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Atenas y sus aliados

Esparta y sus al iados


Ofensivas nava les de Atenas era
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GRECIA n 431 a.C., la pugna que desde hacía de infantería, la prestigiosa falange, conven -

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EN GUERRA décadas mantenían Atenas y Es - cidos de que triunfarían si podían entablar
El mapa sobre estas
parta desembocó en una declaración batalla con los atenienses en campo abierto.
líneas muestra los
movimientos del abierta de hostilidades y en el ini - En contraposición, la estrategia de Pericles
ejército espartano cio de la guerra del Peloponeso. No era sencilla: en caso de invasión espartana del
y de la flota de fue sólo un conflicto civil, sino una confron - Ática, la región de la que Atenas era capital,
Atenas al comienzo tación entre dos formas muy distintas de la población rural se refugiaría tras las mu-
de la guerra del
Peloponeso.
entender la vida política: la democrática de rallas de la ciudad, al tiempo que se lanzarían
Atenas (con sus luces y som- ataques marítimos, incluso con desembarco
bras) frente a la autoritaria de tropas, contra el Peloponeso, que los es-
de Esparta; y también un partanos habrían desguarnecido al enviar su
choque entre el poder ma- ejército contra Atenas.
rítimo ateniense y la supre- Así transcurrió la primera década del con -
macía terrestre espartana. flicto: cada primavera y verano, Esparta inva -
Los espartanos, guiados día y devastaba el Ática mientras los atenien-
por el rey Arquídamo, fia- ses respondían con ataques navales en puntos
ban la victoria en sus tropas políticamente sensibles del Peloponeso.
Víctimas de
la epidemia
A LA HORA DE IDENTIFICAR la enfermedad
que asoló Atenas en el año 430 a.C., se
han planteado dive rsas hipótesis: peste
bubónica, tifus, ántrax o carbunco, tuber-
culosis, viruela bovina, la enfermedad por
arañazo de gato .. . El enigma se empezó a
resolver al hallarse en 1994-1995 una fosa
común, datada hacia 430-420 a.C., con
150 cuerpos depositados en desorden .
UN EQUIPO DE INVESTIGADORES dirigido
por Manolis J. Papagrigorakis consiguió
aisla r material de la pulpa dental de tres
individuos, y un análisis de ADN mostró
la presencia de un patógeno similar en un
93 por ciento al de la actual fiebre tifoidea.
Aunque el resultado de estos estudios se
debe tomar con cautela dada la escasez
de las muestras, la hipótesis de la fiebre
tifoidea es hoy la que tiene más fuerza.

Sobre el papel, el plan de Pericles estaba llecidos entre el pueblo llano y los esclavos.
bien urdido. Pero en el verano del segundo Naturalmente, el hacinamiento de personas
año de guerra (430 a.C.) ocurrió algo im- tras las murallas de Atenas aumentó la viru -
previsto que desbarató la est rat egia mili- lencia de la enfermedad y propició que afec-
tar ateniense: una devastadora enfermedad tara a m ás gente. En total, se estima que por
epidémica que se propagó con gran rapidez culpa de la plaga pereció un tercio de lapo-
por su ciudad. Se tenían noticias de que ese blación ateniense.
mismo mal había estado presente con ant e-
rioridad en la isla de Lemnos, en el norte del Síntomas de la enfermedad
Egeo y en otros lugares. También se decía en Nuestra principal fuente para conocer la epi-
Atenas que el origen del brote debía situar- demia de Atenas es el historiador Tucídides,
se en Etiopía, el actual Sudán, y que desde quien no sólo fue testigo directo de los he-
allí se había difundido por Egipto, Libia y el chos, sino que incluso padeció la dolencia.
Imperio persa. Con su acostumbrada precisión, T ucídides
El primer lugar afectado por la enfermedad dejó una descripción muy detallada del de -
fue el puerto de El Pireo, lo que hizo pensar sarrollo de la enfermedad en las personas,
que los espartanos habían envenenado los desde los primeros síntomas hasta la fase
pozos que la población usaba para aprovi- de agravamiento y la muerte.
sionarse de agua. En poco tiempo la enfer- El historiador señala que el mal se mani -
medad se extendió hacia el núcleo urbano y testaba en p rimer lugar con dolor de cabe-
afectó a toda la población, sin distinción de za, seguido de inflamación en ojos, faringe
clases sociales y en proporciones sin prece- y lengua, todo combinado con respiración
dentes. Por ejemplo, de i3.o oo hoplitas irregular y aliento fé tido. Superada esta fa -
fallecieron 4.300, una tercera parte, y se, la dolencia bajaba al pecho produciendo
de 2.200 caballeros murieron 300, una una tos violenta. Una vez en el estómago
séptima parte. Eran incontables los fa - provocaba male star y vómitos.
El historiador ateniense destaca que el
principal problema para hacer frente al mal
era el desconocimiento que los médicos te-
nían de él, por lo que su ciencia (téchne) nada
podía hacer para frenar el avance de la epi -
demia: «No se encontró ni un solo remedio
con cuya aplicación se lograra alivio, pues
lo que remediaba a uno, eso mismo dañaba
a otro . Y ningún organismo, fuera robusto
o débil, se mostró capaz de resistir por sí
la enfermedad, sino que a todos aniquilaba
cualquiera que fuese el régimen terapéutico
con que se le atendiera», escribe Tucídides.
Precisamente por este motivo, los médi-
cos fueron los primeros en sucumbir, dada
su proximidad y trato con los infectados.
Los ciudadanos «por temor no querían po-
nerse en contacto los unos con los otros»,
excepto algunos que «por un sentimiento de
pundonor se despreocupaban de sí mismos
e iban a casa de sus amigos» para transmitir
sus condolenci...as c. s-..:.s -=;:-=-'as.
Delos curadosciice-:-<:.dc -es que «se sen-
tían ya seguros, pues la en:ermedad no ataca -
ba a una misma persona dos veces con riesgo
de muerte. Y así eran felicitados por los de -
más, y creían que ya nunca morirían víctimas
de otra enfermedad . _;.ü::.asi, la curación de-
REMEROS EH El cuerpo del enfermo quedaba «ligera- jaba a veces secuelas. co~o a _ ·ellos a los que,
UNA TRIRREME mente enrojecido, lívido y recubierto de pe- «al iniciarse su :ec...:Je..-c.éó2. ~e- sobrevenía
Relieve con un
queñas ampollas y llagas». Quienes sufrían una amne :a :o~::--:: -: ~reconocer
barco de guerra
ateniense. Museo la enfermedad tenían la sensación de que nia í-':::=
de la Acrópolis, un fuego los consumía por dentro, de modo
Atenas. que no toleraban ni siquiera el contacto con Clima
la ropa. La imperiosa necesidad de beber lle-
vaba a muchos a precipitarse a los pozos en
busca de agua. Lo habitual era que el enfermo
muriera en un plazo de siete a nueve días.
Si superaba este período de tiempo podía
sufrir una fuerte ulceración acompañada de
diarrea, por lo que «más que nada perecían
muchos de debilidad ». La terrible dolencia
recorría todo el cuerpo y llegaba a afectar las
extremidades y los órganos genitales.

_ ::::-..:::ias y sus
_::"'enrique-
--.~----~~:: -"'~os bienes
La peste en la
guerra de Troya
LAILfADA comi enza rela ando una epide-
mia que obligó a los caudillos aqueos que
sit iaban Troya a plantea rse la ret irada.
Frente a esta situac ión, el consejo mi li-
tar decidió cons ulta r al célebre adiv ino
Calcante para que les revelara el origen
de la enfermedad. Según Calcante, el mal
había nacido de una fa lta que A gamenón,
el rey que di rigió la exped ició n a Troya,
había comet ido con t ra los dioses.

EN EFECTO, el rey de Mi cenas, contra la


opini ón del consejo aqueo, se había que-
dado como cauti va con Criseida, sacer-
dotisa troyana de A polo, por lo que Apolo
se habría vengado enviando la mortífera
plaga, que sólo se pudo aplacar liberando
a la cauti va y celebrando una hecatombe
(sacrificio de cien bueyes) y una purifica-
ción ritual del ejérc ito con agua marina.

de los ricos. Otra consecuencia era la ex- Mientras sucedía todo esto, las autoridades
tensión de la inmoralidad, pues «cualquiera atenienses enviaban sus propios emisarios
se atrevía con suma facilidad a entregarse a a Delfos y otros santuarios para inquirir por
placeres que con anterioridad ocultaba [... ] el origen de la epidemia.
de suerte que buscaban el pronto disfrute de Ante la imposibilidad de atajar el mal,
las cosas y lo agradable, al considerar igual- el clima de hostilidad hacia Pericles cre-
mente efímeros la vida y el dinero ». Nadie cía, puesto que los ciudadanos lo culpa -
temía a la justicia porque la posibilidad de ban de la situación que se estaba viviendo.
no llegar vivo al juicio era muy elevada. Cierto es que la táctica de guerra empeoró
las condiciones de salubridad de Atenas
¿Un castigo divino? debido al hacinamiento de gente dentro
En ese turbulento contexto, la multitud pro- de sus murallas y bajo un sol sofocante,
pagaba todo tipo de rumores y habladurías pero sus rivales lo acusaban además de
que asociaban la causa de la enfermedad atraer la desgracia por su decidido apoyo
con la cólera de algún dios irritado. Según a la guerra. Para revertir este clima políti-
Tucídides, los más ancianos repetían con co hostil, cuenta Plutarco que Pericles de-
insistencia que un antiguo oráculo vati- cidió encabezar una expedición marítima
cinó que tras una guerra doria sobreven- contra el Peloponeso con la intención de
dría una gran epidemia (cabe recordar que recuperar su prestigio como estadista. Sin
los espartanos eran dorios, un antiguo pue- embargo, el mismo día de la partida de la
blo griego que se asentó en el Peloponeso). flota se produjo un eclipse de sol que ali-
También se decía que los espartanos habían mentó todavía más los malos presagios .
consultado al oráculo de Delfos acerca del La campaña resultó un fracaso.
desenlace de la guerra y el dios les había Tras más de una década de liderazgo po-
prometido apoyo, por lo que se podía creer lítico, los ciudadanos dieron la espalda a
que la enfermedad tenía un origen divino. Pericles. Además, le impusieron una fuerte
TEMPLO DE APOLO PITIO
Preocupados por la epidemia que
asolaba su ciudad, los atenienses
enviaron varias delegaciones a
consultar el oráculo que albergaba
el templo de Apolo en Delfos. Los
vestigios que hoy se conservan de
éste se remontan al siglo IV a.c.
JESSE PEET / GEITY IMAGES
CEMENTERIO multa y no fue reelegido estratego. Con ello, amigo acudió a visitarlo para interesarse por
DEL CERÁMICO
Pericles vivió en sus carnes la misma desgra- su estado de salud y lo encontró tendido
Esta necrópolis
ateniense toma su
cia que el héroe homérico Agamenón, a quien, en su lecho con un amuleto atado al cuello,
nombre del barrio durante el sitio de Troya, se culpó de atraer la prueba inequívoca de la desesperación en
de los talleres de ira divina en forma de una epidemia que asoló la que se encontraba. Todo fue en vano y el
alfareros situados la hueste aquea. gran estadista sucumbió.
en la zona. Tras la
Poco después, la peste dio una tregua a
guerra, en 400 a.C., El drama de Pericles
se levantó aquí el la ciudad por dos años, tras lo cual volvió
Pompeion, edificio Por si eso fuera poco, el célebre político esta- a cebarse en los atenienses. Aun así, no pue-
desde el que se ba sufriendo en el seno de su propia familia de decirse que la enfermedad decantara la
in iciaba la sagrada los estragos de la epidemia. Según recogió el guerra del lado espartano, puesto que Atenas
procesión de las
Panateneas.
historiador Plutarco, la primera víctima de mantuvo su hegemonía marítima y resolvió
la enfermedad fue el hijo mayor de Pericles, con autoridad los problemas que surgieron
Jantipo, de quien se decía que no guardaba tras la epidemia, entre ellos la sublevación
buena relación con el padre. Poco después de sus aliados. Lo que resulta indiscutible es
le llegó el turno a su hermana y a algunos que la plaga diezmó los recursos humanos de
estrechos colaboradores de su gobierno. la ciudad y cerró un ciclo político virtuoso,
Finalmente, su hijo menor, Páralo, perdió la el de Pericles, que había convertido a la polis
vida, hecho que terminó por quebrar el le- del Ática en la gran potencia de la Hélade.
gendario autodominio del antiguo estratego.
Al poco tiempo, en otoño de 429 a.c., la
enfermedad se cebó con el propio Pericles. Para ENSAYO
saber El mundo de Atenas
El ya anciano político recurrió a la medici- más Luciano Canfora. Anagrama, Barcelona, 2014.
La curación por la palabra
na y a todo tipo de remedios tradicionales, en la Antigüedad Clásica
Pedro Laín Entralgo. Anthropos,
pero ninguno surtió efecto. Ante el avan- Barcelona, 2005.
ce de la enfermedad, comenta Plutarco, un

44 HISTOR IA NAT IONAL GEOGRAPH IC


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