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Guerra arquidámica

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Esparta y aliados, y Atenas y aliados al comienzo de la guerra arquidámica.

Se conoce como la guerra arquidámica a la primera parte de la guerra del


Peloponeso, que comprende desde su estallido en 431 a. C. hasta la Paz de
Nicias (421 a. C.). Su nombre deriva del rey de Esparta, Arquidamo II, quien (pese
a no ser un entusiasta de la guerra) dirigió las invasiones peloponesias
al Ática hasta su muerte en 427 a. C. El conflicto duró diez años y puede dividirse
en cuatro fases:

1. La guerra defensiva de Pericles (hasta su muerte).


2. La guerra ofensiva de Atenas tras la muerte de Pericles.
3. La ocupación ateniense de Pilos y Esfacteria.
4. La paz del 421 a. C. lograda por el estratego ateniense Nicias.

Índice

 1Hasta la muerte de Pericles


o 1.1Invasiones del Ática
o 1.2Ataque a Platea
o 1.3Siguientes acciones bélicas
o 1.4La peste
 2Tras la muerte de Pericles
o 2.1Formión y Cnemo
o 2.2Revuelta de Mitilene
o 2.3El final de Platea
o 2.4La Guerra civil de Corcira
 3Ocupación ateniense de Pilos y Esfacteria[42]
 4Hacia la Paz de Nicias
o 4.1Cleón y Brásidas
o 4.2La Paz de Nicias
 5Véase también
 6Referencias
 7Bibliografía
 8Enlaces externos

Hasta la muerte de Pericles[editar]


Los principales acontecimientos de la narración de Tucídides de la guerra hasta la
muerte de Pericles,1 son:

1. La primera invasión del Ática por los espartanos.2


2. El principio del asedio de Platea por su vecina beocia, Tebas.3
3. La epidemia de peste en Atenas.4
Invasiones del Ática[editar]
Representación de finales del siglo XIX de un hoplita espartano.
Artículo principal: Invasiones espartanas del Ática durante la guerra arquidámica
El plan de operaciones de los espartanos y de la Liga del Peloponeso consistía en
presentarse en el Ática todos los años, antes de la recolección, y arrasar los
campos para forzar a los atenienses a iniciar una lucha en campo abierto, en la
que resultarían perjudicados.
Por su parte, Esparta seguía fomentando el descontento entre los aliados
atenienses de la Confederación de Delos.
Los atenienses sabían que el resultado final dependía de su flota a la que se
asignó cuatro misiones específicas:

 El control de las rutas marítimas del Mediterráneo Occidental a través


del golfo de Corinto y en torno a la península del Peloponeso.
 Hostigar a los espartanos con desembarcos en sus costas.
 Consolidar una serie de puntos estratégicos, claves para mantenerles
bloqueados.
 Aislar a las fuerzas peloponesias de sus aliados de Sicilia y de la Magna
Grecia.
En 431 a. C., dos meses después de los hechos relatados en la siguiente sección,
el ejército espartano se presentó en el Ática y Arquídamo intentó, como ya lo
hiciera en una ocasión anterior, que los atenienses hicieran algunas concesiones.
Pericles no cedió. Además la Asamblea ateniense promulgó un decreto por el que
se prohibía negociar con el enemigo, si presionaba con las armas.
Para una mayor seguridad, los atenienses refugiaron a sus familias y sus bienes
en los Muros Largos, y desde allí pudieron contemplar cómo sus trigales, viñedos
y olivares eran destruidos por los peloponesios.
Arquídamo hubo de retirarse del Ática tas haber esperado inútilmente durante un
mes a que salieran las tropas de Pericles a defender sus tierras y tratar de
expulsarle. Por otra parte, carecía de alimentos, pues los atenienses habían
retirado sus reservas de comida y sus ganados.
Ataque a Platea[editar]
Las acciones bélicas empezaron en el 431 a. C., con el ataque de Tebas contra la
ciudad de Platea, aliada de Atenas, y hostil a la supremacía tebana en la Liga
Beocia, la cual constituía una especie de puesto avanzado en territorio beocio.
Entre las dos ciudades existían grandes tensiones, ya que los tebanos buscaban
ampliar la Liga Beocia, al frente de la cual estaban, y no quería renunciar a Platea.
En la primavera de 431 a. C., los tebanos ayudados por una facción protebana
desde el interior intentaron apoderarse de Platea por sorpresa. La tentativa
fracasó, pero los platenses, asustados, mataron a los 330 prisioneros tebanos que
habían penetrado subrepticiamente en la ciudad, y dicha masacre alzó a los
tebanos contra ellos.5
Aunque la agresión tebana a un aliado ateniense abría tácitamente las
hostilidades, el inicio «oficial» de la contienda, no llegó hasta mayo, con la
invasión peloponésica del Ática encabezada por el rey euripóntida Arquídamo II.6
Siguientes acciones bélicas[editar]

Dos cascos griegos del tipo clásico greco-corintio usados por dos miembros de una asociación de
recreación.

En estos primeros años de la guerra, Atenas desplegó una intensa actividad militar
que se manifestó, entre otros hechos, en invadir anualmente a la vecina región
de Megáride, la expulsión de los eginetas de su propia isla para establecer en
ella clerucos (colonos) atenienses quienes, en virtud de un pacto entre Atenas y
Esparta, se establecieron en la región de Tirea.7 También los atenienses se
lanzaron al control absoluto del Golfo de Corinto y de la ruta marítima al
mediterráneo occidental.
En 431 a. C., Pericles conforme a sus posibilidades y planes estratégicos, envió
una escuadra de cien trirremes contra las costas del Peloponeso, que aunque
fracasó en Metone (en la costa occidental de Mesenia), defendida por el
general espartiata Brásidas, tuvo éxito en Élide.
Brásidas, atípico estratego espartiata, fue sin duda el más destacado de la guerra
arquidámica, por lo que mereció el elogio de Tucídides por su talento militar y su
habilidad diplomática.8910
El noroeste continental griego fue un importante teatro de operaciones, región en
la que Atenas con la ayuda de sus aliados acarnanios, intentó eliminar la influencia
corintia. En 431 a. C. las mismas 100 naves que habían circunnavegado el
Peloponeso se apoderaron de la colonia corintia de Solio, desalojaron del poder
en Ástaco al tirano filo-corintio Evarco -restaurado por los corintios en el invierno
siguiente- y ganaron por medios diplomáticos la isla de Cefalonia, en la boca
del golfo de Corinto11
Los rápidos desembarcos en territorio perieco de Laconia y Mesenia se repitieron
en años sucesivos:

 en 430 a. C. Sobre dichas acciones véase el segundo párrafo de la


sección Tras la muerte de Pericles.
 en el verano de 428, cuando en dos ocasiones la flota ateniense asoló
regiones costeras lacedemonias. Tucídides refleja la preocupación de
los espartiatas.12
En la primavera de 430 a. C., 4000 hoplitas atenienses y 300 caballeros a bordo
de 100 naves de transporte de caballería propias y 50 de Quíos y Lesbos,
arrasaron la campiña de Epidauro e intentaron un asalto sobre la ciudad, que
fracasó, tras lo cual devastaron los campos de Trecén, Halias y Hermíone,13
ciudades situadas en la península de Acté, en el noroeste de la península
peloponesia. La expedición terminó con la conquista y saqueo de Prasias.1415
La devastación de estas tres ciudades, además de minar la moral espartana,
constituyó una llamada de atención a Argos para que abandonase su neutralidad y
encabezara la oposición a Esparta en el Peloponeso. Por otra parte, Prasias,
situada al sur de Cinuria, era un punto caliente del ancestral conflicto
entre espartanos y argivos por la posesión de esta región fronteriza entre Laconia
y la Argólida, querella que se recrudeció cuando los espartanos asentaron allí a
los eginetas expulsados de su isla por los atenienses. 16
Mapa con las ciudades aliadas de uno y otro bando en Macedonia y la Calcídica.
Ciudades Ciudades no griegas      Tracias     De población mixta tirreno-
griegas      Jónicas     Dóricas     Macedonias pelasga

En el verano del 430 a. C. se produjo un intento de acercamiento diplomático de


Esparta a Persia, mediante el envío de una embajada integrada por los espartanos
Aneristo, Nicolao y Pratodamo, el tegeata Timágoras, el corintio Aristeo y el argivo
Pólide, que tenía como principal misión lograr el apoyo financiero el Gran Rey a la
Liga del Peloponeso. La presencia en esta delegación de al menos dos espartiatas
de alto linaje como eran Aneristo y Nicolao, descendientes de Espertias y Bulis,
los dos nobles que ofrecieron sus vidas a Jerjes I para expiar el crimen cometido
contra los heraldos del Gran Rey persa,17ratificaba la disposición espartana a
continuar la guerra hasta la desintegración del imperio ateniense, precisamente en
un momento en que Atenas buscaba una solución pacífica al conflicto. De camino
a Persia, los embajadores aprovecharon para persuadir al rey odrisio Sitalces de
que abandonara la alianza ateniense, lo que podría ser muy útil para el auxilio
a Potidea, e incluso para sublevar a toda la Calcídica, muy próxima al reino tracio.
Pero casualmente, se hallaban en la corte de Sitalces dos embajadores
atenienses que convencieron a Sádoco, hijo del soberano odrisio, que acababa de
recibir la ciudadanía ateniense, para entregarles a los enviados peloponesios. Los
integrantes de la embajada fueron apresados, conducidos a Atenas y ejecutados
sin juicio previo. Tucídides explica la violación de la ley que permitía a cualquier
individuo defenderse públicamente, por el temor que despertaba Aristeo, a quien
se acusó de todos los males sobrevenidos en Potidea y Tracia.181920
A finales del verano de 430 a. C., los lacedemonios y sus aliados enviaron
una expedición de 100 naves, con 1000 hoplitas a bordo, contra la isla
de Zacinto,21 situada frente a Élide y aliada de Atenas. Al mando del espartiata
Cnemo, desembarcaron y devastaron la mayor parte de la isla. Al no rendirse los
zacintios pusieron proa hacia el Peloponeso. Tucídides da a entender que la
campaña militar fue un fracaso por la participación de Cnemo
como navarca (almirante), ya que lo veía como el arquetipo de espartiata por su
falta de energía y decisión.22Zacinto era de una gran importancia estratégica por
servir de escala en los periplos atenienses del Peloponeso y dada su situación
frente a las costas de Élide, no lejos de la base naval peloponesia de Cilene. Lo
más importante es el momento en el que se produjo la expedición, poco después
de que Atenas entablara negociaciones para el final de la guerra; conversaciones
que no conocemos porque Tucídides ni siquiera las esboza, poco preocupado por
los frustrados intentos de paz.2319
Atenas atravesaba por un momento muy difícil en la guerra, no tanto por las
invasiones anuales de los peloponesios como por la epidemia que diezmaba a la
población. Sumado a ello, estaba el rápido agotamiento del tesoro de Atenea,
acelerado por la sangría financiera que suponía la prolongación del sitio de
Potidea, y que la autoridad de Pericles era puesta en entredicho por una mayoría
del pueblo que le culpaba de las desgracias de la guerra. Críticas que llegaron a
concretarse en la privación temporal del cargo de estratego y en la imposición de
una multa.24
No se sabe qué condiciones ponía Esparta para sellar la paz, aunque no debieron
de ser muy diferentes de las exigidas antes del estallido del conflicto, porque el
silencio del historiador ateniense sugiere una intransigencia por ambos bandos y
un escaso fruto de la vía diplomática.
La peste[editar]
Artículo principal: Plaga de Atenas
Una epidemia, originada en Etiopía, fue introducida por el puerto de El Pireo en
430 a. C. y rápidamente se propaló por una ciudad cuya densa población vivía
apiñada dentro de las murallas en precarias condiciones higiénicas.
Pese a que Tucídides describe con precisión los síntomas, la naturaleza de la
enfermedad sigue siendo objeto de debate entre los patólogos, que barajan las
posibilidades de peste bubónica, tifus, viruela y gripe.25
En tres años perecieron 4400 hoplitas y 300 caballeros, es decir,
aproximadamente un tercio de ambos cuerpos, un porcentaje de víctimas que
presumiblemente también se registraría entre el conjunto de la población. 2627
Pericles, sucumbió a la epidemia y murió en 429 a. C.
La epidemia, por otra parte, se repitió en 427 a. C.27

Tras la muerte de Pericles[editar]


El vacío de poder que dejó Pericles fue ocupado por el aristócrata Nicias y
el demagogo Cleón (†. 422 a. C.),28el primero partidario de un entendimiento con
Esparta que pusiera fin al conflicto, y el segundo proclive a una guerra a ultranza y
sin concesiones. Esta lucha interna afectó a la política exterior ateniense, que
experimentó continuos vaivenes según el pueblo se dejaba persuadir por uno u
otro líder. La herencia política del «Olímpico» recayó, además, en Éucrates
y Lisicles.2930Ninguno de estos personajes supo aprovechar las oportunidades que
se presentaron a los atenienses para salir airosa de una guerra difícil.
Formión y Cnemo[editar]

Mapa del golfo de Corinto

En el verano de 429 a. C., los espartanos pusieron en práctica un vasto y


ambicioso plan en el noroeste que aspiraba a la dominación no sólo de
Acarnania,31 sino también de las islas de Zacinto y Cefalonia e incluso
de Naupacto, donde desde el invierno del 430-429 a. C., los atenienses situaron
una flota bajo el mando de Formión que acrecentaba su control del Golfo de
Corinto.32
El plan espartano dificultaría extremadamente o incluso impediría a los atenienses
la circunnavegación del Peloponeso y el bloqueo del golfo de Corinto por falta de
puertos en donde recalar sus naves. Pero la campaña acarnania, dirigida también
por Cnemo, acabaría en otro descalabro debido a la mala coordinación entre los
intervinientes y a la inconstancia en el liderazgo de los espartanos, más
dispuestos a retirarse ante cualquier eventualidad o contratiempo que a
empeñarse en una empresa lejana de la que no eran directos beneficiarios. 33Las
47 naves que constituían la flota de apoyo a Cnemo no pudieron eludir la vigilancia
de Formión y se vieron obligadas a combatir a la entrada del golfo de Corinto. Las
dos naumaquias, en la segunda de las cuales se impuso Formión, a pesar de
tener una desventaja en número de naves de casi 4 a 1, consiguió encerrar en el
golfo a una gran parte de la escuadra peloponesia. Esto impidió a la Liga del
Peloponeso participar en la defensa de las costas peloponesias, pues las
consecuencias de ambas derrotas fueron desastrosas para ella.
Después, Formión dio un rodeo por Acarnania, región con varios territorios
dominados por los aliados de Atenas. Regresó a Atenas por Naupacto, y así logró
dificultar el suministro de trigo de la Magna Grecia al Peloponeso. A pesar de sus
éxitos se le acusó ante los tribunales y fue condenado a pagar una multa que al no
poder satisfacer, conllevó su atimia (pérdida de la ciudadanía). Debido a ello no
pudo volver a desempeñar ningún cargo público.
En el plano militar, Atenas conservó Naupacto, con lo que ello significaba para el
bloqueo del golfo y del istmo de Corinto, mientras que casi un cuarto de la flota
peloponesia había quedado desmantelada y sus tripulaciones capturadas o
muertas. Efectos que se dejaron sentir sobre la actividad naval en los siguientes
años. Otro hecho no menos importante fue el afianzamiento naval del poder
ateniense en el noroeste continental de Grecia en detrimento de los corintios,
como demostrarían poco después las expediciones a Acarnania de Formión y de
su hijo Asopio.34
Revuelta de Mitilene[editar]

Maqueta de un trirreme griego.


Artículo principal: Revuelta de Mitilene
En 428 a. C., la isla de Lesbos, que había sido durante medio siglo uno de los más
fieles aliados de Atenas, desertó de la Confederación de Delos. Dicha defección
podía arrastrar a otras polis y minar el dominio ático en Asia Menor. Lesbos por su
estratégica posición en la región de los estrechos del norte del mar Egeo, fue
admitida en la Liga del Peloponeso, aunque los peloponesios no le prestaron una
eficaz ayuda. Los atenienses enviaron a la isla al estratego Paques al mando de
1000 hoplitas, con 250 trirremes, bloqueó los dos puertos de Mitilene y la cercó
con un muro.35
Como la expedición de castigo ateniense acarreó grandes gastos, Atenas hubo de
recurrir a un impuesto sobre la fortuna, eisfora, que proporcionó un fondo de
200 talentos.
Mientras tanto, otra flota ateniense realizaba un periplo por el Peloponeso. Debido
al daño que infringía a las comunidades periecas de Laconia, los espartanos
optaron por acudir en su ayuda, en vez de ir a socorrer a los mitileneos. Cuando
Esparta decidió enviar una flota de 40 naves a las órdenes de Álcidas, ya era
tarde. En las Cícladas, el navarca espartano recibió la noticia de que Mitilene se
había rendido.
También la ciudad de Mileto, que solicitó ayuda a la Liga del Peloponeso, la
esperó en vano y hubo de capitular. En el tratado entre Paques y los mitileneos, el
general ateniense se comprometió a no ejecutar, esclavizar o encarcelar a ningún
mitileneo antes de que regresara una embajada que los habitantes de esta ciudad
habían enviado a Atenas. La ekklesía, a propuesta de Cleón decidió que se
castigase de manera ejemplar a todos los mitileneos, que los adultos fuesen
pasados a cuchillo y los niños fuesen reducidos a esclavitud. Pero en una nueva
Asamblea convocada con urgencia, el pueblo fue convencido por Diódoto para
que se derogase el cruel pséphisma (decreto) y se cambiara por otro que solo
condenara a muerte a los responsables de la insurrección. También se decretó
que las murallas fuesen derribadas, que sólo serían ejecutados los embajadores,
cuya cifra aún hoy se desconoce, la pérdida de la autonomía, la entrega de la
flota, la confiscación de todas las tierras cultivables, a excepción de las
de Metimna, para repartirlas después entre clerucos atenienses.36
El final de Platea[editar]
En 427 a. C., los espartanos y sus aliados, marcharon con sus tropas a Platea,
que estaba sitiada desde 429 a. C. Platea, aliada de Atenas seguía siendo una
espina clavada en el corazón de la Liga Beocia, liderada por los tebanos. Después
de sendos discursos de platenses y tebanos, cinco jueces espartanos
desplazados al efecto a Platea complacieron a sus aliados tebanos con la decisión
de ejecutar a los 225 defensores que se habían rendido (200 platenses y 25
atenienses) y esclavizar a 110 mujeres. La ciudad fue destruida y las tierras y
comunidades pequeñas que dependían de ella fueron anexionadas por los
tebanos (427 a. C.), que vieron su poder político y económico incrementado dentro
de la confederación.37
La Guerra civil de Corcira[editar]
Artículo principal: Guerra civil de Corcira

Isla de Córcira, la actual Corfú.

La Guerra civil (stásis) que estalló en Córcira representó el primer incidente de


consecuencias dramáticas para la política interna de una ciudad como
consecuencia de la intromisión de las dos potencias que se disputaban la
hegemonía de la Hélade.38
En 427-426 a. C., el endémico antagonismo ente los demócratas y los oligarcas
corcirenses degeneró en un conflicto abierto civil cuando los segundos intentaron
hacerse con el poder por medios violentos y derrocar el gobierno democrático. 39
Los prisioneros que se hicieron durante las batallas a causa de la ciudad
de Epidamnos, habían sido liberados, ya fuera a cambio de una enorme suma por
su rescate, o por la promesa que hicieron para reconciliar su ciudad y Corinto.
Corcira poseía la tercera mayor flota de la época, que de caer en manos de los
peloponesios inclinaría la balanza del equilibrio naval. Además, la isla de Corcira
tenía un gran valor estratégico por su localización en la ruta marítima a
la península itálica y Sicilia, a donde Atenas envió ese mismo año su
primera expedición para cortar el aprovisionamiento de grano al Peloponeso y la
probabilidad de hacerse con el control de la isla. 40
La intervención del ateniense Nicóstrato con su flota tampoco solucionó el
problema, aunque de momento Corcira firmó una alianza con Atenas que sustituía
a la anterior epimachia (alianza defensiva).41

Ocupación ateniense de Pilos y Esfacteria42[editar]

Recreación moderna de una fila de hoplitas.


Artículo principal: Batalla de Pilos
Artículo principal: Batalla de Esfacteria

La guerra iba a tomar un sesgo nuevo e inesperado favorable a Atenas, en medio


de los éxitos y fracasos en cada uno de los dos bandos contendientes. Los
atenienses habían decidido llevar a cabo una intensa actividad naval en el mar
Jónico, con el fin de atacar a los aliados de Esparta y con la pretensión de
extender su hegemonía a Sicilia y Magna Grecia.
Atenas destacó allí su flota con dos objetivos concretos:

 aislar al Peloponeso de las ricas colonias de Italia y Sicilia, en especial


de Siracusa
 imponer su hegemonía política sobre las colonias griegas de Occidente.
La intervención ateniense se apoyó en las viejas y enconadas rivalidades que
venían enfrentando secularmente a los griegos de estas colonias occidentales.
Desde mucho tiempo antes, Siracusa amenazaba a Segesta, Leontino y Regio,
entre otras. Pericles había pactado con ellas en contra de Siracusa y sus aliados
(Gela, Selinunte, Hímera y Locri).
Al mando de Laques hicieron aparición 40 naves, entre los años 427 y 426 a. C.
Regresaron a Atenas sin ningún éxito real, debido a que los griegos de Sicilia se
reunieron en Gela adivinando las intenciones anexionistas de Atenas, y acordaron
firmar la paz entre sí. Pero la ekklesía ateniense, obedeciendo a dirigentes
belicistas y megalómanos, condenó al exilio a los tres strategos de la escuadra y
les acusó de haber sido corrompidos para renunciar a la conquista.
En las costas peloponesias Atenas obtuvo resultados favorables, que no supo
aprovechar. Demóstenes desembarcó en la costa de Mesenia para hostigar a los
espartanos. La flota a su mando, hubo de echar anclas en la bahía de Pilos a
causa de un temporal,43 momento que aprovechó el strategos ateniense para que
los otros dos colegas en el cargo, Eurimedonte y Sófocles, ocupasen la península
de Corifasio. Desde ahí los atenienses podían estar en contacto con los mesenios.
Mientras la mayor parte de las naves continuaban hasta Corcira y Sicilia,
Demóstenes se quedó atrás con cinco trirremes.44
Los espartanos ocuparon la isla de Esfacteria, situada al sur de Pilos, con la
intención de enfrentarse al destacamento ateniense. La flota ateniense que se
había dirigido a Corcira, regresó desde Zante y bloqueó las dos entradas de la
bahía de Pilos, aislando en Esfacteria a un buen número
de hoplitas lacedemonios.45 Ante esta dramática situación, Esparta concertó un
armisticio para la región de Pilos y quería negociar la paz con los atenienses. 46
Ante el poder de los radicales atenienses, bajo el liderazgo de Cleón,
la Asamblea dio la orden a éste de que pusiera fin a dicha situación. Los hoplitas
atenienses desembarcaron en la isla e hicieron deponer las armas a
los espartanos y capturaron a 120 espartiatas.45
El éxito de la operación no fue de Cleón, sino de Demóstenes, cerebro principal de
la misma, aunque el triunfo se lo apropió Cleón, 47 quien aprovechó para triplicar el
tributo de la confederación de Delos y aumentar a tres óbolos las dietas de
los heliastas, con lo que se granjeó el favor del pueblo.
La derrota espartana sorprendió a toda a Grecia. 48 Tal victoria sobre su infantería
y, sobre todo, la presencia de una guarnición en Pilos, formada por mesenios
de Naupacto y atenienses, suponía una gran amenaza para Laconia,49 por el
eventual peligro de una sublevación de los hilotas.

Hacia la Paz de Nicias[editar]


Cleón y Brásidas[editar]
El éxito de Esfacteria había llevado al partido belicista de Atenas, dirigido por
Cleón, a un programa de acciones que distaba de la política naval de Pericles,
decantándose por las empresas guerreras terrestres.
La conquista de la isla de Citera en 424 a. C. por Nicias acarreó graves perjuicios
al comercio peloponesio. Se apoderaron los atenienses del puerto de Nisea.50
Después un contingente ateniense pretendió la conquista de Beocia, pero sufrió
una gran derrota en Delio, frente a los hoplitas beocios que, por primera vez,
aplicaron la táctica de la falange en formación oblicua.51
El general espartiata Brásidas dio un nuevo giro a la guerra, que hasta ese
momento consistía en asolar el Ática y mantenerse a la defensiva en el
Peloponeso. Sabían que el punto débil de Atenas estaba en Calcídica y en Tracia.
Para llegar estas regiones los lacedemonios deberían pasar por Tesalia, que
aunque oficialmente era aliada de Atenas, estaba dividida en filoatenienses y
filoespartanos: el sector popular estaba de parte de Atenas y la rica aristocracia
simpatizaba con Esparta.
Brásidas atravesó el istmo de Corinto, Beocia, Tesalia y se presentó en Calcídica
donde incitó a sus habitantes a la sublevación.
Las ciudades de Acanto y Estagira se pusieron de su lado y su éxito más
sobresaliente fue la conquista de Anfípolis. De este modo, Brásidas dio a los
atenienses un golpe considerable en una zona en la que su imperio parecía estar
muy seguro.52
Tucídides, el historiador, entonces strategos y encargado de la defensa de la
ciudad, no pudo evitar que fuera tomada por Brásidas. Esta pérdida era importante
por su posición estratégica con respecto a Tracia y los Estrechos
(Helesponto y Dardanelos), porque Anfípolis proporcionaba madera para construir
barcos y porque contribuía financieramente. Tucídides fue castigado
al ostracismo (destierro) por la ekklesía ateniense.53
A raíz de la victoria espartana, numerosas ciudades calcídicas hicieron defección
de la Confederación de Delos y las ricas minas de oro del Monte Pangeo pasaron
a Esparta.
La situación de Atenas en Tracia se debilitó con la pérdida de otras poblaciones
como Torone. Por todo esto, los atenienses se vieron obligados a subir las cuotas
del tributo (eisphora), lo cual provocó la defección de otras ciudades aliadas.
Pero atenienses y espartanos encarnados en la persona
de Nicias y Plistoanacte deseaban una paz cuanto antes, ya que estos últimos
estaban muy preocupados de los prisioneros de Pilos, a quienes se ejecutaría si
los peloponesios invadían de nuevo el Ática.
En consecuencia, en la primavera de 423 a. C., Laques gestionó una tregua de un
año que parecía dejar una puerta abierta hacia la paz definitiva. Tucídides recoge
su contenido en el que figuraban las diferentes líneas locales de demarcación en
ambas fuerzas y sus posesiones territoriales. Ciertas cuestiones problemáticas
quedarían sujetas a arbitraje.
Pero cumplido el plazo, la guerra se reanudó en Calcídica y prosiguieron las
intrigas. La ciudad de Sición defeccionó de la Confederación de Delos y según el
acuerdo debía haber sido devuelta a estos, pero Brásidas se negó.
Nicias logró atraerse a Pérdicas II de Macedonia y al príncipe Arrabeo de
Lincéstide, consiguiendo alguna ventaja en el norte.
Cleón se presentó con un fuerte contingente y cosechó algunas victorias, entre las
cuales cabe destacar la conquista de Torone, pero al acercarse a Anfípolis los
espartanos le infringieron una severa derrota. Cleón y Brásidas murieron en
la Batalla de Anfípolis en el año 422 a. C.
La Paz de Nicias[editar]
Artículo principal: Paz de Nicias
La muerte de Cleón y Brásidas hizo desaparecer del escenario político a dos
pertinaces partidarios de la guerra y permitió a Plistoanacte y a Nicias reanudar las
negociaciones de paz.
Los acontecimientos de Delio y de Anfípolis otorgaron el protagonismo en la
dirección de la guerra y por tanto, en la política ateniense, a los aristócratas,
quienes capitaneados por Nicias querían volver al plan de Pericles, pues la guerra
estaba arruinando la economía agrícola. A Nicias se oponían los demócratas
radicales Hipérbolo y Pisandro.
También Esparta deseaba la paz. Entre otras cosas, quería que le devolviesen los
120 prisioneros de Esfacteria, puesto que le preocupaba la disminución el número
de espartiatas.
En los primeros días del mes de abril del año 421 a. C. se firmó la paz por una
duración de 50 años. Los puntos fundamentales recogidos por Tucídides eran: 54

 Atenas y Esparta volverían a la situación anterior a la guerra y debían


por ello reintegrar todo lo conquistado durante la misma.
 Los espartanos y sus aliados recobrarían Pilos, Corifasio,
Citera, Metana, Pteleo y Atalanta.55
 Canje de prisioneros.
 Liberación de los prisioneros por ambos bandos.
 Reconocimiento de la autonomía del Santuario de Delfos.

Véase también[editar]
 Historia de la guerra del Peloponeso
 Guerra de Decelia
 Guerra en la Antigua Grecia
 Marina de guerra en la Antigua Grecia
 Asedio en la Antigua Grecia

Referencias[editar]
1. ↑ Tucídides, Historia de la Guerra del Peloponeso ii.1-65.
2. ↑ Tucídides, ibídem ii.10-23.
3. ↑ Tucídides, ibídem ii.2-6.
4. ↑ Tucídides, ibídem ii.48-54.
5. ↑ Tucídides, ii.2.2.1-3.
6. ↑ Tucídides ii.19.1.
7. ↑ Tucídides, ii.27; Plutarco, Vida de Pericles, xxxiv.2.
8. ↑ Tucídides, ii.25.1-2.
9. ↑ Westlake, H.D. (1968). Individuals in Thucydides. Cambridge. pp. 148-165.
10. ↑ Wylie, G. (1992). Brasidas, Great Commander or Whiz-Kid?. Quaderni Urbinati di
Cultura Classica. pp. 77-95.
11. ↑ Tucídides, ii.30.
12. ↑ Tucídides iii.7.2; iii.16.2.
13. ↑ Halias era una ciudad costera del sur de la Argólida.
14. ↑ Tucídides ii.56.
15. ↑ Prasias era una ciudad de la costa este del Peloponeso, situada al sur del golfo
Argólico y de la ciudad de Tirea, a la altura de Esparta.
16. ↑ Tucídides ii.27; Plutarco, Vida de Pericles xxxiv.2; Esquines ii.115.
17. ↑ Heródoto, Historia vii.133-137.
18. ↑ Tucídides ii.67.
19. ↑ Saltar a:a b Westlake, H.D. (1968). Individuals in Thucydides. Cambridge. pp. 137-142.
20. ↑ Sobre la capitulación de Potidea, más detalles en Tucídides, ii.70; iv.106.
21. ↑ El relato de esta expedición es narrado por Tucídides en ii.66.
22. ↑ Tucídides ii.66.1-2.
23. ↑ Tucídides ii.59.2.
24. ↑ Tucídides ii.65,3; Plutarco, Vida de Pericles xxxv.4; Diodoro Sículo, Biblioteca
histórica xii.45.4.
25. ↑ Tucídides hace una largo análisis de la epidemia, desde el capítulo 48 al 54 del Libro
II.
26. ↑ Tucídides, Historia de la Guerra del Peloponeso ii.48-54.
27. ↑ Saltar a:a b Tucídides, Historia de la Guerra del Peloponeso iii.87.
28. ↑ Cleón era propietario de una curtiduría.
29. ↑ Éucrates explotaba un molino y un negocio de cáñamo.
30. ↑ Lisicles era tratante de ganado.
31. ↑ Tucídides, ibídem ii.80-82.
32. ↑ Tucídides ii.69.1.
33. ↑ Tucídides, ii,80-82.
34. ↑ Tucídides ii.102.1; iii.7.
35. ↑ La fuente de la revuelta de Mitilene es Tucídides iii.25-49.
36. ↑ Tucídides iii.8-16 y 25-50.
37. ↑ Tucídides.ii.71-78; iii.20-24 y 52-68.
38. ↑ Tucídides iii.82.1.
39. ↑ Tucídides iii.69-74; Fornis, César, La stásis de Corcira: trasfondo social y marco
sociopolítico, Florentia Iliberritana: Revista de estudios de antigüedad clásica, nº
11, ISSN 1131-8848, p.95-112.
40. ↑ Tucídides iii.86.2-4.
41. ↑ Relato de la guerra civil en Tucídides iii.69-85.
42. ↑ Tucídides iv.3.1-6; iv.8-23; iv.26-41.
43. ↑ Tucídides, Historia de la Guerra del Peloponeso iv.3.2.
44. ↑ Tucídides, Historia de la Guerra del Peloponeso iv.5.2.
45. ↑ Saltar a:a b Tucídides, Historia de la Guerra del Peloponeso iv.8.9.
46. ↑ Tucídides, Historia de la Guerra del Peloponeso iv.17-20.
47. ↑ Según Aristófanes, Los caballeros, 54-57, los enemigos de Cleón atribuyeron todo el
mérito a Demóstenes.
48. ↑ Tucídides, Historia de la Guerra del Peloponeso iv.40.1.
49. ↑ Tucídides, Historia de la Guerra del Peloponeso iv.41.3.
50. ↑ Tucídides iii.51.
51. ↑ Campaña, batalla y conquista de Delio relatadas en Tucídides iv.89-101.
52. ↑ Más detalles sobre todas las expediciones de Brásidas en Tucícides iv.102-108;
iv.120-123; iv. 124-128.
53. ↑ La campaña, batalla y conquista de Anfípolis se encuentra en Tucídides v.6-12.
54. ↑ Tucídides, Historia de la Guerra del Peloponeso v.18.
55. ↑ De estos lugares, Pteleo es el único que nunca antes había mencionado Tucídides, y
no se sabe con certeza a cuál de los existentes con dicho nombre se reriere.
Bibliografía[editar]
Fuentes primarias

 Tucídides, Historia de la Guerra del Peloponeso, tomo 1, (1990),


Madrid: Editorial Gredos, ISBN 84-249-1443-0.
 Tucídides, Historia de la Guerra del Peloponeso, tomo 2, (1991),
Madrid: Editorial Gredos, ISBN 84-249-1444-9.
 Tucídides, Historia de la Guerra del Peloponeso, tomo 3, (1992),
Madrid: Editorial Gredos, ISBN 84-249-1484-8.
Fuentes secundarias

 Kagan, Donald, The Archidamian War. Ithaca, NY: Cornell University


Press, 1974 (hardcover, ISBN 0-8014-0889-X); 1990 (paperback, ISBN
0-8014-9714-0).
 Bengtson, Hermann, Griegos y persas. El mundo mediterráneo en la
edad antigua, decimotercera edición (1985), Madrid: Siglo XXI de
España Editores, ISBN 84-232-0070-5, pp. 149-160.
 Fornis, César, Esparta. Historia, sociedad y cultura de un mito
historiográfico, (2003), Barcelona: Editorial Crítica, ISBN 84-8432-413-3,
pp. 123-144.

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