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CUADERNOS DEL SEMINARIO DE HERMENÉUTICA Mauricio Beuchot

3 . Ricardo Blanco
Ada Luz Sierra

HERMENÉUTICA y ANALOGÍA
EN PSICOANÁLIS 'S
, .-
UNA APROXIMACION PSICOLOGICA

.-
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r:?¿¡_ s_.¿;, ..
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INSTITUTO DE INVESTIGACIONES FILOLÓGICAS UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO


Seminario de Hermenéutica MÉXICO, 2011
, .
IV. PSICOANÁLISIS y HERMENÉUTICA

l. INTRODUCCIÓN

\En este capítulo trataremos de hacer ver que el psicoanálisis


hene una estructura interpretativa, esto es, hermenéutica. Esto
ha sido generalmente aceptado, aunque hay corrientes dentro
de él que dicen haber optado por recursos no hermenéuticos,
sino de otro tipo, como la escansión, por ejemplo, o el acto
analítico (los cuales, sin embargo, para algunos de sus mismos
practicantes siguen siendo recursos hermenéuticos).
Lo haremos aludiendo a la misma búsqueda de Freud sobre
la episteme que convenía a su instrumento conceptual, a ese
aparato psicológico que estaba creando y para el cual quería
una episteme positivista, pero tuvo que darle una episteme ro-
mántica;sin embargo, pudo equilibrar las dos corrientes gracias
a In influencia que recibió de Brentano, filósofoque estaba a
caballo entre esas dos vertientes y supo, además, superarlas.

2. CARÁCTER HERMENÉUTICO DE.I. PSICOANÁLISIS

El psicoanálisis ha estado ligado a la hermenéutica, a la dis-


ciplina de la interpretación; y esto por obra del propio Freud.
Él mismo describe la metodología del psicoanálisis como un
arte de interpretación. I Con eso queda muy claro el carácter
I S. Freud, Psicoanálisis (articulo de enciclopedia, 1922-1923), donde dice
que es un "arte de interpretación", en Obras Completas, vol. 2, p. 2663.

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HERMENÉUTICA
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y ANA LOGIA RN PSICOANÁLISJS
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PSICOANÁLISIS Y HERMENÉUTICA
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hermenéutico de su propuesta. Además, ya desde sus prime- teoría aristotélica y brentaniana de la intencíonalídad, esto es,
ras obras, da un lugar muy importante a la interpretación. La que todos los actos mentales son intencionales, es decir, que
interpretación de los sueños, de los lapsus o actos fallidos, de tienen un objeto al que se dirigen. Ya sea el conocimiento, ya
los chistes, etc. Y pronto la interpretación de la libre asocia- la voluntad, tienen como intcncionalidad un objeto al que
ción del analizado. se dirigen. Brentano llamaba a ese ser in-existencia, no en el
Esto tiene que ver con una parte de la formación de Freud. sentido de algo que no existía, sino de algo que, precisamente,
Si bien se conocen sus estudios con el positivista Brücke, del existía polarizado hacia algo. De ahí parece provenir la idea
cual tomó su ideal cientificlsta, son menos conocidos sus es- de Triebe o pulsión, que Freud hace central en su psicología.
tudios con Franz Brentano, filósofo aristotélico, campeón de La pulsión tiene un destino, y ese destino es el objeto al que
la intencionalidad: tiende, el objeto de su intencionalidad.
Freud oscilaba entre el romanticismo de sus lecturas de Por eso es algo muy constitutivo de la psicología freudiana
Goethe y el positivismo de Brücke. Estaba tensionado de ma- la noción de intencionalidad, a través de la noción de pulsión.
nera singular por esos dos extremos. Pero Brentano era una Ciertamente Freud no recoge esa idea, la de intencionalidad,
fuerza conciliadora. Él no era positivista, sino critico del pero se encuentra encapsulada en la idea de pulsi6n, la cual
positivismo; y, sin embargo, tenía una vena científica muy supone un objeto de destino, que es el que corresponde a la
fuerte, siendo muy reconocido en el ámbito de la psicología intencionalidad. La misma noción freudiana de catexia o in-
misma por sus escritos sobre la psicología desde el punto de vestición realiza la noción de intencionalidad.
vista empírico. Pero no era un empirismo craso, como el de Y es ésta --la intención o intencionalídad- - la que recibe
los positivistas al uso, sino que también era un especialista en la interpretación, sobre la que recae la hermenéutica. Si en la
Aristóteles, del cual sacaba un empirismo muy fino, mezcla- filosofía analítica del lenguaje se habla de significado, en
do con teorías epistemológicas y hasta ontológicas (como se la filosofía fenomenológica dellengufje (por obra de otro dis-
ve en su tesis doctoral sobre el múltiple sentido del ser en el cípulo geniál de Brentano, a saber, Husserl) se habla de inten-
Estagirita) y un inductivismo moderado, no sólo sensualista cíonalidad, es la significación. En este sentido. en la filosofía
sino también intuicionista, que no se reducía, por ejemplo, al analítica del lenguaje se habla de buscar el significado. mien-
de Stuart Mili. tras que en la filosofía fenomenológica del lenguaje se habla de
Curiosamente, Brentano recomendó a su alumno Freud interpretar la intencionalidad (de las acciones, ya sean actos de
con Theodor Gornperz, para que tradujera a Stuart Mili den- habla o de otro tipo). Esto supo verlo muy bien Ricoeur, quien
tro de la colección de filósofos que Gornperz dirigía. Freud dice que la hermenéutica se dedica a interpretar la intenciona-
realizó esa traducción, pero no quedó allí su relación con Iídad de los hablantes o autores de textos.'
Brentano, la cual fue siempre de mucha admiración y cordia- Por eso no puede extrañarnos que Freud pusiera al psicoa-
lidad. Freud, que era estudiante de medicina. llevó algunos nálisis en la línea de la interpretación, de la hermenéutica.
cursos libres de filosofía, y se sabe de dos que llevó con Bren- Tienen que interpretarse los signos en los que se expresan las
tano, y ambos fueron sobre Aristóteles.' AlU debió recibir la pulsiones, las representaciones de las que se revisten, ya sea de

J M., Beuchot, ~I\fist(ltele$ y la escolástica en Freud a través de Brentano". ) "Ihe Task of Hermeneutics", en Hermeneuiics and tire Humal1 Sciences.
pp. 161-168. . pp. 44·45.
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modo normal o patológico, como en el caso de los síntomas y 3. LA INTERPRETACIÓN PSICOANALÍTICA


las resistencias. Se busca la intencionalidad de los síntomas,
lo que ellos significan, al igual que la intencionalidad de las Desde sus primeros escritos, Freud estuvo consciente de que
resistencias, lo que ellas esconden. el trabajo del psicoanalista era interpretar lo que el paciente
y para esto se requiere una hermenéutica muy fina, como le proporcionaba, por libre asociación, como en un texto. In-
la que se emplea para interpretar los símbolos, ya que el clusive, habla de que el paciente tiene que poder comprender
símbolo es un signo muy rico. Así son los símbolos del in- la interpretación para que le sirva. Eso indica la necesidad
consciente, complejos y ricos, amén de que admiten muchas de la hermenéutica, practicada por el analista pero recibida y
modalidades de la interpretación y muchas interpretaciones. comprendida por el analizado.
Tienen una intencionalidad compleja, polisémica. En la teoría Es, pues, una interpretación curativa, una hermenéutica
psicoanalítica de Freud se advierte la influencia de Brentano, terapéutica, la que se encuentra en el psicoanálisis. En la
como se verá también en su otro alumno, Husserl, quien patología hay una simbolización inadecuada.' Las neurosis
desarrollará la noción de intencionalidad en sí misma en la son una simbolización equívoca o unívoca. En la histeria, se
fenomenología. símbblíza mal lo que ha sucedido, y, hasta que se le da una
Si Freud dice que el sueño es la "vía regia" real hacia el in- adecÚada simbolización, desaparece. En la fobia se da una sim-
consciente, también se da cuenta' de las complicaciones que bolización que desplaza lo ocurrido, y tiene que "traducirse"
tiene su interpretación. bien, para que se cure. En la manía y la melancolía hay una
La interpretación del sueño es algo difícil, pero él ha podi- simbolización que invierte los afectos, y tiene que quitar-
do encontrar una clave que le permite interpretar el sueño co- se esa distorsión para que haya cura. En todo ello interviene
mo cumplimiento de deseos, yeso es una clave hermenéutica. la interpretación, se muestra la vocación hermenéutica del
El sueño es un tipo de símbolo, tiene un significado aparente psicoanálisis.
y otro o varios significados latentes. Lo mismo pasa con Jos La misma transferencia es una simbolización, según Freud,
chistes y los lapsus? y tiene que interpretarse bien para que dé el compendio o
y cuando Freud pasa al análisis de las asociaciones libres síntesis de la neurosis original, de manera modélica. Pero el
está empleando la hermenéutica. Ha dado a la episteme del significado de cada patología tiene que obtenerse a través de
psicoanálisis una estructura claramente hermenéutica, de una selva de ideas encubridoras, por lo que hay que hacer una
la que no puede despojarse. Síntomas y defensas son tam- "traducción': término eminentemente hermenéutico, ya que la
bién símbolos que piden ser interpretados, cuyo significado hermeneusis fue, en un principio, precisamente traducción. Y
no sale a primera vista, y se requiere una profundización no otra cosa es lo que es, en el fondo, la transferencia misma
interpretativa, hermenéutica. Por eso vemos que en la obra (trans-ferre, llevar a otra parte),
misma de Freud existe una vinculación entre el psicoanálisis Se ha puesto en dud.{lt{,alidez de una intencionalidad
y la hermenéutica. inconsciente, pensando que solamente puede ser consciente,
cognoscitiva o volitiva. Pero precisamente el descubrimiento

SS. Freud, 1.0sorigenes del psicoanélisis. Carlas a Wilhelm Pliess, manuscri-


4 M. Bcuchot,lIermelléutica. lenguaje e inconsciente, pp, 113 ss. los y Ilotas de los años 1887a 1902. Obras Completas, vol. 3. pp, 3490·3191.

j
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de Freud es que la intencionalidad inconsciente. que sobre ASÍ, se conserva la situación que provocó Freud: queriendo
todo es volitiva. de deseo. más que de conocimiento. es una dar a su psicoanálisis un estatuto de ciencia fuerte, en la línea
intencionalidad que aparece allí. como si el sujeto (según la positivista, no le fue posible y tuvo que incluir elementos
idea que de él se tiene en la filosofíaracionalista. a saber. como francamente románticos, como el fantaseo y la interpretación
un cognoscente diáfano y con una voluntad bien poseída) no misma. Pero logró un equilibrio de fuerzas. de modo que, aun
se diera cuenta. no fuera propiamente sujeto (es decir. no un cuando la interpretación psicoanalítica no podía alcanzar el
sujeto comprensor. sino solamente portador. y a veces sufrien- estatuto de ciencia empírica dura, tampoco se quedó en arte
te, de esas intencionalidades inconscientes. que operan más de fantasía. Como hemos visto. encuentra algunos criterios de
allá de su control y dominio). procedimiento y de control, los cualesle resultan suficientesen \
La práctica hermenéutica psícoanalítica puede verse como \ una episteme hermenéutica, no en una episteme positivista,"
una aplicación del modelo hipotético-deductivo.' Frente al \ De alguna manera, el psicoanálisis es una interpretación
material que aporta el paciente. el analista busca una com-l 'rle la libido. no en sí misma, sino en sus manifestaciones. Es
prensión-explicación (recuérdese que la hermenéutica no una hermenéutica del deseo (libido. libidinis significa en latín
s~para tanto estos dos polos). Se hace. pues. una hipótesis in- deseo). Si hay una libido sclendi, que señalaban los antiguos,
térpretativa.Ia cual no se puede contrastar directamente con el también hay una libido interpretandi; hay un deseo a veces
material del que surge. sino por sus efectos o resultados sobre desviado de saber, y hay, por lo mismo, un deseo exacerbado
el paciente. Es decir, no tiene una comprobación o testabilidad de interpretar. Es lo hermético y, también. lo hermenéutico.
directa, sino indirecta. Pues si la libido sciendi se aplicaba al deseo de saber cosas
Además, los conceptos empíricos u observacionales es- ocultas, por medios herméticos, la libido interpretandi se aplica
tán totalmente revestidos por los conceptos teóricos. Tales en cuanto al inconsciente. vedado, al que se quiere acceder a
conceptos empíricos se darían en la observación directa del toda costa, como los que pretendían saberes prohibidos. Allí
inconsciente, la cual sabemos que es imposible. Por ello, tiene vuelve a mostrarse el impulso interpretativo del psicoanálisis,
que accederse a ellos a través de los conceptos teóricos, de la su ulsión hermenéutica.
teoría, que es la metapsicología. Por otra parte, e pSlCOnálisis supone también una filosofía
De la observación de la conducta del paciente, en la que se del hombre o antropología filosófica como hermeneuta. Su
ve algo patológico, se añade como explicación (una abducción característica principal, su existenciario (como diría Heidegger
o lanzamiento de hipótesis) algo que debe estar funcionando en Ser y tiempo) es la interpretación, el ser intérprete, el modo
en el inconsciente. Si la interpretación produce algún cambio de ser o de existir interpretando. Y esto porque es una relación
en la conducta del paciente se ha atinado a la asignación de la interpretativa la que se da en la situación analítica, entre el
causa o explicación. Si cesa el efecto es porque se ha remoVidol analizado y el analista, pero también, por la transferencia mis-
la causa (mientras que en I~ leyes científicas se dice a la inversa: ma, entre el analista y el analizado. El analista, por supuesto,
removida la causa, cesael cyecto). interpreta al analizado, hermeneutiza el material que éste le
proporciona, para ver los significados inconscientes, como en

, G. Klimovskí, ''Aspectos epistemológicos de la interpretación psícoa-


nalulca" p. 436. , P. L. Assoun, Introducción a la epistemologla jreudlana, p. 92.
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un texto de muchos niveles. Pero el analizado, a su vez, interpreta \ nen, y que surgen de esa transacción, entre madre y padre, el
al analista, en una especie de diálogo interpretativo. . yo, recibiendo órdenes, y también puede funcionar como ídolo
Así, el ser humano que subyace al psicoanálisis. el que set monstruoso, en lugar de un ícono que señala límites, como debe
supone o se da por supuesto, es un ser humano hermeneuta. ser. Idólico o idolátrico, llena de angustia como castigo. Tiene
Tiene que permitir que lo interpreten, y tiene que ser capaz de que equilibrarse anal6gicamente.
interpretación, para interpretar la interpretación misma que De hecho, el unificar, uniformizar o absolutízar una cosa es 1
de él se hace, como en un segundo nivel, un segundo orden. lo que angustia, es cuando caemos en la univocidad. Cuando
.Hermenéutica de orden elevado, el psicoanálisis contiene varias a una situación solamente le damos un significado (y éste es
interacciones interpretativas con las que cada vez exhibe más amenazador), y no jugamos con múltiples significados para
claramente su condición hermenéutica. ella, nos angustiamos. Pero también cuando caemos en la equi-
El que podamos interpretar el relato del analizado se debe a vocidad, esto es, cuando esa situación puede tener innúmeros
la iconicidad; y, mientras mayor iconicidad logremos en la in- significados, desarticulados y hasta contradictorios, como en
terpretación, ésta será más ajustada y rica. Tal vez no podamos un símbolo, también nos angustiamos. De tal manera que
hacer una imagen o copia de lo que dice (o actúa), pero aun si se llegue a un significado analógico, esto es, a un significado
la hiciéramos sería inservible. Tampoco podemos quedarnos en
una metáfora de ello, aunque a veces hemos de contentarnos con
eso y tratar de llevarla a una comprensión más clara, restándole
múltiple, o una multiplicidad de significados, pero no ca6ticos
ni desordenados, llevados al inapresable infinito. La mediación
analógica, con su equilibrio y proporción, es la que evita la
I
ambigüedad, rescatándola lo más posible de su tendencia o angustia o saca de ella.
inclinación a Ia equivocidad. Por eso lo ideal es una interpre-
tación diagramática, esto es, de tipo diagrama, que abarca lo
metafórico y lo tcnsiona hacia la imagen, logrando la mayor 4. tINTERPRETACIÓN o ESCANSIÓN?
riqueza posible. /
Freud ve la polarización de la intencionalidad hacia sí mismo, Jacques Lacan restringe la aplicabilidad de la hermenéutica al
o narcisismo; es la época más rudimentaria y primitiva, a partir psicoanálisis, pero no la niega." Dice que muchas cosas que en
de la cual se va poco a poco llevando hacia fuera, hacia los otros, el análisis se han llamado interpretación no lo son, sino, por
en el camino de la madurez.' Esto tiene mucho de las intuiciones ejemplo, confrontación (tal vez allí entre I~escansión misma).
medievales de que el hombre se desarrolla o madura más en la Es la prioridad del acto analítico. Con'todo, aceptaque si algo
oblatividad o autodonaci6n. seaplica enel análisis, com_oY~Jo había dicho Freud, es la in-
En efecto, en los apegos, por obra del narcisismo, lo que es\ terpretacÍón. Y p1<leqú¡}a interpretación ~~-Uda- a la lingüística
icónico lo volvemos ídólico, lo idolatramos, lo hacemos ídolo, estñictUral, pensando .tal V:~~5!~~~; la hermenéutica le faltaba
y, entonces, no sólo pierde su carácter bueno, de ícono, sino que esa actualización. Pero ahí ..~st~l:><J.el ejemplo de Ricoeur, a
adquiere un carácter pésimo, de ídolo sanguinario, destructor. quien él conoció. . . ' '. .,.
El superego es el resultado del Edípo, o su representante. Es
el que recoge los ideales para el yo y las reglas que se le impo-
9 "La dirección de la cura y los principios de su poder", en Escritos 1,
p.224.
• Introducciónal narcisismo, en Obras Completas, vol. 2, pp. 2027-2028.
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Esa base lingüística estructural lo hacía centrarse en el sig- menéutica, y discrepa de su idea de simbolismo. No obstante,
nificante, más que en el significado o en el sentido. Sin embar- a pesar de tener tan presente la lingüística estructuralista,
go, aun cuando da tanta importancia al significante, no niega Lacan no parece excluir la hermenéutica y quedarse sólo con
que.se dé la presencia del significado y del sentido, sólo que la semiología. Sobre todo porque habla del carácter metafó-
estos últimos surgen cuando menos se lo esperan el analista rico del símbolo, y tanto la metáfora como el símbolo tienen
y el analizante, causando a ambos una gran sorpresa.~e_~.:- polisemia. Por lo tanto, requieren mucho de la interpretación,
cho, la interpretación ayuda a colocar al~gnificante no tanto están sujetos a la hermenéutica.
{rent~ as
u-sIgnificado, sinoseñalándole sulugar en lacadena De hecho, l.acan, al hablar del método del análisis, dice que¡
de loi-significantes, entre l~s_!ltros_significantes.9!l_ela confor- está del lado de las ciencias lingüísticas, o las scientiae sermo-
f!1.!º~Ad~más, señala ,que los significantes se vertebran com01 cinales de la universidad medieval, de la facultad de artes, el
metonimia y
metáfora. La metáfora es cambio de significan- famoso trivium, a saber: la gramática, la dialéctica o lógica y la
tes basado en la similitud, y la metonimia es una cambio de retórica. Y piensa que sí hay verdad interpretativa, que sí hay
significantes basado en la contigüidad. una objetividad en la hermenéutica.
Así, el síntoma se interpreta como un significante. Y puede Una meta de la cura es, pa~ Lacan, la interpretación ade-1
presentase como metafórico o como metonímico. De este cuada, la "palabra verdadera>: que surge en el entre-dos del
modo, lo que Freud llamaba condensación lo equipara Lacan a analista y el analizante, pues entre ambos configuran el espacio
la metáfora, y el desplazamiento a la metonimia. En el caso de en el cual brota el inconsciente, con su palabra, con su verdad,
las neurosis, prevalece la metáfora en el síntoma (la neurosis se y la producen como sentido. También entre ambos se da la
pone como sustituto del deseo); con respecto a la perversión, transferencia, así como las resistencias, y entre ambos se da
la metonimia es la que predomina (como en el fetichismo, por igualmente la palabra. Aun con su silencio, con su cadaveri~
ejemplo). Además, dice que el deseo es metonímico, porque \ zacíón, el analista provoca la respuesta del analizante, y, entr
alude a la falta o vacío al que se dirige. ambos, se suscita ésta. Así que también entre ambos se da la
Como Lacan cuestiona yreplantea las nociones de transfe- interpretación, es una hermenéutica dual. Se interpreta entre
rencia y de resistencia, limita y modifica su interpretación. La los dos, en un entre-dos.
transferencia es entendida como la investición del analista como El psicoanálisis, pues, tiene un aspecto hermenéutico in-
"sujeto supuesto saber" y'.el
deseo del analista, lo cual muchas negable y muy fuerte. El analista tiene que interpretar sueños,
veces frena el av,Úl¿ede la cura. Por eso, interpretar la transfe-
rencia sería hacer _l!!l..-engañot!lil~ar.<~)e~p~de
.la ~~ra-fí~~ia ad~~~~pretarJaue~~.!lcias ~!,ía an~
lapsus, asociaciones, la transferencia, las resistencias, etc.
Sobre todo si se tiene la idea del análisis de manera dialógica,
interviene la hermenéutica, según aquello de Gadamer, de que
I
lizar tanto las resistencias, del analízante como las del analista. la hermenéutica es esencialmente dialogal. Inclusive si no se
AaemáS;Lácall1rata"é'(1fritiáéfsTmbolismo, por ejemplo entiende así, sino, como lo hace Lacan, como escucha, también
en Iones. Ciertamente no Id t6iha,~omo Iung, que lo ensalzaba se puede pensar en la necesidad que la escucha tiene de la
mucho." Pero se opone a Iones en su intento de excluir la her- hermenéutica. Hasta la misma escansión, o el acto analítico,
dan lugar a la interpretación.
10 "En memoria de Ernest Iones: sobre la teoría del strnbolismo" en Escritos
n, p. 316 ss,
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S. HERMENÉUTICA Y ANALOGlCIDAD EN EL PSICOANÁLISIS contexto sociocultural." Ese juicio estético, que está en la línea
del juicio práctico, pero que es más sutil que él, requiere una
Algo que· se aplica mucho en la interpretación psicoanalítica atención muy fuerte al contexto. Es algo muy hermenéutico.
es la phr6nesú o prudencia, que es sumamente analógica. Por otra parte, la phrónesis· es de carácter eminentemente
Aristóteles veía a la phrónesis como una sabiduría práctica. que analógico. La phr6nesis está sumamente conectada con la ana-
tenía que ver con la comprensión y actuación de lo concreto. logía, que es proporción y orden. Eso se ve en lo que de la phró-
singular. contingente y mudable, movedizo, como es la acción nesis dice Aristóteles en el libro VI de la Ética a Nicámaco. La
práctica. no solamente la moral, pero sobre todo ella. y Gad- phrénesis es analogía hecha carne, invíscerada en la persona,
amer dice que la phrénesis es el esquema, modelo o estructura de modo que, al actuar esa virtud, se ejercita la' proporción, la
de la interpretación de la hermenéutica." Porque en la inter- adecuación de los medios con los fines. y comoJa ph'rónesis,
pretación, al igual que en la acción práctica, se relaciona algo además de ser analogía puesta en práctica o proporción ajus-
universal con algo particular, en este caso el texto, que es par- tada. es el esquema de la interpretación de la hermenéutica,
ticular. con el contexto, que es algo universal; pero también co- puede hablarse, en esta línea aristotélica y gadameriana. de
mo en la jurisprudencia. en la que se relaciona algo universal, una hermenéutica analógica. Una hermenéutica analógiCa\
como es la ley. con algo que es particular y concreto. que se aplicaría adecuadamente en la interpretación psicoa-
En la situación psicoanalítica se hace algo así, a saber. se nalítica.
aplica la teoría psicoanalítíca al caso concreto del analizado. La aplicación de la phrónesis es el modelo de la hermenéu-
Casi podría decirse que en cada caso se aplica de manera muy tica y es su~a~ente analógi;ca. ~e hecho, la analogía se coloca I
sutil la teoría, y casi se recrea la teoría para cada caso, porque entre la UnIVOCIdady la equívocldad, No se puede pretender el
cada uno es muy distinto. De este modo, se ve cómo la her- univocismo en la interpretación psícoanalüica, por supuesto;
menéutica está muy presente en el análisis. Se da en la línea\ pero no se puede caer en la interpretación equivocista, que la
de la phrónesis; hay una deliberación para sopesar las hipótesis haría relativista en extremo y la hundiría en la ambigüedad.
interpretativas que son practicables, y se elige una o más para Una interpretación analógica buscará la apertura que no tiene
ser aplicadas y probadas. De esta manera esas hipótesis inter- la hermenéutica unívoca, pero sin caer en la desmesurada
pretativas pueden ser ensayadas, corregidas y mejoradas. Cada apertura de la hermenéutica equívoca. Permitirá no imponer
vez ajustándose mejor al caso. como toca a la phrónesis. al analizado interpretaciones forzada:s;·~ero sin dejar todo a lo
La phrénesis, en efecto, es razón práctica, y esto parece lle- que él quiera, a la ambigüedad.'!
varnos a la Crítica de la razón práctica. de Kant. más allá de Se dice que la ciencia busca la univocidad y la poesía la me
la razón teórica, que él discute en su Crítica de la razón pura.
táfo~a. Pero ni la cie.nC.ia ...síemprela univocidad ni I~
..alc.,.anz.a
Pero también está contenida en el juicio reflexivo de la Critica metafora se hunde en la.~~~!r~c;~ad., por más que la metáfora
deljuicio, que es el juicio de gusto. la razón estética. De heChO,\ esté tan cercana a la eqUlvoqda4. al modo como la metonimia
Hannah Arendt dice que la phrónesis coincide con el juicio lo está a la univocidad. ~~ '.ci~~~¡~~·
según Iakobson, es meto-
reflexivo de Kant. en el contexto del sensus communis o razón nímica. mientras que la poesía es metafórica (aunque tarn-
comunitaria, compartido por la sociedad en cuestión, esto es, el . 12 Between Past and Future, p. 221.
1) M. Beuchot, "Lafrónesis gadameriana y una hermenéutica analógica",
11 Verdad y método. pp. 499-500. pp. 439-449.
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bién hay poesía metonímica y ciencia metafórica, como lo tico muy fuerte. Puede decirse que tiene una vocación her-
muestra Max Black en su obra Modelos y metáforas; tal vez de menéutica. Esa vocación hermenéutica implica meter como
lo que se trata es de predominios: en la ciencia predomina la código interpretativo la teoría o los elementos teóricos fun-
metonimia y en la poesía la metáfora). Donde no se alcanza damentales (como el complejo de Edipo), para interpretar lo
la univocidad, se alcanza la analogía. y donde no nos des- que se nos presenta como un texto, que es el caso concreto del
lizamos hasta la equivocidad plena. la analogía nos sirve de analizado.
límite. de contención. Por eso el psicoanálisis. que no alcanza
la univocidad, pero que tampoco puede desplomarse en la
equivocidad, puede aferrarse de la balsa de la analogía para
no caer y ahogarse.

6. CONCLUSIÓN

El analista aprovecha la condición humana. que tiene como


uno de sus elementos el predominio de la simbolicidad. Cier-
tamente sus conductas son signos y significantes. pero creo
que de un tipo muy especial. a saber, tienen carácter de sím-
bolos. El símbolo es polisémico, es un signo o un significante
multívoco, tiene significado múltiple. Si pasamos más allá del
estructuralismo, a la filosofía analítica del lenguaje. tendremos,
en lugar de significante y significado, el sentido y la referencia
como aspectos del signo. En efecto, según el modelo del signo
de Frege, muy usado en filosofía del lenguaje, el sentido es lo
que captamos del signo al percibirlo, y la referencia es la rea-
lidad a la que alude, a la que apunta.
Los síntomas, las resistencias, la transferencia misma, los
sueños, los lapsus, etc., son símbolos, y ya el propio Freud
señalaba su carácter simbólico. Decía que son símbolos del
inconsciente. Usan sobre todo la condensación y el desplaza-
miento, que pueden hacerse equivaler a la metáfora y la me-
tonimia, respectivamente. Y esos t~opos r~q~ieren. int~rpretat
ción. Sobre todo la metáfora, que llene múltiples significados.l
Requieren de la hermenéutica.
pe esta manera se ve que el psicoanálisis haceuso muyam-
plío de la interpretación. Tiene, pues, un carácter herrnenéu-
V. HERMENÉUTICA ANALÓGICA
Y PSICOANÁLISIS

1. INTRODUCCIÓN

En este capítulo deseamos investigar la relación de la filosofía


con el psicoanálisis, pero mirando hacia el futuro. Para ello,
continuamos con el examen de su relación con la hermenéu-
tica. Ya que en el capítulo anterior vimos su relación con la
hermenéutica en general, ahora veremos su relación con un
tipo específico de hermenéutica: la analógica. No se trata,
pues, de hacer la historia de esa relación, sino de plantear pis-
tas de por dónde pueden ir. Esto repercutirá en un estudio
acerca de las futuras posibilidades de la filosofía misma y
también del rendimiento que puede dar en un futuro el psi-
coanálisis. En efecto, tanto la filosofía como el psicoanálisis
tienen que mirar atentamente a los fenómenos de pensamien-
to que se han dado recientemente, los cuales indican ciertas
necesidades culturales en los hombres de hoy: Para no quedar
obsoletos, tanto la filosofía corno el psicoanálisis han de otear
ese futuro.
Por eso queremos tomar en cuenta algunos cambios que
recientemente se han 'dado en lasociedad (caída de la moder-
nidad y paso a la tardo modernidad o posmodernidad, crisis
de la razón o del racionalismo, impasses en la ciencia. etc.),
que indican que tanto el psicoanálisis como la filosofía tienen
que buscar nuevos derroteros y apoyarse mutuamente en el
desarrollo ulterior que se abre ante ellos. Hay nuevos métodos

73
74 HERMENÉUTICA y ANALOGÍA EN PSICOANÁLISIS HERMENÉUTICA ANAI.ÓGICA y PSICOANÁLISIS 7S

o, por lo menos, formas de pensamiento que conviene exa- y otro pueden beneficiarse mutuamente de sus críticas y su
minar, para ver qué pueden ofrecer de bueno y aprovechable apoyo, para quedar enriquecidos tanto en la teoría como en la
tanto a la filosofía como al psicoanálisis: hermenéutica, des- práctica. En el psicoanálisis hay muchos supuestos filosóficos
construcción, pensamiento débil, etc" están en espera de ser que no se han revisado a la luz de nuevas corrientes filosófi-
ponderados y aprovechados. Provienen de la filosofía, pero cas, o de las aportaciones de algunas de sus escuelas recientes,
el mismo psicoanálisis ha influido en una y otro, y pueden y conviene hacerlo.'
redundar en beneficio de ambos. Con ello se verá mejor la También, como en la elaboración de la filosofía intervienen
pertinencia de una hermenéutica analógica para la labor no sólo la inteligencia y la razón, sino la fantasía y la emoción,
psícoanalítica. así como el inconsciente, será muy bueno analizar los procesos
de esta índole que intervienen en la filosofía. Con ello se po-
drá tener una mayor conciencia de la actividad filosófica y de
2. PSICOANÁLISIS y FILOSOFÍA los elementos, sobre todo no racionales o emocionales, o no
conscientes, que toman parte en esa actividad.
Tanto en la filosofía como en el psicoanálisis se han dado va- A su vez, la filosofía beneficiará 4
psicoanálisis en su cons-
trucción teórica interna, ya que hará que tenga una consis-
rios fenómenos que señalan cambios, a veces drásticos, en el
pensamiento reciente. Nuevas teorías, nuevos métodos, aban- tencia o coherencia mejor, una interpretación más adecuada
dono de ciertas ideas e incorporación de otras. Avances en y una utilización más conveniente y fructífera de los medios
la ciencia médica, sobre todo neurológica y psiquiátrica, que interpretativos. Con ello se puede mejorar también la praxis
deben ser vistos como revoluciones científicas. Predominio de psicoanalítica, al darle una estructuración filosófica más exi-
problemas que antes no se tomaban tanto en cuenta, como los gente y profunda.
lenguajes simbólicos, el interculturalismo, etc.' Algo que puede fungir como mediador entre el psícoanáli-l /
AsI, pensamos que el psicoanálisis tiene que recibir varios sis y la filosofía es la hermenéutica. De hecho, el psicoanálisis\
esclarecimientos de la filosofía para evitar quedarse atrás, para es una hermenéutica, un arte de interpretación, como el pro-
impulsar algunos de los avances recientes que se han dado en pio Freud lo definió. Y la hermenéutica es ahora la manifesta-l
su seno, y que obligan a usar nuevas herramientas conceptua- ción filosófica más propia o peculiar de la tardomodernidad o
les (que provienen de la filosofía), esto es, para estar al día. Ya posrnodernidad.' De observar y tomar en cuenta los fenóme-
no se puede seguir negando la interconexión del psicoanálisis nos de la posmodernidad nos viene el atender a la hermenéu-
con la filosofía, y vale más extraer los supuestos filosóficos tica, y, al atender a la hermenéutica, estaremos estudiando la
que entraña, para tener más lucidez y saber cómo orientarlo posmodernidad, pues la necesidad de interpretar es una de las
en el porvenir. más experimentadas actualmente.
También se ve necesario que la filosofía atienda al psicoa-
nálisis, el cual puede brindarle, a su vez, algún esclarecimien-
to a propósito de sus elementos, crisis, desarrollos, etc. Una
1A. Constante, "Psicoanálisis y filosofía. vecinos distantes'; en La metáfora
, Puede verse M,·Beuchot, Historia de la filosofla en la posmodernidad, de las cosas (Nietzsche, Heidegger. Rilke. Freud}, pp. 113 ss.
pp. 17 ss. ) G. Vattimo. Ética de la interpretación, pp. 55 ss.
76 HERMENÉUTICA Y ANALOGíA EN PSICOANÁLISIS HERMENÉUTICA ANALÓGICA Y PSICOANÁI.ISIS 77

~ay algún· limite. algún código? En p~cas palabra·s. ¿-has-\\


3. LA HERMBNÉUTICA COMO LECTURA EN EL PSICOANÁLISIS ta qué punto el analista puede recrear el texto del analizante?
No creemos que esa creatividad o productividad del lec-
Se dice que el psicoanálisis es lectura. Por eso aquí hablaremos 1 tor pueda ser completa, tiene que encontrar límites. ¿Y cuá
de la hermenéutica también como lectura. Y daremos a la les son esos límites? Tal vez esos límites sólo puedan ser intui
lectura una caracterización muy amplia. pero aceptable. Es la tivos, movedizos, imprecisos, pero son límites, al fin y al cabo.
aproximación. en el terreno de un texto. entre autor y lector. Hay límites (para Lacan son la letra y el objeto que ocupan
Creemos que el tipo de lectura del que hablamos aquí es el quel1 el hueco esencial). Solemos decir que, en cuanto a un texto
se da en la hermenéutica. Tiene los dos correlatos, las dos in- hay límites sintácticos, semánticos y pragmáticos; es deci •
tcncionalidades eternamente en juego, que son la del autor y la tenemos que conocer mínimamente el lenguaje o el código e
del lector. que se encuentran en el texto, y que, según Umberto el que el texto está escrito (sintaxis); tenemos que conocer I
Eco, producen su íntencíonalídad.' Autor y lector luchan a manera que tiene el autor de escribir. su estilo (semántica); y
muerte, en la arena del texto. Pero tenemos que hacerles justi- tenemos que conocer lo mejor que pueda su contexto históri-
cia. No matar a uno o a otro. sino sacar algo de los dos. Como co, social, c~ltural. etc. (pragmática o hermcnéuticaj.! Por eso \\
teóricos de la interpretación. nos centraremos en este problema descreemos de una lectura o interpretación unívoca.Iiteral, al
y reflexionaremos sobre él. pie de la letra o verbatim, ya del mismo analizante al codificar
En el caso que se nos describe, el autor es el analizante, desde (con símbolos) lo que le da su inconsciente, ya del analista, al
su inconsciente, que ofrece poco y disfrazado (aunque no es el decodificar (a partir de la teoría psicoanalítica, que le sirve de
autor total). En efecto, se produce un texto híbrido. en parte código para descifrar) el texto que le presenta el analizante y
con el pequeño resto del inconsciente yen parte con el revesti- producir un texto que ya no es el mismo. Claro que siempre
miento (simbólico) que le da el consciente, y que es su texto. y_ hay pérdida. Pero esa creatividad o productividad o cons-l~
luego viene el lector, que es el analista. y que, por supuesto, no truccionisrno interpretativo tiene límites, tiene que respetar
reproducirá al pie de la letra el texto original del analizante, lo unos límites; si no. será una hermenéutica equivocista en la
cual es imposible, sino que hará otro texto, el suyo. desde sus que se leerá lo que cada quien quiera, y será una suerte de
propios presupuestos: su historia, su asimilación de la teoría desencuentro y hasta un despropósito, que evitará incluso el
psicoanalítica, etc. vínculo entre los dos. Hay, por lo menos, criterios pragmáticos,
Pero el problema que se presenta es el de siempre en la de resultados, que avalan la correcta orientaci6n sintáctica y
hermenéutica, y que se repite aquí en la lectura psicoanalíti- semántica.
ca: ¿hasta qué punto el texto del autor puede ser leído por el Es decir, tampoco se trata de que este texto produzca otro
lector de manera independiente? Es decir, ¿hasta qué punto texto, y así al infinito. Los propios cabalistas sabían que la in-
podemos prescindir del autor, de la intencionalidad que tuvo terpretación es infinita'en principio, pero también sabían que
al escribirlo. o incluso de la intencionalidad de su incons- nosotros somos finitos; que nuestra mente es limitada, y que
ciente al manifestar algo de sí mismo, así sea en símbolos? por lo mismo tenían una cantidad determinada de lecturas, y
Ese relato o esos símbolos, ¿pueden ser leídos como sea. o
s M. Beuchot, Tratado de hermenéutica analógica. Hacia un nuevo modelo
4 Los límites de la interpretaci6n, pp. 29 ss. de la tnterpretaclén, pp. 171 ss.
78 HERMENÉUTICA Y ANA lOGIA EN PSICOANÁLISIS HERMENÉUTICA ANALÓGICA y PSICOANÁLISIS 79

más valía encomendarse a Yavé para atinar con el menor nú- se envidia al maestro o a algunos alumnos, se aprende a ser
°
mero de pasos, jugadas lecturas. Tenemos que poder orien-\ revolucionario o creativo. se producen cismas o avances, etc.
tamos, acotar, Otro que también hablaba de la interpretación Exactamente como sucede hoy. No difieren mucho nuestras
infinita era Peirce, pero distinguía un infinito en potencia y un escuelas de psicoanálisis o de filosofía (aunque. por desgracia,
infinito en acto o actual. El infinito de interpretaciones es sólo se van despersonalizando cada vez más, pierden ese encanto de
potencial,' de.hecho yen acto acotamos las interpretaciones por la relación personal y se vuelven masa, se masifican).
abducción, con hipótesis interpretativas adecuadas (lo que aho- Lo que parece más importante es que en esas discusiones
ra llamamos heurística). Peirce lo expresa diciendo que, ante un talmúdicas no se llega a una respuesta única. 1.0 mismo pasa
infinito de.hípótesís, alcanzamos a elegir las más conducentes, ahora. No hay una lectura unívoca. absolutista, positiva. hay
por una capacidad heurística (una especie de a priori) que tiene conflicto de interpretaciones. Pero el peligro es propiciar una
el hombre, y que debe ser cultivada.' Es decir, es en parte innat~1 lectura totalmente ambigua, irreductible. equívoca. No vale
yen parte adquirida, a saber. es perfectible, mejorable. Por eso¡ cualquier interpretación. hay un dominio o conjunto de inter-
procede p'0r ensayo Y error. pretaciones aceptables, e incluso unas son mejores que otras.
Se dic~ que la diferencia entre el talmudista y el pSicoanalista) Eso nos alecciona para hoy. Si bien ahora se está peleando!
radica en que el primero tiene una clave de interpretación y el fuerte contra el univocismo que reinó hasta hace poco, actual-
segundo no. Pero creemos que es un poco exagerado, o que \ mente el peligro es caer en un equivoclsmo atroz. de un relati-
se debe matizar. El psicoanalista tiene como clave la teoría I vismo excesivo en la lectura y la interpretación. Cuando Lacan
psicoanalítica de la interpretación de los sueños. resistencias, \' aconseja no comprender se está refiriendo a la comprensión
transferencias; crea su propia versión o, si se prefiere. podemos unívoca. Y cuando dice que siempre hay malentendido. hay que
decir que se trata de su muy particular asimilación. Ya es un recordar que el malentendido es doble: equívoco o análogo. Un
código, ya es una clave. Claro que falta mucho más. Quizá dC\l r antiguo manual de lógica del siglo XVI dice que el equívoco es
lo que se carece es de la forma en que el psicoanalista ha hecho \\ doble: el propiamente equívoco y el análogo," Pero puramentel
un hábito de esa interpretación de los sueños. Es la virtus in- equívoco no puede ser. No habría "palabra verdadera" nunca.
terpretativa que ha logrado realizar en sí mismo. y no serviría para nada, ni para explorar la psique.
El ejemplo de la discusión entre talmudistas es excelente Es posible establecer una comparación entre nuestra proll)
para nuestro propósito." Coincide con lo que Peirce llama puesta cuando se presenta o se da a conocer un texto, la obliga
comunidad de conocimiento o comunidad epistérníca, y que ción del otro es realizar una lectura que brinde cierto sentido.:
puede llamarse comunidad de interpretación. Siempre tiene Esto conlleva a realizar un esfuerzo para no leer lo que noso-t
la forma de una escuela. ya sea la de los talmudistas, la de los tros queramos, sino dejar lo más que se pueda al texto que se¡
psicoanalistas, y se puede pensar en un taller de artista, porque manifieste. que nos manifieste al autor, que nos muestre stt
a éste se llega sin saber prácticamente nada •.se aprende casi intención, esto es. ese sentido del que se ha hablado. Es impor-
todo del maestro y de los demás compañeros, los alumnos; ta~te recuperar el sentido, no necesariamente el significado. Al
decir "significado" se pretende aludir a la referencia. es laque
que hace juego con el sentido. En cuanto a aquélla, cabe distin-
Ch. S. Peirce, La ciencia de la semiótica. pp. 40-41.
6

¡A. Sucasas, El rostro y el texto. La unidad de ética y hermenéutica, pp.


62 ss, 8 D. de SOlO. Summulae, fol. 7rv.
1
80 HERMENÉUTICA Y ANALOGtA EN PSICOANÁLISIS HE~MENÉUTICA AN_ALÓGlCA y PSICOANÁI.1S1S 81
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guir entre una referencia unívoca y otra analógica. pretender Preud veía el psicoanálisis como un arte interpretativo, esto
rescatar la referencia unívoca es de una lectura unívocísta, una es, como una hermenéutica. Pero, como hemos dicho, sabemos
hermenéutica univocista; pero hay que buscar una referencia que hay varios tipos de hermenéutica, en concreto, una her-
analógica. Al revés, atender solamente el sentido es equivocista. ; 'menéutica unívoca, otra equívoca y otra analógica. y no cual-
Dado que el sentido es polísérnico o multívoco, se puede dar quiera de ellas le puede convenir sin más. No le conviene una
una lectura equívoca o una lectura analógica (pues tanto, la hermenéutica unívoca, como es obvio, ya que.suobjeto, que es
equlvocidad como la analogía pertenecen a la multivocidad). el inconsciente, y su proceder, que es el fantaseo; no se ajustan
Pero creemos que es posible alcanzar una lectura anaI6gica,\~ a los requerimientos exigentes y rígidos de la univocidad. Pero
y no caer, desesperadamente, en una lectura equívoca, total- ~ tampoco puede convenirle una hermenéutica equívoca, que
mente ambigua. Allí, en ese reducir la ambigüedad y tender deje que se interprete lo que sea, lo que se quiera, lo que venga
a la analogía, está el esfuerzo de lectura que se pide, el lector en gana, ya que eso disolvería toda posibilidad de conocer o
esforzado es el verdadero hermeneuta analógico, ya que para comprender al individuo, y mucho más de ayudarlo o curarlo.
caer en la equivocidad no hace falta esfuerzo alguno. En cambio, una hermenéutica analógica evitará la rigidez d
la hermenéutica unívoca y la excesiva apertura de la herrne
néutica equívoca, para llevar la interpretación a la polisemi
4. HERMENÉUTICA ANALÓGICA Y PSICOANÁLISIS innegable, pero también a ponerle límites, de modo que pued
utilizarse para comprender y curar (Laca n quitará esa intenci6
Así pues, el psicoanálisis es una hermenéutica o arte interpre- de comprender y curar).
tativo. Pero requiere una hermenéutica adecuada a su propia El propio Freud tuvo que lograr el difícil equilibrio entre el
naturaleza. 1lay hermenéuticas unívocas, equívocas y analógi- univocismo y el equivocismo, esto es, entre el positivismo y
cas,? Una hermenéutica unívoca tiene la pretensión de lo claro el romanticismo, entre el cientificismo y el ernotivísmo." Por
y lo distinto, de recuperar el sentido literal de un texto, lo cual un lado, quiso dar al psicoanálisis un estatuto de ciencia, de psi-
no pasa de ser un ideal. En cambio, una hermenéutica equívoca cología científica, como reza el subtítulo de su Proyecto de una
abandona la posibilidad de recuperar el sentido literal, y sólo psicologta para neurólogos. Sería una ciencia médico-biológica.
busca un sentido alegórico, en todos los textos, de modo que precisamente del lado de la neurología.
se acaba por admitir cualquier interpretación. A diferencia de~..\ Allí le da a la psique una estructuración energética, como la'
ambas, una hermenéutica analógica se coloca a mitad del ca- de la electricidad. Pero, por otra parte, en sus cartas a Fliess se 1
mino; trata de tender (al menos sólo idealmente y de lejos) al ve cómo tiene que acudir a elementos irracionales y emotivos,
sentido literal, sabiendo que nunca lo va a alcanzar, o al menos \ como la empatía, la fantasía, etc. De hecho, no se queda ni
no totalmente; acepta que habrá una gran pérdida en esa línea; en positivista ni en romántico, sino que llega a una síntesis,
pero, aun cuando es consciente de que predominará la equi- a una postura intermedia y proporcional que puede llamarse
vocidad, tampoco se derrumba en la equivocidad completa, le anal6gica. y, como en la analogía predomina la diferencia, en
pone límites, se mueve en una cquivocidad con límites, en una Freud predomina lo no-científico, lo más psicológico, lo más
equivocidad limitada. filosófico, es decir, hermenéutico, por más que él siempre tenía

9 M. Beuchot, Perfiles esenciales de la hermenéutica, pp. 52 ss. 10 M. Beuchot, Hermenéutica, lenguo]« e inconsciente, pp. 113 ss.
82 HERMRNÉUTIC,," y ANALOGíA EN PSICOANÁLISIS HERMF.NÉUTlCA ANAI.ÓGlCA y PSICOANÁLISIS 83

ese ideal de dar al psicoanálisis un estatuto epistemológico de camino: la facilitación; hay una huella mnémica, y la repetición
ciencia natural. ablanda la resistencia, con lo cual permite la descarga.
y es precisamente ese carácter interpretativo de la episteme La muerte tiende a la repetición y viceversa. La repetición
del psicoanálisis lo que hace que la hermenéutica sea algo tart busca restaurar lo anterior; el regreso al orden inicial. En
connatural a él. Si, por un lado, tenemos que la hermenéutica cambio, el apremio por la vida busca ir a algo más, pasar más
es una de l3l. ~
andiciones de posibilidad del psicoanálisis, y, por adelante. Pero la repetición es inconsciente, y se da ante el
otro, que lallItilogía es otra de dichas condiciones (pues fracasa peligro o amenaza. La acción es sustituida por el recuerdo. El
en alcanzar lo unívoco yen lo equívoco se diluye), tenemos que sujeto se ve presionado a renunciar a sus mecanismos de defensa
el psicoanálisis dama por una hermenéutica analógica. anteriores, y por eso ve la curación como amenazadora. Perol
la repetición es peor que las resistencias, porque es un impe~
dimento mayor. Más bien hay que hacer lo que Freud llama la
5. EROS Y TÁNATOS reelaboración. Lo que está en el inconsciente, dañando. se elabo-
ra de manera distinta. Se cambia, se corrige. Por eso no se que-
De los elementos componentes de la teoría psicoanalítica de \ Ida en una repetición unívoca; tampoco en una reelaboración
Freud, dos son los que se contraponen: el Eros y el Tánatos, el equívoca, que pierde lo anterior totalmente. Lo interpretado se
impulso de vida y el impulso de muerte, la libido y la detrudo. reinterpreta de manera distinta, se busca que sea diferente. En
Ellos tienen que llegar a una síntesis conciliadora, pues no se I ese predominio de lo diferente, sin acabar completamente lo
.trata de que no opere el instinto de muerte, el cual, como dice anterior, radica la analogía .
Preud, "trabaja en silencio"; de lo que se trata es que quede con- Por eso una hermenéutica analógica evitará que la inter-
trapesado con el de vida." y, como en la analogía predomina pretación psicoanalítica repita y reitere lo mismo, eludiendo
la equivocidad sobre la univocidad, y dado que el instinto de la univocidad.'! También evitará la pretensión de instaurar un
muerte es unívoco yel de vida equívoco, predomina el instinto orden completamente nuevo, sin relación con el anterior, es
de vida. decir, equívoco. Será una interpretación que evite la repetición'
En efecto, hay una lucha y un acompañamiento que desarro- unívoca, pero que también escape de la innovación equívoca,
llan la pulsión de muerte y la pulsión erótica. La pulsíón erótica para pasar a una analógica, en la que se retiene algo de lo ante-
sirve para resistir a la muerte. La muerte devuelve a un estado rior, esto es, se repite; pero, también, algo se da como nuevo. Y
inicial, el de lo inerte. Por eso se trata de conjuntar ambas pul- eso nuevo es lo que permite la curación, es una reinterpretacíón,
sienes, para que la vida continúe. La pulsión erótica es un tanto pero no meramente repetitiva, sino innovadora, cambiante.
ruidosa; en cambio, la pulsión de muerte trabaja callada. No se
exhibe, más bien usa a algún representante. El más usual es la
pulsión de la repetición; porque, a diferencia de eUa, la pulsión 6. REPETICIÓN Y CAMBIO
erótica es creativa. La pulsión de muerte es repetitiva. Preud,
desde su Proyecto de psicologla para neurólogos, señalaba el La analogfa interviene en lo psicoanalítico porque uno de los
hallazgos de Freud en el psiquismo es la contradicción, y la

11 P. L. Assoun, L'angoisse, pp. 21 Y39. 12 M. Beuchot, Tratado de hermenéutica analógica, pp. 157 ss.
-, .:

84 HERMENÉUTICA Y ANALOGÍA EN PSICOANÁI.lSrS IIERMENÉUTlCA ANALÓGICA Y PSICOANÁI.ISIS 85

analogía, que tiene como una de sus formas la dialéctica, busca las resistencias), lo irrelevante, lo accidental. Hay, aSimiSmO,I\
reasumir la contradicción, equilibrar los opuestos. La psique dos historias: la oficial, que cuenta el analizante, y la subya-\
y el soma, el deseo y la ley, la fantasla y lo real, cte., están en cente, que es la que reconstruye el analista, atendiendo a las
contradicción, Y la palabra creativa tiene poder curativo para 1 formaciones de compromiso, que dan testimonio del pasado:,
romper esa c~ntradicción, para encauzar la satisfacci6~
deseo inconsciente, el cual provoca una rasgadura o eSCISlOn
~ell los síntomas, las transferencias, las repeticiones, los sueños y\/
los recuer~os:14 Por l,ainterpretación del an~\ist~~ el analizante!!
en la persona, que la urge a remediarla. puede resignificar su pasado y modificar 'N-pfesente, pues ~
El inconsciente es un tipo de memoria, porque guarda y el pasado puede ser psicoanalíticamente reescrito desde el
archiva lo reprimido, lo que actúa sin mostrarse. Son archivos presente.
secretos, que ocultan la información, en lugar de ofrecerla, Dada la repetición que se hace de los síntomas y conductas
brindarla. y otro hallazgo de Freud en el psiquismo es la com~; provocadas por motivaciones inconscientes, rril~,ntras siga el
pulsión a la repetición de lo reprimido.'! En efecto, lo repriml-] desconocimiento de dichas motivaciones, seguirá la conducta
do, que es también lo incomprendido (por eso es inconsciente), sintomática. En ese sentido se puede hablar de destino y de~
pugna por retornar al presente, vuelve y da vue~as, navega en dete~minismo en el psicoanálisis. Pero habrá libertad en la
las formaciones inconscientes tratando de encontrar su solu- medida en que se desvelen las motivaciones inconscientes y
ción, por la realización y la liberación. la repetición se vea interrumpida. En esa medida hay cambio
La lucha se libra interiormente. Lo principal, si no es que y libertad.
todo, ocurre en el interior, en las formaciones inconscientes. Se El analizado no recuerda esas motivaciones, precisamente
proyecta hacia el exterior, hacia el mundo, que se ve como hostil por eso son inconscientes: las actúa. Lo reprimido ha sido olvi-
y se le adjudican los peligros que maquina nuestra mente. Hasta dado, pero está presente, actuando; y se descubre con la inter-
que esa lucha interior libera el interior mismo, y, por interven- pretación psicoanalítica. E,sE.Jransferencia, bien utilizada, la,
ción de la palabra o de la interpretación, todo queda entonces, que puede ayudar a frenar la repetición, ya ponerla al servicio I

liberado. Hay cambio y mejoría. del recuerdo, para modificado. Ya no es mera repetición, se
Por lo demás, el inconsciente no conoce el tiempo. Lo que resígnífica, se reescribe. Por la elaboración, se reelabora y se
fueen ~Lp~sado está vivo ~l"! el present.~, como si estuviera en cambia de significado; con esto llega a corregirse.
-ese entonces, en el momento del trauma o de la represión, Yaque la transferencia (o neurosis de transferencia) es una
como si fuera ahora. Nó conoce el tiempo lineal, sino el circu- especie de resumen, esquema o modelo de la neurosis del
lar, el cíclico, del eterno retorno de lo reprimido. Es la repeti- paciente," pertenece a la repetición, es algo que hay que des-
ción a la que aludíamos. Por eso la historia que aquí se recupera membrar y resígnificar, Así, el psicoanálisis tiene como papel
es la del conflicto pulsional de la etapa infantil, señaladamente la resignificación; por eso versa sobre significados, los cuales
la del Edipo, modifica para dar una significación nueva y distinta, o por lo
Hay dos lenguajes: el de la razón yel del deseo, y en este\\\
último lo que cuenta es precisamente lo que se desecha (por
14 A. Constante, "La pregunta que se atreve a Interpretar': pp. 261 ss,
IS F. Alexander, "La evolución de la terapia psicoanalkica", p. 35: "La neu-
IJ S, Freud, Nuevas lecciones introductorias al psicoanálisis, lección rosis transferencial es una edición mas benigna de la verdadera neurosis del
XXXI. .. paciente en la vida real, de la cual se cura paso a paso en el análisis':
86 IIERMENÉUTlCA y ANALOGÍA EN I'SICOANÁI.ISIS

menos en la que predomine la diferencia (que es lo propio de


la analogía).

7. CONCLUSIÓN

En esto vemos el papel singular que toca a la analogía en el VI. EL SÍMBOLO EN EL PSICOANÁLISIS
psicoanálisis. No el eterno retorno de lo mismo. sino el eterno
retorno de lo análogo. cada vez más distinto. más diferente. Ya
que en la analogía predomina la diferencia sobre la identidad. 1. INTRODUCCIÓN

da al psicoanálisis un modelo para ir propiciando cada vez más


la diferencia. aunque nunca se llega a alcanzar por completo.
Con todo. se da el suficiente cambio. la suficiente diversidad, Parece ser que en el psicoanálisis se cumple de manera
como para hablar de una cura. más fuerte la idea de Cassirer de que el hombre es un animal
Asimismo. la analogía muestra el camino al impulso de vida simbólico. pues lo más amplio y profundo que tiene el ser hu-
para superar el impulso de muerte. pero contando con él. Si el', l' . mano. que es su inconsciente. se manifiesta en símbolos. Los
impulso de muerte, que va con la repetición. es unívoco, por \ \''\ síntomas, los sueños, etc .• son símbolos con los que habla el
lo mismo que sordo y reiterativo. el impulso de vida corre ell inconsciente, son sulenguaje simbólico. Por eso hay que usar
peligro de hacerse equivoco. de no tener sentido. y con ello la interpretación, la hermenéutica y, sobre todo, hay que ver
se pierde. se derrama. se disemina. Por eso es conveniente al , qué tipo de hermenéutica es la que puede acceder a ese lengua-
psicoanálisis una hermenéutica analógica, que le indique el je simbólico. Porque no cualquiera puede hacerlo.
derrotero y le señale la dirección. para combinar y armonizar Y es que el símbolo es demasiado importante para que se
esas dos fuerzas contradictorias. deje en manos de cualquier hermenéutica. Tiene que ser una
que atrape suficientemente su riqueza, sin pretender, empero.
captarla toda, agotarla. Intenta hacerlo una hermenéutica
unívoca, con el ideal de traducirla completamente a la razón.
No la capta suficientemente una hermenéutica equivoca, con
su desazón que no le permite acercar la riqueza del sírnbolo a
la razón mediante la fantasía. En cambio. una hermenéutica
analógica podría hacerlo. De eso hablaremos aquí.

2. EL SUEÑO COMO SÍMBOLO

~~~~L_o~J;5~,p~~.fdign~átic,o;.ele la ínter-
Par~ _r:re~~, .e~,su~.~~~
prefación psícoanálítlca, El sueno es la realización disfrazada

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