, p. 14). A pesar de
Hay una definición de arquitectura porque exis- que estas triadas determinan los problemas sobre
te una institución en la que reside su conocimien- los que gravita la arquitectura, no constituyen por
to específico, el cual la define. Ese conocimiento sí mismas un fundamento epistemológico dado
específico puede entenderse como un conjunto que sobre ellas no recae a completitud la estruc-
de principios que establece un código genérico el tura formal de la arquitectura. Están más situadas
cual sitúa a la arquitectura como disciplina. Dado en el orden del modelo de Quatremère de Quincy
que el tipo es un concepto abstracto como herra- porque esbozan la base de una ejecución práctica.
mienta de exploración en la arquitectura, hace par-
te de ese conocimiento específico. No obstante, La influencia de El origen de las especies de
las definiciones de arquitectura por lo general no Charles Darwin en el mundo científico durante el
incluyen de modo directo su relación con el tipo siglo xix suscitó el estudio de los edificios como
(Zevi, 1969, pp. 19-47)8. Ello se debe quizás a que objetos artificiales cuyo diseño históricamente
de este comienza a hablarse en el siglo xix a través modificado condujo a visualizar secuencias evo-
de Quatremère de Quincy, y sin embargo no se lutivas similares a las de los organismos vivos.
constituyó en la base fundamental de su definición Comienza a hablarse de taxonomía edificatoria
en el momento de su aparición dentro del discurso para explicar, en analogía con la biología, la adap-
arquitectónico. Para este autor se trata de una idea tación de los edificios al medio. Dicha adaptación
que sirve de base al modelo (2007, p. 241). En la reveló la acción de una forma acumulativa que
arquitectura el modelo puede entenderse como la los hizo ver como mejoras adaptativas por par-
base de su ejecución práctica, mientras que el tipo te de unas generaciones culturales. Esto demos-
sería “la idea de un elemento que debe por sí mis- tró que las generaciones heredan como rasgos
mo servir de regla al modelo” (p. 241). Se advierte “genéticos” un aprendizaje almacenado, el cual
aquí que la regla encarna el código genérico que es latente en sus fabricaciones. A esto debe aña-
figura en la ejecución del modelo. Esto corrobora dirse el aporte proveído por la historiografía de la
que el tipo se sitúa en la dimensión disciplinar de arquitectura, dado que dio a conocer otras “espe-
la arquitectura. ¿Pero cuándo ese código deja de cies de arquitectura” en el mundo, ampliándose
ser genérico? así su conocimiento. Es en este contexto donde
aparece justamente la noción de tipo a través de
Bruno Zevi parece responder a esto cuando Quatremère de Quincy, la cual reforzó la taxono-
se refiere a la arquitectura como un producto mía excluyéndola del reino único y exclusivo de
cultural en el que se halla depositada la historia la clasificación para aproximarla posteriormente
humana (1969, p. 24). Con esto Zevi delega la al reino de la etimología, otorgándole la capaci-
definición de la arquitectura no a la institución dad de detección de vínculos entre las especies
sino a la humanidad que a través de las diversas de edificios aparentemente disímiles.
sociedades en el mundo la han recreado perma-
nentemente. Cuando el código se recrea, varía, Lo anterior da cuenta entonces de la refunda-
y es ahí donde deja de ser genérico. Por tanto, mentación de la arquitectura a finales del siglo
xviii y principios del siglo xix. Los elementos
no se habla de arquitectura sino de arquitecturas.
Las diversas sociedades humanas son el ámbito compositivos del modelo clásico ya no satisfacen
las nuevas necesidades y retos de un nuevo mun-
do impactado por la era industrial. El eclecticismo
8 Zevi hace una revisión de las distintas definiciones de ar-
como remix del orden clásico junto con otros his-
quitectura que se han concebido en el tiempo, y detecta la toricismos comienza progresivamente a sustituir el
omisión del concepto de tipo en estas. modelo como “génesis” de la creación, volcándole
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materialidad como respuesta formal a una fun- Maqueta Análisis Casa
ción. Por esta razón, se le reclamó a la arqui- San Ángel
tectura moderna ese distanciamiento particular variación de un tipo (Argan, 1974, p. 41). Cuan-
con respecto a la historia. do se crea arquitectura, la estructura formal que
Algo importante por destacar es el hecho de que encarna el tipo representa una herramienta plásti-
la tradición clásica en la arquitectura se haya forja- ca, pero a nivel conceptual.
do a través de una “cultura de la repetición”, por- La composición involucra y exige la capaci-
que precisamente las disciplinas se constituyen y dad de inferir conclusiones de un conocimiento
se consolidan mediante la repetición de un cono- previo, así como llegar a conclusiones generales a
cimiento sedimentado y nutrido en el tiempo. El partir de hechos singulares. En el caso de la arqui-
concepto de tipo no se refiere simplemente a una tectura ese conocimiento previo es la teoría, y los
estructura de la forma capaz de múltiples desa- hechos singulares son las obras. Crear a partir de la
rrollos figurativos, sino a una “información genéti- teoría significa transitar de un universo abstracto a
ca” que reproducida en el tiempo no solo forja un una singularidad específica y material: lo primero
conocimiento, sino que lo reactualiza. Rossi per- concierne a los problemas planteados por la rea-
mite corroborar esta idea cuando afirma: “El tipo lidad, mientras que lo segundo remite a la trans-
es [una] constante y se presenta con caracteres de formación de esa realidad. No obstante, se puede
necesidad; pero aun siendo [los tipos] determina- crear a partir de los hechos, es decir, de las obras.
dos, estos reaccionan dialécticamente con la téc- Su proceso es el anterior en sentido inverso, y asu-
nica, con las funciones, con el estilo, con el carác- me los hechos como fuentes para la elaboración de
ter colectivo y el momento individual del hecho una teoría. Algo que corrobora este planteamiento
arquitectónico” (1971, pp. 68-69). se halla en los cinco principios de la arquitectura
Esa reacción del tipo a la que él se refiere la moderna que Le Corbusier desarrolló en su para-
interpretamos conforme a nuestra hipótesis como digmática obra la Ville Savoye, un ejercicio donde
una “mutación”. Rossi no habla de “mutación”, el tránsito desde el hecho a la teoría se compren-
pero da a entender en su discurso que el tipo reac- de como un remix de momentos configurativos
ciona en su contacto con agentes capaces de alte- extraídos de la historia que buscan hacer legible la
rar la estructura que él mismo es. No obstante, la actualización y adaptación de un conocimiento en
reacción no supone daño en esa estructura, sino un presente histórico concreto. En la Ville Savoye
diálogo adaptativo con los “mutágenos” externos: el tipo se comporta como un fundamento teórico
técnica, funciones, estilo, carácter colectivo, etc. que racionaliza su misma composición.
Sin embargo, esta no es la única y exclusiva
La composición manera de operar para hacer arquitectura. La
La composición se define como la organiza- misma historia de la arquitectura puede ser vista
ción y cohesión armónica y proporcional entre precisamente como la historia de diversas mane-
las partes para concebir un todo. En arquitectura, ras de operar. ¿En qué momento la operación
esa organización y cohesión implican el principio deviene como fases concatenadas a través de un
que, en términos generales, describe el proyec- proceso lógico? Diríase en primera instancia que
to como un proceso conducido por una estruc- en el siglo I, con los 10 Libros de Arquitectura de
tura formal. En ese sentido, la arquitectura como Marcus Vitruvius Pollio, dado que es la primera
composición asume un acondicionamiento o una vez —de la cual se tiene conocimiento— que se
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Architectural and urban project Type, analysis and project
Figura 8.
La composición parece ser entonces el proce-
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conducida por un principio “progenitor” que llega 10 Respecto a esta idea, Gropius afirma lo siguiente: “Con
la convicción de que todo lo que forma parte del mobiliario
a detallarse en partes, mientras que para Durand y enseres domésticos tiene una relación racional con el con-
nace a través de la combinación de partes. Algo junto, la Bauhaus se propone determinar por medio de un
que sí comparten es la idea de la composición trabajo sistemático de investigación teórico y práctico, tanto
en el aspecto formal como económico y técnico, la forma
como piedra angular del diseño arquitectónico. de cada objeto, fundándose en sus funciones y condiciona-
Al parecer estamos ante una “cultura de la com- mientos naturales”. De esto se infiere que los problemas del
diseño residen en la función y en el condicionamiento natural
posición” en la arquitectura a lo largo de la histo- del objeto dentro del contexto humano (Hereu, Montaner,
ria forjada a partir de los principios de proporción Oliveras, 1999, p. 259).
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Rodríguez Botero, G. D. (2012). Tipo, análisis y proyecto. Revista de Arquitectura, 14, 97-105.
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