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Cuatrimestre 2021
1° cuatrimestre 2021
En este trabajó abordaré un breve dialogo en torno a la película chilena “Machuca” y el texto
de Guillermina Tiramonti “La trama de la desigualdad educativa: Mutaciones recientes en la
escuela media”, los capítulos 1 y 4. Me enfocaré en determinadas escenas para explicar dicho
dialogo.
En el contexto de la película para los diferentes actores sociales vemos que la escuela posee
diversos sentidos, los cuales nos habla Tiramonti en su texto.
A partir de la escena sobre la reunión escolar, en donde participan docentes, el director y las
familias (adultes y niñes); podemos observar como por un lado, para las familias de la clase
media/alta de la capital chilena, quienes envían a sus hijes al St. Patrick (escuela inglesa
católica), la escuela es un espacio para conservar las posiciones adquiridas, con un perfil
institucional determinado, un conjunto de tradiciones y reglas firmes. En este sentido el
uniforme aparece como un elemento distintivo. En dicha reunión la madre de Gonzalo (niño
rubio, blanco, perteneciente a una familia con amplio capital económico y cultural) se indigna
porque “intentan mezclar las peras con las manzanas, que no es que ellos (los ricos) sean
mejor o peor, pero son diferentes”. Como ella, muchas de las familias de la elite santiagueña
se escandalizan ante la posibilidad de romper con el conservadurismo. Estas familias se sienten
amenazadas por el ingreso de los sectores populares a la escuela de élite, porque ven
amenazado el sentido mismo de la escuela. Tiramonti nos dice que “es evidente que los
sectores más altos de la escala social construyen circuitos muy protegidos y regulados para la
socialización de sus hijos”, podríamos así explicar la reacción de estas familias al observar esos
circuitos protegidos y regulados de pronto, alterados. También resulta notorio qué en dicha
reunión escolar, las familias presentes son principalmente las que pertenecen a la élite, y son
pocas las de los sectores populares recientemente incorporadas que se acercan. La autora nos
confirma que: “En las escuelas que atienden a estos chicos (de sectores altos) hay fuerte
presencia de las familias. Las escuelas han institucionalizado organismos de representación de
padres y éstos tienen intervención en las decisiones y un cierto poder de policía sobre las
acciones de la escuela.” Este “poder de policía” lo podemos ver en los reclamos que hacen las
familias ricas, y cómo pretenden ser portadoras o partícipes de determinadas decisiones de la
escuela.
Para el director de del colegio, Father McEnroe, quien posee un perfil solidario, la institución
constituye además un ámbito de contención de los sectores populares. La autora dice sobre
dichos sectores: “Hay un margen de la sociedad en el que se condensan y potencian todos los
efectos de la desintegración de un modelo societal. Se trata de un espacio donde confluyen
procesos de desinstitucionalización que se expresan en la ineficiencia de la regla instituida, el
debilitamiento de los marcos de regulación, la ruptura de los lazos de articulación social y la
conformación de referencias normativas propias a la luz de las exigencias de la supervivencia”.
A partir de las escenas en donde se muestran “problemas de conducta” de les nueves
estudiantes, la casa y el barrio donde vive Machuca se reflejan algunas de estas consecuencias
que trae la autora.
Hay algunos símbolos de sentidos en la película que hoy han quedado bastante obsoletos de la
escuela y tienen que ver con la escuela como dispositivo de “normalización”: el uso de
uniforme, los asientos ubicados equidistantes e individuales, las evaluaciones escritas idénticas
para todes, inclusive para les recién llegades que se muestran perdides y no poseen iguales
conocimientos previos que el resto de les estudiantes. Llama la atención que a pesar de las
intenciones integradoras y lo “positivo” que podría ser el intento por estandarizar y no
remarcar las diferencias, hay una distinción marcada a primera vista entre les niñes de élite y
les de las clases populares, como ejemplos podemos ver que les recién llegades no poseen (ni
se les otorga) el uniforme de la escuela, como tampoco son provistes de “clases de apoyo” ni
reciben exámenes adecuados a sus conocimientos con quizás posibilidades de “nivelarlos” con
el resto del grupo.
Sobre el final de la película, cuando la dictadura militar ya entra en vigencia, se hacen muy
evidentes los intentos de homogeneizar la población escolar. La escena en donde cortan el
cabello a les niñes resulta significativa de cómo el régimen militar atraviesa las paredes
escolares con este fin aleccionador.
Para concluir, “Machuca” es una película con gran vigencia en los debates que propone, al
margen del contexto particular en que está situada. Resulta un elemento de estudio y análisis
por demás interesante para vincular no solo con Guillermina Tiramonti y el texto trabajado en
esta ocasión, sino también con diversidad de autores y con la realidad actual en Argentina y
también así en otros países de Latinoamérica. Por otra parte, analizar la película, y la realidad
actual local, a partir de los conceptos de desigualdad educativa que nos propone la autora
desprende perspectivas aún novedosas para indagar en los marcos, causas y consecuencias de
la fragmentación social en lo educativo.
Bibliografía