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2019
“¿CONTRIBUYE LA EDUCACIÓN
AL AUMENTO DE LA ACTIVIDAD
INVENTIVA?: El impacto del gasto en
educación sobre el número de patentes”
Tutora:
I. INTRODUCCIÓN ................................................................................................... 1
A. ACTIVIDAD INVENTIVA......................................................................................... 4
1. CONCEPTO E IMPORTANCIA DE LA ACTIVIDAD INVENTIVA ................................... 4
2. LÓGICA DE LA PROTECCIÓN DE LA ACTIVIDAD INVENTIVA: LAS PATENTES .......... 6
3. LAS PATENTES EN EUROPA .................................................................................. 7
B. GASTO EN EDUCACIÓN ......................................................................................... 9
1. MOTIVACIÓN DEL GASTO EN EDUCACIÓN ............................................................ 9
2. MODELO EUROPEO ............................................................................................ 14
C. HIPÓTESIS DEL TRABAJO ................................................................................... 16
V. CONCLUSIÓN ...................................................................................................... 28
En todo caso, ya desde sus comienzos las políticas de innovación se vincularon, de forma
más o menos planeada, con las políticas en materia de educación, por cuanto se constató
que con el aumento de la educación superior que se produjo tras la segunda guerra
mundial, incrementó el número de personas formadas en ciencia y que se dedicaban a
tareas de investigación (Gibbons, 1998).
Desde los años setenta, el desarrollo necesario tras la crisis energética propició una
revisión del concepto de innovación, con lo que se demostró que la innovación depende
de un mayor número de circunstancias aparte del comportamiento individual de las
empresas (Albornoz, 2009). Así pues, actualmente que el concepto de innovación no está
limitado al ámbito económico, sino que la innovación se encuentra tanto en el ámbito de
los bienes como el de las palabras, es decir, que es posible discutir la innovación tanto en
la literatura científico-técnica como en las ramas de la historia, la economía o la sociología
(Godin, 2008).
1
La justificación para la intervención pública en materia de innovación se basa en la idea
de que, de no intervenir para fomentar la innovación, el mercado por sí mismo invertiría
en esta materia menos de lo que sería socialmente deseable (Nelson, 1959). Esto puede
deberse a diversos motivos, entre los que se encuentra el “derrame de conocimiento” 1, los
fallos del mercado financiero, la falta de trabajadores cualificados o las imperfecciones
en la información (Jaumotte & Pain, 2005).
Asimismo, se han planteado modelos de innovación que no son lineales y que constituyen
modelos interactivos que tienen en cuenta una mayor cantidad de elementos. Entre ellos,
es necesario remarcar el modelo de triple hélice según el cual el proceso de innovación
proviene de la actividad de las universidades –que incluyen la educación superior y la
investigación científica—, la industria y el gobierno (Etzkowitz & Leydesdorff, 2000).
Posteriormente este modelo ha derivado en otro que se podría denominar de cuatro
hélices, según el cual, además de los tres elementos anteriores, la innovación también se
ve afectada por la sociedad entendida como agente de los sistemas de innovación
(Lundvall & Nielsen, 2007) así como por las empresas de base tecnológica (Rohrbeck,
M., & Arnold, 2009).
Como se puede comprobar, todos los modelos incluyen, de una forma o de otra, la
actividad científica generadora del conocimiento y que posteriormente es aplicada lo que,
junto con otros factores, hace que aumente la innovación. Por tanto, sin esa actividad
científica, no sería posible la innovación en ninguno de los modelos.
Toda esta innovación tiene como paso previo fundamental ideas originales, esto es, las
invenciones, las cuales lógicamente han sido creadas por personas físicas (Carayannis,
González, & Wetter, 2003). Sin embargo, detrás de cada una de las invenciones existen
personas que han tenido una idea original que merece ser protegida, es decir, los
inventores. Estos inventores no surgen ni tienen sus ideas de forma aislada de la sociedad
1
El derrame del conocimiento supone que la naturaleza no rival del conocimiento como activo productivo
genera que las inversiones en creación de conocimiento por una persona produzcan beneficios externos,
facilitando así la innovación a otras personas que no han realizado la mencionada inversión (Jaffe,
Trajtenberg, & Fogarty, 2000)
2
en la que viven, sino que, al contrario, se forman, leen, oyen y se nutren de los
conocimientos ya existentes en la cultura y la ciencia para llegar a crear sus propias y
nuevas invenciones.
En las próximas páginas se abordará este asunto de forma que sea posible determinar si
existe una relación entre la educación en todos los niveles de los ciudadanos y la actividad
inventiva en la sociedad.
3
II. MARCO TEÓRICO
A. ACTIVIDAD INVENTIVA
1. Concepto e importancia de la actividad inventiva
Una primera aproximación a la definición de una invención podría ser que una invención
es todo aquello que no existe ya en la naturaleza. Como puede comprobarse, esta
definición tan solo establece un concepto negativo de invención, esto es, una definición
por exclusión de aquello que no constituye una invención, pero lo cierto es que este es el
único tipo de definición posible. Así lo demuestra el hecho de que aparece definida en
este sentido negativo tanto en el Diccionario de la Real Academia Española 2 como en las
diversas disposiciones legislativas que regulan las invenciones.3
En primer lugar, se producen los descubrimientos por parte del inventor, esta etapa
pertenece al campo de las ciencias puras y “suponen nuevas teorías que proporcionan un
mayor y mejor conocimiento y comprensión de los fenómenos estudiados” (Estany,
2013:6). De acuerdo con lo anterior, un descubrimiento puede ser algo que no está en la
naturaleza, pero también puede ser, por ejemplo, una teoría matemática, que ya existe
antes de ser descubierta y, en consecuencia, no puede ser considerada una invención.
2
De acuerdo con la RAE, una invención es la “acción y efecto de inventar” y el verbo inventar aparece
definido como “Hallar o descubrir algo nuevo o no conocido.”
3
A modo de ejemplo, el Convenio de Múnich sobre Concesión de Patentes Europeas, de 5 de octubre de
1973 determina en su artículo 52. 2 que “No se considerarán invenciones a los efectos del párrafo 1, en
particular: a) los descubrimientos, las teorías científicas y los métodos matemáticos; b) las creaciones
estéticas; c) los planes, principios y métodos para el ejercicio de actividades intelectuales, en materia de
juegos o en el campo de las actividades económicas, así como los programas de ordenador; d) las
presentaciones de informaciones.”. En el mismo sentido se pronuncia la Ley 24/2015, de 24 de julio, de
Patentes, en su artículo 4.4.
4
habitual encontrar su uso indistintamente, sin hacer diferencias entre lo que supone la
innovación y lo que supone la invención. Sin embargo, como se verá a continuación, no
son exactamente lo mismo y en el presente estudio la separación entre los dos conceptos
resulta clave en tanto que el diseño de la investigación tan solo utilizará como variable la
invención, pero no la innovación.
En el mismo sentido, otra posible expresión de la distinción entre estos conceptos puede
ser la que se propone a continuación: “Es importante distinguir entre invención o
generación de una idea original e innovación o el proyecto de convertir la idea en una
producción útil” (Georgsdottir, Lubart y Getz, 2003:184).
Así pues, teniendo en cuenta las anteriores definiciones, se puede decir que la innovación
supone la aplicación de forma sistemática de las invenciones a los procesos económicos.
La innovación se trata, por tanto, de una fase posterior a la invención y que está influida
por otros muchos elementos aparte de la actividad inventiva, como pueden ser las
condiciones del mercado, las subvenciones, los incentivos fiscales o la estrategia
empresarial de las corporaciones (Wright, 1983).
En todo caso, la innovación de las empresas a nivel individual puede tener un mayor o
menor grado de actividad inventiva propia. Parece lógico que lo más interesante a nivel
agregado para una sociedad es que la innovación esté basada principalmente en actividad
inventiva propia, de forma que los estados puedan ser más autosuficientes e incluso
exportar sus invenciones. De hecho, constituye un hecho bastante aceptado por la
literatura en la materia que las ideas, dada su naturaleza no rival, suponen una importante
fuente de crecimiento económico para la sociedad (Toivanen & Väänänen, 2016) y las
ideas son la base de las invenciones.
Así pues, por ponerlo en pocas palabras, “cuantos más inventos tengamos, más ideas
descubriremos, y más ricos seremos todos”4 (Jones, 2005:1107).
4
Traducción propia. Texto original: “The more inventors we have the more ideas we discover, and the
richer we all are”
5
2. Lógica de la protección de la actividad inventiva: las patentes
El origen de la protección jurídica de la actividad inventiva se encuentra en la propia
lógica de ésta y en la búsqueda de su incentivación; se trata de promover la creación de
los incentivos adecuados para que el inventor obtenga un beneficio del invento pero que
al mismo tiempo toda la sociedad pueda disfrutar del avance tecnológico. La lógica en la
que se basan todos los sistemas de protección de las invenciones consiste en la concesión
de derechos dominicales sobre las mismas que permitan al inventor su explotación
exclusiva. Sin embargo, como ya se ha mencionado, el inventor no obtiene sus ideas de
forma aislada sino dentro de un contexto social del que se beneficia y aprende y en el que
se inspira para crear su invención. Por ello, todas las jurisdicciones han configurado la
patente de tal forma que el derecho que se confiere al inventor sobre su invento es
temporal y, tras su expiración, el invento caerá en el dominio público y podrá ser
explotado por toda la sociedad. De esta forma se consigue un equilibrio entre los intereses
particulares del inventor y los intereses generales (Rodríguez de las Heras, 2017).
Los requisitos necesarios para el registro de una patente son la novedad, la no-obviedad
y la posible aplicación industrial. En este sentido, la novedad implica que la invención no
se encuentre en el dominio público y, por su parte, la no-obviedad supone que la invención
haya surgido de una actividad inventiva (Romero de Pablos, 2005).
En cuanto al requisito de que el invento tenga aplicación industrial para que se le conceda
la patente, dicha aplicación ha de ser potencial, no real, es decir, que debe ser posible
aplicar la invención a la industria, pero no es necesario haberla aplicado efectivamente
para poder patentar la invención. De hecho, no todas las invenciones se aplican
efectivamente a la industria lo que puede suceder por diferentes motivos. Por ejemplo,
puede suceder que la patente no tenga suficiente valor económico, que exista otra patente
superior que puede comercializarse más rápidamente o, simplemente, que el inventor no
6
posea los medios para la distribución y comercialización del invento (Ayuso García &
Ayuso Sánchez, 2003).
Las patentes no solo pueden promover el crecimiento económico, sino que contribuyen
al progreso científico y técnico y desincentivan los comportamientos oportunistas e
incentivan la dedicación de recursos a la generación de activos comunes (Rodríguez de
las Heras, 2017). Sin embargo, ha de mencionarse que esta idea no es universalmente
aceptada, ya que existen posturas que han cuestionado el modelo económico sobre el que
se sustenta la patente actualmente y que proponen un sistema basado en procomunes, es
decir, convertir los derechos de explotación sobre los inventos en bienes comunes de los
que pueda disfrutar toda la sociedad. Estas críticas han derivado, de momento, en el
establecimiento de excepciones o límites a problemáticas específicas,5 pero sin alterar la
lógica y el sistema general de protección de las invenciones (Rodríguez de las Heras,
2017).
5
Por ejemplo, en el sector farmacéutico, el actual sistema que genera incentivos basados en la propiedad
temporal de la patente sobre el fármaco ha sido especialmente criticado. La investigación y desarrollo de
cada medicamento conlleva un alto coste, tanto económico como temporal, y la posibilidad de explotar
posteriormente el producto en exclusiva está limitada a la eventual concesión de la patente que, en todo
caso, será temporal y, además, durante un tiempo bastante limitado en la práctica, puesto que es necesario
recabar las correspondientes autorizaciones sanitarias antes de comenzar a explotar el producto (Rodríguez
de las Heras, 2017). A lo anterior se suma, el interés general que puede existir en el desarrollo de fármacos
específicos contra ciertas enfermedades cuya investigación, desde un punto de vista meramente económico,
no resultaría rentable.
Por todo ello, en este sector el esquema de incentivos del sistema tradicional de patentes no es suficiente y
se han tenido que tomar otras medidas tales como el fomento la inversión público-privada o la regulación
de un tipo especial de patente, la patente de uso médico, que permite, en la práctica, aumentar el tiempo por
el que se protege el fármaco desarrollado, escapando así de la lógica tradicional de las patentes de invención.
7
Sin embargo, los diferentes grados de protección que se conceden en cada territorio
generan tensiones en las relaciones internacionales y han sido un obstáculo para la
promoción de la transferencia de tecnología entre los territorios. La internacionalización
de la economía no ha hecho sino potenciar estos problemas, por lo que ha sido necesaria
una cierta coordinación internacional en materia de patentes, que ha derivado en el
establecimiento de un mínimo marco regulatorio internacional sobre las patentes.
Para conseguir una patente existen tres vías alternativas, aunque el ámbito territorial de
protección que concede cualquiera de estas tres vías a la invención patentada será siempre
nacional. El primero de estos métodos es la vía puramente nacional, a través del cual tanto
la solicitud como la concesión se presentan ante la autoridad nacional competente en cuyo
territorio se busca la protección.6
Por otro lado, desde la firma del Convenio de París en 1883 y el Tratado de Cooperación
en Materia de Patentes en 1978 existen mecanismos internacionales que permiten una
solicitud de patentes nacionales en varios países con ciertas ventajas respecto a su
tramitación separada en cada país. Sin embargo, el proceso de solicitud y concesión se
realizará realmente en cada país y basándose en la normativa nacional.
Finalmente, existen las vías regionales, entre las que resulta de especial relevancia el
procedimiento europeo que se explicará a continuación y que informarán la motivación
de la parte empírica de este estudio. En concreto, los datos utilizados en el presente
estudio provienen de la Oficina Europea de Patentes. Así pues, conviene revisar
brevemente el marco en el que son registradas las patentes europeas.
El sistema actual de patentes en Europa tiene como base el Convenio de Múnich sobre la
Concesión de Patentes Europeas, de 5 de octubre de 1973. Esta norma no forma parte del
derecho de la Unión Europea, sino que constituye un convenio internacional abierto a
todos los países. Sin embargo, actualmente todos los países de la Unión Europea han
firmado el Convenio de Patente Europea y su firma constituye un requisito imprescindible
para la entrada de cualquier país dentro de la Unión Europea, de forma que sea posible
verificar que todos los países de la Unión Europea tienen un marco común de regulación
de sus sistemas de patentes.
6
En el caso español, tanto la solicitud como la concesión corren a cargo de la Oficina Española de Patentes
y Marcas, que se rige por lo estipulado en la Ley 24/2015, de 24 de julio, de Patentes (en vigor desde el 1
de abril de 2017) y el Real Decreto 316/2017, de 31 de marzo, por el que se aprueba el Reglamento para la
ejecución de la Ley 24/2015, de 24 de julio, de Patentes.
8
La ventaja que se obtiene a través del sistema que se regula en el Convenio de Patente
Europea es la unificación del proceso de solicitud y concesión de la patente a través de la
Oficina Europea de Patentes.
B. GASTO EN EDUCACIÓN
1. Motivación del gasto en educación
En lo que se refiere a la variable dependiente del presente estudio, la educación, resulta
especialmente relevante analizar qué es lo que lleva a una mayor inversión en formación,
con el objeto de estudiar si la búsqueda de unos mayores niveles de innovación se
encuentra entre estas motivaciones. Por ello, a continuación se analizarán los motivos por
los que, según las diferentes teorías, se invierte más o menos en educación así como las
teorías que estudian el mecanismo causal existente entre la inversión en educación y el
aumento de la actividad inventiva.
El estudio de los motivos que llevan a los estados a invertir en educación pasa por dos
elementos fundamentales: la eficiencia y la equidad. De una parte, se trata de conseguir
un sistema educativo a través del cual se maximice la inversión realizada, esto es, se
consiga la mayor eficiencia posible para aumentar el desarrollo. De otro lado, sin
9
embargo, la inversión pública en educación es vista como una forma de incrementar la
igualdad entre los ciudadanos dentro de la sociedad al garantizar un acceso en igualdad
de condiciones al mercado laboral.
El perfecto equilibrio entre estas dos ideas es un tema ampliamente estudiado, pero con
todo, extremadamente difícil de encontrar, sino imposible. Existen diferentes líneas de
pensamiento sobre la materia que buscan dar respuesta a este equilibrio, si bien en todo
caso la literatura está de acuerdo acerca de los efectos positivos que tiene esta inversión,
ya sea de forma privada o pública. Estas líneas de pensamiento pueden agruparse en la
teoría del capital humano y la teoría del credencialismo, la primera enfatiza los efectos
positivos directos que supone el gasto en educación sobre los ciudadanos y,
consecuentemente, sobre la sociedad, mientras que la teoría credencialista argumenta que
la inversión en educación no resulta tan útil, al menos de forma directa.
En cuanto a la teoría del capital humano, ha de mencionarse en primer lugar que supone
un subprograma de la teoría neoclásica, por lo que se enmarca en los postulados generales
de esta corriente. De acuerdo con esta teoría, se concibe a los ciudadanos como parte del
capital en tanto que resulta necesaria una inversión en educación sobre ellos para
convertirles en un factor productivo de la sociedad (Becker, 1964). Así pues, capital
humano se define como conjunto de calificaciones, conocimientos y comprensión de los
ciudadanos (Leyva & Cárdenas, 2002).
De esta forma, los defensores de esta teoría apuestan por invertir en educación buscando
incrementar en la medida de lo posible este capital humano, con lo que consideran que se
incrementarán los rendimientos futuros tanto pecuniarios como no pecuniarios (Schultz,
1961). En definitiva, se concibe la educación como una máquina pero adaptada al cuerpo
humano, es decir, un instrumento que permite mejorar el rendimiento de las personas y
cuyo coste de adquisición es menor que el rendimiento que producirá (Leyva & Cárdenas,
2002).
En consecuencia, la teoría del capital humano entiende que debe aumentarse la inversión
en educación particularmente en aquellos sectores que tengan una mayor tasa de
rendimiento, es decir, donde la inversión en educación genere unos mayores beneficios,
puesto que esta es la forma de maximizar todo lo posible la utilidad de la inversión
realizada en educación (Leyva & Cárdenas, 2002).
10
Como se puede comprobar, esta teoría deja más de lado la búsqueda de la equidad dentro
del sistema educativo para centrarse en maximizar en la medida de lo posible la eficiencia.
En este sentido, se pueden diferenciar, dentro de la teoría del credencialismo las corrientes
de la identificación y de la selección. La primera de ellas defiende que el nivel educativo
de una persona es utilizado por las empresas para predecir su actividad futura y así
identificar a los trabajadores potencialmente más productivos y así aumentarles el salario
(Spence, 1973). Sin embargo, esta teoría alega que el uso de este criterio es erróneo por
cuanto pueden existir trabajadores más productivos debido a sus capacidades innatas pero
que no tengan un alto nivel educativo, con lo que no se remunerará a los trabajadores de
acuerdo con su productividad real sino con su productividad potencial medida a través de
su nivel educativo (Spence, 1973). De acuerdo con esta corriente de la educación como
identificación, la educación no resulta socialmente útil.
7
También conocida como teoría de la educación como filtro en tanto que, de acuerdo con esta teoría, la
educación es utilizada por las empresas a modo de filtro en la selección y/o reparto de tareas de sus
empleados.
11
La pregunta de investigación planteada en el presente estudio busca analizar la relación
existente entre la inversión en educación y una de las formas de aumento de la
productividad, esto es, la innovación. Este mecanismo causal ha sido ampliamente
estudiado y cuenta con abundante literatura que ha permitido establecer diferentes
mecanismos con base en los cuales la innovación se puede ver afectada por la inversión
en educación. Como es de imaginar, toda esta literatura se enmarca en la teoría del capital
humano más que en la teoría credencialista por cuanto parte de la base de una influencia
real y directa de la educación sobre la productividad.
En este sentido Varsakelis (2006) recoge los diferentes argumentos que se esgrimen para
fundamentar la relación entre la educación y la innovación, tal como se desarrolla a
continuación. Ha de mencionarse en todo caso que este autor defiende que la educación
es la responsable de la creación de una fuerza de trabajo cualificada y que, en tanto que
esta fuerza de trabajo es relativamente fija en un país, el incremento cualitativo de la
educación redundará en una fuerza de trabajo más cualificada que produzca una mayor
innovación (Varsakelis, 2006).
En primer lugar, se considera que uno de los resultados del sistema educativo es la
“producción” de científicos y que, a su vez, estos científicos son los encargados de
producir el conocimiento que ayuda a la innovación. Por tanto, la creación de un sistema
educativo de calidad que fomente la ciencia llevará a una sociedad con más conocimiento
(Griliches, 1990). Esta es la corriente que ve una relación más directa entre la educación
y la actividad inventiva ya que se centra en el aumento de conocimiento por parte de los
inventores al recibir una mayor educación.
Existe una segunda teoría que basaa la relación entre la educación y la innovación, no
tanto en los propios inventores directamente, sino en el fomento empresarial que supone
la mejora de la educación, lo que posteriormente derivaría en una mayor innovación. De
acuerdo con Lundvall (2002), la educación contribuye a crear más emprendedores que
demandan innovación, nuevos productos y medios de producción más eficientes para
ganar competitividad (Lundvall B. J., 2002).
Por su parte, otros autores han revisado la teoría propuesta por Lundvall teniendo en
cuenta, no solo la innovación que demandan las empresas, sino también la innovación
que demandan los consumidores.. Al mejorar la educación, se mejoran las habilidades
cognitivas de los consumidores, los cuales se vuelven más sofisticados y pasan a reclamar
mejores productos. En consecuencia, se producirá un mayor desarrollo de la industria
12
local y, como ya se ha expuesto, este desarrollo de las empresas tendrá un impacto
positivo en la innovación (Furman, 2002) (Acs, 2002).
Asimismo, existe otra corriente doctrinal que se ha preocupado por estudiar la relación
entre la educación y la actividad inventiva, si bien desde una perspectiva ligeramente
diferente a las mencionadas anteriormente. Estos estudios parten de la base de la
existencia de esta relación para investigar cuál es la mejor forma de invertir en educación,
esto es, los niveles educativos que se deben potenciar, las materias en las que se debería
incidir o la mejor organización territorial de la inversión en educación. Estos trabajos, por
tanto, se basan en la literatura mencionada anteriormente y la amplían añadiendo
diferentes aspectos de la inversión en educación.
Así, en su estudio titulado “Education and Invention”, Otto Toivanen y Lotta Väänänen
se centran en la población finlandesa con estudios de ingeniería, por ser los más
relacionados con la actividad inventiva. Su conclusión puede resumirse de la siguiente
forma: (i) que efectivamente existe un efecto causal positivo fuerte entre la educación en
ingeniería y la propensión a patentar, y (ii) que los inventores pueden no ser en general
las personas que han obtenido un grado en ingeniería (Toivanen & Väänänen, 2016). La
conclusión del mencionado estudio estadístico, en lo que aquí concierne, es que el número
de inventores puede ser efectivamente aumentado a través de políticas educativas.
Por su parte, Onishi y Nagaoka (2013) establecieron que tener un doctorado está
relacionado con una mayor productividad en el registro de patentes y Giuri et. al. (2007)
muestran en su informe que un 77% de los inventores europeos de la encuesta PatVal
tienen un grado universitario y un 26% tienen un doctorado.
Ha de tenerse en cuenta la base o el origen humano que tiene la actividad inventiva frente
a la base empresarial de la innovación: las invenciones, si bien pueden protegerse a
nombre de una persona jurídica, son una idea, y las ideas tienen siempre como origen
alguna persona física, esto es, el inventor; por su parte, la innovación se predica siempre
13
de las empresas, por lo que está mucho más desvinculada de las personas físicas y más
relacionada con el funcionamiento del mercado.
En tanto que a través de la educación lo que se consigue es una mejor formación de las
personas, parece lógico que la educación tenga una importante influencia sobre la
actividad inventiva, pero que la influencia que pueda tener la educación sea mucho menor
sobre la innovación. Este hecho es el que justifica que en el presente estudio se haya
elegido la actividad inventiva como variable dependiente en lugar de medir la relación de
la educación con la innovación.
2. Modelo europeo
A continuación, se presenta la posición de la Unión Europea en la materia objeto de este
estudio, analizando si se busca o no un modelo educativo que promueva la innovación.
Para ello resulta imprescindible hablar de la Estrategia 2020, creada en 2010 en el seno
de la Unión Europea y que establecía los siguientes objetivos en materia de educación:
Como se puede observar, uno de estos objetivos pasa, precisamente, por la articulación
de la búsqueda de la innovación como uno de los principales ejes para la mejora del
sistema educativo europeo. Este cuarto objetivo referido al aumento de la creatividad y la
innovación se concreta en objetivos más específicos que son:
14
formación y la investigación puede ayudar a que los esfuerzos se centren en las aptitudes
y las competencias necesarias en el mercado de trabajo, así como a impulsar la
innovación y el espíritu empresarial en todas las modalidades de aprendizaje. Deberán
fomentarse unas comunidades de aprendizaje más amplias, con participación de
representantes de la sociedad civil y otras partes interesadas, a fin de crear un clima que
conduzca a la creatividad y a una mejor conciliación de las necesidades profesionales y
sociales, así como al bienestar individual.” (Consejo de Ministros de la Unión Europea,
2009)
En todo caso, aparte de estos objetivos más o menos genéricos, las políticas en materia
de educación en los países comunitarios son eminentemente nacionales. Si bien se han
desarrollado planes a nivel europeo que buscan la homogeneización de los sistemas
educativos dentro de la Unión Europea, tal es como el conocido plan Bolonia, lo cierto es
que la educación es una materia que sigue siendo competencia de los Estados
comunitarios. La Unión Europea no tiene competencias originarias, sino que le son
derivadas de los Estados miembros, los cuales otorgan a la Unión Europea el ejercicio de
ciertas competencias de las que son titulares. En el caso de la educación, los estados no
han llegado a hacer una cesión total de las políticas de educación a la Unión Europea,
15
sino que han conservado la competencia en la materia, pero admitiendo una actuación
complementaria o accesoria por parte de la Unión Europea. 8
8
Esta forma de competencias compartidas entre los Estados y la Unión Europea se regula en el artículo 2.5
del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, de acuerdo con el cual la Unión Europea lleva a cabo
actuaciones de apoyo, coordinación o complemento a las políticas nacionales, pero en ningún caso supone
la armonización comunitaria de la competencia en cuestión y sin sustituir a la competencia estatal.
16
III. DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN
A. OPERACIONALIZACIÓN DE LAS VARIABLES
Con el objeto de contrastar empíricamente esta hipótesis, a continuación se propone crear
un modelo estadístico que, con base en la literatura analizada, a las variables de número
de patentes, como variable dependiente, y de gasto público en educación, como variable
independiente, sume otras variables necesarias de control. En concreto, el modelo que se
propone en el presente estudio incluye el gasto público nacional en investigación y
desarrollo, el gasto privado nacional en investigación y desarrollo, el número de
investigadores por cada mil habitantes y la ratio de los beneficios por el coste de uso de
propiedad intelectual e industrial.
Cabe mencionar que la muestra está conformada por 26 países, dada la disponibilidad de
datos, así como que los datos más recientes a los que se ha tenido acceso para la variable
dependiente son de 2014, por ello, se han utilizado datos de dicho año para todas las
variables (salvo en algunos casos puntuales se han utilizado datos de 2015 por no disponer
de datos de 2014).
A pesar de lo anterior, el uso de datos sobre patentes para medir la actividad inventiva
presenta una serie de problemas (OCDE, 2009) que han sido tenidos en cuenta en este
estudio para conseguir realizar un análisis lo más adecuado posible para comprobar la
hipótesis planteada.
El primero de estos problemas consiste en que no todas las invenciones son objeto de
patente, es decir, que las patentes no recogen la absoluta totalidad de la capacidad
inventiva, lo que se debe a diferentes motivos. El primero de estos motivos se basa en
17
que, si bien la patente es el principal método de protección de la actividad inventiva, no
es el único. Principalmente, además de a través de la patente, será posible proteger las
invenciones a través del secreto empresarial, es decir, que el inventor mantenga de forma
confidencial su invento en lugar de patentarlo, lo que le obligaría a hacerlo público a
cambio de la protección que le otorga la patente; además, es posible la protección de las
invenciones a través del registro como modelo de utilidad. 9
Por otro lado, existirán inventores que sencillamente prefieran no otorgar protección
jurídica a la invención y decidan publicarla abiertamente. Esto puede deberse a una
confianza en el mercado, a que el invento no tiene suficiente posibilidad económica para
justificar una patente o a motivos estratégicos tales como impedir una ulterior patente del
invento.
Por otro lado, otro de los problemas que aparecen al utilizar las patentes para medir la
actividad inventiva es que éstas constituyen un instrumento jurídico de protección y, por
lo tanto, vienen reguladas de forma diferente en cada jurisdicción, lo que lleva a sistemas
de patentes que no siempre son comparables. Para evitar este problema, en este estudio
se utilizarán los datos sobre patentes dentro de la Unión Europea, puesto que, si bien la
regulación en todos los países comunitarios no es idéntica, sí que se siguen unas pautas
relativamente comunes. De esta forma, se podrán comparar países que están sujetos a una
misma regulación.
9
Los modelos de utilidad protegen invenciones, si bien se limitan a proteger aquellas invenciones que
consistan en dotar a un objeto ya existente de una configuración, estructura o composición de la que resulte
alguna ventaja apreciable para su uso o fabricación. Es decir, tan solo se protege esta ventaja para el uso o
fabricación y, por tanto su ámbito es mucho menor que el de la patente (artículo 137 de la ley 24/2015, de
24 de julio, de Patentes).
18
En particular, los datos utilizados para medir la actividad inventiva han sido extraídos del
indicador de “Solicitudes de patentes ante la Oficina Europea de Patentes” 10 obtenido a
través de Eurostat, donde se describe el indicador en los siguientes términos:
De los datos obtenidos a través de este indicador, se han seleccionado para este estudio
aquellos provenientes de países que forman parte de la Oficina Europea de Patentes para
aumentar la igualdad de condiciones entre todos los casos estudiados.
Finalmente, ha de hacerse notar que los amplios plazos que conlleva la solicitud y
concesión de una patente, lo cual puede alargarse entre unos cuatro a seis años
dependiendo de la complejidad del invento, ha afectado a los datos utilizados en este
estudio. En primer lugar, porque han tenido que utilizarse datos sobre solicitud de patentes
en lugar de patentes concedidas, ya que los datos sobre solicitudes están disponibles antes.
Y, en segundo lugar, este largo procedimiento ha implicado que los datos más recientes
a los que se ha tenido acceso sean del año 2014.
Por todo ello, la unidad de análisis del presente trabajo es el número de solicitudes de
patente presentadas ante la Oficina de Patentes Europea por parte de 26 países en el año
2014.
10
Se trata del indicador de Eurostat que corresponde al código “sdg_09_40” y cuya denominación original
es “Patent applications to the European Patent Office”
11
Traducción propia de la descripción del indicador que corresponde al código “sdg_09_40” y cuya
denominación original es “Patent applications to the European Patent Office”. Para más información acerca
de este indicador:
https://ec.europa.eu/eurostat/tgm/refreshTableAction.do?tab=table&plugin=1&pcode=sdg_09_40&langu
age=en
19
2. Inversión en educación: gasto público en educación como
porcentaje del gasto público para todos los niveles educativos.
En lo que se refiere al gasto en educación, los datos utilizados se basan en el gasto público
y han sido extraídos del UNESCO Institut for Statistics, institución que realiza una
encuesta anual para obtener datos acerca de los principales indicadores relacionados con
los Objetivos de Desarrollo Sostenible, entre los que se encuentra la educación. Los datos
con los que se completa la encuesta pueden provenir de los informes de financiación del
ministerio de finanzas y/o del ministerio de educación, y/o de los informes nacionales de
la oficina nacional de estadística de cada país. En cuanto a los datos de gasto total público
utilizados en este indicador, provienen de la base de datos del World Economic Outlook
Fondo Monetario Internacional.
“Gasto público total general (local, regional y central) en educación (actual, capital y
transferencias), expresado como porcentaje del gasto público en todos los sectores
(incluyendo sanidad, educación, servicios sociales, etc.). Incluye el gasto financiado por
transferencias de fuentes internacionales al gobierno.
Para su estudio comparado junto con los datos relativos a patentes, se han seleccionado
en este indicador los datos que comprenden los mismos ámbitos territorial y temporal que
en los datos relativos a las patentes.
12
Traducción propia de la descripción del indicador cuya denominación original es “Government
expenditure on education, total (% of government expenditure)”. Para más información acerca de este
indicador: http://www.uis.unesco.org/Education/
20
3. Variables de control
Gasto interior bruto público en investigación y desarrollo como porcentaje del
PIB:13 Los datos acerca de la inversión pública en investigación han sido obtenidos del
Eurostat, y arrojan la información relativa a la financiación pública bruta de la
investigación y el desarrollo.
Número total de investigadores por cada millón de habitantes: 15 los datos han sido
obtenidos de el Banco Mundial y representan el número de investigadores dedicados a la
investigación y el desarrollo expresados por millón de habitantes. De acuerdo con el
Banco Mundial, los datos incluidos en esta variable se definen de la siguiente manera:
“los investigadores son profesionales que llevan a cabo investigaciones y mejoran o
desarrollan conceptos, teorías, modelos, técnicas, instrumentos, programas de
ordenador o métodos operacionales. La investigación y desarrollo cubren la
investigación básica, investigación aplicada y desarrollo experimental”.
Ratio de ingresos por los pagos por las licencias de uso de propiedad intelectual: 16
dado que la variable dependiente captura únicamente las solicitudes, los cargos por el uso
de la propiedad intelectual son los pagos y lo que se ingresa entre los residentes y no
residentes por el uso autorizado de derechos de propiedad intelectual e industrial y por el
uso, a través de acuerdos de licencias, de originales y prototipos y derechos relacionados.
Los datos de esta variable están expresados en dólares americanos.
B. DESCRIPCIÓN DE LA METODOLOGÍA
El objeto del siguiente análisis cuantitativo es determinar la relación lineal existente entre
el gasto en educación y el registro de nuevas patentes, para lo cual se empleará un modelo
de regresión lineal múltiple en el que se incluirán las variables descritas anteriormente.
13 Intramural R&D expenditure (GERD) by source of funds - % of total GERD – Government sector (Visto
en: https://ec.europa.eu/eurostat/data/database)
14
Intramural R&D expenditure (GERD) by source of funds - % of total GERD – Business Enterprise sector
(Visto en: https://ec.europa.eu/eurostat/data/database)
15 Visto en: https://databank.worldbank.org/data/reports.aspx?source=2&series=SP.POP.SCIE.RD.P6
16 Visto en: http://data.worldbank.org/data-catalog/world-development-indicators
21
El modelo de regresión lineal múltiple se basa en la siguiente ecuación:
𝑌 = 𝐵0 + ∑ 𝐵𝜌 Χ𝜌 + 𝜀
Tras haber explicado la metodología que será aplicada a las variables, se procederá a
analizar los resultados.
22
IV. RESULTADOS
Total 347046,257 25
Puesto que el nivel de significación que se observa en la Tabla 2 es menor a 0,05, se puede
deducir que el modelo propuesto es estadísticamente significativo (F 10,8; p<.005). Así,
mediante la aplicación de esta prueba, es posible rechazar la hipótesis nula, es decir, se
puede rechazar que no exista influencia de las variables independientes seleccionadas en
la actividad inventiva de un país.
17
Ha de tenerse en cuenta que el coeficiente de determinación aumenta cada vez que aumenta el número
de variables regresaras, por lo que ha de atenderse también al R cuadrado ajustado, que corrige este
problema. Como se puede observar en la Tabla 1, el coeficiente de determinación ajustado arroja resultados
muy parecidos al coeficiente de determinación.
23
De forma que sea posible observar los resultados de manera más visual, se incluye el
Gráfico 1 que muestra la regresión lineal múltiple realizada:
Para ello, en primer lugar, se mostrarán en la Tabla 3 las correlaciones entre las variables
utilizadas en este análisis y, posteriormente, en la Tabla 4 se presentarán los coeficientes
de correlación teniendo en cuenta todas las variables del modelo.
24
Tabla 3. Correlación de Pearson
GOB PRIV INVESTI- PI
PATENTES EDUCACIÓN R&D R&D GADORES RATIO
25
Tabla 4. Coeficientes
Coeficientes no Coeficientes 95,0% intervalo de
estandarizados estandarizados confianza para B
B Desv. t Sig. Límite Límite
Beta
Error inferior superior
(Constante) -87,822 176,03 -,499 ,623 -455,015 279,372
Si se analizan los datos de la Tabla 4, se puede observar que tan solo la variables relativa
al número de investigadores (INVESTIGADORES) tiene un nivel de significación que
permita determinar que es una variable estadísticamente significativa (y la variable
relativa a la ratio de ingresos por propiedad intelectual, PI RATIO, podría también
considerarse significativa si se estableciese un nivel de significación de 0,10); mientras
que el resto de las variables tienen un nivel de significación mayor que 0,05 y por tanto
no resultan estadísticamente significativas.
Respecto a las variables estadísticamente significativas, cabe reseñar que ambas tienen
un peso importante sobre el modelo. El número de investigadores tienen un peso del
61,5% mientras que la ratio de ingresos por propiedad intelectual tiene una importancia
en el modelo de 22,9%.
26
Por tanto, con base en los resultados obtenidos en el presente estudio, no es posible
rechazar la hipótesis nula, es decir, no se puede negar que no existe una relación entre la
actividad inventiva y el gasto en educación en un país.
Esto implica que los resultados obtenidos en cuanto a la influencia del gasto en educación
sobre la actividad inventiva no pueden generalizarse para extraer conclusiones basadas
en el modelo estadístico propuesto.
27
V. CONCLUSIÓN
Para concluir, se puede comenzar recordando la pregunta de investigación que motiva
este trabajo, es decir, si un mayor gasto en educación redundará en un incremento de la
actividad inventiva en un país.
Con el objetivo de contestar a dicha pregunta, se han plasmado a lo largo del presente
estudio diferentes teorías y modelos doctrinales que argumentan la existencia de una
relación entre ciertas formas de educación y un incremento de la innovación y la actividad
inventiva. Además, se ha realizado un estudio cuantitativo para estudiar la incidencia del
gasto público en educación en la actividad inventiva en la Europa de 2014.
De estos resultados, por tanto, no se pueden inferir conclusiones directas que permitan
establecer la existencia de un vínculo causal entre las invenciones y la educación, al
menos tal como se ha planteado la educación en este estudio, es decir, de forma totalmente
genérica.
Quizás, tal como proponen ciertos autores, sea cierto que no todo aumento del gasto en
educación vale, sino que la inversión ha de focalizarse en ciertos sectores educativos
específicos para que se genere una mayor actividad inventiva.
También es posible, como sugieren los resultados del estudio cuantitativo realizado, que
para aumentar la actividad inventiva no sea estrictamente necesario enfocarse en la
educación, en términos brutos, sino que la inversión haya de ir destinada a otras áreas
tales como la creación de los correctos incentivos a través de una regulación en propiedad
industrial más beneficiosa para los inventores.
28
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