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Revista de Arquitectura (Bogotá)

ISSN: 1657-0308
ISSN: 2357-626X
Universidad Católica de Colombia, Facultad de Diseño y
Centro de Investigaciones (CIFAR)

Ávila-Gómez, Andrés
Reflexiones en torno a la enseñanza de la arquitectura y el urbanismo en Colombia. Conversaciones
con Jorge Vicente Ramírez Nieto y Stefano Anzellini Fajardo. Segunda serie de entrevistas
Revista de Arquitectura (Bogotá), vol. 24, núm. 1, 2022, Enero-Junio, pp. 3-15
Universidad Católica de Colombia, Facultad de Diseño y Centro de Investigaciones (CIFAR)

DOI: https://doi.org/10.14718/RevArq.2022.24.1.4136

Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=125172647001

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Contextos
Reflexiones en torno a la enseñanza de la arquitectura y el urbanismo
en Colombia. Conversaciones con Jorge Vicente Ramírez Nieto y
Stefano Anzellini Fajardo. Segunda serie de entrevistas
Reflections on the teaching of architecture and urban planning in Colombia. Conversations with
Jorge Vicente Ramírez Nieto and Stefano Anzellini Fajardo. 2nd series of interviews
Andrés Ávila-Gómez
Université Paris 1 Panthéon-Sorbonne. París (Francia)
Ecole Doctorale 441 Histoire de l’Art

Arquitecto, Universidad de los Andes. Bogotá (Colombia). Magíster


Ávila-Gómez, A. (2021). Reflexiones en torno a la enseñanza de la en Urbanismo, Universidad Nacional de Colombia. Bogotá (Colombia).
arquitectura y el urbanismo en Colombia. Conversaciones con Jorge Magíster en Ville, Architecture, Patrimoine, Université Paris 7 Diderot
Vicente Ramírez Nieto y Stefano Anzellini Fajardo. Segunda serie de (Francia).
entrevistas. Revista de Arquitectura (Bogotá), 24(1), 3-15. https://doi.
Doctor en Histoire de l’art (spécialité: Architecture) e investigador aso-
org/10.14718/RevArq.2022.24.1.4136
ciado del Centre de recherche HiCSA (Histoire culturelle et sociale des
arts, Université Paris 1 Panthéon-Sorbonne) (Francia).
https://scholar.google.es/citations?user=cR2lSZEAAAAJ&hl=fr
http://orcid.org/0000-0003-3883-2737
doi.org/10.14718/RevArq.2022.24.1.4136 andresavigom@gmail.com

Introducción
Resumen
Las dos entrevistas de la presente serie plantean varios interrogantes sobre la enseñanza de Las dos primeras series de entrevistas que se
la arquitectura en Colombia durante el último cuarto del siglo XX. Uno de ellos tiene que han realizado —y la tercera, en preparación—
ver con la relación, las diferencias y las similitudes entre la educación pública y la privada: han permitido constatar el valor que este ejer-
¿cuáles fueron las posibles ventajas o carencias que durante ese último tramo del siglo XX
cicio de memoria y reflexión guarda, ya no solo
encarnaron los programas de las escuelas de arquitectura, y que fueron reforzados por
los docentes en ejercicio? El testimonio de los arquitectos Jorge Ramírez Nieto y Stefano para el individuo que debe para ello sumergirse
Anzellini revela con amplitud un contexto social que ilustra la forma como la sociedad en sus recuerdos —los cuales emergen, a veces,
colombiana se encaminaba, en algunas esferas, hacia un fenómeno tempranero de globali- no tan diáfanos como se cree conservarlos—,
zación. Por otro lado, el interés de los protagonistas en los viajes de estudio y la construc- sino también, para los lectores, que asisten a una
ción de redes profesionales con un alcance regional o global nos sitúan en un panorama de suerte de confesionario abierto. Si bien algunas
internacionalización de la enseñanza y de la investigación, cuyo impacto real y efectivo en
el medio académico colombiano durante aquellos años, merece ser estudiado de manera
de las preguntas planteadas en estas charlas pue-
más amplia. den parecer inicialmente “evidentes” o a veces
Palabras clave: contexto de aprendizaje; enseñanza de la arquitectura; enseñanza profe-
“irrelevantes” para el lector, no lo han sido, en
sional; escuelas de arquitectura; programa de estudios superiores cambio, para los entrevistados: todos ellos nos
han manifestado tras cada entrevista que, al
Abstract rememorar, por ejemplo, sus viajes de estudios
The two interviews in this series raise several questions about the teaching of architecture o las lecturas hechas y las películas vistas duran-
in Colombia during the last quarter of the 20th century. One of them has to do with the te sus años de formación, han logrado, incluso,
relationship, differences and similarities between public and private education: what were explicarse decisiones personales y profesionales
the possible advantages or shortcomings that during this last stretch of the 20th century
que para ellos habían permanecido sin respuesta
embodied the programs of architecture schools, and which were reinforced by practicing
teachers? The testimony of architects Jorge Ramírez Nieto and Stefano Anzellini reveals a durante años.
broad social context that illustrates how Colombian society was heading, in some spheres, Bajo la premisa de reflexión consignada en la
towards an early phenomenon of globalization. On the other hand, the interest of the
protagonists in study trips and the construction of professional networks with a regional or
primera serie de entrevistas, se retoma la premi-
global scope place us in a panorama of internationalization of teaching and research, whose sa de la evolución de la enseñanza de la arqui-
real and effective impact on the Colombian academic environment during those years, tectura y el urbanismo a partir de la creación de
deserves to be studied more broadly. la primera facultad de arquitectura en Colombia,
Keywords: architectural education; architecture school; higher education program; learn- en 1936 (Angulo Flórez, 1986).
ing context; professional education
Andrés Ávila Gómez [AAG]: Antes de adentrar-
Recibido: julio 06 / 2021 Evaluado: agosto 11 / 2021 Aceptado: noviembre 11 / 2021 nos en el tema de su formación como arquitecto,

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Contextos
contexts Reflections on the teaching of architecture and urban planning in Colombia.
Conversations with Jorge Vicente Ramírez Nieto and Stefano Anzellini Fajardo. 2nd series of interviews

¿podría contarnos sobre sus orígenes, y si, de urbana. Una invitación efectiva para pensar en el
alguna manera, su interés en la arquitectura tie- futuro de mi acción profesional.
ne algún precedente en su familia? ¿Cómo cree
Stefano Anzellini Fajardo [SAF]: Supongo
usted que la cultura material (cómics, films y
que la arquitectura está en mi ADN. Mi abuelo
programas de televisión, música, etc.) con la cual
era un ingeniero “de los de antes”: también era
tuvo contacto durante su infancia y adolescencia
arquitecto, astrónomo, constructor y hombre de
pudo haber estimulado su interés en el arte, la
negocios. Mi madre era humanista, historiadora
arquitectura y la ciudad?
del arte y de la literatura. Conservo muy vivo el
Jorge Vicente Ramírez Nieto [JVRN]: Más recuerdo de las interminables y fascinantes sobre-
que una profesión, para mí, la arquitectura es mesas y conversaciones con mi madre, evocando
una pasión, y en muchos casos las pasiones son las calles, las plazas y los acontecimientos de la
heredadas. Mi familia paterna ha estado vincula- Florencia renacentista, ciudad donde ella estudió
da a una larga tradición de constructores bogo- y se casó con mi padre; los libros que me com-
tanos. Mi padre me enseñó, con su experiencia partía sobre las fuentes de Roma, o el barroco
práctica y su interés formativo, a entender la italiano y el mexicano. Me marcó también muy
arquitectura como un hecho material. Lo acom- fuertemente mi abuelo, lo que él representaba, y
pañé desde niño a visitar obras. Ver su trabajo su hermosa casa; especialmente, su estudio, con
me ayudó a entender procesos técnicos; escuché sus grandes estantes de madera con las coleccio-
conversaciones donde se discutía sobre posibles nes de los anales de las academias de ciencias y
soluciones a problemas constructivos; compren- de historia. Conservo todavía esas colecciones,
dí las explicaciones sobre los comportamientos y dos de sus cuadros preferidos, elegantemente
diferenciados de los materiales. Siempre llama- enmarcados: su diploma de ingeniero galardo-
ron mi atención las cualidades de la materia: sus nado con el Premio Ponce de León de la Uni-
atributos formales, su textura, su color; me inte- versidad Nacional y la foto de gran formato del
resaban las formas de la realidad. Para un niño, puente de Anserma (departamento de Caldas),
la experiencia de recorrer una obra y observar sobre el río Cauca, que él construyó por allá en
cómo se materializa en el tiempo y en el espacio los años treinta [del siglo XX], y del que estaba
el proceso constructivo deja huellas profundas. muy orgulloso, más por su diseño armónico que
Puedo cerrar los ojos y tratar de identificar en por las dificultades que tuvo que superar para
mi memoria los avances de las obras; al final, se su construcción, que nos relataba transportándo-
dispersan los aromas propios de los materiales y nos a épocas y sitios remotos aún por construir,
sus aplicaciones, son reemplazados por olores a de manera que, pensándolo bien, en efecto la
pinturas, resinas y ceras que recubren los muros, arquitectura estaba ahí, acechándome desde
pisos y cielos rasos de la edificación. El aroma del muy niño, como algo esencial de la actividad y
ambiente en una edificación testifica su tiempo la creación humana. Pero debo decir que nadie
de permanencia. me indujo que esa era una opción profesional;
de hecho, cuando entré a la facultad no tenía ni
Desde otra perspectiva, la rutina de hacer y
idea [de] en qué consistía su enseñanza, en qué
revisar presupuestos, contratos y seguros tam-
consistía un “taller” de arquitectura.
bién marcó mi formación de adolescente. Tam-
bién fue formativo escuchar el diálogo —no [AAG]: ¿Qué lo llevó a escoger finalmente un
siempre amable— entre los constructores y el determinado programa, y la institución a la cual
arquitecto: se discutían problemas no resueltos ingresó? ¿Cómo influyeron, durante su paso por
en los planos, contingencias generadas por el las aulas universitarias, el contexto sociocultural
lugar donde se ubicaba la obra, desfases en las de la época y, en general, la situación de su país?
programaciones, incumplimiento en la entrega o
[JVRN]: Al momento de elegir mi carrera no
el cambio de algunos materiales; la propuesta de
tuve dudas: la arquitectura era la profesión que
las alternativas siempre incluía consideraciones
me motivaba. Me inscribí e ingresé al programa
sobre la afectación en la calidad y el presupuesto
de Arquitectura en la Facultad de Artes de la
de la obra, que debían ser tomadas en cuenta.
Universidad Nacional de Colombia (UN) sede
Disfruté los paseos de fin de semana en el Bogotá, para cursar el primer semestre de 1976.
campus de la Universidad Nacional de Colom- La Facultad y la UN transitaban en ese momen-
bia (UN): lo sentía como un gran parque urbano to por una modificación curricular. Los líderes
verde, un lugar donde todo tenía el olor fresco estudiantiles pedían inclusión y cambios hacia
de la novedad. Ya como adolescente, recuerdo aspectos sociales en los programas de formación
las obras viales: el traslado del edificio Cude- profesional. Los movimientos estudiantiles del
com, empujado por enormes gatos hidráulicos; final de la década de los sesenta habían pues-
los grandes parques urbanos que se construían to en crisis la rutina de la formación profesional
en Bogotá entre el final de los años sesenta y el tradicional. La UN había acogido la reforma pro-
primer lustro de los setenta [del siglo XX]. En fin, puesta en 1965 por el rector José Félix Patiño
las vías iluminadas, los nuevos edificios y secto- (1927-2020). Esa reforma conformó las grandes
res urbanizados, la vegetación… todo hacía par- facultades y, en lo académico, consideró la inves-
te —para mí— de la acumulación de novedad tigación como fundamento.

Arquitectura
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E-ISSN: 2357-626X
ISSN: 1657-0308
Ávila-Gómez, A. (2021). Reflexiones en torno a la enseñanza de la arquitectura y el urbanismo en Colombia. Conversaciones con Jorge
Vicente Ramírez Nieto y Stefano Anzellini Fajardo. Segunda serie de entrevistas. Revista de Arquitectura (Bogotá), 24(1), 3-15. https://doi.
org/10.14718/RevArq.2022.24.1.4136

Apenas ingresé en 1976, durante la segunda


semana de clases, nuestro grupo vivió la expe-
riencia del primer cierre de la UN. Un hecho
inquietante. Semanas después, al retornar a
clases, percibí el ambiente de experimentación
en el taller: un nutrido grupo de arquitectos
jóvenes, acompañados por artistas reconocidos,
eran los profesores que introducían al grupo de
estudiantes del primer taller al tema de la com-
posición plástica. No ocurrió lo mismo en nues-
tro pequeño grupo: nuestro profesor del taller,
Gonzalo Hoyos, consideró prudente continuar
con prácticas pedagógicas tradicionales. Para
nuestro grupo era curioso ver a nuestros com-
pañeros de cohorte elaborar vistosos collages
con recortes ensamblados de papeles coloridos, bamos el boom literario latinoamericano. Éramos A Figura 1. Durante una clase

de izquierda (salvo uno que otro), y queríamos de acuarela en la UN Bogotá,


en tanto nosotros teníamos como tarea recorrer en 1977. Jorge Ramírez está
calles y dibujar edificaciones. Recuerdo ahora la el cambio, pero éramos escépticos: no le creía- en el centro de la hilera de
primera reunión con Gonzalo Hoyos, en la cual mos al comunismo, al “mamertismo”. Ya estába- estudiantes sentados, con
mos leyendo a George Orwell, a Arthur Koestler camisa blanca.
nos presentó el tema del espacio arquitectónico.
y otros críticos lúcidos, y ya se encontraba la Fuente: M. Arévalo/Archivo
Hoy identifico sus fuentes en las lecturas de Bru- personal J. Ramírez Nieto
no Zevi. traducción de Archipiélago Gulag, de Alexandr
Solzhenitzyn. Nos indignaban el golpe militar de
[SAF]: Debo mencionar muy especialmente a
Chile, [y] las dictaduras latinoamericanas, pero
las mujeres, empezando por mi abuela materna,
conservábamos una admiración romántica por
Celia Artola, mexicana criada en Nueva York; a
mi madre y sus amigas, muy comprometidas con Salvador Allende, por el Che Guevara, por Pablo
la educación de alta calidad en el país y, muy Neruda, por el cura Camilo Torres… Y estaban
especialmente, a mi madrina de bautizo, Amalia pasando cosas, se palpaba el cambio: empecé la
Samper. Tal vez, ella y mi madre fueron la moti- carrera dibujando con Díngrafo y sacando copias
vación principal de mi aspiración a entrar a la heliográficas (con su inolvidable olor a amonía-
Universidad de los Andes. Amalia fundó y dirigió co); [y] al terminar mis estudios ya se asomaban
su coro por décadas; mi madre inició allí su vida la magia del PC y del plotter.
profesional como bibliotecaria. [AAG]: Durante sus años de formación acadé-
A nuestra casa y a la de los abuelos llegaban mica, ¿cuáles eran las lecturas (de historia y teo-
personas muy interesantes y diversas: persona- ría de la arquitectura, de disciplinas en ciencias
jes públicos o de empresa, como Enrique Var- sociales y humanas o de literatura en general)
gas o Hernando Loboguerrero, podían cruzarse en boga, en aquellos años, entre los estudiantes
y departir en alguna velada con personajes de de arquitectura y de artes de su entorno? ¿Exis-
letras, como el poeta Jorge Rojas, o Andrés Hol- tían tendencias identificables? Y en caso de ser
guín, o Daniel Arango, o el cura Camilo Torres, a así, ¿con cuáles de ellas llegó a identificarse —o
quien tanto quisimos en la familia. a confrontarlas—, y por qué? ¿Existían espacios
Aunque los Andes era mi preferencia (no pre- fuera de la vida universitaria (círculos de lectura,
cisamente por el programa que ofrecía; eso no cineclubes, etc.) en los cuales haya desarrollado
importaba), yo no tenía nada claro que fuera a su curiosidad intelectual? ¿Cuáles eran las prin-
pasar el examen de admisión: era muy difícil, cipales influencias (autores, libros, metodologías,
decían que ingresaba el 10 % de los aspirantes, y etc.) que llegaban por entonces de otros medios
yo no había sido particularmente un buen estu- académicos y profesionales europeos, norteame-
diante en el bachillerato… Así que me inscribí ricanos, latinoamericanos (u otros)?
en los cinco principales programas de arquitec-
[JVRN]: Recuerdo que en 1978 conocí el mis-
tura que se ofrecían en Bogotá en esa época: la
mo día a dos personas que marcaron mi visión
Nacional, la Javeriana, la Piloto, la América y los
profesional: Silvia Arango y Rogelio Salmona.
Andes. Para mi gran sorpresa y felicidad, pasé
en los Andes. Ingresé a la universidad en 1975. Ella, ya entonces profesora de teoría, había invi-
Ese año vimos películas como La Naranja Mecá- tado a dar una charla en su clase al arquitecto,
nica (A Clockwork Orange, 1971), de Stanley reconocido por haber concebido las Torres del
Kubrick; Nos Amamos Tanto (C’eravamo tanto Parque. Me enteré de la reunión por estudian-
amati, 1974), de Ettore Scola; Chinatown (1974), tes de semestres superiores, e ingresé infiltrado
de Roman Polanski; Roma (1972) y Amarcord en uno de los salones del antiguo edificio de
(1973), de Fellini, y Atrapado sin Salida (One Flew Arquitectura. La presentación giró en torno al
Over the Cuckoo’s Nest, 1975), de Milos Forman. tema de los métodos de proyectación. Rogelio
Cantábamos al son de la Nueva Trova cubana, de Salmona, a su manera, repasó los métodos, y
Led Zeppelin y de Los Beatles, bailábamos al son luego se concentró en el tema de la composición
de la salsa neoyorkina y de la caleña, y estudiá- arquitectónica.

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Conversations with Jorge Vicente Ramírez Nieto and Stefano Anzellini Fajardo. 2nd series of interviews

Semestres después, me inscribí al seminario estudios de grandes arquitectos, pero la atención


de teoría de la profesora Silvia Arango, que luego estaba centrada, más que en el análisis y la teoría
se prolongó en la dirección del trabajo final para de la arquitectura, en su aplicación, en el desa-
la profundización en diseño urbano. El tema que rrollo de proyectos a distintas escalas.
propuse fue una mirada comparativa de tres
[AAG]: Siempre existen asignaturas y maestros
maneras, en ese momento contemporáneas, de
que marcan profundamente nuestro paso por las
mirar la ciudad: la de Aldo Rossi, en Architettura
aulas. ¿Cuáles fueron aquellas materias y profesores
della città (1966); la de Robert Venturi y Denise
que despertaron o avivaron su gusto por la arquitec-
Scott Brown, en Learning From Las Vegas (1977),
tura o el urbanismo, por la historia y el arte?
y la de Colin Rowe y Fred Koetter, en Collage
City (1978). Este trabajo se apoyaba, fundamen- ¿Tuvo durante aquellos años algún reparo con-
talmente, en las lecturas del curso de teoría Tris- tra el modelo pedagógico vigente, especialmente
tes tropiques (1955), de Claude Lévi-Strauss; The en lo que respecta a la enseñanza en el “Taller de
Silent Language (1959) y The Hidden Dimension arquitectura”?
(1966), de Edward T. Hall, y Changing Ideals
[JVRN]: En la mayoría de los casos, en la UN
in Modern Architecture, 1750-1950 (1977), de
se reconocía en Taller a los maestros tradiciona-
Peter Collins. Además de esos textos, aparecían
les: Enrique Triana Uribe (1929-2020), Guillermo
las lecturas del contexto latinoamericano, donde
Bermúdez Umaña (1924-1995) y Fernando Mar-
sobresalían Marina Waisman y Juan Pablo Bonta.
tínez Sanabria (1925-1991); no obstante, cada
Todo ello complementaba lo estudiado en cla-
uno de ellos estaba siempre acompañado de un
ses de historia de la arquitectura: libros básicos,
grupo selecto de colegas que asumían su propio
como Sapere vedere l’architettura (1948), de
papel en los procesos de enseñanza de la arqui-
Bruno Zevi, y la Storia dell’architettura moder-
tectura. Recuerdo especialmente a Arturo Roble-
na (1971), de Leonardo Benevolo. Los referen-
do (1930-2007), Dicken Castro (1922-2016),
tes de la historiografía moderna, desde Sigfried
Jorge Rueda Gutiérrez, Reinaldo Valencia Rey,
Gideon hasta Manfredo Tafuri, hacían parte de
ese universo. Hernán Vieco (1924-2012), Roberto Londoño,
Carlos Martínez, Eugenia de Cardozo y Sergio
[SAF]: En mi caso, las lecturas más importantes Trujillo, entre otros. Recuerdo también a algunos
de formación académica no fueron inicialmen- de los profesores del Departamento de Urbanis-
te las de arquitectura: fueron las humanísticas. mo: Hans Rother Trenenfels (1928-199), Manuel
Y eso, hay que decirlo, se lo debo al enfoque García, Leonardo Ayala, Edgar Burbano, Ángela
interdisciplinario de los Andes, que aún permea Inés Guzmán… En el ámbito de la historia,
todos sus currículos. Recuerdo especialmente recuerdo a Francisco Gil Tovar, Germán Rubia-
las lecturas dirigidas, deliciosas, que duraban no, Elianne Duque, Alberto Corradine Angulo
un semestre entero, de La Ilíada, con la profe- (1933-) y, particularmente, a Carlos Niño Murcia
sora Gretel Wernher, y de Madame Bovary, con (1950-). En el Departamento de Construcción,
María Teresa Cristina; también, las clases con el recuerdo a Julio César Gómez, Eduardo Molina,
poeta Rafael Maya, con Germán Arciniegas, y José María García, Hernado Pinzón y Victor
las conferencias de Abelardo Forero y Ramón de Treus. En los seminarios de teoría, recuerdo con
Zubiría. A través de ellos conocimos mejor los afecto a Alberto Saldarriaga (1941-), Juan Carlos
textos de Bertrand Rusell, de Georg Lucaks y de Pérgolis (1943-) y Silvia Arango (1948-). Para mí,
Herbert Marcuse, pero también, de Shakespeare se trató de una constelación de profesores que,
y de Rafael Pombo. En contraste, las lecturas desde sus diversas formaciones y especialidades,
impuestas en las clases de “teoría” eran, salvo, fomentaron una actitud de reflexión y crítica
tal vez, las de Alberto Saldarriaga (“Lenguaje y ante la profesión.
Métodos”), aburridas, acartonadas: el lenguaje
era abstruso, para decir algo sencillo se usaban En la universidad coincidían los temas del
rodeos pomposos e innecesarios. El racionalismo taller y el grupo de profesores vinculados a sus
moderno de Le Corbusier y los Congresos de trabajos en instituciones relacionadas con la pro-
Arquitectura Moderna (CIAM) pesaban como ducción arquitectónica y urbana. Yo los he clasi-
una lápida; veíamos con entusiasmo las propues- ficado en tres grupos: los profesores del Instituto
tas de los Team 10, de Aldo Van Eyck, de Christo- de Crédito Territorial (ICT), los del Banco Central
pher Alexander y de Jane Jacobs; se trataban de Hipotecario (BCH) y los ganadores de concursos
descifrar las sofisticaciones de los New York Five; de arquitectura. Así, a partir del segundo semes-
mirábamos de reojo a Rossi, a los deconstructi- tre pasamos al taller de los profesores vinculados
vistas, al posmodernismo… Y nuestros maestros, al ICT. René Carrasco, Javier Peinado y Álvaro
en la facultad, no eran académicos convenciona- Neira, entre otros arquitectos, nos inducían a
les, no tenían entrenamiento pedagógico: eran, componer sectores de ciudad utilizando un jue-
más bien, profesionales con un acervo cultural go de módulos: pequeños bloques de madera a
muy sólido, arquitectos activos que le robaban escala, distribuidos sobre predios urbanos ima-
tiempo a su actividad profesional privada para ginarios. La experimentación adelantada por los
compartirnos sus experiencias, sus gustos y sus profesores en su actividad profesional nos era
entusiasmos. Algunos habían estudiado en bue- transmitida, a pequeñas dosis, en los ejercicios
nas universidades americanas, o trabajado en del taller.

Arquitectura
6 Revista de Arquitectura (Bogotá)
E-ISSN: 2357-626X
ISSN: 1657-0308
Ávila-Gómez, A. (2021). Reflexiones en torno a la enseñanza de la arquitectura y el urbanismo en Colombia. Conversaciones con Jorge
Vicente Ramírez Nieto y Stefano Anzellini Fajardo. Segunda serie de entrevistas. Revista de Arquitectura (Bogotá), 24(1), 3-15. https://doi.
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Los talleres se sucedían: después de los pro- En cuanto al modelo pedagógico de Taller de
fesores del ICT seguían los del BCH (Gonzalo Arquitectura, hay que decir que se le ha monta-
Vidal, Pedro Juan Jaramillo, Rafael Vega y Luis do una leyenda negra, de haber sido un “corregi-
Fique, entre otros); y al final, acompañando a dero” indeseable, en el que prácticamente no se
los maestros tradicionales estaban los profesores enseñaba con rigor. Al iniciar el semestre, los pro-
que ganaban concursos y guiaban grupos (Carlos fesores ponían el tema (por ejemplo, “conjunto
Martínez, Alberto Estrada y Roberto Londoño, de vivienda”), eventualmente asignaban el lugar
entre muchos otros). (a veces, ni siquiera [lo hacían]) y dejaban al estu-
diante solo, navegando por espacios de conoci-
Ese proceso quedó truncado por un largo y
miento en lo técnico y en lo teórico que apenas
desalentador cierre, que aplazó nuestra explo-
intuía, corrigiendo los avances individualmente
ración inicial. En ese momento, con ahorros de
y de manera casual; por supuesto, el resultado
algún trabajo, solicité mi traslado a la Universidad
dependía muy fuertemente de la timidez o el
de los Andes. Con el apoyo de Rafael Maldona- desparpajo del estudiante, o de su empatía con
do Tapias (vicedecano en esa facultad), ingresé, el profesor o de su conocimiento previo de los
validando algunas materias prácticas, e inicié un temas (por ejemplo, ser hijo de arquitectos era
ciclo de taller diferente. Rafael Gutiérrez, Billy una ventaja inmensa). Esto puede ser cierto, pero
Goebertus, Ignacio Restrepo y José Leopoldo se generaba así una especie de balance, en el
‘Pepe’ Cerón fueron mis nuevos profesores. que se aprendía de manera autónoma haciendo,
Encontré allí un ambiente pedagógico diferente resolviendo problemas emergentes de los propios
en las maneras de aproximarse a los temas de la planteamientos, preguntando, apoyándose en
arquitectura. Varios meses después se reiniciaron los compañeros, arriesgando propuestas, fraca-
actividades en la UN, y decidí continuar estu- sando y volviendo a empezar. Este modelo, creo,
diando por algún tiempo en ambas facultades. resultó en la formación de arquitectos audaces,
[SAF]: Debo mencionar especialmente a Car- adaptables y competentes en la vida profesional
los Morales Hendry y a Ernesto Jiménez, a quie- en distintas ramas, aunque, hay que reconocerlo,
nes debemos, entre otros como Salmona, Vieco, con una cultura limitada. En todo caso, es signifi-
García-Reyes, la fundación de una arquitectura cativo que —diría yo— muchos de los egresados
original colombiana, enraizada en los valores de esas generaciones de los setenta y los ochenta
propios tamizados en la exploración de las pro- fueron destacados en su desempeño, ya sea en
puestas modernas. A través de ellos, conocimos la vida profesional, o en la académica o en los
las propuestas de Alvar Aalto, y su énfasis en los negocios.
valores culturales y ambientales donde se empla- [AAG]: Por favor, cuéntenos sobre su proyecto
za el proyecto; de F. L. Wright, y su veneración de tesis de pregrado: ¿Cómo seleccionó el tema
por la naturaleza y el paisaje; de Mies van der ¿Quién fue su director?, y ¿cómo ve usted hoy en
Rohe, y su lapidaria sentencia de “Menos es día aquella última experiencia académica que le
más”; de la Bauhaus, y su compromiso con la permitió obtener el diploma profesional?
democratización del arte y la unión del arte y el
¿Realizó algún tipo de práctica profesional
diseño con la industria, y también, de Hendrik
antes de graduarse? Y en caso de ser así, ¿podría
Petrus Berlage y de Michel de Klerk, y la nece-
contarnos sobre dicha experiencia?
sidad de la maestría de la artesanía en la arqui-
tectura. Personalmente, Carlos Morales Hendry [JVRN]: Mi primer trabajo en una oficina de
fue una figura clave: su inmenso despliegue de arquitectura fue con Carlos Ulises Salamanca; y
energía, combinado con su doble formación de más que un asistente, fui su alumno. En su estu-
antropólogo y arquitecto, fue una influencia que dio, ubicado en el barrio La Macarena, se trabaja-
me marcó muy fuertemente; su compromiso con ba siempre acompañado de música barroca, con
la arquitectura y la vivienda popular y los viajes paredes tapizadas con carteles de proyectos de F.
que nos organizó para trabajar con comunida- L. Wright y de algunos edificios contemporáneos
des en el Eje Cafetero marcaron mi desarrollo que él consideraba sobresalientes. Me inicié en
académico futuro y mi carrera profesional. Debo las labores prácticas de la arquitectura. Gracias a
también mencionar al entrañable ‘Pepe’ Cerón, las visitas de sus colegas, tuve la oportunidad de
quien nos enseñó, más con su ejemplo que con escuchar por primera vez a Alberto Saldarriaga
su elocuencia, el oficio de la arquitectura: la hablando de composición en vivienda mínima;
maestría de su técnica como diseñador y cons- a Michel Evert [lo escuché] referirse a la acústi-
tructor estaba permeada por una profunda lec- ca; a Fulvio Sánchez lo vi dibujar arquitectura de
ción de ética personal y profesional. Y no puedo manera exquisita. Fue esa primera práctica, una
dejar de mencionar a Germán Samper Gnecco gran escuela.
(1924-2019): su figura siempre ha gravitado en Más tarde, junto con dos de mis compañeros
mi carrera como un modelo de lo que un arqui- de carrera, Jorge E. Tirado y Eduardo Restrepo,
tecto representa: bonhomía, cultura, sensibilidad nos aventuramos a organizar una “oficina-taller”:
y compromiso con la disciplina de la arquitectu- estaba situada en un garaje en la calle 51 con
ra y la observación y la producción de espacios y carrera 25. Mientras adelantábamos nuestros
edificios bellos y significativos. trabajos de universidad, trabajábamos en los

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Vol. Nro. 1 2022 enero-junio 7 Facultad de Diseño
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pequeños encargos: allí diseñamos, antes de buscar los apoyos necesarios en temas emergen-
terminar nuestra carrera, un par de estaciones tes del proyecto; de hecho, Carlos Morales fue
para la empresa de teléfonos. El encargo lo había un gran apoyo en momentos de estancamiento
recibido un arquitecto con alguna experiencia, en el proceso de ejecución del proyecto. Era
que nos contrató para desarrollar el proyecto. muy inspirador ver el milagro de cómo, con un
Además de resultar una experiencia enriquece- par de trazos, resolvía un problema técnico o de
dora, pudimos ver construidas las estaciones, y composición que parecía imposible.
discutimos acerca de nuestros errores en la prác- En cuanto a mi práctica profesional siendo
tica. Poco antes de terminar la carrera, al cerrar estudiante, debo decir que fue más bien traumá-
nuestra oficina, Pedro Juan Jaramillo, quien tra- tica; tal vez, porque la asumí demasiado tempra-
bajaba en el BCH en compañía del arquitecto no en la carrera (en III semestre). Fui auxiliar de
Alberto Concha, nos integró como asistentes al residencia de obra, y la exigencia en dedicación
desarrollo de proyectos en su oficina de arqui- laboral resultó imposible de compaginar con la
tectura, en la cual pudimos participar en varios exigencia en dedicación en los estudios. Ese des-
proyectos de vivienda. control casi hace colapsar mi desempeño acadé-
De nuevo, junto con Jorge E. Tirado y Eduardo mico, de manera que renuncié al tema y volví a
Restrepo, nuestro proyecto de grado fue finan- trabajar solamente cuando ya había terminado
ciado por el programa Orinoquía y Amazonía mis estudios.
(ORAM), de la UN. El convenio de la universidad [AAG]: En esta primera etapa formativa, ¿qué
con la región llanera incluía asesoría en el desa- importancia tuvieron para usted los viajes de
rrollo de proyectos de áreas urbanas, por lo cual estudios (nacionales o internacionales)? Y luego,
decidimos presentar ese tema a nuestro profesor de manera global, ¿Podría contarnos cuáles fue-
Fernando Martínez Sanabria, quien finalmente ron aquellos viajes que marcaron su formación
consideró que era lo suficientemente interesan- profesional e intelectual, y en qué contexto se
te y complejo como para ser desarrollado como dieron (institucionales o personales)?
tesis de arquitectura. La UN nos brindó apoyo
para hacer las indagaciones de campo y recorrer [JVRN]: Como todo arte, la arquitectura se
el sector del río Manacacías, sus afluentes y el aprende observando los detalles de las obras
sector construido del municipio de Puerto Gai- de los maestros, recorriéndolas con atención,
tán. Fue un proyecto donde Fernando Martínez sin prisa. Las lecciones de los maestros univer-
nos indicó bibliografía específica, nos acompañó sales, como Palladio, Borromini, Miguel Ángel,
en discusiones sobre el significado de las inter- Schinkel, Schumacher, Wright, Le Corbusier,
venciones de ampliación de sectores urbanos, Mies van der Rohe, Gropius, Scharoun o Taut,
con sus componentes de espacios públicos y la entre otros, implican recorridos que ningún
dotación de servicios comunitarios. Fue un año arquitecto puede evadir. Los ojos del arquitecto
de continuo aprendizaje de propuestas con- deben entrenarse en reconocer lo inimaginado.
temporáneas de ciudad, y su interpretación y El secreto está en fijar en la memoria los elemen-
su ajuste en un territorio en consolidación. La tos que nos emocionan: esos siempre permane-
presentación final del proyecto fue programada cen en nosotros, los recordaremos.
en Villavicencio, en la Gobernación del Meta. El campus de la UN era ya un lugar privilegia-
Fue este un proceso que nos marcó la transición do para recorrer obras destacadas: el edificio de
entre las visiones de la academia y la aplicación Ingeniería; las facultades de Economía, Veterina-
práctica en un proyecto con destinación y com- ria, Sociología, el antiguo edificio de Arquitec-
promiso institucional. tura. Se descubren, algunas veces, arquitecturas
[SAF]: Mi proyecto de pregrado fue, en rea- que en su calidad mantienen una presencia
lidad, una especie de “hágalo usted mismo”. modesta; recuerdo cómo, a pesar de caminar
Mi director asignado fue el arquitecto Hernán tantas veces cerca del edificio de la Imprenta
Vieco, quien aceptó el encargo, seguramente, de la UN, concebido por Rother, me pregunto
por gentileza, pero que no era docente en la por qué razones no le dediqué inicialmente más
facultad. Me recibió un par de veces en su casa tiempo a valorarlo. En la ciudad aprendimos a
para revisar el proyecto, pero fueron ocasiones recorrer el centro y sus diversas capas históricas;
más de conversación general que de orientación. y para los ejercicios del taller recorrimos diversas
A mi propio criterio, elegí el lugar del proyec- ciudades y poblaciones.
to, el tema y la escala. Se trató de residencias Estas experiencias cercanas las pude enrique-
estudiantiles para la Universidad de los Andes, cer más tarde al visitar algunas de las obras de
ubicadas en la manzana vecina al sur del cam- maestros que habíamos estudiado en Historia y
pus. Fue un proyecto interesante de inserción de en Teoría. En nuestro continente, fue una lección
la arquitectura en un contexto patrimonial y de imperdible recorrer el campus de la Universidad
renovación urbana. El aprendizaje que destaco de Caracas; las obras de Lucio Costa y Reidy, en
de esa experiencia fue el del trabajo autónomo, Brasil; la arquitectura del Centenario, en Monte-
la audacia de plantear un proyecto, y luego desa- video; los parques, en Buenos Aires; la refinada
rrollarlo, y no simplemente limitarse a cumplir modernidad chilena; la monumental arquitec-
con un encargo y, no menos importante, saber tura de México. Luego vendrían viajes a países

Arquitectura
8 Revista de Arquitectura (Bogotá)
E-ISSN: 2357-626X
ISSN: 1657-0308
Ávila-Gómez, A. (2021). Reflexiones en torno a la enseñanza de la arquitectura y el urbanismo en Colombia. Conversaciones con Jorge
Vicente Ramírez Nieto y Stefano Anzellini Fajardo. Segunda serie de entrevistas. Revista de Arquitectura (Bogotá), 24(1), 3-15. https://doi.
org/10.14718/RevArq.2022.24.1.4136

de Europa, de América del Norte y de Asia, en Figura 2. Picnic en Tokio

A
los cuales he aprendido que cada recorrido de durante una estadía de
estudios. Sentado, segundo de
arquitectura exige la refinación de los sentidos: izquierda a derecha, Stefano
ya no es la emoción inicial de la arquitectura, sino Anzellini.
la reflexión sensata de los atributos de la obra Fuente: archivo personal S.
de arquitectura en entornos urbanos complejos. Anzellini.
Recorrer ciudades históricas alemanas, viajar por
diversos sectores de Italia, recorrer Sevilla y Gra-
nada, deambular por París y escudriñar rincones
de Francia… todas son lecciones necesarias para
entender la arquitectura y su historia.
La posibilidad de participar en una corta for-
mación en Japón me abrió un mundo que siem-
pre había considerado extraño, que tiene reglas más, en viajes de estudio; como estudiante de
propias y arquitecturas sugestivas: Tokio, Kioto y especialización (en Ingeniería Arquitectónica),
Hiroshima retaron mi capacidad para entender viví un tiempo en Tokio, y como investigador
las diferentes culturas. Se aprende en la expe- invitado, he estado en Arequipa, Dacca, Oxford,
riencia del viaje a relacionar caminos de afecta- Panamá, Lima y Santiago.
ción inimaginables si se permanece siempre en
un único lugar. En África, recorrer las medinas, la [AAG]: ¿En qué momento surgió su interés
primera universidad del planeta1, las dunas y los en la docencia, y cuáles fueron las principales
oasis son lecciones imborrables. razones que lo condujeron simultáneamente a la
enseñanza y a la investigación? ¿Cuáles fueron los
[SAF]: Los viajes de estudio organizados por
motivos por los que se enfocó principalmente en
Carlos Morales Hendry fueron clave; nos per-
temas como la historia, la teoría y la crítica de la
mitieron entrar en contacto con el país y con
arquitectura y del urbanismo?
comunidades organizadas que estaban unien-
do esfuerzos para construir sus viviendas y sus Sobre sus temas preferidos: ¿cuáles fueron las
barrios. A través de estas experiencias conocimos escuelas de pensamiento, los autores, y las obras
las propuestas de Turner (autoconstrucción), de (libros, películas, etc.) que han marcado en dife-
Habraken (soportes) y otros, comprometidos con rentes épocas su reflexión intelectual, y que han
la función social de la arquitectura; de hecho, alimentado su labor como docente e investigador?
este conocimiento que descubríamos me motivó [JVRN]: En arquitectura, la investigación, la
a que, inmediatamente después de graduarme, docencia y la práctica profesional tienen relacio-
hiciera mi posgrado en el Bouwcentrum de Rot- nes de interconexión. No es posible la docencia
terdam (hoy, Institute for Housing Studies [IHS]);
sin la investigación, y no es fértil la práctica pro-
sin embargo, los viajes que marcaron más pro-
fesional sin la reflexión histórica, teórica, crítica
fundamente mi formación personal fueron los
y autocrítica. El inicio de mi labor profesional
viajes de mochilero que hice por Colombia con
se dio en Arkhes, una oficina donde Pedro Juan
mi hermano antes de entrar a la universidad: por
Jaramillo, en compañía de Juan David Ramírez,
algún raciocinio (que nunca entendimos bien) mi
nos propuso trabajar como asociados. Fue un
padre, que normalmente ejercía un autoritaris-
periodo intenso en proyectos de diseño arquitec-
mo asfixiante, en las vacaciones del colegio nos
tónico. En ese ámbito participamos en concursos
daba unos pesos y nos daba libertad total para
de diseño y logramos premios y menciones. El
viajar por Colombia. Durante los tres últimos
más relevante fue la sede administrativa para el
años escolares estuvimos en los rincones más
Jardín Botánico de Bogotá, en 1985. El proceso
alejados del país; especialmente, en La Guajira
de construcción fue acompañado por Dicken
y la costa del Caribe, que forjaron en mí un gus-
Castro, y el desarrollo del proyecto paisajístico,
to por el viaje y la aventura, que sigue intacto.
por la arquitecta Gloria Aponte García. Arkhes
Luego, durante los años de universidad, fueron
funcionó también durante varios años como lugar
los viajes, también de mochileros, por Europa y
de reunión, lectura y discusión de proyectos de
Latinoamérica, que organizaba ya fuera solo o
arquitectura y prácticas artísticas. La experiencia
acompañado. Y no menos importantes fueron
desarrollada en los proyectos de esa primera eta-
los viajes cortos, durante las semanas de receso
pa profesional me animó a pasar una muy corta
que permitía la universidad en el medio de los
temporada en la oficina de Rogelio Salmona. Ese
semestres; esos viajes cortos, de una semana, a
capítulo inicial fue fundamental para el desarro-
Tierradentro, a Boyacá, a Santander, contribuye-
llo posterior de mis actividades profesionales. En
ron a forjar amistades con mis compañeros que
realidad, hasta ahora nunca he dejado la práctica
han durado toda la vida ¡Hasta conseguí esposa
gracias a esos viajes!: María Inés, con quien llevo arquitectónica.
casado casi 40 años. Posteriormente y durante Mi primera experiencia formal en la docencia
toda mi vida, he tenido el privilegio de viajar me la ofreció la Universidad de los Andes. Des-
de mi participación como estudiante, he tenido
1 Universidad de Al Qarawiyyin distintas relaciones con esa universidad. Yo hice

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Vol. Nro. 1 2022 enero-junio 9 Facultad de Diseño
Contextos
contexts Reflections on the teaching of architecture and urban planning in Colombia.
Conversations with Jorge Vicente Ramírez Nieto and Stefano Anzellini Fajardo. 2nd series of interviews

parte del grupo de la Universidad de los Andes, dieron en medio de un panorama de reevalua-
en el marco del proyecto Historia de la Arqui- ción crítica del movimiento moderno. El regio-
tectura en Colombia, desarrollado en convenio nalismo latinoamericano ingresó acompañado
con la UN. Los avances en esa indagación se de las propuestas de la identidad de la arqui-
convirtieron en temas que traté en mis primeras tectura latinoamericana. Las voces de algunos
clases sobre historia de la arquitectura colom- filósofos contemporáneos llamaron la atención
biana. Pasados algunos semestres, y en relación sobre particularidades de la relación existente
con mis tareas en la UN, tuve la oportunidad entre la reflexión filosófica y la producción de
de organizar el programa para el Seminario de los espacios habitables. La teoría de la arquitec-
Historia de la Arquitectura Latinoamericana. tura rescató los tratados y, bajo los discursos de
Mientras estuvo Carlos Morales Hendry en la la posmodernidad, actualizó discusiones funda-
decanatura de los Andes, estuve también a cargo mentales. La ética y la estética brindaron apoyo
de la coordinación del Área de Historia y Teo- a formulaciones de recuperación de los espacios
ría. En ese momento mantenía mi vinculación habitables.
a la UN como docente auxiliar, y acompañé el
proceso de apertura del Museo de Arquitectura, En el ámbito local, diferentes facultades de
cuya propuesta había sido liderada por Alberto arquitectura integraron a sus pénsum las reflexio-
Saldarriaga, en el seno del seminario prepara- nes sobre historia y teoría de la arquitectura y la
torio para la apertura del programa de Maestría ciudad en el continente. Fue así como pude par-
en Historia y Teoría del Arte y la Arquitectura. ticipar como docente, por un par de años, en la
Por otro lado, al formar parte de los primeros Universidad Católica de Colombia, y más tarde,
Seminarios de Arquitectura Latinoamericana en la Pontificia Universidad Javeriana.
(SAL), pude entrar en contacto con arquitectos, [SAF]: Fue determinante el ejemplo de mi
teóricos e investigadores latinoamericanos como madre, maestra hasta la médula, y el de mis
Marina Waisman (1920-1997), Ramón Gutiérrez profesores de la universidad, que eran todos
(1939-), Cristian Fernández Cox (1935-2014) y profesionales activos y relevantes, con vocación
Humberto Eliash Díaz (1950-), entre otros. evidente por su profesión, que los impulsaba a
Tras pasar satisfactoriamente el concurso compartir sus conocimientos. Desde el día cero
docente, en 1988, inicié actividades académicas del inicio de mi carrera profesional, luego de mi
formales en la UN y me enfoqué en la investiga- primer posgrado en Rotterdam y de vuelta en Bo-
ción histórica. La facultad, con la creación del gotá, inicié mi actividad como docente. Empecé
Instituto de Investigaciones Estéticas, en 1978, en el nocturno de la Facultad de Arquitectura de
permitió concentrar la labor de importantes pro- la Universidad La Gran Colombia: salía de mi
fesores investigadores. Lograr hacer parte del IIE trabajo a las 6 de la tarde, a dictar Taller. Fue una
era uno de mis intereses. La investigación teórica experiencia muy valiosa; era muy joven y enfo-
se incrementó durante las dos últimas décadas qué mi actividad en aprender de mis compañe-
del siglo XX. Las miradas a lo latinoamericano se ros y en transmitir mis entusiasmos y mis visiones
a estudiantes que tenían casi mi edad. Un par
de años después, entré, mediante convocatoria,
a la UN, donde estuve también durante un par
de años, en los que tuve la fortuna de compar-
Figura 3. Grupo de
A

invitados al Tercer SAL,


tir con colegas de un nivel realmente muy alto,
realizado en Bogotá, en 1987. y de estar presente en los debates académicos
De izquierda a derecha: de profesores, en los que Pedro Alberto Mejía
Cristian Fernández Cox, lideraba como intelectual denso y de vanguardia,
Marina Waisman, William
Rey, Enrique Browne, Alberto y los tres grandes maestros de la escuela —Gui-
Petrina, Carlos Días Comas, llermo Bermúdez (‘Pajarón’), Carlos Martínez (‘El
Silvia Arango, Javier Peinado, Chuli’) y Enrique Triana (‘Lord Triana’)— ponían
Jorge Ramírez Nieto.
el tono ligero y profundo que permiten la sabi-
Fuente: Ruth Verde Zein/
archivo personal de J. Ramírez
duría y la experiencia. Recuerdo, especialmente,
Nieto. un debate encendido e interminable sobre la
responsabilidad y la función de la arquitectura,
en el que El Chuli resolvió con un contunden-
te “¡Déjense de pendejadas!: ¡la arquitectura
consiste en saber pegar ladrillos!”. Finalmente,
en 1989 me incorporé como profesor de cáte-
dra en los Andes, donde he permanecido desde
Figura 4. Reunión con
entonces, con muy pocos lapsos de ausencia: un
A

Marina Waisman y Enrique


Browne, en Bogotá, con semestre mientras hacía mi especialización en
motivo de la inauguración del Tokio, y tres años en los que debí concentrarme
Museo de Arquitectura, en muy intensamente en atender los asuntos de mi
1987.
oficina, de manera que siempre he combinado la
Fuente: Ruth Verde Zein/
archivo personal de J. Ramírez actividad profesional con la actividad académi-
Nieto. ca: en la época temprana de mi carrera, siendo

Arquitectura
10 Revista de Arquitectura (Bogotá)
E-ISSN: 2357-626X
ISSN: 1657-0308
Ávila-Gómez, A. (2021). Reflexiones en torno a la enseñanza de la arquitectura y el urbanismo en Colombia. Conversaciones con Jorge
Vicente Ramírez Nieto y Stefano Anzellini Fajardo. Segunda serie de entrevistas. Revista de Arquitectura (Bogotá), 24(1), 3-15. https://doi.
org/10.14718/RevArq.2022.24.1.4136

empleado y solicitando permisos para hacerlo; y


luego, ya independiente, con mi propia empresa
de diseño, gestión y construcción de proyectos,
sacándole las tardes que requería la academia.
Durante más o menos diez años, fui profesor
de cátedra; luego, profesor de planta de medio
tiempo, y luego, profesor asociado de tiempo
completo. Esta combinación es, por supuesto,
difícil: exige duplicar esfuerzos y dedicación,
pero la he considerado siempre indispensable
para enriquecer en doble vía la enseñanza con
el conocimiento práctico del ejercicio profesio-
nal, y la profesión, con la profundidad y el sen-
tido crítico de la academia. Tengo la convicción
profunda de que la arquitectura es un oficio; de
que su enseñanza exige la confrontación con
problemas reales que inspiren en los estudian-
tes entusiasmo y compromiso con su práctica:
aprender haciendo, conociendo la realidad que la Arquitectura, en la Universidad Nacional de A Figura 5. Con el profesor
los rodea para proponer transformaciones útiles Colombia sede Bogotá. Hans Harms en Berlín (1989).
y sensibles. Esto, para mí, es un compromiso éti- Fuente: archivo personal J.
Posteriormente, en una etapa que se extendió Ramírez Nieto.
co que he procurado cumplir a lo largo de mi
hasta 2009, sus estudios doctorales lo llevan a
carrera académica.
una institución alemana: la Technische Universi-
En cuanto a cuáles han sido los autores que tät Hamburg.
más han influido en mi reflexión intelectual, ¿Podría describir el contexto en el cual desarro-
podría decir que soy un devorador desordena- lló en diversos momentos su formación de pos-
do y ecléctico —de literatura, historia, novela, grado? ¿Cuál fue el contexto cultural e intelectual
ensayo, crónica, poesía…—. En arquitectura, en el cual se dieron estas etapas? ¿Cuáles fueron
tal vez los dos autores que me han acompañado las dificultades o las ventajas —personales, aca-
siempre, y que me ayudaron a estructurar una démicas, etc.— que se le presentaron?
manera de analizar y ordenar mis decisiones de
diseño, han sido Christopher Alexander, que, [JVRN]: Los caminos recorridos en mi forma-
con su denso tratado de “Lenguaje de Patrones” ción no siempre han sido los convencionales. La
busca la elusiva cualidad sin nombre, que él propuesta de Alberto Saldarriaga de organizar
un seminario interno, como preparación para la
enuncia; y John Habraken, quien con su “Teoría
apertura del programa de la Maestría en Historia
de Soportes” facilita la conexión entre el diseño
y Teoría, fue el punto de inicio. Allí participé en
y la gestión de los proyectos con un rigor férreo
las reuniones semanales, donde se leía bibliogra-
que facilita la legitimación de las decisiones,
fía fresca y se discutía en torno a temas de interés
factor cada vez más importante en el ejercicio
académico. El ambiente de crisis de la moderni-
de nuestra profesión. Estos pilares teóricos ini-
dad invitaba a buscar alternativas para entender
ciales los he ido enriqueciendo, especialmente,
la participación de la historia y la teoría de la
con autores de la geografía humana, como Yi Fu
arquitectura en la formulación del contexto habi-
Tuan, Lefevbre, Carvalho y otros, que alertan de
table al final del siglo XX. Umberto Eco, Michel
manera crítica el esquematismo de la aproxima- Foucault, Jürgen Habermas, Jean-François Lyo-
ción teórica de la arquitectura, que tiende a des- tard y Gianni Vattimo, entre otros, eran leídos en
pojar el problema del espacio de las cualidades y clave de visiones contemporáneas de la ciudad y
las complejidades que le imprimen la cultura, las la arquitectura. La pregunta por la Modernidad
relaciones sociales, la política. Esta mirada crítica fue el eje de trabajo en ese periodo. Se fomen-
inspira una aproximación muy delicada y respe- tó un ámbito de encuentro y camaradería para
tuosa con la participación de los habitantes, las la comunidad académica que participó en los
contingencias temporales y los procesos de todo preámbulos del inicio formal de la maestría.
proyecto que se planee diseñar y construir, y que
procuro poner en práctica en mis proyectos. Ahora bien, a finales de 1988, luego de una
actividad en el Museo de Arquitectura, en aso-
[AAG]: Profesor Ramírez, casi una década des- cio al Goethe-Institut, de Bogotá, su director,
pués de obtener su diploma de arquitecto, y tras Dieter Gatsman, me comentó sobre un progra-
varios viajes de estudios (Alemania, Japón), y de ma para adelantar investigaciones en univer-
algunas experiencias trabajando como docente sidades alemanas. Presenté una propuesta al
(Universidad Nacional, Universidad de los Andes, profesor Hans Harms, quien dirigía un grupo de
Universidad Católica), usted tomó la decisión de investigación urbana en la Technische Universität
retornar a las aulas, en calidad de alumno: entre Hamburg-Harburg (TUHH), y esta fue aceptada:
1992 y 1995, realizó sus estudios de maestría en propuse desarrollar una indagación sobre la rela-
el programa de Historia y Teoría del Arte y de ción determinante del poder político y la afectación

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Vol. Nro. 1 2022 enero-junio 11 Facultad de Diseño
Contextos
contexts Reflections on the teaching of architecture and urban planning in Colombia.
Conversations with Jorge Vicente Ramírez Nieto and Stefano Anzellini Fajardo. 2nd series of interviews

Figura 6. Exposición sobre la me propuso continuar su desarrollo asumiéndola


A

arquitectura de Rogelio Salmona como tema de tesis doctoral; sin embargo, para
en la Trienal de Hamburgo
(2018).
hacerlo, el Gobierno alemán me exigía como
Fuente: J. Allerding/archivo
requisito convalidar un título de posgrado com-
personal J. Ramírez Nieto. plementario al de arquitecto; y una de las alter-
nativas prácticas fue regresar a Colombia y cursar
la maestría, puesto que ya se terminaba el apoyo
financiero alemán. Entretanto, en 1992 obtuve
una beca del Gobierno de Japón para participar
en un curso de diseño urbano, auspiciado por la
Figura 7. Reunión en
A

Barranquilla. De izquierda a
Japan International Cooperation Agency (JICA).
derecha: Carlos Nino Murcia, Retorné a Colombia para reintegrarme a las labo-
Juan Carlos Pérgolis, Jorge res académicas en la Facultad de Artes y logré el
Ramírez Nieto, Carlos Bell,
Ingrid Quintana y María Cecilia
ingreso al programa de la Maestría en Historia y
O’Byrne (2019). Teoría del Arte y la Arquitectura. Validé asignatu-
Fuente: archivo personal J. ras adelantadas en Alemania e inicié la elabora-
Ramírez Nieto. ción de la tesis de maestría titulada Arquitectura
y poder en América Latina, que pude sustentar
en 1995. De regreso a Alemania, ya cumplido
el requisito del diploma de maestría, reinicié
en 1996 mi disertación doctoral Nationalismus,
Architektur und Städteplanung in Lateinamerika
1920-1950, que pude entregar en 2000. Nuevo
retorno a Colombia, para continuar con mis acti-
vidades académicas, según lo acordado con la
UN, momento en el cual fui nombrado director
de la Escuela Interdisciplinar de Posgrados en la
Facultad de Artes. Por ello, solo pude regresar a
Alemania en 2006, y para entonces la TUHH se
había transformado privilegiando temas técnicos
a programas y proyectos en el ámbito latinoameri- diferentes de los de arquitectura y ciudad. Inicié
cano, durante las primeras décadas del siglo XX. mi segunda disertación en la HafenCity Universi-
Decidí, entonces, trasladarme a Hamburgo, ciu- tät-Hamburg, bajo la dirección de los profesores
dad en la cual podría visitar no solo el archivo Hans Harms y Hartmut Frank, en un ciclo que
de la universidad, sino también, los archivos dis- concluyó en 2009, con la sustentación de la tesis
ponibles en el Ibero-Amerikanische Institut, y en doctoral Der National-Moderne zeitraum in der
la Linga-Bibliothek für Lateinamerika-Forschung. Lateinamerikanischen Architektur 1929-1939. En
2011, participé como pasante posdoctoral en la
Al llegar a Alemania había incertidumbre, por Universidade Presbiteriana Mackenzie en São
el prolongado proceso de separación en dos de Paulo, bajo la tutoría de la profesora Ruth Verde
la nación. Meses después, asistí en Berlín a la Zein. El producto de esa pasantía fue publicado
demolición del muro, y viví de cerca el lento en 2013, con el título Las huellas que revela el
proceso de unificación. Era un mundo comple- tiempo.
jo, de ideologías resistentes, donde se sucedían
las transformaciones aceleradamente. En la uni- Hago parte de una generación que desde
versidad, las posturas no eran diferentes. Los Colombia vio el mundo con los ojos de quienes
problemas se discutían con apasionamiento. La buscan en la distancia respuestas a los problemas
vigencia del tema del poder político y su impacto cotidianos. La violencia política, la inequidad
en la construcción de las ciudades impulsó mi social, la segregación, los conflictos en los terri-
propuesta de investigación. América Latina, dis- torios y la miseria que campea en las ciudades
tante en la discusión, debía ser integrada recono- inducen la ilusión de que allá afuera, lejos de
ciendo sus particularidades sociales, sus visiones nuestras fronteras, se vive en un mundo mejor.
territoriales, sus identidades difusas. El ambiente Deseamos siempre evadir los problemas, hacer
de transformación del mundo centroeuropeo de cuenta que no son los nuestros. La evasión
nutrió mis búsquedas. Esa circunstancia se ligó permanente, durante las últimas décadas del
con las propuestas que se escuchaban en los siglo XX, hacía parte del comportamiento coti-
recientemente conformados SAL. diano. Siempre afectos a lo convencional, admi-
ramos sin reparo lo canónico.
En la TUHH encontré un ambiente académi-
co propicio para tomar cursos de historia, teoría [AAG]: Profesor Anzellini, después de obtener
y sociología urbana, y descubrí que existía una su diploma de arquitecto, en momentos diferen-
importante comunidad académica interesada en tes (1981, 1984, y 2000), tuvo la posibilidad de
estudios sobre América Latina. En 1990 entregué realizar estudios de especialización en Holanda,
mi investigación a la TUHH, y el profesor Harms en el IHS.

Arquitectura
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ISSN: 1657-0308
Ávila-Gómez, A. (2021). Reflexiones en torno a la enseñanza de la arquitectura y el urbanismo en Colombia. Conversaciones con Jorge
Vicente Ramírez Nieto y Stefano Anzellini Fajardo. Segunda serie de entrevistas. Revista de Arquitectura (Bogotá), 24(1), 3-15. https://doi.
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¿Cuáles fueron las motivaciones y el contexto dad en Dosquebradas, en Colombia. Luego, de


intelectual que enmarcaron estas nuevas etapas en vuelta en Bogotá, entre esta etapa y mi segunda
su formación profesional? ¿Podría contarnos deta- temporada de posgrado, invitado por el IHS,
lles acerca de estas experiencias en el extranjero? recabamos, durante dos años, con María Inés,
información sobre tres asentamientos populares
Por otro lado, en su más reciente etapa for-
de Bogotá, para así completar nuestra propuesta
mativa, tras casi cuatro décadas trabajando como
metodológica de análisis de la progresividad de
diseñador y como docente, decidió realizar la
los asentamientos populares en nuestro medio.
Maestría en Arquitectura en la misma Universi-
Este trabajo ha sido base fundamental de toda mi
dad de los Andes. ¿Cuáles fueron las dificultades
producción académica y de investigación.
o las ventajas personales, académicas, etc., que
se le presentaron? Es importante señalar que en las décadas de
los ochenta y los noventa no era usual que los
[SAF]: El entusiasmo que significó el contacto
arquitectos cursaran estudios de posgrado; el
con los problemas del hábitat social y los pro-
ethos era la experiencia, el oficio, los negocios;
cesos de urbanización desbocada de nuestras
trabajar, preferiblemente, en oficinas privadas
ciudades —en los que la arquitectura era cen- o, incluso, abrir las propias oficinas de diseño
tral— y los lazos que construimos en torno a o de promoción y construcción de proyectos.
esta sensibilidad motivó que algunos de nosotros Yo fui uno de los pocos que se interesaron en
organizáramos grupos de estudio comprometi- hacer posgrado y exiliarme por un tiempo: en
dos con los problemas del país; especialmente, los cursos y la investigación hechos en el IHS y
la vivienda social, que se percibía como el pro- en el SAR de Holanda, estuve inmerso por varios
blema más sensible y urgente para nuestra profe- años; sin embargo, el título no era importante:
sión en nuestro entorno. Destaco especialmente de hecho, no me interesé en homologarlo como
la creación del Centro de Estudios Comunitarios maestría. Ya, en la nueva fase de la Universidad
Aplicados (CECA), que fundó y dirigió por varios de los Andes y de la Facultad de Arquitectura
años nuestra compañera Clemencia Escallón, y del siglo XXI, en la que, luego de años de discu-
que fue un apoyo fundamental en mi plan de sión y exploración, se lanzó la primera maestría,
estudios de posgrado, que realicé en Holanda, surgió la necesidad imperativa de formalizar
en el Bouwcentrum. El Bouwcentrum, luego IHS, las credenciales académicas. Es así como fui
era una institución muy peculiar, reconocida invitado por la facultad a inscribirme en esta
internacionalmente, y especialmente en nuestro Maestría de Arquitectura, gesto que agradecí y
medio, por ser un think tank sobre la vivienda y me motivó a asumir el reto con entusiasmo. Fue
los problemas del desarrollo; sobre todo, en el interesante, pues, por un lado, tuve la oportuni-
Tercer Mundo. Lideraba, con otros centros aca- dad de actualizarme en lo académico: algunos
démicos y de estudio, como la Architectural Asso- de mis profesores ahí eran colegas con quie-
ciation School of Architecture, de Londres, una nes había compartido cursos e investigaciones,
especie de secesión de la arquitectura moderna.
También el Gobierno holandés ofrecía becas
interesantes, que incluían, además de expensas
y matrículas, viajes de estudio. Durante mi pos-
grado, que realicé en varias temporadas, tuve
oportunidad de hacer viajes de estudio a Túnez,
a Egipto y a Perú; también, viajes por Holanda
y por Europa, analizando asentamientos huma-
Figura 8. Reunión de
nos no planificados y proyectos experimenta-
A

exalumnos la Universidad
les. La actitud era de exploración crítica sobre de los Andes. De derecha
la función social de la arquitectura, y también, a izquierda: los arquitectos
de propuestas sobre su compromiso disciplinar. Stefano Anzellini, Clemencia
Escallón, David Serna y
Recuerdo especialmente el primer viaje, al ini- Nicolás Rueda.
ciar los cursos: un recorrido por los Países Bajos y Fuente: archivo personal O.
el norte de Francia viendo los estragos que había Prieto.
hecho el tiempo, en un lapso de pocos años, en
los grandes proyectos residenciales que propo-
nía la arquitectura de los CIAM en la reconstruc-
ción europea de la posguerra y la necesidad de
explorar propuestas alternativas, como las del
Team 10, Aldo van Eyck, Christopher Alexander,
John Turner, John Habraken y otros. Luego de la Figura 9. Reunión de
A

primera temporada de mi posgrado, fui invitado profesores en la Universidad


a trabajar en Stitching Architecten Research de de los Andes. Entre otros
Eindhoven, el centro de investigación fundado profesores presentes: Juan
Pablo Aschner, Antonio
por Habraken, concentrado en la exploración Manrique, Marc Jané.
de su teoría de soportes, que apliqué en un Fuente: archivo personal O.
proyecto de vivienda social para una comuni- Prieto.

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Vol. Nro. 1 2022 enero-junio 13 Facultad de Diseño
Contextos
contexts Reflections on the teaching of architecture and urban planning in Colombia.
Conversations with Jorge Vicente Ramírez Nieto and Stefano Anzellini Fajardo. 2nd series of interviews

que hay diferencias de horarios en el tiempo que


no es real. Hemos entendido que debemos orde-
nar por husos horarios los grupos de invitados;
hemos aprendido a relacionar idiomas cercanos
o lejanos; hemos comprendido que la sencillez
aparente de la comunicación digital depende de
nuestros sistemas, nuestros instrumentos, nues-
tras redes, nuestras coberturas.
La labor académica, en la actualidad, no
depende de la dualidad presencialidad/digitaliza-
ción. Los argumentos son pedagógicos y superan
esas dos circunstancias. La labor docente —en
nuestro caso, en arquitectura—, no se cumple
exclusivamente en los salones de clase. Las con-
versaciones de corredor o el encuentro alrededor
de las mesas en la cafetería son momentos donde
surgen preguntas inéditas, donde se comparten
pensamientos en proceso, donde la expresión no
A Figura 10. Departiendo con y algunos, incluso, habían sido alumnos míos. convencional puede aclarar un difícil problema
su hijo Martin Anzellini García- Por otro lado, la maestría también me ofreció la teórico. En investigación, es fundamental la visita
Reyes (actual director del a los fondos documentales en los archivos. En la
Departamento de Arquitectura
oportunidad de recoger, ordenar, documentar y
de la Universidad Javeriana), y reflexionar sobre mi experiencia como profesio- mayoría de los casos, los documentos primarios
con Daniel Feldman. nal y como investigador en un tema en el que he no están digitalizados, pues solo cuando son fre-
Fuente: archivo personal O. estado involucrado por años, que es el de rea- cuentemente requeridos por investigadores las
Prieto. sentamientos y asentamientos humanos. instituciones optan por su escaneo. Las biblio-
tecas, con sus volúmenes atesorados, son lugar
[AAG]: Hoy, después de una reconocida y
ineludible para un investigador. Como en el caso
brillante carrera profesional de casi medio siglo,
de los archivos, los textos digitalizados hacen
¿cómo percibe usted el presente de la enseñanza
parte de una reducida selección, que la mayoría
de la arquitectura y del urbanismo en Colombia?
de las veces no coinciden con los requeridos en
Por último, además de los retos que implica una investigación sobre temas inéditos.
actualmente la crisis producida por la pande-
Las tareas, los argumentos, las experimenta-
mia, ¿hacia dónde considera que deben mirar las
ciones en las propuestas de los lugares contem-
facultades y las escuelas de arquitectura para evo-
poráneos para habitar exigen de las instituciones
lucionar y mejorar la calidad de sus programas?
académicas cambios profundos. El porvenir de
[JVRN]: Las primeras décadas del siglo XXI nuestra disciplina depende de la capacidad que
han puesto en evidencia una sucesión de proce- tengamos para proponer maneras alternativas
sos críticos para el planeta; el impacto sobre la de procesos ajustables a la inmediatez de las cri-
comunidad urbana ha sido negativo. La ciudad sis. Cuando el futuro es incierto, la imaginación
heredada del siglo XX es hoy —para sus habi- adquiere el compromiso de responder a la razón
tantes— una ciudad incómoda. El panorama de preguntas nunca formuladas. La universidad debe
los problemas actuales se asemeja a un paisaje ser tan flexible en sus currículos como imaginativa
atiborrado por escarpadas cimas que denuncian en las maneras de enfrentar los ciclos de las crisis.
profundos icebergs; cada uno de ellos es testimo-
[SAF]: En Colombia hay buena arquitectura,
nio de complejos procesos de transformación de
buenos arquitectos; sin embargo, son pocos, y
las condiciones físicas y ambientales del planeta.
son muchas las escuelas que gradúan por cientos
Los sistemas de ciudades —territorios extensos e
arquitectos todos los años, con una preparación
interconectados— tienen como factor común la
dudosa. Los grandes proyectos que se monito-
suma de sus crisis.
rean y se planean cuidadosamente en concursos,
Hoy, frente a la pantalla de nuestro computa- normalmente, son excelentes. Pero, lastimosa-
dor, pensamos en la dimensión de nuestra acti- mente, los proyectos cotidianos, los de vivienda
vidad académica. La respuesta fácil es apostar y pequeñas instalaciones, los que constituyen el
por la “academia a distancia”. La experiencia grano fino de la edificación de nuestras ciuda-
de un largo año aprendiendo sobre la marcha des y nuestros pueblos, son de una mediocri-
los comandos de las conferencias en línea nos dad deprimente: o repiten por miles, como un
muestran posibilidades para aprender y explorar sello mal diseñado, fórmulas de apartamentos
en los universos digitales. La posibilidad de citar y conjuntos que se enfocan más en satisfacer a
reuniones con participantes invitados del mun- los inversionistas y a los constructores que en
do nos ha acercado; ha hecho factible escuchar generar bienestar a los habitantes y belleza al
voces difíciles de reunir en nuestro medio, por paisaje y a la ciudad, se resignan a ser mera edi-
problemas económicos o por dificultades en la licia y renuncian a la auténtica arquitectura o,
disponibilidad de tiempos para viajar desde luga- de manera pretenciosa, copian fórmulas ajenas
res distantes o complejos. Hemos reconocido a nuestra cultura y nuestros recursos. Se requiere

Arquitectura
14 Revista de Arquitectura (Bogotá)
E-ISSN: 2357-626X
ISSN: 1657-0308
Ávila-Gómez, A. (2021). Reflexiones en torno a la enseñanza de la arquitectura y el urbanismo en Colombia. Conversaciones con Jorge
Vicente Ramírez Nieto y Stefano Anzellini Fajardo. Segunda serie de entrevistas. Revista de Arquitectura (Bogotá), 24(1), 3-15. https://doi.
org/10.14718/RevArq.2022.24.1.4136

no solo elevar la calidad de la enseñanza y la de


los docentes universitarios, sino también, repen-
sar la carrera por niveles, permitiendo opciones
de énfasis diferenciados: técnicos, teóricos, de
gestión, de creación, etc., que, si se conciben
por etapas podrían permitir carreras cortas, de
tipo técnico, que conecten de manera rápida y
efectiva con el mercado laboral, y que permi-
tan, si se quiere, una continuación posterior para
una carrera universitaria, o más allá. También es
hora de afinar nuestro lenguaje, nuestra visión
y nuestra posición profesionales. Para esto, las
maestrías y los doctorados que ahora se están
diseñando y ofreciendo son clave; se tiene ya
clara la necesidad del trabajo interdisciplinario,
del uso de herramientas gráficas interactivas, de
dispositivos y procesos que permitan visualizar la
construcción de espacios cargados de significa-
do, y de comunicar y evaluar las decisiones de
manera iterativa y ágil.
ni menores, y es por ello por lo que nuestro objeti- A Figura 11. Sesión de Taller
En cuanto a la pandemia, todavía estamos en vo con estas entrevistas apunta, en buena medida, en la Universidad de los
el vórtice de la catástrofe, que nos impide ver Andes.
a otorgar visibilidad como sujetos históricos a los
con claridad la nueva normalidad que nos espe- “formadores” nacidos entre 1940 y 1960.
Fuente: archivo personal O.
Prieto.
ra. Intuyo que el mundo no dará el tumbo esca-
tológico que anuncian los profetas del desastre; Lo cierto es que el conjunto de testimonios de
como optimista irredento que soy, intuyo que la profesores con trayectorias tan reconocidas en el
normalidad volverá, y que el nivel de concien- medio académico, como Anzellini, Carrasco, Del
cia sobre la importancia de corregir y equilibrar Castillo, Pérgolis, y Ramírez, podría servir como
mejor nuestro espacio físico y espiritual será puntal de una historia que aún está por escribir-
mucho mayor; habrá más sensibilidad sobre la se, alejada, eso sí, de los panegíricos institucio-
importancia de la vida en común, el ambiente nales que poco o nada aportan a la construcción
sano, el hogar, la escuela, el trabajo. La arqui- de una visión crítica sobre la enseñanza de la
tectura en esto será fundamental, nos espera un arquitectura y el urbanismo en Colombia. La
reto grande. La tendencia inercial del modelo heterogeneidad de los orígenes, las experiencias,
de desarrollo que traíamos está en tela de jui- y los perfiles de cada invitado a estas entrevistas
cio. Tendremos la oportunidad de proponer y alimenta la potencial riqueza de nuestra inicia-
crear espacios que antes parecían innecesarios tiva: en su rol —casi siempre múltiple— como
o inalcanzables. actores sociales, docentes, artistas, intelectuales
e investigadores, e incluso, como hombres de
Conclusiones negocios, cada una de estas experiencias per-
sonales aporta un sinnúmero de elementos y
Hasta hace muy poco —o quizás, aun hoy—,
pistas indispensables para la comprensión del
la historia de la arquitectura en Colombia se ha
estado actual de la profesión en el país, y de sus
ocupado, exclusivamente y de una manera casi
perspectivas a futuro. Ahora bien, en las series
obsesiva, por aquellos “hacedores” —retoman-
do el hermoso epíteto que sirve por título a un de entrevistas por venir, dicho panorama será
cuento de Jorge Luis Borges—, cuyas ideas se enriquecido por protagonistas de esta historia
han visto materializadas, lo que les confiere el cuyo perfil profesional no corresponde al del
estatus de verdaderos creadores. Mientras tanto, arquitecto: tendremos, entonces, los testimonios
la actividad de los “formadores” en las escuelas de historiadores, economistas y sociólogos cuya
de arquitectura, e incluso fuera de ellas, per- actividad docente fomentó nuevas perspectivas
maneció siempre relegada a un segundo plano dentro de las escuelas de arquitectura plantean-
—salvo, claro está, por algunos de aquellos que do otros interrogantes y otras visiones de ciudad
habían ejercido simultáneamente ambas activi- y de sociedad, necesarios para la formación de
dades—; sin duda, dicha dicotomía ha contribui- las nuevas generaciones de arquitectos y urba-
do a perpetuar en nuestro medio algunos clichés nistas —aquellas nacidas entre 1970 y 1990; es
cuyas consecuencias profesionales no son pocas, decir, quienes están hoy en plena actividad—.

Referencias
Angulo Flórez, E. (1986). AA.VV, (1986), Cincuenta años
de arquitectura. Universidad Nacional de Colombia,
Bogotá, 1936-1986, Bogotá. Asociación de Arquitec-
tos de la Universidad Nacional de Colombia.

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