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Definición.
¿Qué significa el término Naturaleza en Aristóteles?
En el libro V de la Metafísica Aristóteles define la naturaleza en varios
sentidos, y aplica el nombre a otras tantas. Según este texto Naturaleza se
dice en primer lugar de:
La generación de todo aquello que crece
La materia intrínseca de dónde proviene lo que
nace
El principio del 1ª movimiento en todo ser físico,
principio interno y unido a la esencia
La substancia bruta inerte y sin acción sobre sí
misma de que se compone y se forma un ser físico, es
decir, el elemento primario del que está hecho un objeto
o del cual proviene.
Según estas definiciones puede darse el nombre de naturaleza a muchas
cosas o a muchos procesos:a un principio de ser, a un principio de
movimiento, a un elemento componente, al elemento del cual están hechos
todos los cuerpos etc.
Pero Aristóteles indica a continuación, que de todo lo dicho se sigue que la
naturaleza primera, la naturaleza propiamente dicha, es la Substancia de
los seres que tienen en sí y por sí mismos el principio de movimiento. Estos
seres son los seres naturales. En su Física Aristóteles dice que “las cosas
que existen naturalmente, tienen todas en sí el principio del movimiento o
del reposo. Por el contrario, continúa, una litera, un traje... todo lo que es
producto del arte no tienen en sí el principio del cambio. La naturaleza es
un principio, una causa que imprime el movimiento y el reposo para la cosa
en la cual reside inmediatamente por sí y no por accidente”. De todo ello se
desprende que la “naturaleza” de una cosa, es lo que hace que la cosa posea
un ser, y por consiguiente un llegar a ser o movimiento que le es propio.
A)La substancia como sujeto de predicados y la substancia como
realidad individual-concreta
Esta cosa que hace que una cosa posea su ser es la substancia. Cuando nos
preguntamos acerca de las cosas, las respuestas pueden ser múltiples, pues
como dice Aristóteles, el ser se dice de muchas maneras, pero hay una
manera de decir el ser que le es propia. Esta es la sustancia. La sustancia es
lo que es el ser en propiedad, lo que explica en su forma fundamental al ser.
Aristóteles dice en Met.V que la naturaleza primera y propiamente dicha es
la sustancia o ousía.
Aristóteles indica que en un sentido propio la sustancia es lo que no es
afirmado de un sujeto, ni se halla en un sujeto, como el hombre y el caballo
individuales. Esta sustancia es la llamada sustancia primera, porque para
Aristóteles lo primero es el ser individual del que se predica algo. Así del
hombre individual “este”, podemos decir que es hombre o que es mortal, es
decir, podemos aplicarle el nombre de hombre o de mortal, con lo cual tales
nombres son algo afirmado del hombre individual. El hombre individual es
una sustancia primera , pero no lo que se predica de esta. El nombre
hombre no lo es, es predicado de la sustancia, pero no la sustancia. Las
sustancias primeras son el sustrato de todo lo demás, es lo individual, lo
irreductible, lo único del ser que no está en otra cosa, y se determina a sí
mismo y se basta ontológicamente a sí mismo.
Lo que se dice o puede decirse de la sustancia primera es la substancia
segunda. Las substancias segundas son impropiamente substancias
.Sólo lo que de algún modo se parece a la substancia primera es substancia
segunda. Ello ocurre por ejemplo con los géneros y las especies, porque
como las sustancias primeras pueden ser soportes. Así, por ejemplo, cuando
se dice que este hombre individual es un hombre. Decimos que hombre es
una substancia segunda porque dice, predica de la substancia primera algo
que le es necesario, que le va a la substancia. La substancia segunda o
predicado no es accidental, no se le puede comparar con los accidentes
del ser. Los accidentes no son sustancias de ningún tipo. Es lo que se dice
de lo que se encuentra en un ser, pero que no es ni necesario, ni ordinario.
Es decir lo que no es necesario, ni general. El accidente se produce, existe,
pero no tiene la causa en sí misma, sino en la substancia a la que se refiere.
Sólo existe en virtud de otro ser. Por ejemplo: este individuo es músico. El
ser músico, o blanco, o alto no es algo necesario para la substancia. Es algo
accidental, es músico pero podría no serlo. Sin embargo el ser hombre o el
ser mortal o animal es algo inherente al ser substancia. Esta es la diferencia
entre lo que se dice como predicado, que es la substancia segunda y lo que
se dice contingentemente del sujeto, que es el accidente.
La substancia, pues, subyace debajo de los accidentes, los soporta a todos
ellos. Es sujeto tanto de lo universal (sustan. 2ª) como de lo
contingente(accidentes).
Este modo de entender la substancia como sujeto de predicados se ve desde
el punto de vista de la unidad de la substancia y es tratada en detalle en la
doctrina aristotélica de la substancia como categoría o predicamento. Sin
embargo Aristóteles habla de la substancia como ousía o substancia a lo
siguiente:
“substancia se dice de los cuerpos simples, tales
como la tierra, el fuego, el agua, y todas las cosas
análogas, y en general de los cuerpos y de las partes de
los cuerpos. A todas estas cosas se llaman substancias,
porque no son los atributos de un sujeto sino que son
ellos mismos sujetos de estos seres”
“desde otro punto de vista, es la causa intrínseca
de la existencia de los seres que no se refieren a un
sujeto,e.d. de las cosas naturales”
por último , son las esencias expresadas en la
definición. Esto último ya está definido bajo el nombre
de substancia segunda, pero es interesante ver como de
saber la substancia como sujeto de predicados llega por
extensión y análisis a contemplar a la substancia como
una realidad individual,concreta . La substancia como
totalidad es el individuo. La naturaleza es el individuo.
La substancia como causa intrínseca de la existencia de los seres naturales,
se refiere, a la determinación de la substancia bajo los conceptos
de materia y forma. Son dos principios que forman un todo sustancial, un
ser. La sustancia se entiende pues, como el compuesto (sinolón).Toda
substancia corporal, concreta, es un compuesto de materia y forma: estas
dos son inseparables.
Aristóteles va a estudiar la substancia desde este compuesto hylemórfico.
Todos los seres naturales están formados por este compuesto inseparable.
Este es el modo según Aristóteles de entender la naturaleza porque es la
más evidente. Los seres se nos patentizan formando una totalidad.
Resumiendo la noción de substancia podemos extraer 2 sentidos
principales:
-La sustancia es el “sujeto último” que no se afirma en ningún otro ; y es lo
que siendo un individuo en su esencia, es “separable”, de modo que la
forma de cada ser es su substancia.
B) La substancia vista desde el compuesto de Materia y Forma
Aristóteles examina largamente la noción de substancia como 1ª categoría
del ser y como 1ª sujeto y dice a este respecto, que tal sujeto, es en un
sentido la materia, en otro sentido la forma, y en un tercer sentido el
compuesto de materia y forma, el “todo concreto”.
Materia
Un carácter común a toda noción de materia en Aristóteles es la
receptividad ; cualquiera que sea la materia de que se trate no es
propiamente materia si no está dispuesta a recibir alguna determinación.
En la Física, la materia aparece a veces como el substrato. Esto es, lo que
hay debajo de todo cambio. Parece que la materia es propiamente la
sustancia, pues cuando hay cambio o variación del ser, lo que permanece es
la materia. Por ejemplo, si una vela se derrite, la forma ha cambiado, pero
la materia, la cera, permanece ahí. Cuando Aristóteles dice que es
substrato, no está diciendo que sea propiamente la substancia, sino uno de
los componentes determinantes de éste. Es algo así como la matriz de una
realidad física. Aristóteles habla de dos tipos de materia. La materia
primera y la materia segunda.
La materia segunda es la materia física, perceptible por los sentidos, es
decir, la madera, el mármol, piedra, barro; esta materia es apta para recibir
cualquier forma.
La materia primera es un concepto más complejo de entender. Es algo no
perceptible por los sentidos sino sólo por la inteligencia, no es que sea un
simple concepto, es un principio físico, real, esencialmente potencial. Se
puede definir como el sustrato básico constitutivo de todas las cosas, algo
indeterminado que debe recibir la forma para poder existir. Esta relación
materia-forma es tratada en Aristóteles en la Metafísica. Desde esta
relación la materia es definida como aquello con lo cual algo se hace. Este
hacer puede tener dos sentidos, el sentido de un proceso natural, y el de una
producción humana. La materia es siempre relativa a la forma, es decir,
necesita a la forma para adquirir realidad, es inseparable de ésta.
En conclusión la materia es el primer sujeto de cada cosa, a partir del cual
como elemento constitutivo deviene algo; también es el término final al que
va a parar lo que se destruye. Es lo que permanece eternamente presente, lo
que subsiste bajo todos los cambios , como sustrato.
Forma
Es aquello en virtud de lo cual algo se determina estructuralmente en lo que
es. Es el principio de determinación de la materia. Es la figura, el eidos, por
lo cual algo es lo que es.
Por eso la realidad, no es ni materia ni forma, sino un compuesto de
materia y forma. La forma no existe por sí sola, sino que necesita de la
materia informe, y la materia necesita de la determinación de la forma .
Decir que la materia necesita de la forma, no significa decir que es
totalmente informe o indeterminada. Desde su potencia, la materia es
posibilidad, es potencia, pero no pura potencia, no puede ser potencia para
todo. Aristóteles introduce el principio de privación, que es el contrario de
la forma, la materia, solo lo es para recibir ciertas formas y no otras. Es
posibilidad, pero posibilidad para.
Así, por ejemplo, el mármol puede ser materia para la estatua, pero no
puede serlo para un barco , ni para construir un libro. La tierra, por
ejemplo, no puede decirse materia de la planta, porque ésta no puede brotar
de la tierra, sino sólo de la semilla. Este principio de privación de la
materia, debe ser mirado positivamente, pues salva al individuo de adquirir
una forma contingente o accidental. La materia es posibilidad de ser de
muchas cosas y necesita de la forma que lo determina, pero estas cosas,
estas posibilidades de la materia están dentro de lo que le corresponde.
Cada cosa aspira a conseguir la forma que le corresponde.
La relación materia-forma, puede ser comparada con la relación potencia-
acto. Siendo la forma lo que es, será actualidad de lo que era
potencialmente. Pero es preciso distinguir entre los dos pares de conceptos.
Mientras la relación materia-forma se aplica a la realidad en un sentido
muy general y por así decirlo estático de lo que es la substancia, la
relación potencia-acto, se aplica a la realidad en tanto que esta realidad
está en movimiento (es decir, en estado de devenir). La relación potencia –
acto nos hace comprender como cambian (ontológicamente) las cosas, la
relación materia-forma nos permite entender como están compuestas las
cosas.
ayuda ideográfica
C) El movimiento de la naturaleza: Potencia y Acto.
Como principios del movimiento podemos considerar la forma y la materia,
pues todo lo que deviene se produce a partir de algo y pasa a ser algo,
habiendo asimismo una naturaleza subyacente que permanece deviniendo.
No obstante el movimiento es definido en términos de potencia y acto, y no
de materia-forma.
Toda teoría aristotélica de la potencia y el acto surge originariamente al
enfrentarse con el problema de la explicación física del movimiento. Según
Aristóteles la naturaleza no es un ser estático, como quería Parménides, que
negaba la posibilidad de movimiento, pero tampoco es todo movimiento
como intentaba Heráclito.
Aristóteles centrará su física en explicar toda la naturaleza como
movimiento. La existencia del movimiento es indudable. Pero además se
presupone que el movimiento es una propiedad esencial de los seres físicos,
su constitución esencial. La experiencia del cambio y del movimiento
obliga al ser a expresarse en su diversidad y variabilidad. Es decir el
cambio del no ser, al ser, o viceversa introduce el problema de la
substancialidad y unidad del ser. Por eso dice Aristóteles que el ser es uno,
pero puede decirse de muchas maneras, una de estas maneras es el ser en su
diversidad y mutabilidad tal cual se presenta a la experiencia.
El movimiento es definido en la Física como “el acto de lo que está en
potencia en cuanto tal”. Es decir, el movimiento es en cuanto a los seres
que lo poseen, el estar en vías de poseer o de adquirir una perfección o
forma. No es la pura potencia, ni el acto, sino la acción que va de uno a
otro, ininterrumpidamente en ningún paso central, pues en cualquier punto
intermedio aislado que se considere como separado acaba con el
movimiento. El movimiento es pues el paso de la potencia al acto. Es puro
devenir. Es un acto imperfecto inacabado, ya que consiste en estar en
potencia. De ahí que esté estrechamente relacionado con el infinito, que
siempre está en potencia, y nunca puede pasar a estar en acto.
El error fundamental de Parménides consistió en haber concebido el ser
unívocamente, cuando según Aristóteles es análogo. El ser en acto no
procede del no-ser, sino del ser en potencia; del no-ser no sale nada.
La potencia, es el concepto que expresa el repertorio real no actual, que
hace posible el movimiento y la realización del ser. Con la potencia está
intrínsecamente ligada la materia. Ésta expresa la dimensión constritutiva
subyacente y la potencia es su correlato dinámico en el modo de ser físico.
Ambos son el fundamento objetivo de la temporalización del ser. La
potencia está referida al acto. Potencia y acto son la manera de determinar
el modo físico procesual de los seres a los que pertenece esencialmente el
movimiento. La potencia es la dynamis, el poder ser, el poder llegar a ser
algo distinto, la posibilidad, la fuerza. Y el acto es el modo de ser que ha
llegado a ser lo que es habiendo devenido plena o realizativamente lo que
es.
Es en este sentido como se entiende a la naturaleza como movimiento. Es
principio de movimiento. Es esa substancia compuesta de materia y forma
de los seres, que tienen en sí y por sí mismos el principio de movimiento.
La materia, dice Aristóteles, se llama así, naturaleza en virtud de que es
capaz de recibir en sí este principio.
Hay varios tipos de cambio en los seres naturales unos substanciales,
como el de generación o el de corrupción que explican el movimiento del
no-ser al ser o sea a adquirir una forma o una perfección (generación) y el
movimiento del ser al no-ser ,o sea, perder una forma o adquirir una
privación (corrupción); otros accidentales como el
cambio cuantitativo: crecimiento, disminución, más, menos..; el
cambio cualitativo: alternancia (de niño a joven); y el cambio locativo,
cambio de lugar, traslación.
Que la naturaleza sea principio de movimiento, y se nos muestre a los
sentidos como deviniendo, no quiere decir que sea esta la esencia
substancial de la naturaleza ,pues el ser es más bien cuando está en acto que
cuando está en potencia.
Por eso el acto es la forma sustancial de estar en la naturaleza. La
naturaleza se muestra como terminada y perfecta en el acto más que en la
potencia que está tendiendo a adquirir la perfección. Es cuando adquiere la
forma cuando podemos hablar de ella. Por otro lado todo cambio necesita
partir de un acto previo, es en el acto con la forma cuando se nos muestra la
verdadera esencia de la naturaleza. Por eso entiende Aristóteles a la forma
y al acto como elementos primordiales de la sustancia más que la potencia
o la materia. El acto es anterior a la potencia por prioridad y por tiempo.
ayuda ideográfica
Aristóteles introduce en la Metafísica y en
la Física II la teoría de las causas, diciendo que
causa es en primer lugar: aquello de lo que se
hace otra cosa, es decir, la materia. Esta causa
se llama causa material, y es el sujeto en que o
de que se produce algo.
Además de la causa material, es también causa la
forma o el modelo .Esta causa se llama formal, y es
aquello que hace que la materia indeterminada pase a ser
algo determinado.
Estas dos causas no son más que la forma o esencia, y la materia, que
constituyen todas las cosas. Recuérdese que para Aristóteles causa y
principio significan condición y fundamento. Materia y forma, como hemos
dicho, son suficientes para explicar la realidad desde un punto de vista
estático. En cambio, si la consideramos dinámicamente en su devenir, al
producirse y al corromperse,, entonces ya no basta con estos principios. Se
hacen precisos otras dos causas y razones: el quién y el porqué, es decir, la
causa eficiente y la causa final.
La causa eficiente, es el agente productor de la substancia , aquello de
dónde procede el principio primero del cambio o del reposo. Pues aquello
que imprime el cambio es causa de aquello que lo experimenta. Así la
causa agente es la causa primera de dónde proviene el movimiento.
La causa final. Finalmente es causa el fin, por el que se hace una cosa, es
decir, en vista de lo que se hace. Toda cosa natural tiene un ergón propio,
está en función de su telos. La generación y transformación de las cosas
están determinadas por el eidós en función de sus peculiaridades y fines.
Según Aristóteles esta es la causa última y la mejor.
Las dos primeras causas, materia y forma, son intrínsecas a la cosa; la
causa eficiente y la final son extrínsecas. Conociendo cuales son las cuatro
causas principales de que una cosa sea lo que sea, es suficiente para
conocer dicha cosa.
Entre las cuatro causas, se puede decir que la causa final es la causa
propiamente aristotélica. Es la causa última explicativa de la naturaleza. La
Physis, como causa de los de los fenómenos naturales debe de ser
entendida teleológicamente.
Tiene primacía sobre las demás. La materia no recibe la forma que le
corresponde si ningún agente actúa sobre ella, pero ningún agente se mueve
sin atender a un fin determinado. Todo agente actúa por un fin, así expresa
Aristóteles la finalidad que caracteriza la naturaleza. Agente y fin ejercen
una causalidad recíproca, una dependencia mutua en la que el fin es el que
define, porque es el que domina la relación.
Desde esta teleología evidente, queda rechazado el azar como algo
absurdo. Siempre lo que entendemos por azar, se explica dentro de un
proceso causal superior. La naturaleza no ha sido producida por fenómenos
azarosos, sino que obedece a un fundamento racional.
Tres obras: Magna Moralia, Ética a Eudemo y Ética a Nicómaco. Las dos
primeras han estado bajo dudas de su autenticidad. Haremos nuestra
exposición a la luz de la tercera.
Dentro de la teoría ética cobra un especial interés los términos de Felicidad
y de Excelencia o Virtud (areté). Términos que cobrarán importancia
también en la teoría política de Aristóteles. Ética y Política de nuevo van
unidas y relacionadas.
¿QUÉ ES LA FELICIDAD?
Es un concepto central, un elemento central dentro de la teoría ética.
Eudaimonia: Felicidad: El fin de todas nuestras acciones: EL BIEN
SUPREMO HUMANO (buen daimon, buen destino).
El concepto de felicidad es entendido por Aristóteles de dos maneras
diferentes. Una subjetivamente y significa estar contento, llevar una vida
agradable, la otra manera es entenderlo objetivamente, llevar una vida
digna y noble.Ambos conceptos se hallan interrelacionados: sólo se es
verdaderamente feliz subjetivamente cuando se es feliz objetivamente.
Dentro de esta situación, la tarea fundamental de la ética, será la de esbozar
un modo de vida del cual podamos razonablemente esperar (dados ciertos
presupuestos acerca de la naturaleza humana) que nos conduzca a la dicha,
a la felicidad.
Estamos de acuerdo en que hay que buscar la felicidad. (Ética a N., I).
La felicidad constituye el bien supremo del hombre. El problema aparece
cuando queremos decir qué es la felicidad; se habla de placer, riquezas,
honor, actividad mental, etc. Sin embargo si pensamos que la felicidad es
el Bien supremo del hombre no podremos llamar felicidad a cualquier
cosa que deseemos. No será, por ejemplo la posesión de riquezas, que no es
sino medio para un fin. Tampoco será igual al placer o al honor, aunque
éstos sean deseables por sí mismos y no como medios (pueden formar parte
de la felicidad pero no constituirla). Pueden entenderse como integrantes de
un conjunto más amplio. Por tanto la felicidad consistirá en una cosa o
conjunto de cosas que sea buscada sólo por sí misma, no como medio ni
como parte integrante de un conjunto. El bien o bienes en que consiste la
Felicidad será/n autosuficientes.
Esto no quiere decir que estos bienes son buscados simplemente como fin y
no como medio sino que la felicidad es “aquello que por sí sólo hace
deseable la vida y no necesita de ninguna otra cosa”. Es decir, no puede
haber dos felicidades distintas sino sólo una: el conjunto de cosas deseables
por sí mismas. Ese fin absolutamente bueno y deseable por sí mismo será
lo bueno y lo mejor. Alcanzando ese fin la vida ya resultaría dichosa y
plena.
Recordemos que el fin del hombre no es algo que él conforme a su
capricho sino algo que está determinado por su naturaleza (la del hombre).
Consiste precisamente en el cumplimiento más perfecto posible de su
naturaleza. Principio teleológico universal: todas las cosas tienden a
cumplir el fin determinado por su naturaleza, tienden a adquirir la forma
que le es propia. La felicidad consiste en realizar el oficio de hombre. La
realización de las capacidades propias del hombre.
(Hay que señalar el gran paralelismo que hay con La República, L. I de
Platón: que cada cual cumpla con el ergón que le es propio).
“Buscamos, pues, aquello que es propio sólo del hombre. Hay que dejar de
lado, por tanto, la vida en cuanto es nutrición y crecimiento (puesto que es
propio también de las plantas). Vendría después la vida en cuanto
sensación, sin embargo, la compartimos también con el caballo, el buey, y
cualquier otro ser viviente. Así que sólo queda finalmente, la vida en
cuanto actividad de la parte racional del alma” E. a Nicómaco, I,6.
¿QUÉ ES LO PROPIO DEL HOMBRE?
TEORÍA DE LAS TRES ALMAS.
Para Aristóteles, el alma es principio de vida. El autor la define como
forma y como acto. El alma es lo que hace que el organismo se actualice y
en este sentido es identificado con la forma que dota al organismo de su
ser. Habría tres tipos de alma: Vegetativa, Apetitiva o Sensitiva y Racional
· La vegetativa es propia de las plantas, y su función consistiría en el
nacimiento, nutrición y desarrollo.
· La sensitiva es más propia de los animales (aunque ellos también poseen
el alma vegetativa). Es el alma que se ocupa de las emociones, los deseos,
las sensaciones.
· La racional es propia única y exclusivamente de los hombres (que a su
vez también poseen el alma vegetativa y el alma sensitiva) Dentro del alma
racional, Aristóteles distingue entre la parte científica (que contempla la
clase de entes cuyos principios no pueden ser de otra manera) y la razón
calculadora (que trata de las cosas que pueden ser de otra manera, sobre lo
que se puede decidir).
(Aunque la visión tripartita del alma se repite como ya ocurría en Platón, uno y otro la conciben
de forma diferente en cuanto que Platón la considera como la parte del hombre que se haya
prisionera en un cuerpo y del que se librará cuando se purifique entendiendo la unión de alma y
cuerpo como algo negativo, mientras que Aristóteles concibe la unión como algo necesario y
positivo y sobre todo natural puesto que cada elemento constituyente es determinante para la
existencia del organismo.)
La razón por tanto será esa capacidad propia del hombre: Logos, razón
reflexiva y calculadora. La que es capaz de establecer estrategias y vías de
acción. Cuya principal tarea consiste en la gerencia y gobierno de las
acciones humanas. Aquella actividad alerta del espíritu que hallamos
constantemente en los casos mejores de las transacciones sociales,
actividades profesionales y políticas. Sabiduría práctica (phrónesis) y la
sabiduría política (phrónesis politiké) son sus formas en el campo social y
en el individual.
La felicidad es, entonces, actividad, esfuerzo consciente para llegar a ser
su mejor posibilidad. Es el cumplimiento de la actividad racional
característica del hombre con vistas a orientar correctamente nuestra
acción.
Aparte de ésta razón práctica habría una razón teórica (teoría) o
contemplación que Aristóteles define como la verdadera Felicidad.
La contemplación es en cierto modo la culminación de la vida humana,
aquello que en última instancia da sentido a todo el ajetreo en que ello
consiste. Es decir también sería la felicidad aquella actividad pura (no
práctica) de aquello que en nosotros hay de más elevado. La contemplación
reuniría todas las calificaciones que exigíamos al sumo Bien , sería la más
autosuficiente, la más completa en sí misma y plenamente satisfactoria, la
más independiente de las condiciones materiales...
Pero, dice Aristóteles, tal actividad es quizás demasiado elevada para el
hombre de carne y hueso, para el hombre que esta compuesto de materia
y forma. La contemplación sería más bien la actividad de un espíritu puro.
La felicidad humana no puede consistir en ella, (aunque no se debe
abandonar) sino en el actuar de acuerdo con las excelencias del carácter.
La felicidad simplemente humana consiste en restablecer en nosotros
mismos y la sociedad el orden natural. Es un Ideal de armonía. Orden
interno del alma; orden en la sociedad.
El paralelismo platónico se repite.
La actividad política, debe orientarse a construir un orden natural en la
ciudad, es decir, un orden en el que las distintas fuerzas sociales tengan el
lugar adecuado a su modo de ser y todos colaboren en el mayor bien común
Por otra parte las partes del alma pueden realizarse dentro del conjunto en
acuerdo con su excelencia (areté) específica. En este aspecto Aristóteles
aboga porque cada actividad del alma sea acompañada en su excelencia por
algún placer: nobleza, muchos amigos, hijos, riqueza, buena vejez,salud,
belleza, fuerza...Es la concepción de la vida buena como búsqueda de la
felicidad .Aristóteles relacionará cada parte racional del hombre con
virtudes diferentes.
¿CUÁLES SON LAS EXCELENCIAS DE CADA PARTE
RACIONAL DEL ALMA?: LAS VIRTUDES
INTELECTUALES Y MORALES.
En época de Aristóteles, la areté designa preferentemente cualidades
internas, que definen el carácter: la búsqueda de la propia perfección.
Aristóteles distingue las excelencias en dos grupos:
-Virtudes intelectuales ( dianoetikai aretai)
-Virtudes del carácter ( ethikai aretai)
Las virtudes intelectuales son propiamente las virtudes del alma racional
y son llamadas también virtudes dianoéticas. Son 5 estas virtudes:
intelección, sabiduría y ciencia son virtudes de la parte científica de la
razón, arte o técnica y prudencia lo son de la razón calculadora
Por su parte las virtudes éticas o excelencias del carácter están
relacionadas con la parte sensitiva del alma. Estas virtudes expresan el
verdadero modo de estar en el mundo, ya que reflejan el fin que nos
proponemos (volición o deseo), como sopesamos los medios (deliberación)
y por que opción nos decantamos (decisión). Aristóteles ve como
cualidades excelentes: la justicia, la moderación, la magnificencia, la
magnanimidad, la prudencia. El término areté está relacionado con ser un
buen humano (no cualidades externas como la belleza, la retórica, ola
fuerza física de otras épocas). También comporta un poco de
competitividad: llegar a ser el mejor y la moral será entonces el camino de
búsqueda de la excelencia.
Dentro de las virtudes intelectuales o dianoéticas se halla LA
PRUDENCIA que será un elemento clave y dará sentido al otro tipo de
virtudes, las del carácter. La prudencia será la raíz de todas las excelencias
del carácter. Es la virtud que hace que las excelencias del carácter sean
correctas y justas, es decir, conforme al orden natural del hombre y orden
político de la ciudad.
6.LA POLÍTICA