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UNIVERSIDAD ESTATAL DE GUAYAQUIL

FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS

CARRERA DE MEDICINA

Cátedra:
Psicología
Integrantes:
 Cornejo Barcia Elian Eduardo
 Velaña Gomez Rayzha Mayzha
 Vazconez Andramunio Mauricio Alfredo
 Pacheco Santana Yuletsy María
 Marmolejo Peláez Saray Joan
Docente:
Mgs. Rosa Elena Cepeda Escalante
Tema:
Lectura del libro “El alma está en el cerebro”
Año lectivo
2022-2023
Claves violentas

La violencia y la delincuencia es hoy un problema planetario que líderes y sociólogos

intentan solucionar, empero en Redes ahondamos todavía un poco más para intentar de

conocer cuáles son las claves de este maltrato específico de los homínidos y ver cómo

tenemos la posibilidad de reducirla.

 Violencia: déficit cerebral

Adrian Raine, profesor del Departamento de Psicología de la Southern California

University. El objetivo de sus investigaciones es intentar comprender las bases biológicas y

sociales del comportamiento violento.

A partir de Barcelona a Nueva York, a partir de Madrid a Londres, y a partir de Amsterdam

a Los Ángeles, la sociedad teme la violencia y el crimen. La violencia parece una

costumbre humana y quizá nuestra mentalidad además es una costumbre que deberíamos

cambiar. Creíamos que la violencia era el efecto de actos conscientes, decididos por la

sabiduría humana; creíamos que podíamos ser pacíficos o violentos dependiendo de nuestra

voluntad.

Y, de repente, el profesor Adrian Raine se atreve a publicar que «la conducta criminal debe

tratarse como una enfermedad clínica». «Efectivamente», nos dijo Adrian Raine, «en la

conducta delictiva y en la violencia hay una base biológica. Vamos a concretar: hay

muchos factores que conforman el comportamiento de los adultos; algunos los conocemos

bien, como los malos tratos en la infancia, la falta de educación por parte de los padres o la

pobreza».
El maestro Raine plantea que la violencia se puede justificar como un elemento biológico

como el mal en las construcciones cerebrales como el córtex prefrontal. Es una sección del

cerebro que participa en la regulación del comportamiento y, paralelamente, es la porción

del cerebro que se activa en el momento de tomar elecciones complicadas. Sin embargo, lo

de mayor relevancia es que el córtex prefrontal es además el área del cerebro que inhibe la

agresividad.

¿Es viable que sus actos se deban a ciertas condiciones del medio ambiente o a una carencia

de materia gris en el córtex prefrontal?

Las consecuencias son sociales y guardan relación con nuestra conducta hacia los

criminales y delincuentes.

¿tiene razón nuestra sociedad al castigar a esas personas con tanta dureza como nosotros lo

hacemos? ¿Eran realmente libres para decidir si iban a cometer un acto violento o no? ¿Qué

es el libre albedrío?

Profesor Raine «Creemos que se necesita un córtex prefrontal que funcione correctamente

para poder disponer realmente del libre albedrío. Si se tiene una enfermedad que limita el

funcionamiento de esa parte del cerebro, sospechamos que eso significa una limitación del

libre albedrío».

 Déficit cerebral y responsabilidad

Consideramos la violencia humana como algo primigenio, como un instinto que nos lleva a

nuestros propios inicios.


Continuamente se ha creído que el ambiente y la cultura son los causantes de esta clase de

comportamientos, empero, como hemos observado, averiguaciones actuales parecen indicar

que la biología puede ofrecer una pista para comprender cómo funcionan las mentes de los

criminales más agresivos. Ejemplificando: el análisis descriptivo del cerebro de un conjunto

de psicópatas ha ofrecido ciertos resultados asombrosos: se ha constatado que todos

aquellos psicópatas tenían un Volumen del córtex prefrontal limitado, hasta en un 11 por

ciento. Esto podría describir por qué actuaban sin ningún tipo de lógica racional.

El profesor Raine nos explicaba que, si se maltrata a un bebé repetidamente, se dañan o se

laceran las fibras nerviosas blancas que unen la parte prefrontal del cerebro con las

estructuras cerebrales más profundas. Una simple bofetada puede dañar el cerebro de una

manera irremediable. Adrian Raine está seguro de que la mayoría de las personas somos

responsables de nuestros actos violentos en un cien por cien, porque la mayoría contamos

con un cerebro que funciona correctamente. Pero... ¿qué sucede con las personas que tienen

el funcionamiento del cerebro alterado y se conducen con violencia? ¿Debemos echarles la

culpa al cien por cien? «Creo que ésta es una pregunta peliaguda que la sociedad deberá

comenzar a tomar en consideración en el futuro».

 Estímulos, inteligencia y criminalidad

Los niños sociables y los que interactúan entre ellos suelen ser más inteligentes y menos

violentos que los niños que han vivido aislados y sin contacto con otros niños, el profesor

Raine no cree que la pobreza sea una causa determinante en estas deficiencias cerebrales,

sino que, más bien, la pobreza puede conducir a una carencia de estímulos sociales.
Un aspecto de la violencia que está en los márgenes de la actividad cerebral, guarda más

relación con la conducta social.

Los especialistas explican por qué sucede todo esto y una de las hipótesis es que los niños

que buscan estímulos enriquecen su entorno, tienen muchas más experiencias

enriquecedoras, tienen más interacciones sociales con otros niños

En si todo lo anteriormente mencionado enriquece sus experiencias sociales mucho más en

comparación con niños que no buscan la estimulación es decir que si enriqueces tu entorno,

enriqueces el cerebro, y enriquecer el cerebro conduce a mejorar la inteligencia

En conclusión, se debe de saber que los niños y los adultos tienen que interactuar, aprender

las reglas de la sociedad, aprender respuestas emocionales adecuadas en ciertas

circunstancias: así se consigue ser una persona sociable y no se cometen actos violentos o

delictivos, O, al menos, se disminuye sustancialmente la posibilidad de convertirse en un

delincuente violento.

 Criminales sin serotonina

Un gran ejemplo para abarcar este tema es el caso de Jack el destripador en serie que se da

la hipótesis de que padeciera algún tipo de desequilibrio en la producción de serotonina,

aunque los expertos tienen muy en cuenta que la violencia también está producida por

perturbaciones en el cerebro causadas por la educación y por factores ambientales; entre

otros, el consumo de drogas o de alcohol

La serotonina es una sustancia química que segrega el cerebro y que calma la irritabilidad y

el comportamiento violento, se conocen catorce receptores de serotonina en el cerebro, si a

un primate o a un roedor se le suministra cierta droga, hay un receptor que reduce su


agresividad; sin embargo, esa misma droga contrariamente a lo esperado disminuye los

niveles de serotonina y, por tanto, mantiene los índices de agresividad

Se esta investigando de un tratamiento de la agresividad y entre ellos tenemos La

fluoxetina, cuyo nombre comercial más conocido es Prozac, además de ser muy utilizada

para tratar la depresión, también se ha probado para otras afecciones psiquiátricas.

Concretamente, se usa en personas agresivas para aumentar la cantidad de este

neurotransmisor que interviene en la comunicación entre sinapsis neuronales.

 Una receta para tener salud y ser feliz

Adrián Rainer hablaba de déficits cerebrales y Coccaro reflexionaba sobre la influencia de

la serotonina en las conductas violentas.

Según Damasio tenemos la gran responsabilidad de asegurar que la cultura y el desarrollo

individual ajustan adecuadamente esos rasgos que todos los hombres y mujeres tenemos es

decir cuando nos enfrentamos a una persona violenta, a una persona que claramente resulta

perjudicial para la sociedad, hemos de pensar en todas las causas posibles

 Proyectos Asesinos

Un equipo de redes hizo una entrevista al neurólogo Jonatha Pincus en donde le

preguntaron ¿Por qué matan los asesinos? El doctor explicó que las personas

extremadamente violentas se deben a tres factores principales:

 El maltrato físico o sexual

 Daño cerebral

 Enfermedad mental
El maltrato físico o sexual deja secuelas que acompañan a la persona de por vida, la

enfermedad mental es hereditaria y el daño cerebral se puede producir por diversas

circunstancias. Cuando la persona tiene estos tres factores existe un mayor riesgo de que la

persona sea violenta. Aparte si la persona se encuentra en un ambiente en donde nadie le

imponga prohibiciones la persona ya está muy condicionada a serlo.

Con respecto a los factores económicos, las personas pobres han tenido mayor incidencia

en maltrato, pero no se debe al dinero en sí, se debe a que estas personas tienen mayores

problemas con las drogas, alcoholismo, entre otras causas.

Con respecto a los factores raciales, en USA se analizó que los afroamericanos son los que

más sufren de violencia, aproximadamente de 100.000, 130 han sido maltratados

físicamente. No se conoce la el por qué, pero se cree que es por temas raciales.

Jonatha Pincus pone el acento en la infancia y en el desarrollo cerebral, en donde explica

que las primeras experiencias están sometido a un grado altísimo a las influencias

ambientales.

Es por esto que un ambiente saludable y y rico en afectos y en estímulos permitirá un

desarrollo adecuado de las capacidades cerebrales de la persona. Por el contrario, un

ambiente violento puede dañar un cerebro para siempre.

El cerebelo tiene relación con las enfermedades mentales. La dermis cerebelar (parte media

del cerebelo) es muy sensible a las hormonas del estrés. Además, la amígdala puede crecer

menos debido al estrés que supone el maltrato. Y un trauma puede producir un daño en el

cerebro

 Nicotina violenta
La prevención es mejor que la rehabilitación, ya que, si se reducen las tasas de maltrato

infantil, se reducen también las tasas de violencia. Por ejemplo, es verdad que a los

enfermos mentales los podemos ayudar e incluso curar, pero quién quita la experiencia que

tuvieron de niño cuando fueron golpeados o abusados sexualmente o incluso siendo más

grotescos, quién devuelve la víctima a sus familiares.

Un ejemplo podemos ver en países como Japón, en donde enseñaban a las madres a cómo

educar a sus hijos e incluso las pagaban por hacerlo, ciertamente en unos años se redujo el

maltrato infantil y es de los pocos países que tienen un índice de violencia bajo.

Hablando de la nicotina pues, es una molécula que se encuentra en los tabacos, en

experimentos que hicieron, se dieron cuenta que esta se une a las células del sistema

nervioso y es capaz de detener el crecimiento de las neuronas. Afecta a padres e hijos, ya

que a los hijos se pudo comprobar que las madres fumadoras, sus hijos se encontraban en

más casos de violencia que aquellas que no lo hacían. Pero ahora, ¿qué pasa con las niñas?

La nicotina a ellas las hace que tengan mayor predisposición de que tengan depresión
Referencia Bibliográfica:

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