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La tridivisión de poderes como primer paso a los modelos de estado

modernos.
Para empezar, hay que resaltar la importante trascendencia histórica de este
ilustre filósofo francés puesto que a día de hoy sus teorías siguen siendo parte
fundamental de los modelos de estado actuales, ya que “La teoría de la
separación de poderes” se tiene como el inicio del cambio de un sistema político
imperante y absolutista a uno garantista y representativo.
Encontramos que el modelo absolutista tenía a un rey, Luis XV, como cabeza
visible del estado y este mandaba en todo y todos, sobre este modelo
Montesquieu sostenía que “todo hombre que tiene poder se inclina por abusar del
mismo; va hasta que encuentra límites. Para que no se pueda abusar de este
hace falta que, por la disposición de las cosas, el poder detenga al poder” (Charles
Louis de Secondat, 1748) fiel a sus convicciones y en aras incitar el cambio que
revocara dicho modelo, Montesquieu propuso en sus ideas la separación de los
poderes del poder publico en tres; Ejecutivo, Legislativo y Judicial, esto en
búsqueda de un equilibrio de los mismos y por consiguiente la desconcentración
y racionalización del poder y así impedir la concentración absoluta y totalitaria de
la potestad pública.
Del mismo modo especifico que estas tres ramas serian independientes y tendrían
áreas de responsabilidad distintas y específicas.
En primera medida hablaremos del poder Legislativo este se verá materializado
en el Parlamento o Congreso, la principal función de este cuerpo colegiado será la
creación de las normas que regirán a estado, dicho parlamento lo conformarán
dos cámaras, cada una con un numero determinado de integrantes y con la
característica principal de que sea elegido por el pueblo dándole así un carácter
representativo.
Por otro lado, al ejecutivo se le encargo la administración del estado, ejecutar las
leyes y políticas que tienen que ser aplicadas, representar a la nación en sus
relaciones diplomáticas, entre otras muchas funciones, esta rama tendrá una
cabeza visible que se conoce como presidente o primer ministro, este también
será elegido por el pueblo ya sea directa o indirectamente.
Por último, pero no menos importante encontramos al poder Judicial al cual se le
encargo la administración de justicia atreves de los jueces, quienes serán los
encargados de interpretar las leyes en los casos que hubiera controversia sobre
estas, Montesquieu resaltaba la función de los jueces catalogándolos como “la voz
muda que pronuncian las palabras de la ley”. (Charles Louis de Secondat, 1748)
Para concluir resaltamos en la importancia de este modelo en el que ningún poder
mandara sobre el resto, volviéndolo así un sistema de pesos y contrapesos.

Bibliografía
Charles Louis de Secondat, b. d. (1748). El espíritu de las leyes.

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