Está en la página 1de 320

© Federico Stezano, 2007

© Gabriel Vélez Cuartas, 2007


© Red de Investigación Continental de Economía del Conocimiento 2007
© Miño y Dávila srl, 2007
© Pedro Miño Cicirello, 2007

Derechos exclusivos de publicación y distribución de la obra


[www.flacso.com/ricec]

Diseño de carátula, composición, fotomecánica, impresión y


encuadernación: Editorial Miño y Dávila srl

Prohibida su reproducción total o parcial, incluyendo fotocopia,


sin la autorización expresa de los editores.

Primera edición: Enero de 2008

ISBN: 978-84-96571-58-7

IMPRESO EN ARGENTINA
www.minoydavila.com.ar

En Madrid:
Miño-y-Dávila-editores
Arroyo Fontarrón 113, 2º A (28030)
tel-fax: (34) 91 751-1466
Madrid · España

En Buenos Aires:
Miño-y-Dávila-srl
Pje. José M. Giuffra 339 (C1064ADC)
tel-fax: (54 11) 4361-6743
e-mail producción: produccion@minoydavila.com.ar
e-mail administración: administracion@minoydavila.com.ar
Buenos Aires · Argentina
Índice

INTRODUCCIÓN
por Federico Stezano ................................................................... 13

PRIMERA PARTE
Apropiación y difusión de conocimiento, retornos crecientes
por Verónica Robert, Gabriel Yoguel y Analía Erbes ................. 29
Sistemas nacionales de innovación y regímenes institucionales
por Frédéric Lesemann .............................................................. 67
La Teoría de la Estructuración para la economía basada
en el conocimiento: una propuesta metodológica
por Gabriel Vélez Cuartas......................................................... 111
La transición a la Sociedad del Conocimiento:
nuevas demandas en la relación y en la organización
de la ciencia y la producción
por Mónica Casalet ................................................................... 143
La educación en Ciencia y Tecnología como derecho social
en la economía del conocimiento
por Gabriel Baum, Adolfo Nemirovsky y Nora Sabelli ........... 165

SEGUNDA PARTE
Políticas de construcción de redes ciencia-industria.
El caso de los Consorcios CONACYT de México
por Federico Stezano ................................................................. 183
La economía basada en el conocimiento, la innovación
y las ciencias del medio ambiente en Canadá:
el caso de la Red de Centros de excelencia ArcticNet
por Caroline Coussot ................................................................ 217
La importancia de las competencias endógenas en el
desarrollo de las vinculaciones: los casos de las tramas
siderúrgica y automotriz argentinas
por Analía Erbes y Gabriel Yoguel .......................................... 253
El Sistema de Innovación de Ciencia y Tecnología en Colombia:
contexto institucional y algunas hipótesis a revisar.
Notas sobre lo institucional nacional desde una perspectiva
de economía basada en el conocimiento
por Gabriel Vélez Cuartas......................................................... 287
Introducción
Introducción

Federico Stezano

1. La Red de Investigación Continental


de Economía del Conocimiento

L a iniciativa de la Red de Investigación Continental de Economía


del Conocimiento (RICEC), partió del interés común de sus
integrantes por analizar los diversos fenómenos involucrados en
ese amplio concepto. En nuestra reunión de diciembre de 2006 en
Buenos Aires, Argentina; cada integrante de la Red compartió sus
experiencias de investigación y el enfoque analítico en que éstas se
apoyaban. Allí se constató que, por sobre las diferentes asunciones
teóricas y especializaciones disciplinarias de cada investigador,
había una preocupación común a todos: la necesidad de definir y
refinar las diversas perspectivas que puedan ayudar a mejorar la
comprensión de este complejo fenómeno; dándole un especial énfasis
a las relaciones cooperativas entre universidades, centros de inves-
tigación, industrias y sectores productivos, así como alternativas
posibles para mejorarlas.
El grupo definió además en ese encuentro, cuatro áreas temáti-
cas clave en las cuales inscribir sus investigaciones: (i) el diseño y
evaluación de políticas públicas, y los vínculos entre la investigación
y la formación, las empresas y las políticas públicas; (ii) la creación
de empleo de calidad y su vínculo con las políticas y estrategias
de formación; (iii) la generación de innovaciones a nivel sectorial
y territorial; y (iv) la creación de programas e instrumentos que
fomenten la colaboración entre la ciencia y la industria.

13
LA RICEC surge como un espacio de intercambio internacional
(Argentina, Canadá, Colombia, Estados Unidos y México) que busca
reunir a investigadores, estudiantes, tomadores de decisión a nivel
público, empresarios, integrantes de cámaras empresariales y
organizaciones no gubernamentales, para colaborar en la reflexión,
análisis, comparación y evaluación con el fin de: (i) intercambiar
información de las investigaciones realizadas sobre: políticas públi-
cas (industriales, tecnológicas, científicas) que identifiquen nuevas
relaciones de colaboración entre los gobiernos nacionales, estata-
les, los sectores productivos y la actividad científica; (ii) definir,
reflexionar y difundir las buenas prácticas de cada experiencia;
(iii) detectar las relaciones de los estudios con las prioridades
explicitadas a nivel nacional, regional de los países, a fines de
determinar aspectos comunes y diferenciales sobre estos vínculos
con la toma de decisiones en la política pública; (iv) contribuir en
la elaboración de una reflexión teórica y práctica común sobre los
conceptos analíticos constitutivos del objeto de investigación de
la Red; esperando alimentar el debate internacional sobre tales
conceptos; e (v) impulsar la participación activa de los diferentes
actores de las sociedades latinoamericanas en definición de pro-
blemáticas sobre la utilización del conocimiento.
Dados esos objetivos, este libro es un primer paso constitutivo
de la RICEC, donde se vuelcan muchos de los varios de los conoci-
mientos y aprendizajes comunes compartidos por sus miembros. De
igual modo, la publicación espera ser una plataforma desde la cual
continuar alimentando el debate teórico sobre todos esos conceptos
mencionados, así como los diversos estudios nacionales desde una
perspectiva comparada en base a ese marco analítico común.
El libro se divide básicamente en dos partes. En una primera
parte se agrupan artículos con un fuerte contenido teórico, que dis-
cuten desde múltiples perspectivas analíticas varias de las facetas
de esa economía del conocimiento. La segunda parte del libro por
otro lado, reúne estudios que abordan experiencias nacionales en
México, Canadá, Argentina y Colombia, desde las múltiples dimen-
siones analíticas contenidas en la primera parte del libro.
Aunque esa multiplicidad disciplinaria y analítica de las pers-
pectivas presentes en los artículos de este libro, no hace fácil la
tarea de resumir sus contenidos en una breve introducción; sí es
claro un punto de partida común a todos: el concepto de economía
del conocimiento.

14 INTRODUCCIÓN
2. El concepto de economía del conocimiento.
Actualmente, este concepto en muchas ocasiones es aplicado
unívocamente para explicar cualquier fenómeno económico o social
que involucra actividades productivas, de ciencia y/o tecnología.
El concepto así usado, pierde su especificidad y su capacidad
heurística, pues si bien sirve como referente de una nueva forma
de organización económica; claramente es un concepto que no
puede aplicarse a todas las actividades productivas, ni adquiere
los mismos rasgos en todas las áreas de conocimiento (David y
Foray, 2002).
Un breve recorrido histórico puede permitir ilustrar los elemen-
tos más significativos de los que se compone el concepto, que luego
se precisan en los distintos artículos del libro. El conocimiento aso-
ciado con las nociones de aprendizajes e innovación, es un concepto
con larga data en las ciencias sociales, especialmente en la econo-
mía. Como señalan Yoguel, Erbes y Robert en el artículo contenido
en este libro, ya la corriente italiana de pensamiento económico
anterior y posterior a Adam Smith señalaba (en los siglos XV y
XVI), la importancia de promover esfuerzos en educación, ciencia
e innovación; así como la promoción de las actividades económicas
que tuvieran rendimientos crecientes.
Ya en el siglo XX, Schumpeter (1911) fue el primer autor en
subrayar el rol de la innovación en la generación de cuasi-rentas,
y de la importancia del conocimiento en la economía, relacionado
a su asunción de que las “nuevas combinaciones de conocimiento”
son el factor clave de la innovación y el emprendimiento. Es que de
hecho, concebir a las empresas en términos de conocimiento no es
una visión teórica reciente. Marshall en 1916, ya había establecido
que el capital consiste en gran parte en el conocimiento; el que es el
mayor motor de la producción y factor clave que facilita el dominio
sobre la naturaleza en la consecución de los objetivos de las empre-
sas (Fransman, 1998). También Hayek (1948) insistió en que la
división del conocimiento era el problema central de la economía
como ciencia social, y que el elemento central para responder a esa
cuestión, residía en analizar la forma en que empresas e individuos
comparten ese conocimiento (Cooke y Leydesdorff, 2004).
Desde mediados de los años 50, políticos y analistas económicos
llegan a un consenso respecto a que el crecimiento de las economías
occidentales industrializadas no podía seguirse explicando por

FEDERICO STEZANO 15
los factores económicos tradicionales (tierra, capital y trabajo). La
inclusión del conocimiento como factor explicativo del crecimiento
económico, puede verse reflejado en la creación de la OCDE en 1961,
como un intento por coordinar y organizar las políticas de ciencia
y tecnología (en adelante CyT) de los países más industrializados.
De esa manera, el primer Manual Frascati de 1963, puede pen-
sarse como la primera operacionalización de un análisis en donde
se asume la centralidad de la intensidad y dinámicas del capital
humano, así como de las características sectoriales del factor cono-
cimiento, bajo el supuesto de que las trayectorias y los regímenes
tecnológicos forman a los sistemas nacionales de innovación con
una lógica y dinámica diferente que las que ejercen los factores
geográficos o económicos (Cooke y Leydesdorff, 2004)1.

3. Los regímenes y la economía del


conocimiento. Tecnología, conocimiento,
mercado, instituciones, redes
Este panorama teórico-académico previo auguraba parcial-
mente ciertas orientaciones de los cambios y reconfiguraciones
de la economía dados en los últimos 15 años. Sin embargo, esos
cambios fueron más intensos que lo previsto por esas teorizaciones
anteriores; y de hecho, en la literatura de hoy aún siguen siendo
incompletas algunas explicaciones sobre determinados aspectos de
los fenómenos vinculados con esa economía del conocimiento. De
aquí nace, en definitiva, la tónica de la primera parte del libro: ofre-
cer parte del estado del arte de las discusiones actuales, y asumir
ciertas posiciones teóricas y metodológicas que permitan explicar
algunas de las complejas dimensiones de esta economía.
En ese sentido, el artículo que abre el libro, de Gabriel Yoguel,
Analía Erbes y Verónica Robert, analiza y discute las condiciones
que facilitan o no, la creación de ventajas competitivas en las empre-

1 En esta breve e incompleta reseña sobre el estudio del conocimiento como


factor determinante de las dinámicas de las economías capitalistas; debe
mencionarse también el aporte de la escuela evolucionista a partir de Nelson
y Winter (1982); quienes entienden a la empresa como una respuesta a proble-
mas relacionados con la información, la que en sí un depósito de conocimiento
productivo, que almacena su conocimiento en base a sus rutinas (Fransman,
1998).

16 INTRODUCCIÓN
sas. Básicamente, los autores postulan que la interacción de tres
regímenes: tecnológicos, de conocimiento y de competencia, deter-
mina la relación inversa entre apropiación (como elemento decisivo
para construir ventajas competitivas) y difusión (como filtración no
deseada) del conocimiento. Desde este supuesto sustentado en diver-
sos aportes de la teoría económica, fundamentalmente las escuelas
evolucionistas y neo-schumpeterianas; los autores proponen en
primer lugar una taxonomía que diferencia estilizadamente, cuatro
tipos de empresas según la calidad de las interacciones que tengan
con otros agentes, y si toman o no al conocimiento como un factor
diferenciador. A partir de las posibles variantes de esos cuatro
tipos de empresas en los tres regímenes considerados, los autores
muestran como el mayor desarrollo de capacidades cognitivas y la
mayor importancia de los bienes club, supone menores riesgos para
las empresas, al brindarles mayores posibilidades de apropiarse
del conocimiento y menores de difusión indeseada.
Es justamente la idea de régimen como conjunto de reglas y
normas que permiten explicar el comportamiento de los agentes;
el argumento que Frederic Lesemann recoge del anterior artículo,
para iniciar su discusión sobre las condiciones que permiten la
aparición de regímenes institucionales propicios para un sistema
nacional de innovación eficiente. Concibiendo a estos sistemas de
innovación insertos en un marco capitalista de mercado regulado
por diversas formas de intervención pública; el autor indaga los
acuerdos institucionales específicos nacionales que posibilitan o no,
el desarrollo de distintas formas de economías. Asumiendo así al
concepto de régimen como marco interpretativo que determina las
condiciones de producción e innovación, y de aparición de sistemas
nacionales de innovación; Lesemann presenta críticamente diver-
sas propuestas teóricas que analizan las relaciones Estado-mercado
y estructuras económicas, así como las relaciones Estado-sociedad
y estructuras sociales y familiares. El análisis pormenorizado de
esas tipologías, pone de manifiesto que distintas configuraciones
institucionales imponen distintas condiciones sobre las caracterís-
ticas constitutivas centrales de los sistemas innovativos. De esas
características, se destacan entre otras: los modos de las economías
de mercado (coordinadas o liberales), las formas de innovación pre-
ponderantes (radical o incremental), las regulaciones laborales, los
enfoques de formación profesional y de relaciones con otros agentes
económicos, los modos predominantes de la distribución de rentas,

FEDERICO STEZANO 17
el enfoque sobre el empleo, sobre la coordinación y la regulación,
así como el tipo de innovación que se privilegia.
Si bien estos dos artículos mencionados se basan en argumentos
disciplinariamente distintos (económicos en el primer caso, socio-
lógicos e institucionalistas en el segundo) para analizar distintos
aspectos del fenómeno; ambos ilustran detalladamente una serie de
condiciones que determinan la configuración de distintos sistemas
nacionales de ciencia, tecnología e innovación, que se reflejan en
la constitución (más o menos sólida) de una economía basada en
el conocimiento. En ese sentido, el primer artículo muestra que
el origen de las ventajas comparativas de las empresas reside en
la forma en que éstas protegen y se apropian del conocimiento;
mientras que el segundo, destaca cómo las ventajas comparativas
de los países se sitúan en la estructura institucional de la econo-
mía política, lo cual incluye las características de los regímenes
de regulación, la organización de los protagonistas económicos y
la estructura del Estado. Lejos de asumir esos postulados de un
modo normativo, ambos artículos dan constancia así de una serie
de dimensiones ineludibles a considerarse en todo análisis de una
economía del conocimiento.
De la misma manera, el tercer artículo también muestra varios
elementos constitutivos de este fenómeno de la economía del conoci-
miento. En su artículo, Gabriel Vélez realiza una original propuesta
metodológica apoyada en la teoría de la estructuración de Giddens.
El objetivo del autor es presentar un instrumento heurístico que
ayude a analizar integralmente las condiciones que habiliten (o
no) el desarrollo de una economía con base en el conocimiento.
El trabajo revisa cuatro vertientes teórico-metodológicas de las
ciencias sociales (las teorías de la agencia, las de análisis de redes
sociales, las sistémicas y las geográfico-territoriales), para hacerlas
confluir en un modelo que busca captar diversos elementos de esa
compleja economía. Sin asumir de modo dogmático una posición
determinista o voluntarista sobre el sistema o el sujeto, Vélez
subraya ante todo la importancia de un abordaje multi-analítico
para la comprensión de este fenómeno. En ese sentido, se destacan
tres relaciones clave: la relación entre los regímenes tecnológicos
y las organizaciones territoriales; la relación entre las redes de
políticas públicas con la construcción de redes de innovación; y la
relación existente entre las redes de conocimiento y la generación
de espacios nacionales de innovación.

18 INTRODUCCIÓN
De esa forma, el modelo metodológico propuesto busca relevar
el papel de los agentes, los intercambios relacionales entre organi-
zaciones, el contexto institucional, así como las normas y criterios
sociales y culturales; que habilitan o no el desarrollo de ese tipo
de economías. De esa forma, Vélez arriba a su propuesta final: un
modelo de análisis de este tipo de economía basado en tres nive-
les. Un nivel micro que refiere a las relaciones inter-personales,
un nivel meso que alude a las relaciones entre las organizaciones
productoras de conocimiento, las organizaciones productivas y el
Estado, y finalmente un nivel macro que refiere a los regímenes
tecnológicos.

4. El papel de las políticas en Ciencia y


Tecnología y en Educación en la
economía del conocimiento
Un elemento central para la RICEC son las relaciones coopera-
tivas que establecen empresas e instituciones de investigación; así
como las estrategias de las políticas en CyT que promueven esas
relaciones para consolidar la creación conjunta de conocimientos.
El artículo de Mónica Casalet muestra que el nuevo enfoque de
la innovación se acompaña de un movimiento similar en las polí-
ticas en CyT, como un intento de adecuación de las estructuras
institucionales y organizacionales a las actuales dinámicas pro-
ductivas y económicas.
Entre esas nuevas tendencias, se destacan primero las ocurri-
das en la organización de la investigación. La nueva investigación
se basa cada vez más en: enfoques multi-disciplinarios e inter-
institucionales, modos más extensos de evaluación a investiga-
ciones e investigadores, múltiples fuentes de financiamiento, y
como consecuencia de lo anterior, la aparición de nuevas rutinas
organizativas. A la vez, se destaca un nuevo proceso en la crea-
ción de instrumentos de apoyo a la investigación; cada vez más
coordinados y complejos, y de carácter responsivo a necesidades
estratégicas nacional, regional y sectorialmente definidas. Así,
las actividades y programas en CyT, cada vez más se adecuan a
esas prioridades, como refleja la promoción de proyectos en áreas
innovadoras del conocimiento.

FEDERICO STEZANO 19
En segundo lugar, el artículo muestra la re-configuración de
los límites entre la ciencia y la política. Apoyándose en el aporte
reciente de la teoría principal-agente para analizar las políticas
en CyT, el trabajo entiende a esas políticas como reflejo de una
nueva forma de distribución de recursos y de participación de
los actores sociales, lo que lleva al surgimiento de nuevos meca-
nismos institucionales que aseguran la productividad e integri-
dad de la investigación; todo lo que implica un nuevo proceso de
intermediación. En ese contexto, se da el pasaje a un modelo de
colaboración entre actores que se centra en la colaboración y los
acuerdos. Esta configuración más concertada, permite hablar de
un modelo político basado en la gobernanza, en tanto forma de
colaboración activa y más horizontal de todos los actores. En ese
marco, el artículo estudia finalmente cómo se han presentado en
México esas tendencias en el plano de las políticas de CyT en los
últimos años.
Este análisis sobre las políticas en CyT, revela en qué medida
los países realizan esfuerzos ingentes por promover desde múltiples
iniciativas, a áreas privilegiadas en intensidad de conocimientos,
como modo de fortalecer competencias y capacidades y por aña-
didura la innovación continua; para así responder a los nuevos
requisitos que impone la economía del conocimiento.
El artículo de Gabriel Baum, Adolfo Nemirovsky y Nora Sabelli
parte precisamente asumiendo que esas nuevas demandas de la
actual economía, obligan a la promoción del uso del conocimiento
generado por la sociedad, y del aumento de su demanda para
alentar su uso.
Centrando su análisis en el peso de los aprendizajes y conoci-
mientos en las sociedades y economías actuales (tema recurrente
en la mayoría de los trabajos del libro), el artículo muestra cómo
los avances tecnológicos han cambiado el tipo de problemas cien-
tíficamente analizables. La nueva realidad sostienen los autores,
requiere un proceso de alfabetización en las nuevas tecnologías y
de desarrollo de la educación en ciencias, con apoyo en dos pilares:
la infraestructura tecnológica (el uso del desarrollo tecnológico y
cognitivo de las redes sociales y del conocimiento) y la simulación
y el modelamiento. La originalidad de la propuesta de este artículo
se origina en la compleja visión del aprendizaje asumido. En un
entorno caracterizado por el carácter cambiante del conocimiento,
el aprendizaje señalan los autores, requiere ser holístico, y atender

20 INTRODUCCIÓN
a la actividad permanente, la alfabetización digital y las capaci-
dades cognitivas superiores; así como al entrenamiento en nuevas
herramientas, desarrollando capacidades para entender su funcio-
namiento, para relacionarse con ellas, para diseñar unas nuevas
e interpretar sus datos.
Desde esa concepción de conocimientos y aprendizajes, los
autores resaltan finalmente la importancia del aprendizaje y el
entrenamiento (requisito de toda apuesta de desarrollo industrial
al compensar las limitaciones de la educación escolar, y acortar
las distancias entre la preparación vocacional y la académica) para
vincular educación y trabajo. De ese modo, se subraya la necesidad
de la formación integral de la fuerza de trabajo que permita: con-
trarrestar las debilidades de la enseñanza secundaria, integrar los
aprendizajes teóricos y prácticos y ayudar a una mejor distribución,
más extensa, de los beneficios económicos.

5. Análisis de distintas experiencias nacionales


La segunda parte del libro como se anticipó, realiza lecturas
sobre diversas experiencias nacionales en torno a actividades donde
se crea, utiliza y/o difunde conocimiento. Si bien estos análisis
adoptan distintas ópticas para analizar tales experiencias, todos
recogen la preocupación de la Red por generar estudios sobre las
distintas prácticas productivas en las que se utiliza conocimiento
que se están desarrollando en América. En particular sobre este
punto, y ratificando las nociones que refiere Lesemann sobre las
condiciones institucionales que permiten o no la consolidación de
un sistema innovativo que apoye a una economía del conocimiento;
se nota una gran diferencia en las prácticas que desarrolla Canadá
con las que se dan en México, Argentina o Colombia.
El artículo de Federico Stezano que abre esta sección, analiza
el caso de un Consorcio ciencia-industria en México: los Consorcios
CONACYT, reciente programa de CyT que promueve el vínculo
entre empresas industriales y centros de investigación públicos,
para desarrollar investigaciones conjuntas en torno a problemas
concretos generados en las organizaciones productivas. Retomando
el análisis sobre las tendencias en políticas de CyT de los últimos
años desarrollado por Casalet, el estudio analiza cómo las nuevas
tendencias de la organización de la investigación se presentan para

FEDERICO STEZANO 21
el caso seleccionado. El énfasis en la I+D y en el relacionamiento
ciencia-industria del programa, así como los buenos resultados obte-
nidos; muestra que varios de los elementos que la teoría señala como
síntomas de un cambio en la forma de producción de conocimiento,
se pueden hallar en el caso seleccionado. Sin embargo también,
el estudio muestra la existencia de ciertas fallas en el programa,
las que fundamentalmente se explican por dos debilidades típicas
del sistema innovativo mexicano: el bajo relacionamiento ciencia-
industria y la escasa experiencia en implementaciones políticas
orientadas a la I+D y a la resolución de problemas concretos de
las industrias.
En el artículo de Caroline Coussot se analiza otro programa en
CyT donde se relacionan la ciencia y la industria, pero que, inserto
en la iniciativa de la Red de Centros de Excelencia canadienses,
busca una amplia integración de distintos actores vinculados con la
innovación. La experiencia analizada de la Red Ártica (ArticNet),
reúne a múltiples actores en torno al desarrollo de investigacio-
nes que responden a dos temas sensibles para Canadá: el medio
ambiente y los recursos naturales, y la comunidad Inuit. El análisis
desarrollado muestra sin embargo, que en la participación conjunta
de la sociedad civil, el gobierno, la industria y la universidad, las
relaciones entre actores cobran distinta intensidad. En ese sentido,
la Red se articula más débilmente con la industria y en menor
medida con los gobiernos provinciales; mientras que establece sus
vínculos clave con la universidad y de modo muy especial con la
comunidad.
El artículo concluye resaltando tres elementos presentes en la
literatura y que se constatan en el análisis empírico. El primero
alude a la importancia de las relaciones sociedad civil-universi-
dad como momento de socialización de conocimientos, e instancia
promotora de una cultura de la responsabilidad. La segunda
reflexión destaca cómo la economía del conocimiento lleva a la
universidad a una nueva lógica de búsqueda de la innovación, en
donde se destaca la asociación con la industria para la producción
y transferencia de conocimientos. Finalmente, Coussot destaca
que esa economía del conocimiento se inscribe finalmente en una
sociedad del conocimiento, en la que central la participación de
los individuos, el carácter irrestricto del acceso a la información,
y finalmente, la búsqueda de una mayor calidad de vida.

22 INTRODUCCIÓN
El artículo de Analía Erbes y Gabriel Yoguel por su parte,
busca indagar el peso que tienen las capacidades endógenas de las
empresas para establecer relaciones con otros agentes innovadores
(agentes y organismos comerciales, y organizaciones de CyT); bajo
el supuesto de que los intercambios entre los agentes no son auto-
máticos sino que requieren de un umbral mínimo de competencias.
Estas competencias (planteadas en términos de la complejidad de
la organización del trabajo, del peso de la innovación endógena y de
la orientación de la capacitación en la empresa) son las que deter-
minan finalmente, el grado de complejidad de esas relaciones.
El estudio basado en una encuesta a proveedores y clientes de las
industrias siderúrgica y automotriz de Argentina (conceptualizadas
como tramas productivas), arroja resultados no demasiado alen-
tadores: existen pocas vinculaciones entre los actores, y aún son
menos las relaciones que revisten una relativa calidad y compleji-
dad. Así, la mayoría de las relaciones establecidas apuntan a tres
objetivos: mejorar la competitividad a partir de factores precio, la
búsqueda de nuevos clientes y proveedores y el acceso a información
tecnológica. Los autores muestran que esas relaciones se dan en
un ambiente social, económico e institucional en que actúan las
empresas, que está dominado por unas pocas vinculaciones que
excedan a lo comercial, y que no promueve activamente la genera-
ción de conocimientos técnicos, organizacionales y de mercado, ni
el desarrollo de mecanismos formales e informales de interacción
para la difusión de conocimientos.
El último artículo de la sección es de Gabriel Vélez, quién hace
un diagnóstico institucional del sistema innovativo de Colombia. El
trabajo analiza tres sistemas: industrial, CyT y educación; con el fin
de resaltar las vinculaciones de esos tres pilares de la innovación.
En el primero, resaltan las nuevas iniciativas generadas por los
ministerios y los gremios industriales y comerciales que buscan
modernizar al sector y crear sinergias con los otros sistemas. Vélez
nota que esas iniciativas se dan en un marco de des-regulación
económica, acuerdos de libre comercio, y des-industrialización pero,
paradójicamente, en una coyuntura de crecimiento.
En el sistema de CyT se destaca la aparición de un sistema
nacional de innovación, en el contexto de un auspicioso aumento
presupuestal y mayor participación universitaria. Sin embargo, es
notorio que los esfuerzos aún no alcanzan para amalgamar un real
sistema de innovación, pues persisten desajustes entre la oferta

FEDERICO STEZANO 23
en CyT con las demandas empresariales lo cual refuerza la nece-
sidad de medidas contingentes de apoyo. En último lugar, dentro
del sistema educativo el rasgo más saliente está marcado por la
expansión en la educación técnica y tecnológica de programas pro-
empleo, y por un aumento de la matrícula, aunque aún el número
de graduados (el capital humano que exige la economía del conoci-
miento) sigue siendo bastante insuficiente. La conclusión principal
que emerge del artículo destaca la aparición de iniciativas que
muestran una búsqueda por modernizar el sistema de innovación
de Colombia y ciertos visos por industrializar su economía; pero
también recalca la necesidad de formular aún más políticas públicas
que atraviesen a todo el sistema de innovación, la necesidad de un
esfuerzo de inversión más constante, fundamentalmente ante la
falta de condiciones para desarrollar una suficiente cantidad de
programas de pre y pos-grado.

6. Perspectivas para América Latina


La realidad de América Latina que se ve reflejada en la mayoría
de los artículos, alude a un escenario que muestra un panorama
que no permite ser demasiado optimista en miras de las brechas
tecnológicas con los países desarrollados y de alcanzar a una eco-
nomía apoyada en la generación de conocimientos. Sin embargo,
por encima de los distintos diagnósticos nacionales realizados, es
intención de la RICEC ir más allá de la constatación de esas reali-
dades poco halagüeñas. Por eso, y como punto final a destacar, es
claro que existen en los artículos propuestas futuras para cambiar
–aún paulatinamente– los esquemas de innovación; y además
(y aquí reside la importancia para la RICEC de la presencia de
investigadores de Canadá y Estados Unidos) ejemplos de buenas
prácticas a tener en cuenta.
Una interesante propuesta en ese sentido, es la que realizan
Baum, Nemirovsky y Sabelli en su artículo, quienes resaltan una
serie de instrumentos necesarios para una reforma integral de
los sistemas educativos; sobre todo dada la necesidad en América
Latina de mayores presupuestos en educación, formación profesio-
nal y entrenamiento, así como las desavenencias educativas que
han producido en la región las privatizaciones. En ese sentido,
se destaca especialmente la creación de ambientes de trabajo y

24 INTRODUCCIÓN
educación acordes a las sociedades actuales, la enseñanza de la
ciencia con base en problemas concretos que pongan en claro la
utilidad social de la ciencia, la promoción de una estructura que
cambie prácticas de maestros y profesores, y la orientación de la
enseñanza para la creación, desarrollo e interpretación de modelos
de simulación de sistemas complejos.
En el plano empresarial e industrial por su cuenta, Yoguel,
Erbes y Robert recalcan la necesidad de una nueva concepción sobre
la difusión del conocimiento y sobre el conocimiento como bien club,
así como la necesidad de re-definir el perfil de especialización de
los países, e intentar desarrollar las capacidades endógenas, espe-
cialmente de modo de aumentar el peso de los agentes intensivos
en conocimiento en los esquemas productivos.
De un modo similar, pero en el plano de las políticas científico-
tecnológicas, el trabajo de Casalet deja en claro que deben ahon-
darse iniciativas que aborden prioridades estratégicas (de carácter
nacional, regional y sectorial) que se vinculen con el desarrollo
de investigaciones en áreas de conocimiento de punta. Del mismo
modo, y como también queda en claro en las investigaciones que
analizan las dinámicas de interacción de los ambientes productivos
y científicos, el artículo de Casalet refuerza la idea de la necesi-
dad de espacios institucionales y organizacionales que interme-
dien entre ambas esferas: por la necesidad política estratégica de
impulsar dinámicamente esas relaciones y por la exigencia que
impone la nueva dinámica de conocimiento de vincular a actores
con códigos, lenguajes y culturas distintas que deben ponerse en
común. En ese sentido, además, el aporte de Lesemann al respecto
es claro: más allá de las configuraciones institucionales generales
de las sociedades latinoamericanas, del modo preponderante de
coordinación de la economía y el énfasis en la innovación resultante,
cualquiera de todas esas reformas siempre requerirá de acuerdos
institucionales previos.
Todas estas propuestas esperan a partir de la aparición de este
libro, ser puestas en el debate público continental, y en la medida
que reflejan preocupaciones de todos los investigadores de la Red,
convertir a ésta en una plataforma desde la cual profundizar estos
debates.

Federico Stezano
México D.F., mayo de 2007

FEDERICO STEZANO 25
Bibliografía
COOKE, Phil y Loet LEYDESDORFF (2004), Regional Development in the
Knowkedge-Based Economy: The Construction of Advantage. Tomado de: http://
users.fmg.uva.nl/lleydesdorff/constructed_advantage/jtt2004.pdf, el día 16 de
marzo de 2007.
DAVID, Paul y Dominique FORAY (2002), “Introducción a la economía de la socie-
dad del conocimiento”, Revista internacional de Ciencias Sociales, UNESCO, N°
171, marzo, Blackwell, Inglaterra.
FRANSMAN, Martin (1998), “Information, knowledge, vision and theories of the
firm”, en: Dosi GIOVANNI; Teece DAVID y Josef CHYTRY, Technology, orga-
nization and competitiviness. Perspectives on industrial and corporate change,
New York, Oxford.

26 INTRODUCCIÓN
Primera Parte
Apropiación y difusión de conocimiento,
retornos crecientes1

Verónica Robert, Gabriel Yoguel y Analía Erbes


Universidad Nacional General Sarmiento
Buenos Aires

Introducción

L a idea de que la innovación y el desarrollo de procesos de apren-


dizaje son mecanismos que permiten a las empresas obtener
cuasi-rentas y por lo tanto constituyen factores claves para explicar
los procesos de acumulación de capital y de desarrollo económico es
de larga data en la teoría económica. Como señala Reinert (2005a
y 2005b) estas cuestiones, que explican el sendero evolutivo exitoso
de diferentes países en las últimas centurias, pueden ser encon-
tradas en (i) el pensamiento mercantilista no vulgar que otorgaba
un rol clave a un perfil de especialización centrado en productos
con retornos crecientes a escala y por lo tanto costos decrecientes,
(ii) en la corriente de pensamiento italiana previa y posterior a
Adam Smith que planteaba no sólo la importancia de realizar
importantes esfuerzos de inversión en educación, ciencia e inno-
vación sino también la necesidad de promover las actividades con
rendimientos crecientes y desalentar aquellas con rendimientos
decrecientes (Serra, 1613; Verri, 1771) y (iii) la escuela económica
alemana desde los cameralistas en el siglo XVII, pasando por la
escuela histórica en los siglos XIX y XX y el impacto de Sombart
sobre Marx y Schumpeter.

1 Este trabajo ha sido realizado en el marco de las actividades del Programa


de Áreas de Vacancia de la Secyt “Tramas productivas, innovación y empleo”,
con fondos del Foncyt y de la Universidad Nacional de General Sarmiento a
la que pertenecen los autores y se basa en Erbes et al (2006).

29
Estas mismas ideas fueron planteadas después por los autores
de la escuela clásica del desarrollo (Rosestein-Rodan, 1943; Nur-
kse, 1952; Lewis, 1954; Hirshman, 1958 y Singer, 1950) quienes
explicaban que el desarrollo económico constituía un proceso en
desequilibrio debido a la presencia de un conjunto de factores tales
como la competencia imperfecta, los retornos crecientes a escala
y la existencia de un exceso de fuerza de trabajo no absorbida
por el sistema productivo. Dado que el perfil de especialización
prevaleciente en los países en desarrollo –derivado de ventajas
comparadas estáticas– no garantizaba el desarrollo económico y
generaba magros resultados, planteaban que estos países requerían
cambiar dicho perfil hacia otro en el que los factores mencionados
estén presentes.
Asimismo, a partir de la creciente importancia del conocimiento
en la actividad económica intensificado por la emergencia de un
nuevo paradigma tecno-organizacional han proliferado un número
importante de estudios que desde una perspectiva evolucionista
analizan la relación entre la creación y apropiación del conocimiento
y el desarrollo de ventajas competitivas, retomando los trabajos
pioneros de Schumpeter (1912 y 1942) sobre el rol de la innovación
en la generación de cuasi-rentas temporales o estructurales y en
lo que denominaba desenvolvimiento económico y los de Arrow
(1962) y Nelson (1962) sobre las características del conocimiento
en tanto bien económico. A partir de la relevancia del conocimiento
tácito señalada por Polanyi (1958), se produjo un salto cualitativo
con respecto a los primeros acercamientos de la teoría económica
que no distinguían información de conocimiento. Una parte sig-
nificativa de esos estudios se focalizó en diferenciar conocimiento
codificado y tácito (Cowan, et al 2000, Johnson et al, 2001) y en
caracterizar las diferentes dimensiones del conocimiento para
poder capturar su complejidad (Nightingale, 2003). Mientras algu-
nos estudios se ocuparon de las cuestiones de la transformación
del conocimiento tácito y codificado (Nonaka y Takeuchi 1995) y
de las diversas dimensiones vinculadas con su generación (Ancori
et al, 2000; Nonaka y Takeuchi, 1995, Nonaka y Toyama, 2002),
otros introdujeron la cuestión de la demanda para explicar los
procesos de integración del conocimiento (Malerba y Orsenigo,
2000). Finalmente algunos autores han efectuado contribuciones
vinculando el desarrollo de redes con la generación de conocimiento,
las formas de mercado predominantes y la construcción de ventajas

30 APROPIACIÓN Y DIFUSIÓN DE CONOCIMIENTO, RETORNOS CRECIENTES


competitivas (Cohendet, et al, 1999; Ernst and Lundvall, 1997).
En esa dirección, la literatura desarrolló una serie de tipologías
del conocimiento que apuntan a la descripción de los procesos de
aprendizaje (Nelson y Winter, 1982; Nonaka y Takehuchi, 1995;
Lundvall et al, 1997; Antonelli, 1999; Cowan et al, 2000; Ancori
et al, 2000) y a entender como se crea nuevo conocimiento a nivel
individual, organizacional y en sistemas regionales o nacionales
(Nooteboom, 1999; Nelson y Winter, 1982; Nonaka y Takeuchi,
1995; Ernst y Lundvall, 1997).
En ese sentido, esta reciente literatura sobre conocimiento
refleja un importante esfuerzo para i) explicar los procesos de
creación de competencias, ii) avanzar en la distinción entre conoci-
miento e información y iii) conectar el estudio de los mecanismos de
aprendizaje con la generación de ventajas competitivas dinámicas
en organizaciones y sistemas productivos que van más allá de los
agentes individuales e involucran redes, territorios e instituciones
(Langlois, 2003). En especial, en América Latina las discusiones
sobre innovación, conocimiento y procesos de aprendizaje se rela-
cionan cada vez más con la necesidad de discutir las cuestiones de
cambio estructural (Ocampo, 2005).
Recientemente, estas ideas han sido retomadas y ampliadas por
diversos autores que plantean cuatro cuestiones claves. En primer
lugar se sostiene que los procesos de competencia y de desarrollo
son isomórficos y que competencia y equilibrio constituyen una
contradicción en términos (Metcalfe et al, 2003). En segundo lugar
se señala que el desarrollo requiere inducir procesos de cambio
estructural centrados en “la habilidad del sistema para innovar,
la capacidad de la innovación para generar complementariedades
y la capacidad para reducir el dualismo estructural” (Ocampo,
2005). En tercer lugar se plantea la necesidad de generar procesos
de apropiación de conocimiento que den lugar a derrames hacia
la sociedad en término de mejores salarios y empleo de calidad, lo
que en los países en desarrollo en general y en América Latina en
particular remite a la necesidad de rediscutir el perfil de especia-
lización predominante (Reinert, 2006)2.

2 Estos procesos están influidos por la importancia que alcanzan dos propie-
dades de los sistemas evolutivos avanzados: (i) la homeostasis (capacidad
de absorción del sistema) y (ii) la autopoiesis (capacidad endógena del sis-
tema).

VERÓNICA ROBERT, GABRIEL YOGUEL Y A NALÍA ERBES 31


El tercero de estos puntos es fundamental para abordar una
cuestión central de los problemas del subdesarrollo: la relación
entre el concepto de apropiabilidad con el perfil de especialización.
Reinert (2006), que le permite dar cuenta de los problemas de
subdesarrollo desde una perspectiva schumpeteriana. Este autor
plantea que cuando el país no puede apropiarse de los frutos de
las innovaciones o cuando el perfil productivo está centrado en
actividades con baja tasa de innovación y por lo tanto débil gene-
ración endógena de conocimiento, el enfoque neoschumpeteriano
puede ser de utilidad analítica para explicar el subdesarrollo.
En ambos casos, es fácil especializarse en ser un país pobre en
la división internacional del trabajo. En especial, si el patrón de
especialización está centrado en productos donde la innovación
es fundamentalmente incorporada en bienes de capital, patentes
y licencias, la discusión sobre apropiabilidad no tiene sentido ya
que los beneficios del progreso técnico no se difunden sobre una
sociedad de una forma colusiva con rendimientos crecientes, precios
no descendentes y salarios crecientes sino clásica, vía precios que
caen en un esquema cercano al de la perfecta competencia. En ese
caso, el sendero de crecimiento de estos países dependería fuerte-
mente de los elevados precios internacionales en aquellos productos
en los que se especializa y no en sus capacidades endógenas que
le permitirían innovar y hacer una apropiación más fuerte del
conocimiento generado. Por lo tanto, desde la perspectiva de los
países en desarrollo la apropiabilidad es clave y significa poder
tomar ventaja de las ventanas de oportunidad eligiendo productos
adecuados desde la perspectiva de la gestión de la tecnología y del
conocimiento y de la forma de mercado predominante.
Desde este conjunto de perspectivas, el objetivo de este trabajo es
discutir la vinculación negativa existente entre difusión –entendida
como filtración no deseada– y apropiación de conocimiento en tér-
minos de construcción de ventajas competitivas en diversas formas
organizacionales asociadas a un perfil de especialización dado. En
este marco, este capítulo intenta responder las siguientes pregun-
tas: ¿cuáles son las fuerzas que determinan esta relación negativa
en el marco del nuevo paradigma tecnoproductivo?, ¿La creación
de capacidades cognitivas a nivel organizacional puede ser com-
prendida como una forma de protección relevante en la economía
del conocimiento? ¿Cómo se manifiesta esta interacción negativa
en el amplio gradiente que va desde las firmas individuales, en las

32 APROPIACIÓN Y DIFUSIÓN DE CONOCIMIENTO, RETORNOS CRECIENTES


que las relaciones se circunscriben sólo a un plano de intercambio
mercantil, hasta las redes en las que existen fuertes interacciones
y flujos de conocimiento entre los agentes que las integran?
La hipótesis principal de este trabajo es que la relación inversa
existente entre difusión y apropiación depende de la interacción
conjunta de los tres tipos de regímenes: la gestión de la tecnolo-
gía y el conocimiento y a las diferentes formas de mercado y a
su vez esta relación inversa es relativa al entorno institucional
y de desarrollo. La noción de régimen da cuenta de una visión
sistémica que incorpora un conjunto de normas y reglas que per-
miten explicar y dar coherencia al comportamiento de los agentes.
En esta noción subyacen algunas cuestiones planteadas por el
pensamiento evolucionista y neoschumpeteriano tales como path
dependency, indeterminación o equilibrios múltiples y efectos lock
in (Metcalfe et al, 2003). Asociada a esa hipótesis, se considera
que la creación de ventajas competitivas, que permitan una mayor
apropiación del conocimiento, depende del grado de complejidad
de las capacidades cognitivas desarrolladas por los agentes. A
su vez, el desarrollo de estas capacidades permite integrar el
conocimiento tácito y codificado y por lo tanto elevar los umbrales
mínimos necesarios para evitar su decodificación y apropiación
por parte de otras empresas. Esta última cuestión estaría directa-
mente vinculada a las limitaciones de los países en desarrollo para
poder construir, en el marco de la economía del conocimiento, un
perfil de especialización productiva que de lugar (i) a un proceso
de mayor apropiación y menor filtración del conocimiento y (ii)
al pasaje desde una posición de price takers a otra en la que son
price makers derivada de procesos de diferenciación de productos
y formas oligopólicas que den lugar a una distribución colusiva
del progreso técnico. Desde esta perspectiva analítica se espera
que cuanto más codificado sea el conocimiento generado mayor es
la difusión potencial y por lo tanto mayor el riesgo de no apropia-
ción de las cuasi-rentas derivadas del desarrollo de capacidades
cognitivas. Por lo tanto, la circulación del conocimiento al interior
de los sistemas productivos dependería tanto del grado de comple-
jidad de las capacidades cognitivas de los agentes como del tipo de
protección que puede ser construido sobre la base de esas mismas
capacidades y de las formas de mercado prevalecientes, asociadas
al perfil de especialización dominante. Consecuentemente, se pone
en cuestión la idea de conocimiento como un bien público para los

VERÓNICA ROBERT, GABRIEL YOGUEL Y A NALÍA ERBES 33


agentes. En un extremo, mostraremos que cuando las barreras a
la entrada son reducidas, se requieren menores competencias para
de-codificar el conocimiento y la información necesaria para llevar
a cabo los procesos productivos. En el otro extremo, el conocimiento
se transforma en un bien club cuando circula solamente al interior
de una red y/o de una comunidad epistémico. En consecuencia, las
posibilidades de apropiación de beneficios extraordinarios asocia-
dos a la generación de conocimiento dependerán de los esfuerzos
realizados por los agentes para restringir su circulación. Desde esa
perspectiva, un objetivo clave que debería explicitar una sociedad
para transitar un camino de cambio estructural es el gradiente
y velocidad del trade-off existente entre difusión y apropiación y
entre bienes públicos y bienes club.
En la primera sección se propone una taxonomía de formas
organizacionales, elaborada sobre la base de la importancia i) del
conocimiento y ii) de la red en la organización de la producción y
en la obtención de ventajas competitivas. Del mismo modo, se eva-
lúan las características de cada taxonomía en relación a la gestión
tecnológica y del conocimiento y a la estructura de mercado. En
la segunda sección por su parte, se analiza la relación existente
entre difusión y apropiación del conocimiento como consecuencia
de la acción conjunta de los tres regímenes. En la tercera sección
se utiliza el esquema de regímenes para repensar las cuestiones de
política. Finalmente, se extraen las principales conclusiones.

1. Regímenes tecnológico, de gestión del


conocimiento y de mercado en
diferentes formas organizacionales

1.1 Tipología de formas organizacionales

En esta sección se desarrolla una taxonomía de agentes que


combina en forma binaria la relevancia de las interacciones y
articulaciones (tramas) entre agentes y la importancia del cono-
cimiento como fuente de diferenciación3. Desde esta perspectiva

3 En Ocampo (2005) se realiza un ejercicio similar al proponer una taxonomía


sectorial para los países en desarrollo construida a partir de dos planos, la
innovación que asocia a procesos de aprendizaje y las complementariedades
(los encadenamientos, economías de aglomeración y especialización y spillo-

34 APROPIACIÓN Y DIFUSIÓN DE CONOCIMIENTO, RETORNOS CRECIENTES


pueden identificarse cuatro casos extremos: firmas en tramas de
conocimiento, firmas en tramas en las que el conocimiento no es
relevante como fuente de diferenciación y finalmente firmas aisla-
das con o sin importancia del conocimiento (ver cuadro 1). Se trata
de un ejercicio heurístico que, a través de la identificación y carac-
terización de ciertos tipos ideales permite poner a prueba la idea
de que las ventajas competitivas se adquieren en un marco donde
interactúan tres regímenes: el tecnológico, el del conocimiento y
el de la competencia.

CUADRO 1 Taxonomía de empresas según la importancia del cono-


cimiento y del trabajo en trama.

Importancia del conocimiento como fuente de


Importancia diferenciación
de la trama
Baja Alta
Baja Empresas aisladas Islas de conocimiento
Alta Redes burocráticas Redes de conocimiento

Fuente: Elaboración propia

Las empresas aisladas son firmas que fundamentalmente


no operan en red y en las que la importancia de la generación y
circulación del conocimiento es reducida desde la perspectiva de
la valorización del negocio. Las relaciones que entablan con otros
agentes se reducen a transacciones comerciales de compra venta
que muchas veces ni siquiera tienen continuidad en el tiempo. Esto
limita el desarrollo embrionario de vinculaciones que permitan la
emergencia de procesos de transferencia y circulación de conoci-
miento. Por lo tanto, no existen mecanismos colectivos de reducción
de incertidumbre. Saxenian (1994) realiza una caracterización de
las empresas aisladas –que denomina como independent firms– las
cuales cuentan con escasas capacidades de innovación debido a que
operan en un contexto cerrado que interactúa débilmente con el
exterior. En el caso de Latinoamérica a este grupo pertenecen una
proporción significativa de las firmas pequeñas y medianas.

vers) entre los agentes que en los casos virtuosos generan economías dinámicas
de escala. De acuerdo a este autor quedarían conformados así cuatro grupos:
(i) Deep, fuertes procesos de aprendizaje y complementariedades, (ii) Shallow
débiles procesos de aprendizaje y complementariedades, (iii) labor absorbing,
débiles procesos de aprendizaje y fuertes complementariedades) y (iv) Short
Breath (fuertes procesos de aprendizaje y débiles complementariedades).

VERÓNICA ROBERT, GABRIEL YOGUEL Y A NALÍA ERBES 35


En el caso de las redes burocráticas se trata de firmas que
operan en red, pero en las que la importancia de la generación y
circulación del conocimiento generada a nivel local es reducida.
Marin y Bell (2005) definen una categoría similar para identificar
un grupo importante de empresas subsidiarias de multinacionales
en países en desarrollo (grupo shallow, en Ocampo, 2005). El pro-
greso técnico es de tipo incorporado en bienes de capital y de tipo
desincorporado proveniente de la casa matriz de estas empresas,
en el caso de firmas multinacionales. Un ejemplo de firmas este
grupo para América Latina son las empresas que constituyen el
complejo automotriz (Novick y Gallart, 1997; Motta 1999; Cimoli
y Constantino, 2000; Albornoz y Yoguel, 2004).
Las islas de conocimiento son firmas que a pesar de no operar
en red centran sus ventajas competitivas en la transformación del
conocimiento a partir de una importante acumulación de compe-
tencias endógenas (capacidades innovativas y emprendedoras).
Sin embargo, su carácter aislado no les permite obtener sinergias
del ambiente ni provocar derrames significativos, coincidiendo
con el grupo short breath que plantea Ocampo (2005). En forma
estilizada puede identificarse en este grupo en América Latina a
algunas empresas de punta de software y biotecnología (Erbes et
al, 2005).
Por último, las redes de conocimiento están integradas por fir-
mas que operan en red en las que la importancia de la generación
y circulación del conocimiento y de las interrelaciones tecnológi-
cas y complementariedades entre agentes es clave para generar
ventajas competitivas dinámicas y cuasi rentas sobre la base de
rendimientos crecientes a escala (Cimoli, 2005). En estas empresas,
que estructuran sus propios mercados, la generación y circulación
de conocimientos al interior de la red les permite competir desde
una posición oligopólica. Saxenian (1994) define a esta forma
organizacional como network-based industrial system, y la asocia
con las empresas del Silicon Valley y de la Ruta 128 en EEUU.
(Power y Lundmark, 2004). Estos casos son muy reducidos en la
mayor parte de los países latinoamericanos.
Es importante aclarar que un mismo complejo productivo puede
pertenecer a alguna de las cuatro tipologías en países desarrolla-
dos y en desarrollo. Por ejemplo las tecnologías de la información
y comunicación, la biotecnología y la nanotecnología pueden ser
consideradas redes de conocimiento en los países desarrolladas y

36 APROPIACIÓN Y DIFUSIÓN DE CONOCIMIENTO, RETORNOS CRECIENTES


pertenecer a los grupos de islas de conocimiento o empresas aisla-
das en los países en desarrollo en los que la heterogeneidad estruc-
tural permitiría identificar firmas en ambos grupos en el mismo
país. A su vez, algunas matrices de empresas multinacionales en
esos sectores pueden constituir redes burocráticas –beneficiadas de
salarios reducidos de mano de obra calificada– integradas a redes
globales. Asimismo, por ejemplo, el complejo automotriz puede ser
considerado una red de conocimiento en los países desarrollados por
el alto contenido de partes electrónicas en todos los subensambles y
constituir redes jerárquicas de muy desigual grado de complejidad
en los países en desarrollo cuya mayor ventaja competitiva es la
logística y el aprovechamiento de regímenes especiales que facilitan
la importación de las partes y subensambles más intensivas en
conocimiento. A su vez, los complejos agroalimentarios más avan-
zados (p.e. soja) suelen constituir redes burocráticas cuya ventaja
competitiva mas importante –logística, subcontratación contrac-
tualizada, organización post-fordista del trabajo y el uso intensivo
de factores abundantes– les permiten obtener cuasi-rentas no
accesibles para las empresas aisladas. Sin embargo, en muchos
de estos complejos una parte significativa del paquete tecnológico
incorporado (semillas transgénicas, herbicidas) es desarrollado
por empresas pertenecientes a redes de conocimiento radicadas en
los países desarrollados. Nuevamente, esto no significa que no se
encuentren firmas locales de elevado nivel tecnológico cercanas a
la frontera técnica internacional. Sin embargo, en la mayor parte
de los casos se trata de islas de conocimiento que, si bien obtienen
cuasi-rentas, no constituyen una masa crítica de agentes con capa-
cidad de cambiar el perfil de especialización dominante.
En algún sentido, es posible afirmar que existe una fuerte línea
divisoria entre países desarrollados y en desarrollo en relación al
predominio de cada uno de los cuatro grupos de agentes. Por la
debilidad de los procesos de cambio estructural, en los países en
desarrollo predominan los agentes incluidos en el grupo empresas
aisladas y redes burocráticas. Por el contrario, tanto las islas de
conocimiento como las redes de conocimiento, si bien se pueden
encontrar en forma fragmentaria tienen un peso decisivamente
menor en la estructura productiva. A su vez en los países desa-
rrollados predominan “redes e islas de conocimiento” que guardan
una fuerte relación a partir de los procesos de take-over.

VERÓNICA ROBERT, GABRIEL YOGUEL Y A NALÍA ERBES 37


1.2 Regímenes tecnológico, de conocimiento y de mercado

En lo que sigue, se caracteriza la forma como cada uno de los


tres regímenes considerados (el régimen tecnológico, el régimen de
gestión del conocimiento y el régimen de competencia) se manifies-
tan en cada uno de los cuatro grupos de agentes (ver cuadros 2, 3
y 4). La secuencia de exposición de los regímenes es la siguiente:
a partir de una configuración dada del régimen tecnológico, el
régimen de conocimiento condiciona la posibilidad de generar
procesos de aprendizaje que impliquen la generación de ventajas
competitivas dinámicas. A diferencia de la idea del paradigma
estructura-conducta-desempeño, la actuación conjunta de los dos
primeros regímenes condiciona la capacidad de las distintas formas
organizacionales de operar en una estructura de mercado que le
permita apropiarse de cuasi-rentas.
La idea de régimen tecnológico alude al conjunto de carac-
terísticas que se refieren a la acumulatividad, la apropiabilidad,
la oportunidad y la base de conocimientos que definen a una
tecnología (Malerba y Orsenigo, 2000). La combinación de este
conjunto de rasgos configura un patrón de comportamiento sec-
torial, definiendo una franja de grados de libertad posibles en
función de las competencias diferenciales de los agentes asociadas
a distintas cuasi-rentas captadas en el proceso de competencia. En
términos del régimen tecnológico se pueden reconocer dos tipos de
comportamientos asociados al pensamiento de Schumpeter. Tanto
el grupo de empresas aisladas como el de las islas de conocimiento
se desarrollarían en un contexto en el que existen distintos gra-
dientes de libre entrada que desafían de manera constante a los
agentes instalados previamente. Por consiguiente, los cambios en
la producción, la organización y distribución provocan una conti-
nua destrucción en las cuasi-rentas (Mark I). En el otro extremo,
las empresas –grandes y multinacionales– que integran las redes
de conocimiento y las redes burocráticas operan en un contexto
de elevadas barreras a la entrada4 que limita la participación de
nuevos agentes en las cuasi-rentas que se generan (rasgos Mark
II). En este caso, se presentan funciones de costos decrecientes
determinada por aprendizajes de tipo acumulativo derivados del

4 Basadas tanto en regulaciones de mercado como en el desarrollo de capaci-


dades cognitivas.

38 APROPIACIÓN Y DIFUSIÓN DE CONOCIMIENTO, RETORNOS CRECIENTES


desarrollo de externalidades y complementariedades entre agentes
(Cimoli, 2005).
Para las empresas aisladas, la acumulatividad5 se presenta como
reducida, considerando el escaso metabolismo del conocimiento que
puede desarrollarse por fuera de los límites de la empresa, lo que
se deriva de la escasa acumulación de conocimientos y la ausencia
de redes formales e informales establecidas para la circulación del
mismo. En este sentido, es esperable que la acumulación de cono-
cimiento se derive fundamentalmente de tecnologías incorporadas
en la adquisición de bienes de capital y licencias. Por el contrario,
en las redes de conocimiento se presenta una alta acumulatividad
producto de los esfuerzos endógenos en la construcción de compe-
tencias y de la cantidad y calidad de vínculos establecidos tanto
al interior como al exterior de la firma, fundamentalmente con el
sistema científico y tecnológico. Esto da lugar a cierta virtuosidad
en el funcionamiento de la red. Esta fuerte acumulatividad en los
conocimientos, reforzada a la vez por la incorporación de bienes de
capital, da lugar a la generación de innovaciones tanto radicales
como incrementales.
En el extremo menos virtuoso, la apropiabilidad6 aparece muy
debilitada, ya que las estructuras de mercado en las que operan
estas firmas no les permiten proteger sus innovaciones de la copia
de agentes externos. Por el contrario, las redes de conocimiento se
caracterizan por tener una alta apropiación de las innovaciones
que realizan, dado que los desarrollos alcanzados son compartidos
únicamente por los agentes que integran el sistema.
En términos de oportunidad tecnológica7, el nivel de las empre-
sas aisladas es reducido y centrado sólo en el aprovechamiento
de ventajas estáticas, fundamentalmente de recursos naturales,
ventajas de localización y explotación del mercado interno, lo que
también determina un tipo particular de competencia. Por lo tanto,
en esquemas de este tipo, los estímulos a la innovación mediante la

5 La acumulatividad se refiere a la existencia de una trayectoria en la acu-


mulación de conocimientos que puede hacer una firma perteneciente a un
determinado sector. Lo implícito en esta idea es que el aprendizaje presente
es el resultado de esfuerzos previos que permitieron, a su vez, construir una
base de conocimientos.
6 La apropiabilidad se relaciona con la capacidad de las firmas de apropiarse
de las innovaciones y desarrollos que realizan.
7 Esta dimensión refleja la facilidad para innovar en términos del rendimiento
de la productividad del gasto en investigación.

VERÓNICA ROBERT, GABRIEL YOGUEL Y A NALÍA ERBES 39


inversión en la realización de actividades de I+D son muy reducidas.
En el caso de las redes de conocimiento la oportunidad tecnológica
está dada por la explotación de conocimientos científicos de gran
complejidad, derivados fundamentalmente de desarrollos endógenos
y de interacciones entre agentes muy heterogéneos que se vincu-
lan y comunican mediante complejos mecanismos de traducción.
En este sentido, se trata de oportunidades más dinámicas que se
renuevan constantemente.
Más allá de las situaciones extremas comentadas, existen un
conjunto de situaciones intermedias en términos de las caracte-
rísticas asumidas por la apropiabilidad, la acumulatividad y la
oportunidad necesarios para el desarrollo de innovaciones. El
primero de estos grupos intermedios (redes burocráticas), se carac-
teriza por una acumulatividad media derivada de conocimientos
adquiridos mediante flujos tecnológicos externos que provienen
casi exclusivamente de las casas matrices, en el caso de empresas
multinacionales radicadas en países en desarrollo; apropiabilidad
media-baja como consecuencia del predominio de productos no
diferenciados; oportunidad media en términos de la productividad
generada por los gastos en innovación que no permiten alcanzar
transformaciones radicales, y base de conocimientos genérico, de
complejidad media y transmitida a través de estructuras jerárqui-
cas de red. Finalmente, en las islas de conocimiento predomina:
una elevada acumulatividad de conocimientos surgidos de fuentes
externas (entre ellas la ciencia básica); una apropiabilidad media
y, por lo tanto, posibilidades limitadas de imitación; una oportu-
nidad tecnológica elevada sustentada en el aprovechamiento del
conocimiento científico; y una base de conocimientos genérico y
específico de alta complejidad.
Un aspecto complementario relacionado a la idea de régimen
tecnológico, que permite una caracterización adicional de cada
uno de los grupos, es el foco de la actividad tecnológica. En el caso
de las empresas aisladas, éste está centrado en la reducción de
costos. Se trata fundamentalmente de industrias maduras donde
las posibilidades de introducir innovaciones son muy acotadas. Las
innovaciones se refieren frecuentemente a procesos y a mejoras
en las maquinarias y equipos. En este sentido, las innovaciones
se desarrollan en otros sectores, identificando a este grupo con
los que Pavitt (1984) llamaba “dominados por proveedores”. En el
otro extremo (redes de conocimiento), el objetivo de la actividad

40 APROPIACIÓN Y DIFUSIÓN DE CONOCIMIENTO, RETORNOS CRECIENTES


tecnológica es el incremento del mark-up. Entre estos dos extremos,
aparecen también las dos situaciones intermedias ya mencionadas.
Por un lado, las redes burocráticas utilizan la actividad tecnológica
con la finalidad de desarrollar nuevos productos que les permitan
competir en mercados dinámicos. En términos de presencia secto-
rial, se destacan sectores maduros y algunas industrias de base,
con escaso peso del diseño tanto en la calidad como en el precio del
producto. En la otra situación intermedia (islas de conocimiento)
el foco de la actividad tecnológica se centra tanto en aumentar la
participación en el mercado como en la generación de beneficios
extraordinarios.
La forma como se manifiestan los cuatro atributos de este régi-
men en cada forma organizacional, definiría distintos niveles de
riesgo asociados a la difusión del conocimiento: mientras que en las
empresas caracterizadas por un régimen de tipo Mark I la difusión
de conocimiento estaría asociada a un mayor riesgo, en aquellas
en las que el régimen predominante es Mark II dicha difusión
tendría un riesgo menor, explicado por el mayor peso del desarrollo
de capacidades cognitivas y por el predominio de bienes club (ver
figura 1). Por lo tanto, el riesgo de apropiación de ese conocimiento
por parte de agentes externos es también más reducido.
El segundo plano considerado, el régimen de gestión del
conocimiento, da cuenta de hasta qué punto el conocimiento
generado puede actuar como una barrera a la entrada y contribuir
a generar cuasi rentas. La importancia que adopte el conocimiento
como barrera a la entrada dependerá de las seis dimensiones plan-
teadas en el cuadro 4.
En las firmas aisladas, el régimen de gestión del conocimiento
se caracteriza por bloqueos en la integración entre distintos niveles
de codificación del conocimiento que limitan significativamente la
apropiación de cuasi-rentas. Esto sería el resultado de la acción
conjunta de distintos factores: (i) fuerte rigidez de la estructura
organizativa; (ii) dificultades en la apropiación; (iii) fuentes de
aprendizaje de menor complejidad relativa predominante, y (iv)
una modalidad de aprendizaje centrada fundamentalmente en
mecanismos informales e idiosincrásicos. La capacidad de absorción
resulta baja y queda limitada a la compra de bienes de capital y a
los reducidos esfuerzos de integración de conocimiento de distinto
tipo. El objetivo central de la actividad innovativa, entendida en
un sentido amplio, es la búsqueda de reducción de costos motivada
por la presión competitiva.

VERÓNICA ROBERT, GABRIEL YOGUEL Y A NALÍA ERBES 41


CUADRO 2. Taxonomía de empresas y régimen tecnológico.

Tipo de empresas en función de la importancia


de la trama y de los procesos de aprendizaje
Atributos
Empresas Redes Islas de Redes de
aisladas burocráticas conocimiento conocimiento

1.
Régimen Mark I Mark II Mark I Mark II
Tecnológico
1.1 Elevada.
Reducida, Media.
Acumulatividad Fuentes
idiosincrásica Sectores Elevada
y origen de la internas y
y externa maduros.
tecnología externas
Media-Baja.
1.2
Reducida Bienes Medio Elevado
Apropiabilidad
estándares.
Reducido. Elevado.
Ventajas Ventajas
1.3 estáticas. dinámicas, con
Medio Elevado
Oportunidad Escasos gran incentivo
incentivos a la
para innovar innovación.
1.4 Desarrollo de Aumento del
Reducción de
Principal foco Reducción de nuevos mark-up vía
costos en la
de la actividad costos productos y elevado ritmo
red
tecnológica procesos de innovaciones

Fuente: Elaboración propia sobre base de Malerba y Orsenigo (2000).

Por el contrario, en las redes de conocimiento, los procesos de


aprendizaje no presentarían bloqueos en la generación y circulación
del conocimiento, lo cual se deriva de estructuras organizacionales
de tipo hipertexto (Nonaka y Toyama 2002) que permiten una muy
elevada capacidad de absorción. Esta no se limita a la incorporación
de bienes de capital sino que también se nutre de los avances de
la ciencia básica y aplicada. Los procesos de absorción también se
manifiestan a través de adquisiciones de firmas pertenecientes
al grupo islas de conocimiento. De esta forma, las redes de cono-
cimiento pueden reducir los costos en I+D de los núcleos e incre-
mentar la probabilidad de innovaciones exitosas al descentralizar
la actividad de innovación en múltiples start-ups que permiten un
aumento de la diversidad y mecanismos más eficientes de selección
de conductas que el mercado. En este sentido, se puede caracterizar
la forma de gestión del conocimiento de estas firmas como flexible
interna y externa, ya que no sólo desarrollan elevadas competencias

42 APROPIACIÓN Y DIFUSIÓN DE CONOCIMIENTO, RETORNOS CRECIENTES


endógenas a partir de las actividades de investigación y desarrollo
propias, sino que además coordinan y absorben los desarrollos
generados por el resto de las empresas que forman parte de la
red y por el sistema institucional. Por su parte, el desarrollo de
procesos de aprendizaje se manifiesta en innovaciones continuas
y en la posibilidad de excluir (a otras firmas) mediante libros de
códigos desplazados, que aparecen como indescifrables para otros
concurrentes en el mercado. Este tipo de trama puede ser asimilada
al funcionamiento de una comunidad epistémica. Las formas de
aprendizaje se generan fundamentalmente a partir de los procesos
de investigación y desarrollo formales y combinan distintos tipos
de aprendizaje, con especial énfasis en el desarrollo de redes.
En las redes burocráticas, el tipo de gestión del conocimiento es
jerárquico ya que la mayor parte del proceso de aprendizaje está
dominado por el núcleo y el resto de las empresas cuentan con
escasos grados de libertad. En el caso de los países en desarrollo,
estas redes pueden identificarse con empresas multinacionales, y
frecuentemente los procesos de aprendizaje provienen de sus casas
matrices. En este caso, el conocimiento se genera en el núcleo de
la trama, predominantemente las fases de integración referidas al
conocimiento codificado. Los modos de apropiación están relaciona-
dos con el secreto, las innovaciones incrementales y la protección
mediante derechos de propiedad intelectual en el caso de velocidad
de innovación reducida. La capacidad de absorción es alta en el
núcleo y está focalizada en obtener mejoras en los procesos, en la
gestión y en tecnologías incorporadas. En el resto de las empresas
de la trama la capacidad de absorción es inducida por el núcleo y
la presión competitiva de los pares.
En las islas de conocimiento predominan las estructuras hori-
zontales, lo que permite que el proceso de integración de conoci-
miento se desarrolle de forma completa y que se puedan utilizar
diferentes formas de aprendizaje simultáneamente. Por este motivo,
este tipo de gestión del conocimiento puede ser denominado de
flexibilidad interna, ya que los vínculos con otras empresas e
instituciones son reducidos e informales. En este sentido, predo-
minan los modos de organización post-fordista y las fuentes de
aprendizaje provienen fundamentalmente de la I+D interna y de
las interacciones al interior de la organización. En forma comple-
mentaria aprenden a partir de los desarrollos de la ciencia básica,
blueprints e interacciones informales con clientes y otros agentes
del sistema institucional.

VERÓNICA ROBERT, GABRIEL YOGUEL Y A NALÍA ERBES 43


CUADRO 3. Taxonomía de empresas y régimen de gestión de cono-
cimiento.

Tipo de empresas en función de la importancia


de la trama y de los procesos de aprendizaje
Atributos
Empresas Redes Islas de Redes de
aisladas burocráticas conocimiento conocimiento
2.
Régimen de Flexible Flexible interno
Débil Jerárquico
gestión del interno y externo
conocimiento
2.1
Estructura de Jerárquica Burocrática Post-fordista Hipertexto a/
la empresa
Interacciones
Conocimiento al interior de
2.2 Interacciones
Tecnología generado en la trama y
Fuentes de al interior de
incorporada la empresa con el sistema
aprendizaje la firma
núcleo nacional de
innovación
Procesos de
Learning by Learning
2.3 Learning by generación de
using, by by doing, by
Modalidad de doing, and conocimiento
producing and producing and
aprendizaje producing y traducción
by interacting by using
complejos
2.4 Alta en el Muy elevada
Baja y
Capacidad de núcleo, media Muy elevada incluyendo
limitada
absorción o baja en resto take-over
2.5
Integración
Adaptación
entre conoci-
del Integración
miento tácito y Limitaciones Completo tanto
conocimiento sólo a nivel de
codificado que para integrar al interior de la
codificado la empresa a
generen y desarrollar empresa como
provisto por parir de redes
distintos conocimientos de la red
casas personales
niveles de
matrices
capacidades
cognitivas

2.6
Patentes, Libro
Forma de
Secreto e Patentes y de códigos
apropiación de
Idiosincrásica innovaciones venta de las desplazado,
los beneficios
incrementales empresas Innovación
económicos
continua
conocimiento

Fuente: Elaboración propia.


Nota a): La estructura organizacional de tipo hipertexto alude a la existencia de
tres niveles simultáneos en la organización (jerarquía, equipos de proyecto y base de
conocimiento) que facilitaría según Nonaka y Takeuchi (1995) lo que denominan el
metabolismo del conocimiento.

44 APROPIACIÓN Y DIFUSIÓN DE CONOCIMIENTO, RETORNOS CRECIENTES


Puede pensarse que la necesidad de mantener en secreto sus
desarrollos, antes de que se manifiesten en la comercialización de
un producto o servicio, refuerce el aislamiento de estas firmas.
Los seis atributos del régimen de gestión del conocimiento des-
criben una relación inversa entre riesgo y desarrollo de capacidades
cognitivas (ver figura 1). El régimen de tipo débil está asociado a un
bajo desarrollo de capacidades cognitivas y, por lo tanto, a riesgos
elevados. Seguidamente, podría considerarse al régimen del tipo
flexible interno, que si bien implica el desarrollo de capacidades
cognitivas complejas, circunscribe a éstas al plano organizacional
y encuentran dificultades en la integración con el resto del sis-
tema de ciencia y técnica así como con otras empresas similares
–aguas arriba o abajo de la cadena–. Los riesgos asociados a este
tipo de régimen son menores que en el caso del régimen débil pero
claramente superiores que en el jerárquico, donde se desarrollan
capacidades cognitivas que trascienden al nivel organizacional,
pero con contenidos pocos complejos. Finalmente, en el régimen
flexible interno y externo, la creación de capacidades avanzadas a
nivel de tramas está asociada con una reducción de los riesgos por
circulación de conocimiento bajo la forma de bienes club.
El régimen mercado contribuye fuertemente a la diferen-
ciación de las empresas que operan bajo distintas formas orga-
nizacionales. Este régimen está indefectiblemente asociado al
sector en el que la firma se desempeña (Pavitt, 1984, Reinert, 1995).
De acuerdo a la taxonomía de empresas considerada la posibilidad
de afectar el entorno en el que desarrolla sus actividades varía
significativamente.
En oposición al mundo de estructuras puras, previsión per-
fecta y conductas idénticas, se parte de la idea de que las firmas
se desenvuelven en un ambiente innovativo, caracterizado por la
naturaleza incierta del cambio tecnológico. En este sentido, las
especificidades que adoptan los regímenes tecnológicos y de ges-
tión del conocimiento en los distintos tipos de firmas afectan el
medio donde éstas interactúan, provocando diversidad incluso al
interior de los grupos. Esta diversidad, que es un rasgo esencial de
las empresas, se manifiesta en: (i) capacidades diferenciales para
innovar, (ii) procesos de búsqueda firma-específicos asociados a
las trayectorias tecnológicas particulares derivadas de la propia
historia de las organizaciones, y (iii) estrategias empresariales
(referidas a la composición de la inversión, determinación de pre-
cios, I+D, etc.) definidas internamente, que garantiza la diversidad

VERÓNICA ROBERT, GABRIEL YOGUEL Y A NALÍA ERBES 45


de comportamientos. A su vez, la diversidad no sólo se presenta a
nivel de organización sino también a nivel de vínculos entre orga-
nizaciones. Estas relaciones permiten reducir la incertidumbre y
generan procesos de aprendizaje que resultan centrales para el
desarrollo de capacidades cognitivas. En esta dirección, los diversos
vínculos que desarrollan los distintos grupos definen la forma como
enfrentan la presión competitiva a la que están expuestos.
La diversidad descripta se enfrenta a mecanismos de selección
y aprendizaje que validan (o sancionan) las trayectorias específicas
de las firmas individuales y de los grupos de firmas asociados a
tramas productivas. Los mecanismos de selección permiten que
las organizaciones y tramas con características específicas en sus
capacidades innovativas logren resultados diferenciados en materia
de rentabilidad y market share. Los mecanismos de aprendizaje
(que se conforman a partir del régimen de gestión de conocimiento)
suministran la dimensión temporal así como la posibilidad de
afectar el nivel de competencia al que se enfrenta la organiza-
ción. En esta dirección, el régimen de competencia condiciona la
definición de barreras de entrada según la ventaja comparativa
que cada forma organizacional construya. Esto se manifiesta en
ventajas comparativas y en funciones de costos específicas. A su
vez, la construcción de estas ventajas dependerá de las capacidades
diferenciales de (i) capturar las interrelaciones tecnológicas y las
economías de escala de producción e (ii) incorporar aprendizajes
colectivos a partir de la interacción y distribución de conocimientos
(Cimoli, 2005).
En las empresas aisladas predomina un esquema competitivo
clásico que puede ser asociado al tipo puro de competencia perfecta.
En este caso, las barreras a la entrada son reducidas y la elastici-
dad precio de la demanda es muy elevada. El tipo de producto está
asociado a bienes de baja o nula diferenciación, lo que conduce a
que la competencia sea vía precios y a que las limitadas barreras
a la entrada sólo permitan replicar ventajas estáticas. Debido a la
forma como se manifiesta en estas empresas el régimen tecnológico
y el régimen de gestión de conocimiento, los limitados esfuerzos
innovativos que realizan (muchas veces vinculados con adopción
de tecnologías incorporadas) se circunscriban a la reducción de
costos. En este caso, los beneficios del progreso tecnológico se
manifiestan bajo la forma de reducción de precios, acorde con el
pensamiento clásico (Reinert 1995). El agente predominante es la

46 APROPIACIÓN Y DIFUSIÓN DE CONOCIMIENTO, RETORNOS CRECIENTES


PyME, lo que se asocia con una baja concentración del mercado.
Esto último puede ser interpretado como una consecuencia de la
dificultad de estas organizaciones para generar y mantener cuasi-
rentas en el tiempo.
El resto de los grupos está asociado a formas oligopólicas con
mayor o menor grado de competencia en cada caso. En particular,
el caso de las redes burocráticas adopta la forma específica de
mercados oligopólicos o monopólicos con bajo grado de competen-
cia. Son empresas que operan habitualmente en sectores maduros
donde las innovaciones por diferenciación son reducidas y el grado
de estandarización es elevado. En el actual contexto organizacional
y tecnológico, la flexibilización productiva tiende a deslocalizar la
producción ampliando el alcance de las redes globales con el objetivo
primario de reducir costos. De esta forma, el origen de las cuasi-
rentas se centra en las escalas de producción, en las regulaciones
en los países de destino y en procesos de aprendizaje transferidos
desde las casas matrices. En las redes burocráticas el desarrollo
de un cuasi-mercado le permite a la empresa núcleo reducir la
incertidumbre a través del funcionamiento en red a partir de una
fuerte estabilidad en la jerarquía y baja tasa de entrada.
En el grupo islas de conocimiento la forma de mercado predomi-
nante es la competitiva, para los agentes que superan las elevadas
barreras de entrada de conocimiento. Esto constituye una fuerte
diferencia con respecto a las firmas aisladas. Los agentes que pre-
dominan en este grupo son de tamaño mediano y pequeño, muchas
veces start-ups, lo que pone de manifiesto una concentración de
mercado media. Estas firmas tienden a ser absorbidas por las redes
de conocimiento a partir de procesos de fusión y adquisición. En
este sentido, el tiempo de permanencia en el mercado es reducido,
o bien porque son absorbidas por ser exitosas o bien porque van
a la quiebra. Están expuestas a elevadas incertidumbres porque
operan en sectores muy dinámicos con alta volatilidad, lo que se
manifiesta en el carácter temporal de las cuasi-rentas generadas
por los procesos de innovación.
Finalmente, en el caso de las redes de conocimiento, la forma de
mercado predominante es la oligopólica. Existen altas barreras a la
entrada y el conocimiento circula bajo las formas de comunidades
epistémicas y bienes club. Esto permite que las firmas de la red
aprovechen las interrelaciones tecnológicas y complementariedades
de conocimiento, que devienen en rendimientos crecientes a escala

VERÓNICA ROBERT, GABRIEL YOGUEL Y A NALÍA ERBES 47


que pueden ser apropiados por la trama en su conjunto. En el núcleo
de las redes predominan firmas grandes con elevada permanencia
en mercados de alta concentración pero en continua disputa por
nuevas innovaciones radicales que se manifiestan en una combi-
nación de acumulación y destrucción creativa. Como consecuencia,
el grado de estabilidad de las cuasi-rentas generadas por los pro-
cesos de integración del conocimiento es mayor que en el caso de
los grupos anteriores.

CUADRO 4. Taxonomía de empresas y régimen de competencia.

Tipo de empresas en función de la importancia de la red y


de los procesos de aprendizaje
Atributos
Empresas Redes Islas de Redes de
aisladas burocráticas conocimiento conocimiento
Oligopólico,
Oligopólico, Competitivo,
3. Competitivo, barreras
barreras barreras
Régimen de barreras elevadas por
elevadas por elevadas por
competencia reducidas comunidades
costos fijos. conocimiento.
epistémicos
3.1
Mediana-
Tamaño de la PyMEs Grandes Grande
Pequeña
firma
3.2
Concentración Media Alta Media-alta Muy alta
del mercado
Escasa Reducida, Elevada.
3.3 estabilidad empresas que Combinación
Tiempo de con agentes tienen a ser de
Muy Elevada
permanencia que transitan absorbidas acumulación
en el mercado hacia redes por redes de y destrucción
burocráticas conocimiento creativa
3.4
Estabilidad
Reducida Elevada Temporarias Elevada
de las cuasi
rentas
Ventajas
3.5
estáticas, Desarrollo de
Fuentes de Regulaciones Innovación
naturales o de Bienes club
cuasi rentas
localización.
3.6
Modo de Distribución
distribución No del excedente
Jerarquía No corresponde
del excedente corresponde como incentivo
al interior de a la innovación
la trama

Fuente: Elaboración propia.

48 APROPIACIÓN Y DIFUSIÓN DE CONOCIMIENTO, RETORNOS CRECIENTES


Así, si bien operan en sectores de fuerte progreso técnico e
inestabilidad, el hecho de trabajar en red les permite una mayor
decodificación de las incertidumbres del ambiente. Estas redes se
caracterizan por distintas formas de distribución del excedente. En
los casos más democráticos predomina la distribución asociada a
las capacidades innovadoras de las firmas.
El régimen de competencia determina la posición de las empre-
sas a lo largo de una relación positiva entre el grado de desarrollo
de capacidades cognitivas y las posibilidades de apropiación del
conocimiento (ver figura 1). Esta relación quedaría determinada por
dos situaciones extremas: una vinculada a situaciones competitivas
de libre entrada, y otra asociada con formas de mercado imperfectas
con fuertes barreras que devienen de la concentración del capital
pero también de la acumulación de competencias y capacidades
cognitivas. Tanto en las redes burocráticas como en las redes de
conocimiento existen jerarquías y reglas de governance que resul-
tan en heterogeneidades de agentes y en un reparto desigual de
las cuasi-rentas.

2. La relación entre difusión y apropiación del


conocimiento como resultado de la acción
conjunta de los regímenes tecnológico,
de competencia y de conocimiento
La forma que adoptan los tres regímenes tomados en su conjunto
contribuye a explicar las distintas posibilidades de acceso a cuasi-
rentas permanentes derivadas de la generación de capacidades en
materia de conocimiento8, lo que está asociado a la posibilidad de
implementar mecanismos de protección que eviten la imitación y
la disminución de beneficios extraordinarios. Interesa destacar
cuatro formas básicas de protección: (i) a través de medios legales,
(ii) mediante trabas tecnológicas, (iii) por medio de la aplicación
de paquetes tecnológicos y (iv) a partir de una mayor velocidad
de innovación que permite generar capacidades en materia de
conocimiento para articular eficientemente conocimiento tácito y

8 Como fue señalado en la sección anterior, algunas cuasi-rentas del tipo rent-
seeking pueden derivar del aprovechamiento de regulaciones como en el caso
de las redes burocráticas.

VERÓNICA ROBERT, GABRIEL YOGUEL Y A NALÍA ERBES 49


codificado y elevar las barreras que eviten la difusión y copia. Todas
las formas organizativas consideradas se caracterizan por utilizar
con distinto peso cada uno de los cuatro mecanismos de protección.
No obstante, en el caso extremo de las redes de conocimiento pre-
valece la utilización del tercer y cuarto modo en comparación con
los grupos restantes.
En este contexto, el objetivo de esta sección es explicar la
relación negativa entre la apropiación de cuasi-rentas generadas
a partir del desarrollo de capacidades en materia de conocimiento
y la difusión de conocimiento, considerando la interacción de los
tres regímenes presentados previamente.
La idea de difusión hace referencia a la filtración de los cono-
cimientos que los agentes generan, los cuales representan una
fuente central de sus ventajas competitivas. La dimensión de riesgo
considerada en el análisis es cercana a la aserción más tradicional
y constituye un gradiente de situaciones que dan cuenta de las
posibilidades de fracaso en el negocio asociadas al surgimiento de
imitadores que limiten la posibilidad de apropiación de cuasi-rentas.
Asimismo, la dimensión de desarrollos de capacidades cognitivas a
nivel organizacional depende de la creación de aparatos cognitivos
individuales combinados con la trayectoria de la firma, la especifi-
cidad sectorial y el conjunto de factores que fueron considerados en
la definición del régimen de gestión del conocimiento. Finalmente,
la apropiabilidad alude a la obtención de cuasi-rentas derivadas de
las capacidades cognitivas que desarrollan.
La difusión no puede ser considerada como una situación
dicotómica sino que puede establecerse un gradiente –no nece-
sariamente continuo- de situaciones que se corresponden con
diferentes posibilidades de apropiación, dados algunos parámetros
contextuales referidos a los tres regímenes mencionados. Pese a
esto, el proceso de difusión puede implicar, en un extremo, que el
conocimiento devenga un bien público, es decir que su consumo
sea no rival y no excluible.
Considerar al conocimiento como bien público implica pensar
que todos los agentes cuentan con, o están en condiciones de desa-
rrollar, las capacidades cognitivas necesarias para aprehender el
conocimiento que hasta ese momento les era extraño o ajeno. Por
el contrario, cuando la circulación del conocimiento permanece en
el interior de un grupo, organización o comunidad (epistémica) se
generan barreras cognitivas que afectan a los agentes externos
a esa forma organizacional. Esta situación permite reducir la

50 APROPIACIÓN Y DIFUSIÓN DE CONOCIMIENTO, RETORNOS CRECIENTES


incertidumbre y por lo tanto los riesgos de imitación y pérdida de
cuasi-rentas. En el primer caso, el conocimiento como bien público
adquiere comúnmente la forma codificada, mientras que en el
segundo combina elementos codificados y tácitos que resultan efec-
tivos para la circulación al interior del grupo y son percibidos como
tácitos por los agentes externos. Esta situación sería asimilable a
lo que Cowan et al (1999) denominan libro de códigos desplazado
y comunidades epistémicas.
Entre las situaciones extremas, existen posiciones intermedias
de difusión relacionadas con barreras a la entrada que se derivan
de la exigencia de capacidades cognitivas previas para que la
decodificación de esos saberes sea posible y el riesgo sea menor. A
medida que se transita hacia el extremo de bien público puro las
barreras a la entrada disminuyen, ya que cada vez son menores
los requerimientos cognitivos necesarios. Es decir, el conocimiento
está recopilado en un código cada vez más ampliamente aceptado
y por lo tanto la comprensión de este código se da en un sentido
amplio y aumenta la imitación y el nivel de riesgo.

Trade-off entre difusión y apropiación, una falsa dicotomía

La asociación inversa entre difusión y apropiación del conoci-


miento en términos de cuasi-rentas surge como consecuencia de las
tres relaciones vinculadas a cada uno de los regímenes considerados
en la sección previa. Esta relación se manifiesta de distinta forma
en las cuatro clases de organizaciones discutidas (ver figura 1).
El primer cuadrante refleja el régimen tecnológico, que se mani-
fiesta en una relación positiva entre difusión y riesgo. Los puntos
más cercanos al origen corresponden a regímenes del tipo Mark
II, ya que implican un bajo nivel de riesgo derivado de la escasa
difusión del conocimiento. Desde el punto de vista organizacional,
esto corresponde básicamente a las redes de conocimiento y, en
menor medida, a las redes burocráticas. En oposición a esa situa-
ción, los puntos más alejados corresponderían a un régimen del
tipo Mark I, caracterizado por niveles elevados de riesgo y por el
uso de conocimiento más cercanos al caso de bienes públicos.
En el segundo cuadrante, que da cuenta del régimen de gestión
del conocimiento a través de una relación negativa entre riesgo y
desarrollo de capacidades cognitivas, los puntos más cercanos al eje
de las ordenadas se corresponden con regímenes flexibles internos y
externos, con posiciones de bajo riesgo y elevado desarrollo de capa-

VERÓNICA ROBERT, GABRIEL YOGUEL Y A NALÍA ERBES 51


cidades cognitivas. El movimiento sobre la curva hacia el extremo
opuesto se corresponde con la aparición de las formas jerárquica,
flexible interna y débil, incrementando los riesgos y disminuyendo
el grado de desarrollo de capacidades cognitivas.
En el tercer cuadrante, que refleja el régimen de competencia,
los puntos más cercanos al origen corresponden a formas cercanas
a situaciones de libre entrada, con bajo desarrollo de capacidades
cognitivas y reducidas posibilidades de apropiabilidad. Por el
contrario, al avanzar hacia el extremo de la curva aumenta la
importancia de las formas imperfectas de mercado, con las carac-
terísticas opuestas.
Como consecuencia de la forma de las relaciones identificadas
en los cuadrantes I, II y III, existe una asociación inversa entre
difusión y apropiación. A lo largo de esta relación inversa pue-
den ser ubicadas las cuatro tipologías de empresas consideradas.
Mientras los puntos de uso de conocimiento de mayor difusión
y de menor apropiación corresponden a las empresas aisladas
caracterizadas por regímenes Mark I, formas débiles de gestión
del conocimiento y regímenes competitivas con bajas barreras a
la entrada, en el extremo opuesto se ubicarían las redes de cono-
cimiento, caracterizadas por un régimen tecnológico Mark II, un
régimen de conocimiento flexible interno y externo y un régimen de
competencia cercano a formas oligopólicas. En este caso, la menor
difusión y mayor apropiación del conocimiento que se genera en la
red se manifiesta en cuasi-rentas superiores al resto de las formas
organizativas que se reparten entre los agentes en función de la
forma de governance de la red.
En todos los casos sólo puede pensarse en una serie de puntos
que describan las relaciones entre las dimensiones consideradas
más que en variables continuas y asociaciones biunívocas.
Más allá de los movimientos discutidos sobre cada una de las
curvas –que están fuertemente asociados a la forma como se mani-
fiestan los tres regímenes considerados–, es interesante analizar
si los desplazamientos de cada una de las curvas podrían estar
vinculados al marco institucional y perfil de especialización en
países de distinto grado de desarrollo. Como han señalado distintos
autores (Rosenberg, 1982; Reinert, 1997; Rodrik, 1999), qué bienes
y servicios producir define un conjunto de planos vinculados a la
importancia que adquieren el conocimiento, el tipo de rendimientos
a escala, la generación de ventajas competitivas y las formas de
mercado predominantes.

52 APROPIACIÓN Y DIFUSIÓN DE CONOCIMIENTO, RETORNOS CRECIENTES


F IGURA 1. Esquema de relaciones

CUADRANTE I Difusión RELACIÓN


RÉGIMEN DIFUSIÓN
TECNOLÓGICO APROPIACIÓN
Empresas
Aisladas
Mark I Islas de
conocimiento
Mark I
Mark II Redes burocráticas
Mark II Redes de
conocimiento

Riesgo Apropiación
Competitivo
Débil
Flexible Competitivo
interno Oligopólico
Jerárquico
Oligopólico
Flexible
interno y
externo
CUADRANTE II CUADRANTE III
RÉGIMEN DE GESTIÓN Grado de desarrollo de RÉGIMEN
capacidades cognitivas
DEL CONOCIMIENTO COMPETENCIA

Fuente: Elaboración propia.

Podemos pensar que un giro en el perfil de especialización


hacia actividades más intensivas en conocimiento viene asociado a
un desplazamiento hacia la derecha de la relación difusión riesgo
(primer cuadrante). Al mismo tiempo, una complejización del sis-
tema nacional y local de innovación desplaza hacia la derecha la
curva que vincula riesgo con el desarrollo de capacidades cognitivas
(segundo cuadrante). Finalmente, mayores delimitaciones de los
derechos de propiedad (propiedad intelectual, regulaciones, defensa
de la competencia, etc.) corren hacia la derecha la curva asociada
al régimen de competencia (tercer cuadrante). Como consecuencia
del conjunto de estas modificaciones la curva difusión-apropiación
se desplaza hacia fuera, denotando para un mismo nivel de difu-
sión mayores niveles de apropiación. Al mismo tiempo, cambios
en la dirección contraria en cada uno de los cuadrantes producen
desplazamientos hacia la izquierda de la relación, disminuyendo
la apropiación con igual nivel de difusión.
Por ejemplo, para un mismo nivel de desarrollo de capaci-
dades cognitivas puede haber mayor apropiación si es validada
por instrumentos o instituciones específicas (trabas técnicas o
derechos de propiedad intelectual). Esto puede ser pensado como

VERÓNICA ROBERT, GABRIEL YOGUEL Y A NALÍA ERBES 53


desplazamientos de la curva de régimen de competencia hacia la
derecha (cuadrante III), ya que implica formas institucionales
de mercado concretas que pueden variar en el largo plazo o ante
transformaciones profundas en los paradigmas tecnológicos y pro-
ductivos. Las instituciones de mercado delimitan los derechos de
propiedad y otorgan legitimidad a la aplicación de las trabas, de
modo que se admite la apropiación privada de bienes no rivales y
no excluibles. Asimismo, un perfil de especialización más cercano
al nuevo paradigma tecno-productivo implica que la relación del
primer cuadrante se desplaza hacia la derecha. En consecuencia,
a un mismo nivel de difusión habría un menor riesgo asociado.
Finalmente, cambios en el sistema local y nacional de innovación
se manifiestan a través de un movimiento en la relación entre el
desarrollo de las capacidades cognitivas y el riesgo. Así, por ejemplo
sistemas de mayor nivel de complejidad que favorecen el desarrollo
de capacidades cognitivas en las diferentes formas organizacionales
implican un desplazamiento hacia la derecha de esta relación. En
este sentido, ante un mismo nivel de desarrollo de capacidades
cognitivas, los agentes se enfrentan a un riesgo menor.
A pesar de que cada uno de estos cambios responde a distin-
tas causas, no pueden pensarse que alteraciones en un área no
afecten a las restantes. De esta forma, en promedio, en los países
más desarrollados predominarían relaciones entre difusión y
apropiación desplazadas hacia la derecha como consecuencia de
los movimientos planteados en los tres cuadrantes. Esto les per-
mite un mayor nivel de apropiación para igual nivel de difusión.
Sin embargo, debe considerarse la existencia de la heterogeneidad
intrasectorial que trasciende el grado de desarrollo de los países,
así como también aquella que se manifiesta entre países a partir
del peso de las categorías organizacionales planteadas en este
trabajo (de empresas aisladas a redes de conocimiento). Dicha
heterogeneidad se manifiesta en la presencia de redes burocráticas
que coexisten con redes e islas de conocimiento tal como ocurre en
el caso de la química o la farmacéutica, donde conviven regímenes
tecnológicos del tipo Mark I y II. Esto mismo se evidencia en las
diferentes formas en que se manifiestan estas actividades en los
países de desarrollo desigual donde, a menor grado de desarrollo
relativo, predominan las redes burocráticas.
Estas heterogeneidades se manifiestan en tres planos: en pri-
mer lugar, en diferentes perfiles de especialización productiva en

54 APROPIACIÓN Y DIFUSIÓN DE CONOCIMIENTO, RETORNOS CRECIENTES


países de distinto grado de desarrollo; en segundo lugar, en fuertes
diferencias en el grado de complejidad al interior de los sectores; y,
finalmente, en mayor peso absoluto y relativo de las islas y redes
de conocimiento en los países desarrollados.
Como una consecuencia de las fuertes diferencias en los perfiles
de especialización productiva entre países desarrollados y en desa-
rrollo, en los primeros predominarían las redes de conocimiento
integradas con el sistema nacional de innovación, mientras que
en los segundos está categoría sería prácticamente inexistente
(Reinert, 1997). En oposición, en los países en desarrollo, predo-
minarían las redes burocráticas que se constituyen en industrias
dinámicas en el marco del perfil de especialización de esas regiones.
Asimismo, en estos países las islas de conocimientos representan
un conjunto de empresas aisladas dedicadas a la producción de
bienes intensivos en conocimiento (p.e. software, biotecnología), sin
generar una masa crítica de agentes que permita cambiar el perfil
de especialización. Otro ejemplo donde en un mismo sector existen
diferencias organizacionales claves es el sector automotriz que
integra redes de conocimiento en los países desarrollados y formas
más similares a las redes burocráticas en los países en desarrollo.
Esto se explica porque las filiales de empresas multinacionales
instaladas en países subdesarrollados, con estructuras débiles en
materia de entramado productivo y capacidades tecnológicas, ter-
minan generando redes burocráticas que distan significativamente
de las redes intensivas en conocimiento que se desarrollan en los
países con entramados productivos y capacidades tecnológicas más
desarrolladas.

3. Acerca de la intervención:
reconsideración del cuadro normativo de
políticas en países en desarrollo9
El esquema analítico planteado proporciona un marco adecuado
para la discusión de políticas desde una perspectiva sistémica
Para los países en desarrollo, en términos de la tipología de agen-
tes presentada, existen tanto restricciones para el desarrollo de

9 Esta sección se basa en Erbes et al (2006) y Korsunsky, Erbes y Yoguel


(2006)

VERÓNICA ROBERT, GABRIEL YOGUEL Y A NALÍA ERBES 55


actividades intensivas en conocimiento como limitaciones para la
existencia de espacios de complementariedad productiva entre agen-
tes. Por lo tanto, el diseño de una política tendiente a complejizar
las estructuras productivas de partida debería tener en cuenta las
dimensiones incluidas en las caracterizaciones de los regímenes
tecnológico, de conocimiento y de competencia.
En ese sentido es necesario aclarar, en primer lugar, que la
difusión de información no puede ser considerada un proceso equi-
valente al desarrollo de competencias y apropiación de conocimiento
y que los movimientos a lo largo de la curva difusión-apropiación
hacia un mayor nivel de apropiación y obtención de cuasi-rentas
no pueden ser analizados sin considerar que estos tienen que ser
consistentes con regímenes tecnológicos, de conocimiento y de
competencia específicos (Mark II, flexibles interno y externo y
oligopólico respectivamente). En segundo lugar, pasar de un punto a
otro de la curva difusión-apropiación requiere un diseño de políticas
que considere (i) al conocimiento como un bien club que requiere el
desarrollo de bienes públicos y (ii) la importancia de generar fallas
dinámicas que faciliten el cambio estructural.
Partiendo de la idea de que los agentes predominantes sobre
los que debería actuar la política son las empresas aisladas, las
redes burocráticas y las islas de conocimiento los instrumentos de
política deberían tener en cuenta las características que asumen y
las interacciones entre los tres regímenes planteados y actuar en
términos generales sobre (i) la difusión de bienes públicos, (ii) la
selección y creación de nuevos sectores y (iii) el reposicionamiento
en la estructura de las redes a las que pertenecen directa o indirec-
tamente los agentes. Sin embargo, es necesario aclarar que tener
más redes de conocimiento no siempre significa que las empresas
aisladas, las redes burocráticas y las islas de conocimiento evolu-
cionen hacia este tipo de formas de producción debido a que existen
especificidades sectoriales que claramente lo impiden. Por eso el
tránsito de las formas organizacionales típicas mencionadas hacia
otras que tengan más peso del conocimiento requiere como condi-
ción necesaria redefinir el perfil de especialización hacia sectores
que operen en mayor medida en formas cercanas a las redes de
conocimiento.
En primer lugar la difusión de bienes públicos y la disminución
de fallas estáticas son claves porque constituyen insumos básicos
para el desarrollo de bienes club prevalecientes entre los agentes

56 APROPIACIÓN Y DIFUSIÓN DE CONOCIMIENTO, RETORNOS CRECIENTES


que constituyen ya sea islas o redes de conocimiento. Entre ellos
destaca la necesidad de desarrollos en el sistema educativo que no
den lugar a selecciones perversas, y que por el contrario permitan
igualar las oportunidades de los agentes en el acceso a procesos
de formación. En este sentido, este tipo de políticas mejoría a su
vez el funcionamiento democrático de estas sociedades. En forma
complementaria, para que la información y el conocimiento se
puedan difundir al interior de las empresas y entre empresas es
clave el desarrollo de competencias endógenas centradas en (i) la
calificación de la mano de obra a partir de procesos de capacitación
sistémicos10, (ii) el desarrollo de infraestructura de tecnologías de
información y comunicación de libre acceso, (iii) el desarrollo de
procesos de mejora continua y aseguramiento de la calidad y (iv)
el aprovechamiento de redes a las que pertenece la diáspora de
científicos y tecnólogos en el exterior.
En segundo lugar, la selección de sectores con potencial para
desarrollarse a partir de la incorporación de conocimiento y la
promoción de nuevos sectores necesarios para aumentar el peso
de los agentes intensivos en conocimiento, requiere una interven-
ción de tipo vertical centrada en (i) la promoción de procesos de
aprendizaje y competencias especificas faltantes en los agentes,
(ii) la generación de fallas dinámicas de mercado y procesos de
acumulación tecnológica que den lugar a externalidades positivas,
(iii) el desarrollo de procesos de vinculación universidad-empresa
en el marco de un modelo no lineal de innovación que exceda a
las concepciones individuales de oferta y demanda. Esto último,
requiere la priorización de la investigación básica en aquellas áreas
de vacancia que se intenta desarrollar.
En tercer lugar, el reposicionamiento en la jerarquía de la red
a la que directa o indirectamente pertenecen los agentes requiere
desarrollar una política pública en un ámbito de relación núcleo-
proveedor-cliente de naturaleza privada. En esa dirección se debe-
ría apuntar a lograr que la generación, circulación y apropiación de
conocimiento permita desarrollar ventajas competitivas dinámicas
en la red. Esto implica sin embargo, el desarrollo de funciones
de traducción en las articulaciones entre agentes en términos de
lenguajes y descubrimiento de nuevos contextos.

10 Esto alude a la necesidad de planificar, organizar metodológicamente y


evaluar ex post los procesos de capacitación partiendo de la existencia de
competencias diferenciales de los agentes.

VERÓNICA ROBERT, GABRIEL YOGUEL Y A NALÍA ERBES 57


Sin embargo, estos tres planos de política no son independientes
de los tres regímenes analizados y por lo tanto son en algún sen-
tido horizontales a ellos. Por lo tanto deberían cruzar el conjunto
de dimensiones de política planteados para superar la brecha
existente respecto al benchmarking de redes de conocimiento o
al menos algún punto intermedio. Desde la perspectiva de los
factores determinantes del régimen tecnológico los objetivos de la
política deberían estar centrados en un aumento significativo de
la acumulatividad y la apropiabilidad. El primer factor requiere
fomentar no sólo las fuentes externas a las empresas y mejorar las
interfases empresa-sistema científico a partir de distintos progra-
mas de traducción sino además contribuir a mejorar las fuentes
internas consolidando las competencias básicas de los agentes y
mejorando la circulación de información y conocimiento al interior
de las empresas y entre ellas y el resto de los agentes productivos
y del sistema institucional. El segundo factor, está fuertemente
ligado al primero y debería sostenerse no sólo en un sistema de
protección legal centrado en patentes sino además en formas alter-
nativas de protección tales como una tasa de innovación superior
a la de los rivales.
Las acciones de política que apunten a mejorar la gestión del
conocimiento están centradas en profundizar el proceso de inte-
gración del conocimiento tácito y codificado y el desarrollo de
capacidades de absorción en los agentes, lo que remite nuevamente
al fortalecimiento de las competencias endógenas y las articula-
ciones de las firmas con otros agentes, así como al desarrollo de
bienes públicos en el sistema institucional. Es decir, se requieren
instrumentos que actúen tanto desde la perspectiva de la demanda
como desde la oferta. Sin embargo, esto también requiere cambios
significativos en la organización de la firmas hacia estructuras
más complejas consideren a los proyectos como el eje de desarrollo
de competencias en el marco de relaciones top-down y bottom-up
simultáneamente. Cambios en las direcciones planteadas posibi-
litarían que las firmas aumenten significativamente las fuentes
de aprendizaje centradas en progreso técnico desincorporado. Por
lo tanto, un aumento de la complejidad en la gestión del conoci-
miento en estas firmas se debería manifestar ya sea en una mayor
producción de patentes, en mayor importancia del conocimiento
codificable pero no codificado (libro de códigos desplazado) y/o en
una velocidad de innovación mayor a la de los rivales.

58 APROPIACIÓN Y DIFUSIÓN DE CONOCIMIENTO, RETORNOS CRECIENTES


A su vez, la intensidad de cada una de estas acciones adquiere
características distintas en empresas aisladas, en islas de conoci-
miento y en redes burocráticas. Así por ejemplo, en las empresas
aisladas, entre las que predominan básicamente PyMES en acti-
vidades económicas tradicionales, se requieren grandes esfuerzos
tanto en la interconexión con otros agentes, que vaya más allá
de las relaciones de compra-venta, como en la profundización de
los procesos de circulación, generación y apropiación del conoci-
miento. En el caso de las redes burocráticas las acciones centrales
considerarse en este último aspecto pero a la vez mejorando la
calidad de las interrelaciones existentes lo que requiere complejos
procesos de traducción entre las especificidades de lenguajes de
los agentes de la red. Finalmente, en el caso de las islas de cono-
cimiento se requiere convertir en rutinas (en el sentido de Nelson
y Winter, 1982) las actividades de generación de conocimiento;
desarrollar interrelaciones con otros agentes de modo de aumentar
la difusión de los productos y servicios ofertados; consolidar una
demanda efectiva que les permita desarrollar ventajas competitivas
y crecientemente acercarse hacia forma organizativas tipo redes de
conocimiento (biotecnología, software, nanotecnología) en países
en desarrollo.

VERÓNICA ROBERT, GABRIEL YOGUEL Y A NALÍA ERBES 59


CUADRO 5 Objetivos de la política en relación a los regímenes tec-
nológico, de conocimiento y de mercado.

Dimensión Objetivos
Aumento de la acumulatividad
Régimen tecnológico (fuentes internas y externas)
(Mark 2) Incremento de la apropiabilidad del
conocimiento
Aumento significativo de la
Régimen de conocimiento capacidad de absorción de los agentes
(Flexible interno y externo) Aumento de la integración del
conocimiento tácito y codificado
Competitivo con barreras elevas por el
Régimen de mercado proceso de integración del
(oligopólico) conocimiento (islas) y/o oligopólico
(bienes club, comunidades epistémicas)

4. Conclusiones
Este trabajo se ha enfocado en cuestiones específicas de la
llamada economía del conocimiento a través de una propuesta
conceptual que aborda la relación entre difusión de conocimiento y
apropiación de cuasi-rentas en diferentes formas organizacionales
considerando la interrelación entre los regímenes tecnológico, de
competencia y de gestión del conocimiento. Estos tres regímenes
actuando en conjunto determinan una relación inversa entre
difusión de conocimiento y apropiación de cuasi-rentas. Desde una
perspectiva dinámica esta relación puede desplazarse ante cambios
en cada uno de los regímenes considerados. Así por ejemplo, avances
hacia regímenes tecnológicos Mark II, regímenes de conocimiento
flexibles interno y externo y hacia regímenes de competencia
oligopólica implican movimientos a lo largo de la curva con mayor
nivel de apropiación y menor nivel de difusión.
A partir de estos elementos se ha avanzado en la discusión
sobre las especificidades que adoptan los procesos de generación
de conocimiento en distintas formas organizacionales y la relación
entre creación de conocimiento, generación de ventajas competitivas
dinámicas y formas de mercado. Asimismo, el esquema analítico
presentado posibilita estilizar la forma bajo la que se revelan los
procesos de difusión y apropiación del conocimiento en países de

60 APROPIACIÓN Y DIFUSIÓN DE CONOCIMIENTO, RETORNOS CRECIENTES


diverso grado de desarrollo que difieren en términos del perfil de
especialización, de la heterogeneidad estructural, de las institu-
ciones y de las formas de mercado y del grado de eslabonamiento y
completitud de las redes. Así una primera división entre los países
desarrollados y en desarrollo es el mayor peso que adquieren los
primeros las redes de conocimiento y las islas de conocimiento vin-
culadas por procesos de fusiones y adquisiciones y el predomino de
redes burocráticas y sobre todo empresas aisladas en los países en
desarrollo. A pesar de esas diferencias, existen heterogeneidades
que se manifiestan en la posibilidad de encontrar redes burocráti-
cas y empresas aisladas en países desarrollados e incipientes redes
de conocimiento en los países en desarrollo que constituirían excep-
ciones más que un comportamiento generalizable de los agentes.
Finalmente, a efectos de pasar de ser principalmente tomadores
de precio a fijadores de precios en el mercado los países en desarro-
llo enfrentan el desafío de desplazarse en la curva difusión-apro-
piación hacia posiciones con mayores niveles de apropiación para
igual grado de difusión. Sin embargo, esto debería ser el resultado
de desplazamientos hacia regímenes tecnológicos Mark II que no
son independientes de cambios en el perfil de especialización que
impliquen moverse hacia mercados más oligopólicos y en los que el
desarrollo de capacidades cognitivas sea clave en la competencia.
Sin embargo, este movimiento requeriría de acciones de política,
ya que el libre juego del mercado consolidaría el patrón de especiali-
zación que se desea modificar. El diseño de estas políticas requiere,
sin embargo, moverse en un terreno en el que el conocimiento
crecientemente pasa de ser un bien público a un bien club de difícil
acceso. En ese sentido, los espacios de intervención trascienden la
idea de resolver fallas de mercado y deberían apuntar a generar
fallas dinámicas que posibiliten encaminarse hacia un sendero de
cambio estructural que, a partir del desarrollo de las capacidades
cognitivas de los agentes, genere un círculo virtuoso de variedad,
selección y regeneración de la variedad que de lugar a procesos de
cambio estructural en el sentido de Ocampo (2005). Sin embargo,
dado que las especificidades sectoriales no son neutrales en la
determinación de las formas organizacionales en las que operan las
empresas y que cada forma organizacional tiene mayor potencial de
apropiación para un mismo nivel de difusión (filtración) una condi-
ción necesaria para aumentar la apropiabilidad del conocimiento
es la complejización y cambio del perfil de especialización.

VERÓNICA ROBERT, GABRIEL YOGUEL Y A NALÍA ERBES 61


En suma, como se desprende del trabajo el desafío que enfren-
tan los países de América Latina es complejizar su estructura
productiva pasando de una situación en la que predominan firmas
aisladas y redes burocráticas a otra en la que aumenta el peso de
las redes de conocimiento. Este desafío no sólo requiere un trán-
sito hacia sectores en los que predomina un régimen tecnológico
Mark II, un régimen de conocimiento flexible interno-externo y
un régimen de competencia oligopólico con elevadas barreras de
entrada sino además un movimiento de upgrading en las cadenas
globales a las que pertenecen.

Bibliografía
ALBORNOZ, F.; D. MILESI y G. YOGUEL (2004), “Tramas productivas en viejos
sectores: metodología y evidencia en la Argentina”, Revista Desarrollo Económico,
Vol. 43, N° 172.
—— y G. YOGUEL (2004), “Competitiveness and production network: the case
of the Argentine automotive sector, Industrial and Corporate Change, Vol. 13,
N° 4.
ANCORI, B.; A. BURETH y P. COHENDET (2000), “The economics of knowledge:
the debate about codification and tacit knowledge”, Industrial and Corporate
Change, Vol. 9, N° 2.
ANTONELLI, C. (1999), “The evolution of industrial organization of the produc-
tion of knowledge”, Cambridge Journal of Economics, Vol. 23.
ARROW, K. J. (1962), “Economic welfare and the allocation of resoruces to inven-
tive activity”, en: NELSON (ed.), The rate and direction of technical change, New
York, National Bureau of Economic Research.
CASTALDI, C.; M. CIMOLI; N. CORREA y G. DOSI (2004), Technological Learn-
ing, Policy Regimes and Growth in a Globalized Economy: General Patterns and
the Latin American Experience, LEM, Working Papers 2004/01, Pisa, Italy.
CIMOLI, M. (2005), “Redes, estructuras de mercado y shocks económicos. Cambios
estructurales en los sistemas de innovación en América Latina”, en: CASALET;
CIMOLI y YOGUEL (eds.), Redes, jerarquías y dinámicas productivas, México,
FLACSO, México, OIT y Buenos Aires, Miño y Dávila.
COHENDET, P. y W. E. STEINMUELLER (2000), “The codification of knowledge:
a conceptual and empirical exploration”, Industrial and Corporate Change, Vol.
9, N° 2.
COHENDET, P.; F. KERN; MEHMAPAZIR and F. MUNIR (1999), “Knowledge
coordination, competence creation and integrated networks in globalises firms”,
Cambridge Journal of Economics, Vol. 23.
COWAN, R.; P. DAVID y D. FORAY (2000), “The explicit Economics of Knowledge
Codification and Taciteness”, Industrial and Corporate Change, Vol. 9, N° 2.

62 APROPIACIÓN Y DIFUSIÓN DE CONOCIMIENTO, RETORNOS CRECIENTES


DOSI, G.; C. FREEMAN; R. R. NELSON; G. SILVERBERG y L. L. G. SOETE (eds.)
(1988), Technical Change and Economic Theory, London, Frances Pinter.
——; K. PAVITT y L. SOETE (1990), The Economics of Technical Change and
International Trade, London, Harvester Wheatsheaf.
ERBES, A.; V. ROBERT; G. YOGUEL; J. BORELLO y V. LEBEDINSKY (2006),
“Regímenes Tecnológico, de Conocimiento y competencia en diferentes formas
organizacionales: la dinámica entre difusión y apropiación”, Desarrollo Econó-
mico, Vol. 46, N° 181, abril-junio.
——; —— y G. YOGUEL (2005), “El sendero evolutivo y las potencialidades del
sector de software en Argentina”, en: YOGUEL et al. (eds.), La informática en
la Argentina. Un desafío a los problemas de especialización y competitividad,
UNGS-Prometeo (en prensa).
ERNST, D. y B. A. LUNDVALL (1997), “Information Technology in the Learn-
ing Economy. Challenges for Developing Countries”, DRUID, Woking Paper N°
97/12, Aalboarg.
FORAY, D. y W. E. STEINMULLER (2003), “The economics of knowledge repro-
duction by inscription”, Industrial and Corporate Change, Vol. 12, N° 2.
FREEMAN, C. (1994), “The economics of technical change”, Cambridge Journal
of Economics, Vol. 18, N° 5, UK, Oxford University Press.
HIRSHMAN, A. O. (1958), The Strategy of Economic Development, New Haven,
Connecticut, Yale University Press.
JOHNSON, B.; E. LORENZ y B.-A. LUNDVALL (2000), “Why all this fuss about
codified and tacit knowledge”, Industrial and Corporate Change, Vol. 11, N° 2.
LANGLOIS, R. (2003), The vanishing hand: the changing dynamics of industrial
capitalism, Industrial and Corporate Change, Vol. 12, N° 2.
LEWIS, W. A. (1954), Economic Development with Unlimited Supplies of Labor,
22, May, Manchester School of Economic Studies, pp. 139-191.
LIST, F. (1841), Das Nationale System Der Politischen Okonomy, Cotta, Stuttgart
& Tubingen (quoted by Reinert, 2006).
LUNDVALL, A. y B. Johnson (1994), Learning economy, Journal of industrial
studies, Vol. 1, N° 2, december.
—— (1996), The social dimension of learning economy, DRUID, Woking Paper
N° 96/01, Aalboarg.
MALERBA, F. y L. ORSENIGO (2000), “Knowledge, Innovative activities and
industrial evolution”, Industrial and Corporate Change, Vol. 9, N° 2.
MARIN, A. y M. BELL (2005), “The Local/Global Integration of MNC subsidiar-
ies, their Technological Behaviour and FDI-Related Spillovers: Argentina in the
Late 1990s”, Third Globelics Conference, Pretoria.
METCALFE, S.; UYARRA y S. RAYLOGAN (2003), “Economic development and
the competitive process”, First Globelics Seminar, Río de Janeiro, Brasil.
NELSON, R. (1991), “How firms differ and how does it matter”, Estrategic Man-
agement Journal, N° 12, Berkeley.

VERÓNICA ROBERT, GABRIEL YOGUEL Y A NALÍA ERBES 63


—— (1962), The rate and direction of technical change, New York, National Bureau
of Economic Research.
NELSON, R. R. y S. G. WINTER (1982), An Evolutionary Theory of Economic
Change, Cambridge, Harvard University Press.
NIGHTINGALE, P. (2003), “If Nelson and Winter are only half right about tacit
knowledge, which half? A Searlean critique of ‘codification’”, Industrial and
Corporate Change, Vol. 12.
NONAKA, I. y H. TAKEUCHI (1995), The knowledge creating company: How
japannesse companies create the dynamics of innovation, London, Oxford Uni-
versity Press.
—— y R. TOYAMA (2002), “A firm as a dialectical being; towards a dinamic theory
of the firm”, Industrial and Corporate Change, Vol. 11, Nº 5.
——; —— y A. NAGATA (2000), “A firm as a knowledge-creating entity: a new
perspective on the theory of the firm”, Industrial and Corporate Change, Vol.
9, N° 1.
NOOTEBOOM, B. (1999), “Innovation, Learning and Industrial Organization”,
Cambridge Journal of Economics, N° 23, pp. 127-150.
NURKSE, R. (1952), “Some International Aspects of the Problem of Economic
Development”, American Economic Review, Vol. 42, N° 2.
OCAMPO, J. A. (2005), “The quest for dynamic eficiency: structural dynamics and
economic growth in developing countries”, en: OCAMPO (ed.), Beyond Reforms:
Structural reforms and macroeconomic vulnerability, Banco Mundial.
PAVITT, K. (1984), “Sectorial patterns of technical change: Towards a taxonomy
and theory”, Research Policy, Nº 13.
POLANYI, M. (1958), Personal Knowledge: Towards a Post-critical Philosophy,
Routledge & Kegan Paul, London.
POWER, D. y M. LUNDMARK (2004), “Working through knowledge pulse, Labor
markets dynamics the transfer of knowledge and ideas and industrial clusters”,
Urban studies, Nº 5-6, Mayo.
REINERT, S. (2006), “European integration innovation and uneven economic
growth: challenges and problems of EU 2005”, Working papers in Technology
Governance and Economic Dynamics, N° 5, The other canon foundation, Tallinn,
Norway and Tallinn University of Technology.
—— (2005a), “The italian tradition of political economy: theories and policies of
development in the semi-periphery of the Enlightenment”, en: K. S. JOMO y E.
R. EINERT, Development Economics, How Schools of economic thought have
addresses development, London-New York, Sed Books.
—— (2005b), “German Economics as development economics”, en: K. S. JOMO y
E. REINERT (2005), Op Cit.
—— (1995), “Competitiveness and its predecessors--a 500-year cross-national
perspective”, Structural Change and Economic Dynamics, Vol. 6, Nº 1, Elsevier
Science.

64 APROPIACIÓN Y DIFUSIÓN DE CONOCIMIENTO, RETORNOS CRECIENTES


—— (1994), “Catching-up from behind: a third world view perspective on first
world history”, en: FAGERBERG et al (eds.), The dynamics of technology, trade
and growth, Aldershot, Edward Elgar.
RODRIK, D. (1999), “The new global economy and developing countries: making
openness work”, Economic Development Policy Essay, N° 24, Overseas Deveop-
ment Council.
ROGERS, E. M. (1962), Diffusion of innovation, New York, The Free Press.
ROSENBERG, N. (1982), Inside the black box: technology and economics, Cam-
bridge, Cambridge University Press.
ROSENSTEIN-RODAN, P. N. (1943), “Problems of industrialization of Eastern
and South-Eastern Europe”, The Economic Journal, Vol. 53.
SAXENIAN, A. (1994), Regional Advantage, New York, Harvard University
Press.
SINGER, H. W. (1950), “The Distribution of Gains between Investing and Borrow-
ing Countries”, American Economic Review, Vol. 40, N° 2, May, pp. 473-485.
SCHUMPETER, J. A. (1942), Capitalism, Socialism, and Democracy, New York,
Harper and Brothers (Harper Colophon edition, 1976).
—— (1934), The Theory of Economic Development, Cambridge, Harvard University
Press (New York: Oxford University Press, 1961. First published in German,
1912).
SERRA, A. (1613), Breve trattato delle cause che possono far abbondare l’oro e
l’argento dove non sono miniere, Napoles, Lazzaro Scorriggio.
SOMBART, W. (1913), Krieg und Kapitalismus, Munich & Leipzig.
VERRI, C. (1771), Meditazioni sulla economia politica, Genova, Ivone Gravier
nella stamperia di Adamo Scionico (quoted by Reinert, 2006).

VERÓNICA ROBERT, GABRIEL YOGUEL Y A NALÍA ERBES 65


Sistemas nacionales de innovación
y regímenes institucionales

Frédéric Lesemann
Instituto Nacional de Investigación Científica, INRS
Universidad de Québec. Montreal. Canadá.

Existe una fuerte relación entre la estructura


institucional de un país y el tipo de actividades
económicas en que se especializa… los vínculos
entre instituciones y especialización en la ciencia,
la tecnología y la industria son establecidos… el
concepto de “sistema social de innovación y pro-
ducción” lo demuestra (Bruno Amable, 2005).

Introducción

L a reflexión que alimenta este capítulo se inscribe en el marco de


un planteamiento de investigación comparativa internacional,
a escala continental de las Américas, iniciada en 2006, gracias al
apoyo financiero del Consejo de Investigaciones en Ciencias Huma-
nas del Canadá, consagrada a las cuestiones relativas al desarrollo
de una economía basada en el conocimiento, a sus condiciones de
desarrollo, a su pertinencia económica y política. Este plantea-
miento de investigación que reúne a investigadores de Canadá,
California, Colombia, México y Argentina es animado por una
preocupación sociopolítica destinada a contribuir a crear mejores
condiciones de vida tanto a nivel nacional como continental, gracias
al desarrollo de este tipo de economía. En efecto, en un continente
y en países caracterizados por la existencia de enormes desigual-
dades socioeconómicas, especialmente en los países del Centro y
del Sur de América, se impone una reflexión sobre las condiciones
de desarrollo de tal economía como fuente potencial de creación de
la riqueza, de empleos de calidad, y en consecuencia de formación
profesional y protección social adecuadas, en resumen, como una
alternativa a economías tradicionalmente fundadas esencialmente

67
sobre la explotación de los recursos naturales y su exportación con
destino a los países del Norte.
Este artículo busca, en la perspectiva de la consolidación de
esta red continental de investigación sobre este tema, contribuir
a la constitución de una “comunidad epistémica” (Merrien, 1997:
67); que permita ofrecer, en el marco de un planteamiento com-
parado de análisis de prácticas y políticas, una gramática común
de la realidad social a partir de paradigmas de interpretación de
esta realidad en los que se fundamenten los conocimientos produ-
cidos y a las potenciales orientaciones de acción. Una “comunidad
epistémica” reconoce que los paradigmas de análisis son resultantes
de teorías políticas (por ejemplo el liberalismo, el keynesianismo,
el monetarismo, la socialdemocracia) que se traducen en aplicacio-
nes prácticas (como las políticas o las decisiones institucionales), y
que son también representaciones de la realidad social, a menudo
poco explícitas. Son diseños cognoscitivos a través de los cuales se
interpretan la realidad, y la manera de actuar sobre la realidad.
Estos diseños son a menudo “nacionales” o “regionales” (ídem, 72
ss.). Así pues, como ejemplo, se reconoce generalmente que las
sociedades Norteamericanas están fuertemente ancladas a un
espacio paradigmático utilitarista e individualista, favoreciendo
las explicaciones económicas o comportamentales.
El inicio específico de la reflexión presentada aquí, se encuen-
tra en un artículo publicado en 2006, por cinco autores, incluido
Gabriel Yoguel1, miembro de esta red de investigación, artículo
que se discutió brevemente en el encuentro de la red en diciem-
bre de 2006 en la Universidad Nacional General Sarmiento en el
conurbano de Buenos Aires.
El artículo toma como inicio este argumento:
(…) la revolución tecnológica ha enfatizado dos cuestiones centrales. Por
un lado, el carácter endógeno del conocimiento en la actividad económica
y, por el otro… el creciente peso de los activos intangibles en la generación
de ventajas competitivas dinámicas (p. 34).
Prosigue:

1 Erbes, A., V. Robert, G. Yoguel, J. Borello y V. Lebedinsky, 2006, ”Regí-


menes tecnológico, de conocimiento y competencia en diferentes formas
organizacionales: la dinámica entre difusión y apropiación”. En: Desarrollo
Económico, Revista de Ciencias Sociales, Buenos Aires, vol. 46, no 181, abril-
junio, pp. 33-61.

68 SISTEMAS NACIONALES DE INNOVACIÓN Y REGÍMENES INSTITUCIONALES


La pregunta central (…) es ¿cuales son las fuerzas que determinan la rela-
ción (…) entre difusión y apropiación del conocimiento en el marco del
nuevo paradigma tecnoproductivo? (…) La bibliografía enfatiza el rol de los
regímenes tecnológicos (…)? Es relevante pensar en un régimen de gestión
del conocimiento que enfatice el proceso de creación de conocimiento y
el desarrollo de capacidades cognitivas independientemente de los dos
regímenes mencionados? (…) Los tres planos considerados (tecnológico, de
conocimiento y de competencia) son pensados como regímenes. La noción
de régimen da cuenta de una visión sistémica que incorpora un conjunto de
normas y reglas que permiten explicar y dar coherencia al comportamiento
de los agentes… La hipótesis principal es que existe una relación inversa
entre difusión y apropiación que depende de la interacción conjunta de las
especificidades tecnológicas, la forma de gestión del conocimiento y las
formas predominantes de mercado (pp. 34-35).
Aquí pues, se presenta una de las cuestiones centrales de este
capítulo: el concepto de régimen institucional y la manera en que
este concepto se desarrolla por ejemplo, en el ámbito del análisis
de las políticas públicas y las prácticas institucionales del Estado
de Bienestar. Esto permite situar en un marco de interpretación
pertinente las reflexiones relativas a las condiciones de producción
de la innovación, y la aparición de Sistemas Nacionales de Inno-
vación (SNI). Estas reflexiones tienen en cuenta a través de un
planteamiento de análisis de políticas comparado, a: las condiciones
evolutivas de las relaciones entre Estado, mercado y estructuras de
actividad económica; así como las relaciones entre Estado, sociedad
y tipos de estructuras sociales y familiares, incluyendo cuestiones
más específicas como las condiciones de funcionamiento de los
mercados laborales, los sistemas de relaciones profesionales, y la
protección social, en el marco de un conjunto nacional dado.
Nuestro análisis se distancia inmediatamente de un análisis
económico clásico (que no tendría la competencia de llevar, siendo
sociólogo), que postularía la necesidad de comparar un sistema
económico especifico con un modelo teórico de competencia perfecta.
El análisis propuesto en este artículo, pide prestado de las fuentes
de la economía política (en particular a Esping Andersen (1990 y
1996), Hall y Soskice (2001), a Amable (2005) distintos modelos
analíticos a nivel nacional que ayudan a explicar el desarrollo de
los SNI y de la competitividad de las economías nacionales. Amable
(2005:102) lo enuncia muy claramente:

FRÉDÉRIC LESEMANN 69
Las economías de mercado tal como las conocemos son economías bási-
camente institucionales” y existe “una fuerte conexión entre la estructura
institucional de los países y el tipo de actividades económicas en las cuales
se especializan (…) los vínculos entre instituciones y especialización en la
ciencia, la tecnología y la industria (son demostrados) (…) el concepto de
sistema social de innovación y producción lo demuestra (Idem, 252).
Las instituciones públicas, como los sistemas de regulación del
trabajo, protección social o apoyo a la innovación industrial o cien-
tífica, son mediaciones entre los órdenes científicos, económicos,
políticos y domésticos: estos sistemas constituyen redes de relacio-
nes tejidas entre el mundo de la investigación y el conocimiento, el
mundo de la empresa y el mercado, el espacio propio de la política
y la esfera del lazo social, en particular la esfera familiar2 (véase
Théret, 2002: 76).
Es en este sentido, que este texto se construye en torno a la
pregunta sobre las condiciones institucionales de aparición de
regímenes propicios al desarrollo de SNI potentes. A este respecto,
el texto comienza por: (1.) una breve mención de la experiencia
de las Redes canadienses de Centros de Excelencia (RCE) que
ilustran arreglos institucionales entre estos distintos sistemas,
específicos al Canadá. Esto para fines esencialmente pedagógi-
cos destinados a volver lo más rápidamente posible concretas las
perspectivas enunciadas hasta ahora de manera abstracta. El
capítulo que Caroline Coussot consagra en este libro al RCE Arc-
ticNet, ilustra aún más esta experiencia canadiense de los RCE.
Sigue (2) la elaboración progresiva de un marco de reflexión sobre
los regímenes institucionales, inspirada en una serie de autores,
economistas, politólogos, sociólogos institucionales, que, durante
los quince últimos años contribuyeron mucho al desarrollo de
un pensamiento cada vez más coherente sobre las condiciones
institucionales de aparición de regímenes propicios al desarrollo
de Sistemas Nacionales de Innovación (SNI) viables y eficien-
tes. Este planteamiento aborda sucesivamente las cuestiones de
regulación de las distintas formas de capitalismo (2.1); conduce a
identificar tres configuraciones principales: liberal, conservadora,
socialdemócrata (2.2); distingue entre las economías de mercado

2 Como se verá más adelante, en el marco del análisis comparado de los regímenes
nacionales, “las estructuras familiares mantienen estrechos vínculos con las
características de los mercados laborales” (Horty y Rugani, 2000: 39).

70 SISTEMAS NACIONALES DE INNOVACIÓN Y REGÍMENES INSTITUCIONALES


liberales y coordinadas (2.3); se pregunta sobre las condiciones de
la innovación en función de los tipos de economías (2.4); así como
sobre los sistemas sociales de innovación y producción (2.5); sobre
los vínculos entre estructuras de actividad y estructuras sociales
(2.6); y finalmente sobre los vínculos entre métodos de gestión de
las relaciones sociales y resultado económico (2.7). La conclusión
recapitula el planteamiento global.
Todos los estudios a los cuales haré referencia, se basan en trata-
mientos estadísticos selectivos de los datos nacionales y de distintas
investigaciones de los principales países miembros de la OCDE.
Las bases de datos de los autores, y también sus interlocutores
privilegiados, se refieren generalmente o de manera exclusiva a
los países industrializados, dotados con regímenes elaborados de
políticas públicas, es decir, a los países del Norte, más Japón. No
dispongo desgraciadamente de estudios equivalentes relativos a los
países latinoamericanos. No obstante juzgué que los razonamientos
teóricos que estos estudios presentan, son de un interés teórico
suficiente para dar cuenta del estado de la discusión, deseando
que estos razonamientos puedan estimular estudios similares en
otros países.

1. Un ejemplo de economía basada en el


conocimiento: las redes canadienses de
centros de excelencia
Canadá, como todos los países desarrollados, se enfrenta hoy
a la cuestión de su inserción en una economía globalizada, gene-
ralmente asociada al concepto de economía del conocimiento. Se
abre así la puerta a un mayor papel de la universidad, como lugar
de producción y transmisión de los conocimientos. La materia gris
viene a constituir el recurso más decisivo en la nueva economía,
aumentando tanto el papel de las Universidades y las expectativas
y exigencias de la sociedad con respecto a la Universidad. Tal es el
discurso que prevalece en las instituciones canadienses, discurso
que tiene su origen en la OCDE. Para el Estado, eso significa nece-
sariamente entrar en la arena de la competencia internacional y
conducir sus políticas de tal modo que mejoren la competitividad

FRÉDÉRIC LESEMANN 71
colectiva de las empresas, así como la calidad de los factores pro-
ductivos en su territorio.
La competitividad en la nueva economía parece depender mucho de la
capacidad política de las instituciones nacionales y supranacionales para
orientar la estrategia de crecimiento de los países que administran (…). Los
Gobiernos no pueden limitarse a organizar los intercambios comerciales,
deben también proporcionar el apoyo necesario para el desarrollo tecno-
lógico y para la formación de los recursos humanos (Castells, 1998: 135).
En esta perspectiva, la importante intervención del Estado
federal canadiense entre 1999 y 2006 está transformando de
manera mayor las relaciones entre Universidad, empresas y Estado.
Entre 1999 y 2006, el Gobierno federal canadiense ha aportado
inversiones de más de 13 mil millones de dólares canadienses (11
mil millones de US$) para la investigación. Esta inversión permite
apoyar la investigación en las universidades, los colegios y los
hospitales de investigación. Permite también a las universidades
obtener contribuciones del sector privado; las que deben, como
contrapartida, favorecer la promoción de la comercialización de
estas inversiones.
Lo importante no obstante, no es sólo la amplitud de la inversión
para la investigación, sino también la definición de temas prio-
ritarios para estas inversiones y las condiciones impuestas a las
universidades para beneficiarse. Estas condiciones implican una
verdadera reestructuración de una institución universitaria que
se juzgaba como esclerosa, o aún irreformable. El Gobierno federal
ha favorecido inversiones en el sector de salud, biotecnologías e
investigación farmacológica. En efecto, este sector se asocia estre-
chamente a la implantación de las nuevas tecnologías y se considera
hoy en todos los países como uno de los sectores con fortalezas en la
posesión de saberes y en consecuencia, a este respecto, como típica
de la nueva economía. El Canadá se beneficia de una importante
consolidación de empresas farmacéuticas en su territorio, a menudo
asociadas a multinacionales americanas, pero gozando, a pesar de
todo, de relativa autonomía de investigación.
El sector de la salud representa también a nivel político la
marca distintiva principal de la sociedad canadiense cuando se la
compara a la sociedad estadounidense. La salud adquiere un ver-
dadero estatuto de identidad nacional, puesto que los canadienses
confirman, sondeo tras sondeo, su adhesión al sistema nacional

72 SISTEMAS NACIONALES DE INNOVACIÓN Y REGÍMENES INSTITUCIONALES


universal de salud que la diferencia tanto de sus vecinos del Sur.
Se ha dicho pertinentemente que si la construcción del ferrocarril
transcontinental hubiera permitido al siglo pasado unificar el país,
hoy es el sistema de salud el que cumple este papel unificador. A
otro nivel, el Gobierno, como se mencionará más adelante, reconoce
el papel esencial de la salud (y en consecuencia del acceso universal
a un sistema completo de salud) en la constitución de una mano de
obra eficaz y potente. Esta visión socialdemócrata justifica que el
sector de la salud esté consagrado como primer recurso en la nueva
economía canadiense. A este respecto, este sector de salud sucede
claramente al de recursos naturales (minas, bosques, recursos
hidroeléctricos o petrolíferos) sobre los cuales el Canadá fundó
históricamente su prosperidad.
El sector salud y biotecnologías recibe un tercio de las inver-
siones en cuanto a subvenciones de investigación, mientras que
45% van a las ciencias naturales e ingeniería y 20% a las ciencias
humanas y sociales. El sector salud y biotecnologías recibe los
importes más elevados de inversiones privadas. Allí los consorcios
entre sector público y sector privado son los más activos.
¿Cual es el razonamiento gubernamental relativo al papel de la
investigación? En su Plan Presupuestal de 2003 titulado “Invertir
en una Economía Duradera y Productiva”, el Ministro de Hacienda
del Canadá declara:
El Canadá hizo grandes progresos durante estos últimos años; eliminó el
déficit y aceleró el crecimiento del nivel de vida de sus ciudadanos (…) La
lección que debe tomarse de estos resultados notables queda muy clara:
un crecimiento duradero y constante a largo plazo exige una progresión
constante de la productividad. A cambio, esta productividad garantiza
mejores empleos y ofrece las más extensas perspectivas de perfeccionamiento
y crecimiento personal para todos los Canadienses. La puesta en marcha
de las políticas económicas y sociales del Canadá pasa por las inversiones
en la gente, especialmente en su salud y en sus posibilidades de aprendizaje
(…) Para garantizar esta incremento en la productividad, el Canadá debe
ser un polo de atracción para el talento y las inversiones (…) Con este fin,
el Gobierno seguirá efectuando inversiones importantes con el propósito
de apoyar la investigación y la innovación, fomentar el perfeccionamiento
de las competencias y del aprendizaje, y mejorar el sistema de salud (…)
Una economía más productiva no se mide simplemente en aumento de la
renta de los Canadienses. Es también crucial que las elecciones económicas
impliquen una dimensión social y medioambiental para garantizar la via-

FRÉDÉRIC LESEMANN 73
bilidad de nuestro desarrollo (…) la investigación ofrece a los Canadienses
oportunidades de dotarse con competencias vanguardistas y de explotar
nuevas ideas. La investigación es fuente también de descubrimientos que
los empresarios pueden transformar en productos, tecnologías y servicios
innovadores. Los dividendos de las inversiones en la investigación toman
la forma de una economía en crecimiento y de una mejor calidad de vida
para el conjunto de los ciudadanos del país (pp. 138-139).
Entre los diferentes programas de financiación que operacio-
nalizan esta política de investigación, encontramos el Programa
de las Redes de Centros de Excelencia (RCE) 3 , dotado con 450
millones de fondos federales por 6 años (1999-2005), y completado
por contribuciones de socios acompañantes de un importe al menos
comparable. Estos permiten la constitución de redes nacionales
temáticas de una extensión de la financiación máxima por dos
períodos de 7 años. Estas redes multidisciplinares y multisecto-
riales tienen como objetivo explícito reforzar la base industrial del
Canadá, aumentar su productividad y favorecer el crecimiento eco-
nómico y el desarrollo social a largo plazo, desarrollar tecnologías,
mercados o políticas públicas.
Así, las RCE financian redes de grupos de investigadores. Cada
red trabaja en un problema de investigación común y cuenta con
investigadores de varias universidades en todo Canadá. En cada
red, se administran de manera activa la investigación y las otras
actividades (p.e. formación, transferencia de tecnología). Las redes
pueden obtener fondos para dos períodos de 7 años, es decir, para
un período máximo de 14 años.
Las RCE tienen cuatro grandes campos de investigación:
1) salud, biotecnología y desarrollo humano: Redes en los
campos de la obesidad, el envejecimiento, la encefalopatía espon-
giforme bovina, las alergias, los alimentos y materiales de van-
guardia, las vacunas e inmunoterapia, los accidentes cerebro

3 El diseño del Programa de las RCE, según Atkinson-Grosjean (2001:77-78),


fue ampliamente influido por la teoría del Modo 2 de Gibbons y sus colegas
de los años ochenta y noventa. Gibbons era por otra parte un consejero en
política científica de Industria de Canadá en esta época y ocupó un escaño
en el Comité de selección de las RCE (Atkinson-Grosjean, 2001:77). Véase:
Gibbons, Michael, Camille Limoges, Helga Nowotny, Simon Schwartzman,
Peter Scott, and Martin Trow. 1994. The New Production of Knowledge.
The Dynamics of Science and Research in Contemporary Societies. London,
Thousand Oaks, New Delhi: Sage; Gibbons, Michael. 1998. Higher Education
Relevance in the 21st Century. Paris: The World Bank/UNESCO.

74 SISTEMAS NACIONALES DE INNOVACIÓN Y REGÍMENES INSTITUCIONALES


vasculares, la artritis, la ingeniería proteica, las células cepas,
las bacteriosis, las enfermedades genéticas, la salud respira-
toria, las neurociencias, la dinámica molecular, la lengua y la
alfabetización;
2) tecnologías de vanguardia: Redes en los campos de las
economías mundiales dinámicas y emergentes, el diseño, las
innovaciones en fotónico, la géomatica para intervenciones y
decisiones, las matemáticas de las tecnologías de la informa-
ción y los sistemas complejos, el tele-aprendizaje y formación,
las telecomunicaciones, los dispositivos, circuitos y sistemas
microelectrónicas, la robótica e inteligencia de sistemas;
3) recursos naturales y del medio ambiente: Redes en los
campos de los cambios climáticos sobre el Ártico, la acuicul-
tura, el agua, la gestión duradera de los bosques, las pastas de
madera mecánicas, el desarrollo de los recursos marítimos, la
biotecnología aplicada a los insectos, la investigación espacial;
4) construcción e ingeniería: Redes en los campos del automóvil
del siglo XXI, las innovaciones en estructuras con sistemas de
detecciones, el hormigón.
Se presentan a continuación algunos resultados de la implemen-
tación de las RCE. Éstos señalan que, para el año 2005 y después
de 15 años de existencia, las RCE:
• Atrajeron inversiones exteriores de más de 65 millones US$
en 2004-2005, incluidos 25 millones del sector privado, 6 de
las universidades, 22 de los gobiernos federal y provinciales (a
parte de la financiación de las RCE).
• Si se incluye la financiación de los RCE (de 70 millones), 135
millones US$ fueron en total destinados a la investigación, a
la formación y a la comercialización.
• Se debe destacar que la contribución de la Industria privada
sigue siendo escasa (25/135 millones) y que no aumenta con los
años.
• 830 empresas, 266 Ministerios y organismos del Gobierno fede-
ral, 51 hospitales, 194 universidades y 365 organizaciones del
Canadá y del mundo entero se conectaron con las RCE por medio
de actividades hechas posibles por las RCE.
• Más de 1650 investigadores y 5600 personas altamente cuali-
ficadas participaron en los proyectos de las RCE.
• Se emitieron 37 patentes.

FRÉDÉRIC LESEMANN 75
• Se publicaron 5600 comunicaciones en revistas científicas.
• Se concedieron 48 licencias.
• Seis nuevas empresas deben su existencia a la investigación
apoyada por las RCE (Fuente: Informe anual 04/05 de las RCE,
p. 3-4).
• Algunas redes se constituyeron en sociedades, otras ha ido más
lejos creando pequeñas empresas explotadas por los miembros
de la red, como en el caso de las biotecnologías, las vacunas, la
electrónica, la robótica y la inteligencia de los sistemas4.
• El programa tiene un impacto favorable en la formación y la
retención de científicos e ingenieros en los ámbitos pertinen-
tes. La cuestión de la retención de los cerebros es crucial para
Canadá, habida cuenta de la atracción de los laboratorios e
institutos de investigación de los Estados Unidos.
Es necesario situar el alcance de la iniciativa de las RCE, en el
extenso movimiento de una inserción creciente en una cultura de
economía del conocimiento que obliga a una transformación de las
concepciones tanto de la investigación como de la producción. En
efecto, las empresas también tienen que crecientemente percibir y
convencerse de que pueden beneficiarse de los nuevos conocimientos
constitutivos de sus productos. Es con esta condición que podrán
aumentar la competitividad de sus productos.
Los RCE son ilustración en Canadá de un SNI cuya especificidad
es precisamente producir arreglos institucionales que se articulan
en forma de redes: políticas públicas, empresas e iniciativas de
investigación universitaria vanguardista en ámbitos identificados
como prioritarios para el desarrollo de la competitividad de las
empresas canadienses y del empleo en el Canadá. Son ejemplo de un
régimen institucional específico, es decir, como lo mencionamos, de
un sistema de mediaciones entre los órdenes científico, económico,
político y social. La iniciativa principal pertenece al Ministerio
de Industria que se hace responsable de las garantías. Esta pre-
cisión es importante en la medida en que, el sistema se encuentra

4 Se cita el ejemplo de la compañía GEOTANGO, salida de GEOIDE, pionera


en el ámbito de la visualización geospacial 3D y la modelización, cuya sede
se encuentra a la Universidad York de Toronto. GEOTANGO fue adquirido
por Microsoft en diciembre de 2005 con el fin de integrar sus productos a la
línea de productos y servicios de MSN y con el fin de soportarlo en la crea-
ción de un medio ambiente de cartografía e investigación local que facilita la
exploración, el descubrimiento y la difusión de información por todas partes
de la tierra (Fuente: Informe GEOIDE, 2006:10).

76 SISTEMAS NACIONALES DE INNOVACIÓN Y REGÍMENES INSTITUCIONALES


en un país de tradición liberal, en presencia de una iniciativa de
origen estatal, coordinada por un conjunto de protagonistas bajo
los auspicios de un Ministerio, con una estrecha colaboración de
los medios de investigación universitarios, y no de una iniciativa
esencialmente coordinada por el mercado, si se refiere a la gran
distinción propuesta por Hall y Soskice (2001) que expondremos
más adelante.

2. Los regímenes:
la importancia de los marcos institucionales
Volvamos a nuestra cuestión central, las condiciones insti-
tucionales de aparición de regímenes institucionales propicios al
desarrollo de SNI eficientes. Mientras que generalmente se aborda
la cuestión del resultado en cuanto a innovación a partir de las
características de las empresas y organizaciones potentes (cuyas
tipologías se elaboran en función de sus productos, de sus métodos
de organización interna, sus fuentes y métodos de financiación, de
las redes de colaboraciones en las cuales se insertan, de la inten-
sidad de la llamada al conocimiento a la cual actúan, etc.); este
capítulo se propone una reflexión sobre el papel del entorno de las
políticas y regímenes institucionales, como bases, en la producción
de la innovación. Para nosotros, el marco institucional constituye un
elemento explicativo central del desarrollo más o menos importante
de las empresas que recurren intensivamente a conocimientos. Sin
embargo, la importancia de la consideración de este marco nos
parece a menudo poco destacada. Estas cuestiones hacen regresar
al comentario formulado por los autores del artículo en el origen
de este capítulo (Erbes et al., 2006):
Ernst y Lundvall (1997) plantean la existencia de ventajas competitivas
derivadas de las capacidades locales, de los procesos de aprendizaje y de
la acumulación de conocimientos, no solo en firmas e industrias, sino
también en regiones y países, las cuales están muy influenciadas por el
contexto institucional y el Sistema Nacional de Innovación (Erbes et al.,
2006: 39).
Los autores de este artículo citan a Malerba y Orsenigo (2000)
para quienes “los diferentes regímenes tecnológicos y las formas de
conocimiento dan lugar a determinadas formas de organización

FRÉDÉRIC LESEMANN 77
de la actividad económica, a variaciones en la productividad y a
una determinada tasa de progreso técnico “ (ídem 39). Nuestra
ambición es añadir a esta lectura toda la vertiente institucional,
que parece poco tenida en cuenta, más aún si la consideramos
central en la reflexión sobre los SNI. Para ello, pediremos pres-
tados a los análisis actuales en economía política y en sociología
neo-institucionalista, reflexiones que se articulan en torno al
concepto de regímenes.

2.1 El concepto de régimen: un marco capitalista de


mercado siempre es controlado por una forma
de intervención pública

La economía basada en el conocimiento, los procesos de inno-


vación, las empresas de I+D, los SNI, se inscriben en un marco
capitalista de mercado que siempre es controlado por una forma u
otra de intervención pública para corregir las imperfecciones del
mercado o sus fallos. Es en este proceso de regulación que se arraiga
el concepto de regímenes, es decir, en acuerdos institucionales
específicos de configuraciones nacionales que acompañan y hacen
posible el desarrollo de tal o cual forma de economía. Vamos ahora
a precisar las características y las condiciones de aparición de
estos regímenes. Para ello, me dedicaré a un tipo particular de
políticas públicas que conozco, el de la política social, con la salve-
dad de que este ejemplo podría aplicarse sin duda a las políticas
industriales, o incluso a las políticas de ayuda financiera para las
empresas, etc.
Para entender la dinámica de la aparición del concepto de régi-
men, en el marco de la política social, es necesario no solamente
hacer referencia a autores que teorizaron este concepto, sino
también a un contexto histórico que hizo posible y necesaria esta
teorización. Así pues, en el marco del desarrollo de la integración
europea se planteó al final de los años ochenta la cuestión de la
Europa Social, es decir, de la necesaria coordinación de los distin-
tos sistemas nacionales de protección social entre los países de la
Unión Europea. Esto, teniendo en cuenta la decisión de favorecer la
libre circulación de personas a escala continental, así como del peso
variable, según los países, de las medidas de protección social en
los PIB nacionales, y con el fin de establecer condiciones equitativas
de competencia entre los países socios de la Unión.

78 SISTEMAS NACIONALES DE INNOVACIÓN Y REGÍMENES INSTITUCIONALES


Con esta medida se tomó conciencia del carácter limitado del
conocimiento que se tenía de la realidad de estos sistemas com-
plejos –complejos, porque precisamente se habían constituido en
contextos históricos nacionales específicos, en un momento en
que las economías se inscribían en un marco jurídico nacional
estable– y de la insuficiencia de conocimientos adquiridos hasta
el momento, esencialmente fundados sobre comparaciones de
agregados estadísticos nacionales e importes de gastos públicos
en el marco del ejercicio de grandes misiones: empleo, educación,
salud, desempleo, jubilaciones, etc. Estos conocimientos eran des-
criptivos, estáticos y no permitían entender la dinámica social en
el origen de su producción. Era necesario un marco de análisis que
permitiera incluir y tener en cuenta esta dinámica de producción
histórica, así como su funcionamiento contemporáneo, con el fin de
concebir posibles puentes entre los sistemas nacionales. Entonces
se “descubrió” todo el peso de la historia, tradiciones e intereses
de protagonistas incrustados en tal o cual política o medida social.
Pensemos simplemente en los debates contemporáneos relativos a
los sistemas de jubilaciones y a su extrema complejidad.
Durante las dos últimas décadas, la reflexión sobre la realidad
de los sistemas nacionales abrió la vía, en la mayoría de los países
europeos, y en particular en Francia, Reino Unido, Alemania y en
Suecia; a un planteamiento consagrado de sociología comparada de
las políticas sociales que complejizó considerablemente las gestiones
iniciales y enriqueció el conocimiento de los sistemas nacionales.
Esto último debido a que permitió tener en cuenta, por ejemplo,
el hecho de que a niveles de gasto comparables, se pueden poner
en relación sistemas nacionales extremadamente diferentes. Es
necesario así, introducir en el análisis las historias nacionales
singulares, los métodos de respuestas a los riesgos sociales, las
culturas institucionales que reflejan “la impresión de los orígenes”
según la expresión juiciosa de Merrien5. La estructuración histó-
rica más o menos fuerte del Estado tiene
una influencia mayor sobre la cultura política, la movilización colectiva y
hace posible algunas políticas y no otras. La estructura oficial, su invención
más o menos precoz en la historia y su mayor o menor institucionalización,
es la variable independiente en cuanto a análisis de las políticas públicas
(Merrien, 1997: 58).

5 Merrien, F.X., 1990, “L’empreinte des origines”, Revue française des Affaires
sociales, automne.

FRÉDÉRIC LESEMANN 79
Y añadiremos que lo mismo sucede también para las institu-
ciones culturales que obran recíprocamente de forma estrecha con
las políticas públicas, como por ejemplo las estructuras familiares
que desempeñan un papel activo en la producción de la cohesión
de una sociedad, de su relación con el trabajo asalariado, o tam-
bién las orientaciones del sistema escolar –que se prolongan en
los sistemas de formación profesional– donde entran en tensión,
por un lado, las misiones de educación, socialización y enseñanza
de conocimientos formales, y por otro, las relaciones de autoridad
jerárquicas o compartidas6. Se encontrarán directamente estos
componentes en las explicaciones relativas al entorno cultural
favorable al desarrollo de un SNI eficiente.
Los análisis comparativos de políticas, entre otras cosas, pre-
tendieron entender porqué países que conocen niveles de desarrollo
comparables y sistemas de protección social también comparables,
hacen elecciones de política social diferentes. El concepto de path
dependency proporcionó una respuesta a esta pregunta: las elec-
ciones políticas antiguas, el peso de las alianzas e influencias de
coaliciones de protagonistas que implicaron la toma de tal o cual
decisión siguen pesando sobre las decisiones contemporáneas
(Merrien, 1997: 70). Esta afirmación es especialmente importante,
como se verá más adelante (sección 2.7, Philippon: 2007), para
comprender, por ejemplo, la evolución histórica de las relaciones
laborales en tal o cual país y su impacto en la productividad con-
temporánea de tal o cual economía nacional. Es también importante
para tener en cuenta el impacto de la dependencia histórica de las
economías latinoamericanas, aún ampliamente orientadas hacia
la explotación de la riqueza natural con destino a las metrópolis, y
de las características de las elites nacionales que requiere tal tipo
de estructura dependiente.

2.2 Una tipología de tres regímenes:


liberal, conservador, socialdemócrata

Este planteamiento comparativo trajo la construcción progresiva


de tipos ideales (en el sentido weberiano del término) de políticas

6 Ver a este respecto la introducción ya antigua de Alain Touraine a la obra


de Urie Bronfenbrenner (1972), Enfants russes, enfants américains, París,
Fleurus, pp.7-14. Traducción de Two Worlds of Childhood (1970) NY, de Rus-
sel Sabio Foundation.

80 SISTEMAS NACIONALES DE INNOVACIÓN Y REGÍMENES INSTITUCIONALES


públicas, de formas de Estados de Bienestar, susceptibles de dar
prueba de la diversidad y de la coherencia de conjuntos oficiales
nacionales. Estos tipos son puramente teóricos, pero permiten
interpretar conjuntos reales porque contribuyen a simplificarlos y
en consecuencia, permiten ir más allá de sus particularidades para
lograr patrones y convergencias, tanto como divergencias. Así por
ejemplo, para elaborar una tipología de los distintos regímenes de
políticas sociales, se podrán tener en cuenta criterios como el grado
de universalidad de la protección social que ofrecen, su sensibili-
dad al papel de los grupos sociales organizados en torno al trabajo
asalariado, la organización de las relaciones laborales, la formación
profesional, sus estrategias de respuesta a la gran pobreza y a la
exclusión, la diferencia en los estatutos concedidos a los hombres y
a las mujeres, el carácter central o no de la familia en la respuesta
a las necesidades globales de bienestar de la sociedad, el estatuto
de los derechos sociales, la distribución entre el sector público y
el sector privado en la oferta de servicios y en la protección de los
derechos, etc. De estos planteamientos se desprenden varios tipos
de regímenes institucionales.
Un autor, en particular, contribuyó mucho a sistematizar este
concepto de regímenes institucionales: Esping-Andersen7 (1990).
Al plantear el concepto de régimen, el autor busca destacar el
hecho de que, en la relación entre el Estado, el mercado y la fami-
lia, se tejen sistemáticamente un conjunto de relaciones legales
y organizativas (p. 2 a 26). El concepto de régimen da prueba del
hecho de que las decisiones de políticas se inscriben en cuadros
históricos de institucionalización que difieren entre los países (p.
80). Hay no sólo regímenes de políticas públicas, sino también
de mercados laborales (p. 144) que nunca son independientes de
las políticas (p. 146), que también se preocupan por el seguro de
desempleo, el seguro de enfermedad, etc. Algunos Estados por
ejemplo, favorecen la oferta de mano de obra (Suecia), otros la
limitan (Alemania, Francia), y otros intervienen poco (Canadá,
Estados Unidos) (p. 159). “Los regímenes de Estado de Bienestar
y los regímenes de empleo tienden a coincidir. Constituyen pues,
fuerzas fundamentales en la organización y la estratificación de

7 Gosta Esping-Andersen, 1990 The Three Worlds of Welfare Capitalism Prin-


ceton University Press. Esping-Andersen (1996) prosiguió el análisis de su
tipología en Welfare States in Transition. National Adaptations in Global
Economies, London, Sage.

FRÉDÉRIC LESEMANN 81
las economías modernas” (p. 159). “El Estado de Bienestar con-
temporáneo no es tanto un subproducto del desarrollo industrial,
sino más bien, con su institucionalización, un potente mecanismo
empresarial que da forma al futuro, de manera decisiva” (p. 221).
El ejemplo que dimos de los RCE en Canadá constituye una buena
ilustración al respecto8.
Teniendo como base factores explicativos como: la movilización
histórica de la clase obrera y su capacidad de influencia política
sobre el Gobierno del país; la influencia política del catolicismo; la
historia política de los Estados (absolutismo vs. principios libera-
les), Esping-Andersen (p. 4,5,29) distingue tres grandes regímenes
de Estado de Bienestar: el régimen liberal (que se encuentra por
excelencia en el Reino Unido, y también en los Estados Unidos,
Canadá, Australia); el régimen conservador de influencia católica
(en Alemania, Austria, Francia, Italia); y el régimen socialista
o socialdemócrata (en los países nórdicos: Suecia y Dinamarca,
especialmente). El criterio fundamental de distinción utilizado
por el autor es un índice de “des-mercantilización” (démarchandi-
sation), es decir, el grado en el cual los individuos y las familias
pueden beneficiarse, gracias a los servicios sociales del Estado
benefactor, de un nivel de vida aceptable, independientemente de
su participación en el mercado laboral (1990:22).

8 Se sitúa aquí en la tradición del institucionalismo sociológico (Hall y Taylor,


1997: 482) “los teóricos de esta escuela tienden a definir las instituciones de
manera mucho más global que los investigadores en ciencia política, de tal
modo que incluyan no sólo las normas, procedimientos o normas formales, sino
también los sistemas de símbolos, los esquemas cognoscitivos y los modelos
morales que proporcionan los cuadros de significación’ que guían la acción
humana”. Así pues, se reconoce que las instituciones influyen sobre el com-
portamiento proporcionando los esquemas, categorías y modelos cognoscitivos
que son indispensables para la acción, influyendo lo que se puede imaginar
hacer en un contexto dado. Existe pues una relación altamente interactiva
entre las instituciones y la acción individual o colectiva.

82 SISTEMAS NACIONALES DE INNOVACIÓN Y REGÍMENES INSTITUCIONALES


CUADRO 1. Clasificación de los principales Estados de Bienestar
según un índice sintético de decommodification (1990: 52, selec-
ción).

Regímenes Regímenes
Regímenes liberales conservadores socialdemócratas
Decommodification baja Decommodification Decommodification
media fuerte
Australia 3.0 Italia 4.1 Finlandia 9.2
Estados Unidos 3.8 Francia 7.5 Dinamarca 8.1
Canadá 2.0 Alemania 7.7 Noruega 8.3
Reino Unido 3.4 Suecia 9.1

No se entrará aquí en los debates sobre la pertinencia de las


tipologías de Esping-Andersen; pertinencia por otra parte, en gran
medida reconocida. Se tendrán en cuenta, por ejemplo, importantes
diferencias dentro de los regímenes liberales entre los Estados
Unidos y el Canadá (en relación con el sistema de salud, con las
políticas familiares, las políticas de ayuda social, etc.), y dentro de
Canadá, entre las provincias anglófonas, en particular Ontario y
Quebec (Théret, 2002) como la parte francófona. Nuestra inten-
ción es más bien aquí documentar y destacar la pertinencia, para
nuestra reflexión sobre los SNI, de este concepto de régimen, su
coherencia y su potencial heurístico para la comprensión de nuestro
objeto de estudio.
Los escritos de Esping-Andersen inspiraron a una serie de
investigadores en los países europeos, y se puede decir que así dio
nacimiento a una verdadera tradición de investigación comparativa
que se extendió progresivamente a otros sectores de las políticas
públicas y, sobre todo, a una exploración en profundidad de la pre-
gunta por el papel de las instituciones en el desarrollo económico,
haciendo al mismo tiempo contrapeso a la influencia creciente de
los análisis económicos clásicos vinculados al principio de una
regulación por el solo mercado. Lo que nos interesa aquí, y que
mencionaremos brevemente, es la convergencia de los resultados
de estudios realizados en distintos sectores de análisis de políti-
cas que pueden contribuir a ayudarnos a entender la influencia
de los cuadros institucionales nacionales en la producción de SNI
eficientes. Uno de los elementos centrales de estos estudios es el
reconocimiento de una división fundamental entre los regímenes

FRÉDÉRIC LESEMANN 83
de tradición liberal y los regímenes de tradición más directamente
estatal. Esta división recorre todos los trabajos en este ámbito,
comenzando por los de Hall y Soskice (2001) que la formulan de
manera especialmente original y determinante.

2.3 Economía de mercado liberal


y economía de mercado coordinada9

Los trabajos teóricos sobre el papel de las instituciones en la


producción de las dinámicas económicas en los resultados de las
empresas, conocieron un desarrollo notable desde hace una veintena
de años, en los trabajos relativos a las instituciones de la protección
social. North (1990) fue uno de los primeros en vincular explícita-
mente los resultados en términos de crecimiento a la estructura
institucional de la economía (Amable, 2005: 44). Los trabajos de
Hall y Soskice (2001: 1-68), Hall y Gingerich (2004), así como los
de Estevez-Abe, Iversen y Soskice (2001: 145-183), empezados
también desde el principio de los años noventa, señalan un nuevo
desarrollo en el estudio de las relaciones entre las empresas y su
ambiente institucional. De manera compatible con la tipología de
Esping-Andersen, colocan el concepto de coordinación (2004 p. 7,10)
al centro de su reflexión sobre los “sistemas sociales de producción”
y los “sistemas nacionales de innovación”, inspirados por la escuela
francesa de la regulación (2001 de:3).
Establecen estos sistemas pues, una distinción esencial entre
dos métodos de coordinación básicamente diferentes a nivel teórico:
el de las economías de mercado liberales, es decir, coordinadas por
el mercado (liberal market economies) y el de las economías de mer-
cado coordinadas, es decir, coordinadas por instituciones por fuera
del mercado (coordinated market economies) (Hall y al. 2001: 19).
Hall insiste (2003: 46) sobre esta influencia de la escuela francesa
de la regulación que muestra “cómo tipos específicos de políticas y
relaciones industriales vuelven posibles algunas formas de sistemas
productivos”. Los autores conceden un papel central a las empresas
en la medida en que están inscritas en sistemas de producción con-

9 Hall, Peter A. and D. Soskice, 2001, Varieties of Capitalism. The Institu-


tional Foundations of Comparative Advantage, Oxford U Press. Voir aussi
Hall, P.A et D.W.Gingerich, 2004: Varieties of Capitalism and Institutional
Complementarities in the Macroeconomy, Berlin, Max-Planck Institute for
the Study of Societies, Discussion Paper 04/5, 43 p.

84 SISTEMAS NACIONALES DE INNOVACIÓN Y REGÍMENES INSTITUCIONALES


trolados por distintas instituciones estatales nacionales, incluidos
en particular los sistemas de regulación del mercado laboral, los
sistemas de educación y formación profesional. Consideran a las
empresas, en tanto son indisociables analíticamente de los sistemas
de producción, como protagonistas estratégicas en la solución a
problemas de coordinación con distintos actores (sus empleados,
sus accionistas, con las autoridades públicas, con sus clientes). A
partir de estos criterios y acciones en que se los basan, se establece
esta distinción estructurante entre economías de mercado liberales
o coordinadas.
La distinción entre estos dos tipos de economía se basa pues
en la naturaleza de los mecanismos de coordinación: en el primer
caso, la coordinación es esencialmente tributaria de los mecanis-
mos de mercado que favorecen la inversión en activos transferibles.
En el segundo, la coordinación está garantizada por mecanismos
fuera del mercado, favoreciendo la inversión en activos específicos.
El objeto de análisis, el punto de partida de estos autores es la
empresa, en relación con su entorno. Este análisis presta atención
en primer lugar al nivel organizativo en su entorno institucional, y
no al nivel institucional como punto de partida, como será el caso
para Amable (2005) que analizaremos más adelante. Para Hall y
Soskice (2001), el problema central de la empresa es un problema
de coordinación para desarrollar sus competencias fundamentales
en materia:
- de regulación de las relaciones laborales y de negociación de las
condiciones de trabajo;
- de formación profesional con el fin de garantizarse una mano
de obra cualificada;
- de corporate governance (gobierno de empresa) para garanti-
zarse una financiación adecuada y garantizar a los inversores
una justa vuelta sobre inversión;
- de relaciones interempresas con los proveedores, los subcontra-
tistas, los clientes;
- de mecanismos de coordinación interna con los empleados;
- de información para los empleados con el fin de construir rela-
ciones de cooperación eficaces (ídem: 7).
En los sistemas de economías de mercado liberales, que se
encuentran tanto en los Estados Unidos, en Canadá como en el
Reino Unido, y en Australia (ídem: 19), las empresas están inscritas

FRÉDÉRIC LESEMANN 85
activamente y directamente en una competencia de mercado. Estas
organizaciones nacen en función de oportunidades del mercado, y
desaparecen en gran número después de unos pocos años, o porque
no supieron adaptarse a la evolución de su mercado, o porque no
estuvieron en condiciones de resistir a la competencia. Pretenden
producir al menor coste, ejerciendo constantemente una presión
a la baja sobre las remuneraciones, sobre los costes marginales
de la mano de obra, contratando y despidiendo en función de
los contratos que deben realizarse, el derecho del trabajo siendo
generalmente flexible y cómodo para el patrono. Los trabajadores
lo saben: por eso van a dotarse, como protagonistas estratégicos,
de formaciones generales, poco especializadas que les permitirán
pasar de un empleo a otro, en función de los riesgos de la oferta y
la demanda, sabiendo que las empresas velarán por formarlos in
situ, en plazos muy cortos, según las necesidades. Adquirirán una
cartera de competencias diversificadas, poco específicas, altamente
transferibles, susceptibles de darles acceso a un gran número de
empleos. Con una protección jurídica y social del trabajo débil, y
prestaciones del seguro de desempleo cortas y reducidas, los tra-
bajadores habrán aprendido por experiencia no contar más que
con ellos mismos para encontrar empleo y protegerse con un plan
propio de los distintos riesgos.
El trabajador de una economía de mercado liberal invertirá
ciertamente menos en su empleo. Este último será en primer lugar
para él una fuente de ingresos que le permitirá asumir dignamente
su papel familiar, inscribirse activa y positivamente en un papel
culturalmente valorizado de consumidor, de consumidor legíti-
mamente endeudado, y en consecuencia perpetuamente incitado
a mantener y aumentar su renta. Se vivirá culturalmente como
móvil, flexible, disponible para el empleo, sobre todo si éste es
remunerador. Una vez jubilado, que para él es un concepto rela-
tivo, estará más disponible para mantenerse con empleo, a tiempo
parcial e incluso en una actividad diferente de aquélla que habrá
conocido durante sus años de vida activa.
En los sistemas de economías de mercado coordinadas, como en
Alemania, en Japón, en los países nórdicos, en los Países Bajos y,
parcialmente, en Francia, Italia y España (ídem: 19), las empresas
dependen en parte de relaciones no-mercantiles de colaboración más
que de relaciones de estricta competencia. Participan en formas
de coordinación territorial y sectorial (ídem: 8). La protección del

86 SISTEMAS NACIONALES DE INNOVACIÓN Y REGÍMENES INSTITUCIONALES


empleo y la formalización de las relaciones laborales son activas.
La formación profesional se valoriza, se consideran los oficios como
actividades nobles, el aprendizaje es un proceso de socialización e
incorporación a una tradición de oficio a la cual se accede a través
de un maestro o maestra de obra, fundamento de un verdadero
reconocimiento profesional y, de esta forma, de identidad para la
vida. Los patrones se asocian directamente a esta formación, y las
escuelas profesionales son administradas en asociación entre el
sistema de educación profesional y los patronos. Las formaciones
son especializadas y orientadas10.
Los trabajadores tienen habilidades específicas que los asocian
estrechamente a empresas y a sectores de actividad industrial
especializados y reconocidos por la excelencia de sus productos.
Las empresas se inscriben en una tradición y una reputación inter-
nacional de excelencia que se constituyen en garantías de calidad.
Sus productos pueden ser costosos: el precio importa menos en la
medida en que el producto se percibe como el mejor disponible. Se
piensa por ejemplo, en los productos de Mercedes-Benz o Siemens
en Alemania.
Los trabajadores son entonces altamente cualificados, bien
remunerados, estables, orgullosos de su pertenencia a tal o cual
empresa. Su movilidad profesional es baja, no solamente debido a
la estabilidad de la empresa o al sector, sino también por el alto
nivel de especialidad profesional. Como contrapartida, esperan ser

10 Tuvimos la ocasión de analizar estas concepciones divergentes de la for-


mación profesional en el marco de una investigación: F. Lesemann, F.M.
Lejeune y S.A. Hart, 2005, Inventaire international et documentation des
dispositifs nationaux de qualification professionnelle: France, États-Unis,
Espagne, Italie, Portugal, Suisse, Mexique, Empleo-Quebec, marzo, 164 p.
en esta investigación, describen una tipología de los sistemas de formación
profesional elaborada por Leonard Mertens (2000) Labor competencia: apa-
rición, analytical frameworks and institutional models, Internacional Labor
Organización (Montevideo y Ginebra) donde el autor define dos grandes
tradiciones en las orientaciones nacionales de la formación profesional, una
orientada en el mercado, otro creada por iniciativa de los Gobiernos. Estas
orientaciones corresponden bastante directamente a la división establecida
por Hall y Soskice a partir de los métodos de coordinación: en el régimen
liberal, es el individuo que debe constituir su cartera de competencias; en el
régimen coordinado, son las empresas, en colaboración con los Gobiernos, que
establecen las orientaciones y el contenido de las formaciones profesionales.
A su vez, Estevez-Abe, Iversen y Soskice (2001) distinguen entre los países
donde las formaciones profesionales son escasas (países de tradición liberal) y
los otros dónde las empresas se involucran activamente, con una colaboración
más o menos fuerte del Estado. La formación profesional es un importante
factor indiscutible de diferenciación entre los países.

FRÉDÉRIC LESEMANN 87
protegidos por las empresas, por los sindicatos de los cuales son
miembros ellos mismos próximos a los partidos políticos, y por los
sistemas públicos de protección social a los que están muy ligados,
incluidos el sistema de protección contra el desempleo (a través del
cual obtienen un alto nivel de sustitución del salario y para períodos
que pueden extenderse varios años), la enfermedad y, por supuesto,
la jubilación. Ésta última consagra su salida definitiva del empleo
garantizándoles prácticamente el mantenimiento del nivel de vida
que les dio su salario de trabajadores altamente cualificados. Siendo
poco móviles, poco flexibles, esperan implícitamente una forma de
ocupar un cargo establecido por la empresa y por la colectividad,
esperanza inscrita históricamente en el contrato social alrededor
del cual se estructuró su vida profesional y también familiar,
puesto que fueron típicamente abastecedores de su familia. Para
estos trabajadores, la idea de trabajar después de la jubilación, es
inimaginable culturalmente. Este sería un mundo de promesas y
compromisos no solamente económicos y políticos, sino también
culturales que si fuera rechazado un estatuto construido en torno
a una identidad profesional que estructura una vida de oficio, se
aplastaría11.
Estos dos grandes regímenes institucionales distribuyen de
manera diferente las rentas y el empleo: en los regímenes libera-
les la inserción de los trabajadores en el mercado laboral es más
intensa y los niveles de desigualdad de las rentas son elevados;
las relaciones laborales se dan en el marco de un acuerdo directo
entre un empleado y un patrón que negocian el acuerdo contractual.
Se trata de una mano de obra fluida, dotada con competencias
generales y transferibles. En los regímenes coordinados, se tra-
baja menos y se distribuyen las rentas de manera más igualitaria
(ídem: 21). La empresa colabora estrechamente con los sindicatos
para garantizar la pertinencia de la formación y la estabilidad del
empleo. La seguridad a la vez interna a la empresa, y externa en
lo que refiere a las medidas de la protección social, triunfa sobre
la flexibilidad.
Estos dos grandes regímenes institucionales tienen por otra
parte capacidades muy diferentes de innovación. En los regímenes

11 Allí aún, el contraste entre dos concepciones de la jubilación en cada uno de


los dos tipos de economías es sorprendente. Lo analizamos en F.Lesemann et
M.D’Amours (2006) Vieillissement au travail, emplois et retraites, Montréal,
Saint-Martin, ch. 5.

88 SISTEMAS NACIONALES DE INNOVACIÓN Y REGÍMENES INSTITUCIONALES


liberales, la transferencia de tecnología se realiza en gran parte
por el movimiento de los científicos y técnicos entre las empresas,
movimiento facilitado por la fluidez de los mercados laborales. Para
limitar los riesgos de competencia asociados a esta gran fluidez,
las empresas cuentan con las patentes y el control jurídico de la
propiedad de los conocimientos e innovaciones, especialmente en
los sectores de biotecnologías, microelectrónica y semiconductores.
En los regímenes coordinados, la movilidad de los ingenieros y del
personal científico es menor, debido al predominio de los contratos
de trabajo a largo plazo: esta situación afecta a las posibilidades de
transferencia de tecnología (ídem: 26). La investigación se financia
por las compañías, en colaboración con institutos de investigación
casi-públicos. La coordinación de las actividades está garantizada
por las asociaciones profesionales en colaboración con los sindica-
tos. Esta colaboración permite las transferencias de tecnología y
favorece el desarrollo de la formación.

2.4 Economía de mercado liberal o coordinada


e innovación

Teniendo esta estructuración entre dos regímenes principales,


Hall y Soskice (2001) se preguntan entonces sobre la cuestión de
las ventajas institucionales comparativas (Comparative Institutio-
nal Advantage), desarrollando la idea según la cual la estructura
institucional de una economía política particular proporciona a
las empresas ventajas para comprometerse en tipos específicos de
actividades, permitiéndoles producir algunos tipos de bienes de
manera más eficaz o no gracias al apoyo institucional que reciben
para ello, teniendo en cuenta que estos apoyos institucionales no
se distribuyen igualmente entre los países (ídem: 37). Las naciones
tienen pues ventajas comparativas cuyo origen se sitúa no tanto
en la abundancia de recursos naturales, de mano de obra o de
capital, como se piensa tradicionalmente, sino en la estructura
institucional de la economía política que incluye las características
de los regímenes de regulación, la organización de los protagonistas
económicos y la estructura misma del Estado.
Esta es una de las definiciones más completas que se pueda
dar del concepto de régimen que este capítulo intenta documen-
tar. Se reconoce ampliamente por la investigación que el contexto
institucional, especialmente lo que tiene que ver con las relaciones

FRÉDÉRIC LESEMANN 89
entre el mercado y el marco legal de la actividad económica, pueden
directamente condicionar los índices de crecimiento y los progresos
tecnológicos (ídem: 38). Pero en numerosos países, modos no-mer-
cantiles de coordinación de las actividades también se utilizan,
constituyendo otras formas de ventajas comparativas. De aquí, la
contribución de los marcos institucionales a la innovación.
Hall y Soskice (2001: 39) distinguen entonces entre innovación
radical (que implica importantes cambios en las líneas o procesos
de producción, la aparición de bienes enteramente nuevos) e innova-
ción incremental (caracterizada por modificaciones limitadas pero
continuas introducidas a las líneas y a los procesos de producción).
Uno u otro tipo de innovación depende de la naturaleza del bien pro-
ducido: se encuentra una innovación radical en sectores con fuerte
composición tecnológica, cuyo desarrollo de los productos se basa
en la investigación, como las biotecnologías, los semiconductores, el
software, las telecomunicaciones, las tecnologías médicas, el mate-
rial de defensa, y también en los sectores de aviación, comunicación
e información, finanzas y espectáculo. En cuanto a las innovaciones
incrementales, se las encuentra en la maquinaria, el equipamiento
industrial, los motores, el equipamiento de transporte, los bienes
de consumo duraderos: se trata de mantener una elevada calidad
en una línea de producción, para aportar mejoras que van generar
fidelidad en el cliente y mantener los costes a un bajo nivel.
En esta gran distinción entre dos tipos de innovaciones, se puede
constatar que las economías de mercado coordinadas son más
potentes en el ámbito de la innovación incremental, en virtud del
alto nivel de calificación de la mano de obra, fuente de autonomía
favorable a sugerencias de mejora, o incluso a un reparto de las
decisiones en la línea de producción, de su estabilidad y proximi-
dad, que son fuentes de colaboración exitosa entre la empresa, sus
subcontratistas y sus clientes. La organización del trabajo, carac-
terizada por fuertes estructuras sindicales, se basa en procesos de
decisión consensuales, las que dificultan también toda decisión de
reorganización radical.
Al contrario, las economías de mercado liberales tienden a
limitar la capacidad de innovación incremental de las empresas:
los mercados financieros que ejercen presiones con el fin de una
rentabilidad a corto plazo y la concentración de las decisiones en los
directivos de las organizaciones limitan la cooperación al interior
de la empresa. Mercados laborales fluidos, contrataciones de corta

90 SISTEMAS NACIONALES DE INNOVACIÓN Y REGÍMENES INSTITUCIONALES


duración llevan a los empleados a concentrarse en su estrategia
de carrera personal; mientras que, del lado de las empresas, las
leyes antimonopolio como sucede en Estados Unidos, desalientan
toda colaboración. El conjunto de estas condiciones favorecen, al
contrario, la innovación radical: la alta movilidad de la mano de
obra autoriza a las empresas orientadas a la creación de nuevos
productos, a comprometer personal poseedor de la experticia bus-
cada, sabiendo que podrán despedirlos si el proyecto se revela poco
ventajoso; una gran movilidad de capitales, la posibilidad de toma
de control de otras empresas permiten a las empresas adquirir la
experticia que desean, y el capital de riesgo permite a los científi-
cos y a los ingenieros actuar de modo que sus ideas lleguen hasta
el mercado.
La innovación radical recurre a una variedad de fuentes de
conocimientos y descubrimientos científicos procedentes de una
diversidad de disciplinas. Eso favorece a los sistemas, donde la
circulación de los científicos es fácil y la financiación de los equipos
de investigación flexible. Esta es una característica de los siste-
mas científicos competitivos y descentralizados de las economías
liberales de mercado, en particular Estados Unidos, el Reino
Unido y, parcialmente, Canadá (Amable, 2005: 255). Finalmente,
una gestión concentrada en los directivos permite también tomar
rápidamente decisiones estratégicas (Hall y Soskice 2001:40;
Hall y Gingerich, 2004: 32). En resumen, se constata que estas
formas de organización y los marcos institucionales nacionales
que los encuadran determinan capacidades y tipos de innovación
diferentes, como sucede comparando los que representan para los
autores verdaderos arquetipos: Alemania y los Estados Unidos
(Hall y Soskice, 2001: 42-43).
¿Debe decirse que, en un contexto de globalización, las empre-
sas estén arraigadas irremediablemente a su contexto nacional
con sus características de regímenes institucionales? No, algunas
empresas deslocalizan algunos elementos de sus actividades en las
naciones donde los regímenes ofrecen ventajas comparativas para
estas actividades. Así pues,
empresas farmacéuticas europeas abren laboratorios de investigación en los
Estados Unidos, donde el ambiente es propicio a las innovaciones radica-
les, como el descubrimiento de nuevos medicamentos. Con la esperanza
de desarrollar nuevos instrumentos financieros, bancos abren oficinas en

FRÉDÉRIC LESEMANN 91
Londres o Nueva York. Al contrario, numerosas empresas especializadas
en la fabricación de herramientas se basan en una innovación incremental
para seguir siendo competitivas; instalan sus unidades de producción pre-
feriblemente en Alemania o Japón donde el entorno institucional fomenta
este tipo de innovación (Hall, 2003: 46).

2.5 Los Sistemas Sociales de Innovación


y Producción (SSIP)

Un economista francés, Bruno Amable, aporta su ladrillo al


edificio de la reflexión consagrada a los regímenes institucionales en
su obra: “Les cinq capitalismes: diversité des systèmes économiques
et sociaux dans la mondialisation” (2005). Discute principalmente
la tipología de Hall y Soskice (2001), y su distinción constitutiva
entre economías de mercado liberales y economías de mercado
coordinadas. Amable tiene la ambición de superar las tipologías
basadas en conjuntos nacionales específicos, entre los cuales se
encuentran tradicionalmente en oposición los Estados Unidos y
Alemania. Así como varios autores habían discutido la capacidad
heurística de la tipología de Esping-Andersen (1990) basada en la
distinción entre regímenes liberales, conservadores y socialdemó-
cratas de protección social, reconociendo al mismo tiempo un valor
fundador a este planteamiento; Amable critica a Hall y Soskice
el carácter demasiado global, o incluso dicotómico, de su tipología
que “deja una serie de casos nacionales en una posición ambigua”
(p. 107), como Francia o Italia, pero que da prueba también de
una valorización implícita del modelo liberal y de una simpatía a
su orientación.
El autor recuerda un estudio previo que efectuó con dos colegas12,
condujo a distinguir varios tipos de capitalismos, llamados Siste-
mas Sociales de Innovación y Producción (SSIP) (p. 115). Este aná-
lisis pretendió definir las razones por las cuales las instituciones
tienen importancia en la diferenciación de las economías; y también
los efectos de esta diferenciación con respecto a especializaciones
científicas, tecnológicas e industriales. De esta forma en el análisis,
las distintas características institucionales debieron ser asociadas
a las distintas capacidades de innovación y en consecuencia a las

12 Uno de ellos, Robert Boyer de la Escuela Francesa de la Regulación (Amable,


Barrido y Boyer, 1997).

92 SISTEMAS NACIONALES DE INNOVACIÓN Y REGÍMENES INSTITUCIONALES


especializaciones sectoriales. El fundamento teórico de este enfoque
se encuentra en “la interacción entre el sector científico, productor
de ideas, el sector de la tecnología, que transforma estas ideas en
artefactos, y el sector industrial que transforma los artefactos en
productos comerciales” (Ibíd.).
Por otra parte, cinco ámbitos institucionales intervienen acti-
vamente en la eficacia de la interacción mencionada (p. 27 a 35)
y construyen las distintas variedades del capitalismo, definidas
como “arquitecturas específicas de instituciones complementarias”
(p. 32):
- la competencia en los mercados de productos;
- la normativa del mercado laboral y el sistema de relaciones de
trabajo que determina la competitividad;
- el sistema financiero que define un horizonte temporal implí-
cito para la innovación y la producción, así como el sistema de
gobernanza de las empresas;
- el sector educativo que proporciona a la economía una mano de
obra adaptable y bien formada, y
- el sistema de protección social (p. 27 a 31, 115, 124).
A partir de esta arquitectura, el autor formula la hipótesis que
estructura toda su obra: “debe existir una fuerte conexión entre
la estructura institucional de los países y el tipo de actividades
económicas en que se especializan” (p. 34). Así, se constata que
“las economías liberales de mercado se especializan en activida-
des donde la adaptación rápida y la calidad de los vínculos entre
la universidad y la industria tienen importancia: biotecnologías,
informática o electrónica” (p. 35). Si éstas presentan fuertes corre-
laciones con distintos aspectos de la nueva economía, las economías
socialdemócratas no se quedan atrás tampoco en poseer un método
particular de difusión de las Tecnologías de la Información y la
Comunicación (TIC) en el sector educativo, en la salud y en la
comunicación entre la población y las administraciones locales.
Este análisis permite definir distintos tipos de capitalismo a
partir de estos SSIP: principalmente, un SSIP basado en el mer-
cado donde prevalecen los principios de competencia, estimulados
por incentivos financieros, en el cual los agentes individuales
invierten en la formación, asociada a fuertes remuneraciones, en
un mercado laboral desreglamentado, donde las empresas innovan

FRÉDÉRIC LESEMANN 93
y pretenden proteger sus innovaciones por un sistema estricto de
patentes13, donde el sistema financiero favorece la aparición de

13 Una ilustración de esta realidad es proporcionada por un estudio de caso rea-


lizado por Marc-André Gagnon: (2004) «Les droits de propriété intellectuelle
dans la nouvelle économie», in Canet R. et al. La régulation néo-libérale, Mon-
tréal, Athéna, pp. 175-199. Este estudio, relativo a la industria farmacéutica,
lanza una viva luz sobre un aspecto de la economía del conocimiento y sobre la
innovación en lo que ilustra cuánto y cómo el desarrollo de esta economía está
estrechamente vinculado a un esfuerzo de regulación institucional ejercido
por el derecho internacional, bajo los auspicios de los intereses económicos de
las empresas americanas, sostenidas en sus esfuerzos por una intervención
jurídica del Estado americano. Así pues, para Gagnon, una lectura política
más que técnica de la economía del conocimiento permite caracterizarla
como un “nuevo régimen de acumulación liberal y globalizado basado en la
producción y la difusión de las nuevas tecnologías de la información y las
comunicaciones” (177), más concretamente en tres sectores: la industria
informática, la industria de las telecomunicaciones (NTIC) y la industria
farmacéutica y biotecnológica.
“Los NTIC que despliegan las redes necesarias para la circulación óptima
del conocimiento y la información, la producción del conocimiento por el
conocimiento se convierte entonces en una fuente de crecimiento inagotable
con una productividad que no puede sino ir que creciendo” (179). Las nuevas
tecnologías permiten así crear un verdadero régimen de crecimiento a escala
mundial, régimen especialmente ventajoso para los Estados Unidos cuando
se sabe que controlan más de un 40% de la investigación mundial en estos
ámbitos. En este sentido, este régimen favorece los países exportadores de
productos con alto contenido en I+D, en detrimento de los países importadores
menos desarrollados, incapaces de apoyar este tipo de industria: en efecto,
este régimen se apoya y es completado por los Acuerdos sobre los aspectos
de los derechos de propiedad intelectual conectados al comercio (ADPIC) de
1994 que garantizan la alineación de las normas de los países en desarrollo
con base en los de los países desarrollados. Así pues, para los países sin infra-
estructura industrial orientada hacia la innovación, este régimen contribuye
a imponer a estos últimos adaptaciones institucionales incitativas para la
innovación que no son en realidad más que la imposición de ingresos monopo-
lísticos en favor de las empresas innovadoras de los países ricos en I+D (181,
186). En este sentido, “la fuerte rentabilidad de las empresas farmacéuticas
se debe no a una mayor productividad en I+D, sino más bien al recurso de
medios artificiales como el refuerzo de la propiedad intelectual contra los
medicamentos genéricos. Está bien porque estos problemas de innovación en
la industria son subsanados con el esfuerzo a toda costa por mantener las
patentes y las rentas derivadas, y no para acelerar el ritmo de innovación
“(189). Se encuentra allí la cuestión de los regímenes (políticos: en este caso
los Acuerdos ADPIC) de gestión de la economía del conocimiento que tienen
la clave de la comprensión de su resultado, en el caso de un sector dado (el
sector farmacéutico), en un país dado (los Estados Unidos), en un contexto
organizativo dado (dónde los accionistas quieren una rentabilidad máxima a
corto plazo de sus inversiones): así pues, los ADPIC tienen por objeto menos
“favorecer la innovación que imponer una redistribución de las riquezas en
favor de algunas empresas de los países desarrollados” (190).
Para volver a la idea central que la economía del conocimiento es “un nuevo
régimen de acumulación”, se mencionará la posición de André Gorz (2003):
L’immatériel : Connaissance, Valeur et Capital, Paris, Galilée), citado por
Gagnon (191): “El valor de un conocimiento está enteramente vinculado a la
capacidad de monopolizar el derecho a servirse… el valor de las mercancías
creadas por la I+D no tiene pues su fuente en el conocimiento, pero sí en el
monopolio del conocimiento. El capital no es más un medio de producción, se

94 SISTEMAS NACIONALES DE INNOVACIÓN Y REGÍMENES INSTITUCIONALES


nuevas sociedades intensivas en tecnología (p. 117). Este SSIP
corresponde directamente a las economías de mercado liberales
de Hall y Soskice.
Los otros tipos refinan y diferencian el todo que Hall y Soskice
identifican como economías de mercado coordinadas. Solo las men-
cionaremos brevemente (véase Amable 2005: 116 a 123).
- Un tipo ‘europeo’ (Francia, Alemania, etcétera.) caracterizado
por un alto índice de protección del empleo y una protección
social moderada, en el cual las instituciones públicas desem-
peñan un papel determinante en el impulso de la innovación y
donde una gran parte de la especialización está vinculada a la
demanda procedente de los gastos públicos (transportes, comu-
nicaciones, salud). La investigación básica es principalmente
pública, como la educación, dificultando la transferencia de los
avances de la investigación hacia las empresas.
- Un tipo ‘social-demócrata’ (Suecia, Finlandia, Dinamarca) en el
cual los intereses de los interlocutores sociales están bien repre-
sentados por sindicatos y asociaciones profesionales y donde el
sistema de formación produce una mano de obra bien formada
y competitiva. Se protege a los trabajadores de los efectos de la
competencia internacional por un sistema extensivo de políti-
cas sociales (p. 118): alto tipo de protección social y protección
moderada del empleo.
- Un tipo ‘mediterráneo’ (Italia, España, Portugal), basado en una
mayor protección del empleo y menos de protección social que
el modelo europeo, con una mano de obra relativamente poco
cualificada (p. 26).
- Un tipo ‘mesocorporatista’ (Japón), correspondiendo a las situa-
ciones donde los mercados laborales se internalizan, y las

convierte en un medio de control de la capacidad colectiva de producción, un


medio para reducir la producción. El régimen de crecimiento de la nueva eco-
nomía no se basa pues en la producción del conocimiento por el conocimiento,
sino más bien en el control creciente que las empresas pueden afirmar sobre
el conocimiento “(191). Y este control pasa por la política: la promulgación de
leyes, la firma de acuerdos internacionales, los derechos de propiedad intelec-
tual, patentes y los derechos de autores, que son “arreglos del mercado con el
fin de fomentar la innovación por la instauración de monopolios temporales
que limitan la difusión de las ideas con el fin de garantizar una rentabilidad
de la innovación” (191), y confirma una soberanía de los países productores
principales de I+D sobre los países incapaces de I+D, del Norte sobre el Sur.
A este respecto, “se ve una voluntad de disciplinar jurídicamente a los países
en desarrollo con el fin de permitir el mayor aumento artificial de valor” (192),
nueva forma de colonialismo.

FRÉDÉRIC LESEMANN 95
estrategias de desarrollo son a largo plazo, permitiendo así el
desarrollo de innovaciones incrementales, pero no favorecen las
actividades basadas en la innovación o la ciencia.
No dejará de sorprender la convergencia de la tipología de
Amable14 con las de Esping-Andersen, de Hall y Soskice y sus
émulos. Se confirma la distinción fundamental de Hall y Soskice
entre las economías directamente controladas por el mercado
y las que lo están por instituciones fuera del mercado. Además
todas las tipologías definen una proximidad entre conjuntos de
país que se pueden agrupar en regímenes nacionales calificados
de liberales, o de conservadores (europeos y mediterráneos) o regí-
menes socialdemócratas o nórdicos. Los estudios subsiguientes a
los cuales haremos referencia vendrán a confirmar, con matices
ciertamente, estas convergencias. Se puede pues en este punto ya
destacar la influencia innegable de los regímenes institucionales
sobre la configuración y el funcionamiento de los sistemas nacio-
nales de innovación.
Por ejemplo, el gráfico de Amable (p. 222) establece una repre-
sentación de los países a partir de un análisis factorial, seguida de
una clasificación jerárquica, integrando las variables de los merca-
dos de productos y trabajo (normativa de los mercados de productos,
protección del empleo, relaciones industriales), caracterizando la
política activa del empleo, las variables del sector financiero, los sis-
temas de protección social y los sistemas de educación y formación
profesional “para obtener una imagen completa de las arquitecturas
institucionales de nuestra muestra de países” (Ibíd.).

14 Establecida sobre la base de un gran número de indicadores, de un recurso


al análisis de datos que proporcionan una representación sintética de las
interacciones en un extenso conjunto de variables, de una diversidad de
metodologías destinadas a establecer correlaciones entre estas variables.

96 SISTEMAS NACIONALES DE INNOVACIÓN Y REGÍMENES INSTITUCIONALES


F IGURA 1. Tipos de capitalismo según el desarrollo del Estado de
Bienestar y el carácter liberal o rígido de los mercados de trabajo
(Amable, 2005: p. 222, selección).

Y:
Desarrollo
del Estado de
8 Bienestar
US
JPN
CAN
POR
UK AUS ESP GR
IT

-4 -4
FR X:
AL Regulación de
DK BL los mercados de
trabajo
SW FIN
-8 (-Liberal; Rígido+)

CUADRO 2. Características de los tipos de SSIP (cuadro inspirado


de Amable 2005:119-121, selección).

Conservador
Liberal basado
SSIP Europeo y Socialdemócrata
en el Mercado
Mediterráneo
Reino Unido, Suecia, Dina-
Alemania, Fran-
Canadá, marca, Finlandia
cia, Italia, España
Estados Unidos
La investigación
El sistema de básica pública es
Importancia de las
investigación distante del desa-
necesidades socia-
está basado en la rrollo de nuevos
les en la definición
Ciencia competencia entre productos en las
de los objetivos de
investigadores y firmas privadas,
investigación
entre instituciones pero existencia de
de investigación grandes progra-
mas
Importancia de la
Importancia del Evolución gradual
protección de los
impulso público hacia las tecnolo-
Tecnología derechos de pro-
para la investiga- gías avanzadas y
piedad intelectual,
ción privada los nuevos sectores
patentes

FRÉDÉRIC LESEMANN 97
Mano de obra muy Ideales
segmentada: inno- igualitarios en la
vación y fuertes Movilidad interna educación y los
Competencias competencias por más bien que salarios, acción
Educación una parte; escasas externa de la mano pública para limi-
competencias y de obra tar las consecuen-
producción de la cias desfavorables
otra del progreso
Descentrali-
Fuerte Centralización de
zación de las
institucionalización las negociaciones
Mercados del negociaciones del
de las normas de salariales bajo
trabajo salario, salario
empleo, horas tra- la presión de la
individualizado,
bajadas y protec- competitividad
segmentación del
ción social externa
mercado laboral
Sistema financiero
basado en los
Importancia de Sistema financiero
mercados. Sofisti-
los bancos. Baja a base de bancos.
cación de los ser-
Finanzas sofisticación de los Ninguna sofistica-
vicios financieros,
servicios finan- ción de los servi-
innovación finan-
cieros cios financieros.
ciera, influencia de
los accionistas
Importancia de
Adaptación lenta a
Innovación de pro- la calidad de los
Productos los cambios de los
ductos importante servicios y de la
mercados
diferenciación
Proyectos de tipo
Innovación
Olas de innova- “misión” de gran
vinculada a los
Innovación ciones “radicales”, tamaño e innova-
problemas sociales
patentes ción incremental
y económicos
de calidad

Sectores vin-
culados a las Sectores vincula-
Sectores vincula-
infraestructuras dos a la demanda
dos a las innova-
públicas y donde social (salud,
Especialización ciones “radicales”:
la competencia se seguridad, medio
industrial TIC, aeroespacial,
basa en una mano ambiente) o explo-
farmacéuticos,
de obra cualifi- tando los recursos
finanzas
cada: aeroespacial, naturales
transportes

Intervención Numerosas formas


Dividida en una
pública importante de intervención
serie de agencias.
Intervención (autoridades cen- pública con trans-
Fuertes límites
pública trales o locales): ferencias financie-
a la intervención
normativa, seguri- ras y normativa
pública
dad social

98 SISTEMAS NACIONALES DE INNOVACIÓN Y REGÍMENES INSTITUCIONALES


Amable describe también una tipología propuesta por Schmidt
(2002, citado por Amable, 2005: 110) que se interesa en el Estado
como actor, más que en la empresa, como lo hacen Hall y Soskice
(2001). Schmidt distingue tres tipos de Estado: el Estado liberal
que da gran autonomía a los protagonistas económicos y actúa
como un árbitro; el Estado socio exterior benévolo que fomenta la
negociación y el consenso entre los protagonistas privados en el
capitalismo administrado, y actúa como un facilitador; el Estado
intervencionista que coordina directamente e interviene en la acti-
vidad privada (p. 110). Esta tipología puede ser pertinente para
los países inscritos parcial o completamente en una relación de
dependencia respecto a países que cumplen el papel de “centrales”
metropolitanas, como es el caso por ejemplo de Québec que en los
años sesenta, en el marco de una dependencia histórica respecto
a los poderes económicos ingleses del Canadá y Londres, debió
contar con su Estado (de Bienestar, en este caso) para garantizar
su desarrollo y constituir una burguesía económica a partir del
sector estatal. Esa burguesía, desde ese momento, se autonomizó y
prosperó a escala nacional y mundial. Esta lectura podría ser tam-
bién pertinente para las sociedades latinoamericanas, al menos en
la medida en que permanecen, al menos parcialmente, sociedades
dependientes de países “centrales” de Norteamérica o Europa.

2.6 Estructuras de actividad económica


y estructuras sociales

Describimos, para terminar este repaso general, trabajos de


algunos autores que permiten documentar el concepto de regíme-
nes institucionales y su influencia en la constitución de Sistemas
Nacionales de Innovación (SNI). Se trata de las contribuciones de
economistas del trabajo franceses que inscriben sus trabajos en el
linaje de la Escuela Francesa de la Regulación, incluyendo a Ama-
ble, y por supuesto, Hall y Soskice que, ellos también, reconocen la
influencia que esta escuela ejerció sobre sus trabajos.
L’Horty y Rugani (2000: p. 39-46) establecen que las relaciones
entre las estructuras de actividad económica de los países euro-
peos15 y las estructuras sociales16 pueden precisarse con ayuda de

15 Ritmo de crecimiento económico, ritmo del progreso técnico y de las inversio-


nes, equilibrio de la hacienda pública, evolución de los salarios.
16 Situación demográfica, estructuras familiares y funcionamiento de los
mercados laborales: niveles y estructuras del empleo, del desempleo, de la
población activa por genero y edad, niveles de formación, etc.

FRÉDÉRIC LESEMANN 99
un análisis referente a los indicadores derivados de cada uno de
estos conceptos (ver pies de página 15 y 16).
“El mapa estadístico y social de Europa así dibujado es muy
similar a un mapa geográfico” (ídem 39): los indicadores de la
situación de los mercados laborales y de las estructuras familiares
aparecen estrechamente correlacionados, por ejemplo: los países del
Sur con las estructuras familiares tradicionales, la mano de obra
débilmente escolarizada y poco cualificada, la formación profesio-
nal poco desarrollada, los tipos de actividad reducidos, sobre todo
para las mujeres, y con un elevado desempleo, un trabajo a tiempo
parcial desarrollado, una fuerte dispersión de los salarios, una
escasa intervención pública en favor de los bajos salarios, donde
el empleo está ocupado, más que en otros países, en los sectores
agrícola e industrial; se oponen a los países escandinavos cuyas
estructuras familiares están rotas (una alta tasa de cohabitación
y nacimientos fuera del matrimonio y de divorcios), con una mano
de obra escolarizada y calificada, con tasas de actividad y empleo,
así como gastos para la formación profesional elevados, con empleo
concentrado en el sector terciario. Así las características de estos
conjuntos de países se oponen.
Con relación a esta oposición entre países nórdicos (socialdemó-
cratas) y mediterráneos (conservadores y católicos), los otros países
europeos presentan características intermedias: desde el punto de
vista del mercado laboral, de la calificación de la mano de obra,
de la importancia del sector terciario, los Países Bajos y el Reino
Unido son próximos a los países nórdicos. Francia, Bélgica y Ale-
mania combinan características de los dos conjuntos opuestos. Se
encuentran también tales conclusiones en el estudio de Davoine y
Erhel (2007) consagrado a la calidad del empleo en Europa.
Si las correlaciones entre los mercados laborales y las estruc-
turas familiares se prueban en el estudio de Davoine y Erhel,
especialmente entre los países del Norte y el Sur de Europa, el
estudio de L’Horty y Rugani establece por el contrario que no
hay relación aparente entre las características sociales de los
distintos países europeos y sus resultados macroeconómicos: “las
disparidades en la Europa social son mucho más claras que las
diferencias de los resultados macroeconómicos de los Estados” (p.
44). Así, el estudio establece que la flexibilidad del mercado laboral
(medida por la parte del asalariado de duración determinada y del
trabajo atípico) no está directamente vinculada a las estructuras

100 SISTEMAS NACIONALES DE INNOVACIÓN Y REGÍMENES INSTITUCIONALES


sociales y a los resultados macroeconómicos, que el crecimiento
económico es independiente de la tasa de desempleo, que los gastos
en favor del empleo contribuyen aún más a reducir el desempleo
que a mejorar los resultados económicos (los países que tienen la
mano de obra más cualificada son los que dedican la parte más
fuerte de su PIB a los gastos para el empleo, y especialmente a la
formación profesional). A este respecto, el informe de la OCDE,
“Perspectivas del Empleo de 2006” (Capítulo 6) pone de relieve que
los países anglosajones son, lo sabemos, muy diferenciados de los
países nórdicos desde el punto de vista institucional, pero que con
todo, ambos se caracterizan por un elevada tasa de empleo.
A estas afirmaciones, se podrán añadir las de Morin (2002)
que recuerda que la OCDE, en sus “Perspectivas del Empleo de
1999”, propuso un indicador de la “legislación de la protección del
empleo” que agrega:
- las normas de la protección del empleo regular,
- las normas de la protección del empleo temporal y
- la normativa de los despidos colectivos (Morin 2002:363).
Sobre la base de la agregación de estas distintas normas, se
propone una tipología que agrupa: los países menos exigentes: Esta-
dos Unidos, Reino Unido, Canadá (países de régimen liberal); los
países más exigentes: España, Italia, Portugal (países de régimen
mediterráneo o conservador, según las tipologías anteriores), los
países nórdicos y Francia apareciendo en posiciones intermedias.
Los menos exigentes conocen un buen resultado en cuanto a empleo,
incluso para las mujeres y los jóvenes, al contrario de los más exi-
gentes, quienes favorecen el empleo independiente. Pero el autor
concluye que un buen resultado en cuanto a empleo, no significa
necesariamente un buen resultado económico (p. 363).

FRÉDÉRIC LESEMANN 101


F IGURA 2. Resultado macroeconómico y estructura social (L’Horty
y Rugani, 2000 de:41).

Y: EJE RESULTADO
MACROECONOMICO

BL
NL X:
ESP FR EJE SOCIAL

IT UK
AL
DK
POR
GR SW
-5

SOCIEDAD TRADICIONAL SOCIEDAD DESARTICULADA

2.7 Gestión de las relaciones laborales


y resultado económico

La cuestión de la identificación de los factores que contribuyen


a un buen resultado económico sigue estando abierta. Ahora se
sabe que no es necesariamente correlativa a un buen resultado
en cuanto a niveles de empleo. Un elemento de respuesta, entre
otros seguramente, podría buscarse en la calidad de las relaciones
laborales en las empresas17 tanto como su institucionalización en
la cultura política nacional.
Un estudio de Philippon (2007) nos proporciona a este respecto
interesante información. Al preguntarse sobre las dificultades
del empleo en Francia, el autor establece sobre la base de datos
comparativos internacionales de la OCDE, que Francia es uno de
los países europeos en donde los asalariados parecen tener la más
baja satisfacción en su trabajo, los patrones y empleados tienen la
más mala opinión unos de los otros, y la tasa de confianza mutua
es la más escasa. Entre las razones argüidas para explicar este
pobre desempeño, se encuentran: la tradición de un sindicalismo
conflictivo, prácticas de gestión conservadoras basadas en normas
tácitas de reproducción y protección, un patronazgo autoritario y

17 Si no se puede demostrar fácilmente una correlación entre buena gestión de


las relaciones laborales y buen resultado económico, se puede seguramente
establecer una relación entre buena gestión de las relaciones laborales y
elevada productividad en la empresa.

102 SISTEMAS NACIONALES DE INNOVACIÓN Y REGÍMENES INSTITUCIONALES


paternalista18, un enfoque burocrático de los problemas, y una cul-
tura jerárquica de las relaciones sociales. En resumen, un conjunto
de factores colectivos que llevan al autor a concluir “que la mala
calidad de las relaciones laborales constituye el freno más grande
al dinamismo de la economía francesa” (2007:11).
Con los datos del “Global Competitiveness Report de 1999”, el
autor establece para distintos países de Europa, Estados Unidos y
Canadá, una correlación entre la tasa de empleo y la calidad de las
relaciones (cooperación vs. conflicto) entre patronos y empleados.
Francia obtiene el peor resultado sobre los dos ejes, en proximidad
con los países mediterráneos (Italia, España), mientras que los
países nórdicos obtienen los mejores resultados con Suiza, Austria
y los Países Bajos. En posición intermedia, se encuentran los paí-
ses liberales: El Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, y también
Alemania (ídem: 26). Es posible notar la configuración general
compatible con la de las tipologías definidas anteriormente.

Figura 3. Relaciones laborales y tipo de empleo (Philippon, 2007:


26, selección).

TASA DE
EMPLEOS CH
.8
NOR
DK
.75 JPN
SWE
US AUT
CAN
.7
UK
AUS
AL

.65

FR
.6
SP
IT
GR
.55

4 5 6 COOPERACION
JEFE-EMPLEADOS

18 Ilustrado en el predominio de un capitalismo de herederos que hace de Francia


uno de los países que registra la tasa más elevada de transmisión de empresas
en una misma familia, y también de un sindicalismo de herederos.

FRÉDÉRIC LESEMANN 103


¿Cómo explicar que la dinámica de las relaciones laborales
pueda parecer corresponder bastante directamente a las confi-
guraciones de los regímenes institucionales que indicamos hasta
ahora, incluyendo las de las estructuras de actividad económica y
las estructuras sociales? El autor propone un argumento histórico
(ídem: 32): “Los países afectados de subdesarrollo sindical antes de
la Primera Guerra Mundial aparecen como los que hoy día tienen
malas relaciones sociales”. Esta afirmación se inspira en un estudio
de Colin Crouch (1993) “Industrial Relations and European State
Traditions”, Oxford, Clarendon Press; que pone a la luz el papel
histórico de los Estados en el proceso de desarrollo sindical.
Crouch distingue a tres grupos de Estados en función de su
actitud frente a los primeros movimientos sindicales: 1) el Estado
se negó a cooperar y fue hostil a los sindicatos, en Francia, España,
Italia y Portugal; 2) fue neutro en Dinamarca, Noruega, Finlandia,
Suecia y Gran Bretaña; 3) facilitó el desarrollo de las organiza-
ciones profesionales en Alemania, Austria, Suiza y en los Países
Bajos. A partir de esta tipología, Philippon puede determinar un
“poder explicativo notable” (p. 33) de la buena o mala calidad de las
relaciones laborales hoy, caracterizada por actitudes de coopera-
ción, de concertación, o al contrario comportamientos conflictivos,
autoritarios, burocráticos, paternalistas o incluso represivos19.
Esta tipología corresponde también directamente a las diferencias
actuales de las tasas de desempleo entre los países (p. 78), de las
tasas de huelga (p. 80), de las tasas de satisfacción en el trabajo
(p. 88), según los países hayan conocido relaciones laborales his-
tóricamente hostiles, normales o buenas. De modo que, hoy, por
una parte, “las relaciones laborales explican la mayor parte de las
variaciones de las tasas de empleo entre los países” (p. 84) y por
otra parte, “las empresas que tienen las mejores relaciones sociales
son las más eficientes potencialmente” (p. 94).
Otro factor explicativo de esta dinámica global se añade: el
de la concentración y de la transmisión del accionariado familiar

19 La construcción de estas dinámicas de las relaciones comienza con el sistema


escolar: se reconoce que los países de tradición liberal favorecen aprendizajes
que pasan por el trabajo de grupo, la cooperación entre estudiantes, entre
profesores y estudiantes, la pedagogía por proyecto. La socialización de
los individuos en tal perspectiva es tan importante como la adquisición de
conocimientos formales. La construcción de la reflexividad en el alumno está
al corazón del proyecto pedagógico de la escuela. Al contrario, en los países
de tradición autoritaria, los aprendizajes formales preceden, la sumisión a
la autoridad y a veces a la arbitrariedad, el aislamiento de los alumnos los
unos de los otros, la solución de conflictos por la autoridad forman parte de la
socialización. El sistema escolar de una sociedad refleja su sistema social.

104 SISTEMAS NACIONALES DE INNOVACIÓN Y REGÍMENES INSTITUCIONALES


en las empresas. Allí aún, Francia concentra el número más ele-
vado de empresas transmitidas por herencia familiar, y en conse-
cuencia de herederos que asumen la gestión, de todos los países
industrializados (65% de las empresas francesas son de propiedad
familiar, contra un 20% en los Estados Unidos)20. Ahora bien la
transmisión familiar de empresas determina una reducción de
la productividad (p. 65), de la competitividad (en promedio, los
resultados de la empresa caen un 20% después de una transmisión
familiar –p. 65–), un aumento de las prácticas de gestión conserva-
doras y hostilidad en las relaciones laborales. Las promociones son
más difíciles. La rigidez de las jerarquías y el conservadurismo de
gestión constituyen frenos potentes al crecimiento, en particular
cuando se trata de adoptar nuevas tecnologías (p. 73-74).
Siempre con los datos del “Global Competitiveness Report de
1999”, el autor establece para distintos países de Europa, Estados
Unidos y Canadá, una correlación entre la amplitud del accio-
nariado familiar y la calidad de las relaciones (cooperación vs.
conflicto) entre patronos y empleados. Francia obtiene el peor
resultado sobre los dos ejes, en proximidad con los países medite-
rráneos (Italia, España), mientras que los países nórdicos obtienen
los mejores resultados, con Suiza, Austria y los Países Bajos. En
posición intermedia, se encuentran los países liberales: Reino
Unido, Estados Unidos, Canadá, y también Alemania (ídem 55).
Se habrá notado, una vez más, la definición de una configuración
general esencialmente compatible con la de las tipologías definidas
hasta ahora. Se puede llegar a una verdadera convergencia de
este tipo de datos, en los fundamentos de los regímenes que nos
esforzamos en definir.

Conclusión
Procedimos en este artículo a un estudio selectivo de un con-
junto de autores, destinado a precisar los conceptos de regímenes
institucionales y de Sistemas Nacionales de Innovación (SNI) y
a proponer una reflexión sobre las condiciones institucionales de
aparición de tales regímenes y SNI, sabiendo, como lo afirmamos,
que un marco capitalista de mercado siempre es controlado por
alguna forma de intervención pública. Por eso tuvimos que docu-
mentar distintas configuraciones de relaciones entre el mundo de la

20 A excepción de Grecia (80 %).

FRÉDÉRIC LESEMANN 105


empresa y el mercado, el mundo de la investigación, el conocimiento
y la formación, la esfera del lazo social, en particular la esfera
familiar y el espacio de la política que constituyen las institucio-
nes públicas. Estas instituciones, como los sistemas de regulación
del trabajo, calificación profesional, protección social o apoyo a la
innovación industrial o científica son mediaciones, redes de rela-
ciones, tejidas entre los órdenes científicos, económicos, políticos y
domésticos. Resumamos en el cuadro sintético siguiente los análisis
de los principales autores mencionados, haciendo hincapié en las
convergencias21 de sus análisis. El objetivo de este planteamiento
es hacer lo más evidente posible, la función de regulación entre
estos regímenes que permiten la existencia y hacen más o menos
eficientes los SNI.

TABLA de convergencia entre autores.

Conservador
Socialdemócrata Conservador
Liberal mediterráneo
Nórdico europeo
Sur
Reino Unido, Alemania
Suecia Dinamarca Italia España
EE.UU., Francia
Finlandia Portugal
Canadá Austria, Suiza
Esping-
Andersen Liberal Socialdemócrata Conservador (Conservador)

Economías
Hall et
de mercado ECONOMÍAS de MERCADO COORDINADAS
Soskice
liberales
Liberal
Amable Socialdemócrata Europeo Mediterráneo
mercado
Estado ESTADO
Schmidt Estado socio
liberal INTERVENCIONISTA
L’Horty
(Norte) Norte Intermedio Sur
et Rugani
el Estado el Estado
Neutralidad de la cooperación
facilitó la rechazó la
Philippon Patrono-Empleados por parte del
cooperación cooperación
Estado
(- Francia) (+ Francia)

21 Más allá de las convergencias, todos los autores indican importantes diver-
gencias, casos límite, o incluso contradictorios con relación a una tipología,
pues la realidad no se deja encerrar en esquemas abstractos. No obstante,
estos esquemas permiten, a pesar de todo, poner al día las convergencias
significativas que, gracias a la comparación adquieren nuevos significados,
o al menos, los esperan.

106 SISTEMAS NACIONALES DE INNOVACIÓN Y REGÍMENES INSTITUCIONALES


En este cuadro síntesis indicamos voluntariamente, por triple
trazo, el carácter excepcionalmente distintivo del régimen liberal
de capitalismo que cada una de las tipologías reconoce de manera
particular y que constituyera en régimen específico, coherente y
ampliamente homogéneo (excepto en cuanto a la protección social
que puede manifestar prácticas bastante diferenciadas) distante
de la “potencia” económica, política y simbólica de este régimen,
Hall y Soskice (2001) tienen probablemente razón al definir un
régimen global de economía de mercado coordinada, ya que este
proceso de coordinación externo al mercado es una característica
compartida por el conjunto de los otros regímenes. Reconocido esto,
es innegablemente luminoso instaurar las distinciones que los dis-
tintos autores establecen, por ejemplo entre régimen conservador y
régimen socialdemócrata, ya que se está en presencia de prácticas
sociales y políticas que producen impactos sociales profundamente
diferentes, especialmente si se los pone en relación con la cuestión
de su capacidad para construir SNI eficientes.
La distinción suplementaria operada por Amable, y profundizada
por L’Horty y Rugani, con la reagrupación mediterránea de regí-
menes de Estados de Bienestar, añade innegablemente a la com-
prensión de las dinámicas institucionales. La oposición, punto por
punto, establecida por estos últimos autores entre regímenes del
Sur (mediterráneos conservadores) y regímenes nórdicos (social-
demócratas) es sorprendente. Es especialmente luminosa, aún en
el marco de un planteamiento de comprensión de las capacidades
muy diferenciadas de inserción de estos distintos países en una
economía basada en el conocimiento.
La contribución de Philippon (2007) a partir de la historia de los
conflictos de relaciones laborales y del papel histórico del Estado,
según los países, viene a completar las tipologías anteriores en lo
que permite añadir la dimensión de la contribución de los regímenes
de relaciones sociales al resultado más o menos satisfactorio de las
economías nacionales, y consecutivamente de los SNI.
Si todo parece converger hacia un reconocimiento ampliamente
compartido del resultado notable de los regímenes liberales en el
contexto de una economía basada en el conocimiento, la distinción
que instauran Hall y Soskice entre innovación radical e innova-
ción incremental (sección 2.4) es de gran importancia. En efecto,
diversifica nuestra comprensión del concepto de innovación gene-
ralmente asociado a la innovación radical y permite comprender, en

FRÉDÉRIC LESEMANN 107


profunda coherencia con la reflexión general sobre los regímenes:
el porqué países cuyo régimen histórico parece poco adaptado a la
innovación radical, en este caso los países de los regímenes social-
demócratas, y también en parte de los regímenes conservadores,
llegan a salir del apuro en el marco de la competición mundial. Y
además, en un respeto seguramente más amplio de los derechos de
los trabajadores que en los regímenes liberales. Pero obviamente,
se habrá comprendido que es necesario contar con el peso de las
tradiciones institucionales.

Bibliografía
AMABLE, Bruno (2005), Les cinq capitalismes: diversité des systèmes économiques
et sociaux dans la mondialisation, Paris, Seuil.
——; R. BARRÉ y R. BOYER (1997), Les Systèmes d’innovation à l’ère de la glo-
balisation, Paris, Economica.
ATKINSON-GROSJEAN, Janet (2001), Adventures in the nature of trade: the
quest for ‘relevance’ and ‘excellence’ in Canadian science. Thèse de doctorat,
Vancouver, University of British Columbia, p. 296.
CASTELLS, Manuel (1998), La société en réseaux (traducción de The Rise of
Network Society, 1996), Paris, Seuil.
CROUCH, Colin (1993), Industrial Relations and European State Traditions,
Oxford, Clarendon Press.
DAVOINE, Lucie y Christine ERHEL (2007), “La qualité de l’emploi en Europe:
une approche comparative et dynamique”, Paris, CEE (mimeo).
ERBES, A.; V. ROBERT; G. YOGUEL; J. BORELLO y V. LEBEDINSKY (2006),
“Regímenes tecnológico, de conocimiento y competencia en diferentes formas
organizacionales: la dinámica entre difusión y apropiación”, Desarrollo Econó-
mico, Revista de Ciencias Sociales, vol. 46, N° 181, abril-junio, Buenos Aires,
pp. 33-61.
ESPING-ANDERSEN, Gosta (1996), Welfare States in Transition. National Adap-
tations in Global Economies, London, Sage.
—— (1990), The Three Worlds of Welfare Capitalism, Princeton University Press.
ESTEVEZ-ABE; M. T. IVERSEN y D. SOSKICE (2001), “Social Protection and
the Formation of Skills: A Reinterpretation of the Welfare State”, en: Peter A.
HALL y D. SOSKICE, Varieties of Capitalism. The Institutional Foundations
of Comparative Advantage, Oxford University Press, pp. 145-183.
GAGNON, Marc-André (2004), “Les droits de propriété intellectuelle dans la
nouvelle économie”, en: R. CANET et al., La régulation néo-libérale, Montréal,
Athéna, pp. 175-199.

108 SISTEMAS NACIONALES DE INNOVACIÓN Y REGÍMENES INSTITUCIONALES


GIBBONS, Michael (1998), Higher Education Relevance in the 21st Century, Paris,
The World Bank/UNESCO.
——; Camille LIMOGES; Helga NOWOTNY; Simon SCHWARTZMAN; Peter
SCOTT y Martin TROW (1994), The New Production of Knowledge. The Dyna-
mics of Science and Research in Contemporary Societies, London, Thousand
Oaks; New Delhi, Sage.
GORZ, André (2003), L’immatériel: Connaissance, Valeur et Capital, Paris,
Galilée.
HALL, Peter (2003), “Entrevue”, Sciences humaines, N° 137, Avril.
HALL, Peter A. y D. W. GINGERICH (2004), Varieties of Capitalism and Insti-
tutional Complementarities in the Macroeconomy, Berlin, Max-Planck Institute
for the Study of Societies, Discussion Paper 04/5, p. 43.
—— y David SOSKICE (2001), Varieties of Capitalism. The Institutional Founda-
tions of Comparative Advantage, Oxford University Press.
LESEMANN, Frédéric y Martine D’AMOURS (2006), Vieillissement au travail,
emplois et retraites, Montréal, Saint-Martin.
——; M. LEJEUNE y S. A. HART (2005), Inventaire international et documenta-
tion des dispositifs nationaux de qualification professionnelle: France, États-Unis,
Espagne, Italie, Portugal, Suisse, Mexique, mars, Emploi-Québec, p. 164.
L’HORTY, Yannick y Christelle RUGANI (2000), “Performances macro-écono-
miques et structures sociales européennes”, Économie et Statistique, INSEE,
Paris, N° 332-333, pp. 39-47.
MERRIEN, François-Xavier (1997), L’État-providence, Pars, PUF.
—— (1990), “L’empreinte des origines”, Revue française des Affaires sociales,
automne.
MERTENS, Leonard (2000), Labor competence: emergence, analytical frameworks
and institutional models, International Labor Organization, Montevideo et
Genève.
MORIN, P. (2002), “Comparer les marchés de travail”, Revue économique, 53, N°
3, mai, pp. 345-390.
NORTH, Douglas (1990), Institutions, Institutional Change and Economic Per-
formance, Cambridge, Cambridge University Press.
PHILIPPON, Thomas (2007), Le capitalisme d’héritiers, la crise française du
travail, Paris, Seuil.
SCHMIDT, Vivien (2002), The Future of European Capitalism, Oxford, Oxford
University Press.
THÉRET, Bruno (2002), Protection sociale et fédéralisme, l’Europe dans le miroir
de l’Amérique du Nord, Montréal, Presses de l’Université de Montréal.

109
La Teoría de la Estructuración para la
economía basada en el conocimiento:
una propuesta metodológica

Gabriel Vélez Cuartas


Universidad de Antioquia
Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, Medellín

E ste artículo pretende realizar un aporte metodológico desde


la sociología, al debate iniciado por la Red de Investigación
Continental de Economía del Conocimiento (RICEC)1, acerca de
las aproximaciones al objeto de estudio de las relaciones sociales
que sirven como base al campo de la economía basada en el cono-
cimiento. Para ello se pretenden presentar dos secciones: 1) una
breve revisión de los modelos teórico-metodológicos más visibles
que abordan diferentes problemas en las relaciones sociales que
intervienen para la transferencia de conocimiento y creación de
innovación; 2) una reconstrucción de estos modelos, a través de la
presentación de una metodología que permita integrar parte de
sus propuestas a una perspectiva de redes sociales planteada de los
presupuestos de la teoría de la estructuración (Giddens:1995)2.

1 Este debate comienza el mes de diciembre de 2006 con la reunión de la RECEC


en la Universidad Nacional General Sarmiento en Buenos Aires (Argentina).
La RECEC está conformada por representantes de las universidades y
organizaciones: INRS-UCS (Canadá), GlobalTechBridge (USA), FLACSO
(México), Universidad de Antioquia (Colombia) y Universidad Nacional
General Sarmiento (Argentina).
2 En este trabajo se hace una distinción entre modelos, corrientes y enfoques.
Los modelos corresponderán a teorías omnicomprensivas de las dinámicas
sociales. Las corrientes se referirán a una clasificación empírica de enfoques
teórico-metodológicos rastreados. Los enfoques se referirán a teorías con
sus respectivas aplicaciones metodológicas de carácter intermedio. Estas
resuelven problemas concretos y se refieren a objetos de estudio específicos.
Los modelos describen percepciones macro de la sociedad, las corrientes
cumplen una función heurística, los enfoques atienden problemas específicos
presentados en la economía basada en el conocimiento. Finalmente, se pre-
sentan como teoría y metodología articulada, en tanto que cada presupuesto
teórico privilegia puntos de partida distintos coherentes con sus presupuestos
metodológicos especiales. Toda justificación metodológica, tiene presupues-

111
Se ha considerado la propuesta de la estructuración de Giddens
como marco general. La razón es su capacidad de recoger y reco-
nocer desde una teoría macro de la sociedad, tres preocupaciones
esenciales presentes en las corrientes teórico-metodológicas más
visibles: la agencia, las interacciones entre los actores y las con-
diciones institucionales. Este no se plantea como un modelo ideal
de observación de los principales problemas dentro de este campo,
sino como una propuesta que permita agrupar preocupaciones,
complejizando algunos de los principales enfoques existentes.
Esto quiere decir que la solución a los problemas presentados
no sólo puede ser vista a partir de otro tipo de modelos, sino que
deben serlo. Esto permite el hallazgo de nuevos problemas y la
construcción de salidas más creativas para el posicionamiento de
una economía del conocimiento. Así se pueden encontrar modelos
con menor visibilidad: sistémicos luhmnnianos, modelos cercanos
a las tendencias francesas ligadas al posestructuralismo (Deleuze,
Guattari, Foucault), ligados a la crítica tecnológica por procesos
de acumulación y marginación (Wallerstein, Castells) o fusión
de modelos como ejemplo, estructuración y posestructuralismo a
través de algunas aplicaciones del Actor-Network Theory (Latour,
Law y Callon).
La corriente de redes sociales como abordaje metodológico
permite la confluencia de otro sector importante de la teoría que
propone describir y graficar las relaciones sociales que construyen o
impiden el surgimiento de una economía basada en el conocimiento.
Las principales preocupaciones de esta corriente han sido las rela-
ciones interorganizacionales, las redes de políticas públicas (policy
networks Rhodes y Marsh 1995, entre otros), redes de innovación
(knowledge or innovation networks, Casas 2001), Actor-Network
Theory (Law:1999) y las redes que se configuran a partir del capital
social (Burt 2000, Lazega:2004). Estas estructuras fotografiadas a
partir de la graficación de las relaciones, permiten describir trayec-
torias de los actores, sus interacciones en términos de intercambio
de recursos entre las organizaciones, y los lazos interpersonales
de afecto y confianza entre los sujetos o relaciones de poder en las
que se involucran sujetos y objetos (Actor-Network Theory).
Desde sus presupuestos, el análisis de redes sociales (ARS)
presentaría la determinación de la estructura de las relaciones

tos basados en teorías de la sociedad o de lo social, más allá de la discusión


epistemológica.

112 LA TEORÍA DE LA ESTRUCTURACIÓN PARA LA ECONOMÍA BASADA…


sobre los comportamientos de los sujetos y las organizaciones.
Este es un asunto no compatible metodológicamente con modelos
de agencia. Sin embargo, se propone en este escrito que el ARS
es una metodología que a la luz de la teoría de la estructuración,
permite ampliar su gama de posibilidades en relación con otro
tipo de enfoques teórico-metodológicos como se presentará más
adelante.
La importancia de resaltar inicialmente el enfoque de redes, es
para rescatar los tres puntos clave que propone Manning (2002:658)
para acercarse al mundo de las relaciones sociales o redes: “Iden-
tificamos tres relaciones dialécticas, que quien estudia redes debe
examinar: estructuras y agencia, redes y contexto; y redes y resul-
tados” 3. En este sentido, sería la teoría de la estructuración la
que permitiera resolver los baches metodológicos que un modelo
de redes sociales aislado pudiera tener, sin una teoría de lo social
detrás explícita. Esto implica para el estudio de la economía basada
en el conocimiento, el entender que los procesos de innovación y
apropiación del conocimiento, pasan primero por una estructura
de relaciones sociales que se deriva en estrategias organizativas
para generar las acciones que permitan apropiación y difusión de
conocimiento base de la productividad y la competitividad.

3 Traducción del autor del texto: “We identify three dialectical relationships
that those who study networks need to examine, between: structures and
agency; network and context; and network and outcome”. Estas tres relaciones
dialécticas o preocupaciones como me gustaría llamarlas mejor, serían los
tres ámbitos básicos de exploración de la construcción de relaciones sociales
en la economía del conocimiento desde un principio estructural para enten-
der la sociedad. Estructuración-agencia permite problematizar las formas
de negociación, la construcción de institucionalidad, adopción y cambio, los
protagonistas y sus estrategias, así como las contingencias (posibilidades y
obstáculos) para la acción; todos estos puntos básicos para describir el papel
de los individuos y las organizaciones en la construcción de condiciones para
una economía basada en el conocimiento. Redes-contexto o entorno no se
preocuparía por las contingencias para la acción de los múltiples agentes,
sino más bien de la estructura de las relaciones observadas con respecto a
su entorno. Por ejemplo, una vez identificadas las redes de transferencia de
conocimiento en una localidad en donde participan organizaciones guberna-
mentales, universidad y empresa, el entorno de la red tendría que ver con los
efectos indirectos de otro tipo de redes y sistemas que no están conectados
de manera directa con la red o el sistema observado. Finalmente la relación
redes-resultados, estaría dirigida a observar el balance de las relaciones
observadas en términos de efectividad y eficiencia en la construcción de una
economía basada en el conocimiento. La primera privilegia la observación
de una conducta deliberada, las dos últimas observan los comportamientos
de las estructuras ya establecidas y sus posibilidades de generar efectos o a
recibir efectos debido a sus contingencias.

GABRIEL VÉLEZ CUARTAS 113


En definitiva, el presupuesto inicial de este documento, es que
las corrientes teórico-metodológicas más visibles en la literatura
internacional accesible a algunos países latinoamericanos o produ-
cidos en estos (en especial Argentina, México y Colombia), pueden
ser realzadas o potenciadas por la complejización de sus presu-
puestos y formas de problematizar la sociedad de una economía
basada en el conocimiento. Se presenta como propuesta la teoría
de la estructuración combinada con los principios analíticos de las
redes sociales presentados por Manning. Este modelo teórico de la
sociedad y corriente teórico-metodológica permitiría darle cierto
cobijo a otras teorías intermedias o enfoques.
En la búsqueda bibliográfica se pudieron determinar 4 corrien-
tes teórico-metodológicas relacionadas con problemas en cuanto a
relaciones sociales o estrategias organizativas para generar proce-
sos de innovación o apropiación de conocimiento. Estas corrientes
de mayor utilización en la investigación empírica, están asociadas
especialmente a modelos estructurales o de estructuración. Sólo
una de estas corrientes se centra en problematizaciones de orden
sistémico. El otro tipo de modelos, mencionados anteriormente,
al parecer no tienen mayor visibilidad en el terreno de la investi-
gación empírica. Estas corrientes son: 1) teorías de la agencia o
cercanas a esta: agente-principal, actor-network theory; 2) teorías
construidas a partir de la aplicación del análisis de redes socia-
les y enfoques de interdependencia, control de recursos y poder:
redes de políticas públicas (policy networks), redes de innovación
(knowledge o innovation networks), redes interorganizacionales
(cadenas productivas, distritos industriales, sistemas productivos
y de productividad) y actor-network theory; 3) teorías sistémicas
(triple hélice); 4) enfoques geográficos o territoriales.
Si la hipótesis es cierta, la totalidad de estas cuatro corrientes
tendrían algunos puntos en común que les permitiría articularse
bajo la teoría de la estructuración, y con ciertos ajustes, el análisis
de redes sociales podría universalizarse a cada uno de los enfoques.
La pretensión no es recortar los modelos para que encajen en uno
nuevo propuesto, sino potenciar algunas posibilidades analíticas
y problematizadoras que presentan.

114 LA TEORÍA DE LA ESTRUCTURACIÓN PARA LA ECONOMÍA BASADA…


1. Una revisión breve:
propuestas y alcances de las corrientes

1.1 Teorías de la Agencia


La Teoría de la Agencia está enraizada en el utilita-
rismo económico. Especialmente focalizada en la relación
agente-principal, y con un conjunto de asunciones dadas,
la contribución de esta teoría es que provee de prediccio-
nes lógicas acerca de que pueden hacer los individuos
racionales si se ubican en una relación de éste tipo. Está
atada a la doctrina del individualismo metodológico de
las ciencias sociales (Wright et al:2001:414)4 .

Los estudios de agencia suponen individuos que maximizan


su comportamiento, de manera que puedan conseguir las metas
que se han propuesto. Se supone también que los intereses son
divergentes y que por tanto, se deberán negociar entre los distintos
actores. Son considerados en este tipo de investigaciones, dos tipos
de agentes: los individuos y las organizaciones. Las organizaciones
y los individuos son considerados por la teoría como equivalentes,
en tanto que el comportamiento de unas y otros pueda ser leído
como racionalmente orientado y motivado por el interés propio.
Sus principales aplicaciones han sido: relación agente-principal
y Actor-Network Theory. A continuación se presentan algunos de
sus supuestos, los principales problemas que atienden y las res-
puestas que dan a las tres preocupaciones propuestas por Manning
atrás: estructuras-agente; redes-contexto; y redes-resultados (ver
pie de página N° 3).

1.1.1 Agente-Principal

El enfoque de agente principal parte de un tipo de relación social,


en la que un individuo u organización actúa en lugar de otro indivi-
duo u organización. El actuar en lugar de, implica que el principal,

4 Traducción del autor del texto: “Agency theory is rooted in economic utilitari-
anism (Ross, 1973). By narrowly focusing on the principal-agent relationship,
and with a given set of assumptions, the contribution of this theory is that it
provides logical predictions about what rational individuals may do if placed
in such a relationship. Moreover, the agency relationship is conceived in the
context of a single principal or agent. This is beholden to the social science
doctrine of methodological individualism”.

GABRIEL VÉLEZ CUARTAS 115


confía que el agente represente y actúe según sus intereses. Sin
embargo, agente y principal son egoístas, actúan de manera inte-
resada, tratando de lograr sus metas. Esto implica que la relación
entre agente y principal es conflictiva pero interdependiente.
Observa principalmente los problemas que se generan en la
delegación y sus efectos en la institucionalización de acciones, espe-
cialmente el conflicto entre objetivos. Traducido a una economía
basada en el conocimiento, sería la exploración de las negociaciones
entre el Estado, las empresas y las universidades para generar
ambientes que promuevan la innovación.
También observa las relaciones de confianza. Estas permiten
describir la fortaleza de las relaciones entre distintos actores en
términos de la seguridad que un principal va a encontrar en su
agente y viceversa en la delegación de acciones o ejecución de
propósitos, como sucede por ejemplo en la relación entre un centro
de investigación y una empresa: si hay relaciones de confianza, la
empresa contratará con el centro, para que haga investigaciones
que permitan mejorar su ventaja competitiva, segura de que el
centro será confidencial con los resultados de investigación, si esto
fue lo pactado. Este tipo de estudios buscan describir el desarrollo
o no del capital social en el ciclo productivo desde el factor de la
transferencia de conocimiento. Los supuestos de este abordaje del
enfoque, también pueden encontrarse en corrientes que utilizan
el análisis de redes. La diferencia está en que en los estudios de
agencia privilegian el papel de la confianza en la negociación
de objetivos, y en los estudios de redes se miran las fortalezas o
debilidades de una estructura de relaciones en términos de los
niveles de confianza entre los individuos o las organizaciones que
las componen.
Otro tipo de observación desde los presupuestos de la teoría de
agente principal es acerca de los niveles de anidamiento o anclaje
(embeddedness, Granovetter:1985). Aunque es un concepto uti-
lizado básicamente en el análisis de redes sociales, su uso en el
terreno de la agencia, es observar las posibilidades u obstáculos
que tienen los agentes para lograr sus objetivos, que se ejecutan
en lugar del principal o a nombre propio. Las contingencias se
ven expresadas en los efectos de las relaciones de cada individuo
u organización en el cumplimiento de objetivos y en la optimación
de su comportamiento estratégico. Por ejemplo los límites de las
decisiones de un consejo de ciencia y tecnología en cualquier nivel

116 LA TEORÍA DE LA ESTRUCTURACIÓN PARA LA ECONOMÍA BASADA…


territorial, quedan definidos por el alcance y la fortaleza de sus
relaciones con los demás actores que estén en su jurisdicción.
En lo referente a las relaciones propuestas por Manning, el
enfoque de principal agente permite observar el proceso de orga-
nización para la innovación, negociación de objetivos e influencia
de las instituciones en los agentes y de los agentes en las institu-
ciones. Allí está implícita la relación entre estructura y agente.
Sin embargo, no logra dar cuenta de los otros dos aspectos: redes-
contexto y redes-resultados.
No aborda las relaciones redes-contexto porque su preocupación
son las contingencias de la relación entre agente y principal. No
entre la totalidad de actores que pueden conformar un sistema, un
encadenamiento o un sector (empresa, universidad o Estado) y el
entorno en que se construyen estas relaciones. No toma en cuenta
la relación redes-resultados, en tanto da cuenta del cumplimiento
de objetivos por parte de los actores, pero no del resultado de los
sistemas, encadenamientos o sectores en una dinámica de economía
basada en el conocimiento. Si algún estudio basado en este enfoque
muestra alguno de estos resultados, sólo podrá ser resultado de
una combinación pragmática de metodologías que también utilicen
herramientas estructurales, como podría ser el caso de la utiliza-
ción del anidamiento o anclaje, ampliado a la observación total de
la estructura y sus limitantes externos (otras redes o sistemas que
estén en el entorno).

1.1.2 Actor-Network Theory

Este enfoque puede ser visto dentro de la teoría de la agencia


y también dentro de la perspectiva de redes. Su propuesta es que
las redes, en los estudios de innovación y transferencia de conoci-
miento, no son únicamente sociales. Las redes de innovación están
compuestas también por artefactos, acciones, organizaciones e
individuos que pueden ser tomados como agentes. Esto quiere decir
que estudiar una innovación, no difiere del proceso de organización
para que surja esta innovación.
Toda entidad que participa en el proceso de innovación, desde
las políticas públicas, hasta los instrumentos de laboratorio para la
investigación o el trabajo de campo, son agentes (Manning, 2002).
Su agencia está determinada por el poder que cada uno de ellos
tenga o la centralidad que adquiera en la estructura para poder ser

GABRIEL VÉLEZ CUARTAS 117


generada la agencia misma. Por ejemplo, en la producción de bio-
combustibles, la política pública que facilite la producción e inves-
tigación sobre este tipo de productos, puede ser propicia y generar
un efecto de agencia que se articule con intereses e investigadores
y empresas. Pero si por causa de una sequía las tierras se vuelven
áridas, estas cumplen un papel de agencia aún más central que la
política misma, determinante en el proceso de innovación.
Esta presunción de agencia en sujetos y objetos, lleva a un aná-
lisis estructural de los procesos de innovación. Allí las agencias son
contingentes a la estructura real de relaciones y pueden observarse
de manera sistémica a partir de la graficación de las formas de
relación a partir de vectores de fuerza e influencia de una agencia
en otra. Así, las cargas pueden quedar equilibradas o desequili-
bradas en toda la estructura relacional, de tal forma que se pueda
observar si existe o no un ambiente propicio para la innovación a
partir del desempeño relacional de los agentes en la red.
Este enfoque es óptimo para revisar las tres preocupaciones
propuestas por Manning. La relación estructura-agencia es evi-
dente. La relación redes-contexto puede ser admitida, si se entiende
que el entorno queda incluido dentro de la red misma. La relación
redes-resultados es el objeto y su principal preocupación.
La inclusión del entorno en la red misma, no permite un aná-
lisis de las relaciones en términos distintos a los del proceso de
innovación, sólo como dinámicas internas al propio proceso. Por
ejemplo: si veo la política pública como un eslabón de contingencia
en el proceso de innovación, pierdo la riqueza de las interacciones
que permiten que surja la política misma, pues estaré concentrado
únicamente en lo contingente o no contingente al propio proceso
de innovación. De esta forma, el proceso político se convierte en
contexto de la red, pero por su propuesta omniabarcante, simple-
mente es ciega a esa otra realidad.

1.2 Redes

El enfoque de redes hace referencia a una visión de los problemas


en la innovación y transferencia de conocimiento desde un punto
de vista estructural. Por tanto, se distancia de una visión teórica
del término redes como forma específica de organización horizontal
propia de la gobernanza (Cimolli, García y Garrido, 2005 o Yoguel,
Erbes y Robert; Stezano; y Casalet en este mismo libro).

118 LA TEORÍA DE LA ESTRUCTURACIÓN PARA LA ECONOMÍA BASADA…


La adopción del término redes como sistemas o estructuras hori-
zontales de cooperación entre organizaciones de distintos sectores,
limita la riqueza metodológica de una concepción de la realidad
relacional que puede aportar este concepto. Esto quiere decir que
las relaciones de cooperación y de poderes de carácter horizontal
son redes, pero las relaciones que son de interdependencia, jerar-
quía o simple intercambio que se pueda verificar como patrón,
también son redes. De esta forma habría redes verticales y redes
horizontales, redes de cooperación y redes de interdependencia,
entre muchas otras.
La razón de esta decisión metodológica, parte de la presunción
de que el auge del término red para designar formas de cooperación
horizontal entre sectores que tradicionalmente tenían relaciones
jerárquicas y exclusivas de oferta y demanda, pierde rigurosidad
al confundirse con procesos de acción colectiva por ejemplo, lo que
hace perder especificidad al término y potencial analítico5. Quie-
nes consideran que es una situación novedosa en el ámbito social o
económico, encuentran en el término red una buena metáfora para
describir este tipo de fenómenos recientes en la economía global. Sin
embargo, el gran hallazgo a mi modo de ver, no ha sido la coopera-
ción y la horizontalidad como red, sino la desterritorialización de
la economía y las alianzas estratégicas (como fenómenos inéditos
en la economía moderna). Esto no deriva necesariamente en el
concepto de red, estrictamente hablando y desde la rigurosidad
que se lo han planteado diversos enfoques de investigación como
se verá en este apartado.
Así pues, cooperación y horizontalidad y estos procesos de alian-
zas estratégicas y relaciones globales, son abarcables a partir de las
dinámicas relacionales o en otras palabras, redes como relaciones
de intercambio. Dentro del campo de las ciencias sociales, es la
primera herramienta que permite construir datos empíricos de
carácter sistémico sin necesidad de la inferencia, sino a través de
la verificación directa de las estructuras de relaciones.

5 Al hacer el término red, sinónimo de consorcio, alianza, acción colectiva,


pierde la especificidad que puede aportar, confundiéndose con estos que tie-
nen una especificidad mucha más precisa y delimitada para dar cuenta de
estos fenómenos cooperativos. El término red se convertiría en un genérico
para estos, pero también para cualquier tipo de relación que manifieste un
patrón en los intercambios. Hasta aquí dejo el debate con mis compañeros de
publicación.

GABRIEL VÉLEZ CUARTAS 119


Los presupuestos de esta corriente en los estudios de economía
basada en el conocimiento son descritos por Wellman (1999:3):
1. El comportamiento es interpretado en términos de restricciones
estructurales sobre la actividad, antes que en términos de fuer-
zas internas existentes dentro de las unidades (e.g., “socializa-
ción en vez de normas”), las cuales impulsan el comportamiento
con un ímpetu voluntarista, a veces hasta teleológico, hacia una
meta deseada.
2. El análisis se centra en las relaciones entre unidades, y no
en la clasificación de las unidades en categorías definidas por
atributos internos (o esencias) de dichas unidades.
3. Una preocupación central es la manera cómo los patrones de
relaciones entre múltiples alter afectan, en conjunto, el com-
portamiento de los miembros de la red. Por tanto, no se asume
que los miembros de la red sólo participan en múltiples duetos
con alter separados.
4. La estructura es tratada como una red de redes que puede estar,
como no, dividida en grupos discretos. No se asume a priori que
los grupos fuertemente cerrados sean, de manera intrínseca,
los bloques de construcción de la estructura.
5. Los métodos analíticos tratan directamente con la naturaleza
relacional –modelada en términos de patrones– de la estructura
social, para así completar –y a veces sustituir– los principales
métodos estadísticos que requieren de unidades independientes
de análisis.
A diferencia del individualismo metodológico y el comporta-
miento deliberado en la agencia, en el ARS se privilegia la descrip-
ción del colectivo a partir de sus relaciones y la orientación de la
conducta determinada por la posición en la estructura de relaciones.
Esto nos basta para el breve análisis metodológico de los enfoques
relevantes a la economía basada en el conocimiento.
La Actor-Network Theory podría ser también observada
desde esta corriente. No se agregará más a lo dicho. Esta aparece
como una fusión metodológica de ambas. Sin embargo hay otros
tres tipos de enfoques que son importantes mencionar: Redes
interorganizacionales, Redes de Políticas Públicas y Redes de
Innovación.

120 LA TEORÍA DE LA ESTRUCTURACIÓN PARA LA ECONOMÍA BASADA…


1.2.1 Redes interorganizacionales

Podría decirse que los principios del análisis interorganiza-


cional, ligados al ARS (Burt, Lazega, entre otros), proponen los
principios de análisis de los dos tipos de enfoques siguientes. La
razón es que observa el comportamiento de las organizaciones a
partir de sus interdependencias. Su principio es que las relaciones
de interdependencia, determinan el comportamiento de los actores
en una red y las estrategias que estos tomen para afrontarlas.
Si se miran de cerca los estudios de redes de políticas públicas y
los de redes de innovación y conocimiento, ambos reconocen que
las relaciones que se establecen a través de los intercambios de
recursos, generan interdependencia e inclusión o exclusión de las
estructuras.
Si bien el surgimiento de teorías ínterorganizacionales y la
dependencia de recursos como un tipo de sociología organizacional,
no están relacionadas directamente con el ARS, su fusión permite
crear una herramienta que problematiza de manera distinta las
dinámicas de las organizaciones mismas y sus interrelaciones
en el marco de una economía basada en el conocimiento (Salan-
cik:1995).
Su utilización no ha sido ligada directamente a la economía
basada en el conocimiento, sin embargo, es relevante presentar
este enfoque por dos razones: como raíz de los presupuestos de
los dos enfoques siguientes y como forma de observación del con-
texto en el que se desarrollan las relaciones para la innovación.
Sin una mirada a las interdependencias en términos de otro tipo
de recursos como los económicos o políticos, distintos al flujo de
comunicación e innovación, no pueden entenderse las dinámicas
organizacionales que permiten o no la aparición de focos o ambien-
tes de innovación.
Los principales usos se han dado precisamente en el terreno de
los procesos de construcción de políticas públicas y las transferen-
cias de innovación. No se ampliará más este enfoque, en tanto no
es de aplicación directa al tema de propuesto en este documento.
Se asumirán como posibilidades y restricciones dentro de los tres
conceptos de Manning, las que surjan de los dos siguientes enfo-
ques.

GABRIEL VÉLEZ CUARTAS 121


1.2.2 Redes de Políticas Públicas

El enfoque de redes de políticas públicas es llamado por los


anglosajones policy networks o por los franco-parlantes reséaux
d’action publique. Independiente de la forma de nombrarlo y de
las vertientes explicativas emergentes, existe la coincidencia entre
europeos, latinoamericanos y norteamericanos, en que la sociedad
ha tendido a la horizontalización de sus relaciones, y que el terreno
de lo público, para la toma de decisiones en el marco del estado
es afectado por las presiones del mercado y la sociedad civil en la
lucha por hacer visibles sus intereses.
En un ambiente complejo, las redes son el resultado de la cooperación más
o menos estable, no jerárquica, entre organizaciones que se conocen y se
reconocen, negocian, intercambian recursos y pueden compartir normas
e intereses. Estas redes juegan también un rol determinante en la propo-
sición de agendas, la decisión y la puesta en escena de la acción pública.
El estudio de las redes de políticas públicas se enraíza en una concepción
de las políticas públicas que subrayan su naturaleza incremental y que se
desarrolla contra una visión de un Estado monolítico, de un centro único
de dominación (Le Galès, 1995:14)6.
Esta visión propone el estudio de las políticas públicas desde
un punto de vista relacional. En otras palabras, se concentra en
las dinámicas de toma de decisiones y los condicionantes estruc-
turales en las que ellas surgen. Su preocupación básica son los
procesos de toma de decisiones de carácter público. La necesidad
de un enfoque de este tipo está determinada por el supuesto de
entender que la agencia de un actor no da cuenta de las intrincadas
y múltiples constricciones estructurales de las relaciones que en
realidad posibilitan o no posibilitan el éxito de una acción ejecutada
o propuesta por el agente.
En el terreno de la innovación, da cuenta especialmente de las
dinámicas de relación de los sectores productivos, la universidad

6 Traducción del autor del texto: «Dans une environnement complexe, les
réseaux sont les résultat de la coopération plus ou moins stable, non hiérarchi-
que, entre des organisations qui se connaissent et se reconnaissent, négocient,
échangent des ressources et peuvent partager des norme et des intérêts.
Ces réseaux jouent alors un rôle déterminant dans la mise sur agenda, la
décision et la mise en place de l’action publique. L’étude des réseaux d’action
publique s’enracine dans une conception des politiques publiques qui souligne
leur nature incrémentale et qui s’est développée contre une vision d’un État
monolithique, d’un centre unique de domination»

122 LA TEORÍA DE LA ESTRUCTURACIÓN PARA LA ECONOMÍA BASADA…


y otro tipo de organizaciones con el Estado. Estas relaciones se
pueden dar en los procesos de problematización o formulación de
agenda, diseño de política, ejecución o evaluación y control. Los
resultados en términos de éxito o no de las propuestas, serán deter-
minados por las relaciones; dependerán de los recursos que estén
en juego y las posiciones estructurales de los actores con respecto
a las relaciones generadas por los intercambios.
En términos de relaciones de estructuras-agencia, el modelo no
es muy satisfactorio, en tanto la voluntad de los individuos está
determinada por sus constricciones estructurales. Si algún espa-
cio para la agencia emergiera, sólo sería en términos de mirar los
márgenes de acción con respecto a sus posibilidades estructurales,
como lo hace el concepto de anidamiento (embeddedness). En la
relación redes-contexto es aplicable en tanto delimita claramente
la estructura de la red observada, lo cual permite un contraste con
otros sistemas, estructuras o instituciones que constituyen su con-
texto. Finalmente en cuanto a la relación redes-resultados, permite
dos asuntos: observar las constricciones en materia de recursos
para predecir posibles cursos en la toma de decisiones acerca de
políticas públicas. Sin embargo no se ocupa de comprender el éxito
o el fracaso de la aplicación de una política específica, lo que limita
la comprensión de la relación redes-resultados.

1.2.3 Redes de innovación

Las redes de innovación parten del mismo principio de interde-


pendencia que los dos enfoques anteriores, pero su preocupación
no son las estrategias para sortear la interdependencia y sobre-
vivir, como tampoco el proceso de toma de decisiones de carácter
público. Su punto de interés son los flujos de conocimiento entre
las organizaciones. Dice Casas:
Hemos podido detectar la existencia de conocimiento acumulado y muchas
veces subutilizado, en campos específicos relevantes para el desarrollo social
o económico. Asimismo hemos observado la transferencia de flujos de
conocimiento, entre distintos actores e instituciones, que están dando lugar
a la construcción de redes incipientes a las que hemos denominado redes
de conocimiento. Esas se construyen a través de procesos de aprendizaje
en regiones o localidades específicas. (Casas:2001:15)

GABRIEL VÉLEZ CUARTAS 123


El estudio de las redes de conocimiento permite observar las
estructuras de intercambio y acumulación de conocimiento. Su
utilidad está en describir las estructuras que posibilitan o no la
difusión y apropiación de nuevas tecnologías en entornos geográ-
ficos específicos. En estas redes, los distintos tipos de organiza-
ciones especializadas juegan un papel de acuerdo a sus funciones:
la Universidad (educación e investigación), el Estado (la adminis-
tración y definición de políticas públicas en concertación o no), las
organizaciones productivas (apropiación de conocimiento y gene-
rador de posibilidades tecnológicas). Sin embargo, esta relación de
circulación de conocimiento está mediada por dos tipos de recursos
externos al proceso de innovación o transferencia de conocimiento
en sí mismo: la cooperación o el dinero. Ambos son considerados por
el enfoque de redes de conocimiento, como datos marginales o de
contexto, mas no como datos generadores de las redes, como sí lo
hacen los dos enfoques anteriores. El recurso esencial del enfoque
de redes de conocimiento es la información y el conocimiento.
Los alcances en términos de la relación estructura-agencia y
redes-contexto es igual que en el modelo anterior. La relación redes-
resultados permite observar las constricciones y posibilidades para
la circulación en un territorio específico de conocimiento; y las dis-
tintas estrategias que los diferentes actores construyen para crear
ambientes favorables a la innovación, permitiendo incluso estudios
comparativos y la recuperación de buenas prácticas organizativas.
Al igual que el enfoque anterior, no se ocupa de saber el éxito o el
fracaso de una estrategia para generar innovación en términos de
éxito del producto innovador, lo que limita la comprensión de la
relación redes-resultados.
Ni en los enfoques de redes, ni en los de agencia, se puede
establecer a través de un modelo metodológico la relación entre
los actores, sus decisiones, procesos y dinámicas y los resultados
en términos de crecimiento, productividad y competitividad. La
excepción es Actor-Network Theory, en tanto se acerca a asociar
circunstancias, acciones, objetos y sujetos, que en otras perspectivas
teóricas aparecen como disímiles. Los esfuerzos de establecer la
relación entre redes y resultados, se hacen a partir de la inferencia.
Esta se logra al relacionar cifras macro-económicas positivas o
negativas con experiencias positivas o negativas de redes de cono-
cimiento. Sin embargo hay un vacío metodológico en la articulación
de redes y resultados.

124 LA TEORÍA DE LA ESTRUCTURACIÓN PARA LA ECONOMÍA BASADA…


1.3 Corriente sistémica: enfoque triple hélice
Los estudios de la economía basada en el conocimiento
se concentran no sólo en el capital humano, sino también
en las características sectoriales del factor conocimiento.
Las trayectorias y regímenes tecnológicos enmarcan los
sistemas de innovación pero con distintas dinámicas
determinadas por factores económicos y geográficos. La
combinación de las dinámicas del mercado, las diná-
micas de la innovación basada en el conocimiento, y la
gobernanza generan la perspectiva de sistemas (Cooke
y Leydesdorff, 2004: 5)7.

Al partir de un enfoque sistémico, el interés ya no se centra más


en la relación entre estructura y sujetos, sino en la operación de
los diferentes componentes de los sectores mencionados por Cooke
y Leydesdorff. Esto querría decir que los sistemas construyen sus
propias estructuras en sus mismas operaciones que les permiten ser
identificados como sistema. De esa forma, la universidad construirá
conocimiento y lo difundirá; el mercado hará lo propio para man-
tener dinámicas de productividad y competitividad que procuren
el crecimiento económico, y el Estado operara en el éxito o fracaso
de la resolución de los conflictos sociales a través de la política.
El enfoque sistémico daría cuenta de las dinámicas de cada
sector, sus formas de constitución y la interrelación entre estos al
generarse sinergias, repulsiones o aislamientos. Esto se evalúa a
la luz del modelo propuesto:
En el modelo de Triple Hélice las ventajas construidas han sido con-
ceptualizadas como sobrevalor de una dispersión de relaciones entre los
tres componentes de una economía basada en el conocimiento: (1) el sector
productor de conocimiento (ciencia), (2) el mercado, y (3) los gobiernos.
Esos lugares con universidades de investigación presencian una demanda
creciente por transferencia de conocimiento a la industria y, a través del
gobierno, a la sociedad (Cooke y Lydersdoff, 2004: 7-8)8.

7 Traducción del autor: “Studies of the knowledge-based economy focus not only
on human capital, but also on the sectoral characteristics of the knowledge
factor (Nelson, 1982; Pavitt, 1984). Technological trajectories and regimes
shape innovation systems, but with a dynamics different from those of eco-
nomic or geographical factors (Nelson & Winter, 1982). The recombination
of the economic dynamics of the market, the dynamics of knowledge-based
innovation, and governance generates the systems perspective”.
8 Traducción del autor: “In the Triple Helix model constructed advantages have
been conceptualized as the surplus value of an overlay of relations among the

GABRIEL VÉLEZ CUARTAS 125


El modelo sistémico desde el enfoque de la triple hélice no
resuelve la relación estructuras-agencia. Su propósito no es
observar las relaciones entre sujetos, su voluntad libre contra
las constricciones que impone la estructura. Las agencias de los
sujetos no son relevantes. La relevancia está de las operaciones
mismas de los sistemas, en la transferencia de conocimiento y
las posibilidades de relación entre estos de acuerdo al estado de
su conformación con respecto a la comprensión de una economía
basada en el conocimiento.
En cambio, es un excelente modelo para ver la relación red-con-
texto. Cada sistema está delimitado en sus funciones y se diferen-
cia claramente del contexto. Esta diferencia permite observar los
elementos que perturban a cada uno de ellos y las relaciones que
entre estos se tejen. En términos de redes-resultados, la verificación
de las formas de operación de cada sistema y el éxito de los acopla-
mientos entre cada uno de ellos, permiten observar resultados en
términos de generación de sinergias y mejoramiento de los sistemas
interrelacionados (ciencia, empresa y gobierno).

1.4 Enfoques geográficos o territoriales

La corriente de enfoques geográficos o territoriales permite


describir la relación entre desarrollo económico y social localiza-
dos en un territorio específico y condiciones para la innovación.
Dos enfoques básicos fueron encontrados: sistemas nacionales y
regionales de innovación y geografía de la innovación.

1.4.1 Sistemas Nacionales y Regionales de Innovación

Este enfoque no es divergente del sistémico, pero su particulari-


dad está en la delimitación territorial. Esta permite la ubicación de
las organizaciones en un ambiente social y económico que posibilita
o no la consolidación de los sectores o sistemas que participan en
una sociedad basada en el conocimiento.
El enfoque inicialmente fue planteado desde un nivel nacional.
Esta delimitación territorial da relevancia al papel de las políti-

three components of a knowledge-based economy: (1) the knowledge-produc-


ing sector (science), (2) the market, and (3) governments. Those places with
research universities witness a growing demand for knowledge transfer to
industry and, through government, to society” (Etzkowitz & Leydesdorff,
1998; Etzkowitz et al., 2000).

126 LA TEORÍA DE LA ESTRUCTURACIÓN PARA LA ECONOMÍA BASADA…


cas públicas en las relaciones necesarias para la transferencia de
conocimiento. Sin embargo, por la descentralización creciente de
la administración pública en la construcción de autonomía de las
regiones y localidades, la misma idea de coordinación y regulación
de relaciones del Estado con respecto a la transferencia de innova-
ción, pasó a un subnivel estatal: las regiones. De todos modos la
delimitación política administrativa es básica para este enfoque y
de allí el protagonismo del Estado en su definición.
Lo Regional está anidado territorialmente por debajo del nivel del país,
pero encima de los niveles local o municipal. En términos objetivos, esto es
generalmente como el nivel conceptual puede ser alineado con el geográfico.
Sin embargo, algunos países sólo tienen Estado Nacional y administraciones
locales, pero no regiones (Cooke, Leydesdorff:2004:2)9.
Dicen Montero y Morris (2004:1) acerca de la justificación del
estudio de la economía basada en el conocimiento a través del
enfoque de Sistemas Regionales de Innovación:
¿Por qué resulta importante conocer y diagnosticar el estado de los sistemas
regionales de innovación (SRI)? ¿Y por qué hacerlo a escala regional? En
primer lugar, porque la innovación, como la ha señalado la OECD (1992)
es un componente fundamental para el desarrollo de la competitividad.
En segundo lugar, porque a nivel del territorio, la innovación puede apor-
tar simultáneamente a las dimensiones del crecimiento y de la equidad,
facilitando procesos de endogenización del desarrollo. En tercer lugar,
porque la innovación no ocurre como un suceso aislado, sino en el marco
de ciertas redes de actores (más fuertes o más débiles), las cuales determinan
en gran medida la posibilidad de difusión tecnológica y de generación de
sinergias que favorezcan al tejido regional-territorial en su conjunto. En
cuarto lugar, porque con la globalización han perdido fuerza los Estados
nacionales y emergen las localidades y las regiones como unidades terri-
toriales de desarrollo y de inserción en el mercado mundial. Por todas
estas consideraciones, pensamos que el enfoque de los SRI representa un
acercamiento apropiado, si se tiene como horizonte la posibilidad de un
desarrollo endógeno en un mercado globalizado.

9 Traducción del autor: “‘Regional’ is nested territorially beneath the level of


the country, but above the local or municipal level. In objective terms, this is
generally how the conceptual level can be aligned with the geographical one.
However, some countries only have national states and local administrations,
but no regions.” (Cooke, Leydesdorff:2004:2)

GABRIEL VÉLEZ CUARTAS 127


El enfoque de SRI permite una ubicación de la innovación desde
las estrategias conformadas a partir de divisiones político-adminis-
trativas del territorio. Su importancia radica en la construcción de
políticas delimitadas y su relación con los sectores de la ciencia y el
mercado, cumpliendo funciones dentro de éste ámbito. Sin embargo
en Latinoamérica, no ha habido un acuerdo sobre la delimitación
precisa del concepto de región por la multiplicidad de formas de la
división administrativa y sus alcances. Por ejemplo en México los
SRI agrupan Estados (Casas:2001), en tanto en Colombia, están
determinados por los límites Departamentales (Colciencias). Esto
genera no sólo problemas a resolver para la transferencia del
conocimiento, sino también formas de organización del Estado
mismo para atender de forma descentralizada los requerimientos
de estos SRI. En México por ejemplo, se crean instancias admi-
nistrativas supraestatales e infrafederales, tal vez generando
mayores dificultades para la negociación interestatal como probó
la investigación de Casas et al (2003). En Colombia, surgen meca-
nismos organizativos coherentes con la división administrativa
vigente, pero presenta dificultades actuales en la ampliación de
sus capacidades a cada uno de los ámbitos de jurisdicción dentro de
los departamentos, aunque hay diferencias entre un departamento
y otro (Colciencias:2005).
Desde la relación estructura-agencia, este enfoque es flexible.
Desde una perspectiva sistémica, los SRI tendrían limitaciones en
tanto su preocupación no serían las agencias como se dijo ante-
riormente. La adopción del sistema como perspectiva estructural,
encaja en los presupuestos de la agencia y la constitución de redes.
Esto implicaría el estudio de las relaciones de estructuración en
un territorio específico. Esto permite generar comprensiones de la
relación estructura-agencia.
En términos de redes y contexto, hay un factor importante
introducido por la perspectiva de SRI. Al observar el territorio
como un marco de relaciones estructurales, sus posibilidades de
contraste con otros sistemas o entornos es relevante. En este sen-
tido, los estudios comparativos son las estrategias metodológicas
más utilizadas. La relación redes-resultados es pueden observar
el afianzamiento o no de las relaciones generadas en los SRI. Sin
embargo, la relación entre crecimiento regional y estrategias
organizativas para la innovación, debe ser inferida a partir de
indicadores macroeconómicos y descripción de los espacios regio-

128 LA TEORÍA DE LA ESTRUCTURACIÓN PARA LA ECONOMÍA BASADA…


nales de conocimiento como les llama Casas (2003), sin construir
un dato empírico que los relacione de manera directa, perdiendo
en precisión descriptiva.

1.4.2 Geografía de la innovación

La geografía de la innovación tal y como la propone Breschi


(2002) es retomada en los estudios de los SRI que utilizan el con-
cepto de regímenes tecnológicos, similar al de Casas de espacios
regionales de conocimiento. Sin embargo su diferencia está en que
Casas utiliza especialmente los conceptos de acumulación y rela-
ciones o redes de conocimiento, en tanto Breschi amplia su base de
análisis: oportunidad o probabilidad de innovar, apropiabilidad o
condiciones para proteger las innovaciones, acumulación al igual
que Casas y la naturaleza del conocimiento y sus medios de difusión
(Breschi:2002:214-215).
A diferencia de los SRI, la preocupación por la división territo-
rial político-administrativa, no es tan relevante. En otras palabras,
la geografía quedaría delimitada por propios límites del régimen
de innovación y no por los espacios territoriales asociados con la
división político-administrativa. Ambos pueden coincidir, pero
no necesariamente son su preocupación. SRI y geografía de la
innovación aparecen como compatibles, pero no necesariamente
convergentes.
Para la comprensión de la relación estructura-agencia, sucede
igual que en el enfoque de SRI. La relación entre redes y entorno
desde la perspectiva de régimen tecnológico acuñada por la geo-
grafía de la innovación, permite hacer comparaciones con otros
regímenes tecnológicos que constituirían el entorno y con otras cir-
cunstancias que generan efectos indirectos en su conformación. En
términos de redes y resultados, es un enfoque óptimo al caracterizar
de manera precisa las condiciones para el flujo de conocimientos y
la creación de ambientes apropiados o no a la innovación.

2. Estructuración como modelo


A modo de balance general, se podría decir que cada una de las
corrientes tiene ciertas formas de flexibilidad, que permiten fusio-
nes teórico metodológicas para abordar distintos problemas y obje-

GABRIEL VÉLEZ CUARTAS 129


tos de estudio dentro de la economía del conocimiento. Se pueden
reconocer fusiones entre el modelo de triple hélice y los regímenes
tecnológicos, ligados a una economía basada en el conocimiento
(Cooke, Leydesdorff:2004) para comprender problemas sistémicos
de relación que generan fortalezas de las organizaciones ubicadas
territorialmente; la vinculación de las redes de políticas públicas
con Actor-Network Theory (Manning:2002) para vincular los
procesos de construcción de políticas a las redes que se tejen entre
objetos y sujetos en el proceso de innovación; la fusión de redes de
conocimiento con SRI (Casas:2001) para establecer el papel de las
políticas públicas y su interacción con los actores en la generación
de espacios racionales de innovación.
De otro lado, se pueden utilizan cada uno de los modelos de
manera individual para resolver ciertos problemas particulares,
como se hace por ejemplo con la teoría del agente-principal (Casalet:
2005) para comprender problemas de tendencias en el diseño
institucional para la ciencia y tecnología, o redes de conocimiento en
el caso de Luna (2003) para encontrar las trayectorias y los actores
que participan de los procesos de transferencia o innovación.
Por la complejidad creciente de los problemas, los modelos, las
corrientes y los enfoques, tienden a fusionarse. Sin embargo, este
tipo de fusiones deben estar ligadas a la revisión de los presupuestos
de cada una de las corrientes y enfoques para encontrar compatibi-
lidad que de coherencia a los resultados y permita analizar coheren-
temente los resultados. Por ejemplo, sin un modelo teórico que cobije
la fusión de enfoques de agencia y redes, no hay posibilidad de una
comprensión correcta de los datos. El punto de partida de ambas
corrientes contradice los presupuestos acerca del comportamiento
de los individuos: en el primero sus decisiones son deliberadas, en
el segundo están condicionadas por la estructura.
El presupuesto inicial de este artículo ha sido que la teoría de
la estructuración cumple gran parte de los requisitos necesarios
para poder construir una fusión de gran parte de estos enfoques.
El propósito es generar complejidad metodológica que permita
observar problemas complejos sociales.
Si regresamos un poco tratando de construir un balance general
de los enfoques y corrientes revisadas se encuentran las siguientes
preocupaciones:

• La agencia básicamente está preocupada por resolver los pro-


blemas de negociación de objetivos, propósitos de acción o poder

130 LA TEORÍA DE LA ESTRUCTURACIÓN PARA LA ECONOMÍA BASADA…


de influencia entre los actores (sean estos individuos u objetos)
y sus efectos en una economía basada en el conocimiento.
• Las redes observan las constricciones estructurales generadas
por las relaciones entre los actores, sea en términos de relacio-
nes de poder e interdependencia o concentración/difusión de las
capacidades de innovación.
• Los sistemas dan cuenta del desempeño sectorial y la fun-
cionalidad de los actores para el surgimiento de un ambiente
de innovación.
• Los enfoques geográficos relacionan los efectos del territorio en
la organización para generar capacidades de innovación.
En cuanto a las comprensiones ofrecidas a las relaciones de
estructura-agencia, redes-contexto y redes-resultados:
• Estructura-agencia: Agente-principal y ANT, en especial esta
última, dan cuenta de los efectos de los comportamientos de
agencia en las estructuras de las que hacen parte. Estos enfo-
ques necesitan la combinación con los territoriales o sistémicos,
para generar comprensiones de las relaciones estructura-agen-
cia, a través del papel del territorio y los regímenes tecnológicos
en la construcción de agencias.
• Redes-contexto: Los enfoques de redes, sistemas y geográfi-
cos, son privilegiados para dar cuenta de las relaciones entre
entorno y red, en tanto generan delimitaciones claras de los
alcances de los procesos de innovación, sus actores o sectores y
los espacios geográficos en donde quedan afincados los procesos
de construcción de conocimiento. La única excepción es el Actor-
Network Theory por las razones anotadas anteriormente. La
generación de distinciones, por simple lógica, permite observar
hacia adentro (la red) y la conformación de las circunstancias
externas que afectan su desenvolvimiento (entorno). La agencia
sólo puede delimitar la distinción entre el proceso de agencia en
el que se involucran actores limitados y las constricciones para
esa misma agencia.
• Redes-resultados: Las corrientes más cercanas en términos
de la vinculación entre formas de organización promover la
innovación y los procesos de innovación como resultado desde
una perspectiva de crecimiento económico, son la sistémica y
los enfoques territoriales. Sin embargo, la verificación de los
resultados de las formas organizativas y la cooperación entre

GABRIEL VÉLEZ CUARTAS 131


actores, puede verificarse a través de los enfoques de agencia
y redes. La única excepción que condensa ambas corrientes es
el Actor-Network Theory como se dijo anteriormente.
La Teoría de la Estructuración como modelo, no sólo presenta
el papel de los agentes y los intercambios relacionales entre las
organizaciones sino también su contexto institucional, construido
a partir de interacciones que se han ido consolidando en acuerdos
logrados entre los actores, sino que también identifica las normas
y los criterios culturales y sociales que permiten el desarrollo o
no de una economía del conocimiento. Esto le permite presentarse
como modelo teórico que permita recoger las corrientes anteriores
e intentar complejizar sus propuestas para responder a problemas
de creciente complejidad.
Para la teoría de la estructuración cada uno de los proble-
mas abordados por las corrientes es crucial. El territorio es una
categoría fundamental para entender los procesos de anclaje y
desanclaje en la modernidad (o el paso de las interacciones locales
a las globales); la agencia describe el potencial de la acción y la
reflexividad para generar procesos de estructuración; la contin-
gencia de este potencial puede ser expresada en las determina-
ciones que da la posición ocupada en una estructura; lo sistémico
puede ser abordado desde la ubicación de sectores especializados
en la modernidad que cumplen funciones dentro de los procesos
de estructuración: vigilancia (control de información y supervi-
sión social), poder militar (control de los medios de violencia en
el contexto de la industrialización de la guerra), industrialismo
(transformación de la naturaleza: desarrollo de un entorno creado)
y capitalismo (acumulación de capital en el contexto de mercados
competitivos de trabajo y productos). (Giddens:1994).
Como punto de partida de nuestra propuesta teórica se tiene
el principio de dualidad de la estructura, como el principal funda-
mento de continuidad en una reproducción social por un espacio y
un tiempo, ya que implica tanto la presencia y acción del agente,
como las facultades de la estructura.
La estructura aquí reevalúa la tradición estructural-fun-
cionalista y tiene una doble significación: es a la vez constrictiva
y habilitante, pero no existe con independencia del saber que los
agentes poseen sobre lo que hacen en su actividad cotidiana. Esta
dualidad reconoce entonces el giro lingüístico introducido a la
sociología por el estructuralismo y el esfuerzo conceptual por for-

132 LA TEORÍA DE LA ESTRUCTURACIÓN PARA LA ECONOMÍA BASADA…


mular un relato coherente de obrar humano y de estructura –esta
última, intención primigenia de toda teoría social (Giddens: 1995).
Este concepto contiene los aspectos más duraderos de los sistemas
sociales, –las reglas y recursos– que recursivamente son envueltos
en instituciones, e influyen en el trazado de las mismas, estable-
ciendo reglas acerca de quienes pueden participar en los procesos
y que procedimientos se utilizarán para la toma de decisiones.
En la teoría de la estructuración se mira la forma como la
estructura, reglas y recursos tienen implicación recursiva en
una reproducción social y ciertos aspectos institucionalizados de
sistemas sociales, y además poseen propiedades estructurales.
La estructura actúa entonces como elemento normativo y código
de significación, con sus respectivos recursos de autoridad para
la coordinación, y de asignación a través del control, que le per-
miten denotar reglas y recursos, que en el análisis social actúan
como propiedades articuladoras por las que se vuelve posible que
prácticas similares existan en segmentos variables de espacio y
de tiempo, a los que dan una forma sistémica (para Giddens esto
es la institucionalidad).
Para acercar la teoría de la estructuración a las corrientes pre-
sentadas anteriormente es necesario por precisión metodológica,
recurrir a un modelo intermedio para realizar observaciones de tipo
empírico. Marsh y Rhodes (1995:36) proponen para el estudio de las
redes de políticas públicas, la existencia de tres niveles sistémicos:
el micro se refiere a las relaciones interpersonales, el meso a las
relaciones entre los grupos de interés y el gobierno, y el macro a
los modelos de relación en la sociedad. El primero podría relacio-
narse con teorías de la decisión y el capital social, el segundo con
teorías interorganizacionales y el tercero con modelos que explican
la relación entre el estado y la sociedad. Este modelo traducido a
una economía basada en el conocimiento, describiría lo mismo en
el nivel micro; las relaciones entre las organizaciones productoras
de conocimiento, las productivas y el Estado en el nivel meso; y los
regímenes tecnológicos en el nivel macro.
Estos tres niveles son reinterpretados a la luz de los supuestos
teórico-metodológicos de la teoría de la estructuración. De esa
forma, cada uno de los niveles deberá ser reconstruido a partir del
principio de dualidad de estructura de la teoría de la estructuración.
Ello implicaría que cada uno de los niveles sistémicos tendría que
ser revisado en dos aspectos: uno, la descripción de acciones y

GABRIEL VÉLEZ CUARTAS 133


decisiones que constituyen o reconstituyen la institucionalidad
(agencia); dos, la visibilización de elementos estructurales o de
constricción que presenta la estructura.
El nivel micro está relacionado con las relaciones interpersonales.
Tomando la dualidad de estructura como principio metodológico, se
podrían plantear dos perspectivas analíticas: la primera se referirá
a las decisiones estratégicas que toman los individuos a partir de
sus representaciones sociales y contextos específicos de vivencia;
el segundo se referirá a los roles ocupados por estos y su posición
de estructura según las relaciones de intercambio que sostengan.
Desde estas dos perspectivas, pueden existir dos tipos de teorías que
permitan dar mayor claridad a estos planteamientos: las decisio-
nes estratégicas pueden ser revisadas a la luz del interaccionismo
simbólico (ver: Berger y Luckmann: 1978), las posiciones de estruc-
tura pueden ser ilustradas por planteamientos del capital social
(Burt:2000). Si bien ambas concepciones teóricas son divergentes
por principio, pueden encontrar puntos de articulación en la cons-
trucción de matrices analíticas que contrasten las representaciones
expresas en lo discursos con las posiciones ocupadas por los sujetos
en sus roles y en la construcción de relaciones sociales.
El estudio de las relaciones interpersonales en un contexto de
economía basada en el conocimiento, permitiría construir mapas
de relaciones de poder, explicitadas en vínculos de centralidad de
las posiciones de los sujetos con respecto a la toma de decisiones
o control ejercido sobre los sujetos a partir de ciertos discursos
o posiciones. También permite acercarse a una predicción de
cambios en la estructura o el ambiente de innovación generado, a
partir de las formas de actuar y pensar de los sujetos mismos, los
cuales con sus representaciones de mundo definen finalmente a
través de sus decisiones los cambios dados a la institucionalidad
vigente, afectan su transformación, la reafirman o crean nuevos
mecanismos que tienden a la institucionalidad. El estudio de
los discursos individuales y la visibilización de las posibilidades
estructurales para posicionar su perspectiva son esenciales para
comprender los movimientos estructurales y las transformaciones
sociales en un ámbito de construcción de ambientes propicios para
la innovación.
Si bien el discurso del individuo y sus interrelaciones dan cuenta
de movimientos que afectan la estructura, y permiten proponer
la estructura misma dentro de la cual se toman las decisiones

134 LA TEORÍA DE LA ESTRUCTURACIÓN PARA LA ECONOMÍA BASADA…


públicas; esto no sería posible sin las organizaciones de las que
hacen parte o representan. Si bien las decisiones son tomadas y
hechas acción por los individuos, en nuestras sociedades comple-
jas, estas requieren de cierto grado de formalización sólo proveído
por las organizaciones. Ello ha llevado a una alta especialización
temática constituida en formas organizativas múltiples que pueden
encontrarse dentro de los sectores de mercado, Estado o los centros
productores de conocimiento. De allí la necesidad de un nivel meso
que permita explicar las formas de constitución de ambientes aptos
para la innovación a partir de las interdependencias generadas y
los flujos de conocimiento.
Las dos categorías analíticas para describir las relaciones
interorganizacionales en el nivel meso serían: las definiciones
básicas de las organizaciones (Nosnik: 1998) que se refieren a
todos aquellos enunciados que dan identidad a la organización
no sólo desde el discurso, sino también desde la acción misma:
misión, visión, objetivos, programas y proyectos. De otro lado está
la estructura efectiva de intercambio de recursos que permite ver
la posición y el rol que juegan las organizaciones en una estruc-
tura que genera constricciones relativas a la toma de decisiones
de quienes están encargados en las organizaciones.
Las teorías relevantes a este enfoque se remiten al campo
interorganizacional. Especialmente se da relevancia a los plan-
teamientos de la teoría de dependencia de recursos planteada en
un inicio por Pfeffer y Salancik (1978). De ésta es posible derivar
las dos categorías metodológicas.
En el nivel interorganizacional, los procesos de innovación son
vistos de dos formas: como procesos de negociación y adquisición
de los recursos necesarios para sobrevivir como organizaciones;
y como acumulación o difusión del conocimiento en las redes
interorganizacionales. De un lado, se observa la capacidad de
decidir o influir en las decisiones de carácter público que afecten
la aparición, consolidación u obstaculización de un ambiente apto
para la innovación. Del otro, la configuración de las estructuras
del conocimiento por acumulación y generación de estrategias
colectivas.
Marsh y Rhodes (1995) plantean que el nivel macro corresponde
a la descripción de modelos de relación entre Estado y sociedad.
Estos modelos pueden ser leídos de forma empírica a partir de la
dualidad de estructura con las siguientes categorías: acuerdos y

GABRIEL VÉLEZ CUARTAS 135


formas de interlocución en la interacción como agentes en la trans-
formación estructural, y marco legal vigente; y régimen político
como descripción de la estructura institucional.
Los acuerdos y formas de interlocución (alianzas, comités,
consejos y toda forma de acción colectiva o estrategia en solitario)
darían cuenta de las acomodaciones a la estructura o su transfor-
mación en la construcción de relaciones de intercambio entre las
organizaciones y sus estrategias para participar en la construcción
de políticas públicas, por consiguiente en la toma de decisiones,
ejecución y evaluación de éstas. Esto se contrastaría analíticamente
con la normatividad vigente y las posibilidades proveídas por los
regímenes tecnológico y político.
Los tres niveles de análisis desde el punto de vista metodológico
que se plantea requerirían de una doble contrastación. De un lado
cada nivel requiere confrontar las constricciones estructurales
con las estrategias generadas que afectan la constitución de la
estructura misma. De otro lado requiere de contrastación entre
niveles que permita descubrir las posibilidades en el juego de
toma de decisiones que tienen la totalidad de actores, así como
la comprensión de la construcción de la política pública a partir
de los intercambios que suceden al interior de los niveles micro y
meso, y la formación del marco institucional que los posibilita en
el nivel macro.
El nivel micro presentaría las posibilidades de los sujetos a
partir de sus representaciones de la realidad, que afectan a las
organizaciones que representan y el capital social disponible al
servicio muchas veces de los intereses de las organizaciones de las
que hacen parte. En este nivel podrían estudiarse la construcción
de conocimiento tácito y los niveles de influencia de los sujetos en la
toma de decisiones con respecto a la delimitación de los regímenes
tecnológico y político.
El nivel meso describiría el poder real de las organizaciones
para afectar o participar de la toma de decisiones. Los análisis
interorganizacionales permitirían descubrir la forma de distribu-
ción del conocimiento y las posibilidades de generar espacios para
la existencia de innovadores. También descifrarían las relaciones
estructurales en la construcción de políticas públicas favorables,
las organizaciones claves, las incluidas y las excluidas.
El nivel macro describiría las posibilidades de las reglas de
juego en contraste con las formaciones institucionales emergentes

136 LA TEORÍA DE LA ESTRUCTURACIÓN PARA LA ECONOMÍA BASADA…


de la interacción. Permitiría ver los procesos de estructuración de
ambientes propicios o no para la innovación y la economía basada
en el conocimiento.
Todos los niveles recuperan las preocupaciones de la agencia en
cuanto a negociación de conflictos. Las redes pueden ser presenta-
das en los niveles micro y meso. La corriente geográfica está des-
crita en las relaciones ancladas o desancladas de las organizaciones
con respecto a los territorios que albergan procesos de innovación.
También permite una mayor delimitación de las políticas corres-
pondientes a los territorios y su influencia en los actores que allí
convergen. Lo sistémico puede ser descrito en la identificación de
los sectores que participan en redes de conocimiento y sus niveles
de participación o aislamiento en la estructura.
El modelo de estructuración permitiría resolver problemas
concernientes con la negociación de objetivos; la contingencia de
la acción de los actores por la posición ocupada en la estructura;
anclaje o desanclaje de actores en el territorio que permitan o no
procesos de acumulación y apropiación del conocimiento, potencia-
lidad de los sectores al participar en los procesos de estructuración
o marginarse y construir otro tipo de alternativas.
Cada una de las corrientes prestaría su potencial teórico
metodológico a la constitución de una perspectiva analítica por
niveles y en confrontación de perspectivas deterministas (por
ejemplo el de redes) o voluntaristas (por ejemplo el de agencia).
En esta fusión, las comprensiones aportadas a las relaciones
propuestas como nuestro eje de contrastación, estructura-agencia,
redes-contexto y redes-resultados, quedarían distribuidas de la
siguiente manera.
• Estructura-agencia: queda resuelto de manera evidente en la
misma constitución del modelo.
• Redes-contexto: da cuenta de los procesos al interior de las redes,
su relación indirecta con otro tipo de redes y los factores externos
que afectan su desarrollo. Vincula al territorio de manera muy
importante a través de sus conceptos de anclaje y desanclaje.
Esto permite contrastabilidad de resultados y ubicación de los
actores por acumulación o dispersión de esfuerzos.
• Redes-resultados: puede describir los resultados en términos del
éxito en la creación de ambientes propicios para la innovación.
No da cuenta del éxito o fracaso del proceso de innovación en sí
mismo. Sin embargo, el propósito no es dar cuenta de este, sino

GABRIEL VÉLEZ CUARTAS 137


de la organización para la innovación, no de ella en sí misma
(que también pueden ser considerada como proceso social desde
los planteamientos del Actor-Network Theory).
La teoría de la estructuración como modelo teórico metodológico
permite recoger la gama de preocupaciones de cada una de las
corrientes dispersas. Esto permite la articulación de diversos
factores que con la aplicación de cada uno de los enfoques indivi-
duales, no logran generar explicaciones más complejas de lo que
les permiten sus propias limitaciones.
De otro lado, permite dar un cuerpo coherente a la fusión de enfo-
ques teórico-metodológicos que por ser divergentes en la concepción
del comportamiento del individuo (determinismo o voluntarismo),
no logran puntos de encuentro fáciles de articular. La contrastación
entre agencia y estructura, es posible en la contrastación empírica
de niveles de realidad como los propuestos (micro, meso y macro).
Se conservan los principios genéricos de los enfoques, pero se
someten a una observación en términos de estructuración, que
surgen de las relaciones, asociaciones o contradicciones entre la
dualidad interna de los niveles y las relaciones entre los niveles
mismos. Estos serían los aportes de una visión de estructuración
a la economía del conocimiento, desde una perspectiva de fusión
de corrientes teórico-metodológicas actuales.

Bibliografía
AROCENA, Rodrigo y Judith SUTZ (2002), “Sistemas de innovación y paises
en desarrollo”, Organización de Estados Iberoamericanos [fecha de consulta: 5
agosto de 2006], http://www.campus-oei.org/salactsi/arocenasutz.htm.
BERGER, Peter L. y Thomas LUCKMANN (1978), La construcción social de la
realidad, Argentina, Amorrortu editores.
BRESCHI, Stefano (2000), “The Geography of Innovation: A Cross-sector Analy-
sis”, Regional Studies, Vol. 34, N° 3, pp. 213-229.
BURT, Ronald (2000), “The Network Structure of Social Capital” [fecha de con-
sulta: 3 de noviembre de 2006], http://www.spcomm.uiuc.edu/kdi/DigitalAr-
chive/Ron%20Burt.pdf.
CARDONA, Marleny (2000), Redes sociales en la cadena productiva de la industria
del vestido, Medellín, Eafit.
CASALET, Mónica; Mario CIMOLI y Gabriel YOGUEL (2005), Redes, jerarquías y
dinámicas productivas, Buenos Aires, Miño y Dávila; México, FLACSO, OIT.

138 LA TEORÍA DE LA ESTRUCTURACIÓN PARA LA ECONOMÍA BASADA…


CASAS, Rosalba (coord.) (2001), La formación de redes de conocimiento: una pers-
pectiva regional desde México, Rubí (Barcelona), Anthropos; México, Instituto
de Investigaciones Sociales-UNAM.
CASTELLS, Manuel (1999), La era de la información: economía, sociedad y cul-
tura, México, Siglo XXI.
CIMOLI, Mario y Analiza PRIMI (2005), “Redes y jerarquías: un modelo para
el diseño de las políticas tecnológicas en América Latina”, en: Mario CIMOLI;
Beatriz GARCÍA y Celso GARRIDO, El camino latinoamericano hacia la
competitividad: políticas públicas para el desarrollo productivo y tecnológico,
México, Siglo XXI; UAM Azcapotzalco, pp. 274-301.
COLCIENCIAS (2005), “Política de ciencias, tecnología e innovación hacia las
regiones” [borrador] [fecha de consulta: 8 de octubre de 2006], http://zulia.col-
ciencias.gov.co:8098/portalcol/downloads/archivosContenido/124.pdf.
CONTRACTOR, Noshir S.; Robert WHITBRED; Fabio FONTI; Andrew HYATT;
Barbara O’KEEFE y Patricia JONES (2000), “Structuration Theory and The
Evolution of Networks”. Paper presented at the 2000 Winter Organizational
Science Conference.
COOKE, Phil y Loet LEYDESDORFF (2004), “Regional Development in the
Knowkedge-Based Economy: The Construction of Advantage” [fecha de consulta:
16 de marzo de 2007], http://users.fmg.uva.nl/lleydesdorff/constructed_advan-
tage/jtt2004.pdf.
ELSTER, Jon (1991), El cemento de la sociedad, Barcelona, Gedisa.
ELWORTH, Julie T. (2000), “The Formation of Inter-Organization Networks”,
Administrative Science Quarterly, Vol. 45, issue 1, pp. 173-177.
ETZKOWITZ, Henry (s/f), “The Triple Helix of University-Industry-Government:
Implications for Policy and Evaluation” [Working Paper] [fecha de consulta: 15
de marzo de 2007], http://www.sister.nu/pdf/wp_11.pdf.
GIDDENS, Anthony (1995), La constitución de la sociedad. Bases para la teoría
de la estructuración, Buenos Aires, Amorrortu.
—— (1994), Consecuencias de la Modernidad, Madrid, Editorial Alianza.
GRANOVETTER, Mark (1985), “Economic Action and Social Structure: The
Prblem of Embededdness”, The American Journal of Sociology, Vol. 91, noviem-
bre, pp. 481-510.
GULATI, Ranjai y Martin GARGIULO (1999), “Where do Interorganizational
Networks come from?”, The American Journal of Sociology, Vol. 104, N° 5, marzo,
pp. 1439-1493.
GUTNER, Tamar (2005), “World Bank environmental reform: revisiting lesson
from agency theory”, International Organization, 59, summer, pp. 773-783.
HODGSON, Geoffrey M. y Thorbjørn KNUDSEN (2006), “Balancing Inertia,
Innovation, and Imitation in Complex Environments”, Journal of Economic
Issues, Vol. XL, N° 2, junio, pp. 287-295.
LUNA, Matilde (2003), Itinerarios del conocimiento: formas, dinámicas y contenido.
Un enfoque de redes, Madrid/México, Anthropos/ISSUNAM.

GABRIEL VÉLEZ CUARTAS 139


KICKERT, W. J. M.; Erik-Hans KLIJN y Joop F. M. KOPPENJAN (1997), Mana-
ging complex networks. Strategies for the public sector, London, Sage.
LAW, John y John HASSARD (1999), Actor Network Theory and After, Malden
(Mass), Blackwell.
LAZEGA, Emmanuel (2004), “Racionalidad, disciplina social y estructura”,
Redes, Revista hispana para el análisis de redes sociales, Vol. 5, N° 6, ene./feb.
[fecha de consulta: 5 de marzo de 2005], http://revista-redes.rediris.es/html-
vol5/vol5_6.htm.
LE GALES, Patrick (1995), “Les reseaux d’action publique entre outil passe-par-
tout et théorie de moyenne porté”, en: Patrick LE GALÈS y Mark TATCHER,
Les Réseaux de politique Publique, Paris, L’Harmattan, pp. 13-28.
MANNING, Nick (2002), “Actor networks, policy networks and personality disor-
der”, Sociology of Health & Illness, Vol. 24, N° 5, pp. 644-666.
MACGREGOR, Wise J. (1998), “Intelligent Agency”, Cultural Studies, 12 (3),
pp. 410-428.
MILLER, Gary J. (2005), “The Political Evolution of Principal-Agent Models”,
Annual Review of Political Science, Vol. 8, Issue 1, pp. 203-225.
MOGAVERO, Louis y Robert SHANE (1982), What every engineer should know
about technology transfer and innovation, New York, Marcel Dekker.
MONTERO, Cecilia y Pablo MORRIS (2004), “Territorio, competitividad sistémica
y desarrollo endógeno: metodología para el estudio de los Sistemas Regionales
de Innovación” [fecha de consulta: 15 de marzo de 2007], http://revista-redes.
rediris.es/webredes/textos/artsexta.doc.
NADEL, S. F. (1966), Teoría de la Estructura Social, Madrid, Guadarrama.
NOSNIK, Abraham (1998), “¿Por qué la comunicación es relevante a la empresa?”,
en: María Antonieta REBEIL CORELLA y Celia RUÍZ SANDOVAL RESÉNDIZ
(coords.), El poder de la comunicación en las organizaciones, México, D.F., Plaza
y Valdés Editores-Universidad Iberoamericana.
PFEFFER, Jeffrey y SALANCIK, Gerald (1978), The external control of organiza-
tions: A resource dependence perspective, New York, Harper & Row publishers.
PORRAS MARTÍNEZ, José Ignacio (2001), “Policy Network o red de políticas
públicas: una introducción a su metodología de investigación”, Estudios Socio-
lógicos, XIX, N° 57, pp. 721-745.
PUTNAM, Robert (1994), Para hacer que la democracia funcione, Caracas, Edi-
torial Galac.
RHODES, R. A. W. y David MARSH (1995), “Les Réseaux d’action publique en
Grande-Bretagne”, en: Patrick LE GALÈS y Mark TATCHER, Les Réseaux de
politique Publique, Paris, L’Harmattan, pp. 31-68.
RUNDE, Jochen (2002), “Information, Knowledge and Agency: The Information
Theoretic Approach and the Austrians”, Review Of Social Economy, Vol. LX, N°
2, june, pp. 183-208 [fecha de consulta: 1 de abril de 2007], http://www.tandf.
co.uk/journals.
SALANCIK, Gerald (1995), “Wanted: A good Network Theory of Organization”,
Administrative Science Quarterly, Vol. 40, Issue N° 2, junio, pp. 345-349.

140 LA TEORÍA DE LA ESTRUCTURACIÓN PARA LA ECONOMÍA BASADA…


SEMITIEL GARCÍA, María y Pedro NOGUERA MÉNDEZ (2004), “Los Sistemas
Productivos Regionales desde la perspectiva del Análisis de Redes”, Revista Redes,
Vol. 6, N° 3 [fecha de consulta: Junio de 2004], http://revista-redes.rediris.es.
SHAPIRO, Susan (2005), “Agency Theory”, Annual Review of Sociology, Vol. 31,
Issue 1, pp. 263-284, tomado de http://soc.annualreviews.org.
SULBRANDT, José; Ricardo LIRA y Américo IBA RRA (2001), “Redes
interorganizacionales en la administración pública”, Reforma y Democracia.
Revista del CLAD (Centro Latinoamericano de Administración para el Desa-
rrollo), N° 21, octubre, pp. 117-139.
VÉLEZ CUARTAS, Gabriel (2006), “Sistema Organizacional de Atención a la
Niñez de Medellín: estructura relacional de 128 organizaciones gubernamentales
y de la sociedad civil” [en línea], Medellín, ICBF/Alcaldía de Medellín/UDEA/
CINDE, http://revista-redes.rediris.es/webredes/textos/sistema.pdf.
—— (2006), “El cambio en las redes: una aproximación a las relaciones sociales
desde el lenguaje, la representación y la institucionalización”, Revista Redes, Vol.
10, N° 6, junio [en línea], http://revista-redes.rediris.es/pdf-vol10/vol10_6.pdf.
—— (2002), “Redes interorganizacionales, comunicación e interdependencia: orga-
nizaciones de la sociedad civil y el gobierno como motores de desarrollo para los
jóvenes en Medellín (Colombia)”, tesis, México D.F., Universidad Iberoamericana,
pp. 9-52 (S/E).
—— y Marta Lucía BETANCUR RAMÍREZ (2003), Diagnóstico exploratorio
acerca del tema de redes, procesos de cooperación y articulación y el tema de
familia en la ciudad de Medellín, Medellín, Alcaldía, CES (S/E).
WELLMAN, Barry (1999), “El análisis estructural: del método y la metáfora a
la teoría y la sustancia”, en: “Análisis de Redes Sociales: la consolidación de un
paradigma interdisciplinar”, monográfico (N° 33), 22 de junio [en línea], Madrid,
http://www.ucm.es/info/pecar/Docu.htm.
WRIGHT, Peter; Ananda MUKHERJI y Mark J. KROLL (2001), “A reexamina-
tion of agency theory assumptions: extensions and extrapolations”, Journal of
Socio-Economics, 30, pp. 413-429.

GABRIEL VÉLEZ CUARTAS 141


La transición a la
Sociedad del Conocimiento:
nuevas demandas en la relación y en la
organización de la ciencia y la producción

Mónica Casalet
FLACSO, México

1. Delimitación de los ejes fundamentales


del trabajo

E n las nuevas demandas que inciden en la sociedad actual se


destacan: la importancia de las innovaciones logradas por la
difusión de las tecnologías de información y comunicación, el peso
creciente del conocimiento como factor productivo clave y, la reor-
ganización del contexto institucional para facilitar nuevas respues-
tas organizativas, donde las redes interinstitucionales nacionales
e internacionales son una organización específica, cuya ventaja
radica en la flexibilidad, la capacidad de transmisión de infor-
mación y aprendizaje, cualidades esenciales para la gestión de la
complejidad de la sociedad del conocimiento.
En los análisis realizados en múltiples países integrantes de la
OCDE [OCDE, 2003b; 2002; 2001; Kuhlman, S., 2004; Debackere,
K y Veugelers, R., 2004] se ha constatado que a pesar de las histo-
rias diferenciales, al final de la década de los noventa se ha logrado
conformar el interés por adecuar las estructuras institucionales
y organizativas a las nuevas exigencias de la sociedad del cono-
cimiento. Estas iniciativas se han encaminado de acuerdo con la
especificidad de cada país, a reestructurar y promover programas
para la organización y financiamiento de proyectos de investiga-
ción en áreas innovadoras del conocimiento (biotecnología, nuevos
materiales, nanotecnologías y en menor medida las ciencias socia-
les y el desarrollo regional) cuya finalidad es el fortalecimiento
del desarrollo científico de los países, estrechamente ligado a un
esfuerzo por mejorar las ventajas competitivas nacionales.

143
Tales transformaciones paulatinamente construyeron una
nueva gobernabilidad basada en la definición de prioridades temá-
ticas para la investigación. La incursión en áreas de frontera del
conocimiento no sólo permitía asegurar la capacidad de absorción
de las empresas y elevación de los niveles de competencias (Abra-
movitz, 1986). El desarrollo de una política orientada a la inno-
vación también incrementó la aplicación de nuevas perspectivas
sobre la organización de la información y la investigación, y la
participación de los diferentes actores públicos, privados, sociedad
civil involucrados en el diseño y ejecución de políticas en Ciencia,
Tecnología e Innovación (en adelante, CTI).
La consolidación de grupos de investigación multidisciplinarios
e interinstitucionales (universidad, centros de investigación, empre-
sas) se constituye en una figura clave para emprender proyectos con
plazos de finalización determinados de antemano y con demandas
específicas (investigación aplicada) a desarrollar, y en donde la
inclusión de los jóvenes investigadores en proceso de formación
(doctorado) permite mejorar sus capacidades de investigación y
adquirir un aprendizaje en la gestión de proyectos.
El interés de este trabajo es identificar los cambios que se mani-
fiestan en el diseño, ejecución y financiamiento de las políticas de
investigación, tomando como referencia los instrumentos y nuevas
organizaciones creadas en múltiples países de la Unión Europea.
Otra dimensión del análisis se refiere a la incorporación de estas
nuevas tendencias en el diseño de las políticas en el sector de CTI
en México. Para la explicación de estas nuevas configuraciones que
involucran diversos actores desde funcionarios del sector de CTI,
sector privado, organizaciones académicas, científicos (organizados
en grupos de investigación que paulatinamente van dejando atrás
trabajos individuales para adherirse a trayectorias científicas
grupales), incluso con no científicos; se utilizara el enfoque de la
teoría principal-agente [Braun, D. 1993; Braun y Guston, D. 2003;
Rip, A. y Van Der Meulen, B. 1997]. Este enfoque ha mostrado su
utilidad como fuente de ideas, y por la capacidad explicativa para
entender los cambios en la estructura de relaciones de la política
científica. Las dificultades básicas que surgen en la relación de dele-
gación que se manifiestan entre las instancias de financiamiento
a la investigación (gobierno, distintas dependencias ministeriales,
Consejos de Investigación como eslabón intermediario entre el
gobierno y los científicos) y los que realizan la investigación (cien-

144 LA TRANSICIÓN A LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO


tíficos) han sido ampliamente estudiados por este enfoque, como los
comportamientos, acuerdos asumidos por los actores involucrados
y las opciones adoptadas.
Las preguntas que articulan el análisis se refieren a:
i) Determinar las nuevas tendencias que se manifiestan a nivel
internacional en la organización de la investigación, y las opor-
tunidades que representan en países con menor desarrollo eco-
nómico, y con capacidades sociales, institucionales y relacionales
no consolidas.
ii) Identificar los cambios en el proceso de creación de instrumen-
tos para el financiamiento de la investigación, y las nuevas
formas organizativas que se adoptan para definir prioridades
de investigación adecuadas para la sociedad y las regiones.
iii) Establecer las transformaciones que se introducen a nivel
institucional, de la gestión y la organización individual y colec-
tiva para alcanzar las prioridades establecidas y cómo éstas
impactan el desarrollo de las disciplinas y la organización
misma del trabajo en las instituciones académicas.
iv) Comparar las nuevas tendencias basadas en la innovación y el
desarrollo de redes de investigación en México.
v) Considerar los nuevos aportes y explicaciones que surgen como
marco analítico para interpretar las interacciones entre el espa-
cio político y científico.

2. Cambios en la relación entre ciencia y


política: emergencia de nuevas formas
de gobernanza
La configuración del limite institucional entre política y cien-
cia, que aseguraba la relación de integridad y productividad de la
ciencia financiada por el Estado [Guston, D. 2000] en el régimen
establecido por el contrato social de la ciencia [Bush, V. 1945,
Polanyi, M. 1967], ha experimentado a lo largo de la década de los
80 importantes cambios que afectan la concepción de la política
científica, la distribución de los recursos y la participación de los
actores sociales. La influencia y control del gobierno en las deci-
siones sobre objetivos, instrumentos y posibilidades de la política
científica era un atributo de la autoridad (principal) para cumplir

MÓNICA CASALET 145


de forma centralizada y jerarquizada sus metas. Esta centralidad
del gobierno en la decisión fundamental de las políticas científicas
se complementaba con: la concepción de la investigación básica como
única fuente de innovación; la ayuda económica entendida como
subsidio por parte de la políticos a los investigadores; la creencia en
la necesidad de conferir una autonomía reguladora a la comunidad
científica, dada la incapacidad de la burocracia para controlar su
función, referida a la productividad e integridad de los agentes
(científicos) [Guston, D. 2000].
En la década de los ochenta [Guston, D. 2000: 88] se inicia el
proceso de reconstrucción de los limites entre ciencia y política, en
el proceso de renegociación y cambio juegan un papel significativo
en las organizaciones situadas en el límite (boundary organiza-
tions) [Guston, D. 2000: 151] las cuáles facilitan el intercambio y
desarrollo de nuevos mecanismos institucionales que garantizan
la productividad e integridad, al definir un nuevo marco de incen-
tivos para los actores participantes, dando lugar a una revisión de
los acuerdos entre el principal y los agentes. Estas organizaciones
producen una serie de instrumentos intercambiables entre una
esfera u otra (políticos y científicos) (boundary object) y paquetes
estandarizados (standardized packages). [Guston, D. 2000: 135]
La relación de las universidades se asocia a los laboratorios públi-
cos de investigación con un fin explícito iniciar la comercialización
a través de la transferencia tecnológica. Esta tarea de colaboración
entre políticos y científicos se expresa en la creación de la Oficina
de Transferencia Tecnológica (OTT) que sirve para generar un
aprendizaje y facilitar la confianza entre ambos grupos, ya que
reduce las amenazas al participar en un proceso en el cual cada uno
entiende y comparte los códigos y decisiones del otro. De acuerdo
con Guston, se inicia así la configuración de un nuevo límite entre
política y ciencia que sustituye al contrato social de la ciencia, en
un nuevo régimen basado en la colaboración. La transformación
de la relación jerárquica evoluciona hacia otra más descentrali-
zada y basada en redes. Estos cambios han sido identificados por
otros autores, como un proceso de agregación (con otros sectores).
[Rip, A. y Van Der Meulen, B. 1997; Van Der Meulen, B. 1998]
En la interpretación de este proceso de agregación, el papel del
gobierno difiere del pasado, pierde centralidad y funciona como
una parte integrante del proceso de construcción de una agenda
de investigación, que es socialmente distribuida entre actores

146 LA TRANSICIÓN A LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO


interdependientes articulados en redes (investigadores, gobierno,
industria y otros usuarios y beneficiarios del conocimiento).
Las redes entre actores interdependientes abren una nueva
forma de gobernanza basada en la colaboración a través de la
negociación, los acuerdos y las relaciones formales e informales.
El nuevo modelo se refiere al enfoque del concepto de gobernanza
[Kooiman, J. 1993] donde se describen los sistemas de gobierno
cuyas políticas exitosas, no son sólo el producto de la acción del
gobierno central, sino la resultante de una multiplicidad de actores
interdependientes, donde juega un papel determinante la cons-
trucción de redes.
La política de redes a pesar de la ambigüedad de contenido y uso
inicial, configura en la actualidad una nueva organización de los
recursos basada en la información y el aprendizaje, la distribución
de los recursos económicos apoyados por la colaboración pública y
privada; y la participación interdependiente de los diversos actores,
que ahora es menos jerárquica, ya que la acción del gobierno es
percibida de forma más horizontal.
En este nuevo modelo la innovación es concebida como un
proceso interactivo, en donde a la importancia de los factores
macroeconómicos y sectoriales se agregan elementos que dependen
de las acciones de los agentes y del medio social donde actúan, y
por lo tanto es más un emergente social que una imposición.
La efectividad de este nuevo modelo basado en redes da lugar
a organizaciones que asumen un papel de intermediación [Morris,
N. 2003] cuya función es tender puentes que reduzcan las brechas
para entre la investigación y los sectores productivos. La nueva
configuración se vuelve cada vez más compleja en términos de pro-
gramas, actividades y responsabilidades colectivas e individuales
que afectan el contexto institucional, la definición y atención de
nuevas demandas para el país, las regiones, y los interlocutores
sociales. A su vez se manifiestan en cambios en la supervisión y
evaluación de los resultados obtenidos.
Entre las instancias que reconstruyen su papel se destacan:
i) Los Consejos de Investigación que en la mayoría de países asu-
men un papel de intermediación en la delegación del poder del
principal para gestionar y mediar la relación entre los múltiples
fondos de investigación y la comunidad científica. En la actuali-
dad los Consejos de Investigación juegan un doble papel frente
al estado donde actúan como agentes y como principal frente a

MÓNICA CASALET 147


los científicos. [Shove, E. 2003: 372] La relación bilateral entre
el gobierno y los Consejos de Investigación ha sido ampliamente
estudiada por Braun utilizando la teoría del principal–agente
para explicar la delegación y las dificultades consecuentes para
realizar la gestión de acuerdo con las relaciones establecidas
con la comunidad científica. El carácter de intermediación se
vuelve cada vez más complejo ya que se crean organizaciones
para la gestión de fondos y/o centros que en muchos casos se
superponen a la acción de los Consejos de Investigación. En el
análisis de las estrategias implementadas por el Norwegian
Research Council (NFR) [Van Der Meulen, B 2003: 324] se
estudia la dimensión de intermediación como el resultado de las
relaciones institucionales entre el gobierno, el sector académico
y los usuarios. El análisis de Van Der Meulen va más allá de la
relación bilateral al considerar al NFR como un intermediario
en una estructura especifica, que institucionaliza la relación
del gobierno como principal y de los científicos como agentes. En
esta relación tripartita los Consejos de Investigación difieren
del gobierno como principal y de los científicos como agentes,
porque su interés va más allá de los intereses de esos actores.
ii) Los programas de investigación se plantean como un medio
para asegurar la colaboración entre múltiples agentes, ya sea de
forma individual o en grupo de trabajo. El programa se vuelve
un instrumento de coordinación, representan una estrategia
deliberada de gestión de la investigación y de la política cien-
tífica al concentrar los recursos y esfuerzos para orientar el
desarrollo de áreas de investigación y la formación de masa
crítica. El programa asume también un papel de intermediario
en la capacidad de influenciar la acción de múltiples agentes, se
convierte en un medio eficaz de dirigir la estrategia de investi-
gación, especialmente en las áreas donde ya existe un expertise.
Los programas de I&D se constituyen en un instrumento de
coordinación y de influencia colectiva con capacidad de invo-
lucrar a múltiples agentes en la construcción de nuevas redes.
En cada programa de investigación se forja una reingeniería de
nuevas redes y proyectos de investigación [Shove, E. 2003: 373].
Los proyectos individuales se mejoran al formar parte de un
programa que los agrupa y fortalece las redes que son vitales
para los investigadores.
iii) Los Fondos de Investigación creados a nivel europeo, y que com-
parten apoyos con las agencias financiadoras a nivel nacional

148 LA TRANSICIÓN A LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO


y regional en el proceso de estimular nuevas alternativas, cuyo
resultado es altamente complejo y puede ir de la fragmentación
a la integración.
El objetivo tanto de los fondos de investigación y de los pro-
gramas es promover el incremento acumulativo del conocimiento,
la creación de una masa critica de recursos cuyo resultado sea
una investigación original, innovativa que alcance un nivel de
excelencia.
La diferencia con programas anteriores de financiamiento a la
investigación radica en que estos múltiples fondos, instrumentos,
y acuerdos, especifican objetivos a alcanzar mediante la colabo-
ración de actores heterogéneos o multi-actores que involucra a las
universidades, centros de investigación, grupos de investigación
pertenecientes a diferentes universidades, empresas, programas del
sector público, fundaciones y organización de la sociedad civil. La
centralidad del pasado, paulatinamente da lugar a la participación
de múltiples actores, con relaciones más horizontales y flexibles
que auspicia la movilidad y la colaboración.

3. Formulación de nuevas prioridades


en las políticas de CTI
La creación de una agenda de prioridades para la investigación,
si bien es una tendencia que aparece en casi todos los países de la
OCDE, [OCDE 2003 a y b; Banco Mundial, 2007], implica para su
operacionalización efectiva un proceso complejo depende: i) de la
conformación del sistema de innovación, ii) del papel jugado por el
sector público en la orientación estratégica para impulsar el desa-
rrollo científico del país, iii) del espacio ocupado por la comunidad
científica para utilizar el margen de acción y plantear propuestas
innovativas tanto para el desarrollo de las áreas del conocimiento,
como la organización de las actividades científicas, iv) del grado de
vinculación con los sectores productivos, y v) del peso de la sociedad
civil para incidir en la pertinencia social de la investigación.
El contexto global actual se caracteriza por la supremacía de
los factores intangibles y los conocimientos tácitos e informales en
las actividades productivas y relacionales.
El incremento en el gasto de I+D es una prioridad básica en la
mayoría de las estrategias de desarrollo de los países integrantes

MÓNICA CASALET 149


de la OCDE. La Estrategia de Lisboa (2000) es el documento guía
de la política europea de Ciencia, Tecnología e Innovación, consti-
tuyó una opción para acelerar la transición en la Unión Europea
(UE) hacia una economía basada en el conocimiento, presenta
un abanico de acciones coherentes y complementarias (como el
establecimiento de metas concretas de políticas tecnológicas, la
adaptación de políticas de empleo, y del mercado de trabajo y la
reforma del sistema de seguridad social) cuya finalidad es mejorar
el posicionamiento competitivo en la UE e incrementar el bienes-
tar económico y social de los países integrantes. Al mismo tiempo
establece como meta llegar a invertir en I+D el 3% del PIB para el
año 2010, incrementando la cuota de I+D financiada por el sector
privado, que para el 2010 debería llegar a dos tercios del total.
Los múltiples instrumentos y fondos creados para estimular
la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación han sido
clasificados como programas multi-actores y multi-dimensiones
(MAP’s). Un aspecto común en la diversidad de instrumentos es
la definición de prioridades para organización de la investigación
y la planeación de recursos económicos no siempre abundantes a
mediano y largo plazo. Los rasgos más significativos que presentan
estos instrumentos son:
a) Reestructurar y promover programas para la organización
y financiamiento de proyectos de investigación en áreas
innovadoras del conocimiento, en el fortalecimiento de la
competitividad nacional y la atención a demandas sociales del
crecimiento, estimulando un enfoque multidisciplinario para
enfrentar los problemas de la investigación.
b) La construcción de una nueva gobernabilidad basada en prio-
ridades para la investigación, que exige una selección temá-
tica de líneas de investigación y/ o áreas problemáticas para el
desarrollo de la sociedad, la formación de jóvenes, la gestión y
financiamiento de la investigación. La determinación de prio-
ridades no sólo definen áreas de investigación, establece un
compromiso de participación tanto de las autoridades del sector
CTI, como de los grupos de investigación y las instituciones
involucradas en desarrollar tales propuestas. La determinación
de prioridades es un proceso que lleva a la identificación de obje-
tivos, que son creíbles, aceptados y compartidos colectivamente
por los actores involucrados. Por lo tanto el establecimiento de
prioridades es en si, un proceso de construcción de acuerdos

150 LA TRANSICIÓN A LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO


sociales que involucra la participación de funcionarios del sector
de CTI, legisladores, la comunidad científica, el sector privado y
los distintos grupos de la sociedad civil usuarios y beneficiarios
del conocimiento. Como todo acuerdo social existen intereses
coincidentes y divergentes entre los actores, por lo tanto, los
nuevos instrumentos tienen flexibilidad para incorporar cam-
bios y readaptaciones.
c) El fomento a la investigación multidisciplinaria e interinsti-
tucional es un tema central de las políticas en CTI. La creación
de múltiples organizaciones más o menos flexibles, algunas
transversales a las universidades y los centros de investigación
(redes de excelencia, Start-ups para comercializar tecnologías)
ejemplifica este doble movimiento que reúne políticas top-down
y botton-up. Entre las nuevas organizaciones que surgen para
coordinar las diversas de fondos se destacan las: Redes de exce-
lencia (Canadá), la Red-PRIME (EU), los Centros de Competen-
cia (Austria, Suecia, Alemania), los Centros de Investigación
Colaborativa para la Investigación (Francia, Holanda, País
Vasco, Bélgica, y el Programa Partners (UK), y los Consorcios
para la Innovación (Chile, Colombia, México). Estas organiza-
ciones plantean la creación de una cultura relacional basada
en la evaluación de los resultados obtenidos en los proyectos de
investigación de frontera del conocimiento integrados en algunos
casos por investigadores que provienen de distintas instituciones
y que unen sus esfuerzos para culminar un proyecto con plazos
determinados.
d) En el nuevo modelo, la investigación es concebida como un pro-
ceso interactivo complejo que lleva a producir contribuciones
innovadoras y originales en un área del conocimiento, y donde
para lograr la excelencia se enfatiza: i) la estrategia de coordina-
ción del proyecto de investigación (la definición de una agenda de
investigación y los procedimientos para hacerla efectiva) incluye
la creación de masa critica tanto para investigadores y jóvenes
en formación que favorece el aprendizaje y el incremento de la
especialización. ii) la definición de una plataforma de colabo-
ración entre los investigadores con los actores no académicos,
que permita la coordinación, los apoyos financieros provenientes
de múltiples fuentes, como el desarrollo de una infraestructura
de investigación (indicadores, bases de datos, entrenamientos
virtuales). iii) La posibilidad de realizar contribuciones pioneras

MÓNICA CASALET 151


referidas a la innovación y la determinación de políticas que
abarquen una perspectiva europea, nacional y regional.
El cambio de agenda en las instituciones comprometidas con la
implementación de estas nuevas alternativas introduce paulati-
namente una nueva forma para abordar y explicar la complejidad
de las relaciones en sector de CTI. A nivel institucional surgen
nuevas instancias intermedias (redes de excelencias, centros de
competencias, cooperación internacional para la formación e inves-
tigación) centradas en el desarrollo de redes interinstitucionales,
con la creación de flujos dinámicos de intercambio con actores no
académicos y con financiamiento proveniente de varias fuentes
que acrecientan y expanden los vínculos y los aprendizajes. Estos
nuevos acuerdos de colaboración exigen un trabajo de concertación
entre multi-actores para establecer la agenda de investigación y la
traducción de códigos no compartidos entre los diferentes actores,
procedentes de contextos con lógicas, incentivos y culturas diver-
sas. Estos cambios rompen con antiguas rutinas disciplinarias
y organizativas ya que actúan en multidimensiones que afectan
tanto a: los funcionarios encargados de crear, supervisar y evaluar
los fondos; los investigadores donde el trabajo aislado e individual
va perdiendo fuerza, para dar entrada a grupos de investigación
interdisciplinarios e interinstitucionales; los jóvenes en formación
de posgrado que se incorporan activamente en el proceso de inves-
tigación al participar en proyectos colectivos que complementan
su formación e incrementa la adquisición de nuevos aprendizajes;
las instituciones que albergan estos nuevos grupos cada vez más
flexibles, móviles a nivel nacional e internacional, que cuestionan
la eficacia y rigidez de las antiguas rutinas organizacionales y
las obliga a diseñar nuevas alternativas de gestión, organización
y financiamiento.

3.1 Cambios en el contexto institucional:


emergencia de nuevas organizaciones basadas
en la colaboración y la excelencia

Las transformaciones ocurridas a nivel de los programas y


fondos de investigación paulatinamente construyeron una nueva
gobernabilidad basada en: una nueva concepción de cómo organi-
zar la investigación, a veces con grupos provenientes de diferentes

152 LA TRANSICIÓN A LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO


instituciones y disciplinas que crea conocimientos originales con
niveles de excelencia, y posiciona internacionalmente a la red y sus
miembros, el énfasis en la creación de una plataforma de colabo-
ración entre investigadores, autoridades, actores no académicos y
usuarios es un proceso catalizador y políticamente inducido para
liderar el cambio [Luukkonen, T., Barrè, R. y Nedeva, M. 2006].
La organización del trabajo en redes ha sido una constante en
casi todos los instrumentos creados, ya que contribuye a fortalecer
los comportamientos basados en la negociación y en la explicitación
clara de objetivos favoreciendo la comunicación, la descentralización
y la generación de nuevos aprendizajes organizativos y relacionales,
en algunos casos sin necesidad de crear nuevas organizaciones.
Las redes de excelencia creadas en la UE tienen como finali-
dad fortalecer la excelencia científica y tecnológica en un área de
investigación específica estimulando la formación de una masa
crítica de recursos y conocimientos necesarios para propiciar el
liderazgo europeo en la investigación [Luukkonen, T. Barré, R. y
Nedeva, M. 2006].
- La Red Europea de Excelencia (PRIME) apoyada por el 6to. Pro-
grama Marco de la EU tiene como objetivo fomentar y organizar
actividades en el área de políticas de innovación. Las activida-
des de investigación se organizan de forma interdisciplinaria,
interinstitucional e involucra preferentemente a los países
europeos, tratando de construir una nueva entidad a partir la
interacción, la cooperación y el incremento de la especialización.
La red PRIME es una compleja herramienta organizativa de la
investigación que busca producir impactos a nivel de la coordi-
nación y de la colaboración de la investigación.
- Los centros de excelencia constituyen otra respuesta a estas
nuevas demandas del conocimiento y de la organización de la
investigación. Los Centros de Excelencia son recientes (se ini-
cian en el 2000) su interés es estimular estudios de carácter
multidisciplinarios articulados en redes interinstitucionales
que abordan problemas prioritarios de la sociedad. En Finlan-
dia la creación de centros nacionales de excelencia tiene como
finalidad desarrollar investigaciones de alta calidad, se definen
como unidades de investigación y de formación de investigadores
constituidos por uno o varios equipos de investigación que per-
siguen objetivos comunes claramente definidos y con referentes
de calidad internacional en su especialización. En la República

MÓNICA CASALET 153


Checa el programa de centros de excelencia tienen una duración
prevista para cinco años, los objetivos señalan: favorecer el desa-
rrollo de un ambiente de investigación coherente, articulando la
investigación a áreas del conocimiento y temas que contribuyan
a generar una masa critica, asegurando a la vez la calidad de
la investigación y el fortalecimiento de los intercambios entre
los diferentes equipos de investigación. En Japón, el programa
denominado Centros de Excelencia para el siglo XXI trata de
promover unidades de investigación de calidad internacional
en diferentes campos seleccionados como prioridades básicas,
entre éstos están: ciencias de la vida, química, materiales, TIC,
tecnologías electrónicas y ciencias humanas en todos los pro-
yectos se enfatiza los enfoques interdisciplinarios.
- El programa de Redes de Centros de Excelencia de Canadá
establece la concertación de acciones, gestión y financiamiento
entre: -la universidad, -el gobierno y -la industria centradas
en la excelencia de las investigaciones obtenidas por concurso
en áreas especificas. La Red de los Centros de Excelencia de
Canadá (RCE) movilizan los mejores investigadores de todas
las regiones, para que desarrollen proyectos en asociación con
el gobierno y las empresas sobre aspectos prioritarios para el
país, no sólo económicos, sino también orientados a la salud,
el desarrollo de la niñez, la alfabetización y la protección del
ambiente. Cada proyecto se evalúa en función de la excelencia
del programa presentado, la formación de investigadores alta-
mente especializados, el funcionamiento en red, la transferen-
cia y explotación de los nuevos conocimientos y tecnología y la
gestión de las redes.
- En Austria la creación de los K-plus es una iniciativa similar
orientada a la colaboración entre el sector público y privado cuya
finalidad es consolidar una dinámica de abajo hacia arriba,
estimulando la investigación pre-competitiva y de largo plazo.
La creación de cada centro supone un proceso de evaluación
de la calidad alcanzada por los centros y especialmente por el
trabajo desarrollado por los investigadores. En Italia se organizó
una red de 45 centros de excelencia en las áreas biotecnología,
TIC, y tecnologías innovadoras. Proporcionando remuneraciones
atractivas a los investigadores para mantener la competitividad
de los salarios con respecto al sector privado.

154 LA TRANSICIÓN A LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO


4. La década de los noventa: una introducción
a la incorporación de las nuevas tendencias
en México
En la década de los noventa se inicia en México un proceso de
reestructuración institucional influenciado por el cambio del con-
texto económico nacional e internacional. En los programas de Con-
sejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) como de otras
instituciones del sector público (SECOFI en esa época, Nafin, y
Bancomext), se desarrolló la idea de conformar un ambiente favora-
ble al fomento productivo y a la capacidad innovativa de las empre-
sas contrarrestando las debilidades de la cultura organizacional
y suministrando apoyos para crear competencias para el mejora-
miento de la calidad, la certificación de productos y procesos, la
asistencia técnica y formación adecuada para integrar programas
de proveedores [Casalet. M. 1995 y 1999].
La política de modernización tecnológica se orientó a promover
la difusión de la tecnología en el aparato productivo a través del
co-financiamiento público y privado de los proyectos de carácter
tecnológico, así como la asistencia técnica y de consultoría de alta
calidad, sobre todo para la modernización de la pequeña y mediana
empresa.
Las exigencias para responder a las nuevas demandas de la
competitividad internacional propuestas por las organizaciones
internacionales (OCDE, Banco Mundial, Unión Europea, BID),
introducen una nueva visión en las reglas de funcionamiento aca-
démicas, donde se destaca, la obtención de posgrados (maestría
y doctorado) para el personal del sector de educación superior
pública y privada con el fin de asegurar la calidad en el ingreso,
y la homogeneización del personal académico ya contratado, acce-
diendo a estudios de postgrados. A esto se agregó la sistemática
incorporación de la evaluación del desempeño profesional tanto
a nivel de la productividad individual, como en la obtención de
metas y resultados alcanzados (cuantitativos y cualitativos) por
las instituciones de educación superior y centros de investigación
(en la docencia, la investigación y la vinculación).
Tales exigencias en el funcionamiento institucional llevaron a la
creación de organizaciones y programas dentro del ámbito público
y privado guiadas a consolidar una cultura de la evaluación y
resultados. Las nuevas tendencias configuraron las características

MÓNICA CASALET 155


del cambio institucional, basado en un proceso de reestructuración
de las relaciones entre la educación superior, la investigación y el
sector público y privado. La conducción del mismo se fundamentó
en la planeación estratégica, la utilización de nuevas políticas de
gestión del conocimiento, y de los grupos de investigación centra-
dos en proyectos colectivos y cada vez más sujetos a evaluación
ex-ante y ex-post. Dichas opciones modificaron las relaciones
sociales del trabajo académico cada vez más influidas por una
cultura de obtención de resultados, medidos por la definición de
los objetivos alcanzados y los medios empleados para lograrlos. Las
entidades académicas se enfrentaron a un proceso de diferenciación
institucional, que tuvo consecuencias en su posicionamiento para la
obtención de fondos, las que cumplieron las exigencias de calidad,
continuidad y resultados lograron acceder al patrón de excelencia.
La evaluación de pares se consolidó como el instrumento determi-
nante tanto en la evaluación institucional como individual. Dicha
evaluación incidió en la clasificación de las instituciones académicas
medidas por la reputación alcanzada en la producción colectiva,
las publicaciones (dictaminadas por pares) a nivel internacional
y nacional, el volumen e importancia de sus investigaciones, y la
creciente participación de fondos cruzados públicos y privados para
el financiamiento de los proyectos de investigación. La libre elec-
ción de los problemas de investigación tradicionalmente centrada
en los intereses personales de los investigadores y de las unidades
académicas (departamentos e institutos), se transforma para dar
lugar a criterios que apoyan la interdisciplinariedad, la diversidad
de las fuentes de financiamiento, una mayor descentralización de
las actividades formativas y de investigación.
El otro proceso significativo iniciado en esta época se refiere a
la descentralización de la investigación y desarrollo de priorida-
des regionales, la creación de los nueve Sistemas de Investigación
Regionales (SIR) en 1994. La acción de los SIR se complementó
con la creación de los Consejos Estatales de Ciencia y Tecnología
(COECYTs) dirigidos a fomentar la vinculación entre la sociedad, el
sector académico y el gobierno para diseñar e implantar programas
adecuados a las necesidades regionales.
La aplicación durante la mitad de los noventa de diferentes
programas de fomento productivo orientados a las Pymes y a la
creación de agrupamientos sectoriales a nivel regional (electró-
nico, automotriz, textil, calzado, muebles) impulsados por el sector

156 LA TRANSICIÓN A LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO


público (la Secretaria de Economía, y otras instituciones públicas
nacionales como: Nafin, Bancomext y CONACYT) y los gobiernos
estatales (especialmente en las regiones de localización de la
maquila de exportación: Jalisco, Aguascalientes, Baja California,
Chihuahua) han generado un proceso de comunicación y coopera-
ción entre actores heterogéneos: productivos, gubernamentales,
académicos, sociales, privados. La complejidad de los intercambios
y acciones productivas emprendidas a nivel territorial (si bien están
sujetas a lógicas discontinuas por los cambios políticos regionales
que fragmenta la continuidad de las relaciones y procesos) posibi-
litaron la creación de instituciones con flexibilidad organizativa
(“instituciones puentes” ver Casalet, M. 2000, 2002, 2004) cuya
capacidad radica en orientar los apoyos públicos y privados hacia el
fortalecimiento de un mercado de servicios basados en la calidad,
la certificación de productos y procesos, el desarrollo del apren-
dizaje individual y colectivo de las Pymes. Estas instituciones
puentes han contribuido a canalizar una nueva dinámica basada
en la interacción y el conocimiento, ya que fortalecen las redes de
difusión del conocimiento, apoyan el intercambio tecnológico, la
transferencia y apoyo para la adaptación de tecnología y propor-
cionan asesoría técnica para que las Pymes puedan participar en
los programas de desarrollo de proveedores. Las tecnologías de la
información son un tema cada vez más recurrente, en la acción de
las instituciones puentes, ya sea para crear capacidad de uso, de
aplicación y de adaptabilidad cultural al nuevo modelo relacional
que conllevan. La intención de mejorar la comprensión y gestión de
una nueva cultura tecnológica de la sociedad ha incrementado el
papel de los centros de investigación, de las universidades y de los
institutos tecnológicos a nivel regional cuya intervención se acentúa
para solucionar problemas de la producción y de las prioridades
para el crecimiento regional. Estos intercambios inciden en la
consolidación del tejido relacional, imprescindible para fortalecer
la capacidad de programación y coordinación de las actividades
productivas y de investigación. En este contexto se han ido trans-
formando en los últimos años las políticas públicas en general y en
las regionales en particular, ya que cada vez es más difícil desde
ámbitos centralizados a nivel nacional dar respuestas universales
y de calidad a las demandas específicas que requieren un trata-
miento y soluciones basadas en la proximidad, la coordinación e
la implicación en los asuntos comunes.

MÓNICA CASALET 157


5. Los cambios recientes: hacia una estrategia
basada en la innovación y las redes
A finales de la década de los noventa se plantean una serie
de cambios que modifican las políticas normativas del sector de
ciencia y tecnología.
La nueva gobernabilidad del sector de CyT surge de las pro-
puestas planteadas por el Pecyt, la regulación establecida en la ley
de CyT aprobada en 2002, y en la modificación de la estructura
orgánica del CONACYT para adecuarse a las nuevas demandas.
Las nuevas estrategias y estructuras organizativas recogen
aspectos significativos de la experiencia internacional, sobre el
conjunto de procedimientos, estructuras y estrategias que con-
forman la gestión del conocimiento en un contexto de innovación
intensiva. Aunque las opciones adoptadas en el caso mexicano
dependen de la historia del país, del grado de desarrollo económico
e institucional, del nivel de participación efectiva de la sociedad
civil y de la incipiente transparencia que se consolida en torno a
las decisiones gubernamentales. A pesar de las diferencias y par-
ticularidades se manifiestan aspectos comunes, que coinciden con
las problemáticas, y las formas de solucionarlas asumidas por los
países miembros de la OCDE.

6. Aspectos novedosos que articulan


la nueva gobernabilidad del
sector de CTI en México

6.1 El incremento formal e informal de mecanismos


que favorecen la participación de los diversos
agentes que actúan en el sector

La creación del Foro Consultivo, Científico y Tecnológico sus-


tituye al Foro Permanente planteado por la Ley FICYT de 1999,
reafirma la participación como instancia de consulta y de análisis
de la comunidad académica. Esta iniciativa refleja el interés cre-
ciente (por lo menos a nivel del discurso) por los actores sociales
implicados en los procesos de innovación (científicos, tecnólogos,
empresarios y representantes de organizaciones e instituciones

158 LA TRANSICIÓN A LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO


nacionales, regionales y locales, públicas y privadas reconocidas
por su investigación científica y desarrollo e innovación). La comu-
nidad científica hasta el presente ha sido poco consultada y por
lo tanto no habituada a ejercer una labor de análisis y valoración
de los efectos de las políticas implementadas, especialmente en la
evaluación de cómo estas se aplican y qué efectos producen sobre
las instituciones y los investigadores. La activa participación del
FORO se ha expresado en múltiples decisiones que atañen a la
comunidad científica. Tales actividades abren nuevas posibilidades
para la intervención, ya sea en la consulta y propuesta de aspectos
básicos para el desarrollo del sector de CyT, en la decisión de priori-
dades temáticas y nacionales, en la organización de la investigación
y en el fomento de la participación de nuevos actores usuarios y
beneficiarios del conocimiento.

6.2 Reestructuración de mecanismos para el


financiamiento de la investigación

La concreción de los Fondos Sectoriales y Mixtos para el desa-


rrollo de la investigación planteó un proceso de cambio estructural
ya que mejoró la coordinación de las actividades de investigación
a nivel nacional, ampliando la participación de diferentes niveles
del Estado (federal, estatal y municipal) en la elaboración de las
prioridades y financiamiento de la investigación. La colaboración
público-privada en el financiamiento de la investigación revela la
evolución de las relaciones entre los diferentes actores implicados.
Aunque el sector público (federal y estatal) continúa siendo el
proveedor fundamental de los fondos, paulatinamente se agregan
otros actores (empresas, fundaciones, organizaciones de la socie-
dad civil). Las condiciones para otorgar los apoyos financieros
se modifican, ya que los proyectos deben cumplir prioridades
temáticas específicas, que se adjudican a través de licitaciones y/o
concursos evaluados por pares y están sujetos al cumplimiento de
resultados medibles. Asimismo se reestructura la organización de
los grupos de investigación con la incorporación de jóvenes investi-
gadores que participan en el proceso de investigación y adquieren
nuevas competencias compartiendo el proyecto. La investigación
esta orientada hacia una visión más estratégica para abordar
propuestas de solución a problemas nacionales y regionales, con
un fuerte incremento en la gestión de los proyectos por parte de

MÓNICA CASALET 159


los investigadores y con la exigencia de obtención de resultados
efectivos. La participación en el financiamiento de la investigación
del sector público federal, estatal y privado se ha intensificado pro-
vocando la diversidad de las colaboraciones interinstitucionales y
desarrollando en los investigadores la capacidad para gestionar y
administrar proyectos de investigación que deben pasar por dife-
rentes filtros de aprobación técnica y presupuestal. En los Fondos
Sectoriales y Mixtos se enfatiza la necesidad de resolver problemas,
más que atender a intereses específicos de las disciplinas y/o inves-
tigadores. La orientación de los Fondos Sectoriales y Mixtos busca
dirigir la investigación a un contexto de aplicación, con un enfoque
interdisciplinario y transitorio de la investigación, que responde
más a un equipo de trabajo que debe proporcionar soluciones a los
problemas sociales, económicos, políticos nacionales. Esta concep-
ción de la investigación esta relacionada con los planteos de Gibbons
et al (1994), sobre el modo de producción de conocimientos. En la
investigación contextualizada, la problematización, la construcción
de la reflexión teórica y la solución de los problemas son el producto
de un proceso colectivo, que no surgen de la dinámica interna de
una sola disciplina, su planteamiento y resolución requiere la
transversalidad del conocimiento (Limoges, C. 1996; Lesemann, F.
y Goyete, Ch. 2003) producida por una heterogeneidad y diversidad
de dispositivos organizacionales.

6.3 Creación de instrumentos para el financiamiento de


la investigación multidisciplinaria y en relación
con la industria

La creación de la Red Nacional de Grupos y Centros de Inves-


tigación (Art. 30 Ley CyT, 2002) refuerza el interés por consolidar
proyectos de investigaciones que aborden las prioridades estra-
tégicas para el desarrollo en áreas de frontera del conocimiento
y respondan a los desafíos del crecimiento económico, social e
institucional. La complejidad de la problemática a investigar lleva
a que los intereses comunes de la investigación sean el factor
determinante en la definición de los grupos y las áreas de inves-
tigación. En la formación de la Red Nacional de Grupos y Centros
de Investigación pueden participar los investigadores de centros
públicos y privados interesados en construir nuevas formas para
consolidar e intercambiar el conocimiento.

160 LA TRANSICIÓN A LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO


La conformación de Consorcios para la Innovación supone la
integración de equipos de investigadores provenientes de diferen-
tes centros de investigación, con participación de empresas, cuya
característica radica en consolidar un proyecto conjunto, para
ejecutarlo en un tiempo determinado y con un financiamiento
mixto (público y privado). Para acceder a conformar un Consorcio
de Innovación, los Centros Públicos de Investigación (CPI) (tec-
nológicos, científicos, sociales) deben cumplir con determinados
estándares de calidad (aplicados por CONACYT, y elaborados por
investigadores de diferentes áreas del conocimiento) que evalúan
el desempeño de la trayectoria institucional, como los resultados
logrados en la investigación, la docencia y la eficacia alcanzada
en la estructura organizativa interna y con la red de usuarios y
beneficiarios. Ésta última referida a los vínculos establecidos con
instituciones similares nacionales e internacionales y con otros
agentes económicos, productivos y sociales. Con la creación de
Consorcios, o sea redes activas de investigación entre la academia
y la industria se consagra la meta de obtención de resultados, que
indican una nueva forma de encarar la investigación y cuyo desa-
rrollo tendrá efectos en la estructura organizativa de los CPI, como
en trayectoria profesional de los investigadores participantes. Los
consorcios de innovación constituyen reagrupamientos por proyec-
tos (con investigadores procedentes de varios CPI) para responder
a objetivos específicos de investigación planteados por los sectores
industriales, público, social. El interés es crear una masa crítica
de conocimiento y competencias, transversal a los centros. Esta
alternativa abre una vía para la movilidad de los investigadores
(con otros centros de investigación y empresas). La participación en
los Consorcios de Innovación para la Competitividad puede abrir
nuevas posibilidades institucionales e individuales, ya que supone
un cambio importante para muchas disciplinas tradicionales e
investigadores dedicados a enfrentar los problemas de investiga-
ción en solitario, difíciles de lograr en una sociedad caracterizada
por innombrables lazos de interdependencias institucionales y
relacionales.
La conformación de los Consorcios de Innovación implica la
constitución de equipos multidisciplinarios e interinstitucionales,
la obligación de definir objetivos estratégicos y resultados, la
evaluación de la pertinencia económica, social y del conocimiento,
la difusión de resultados y la evaluación de los impactos, como la

MÓNICA CASALET 161


generación de una nueva cultura de transferencia de los conoci-
mientos.

Bibliografía
ABRAMOVITZ, Moses (1986), “Catching Up, Forging Ahead, and Falling Behind”,
Journal of Economic History, 46 (2), pp. 385-406.
BRAUN, D. (1993), “Who Governs Intermediary Agencies? Principal-Agent Rela-
tions in Research, Policy-Making”, Journal of Public Policy, 13 (2), pp. 135-162.
—— y D. GUSTON (2003), “Principal-agent theory and research policy: an intro-
duction”, Science and Public Policy, Vol. 30, N° 5, October, 10 Watford Close,
Guildford, Surrey GU1 2EP, England, Beech Tree Publishing, pp. 302-308.
BUSH, V. (1945), “As We May Think”, Atlantic Montly, 176/1, July, pp. 101-108.
CASALET, M. (2004), “Los desafíos de la economía del conocimiento en el contexto
institucional: de la jerarquía a la flexibilidad organizativa”, Revista Mexicana de
Sociología, Año LXVI, N° 3, julio-septiembre, UNAM, pp. 565-588.
—— (2002), “El desarrollo de capacidad innovadora de las empresas: el papel
del ambiente en la formación y consolidación de las capacidades tecnológicas”,
Documentos de Trabajo, Serie Grupos Temáticos de Investigación, mayo, México,
FLACSO.
—— (2000), Developing Innovation Systems: Mexico in a Global Context, London/
New York, Edited by M. Cimoli, Continuum International Publishing Group.
—— (1999), “Redes de Innovación en la construcción del mercado en México”, Nacio-
nal Financiera y Flacso, N° 11, junio, México, Biblioteca de la micro, pequeña
y mediana empresa.
—— (1999), “Descentralización y Desarrollo Económico Local en México”, Comercio
Exterior, Vol. 49, N° 12, diciembre, México
—— (1995), Red de apoyos públicos y privados hacia la competitividad de las
Pymes, México, Biblioteca de la micro, pequeña y mediana empresas, Ed. Nacio-
nal Financiera.
GUSTON, D. (2000), Between politics and science: assuring the integrity and
productivity of research, Cambridge, Cambridge University Press.
DEBACKERE, K. y R. VEUGELERS (2004), The role of academic technology
transfer organizations in improving industry-science links, Katholieke Univer-
siteit Leuven, Faculty of Economics and Applied Economics, http://www.econ.
kuleuven.ac.be/tew/academic/strateg/staff/rveug/ISL_ResPol_Fin.pdf.
KUHLMAN, Stefan (2004), “Governance of Research –the Role of Evaluative
Information”, Karlsruhe/Utrecht, contribution to the CRIS 2004 conference,
Antwerp.
KOOIMAN, J. (1993), “Social-political Governance”, en: J. KOOIMAN (ed.), Mod-
ern Governance, London, Sage.

162 LA TRANSICIÓN A LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO


LUUKKONEN, T.; R. BARRÉ y M. NEDEVA (2006), “Analytical Framework for
the monitoring and assessment of NoEs in achieving their objectives”, febrero,
Paris, Prime.
MORRIS, N. (2003), “Academia researchers as ‘agent’ of science policy”, Science
and Public policy, October, England, pp. 359-369.
SHOVE, E. (2003), “Principals, agents and research programmes”, Science and
Public Policy, October, England, pp. 371-381.
OCDE (2003a), Governance of Public Research: Toward Better Practices, Paris.
—— (2003b), “Rapports par pays consagrés a l´Allemagne, aux Etats–Unis, á la
Hongrie, au Japon, à la Norvège et au Royaume-Uni”, www.oecd.org/sti/policy.
—— (2002), Benchmarking Industry-Science Relationship, Paris.
—— (2001), “Perspectives de la science, de la technologie e de l’industrie: les
moteurs de la croissance: technologies de l’information, innovation et entrepre-
nariat”, Perspectivas (número especial), Paris, STI.
POLANYI, M. (1967), The Tacit Dimension, New York, Doubleday Anchor.
RIP, A. y B. VAN DER MEULEN (1997), “The post-modern research system”, en:
R. BARRÉ; M. GIBBONS; J. MADDOX; B. MARTIN y P. PAPON (eds.), Science
in tomorrow’s Europe, Paris.
SHOVE, E. (2003), “Principals, agents and research programmes”, Science and
Public Policy, England, October, pp. 371-381.
VAN DER MEULEN, B. (2003), “New roles and strategies of a research council:
intermediation of the principal-agent relationship”, Science and Public Policy,
Vol. 30, N° 5, October, 10 Watford Close, Guildford, Surrey GU1 2EP, England,
Beech Tree Publishing, pp. 323-336.
—— (1998), “Science policies as principal-agent games. Institutionalization and
path dependency in the relation between government and science”, Research
Policy, 27, pp. 397-414.
—— y A. RIP (1998), “Mediation in the Dutch science system”, Research Policy,
27, pp. 757-769.
YUSUF, S. y K. NABESHIMA (2007), “How Universities Promote Economic
Growth”, World Bank.

MÓNICA CASALET 163


La educación en Ciencia y Tecnología
como derecho social en la economía
del conocimiento

Gabriel Baum1, Adolfo Nemirovsky2 y Nora Sabelli3

“¡Quiere decir que hay un montón de moléculas en el


aire que están chocando mí brazo todo el tiempo!” (un
niño de segundo año de secundaria –14 años– luego
de un laboratorio sobre dinámica molecular).

Introducción:
alfabetización científica y tecnológica

L os avances en la ciencia indican claramente que la separación


en las disciplinas tradicionales ya no es suficiente para enten-
der las nuevas teorías y las nuevas tecnologías. Si un país desea
acelerar su integración a una economía que provea de empleo de
calidad a la gran mayoría de sus habitantes, debe encarar reformas
a la educación en ciencias y tecnologías que faciliten ese cambio,
no sólo mejorar la preparación de sus futuros científicos y tecnó-
logos.
Desde hace algunos años, sobre todo en los países anglosajones
y en los países del norte de Europa, se está hablando de alfabeti-
zación científica y tecnológica. Se trata de una metáfora que alude
a la importancia que tuvo la alfabetización a fines del siglo XIX
para el desarrollo económico y el avance de sociedades más ricas
y equitativas. Así, la expresión designa a un tipo de saberes, de
capacidades o de competencias que, en nuestro mundo técnico-
científico, corresponderá a lo que fue la alfabetización en el siglo
pasado (Fourez, 1997).
La penetración masiva de la ciencia, de la matemática y de
las nuevas tecnologías en economías basadas en el conocimiento

1 Universidad Nacional de La Plata, La Plata, Argentina.


2 Latipnet, San José, California, EUA.
3 SRI International, Menlo Park, California, EUA.

165
influye en la vida diaria y en el trabajo de todos los ciudadanos,
no sólo en aquellos que contribuyen directamente a la creación de
estas nuevas tecnologías. Toda la fuerza productiva de un país
está involucrada de manera directa o indirecta con los efectos
de los nuevos conocimientos en la economía –ver, por ejemplo, el
impacto de la computadora personal (que no existía hace 30 años)
en todas las esferas laborales–. En consecuencia, la economía
del conocimiento implica que la educación en ciencia y tecnología
equivale a un derecho social necesario para participar y contribuir
a la vida ciudadana.
Este artículo sugiere que este derecho social tiene implicaciones
importantes para las pedagogías a emplear en la educación en
general y en las herramientas que se utilizan para implementar
las nuevas pedagogías. Por otra parte, las dificultades del sistema
educativo para producir egresados bien preparados para insertarse
adecuadamente en la sociedad actual, y su consecuencia directa
expresada en términos de escasez de recursos humanos calificados
para la producción, muestran que es imposible concebir la nueva
economía sin repensar la educación, en especial la educación en
ciencias, matemáticas, ingeniería, y tecnología, si se quiere que la
sociedad sea democrática y equitativa.
No basta ya considerar a un individuo como alfabetizado solo en
base a sus conocimientos de lectura y escritura. La definición de
alfabetización ha cambiado en el curso de los siglos; la definición
en uso corriente es una creación del Siglo XVI que evolucionó con
la invención de la imprenta, y que ha sobrevivido a lo largo del
Siglo XX. La economía del conocimiento en el Siglo XXI exige un
grado de alfabetización mínimo que incluya conocimientos básicos
de matemática, ciencia y tecnología, así como el uso de ciertas
herramientas informáticas para acceder y manipular información
y conocimiento.
Además, van tomando una importancia cada vez mayor la
capacidad de abstracción y pensamiento crítico, y la habilidad
de entender y de construir modelos y de manipular simulaciones
de sistemas complejos como el medio ambiente, y los sistemas
capaces de proveer servicios a organizaciones (ver, por ejemplo,
la importancia que asigna IBM a lo que se llama service sciences
–Sphorer, Maglio y Gruhl, 2007; Spohrer et al, 2006, Spohrer y
Riecken, 2006; Chesbrough y Spohrer, 2006). Las organizaciones
que abordan este desafío se tornan crecientemente complejas,

166 LA EDUCACIÓN EN CIENCIA Y TECNOLOGÍA COMO DERECHO SOCIAL


significativamente dependientes las unas de las otras, y de la
interacción y comunicación tanto entre individuos como entre
individuos y máquinas.

1. El conocimiento de la
economía del conocimiento
La evolución de la ciencia ha sido siempre predicada en térmi-
nos de avances tecnológicos y metodológicos. Las implicaciones de
este paralelismo son particularmente importantes ahora cuando
los avances tecnológicos están abriendo nuevas áreas para la
experimentación, las que a su vez redefinen los problemas que se
pueden enfocar y resolver científicamente. Los avances recientes
en la escala nano son un buen ejemplo en ese sentido (www.nano.
gov, 2007; The Royal Society, 2004; Shank et al., 2005; Roco, 2003).
El uso de nanomateriales tiene una larga historia –por ejemplo,
las ventanas de vidrios de colores en las catedrales medievales se
basan en las propiedades de estos vidrios en escala nano–. Sin
embargo, el desarrollo de nuevas herramientas (por ejemplo, el
microscopio STM4) que permiten manipular materiales en escalas
cada vez más pequeñas, está transformando el diseño de nuevos
materiales e incrementando sustancialmente la importancia de la
nanotecnología en la industria manufacturera.
Un área más madura que la nanotecnología, en la cual los
avances tecnológicos han conducido a un cambio significativo en
el tipo de problemas susceptibles al análisis científico, es el estu-
dio de sistemas complejos (Waldrop, 1992; Holland, 1998; Doll,
1993; Mainzer, 2004). Es decir, el estudio de los sistemas en los
cuales tiene primacía la interconexión de sus componentes y no las
características individuales de estos componentes. Estos sistemas
dependen de retroalimentación (feedback), responden a causas múl-
tiples, o bien reflejan otros conceptos tales como múltiples niveles
interconectados entre si, o en los cuales diferentes niveles actúan
en múltiples escalas temporales, y son fundamentales para la
comprensión de importantes fenómenos sociales –la ecología es el
ejemplo típico, pero no el único– (Kaput, 1994; Kaput et al., 1999;
McMurty, 2007).

4 http://en.wikipedia.org/wiki/Scanning_tunneling_microscope.

GABRIEL BAUM, A DOLFO NEMIROVSKY Y NORA SABELLI 167


Los acelerados avances en las ciencias, además de su crítico
impacto en el desarrollo industrial del mundo económicamente
globalizado, son de alta importancia para la productividad social,
así como para el desarrollo de las habilidades ciudadanas necesa-
rias para negociar qué tipo de sociedad tecnológica y científica se
desea generar. La Royal Society del Reino Unido (1985) concluye
que la alfabetización científica “puede ser un elemento importante
para promover la prosperidad de una nación y para aumentar la
calidad de las decisiones públicas y privadas, además de enriquecer
el calidad de vida de los individuos”. También indica,
Las diferencias entre quienes consideran la alfabetización científica como
el conocimiento, las aptitudes y actitudes esenciales para una carrera pro-
fesional científica o técnica, y quiénes la consideran como el acceso y
comprensión de la lectura de materiales con dimensiones científicas y/o
tecnológicas, incluyendo la capacidad de evaluar esos materiales de manera
que ello resulte en decisiones prácticas, incluyendo el voto democrático.
(London Royal Society, 1985)
Consideramos que la segunda definición propuesta por la Royal
Society indica la manera en que una sociedad puede convertirse
exitosamente en una sociedad basada en el conocimiento. Esta
definición hace hincapié en la capacidad de la sociedad en general
para utilizar el conocimiento generado, y aumentar así la demanda
interna de su uso, en un circuito virtuoso que es el paso crucial
tanto para el mantenimiento del avance económico cuanto para el
bienestar general de la sociedad. Dado el caso, es necesario enten-
der lo mejor posible las implicaciones cognitivas y pedagógicas del
desarrollo de la educación en ciencias, al mismo tiempo que se con-
sideran las inversiones en industrias basadas en avances científicos
y tecnológicos. El tiempo necesario para educar en forma adecuada
a la fuerza laboral requerida es más bien largo, y usualmente se
convierte en el cuello de botella de la implementación de planes de
crecimiento acelerado.
La educación necesaria para la formación del plantel laboral en
todos sus niveles, también contribuye directamente a:
(a) aumentar la demanda del desarrollo de tecnología, en particular
de la informática, ya que el uso de la informática educativa es
crucial para alcanzar, en tiempo razonable, el desarrollo eco-
nómico planteado;

168 LA EDUCACIÓN EN CIENCIA Y TECNOLOGÍA COMO DERECHO SOCIAL


(b) renovar en forma profunda las bases de conocimientos requeri-
das para la preparación de maestros y profesores capaces de lle-
var a cabo su parte en un programa de desarrollo económico.
Es decir, es necesario contemplar desde un comienzo la infra-
estructura humana, sin la cual la infraestructura tecnológica no
podrá funcionar óptimamente.
Una manera de comenzar el desarrollo de esta infraestructura
humana, es abordar directamente los objetivos y el contenido del
currículo de la educación media y superior que se deducen de la
nueva ciencia. Las disciplinas tradicionales están evolucionando
y sus limites, tal como aparecen en los textos educativos, están
basados en los conocimientos de los siglos anteriores al XX y
están siendo reformulados y aún eliminados: la bioquímica y la
ciencia de materiales son prácticas divergentes de la química; hay
un nuevo sistema de ciencias de nombres complejos –tales como
bioingeniería y bioinformática, socioeconomía, socioinformática–;
el tiempo es una variable crítica en el estudio profundo de sistemas
dinámicos, incluyendo la evolución del universo físico y la evolución
de sistemas políticos. La experimentación matemática –es decir, el
uso de simulación y modelación– al igual que las visualizaciones
que permiten combinar representaciones múltiples de conceptos
abstractos, son armas poderosas para profundizar y acelerar no
solamente la práctica científica, sino también el aprendizaje y la
enseñanza.
Más aún, como resultado de avances en el estudio de los siste-
mas complejos, parte de la ciencia actual responde a modelos con
elementos lógicos o algorítmicos elementales y accesibles, tales
como acontecimientos aleatorios. La inclusión de visualización en la
simulación de fenómenos complejos permite una exploración visual
de esos fenómenos y de los límites de aplicación de los modelos uti-
lizados. Esta metodología es tan importante que ha llegado a ser
común en el discurso científico, al punto que se considera a la expe-
rimentación matemática o al uso experimental de las simulaciones
por computadora como una tercera base (distinguible de la teoría y
del experimento físico) en el triángulo utilizado comúnmente para
describir las metodologías de científicas de fines del Siglo XX.
En definitiva, la compartimentación de la ciencia en las disci-
plinas existentes está siendo desafiada por avances metodológicos
y científicos, en tanto que simulación y modelación se van consti-
tuyendo en bases indispensables para toda la ciencia moderna. En

GABRIEL BAUM, A DOLFO NEMIROVSKY Y NORA SABELLI 169


consecuencia, es concebible que un plan de estudios de la ciencia
basada en modelación pueda atenuar los conocidos problemas que
surgen de los planes actuales. El uso de los mismos métodos en
disciplinas diferentes promete convertir el aprendizaje de la cien-
cia en un esfuerzo único, fundado en una visión unificadora de la
interacción entre teoría, modelos, mediciones y datos, con ventajas
obvias para la retención y la comprensión por parte de estudiantes,
de los conceptos científicos.
Dos temas ya mencionados son útiles para contemplar esta
tarea. Uno es el papel de la experimentación matemática en la
ciencia contemporánea, el otro son los sistemas complejos. Ambos
están directamente relacionados con los problemas y decisiones
científicas que enfrentarán los ciudadanos del Siglo XXI en la
vida en sociedad y en sus decisiones personales. Cualquiera de
estos temas se puede utilizar como lente para examinar planes de
estudios, para adaptarlos a la evolución de la ciencia y para rela-
cionarlos con las nuevas metas de la educación en ciencias.
Aunque superficialmente modelación y complejidad parezcan
diferentes, de hecho están relacionados: complejidad se refiere a la
naturaleza de un fenómeno; modelación es una manera de pensar el
estudio de espacios conceptuales complejos. Los sistemas complejos
y la modelación proveen de métodos sistemáticos con los cuales
profundizar planes de estudios, en contraposición con los currículos
agobiantes, concebidos como agregados de temas individuales. Esta
profundización es parte de propuestas de planes de estudios más
conceptuales –basados por ejemplo en conservación de materia y de
energía, intercambios energéticos, relación entre forma y función–
comunes a varias disciplinas. Las disciplinas involucradas, así
enfocadas, pueden contribuir a desarrollar experiencias educativas
coherentes dentro de un marco común y proveer a los estudiantes
de herramientas conceptuales para entender un mundo cada vez
más complejo y cambiante. Puesto que todos tratamos a diario con
modelos de sistemas (reales) complejos, seamos conscientes de ese
hecho o no, el uso de modelos en la educación general constituye
una acción positiva para conectar una ciencia con las otras, para
conectar la ciencia escolar con la realidad externa, y para acelerar
el desarrollo cognitivo de los estudiantes.
Muy pocos de los avances conceptuales mencionados están
incorporados en las prácticas de la educación pre-universitaria,
e incluso en la universitaria, con excepción de la preparación de

170 LA EDUCACIÓN EN CIENCIA Y TECNOLOGÍA COMO DERECHO SOCIAL


especialistas altamente entrenados en algunas áreas científicas. En
tanto un país no tenga una base sólida para estudiar y profundizar
las aplicaciones de estos conceptos en la educación en ciencias,
no podrá optimizar el desarrollo de una economía basada en el
conocimiento. Para que tal conocimiento sea eficaz, hace falta una
base cognitiva sólida y adecuada, y esta a su vez requiere de un
plantel que actualice las investigaciones y asegure su integración
con la práctica educativa.
La economía del conocimiento exige una alfabetización superior
que incluye conocimientos básicos de matemática, ciencia y tecno-
logía, y el uso de ciertas herramientas informáticas para acceder y
manipular información y conocimiento. Además, va tomando una
importancia cada vez mayor la capacidad de abstracción y pensa-
miento crítico, y la habilidad de entender y de construir modelos
matemáticos y de manipular simulaciones de sistemas complejos.
Esto puede ser visto como una forma de manipular estos sistemas
para entender su comportamiento, y cómo este comportamiento
puede ser afectado por ciertos cambios en variables internas y
externas, en las reglas del juego que definen el comportamiento del
sistema, etcétera. Los países que logren alfabetizar a sus ciudada-
nos bajo estos estándares, serán aquellos que logren capitalizar los
frutos de la economía del conocimiento para incrementar su riqueza
y mejorar la distribución de la riqueza generada.

2. Componentes de una infraestructura


coherente para que la sociedad pueda
aprender a aprender
Un problema de la magnitud propuesta –magnitud sin duda
necesaria para el éxito económico deseado–, no se puede solucio-
nar de manera reduccionista, en un solo paso, y con expectativas
de éxito inmediato. Hace falta un planeamiento coherente que
integre y utilice la mayoría de los diversos mecanismos que provee
la sociedad actual, con el objeto de acumular sus beneficios. Por
ejemplo, hacen falta subsidios a museos regionales y locales para
que se conviertan en centros de actualización científica para padres
y maestros, apoyo a una televisión educativa seria que permita
a los individuos obtener nuevas competencias, presupuestos que
reconozcan que los educadores necesitan tiempo libre y recursos

GABRIEL BAUM, A DOLFO NEMIROVSKY Y NORA SABELLI 171


para educarse, etcétera. Hacen falta también inversiones en inves-
tigación pedagógica para formar expertos capaces de mantener la
calidad del sistema, y avances tecnológicos en el campo laboral
que se beneficien de subsidios tripartitos (universidad, educación
terciaria no universitaria, empresas de producción, editoriales y
mecanismos de diseminación, y otros).
Es necesario enfatizar que estos mecanismos deben ser desa-
rrollados con base en un plan de largo alcance, que asegure su
interacción y su calidad. Estas características constituyen la única
base sobre la cual se puede esperar que los efectos positivos sean
aprovechados por la sociedad en general, y que los efectos negativos
no sean replicados por falta de información. En otras palabras, la
infraestructura que sea provista por el gobierno federal necesita
hacer uso del desarrollo tecnológico y cognitivo de redes sociales
y de conocimiento –fomentar la creación de lo que se llama distri-
buted knowledge systems– que permitan a múltiples individuos e
instituciones contribuir a un todo que es mayor que la suma de
sus partes.
En este sentido, resulta claro que hay que aprovechar los esfuer-
zos internacionales, particularmente en Sudamérica, para confor-
mar mercados e instituciones comunes que faciliten economías de
escala, apoyen a nodos locales de competencia complementarios,
y permitan sumar recursos para desarrollar áreas de excelencia
a nivel internacional.

3. Fuerza de trabajo competente para la


economía del conocimiento
Hay dos razones por las que el aprendizaje en la sociedad del
conocimiento debe ser necesariamente holístico. Una es que la
actualización del aprendizaje se vuelve cada día más una actividad
permanente, desarrollada a lo largo de toda una vida, y que se
refleja de manera distinta en diferentes generaciones y esferas de la
vida privada, pública o laboral. La otra razón es que el conocimiento
es cambiante, quizás no lo fuera a mediados del siglo pasado, pero
lo es en este momento en que los paradigmas de la ciencia y sus
disciplinas están cambiando.
En consecuencia, el objetivo de las inversiones educativas no
debería ser solamente la mejora de las instituciones tradiciona-

172 LA EDUCACIÓN EN CIENCIA Y TECNOLOGÍA COMO DERECHO SOCIAL


les de la educación formal tales como escuelas, universidades y
las prácticas de entrenamiento laboral; sino que deberá abarcar
también otras formas de educación terciaria, de aprendizaje infor-
mal (AAAS, 2005) y específicamente de aprendizaje para el uso
de las tecnologías de la información y comunicación (TICs). En
este último aspecto es importante reconocer que no se trata de
promover una alfabetización digital (es decir, aprender a operar
la tecnología), sino también de habilidades cognitivas superiores
relacionadas con aprender y comprender que significa vivir en una
sociedad cada vez más compleja e interdependiente, digitalizada
y que funciona en red. Esto vale tanto para los estudiantes como
para los educadores.
En Latinoamérica en particular, hay una urgente necesidad
de cambios educacionales profundos, comenzando por garantizar
niveles mayores de educación y de entrenamiento para toda la
población, y también de desarrollar las nuevas habilidades y com-
petencias requeridas para asegurar la competitividad de la región
y el acceso a las nuevas oportunidades globales (por ejemplo, la
industria del software y otros segmentos intensivos en conoci-
miento). El desarrollo de la sociedad del conocimiento y la amplia
difusión de las TICs dan lugar a nuevas competencias y habilidades
digitales, necesarias para el empleo, educación y entrenamiento,
y participación en la sociedad.

3.1 ¿Por qué hablamos de educación para el trabajo,


y no de entrenamiento vocacional?

Los beneficios de la educación, universitaria y pre-universitaria


son, o deberían ser, aprender a aprender, buscar, utilizar, evaluar
y comunicar información. Los objetivos del entrenamiento son, por
contraste, compensatorios y de alcance limitado (Studies in Higher
Education, 1998). Fundamentalmente, los objetivos del aprendizaje
y del entrenamiento son compensar las limitaciones de la educación
escolar básica y acortar la distancia entre la preparación vocacio-
nal y la preparación académica, proveyendo un rudimento de esta
última orientado hacia objetivos inmediatos. Esto no es suficiente
para responder a la naturaleza de las demandas de una tecnología
que integra el rápido desarrollo de las ciencias en las cuales se basa.
En particular, eso va en contra de la necesidad de habilidades y
competencias transferibles requeridas por eficiencias tecnológicas

GABRIEL BAUM, A DOLFO NEMIROVSKY Y NORA SABELLI 173


basadas en la rápida adaptación de la manufactura (o del soft-
ware) al mercado, sobre todo si se tiene en cuenta la importancia
del diseño de soluciones individuales para distintas empresas de
un mismo sector. Esta flexibilidad contrasta con las concepciones
previas de eficiencia basada en el uso continuo de equipos para la
producción en escala masiva.
Esto no significa que aprendizaje y entrenamiento vocacional
no sean útiles; por el contrario, son fundamentales en todo planteo
de desarrollo industrial. Pero no son suficientes, deben plantearse
como una componente integral de la formación de una fuerza labo-
ral adecuada; más aún, son fundamentales para su desarrollo, ya
sea para permitir una distribución equitativa de los beneficios
económicos previstos, como para remediar el problema de la baja
preparación secundaria de la mayoría de los jóvenes (OECD, 1997;
Blondal, Field y Girouard, 2002). La posibilidad de múltiples puntos
de entrada a la preparación científica y tecnológica, que puedan
ser combinados con periodos de empleo relativamente bien remu-
nerado, es crítica para que el desarrollo industrial cree beneficios
sociales generalizados.
Más aún, dada la brecha conceptual que existe en la educación
universitaria entre lo académico y lo práctico, un mecanismo de
integración de lo intelectual con lo práctico promete beneficios
adicionales. Es importante, por lo tanto, analizar en detalle los
conceptos de “habilidad, competencia” (skill) y conocimientos
científicos mas básicos (knowledge) y, en particular, como los
unos se benefician de los otros. No se trata entonces de corregir
deficiencias en los planes de estudios, es necesaria una reforma
radical de los mismos.

3.2 Nueva infraestructura y herramientas para


acceso y manipulación de información y
apoyo a la generación de conocimiento

El aprendizaje del futuro en la sociedad del conocimiento, estará


moldeado por una serie de desafíos e innovaciones que comienzan
a tomar cuerpo en la actualidad y de las cuales es necesario tomar
debida cuenta para poder comprender y planear el futuro. Algunos
de los avances tecnológicos que sin dudas ya comienzan a influir
en la nueva infraestructura para el aprendizaje son (entre otros,
ver European Commission-Joint Research Center, 2006):

174 LA EDUCACIÓN EN CIENCIA Y TECNOLOGÍA COMO DERECHO SOCIAL


- la generalización del acceso a Internet de banda ancha;
- el Weblogging, Short Message Service (SMS) y el Multimedia
Message Service (MMS), los que se van transformando en las
principales fuentes de personalización de la información y de
conexión en redes interpersonales;
- la irrupción del “podcasting” (audio y video) que provee oportu-
nidades –mayormente inexploradas aún– para el aprendizaje
través de medios digitales móviles;
- la disponibilidad de software y contenidos “open source” (por
ejemplo, Wikipedia, Open Content-UNESCO), y el almacena-
miento de información potencialmente ilimitado y barato; y,
- la aparición de nuevos productores de contenidos en Internet
que experimentan con servicios que poseen implicaciones cla-
ramente educativas (Google Scholar, Google University Search,
Yahooligans!, o Yahoo! Webguide, etc.).
Algunos de los usos más importantes para el desarrollo cientí-
fico y tecnológico basados en estos avances ya están bien estable-
cidos. Conceptos tales como “redes de conocimiento” e “inteligencia
distribuida” han dado lugar a mecanismos de colaboración que
pueden ser críticos para la inserción de investigadores y empresas
en el esquema global de desarrollo tecnológico. A este respecto,
pueden considerarse por ejemplo las propuestas de open source
software y más aún, open source research (ver Silicon Valley Open
Source Research Project5 y también Open Source Science: A New
Model for Innovation6).
En este contexto, aparecen las visiones de diversos países y
regiones acerca de la infraestructura de la futura sociedad del
conocimiento. De particular interés es la visión finlandesa que
es una vanguardia de la visión regional de la Unión Europea,
denominada Ambient Intelligence, que integra la direcciones de
desarrollo tecnológico conectando hombres, máquinas y sensores
en redes heterogéneas y ubicuas, dando principal importancia a
las interfaces amigables y centradas en las personas.
Debemos destacar nuevamente que el objetivo a seguir en los
procesos de aprendizaje no debe ser solamente el entrenamiento
en el uso de nuevas herramientas, que es necesario y muy valioso;

5 http://www.cob.sjsu.edu/OpenSource/.
6 http://hbswk.hbs.edu/item/5544.html y http://www.altfutures.com/2029/
Open%20Source%20Research.pdf.

GABRIEL BAUM, A DOLFO NEMIROVSKY Y NORA SABELLI 175


sino la capacidad de entender como funcionan esas herramientas,
interrelaciones entre ellas, capacidad de interpretación de datos que
se generan en experimentos o análisis usando estas herramientas,
de capacidad de diseño de nuevas herramientas, etcétera. Así sobre
todo, nos interesa desarrollar la capacidad de aprender a aprender,
con espíritu critico, y siguiendo objetivos claros (e.g., proyectos que
generen valor en el mercado o en la sociedad, preparación para
empleos de calidad que requieren flexibilidad y adaptación).
Los desafíos y las tendencias tecnológicas indicadas deben sin
dudas ser abordadas por los países latinoamericanos. Sin embargo,
esto sólo tendrá impacto en la medida que se atiendan los desa-
fíos y tendencias sociales de la región, los que tienen un impacto
sustancial para el aprendizaje actual y del futuro. Así, junto con
la emergencia de nuevas habilidades y competencias ya mencio-
nadas, es necesario atender a las enormes diferencias sociales y a
las no menores porciones de la sociedad excluidas de los sistemas
educativos y de desarrollo social. Sin atender estas problemáticas
es factible que el desarrollo de las tecnologías solamente aumente
las brechas digitales y sociales existentes.
Algunas de las políticas iniciadas últimamente en países como
Argentina y Brasil parecen ir en la dirección correcta, sin embargo,
todavía resta mucho por andar. Resulta fundamental un aumento
sostenido de los presupuestos para la educación, formación profesio-
nal y entrenamiento. La disminución de estos presupuestos redundó
en épocas recientes en una baja en la calidad de la educación y
dieron lugar a una tendencia a la privatización de la educación; la
que por otro lado, no generó un aumento en la calidad educativa,
particularmente en el nivel universitario. Cabe hacer notar que
la privatización de la educación universitaria y pre-universitaria
es particularmente nefasta en las áreas de ciencias y tecnología
que dependen de laboratorios experimentales y de acceso a equipos
modernos.

Conclusión
La lucha por obtener una fuerza de trabajo capacitada se está
transformando en una disputa feroz a escala mundial. Es necesario
entonces realizar esfuerzos importantes para construir ambientes
de educación, trabajo y de vida adecuados, tanto para preservar los

176 LA EDUCACIÓN EN CIENCIA Y TECNOLOGÍA COMO DERECHO SOCIAL


recursos propios como para atraer personas especializadas de otros
países. Al mismo tiempo, es importante posibilitar que la gente se
mueva en busca de educación y conocimientos científicos y tecno-
lógicos en cualquier lugar del mundo, luego regresando al país, o
formando parte de la red global de conocimiento de profesionales
argentinos o latinoamericanos en el exterior, que debe ser aprove-
chada y vista como un recurso valioso para el país y la región.
¿Cómo ir transformando la educación, adaptándonos a los
requerimientos del siglo XXI, y creando las capacidades en el
país y la región para aprovechar las oportunidades que genera la
sociedad del conocimiento? Intervenciones esporádicas o ad-hoc
–como el desarrollo de materiales o talleres aislados– no conducen
necesariamente a cambios permanentes. Un cambio masivo, a rea-
lizarse con recursos necesariamente limitados, requiere un enfo-
que infraestructural y sistémico que vaya creando focos exitosos
capaces de ser replicados. La experiencia indica claramente que
recursos distribuidos en cientos de proyectos aislados, si bien con-
ducen a la mejora de la educación, no conducen a su reforma. Los
mismos recursos, utilizados dentro de una estrategia de reforma,
pueden conducir a un cambio paulatino y sostenible que, a más
largo plazo, beneficia a todos.
Finalmente, mencionaremos las siguiente premisas como ele-
mentos básicos para impulsar una reforma: a) enseñar ciencia,
tecnología y matemáticas de manera integral, para que lo que se
aprenda en una se pueda reforzar en otras; b) enseñar ciencias en
base a problemas concretos que ayuden a poner en claro la utilidad
social de la ciencia, y que puedan contribuir a mejoras locales, c)
concebir una estructura que sea sostenible, reproducible, y transpa-
rente, y que permita que los maestros y profesores reciban el apoyo
continuo que necesitan para cambiar sus prácticas y d) enseñar
desde edad temprana (inclusive ya en la escuela primaria) como
crear modelos de sistemas complejos, y desarrollar e interpretar
(que es aún más difícil e importante) modelos de simulación de estos
sistemas7. Por sobre todo, enfatizar que el objetivo que se persigue
es crear la capacidad y confianza para aprender a aprender en el
resto de la vida.

7 Esto podría ser una extensión natural de la experiencia de los niños que están
acostumbrados a juegos por computadora, que en general son simulaciones
de sistemas complejos.

GABRIEL BAUM, A DOLFO NEMIROVSKY Y NORA SABELLI 177


Proyectos encarados de esta manera pueden jugar un papel
importante no sólo en la renovación del personal docente, sino
también en la creación de un liderazgo más comprensivo, y en la
creación de laboratorios pedagógicos para desarrollar la investiga-
ción educativa en el país. Para ello, deberá ser abordado en conjunto
con instituciones locales de nivel terciario y de educación informal
que faciliten el intercambio de personal y la doble responsabilidad
educativa y de investigación.

Bibliografía
AAAS (2005), Preparing Women and Minorities for the IT Workforce: The Role
of Nontraditional Educational Pathways, http://www.aaas.org/publications/
books_reports/ITW/.
BLÖNDAL, S.; S. FIELD y N. GIROUARD (2002), “Investment in Human Capi-
tal Through Upper-Secondary and Tertiary Education”, Economic Studies, N°
34, OECD.
CHESBROUGH, H. y J. SPOHRER (2006), “A Research Manifesto for Services
Science”, Comm. ACM, July, pp. 35-40.
DOLL, W. E. Jr. (1993), A Post-modern perspective on Curriculum, Teachers Col-
lege press.
EUROPEAN COMMISSION, JOINT RESEARCH CENTER (2006), The Future
of ICT and Learning in the Knowledge Society, octubre, Sevilla.
FOUREZ, G. (1997), Alfabetización Científica y Tecnológica. Acerca de las finali-
dades de la enseñanza de las ciencias, Buenos Aires, Ediciones Colihue.
HOLLAND, J. (1998), Emergence: From Chaos to Order, Addison-Wesley.
KAPUT, J.; BAR-YAM, Y.; JACOBSON, M.; JAKOBSSON, E.; LEMKE, J. y
WILENSKY, U. et al. (1999), “Planning documents for a National Initiative on
Complex Systems in K-16 Education”, http://necsi.org/events/cxedk16/cxedk16.
html.
KAPUT, J. J. (1994), “Democratizing access to calculus: New roads to old roots”,
en: A. H. SCHOENFELD (ed.), Mathematical thinking and problem solving, New
Jersey, Hillsdale; Ballston, VA, Erlbaum, pp. 77-156.
LONDON ROYAL SOCIETY (1985), The Public Understanding of Science.
MAINZER, K. (2004), Thinking in Complexity: the Computational Dynamics of
Matter, Mind, and Mankind, EE.UU., Springer.
MCMURTY, A. (2007), http://complexityandeducation.ualberata.ca/glossary.
htm
OECD (1997), Education policy analysis 1997 –Responding to new demand in terti-
ary education, http://www.oecd.org/LongAbstract/0,2546,en_2649_34859749_
35755405_1_1_1_1,00.html.

178 LA EDUCACIÓN EN CIENCIA Y TECNOLOGÍA COMO DERECHO SOCIAL


ROCO, M. C. (2003), “Converging science and technology at the nanoscale: Oppor-
tunities for education and training”, Focus on Nanotechnology, 21 (10), pp. 1247-
1249.
ROYAL SOCIETY Y ROYAL ACADEMY OF ENGINEERING (2004), “Nano-
science and Nanotechnologies: Opportunities and Uncertainties”, www.nanotec.
org.uk/finalReport.htm.
SCHANK, P., ROSENQUIST, A., SABELLI, N., CORMIA, R., PATTON, C.,
STANFORDET et al. (2005), “Report of the Workshop on Science and Technol-
ogy Education at the Nanoscale. Menlo Park, CA: SRI International”, www.
nanosense.org/documents/reports/NanoWorkshopReportDraft.pdf.
SPOHRER J. y D. RIECKEN (2006), “Special Issue: Services Science”, Comm.
ACM, July, pp. 30-32.
SPOHRER, J. et al. (2006), “Convergence and Coevolution: Towards a Services
Science”, en: M. C. ROCO y W. S. BAINBRIDGE (eds.), Nanotechnology: Societal
Implications 1: Maximizing Benefits for Humanity, Springer.
SPOHRER, J.; P. MAGLIO y D. GRUHL (2007), “Steps Toward a Science of
Service Systems”, Computer, Vol. 40, N° 1, January, IBM Almaden Research
Center, pp. 71-77.
STUDIES IN HIGHER EDUCATION (1998), Key Skills and Curriculum Reform,
Vol. 23, N° 3.
WALDROP, M. (1992), Complexity: The Emerging Science at the Edge of Chaos
and Order, Touchstone Press.
WWW.NANO.GOV (2007), http://www.nano.gov/NNI_06Budget.pdf [fecha de
consulta: el 15 de abril de 2007].

GABRIEL BAUM, A DOLFO NEMIROVSKY Y NORA SABELLI 179


Segunda Parte
Políticas de construcción
de redes ciencia-industria.
El caso de los Consorcios CONACYT de México1

Federico Stezano
FLACSO, México

1. Introducción

E xiste actualmente la percepción de que el progreso técnico es el


factor determinante del crecimiento económico a largo plazo; y
por añadidura, de la mejora de los estándares y la calidad de vida.
Al respecto, se ven a las actividades de investigación y desarrollo
(en adelante, I+D) como la mayor fuente de producción de conoci-
miento e ideas necesarias para sustentar el progreso tecnológico.
Distintos modelos teórico-analíticos arrojan suficiente evidencia
sobre la relevancia del progreso técnico para el crecimiento de la
productividad. Sin embargo, existe todavía la necesidad de mejorar
la comprensión sobre los proceso de producción de conocimiento, las
conexiones entre la I+D, la tecnología y su difusión, la magnitud
de la contribución de la tecnología al crecimiento económico, y el
rol de la intervención pública en el avance del progreso tecnológico
(Fahrenkrog y otros, 2002).
Hay entonces un relativo consenso sobre la relevancia cre-
ciente que tienen en la conformación de ventajas dinámicas de las
economías actuales, la generación de procesos de conocimiento
y aprendizaje (y en particular en estos últimos, el peso de la
generación de mecanismos de difusión de conocimientos tácitos),

1 Este artículo se ha realizado en el marco del Proyecto de Investigación del


CONACYT “Nuevas tendencias en el diseño y financiamiento de las políticas
públicas para la investigación”, Fondo I0002, Clave 000000000024028 del
15 de noviembre de 2006.

183
así como la innovación continua apoyada en esos dos procesos2.
En este contexto, no sorprende el creciente interés (reflejado en
distintos estudios sobre ciencia y tecnología –en adelante CyT–)
por el nuevo enfoque de la innovación. Según esta visión, la inno-
vación se concibe como un proceso interactivo que involucra a
todos los actores significativamente relevantes de un sistema de
innovación: empresas, universidades, institutos de investigación
públicos y privados, gobiernos locales y federales, sociedad civil.
Desde la visión de fases secuenciales y consecutivas, propuesta en
el llamado proceso lineal de la innovación y legitimada desde el
llamado contrato social de la ciencia (Guston, 2000), se ha pasado
a una visión en donde los procesos innovativos se construyen desde
la colaboración de actores, y a partir de la construcción de redes
de conocimientos entre los actores.
En este contexto (que puede analíticamente sintetizarse en el
concepto de economía del conocimiento3), se ha generado un cre-
ciente proceso de construcción de redes de conocimiento entre diver-
sos actores vinculados con su producción y difusión (De Bresson y
Amesse, 1991, Bianchi y Bellini, 1991; Lam 2002; Cimoli, 2005).
Las redes aparecen así como la forma organizacional privilegiada
de la economía del conocimiento en que enmarcan los procesos de
innovación. El concepto de redes, recalca el rol de la cooperación,
la coordinación y la competencia para el cambio y la mejora del
desempeño económico. Los acelerados cambios en las condiciones
del mercado y la mayor especialización, lleva a las empresas a
adaptarse e/o innovar de forma continua. A las empresas les cuesta
mucho generar individualmente todo el conocimiento pertinente
para innovar. Así, para reducir riesgos y acortar los tiempos que
supone llevar un producto al mercado, las empresas se apoyan cada
vez más en el conocimiento y el know-how de otras empresas, y
también de organizaciones científicas del sector público (Cimoli,
2005)4.

2 Sobre el peso gravitante y la configuración de los conocimientos, aprendizajes


e innovación en la economía y sociedad actual; ver las discusiones detalladas
en este libro, tanto en el artículo de Yoguel, Erbes y Robert, como en el de
Baum, Nemirovsky y Sabelli.
3 A este respecto, se recomienda la discusión referida al tratamiento histórico
que se le ha dado al peso del conocimiento en la economía que se encuentra
en la introducción de este libro.
4 Estas redes tienen un pasado reciente. Antes, los laboratorios de investigación
de las empresas daban un apoyo tecnológico auto-suficiente para el desarrollo
de productos. En los últimos años, el progreso técnico y la expansión del mer-

184 POLÍTICAS DE CONSTRUCCIÓN DE REDES CIENCIA-INDUSTRIA


En tanto las empresas requieren cada vez más de fuentes
externas de innovación, forman redes con instituciones científicas
para atender a sus necesidades de corto plazo para el desarrollo
de productos y la investigación a largo plazo (Etzkowitz y Leydes-
dorff, 1997). Es en ese entorno, que la investigación científica se
ha erigido como una instancia central para el desarrollo indus-
trial y el crecimiento económico sostenido. Universidades y otras
instituciones de ciencia pública contribuyen a la competitividad
de las industrias. La mayoría de esas contribuciones son a las
industrias de base científica. Ellas son las que recogen la mayor
parte de los insumos cognoscitivos que utilizan, de resultados de
la investigación científica.
Paralelamente, la nueva visión de la innovación ha llevado a
una evolución en las políticas nacionales en ciencia y tecnología
(CyT). Se ha constituido en ellas un nuevo modelo basado en la
colaboración entre actores. Esta se apoya en diversos instrumen-
tos y organizaciones intermedias o limítrofes (Guston, 2000) que
articulan las diversas interacciones de todos los agentes clave de
la innovación. Esos procesos de intermediación articulan de nueva
forma las relaciones entre la esfera política y la científica (superado
el modelo político centrado en el contrato social de la ciencia), y
se han instituido como un espacio central de articulación de las
distintas demandas que la economía y la sociedad le hacen a la
ciencia5.
En la mayoría de las economías, las políticas tecnológicas
han buscado la unión de la arena científica con la investigación
comercialmente aplicada. El desarrollo tecnológico y de la innova-
ción depende cada vez más, de la habilidad para utilizar el nuevo
conocimiento producido y combinarlo con el reservorio de conoci-
miento que disponen las empresas. Para tal fin, las capacidades de
absorción, transferencia y habilidad para aprender por medio de la
interacción, son elementos de éxito para la innovación. El conoci-
miento nuevo y comercialmente útil, es resultado de la interacción

cado en áreas donde la innovación está directamente ligada con la ciencia, ha


llevado que empresas como las de la biotecnología, los nuevos materiales, la
farmacéutica y el software; tengan especial interés en promover la cooperación
continua con los investigadores, por sobre el reclutamiento de universitarios
graduados (Lundvall, 2002).
5 Un análisis más extenso y detallado de los actuales procesos organizacionales
de intermediación y arreglos institucionales, y cómo se analiza a éstos desde
la teoría principal-agente; puede encontrarse en este libro en el artículo de
Casalet.

FEDERICO STEZANO 185


y los procesos de aprendizaje entre varios actores de un Sistema
Nacional de Innovación; en donde las universidades y otras insti-
tuciones científicas de carácter público, como mayores productores
de conocimiento, se consideran que aportarán crecientemente a
esos procesos (Enterprise DG et al., 2001).
Los distintos instrumentos políticos surgidos en ese contexto
buscan crear sinergias entre los agentes de la innovación, y la
adecuación institucional y organizacional con base en la re-estruc-
turación y definición de prioridades estratégicas (nacionales,
regionales y sectoriales); las que se manifiestan en la promoción
de proyectos de investigación en distintas áreas innovadoras del
conocimiento (Casalet, 2005). Así, en esa búsqueda por nuevas
formas institucionales y organizativas, han aparecido instrumentos
de diversa naturaleza, pero que, distintivamente, se caracterizan
por:
1) intentar coordinar las actividades en CyT y adecuar las estruc-
turas nacionales, regionales y sectoriales dispersas,
2) mostrar un nuevo papel de las instituciones gubernamentales
en la planificación y control estratégico de la competitividad y
eficacia de las instituciones encargadas de ejecutar la investi-
gación,
3) buscar la concordancia de los objetivos propuestos por los nuevos
instrumentos políticos en CyT con los objetivos definidos como
prioritarios para un sector industrial, una región o un grupo o
sector social,
4) un financiamiento de carácter predominantemente mixto
público-privado,
5) la presencia creciente de evaluaciones a las investigaciones,
instituciones e investigadores involucrados en los programas,
6) una nueva dinámica en la investigación, que incluye la utiliza-
ción de conocimientos trans-disciplinarios, con conocimientos
de frontera,
7) el carácter inter-institucional de los proyectos; y
8) la presencia de instancias organizacionales intermedias que
vinculan partes con diferentes lógicas, incentivos y culturas
(Stezano, 2006).
De ese modo, este régimen de colaboración establecido entre
todos los actores clave de la innovación, ha generado un modelo
de gobernanza en el diseño de políticas en CyT, que contemplen el

186 POLÍTICAS DE CONSTRUCCIÓN DE REDES CIENCIA-INDUSTRIA


entorno más plural en términos de intereses y actores (Kazancigil,
1998), y que aborden temas prioritarios para el desarrollo de la
competitividad nacional (Casalet, 2004)6.
Dadas las debilidades analíticas que existen en la literatura
para comprender cabalmente los procesos socio-políticos que influ-
yen en el relacionamiento ciencia-industria, particularmente en
contextos institucionales en donde son poco habituales las relacio-
nes entre ambos sectores; este artículo analiza cómo se han dado
esas nuevas tendencias de políticas en CyT en México, a partir
del estudio de un instrumento concreto de política tecnológica que
busca crear redes entre la ciencia y la industria. Dicho programa
ha sido recientemente implementado por el Consejo Nacional de
Ciencia y Tecnología de México (CONACYT), llamado Consor-
cios de Innovación para la Competitividad7, y es conocido por el
nombre de Consorcios CONACYT. El programa integra acuerdos

6 El fenómeno de la economía del conocimiento no es unívoco ni extensible a


todos las actividades de todos los sectores de la economía ni a todos los proce-
sos económicos y sociales derivados de ellas. Así es claro que los sectores que
manejan alta tecnología se caracterizan por sus rápidos avances en el campo
del conocimiento, pero otros permanecen relativamente sub-desarrolladas
(David y Foray, 2002); tienen distintas estrategias y dinámicas organizativas
y menores contactos con instituciones de investigación del sector público. Del
mismo modo es clara la influencia que tienen los contextos institucionales (ver
al respecto la discusión desarrollada en este libro por Frederic Lessemann),
sobre las características centrales de las economías nacionales. Por ejemplo,
en América Latina esa adecuación institucional y organizacional que se da
tendencialmente en el mundo desarrollado en términos de políticas cientí-
ficas y tecnológicas, ha seguido otro rumbo. Mientras que en el período de
industrialización por sustitución de importaciones el modelo de políticas en
CyT se apoyaba en la promoción de oferta de conocimientos; en los años pos-
teriores a las reformas estructurales el modelo se desplazó totalmente hacia
la demanda de conocimientos. Esto muestra la persistencia de una concepción
lineal de la innovación que choca con la nueva visión de la innovación donde
por no concebirse opuestas, se combinan ambos tipos de medidas: de oferta
y de demanda de conocimientos (Cimoli, Ferraz y Primi, 2005).
No se desconocen estos hechos. Pero, como el instrumento político que se
analizará en este artículo se enclavan en actividades productivas en las que es
clave el manejo de tecnologías y conocimientos científicos; se asumen a estas
consideraciones teóricas sobre ese rol clave de las actividades de conocimiento
y su organización en redes, como las pautas analíticas de las conductas de
este tipo de actividades productivas de la economía.
7 Más allá de las distintas denominaciones que han recibido este tipo de pro-
gramas a nivel internacional (Consorcios, Centros de excelencia, Centros
de Competencia, Programas de Redes, Programas de Clusters), se entiende
de manera genérica a los Consorcios como: la institución, figura o instancia
organizacional creada por una política pública en CyT, en la que participan
empresas que comparten esfuerzos con organizaciones públicas de investi-
gación, y que contribuyen con distintos tipos y cantidades de recursos para
el apoyo de investigaciones en un área de conocimiento de interés común al
grupo de investigación conjunto (Stezano, 2006).

FEDERICO STEZANO 187


de investigación entre una empresa y una o más instituciones de
investigación pública. El análisis se centra en un caso específico:
un Consorcio en el que participaron 6 instituciones de investigación
y 2 empresas nacionales, que trabajaron en 14 proyectos de inves-
tigación. El estudio se estructuró en torno a tres ejes analíticos:
la construcción de redes de conocimiento, el régimen de políticas
tecnológicas, y la implementación organizacional de programas
en CyT que buscan promover la relación ciencia-industria. Desde
ellos, se espera ver las tendencias ya mencionadas que se siguieron
(o no) en el estudio de caso seleccionado.
El artículo se presenta en el siguiente orden. En primer lugar
se establecen las características con que se diseñó el programa y el
contexto en el que surgió. Seguidamente, se presentan los resulta-
dos del análisis del estudio de caso mencionado, para finalizar con
las principales conclusiones derivadas de ese análisis.

2. Panorama general de las relaciones


ciencia-industria en México
Existe un relativo consenso respecto a la relativa vigencia del
diagnóstico sobre el sistema mexicano de innovación efectuado en el
año 2000. De acuerdo a ese balance, las características distintivas
del sistema innovativo mexicano son: (i) las bajas oportunidades
tecnológicas; (ii) los pobres esfuerzos en I+D respecto a los de los
sistemas situados en la frontera tecnológica, su concentración en
sectores exportadores y su limitación a la modernización de pro-
cesos y productos y a mejoras en la organización productiva; (iii)
la globalización de la producción con un pobre apoyo a los esfuer-
zos de la I+D local; (iv) el bajo aporte de la inversión extranjera
directa a las actividades tecnológicas locales; (v) la débil respuesta
institucional; (vi) las pocas relaciones cooperativas en I+D de las
empresas con otras empresas o instituciones científicas; (vii) la
rigidez organizacional universitaria y las bajas oportunidades
tecnológicas que genera; y (viii) la inhibición de actividades locales
de creación de redes.
Los últimos tres puntos son clave para el análisis propuesto
en este artículo, ya que ilustran con precisión que los potenciales
agentes nacionales innovadores, tienen pobres y débiles vínculos.

188 POLÍTICAS DE CONSTRUCCIÓN DE REDES CIENCIA-INDUSTRIA


El sector público de investigación y las universidades, no son una
fuente relevante de información para las empresas mexicanas. Esto
es especialmente grave para el caso de las empresas con base cien-
tífica, sector caracterizado por tener fuertes vínculos con el sector
investigativo público en los países desarrollados (Cimoli, 2000).
Las colaboraciones ciencia-industria se caracterizan de esa
forma, por su debilidad. Las que existen, ocurren principalmente
con las universidades públicas nacionales, donde se concentran
los mayores esfuerzos en investigación. Aunque existen capacida-
des en las instituciones públicas de investigación, los programas
gubernamentales y la cultura de innovación de las empresas no
alcanzan para establecer actividades colaborativas. La relación
ciencia-industria reside básicamente en el entrenamiento de perso-
nal y en la movilidad laboral. El panorama general de las relaciones
ciencia-industria, muestra así relaciones ante todo formales –esta-
blecidas en acuerdos en torno a propósitos puntuales–, esporádicas,
y espontáneas –sin ser parte de políticas de las instituciones de
educación superior o de estrategias industriales o gubernamentales
(Casas, Gortari y Luna, 2000).
La mayoría de las actividades productivas de México han
aumentado la demanda de CyT que les dan fuentes externas. La
dinámica del modelo industrial mexicano, no permite mejorar los
esfuerzos en I+D, ni los vínculos con el marco institucional del país.
Por ejemplo, las operaciones de las maquiladoras que dominan la
producción de componentes científicos, permiten pocos vínculos
con proveedores locales. Así, la difusión de este tipo de industria,
sólo introduce débiles conexiones con empresas e instituciones
nacionales; y desarrolla un sistema de innovación con base en redes
con empresas extranjeras, reforzando el conocimiento y ventajas
económicas de las economías desarrolladas (Cimoli, 2000).
Diversos estudios sobre el desempeño de las ramas industriales
en México, arrojan conclusiones en un sentido similar para el sec-
tor automotriz (Constantino y Lara, 2000); la industria química
(Arvanitis y Villavicencio 2000), y la farmacéutica (Gonsen y Jasso,
2000): pocas relaciones con otras empresas –casi siempre extran-
jeras–, y pocos e informales vínculos orientados a corto plazo, con
instituciones de investigación y universidades.

FEDERICO STEZANO 189


3. Contexto y objetivos de los
Consorcios CONACYT
Como se señala en la parte final del artículo de Mónica Casalet
que se presenta en este libro, la conformación de los Consorcios
CONACYT se inscribe en un movimiento generalizado de cambio
en las políticas mexicanas en CyT, el que comienza en los años 90, y
se afianza en la actual década a partir de dos cambios principales:
la nueva ley de CyT del año 2002 y la creación del Foro Consultivo
Científico y Tecnológico.
En particular, la nueva Ley de CyT permitió la conformación
de 3 instrumentos: los Fondos Sectoriales, los Fondos Mixtos y
los Consorcios CONACYT; los tres orientados a la investigación
aplicada, y que propone formulas más competitivas en términos
intelectuales y comerciales.
Los Consorcios CONACYT en particular, se inscriben como
programa en una iniciativa más amplia: la creación de la Red Nacio-
nal de Grupos y Centros de Investigación (en adelante RNGCI)
establecida en el artículo 30 de la Ley de CyT de México. Dicha
iniciativa formalmente (y aún lejos de plasmarse en la práctica),
aspira a lograr la “participación en red de investigadores científicos
asociados a instituciones públicas y privadas; con el fin último
de crear nuevos grupos, centros y redes en áreas estratégicas del
conocimiento” (Ley de CyT, 2002). Así, la propuesta del Consorcio
(articulada en torno a la demanda de conocimientos); sería una
primera instancia de posteriores redes de conocimiento, apoyadas
en la oferta y en la demanda de conocimientos.
La originalidad de los Consorcios CONACYT en el espectro de
políticas en CyT de México, radica en ser de los primeros con el
objetivo explícito de construcción de redes entre el sector cientí-
fico y el industrial. En los Consorcios es inicialmente la demanda
empresarial de conocimientos en CyT la que estructura los pro-
yectos conjuntos de investigación; con un fuerte énfasis hacia la
I+D y el fomento a la innovación. Así los Consorcios se separan de
las mayorías de las iniciativas políticas en CyT; pues tienen como
objetivo último la asociación entre el sector científico y el industrial,
y el desarrollo de la I+D y la innovación en relación a problemas
concretos de las industrias. Los Consorcios, según la definición del
propio CONACYT, surgen como un

190 POLÍTICAS DE CONSTRUCCIÓN DE REDES CIENCIA-INDUSTRIA


(…) programa de apoyo creado para establecer alianzas estratégicas entre
dos o más empresas con uno o más grupo de investigación e instituciones
de educación superior. Su finalidad es crear o mejorar negocios basados en
la utilización y explotación de desarrollos científicos y/o tecnológicos que los
grupos o centros de investigación e instituciones de investigación superior
realicen y ofrezcan para resolver demandas especificas de innovación de
las empresas. (CONACYT, 2006).
De esa forma, el instrumento busca conjugar las capacidades
existentes en las diversas instituciones públicas de investigación
(UNAM, UAM, IPN, CINVESTAV-IPN, universidades públicas y
privadas, Centros Públicos de Investigación –CPI– integrados en
el sistema CONACYT) y sus programas de investigación con las
necesidades de las empresas. Bajo esta prédica, CONACYT hizo
públicas las primeras propuestas de Consorcios en los primeros
meses del 2004, algunos de los cuales comenzaron a establecerse a
partir del segundo semestre de ese mismo año (CONACYT 2004b,
ONCE TV 2004). De esa forma, la RNGCI y los Consorcios CONA-
CYT son instrumentos políticos que amalgaman a las distintas
instituciones de investigación públicas, integrándolas en forma
dinámica, a través de una red.

4. Estudio de caso:
el Consorcio Xignux-CONACYT
Desde mediados del año 2004, se han establecido 10 Consocios
CONACYT. Estos han englobado alrededor de 100 proyectos de
investigación conjunta entre empresas y grupos de investigación
públicos. El estudio de caso que se presenta a continuación (desa-
rrollado hasta mediados del año 2006), se centra en el Consorcio
establecido por CONACYT con el grupo empresarial Xignux,
y conocido como Consorcio Xignux-CONACYT. Éste incluyó 14
proyectos establecidos con dos empresas del grupo Xignux: 4 con
VIAKABLE, y 10 con PROLEC-GE. Para el análisis de esa expe-
riencia, se asumió a los Consorcios CONACYT como un programa
público de fomento al desarrollo de la CyT que, a partir de una
decisión de política pública, busca conformarse como una instan-

FEDERICO STEZANO 191


cia de construcción de redes de conocimiento donde se vinculan el
sector científico y el industrial7.

4.1. Selección de las empresas y de los proyectos de


investigación del Consorcio

Los Consorcios CONACYT se han diseñado para resolver nece-


sidades de innovación del sector industrial, desde los desarrollos
en CyT que distintos grupos e instituciones científicas puedan
realizar y ofrecer a esas empresas. De esa forma, la participación
del empresario comienza con la definición misma del proyecto, de
modo tal que éste y sus alcances sean acordes a la necesidad de
conocimientos que demanda.
La historia de todos los Consorcios CONACYT formados hasta el
momento, comienza con la selección del CONACYT de las empresas
interesadas en desarrollar proyectos de investigación junto al sector
científico. Una vez que CONACYT veía pertinente la propuesta
de la empresa, le mostraba a ésta una primera aproximación a
las líneas de investigación que desarrollan los distintos centros e
instituciones públicos.
La iniciativa del Consorcio con el grupo empresarial Xignux
inicia en el año 2003, a raíz de un acuerdo entre directores de la
empresa y CONACYT. El grupo empresarial Xignux tiene presencia
en 6 sectores industriales: cables, transformadores, automotriz,
petroquímica, alimentos y fundición. De la reunión del CONACYT
con el grupo empresarial, nació la posibilidad de que dos empresas
de las empresas más destacadas del grupo Xignux: PROLEC-GE
(joint-venture de Xignux y General Electric) y VIAKABLE se inte-
graran a la iniciativa de los Consorcios8. Así, CONACYT propuso

7 Los datos en los que se apoyó el análisis del Consorcio Xignux-CONACYT


resultaron de la realización de entrevistas a investigadores científicos de
Centros Públicos de Investigación, integrantes del CONACYT en su programa
de Consorcios, así como personal del Departamento de i+d de la empresa
PROLEC-GE; más la consulta bibliográfica de fuentes secundarias vinculadas
con el Consorcio Xignux-CONACYT.
8 PROLEC-GE es un joint-venture en el cual se involucran General Electric
(GE) y el grupo empresarial Xignux. La empresa cuenta con 3700 trabajadores,
dedica un 67% de sus ventas a la exportación. PROLEC se dedica a la fabri-
cación de transformadores eléctricos, en 4 líneas de producto completamente
integradas: transformadores de potencia, residenciales y tipo poste, industria-
les y comerciales, y aisladores. Su planta de producción de transformadores
es una de las más grandes del mundo. Por su parte VIAKABLE, emplea
2795 trabajadores y dedica un 53% de sus ventas a la exportación, siendo el

192 POLÍTICAS DE CONSTRUCCIÓN DE REDES CIENCIA-INDUSTRIA


a ambas empresas que presentaran proyectos para desarrollar con
CPI, universidades y otros grupos de investigación.
En el primer evento formal del Consorcio Xignux-CONACYT,
profesionales de ambas empresas presentaron 20 proyectos a 10
grupos de investigación, a lo largo de un día. Para cada proyecto, la
empresa mostraba los temas y áreas de conocimiento involucrados,
y los lugares de la planta industrial donde se aplicarían los pro-
yectos.
Lo que hicimos fue una pre-especificación; una especificación de que era
lo que necesitaba PROLEC-GE, cual era el fundamento, a que producto
se iba aplicar ese nuevo conocimiento generado; cuáles eran los criterios de
calidad de ese nuevo conocimiento, e inclusive algunas sugerencias para el
investigador de por donde irse (investigador 8, PROLEC-GE).
Varios asistentes destacan que esa reunión, fue una motiva-
ción para los investigadores. “Una vez que los Centros sabían de
lo que se trataba, se involucraban: en esta parte del equipo o la
planta mejoraría tu proyecto. Eso le dio una dinámica interesante
al asunto y ayudó a que los investigadores piensen fuera de la
academia” (investigador 9, PROLEC-GE). Un investigador de un
CPI, destaca que
(…) en esa mesa, estábamos juntos varios centros de investigación. No solo
los del CONACYT, por ejemplo el CINVESTAV y el Instituto de Investi-
gaciones Eléctricas, que depende de la Comisión Federal de Electricidad.
Y por primera vez en los años que llevo en este negocio, vi la oportunidad
de trabajar junto a otros Centros que ni siquiera eran del CONACYT.
Entonces, lo interesante era que cada tema que se presentaba había que
levantar la mano, y decir yo. Y sucedía que otro Centro, en el que nunca
hubieras pensado, decía también yo (investigador 7, CIATEQ-Q).
A esa reunión le siguió un proceso de unos 3 meses, en el cual
los investigadores con base en las propuestas de las empresas,
presentaron ajustes a esas pre-propuestas, y posibles soluciones
iniciales. De esas reuniones, surgirían los 14 proyectos que inicial-
mente se abordaron en el marco del Consorcio Xignux-CONACYT:

principal exportador de cables eléctricos de México. La empresa cuenta con 8


unidades de negocio: 5 plantas en México, 1 en Brasil, y 2 redes de distribu-
ción: 1 en México, y 1 en Los Ángeles, Estados Unidos. Entre sus productos
se encuentran: cables de potencia y control, cables para electrónica, cables
y cordones flexibles, alambre magneto, cable para construcción, carretes y
tarimas de madera (CONACYT 2005a y b).

FEDERICO STEZANO 193


10 con PROLEC-GE (los que serán analizados con mayor detalle),
y 4 con VIAKABLE.
Los entrevistados consideran que un elemento determinante
para que esta iniciativa se emprendiera sin mayores dificultades,
fue la experiencia previa de la empresa en proyectos de investiga-
ción en conjunto con actores externos.
PROLEC-GE tenía experiencia en otros proyectos, algunas veces centros
de investigación, expertos, otras veces universidades. La manera cómo se
decidió arrancar este conjunto de proyectos, sí fue una nueva experiencia
nueva para PROLEC-GE, tomar un paquete de esas dimensiones, 10,
12 proyectos y todos juntos iniciarlos dentro del concepto de Consorcios
(investigador 9, PROLEC-GE).
Otro elemento que los entrevistados destacan como elemento
de éxito en la precisión de la definición de los proyectos de inves-
tigación en este Consorcio, es la presencia de una división de
innovación tecnológica en la empresa PROLEC-GE. Ese depar-
tamento de I+D realiza un proceso anual llamado de planeación
multi-generacional de producto, donde proyecta los productos y
las líneas de investigación de la empresa para ese año y los dos
siguientes. Con base en este proceso de planeación tecnológica,
los investigadores seleccionaron ciertos tópicos de interés para
desarrollar investigaciones conjuntas con el sector científico, lo que
permitió a la empresa detallar sus necesidades de conocimiento
con un alto grado de especificación.
Los investigadores del departamento de I+D de la empresa,
señalan que además PROLEC-GE tenía la ventaja de contar en
su plan de desarrollo tecnológico proyectos centrados tanto en el
producto como en la investigación. Esa diferenciación de tipos de
proyectos, fortaleció la construcción del Consorcio, y afianzó sus
relaciones con las instituciones de investigación.
Si a una empresa que tiene la mira a desarrollos de producto, a beneficios
de corto plazo, le presentas la oportunidad de trabajar con centros, vas a
generar muy pocos proyectos. Y eso fue una coincidencia en ese periodo,
habíamos madurado las dos líneas de trabajo, propusimos muchos proyectos
que eran de investigación que fueron condición de que presentaran retos
de conocimiento para los Centros (investigador 9, PROLEC-GE).

194 POLÍTICAS DE CONSTRUCCIÓN DE REDES CIENCIA-INDUSTRIA


4.2. Instituciones participantes en el Consorcio

En los 10 proyectos del Consorcio con la empresa PROLEC-GE,


se dio una interesante complementariedad entre las instituciones.
En esos proyectos, la investigación se dio entre la empresa con 6
instituciones que si bien tienen un perfil similar por ser públicas,
difieren en varias de sus características. De estas 6 instituciones
de investigación, 3 pertenecen al sistema de Centros CONACYT:
CIMAV, CIATEQ y CIMAT, con una orientación más tecnológica o
de investigación disciplinaria. A la vez, se agregan 2 instituciones
del Centro de Investigaciones Avanzadas (CINVESTAV) del Insti-
tuto Politécnico Nacional (IPN), en Guadalajara y Querétaro; las
que también tienen una misión de docencia. Además participó el
Instituto de Investigaciones Eléctricas (IIE) de la Comisión Federal
de Electricidad (CFE). La siguiente tabla muestra la cantidad de
proyectos abordados por cada institución.

Institución Proyectos desarrollados


CINVESTAV-IPN GUADALAJARA 3
IIE (CUERNAVACA) 2
CIMAV (CHIHUAHUA) 2
CINVESTAV-IPN QUERETARO 1
CIATEQ QUERETARO 1
CIMAT (GUANAJUATO) 1

4.3. Financiamiento y propiedad intelectual


de los proyectos

En el Consorcio Xignux-CONACYT, al igual que en los otros


Consorcios, el financiamiento tuvo un carácter mixto. Sin embargo,
los montos de financiamiento de los proyectos de investigación
aprobados por los institutos de investigación y la empresa no son
en partes iguales en todo el proceso. En las distintas etapas de los
proyectos, el monto de financiamiento de cada una de las partes
es diferente.

FEDERICO STEZANO 195


Monto aportado por Monto aportado por
Etapa del proyecto
CONACYT la empresa
1 50% 50%
2 30% 70%
3 10% 90%

Así, este esquema sigue un modelo cada vez más frecuente en


este tipo de asociaciones ciencia-industria: el financiamiento mixto,
público-privado, de la investigación. En este caso, el esquema espera
que el financiamiento igualitario de la primera etapa actúe como
incentivo para que las empresas se decidan a trabajar con el sector
científico, y que una vez que conozcan las capacidades reales de la
ciencia pública nacional y la adecuación de éstas con sus necesida-
des, financien la mayor parte de las investigaciones.
Por su parte, los acuerdos sobre propiedad intelectual y
confidencialidad de los resultados de las investigaciones, se esta-
blecieron a través de un contrato entre la empresa y los Centros de
investigación, previo a la iniciación de los proyectos. Ese contrato
estipula que los derechos de propiedad intelectual de las investi-
gaciones del Consorcio, pertenecen a PROLEC-GE.
Como nosotros mandamos hacer algunas cosas, la propiedad intelectual es
de PROLEC. Cuando las cosas se hacen en conjunto es de ambos, pero si
sale una propiedad que se puede explotar y el centro tiene algo de propiedad,
nosotros tenemos el derecho a la primera negativa. No lo pueden ofrecer a
otra empresa, hasta que lo permitimos. Y si el centro desarrollaba alguna
cosa que nos podía ofrecer, que no tiene nada que ver con los proyectos del
Consorcio, entonces podríamos platicar sobre como resolver la propiedad
intelectual que sería de ellos. Ahora no hemos llegado más allá de donde la
propiedad intelectual es de PROLEC (investigador 8, PROLEC-GE).

4.4. Tipos de proyectos:


objetivos y áreas de conocimiento abordados

Los 10 proyectos de investigación del Consorcio Xignux-CONA-


CYT en la empresa PROLEC-GE fueron definidos según dos cla-
sificaciones temáticas: una de la empresa y otra del CONACYT.
Esos 10 proyectos se distribuyeron de la siguiente manera:

196 POLÍTICAS DE CONSTRUCCIÓN DE REDES CIENCIA-INDUSTRIA


PROLEC-GE CONACYT
Categoría Proyectos Categoría Proyectos
Reducción de costos
0 Ciencia básica 3
de materiales
Nuevas plataformas
1 Desarrollo tecnológico 6
tecnológicas
Desarrollo tecnológico
9 Servicios tecnológicos 1
e innovación

Los siguientes son los distintos objetivos a los que respondían


esos proyectos:

Objetivo Proyectos con ese objetivo


Menores costos 5
Mayor confiabilidad 4
Menores dimensiones 3
Acceso a nuevo mercado 2
Reducción de fallas 2
Mayor competitividad 1
Menor ciclo de cotización 1
Nuevo producto 1
Nuevo producto: innovación 1

Ambas tablas, muestran una diversidad de los proyectos en


cuanto a focos temáticos, y de objetivos de corto y mediano plazo.
Esta última fue una propuesta presente desde la planificación
inicial de los Consorcios: ayudar a las empresas con problemas
que afectaran a su competitividad, pero que éstos no fueran todos
orientados a la búsqueda de retornos inmediatos. Así, si bien la
mayoría de los proyectos buscan reducir costos, también existen
otros que buscan mejoras en los productos (que buscan darle al
cliente una mayor confiabilidad en la operación de los transforma-
dores), y unos menos dirigidos a la creación de nuevos productos,
uno de los cuales es un nuevo producto, una innovación.
Por otra parte, esos proyectos de investigación desarrollados en
el Consorcio con la empresa PROLEC-GE, involucraban problemas
en torno a diversas áreas de conocimiento.

FEDERICO STEZANO 197


Temáticas de conocimiento de los proyectos
Menores tolerancias de manufactura en bobinas
Optimización de diseño
Modelo de generación de gases
Caracterización de la resistencia mecánica del papel de encintado
Modelos electro-magnéticos para el cálculo de impedancia
Modelo de distribución de pérdidas y puntos calientes en núcleos
Switch electrónico de alta corriente
Distancia electrónicas mínimas seguras entre bobinas
Lámina de cobre con recubrimiento aislante como conductor
Modelos operativos para detección de fallas, envejecimiento,
mantenimiento y cargabilidad

Un aspecto destacado por los investigadores sobre la trans-


disciplinariedad del conocimiento implicado en esos proyectos de
investigación, se deriva de la interacción que existió en los proyectos
con otros Centros y con los investigadores de la empresa. “Se inte-
graron investigadores de distintas disciplinas. Definitivamente, en
proyectos multi-disciplinarios. No podemos decir nosotros hacemos
la parte química, y ustedes ven como hacen lo otro. Resolvemos
la parte química, y de inmediato comenzamos a trabajar la parte
mecánica” (investigador 6, CINVESTAT-Q).

4.5. Etapas y tiempos de desarrollo de los proyectos

La agenda de tiempos de la investigación del Consorcio Xignux-


CONACYT, estuvo marcada desde el inicio por un régimen rígido
que debían cumplir los proyectos. Este régimen se basó en tres
etapas lógicamente diferenciadas, con tiempos de cumplimiento
estipulados y productos entregables en cada una de ellas. Tras ser
presentados los temas de los proyectos, y especificado precisamente
su objeto y las metas a alcanzar; se fijaban las etapas y tiempos para
cada proyecto. Si bien en todos los proyectos los tiempos variaron,
se respetó la conceptualización y lógica de las etapas.
La primera etapa de un tiempo estipulado de 1 a 3 meses,
incluye 5 fases:

198 POLÍTICAS DE CONSTRUCCIÓN DE REDES CIENCIA-INDUSTRIA


Etapa 1. Análisis conceptual
1 Comprensión y especificación: entender el problema
2 Investigación documental: conocer el estado del arte
3 Desarrollo de alternativas: proponer soluciones
4 Evaluación de alternativas: elección de una solución atractiva
5 Realización de propuestas: detallar el proceso de solución

De ese proceso, se derivaban dos posibles alternativas futuras.


Si el proyecto era posible, pasaría a la siguiente etapa; de lo con-
trario, terminaría.
Para la segunda etapa se estipuló un tiempo de 2 a 6 meses y
las siguientes 6 fases:

Etapa 2. Análisis de factibilidad


1 Evaluación de propuestas, entender la estrategia
2 Asignación de recursos, organización de la contraparte de la empresa
3 Aprobación del plan de ejecución, la validación de los entregables
Elaboración del reporte de factibilidad,
4
a fines de definir el alcance de factibilidad
5 Evaluación de atractividad, medición del potencial del proyecto
6 Propuesta de la etapa 3, con su detalle de ejecución

Una vez desarrollado esas fases, el proyecto podía arribar a


soluciones que se consideraran atractivas o no atractivas. Las
posibilidades atractivas pasaban a la tercera etapa; mientras que
en las no atractivas se consideraba la posibilidad de que presen-
taran otras soluciones posibles. De haberlas, deberían volver a la
primera etapa de análisis conceptual. De no existir otras soluciones
posibles, el proyecto finalizaba.
La tercera etapa, de corridas piloto y diseños experimentales,
también comprende un plazo de entre 2 y 6 meses. En esa etapa,
la idea es realizar pruebas piloto que muestren que la factibilidad
expresada en la segunda etapa, pueda aplicarse en algún desa-
rrollo experimental, para luego evaluar su posterior aplicación en
productos a comercializar.
Esta sucesión de etapas es considerada por los investigadores
como una buena metodología de trabajo. Un investigador señala
que las investigaciones con estos tiempos,

FEDERICO STEZANO 199


(…) han ido creciendo poco a poco en función de cómo ha ido metiéndose
a la investigación, y resolviendo por etapas problemáticas, y la conclusión de
esa etapa da luz para iniciar una nueva etapa e ir resolviendo el problema.
Y ese es el enfoque final que se busca en el Consorcio. Que el trabajo no
termine con un solo proyecto, sino que se mantenga a través de ir ana-
lizando y profundizando en el producto, en los procesos de la empresa
(investigador 1, CIATEQ-Q).
Los investigadores de igual forma, reconocen que el esquema
lleva a que las soluciones propuestas por los investigadores sean de
corto plazo; y que ese proceso suponga concesiones a la empresa.
Hay que comprender que es difícil asociar en la mayor parte de los casos,
un costo a un proyecto, un tiempo a un proyecto, y un resultado. En los
entregables muchas veces cuando llega se dice: yo parto de este cierto
desarrollo de conocimiento, y el industrial no lo entiende como algo impor-
tante. Cuando es para mí lo más importante. Pero para mí también está el
convencimiento de que yo sé que lo tengo que dejar otras cosas al industrial
(investigador 5, CINVESTAV-Q).
Los investigadores del departamento de I+D de PROLEC-GE
también sabedores de la dificultad de amalgamar los avances de
investigación con los tiempos estipulados, flexibilizaron los tiempos
de entregas.
Un tema importante es el del balance entre tiempos y resultados de inves-
tigación: en los proyectos de investigación los resultados a veces son más
importantes que los tiempos. Entonces se necesita un director de tráfico
muy efectivo que evalúe eso. Por eso le agregamos un renglón de fecha
propuesta de terminación y otro de fecha estimada. Porque si la cortamos
queda trunco el resultado. A veces te dice el centro que terminará, y reportan
la mitad de las pruebas; mejor tárdate dos semanas más y me das el trabajo
completo” (investigador 8, PROLEC-GE).

4.6. Seguimiento y evaluación de los proyectos

Durante el desarrollo de los proyectos del Consorcio Xignux-


CONACYT, hubo un seguimiento pormenorizado del avance de
cada uno de los proyectos en cada etapa de la investigación. En este
caso, ese seguimiento recayó en la empresa. CONACYT supervisó
de un modo general de la relación, pero sin dirigir por su cuenta
ningún tipo de evaluación.

200 POLÍTICAS DE CONSTRUCCIÓN DE REDES CIENCIA-INDUSTRIA


No hay evaluación por parte del CONACYT. Finalmente el CONACYT
lo que va a hacer es evaluar el resultado global del proyecto, post mortem,
que originó el proyecto como resultado final. Es en las etapas de la vida
del proyecto, en la evaluación o el seguimiento que da el empresario, y que
participa también el CONACYT, donde se está monitoreando que se están
dando los resultados “ (investigador 1, CIATEQ-Q).
De esa forma, aunque el CONACYT siguió de cerca de la rela-
ción, documentando todo el proceso en cada una de las etapas; la
relación estuvo pautada fundamentalmente por el trato directo
entre los investigadores y los responsables de la empresa, supedi-
tándose la evaluación al criterio empresarial y sus tiempos.
El sistema de seguimiento de los proyectos de la empresa PRO-
LEC-GE, se basó en distintas instancias. Por una parte, reuniones
semanales de comunicación de avances y resultados presentados
por los investigadores junto a los encargados de I+D de la empresa.
A esas reuniones, le seguían encuentros quincenales del depar-
tamento de I+D de PROLEC y sus directores. Finalmente, cada
4 meses se desarrollaban reuniones entre directores del grupo
empresarial y CONACYT. Esa propuesta originada en la empresa,
fue impuesta por ella como regla desde el comienzo del Consorcio en
base a un esquema que repite el método de seguimiento de la activi-
dad diaria que desarrolla en sus plantas productivas, pero adaptado
a los Consorcios, fijándose para cada proyecto metas y objetivos con
plazos en función de los que se evaluaban los avances.
Un investigador participante en el Consorcio destaca el método
de seguimiento establecido con la empresa, en función de los bene-
ficios que supone para ambas partes: investigadores y empresa.
Lo que se busca es semana a semana tener una reunión de avance direc-
tamente con los involucrados con el proyecto: los investigadores con la
empresa; donde están exponiendo, el investigador cuál es el avance de su
proyecto y el empresario le va dando luz verde si es el camino adecuado
o no, sobre lo que se está desarrollando. O finalmente le dan resultados
primarios que pueden generar un nuevo proyecto. Entonces, yo creo que
es un trabajo en ambos sentidos. Por un lado dar resultados de avance, ver
si están aprovechando los recursos adecuadamente en términos empresa-
riales. Eso es lo que buscaría el empresario: ver si lo que se está haciendo
es adecuado a su demanda. Y por otro lado, el investigador va creciendo,
dando información y generando un nuevo conocimiento en función del

FEDERICO STEZANO 201


problema que están atendiendo, entonces también están transmitiendo
conocimiento nuevo a esos resultados (investigador 1, CIATEQ-Q).
Otro investigador destaca la rigurosidad de ese método de
seguimiento.
El seguimiento es como el de muchos proyectos, donde el cliente está
interesado en que las cosas se hagan, que se hagan a tiempo y no cuesten
mucho. PROLEC tiene un sistema tan bueno o tan malo como cualquier
otro, pide un reporte semanal, una conferencia telefónica semanal, tiene a
cargo representantes de la empresa siguiendo puntualmente los proyectos.
Es un modo de seguimiento bastante bueno, bastante riguroso, a diferencia
de otros que encargan el proyecto y un año después vienen a ver en que
vas. Son buenos para estas cosas. Hay presupuesto, hay calendarios, hay
planes, hay seguimiento (investigador 7, CIATEQ-Q).
Según la opinión de los integrantes del departamento de I+D de
la empresa, este tipo de seguimiento era nuevo para varios inves-
tigadores, no acostumbrados a reportar avances de investigación
tan asiduamente. En los proyectos del Consorcio con la empresa
PROLEC-GE, ante retrasos en la comunicación de avances o una
presentación incompleta, la empresa imponía un seguimiento diario
hasta que se avanzara en lo incumplido.
Es que para la empresa, un retraso así es una pérdida impor-
tante.
Es un tema de responsabilidad. Una vez que entro en un proyecto, es una
responsabilidad de ambas partes. Hay una cuestión que no ven todavía en
los centros, ni directores ni investigadores; para una empresa no se trata de
que un proyecto ya no le cueste más dinero. Sino de que el simple hecho
de que se atrase, se está perdiendo una oportunidad, y un competidor
se puede adelantar, o un beneficio en costos materiales u operativos se
deja de facturar. Eso se los dijimos a algunos investigadores y lo sentían
como una agresión; aunque no me cobres, me cuestas” (investigador 9,
PROLEC-GE).
Desde la empresa, se comprende que su relación con los inves-
tigadores supone conocer a la otra parte, lo que supone crear
confianza mutua junto a un socio nuevo. Dado lo incipiente de esa
relación, se aceptó que los tiempos y exigencias de resultados no
podían corresponderse con los que pueden imponerles a otros socios
externos como proveedores o asesores especializados. Así, al asumir
la empresa que ambas partes tienen culturas distintas, les hacen

202 POLÍTICAS DE CONSTRUCCIÓN DE REDES CIENCIA-INDUSTRIA


una concesión a los investigadores. “Si tuviéramos una relación
severa cliente-proveedor, ante ciertos atrasos, se podía haber roto el
contrato y exigir alguna retribución. Como Consorcio no llegamos
a ese punto” (investigador 9, PROLEC-GE).
La empresa comprende que para los investigadores trabajar
bajo ese esquema es nuevo, ya que no están acostumbrados a
trabajar bajo esas presiones, y acostumbran a reportar avances
de investigación en plazos que van desde 6 meses a 2 años. Las
investigaciones bajo este esquema de seguimiento, nutrió a ambas
partes. Los investigadores se acostumbraron a trabajar y poner a
discusión semanal (ya no semestral) su rendimiento profesional;
y la empresa se amoldó a tiempos diferentes a los que trabaja en
planta. Los integrantes del departamento de I+D de PROLEC-
GE señala que desearían transmitir ese conocimiento a los otros
Consorcios, de modo que las empresas no vuelvan a pasar por las
mismas situaciones; algo que aún CONACYT no ha solicitado.

“No se cómo se puede transmitir esta experiencia a otras empresas, pero


de lo que se trata es de meter y bien, la metodología de las empresas a los
centros. Sabemos que a varios Centros les ha costado mucho trabajar con
esa metodología” (investigador 8, PROLEC-GE).

4.7. Relación ciencia-industria: diferencias culturales,


beneficios, conocimientos y aprendizajes mutuos

Durante la relación entre los investigadores científicos y el


personal de I+D de la empresa, se presentaron diferencias cultu-
rales derivadas de dos lógicas de acción distintas: la científica y
la empresarial.
Para los investigadores, esas diferencias se manifiestan en la
presión que ejerce la empresa.
“Es trabajar bajo otro esquema de presión. Finalmente para los empresarios,
un componente central es el tiempo. Si no está en tiempo el desarrollo, te
sales del mercado. Entonces, normalmente la investigación lleva tiempos
de un año, dos años, tres. Aquí en 6 meses se necesitan resultados” (inves-
tigador 1, CIATEQ-Q).
Desde la empresa, se reconocen que esas culturas diferentes se
reflejan en un manejo diferente de agendas y tiempos.

FEDERICO STEZANO 203


Nosotros hicimos que cada semana a cierta hora, estuviera el investigador
donde estuviera, en su casa o el trabajo. Hubo algunos que estaban algo
molestos, pero se fueron acostumbrando. Una cuestión que hemos visto
con algunos investigadores es que no podemos meterlos en cintura. No
es nada más que esté el seguimiento. Para que sea útil, tienes que tener
la forma de que haya una acción colectiva. En algunos casos, algunos
centros ignoran esto, y como no le está costando extra en cuanto al costo
de recursos, tenemos que esperar a que termine el investigador con que el
tiempo que él defina (investigador 9, PROLEC-GE).
En virtud de esas diferencias entre ambos sectores, la empresa
diseñó un plan de evolución del Consorcio, que pautara el desarrollo
histórico de la relación entre ambas partes. Este modelo, parte del
supuesto que la consolidación de la relación de los dos socios es un
proceso de aprendizaje y conocimiento paulatino y no automático.
Así, la empresa marcó 4 fases necesarias para consolidar la relación
en términos de una red.

Fases para el consorcio definidas por XIGNUX


1- Intención: acercamiento, intenciones explícitas, alineación de voluntades,
primeras acciones exploratorias y vinculatorias, preparación
2- Arranque: experimentación, negociación y decisión, formulación de
propuestas, integración de portafolios, aprendizaje, preparación, primeras
interacciones, formulación de políticas, inicio de documentación
3- Crecimiento: desarrollo exponencial del Consorcio, portafolios, alineación
a la visión, interacción y colaboración, redes y complejidad de proyectos
4- Auto-regulación: primeros ciclos de I+D, sustentabilidad,
auto-regulación, principios culturales, reproducibilidad,
diversificación de las alianzas y expansión

Esta visión de la empresa sobre la posibilidad de ir creando pau-


latinamente relaciones que tiendan a la estabilidad es una muestra
de que, pese a las diferencias culturales más notorias, los actores
hallan en la vinculación una serie de beneficios que son las que
vuelven estable a la relación. Pero precisamente, ¿qué motiva a los
investigadores y a las empresas a mantener la relación, pese a sus
diferencias? ¿Cuáles beneficios le representa la asociación? En las
entrevistas realizadas se mencionan varios de esos beneficios, los
que se pueden estilizadamente agrupar del siguiente modo.

204 POLÍTICAS DE CONSTRUCCIÓN DE REDES CIENCIA-INDUSTRIA


Investigadores Empresa
Costo de los proyectos
Obtener recursos e infraestructura
internacionalmente más competitivos
Aprendizajes por enfrentar nuevos Aprendizaje en la gestión de
desafíos de conocimiento conocimientos en ambientes cooperativos
Mayores recursos para el desarrollo
Ayudar a las empresas
tecnológico
Consolidación de capital humano
Reforzar y continuar la líneas de
y metodologías avanzadas para la
investigación de las instituciones
implementación y desarrollo de
y sus investigadores
proyectos cooperativos.
Creación de un centro tecnológico vir-
Crear redes institucionales
tual: red entre los Centros y la empresa.

De entre los beneficios mutuos de la relación entre el sector


científico y el industrial, la investigación relevó especialmente la
temática de la construcción de conocimientos y aprendizajes.
Un aspecto destacado por los entrevistados al respecto es la
posibilidad de construir, a partir del trabajo en Consorcios, redes
institucionales más amplias.
No hay que descartar que poco a poco se vaya trabajando por un lado los
Consorcios, y por otro se desarrollen redes de conocimiento de manera
informal. Eso ocurre por la dinámica propia de los Consorcios; su sinergia
va a ir generando este tipo de redes de conocimiento, a lo mejor infor-
mal porque nadie la declara. Ya hay esfuerzos aislados, más personales
que institucionales, y lo que busca el trabajo por Consorcios es primero
institucional. Institucionalmente tenemos investigadores, los investigadores
trabajan para la institución, y los resultados finales son de la institución con
el apoyo de sus investigadores. Y es un trabajo entre redes entre institucio-
nes, de colaboraciones entre instituciones (investigador 1, CIATEQ-Q).
A nivel individual, los investigadores han reconocido la impor-
tancia del contacto con expertos de ámbitos diferentes al habitual
académico-institucional al que pertenecen.
“El que tú le hables con otro lenguaje a los empresarios, que les hables con-
ceptos de micro-estructura, también es una experiencia. Hay una educación
mutua porque ellos hablan de otros lenguajes, de otros problemas: es un
aprendizaje conjunto” (investigador 2, CIATEQ-Q).
También, investigadores de instituciones académicas, destacan
el trabajo con investigadores de Centros tecnológicos:

FEDERICO STEZANO 205


“Es muy interesante también ver, las experiencias de los demás investi-
gadores. En este caso, me refiero a la experiencia de [un investigador de
un Centro Tecnológico]. Es una gente que tiene mucho contacto con la
industria, yo he adquirido conocimiento de él, tiene un ojo perspicaz, se
le ocurren cosas. Si yo me pongo a hacer las cosas por mí mismo, yo solo,
tal vez tardaría diez, quince años en conseguir lo que con el auxilio de
otros investigadores; a lo mejor lo consigo en tres o dos años. Y eso es lo
que se ha podido apreciar aquí. Hay gente muy valiosa, que tiene muchos
conocimientos, que tiene mucha experiencia en planta, y que se ha sabido
aprovechar toda esa madeja de conocimientos que tiene la gente” (investi-
gador 6, CINVESTAV-Q).

También se destaca el contacto con investigadores de otros paí-


ses en áreas de conocimiento requeridas en los proyectos.
“Los proyectos supusieron un contacto con redes de investigadores que
trabajaban problemas similares a través del investigador. El fundamento
fue que el investigador levantara el estado del arte en base a publicaciones,
patentes y documentación que les daba PROLEC, para lo cual se contactó
con algunos investigadores de redes de conocimiento. Para los investigado-
res ese contacto con el extranjero, fue un aprendizaje primero de un tema
nuevo, que a lo mejor algunos investigadores no estaban interesados, porque
no les era prioritario conocer un tema nuevo. Pero fue algo que les quedo
a ellos como una nueva línea, una nueva oportunidad; un aprendizaje en
cuanto al proceso mismo, en cuanto a que sus definiciones del estado del
arte estaban dirigidas a crear un nuevo conocimiento, y aquí fue a aplicar
un nuevo conocimiento. Y para eso hicieron contacto con investigadores
de campos que no conocían” (investigador 9, PROLEC-GE).
De igual forma, el trabajo en conjunto con la empresa y la
imposición de los nuevos ritmos de trabajo ya comentados, también
es considerado como un importante aprendizaje, que les deja a los
investigadores el trabajo en el Consorcio. Por ejemplo, un integrante
de la empresa nota que,
“(…) los seguimientos establecidos en el Consorcio fueron un fuerte desafío
para los investigadores de los Centros; porque incluso algunos no sabían
desplegar la ejecución de su proyecto de forma que se le pudiera dar segui-
miento. Si uno lee un desarrollo tecnológico y las bases por las cuales el
científico anda buscando un camino, generalmente se puede poner en
forma de hitos (milestones) donde vas mostrando el avance potencial del
proyecto” (investigador 9, PORLEC-GE).

206 POLÍTICAS DE CONSTRUCCIÓN DE REDES CIENCIA-INDUSTRIA


La investigación del caso del Consorcio Xignux-CONACYT
de igual modo, se interesó por la movilidad laboral y los cambios
en las trayectorias de los investigadores. Sobre todo por la corta
experiencia de los Consorcios CONACYT, no se detectaron casos
de movilidad laboral desde el sector científico al industrial o vice-
versa. Sin embargo, y relacionado con esto, un elemento que surgió
con bastante claridad de las entrevistas refiere a la generación de
aprendizajes y conocimientos en aspectos que aumentan las com-
petencias de los agentes individuales e institucionales: capacidades
para la gestión del conocimiento y el trabajo con metodologías de
innovación, profundización en la formación en ciertas áreas del
conocimiento; ambas en el contexto del trabajo cooperativo con el
otro socio.

5. Conclusiones
En este artículo se ha visto cómo aparecen las nuevas formas
institucionales y organizacionales con que se presentan las más
actuales tendencias del sector de CyT en los recientes instrumentos
políticos en México; específicamente los Consorcios CONACYT
desde el caso del Consorcio con el grupo empresarial Xignux.
El caso de los Consorcios muestra en primer lugar la tendencia
de los instrumentos políticos en CyT de inscribirse en iniciativas
políticas más amplias, sobre todo con el fin de coordinar desde
la administración pública (particularmente desde las institu-
ciones gubernamentales en CyT) el control y planificación de la
competitividad y calidad de las instituciones públicas de investi-
gación científica.
Otro proceso político que enmarca a los Consorcios, es la
demanda de la nueva Ley de CyT para que las instituciones públi-
cas de investigación se asocien con el sector privado; en particular,
para que el sector científico coopere con las necesidades de una
empresa privada. El modelo se asemeja más al tipo de acuerdos
de investigación en colaboración entre ciencia pública-empresas
privadas de Estados Unidos (fundamentalmente los acuerdos de
investigación entre empresas y laboratorios federales conocidos
como CRADAs); en donde las demandas clave son las de una sola
empresa; y no un área de conocimiento que interesa en conjunto

FEDERICO STEZANO 207


a la industria, la economía y la sociedad, como ocurre por ejemplo
en Canadá9.
En lo que respecta a su planificación y operación, la experien-
cia de los Consorcios CONACYT supone un doble movimiento.
En primer lugar, los Consorcios se separan de la mayoría de las
iniciativas políticas en CyT; ya que tienen como objetivo último la
asociación entre el sector científico y el industrial, y la búsqueda
de la I+D y la innovación en relación a problemas concretos de
las industrias. Este programa se distingue así del resto de los
programas políticas mexicanas en CyT ya que: (i) enfatizan más
la I+D que la ciencia básica y aplicada (como ocurre con los Fon-
dos Mixtos); (ii) promueven las relaciones ciencia-industria (como
también lo hacen los Fondos sectoriales o el Programa Avance)
pero orientándose a la resolución de problemas concretos de las
empresas (FCCyT, 2006).
Por otra parte, los Consorcios siguen la tendencia generalizada
en América Latina posterior a las reformas estructurales, de orien-
tación de los instrumentos políticos en CyT hacia la demanda de
conocimientos. Estas políticas centradas en la demanda han sido
cuestionadas como modelo político exclusivo, ya que inducen a
reforzar las disparidades del sector productivo. Al otorgar fondos
directamente a los solicitantes, pocas empresas con interés en la
I+D (sólo las bien posicionadas en el esquema productivo nacio-
nal) son las que encuentran incentivos a la participación. Esto
ocurre en el caso de los Consorcios CONACYT, los que se forman
con empresas que son parte del grupo minoritario del esquema
productivo nacional con una actitud pro-activa hacia la innova-
ción. Eso mantiene latente la posibilidad de que, al integrarse las
empresas tecnológicamente más activas, se refuercen las hetero-
geneidades de la estructura productiva (Cimoli y Primi, 2004). La
excepcionalidad de las empresas del Consorcio Xignux-CONACYT,

9 En última instancia, esa diferencia de modelos deriva del modo causal por el
que se concibe que la cooperación ciencia-industria, mejora la competitividad
nacional. En Canadá, se asume que el trabajo conjunto ciencia-industria
ayuda a alcanzar metas estratégicas para el desarrollo del país; y de allí que
se busque coordinar esfuerzos entre la demanda y la oferta de conocimientos
(respecto a las estrategias de cooperación y apoyo a iniciativas basadas en
el intercambio de conocimientos en Canadá, ver en este libro el artículo de
Caroline Coussot). En Estados Unidos y en México, el supuesto se basa en que
la colaboración entre ambos sectores ayuda a resolver las necesidades de una
empresa, aumentar su competitividad, y por añadidura, la competitividad de
la industria nacional, y finalmente, la del país.

208 POLÍTICAS DE CONSTRUCCIÓN DE REDES CIENCIA-INDUSTRIA


queda manifiesta en la presencia de un departamento de I+D en la
empresa PROLEC-GE. Esa estructura empresarial fue decisiva en
el éxito de los proyectos de investigación desarrollados en el Con-
sorcio, así como en el desarrollo de las relaciones empresa-grupos
de investigación.
Otro punto analizado a destacar de la experiencia analizada,
es la variedad de instituciones de investigación que participaron
en los proyectos incluidos en el Consorcio; fundamentalmente por
agrupar a diversas instituciones, no todas dependientes de CONA-
CYT y con distintas orientaciones: algunas más tecnológicas, otras
con misión de docencia, y otras con un carácter de investigación
disciplinaria más marcado.
El enfoque del financiamiento de los Consorcios CONACYT tam-
bién corroboró la tendencia en las políticas en CyT, de la cooperación
pública y privada. El esquema de financiamiento predominante-
mente privado por su parte, facilitó el compromiso de las empresas,
ya que al asumir la empresa la mayoría del financiamiento, se
involucró más que en aquellas implementaciones donde el apoyo del
sector científico, se financia vía subsidio a la inversión en I+D. En
lo que respecta al tema de la propiedad intelectual, el análisis del
caso muestra que por tratarse este Consorcio de una red de conoci-
miento relativamente reducida y que implica un conocimiento muy
especifico a la empresa; aquí los conocimientos se difunden poco
como modo de proteger a esos conocimientos, de sus competidores
el conocimiento generado (Erbes et al, 2006).
Otro elemento importante relevado en el estudio de caso, refiere
a la existencia de una amplia diversidad en los tipos de proyectos
llevados adelante en conjunto por los grupos de investigación y la
empresa. Por un lado, los proyectos abordaron una interesante
gama de áreas del conocimiento. Por otra parte, esos proyectos
siguieron objetivos de distinta índole. El énfasis hacia la innovación
de la empresa habilitó la formulación de proyectos de corto pero
también de mediano plazo. Esto permitió que las investigaciones
no sólo se limitaran a la asistencia tecnológica, a resolver proble-
mas productivos cotidianos y formulados según objetivos de corto
plazo; sino que también acometieran problemas más complejos de
conocimiento. En ese sentido, es de destacar que la práctica de los
Consorcios adopte como medida la promoción de la colaboración
ciencia-industria para resolver necesidades de conocimiento de la
empresa que se expresen en proyectos con objetivos no sólo inme-

FEDERICO STEZANO 209


diatos. Esto abre la posibilidad que los proyectos puedan integrarse
en procesos más amplios de fortalecimiento de las redes entre la
empresa y el centro; y además, en redes nacionales más amplias
en esas áreas del conocimiento.
Esa variedad de objetivos y áreas de conocimientos abordadas
por los proyectos, también refleja la visión con que la empresa
se integró a la práctica de los Consorcios. Así se sostiene desde
la empresa, que el éxito de estos proyectos llevará a la mayor
competitividad de una empresa nacional, y con ella a la del país
en general.
“Nosotros lo que andamos buscando es mejorar la competitividad de la
empresa. Y eso nos gustó mucho en la parte de CONACYT, que jamás
dijo este proyecto es para desarrollar investigadores, sino para mejorar la
competitividad del país. Hacer proyectos que sirvieran para mejorar algo,
no hacer investigaciones idealizadas. Armar un lazo de retroalimentación
que a la larga se reflejara en la competitividad del país; va a generar empleos
y va a mejorar más tareas y más vinculación para los centros. La primera
misión es elevar la competitividad. La segunda: impulsar la cultura de la
innovación a través de nuevos enfoques de la vinculación del sector pro-
ductivo con el científico, logrando ambientes que estimulen a los centros
a relacionarse. Este es el perfil que tratamos de mejorar” (investigador 8,
PROLEC-GE).
Otro punto central del análisis de caso, refiere al seguimiento y
evaluación que se hizo a los proyectos de investigación. El monitoreo
constante y activo de los resultados de investigación, da cuenta de
una dinámica de investigación diferente; con tiempos más estrictos,
al que no estaban acostumbrados los investigadores de las insti-
tuciones públicas de investigación, pero que finalmente permitió
un desarrollo fluido del trabajo. Esa orientación se apegó a las
necesidades demandadas por la industria y subraya la importan-
cia de los resultados de la investigación, antes que la consecución
de objetivos de investigación a mediano y largo plazo y de interés
académico-disciplinario. Por otra parte, también se constató en
las entrevistas realizadas a los investigadores científicos, la con-
formidad con el método de seguimiento impuesto por la empresa,
ya que consideran que su aprobación, supone que el trabajo está
respondiendo a las necesidades exigidas por quién formuló y planteó
los problemas.
En lo que refiere a la evaluación, el proceso mostró distintos
caracteres a las tendencias internacionales, ya que si bien CONA-

210 POLÍTICAS DE CONSTRUCCIÓN DE REDES CIENCIA-INDUSTRIA


CYT actuó como intermediario y posibilitó la relación entre la
empresa y las instituciones de investigación; no alcanzó a desarro-
llar evaluaciones suficientes que permitan evaluar integralmente
el funcionamiento del Consorcio y los trabajos de los investigadores.
Más allá de la conformidad de los involucrados, y en el entendido
de que es la empresa es quién mejor puede evaluar los efectos de
los proyectos de investigación que ella formuló para desarrollar en
su organización10, CONACYT como financiador clave y gestor de la
relación, debería evaluar esos procesos para tener una visión clara
del impacto de sus iniciativas11 y reportar los destinos de recursos
públicos para el financiamiento de innovaciones de una empresa
privada, y los posibles beneficios del gasto.
Finalmente, el último punto abordado en el estudio de caso, da
cuenta de cómo se planteó en términos relacionales (individuales e
institucionales), la relación entre dos actores de esferas distintas.
Si bien existieron diferencias originadas en las lógicas y prácti-
cas diferenciadas de estos actores, éstas nunca amenazaron con
desestabilizar la relación. Además, se hallaron algunos indicios
sobre conocimientos y aprendizajes mutuos en el estudio de caso.
En ese sentido, se encontraron algunas evidencias sugeridas en
la literatura: la trascendencia de la confianza mutua en el rela-
cionamiento entre actores de esferas distintas, la importancia que
para los socios tiene el conocimiento específico que su socio puede
brindarle, y el carácter tácito de ese conocimiento, ya que no se
adquiere ni en el mercado ni impersonalmente.

10 Por ejemplo, un investigador señaló que una evaluación de CONACYT, no


aportaría a favor de un ágil desenvolvimiento de los proyectos: “Yo creo que
los empresarios no tienen el tiempo suficiente necesario para pensar y reflexio-
nar muchas cosas, pero no son tontos. Bajo ese precepto, acceder a una buena
calificación por parte de ellos, es suficiente. Porque también si le empezamos
a meter evaluaciones, entorpecería el trabajo definitivamente. Y sobre todo si
es un Comité de evaluación que permanece ajeno, y solo ve un reporte, para
mí no sería provechoso” (investigador 2, CIATEQ-Q).
11 Sobre todo, estas evaluaciones parecen ser necesarias para poder volcar
los aprendizajes en futuros desarrollos políticos. En este caso por ejemplo,
sería importante determinar: el impacto del financiamiento en términos de
creación de redes de conocimiento por el relacionamiento entre grupos de
Investigación para detectar grupos y áreas de conocimiento para promover
y consolidar; y las mejores prácticas que se hayan desarrollado a lo largo del
proceso y que puedan extenderse a otros instrumentos políticos. Esto permi-
tiría sumar experiencias de implementación de políticas, y así, ayudar a un
modelo de gestión de políticas ciencia-industria, que permitan el intercambio
de experiencias entre los administradores de los programas y sus redes como
un momento de aprendizaje, y crear y compartir una visión común.

FEDERICO STEZANO 211


La evidencia empírica no permite ir mucho más allá en tér-
minos de lo que la literatura propone respecto a la construcción
de conocimientos12. Sin embargo, el aspecto más resaltable es el
vuelco en la lógica de investigación habitual bajo la que se desa-
rrolló la experiencia del Consorcio. Teniendo en cuenta que este
tipo de programas ciencia-industria tiene un carácter casi inédito
en México, este aspecto es el más saliente de la experiencia de los
Consorcios como instrumento político ya que muestra la valía de
la promoción de la relación entre el sector industrial y el científico.
Se dio, en términos de trayectorias profesionales e individuales,
un cambio bastante notorio para las prácticas y rutinas habituales
del investigador científico clásico, el que trabaja con otros ritmos,
presiones y exigencias. Así, los científicos integrados a los Consor-
cios al ser demandados en torno a conocimientos complejos y con
urgencias de resultados, organizaron sus investigaciones de un
nuevo modo, y como ellos mismos reconocen, aprenden de esa nueva
dinámica. En ese sentido debe destacarse a los Consorcios como
una iniciativa que además de promover un aspecto central en las
actuales dinámicas de innovación (las relaciones ciencia-industria),
genera nuevas competencias en los investigadores, que les suponen
mayores capacidades para trabajar junto a la industria en torno a
sus necesidades (debilidad sensible del sistema de innovación de
México); e individualmente, un mayor acercamiento con la realidad
del sector privado y con ello, posibilidades de movilidad laboral13.
En términos generales, la experiencia puede calificarse como
positiva. La razón que sustenta tal afirmación, se apoya en el
hecho de que los Consorcios CONACYT son pioneros en el apoyo a
prácticas de I+D e innovación en torno a las necesidades específicas

12 Es preciso reconocer a este respecto, la dificultad que la propia teoría neo-


schumpeteriana ha tenido para captar empíricamente estos fenómenos. Del
mismo modo, discusiones sobre las estadísticas sobre la innovación y la CyT,
también corroboran la dificultad para medir cuantitativamente los procesos,
dinámicas, relaciones e interacciones que influyen sobre la innovación (Sala-
zar y Holbrook, 2004).
13 Lo anterior no obsta el hecho que estos proyectos orientados a la I+D y la
innovación, son investigaciones de punta y excepcionales en el panorama
de la CyT mexicana. El rasgo minoritario de este tipo de proyectos puede
verse reflejado en los montos de financiación que han recibido los distintos
programas del CONACYT. Así para el año 2005, el financiamiento a los
Consorcios representó el 0.1% del financiamiento total del CONACYT; y todos
los proyectos de I+D y la innovación el 3.8%. Estas cifras contrastan con el
66.5% del financiamiento que recibe la ciencia básica, y el 9% que recibe la
ciencia aplicada (FCCyT, 2006).

212 POLÍTICAS DE CONSTRUCCIÓN DE REDES CIENCIA-INDUSTRIA


de las empresas, en el marco de un lento y discontinuo proceso de
adaptación del ambiente nacional en CyT hacia nuevas prácticas.
Más allá de esto, la práctica en sí favorece el desarrollo del sector
público de investigación científica, y aproxima a la investigación
pública a las necesidades de las industrias.
El tema finalmente, refiere a los debates sobre las capacidades
de los agentes del conocimiento en América Latina, y los instru-
mentos precisos para aumentarlas. En primer lugar, es preciso
cuestionar e intentar re-pensar la efectividad de los modelos polí-
tico-institucionales para cambiar las prácticas de los agentes de
los sistemas de innovación, y fomentar unas nuevas en América
Latina. Las prácticas desarrolladas en los años de la ISI no favo-
recieron la creación de un núcleo endógeno de la innovación; pero
tampoco lo hicieron las nuevas políticas implementados con las
reformas estructurales. Es claro que el camino latinoamericano
actual de especialización sectorial (tanto el predominante en
México y América Central basado en las ventajas estáticas de la
abundancia de mano de obra, como el sudamericano basado en la
abundancia de recursos naturales), no habilita el desarrollo de
los sectores más dinámicos de la economía actual, intensos en
conocimiento14. El problema así, excede a la discusión respecto a
si se deben implementar políticas en CyT que favorezcan a la inno-
vación de las empresas, o si los instrumentos deben volcarse a la
ciencia básica. Es indiscutible la evidencia en la literatura y en la
experiencia histórica respecto a que una política nacional en CyT,
nunca se supedita a un tipo de implementaciones. Experiencias
políticas como la de los Consorcios, permiten detectar capacidades
de la ciencia y la industria nacional, y promover relaciones más
fluidas entre ambos. Además, pareciera interesante acompañar a
estas medidas con iniciativas políticas más amplias, agrupadas en
torno a ámbitos específicos del conocimiento; áreas temáticas en
las que para todos los actores del sistema de innovación nacional,

14 Un problema lindante a éste refiere a la necesidad de formular políticas


industriales, y con ello, el cuestionamiento a la visión impuesta por el Con-
senso de Washington que privilegia las cuestiones comerciales y financieras
y relega las discusiones sobre lo industrial; la que, pese a sus desaciertos, sí
estaba planteada en el modelo de la ISI. De esa forma, parece evidente, que
medidas políticas pro-innovación como la de los Consorcios, requieren el cobijo
de una política industrial que proteja selectivamente a ciertos sectores (que
en los países desarrollados por lo general son los intensivos en conocimiento,
y donde, por excelencia, se presentan más desarrolladas las relaciones ciencia-
industria).

FEDERICO STEZANO 213


sean necesarias actividades en I+D; como el emprendido por Brasil
en los últimos años15.
Por último, debe anotarse que la escasa experiencia en progra-
mas de este tipo, es la que puede explicar ciertas falencias en tér-
minos de diseño y gestión del programa. En ese sentido, CONACYT
parece ser el actor apropiado por sus competencias políticas y su
capacidad central en el sector de CyT de México, para constituir de
esta experiencia un primer momento del que extraer experiencias
y ayudar a construir un modelo nacional, más amplio, de políticas
de asociación ciencia-industria.

Bibliografía
ARVANITIS, R. y D. VILLAVICENCIO (2000), “Learning and innovation in the
chemical industry”, en CIMOLI, M.: Developing innovation systems. México in
a global context, Londres, Continuum.
BIANCHI, P. y N. BELLINI (1991), “Public policies for local networks of innova-
tors”, Research Policy, 20, pp. 363-379, EE.UU, Elsevier.
CASALET, M. (2004), “El impacto de la sociedad del conocimiento en las estructu-
ras institucionales y decisionales de los sistemas científicos: el caso de México”,
en Cátedra UEALC, Sociedad del conocimiento, México, FLACSO.
CASALET, M. (2005), Preguntas clave para comprender los cambios en el modelo
de innovación y el surgimiento de nuevos instrumentos. Mimeo: México.
CASAS, R.; GORTARI, R. y M. LUNA (2000), “University, knowledge production
and collaborative patterns”, en CIMOLI, M., Developing innovation systems.
México in a global context, Londres, Continuum.
CIMOLI, M. (ed.) (2000), Developing innovation systems. México in a global con-
text, Londres, Continuum.
CIMOLI, M. (2005), “Redes, estructuras de mercado y shocks económicos. Cambios
estructurales en los sistemas de innovación en América Latina”, en CASALET,
M.; CIMOLI, M. y G. YOGUEL (comps.), Redes, jerarquías y dinámicas produc-
tivas, Buenos Aires, FLACSO-México, OIT, Miño y Dávila.

15 Este modelo ha sido pioneramente desarrollado en Brasil, en donde se han


constituidos 14 fondos administrados por una visión estratégica, compartida y
orientada a los resultados. Así, de esos 14 fondos, 12 corresponden a sectores
estratégicos que disponen de una renta suficiente para financiar actividades
de CyT (sector petrolero, energético, transportes terrestres, telecomunicacio-
nes), uno transversal que busca fomentar la cooperación ciencia-industria, y
otro horizontal que subsidia el mantenimiento y modernización de la infraes-
tructura tecnológica del sector científico público (Cimoli y Primi, 2004).

214 POLÍTICAS DE CONSTRUCCIÓN DE REDES CIENCIA-INDUSTRIA


CIMOLI, M. y A. PRIMI (2004), “El diseño y la implementación de las políticas
tecnológicas en América Latina: un (lento) proceso de aprendizaje”, en Cátedra
UEALC, Sociedad del conocimiento, México, FLACSO.
CIMOLI, M., FERRAZ, J. C. y A. PRIMI (2005). Science and technology policies in
open economies: the case of Latin America and the Caribbean, Chile, CEPAL.
CONACYT (2004a), Sistema Nacional de Redes de Grupos y Centros de Investi-
gación. Criterios y estándares de calidad institucional para el diagnostico de
Grupos y Centros de Investigación en el área científica. Mimeo: México.
CONACYT (2004b), Comunicado de Prensa 07/04. Xignux y CONACYT formalizan
consorcio. 26 de febrero. En www.conacyt.mx
CONACYT (2004c), Sistema Nacional de Redes de Grupos y Centros de Investi-
gación. Criterios y estándares de calidad institucional para el diagnostico de
Grupos y Centros de Investigación en el área tecnológica. Mimeo: México.
CONACYT (2004d), Sistema Nacional de Redes de Grupos y Centros de Investi-
gación. Criterios y estándares de calidad institucional para el diagnostico de
Grupos y Centros de Investigación en el área social. Mimeo: México.
CONACYT (2005a), Consorcio Xignux-CONACYT. Mimeo: México.
CONACYT (2005b), Consorcio Xignux-CONACYT. Mimeo: México.
CONACYT (2006), Redes y Consorcios. En www.conacyt.mx
CONSTANTINO, R. y A. LARA (2000), “The automobile sector”, en CIMOLI,
M. Developing innovation systems. México in a global context, Londres, Con-
tinuum.
DAVID, P. y D. FORAY (2002), “Introducción a la economía de la sociedad del
conocimiento”, Revista internacional de Ciencias Sociales, UNESCO. Número
171, marzo, Inglaterra, Blackwell.
DE BRESSON, C. y F. AMESSE (1991), “Networks of innovators: a review and
introduction to the issue”, Research Policy, 20, pp. 363-379, EE.UU, Elsevier.
ENTERPRISE DG (Unión Europea) y MINISTERIO FEDERAL DE ECONOMÍA
Y TRABAJO DE AUSTRIA (2001), Benchmarking industry-science relations.
The role of framework conditions. Final Report. Viena.
ERBES, A.; ROBERT, V.; YOGUEL, G. y J. BORELLO (2006), “Regímenes tecno-
lógicos, de conocimiento y competencia en diferentes formas organizacionales: la
dinámica entre difusión y apropiación”. En Seminario Internacional Globalización
Conocimiento y Desarrollo. UNAM: México.
ETZKOWITZ, H. y L. LEYDESDORFF (1997), Universities and the global knowl-
edge economy, Londres, Pinter.
FAHRENKROG, G.; POLT, W.; ROJO, J.; TUBKE, A. y K. ZINOCKER (2002),
RTD Evalution Tollbox. Assessing the socio-economic Impact of RTD-Policies.
Comisión Europea, Sevilla, España.
FORO CONSULTIVO CIENTIFÍCO Y TECNOLÓGICO (2006), Diagnóstico
de la política científica, tecnológica y de fomento a la innovación en México.
México, D.F.
GONSEN, R. y J. JASSO (2000), “The pharmaceutical industry”, en CIMOLI,
M. Developing innovation systems. México in a global context, Londres, Con-
tinuum.

FEDERICO STEZANO 215


GUSTON, D. (2000), Between politics and science. Assuring the integrity and
productivity of research, Nueva York, Cambridge University Press.
KAZANCIGIL, A. (1998), “Governance and science: market-like modes of manag-
ing society and producing knowledge”, UNESCO, pp. 69-79, Londres.
LAM, A. (2002), Communities of practice and networks: key concepts and issues.
Paper para European Commission Loc Nis Workshop on Knowledge Management
and Governance within the Firm. Paris.
LEY DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA DE MÉXICO (2002), Publicada en el Diario
Oficial de la Federación, 5 de junio de 2002. México.
LUNDVALL, B.-A. (2002), The University in the Learning Economy. DRUID
Working Papers 02-06, Dinamarca, DRUID.
ONCE TV (2004), Promueve CONACYT consorcios entre universidades y empresas.
27 de febrero. En www.oncetv-ipn.net.
SALAZAR, M. y A. HOLBROOK (2004), “A debate on innovation surveys”, Science
and Public Policy (31) 4, pp. 254-266, Inglaterra, Beech Tree Publishing.
STEZANO, F. (2006), Políticas de construcción de redes ciencia-industria. El
caso de los Consorcios CONACYT. Tesis para optar por el grado de Maestría en
Ciencias Sociales. FLACSO-México: mimeo.
La economía basada en el conocimiento,
la innovación y las ciencias
del medio ambiente en Canadá:
el caso de la Red de Centros
de excelencia ArcticNet

Caroline Coussot
Instituto Nacional de Investigación Científica (INRS)
Universidad de Québec, Montreal, Canadá

Introducción

E n enero de 2006, un documento preparado por la división de


los Asuntos políticos y sociales de la Biblioteca del Parla-
mento canadiense con destino a los diputados, anunciaba que “la
región del Ártico, debido a los efectos del cambio climático, figura
como primer punto a abordar en los debates sobre la soberanía
del Canadá” (Carnaghan y Goody, 2006:1). La apertura de la vía
marítima del Noroeste y la oportunidad industrial que aportarían
sus yacimientos de petróleo, gases naturales y minerales atizan
cada vez más el interés de los países sobre el Ártico. Ahora bien,
al adoptar el Convenio de Río en 1992 y luego el protocolo de Kyoto
en 1997, Canadá se comprometió a tener en cuenta los impactos
medioambientales de su desarrollo económico y social en los niveles
internacional, nacional y local.
Al enfrentar estos retos, los canadienses reconocen la importan-
cia de la investigación científica para mejorar su calidad de vida y
lograr el desarrollo sostenible de los recursos naturales:
“El Canadá se enfrenta a cambios medioambientales tan complejos que
requieren una visión pluridisciplinar y una alianza entre la investigación
básica y la investigación asociada (…). La financiación de la ciencia se hace
decisiva para el planteamiento de las políticas de innovación canadienses”
(Pinel-Alloul, 2000).
Esto ocurre en un contexto en donde, debido a los procesos de
globalización de la economía, “la economía canadiense, que se

217
basaba hasta ahora en la explotación de los recursos naturales,
debe volverse ahora hacia la creación del conocimiento” (RCE,
1994:1).
El papel de la investigación científica en la producción de la
innovación, se encuentra enunciada explícitamente en el marco
de un desarrollo sostenible y equitativo para todos los ciudadanos
canadienses. Esta cuestión no es nueva, aunque adquiere hoy
una importancia particular. A este respecto, una de las primeras
iniciativas canadienses1 destinadas a articular la investigación
básica a las necesidades de la sociedad canadiense fue inspirada
por las conclusiones del informe de la Comisión Glassco en 1963,
el que lamentaba que la actividad científica fuera “fragmentaria
y mal coordinada” (Brassard, 1996: 3). Este informe impulsó una
voluntad de acción por parte del Gobierno federal canadiense
que se tradujo en mayores inversiones a partir del final de los
años ochenta. Esta iniciativa fue abanderada principalmente
por el Ministerio de Industria del Canadá, pero también por los
organismos de fomento, en programas con la misión de realizar
“investigación concertada” (Canadá, 2001:28-29). Ellos son entre
otros: las Redes de Centros de Excelencia (RCE) (las que son
objeto de este capítulo), la Asociación Tecnológica de Canadá, los
Fondos de apoyo tecnológico al desarrollo sostenible, la Fundación
Canadiense para la Innovación, las Cátedras de investigación del
Canadá, y Génome Canada. Entre todos estos, el programa de los
RCE traduce bien “la preocupación del sector público en cuanto
a la pertinencia de la investigación con relación a las cuestiones
socioeconómicas” (CRSNG, 1994).
El programa canadiense de las RCE forma parte de la política
del Gobierno federal de ciencia y tecnología. Inspirado en la teoría

1 A escala internacional, los primeros científicos que propusieron un modelo de


innovación fueron Jorge Sábato y Natalio Botana, dos profesores argentinos.
Su tesis del “triángulo científico-tecnológico”, comúnmente llamada “el trián-
gulo de Sabato”, estipula que “la estrategia global del desarrollo científico
y tecnológico debe partir de relaciones y coordinación continuas” entre las
actividades de los distintos protagonistas de una sociedad (Tunnermann,
Bernhein, 2006), para que la ciencia y la tecnología, como “instrumento de
progreso” (Sabato y Botana, 1968: 16), se pongan al servicio del desarrollo de la
sociedad. Será necesario sin embargo esperar los años ochenta en Canadá para
que distintos programas de cooperación entre la universidad, los Gobiernos, la
industria y los miembros de la sociedad canadienses se establezcan (Brassard,
1996: 3). Hoy, la Red de Centros de Excelencia canadiense ArcticNet ilustra
una evolución original de esta nueva gobernanza.

218 LA ECONOMÍA BASADA EN EL CONOCIMIENTO, LA INNOVACIÓN Y LAS CIENCIAS…


de la producción de los conocimientos2 (Gibbons et al, 1994), el pro-
grama de los RCE pone el énfasis sobre la gestión de la investigación
y la interdisciplinariedad; y define un nuevo “contrato social de la
ciencia” (Guston y Keniston, 1994). No obstante, “esta política de
innovación surge en un contexto ideológico dominado por el mer-
cado” (Fisher et al, 2000:2), desde donde se propone “transformar
la investigación y el talento emprendedor canadiense en ventajas
socioeconómicas nacionales” (RCE, 2006).
Este programa de cooperación entre universidad-gobierno-
industria está financiado por tres consejos (los IRSC, el CRSNG y
el CRSH3) y el Ministerio de Industria. Con un presupuesto anual4
de 150 millones de dólares, cuenta con 18 redes y 5 “nuevas inicia-
tivas5”, en ámbitos tan variados como las tecnologías de vanguar-
dia6, la construcción y la ingeniería7, la salud y la biotecnología8
y los recursos naturales y el medio ambiente9 (RCE, 2006).
Entre 1998 y 2005, el Gobierno federal invirtió en total alrede-
dor de 14 mil millones de dólares canadienses (12.8 mil millones
de dólares US) dedicados a la investigación y distintas iniciativas

2 Gibbons ocupó un escaño en el Comité de selección del programa de las RCE


como consejero en política Industrial para Canadá (Fisher y al., 2000:18).
3 El Instituto de Investigación en Salud de Canadá, el Consejo de Investiga-
ciones en Ciencias Naturales y en Ingeniería de Canadá, y el Consejo de
Investigaciones en Ciencias Humanas de Canadá.
4 Los fondos del programa de los RCE ascendían a 79 millones $Can y las con-
tribuciones de los socios a 70 millones $Can (7M$ de las universidades, 27M$
de la industria, 12M$ del gobierno federal, 9M$ de los gobiernos provinciales
y 13M$ de otros sectores) (RCE, 2006).
5 Iniciativa nacional para el cuidado de los ancianos; La promoción de las
relaciones y la eliminación de la violencia; Red canadiense de investigación
en diseño; Red canadiense en obesidad; Red de las economías mundiales
dinámicas y emergentes.
6 Instituto Canadiense para las Innovaciones en Fotónica (ICIP); Geomática
para Intervenciones y Decisiones Ilustradas (GEOIDE); Instituto de Robó-
tica e Inteligencia de Sistemas (IRIS); Matemáticas de las Tecnologías de la
Información y de los Sistemas Complejos (Mitacs).
7 Innovación en estructuras con sistemas de detección integrados (ISIS); Red
de centro de excelencia AUTO21.
8 Red de investigación sobre la encefalopatía espongiforme bovina (PrioNet);
Red canadiense contra los problemas cerebro vasculares; Red canadiense de la
artritis; Red canadiense de investigación sobre la lengua y la alfabetización;
Red canadiense para la elaboración de vacunas e inmunoterapias (CANVAC);
Red canadiense de enfermedades genéticas; Red de células cepas; Red de los
alimentos y materiales de vanguardia; Red de las alergias, de genes y del
medio ambiente (AllerGen).
9 Red de centro de excelencia sobre el agua; Gestión de los bosques; Arctic-
Net.

CAROLINE COUSSOT 219


de apoyo a la colaboración entre la universidad, el gobierno y la
industria. Los RCE constituyen un aspecto permanente de la estra-
tegia de investigación federal, que “evidencian un éxito superando
todas las expectativas” (CRSNG, 1997).
En el marco de la voluntad federal de desarrollar las iniciativas
de investigación, la mayoría de las provincias adoptan mecanismos
institucionales variados en cuanto a la gestión de la innovación,
pero el contenido de estas distintas políticas es idéntica en lo que
concierne al objetivo principal: la divulgación de las patentes, la
concesión de licencias y la creación de empresas derivadas (Milot,
2005: 30). En el caso de Québec, “el Gobierno se dotó, en 2001,
con una política de innovación que integra la ‘comercialización’
de los resultados de la investigación universitaria en un proceso
de ‘valorización’ tanto social como tecnológica” (Milot, 2005: 26).
La política de Québec se distingue así por una voluntad de com-
binar la investigación en ciencias naturales e ingeniería con la
investigación en ciencias sociales y humanas, lo que confirma un
cambio paradigmático en el pensamiento económico y científico.
“Se evidencia cada vez más que la innovación es un proceso sobre
todo social, que los factores humanos se presentan en todas las
etapas de este proceso” (íbidem).
En el marco del programa de los RCE, se lanzó una iniciativa
sobre el tema del impacto de los cambios climáticos en el Gran
Norte, que dio nacimiento, en marzo de 2003, al proyecto ArcticNet.
Su mandato consiste explícitamente en
“(…) contribuir al desarrollo y a la difusión de los conocimientos necesa-
rios para la formulación de estrategias de adaptación y políticas nacionales
para preparar a los Canadienses en cuanto a enfrentar las consecuencias
y aprovechar las oportunidades traídas por los cambios climáticos y la
globalización en el Ártico” (ArcticNet, 2004a).
Rápidamente constituida en una sociedad sin ánimo de lucro,
ArcticNet Inc., con domicilio social en la Universidad Laval de
Québec, pudo como proyecto contar a partir de diciembre de 2003
con la colaboración de: 48 universidades, 89 instituciones guber-
namentales y 17 socios industriales de los campos de la energía,
la alta tecnología, el transporte, la comunicación y los servicios, a
los cuales se añade la participación de las comunidades esquimales
o Inuit (RCE, 2007a).

220 LA ECONOMÍA BASADA EN EL CONOCIMIENTO, LA INNOVACIÓN Y LAS CIENCIAS…


La red permite así crear alianzas originales en el estudio del
Ártico en combinación con el fin de producir “estudios de impacto
regionales integrados sobre las sociedades así como sobre los
ecosistemas costeros marinos y terrestres del Alto Ártico canadiense,
del Ártico del Este canadiense y la bahía de Hudson” (ArcticNet,
2004a). Un antiguo rompehielos de la Guardia costera canadiense,
enteramente reinstalado gracias al apoyo financiero de la Funda-
ción canadiense para la innovación y rebautizado para la ocasión
como Amundsen, forma parte de las infraestructuras tecnológicas
principales del grupo y responde a las necesidades del centenar de
investigadores de ArcticNet. Con la participación de las comunida-
des Inuit en la Red, ArcticNet tiende de manera original a acercar
la innovación tecnológica10 y la innovación social11, haciendo surgir
una nueva cultura de la innovación, que responda a las caracterís-
ticas culturales del Canadá.
Esta presentación se basa en un estudio exploratorio en el que
se realizaron 14 entrevistas12 a protagonistas estratégicos de la
comunidad científica de ArcticNet, y el análisis de una abundante
documentación pertinente13. El objetivo de este capítulo consiste en
presentar y analizar el proyecto ArcticNet como una experiencia
innovadora que concentra una serie de cuestiones medioambienta-
les, económicas y sociales, vinculadas al Ártico. La primera sección
presenta la situación general del Ártico y los cambios correspon-

10 “Se entiende por innovación tecnológica de producto la puesta en punto/


comercialización de un producto más eficiente con el fin de prestar al consu-
midor servicios objetivamente nuevos o mejorados. Por innovación tecnológica
de proceso, se entiende la puesta en punto/adopción de métodos de producción
o distribución nuevos o notablemente mejorados. Puede hacer acaecer cambios
que afectan –separada o simultáneamente– a los materiales, los recursos
humanos o los métodos de trabajo.” (OCDE 1997:21).
11 “Por innovación social, se entiende un nuevo enfoque, una nueva práctica
o intervención, o también un nuevo producto arreglado para mejorar una
situación o solucionar un problema social a nivel de las instituciones, orga-
nizaciones, o comunidades.” (Bouchard, 1999:2)
12 Se enviaron 50 invitaciones para participar en nuestra investigación a través
de correos electrónicos así como por teléfono a la comunidad de ArcticNet de
Québec. La muestra se seleccionó siguiendo criterios de representatividad,
de potencial de información así como de homogeneidad. Solamente algunos
miembros de la dirección y participantes de distintas instituciones univer-
sitarias respondieron a nuestra invitación, lo que me permitió conducir 14
entrevistas en Montreal y Québec, de enero de 2007 a marzo de 2007. Entre
las personas interrogadas, hay 2 representantes de la administración, 7
investigadores incluidos 5 directores de proyecto, 3 estudiantes-becarios.
13 Publicaciones, sitios Internet, informes anuales de ArcticNet y del programa
de las RCE.

CAROLINE COUSSOT 221


dientes a su inscripción creciente en un proceso de modernización14.
Se presta atención especial al litigio relativo a la apertura de una
vía marítima en el Ártico que compromete la soberanía canadiense
en esta región, choca de frente a las comunidades Inuits y obliga
así al Gobierno, a adoptar una nueva estrategia de investigación
y acción sobre estas cuestiones. La segunda sección analiza las
relaciones universidad-gobierno-industrias-comunidades Inuits,
específicas a la Red ArcticNet, e introduce un debate sobre el
compromiso de las instituciones y la contribución de los socios de
la Red, con el objeto de determinar en la sección 3, las caracterís-
ticas de una “organización innovadora” en el marco de un Sistema
Nacional de Innovación (SNI).

1. Los cambios climáticos y la modernización


del Ártico canadiense
El Ártico es un medio físico frágil y complejo en el cual reposan
las riquezas de la cultura Inuit (esquimal). Esta región sufre desde
los últimos treinta años, las consecuencias de un calentamiento pla-
netario de fuente antrópica. Entre los efectos del cambio climático,
los científicos destacan una disminución acelerada del casquete
glaciar. Si este fenómeno produce amenazas para el ecosistema
ártico y sus habitantes, la fundición de los hielos permite como
contrapartida la apertura de un paso marítimo al Noroeste del
globo. El desarrollo del Polo Norte suscita por lo tanto el interés,
o incluso la codicia de los países, cuestionando al mismo tiempo la
soberanía de Canadá en el Ártico.

1.1. El Ártico y los cambios climáticos

El Ártico es la región polar del hemisferio septentrional situada


más allá de la latitud 60°N. En ella se incluyen el océano helado
ártico y las tierras que lo rodean sobre una superficie de 21 millones
de km² (Transpolair, 2007). El medio físico del Ártico es caracte-

14 “Fiel a su mandato, ArcticNet fue especialmente activo en la sensibilización


sobre las repercusiones que tendrán la modernización y el recalentamiento del
Ártico sobre los ecosistemas, la economía y las sociedades nórdicas del Canadá”.
Mensaje del Presidente del consejo de administración, del director científico y
del director ejecutivo de ArcticNet, Rapport annuel 2005-2006, p. 44.

222 LA ECONOMÍA BASADA EN EL CONOCIMIENTO, LA INNOVACIÓN Y LAS CIENCIAS…


rizado por mantos glaciares y un permahielo (capa subterránea
de hielo) cuyo mantenimiento depende de la temperatura del aire,
las precipitaciones y la radiación solar. El clima austero ártico es
un enorme tanque de “energía indispensable para la formación y
evolución de los movimientos atmosféricos y oceánicos mundiales”
(Pastor, 1992: 208). Todo el equilibrio del sistema climático de la
Tierra depende del balance radiativo de los polos (Pastor, 1992:211).
La región circumpolar incluye ocho países: Canadá, Estados Unidos
(Alaska), Rusia, Finlandia, Suecia, Noruega, Islandia y Dina-
marca. El Ártico canadiense agrupa el Yukon (30.700 habitantes),
los Territorios del Noroeste (42.100 habitantes) y desde 1999, el
Nunavut (27.700 habitantes) y el Nunavik (Norte de Quebec, 11.000
habitantes) en una bandeja continental polar de 3,5 millones de
km² (Ressources naturelles Canada, 2007).

F IGURA 1. Mapa del Ártico y de las rutas marítimas polares

Fuente: Laserre (2004).

CAROLINE COUSSOT 223


Los cambios climáticos resultan “de un aumento de las tempe-
raturas medias mundiales de la atmósfera y del océano; causan
la fundición generalizada de la nieve y del hielo, y la subida del
nivel medio mundial del mar” (GIEC en Bélanger, 2007). En el
informe ACIA15, el Comité científico internacional sobre el Ártico
y el Consejo del Ártico (2004) afirma que el recalentamiento obser-
vado desde los últimos 50 años en el Polo Norte es atribuible a la
actividad humana y que sus efectos tienen repercusiones directas
sobre los ecosistemas. Se observa una disminución de 15 al 20%
de hielo durante los meses de verano desde los años setenta (ídem:
25; Carnaghan y Goody, 2006:1). Aunque sigue existiendo incerti-
dumbre en cuanto a la velocidad y a la persistencia del fenómeno, la
comunidad científica está convencida de que “las aguas del Ártico
canadiense podrían ser casi enteramente libres de hielos durante
toda la temporada estival a partir de 2050” (idem.).
Uno de los equipos de ArcticNet se interesa, en particular, por
la evaluación de los impactos de los cambios climáticos en el Alto-
Ártico canadiense sobre las condiciones físicas y sociales. Otro
se encarga de realizar un estudio de impacto regional integrado
con respecto a reservas alimenticias, agua y recursos en el Ártico
canadiense terrestre con el fin de determinar los riesgos incurridos
por los ecosistemas y las poblaciones (ArcticNet, 2004).
“Otras amenazas al medio ambiente ártico y a las poblaciones
humanas son menos visibles pero son igualmente reales” (Nuttall,
2000:4). Liberados del hielo, los “contaminantes atmosféricos y
marinos” (ibidem) provenientes de las actividades industriales
del Sur, ponen cada vez más en peligro las poblaciones humanas
y animales árticas. Los bifenil policlorinados (BPC)16, el mercurio
contenido en el hígado de las focas y otras sustancias tóxicas quími-
cas, son “el origen de cánceres o daños neurológicos y hormonales”
en los recién nacidos, fenómeno encontrado de manera inquietante
en los Inuits (Nuttall, 2000:5). El Ártico fue también un territorio
de predilección para las pruebas nucleares durante las últimas
décadas. Según un investigador miembro de ArcticNet, la fundi-
ción del permahielo se libera de los glaciares isótopos nucleares17
y algunos misiles de la Guerra fría. El Ministerio de la Defensa

15 Arctic Climate Impact Assessment


16 “Una sustancia aceitosa y artificial que se evapora de los residuos de desechos
y del petróleo cuando quema” (Nuttall, Marco, 2000:4).
17 Sustancias que emiten radiaciones.

224 LA ECONOMÍA BASADA EN EL CONOCIMIENTO, LA INNOVACIÓN Y LAS CIENCIAS…


Nacional de Canadá y ArcticNet establecieron un proyecto de
descontaminación de estos lugares del Ártico contaminados. Este
deshielo precipitado tiene por consecuencia efectos difícilmente
controlables e irreversibles para la fauna polar, la salud de las
comunidades y la perpetuidad de la cultura Inuit.

1.2. Las comunidades Inuits

“El conocimiento tradicional autóctono que ha sido adquirido,


y continúa siéndolo, con el tiempo pasa a ser parte del territorio”.
(Environnement Canada, 2002). Este conocimiento engloba “todos
los aspectos del medio ambiente –biofísicos, económicos, sociales,
culturales y espirituales– considerando el humano como parte inte-
gral de este medio ambiente” (ídem). El conocimiento tradicional
se transmite y se preserva oralmente gracias a las canciones y a
los cuentos resultantes de experiencias, acciones y observaciones
de los ancianos (ídem). Más allá del saber cultural, “la perspectiva
holística del medio ambiente está basada en valores subyacentes que
favorecen la viabilidad” y cuyos principios consisten “en sólo tomar
lo que es necesario y dejar el resto intacto, así como en garantizar el
bienestar de la colectividad sin perjudicar la integridad del medio
ambiente” (ídem).
Un estudio realizado en 2001 sobre la percepción de los cambios
climáticos que tienen los Inuits de Banks Island en el mar de Beau-
fort, contribuyó a acelerar las preocupaciones medioambientales
en la comunidad. Las convulsiones medioambientales afectan el
conocimiento de los Inuits ancianos que no son ya capaces de definir
los procesos del clima y de la erosión ni los desplazamientos de los
animales para la temporada de la caza. Los jóvenes por lo tanto,
cada vez usan menos los conocimientos tradicionales y están menos
convencidos de la pertinencia y de la utilidad de estos. La comu-
nidad ve como se agota su tejido social y teme que desaparezcan
los conocimientos tradicionales (Victor Tootoo, 2005). Según los
testimonios de numerosos investigadores y estudiantes de Arctic-
Net, los Inuits están muy preocupados. Un equipo de la Red está
en efecto encargada de analizar “los procesos de autodeterminación
cultural Inuit” para hacer frente a los cambios y establecer medios
para facilitar la adaptación y la transferencia de los conocimientos
(ArcticNet, 2004).

CAROLINE COUSSOT 225


1.3. Los desafíos de la entrada del Ártico
en la globalización

El Ártico está en el centro de una polémica internacional sobre


el acceso a la navegación intercontinental que ofrecería la apertura
del paso del Noroeste desde un punto de vista comercial. Según la
Cátedra de Investigación de Canadá en Seguridad Internacional
(CRCSI), este paso del Noroeste reduciría en efecto la distancia
en 26% del trayecto entre Europa y Asia, y en consecuencia los
costes asociados al transporte marítimo en comparación con el
Canal de Panamá, sin “ningún límite de tamaño ni de calado
para los buques” (CRCSI, 2004:2). Además de estas oportunidades
comerciales, la región del Ártico canadiense presenta un interés
económico por la abundancia de sus recursos naturales, en par-
ticular, la explotación de yacimientos de petróleo, gas natural y
minerales como el plomo, el zinc, el uranio, el níquel, el oro y los
diamantes (Laserre, 2004:397; CRCSI, 2004: 2). Estas perspecti-
vas de explotación van a desempeñar un papel considerable en el
desarrollo de las regiones árticas con un aumento de la frecuencia
y del volumen de las actividades (Killaby, 2006: 32) en las regiones
de las provincias canadienses adyacentes a las zonas polares.
La “libertad de navegar” (Killaby, 2006: 38) ofrecida a todos
los países vuelve a poner sin embargo en cuestión la soberanía de
Canadá en el Ártico (Laserre, 2004; CRCSI, 2004; Killaby, 2006;
Carnaghan y Goody, 2006). Las aguas de los estrechos forman
parte de las aguas interiores canadienses y responden así al con-
trol nacional de las actividades en este sector. Estados Unidos y
Europa impugnan esta soberanía no obstante. “El litigio sobre la
delimitación de la plataforma continental en el mar de Beaufort se
debe a una diferencia de interpretación del Tratado de las fronteras
de 1825” (Killaby, 2005: 38). Importa así para Canadá, evaluar el
estatuto jurídico de su pretensión y poner en marcha acciones y
políticas con el fin de controlar la internacionalización del paso
del Noroeste (CRCSI, 2004:3). El último informe del Gobierno
canadiense hace balance de las orientaciones del Gobierno y de las
dificultades que encuentra (Carnaghan et Goody, 2006). Según este
informe, Canadá no dispondría de los “recursos necesarios”, de las
“capacidades de vigilancia y aplicaciones de las leyes” suficientes
para un “territorio tan extenso” (Carnaghan y Goody, 2006: 9). El
Parlamento concluye la importancia de establecer una “estrategia

226 LA ECONOMÍA BASADA EN EL CONOCIMIENTO, LA INNOVACIÓN Y LAS CIENCIAS…


global de protección de la soberanía canadiense en el Ártico, de
definir los medios más eficaces para llegar a este objetivo y de pre-
ver medidas potencialmente muy costosas” (ibídem). El Gobierno
canadiense propone mayor inversión en tecnología de punta como
“nuevos rompehielos y estaciones de escucha18” (ibídem). La política
científica y tecnológica canadiense parece ofrecer una vía para
responder a los nuevos problemas del Ártico.

2. La Red ArcticNet

2.1. El papel destacado de la Universidad

Los participantes de la Red ArcticNet se distribuyen en tres


categorías: la dirección, los miembros y los socios. La dirección
incluye el Consejo de Administración, el Comité de gestión de la
ciencia y el Comité Consultivo Inuit. Los tres cuentan con 37 per-
sonas aproximadamente, “en su mayoría miembros del personal
dirigente de organizaciones participantes, sean Inuits, del Gobierno
o de la industria” (ArcticNet, 2006:87). En la Red ArcticNet par-
ticipaban en 2005 cerca de 76 investigadores y 230 miembros
altamente cualificados (estudiantes de segundos y terceros ciclos),
provenientes de 48 universidades e institutos de investigación
canadienses y extranjeros19 (RCE, 2007). Alrededor de la mitad
del conjunto de las actividades de ArcticNet se ejercen en Québec
(39 universidades participantes de un total de 76 en el conjunto del
Canadá, 115 miembros del personal altamente cualificados de un
total de 230). El período 2005-2006 se caracterizó por un aumento
del 75% del número de estudiantes de ciclos superiores (de 120 a
210) y por la producción de más de 350 publicaciones científicas.
La Red ArcticNet ejecuta aproximadamente 30 proyectos
agrupados en cuatro temas principales, incluyendo cada uno una
decena de equipos transdisciplinarios de investigación y socios
gubernamentales, industriales entre otros. Estos temas son: 1)
impactos físicos y sociales de los cambios climáticos en el Alto-
Ártico canadiense; 2) estudios de impacto regional integrado en

18 Estaciones que detectan emisiones electromagnéticas de la tierra.


19 Estados Unidos, Japón, Dinamarca, Noruega, Polonia, Reino Unido, España,
Rusia, Groenlandia y Francia (ArcticNet, 2006 : 41).

CAROLINE COUSSOT 227


materia de reservas alimenticias, agua y recursos naturales en el
Ártico canadiense terrestre del Este, evaluación de los riesgos que
corren los ecosistemas y las poblaciones y análisis de los procesos de
autodeterminación cultural Inuit; 3) gestión de la bahía de Hudson,
la cuenca hidráulica canadiense más grande, a partir de estudios
sobre los cambios climáticos, el análisis de las interacciones conti-
nente-océano, los derrames de agentes contaminantes y los medios
para facilitar la transferencia de conocimientos a las comunidades
locales; 4) una proyección hacia el año 2100 sobre el medio ambiente
global del Ártico canadiense por medio del uso de las técnicas de
modelizaciones y estadísticas (ArcticNet, 2004).
Los equipos de investigadores están constituidos generalmente
por un profesor titular que es director de proyecto y se encarga de la
gestión administrativa de un equipo de investigadores, compuesto
por cerca de veinte personas quienes son profesores titulares y
estudiantes de ciclos superiores. Se encuentran también técnicos
quienes son contratados con dedicación exclusiva, y cuyo papel se
limita a la recolección de las muestras e información del Ártico
para los equipos de investigadores. Las actividades se programan
en un ciclo anual, con tres meses en el mar y nueve meses de
trabajo en laboratorio. No obstante, debido al número limitado
de puestos sobre el rompehielos Amundsen, algunos equipos no
siguen sistemáticamente este calendario de actividades. Por otra
parte, se permite cierta flexibilidad en los proyectos en la medida
en que se respeten las exigencias y los plazos administrativos. La
universidad ofrece también a los investigadores de ArcticNet un
acceso a instrumentos de alta tecnología como el cluster (sistema de
aprovechamiento de datos informáticos de la Universidad Laval),
aparatos para el perfeccionamiento de muestreos, instrumentos
de análisis de nutrimentos, etc.
La contratación de estudiantes es fomentada de manera impor-
tante por la dirección de ArcticNet y el programa de las RCE,
hasta el punto en que algunos administradores dicen que existe
una especie de “dominación juvenil” en la Red, lo que permite,
según uno de los administradores, una cierta “regeneración de las
ciencias nórdicas”. Además de las actividades de investigación, en
el seno de ArcticNet se han creado distintos programas como: la
Asociación de Estudiantes de ArcticNet; un fondo de formación de
de la Red, que da la posibilidad a los estudiantes de participar en
experiencias internacionales de perfeccionamiento en proyectos
vinculados al Ártico; el programa “Escuela a bordo” en el Amund-

228 LA ECONOMÍA BASADA EN EL CONOCIMIENTO, LA INNOVACIÓN Y LAS CIENCIAS…


sen del cual pueden beneficiarse escuelas canadienses del nivel
secundario (ArcticNet, 2004). Estas actividades destacan una vez
más, la importancia concedida a la formación y a la sensibilización
de las generaciones futuras sobre las cuestiones de la investigación
científica. De este modo, se invita al personal científico y técnico
a valorar el papel de los jóvenes en los equipos, garantizando al
mismo tiempo la excelencia de la investigación en el ámbito de
los estudios nórdicos, la transdisciplinaridad y la gestión de los
recursos humanos, materiales y financieros de los equipos.

2.2. Las relaciones Universidad-Gobierno en ArcticNet

El Gobierno federal, los Gobiernos provinciales y locales con


intereses particulares en la investigación sobre el Ártico, son pro-
tagonistas estratégicos en la financiación y la administración de
la Red ArcticNet. Además de las instituciones involucradas en el
programa de las RCE, la Red ArcticNet colabora con “89 Ministerios
y otras agencias gubernamentales” (RCE, 2007) incluidos los Minis-
terios de Pesca y Océano, de Asuntos Indios, de Medio Ambiente,
de Recursos Naturales, de Salud, de Defensa Nacional, así como la
Agencia de la Guardia Costera Canadiense. Representantes de los
Ministerios de Pesca y Océanos, de Medio ambiente y de Recursos
naturales tiene participación en el Consejo de Administración de
la organización. Uno de los investigadores insiste que “ellos son
los protagonistas que hacen las estrategias políticas”, lo que es
coherente con uno de los objetivos de ArcticNet que es “influir sobre
las políticas relativas al Ártico en el Canadá y en el extranjero”
(ArcticNet, 2005:45).
El ciclo de financiación de una RCE es de siete años con un
máximo de dos ciclos por red, lo que representa una duración
máxima de catorce años. Después de este límite las redes deben
autofinanciarse. Las subvenciones públicas del programa de las
RCE para ArcticNet se elevaban en 2006 a 6,4 millones de dólares
(ArcticNet, 2006:103). A esta contribución se añadían las contri-
buciones provinciales de 450 mil dólares (de las que 389 mil son
en infraestructura), las contribuciones federales de 4 millones de
dólares (de las que 2,2 millones se destinan a infraestructura). Esto
arroja un total de 18 millones de dólares, de los cuales 8,6 millones
corresponde a inversiones en infraestructura. Además de esto, con
frecuencia Ministerios o Agencias gubernamentales colaboran con
inversiones en infraestructura, como es el caso de la Guardia cos-

CAROLINE COUSSOT 229


tera, propietaria del rompehielos de investigación Amundsen. Esta
implicación creciente de la financiación gubernamental durante la
última década en proyectos transdisciplinarios fue constada por
uno de los investigadores entrevistados de ArcticNet.
Sin embargo, algunos miembros de ArcticNet afirman que el
Gobierno intenta ejercer una cierta influencia sobre el programa y
que existen tensiones entre la organización de la Red y el Gobierno.
El control del Gobierno se ejerce, en particular, a través de las
evaluaciones al programa de las RCE. Todos los años, de acuerdo
con las exigencias de la dirección de las RCE, las redes deben
proporcionar un informe de actividades bilingüe que incluye los
datos financieros, los informes administrativos y los informes de
evaluación medioambiental. Los criterios incluyen la excelencia
del programa de investigación, la formación de personal altamente
cualificado, el funcionamiento en red y de las asociaciones, la trans-
ferencia y la explotación de los conocimientos y de la tecnología y
la calidad de la gestión de la red (RCE, 2007). Durante su ciclo de
financiación, la red es objeto de una evaluación intermedia, acom-
pañada de un control minucioso del informe de los tres primeros
años y de un plan estratégico para la segunda parte del ciclo de
financiación. “El proceso de evaluación de las RCE, destaca un
administrador, es un inmenso trabajo pero eso nos permite hacer
nuestra propia autoevaluación”.
El programa de subvención de las RCE también incita a Arctic-
Net a desarrollar relaciones con actores industriales interesados
por las capacidades expertas del grupo o el desarrollo de materiales
tecnológicos. No obstante, como veremos, esta colaboración aún es
incipiente, aún cuando el programa de las RCE tenga por objetivo
explícito inscribir activamente a la industria canadiense en una
economía basada en el conocimiento.

230 LA ECONOMÍA BASADA EN EL CONOCIMIENTO, LA INNOVACIÓN Y LAS CIENCIAS…


2.3. Las relaciones entre la Universidad y la industria
Desde su inicio, el programa de las RCE tenía por objeto crear redes
de investigadores y científicos para hacer investigación en ámbitos
cruciales para la generación de competitividad a largo plazo del
Canadá (…) estableciendo vínculos sólidos entre la universidad y el
sector privado para acelerar la transferencia de nuevos conocimien-
tos tecnológicos a la industria (Discurso de Primer Ministro Brian
Mulroney)20.

2.3.1 La aparición de una economía basada en el conocimiento

La corriente internacional hacia una economía basada en el


conocimiento y su oficialización en 1996 por la OCDE (Milot,
2003:1), inscribe a la universidad en la ideología comercial que
caracteriza este período de fuerte competencia mundial y de carrera
a la innovación industrial y tecnológica (Fisher y al., 2000:9). El
conjunto del “sistema científico21” (Milot, 2003:3) ha puesto su con-
tribución al asociarse al medio industrial para producir, transmitir
y transferir conocimientos con el fin de crear “nuevas producciones
de saber” (íbidem) y de innovar en el contexto de la globalización.
Distintos proyectos de operacionalización como los “Sistemas
Nacionales de Innovación” (Freeman, 1987; Lundvall, 1992; Nel-
son, 1993) o también “la Teoría de la Triple Hélice” (Etzkowitz
y Leydesdorff, 1995) dan prueba de la voluntad de conceptuar el
proceso de innovación en la óptica de economía del conocimiento e
interacciones multilaterales.
En un informe de 1995, The University-Industry Relationship
in Science and Technology, Doutriaux y Barrer (en contrato con
el Ministerio de Industria Canadá) destacan las ventajas de la
colaboración entre la industria y la universidad en Canadá. Los
autores hacen énfasis en el enfoque regional de la transferencia de
conocimiento y los beneficios socioeconómicos de la economía del
conocimiento. Como respuesta del Primer Ministro canadiense a
este informe, se publica por fin en 2001 la estrategia de innovación
de Canadá (Industrie Canada, 2001). Esta reconoce la importan-
cia de: considerar “la excelencia como bien estratégico nacional”;

20 “Conferencia nacional sobre la tecnología y la innovación”, Toronto, 13 de


enero de 1988. Citado en Ara Consulting Group (1997: 7).
21 “Las redes que integran los laboratorios gubernamentales y las instituciones
de enseñanza superior” (Milot, 2003:3)

CAROLINE COUSSOT 231


dotarse con los medios de reforzar la capacidad científica con el
fin de mantener empleos altamente cualificados; y hacer progresar
la investigación nacional para desarrollar “una masa crítica y un
reconocimiento internacional” (KPMG Consulting LP, 2002:20),
de modo que los conocimientos contribuyan al establecimiento
de una “economía innovadora en favor de todos los Canadienses”
(Industrie Canada, 2001).

2.3.2 Los socios industriales de la Red ArcticNet

Cuatro puestos del Consejo de Administración de ArcticNet


han sido dados a representantes de industrias de los campos de la
energía, los servicios y la alta tecnología, confirmando así la volun-
tad de las RCE de aumentar las relaciones con la industria. “Es
muy importante para la durabilidad de la Red, para su necesaria
independencia financiera a largo plazo”, dice uno de los adminis-
tradores. Eso implica numerosas gestiones que deben emprender la
dirección y los investigadores de ArcticNet con el fin de establecer
colaboraciones pertinentes y “creíbles”.
El establecimiento de relaciones con la industria es pues un obje-
tivo claramente buscado por ArcticNet. La Red cuenta oficialmente
con 13 socios industriales22 cuyo importe de las contribuciones
asciende a 5,5 millones de dólares, de los cuales 5 millones son
en infraestructura y material (ArcticNet, 2006:103). No obstante,
según el director ejecutivo, las colaboraciones entre la organización
y la industria son limitadas debido a la escasez de industrias en el
Norte. Por otra parte, han encontrado muchas dificultades para
reunirse con los socios industriales miembros de ArcticNet que ejer-
cen en Québec. Sin embargo, algunas entrevistas y el análisis de la
documentación disponible indican que ArcticNet está comprometido
con 5 sectores industriales diferentes: hidroeléctrico, petrolífero,
transporte, alta tecnología y medios de comunicación.
Los socios de la industria hidroeléctrica son Hydro-Quebec e
Hydro-Manitoba. El período 2005-2006 se ha caracterizado, en
particular, por un “inmenso crecimiento de las contribuciones en
dinero (20 %) y en material (93 %), en particular, las inversiones
principales de Hydro-Manitoba” (ArcticNet, 2006:46). Esta empresa
posee un puesto en el Consejo de Administración de ArcticNet.

22 Alberta (2 compañías), Columbia Británica (2), Manitoba (2), Territorios del


Noroeste (1), Nueva Escocia (1), Ontario (1), Québec (4)

232 LA ECONOMÍA BASADA EN EL CONOCIMIENTO, LA INNOVACIÓN Y LAS CIENCIAS…


Según los testimonios, los estudios de impactos medioambientales
son los buscados por estos socios industriales ya que les permiten
ahorrar millones de dólares23. El sector de investigación de la
industria hidroeléctrica desarrolló también instrumentos de aná-
lisis para evaluar los gases de efecto invernadero en colaboración
con ArcticNet.
Las relaciones con la industria petrolera, según el director
ejecutivo, son “un cuchillo con doble filo”. “En nuestro caso, lo que
nos lleva a colaborar es el conflicto entre los Inuits y la industria
petrolífera y sus impactos en los mamíferos marinos”. No obstante,
el reto de establecer colaboraciones parece de importancia: el pro-
blema está vinculado a la estructura misma de ese sector indus-
trial, puesto que las compañías de explotación que están dispuestas
a colaborar con la Red, dependen de las compañías madres de las
empresas petrolíferas que siguen estando distanciadas, como la
Asociación Canadiense de Productores Petrolíferos (CAPP), que
“no está dispuesta a involucrarse”, según el director ejecutivo. Un
reciente documento del CAPP sobre las actividades de I+D de la
industria petrolífera en el Norte canadiense destaca la complejidad
y la diversidad de las agencias de servicios en I+D, así como la
disparidad de los objetivos entre los Gobiernos, la industria y las
empresas de investigación (Barnes, 2006). Otro reto, la industria
piensa generalmente a corto plazo, lo que va contra del proceso
científico (ídem).
La organización ArcticNet no obstante, sigue siendo optimista
en cuanto al futuro de las relaciones con la industria petrolífera
considerando los esfuerzos emprendidos en Europa y la evolución de
las relaciones con este sector. En efecto, los miembros de ArcticNet
recientemente encontraron un centro de excelencia noruego que
trabajaba sobre el Ártico, y constataron que la colaboración entre
la industria del petróleo y los centros de excelencia se acepta mucho
más en Europa que en Canadá, y es mejor definida en términos de
derechos de exclusividad, según el director científico. El encuentro
con esta experiencia, además de permitir el intercambio de conoci-
miento experto, permitió comunicar buenas prácticas en términos
de derecho de exclusividad y control de la industria sobre la inves-
tigación. “El grupo noruego hizo muy bien las cosas a este respecto”
destaca uno de los administradores. Un índice de una colaboración

23 Director de proyecto, entrevista 5, febrero de 2007

CAROLINE COUSSOT 233


creciente puede constatarse en el hecho de que la empresa Conoco-
Phillips, miembro del CAPP, financió los desplazamientos de los
estudiantes de ArcticNet (Arctic Frontier Conference, 2006) para
participar en la conferencia Arctic Frontiers Tromso 2007: Policy
Making Conference, realizada en enero de 2007.
El contexto actual y futuro del Ártico llama cada vez más la
atención de la industria del transporte y el desarrollo del puerto
de Churchill en la Bahía de Hudson, que permite la unión entre
el transporte ferroviario y el transporte marítimo (Transporte
Canadá, 2006). No es pues sorprendente que ArcticNet desarro-
lle vínculos con este sector. El Presidente del Consejo de Admi-
nistración es por otra parte un ex-vicepresidente de Omnitrax
Canadá Inc. (transporte ferroviario) y ex-presidente del Churchill
Gateway Development Corporation, actualmente asesor indepen-
diente de una empresa que lleva su apellido (ArcticNet, 2004). En
el Ministerio de Competitividad es reconocido por su liderazgo,
formación y comercio en la provincia de Manitoba (Minister of
Competitiveness, Training and Trade) cuyo territorio incluye el
puerto de Churchill. Él apoya desde hace tiempo el desarrollo
económico de este puerto ártico. “Churchill tiene la habilidad de
llegar a muchas áreas del globo a menor costo, lo cual lo hace un
puerto muy competitivo” (Omnitrax, 2003). En las entrevistas se
mencionó también a la sociedad de transporte marítimo Northern
Transporte Company Ltd. (NTCL), aunque no aparece en la lista
de los socios industriales de ArcticNet. “Debido a un proyecto
gasero del Mackenzie”, esta compañía “desea añadir buques a su
flota” (Transporte Canadá, 2006). Estas compañías contribuyen a
la Red principalmente permitiendo a los equipos de investigación
acceder a sus infraestructuras. Se puede pensar que a cambio, este
sector industrial pretenda adquirir información sobre la evolución
del medio ambiente ártico y más concretamente sobre el paso del
Noroeste y sus impactos.
Por lo que se refiere a la industria de la alta tecnología, el Pre-
sidente del grupo Axys, especializado en el desarrollo de productos
tecnológicos avanzados y en los servicios de análisis en meteorolo-
gía y en oceanografía, tiene silla en el Consejo de administración.
En un principio establecido en Nunavut, y luego relocalizado en
Columbia Británica, el grupo Axys está asociado desde los años
setenta a la investigación ártica (Axys, 2007). Este socio permite
responder a las necesidades de equipamiento de investigación y

234 LA ECONOMÍA BASADA EN EL CONOCIMIENTO, LA INNOVACIÓN Y LAS CIENCIAS…


análisis de los equipos de ArcticNet. La Red igualmente hace
negocios con los servicios de una pequeña empresa de Québec con
la cual recientemente desarrolló un aparato de hidroacústica que
permitirá quizá responder al conflicto entre los Inuits y la industria
petrolífera, respecto a los mamíferos marinos.
Por último, los equipos de ArcticNet emprenden numerosas cola-
boraciones con la industria de los medios de comunicación, las que
permiten al proyecto no permanecer confinado en las publicaciones
científicas. Se deduce de esto que la Red busca cierta presencia
mediática y explota también la innovación en términos de difusión
de conocimiento.

2.4. Ciencia y sociedad

La economía basada en el conocimiento se inscribe en un con-


texto social más global. La sociedad del conocimiento solicita la
participación del conjunto de los individuos en el desarrollo y la
utilización sin restricción de la información, con el fin de favorecer
una mejor calidad y seguridad de vida (ONU, 2005: 141). Se asiste
así en Europa y Canadá, a la aparición de distintos lugares de
intercambio entre científicos, representantes gubernamentales,
industriales y simples ciudadanos o movimientos sociales. La
investigación y el desarrollo de acciones en el Ártico no podía por
su parte, hacerse sin la implicación de las comunidades Inuits. La
Red ArcticNet advirtió estas circunstancias, y estableció distin-
tos mecanismos que favorecían la evaluación y la concertación al
respecto.

2.4.1 Perspectiva global

La cooperación entre la sociedad civil y la universidad apareció


en los años sesenta en “un movimiento de reapropiación y sociali-
zación de los conocimientos y tecnologías” (FSM, 2005). En Québec
las Oficinas de audiencia pública sobre el medio ambiente (BAPE)
(Lepage, 2006), en Francia los foros sociales (Callon et al., 2001), o
también las “science shops” en Europa (Comisión Europea, 2004),
son distintas formas de auditorías que dan prueba de la voluntad
“de reducir la fractura entre los ciudadanos y la comunidad cientí-
fica” con el fin de poner la investigación al servicio de necesidades y
problemas concretos. Desde la llegada de una “ciencia ilimitada”, de

CAROLINE COUSSOT 235


la nuclear a los organismos genéticamente modificados, los espacios
de concertación pública se multiplicaron para convertirse en lugares
ricos en información para los investigadores y reducir la oposición
a los cambios tecnológicos. La transparencia y la apertura de la
ciencia al público, haciendo del publico un responsable de pleno
derecho, asocia la innovación a una determinada “cultura de la
responsabilidad” (Irwin, 2006: 300). Se concede así una mayor
consideración al “medio de propagación” de la innovación en la
elaboración de las técnicas y políticas científicas y técnicas, con el
fin de tener una mejor aceptabilidad de la ciencia por la sociedad
(Corbo, 1973:281; In Tremblay, 1995:81).

2.4.2 Las comunidades Inuits, principales actores de la Red

La elección de ArcticNet de limitarse geográficamente a los


medios marinos y costeros árticos, llevó la organización a establecer
relaciones principalmente con las comunidades Inuits que residían
en el litoral ártico. Según nuestros interlocutores, la organización
ArcticNet orienta sus acciones en particular sobre la comunicación
de los resultados, y la instauración de medidas para desarrollar
las competencias de las comunidades Inuits para que puedan hacer
frente a los cambios y reforzar su capacidad de acción. “Hay una
voluntad de capacity building con los Inuits, de una determinada
apropiación de la transferencia de conocimiento” precisa uno de
los investigadores. Con los proyectos destinados a formar la gente
del Norte, la administración ArcticNet desea remediar la falta de
universidades en el Ártico estableciendo organizaciones de investi-
gación locales. La creación de instituciones científicas forma parte
del proceso de modernización y de “autodeterminación” (ArcticNet,
2004) de las comunidades en un contexto de trastorno global.
Según un administrador de ArcticNet, la organización intenta
innovar en términos de enfoque organizativo y liberación de cono-
cimientos. “Quiere cambiar las maneras de hacer (…) Los Inuits
quieren implicarse en las decisiones principales, la concertación
forma parte del juego”. La colaboración se estableció teniendo una
voluntad de representatividad óptima de los Inuits en la Red, con
el fin de innovar en las relaciones entre los investigadores y las
comunidades Inuits. Se establecieron algunos mecanismos para
lograr este objetivo, en particular, con la creación de un Comité
Consultivo Inuit “implicado en la planificación de la investigación”,

236 LA ECONOMÍA BASADA EN EL CONOCIMIENTO, LA INNOVACIÓN Y LAS CIENCIAS…


asociado a la dirección de ArcticNet y de un equipo de consejeros
en investigación Inuit o Inuit Research Advisor (IRA). Asociaciones
como Inuit Circumpolar Conference tiene puesto directo en el Con-
sejo de Administración de ArcticNet. El conjunto de los represen-
tantes, y muy especialmente los agentes de conexión IRA, permiten
a la organización determinar las necesidades de las comunidades
locales y facilitar la obtención de las autorizaciones de despliegue
de equipos de investigadores en los territorios Inuits. Los agentes
IRA (un individuo por región Inuit) son remunerados por la Red
ArcticNet. Según un director de proyecto, los IRA son esenciales
para los investigadores en su función de intermediación y coordi-
nación de en la resolución de problemas: “saben a quién dirigirse
para pedir autorizaciones para las comunidades”. Se dice también
que numerosos equipos trabajan conjuntamente con asociaciones de
tramperos y pescadores, así como con sociedades de representantes
de derechos de comunidades nórdicas. La asociación permite prin-
cipalmente intercambios de información así como consultas con el
fin de realizar proyectos que respondan a objetivos comunes.

2.4.3 Los desafíos de las relaciones humanas en ArcticNet:


la concertación

La colaboración entre los Inuits y los miembros de la Red Arctic-


Net no obstante, comenzó en una atmósfera conflictiva. La elección
de ArcticNet de limitarse geográficamente a los medios marinos
y costeros árticos, llevó a la organización a establecer relaciones
principalmente con las comunidades Inuits que residían en el
litoral. Este elemento fue objeto de críticas por parte del Gobierno
federal que temía las represalias de las otras comunidades amerin-
dias. Ahora bien, los Inuits no son considerados como amerindios
por las otras comunidades autóctonas del Canadá. Otra dificultad
evidente, expresada ampliamente, es la frustración de las comu-
nidades nórdicas con respecto a las actividades científicas. “Los
Inuits están hartos del blanco antropólogo que los observa”, dice el
director científico de la Red ArcticNet.
“Se aprendió por experiencia a ser extremadamente prudente con los Inuits
tanto en lo escrito como en lo oral, y es un verdadero reto. Por ejemplo, en
un documento se escribía “hay pocos conocimientos sobre estas regiones”.
Un miembro de la comunidad se sintió afectado que decía que conocía
muy bien los lugares” (director de proyecto).

CAROLINE COUSSOT 237


Otra situación donde la transferencia de conocimientos se con-
vierte en una fuente de conflicto en la organización, se sitúa en los
propios investigadores. Las entrevistas revelan que el grupo sufre
de una determinada separación entre las ciencias sociales y huma-
nas (CSH) y las ciencias naturales e ingeniería (CNI). Numerosos
son los interlocutores que hacen referencia a las diferencias en el
método científico y a las diferencias entre las CSH y las CNI en
la forma de operar.
“Las disciplinas no viajan a la misma velocidad, al mismo ritmo y de la
misma manera.
Las CSH no llegan a organizarse en red [… ] ellas prefieren ir solas.
Las CSH todavía han sido “un complemento”, una obligación para la Red
y enfoquemos enfoques de investigación”.
La concertación forma parte de la organización. Los encuentros
científicos anuales, los seminarios y los talleres, son mecanismos
que permiten la concertación según los miembros. Para la admi-
nistración, esa “es la base, es nuestra marca de mercado”. Además
de permitir regular algunos conflictos, este mecanismo favorece
“la hibridación sectorial”, es decir, la creación de nuevas alianzas,
según dice uno de los administradores. Numerosos proyectos son
así directamente resultantes de la concertación, en particular, con
las comunidades Inuits. Así pues, la nueva iniciativa que desea
establecer ArcticNet para su segundo ciclo de financiación, es
precisamente la resultante de un planteamiento concertado: se
trata de los Estudios de Impactos Regionales Integrados (IRIS)
que implican pasar de una investigación temática a una inves-
tigación regional el fin “de corresponder mejor a las entidades
geopolíticas locales”, reorientando al mismo tiempo los objetivos de
la interdisciplinariedad. Para algunos, este nuevo enfoque sigue
siendo “puramente político para las relaciones con los Inuits”.
Otros admiten que esta estrategia puede corregir las fallas de
la base científica de la empresa combinando los conocimientos y
los modelos más pertinentes de los ecosistemas, en una región
afectada por los cambios climáticos. De otro lado, en una segunda
instancia, todos los investigadores tendrán por objetivo “producir
un pronóstico de la amplitud y de los costes socioeconómicos de
los impactos de estos cambios y definir estrategias de adaptación”
(Warwick y Barnard, 2006).

238 LA ECONOMÍA BASADA EN EL CONOCIMIENTO, LA INNOVACIÓN Y LAS CIENCIAS…


“La nueva estrategia de los IRIS se establece para hacer cambiar las cosas.
Los cambios climáticos son cascadas de problemas. Los IRIS van a permi-
tirnos hacer los lazos entre las decisiones. Se puede pensar en responder a
un problema a la vez” (director de proyecto).
Los argumentos se basan en el hecho de que los IRIS van a
permitir a otros investigadores entrar en la Red. Se supone pues
que esta iniciativa de adaptación al entorno legislativo local, per-
mitiría al grupo emprender una nueva fase de operación de las
actividades científicas. Esto prueba finalmente que la innovación
puede revelar las fallas de un sistema mucho más amplio, sin por
ello ser víctima. La innovación se basa en una perpetua toma de
conciencia del entorno y favorece la instauración de estrategias
alternativas para lograr los objetivos fijados.
La próxima sección resumirá el conjunto de los mecanismos
de articulación de la nueva gobernanza entre la universidad, el
Gobierno, la industria y la comunidad Inuit en la Red ArcticNet,
con el propósito de dar una última mirada sobre este modelo cana-
diense de innovación y economía del conocimiento.

3. ArcticNet una organización innovadora


El objetivo de este capítulo contemplaba la comprensión del
funcionamiento de la Red ArcticNet y más concretamente de la
articulación entre la Universidad, el Gobierno, la industria y las
comunidades Inuits; con el fin de determinar las características
de una organización innovadora (CSTQ, 2000) en el marco de un
Sistema Nacional de Innovación. Nos inspiramos en los trabajos del
Consejo de Ciencia y Tecnología de Québec (CSTQ, 2000 de:9-11)
y la representación esquemática del sistema de innovación social
y tecnológica que se elaboró para ilustrar el conjunto de la Red
ArcticNet (véase Esquema 1).
“Esta adaptación del modelo del Sistema Nacional de Innovación a la
innovación social revela en realidad un modelo básico de la dinámica de
la innovación, en el cual la innovación tecnológica no sería más que un
caso particular (…). Se encuentra en el centro del sistema de innovación,
una organización innovadora –empresa, organismo público o privado,
instituciones de investigación, etc.– las cuales tiene sus propios recursos,

CAROLINE COUSSOT 239


interactúan recíprocamente con socios y sufren la influencia de condiciones
determinantes” (CSTQ, 2000: 10).
A este nivel, las contribuciones pueden referirse a los recursos
internos que la organización innovadora dedica a la investigación
y al desarrollo, a la adquisición de tecnologías, a sus necesidades
de personal científico y técnico, a las formaciones requeridas, y a la
comercialización de sus innovaciones (véase CSTQ, 2000:11). En el
corazón de ese sistema se puede inscribir a la sociedad ArcticNet
inc., definida como una empresa derivada de la hibridación de los
mundos universitario, político, industrial y social.
La dinámica de innovación y su operacionalización depen-
den no obstante, de actores y factores externos a la organización
innovadora que componen su entorno inmediato y global. Los
recursos del entorno contribuyen a mejorar su capacidad y se
basan en
“(…) las redes interorganizacionales y sus contribuciones a la innovación,
sobre la comunicación de la organización con los distintos organismos
estratégicos de su medio, sobre la solución a necesidades y los recursos
estratégicos disponibles, sobre los programas públicos de ayuda a la orga-
nización innovadora, sobre las fuentes de suministro de conocimiento”
(véase CSTQ, 2000: 10).
El entorno global define por su parte “el clima global y las
reglas del juego favorables o no a la innovación en la empresa”
(CSTQ, 2003:4) como el entorno legislativo, reglamentario y fiscal,
la “cultura científica y técnica de la innovación” en la sociedad, la
orientación y la financiación de las investigaciones científicas a
distintas escalas y los “dispositivos de apoyo en cuanto a recursos
humanos y formaciones” (CSTQ, 2000:12). El Consejo de Ciencia
y Tecnología de Québec destaca que este modelo de innovación
tecnológica ampliado a la innovación social, muestra “la extrema
importancia de los factores sociales, económicos, culturales y polí-
ticos en la dinámica de innovación de una sociedad” (CSTQ,
2000:10). El esquema que sigue intenta reunir todos los elementos
del entorno interno, inmediato y global de la organización ArcticNet
con base en los resultados de las entrevistas y del análisis de los
documentos pertinentes.

240 LA ECONOMÍA BASADA EN EL CONOCIMIENTO, LA INNOVACIÓN Y LAS CIENCIAS…


GRÁFICO 1. Sistemas de innovación tecnológica y social de la orga-
nización ArcticNet

Base científica Entorno legislativo, reglamentario


Desafío de la interdisciplinariedad y fiscal canadiense
Contexto favorable al estudio del Ártico

LA RED ARCTICNET

ARCTICNET INC.
Comunidades Domicilio social Universidad
esquimales o Inuit Laval, Quebec

Miembro del CA Consejo de administración Universidades


Comité Inuit y (CA) Contribuciones
Agente de conexión Comité de gestión de la inves- materiales
Consulta y gestión tigación Desarrollo de
Comité Consultivo Inuit las competen-
cias
Industria Equipos de universitarios y Intercambios
socios de experticia y
Miembro del CA y transferencia de
socios I+D: Estudios de impacto, fondo
Contribuciones desarrollo de las competencias
financieras y comunidad Inuit, desarrollo tec-
materiales nologías de punta, formulación
Servicio de peritaje estrategias de desarrollo y polí-
Pocas relaciones ticas de adaptación

Gobiernos Las instituciones del


Programa de las RCE
Miembro del CA y socios
Contribuciones financieras y Financiación de la red
materiales Control de los criterios de
Intercambios y servicios de excelencia
peritaje

Recursos humanos y formación Cultura científica y técnica


Nueva definición “de la excelencia” Evaluación y concertación

Fuente: inspirado en CSTQ, 2000. Esquema 1.

Encontramos así en el centro del esquema a la empresa Arc-


ticNet Inc. y al conjunto de las características y recursos que
permiten su funcionamiento, así como el abordaje de sus objetivos

CAROLINE COUSSOT 241


en cuanto a investigación y desarrollo. Es interesante constatar
la asociación original entre elementos estructurales del mundo
de la universidad (equipos de investigadores) con elementos del
mundo empresarial (incorporación, consejo de administración,
etcétera.). El hecho de tener un lugar social en una universidad
es el elemento más característico. Las entrevistas revelan por otro
lado, que el estatuto jurídico de “sociedad sin ánimo de lucro” ha
permitido ofrecer al grupo una cierta autonomía y desarrollar la
responsabilidad de los actores.
La incorporación ha permitido tener más responsabilidad, seguridad e inde-
pendencia para contratar empleados. No soy ya dependiente de la institución
universitaria, aunque las transferencias de fondo se hacen por medio de las
universidades además de sus contribuciones materiales (infraestructura, loca-
les…). Es en adelante el Consejo de Administración el que administra la
organización. Tenemos la libertad de tener contratos con la industria. Se tiene
finalmente mucho más libertad en general (Director ejecutivo).
Numerosos miembros de ArcticNet apoyan esta autonomía
gestora y financiera aportada por la incorporación de la Red. “Es
un medio también de cambiar las maneras de hacer, de salir de
las filas” (director de proyecto). La gestión de la investigación se
optimiza así aún más gracias a una mejor visibilidad de las acti-
vidades y cuentas del grupo, lo que da una carga administrativa
suplementaria y una cierta precariedad salarial a las cuales no se
acostumbran los investigadores universitarios, según los testimo-
nios. La investigación en el Ártico es muy cara. Un administrador
nos da por ejemplo el precio del alquiler diario del rompehielos,
lo que representa cerca de 42.000 dólares. Esta es una gestión
financiera obligatoria que se debería afrontar en el caso de que a
la Red dentro de siete años se le interrumpieran las subvenciones
del programa de las RCE. Los personales científicos y técnicos
pasan a ser por lo tanto, nuevos gestores de la innovación y sufren
como efecto negativo la presión “del camino a la productividad”. El
grupo por otra parte, tiene que desarrollar estrategias de asociación
con el sector público y el sector privado de su entorno local para
garantizar la independencia y la perpetuidad de sus proyectos de
investigación y desarrollo.
La organización innovadora ArcticNet se inscribe en un entorno
inmediato, determinado por las relaciones interorganizacionales.
Los testimonios recogidos revelan que las universidades contribu-

242 LA ECONOMÍA BASADA EN EL CONOCIMIENTO, LA INNOVACIÓN Y LAS CIENCIAS…


yen materialmente a la Red. El personal científico de la organi-
zación, utiliza en la mayoría de los casos el material tecnológico
universitario. Las universidades socias de la Red permiten también
el desarrollo de las competencias, el intercambio de peritaje y las
transferencias de conocimientos. El papel de la universidad en el
desarrollo del conocimiento y del capital social de una sociedad,
forma parte integrante de la dinámica de la innovación. Para
los estudiantes, la Red es una verdadera “tienda para temas de
monografías y tesis”. Por sus interacciones con los otros actores
de su entorno inmediato, la Red abre las puertas de las universi-
dades y favorece la inserción de los jóvenes en el mercado laboral.
Se supone por otra parte, que la colaboración y el intercambio de
peritaje entre las universidades reducen la tradicional competencia
entre las instituciones científicas. En sucesivas ocasiones, personas
entrevistadas utilizaron el término de “puente” en las entrevistas,
haciendo alusión al acercamiento institucional. Sin embargo, fue
necesario establecer mecanismos capaces de mantener a la vez
relaciones equitativas entre las instituciones científicas y relaciones
complementarias entre las universidades y la empresa ArcticNet.
La elección de transferir los fondos a los miembros de ArcticNet
por medio de las instituciones de pertenencia es un compromiso
interesante para preservar buenos informes interorganizacionales
y favorecer la transparencia del funcionamiento de la Red hacia
las universidades socias. Este mecanismo sin embargo, no nació
de una iniciativa de ArcticNet, sino que forma parte de las nor-
mas administrativas del programa de las Redes de Centros de
Excelencia (RCE).
Los tres consejos de fomento canadienses a la investigación y el
Ministerio de Industria que dirigen el programa de los RCE, finan-
cian la red y controlan los criterios de excelencia de la organización
ArcticNet. Como lo expresa un director de proyecto, las RCE son
una evolución de la administración financiera gubernamental de
la investigación, ofreciendo aún más tiempo y financiación a los
investigadores con el fin de responder a problemáticas complejas
a las cuales el Gobierno no parece encontrar salidas.
Las RCE difieren de las otras redes financiadas que responden a cuestiones
más precisas y durante un período menor de 5 años. Al contrario, las RCE
se inscriben en la larga duración y el desarrollo. Es una gran diferencia para
nosotros. Se reúnen no sólo investigadores, sino también directores de equipos
(director de proyecto).

CAROLINE COUSSOT 243


Los equipos de investigadores son grupos expertos de espe-
cialistas a quienes se asignan misiones determinadas. Esto se
entiende como una transformación de las estrategias de subvención
de la investigación en dirección a las necesidades de la sociedad.
Miembros del Consejo de administración y las instituciones guber-
namentales socias, ofrecen su apoyo contribuyendo financiera y
materialmente a la Red. En intercambio, esperan del grupo un
acceso a los resultados de investigación y estudios de impacto y en
algunos casos a servicios de consulta. Debido a una incorporación
de las instituciones federales de fomento, ArcticNet mantiene pro-
bablemente aún más relaciones con el Gobierno federal que con los
Gobiernos provinciales y locales. En Canadá, la política científica y
tecnológica es un reflejo permanente “de las relaciones estratégicas
entre las universidades y el Gobierno federal” (Fisher y al, 2001:
304). Siempre se ha percibido a la universidad como una actora
decisiva para compensar al “soft-federalism” canadiense que con-
cede aún más poder y responsabilidades a las provincias (íbidem).
Aunque la educación en Canadá es de jurisdicción provincial, las
contribuciones del Gobierno federal permiten orientar en parte las
actividades universitarias.
La organización ArcticNet tiene también que establecer relacio-
nes con el sector privado, de tal modo que mejore la competitividad
de las empresas. Los estudios de impacto o los otros servicios de
peritaje que ofrece por ejemplo, la organización ArcticNet a las
industrias de la hidroelectricidad permiten a la vez hacer ganar
tiempo y dinero a la industria previniendo al mismo tiempo riesgos
posibles conectados al desarrollo de nuevas centrales hidroeléctri-
cas. Más allá de las relaciones de asociación y peritaje, la organi-
zación concede a las industrias un espacio dentro de la administra-
ción del grupo. Las relaciones entre ArcticNet y el sector privado
siguen siendo un reto mayor, principalmente y en particular, con la
industria petrolera. La alianza entre la universidad y la industria
es, no obstante, controvertida. “La libertad de las universidades
debe protegerse de todo control de las empresas privadas sobre la
investigación” (Le Devoir, 2007:1). La universidad “útil” (Le Devoir,
2007) se acompaña de una determinada politización del sistema
de educación, convirtiéndose en un tema de predilección para los
partidos políticos. Situar a la Universidad y al sistema educativo
como fuente de inversiones e instrumento gubernamental para
permitir al país seguir siendo competitivo en la escena nacional

244 LA ECONOMÍA BASADA EN EL CONOCIMIENTO, LA INNOVACIÓN Y LAS CIENCIAS…


e internacional, al responder a las necesidades de la industria;
¿no corre el riesgo de poner en peligro su autonomía? El discurso
sin embargo, es más moderado cuando las políticas de innovación
subvencionan especialmente proyectos de investigación y desarrollo
al servicio de las poblaciones locales. La dirección de ArcticNet
permanece por su parte optimista, y pretende ofrecer sus servicios
al medio industrial con el fin de crear una determinada indepen-
dencia financiera y encontrar soluciones aceptables, en función de
los distintos problemas encontrados, sin comprometer el futuro de
las comunidades Inuits.
Se establecieron distintos mecanismos de colaboración tras los
acuerdos firmados entre las comunidades Inuits y ArcticNet. La
creación de un Comité Inuit, la presencia de algunos representan-
tes Inuits en el Consejo de Administración, así como los agentes
de conexión Inuits (IRA) dan a las comunidades nórdicas a la vez
un papel de asesores y gestores de las actividades de ArcticNet.
Estos mecanismos organizativos se inscriben también en la cultura
política canadiense de negociación, en una voluntad de respetar los
derechos de los pueblos autóctonos y de las comunidades nórdicas.
Mucho tiempo marginadas, las comunidades Inuits se consideran
hoy como miembros de pleno derecho de la sociedad canadiense.
Los distintos acuerdos, como el Nunavut Land Claims Agreement
firmado en 1976 entre el Gobierno federal y las comunidades Inuits,
permitieron poner fin a décadas de tensiones vinculadas a la colo-
nización. La llegada de la sociedad del conocimiento favorece una
interacción entre los conocimientos científico y tradicional. Los
Inuits ya no se consideran como simples objetos de estudio por los
científicos, son actores en el seno de ArcticNet, “usuarios depen-
diendo del ecosistema” (dice un administrador). Como lo destacan
Leydesdorff y Etzkowitz (2003), en un artículo titulado “Can “The
Public” be considered as a fourth helix in the university-industry-
gouvernement relations?” (¿Puede lo público ser considerado como
una cuarta hélice en las relaciones universidad-industria-gobierno),
“lo público se mantiene como el principal sustrato de la sociedad
civil que provee de la variación necesaria para una diferenciada y
expandida operación de la sociedad basada en el conocimiento”24 .
Así pues, la toma en consideración de la opinión de los Inuits per-

24 Texto original del inglés: “the public remains the very substrate of civil soci-
ety that provides the necessary variation for a differentiated and unfolding
operation of the knowledge-based economy”

CAROLINE COUSSOT 245


mitiría diferenciar la economía basada en el conocimiento de los
otros modelos económicos, dándoles las capacidades necesarias para
determinar el desarrollo socioeconómico de su territorio.
No obstante, la Red ArcticNet no es impermeable al contexto
global en el cual evoluciona. La organización y el conjunto de la
Red ArcticNet se inscriben en un entorno global determinado
por distintas “reglas del juego” culturales. El entorno legislativo,
reglamentario y fiscal canadiense es caracterizado por una coyun-
tura favorable al estudio de los cambios climáticos y de la entrada
del Ártico en la “modernidad”. Numerosas personas interrogadas
confirman este elemento:
ArcticNet, es un meganegocio en el contexto de los cambios climáticos que afectan
un gran número de personas (…) Se trata de mucho dinero (estudiante).
Una red en el momento justo, en un momento en que todo cambia mucho,
donde hay muchas inversiones hechas para encontrar una adaptación a los
cambios climáticos (director de proyecto).
La marea cambió en las políticas de manera más rápida (…) estoy es segura
que sin cambio de rumbo, ArcticNet quizá nunca habría existido. Hay una
nueva mentalidad hacia los cambios climáticos (director ejecutivo).
Distintos acontecimientos mundiales, como el Año Polar Inter-
nacional, las evaluaciones de los cambios climáticos por los expertos
del GIEC y la entrada en vigor del Protocolo de Kioto; contribuyen
a justificar a los Gobiernos que deben invertir en la investigación
y el desarrollo de soluciones a los cambios climáticos. La proble-
mática medioambiental y socioeconómica, se convierte así en un
catalizador de la innovación. Otro elemento del medio ambiente
global, es que la cultura científica y técnica en el caso de ArcticNet
valoriza nuevos mecanismos de funcionamiento como la evalua-
ción y la concertación. Aunque la empresa ArcticNet respeta una
jerarquía necesaria para la gestión administrativa del grupo, una
determinada democratización es promovida por estos mecanismos
organizativos.
Gracias a la representación de los distintos miembros y socios en
el Consejo de administración, los objetivos y los intereses de cada
uno pueden ser tenidos en cuenta por los procesos de gestión de la
Red. El entorno global es caracterizado también por “dispositivos de
apoyo en cuanto a recursos humanos y formación” (CSTQ, 2000:12)
que se traducen en la Red ArcticNet en una nueva definición de “la
excelencia”. Tradicionalmente, el concepto de excelencia se confunde

246 LA ECONOMÍA BASADA EN EL CONOCIMIENTO, LA INNOVACIÓN Y LAS CIENCIAS…


con el de “alta calificación”. Ahora bien, el personal altamente
cualificado no se define solamente ya en términos de conocimien-
tos técnicos o de muchos títulos; sino que además tiene en cuenta
determinada conciencia empresarial. Como ejemplo al respecto,
puede verse que la evaluación medioambiental forma parte de los
informes que debe presentar la Red ArcticNet a las autoridades
del programa de las RCE. Entre los criterios del programa de las
RCE, la excelencia de la investigación considera tanto el “valor
añadido” de las actividades de una RCE como las preocupaciones
sociales y éticas. Los asuntos relativos a la interdisciplinariedad
en la investigación y el desarrollo de las actividades constituyen
finalmente cuestiones muy importantes.
La interdisciplinariedad, es un poco como un chequeo, eso permite hacer una
síntesis, dar una buena idea de lo que se ha hecho y de lo que queda por hacer,
de ver la evolución. Eso produce también una visión mas amplia, mucho
más integradora, a eso puede servir la sociedad y las autoridades, eso permite
también que se movilicen recursos futuros. Es raro que las autoridades no
reaccionen a este tipo de informes (director de proyecto).
Numerosas personas interrogadas reconocen no tener las
competencias necesarias para facilitar la práctica de la inter-
disciplinariedad, lo que trae muchos conflictos (director de pro-
yecto) en el grupo, en particular entre las CNI y las CSH. Los
investigadores tienen dificultad de organizarse en redes. “ArcticNet,
es como un nuevo tren lleno de mundo para volverlo eficiente y en
el cual es necesario aceptar ser sólo una rueda” dice uno de los
estudiantes. La innovación, tal como la perciben el programa de las
RCE y la Red ArcticNet a través de la interdisciplinariedad, causa
una revolución en el planteamiento científico. Este enfoque pone fin
a la investigación en solitario para valorizar la organización en red
de los investigadores. La administración, conciente de estos retos,
optó por una nueva estrategia (llamada IRIS) con el fin de que
reorientara los objetivos científicos y que permitiera la renovación
de los recursos de innovación. Este último elemento confirma que
la aparición de una cultura de innovación que combina la innova-
ción social y la innovación tecnológica se choca generalmente con
el sistema establecido.

CAROLINE COUSSOT 247


Conclusión
Para algunos, el balance actual de los impactos de los cambios
climáticos en el Ártico es suficientemente crítico para considerar
la amenaza en su conjunto. Para otros, los cambios climáticos
en el Ártico son una verdadera oportunidad de negocios, ya que
la fundición de los hielos permitiría a la vez la apertura de la
vía marítima del Noroeste entre Europa y Asia, y la explotación
industrial de un nuevo territorio rico en energías fósiles y mine-
rales raros. La soberanía de Canadá en el Ártico es frágil. Los
intereses económicos vinculados a la “modernización” del Ártico,
chocan de frente con los valores culturales, la calidad de vida y los
intereses de las comunidades nórdicas que el Gobierno canadiense
debe defender con todo.
Canadá intenta proveerse de herramientas eficaces para hacer
frente a los litigios y los riesgos futuros en el Ártico. El hecho de
constituir una red diversificada de relaciones y conocimientos con
el objetivo de recoger la excelencia y de favorecer la resolución de
una problemática específica, señala un cambio de perspectiva en
el planteamiento de los proyectos científicos y técnicos. Una de las
estrategias que el Gobierno desarrolla consiste en crear “organiza-
ciones limítrofes” (Guston, 2001) como una inter-fase institucional
y organizacional de una nueva gobernanza entre la universidad,
el Gobierno, la industria y la sociedad civil (aquí, las comunidades
Inuits). En esta perspectiva interpretamos la creación de la Red
ArcticNet. La participación de las comunidades Inuits es un ele-
mento determinante en la configuración del paisaje tecnológico: la
innovación tecnológica, asociada a la innovación social, produce una
nueva dinámica sistémica de la innovación. Ésta debe en adelante,
tener en cuenta tanto los elementos internos de una organización,
las características de su entorno inmediato o interorganizacional,
así como su entorno global o cultural.

Bibliografía
ARA CONSULTING GROUP (1997), Rapport final: Évaluation du Programme
des Réseaux de centres d’excellence. En ligne, <http://www.nce.gc.ca/pubs/
reports/9798/evalfr.pdf>. Consulté le 10 avril 2007.

248 LA ECONOMÍA BASADA EN EL CONOCIMIENTO, LA INNOVACIÓN Y LAS CIENCIAS…


ARCTIC FRONTIERS CONFERENCE (2006), «ArcticNet and PanAME Stu-
dents». In Arctic frontiers conference: Balancing human use and ecosystem pro-
tection. En ligne, <http://arctic-frontiers.com/index.php?option=com_content&t
ask=view&id=48&Itemid=96>. Consulté le 10 avril 2007.
ARCTICNET (2004), ArcticNet. En ligne, < http://www.arcticnet-ulaval.ca/index.
php?fa=ArcticNet.showArcticNet.fr>. Consulté le 10 avril 2007.
AXYS (2007), Axys Analytical Services LTD. En ligne, <http://www.axysanaly-
tical.com/>. Consulté le 100 avril 2007.
BARNES, Paul (2006), Petroleum industry R&D activity in Northern and East-
ern Canada. Canadian Association of Petroleum Producers, PERD Workshop,
Calgary, September 21.
BÉLANGER, Olivier (2007), “Réchauffement climatique: les nouvelles prévisions
du GIEC”. Science Actualités. En ligne. <http://www.cite-sciences.fr/francais/
ala_cite/science_actualites/sitesactu/question_actu.php?langue=fr&id_arti-
cle=7283>. Consulté le 10 avril 2007.
BERGER, A. (1992), Le climat de la Terre: un passé pour quel avenir? Bruxelles,
De Boeck, pp. 208-211.
BOUCHARD, Camil (1999), Recherche en sciences humaines et sociales et innova-
tions sociales, contribution à une politique de l’immatériel, CQRS, 36 p.
BRASSARD, Daniel (1996), Science et Technologie: La nouvelle politique fédérale.
Bibliothèque du Parlement, Division des sciences et de la technologie, 22 p. En
ligne, <www.parl.gc.caéinformationélibraryéPRBpubsébp414-f.html>. Consulté
le 10 avril 2007.
CALLON, Michel, Pierre LASCOUMES et Yves BARTHE (2001), Agir dans un
monde incertain: essai sur la démocratie technique. Paris, Seuil, 358 p.
CANADA (2001), Atteindre l’excellence –Investir dans les gens, le savoir et les
possibilités - La stratégie d’innovation du Canada, 91 p. En ligne, <http://www.
innovationstrategy.gc.ca/gol/innovation/site.nsf/vDownload/Page_PDF/$file/
atteindre.pdf>. Consulté le 10 avril 2007.
CARNAGHAN, Matthew et Allison GOODY (2006), “La souveraineté du Canada
dans l’Arctique, Bibliothèque du Parlement, Division des affaires politiques et
sociales”, 12 p. En ligne <http://www.parl.gc.ca/information/library/PRBpubs/
prb0561-f.pdf>.Consulté le 10 avril 2007.
CASTELLS, Manuel (1998), La société en réseaux, Paris, Fayard.
CHAIRE DE RECHERCHE DU CANADA EN SÉCURITÉ INTERNATIONALE
(2004), «Le passage du Nord-Ouest: une route commerciale à exploiter ? Impli-
cations pour la souveraineté canadienne». Sécurité mondiale, 8, février, 4 p.
En ligne. <http://www.iqhei.ulaval.ca/Pdf/Securitemondiale08.pdf>. Consulté
le 10 avril 2007.
COMITÉ SCIENTIFIQUE INTERNATIONAL SUR L’ARCTIQUE ET LE
CONSEIL DE L’ARCTIQUE (2004), “Impact of a Warming Arctic: Artic Climate
Impact Assessment (ACIA)”, rédigé par S.J. Hassol, Cambridge, Cambridge Uni-
versity Press. En ligne. <http://www.acia.uaf.edu>. Consulté le 10 avril 2007.
COMMISSION EUROPÉENNE (2004), “Les boutiques de sciences: la connais-
sance au service de la communauté”. Luxembourg, Office des publications offi-

CAROLINE COUSSOT 249


cielles des Communautés européennes. En ligne. <http://ec.europa.eu/research/
rtdinfo/43/article_1655_fr.html>. Consulté le 10 avril 2007.
CONSEIL DE LA SCIENCE ET DE LA TECHNOLOGIE DU QUÉBEC (2000),
Avis - Innovation sociale et innovation technologique: l’apport de la recherche en
sciences sociales et humaines, rédigé par Alain Bergeron, André Lemelin et Roger
Bertrand. Sainte-Foy (Québec): Conseil de la science et de la technologie. 70 p.
CONSEIL DE LA SCIENCE ET DE LA TECHNOLOGIE DU QUÉBEC (2003),
Avis - L’innovation dans les services, pour une stratégie de l’immatériel, rédigé
par Alain Grisé. Sainte-Foy (Québec): Conseil de la science et de la technologie,
118 p.
CONSEIL DE RECHERCHES EN SCIENCES NATURELLES ET EN GÉNIE
(1997), «Les RCE maintenant permanent». Revue Contact, 22, 1, printemps.
En ligne. <http://www.crsng.gc.ca/pubs/contact/v22_n1_f.htm>. Consulté le 10
avril 2007.
ENVIRONNEMENT CANADA (2002), « Savoir Traditionnel Autochtone et Ges-
tion de l’Environnement», Bulletin Science et Environnement, septembre-octobre.
En ligne. <www.ec.gc.ca/science/sandesept02/article1_f.html>. Consulté le 10
avril 2007.
FISHER, Donald, Janet ATKINSON-GROSJEAN and Dawn HOUSE (2000),
Changes in Academy/Industry/State Relations in Canada: The Creation and
Development of the Networks of Centres of Excellence, Centre for Policy Studies
in Higher Education and Training, Faculty of Education, University of British
Columbia: Vancouver.
FORUM SOCIAL MONDIAL (2005), «Université et société civile: une nou-
velle alliance est possible». In Forum Social Mondial. En ligne. <http://allies.
alliance21.org/fsm/article.php3?id_article=544>. Consulté le 10 avril 2007.
FREEMAN, Christopher (1987), Technology Policy and Economic Performance:
Lessons from Japan, London, Pinter Publishers.
GIBBONS, Michael, Camille LIMOGES, Helga NOWOTNY, Simon SCHARTZ-
MAN, Peter SCOTT et Martin TROW (1994), The New Production of Knowledge:
The Dynamics of Science in Contemporary Societies, London, Thousand Oaks,
179 p.
GUSTON, David (2001), “Boundary organizations in environmental policy and
science: an introduction”, Science, Technology and Human Values, 26, 4, automne,
399-408.
GUSTON, David et Kenneth KENISTON (1994), «Introduction: The social contract
for science », in David H. GUSTON et Kenneth KENISTON (eds) The fragile
contract: university science and the federal government. Cambridge, Mass.: MIT
Press, pp. 1-41.
IRWIN, Alan (2006), «The politics of talk: coming to terms with the ‘New’ scientific
governance», Social Studies of Science, 36, 2, avril, pp. 299-320.
KILLABY, Guy (2006), “Le grand jeu dans le grand nord: remise en question de
la souveraineté du Canada dans l’Arctique”, Revue Militaire Canadienne, hiver
2005-2006, pp. 31-40.

250 LA ECONOMÍA BASADA EN EL CONOCIMIENTO, LA INNOVACIÓN Y LAS CIENCIAS…


KPMG Consulting LP (2002), “Évaluation du Programme des réseaux de centres
d’excellence”, préparé par Dennis Rank. 69 p. En ligne, <http://www.nce.gc.ca/
pubs/reports/2021/eval/eval2002fr.pdf>. Consulté le 10 avril 2007.
LASERRE, Frédéric (2004), «Les détroits arctiques canadiens et russes. Souve-
raineté et développement de nouvelles routes maritimes». Cahiers de géographie
du Québec, 48, 135, décembre, pp. 397-425.
LEYDESDORFF, L. et H. ETZKOWITZ (2003), «Can ‘the public’ be considered as
a fourth helix in university-industry-government relations?» Report of the fourth
Triple Helix Conference, Science and Public Policy, vol. 30, no 1, pp. 55-61.
LUNDVALL, Bengt-Åke (1992), National Systems of Innovation: Toward a theory
of innovation and interactive learning, London, Pinter Publishers.
MILOT, Pierre (2003), «La reconfiguration des universités selon l’OCDE: économie
du savoir et politique de l’innovation», Actes de la recherche en sciences sociales.
Montréal, Seuil, 148, juin.
MILOT, Pierre (2005), La commercialisation des résultats de la recherche univer-
sitaire: une revue de littérature. CIRST: Note de recherche. Montréal, Université
du Québec À Montréal, 45 p.
Nuttall, Mark (2000), «L’Arctique en changement». In The Arctic Is: a web. Resource
on human-environment relationships in the Arctic. En ligne. <http://www.the-
arctic.is/articles/overviews/changing/franska/L’ARCTIQUE%20EN%20CHAN
GEMENT%20.pdf>. Consulté le 10 Avril 2007.
ONU, Division for public administration and development management (2005),
Understanding Knowledge Societies: In twenty questions and answers with the
index of Knowledge Societies, New York, United Nations Publications, 167 p.
ORGANISATION DE COOPÉRATION ET DE DÉVELOPPEMENT ÉCONOMI-
QUE (1997), Manuel d’Oslo, Paris, OCDE.
PINELL-ALLOUL, Bernadette (2000), «Recherche fondamentale et recherche
en partenariat dans les sciences de l’environnement: Une synergie réciproque»,
entretien avec Diane Labrèque, L’autre Forum, 4, 2 janvier. En ligne, <http://www.
sgpum.umontreal.ca/premiers%20forum/forum4-2/4-2synergie.html>. Consulté
le 10 avril 2007.
RÉSEAUX DE CENTRES D’EXCELLENCE (2006), «Réseaux de centres d’excel-
lence: Rapport annuel 2005-2006». In Réseaux de centres d’excellence. En ligne.
<http://www.nce.gc.ca/annualreport2005_2006/Fre/index.asp>. Consulté le 10
avril 2007.
RÉSEAUX DE CENTRES D’EXCELLENCE (2007), Réseaux de centres d’excel-
lence: Forger des foyers d’innovation. En ligne. < http://www.nce.gc.ca/indexfr.
htm>. Consulté le 10 avril 2007.
RESSOURCES NATURELLES CANADA (2007), «Étude du plateau continen-
tal polaire. L’Arctique canadien». In Ressources naturelles Canada: Secteur
des sciences de la Terre. En ligne <http://polar.nrcan.gc.ca/arctic/index_f.php>.
Consulté le 10 avril 2007.
SÁBATO, J. A. y BOTANA, N. (1968), «La ciencia y la tecnología en el desarrollo
futuro de América Latina», en Revista de la Integración, INTAL, Buenos Aires
1968, Año 1, 3, pp. 15-36.

CAROLINE COUSSOT 251


SIMARD, Louis, Laurent LEPAGE, Jean-Michel FOURNIAU, Michel GARIÉPY
et Mario GAUTHIER (2006), Le débat public en apprentissage. Aménagement et
environnement. Regards croisés sur les expériences française et québécoise, coll.
«Villes et Entreprises», Paris, L’Harmattan, 315 p.
THÉRIAULT, Normand (2007), «Place au savoir utile: un monde servi ‘à la qué-
bécoise’», Le Devoir (Montréal), 24 mars, p. G1.
TOOTOO, Victor (2005), Les soirées boréales, Montréal: Biodôme, 4 novembre.
TREMBLAY, Diane-Gabrielle (1995), «La multidimension du phénomène de l’in-
novation: une réalité abordée par des économistes institutionnalistes». In La
recherche sur l’innovation, une boîte de pandore: réflexions de chercheurs en
gestion, en économie et en sociologie, sous la dir. de Lysette Boucher, Montréal,
Les cahiers scientifiques de l’Acfas, 83, pp. 79-113.
TUNNERMANN BERNHEIM, Carlos (2006), «Ciencia y sociedad». El Nuevo
Diaro. En ligne, <http://ww.elnuevodiario.com.ni/imprimir/2006-05-10/19059>.
Consulté le 10 avril 2007.

252 LA ECONOMÍA BASADA EN EL CONOCIMIENTO, LA INNOVACIÓN Y LAS CIENCIAS…


La importancia de las competencias endógenas
en el desarrollo de las vinculaciones:
los casos de las tramas siderúrgica
y automotriz argentinas

Analía Erbes y Gabriel Yoguel


Universidad Nacional General Sarmiento
Buenos Aires

Introducción

U na de las principales características de los modelos produc-


tivos sustentados en ventajas competitivas dinámicas, es el
reconocimiento de la centralidad de los procesos de innovación y
la importancia asignada a las interacciones en el desarrollo de los
mismos. En este planteo, está implícita la necesidad de combinar
y complementar información y conocimientos que son propiedad de
diferentes agentes e instituciones para dar lugar a nuevos productos
y procesos y a nuevas formas de organización y comercialización.
Como consecuencia de esto, se asume la relevancia del esta-
blecimiento de relaciones que exceden los objetivos estrictamente
comerciales y que buscan, por el contrario, establecer alianzas y
cooperaciones formales e informales para desarrollar ventajas com-
petitivas. Una de las posibles manifestaciones de estos procesos es
la formación de tramas o redes productivas a partir de las cuales
las firmas pueden acceder a intercambios con otros agentes con el
objetivo de mejorar sus competencias y lograr una mejor posición
competitiva.
Sin embargo, estos intercambios no se dan de manera automá-
tica, sino que requieren de un conjunto de capacidades o compe-
tencias endógenas que son funcionales en dos sentidos principales.
Por un lado, las competencias son necesarias en tanto constituyen
uno de los principales activos intangibles con los que cuentan las
firmas para incentivar la articulación con otros agentes, a partir
del ofrecimiento de capacidades que se complementan e integran
con las propias. Por el otro, estas competencias se constituyen en

253
un umbral mínimo que permite la interacción, bajo el supuesto de
la valoración del conocimiento externo en la construcción de las
propias ventajas competitivas. Pese a este comportamiento general,
el desarrollo de competencias endógenas tiene un desigual grado
de importancia dependiendo del tipo de agente con el que se esta-
blezcan las vinculaciones.
En este contexto, el objetivo de este trabajo es analizar la impor-
tancia que adquieren las competencias endógenas de las firmas en
el desarrollo de vinculaciones con distintos tipos de agentes del
sistema nacional de innovación, teniendo en cuenta especialmente
a los agentes comerciales, a los organismos comerciales y a las ins-
tituciones de ciencia y tecnología nacionales. Para esto, se toman
en cuenta los datos provenientes de una encuesta realizada a 170
proveedores y clientes de las tramas siderúrgica y automotriz.
El trabajo se estructura de la siguiente manera. En la primera
sección, se presenta el marco teórico bajo el cual se analiza la rela-
ción existente entre el desarrollo de las competencias endógenas y
las vinculaciones. En este sentido, se presentan los cambios opera-
dos hacia un abordaje sistémico, interactivo y, por ende, dinámico
de los procesos de competitividad; así como también las diferentes
explicaciones que emanan de distintas corrientes teóricas acerca de
las causas e importancia de formas organizacionales que excedan
a la firma individual. En la segunda sección, se da cuenta de las
principales cuestiones metodológicas que guían el análisis empírico.
En la tercera y cuarta sección se exponen los resultados deriva-
dos del análisis realizado a partir de la encuesta mencionada. En
particular, en la tercera sección se realiza una breve descripción
de los principales aspectos que caracterizan a las vinculaciones
de las firmas con los diferentes grupos de agentes, atendiendo
principalmente a los objetivos con los que se llevan a cabo esas
relaciones; mientras que en la cuarta se presentan los resultados de
un modelo de regresión logística ordinal para intentar establecer la
importancia del grado de desarrollo de las competencias endógenas,
del tamaño y de la pertenencia a las tramas en la consolidación de
vinculaciones con el núcleo, los proveedores y clientes nacionales
e internacionales, las cámaras empresarias, los consultores, los
centros tecnológicos y las universidades. Finalmente, en la quinta
sección se delinean las principales conclusiones.

254 LA IMPORTANCIA DE LAS COMPETENCIAS ENDÓGENAS EN EL DESARROLLO…


1. Marco teórico
En las últimas dos décadas se han producido importantes
transformaciones en el escenario internacional que han puesto en
crisis –entre otras cosas– la idea de que la competitividad consti-
tuía un fenómeno de naturaleza exclusivamente macroeconómica
y sectorial, y que estaba determinada por ventajas comparadas
estáticas o por la dotación factorial. Los nuevos paradigmas tecno-
organizacionales y en especial las profundas transformaciones
producidas en las tecnologías de la información y de la comuni-
cación1, han hecho posible la globalización de los mercados, al
mismo tiempo que han dado lugar a un considerable aumento de
las incertidumbres estratégicas2 y de la presión competitiva que
deben enfrentar los agentes económicos (Yoguel, 2000; Bianchi y
Miller, 2000; Boscherini y Poma, 2000).
Así, se comienza a sostener la idea de que estas ventajas pue-
den ser creadas, y que en ese tránsito de las ventajas comparadas
estáticas a las ventajas competitivas dinámicas, la tecnología, el
desarrollo de procesos de aprendizaje y el incremento de la capaci-
dad innovativa de los agentes han desempeñado un rol clave. En un

1 Estas aluden al transporte (ancho de banda), al procesamiento (capacidad del


computar) y al almacenamiento (la cantidad de memoria). Así, por ejemplo,
los cambios producidos en la tecnologías de fibra óptica permiten aumentar
en dos ordenes de magnitud la información transportada a través de fibra a
partir de la tecnología dense wavelength división multiplexing, en la que por
cada fibra pueden pasar hasta 100 longitudes de onda. Cambios aún mayores
se han producido en los últimos 30 años en la velocidad de procesamiento y
en la capacidad de almacenamiento de la información, con incrementos de
10 a 100 veces superiores a los anteriores y dramáticas reducciones en los
precios de procesamiento y almacenamiento de datos. Se produce además un
acelerado reemplazo en los últimos 4 o 5 años de la actual infraestructura
de transmisión telefónica (circuit switched networks) por la tecnología de
Internet (packet-switched). En ese contexto, la emergencia y el vertiginoso
crecimiento de Internet en los 90’s y los procesos de desregulación de los mer-
cados de telefonía aceleraron significativamente esos cambios (Nemirovsky
y Yoguel, 2001). Por lo tanto, a priori podría pensarse que este conjunto de
transformaciones aceleraron drásticamente las posibilidades de que las firmas
se interconecten. Sin embargo, estas tecnologías no reemplazan la necesidad
de desarrollar capacidades endógenas para hacer posible la interacción, sino
que, por el contrario, las limitaciones de estas se convierten en una restricción
significativa para el aprovechamiento del desarrollo de las nuevas tecnologías
y se puede convertir en un factor que obstaculice el acortamiento de la brecha
de competencias existentes previamente.
2 Algunas de estas incertidumbres se manifiestan en el hecho de que el
gap existente entre la investigación en laboratorios, la publicación de la
idea y el desarrollo de un producto específico en el mercado se ha reducido
significativamente, acelerando el tiempo de amortización de los activos.

A NALÍA ERBES Y GABRIEL YOGUEL 255


marco de fuerte aumento de la segmentación y de la volatilidad de
los mercados, este proceso ha dado un nuevo impulso al desarrollo
de competencias técnicas y organizacionales, tanto aquellas que son
generadas endógenamente por las firmas como las que se originan
a partir de la pertenencia a redes, la localización en determinados
territorios y las múltiples actividades de desintegración vertical y
externalización de fases del proceso productivo.
En este contexto, el ambiente social económico e institucional en
el que actúan las firmas se vuelve crecientemente importante. La
nueva situación competitiva y las incertidumbres generadas por el
proceso de globalización económica intensifican el rol de los agen-
tes institucionales y sociales en el fortalecimiento de la capacidad
innovativa de las empresas. Esto se manifiesta en la generación
de conocimiento tecnológico, organizacional y de mercado, y en el
desarrollo de mecanismos formales e informales de interacción
que facilitan la difusión de estos conocimientos a través de redes
productivas internas y del aprovechamiento de los sistemas nacio-
nal, regional y sectorial de innovación. En este escenario, definido
por nuevas condiciones de producción y de mercado, el proceso
innovativo deja de ser un proceso individual (y frecuentemente
incremental), para transformarse en un fenómeno colectivo donde
la capacidad para colaborar e interactuar con otros agentes es
clave para acelerar el desarrollo de actividades innovativas. En
este tránsito, el grado de complejidad alcanzada por las vincula-
ciones que sostienen los agentes influencia y es influenciado por el
desarrollo de competencias endógenas, constituyendo, en los países
de menor desarrollo relativo, un factor que promueve un aumento
aún mayor de esa heterogeneidad.
Si bien gran parte de estas transformaciones fueron impulsadas
principalmente por el desarrollo de procesos de cambio técnico y
modernización tecnológica, puede mencionarse también el impacto
de otros dos procesos que operaron de manera complementaria
al anterior. Por un lado, muchas transformaciones tecnológicas
requirieron la complementariedad de avances entre las tecnologías
blandas que favorecen el desarrollo de competencias y mejoran
la capacidad de absorción (Cohen y Levinthal, 1989; Malerba
y Orsenigo, 2000) y la interpretación de las externalidades e
incertidumbres generadas en el nuevo contexto. Por el otro, estos
procesos se enmarcaron en un cambio bastante generalizado de las
condiciones del contexto económico internacional que indujo, a gran

256 LA IMPORTANCIA DE LAS COMPETENCIAS ENDÓGENAS EN EL DESARROLLO…


parte de las empresas que operaban en los mercados mundiales, a
reconsiderar sus estructuras de división del trabajo internas, de
modo de incrementar significativamente tanto sus competencias
técnicas como su capacidad de absorción de conocimientos del
entorno en el que actúan.
En este marco, se produce una fuerte reestructuración produc-
tiva sustentada en nuevas formas de competitividad dinámica,
en detrimento de la antigua visión centrada en la explotación de
ventajas comparativas naturales y estáticas. La competitividad
pasa a ser vista como un artefacto social que aporta mejores alter-
nativas para cubrir diferentes necesidades humanas, mejorando
la eficiencia y efectividad con la que los recursos son definidos y
aplicados (Metcalfe et al, 2003). Desde esta perspectiva, la ventaja
competitiva no es una propiedad de firmas aisladas, sino que refleja
la interacción entre firmas en el mercado, dimensión que adquiere
un carácter central.
Esta nueva visión de competitividad coloca como eje de análisis
el desarrollo de procesos de innovación incrementales y/o radicales
desarrollados por las firmas con el objetivo de diferenciarse en
el mercado y obtener cuasi-rentas temporarias (Metcalfe et al.,
2003). Como consecuencia, se producen transformaciones en las
capacidades y competencias personales y organizacionales nece-
sarias para llevar a cabo estos procesos, lo que se manifiesta en
nuevos espacios de diferenciación entre los agentes a partir de la
mayor o menor articulación que estos evidencian en términos de
los regímenes tecnológico (definido por el tipo de actividades que
se desarrollan), de competencia (dado por las barreras de entrada
derivadas del desarrollo de competencias y rutinas complejas) y de
conocimiento (vinculado a la generación, difusión y apropiación del
conocimiento) prevalecientes, entendidos como dimensiones que
condicionan la apropiación efectiva de las cuasi-rentas generadas
(Erbes et al, 2006).
En este nuevo contexto, y dado el carácter interactivo, acumulativo
y path dependent del proceso innovativo, éste no puede pensarse
desde la perspectiva de un agente individual (Freeman, 1994). Por
el contrario, se requiere la articulación e interacción de distintos
agentes que cuentan con las capacidades e insumos para la innova-
ción (Pavitt, 1988; Bell y Pavitt, 1997; Archibugui, 1988; Freeman,
1991; Tether y Swann, 2003), los cuales raramente se encuentran
concentrados en una única firma. De esta manera, adquiere gran

A NALÍA ERBES Y GABRIEL YOGUEL 257


relevancia el grado de complejidad y completud de la estructura de
redes formales e informales en que se desenvuelve la empresa.
En este marco, la interacción de conocimientos implícita en
los procesos de innovación conduce a los agentes económicos a
desarrollar nuevas y más sólidas articulaciones con otros agentes
económicos y no económicos. Surgen entonces, distintas formas
de articulación entre agentes que se pueden manifestar a partir
de clusters, sistemas territoriales y tramas productivas, entre
otros (Gereffi, 2001; Camagni, 2001; Gereffi, 1994; Humphrey y
Schmitz, 2001; Freeman, 1994, Albornoz et al., 2004). Entre ellas,
las tramas productivas se presentan como
(…) un espacio económico de creación de competencias e intercambio de bienes
y/o servicios que incluye una o varias empresa(s) núcleo(s), sus proveedores y
clientes. Sus relaciones, materializadas a través de contratos –formales–, contie-
nen no sólo especificaciones acerca de las condiciones financieras y de los precios
(de corto plazo) sino que incluyen intercambios –tangibles e intangibles– de
flujos de información, experiencias productivas, conocimientos –codificados y
tácitos– y estrategias concurrentes de desarrollo futuro (Bisang et. al, 2005).
Desde la perspectiva de los enfoques transaccionales, estas
nuevas formas organizacionales pueden explicarse a partir de la
existencia de condiciones contractuales y de mercado que permiten
a la firma externalizar (o desintegrar) aquellas actividades que no
forman parte de sus core competencies (Williamson, 1991; Coase,
1937). Así, las tramas se explicarían, desde este enfoque, como un
espacio de relaciones productivas entre agentes, entre las cuales la
investigación y desarrollo que da lugar a innovaciones, constituye
una actividad más.
El enfoque de competencias desarrollado, entre otros, por
Richardson (1972) y por Nelson y Winter (1982), aporta elemen-
tos para explicar el desarrollo de las tramas productivas y de las
vinculaciones entre los agentes a partir de la multiplicidad de
competencias y fuentes de información y conocimiento involucradas
en estos procesos.
Así, al plantear que una organización constituye un sistema
abierto que sobrevive gracias a ciertas formas de intercambio con
su medio ambiente, Nelson y Winter (1982) consideran como un
factor clave las vinculaciones que tienen las empresas con otros
agentes para el desarrollo de sus competencias, colocando a las
rutinas en una posición central en estos procesos. De hecho, se

258 LA IMPORTANCIA DE LAS COMPETENCIAS ENDÓGENAS EN EL DESARROLLO…


emplean rutinas para interpretar el flujo de mensajes que llega
desde el ambiente externo a la organización y para enviar mensajes
hacia ese mismo ambiente. En ese sentido, una vinculación más
compleja se debería manifestar en un conjunto intervinculado de
rutinas. Esta interpretación de la forma en la que se internalizan
los vínculos con el ambiente externo y en la que se desarrollan las
competencias conduce, en el planteo de estos autores, a la existencia
de una asociación positiva entre ambas dimensiones: la complejidad
del desarrollo de competencias y de vinculaciones con el ambiente
externo, ya sea con otras empresas o con instituciones. Dado que
no todos cuentan con las mismas competencias ni desarrollan las
mismas actividades, la complementariedad entre distintos agentes
se vuelve central en el proceso de construcción de competencias y
rutinas por parte de los agentes (DeBresson y Amesse, 1991).
En una dirección similar, Freeman (1992) plantea que tanto las
vinculaciones entre firmas como las que estas tienen con el sistema
profesional de ciencia y tecnología, son claves para el éxito de las
innovaciones, en especial de las de tipo radical. Dada la fuerte
asociación entre el éxito de las innovaciones y la performance de
las firmas en el mercado, Freeman abre una nueva causalidad
que va, no ya de competencias a vinculaciones, sino de esta última
dimensión a éxito de innovaciones y performance.
Una posición intermedia a las dos anteriores (enfoque de costos
de transacción y enfoque de competencias) puede encontrarse en
los desarrollos realizados por Malerba y Orsenigo (2000), quienes
sostienen que tanto la externalización de las actividades –aún en
un sentido extremo como lo es la modularización– como la inte-
gración vertical, son producto, respectivamente, de competencias
no presentes en la firma o de ausencia de competencias en otros
agentes.
De esta manera, los enfoques presentados comparten el recono-
cimiento de la existencia de especificidades, de activos en el caso
de costos de transacción y de competencias y rutinas en el enfoque
de competencias, las cuales pueden explicar la cooperación entre
firmas a partir del desarrollo de las actividades que esta decide
no internalizar y de la adquisición de los recursos con los que no
cuenta. Por lo tanto, pueden considerarse enfoques complementarios
en tanto aportan distintos elementos para explicar las necesidades
de articulación de las firmas para el desarrollo de innovaciones en
el nuevo contexto productivo.

A NALÍA ERBES Y GABRIEL YOGUEL 259


La existencia de vinculaciones puede explicarse, entonces, a
partir de las complementariedades de capacidades en un contexto
de encadenamientos productivos signados por relaciones de apro-
visionamiento que, sin embargo, se encuentra condicionado por
el desarrollo de cierto umbral mínimo de competencias en cada
uno de los agentes, de manera tal que sea posible y redituable la
existencia de cooperación (Bidault et. al, 1998; Hodgson, 1999).
En este contexto, la subcontratación puede considerarse como un
punto de partida para la cooperación, ya que la estabilidad de los
acuerdos permite, por un lado, que las empresas tomen riesgos
asociados a la especialización en equipamientos y habilidades y, por
el otro, que se establezcan relaciones de cooperación que excedan
el aspecto estrictamente productivo y abarquen el desarrollo de
especificaciones, procesos y diseño (Richardson, 1972).
Todas estas cuestiones asociadas a la relación existente entre
las vinculaciones que establecen los agentes en el contexto de inno-
vaciones y el desarrollo de competencias, han sido ampliamente
tratadas en la literatura. Sin embargo, en la mayoría de los casos,
estos análisis consideran sólo una de las direccionalidades posibles
en el desarrollo de estas articulaciones, esto es, el impacto de los
mayores o menores grados de articulación con otros agentes sobre
el desarrollo de las competencias endógenas de las firmas (Yoguel
et al, 2003; Novick y Gallart, 1998).
Por el contrario, una menor porción de la literatura, pretende
explorar la direccionalidad inversa, tratando de encontrar en esto
una explicación a la participación de ciertos actores (y no de otros)
en procesos de cooperación para la innovación (Tether, 1998; Tether,
2001; DeBresson y Amesse, 1991; Tether y Swann, 2003). Así, en
estos trabajos, se analiza la incidencia de distintos factores en el
involucramiento de las firmas en actividades de cooperación para
la innovación. Entre estos factores, resulta clave el desarrollo de
capacidades internas y rutinas complejas que permitan generar
conocimiento que resulte atractivo para otros agentes y que hagan
posible aprovechar mejor el conocimiento y las competencias del
resto de los agentes.
Desde una perspectiva que vincula los planos micro y mesoeco-
nómico, Ocampo (2005) considera que las complementariedades y
vinculaciones entre los agentes –entendidas como los mecanismos
que determinan la capacidad para transformar y generar sistemas
productivos integrados que aprenden– constituye un factor clave

260 LA IMPORTANCIA DE LAS COMPETENCIAS ENDÓGENAS EN EL DESARROLLO…


que condiciona la eficiencia dinámica del sistema productivo. En
ese sentido, estas complementariedades están funcionalmente
vinculadas a la importancia que adquieren los procesos de innova-
ción y aprendizaje en los agentes económicos y, por lo tanto, están
asociadas al grado de desarrollo de las competencias.
Sin embargo, el mismo proceso de desarrollo de competencias
para la cooperación orientada a la innovación, no puede ser anali-
zado sin tener en cuenta la influencia de las características de los
agentes involucrados y del contexto en el que estos se desarrollan.
Por un lado, muchas de las decisiones estratégicas (entre las cuales
pueden incluirse a las aquí vinculadas con el desarrollo de estas
competencias) en tramas productivas internacionalmente integra-
das, dependerán de las necesidades vislumbradas por las casas
matrices a partir del lugar asignado a cada una de las filiales en
la división internacional del trabajo de la misma empresa. Por lo
tanto, el lugar que la firma local ocupe dentro de esa estructura
global condicionará también su autonomía para definir el tipo de
competencias y vinculaciones a desarrollar en el contexto local en
el que actúa (Yoguel et al., 2002; Gereffi, 2001).
Por otro lado, las condiciones del contexto macroeconómico y
regulatorio condicionan el desarrollo de actividades de cooperación
orientadas a la innovación en estos agentes, en tanto define las
estrategias de corto y largo plazo sobre las cuales las empresas
toman sus decisiones y definen sus prioridades. Asimismo, el per-
fil de especialización productiva también puede ser un elemento
condicionante de las posibilidades de cooperación, dado que, cuando
esta especialización es muy simple y las cadenas de valor son cortas
y con un alto peso de importaciones en los eslabones más inten-
sivos en conocimiento, las posibilidades complejas de cooperación
orientadas a la innovación se reducen.
Así, en forma muy estilizada, puede decirse que el grado de
asociación entre competencias endógenas y vinculaciones que las
firmas llevan a cabo con otros agentes en países de desigual grado
de desarrollo, se define en alguna de las siguientes situaciones.
Por un lado, en los sistemas más avanzados, estas vinculaciones
funcionan como un cuasi-mercado que disminuye las incertidum-
bres estratégicas y da lugar a externalidades positivas que con-
trarrestan las desventajas competitivas asociadas al tamaño. En
esos casos, si bien existen umbrales mínimos de competencias para
apropiarse de las externalidades que se generan, estos requerimien-

A NALÍA ERBES Y GABRIEL YOGUEL 261


tos tienden a ser menores. Asimismo, en esos sistemas avanzados,
el sendero evolutivo de las instituciones y el nivel de competencias
que estas alcanzan, constituyen un determinante importante en
el grado de complejidad alcanzado por las vinculaciones que los
agentes establecen más allá de las relaciones de mercado. Esta
mayor complejidad de las vinculaciones deviene del hecho de que
los agentes comparten muchos lenguajes, existen múltiples interme-
diarios y mecanismos de traducción que facilitan la comunicación
entre agentes y actores y favorecen los procesos de generación e
integración del conocimiento. En síntesis, como plantea Hirshman
(1958), en esos casos virtuosos existe una movilización del com-
ponente invisible de la economía y una elevada capacidad para
estimular y organizar recursos y capacidades escondidas como
factor clave de diferenciación.
En el otro extremo, el cual suele caracterizar a los países de
menor desarrollo relativo, las vinculaciones entre agentes adquie-
ren un menor nivel de complejidad. En esos casos, donde ade-
más la extensión y profundidad de las redes es más limitada, el
umbral mínimo de competencias necesario para acceder a las
externalidades que se generan a partir de las vinculaciones es
muy elevado, al mismo tiempo que los factores microeconómicos
tienden a prevalecer sobre el desarrollo de economías externas en
el proceso de diferenciación de los agentes.
En el caso particular de la Argentina, a pesar de los avances
realizados en los últimos años, los contextos locales operan más
cercanos al extremo negativo. Esto se manifiesta, en forma estili-
zada, en una escasa presencia de actores públicos y privados, en
una aún más limitada presencia y existencia de agentes e institu-
ciones que puedan traducir y compatibilizar distintos lenguajes,
en un escaso desarrollo del espacio público y en una excesiva
presencia individual de los agentes. Otras limitaciones aluden al
reducido o medio nivel de competencias endógenas de los agentes,
con una escasa asociación de los elementos que las determinan y
una fuerte presencia de bloqueos para la generación y circulación
de conocimiento entre agentes y actores.
Las dos primeras encuestas realizadas en Argentina para
relevar la conducta tecnológica de las empresas manufactureras3,

3 Los dos relevamientos mencionados consideran los períodos 1992-1996 y


1998-2001. Si bien en el año 2005 se ha realizado una tercera encuesta que
indaga sobre el período 2002-2004, no indaga sobre las articulaciones de

262 LA IMPORTANCIA DE LAS COMPETENCIAS ENDÓGENAS EN EL DESARROLLO…


ponen de manifiesto las debilidades de los esquemas de articulación
de las firmas con el resto de los agentes del sistema nacional de
innovación (Motta et al., 2006). En particular, se observa que una
muy reducida proporción de firmas desarrolló algún tipo de acuerdo
de cooperación destinado a investigación y desarrollo, siendo las
contrapartes más recurrentemente mencionadas los institutos de
investigación públicos, las universidades, los proveedores y otras
empresas del mismo grupo. En este marco, se destacan principal-
mente las vinculaciones comerciales y los objetivos asociados a
la búsqueda de información y al desarrollo de ensayos y procesos
de capacitación. La escasa complejidad y grado de desarrollo de
los vínculos con el resto del SIN, se observan también a partir
de las fuentes de información y de financiamiento utilizadas
para el desarrollo de innovaciones: las fuentes de información
más relevantes suelen ser las internas y las predominantes de
financiamiento son la reinversión de utilidades y otras formas de
autofinanciamiento.
En este contexto, la primera hipótesis de este trabajo es que
las firmas requieren desarrollar un conjunto de competencias o
capacidades endógenas (en términos de la organización del trabajo,
el grado de importancia e implementación de procesos de mejora
continua, la importancia asignada a los esfuerzos de innovación
endógenos y la relevancia y orientación de los procesos de capa-
citación desarrollados), las que son cruciales tanto para tomar
la decisión de formar parte de acuerdos de cooperación para la
innovación con universidades y centros tecnológicos, como para
realizar un mejor aprovechamiento de los flujos de conocimientos
e información que se generan en el marco de esos acuerdos. De
esta manera, el desarrollo de las competencias endógenas de las
firmas se constituye en una condición necesaria para la existencia
de capacidades de vinculación con este tipo de agentes.
La segunda hipótesis del trabajo es que, dado el escaso desarro-
llo de las redes en Argentina y la reducida cultura de interacción
por parte de las firmas con otros agentes que excedan las relaciones
de compra-venta, las competencias endógenas no constituirían una
variable relevante para dar cuenta del desarrollo de vinculaciones

las empresas encuestadas con el resto del sistema nacional de innovación.


La ausencia de indagaciones sobre estas cuestiones en este último período
podría estar poniendo de manifiesto la escasa relevancia efectiva asignada
a las articulaciones entre agentes como herramienta para el desarrollo de los
esfuerzos de innovación y de competencias.

A NALÍA ERBES Y GABRIEL YOGUEL 263


con clientes y proveedores nacionales e internacionales, con cáma-
ras empresariales y con consultores. En particular, por un lado, se
plantea que las relaciones con clientes y proveedores son explicadas,
en mayor medida, por la existencia de costos de transacción y por
tanto no están influidas por el grado de desarrollo de sus compe-
tencias. Por otro lado, el grado de desarrollo de las vinculaciones
con consultores (especialmente estudios jurídicos y contables)
depende de las posibilidades de externalización de actividades
que no constituyan el core, lo que está fuertemente condicionado
por el tamaño medio de las empresas. En relación a las cámaras
empresarias, y dada la fuerte heterogeneidad que existe entre las
mismas, la importancia que alcanzarían las vinculaciones con
estos agentes estaría fuertemente condicionada por cuestiones de
tipo sectorial, más que por el tamaño de los agentes o el grado de
desarrollo de sus competencias.

2. Metodología
Los resultados que se presentan en las siguientes secciones, se
obtuvieron a partir de una encuesta realizada a 170 firmas per-
tenecientes a las tramas siderúrgica y automotriz en Argentina,
con el objetivo de analizar la interrelación entre la pertenencia de
las firmas a una trama productiva, el desarrollo de procesos de
innovación y el empleo.
El análisis de la importancia que adquiere el desarrollo de las
competencias endógenas de las firmas como condición necesaria
para la existencia en cantidad y calidad de las vinculaciones que
desarrolla la firmas, se realizó a partir de la utilización de un
conjunto de modelos de regresión de logística ordinal, los cuales
requirieron la definición previa de un conjunto de variables.
En primer lugar, para el análisis de la importancia que asumen
las vinculaciones para el desarrollo de las competencias endógenas
en cada una de las tramas, se tomaron conjuntos de agentes
comerciales (proveedores y clientes nacionales e internacionales);
de organismos comerciales (cámaras empresarias y consultores),
y de instituciones de ciencia y tecnología (universidades y centros
tecnológicos), así como también los núcleos de las tramas. A su
vez, para cada uno de los agentes incluidos en los tres primeros
grupos se tuvieron en cuenta diferentes objetivos: a) conseguir
nuevos clientes, b) conseguir nuevos proveedores, c) contratar

264 LA IMPORTANCIA DE LAS COMPETENCIAS ENDÓGENAS EN EL DESARROLLO…


buenos empleados, d) obtener información del contexto de negocios,
e) acceder a información tecnológica, f) desarrollar productos, g)
desarrollar exportaciones, h) llevar a cabo procesos de capacitación,
i) obtener financiamiento, j) desarrollar redes de circulación de
información, k) intercambiar conocimientos. Estos objetivos fueron
ponderados de manera distinta de acuerdo a la relevancia que cada
uno de ellos adquiere en función del agente considerado (ver tabla
1), dando lugar a la existencia de un indicador de vinculaciones
que toma en cuenta las particularidades asumidas por cada tipo
de agente4.
Por su parte, el indicador de vinculación de cada empresa con el
núcleo5 se construyó teniendo en cuenta: a) el apoyo brindado por
el núcleo a la firma para el desarrollo de procesos de innovación6;
b) la asistencia técnica y la transferencia de tecnología realizada
por el núcleo7; c) la participación en actividades conjuntas de I+D
con el núcleo, y d) el uso de la infraestructura del núcleo para
pruebas y ensayos.

TABLA 1. Ponderaciones del indicador de vinculaciones.

A B C D E F G H I J K SUMA
Proveedores nacionales 1 1 1 2 2 3 1 1 1 2 2 17
Proveedores internacionales 1 1 1 1 3 2 1 1 1 2 2 16
Clientes nacionales 1 1 1 2 1 2 2 2 1 2 2 17
Clientes internacionales 1 1 1 2 2 2 1 1 1 2 2 16
Cámaras empresariales 1 1 1 2 1 1 1 1 1 2 2 14
Consultores 1 1 2 1 1 1 1 2 1 1 1 13
Centros tecnológicos 1 1 2 1 3 3 1 2 1 2 2 19
Universidades 1 1 2 1 2 2 1 2 1 2 2 17

4 La sumatoria de las ponderaciones es dividida por la cantidad de objetivos


con los que se desarrolla algún tipo de vinculación en el caso de cada uno de
los agentes. De esta forma, se obtiene un indicador continuo y, a partir de
este, uno definido en cuatro tramos donde 0 es inexistencia de vinculaciones
con ese agente; 1 es baja calidad en la vinculación; 2 media, y 3 alta.
5 Idem nota 1.
6 Se toma en cuenta el apoyo a la innovación en producto, proceso, organización
y comercialización en el caso de automotriz, y en estos más servicios en el
caso de siderurgia.
7 Se considera la asistencia técnica y transferencia de tecnología en pro-
ducto, proceso, diseño, calidad, capacitación, organización del trabajo,
comercialización y otros.

A NALÍA ERBES Y GABRIEL YOGUEL 265


A su vez, estos indicadores individuales se consideraron de
manera conjunta para dar cuenta del nivel de vinculaciones agre-
gado de cada una de las firmas analizadas. En este caso, se tuvie-
ron en cuenta los indicadores definidos anteriormente y se obtiene
un promedio ponderado de los mismos8, dando como resultado un
indicador continuo y, a partir de esto, otro en tramos9.
En segundo lugar, el indicador de competencias endógenas de las
firmas es el resultado de la consideración conjunta de los niveles de
desarrollo alcanzados por las firmas en la organización del trabajo,
la gestión de la calidad, la capacitación y las estructuras de I+D10.
De esta manera, a partir de un promedio simple, se obtiene un
indicador que puede asumir valores continuos entre 0 y 3.

3. El marco general de las vinculaciones


en las tramas automotriz y siderúrgica
El análisis de las vinculaciones agregadas de las firmas muestra
la preponderancia de bajos niveles de vinculación (52%), con una
importancia mucho menor de los agentes que pueden ser incluidos
entre aquellos que evidencian una mejor calidad relativa en sus
relaciones con otros agentes (7%). Estas participaciones presentan
algunas diferencias significativas entre las firmas que pertenecen
a las dos tramas productivas consideradas en este trabajo. En
particular, la trama automotriz muestra un comportamiento más
virtuoso respecto de la siderúrgica, donde no existen agentes con
un alto nivel de calidad en la vinculación. Estas evidencias se

8 La fórmula de ponderaciones es la siguiente: la calidad de las vinculaciones


con el núcleo pesa 0.4; la de los proveedores y clientes nacionales e internacio-
nales, 0.3; la de centros tecnológicos y universidades, 0.2, y la de consultores
y cámaras empresariales, 0.1.
9 Si el indicador asume valor 1 (hasta 0.15 del continuo) la calidad de las vin-
culaciones agregadas es baja; si es 2 (entre 0.1501 hasta 0.3) es media, y si
es 3 (más de 0.3) es alta.
10 Para analizar el caso de la organización del trabajo se tuvieron en cuenta
las características del proceso de trabajo en términos de la autonomía de los
operarios, los procesos de adquisición de experiencias y el trabajo en equipo.
Para la gestión de la calidad, se consideró la existencia de controles de pro-
cesos, de una cultura hacia la calidad y la utilización de herramientas para
la mejora y la innovación. En el caso de capacitación y de I+D se analizó la
existencia de las estructuras existentes en las firmas orientadas al desarrollo
de estas actividades. Así, en el primero de los casos se observó la presencia
de estructuras de diagnóstico, planificación y desarrollo de los procesos de
capacitación, mientras que en el segundo se tuvo en cuenta el grado de for-
malidad de las configuraciones.

266 LA IMPORTANCIA DE LAS COMPETENCIAS ENDÓGENAS EN EL DESARROLLO…


refuerzan aún más si se consideran los escasos requerimientos
mínimos exigidos al indicador para que la firma sea incluida entre
las que presentan mejor calidad en sus asociaciones11.
Asimismo, si se consideran las diferencias entre las posiciones
de las empresas al interior de cada una de las tramas, se observa
que las empresas que concentran la mayor parte de sus ventas en
las terminales automotrices están sobrerrepresentadas entre las
que tienen una elevada calidad en las vinculaciones con el resto de
los agentes de su entorno. Esto constituye una clara diferencia con
respecto a los proveedores del segmento de reposición automotriz
y fundamentalmente con respecto a los proveedores y clientes de
siderurgia.
También resulta interesante analizar la importancia relativa
de los objetivos de vinculación en términos agregados considerando
la cantidad de agentes con los que se establecen contacto para
lograr dicho fin.

TABLA 2. Objetivos de vinculación y cantidad de agentes con los


que se establecen.

Máxima
Ningún Un Dos
Resto cantidad
agente agente agentes
Objetivos de agentes
Conseguir nuevos clientes 55% 21% 23% 1% 3
Conseguir nuevos proveedores 49% 26% 22% 3% 4
Contratar buenos empleados 83% 10% 6% 1% 3
Obtener información del con-
64% 13% 11% 12% 6
texto de negocios
Acceder a información
54% 23% 14% 9% 5
tecnológica
Desarrollar productos 84% 7% 3% 6% 5
Desarrollar exportaciones 89% 5% 4% 2% 4
Procesos de capacitación 69% 17% 7% 7% 4
Obtener financiamiento 89% 7% 3% 1% 6
Desarrollar redes de circula-
78% 13% 5% 4% 4
ción de información
Intercambiar conocimientos 61% 15% 14% 10% 6

11 En este sentido, es necesario aclarar que el máximo valor que puede asumir
el indicador de vinculaciones agregado de acuerdo a las características de su
construcción es 1, mientras que cuando asume 0.3 o más se está considerando
que esa firma ya posee una elevada calidad en las relaciones que establece
con otros agentes.

A NALÍA ERBES Y GABRIEL YOGUEL 267


Así, del análisis de la tabla 2 surge que las vinculaciones
asociadas con el desarrollo de exportaciones y la obtención de
financiamiento son las menos relevantes para estas empresas, ya
que el 89% de las firmas no se vinculan con ningún agente con
estas finalidades. Por el contrario, la búsqueda de proveedores y
clientes, y la obtención de información tecnológica aparecen como
los objetivos de vinculación asociados con un mayor número de
contactos. En relación a la diversificación de fuentes para cada
uno de los objetivos considerados, las vinculaciones para obtener
información del contexto de negocios, para obtener financiamiento
y para desarrollar redes de conocimiento son las que se reiteran
con una mayor cantidad de agentes.
Cuando se analiza la importancia de estos objetivos para
cada una de las tramas, se observa que no existen relaciones
estadísticamente significativas entre la pertenencia a la trama
siderúrgica o automotriz, por un lado; y objetivos tales como con-
seguir nuevos proveedores, obtener información del contexto de
negocios, obtener información tecnológica y desarrollar redes de
conocimiento, por el otro. Por el contrario, las vinculaciones para
conseguir nuevos clientes, contratar buenos empleados, desarrollar
productos, desarrollar exportaciones y realizar procesos de capa-
citación aparecen con mayor frecuencia en la trama automotriz,
mientras que en la trama siderúrgica resultan ser más recurren-
tes las vinculaciones para desarrollar redes de información. Las
particularidades que asumen estas asociaciones en cada uno de los
grupos dentro de las tramas se presentan en la tabla 3.

268 LA IMPORTANCIA DE LAS COMPETENCIAS ENDÓGENAS EN EL DESARROLLO…


TABLA 3. Objetivos de vinculación y cantidad de agentes con los
que se establecen por posición de las empresas en cada una de las
tramas

Trama automotriz Trama siderúrgica


Objetivos
1 y 2 anillo Reposición
er º
Proveedores Clientes
Conseguir nuevos
1 agente (-) 2 agentes (-)
clientes (*)
Conseguir nuevos
2 agentes (+) 2 agentes (-)
proveedores
1 agente
Contratar buenos (+)
1 agente (+) 1 agente (-) 1 agente (-)
empleados (**) + 3 agentes
(+)
Obtener informa-
ción del contexto de
negocios
Acceder a informa-
ción tecnológica
Desarrollar produc- + 3 agentes 1 agente 1 agente (-)
1 agente (+)
tos (***) (+) (+) + 3 agentes (-)
Desarrollar exporta- 2 agentes
1 agente (+) 1 agente (-)
ciones (**) (+)
Inexistente
2 agentes (+)
Procesos de capacita- (+)
+ 3 agentes
ción (***) 2 agentes (-)
(+)
+ 3 agentes (-)
2 agentes
Obtener (+)
1 agente (-)
financiamiento (***) + 3 agentes
(+)
Desarrollar redes
+ 3 agentes
de circulación de
(+)
información
Intercambiar conoci-
mientos

Prueba Chi cuadrado significativa al (*) 10%; (**) 5%; (***) 1%.

Pese a este comportamiento relativamente generalizado, pueden


establecerse un conjunto de diferencias partiendo de los objetivos
con los que se desarrollan las vinculaciones entre las firmas
consideradas y el resto de los agentes que integran su entorno
institucional y productivo.

A NALÍA ERBES Y GABRIEL YOGUEL 269


3.1. La importancia de las vinculaciones con los núcleos
de las tramas

Las vinculaciones que establecen las empresas encuestadas


con los respectivos núcleos de las tramas son muy reducidas, a
tal punto que, consideradas de forma conjunta, las empresas que
no se vinculan o que lo hacen con una baja calidad dan cuenta de
más del 75% del panel. En este contexto, existen diferencias signi-
ficativas entre las tramas: las empresas automotrices se destacan
por su presencia entre las de más alta calidad (medio y alto) y las
siderúrgicas por su no presencia en dichos niveles. Al interior de
las tramas, también existen comportamientos heterogéneos que
dan cuenta de las diferencias agregadas. De esta manera, son
las empresas pertenecientes al primer y segundo anillo las que
presentan mejor calidad en sus vinculaciones, mientras que entre
las de siderurgia las más fuertemente subrepresentadas son los
proveedores.
Entre los objetivos considerados para definir la calidad de la
vinculación con el núcleo (ver sección 2) se destaca la importancia
asignada a la asistencia técnica y la transferencia de tecnología y
la participación en actividades de I+D conjuntamente con el núcleo.
En el primero de estos casos se observan, además, diferencias
significativas entre los agentes que pertenecen a cada una de las
tramas, con una importante sobrerrepresentación entre los auto-
motrices (especialmente los pertenecientes a primer y segundo
anillo), y una subrepresentación entre los de siderurgia (particu-
larmente los proveedores). El resto de las actividades consideradas
no establecen diferencias en términos de la pertenencia a la trama,
y son considerablemente menos relevantes que las actividades
mencionadas12.

3.2. La importancia de las vinculaciones con agentes


comerciales

Las vinculaciones comerciales pueden ser desglosadas en cuatro


agentes centrales: proveedores nacionales, proveedores internacio-
nales, clientes nacionales y clientes internacionales.

12 El apoyo del núcleo a las actividades de innovación es considerado solamente


por un 26.3% de las firmas en promedio, mientras que la utilización de infraes-
tructura del núcleo es considerada por poco más del 10% de las empresas.

270 LA IMPORTANCIA DE LAS COMPETENCIAS ENDÓGENAS EN EL DESARROLLO…


En lo que respecta a los proveedores nacionales, el 87.5% de las
firmas consideradas dice tener algún tipo de vinculación extra-
comercial. Sin embargo, se observa un claro predominio de vin-
culaciones con bajo nivel de calidad, sin que puedan establecerse
diferencias significativas a partir de la pertenencia a alguna de
las dos tramas consideradas. Otros rasgos sobresalientes en esta
dirección son, por un lado, la inexistencia de relaciones signadas
por una alta calidad en el vínculo en ambas tramas y, por el otro,
la subrepresentación de los proveedores siderúrgicos entre los que
cuentan con una calidad media de las vinculaciones, lo cual explica
también la escasa presencia relativa de la trama siderúrgica en
su conjunto en este nivel. En este contexto, el objetivo señalado
con mayor recurrencia es el de conseguir nuevos proveedores, sin
que se presenten diferencias significativas entre la pertenencia a
una u otra trama. Por su parte, los objetivos relacionados con el
desarrollo de productos y la obtención de financiamiento son los que
establecen mayores diferencias entre las tramas. En el primero de
estos casos, las diferencias se explican por la sobrerrepresentación
de los integrantes de primer y segundo anillo y la escasa relevan-
cia de los proveedores de siderurgia, mientras que en el segundo
se torna particularmente importante la sobrerrepresentación del
segmento de reposición automotriz.
Por otro lado, el 45.5% de las firmas señala que ha desarrollado
algún tipo de vinculación con sus proveedores internacionales. En
este contexto, cuando existen, las vinculaciones asumen una cali-
dad baja, en el sentido de que los objetivos considerados son los de
menor complejidad relativa, sin que existan diferencias significati-
vas entre las firmas que integran cada una de las tramas. El bajo
nivel de calidad de las relaciones entabladas da cuenta del predo-
minio de “conseguir nuevos proveedores” como objetivo recurrente
en la vinculación (47.1% de los casos, sin diferencias entre tramas).
Por otro lado, los objetivos que sí permiten diferenciar el compor-
tamiento de las tramas en términos de vinculaciones son “obtener
información del contexto de negocios”; “desarrollo de producto” (a
partir de la sobrerrepresentación de los proveedores de primer y
segundo anillo); “desarrollo de exportaciones”, y “financiamiento”
(mayor peso relativo de los proveedores de reposición automotriz).
En los dos primeros casos, la trama siderúrgica muestra un com-
portamiento más virtuoso en términos de una mayor proporción
de firmas involucradas en vinculaciones con proveedores interna-
cionales persiguiendo estos objetivos, mientras que para los dos

A NALÍA ERBES Y GABRIEL YOGUEL 271


segundos (exportaciones y financiamiento) la mayor importancia
relativa se da en el caso de las empresas de la trama automotriz.
Las vinculaciones con clientes nacionales son consideradas por
el 83.2% de las firmas relevadas, con un claro predominio entre
aquellas que resultan ser de baja calidad (79%). Las empresas
que no establecen vinculaciones extracomerciales con clientes
nacionales pertenecen principalmente a la trama automotriz, com-
portamiento que resulta coherente con una estructura de clientes
definida fundamentalmente a partir de la presencia de automotri-
ces multinacionales. En este caso, el objetivo de vinculación más
recurrentemente mencionado es el de los “nuevos clientes”, sin
que esto establezca diferencias entre las tramas. En cambio, las
vinculaciones orientadas a “desarrollar productos”, “desarrollar
exportaciones”, “capacitación”, “financiamiento” y “desarrollo de
redes de circulación de información” son las que caracterizan a cada
una de estas tramas a partir de las diferencias. En particular, los
cuatro primeros objetivos son más importantes en la trama auto-
motriz (especialmente por la relevancia de los tres primeros entre
los proveedores de primer y segundo anillo) que en la siderúrgica,
mientras que con el último ocurre lo contrario.
Finalmente, las vinculaciones con clientes internacionales son
consideradas por el 48% de las firmas encuestadas. Nuevamente,
en un marco de escasas vinculaciones con este tipo de agentes,
predominan los lazos con reducida calidad, sin diferencias entre
tramas y con la búsqueda de nuevos clientes como objetivo princi-
pal. Tal como era de esperar a partir de los resultados obtenidos en
relación con los clientes nacionales, las vinculaciones con clientes
internacionales orientadas hacia el desarrollo de productos y de
exportaciones son particularmente más relevantes en la trama
automotriz que siderúrgica, especialmente por la tracción ejercida
por las firmas que proveen al primer y segundo anillo.

3.3. La importancia de las vinculaciones con


organizaciones comerciales

Por organizaciones comerciales se entiende a aquellas entidades


que contribuyen al desarrollo de la actividad comercial, sin estar
involucrados directa o indirectamente en la actividad productiva a
partir de eslabonamientos hacia atrás y/o hacia adelante. Entre las
posibles, se tendrán en cuenta aquí a las cámaras empresariales y

272 LA IMPORTANCIA DE LAS COMPETENCIAS ENDÓGENAS EN EL DESARROLLO…


los consultores de distinta naturaleza que pueden estar asociados
al funcionamiento de la empresa.
Por un lado, el 61% de las empresas encuestadas señala tener
algún tipo de vinculación con cámaras empresariales, sin que exis-
tan diferencias significativas a partir de la pertenencia a alguna
de las dos tramas. Al igual que en el caso de las vinculaciones con
agentes comerciales, aquí también cuando las relaciones existen son
de baja calidad relativa; en este caso traccionadas por la obtención
de información tecnológica y del contexto de negocios. Los objetivos
que establecen diferencias entre las tramas son “conseguir nuevos
clientes”, “conseguir nuevos proveedores” y “desarrollar procesos
de capacitación”. En todos estos casos, se destaca la importancia
relativa en la participación de las firmas que integran la trama
automotriz.
Por otro lado, el 47% de las empresas ha desarrollado vincu-
laciones con consultores, las cuales se caracterizan por ser de
reducida calidad. Entre las firmas que presentan una calidad de
vinculación media con estos agentes, se destacan las que integran
la trama automotriz, frente a la ausencia de las firmas siderúrgicas
en este nivel. En este caso, coincide el objetivo de vinculación más
recurrentemente considerado con aquel que establece las mayores
diferencias entre la pertenencia a ambas tramas. En efecto, mien-
tras más del 52% de las empresas proveedoras del sector automotriz
señalan vincularse con consultoras para llevar adelante procesos de
capacitación, esta proporción alcanza sólo al 10% entre las firmas
asociadas a la siderurgia. Este comportamiento da cuenta de una
mayor utilización de ciertos servicios tercerizados que se condice
con estructuras de firmas más grandes, las cuales hacen un mayor
uso de la subcontratación de aquellas tareas que no forman parte
de su eje de actividades.

3.4. La importancia de las vinculaciones con las


instituciones de CyT

Las vinculaciones con instituciones de ciencia y tecnología son


abordadas a partir de la importancia que asumen los centros tec-
nológicos, por un lado, y las universidades, por el otro.
El 48% de las firmas ha establecido algún tipo de vinculación
con centros tecnológicos, sin que se presenten diferencias a partir
de la pertenencia a las tramas. Al igual que en los casos ante-

A NALÍA ERBES Y GABRIEL YOGUEL 273


riores, cuando las vinculaciones existen son de baja calidad, lo
cual se deriva de la gran importancia asignada a la “obtención de
información tecnológica” frente a otros objetivos alternativos. Las
diferencias entre las tramas se plantean a partir de la utilización
de los centros tecnológicos como insumos para el desarrollo de
productos, para la capacitación y para el desarrollo de redes de
circulación de información. En particular, los dos primeros obje-
tivos determinan comportamientos más virtuosos en términos de
vinculaciones para la trama automotriz (desarrollo de productos en
reposición y capacitación en primer y segundo anillo), mientras que
el tercero hace lo propio con las empresas que forman parte de la
trama siderúrgica, especialmente en el caso de los proveedores.
Por su parte, las universidades establecieron vinculaciones con
el 45% de las empresas consideradas. La calidad predominante de
las relaciones establecidas es baja, aunque con una fuerte importan-
cia de objetivos tales como “la obtención de información tecnológica”
y cierto nivel de “intercambio de conocimiento”. La importancia
que asumen la “capacitación” y la posibilidad de “contratar buenos
empleados” como objetivos destacan la importancia de las formas
tradicionales de vinculación de las empresas con estas instituciones
de formación e investigación. Pese a relevancia que adquieren estos
objetivos, se observa un comportamiento diferente de acuerdo a las
tramas, donde la automotriz se destaca por hacer un mayor uso de
este tipo de recursos que puede aportar la universidad.

4. La asociación existente entre competencias


endógenas y complejidad de las vinculaciones:
las evidencias del modelo
A efectos de discutir las hipótesis planteadas en el trabajo, en
esta sección se estiman un conjunto de modelos de regresión logís-
tica ordinal que tienen como variables independientes la compleji-
dad de las vinculaciones de las firmas con diversos agentes (núcleo
de las tramas, proveedores y clientes nacionales e internacionales,
consultores, cámaras, universidades y centros tecnológicos); y
como variables dependientes el nivel de competencias endógenas,
la trama a la que pertenecen las firmas y el nivel de ocupación en
el 2005.

274 LA IMPORTANCIA DE LAS COMPETENCIAS ENDÓGENAS EN EL DESARROLLO…


4.1. Vinculaciones agregadas

El primero de los modelos considerados toma como variable


independiente la calidad de las vinculaciones agregadas que esta-
blece cada una de las firmas.

vinatri = m si τ m −1 ≤ y i∗ < τ m para m = 1,2,3.


⎧1 ⇒ Bajo si τ 0 = −∞ ≤ y i∗ < τ 1

vinatri = ⎨2 ⇒ Medio si τ 1 ≤ y i∗ < τ 2
⎪ ∗
⎩3 ⇒ Alto si τ 2 ≤ y i < τ 3 = ∞
Pr (vinatr = m x ) = F (τ m − x β ) − F (τ m −1 − x β )

x β = β compendo compendoi + β tramatramai + β ocutr 05ocutr 05i

En donde:
- vinatri es el indicador de vinculaciones agregado en tramos
- compendo i es el indicador de competencias endógenas agre-
gadas continuo
- tramai es la trama de partencia de la firma
- ocutr05i es el tamaño de las firmas medido a partir del número
de ocupados
Los resultados de este modelo se presentan en la tabla 4, de
la cual surge la importancia asignada al grado de desarrollo de
competencias endógenas en la calidad de las vinculaciones en
conjunto que la firma entabla con otros agentes. Esta relación
positiva entre competencias y calidad de las vinculaciones pone
de manifiesto la existencia de umbrales mínimos que definen la
capacidad de las firmas de apropiarse y utilizar el conocimiento
generado en su contexto para desarrollar productos específicos. De
esta manera, las diferencias en las competencias definen distintas
capacidades en los agentes para establecer vinculaciones que les
permitan acceder a los recursos necesarios para el desarrollo de
la actividad productiva, entre los que se ubica cada vez con mayor
centralidad el conocimiento.

A NALÍA ERBES Y GABRIEL YOGUEL 275


TABLA 4. Grado de significatividad de las variables independientes
en la estimación de la complejidad de las vinculaciones agregadas
de las firmas.

Calidad de las vinculaciones


Variables independientes
agregadas
Competencias endógenas (+)***
Ocupación en 2005
Trama a/
Log -126
Prob. LR ***

Notas: a/ 0 automotriz y 1 siderurgia.


Significatividad: * 10%, ** 5%, *** 1%.

A pesar de estos resultados asociados a la calidad de las vincu-


laciones en general, existen un conjunto de particularidades que se
relacionan con los objetivos y las características diferenciales que
adquieren los vínculos que establecen las empresas con las institu-
ciones, los agentes comerciales y las organizaciones comerciales.

4.1. Vinculaciones con instituciones

Los modelos que analizan el efecto del tamaño, la trama de


pertenencia y el grado de desarrollo de competencias endógenas
de la firma sobre sus vinculaciones con universidades y centros
tecnológicos, son similares al formalizado para el caso de las vin-
culaciones agregadas.
La tabla 5 presenta los resultados de las estimaciones realizadas
para cada uno de estos casos. De la misma se deriva la importan-
cia alcanzada por las competencias endógenas para el desarrollo
de vinculaciones entre estas instituciones y las empresas, la cual
se deduce de la significatividad de estas variables para explicar
el modelo planteado. De esta manera, puede plantearse que la
capacidad de las firmas de establecer vinculaciones de mayor com-
plejidad con las universidades, pero especialmente con los centros
tecnológicos, está positivamente asociada un mayor desarrollo de
las competencias endógenas de las firmas.

276 LA IMPORTANCIA DE LAS COMPETENCIAS ENDÓGENAS EN EL DESARROLLO…


TABLA 5. Grado de significatividad de las variables independientes
en la estimación de la complejidad de las vinculaciones de las firmas
con universidades y centros tecnológicos.

Variables Calidad de las vinculaciones con instituciones


independientes Centros tecnológicos Universidades
Competencias endógenas (+)*** (+)**
Ocupación en 2005
Trama a/
Log -124 -117
Prob. LR ** **

Notas: a/ 0 automotriz y 1 siderurgia.


Significatividad: * 10%, ** 5%, *** 1%.

Por su parte, las variables estructurales relacionadas tanto con


la pertenencia a alguna de las tramas, como con el tamaño de las
firmas medido a partir de la cantidad de ocupados, no resultan ser
elementos relevantes para explicar la existencia de mayores niveles
de calidad en las vinculaciones con estas instituciones.
En consecuencia, los modelos estimados permiten corroborar
la hipótesis asociada con la importancia de las competencias
endógenas en el desarrollo de vinculaciones entre las empresas, por
un lado, y los centros tecnológicos y las universidades, por el otro.
La fuerte asociación existente entre estas variables evidencia la
necesidad de contar con un umbral mínimo de competencias en las
firmas, por debajo del cual las vinculaciones pueden llegar a ser
inexistentes o de muy baja calidad. Este umbral se asocia también
con la capacidad de absorción de conocimientos que desarrollan
las empresas y que les permite apropiarse, utilizar y transformar
los flujos de conocimiento que se generan en distintos espacios de
investigación, en particular, y en todo su ambiente externo en gene-
ral. Esto resulta particularmente relevante cuando, retomando el
análisis realizado en la sección anterior, se consideran los objetivos
principales perseguidos en las relaciones con estos agentes, entre
los que se cuentan el desarrollo de productos y la generación de
redes de información.
Por otra parte, la existencia de esta relación también da cuenta
de la importancia de desarrollar mecanismos de traducción para
concretar exitosamente este tipo de proyectos. La heterogeneidad

A NALÍA ERBES Y GABRIEL YOGUEL 277


en el desarrollo de vinculaciones y de competencias endógenas aso-
ciadas a ellas refleja, en última instancia, capacidades diferentes
en los agentes para decodificar las incertidumbres del entorno a
partir de la comprensión de los diferentes lenguajes en los que
se presenta la información en su entorno. En este sentido, puede
asumirse que las empresas con mayores competencias endógenas
han logrado generar los mecanismos de traducción necesarios para
comprender al resto de los agentes y desarrollar vinculaciones
de mayor calidad con ellos, lo que les permite hacer un uso más
intensivo del conocimiento generado por estos.
La mayor calidad en los vínculos derivada de mayores compe-
tencias en las firmas, encuentra su correlato en la obtención de
resultados de innovación. Trabajos anteriores que han analizado
las mismas fuentes de información que aquí se retoman, han
encontrado una relación positiva entre el grado de desarrollo de
las competencias endógenas y los esfuerzos de innovación reali-
zados por las firmas (Roitter et al., 2007, Yoguel y Erbes, 2007).
Asimismo, se ha podido establecer también la relación entre estas
cuestiones y los resultados de innovación, en la tradición planteada
por Freeman (1992). De esta manera, y tomando como punto de
partida estas cuestiones, se puede sostener que la obtención de
resultados de innovación se encuentra fuertemente asociada a los
niveles alcanzados por las competencias endógenas y por la cali-
dad de las vinculaciones establecidas con universidades y centros
tecnológicos13.

4.2. Vinculaciones con agentes comerciales

La estructura y formalización de los modelos presentados en


este caso son nuevamente similares a los planteados para vincu-
laciones agregadas y con universidades y centros tecnológicos. La
tabla 6 muestra los resultados obtenidos tomando como variables

13 Para obtener esta conclusión, se parte de los trabajos mencionados y se


complementa el análisis con la estimación de un modelo que coloca como
variable independiente a las competencias endógenas y a la calidad de
las vinculaciones. En este sentido, se observa que, cuando se toman a las
universidades y a los centros tecnológicos, las probabilidades de las firmas
de obtener resultados de innovación a partir de sus esfuerzos aumentan al
avanzar hacia aquellas firmas que cuentan con mayores competencias y han
desarrollado vinculaciones de mayor calidad.

278 LA IMPORTANCIA DE LAS COMPETENCIAS ENDÓGENAS EN EL DESARROLLO…


independientes al núcleo de la trama, a los clientes y proveedores
nacionales, y a los clientes y proveedores internacionales.

TABLA 6. Grado de significatividad de las variables independientes


en la estimación de la complejidad de las vinculaciones con distintos
agentes comerciales.

Calidad de las vinculaciones


con agentes comerciales
Núcleo Proveedo- Proveedores y
Clientes
Variables de la res nacio- clientes interna-
nacionales
independientes trama nales cionales
Competencias
(+) ***
endógenas
Ocupación en 2005 (+) * (+) **
Trama a/
- ***
Log -178 -114
Prob. LR *** **

Notas: a/ 0 automotriz y 1 siderurgia.


Significatividad: * 10%, ** 5%, *** 1%.

Una primera cuestión que se deriva de la tabla mencionada, es


la necesidad de analizar de manera separada el comportamiento
de las vinculaciones con el núcleo de la trama y con el resto de los
agentes comerciales. En este sentido, la calidad de las vinculaciones
con los proveedores y clientes nacionales no muestra un patrón claro
de comportamiento con respecto a las características que asumen
las firmas en términos del grado de desarrollo de sus competencias
endógenas, su tamaño y la trama a la que pertenecen. Los modelos
estimados tomando como variables independiente la calidad de las
vinculaciones con estos agentes no son significativos; poniendo así
de relieve las limitaciones de las relaciones establecidas en ambas
tramas para aprovechar las sinergias con proveedores y clientes
con el objetivo de aumentar las competencias de las firmas que
las integran.
Una situación levemente diferente se observa cuando se toman
en cuenta las vinculaciones con estos mismos agentes, pero fuera
del plano nacional. En este caso, la calidad de las relaciones desa-
rrolladas se encuentra estrechamente asociada al tamaño de la
firma, lo que podría relacionarse con la mayor capacidad de inser-

A NALÍA ERBES Y GABRIEL YOGUEL 279


ción externa de las grandes empresas. Tanto estos resultados como
los derivados del análisis para proveedores y clientes nacionales,
estarían dando cuenta de una vinculación entre las firmas espe-
cialmente sustentada en relaciones precio y existencia de costos de
transacción; en donde las relaciones con otros agentes comerciales
estarían condicionadas por las necesidades de resolver ciertas
incertidumbres de mercado y de externalizar las actividades que no
forman parte del core business de la empresa. Asimismo, se estaría
poniendo de manifiesto la existencia de una débil tradición de las
firmas radicadas en el contexto nacional hacia el establecimiento
de vinculaciones que excedan las formalidades contractuales y la
obtención de beneficios económicos derivados de la actividad de
mercado.
Por otro lado, cuando se considera la calidad de las relacio-
nes con el núcleo, se evidencia un patrón de comportamiento
significativamente diferente, en donde la complejidad de las vincu-
laciones depende positivamente del nivel alcanzado en las compe-
tencias endógenas y del tamaño de las firmas, al mismo tiempo que
resultan más importantes cuando se pasa a la trama automotriz.
En este sentido, estarían operando de manera conjunta factores
precio y no precio en la definición del tipo de vinculaciones que
los proveedores y clientes pueden establecer con las empresas
núcleo.

4.3. Vinculaciones con organismos comerciales

Finalmente, la calidad de las vinculaciones con organismos


comerciales toma en cuenta a aquellas relacionadas con cámaras
empresariales y consultores, y los resultados de estas se presentan
en la tabla 7.

280 LA IMPORTANCIA DE LAS COMPETENCIAS ENDÓGENAS EN EL DESARROLLO…


TABLA 7. Grado de significatividad de las variables independientes
en la estimación de la complejidad de las vinculaciones de las firmas
con organismos comerciales.

Calidad de las vinculaciones


Variables independientes con organismos comerciales
Consultores Cámaras empresariales
Competencias endógenas
Ocupación en 2005 (+) *
Trama a/
(-) **
Log -121 -143
Prob. LR ** **

Notas: a/ 0 automotriz y 1 siderurgia.


Significatividad: * 10%, ** 5%, *** 1%.

En lo que respecta a las cámaras empresariales, se observa que


las vinculaciones más complejas se dan en el caso de las empresas
de la trama siderúrgica; mientras que las vinculaciones con los
consultores son de mayor calidad cuando la firma adquiere un
mayor tamaño relativo. Esto último podría estar evidenciando el
hecho de que, a medida que aumenta el tamaño de la firma, también
aumentan los servicios que contratan las mismas para llevar a cabo
las tareas que son un soporte a la actividad productiva central.
El argumento anterior cobra fuerza cuando se considera que la
capacitación es el objetivo central con el cual las empresas estable-
cen relaciones con consultores.

5. Conclusiones
En este trabajo se ha analizado la importancia que tiene el desa-
rrollo de competencias endógenas en las firmas, para llevar a cabo
vinculaciones con otras empresas y agentes institucionales orien-
tadas a aumentar el flujo de conocimientos para a la innovación.
En este sentido, se planteó un marco teórico que integra diferentes
enfoques con el objetivo de captar los determinantes específicos en
la definición de la existencia y calidad de las articulaciones con
otros agentes. Posteriormente, se plantearon dos tipos de análisis
empírico con diferentes objetivos.

A NALÍA ERBES Y GABRIEL YOGUEL 281


El primero de ellos, se orientó a la presentación de las caracte-
rísticas generales de las vinculaciones que las firmas establecen
con agentes y organismos comerciales y con instituciones. En este
contexto, los principales resultados señalan el predominio de una
baja calidad en las vinculaciones, con diferencias entre las tra-
mas que favorecen a las empresas automotrices, especialmente a
aquellas pertenecientes al primer y segundo anillo. Asimismo, se
observa que los objetivos de vinculación más recurrentemente men-
cionados son aquellos relacionados con conseguir nuevos clientes y
proveedores, y acceder a información tecnológica, sin que existan
diferencias significativas entre la pertenencia a alguna de las dos
tramas consideradas.
Este mismo análisis permitió establecer un conjunto de dife-
rencias en los rasgos que asumen las vinculaciones de las firmas
con los distintos grupos de agentes. Así, en lo que respecta a los
núcleos de las tramas, predomina la ausencia de vinculaciones o
la existencia de aquellas con baja calidad, con objetivos muy rela-
cionados a la asistencia técnica y a la transferencia de tecnología.
Por su parte, en el caso de los proveedores y clientes nacionales e
internacionales, las reducidas vinculaciones están orientadas hacia
objetivos que no se diferencian significativamente de aquellos que
asumen un carácter estrictamente comercial (conseguir buenos
proveedores y conseguir nuevos clientes, respectivamente). En el
caso de las organizaciones comerciales, las vinculaciones están
especialmente asociadas con la obtención de información del con-
texto de negocios en el caso de las cámaras empresariales, y con
el desarrollo de programas de capacitación en lo que respecta a las
consultoras. Por último, las instituciones de ciencia y técnica son
un foco de vinculación para aquellas empresas que buscan obtener
información tecnológica o intercambiar conocimientos.
El segundo análisis empírico se realizó con la finalidad de corro-
borar las hipótesis planteadas, las cuales se refieren a los factores
determinantes de las vinculaciones para cada grupo de agentes
considerado. De este análisis, que involucra un conjunto de mode-
los de regresión logística ordinales, se desprende que los factores
asociados a los costos de transacción explicarían gran parte de la
dinámica de vinculaciones entre las empresas y sus proveedores y
clientes nacionales e internacionales. De esta manera, las empresas
tenderían a sostener este tipo de relaciones fundamentalmente con
el objetivo de mejorar su situación competitiva a partir de factores

282 LA IMPORTANCIA DE LAS COMPETENCIAS ENDÓGENAS EN EL DESARROLLO…


precio, en un contexto de una débil tradición de las firmas hacia el
desarrollo de vinculaciones que excedan las obligaciones contrac-
tuales. Por su parte, en el caso de las cámaras empresariales y los
consultores, los factores que diferencian en términos de la calidad
de la vinculación son, respectivamente, la pertenencia a la trama
(siderúrgica) y el tamaño. De forma similar a lo que ocurre con los
agentes comerciales, en este caso estarían impactando fuertemente
las decisiones de las firmas de concentrarse en el mix de actividades
que para ellas revisten un carácter central.
Finalmente, en el caso de las instituciones de ciencia y técnica
(universidades y centros tecnológicos) las competencias endógenas
de las firmas se presentan como un factor central para explicar
un mayor nivel de desarrollo en las vinculaciones establecidas, en
detrimento de factores estructurales asociados con el tamaño y la
trama de pertenencia. En este sentido, se ponen en evidencia dos
cuestiones centrales. Por un lado, la necesidad de contar con un
umbral mínimo de competencias que haga posible el aprovecha-
miento, por parte de la firma, de los conocimientos generados en
su contexto de desarrollo. Por el otro, la importancia de las compe-
tencias revela la necesidad de generar espacios de intermediación y
traducción que posibiliten que las firmas con menores competencias
puedan tener acceso a ese tipo de vinculaciones.

Bibliografía
ALBORNOZ, F., MILESI, D. y YOGUEL, G. (2004), “Tramas productivas en
viejos sectores: metodología y evidencia en la Argentina”, Revista Desarrollo
Económico Nº 172, enero-marzo, Buenos Aires.
ARCHIBUGI, D. (1988), “In Search of a Useful Measure of Technological Innova-
tion (to Make Economist Happy without Discontenting Technologists)”, Techno-
logical Forecasting and Social Change Nº 34, pp. 253-277.
BELL, M. y PAVITT, K. (1997), “Technological Accumulation and Industrial Growth:
Contrasts between Developed and Developing Countries”, en ARCHIBUGI, D. y
JONATHAN, M. (eds.) Technology, Globalisation and Economic Performance,
Cambridge, Cambridge University Press.
BIANCHI, P. y MILLER, L. (2000), “Innovación, acción colectiva y crecimiento
endógeno: un ensayo sobre las instituciones y el cambio estructural”, en BOS-
CHERINI, F. y POMA, L. (comp.) Territorio, conocimiento y competitividad de
las empresas. El rol de las instituciones en el espacio global, Buenos Aires, Miño
y Dávila-UNGS-Antares.

A NALÍA ERBES Y GABRIEL YOGUEL 283


BIDAULT, F.; DESPRES, C. y BUTLER, C. (1998), “The drivers of cooperation
between buyers and suppliers for product innovation”, Research Policy, Vol. 26,
pp. 719-732, North Holland.
BISANG, R.; NOVICK, M.; SZTULWARK, S. y YOGUEL, G. (2005), “Las redes
de producción y empleo. Elementos básicos para la formualción de políticas públi-
cas”, en CASALET, M.; CIMOLI, M. y YOGUEL, G. (comp.) Redes, jerarquías y
dinámicas productivas, Buenos Aires, Miño y Dávila-FLACSO México-OIT.
BOSCHERINI, F. y POMA, L. (2000), “Más allá de los distritos industriales: el
concepto de territorio en el marco de la economía global”, en BOSCHERINI, F.
y POMA, L. (comp.) Territorio, conocimiento y competitividad de las empresas.
El rol de las instituciones en el espacio global, Buenos Aires, Miño y Dávila-
UNGS-Antares.
COHEN, W. y LEVINTHAL, D. (1989), “Innovation and Learning: The Two Faces
of R&D”, The Economic Journal, Vol. 99, Nº 397, pp. 569-596.
COASE, R. H. (1937), “The Nature of the Firm”, Economica, Nº 4.
DEBRESSON, C. y AMSSE, F. (1991), “Networks of innovators: A review and intro-
duction to the issue”, Research Policy Vol. 20, pp. 363-379, North Holland.
ERBES, A.; Robert, V; YOGUEL, G.; BORELLO, J. y LEBEDINSKY, V. (2006),
“Regímenes tecnológico, de conocimiento y competencia en diferentes formas
organizacionales: la dinámica entre difusión y apropiación”, Revista Desarro-
llo Económico, Vol. 46, Nº 181, pp. 33-61, Instituto de Desarrollo Económico y
Social.
FREEMAN, C. (1995), “The ‘National System of Innovation’ in historical perspec-
tive”, Cambridge Journal of Economics, 19, 5-24.
FREEMAN, C. (1994), “The Economics of Technical Change”. Cambridge Jour-
nal of Economics 18: 463-514. Academic Press Limited.
FREEMAN, C. (1991), “Networks of innovators: A synthesis of research issues”.
Research Policy Vol. 20, pp. 499-514. North-Holland.
GEREFFI G. (2001), “Beyond the producer-driven/buyer-driven dichotomy. The
evolution of Global Value Chains in the Internet Era”, IDS Bullettin, Vol. 32,
Nº 3
GEREFFI, G. (1994b), “The organization of buyer-driven global commodity
chains: How U.S. retailers shape overseas production network”, en: GEREFFI
y KORZENIEWICZ, Commodity Chains and Global Capitalism, Westport, CT:
Praeger.
HIRSHMAN, A. (1958), The Strategy of Economic Development, New Haven,
Connecticut: Yale University Press.
HODGSON, G. (1998), “Competence and contract in the theory of the firm”, Journal
of Economic Behavior & Organization, Vol. 35, pp. 179-2001.
HUMPHREY, J. y SCHMITZ, H. (2001), “Governance in Global Value Chains”,
Institute of Development Studies (IDS) Bulletin, 32.3.
METCALFE, J, RAMLOGAN, R y UYARRA, E (2003), “Economic development
and the competitive process”, Centre for Research on Innovation and Competition
Working Paper Nº 36, University of Manchester.

284 LA IMPORTANCIA DE LAS COMPETENCIAS ENDÓGENAS EN EL DESARROLLO…


MOTTA, J.; ROITTER, S.; DELFINI, M.; YOGUEL, G.; MILESI, D. (2006),
“Articulación y desarrollo de competencias en la trama automotriz argentina:
morfología, innovación y empleo”, versión para discusión, Universidad Nacional
de Gral Sarmiento, http//pav-tramas.ungs.edu.ar
NELSON, R. y WINTER, S. (1982), An Evolutionary Theory of Economic Change,
The Belknap Press of Harvard University Press, Cambridge MA.
NEMIROVSKY, A. y YOGUEL, G. (2001), Dynamics of High-Technology Firms
in the Silicon Valley, Working paper No 01-03 in DRUID Aalborg University,
Department of Business Studies.
NOVICK, M y GALLART, M. A. (1998), Competitividad, redes productivas y
competencias laborales, OIT.
OCAMPO, J. (2006), “La búsqueda de la eficiencia dinámica: dinámica estructural
y crecimiento económico en los países en desarrollo”, en OCAMPO, J. (ed.) Más
allá de las reformas: dinámica estructural y vulnerabilidad macroeconómica.
CEPAL / ALFAOMEGA.
Pavitt, K. (1988), “International Patterns of Technological Accumulation”, en
HOOD, N. y VAHLNE, J. (eds.) Strategies en Global Competition. London, Croom
Helm.
RICHARDSON, D. (1972), “The Organisation of Industry”. The Economic Journal,
Vol. 82, Nº 327, pp. 883-896.
TETHER, B. y SWANN, P. (2003), “Sourcing Science. The use by Industry of the
Science Base for Innovation. Evidence from the UK’s Innovation survey”. CRIC
Discussion Paper Nº 64. University of Manchester.
TETHER, B. (2001), “Identifying Innovation, Innovators and Innovative Behav-
iours: A Critical Assessment of the Community Innovation Survey (CIS)”. CRIC
Discussion Paper Nº 48. University of Manchester.
TETHER, B. (1998), “Small and large firms: sources of unequal innovations?”.
Research Policy Vol. 27. North Holland.
YOGUEL, G. (2000), “Creación de competencias en ambientes locales y redes
productivas”, Revista de la CEPAL N° 71, Santiago de Chile.
YOGUEL, G; MILESI, D; NOVICK, M. (2003), “Desarrollo de proveedores, entorno
productivo y creación de ventajas competitivas: el caso de una trama siderúr-
gica argentina”, Informes de investigación N° 17, Universidad Nacional General
Sarmiento.
YOGUEL, G; NOVICK, M; CATALANO, A y ALBORNOZ, F. (2002), “Adaptación
de modelos productivos en países emergentes: el caso de la industria automotriz
en la Argentina” Universidad Nacional de General Sarmiento. Laboratorio de
Investigaciones sobre Tecnología, Trabajo, Empresas y Competitividad; Docu-
mentos de Trabajo, Buenos Aires.
WILLIAMSON, O. (1991), Mercados y jerarquías, Fondo de Cultura Económica,
Mexico DF.

A NALÍA ERBES Y GABRIEL YOGUEL 285


Apéndice estadístico
CUADRO 1. Coeficientes de regresión logística ordenada significati-
vos correspondiente a los modelos estimados para evaluar la com-
plejidad de las vinculaciones de las firmas con distintos agentes.

Grado de complejidad de las vinculaciones


Variables con otros agentes a/
independientes
1 2 3 4 5 6 7 8
Competencias endógenas 2.06 1.53 1.19
Trama b/ -0.91 -0.68
Ocupación en 2005 0.22 0.23 0.30
Log
Prob LR

Notas: a/: 1 Núcleo de la trama, 2 Centros Tecnológicos, 3 Universidades, 4 Consul-


tores, 5 Cámaras empresariales, 6 Clientes nacionales, 7 proveedores nacionales,
8 clientes y proveedores internacionales; b/ 0 automotriz y 1 siderurgia.

CUADRO 2. Importancia de cada objetivo de vinculación para cada


uno de los agentes.
internacionales

internacionales

empresariales

Universidades
tecnológicos
Consultores
nacionales

nacionales

Cámaras
Clientes

Clientes

Centros
Prov.

Prov.

Nuevos clientes 3.5% 4.3% 46.6% 48.5% 5.3%* 4.2% 0.0% 0.0%
Conseguir bue-
52.5% 47.1% 9.8% 4.4% 4.2%* 0.0% 2.6% 0.0%
nos proveedores
Contratar bue-
2.8% 2.9% 3.0% 2.9% 2.1% 9.9% 2.6% 27.1%**
nos empleados
Información
15.6% 7.1% 3.8% 5.9% 30.5% 26.8% 51.3% 28.6%
tecnológica
Información
del contexto de 10.6% 18.6%* 21.8% 22.1% 34.7% 12.7% 10.5% 10.0%
negocios
Desarrollo de
9.9%** 11.4%*** 8.3%*** 8.8%** 2.1% 4.2% 14.5%** 2.9%
productos
Desarrollo de
3.5% 4.3%* 4.5%*** 10.3%* 7.4% 1.4% 1.3% 0.0%
exportaciones
Capacitación 2.1% 2.9% 2.3%* 1.5% 18.9%* 33.8%*** 23.7%*** 25.7%*
Financiamiento 6.4%* 4.3%* 2.3%* 1.5% 6.3% 2.8% 6.6% 0.0%
Redes de
circulación de 5.7% 7.1% 6.0%** 4.4% 15.8% 11.3% 6.6%** 7.1%
información
Intercambio de
12.1% 7.1% 15.0% 10.3% 38.9% 21.1% 18.4% 21.1%
conocimientos

Significatividad: * 10%, ** 5%, *** 1%.

286 LA IMPORTANCIA DE LAS COMPETENCIAS ENDÓGENAS EN EL DESARROLLO…


El Sistema de Innovación de Ciencia
y Tecnología en Colombia:
contexto institucional y algunas hipótesis a revisar

Notas sobre lo institucional nacional desde una


perspectiva de economía basada en el conocimiento

Gabriel Vélez Cuartas


Universidad de Antioquia, Facultad de Ciencias Sociales
y Humanas. Medellín, Colombia

E ste capítulo dará cuenta de la situación general en Colombia


de las condiciones institucionales de la Ciencia y la Tecnología
y su relación con la Competitividad y la Productividad: (1) se pre-
sentará el horizonte y principios de acción del sistema productivo
colombiano; (2) se describirá al Movimiento Colombiano de Produc-
tividad y Competitividad (3) luego se reflexionará acerca de algunos
problemas del sector productivo al margen de las políticas públicas
y las estrategias prospectivas; (4) a continuación se describirán
unos rasgos generales del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología
y Educación; (5) finalmente se presentará un contraste entre la
productividad y la competitividad y la ciencia y la tecnología.

1. Horizonte y principios de acción


del sistema productivo colombiano
Las políticas acerca del desarrollo económico nacional están
atravesadas por conceptos que compiten por su relevancia en la
asignación presupuestal. Es por ello importante, dar cuenta de
los pilares que soportan el desarrollo económico nacional desde
las estrategias construidas y presentar el marco legal en el que
se fundamentan. Esos conceptos que han servido en gran parte
al ordenamiento de la producción, como motores para la mayoría
de propuestas gubernamentales y de los gremios económicos son:
productividad y competitividad, emprendimiento, encadenamientos
productivos e innovación tecnológica y productiva.

287
• Productividad y competitividad por lo general se refieren al
desarrollo de habilidades gerenciales y del sistema productivo en
general, para el mejoramiento de la administración de recursos y
por ende la capacidad de exportación y crecimiento en mercados
locales e internacionales.
• El emprendimiento da cuenta de estrategias de fortalecimiento
de la economía a través de propuestas innovadoras que per-
mitan incluir a gran parte de miembros de la sociedad inac-
tivos o desempleados en actividades económicas o el apoyo a
nuevos empresarios. Esta perspectiva permite desarrollar en
el mediano plazo esquemas de encadenamientos productivos
de carácter más horizontal que vertical, diferente al caso del
apoyo a las grandes industrias o empresas privadas de carácter
oligopólico.
• Los encadenamientos tendrían dos propósitos básicos: el orde-
namiento de la producción en espacios regionales limitados y
por ende (segundo propósito) la declaración de ciertas vocaciones
económicas regionales. De esta forma generar un mayor aprove-
chamiento de los recursos e incremento de la productividad.
• Y finalmente nuestro tema de interés, el apoyo a la ciencia y a la
tecnología. En un nivel de desarrollo más tímido (por el escaso
presupuesto), pero con el firme propósito enunciado en el dis-
curso de generar una inserción a los mercados internacionales
a partir de condiciones competitivas en los campos de nuevos
conocimientos e innovación. Las estrategias incluyen programas
de educación, generación de enlaces entre universidad y empresa
a través de múltiples programas, apoyo a encadenamientos pro-
ductivos que desarrollen estrategias de transferencia de conoci-
mientos, creación de semilleros de jóvenes investigadores, entre
otras propuestas.
Estos conceptos que son los que orientan el sistema pro-
ductivo nacional, están repartidos entre tres grandes sistemas
organizativos: el sistema de ciencia y tecnología, el sistema de
productividad y competitividad (donde se incluyen encadenamientos
y emprendimientos) y el sistema de educación. Estos tres grandes
sistemas tienen entre sus actores más visibles: ciencia y tecnología
a Colciencias y las universidades; productividad y competitividad al
Ministerio de Comercio, las cámaras de comercio, los gremios y los
centros regionales de productividad y competitividad; y educación
al Ministerio y Secretarías de Educación, instituciones educativas
públicas y privadas.

288 EL SISTEMA DE INNOVACIÓN DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA EN COLOMBIA


Estos tres, al actuar en sinergia, generarían una estructura
productiva basada en el conocimiento. Sin embargo, sus niveles
de desarrollo son desiguales y logran producir sinergias parciales
y procesos aislados. La hipótesis presentada aquí, es que esta
fragmentación se debe a dos factores: a la falta de sinergia entre
los tres sistemas y al desarrollo desigual de las dinámicas regio-
nales dentro del país. La hipótesis será resuelta parcialmente,
especialmente la de la sinergia y la segunda se esbozará con un
marco general, pues son las indagaciones preliminares de un
proyecto de investigación más amplio comprendido en los análisis
comparativos entre estudios de caso emprendidos en la Red de
Investigación Continental de Economía del Conocimiento. Sin
embargo, se describen las condiciones institucionales existentes
que permiten plantear la hipótesis.

2. Movimiento Nacional de Productividad y el


sistema de competitividad y productividad
Este se ha constituido en una de las principales propuestas
gubernamentales, en cabeza del Ministerio de Comercio, Indus-
tria y Turismo, en articulación con algunos de los gremios de la
industria y el comercio como la Asociación Nacional de Industria-
les (ANDI) o Confederación Nacional de Cámaras de Comercio
(Confecamaras).
Su estructura parte de la Política Nacional de Productividad
y Competitividad y ésta ha estructurado una serie estrategias
organizativas que han permitido la construcción de documentos
que sirven para el impulso de la economía nacional. De esta política
se desprende el Movimiento Nacional de Productividad, el cual
tiene entre sus ejes de articulación la Red Colombia Compite, los
Centros de Productividad y los Comités Asesores Regionales de
Comercio Exterior (Carces).
La Red Colombia Compite
(…) es el programa transversal de la Política Nacional de Productividad y
Competitividad – PNPC que se encarga de articular los esfuerzos de las
entidades de Gobierno. del sector privado y de la academia, para la identi-
ficación, priorización y solución de obstáculos a la competitividad del país
asociados con los factores determinantes de la competitividad, reconocidos
por el Foro Económico Mundial – FEM. (Tomado de la página web de la
Red: www.colombiacompite.gov.co)

GABRIEL VÉLEZ CUARTAS 289


Los Centros de Productividad son de carácter regional, y tie-
nen por objetivo promover la productividad, facilitar procesos
educativos y generar enlaces entre el gobierno, la universidad y la
empresa privada. Sus estructuras son descentralizadas y tienden
a un trabajo de tipo horizontal y en red. El Centro Nacional de
Productividad es el que hace los enlaces entre las regiones y el
gobierno nacional, además de coordinar la red de centros para la
construcción de estrategias conjuntas. Estos centros han tenido
un papel fundamental en la construcción e implementación de la
política nacional de productividad y competitividad.
Cada uno de estos centros ha logrado la construcción de agendas
regionales, y ha alimentado la construcción de encadenamientos y
el desarrollo de la gestión tecnológica y productiva de estos.
Centros Regionales de Competitividad y Productividad

• Centro Nacional de Productividad (CNP)


• Centro de Productividad del Tolima (CPT)
• Centro de Ciencia y Tecnología de Antioquia (CTA)
• Centro de Productividad y Competitividad de Oriente (CPC Oriente)
• Centro de Competitividad y Productividad del Caribe Colombiano
• Centro Regional de Gestión para la Productividad y la Innovación de Boyacá
(CREPIB)
• Centro de Productividad y Competitividad del Eje Cafetero

Están también los Carces. Estos han sido impulsados por el


Ministerio de Comercio y han logrado establecer campos de acción
a través de la concepción de los encadenamientos productivos
(regionales y nacionales).
Se destaca de estos espacios la generación de redes sectoriales
de apoyo que han entrado a apoyar el desarrollo de la organización
productiva en Colombia, además del crecimiento de la actividad
exportadora en Colombia: para el 2001, el crecimiento de las
exportaciones de estas cadenas crecieron 16% y las exportaciones
no tradicionales 10% (esto si se compara al 98 con un 3% y 1% res-
pectivamente). (Política de Productividad y competitividad:2006)
Estos procesos han construido o han sido inspiración para la
construcción de las visiones estratégicas del país en el mediano y
largo plazo. Dos vigentes se destacan en el plano nacional: Plan
2019 formulado por el gobierno, y la Agenda Interna propuesta por
el gobierno nacional pero en negociación con el sector productivo.
A continuación se presenta un marco general de ellas.

290 EL SISTEMA DE INNOVACIÓN DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA EN COLOMBIA


Visión 2019
En el marco del bicentenario fundacional de Colombia, la Pre-
sidencia de la República creo una visión estratégica que orientará
el direccionamiento social y económico del país. Independiente de
los debates ideológicos y los acuerdos logrados alrededor de la legi-
timidad del Plan, éste se hace fundamental, en tanto direcciona en
gran parte el Plan de Desarrollo Nacional (programa de gobierno
actual) y su pretensión es ser el marco para sus predecesores y el
puente con los Objetivos de Desarrollo del Milenio (2015) suscrito
por los países de la Naciones Unidas. En esta visión se plantean
cuatro líneas estratégicas:
• Una economía que garantice mayor nivel de bienestar.
• Una sociedad más igualitaria y solidaria.
• Una sociedad de ciudadanos libres y responsables.
• Un Estado al servicio de los ciudadanos (Visión 2019).
La primera línea se constituye el marco de interés para este
capítulo. Allí se plantea que por las vocaciones aún no desarrolla-
das y por los niveles de exportación actuales (sin haber desarro-
llado aún sus vocaciones en totalidad), Colombia debe ser un país
exportador, su mercado interno es muy pequeño para su potencial.
De otro lado, se propone que para duplicar el crecimiento econó-
mico e incrementar el PIB, es necesario poner atención a 8 áreas
de desarrollo básico: a) consolidar una estrategia de crecimiento;
b) afianzar la consistencia macroeconómica; c) desarrollar un
modelo empresarial competitivo; d) aprovechar las potencialida-
des del campo; e) aprovechar los recursos marítimos; f) generar
una infraestructura adecuada para el desarrollo; g) asegurar una
estrategia de desarrollo sostenible; y h) fundamentar el crecimiento
en el desarrollo científico y tecnológico.
En los años venideros, las empresas colombianas deberán desarrollar la
cultura de la calidad, la certificación y la normalización técnica, tal que,
en 2019, 80% de las empresas exportadoras estén certificadas (hoy están
8,5%). Colombia debe proponerse incrementar gradualmente la inversión
total en investigación y desarrollo hasta llegar a 1,5% del PIB en 2019 (hoy
es 0,21% sólo la pública) y ampliar el financiamiento a las empresas de
modo que la relación de la oferta monetaria ampliada (M3) al PIB llegue
a 80% (hoy está en 40%). (Visión:31:2006)
A continuación se presentan las metas de la estrategia: desa-
rrollar un modelo empresarial competitivo.

GABRIEL VÉLEZ CUARTAS 291


TABLA 1. Desarrollar un modelo empresarial competitivo.

Meta Situación actual Situación 2010 Situación 2019


Porcentaje de Porcentaje de Porcentaje de
participación de participación de participación de
las exportaciones las exportaciones las exportaciones
(1) Incrementar la totales en el PIB: totales en el PIB: totales en el PIB:
inversión y las expor- 17%. 20%. 25%.
taciones. Porcentaje de Porcentaje de Porcentaje de
participación de la participación de la participación de
IED (acervo) en el IED (acervo) en el la IED (acervo)
PIB: 22,8. PIB: 25%. en el PIB: 30%.
(2) Desarrollar la 8,5% de las empre- 40% de las empre- 80% de las
cultura de la ciudad, sas exportadoras. sas exportadoras empresas
la certificación y la serán certificadas. exportadoras
normalización téc- serán certifica-
nica en la producción das.
de bienes y servicios.
Inversión pública Inversión total Inversión total
en actividades de en actividades de en actividades de
I&D e Innovación I&D e Innovación I&D e Innovación
(3) Incrementar la Tecnológica con Tecnológica con Tecnológica con
capacidad innovativa relación al PIB: relación al PIB: relación al PIB:
y emprenderora 0,21%. 1%. 1,5%.
de las empresas, 63% pública 50% pública
empresarios y traba- 37% privada 50% privada
jadores. Empresas que Empresas que Empresas que
hacen innova- hacen innova- hacen innova-
ción radical y/o ción radical y/o ción radical y/o
incremental 10%*. incremental 15%. incremental 20%.
(4) Eliminar Profundización del Profundización del Profundización
las barreras al mercado financiero mercado financiero del mercado
financiamiento M3/PIB = 40%. M3/PIB = 60%. financiero M3/
empresarial. PIB = 80%.

Fuente línea base: (1) DIAN-DANE y Banco de la República, 2004, cálculos DNP-
DDE; (2) Proexport, Programa de Aseguramiento de la Calidad, 2003; cálculos
DNP-DDE; (3) Cálculos DNP-DDE; (4) Banco de la República, 2004; cálculos
DNP-DDE
* Según datos preliminares de la “Encuesta de Desarrollo Tecnológico e Innovación
II” DANE-DNP-Colciencias; junio 2005. (Visión:32:2006)

En 2019, Colombia deberá cumplir con el indicador internacional que


señala que al menos 0,1% de la población esté consagrada a actividades de
desarrollo y tecnología (unas 55.000 personas) y, en esa fecha, deberá contar
con 20 centros de investigación de excelencia y de desarrollo tecnológico
consolidados. Dos resultados significativos para esa fecha serán ubicar tres
universidades colombianas entre las 500 mejores del mundo y –producto

292 EL SISTEMA DE INNOVACIÓN DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA EN COLOMBIA


de un gran esfuerzo– elevar la inversión en ciencia y tecnología a 1,5% del
PIB, con una participación privada de 50%. (Visión: 43:2006).
La estrategia concreta para el desarrollo de la ciencia y tecnología
queda expuesta en el siguiente cuadro presentado por el Plan 2019.

TABLA 2. Fundamentar el crecimiento en el desarrollo científico y


tecnológico.

Situación Situación
Meta Situación actual
2010 2019
(1) Crear y for- Baja articulación SNCyT Sistema Nacio- Inversión
talecer el nuevo y baja inversión pública en nal de Ciencia, pública y
Sistema Nacional Actividades Científicas, Tecnología e privada en CyT
de Ciencia, Tecno- Tecnológicas e Innovación Innovación y del 1,5% del
logía e Innovación como porcentaje del PIB aumento de PIB.
(SNCTI). (0,21%). la inversión
pública y
privada en CyT,
para llegar al
1% del PIB.
Consolidar el Subsistemas no integrados Integración Sistema
Sistema Nacional y ausencia de herramientas y parametri- integrado de
de Información e indicadores para medir el zación de los información.
e Indicadores de impacto de la ciencia, tecno- subsistemas
Ciencia, Tecnología logía y la innovación. de informa-
e Innovación de ción de CyT e
Colombia. Indicadores.
(2) Desarrollar Colombia tiene cerca de 40.000 personas Mínimo 0,1%
y consolidar el 21.000 personas dedicadas a dedicadas a de personas
capital humano ACTI (cerca del 0,05% de la actividades dedicadas a
colombiano para población). Comparaciones ACTI. ACTI (55.000
las actividades de internacionales indican que personas).
Ciencia, Tecnolo- una sociedad contemporá-
gía e Innovación nea requiere que al menos
(ACTI). 0,1 de sus habitantes se
dedique a ACTI.
(3) Impulsar el Ocho áreas consideradas, Seis centros 20 centros de
conocimiento en seis seleccionadas y cuatro de excelencia investigación
áreas estratégicas apoyadas hasta el momento: creados y conso- de excelencia
para el desarrollo • Biodiversidad y recursos lidados. y de desarrollo
competitivo del genéticos. tecnológico
país. • Biotecnología e inno- consolidados
vación agroalimentaria y y reconocidos
agroindustrial. por su impacto
• Enfermedades infeccio-
social y produc-
sas prevalentes en áreas
tivo.
tropicales.
• Materiales avanzados y
nanotecnología.

Fuente línea de base: (1) cálculos DNP-DDE; (2) Observatorio de Ciencia y Tec-
nología; (3) Colciencias; cálculos DNP-DDE.

GABRIEL VÉLEZ CUARTAS 293


Debe tenerse en cuenta que estas proyecciones se hacen en el
momento en que se proyectan distintos tratados de libre comer-
cio, tal vez el de mayor impacto con Estados Unidos. La Visión se
propone como el marco general que pretende posicionar al país
desde una estrategia que permita su subsistencia como tal en una
apertura económica total. Es en este marco que se construye una
agenda interna que permita consolidar las propuestas emergentes
en el campo del desarrollo económico, el cual también tiene entre
sus propósitos, aumentar la infraestructura y hacer algunos ajustes
financieros internos en el gobierno para poder proporcionar la sufi-
ciente estabilidad, así como abrir nuevos campos de intervención,
consecuentes con el desarrollo de vocaciones aún no explotados a
su máximo. Hasta aquí las propuestas de la Visión 2019.

Agenda Interna

La Agenda Interna es una propuesta que se construye en la


coyuntura de las proyecciones de diversos TLC, pero que tiene como
antecedente la Política de Productividad y Competitividad 1999-
2009, la cual suscitó la construcción de un documento del Consejo
Nacional de Política Económica y Social (Conpes 3297:2004) el cual
planteó la metodología para todo el proceso.
El actual referente de la política y en el que están concentra-
dos todos los esfuerzos nacionales, es el documento de la Agenda
Interna. Esta surge como estrategia necesaria no sólo para operar
la Política Nacional de Productividad y Competitividad, sino tam-
bién un instrumento fundamental para enfrentar las contingencias
que se vienen con la firma de los Tratados de Libre Comercio.
La Agenda se ha construido con equipos de trabajo de 24 depar-
tamentos, 2 regiones y 27 mesas de trabajo sectorial, según el ex-
Director Nacional de Planeación Director Nacional de Planeación,
Santiago Montenegro (Agenda Interna:15:2006).
Sus principales propuestas en cada uno de los sectores producti-
vos identificados a partir del proceso de construcción de la Política
de Competitividad y Productividad son los siguientes:

294 EL SISTEMA DE INNOVACIÓN DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA EN COLOMBIA


Número de sectores por estrategia competitiva

Acceso a mercados 14

Dif., adecuación y dllo de nuevos prod. 14

Asociatividad 14

Desarrollo tecnológico 10

Posicionamiento de sector y de producto 10

Incremento de la productividad 9

Mejora de canales de comercialización 6

0 2 4 6 8 10 12 14 16

Fuente: DNP - AI, Mincomercio (datos preliminares) (Agenda Interna: 80: 2006).

El desarrollo tecnológico y la asociatividad, consideramos que


son la base de una economía basada en el conocimiento posible para
Colombia. En cuanto a estos campos se propusieron las siguientes
estrategias.

Caracterización de la estrategia competitiva de desarrollo


tecnológico:
• El gobierno debe generar condiciones que incentiven la investigación,
el desarrollo tecnológico y la innovación en los sectores productivos.
• Aumentar la productividad del sector incorporando esquemas y planes
de innovación y desarrollo tecnológico.
• Apropiar tecnologías de información y comunicaciones para identificar
las necesidades del mercado nacional e internacional.
• Incrementar el desarrollo tecnológico por medio de la capacitación cons-
tante del capital humano.
Principales acciones:
• Certificarse en calidad laboral y productiva.
• Incluir contenidos técnicos (ej. manejo de computadores) y de ciencia
y tecnología en los programas de educación básica, media, técnica y
tecnológica.
• Crear canales de financiamiento para postgrados.
• Crear esquemas efectivos de interacción entre Colciencias y la academia
y entre el SENA y los sectores.
• Contar con incentivos tributarios para inversiones en ciencia y tecnología
y aumentar la inversión pública.

GABRIEL VÉLEZ CUARTAS 295


• Crear una red nacional e internacional de centros de investigación y
desarrollo
(Agenda Interna: 84: 2006).

En el campo de la asociatividad estas son las propuestas:

Caracterización de la estrategia competitiva:


• Contar con una cadena de valor integrada y desarrollada.
• Garantizar el suministro y el acceso a materia prima en condiciones
competitivas.
• Integrar los diferentes eslabones de la cadena, en especial los de bienes
intermedios y finales (ej. petroquímica).
• Integración horizontal en sectores que por primera vez se visualizan
como una agrupación productiva (ej. cultura).
• Crear clusters sectoriales (ej. salud, eléctrica-electrónica).
Principales acciones:
• Agregar valor a productos mediante la transformación de procesos pro-
ductivos.
• Disminuir aranceles para importación de materias primas.
• Elaborar planes de desarrollo sectorial para integrar los eslabones.
• Vincular a proveedores para mejorar la calidad de los insumos.
(Agenda Interna: 83: 2006)
A partir de identificar las necesidades y principales acciones
elementales en estos campos y los demás identificados en la tabla
anterior, se definieron 8 campos de prioridad para políticas públi-
cas: entorno económico, aspectos institucionales, infraestructura,
capital humano, ciencia y tecnología, internacionalización de la
economía, gestión y desarrollo empresarial, medio ambiente (ver
Agenda Interna:93:2006). Esto constituiría una reformulación de
la propia Política de Productividad y Competitividad en términos
de ser incluidas dentro del Plan Nacional de Desarrollo.
Dos de estas priorizaciones son relevantes a nuestro objeto: el
capital humano y la ciencia y la tecnología por los factores ante-
riormente mencionados. En el capital humano se proponen entre
otros, planes de mejoramiento de la calidad de la educación, for-
talecimiento de la evaluación y el control y la internacionalización
y acreditación en programas de educación superior, ampliar la
cobertura de educación media, técnica, tecnológica y universitaria,
pertinencia de la educación en la realidad empresarial a través

296 EL SISTEMA DE INNOVACIÓN DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA EN COLOMBIA


de la participación del sector productivo en ésta y la disminución
de costos a través del aumento de los salarios (Agenda Interna:
103-104: 2006). En cuanto a innovación y desarrollo tecnológico, se
propone el fortalecimiento de doctorados y formación de doctores
en el exterior:
“(…) promover la cultura de la innovación; Apoyar y fomentar la vincula-
ción universidad-empresa; hacer mejor uso del Sistema de Propiedad Intelec-
tual a través del plan Estratégico Nacional de Propiedad Intelectual; apoyar
mediante financiación y cofinanciación el proceso de innovación tecnológica
en las empresas y estimular la creación de fondos de capital de riesgo”. (Agenda
Interna: 105: 2006).
Estas son las propuestas más relevantes en cuanto al sistema
de productividad y competitividad. Por lo menos en el campo de la
prospectiva, parece encontrarse sinergia entre los sistemas: edu-
cativo, de ciencia y tecnología y de productividad y competitividad.
El desarrollo de ambas propuestas beneficiaría mucho al aparato
productivo y propondría finalmente como base del desarrollo eco-
nómico al conocimiento. Sin embargo hay contingencias amplias
que deben ser observadas a partir de la posición actual de estas
temáticas en las agendas de inversión. Esto permitiría dar cuenta
también de alguna parte de los alcances del Movimiento Colom-
biano de Productividad.
Para finalizar este apartado, se podría decir que los ministe-
rios están mirando las viabilidades y cruces de programas para
pasar de las ideas a los proyectos. Hasta aquí las propuestas de la
Agenda Interna y la Visión en el marco del Movimiento Nacional
de Productividad. Sin embargo, no se parte de cero, lo que indica el
desarrollo de ciertas dinámicas en cada uno de los tres sistemas.
A continuación se contrastan estas orientaciones nacionales
concertadas, con participación de actores representativos de cien-
cia y tecnología, educación y empresa. Si bien estas políticas se
presentan con la fortaleza de un contrato social, hay factores que
les son desfavorables.

GABRIEL VÉLEZ CUARTAS 297


3. Interludio: algunos problemas del sector
productivo al margen de las políticas
públicas y las estrategias prospectivas
En Colombia ha habido un proceso de desprotección en el sur-
gimiento de las aperturas económicas (la más reciente los TLC),
hacia la industria manufacturera. Esto ha generado un debate
entre quienes plantean que ha habido un decrecimiento en este
renglón de la economía como lo plantean en un reciente estudio del
CID de la Universidad Nacional de Colombia, y otros que defienden
la identificación de renglones productivos manufactureros como lo
ha venido haciendo el movimiento nacional de productividad.
El estudio de la Universidad Nacional expone:
La política económica se caracterizó por el principio de neutralidad de
trato hacia distintos sectores productivos y la eliminación o atenuación
de mecanismos diseñados para protegerlos contra las fluctuaciones de la
economía. De hecho, para la industria manufacturera los tres lustros de la
apertura han sido un periodo de menor protección y de mayor inestabilidad.
En la coyuntura reciente hay síntomas de desaceleración y la producción
industrial se debilita. Las proyecciones así lo indican. La amenaza de la
sostenibilidad es la balanza corriente, la desindustrialización, la falta de
demanda, el desequilibrio fiscal. (Bonilla González et al:110:2006)
Existe una creciente desindustrialización, aunque en los últimos
años haya recuperado el crecimiento económico, como lo demuestra
el estudio comparativo entre Bienestar y Economía de la Univer-
sidad Nacional:

Relación entre la participación de la industria en el PIB, y la tasa


promedio de crecimiento del PIB.

1980-85 1986-90 1991-95 1996-00


Participación de la industria
17.7 17 15.9 14.7
en el PIB
Crecimiento promedio del
4.4 4.5 3.9 1.6
PIB*

Fuente: CEGA (2004), cálculos CID (Bonilla González et al:109:2006).

En contraste, el Movimiento Nacional de Productividad en la cons-


trucción de la Política de Competitividad y Productividad, detectó 9
sectores en la producción de bienes y 11 en la de servicios:

298 EL SISTEMA DE INNOVACIÓN DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA EN COLOMBIA


Bienes
Cadena o sector Comprende
1. Bebidas y tabaco 1. Cerveza, bebidas, licores y tabaco
2. Algodón, fibra, textil, confecciones
2. Textiles y calzado
3. Cueros, manufactura de cuero y calzado
4. Pulpa, papel e industria gráfica
3. Madera y papel
5. Forestal, madera y muebles
6. Productos de aseo y cosméticos
4. Químicos
7. Farmacéuticos
5. Petroquímica 8. Petro-plástico, petro-caucho y petro-pinturas
6. Bienes para la
9. Cerámica, vidrios, cemento, construcción
construcción
10. Auto partes - automotor
7. Bienes de capital 11. Artefactos domésticos
y transporte 12. Eléctrica y electrónica
13. Metalmecánica y siderurgia
14. Carbón
8. Minería
15. Joyería
9. Artesanías 16. Artesanías

Servicios
Cadena o sector Comprende
1. Telefonía fija, telefonía móvil, audiovisuales, servi-
1. Telecomunicaciones
cios postales, internet y comercio electrónico
2. Salud y seguridad 2. Cajas de compensación, EPS, IPS, ARP, servicios
social y proveedores de salud
3. Hotelería, tiempo compartido, restaurantes y
3. Turismo
agencias de viaje
4. Transporte y logística 4. Modo aéreo, terrestre y marítimo y logística
5. Servicios profesionales 5. Salud, contaduría, derecho, ciencias, ingenierías y
regulados arquitectura
6. Banca, valores, pensiones y seguros, fiducia, leasing,
6. Servicios financieros
compañías de financiamiento y casas de cambio.
7. Software 7. Software
8. Educación 8. Educación
9. Servicios de cultura,
9. Servicios de cultura, publicidad y medios
publicidad y medios
10. Servicios de construc-
10. Servicios de ingeniería, consultoría y construcción
ción y obras civiles
11. Electricidad, gas natural, combustibles líquidos y
11. Energía
ferro níquel

Fuente: DNP-Agenda Interna p. 29.

GABRIEL VÉLEZ CUARTAS 299


La información proporcionada por el Movimiento, confirman
parcialmente los argumentos proteccionistas del equipo del CID,
pues la mayoría pertenecen al sector de servicios y en cuanto a
la producción de bienes, algunos son commodities. Sin embargo
no es posible dar cuenta en este informe parcial del impacto real
de estos encadenamientos productivos, que surgen más como una
clasificación que como un sector cohesionado en su totalidad (por
ejemplo faltaría saber qué está pasando realmente con la industria
farmacéutica, la salud, el software o nuevos sectores no menciona-
dos como la biotecnología; sectores estos, susceptibles de generar
dinámicas basadas en el conocimiento, más que los otros como por
ejemplo la explotación carbonífera).
Esta aclaración inicial es importante para ubicar un poco las
expectativas frente a una economía del conocimiento en Colombia.
Si se alcanza su desarrollo, sería también fruto de relaciones com-
plejas entre el sector de la economía, las regulaciones generadas
por el gobierno y la participación real de la Universidad. Además
se enfrenta un debate entre el proteccionismo y la ya parcialmente
liberada economía en los mercados internacionales, que embarcan
en falsos dilemas1 y no permiten observar el problema que enfrenta
un país al desindustrializarse2 . Precisamente es relevante en
estos momentos, independiente del debate ideológico, el desarrollo
de herramientas que permitan incrementar la productividad y la
economía del conocimiento juega allí un papel central.
En otras palabras, si Colombia quiere salir de esta desin-
dustrialización creciente, tiene dos salidas: una, jugar únicamente
a incentivar la inversión extranjera generando rezago en capital
humano, ofreciendo mano de obra barata y calificada técnicamente
para labores rutinarias no creativas, con los problemas que esto
conlleva (ver pie de página 2); o le apuesta a la consolidación de
producción de conocimiento endógeno, para lo cual tiene varias
alternativas: recuperar los cerebros fugados3, aplicar una política

1 Entre proteger los renglones actuales con baja capacidad de innovación o


permitir la entrada de productos extranjeros más baratos y producidos en
condiciones de mayor innovación.
2 Desindustrialización en este sentido sería igual a rezago y dependencia de
capital extranjero, baja calificación de la mano de obra; tal vez crecimiento
económico, pero a costa de una inequidad más profunda.
3 En el período de 1991 a 2004 se concedieron 5865 patentes a Colombianos.
5317 estaban ubicados en el exterior (ver información de observatorio colom-
biano de ciencia y tecnología: http://www.ocyt.org.co/prg_fre.php?id=3). ¿Qué

300 EL SISTEMA DE INNOVACIÓN DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA EN COLOMBIA


de choque de financiación para formación doctoral4 y potenciar la
educación superior como la inversión en I+D.
Con estas aclaraciones iniciales habría que mirar el presente
y el pasado cercanos para ver un poco las tendencias de esta eco-
nomía del conocimiento y sus posibilidades dadas por el marco
institucional. En este sentido habría que revisar los indicadores
educativos y los de ciencia y tecnología en la actualidad, para
compararlos con las expectativas generadas por estas políticas
planteadas y las tendencias para la resolución de los dilemas
planteados en un proceso de transición o no hacia una economía
del conocimiento.

4. Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología:


su estado actual
Desde 1990 surge en Colombia el Sistema Nacional de Ciencia
y Tecnología, con los propósitos de coordinar las acciones pertinen-
tes al posicionamiento de la ciencia y tecnología y a la gestión del
conocimiento como pilares para la toma de decisiones en el sector
productivo.
El Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología –SNCyT– se creó en 1990
como resultado de una gran movilización de comunidades científicas y
académicas en Colombia y la confluencia de varias circunstancias. El Foro
Nacional sobre Política de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo que se
llevó a cabo en octubre de 1987 con participación de ministros, industriales,
académicos e investigadores, fue un momento importante. Poco después,
el presidente Virgilio Barco declaró el Año Nacional de la Ciencia y la

pasaría con la industria nacional si esas 5317 patentes fueran concedidas en


el territorio colombiano?
4 Este tipo de discusiones es clave en las nuevas prospectivas y debates. Por
ejemplo el reavivamiento de la propuesta para activar económicamente a los
llanos orientales. Seis millones trescientas mil hectáreas de tierras impro-
ductivas que el gobierno nacional quiere activar a través de la producción
de biocombustibles y otro tipo de productos a los cuales pueda ser aplicada
biotecnología. En este momento se está en proyección y las propuestas van
desde la búsqueda de inversión extranjera, hasta la titulación de predios
para industriales nacionales. Sin embargo, aún no se consolida la propuesta.
(Revista Semana. Reportaje: ¿Será Vichada la Tierra Prometida? En línea:
http://www.semana.com/wf_InfoArticulo.aspx?idArt=102711 28 de abril de
2007). Este es un buen campo de oportunidades para pensar en repatriación
de cerebros fugados, desarrollo de investigación en I+D nacional, etc.

GABRIEL VÉLEZ CUARTAS 301


Tecnología que sirvió como caja de resonancia para muchas actividades que
ya se hacían y para que otras nuevas surgieran. La primera Expociencia se
hizo en ese año, y las bases de Maloka fueron trazadas desde entonces. Lo
más importante fue la conformación de la Misión de Ciencia y Tecnolo-
gía que reunió a muchos investigadores colombianos y de cuyos estudios
–amén de cinco libros sobre el tema– resultó la Ley 29 de 1990, o Ley de
Ciencia y Tecnología, que sentó las bases para una nueva organización del
tema y del apoyo gubernamental. (Observatorio Nacional de Ciencia y
Tecnología:15: 2006b)

El Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología es un sistema


abierto, no excluyente, del cual forman parte todos los programas,
estrategias y actividades de ciencia y tecnología, independiente-
mente de la institución pública o privada o de la persona que los
desarrolle. (Indicadores de Ciencia y Tecnología 2004: 15: 2006b)

Tiene 11 programas: Ciencias Básicas, Ciencias Sociales y


Humanas, Ciencia y Tecnología de la Salud, Ciencias y Tecnologías
Agropecuarias, Biotecnología, Electrónica, Telecomunicaciones e
Informática, Estudios Científicos de la Educación, Ciencias del
Medio Ambiente y del Hábitat, Desarrollo Tecnológico Industrial
y Calidad, Investigación en Energía y Minería y Ciencias y Tec-
nologías del Mar.
En Colombia, como se enunció anteriormente, se ha implantado
un modelo de Sistemas Nacionales de Innovación.. El Sistema
Nacional de Ciencia y Tecnología podría ser leído en parte en estos
términos, esto se puede observar en las políticas de éste:
1. Contar con nuevos arreglos institucionales. Estar en la agenda pública
y política.
2. Disponer de más recursos y sostenibles para la financiación de la Ciencia,
la Tecnología y la Innovación.
3. Hacer de la Ciencia y la Tecnología parte de la cultura nacional.
4. Tener mayor número de talento humano formado para la investigación
y la innovación.
5. Fortalecer la investigación y hacerla competitiva internacionalmente.
6. Comprometer al sector empresarial colombiano con la ciencia, la tec-
nología y la innovación.
7. Reposicionar la C,T&I como actividades claves para el desarrollo regio-
nal. (Tovar:2006)

302 EL SISTEMA DE INNOVACIÓN DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA EN COLOMBIA


El Sistema de Ciencia y Tecnología, al ser definido por sus
acciones, permite que la medición del gasto en esta materia pueda
ser repartida en todas las instancias que de alguna u otra forma
invierten en este renglón y por lo tanto ser incluidas como gastos
del Sistema mismo. En el siguiente cuadro se aprecia la inversión
comparada con el PIB.

Gasto en ciencia y tecnología como porcentaje


del PIB y metas deseadas
1,20%

1,00%

0,80%

0,60%

0,40%

0,20%

0,00%
1998 1999 2000 2001 2002 2003

Nivel recomendado
Meta plan de desarrollo 2000-2004
Cálculo con alto nivel de incertidumbre
Cálculo con bajo nivel de incertidumbre

(Indicadores de Ciencia y Tecnología 2004 p. 25: 2006b)

El margen dado por la franja de inversión es una cifra impre-


cisa difícil de captar por la complejidad de los sectores a los que
se refiere (no únicamente el gobierno): instituciones públicas y
privadas, instituciones de educación superior y centros de investi-
gación. Sin embargo, a pesar de la suma de sectores no alcanzan
ni a la meta propuesta por el Gobierno actual y mucho menos la
línea ideal propuesta.
En el siguiente cuadro se puede apreciar el porcentaje del presu-
puesto nacional anual destinado a ciencia y tecnología. Es notable
una tendencia al crecimiento en los dos años iniciales del gobierno
actual, lo cual anuncia una tendencia que puede ser positiva.

GABRIEL VÉLEZ CUARTAS 303


Financiamiento del gobierno nacional a actividades de ciencia y tecno-
logía como porcentaje del presupuesto nacional de inversión
5,00%
4,50%
4,00%
3,50%
3,00%
2,50%
2,00%
1,50%
1,00%
0,50%
0,00%
1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003
Indicadores de Ciencia y Tecnología 2004:26:2006b.

En el siguiente cuadro se puede destacar notablemente la par-


ticipación de la Universidad Pública en los aportes a proyectos de
ciencia y tecnología. Esto demuestra un control relativo del gobierno
sobre estas materias, y la posibilidad de generar direccionamientos
en este sentido. Es notable que sea mayor la inversión en ciencias
sociales y en ciencias naturales y exactas que en ingeniería y tec-
nología. Si bien esto permite un desarrollo prominente en la eva-
luación de la situación social y política (apropiado para el diseño de
políticas públicas y otros menesteres) y en los campos de la ciencia
básica, hay un desfase entre las necesidades de la industria acerca
de transferencia de tecnología y conocimiento a sus actividades
productivas. Esto demuestra congruencia en el planteamiento de
un distanciamiento entre las necesidades industriales5 y la pro-
ducción del conocimiento en la universidad colombiana.

5 Que como ya vimos, está desacelerada, aunque haya crecimiento económico,


pero no necesariamente redistribución en tanto empleos poco calificados y
no bien pagos.

304 EL SISTEMA DE INNOVACIÓN DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA EN COLOMBIA


Número de proyectos de I+D desarrollados por las universidades
según área de la ciencia UNESCO
2.000
1.800
1.600
1.400
1.200
1.000
800
600
400
200
0
Públicas Privadas Públicas Privadas Públicas Privadas
1998 1999 2000

Ciencias naturales y exactas Ciencias agropecuarias


Ingeniería y tecnología Ciencias sociales y humanas
Ciencias médicas

Indicadores de Ciencias y Tecnología:42:2006b.

Si bien la meta para el incremento del presupuesto en Ciencia


y Tecnología es a 14 años, el contexto comercial externo y las deci-
siones tomadas con respecto al TLC no permiten un proceso tan
lento en la reconstitución del campo de la ciencia y la tecnología.
Son necesarias medidas de contingencia en este sentido. Habría
que esperar en los próximos 4 años de gobierno, un aumento con-
siderable del presupuesto en este renglón y una amplia apertura a
la capacitación de doctores en el exterior y al interior; a menos que
surjan estrategias regionales de contingencia de cara a la apertura
en estructuras mucho más flexibles y menos dependientes de las
decisiones del gobierno central. Estas podrían ser algo así como
redes de contingencia que sólo podrían surgir con altos índices de
asociatividad entre la empresa privada, los emprendimientos (polí-
tica regional importante para la mayoría de centros productivos),
la universidad y los gobiernos regionales6.

6 Esta se considera una hipótesis central de trabajo de investigación. Las


políticas nacionales de ciencia y tecnología se han volcado a las regiones.
La política en sí es relevante, pero sólo puede dimensionarse en tanto las
regiones tomen un papel protagónico y reconstituyan sus relaciones entre
Universidad, Estado y Empresa. Hay movimientos interesantes en algunas
de las Regiones: Antioquia, Bogotá, Valle y Santander. En el marco de la
RECEC se está adelantando una investigación para observar el desenvolvi-

GABRIEL VÉLEZ CUARTAS 305


Según las tendencias, el presupuesto para el desarrollo de una
economía del conocimiento, con estos resultados preliminares y
comparando con las políticas de inversión de la presidencia actual,
tendrían que salir de otros campos distintos a los presupuestos
destinados por parte del gobierno central.

Educación con respecto al Sistema Nacional


de Ciencia y Tecnología

De manera paralela ha venido trabajando el Ministerio de Edu-


cación Nacional en los propósitos de ampliación y mejoramiento de
la calidad de la educación superior, especialmente con el ordena-
miento administrativo, la creación de sistemas de información y el
impulso de estrategias educativas técnicas y tecnológicas a través
del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA).
En el sector educativo, específicamente en la educación superior
se ha desarrollado en el último gobierno todo un plan de expansión
de la educación técnica y tecnológica para el empleo. De allí un
gran fortalecimiento de la cobertura a través del Servicio Nacio-
nal de Aprendizaje (SENA), con la triplicación de sus jornadas y
matriculados como se puede ver en el siguiente cuadro.

Matrícula por nivel de formación

NIVEL DE FORMACIÓN 2002 2003 2004 2005


Técnica Profesional 54.422 53.448 84.609 142.554
Tecnológica 128.897 126.990 138.213 169.046
Universitaria 754.570 797.188 829.383 845.291
Especialización 55.133 47.886 40.753 42.421
Maestría 6.776 8.899 10.327 11.805
Doctorado 350 595 767 920
Total 1.000.148 1.035.006 1.104.051 1.212.037

Fuente: MEN-IES.

miento regional y el potencial para la inserción en una economía basada en


el conocimiento. Sin embargo hay una alta contingencia de estas propuestas
en tanto el direccionamiento macroeconómico estaría en manos del gobierno
central. Estas tensiones habría que investigarlas en profundidad y este es el
propósito en el que se avanza (este artículo sirve precisamente como antece-
dente).

306 EL SISTEMA DE INNOVACIÓN DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA EN COLOMBIA


Inclusive se puede observar un aumento en los matriculados
en la educación universitaria, en las maestrías y doctorados. Sin
embargo, este indicador se atenúa con las bajas tasas de graduados,
si se tiene en cuenta que el ciclo técnico dura 3 años y el profesional
5. Esto se puede apreciar en la siguiente tabla.

Contraste entre matriculados y graduados en educación superior.

Matrícula Total Educa-


Año Año Graduados
ción Superior
1995 644.188 1995 92.219
1996 673.353 1996 102.312
1997 772.291 1997 122.149
1998 879.840 1998 111.177
1999 877.944 1999 106.755
2000 934.085 2000 123.417
2001 977.243 2001 119.958
2002 1.000.148 2002 131.896
2003 1.035.006 2003 158.542
2004 1.104.051 2004 183.972
2005 1.212.037 2005 164.680

Nota: La información de graduados del 2003 al 2005 es preliminar.


Fuente: MEN – SNIES.

Al terminar el ciclo, sólo una sexta parte aproximadamente de


los matriculados, se gradúan. Hay un problema estructural que
lleva a la deserción o a no finalizar el ciclo educativo en los tiempos
predeterminados, lo que de un lado retrasa la inserción laboral o
del otro, genera puestos laborales mucho menos productivos y con
baja calificación (una especie de pseudo-profesionalización en tanto
quien trabaja y estudia siempre se encuentra en un limbo a punto
de terminar pero no lo hace por su carga laboral).
Según informe el informe del CID de la UNAL no crecen los
sueldos al igual que prospectivas económicas ello implica menor
sostenibilidad de estudiantes que en su mayoría deben trabajar
para sostenerse, lo cual les resta para su formación, no terminar
a tiempo o no terminar su carrera profesional, es un nivel muy
alto de contraste.

GABRIEL VÉLEZ CUARTAS 307


Colombia tiene una distribución del ingreso muy desigual. En América
Latina los países que tienen la peor distribución del ingreso son Brasil
(0.591) / y Colombia (0.576). Les siguen Chile (0.571), Panamá (0.564),
Nicaragua (0.551). En el Africa la concentración es peor que en América
Latina. Mencionamos algunos países africanos: Namibia (0.707), Lesoto
(0.632), Bostwana (0.630), Sierra Leona (0.629), República Centroafricana
(0.613), Zimbawe (0.568). Las naciones con mejor distribución del ingreso
son Dinamarca (0.247), Noruega (0.25), Corea (0.30). La concentración
del ingreso en China (0.447) y en Hong Kong (0.434) se ubica en un
rango medio. En medio de este panorama, la ubicación de Colombia es
muy negativa. La alta concentración del ingreso es un mal intrínseco. Las
sociedades liberales han sido muy críticas de la concentración excesiva del
ingreso y de la riqueza. La mala distribución que existe en Colombia no
corresponde con los patrones de una sociedad liberal. (Bonilla González
et al: 34:2006)
Esto tiene un impacto negativo para el incremento de la pro-
ductividad en las empresas, pues no sólo no cuentan con personal
profesionalizado, sino que tampoco cuentan con capital humano
abierto a la innovación. El conocimiento pierde estatus frente a
las urgencias laborales del día a día.
En cuanto a la formación doctoral en el 2004 se graduaron
26; en el 2003, 45; en el 2002, 31; y en el 2001, 33 (Fuente MEN-
Observatorio Laboral para la Educación). Esta información oficial,
se contrasta con la del Observatorio de Ciencia y Tecnología que
dijo por ejemplo que en el 2002 de los 46 programas de doctorados
existentes en Colombia, se graduaron 167 personas –sin contar con
los graduados en el exterior– (Observatorio Colombiano de Ciencia
y Tecnología: 2006a). En el informe de Indicadores de Ciencia y
Tecnología 2004 con fuentes de la Universidad Nacional de Colom-
bia y el Ministerio de Educación (MEN) se calcularon 44 doctores
graduados. Si bien se pueden considerar informaciones bastante
distantes unas de otras y de fuentes oficiales las tres, sigue siendo
un nivel bajo para lo requerido en la gestión del conocimiento.
De otro lado, según indicadores de Colciencias y el Observatorio
Colombiano de Ciencia y Tecnología, en el 2004 había 1995 doctores
en Colombia (2006a), cifra que continúa siendo no muy alentadora
en la construcción de conocimiento de punta para un país de más
de 40 millones de habitantes.
Si se quiere alcanzar una meta de casi 55.000 doctorados que
se proponen en la Visión 2019 y en la Agenda Interna, se deben

308 EL SISTEMA DE INNOVACIÓN DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA EN COLOMBIA


aplicar políticas mucho más agresivas que permitan lograr esa
meta. El gobierno nacional hasta el momento y en continuidad de
su política en el cuatrienio anterior, ha estado más preocupado por
el desarrollo de la educación técnica y tecnológica.
Una posible explicación estructural a este fenómeno, debe ir
correlacionada con la distribución del capital en el país.
En los últimos 6 años las utilidades de las grandes empresas del país aumen-
taron 400%, en términos reales, mientras que el salario mínimo crecía
5%. Y el índice del salario de la industria manufacturera disminuía. La
concentración de la propiedad y del ingreso impide que el balance sea de
suma positiva. Y el deterioro de los niveles de ingreso de los pobres muestra
que en algunos años la dinámica es de suma negativa. (Bonilla González
et al:75:2006)
En cuanto a las regiones con mayores índices en la educación
superior se encuentran las siguientes:

Matrículas por departamentos

Departamento 2002 2003 2004 2005


Bogotá D.C. 362.304 367.450 389.541 401.568
Antioquia 131.202 136.173 148.790 163.278
Valle 92.002 92.653 92.027 100.225
Atlántico 68.365 66.244 67.281 76.250
Santander 58.377 58.372 62.680 72.504
Total 712.250 720.892 760.319 813.825
Total del país 1.148.000 1.035.006 1.104.051 1.212.037

Fuente: MEN-IES.

Cobertura Edad entre 18-23 años

Departamento 2002 2003 2004 2005


Bogotá D.C. 48,3% 48,5% 50,9% 52,2%
Antioquia 22,3% 22,9% 24,8% 26,7%
Valle 20,0% 19,9% 19,7% 21,3%
Atlántico 28,3% 26,9% 26,7% 29,7%
Santander 26,5% 26,5% 28,4% 32,6%

GABRIEL VÉLEZ CUARTAS 309


Esto refleja una alta tasa de concentración de la educación supe-
rior, que coincide con la concentración de la producción industrial.
Ello implica movilizaciones masivas a los centros productivos y un
relativo abandono de las regiones en este sentido. Sin embargo en
Antioquia por ejemplo, las universidades públicas y privadas han
comenzado con fuertes programas de presencia en las subregio-
nes del departamento, lo que seguramente en un futuro cercano
impactará de manera positiva los encadenamientos que se puedan
hacer con las mismas subregiones. Aún no se tienen índices de
escolarización, pero se puede hablar por ejemplo en Antioquia en
todas las subregiones (son 9 y con características rurales o semi-
rurales), hay presencia por lo menos de dos o tres instituciones
educativas de educación superior que eviten el abandono por parte
de los jóvenes con posibilidades de estas subregiones y devuelvan
el conocimiento a sus mismos lugares de origen, sin tener que
ingresar a los aparatos productivos de los centros de concentración
de la oferta, inclusive generando ambientes aptos para generar
innovaciones.

Reestructuración de Colciencias y el Sistema Nacional


de Ciencia y Tecnología

El Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología ha venido en un


proceso de reestructuración. Según la Propuesta de Reformas
de los Programas Nacionales de Ciencia y Tecnología (2005), se
han detectado 4 tipos de núcleos básicos en Colombia según sus
fortalezas en investigación y desarrollo: núcleos regionales fuer-
tes (Bogotá, Antioquia y Valle), núcleos intermedios (Santander,
Cauca, Atlántico, Caldas, Risaralda, Magdalena y Boyacá), núcleos
en formación (Cundinamarca, Guajira, Norte de Santander, San
Andrés, Quindío, Bolívar, Nariño y Córdoba) y unos periféricos
conformados por Sucre, Putumayo, Caquetá, Amazonas y César.
Teniendo en cuenta esto, la propuesta de Colciencias es pro-
mover la cooperación y el trabajo asociativo entre regiones con
miras al fortalecimiento precisamente regional de la producción
en ciencia y tecnología. Además su interés está en generar una
mayor conectividad entre el Sistema y los otros sectores sociales,
en especial con Educación, ambiente y formación para el trabajo,
además de servir en la canalización de recursos no sólo guberna-
mentales en el impulso de estas actividades.

310 EL SISTEMA DE INNOVACIÓN DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA EN COLOMBIA


Se puede deducir una notable preocupación por el impulso a las
regiones y la canalización de los recursos existentes a través de
redes de conocimiento.

6. Contraste entre la visión estratégica y las


cifras de educación y ciencia y tecnología
Hay una construcción creciente en el ordenamiento de la
productividad y la promoción de la conformación de encadena-
mientos y la generación de una cultura de la productividad y la
competitividad.
En ambos sectores (productividad y competitividad y ciencia
y tecnología), hay una inclusión mutua en sus agendas de sus
propias preocupaciones. Sin embargo enfrentan retos bastante
complejos.
La productividad y competitividad se enfrenta a un mercado
internacional sin garantías que den plazo a estabilización y conso-
lidación y mucho menos a la reconversión industrial para ingresar
en una economía basada en el conocimiento (aunque esto depende de
las decisiones políticas que se tomen en este proceso de transición,
no muy claras aún). El conocimiento y el desarrollo tecnológico, ade-
más de la infraestructura son más una meta y un deseo a alcanzar
que una realidad como punto de partida, como tal vez si la tengan
los países en competencia, especialmente Estados Unidos que es
el principal cliente, pero a la vez vendedor de productos.
En el campo de la ciencia y la tecnología hay una infraestruc-
tura nacional dispuesta y regional en consolidación. Sin embargo,
no basta con la estructura, pues si bien aplica el dicho de que
soldado advertido no cae en la guerra, existe toda una atención
institucional al respecto, pero no existe una suficiente inversión
y unas condiciones económicas actuales que permitan de un lado
un mayor desarrollo de los programas de pregrado y posgrado y
repatriación de cerebros fugados, para poder alcanzar la meta de
los 55000 doctores en el tiempo propuesto, a menos que exista una
revolución económica y educativa que permita voltear de cabeza
las políticas actuales. El gobierno está empeñado en la ampliación
y mejoramiento de la educación técnica y tecnológica y aunque le
interesa la educación universitaria y de posgrados, le ha dado un
menor impulso.

GABRIEL VÉLEZ CUARTAS 311


En cuanto al desarrollo de la investigación científica, si bien
existen proyectos de desarrollo científico e inversión en estos, si
no hay formación doctoral que permita generar conocimiento de
frontera, el sector privado tendrá que seguir repitiendo dogmas
extranjeros, jugando a la adaptación de tecnologías foráneas y a
una innovación tal vez acomodada al contexto, a diferencia de sus
países competidores.
En las normas no se reconoce la interdependencia, lo que se
reconoce es un afán de coordinación y control, más no de inter-
dependencia. Esto se evidencia en la formulación de políticas ad
hoc sobre la internacionalización de la economía. La participación
comienza en la organización de medidas de choque frente a las
decisiones ya tomadas.
Aunque el panorama no es muy claro, la infraestructura regio-
nal va sosteniendo unas políticas que a nivel nacional no se ven muy
alentadoras. Las perspectivas crecientes de los centros regionales
de productividad se constituyen en pilares del impulso. Estos sirven
de puentes entre el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología y las
propuestas de productividad y competitividad. Tal vez su función
más importante sea la generación de enlaces no sólo entre estos
dos campos, sino entre los sectores concernientes: gobierno, univer-
sidad, colegios, sector privado y gremios económicos. Alrededor de
sus propuestas siempre se encuentran los actores más importantes
en la promoción y proyección de ciencia y tecnología y productividad
y competitividad. Habría que mirar no sólo el proceso de transfe-
rencia de conocimiento, sino también su potencial influencia en la
definición de políticas macroeconómicas.
La contingencia de su acción está propuesta por las leyes nacio-
nales, y los ordenamientos productivos que se desatan a su alrede-
dor, son los tratados firmados por presidencia. Su agencia, está en
el potencial regional de los actores (activos) en la formulación de
estrategias como los emprendimientos, la promoción de la ciencia
y la tecnología en niños y jóvenes, y en el apoyo a la asociatividad
y la modernización de la producción en el sector privado, especial-
mente en las estrategias regionales.
Sin embargo este último análisis sólo puede ser planteado
como hipótesis (optimista), pues sólo se han revisado datos desde
un nivel institucional. El reto de la investigación por comenzar es
dar cuenta de la estructura y la estructuración en las relaciones
interorganizacionales e íntersubjetivas.

312 EL SISTEMA DE INNOVACIÓN DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA EN COLOMBIA


Bibliografía
AROCENA, Rodrigo y JUDITH Sutz (2002), “Innovation Systems and Developing
Countries”, DRUID (Danish Research Unit for Industrial Dynamics) Working
Paper No. 02-05. Versión en español en línea: http://www.campus-oei.org/salactsi/
arocenasutz.htm, tomado el 2 de septiembre de 2006
BONILLA GONZÁLEZ, Ricardo y Jorge Iván GONZÁLEZ et. al. Bien-estar y
macroeconomía 2002-2006: el crecimiento inequitativo no es sostenible. Centro de
Investigación para el Desarrollo. Universidad Nacional de Colombia. En línea:
COLCIENCIAS (2005), “Propuesta de Reformas de los Programas Nacionales de
Ciencia y Tecnología”. Documento de discusión (archivo personal).
CONSEJO NACIONAL DE POLÍTICA ECONÓMICA Y SOCIAL (CONPES 3297
de 2004). En línea: http://www.dnp.gov.co/paginas_detalle.aspx?idp=582, tomado
el 16 de septiembre de 2006
Departamento Nacional de Planeación. Agenda Interna para la Productividad y
la Competitividad. En línea: http://www.dnp.gov.co, tomado el 16 de septiembre
de 2006
GIDDENS, Anthony (1995), La Constitución de la Sociedad. Bases para la Teoría
de la Estructuración, Buenos Aires, Amorrortu.
—— (1994), Las consecuencias de la modernidad, Madrid, Alianza Universidad.
http://www.cid.unal.edu.co/control/publication_detail.php?id=1089, tomado el 1
de septiembre de 2006.
http://www.mincomercio.gov.co/VBeContent/Documentos/competitividad/politi-
caprodcomp/index.htm, tomado el 22 de septiembre de 2006
http://www.mincomercio.gov.co/VBeContent/NewsDetail.asp?ID=2823&IDCom
pany=12, 16 de septiembre de 2006.
LUNA, Matilde (2003), Itinerarios del conocimiento: formas dinámicas y contenido,
México, Anthropos, ISS.
Ministerio de Comercio, Industria y Turismo. Política de Productividad y
Competitividad. En línea.
OBSERVATORIO COLOMBIANO DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA (2006a),
¿Cuántos programas de doctorado y doctores tiene Colombia?. En línea: http://
www.ocyt.org.co/prg_fre.php?id=2, tomado el 25 de septiembre de 2006.
OBSERVATORIO COLOMBIANO DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA (2006b),
Indicadores de Ciencia y Tecnología 2004. En línea: http://www.ocyt.org.co/
COLOMBIA2004.pdf, tomado el 26 de septiembre de 2006.
Observatorio Laboral para la Educación. En línea: http://www.graduadoscolombia.
edu.co/ol_analisis_std1.php, tomado el 20 de septiembre de 2006.
PFEFFER, Jeffrey y SALANCIK, Gerald (1978), The external control of organi-
zations: A resource dependence perspective. New York: Harper & Row, publis-
hers.
Presidencia de la República. Visión 2019 Resumen Ejecutivo. En línea: http://www.
presidencia.gov.co, tomado el 16 de septiembre de 2006.

GABRIEL VÉLEZ CUARTAS 313


RHODES, R.A.W. et David MARSH (1995), “Les Réseaux d’action publique en
Grande-Bretagne”, en LE GALÈS, Patrick, Mark TATCHER. Les Réseaux de
politique Publique, Paris, L’Harmattan, pp. 31-68.
Revista Semana. Reportaje: ¿Será Vichada la Tierra Prometida? En línea: http://
www.semana.com/wf_InfoArticulo.aspx?idArt=102711 28 de abril de 2007)
THOENING, Jean Claude, Ives MENY (1992), Las Políticas Públicas, Barcelona,
Ariel.
TOVAR, Galo (2004), “Ciencia, tecnología e innovación para la competitividad:
instrumentos de política”, Colciencias. Memorias del Foro Internacional Políticas
de Competitividad, mayo 11 de 2004. Tomado de Internet.
VÉLEZ CUARTAS, Gabriel (2006), “Redes de políticas públicas: Una mirada
estructural a la toma de decisiones estatal”. Fragmento del libro Lecturas sobre
políticas públicas. Próximo a publicar por la Universidad Externado de Colombia.

314 EL SISTEMA DE INNOVACIÓN DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA EN COLOMBIA


Otros títulos publicados:

Actividad, empleo y desempleo: conceptos y definiciones


Julio C. Neffa (coord.)

Apertura e innovación en la Argentina.


Para desconcertar a Vernon, Schumpeter y Freeman
R. Bisang, G. Lugones, G. Yoguel (comps.)

Capital global, necesidades básicas y políticas sociales.


Ensayos seleccionados, 1994-99
Ian Gough

Choque de civilizaciones o crisis de la civilización global?


Problemática, desafíos y escenarios futuros
Roberto Kozulj

Crisis y regímenes de crecimiento:


una introducción a la teoría de la regulación
Robert Boyer

El desafío de las políticas del empleo en el siglo XXI:


la experiencia reciente de los países de Europa occidental
Jacques Freyssinet

La credibilidad social de la política económica en América Latina


B. Lautier, R. Lo Vuolo, J. Marques-Pereira, P. Salama, B. Théret

La economía argentina y su crisis (1976-2001):


visiones institucionalistas y regulacionistas
R. Boyer y J.C. Neffa (coords.)

Las PyMEs argentinas frente al ALCA: ¿oportunidad o amenaza?


F. Porta, V. Moori Koenig y Ph. Schneuwly (coords.)

Las PyMEs exportadoras argentinas exitosas:


hacia la construcción de ventajas competitivas
V. Moori Koenig, D. Milesi y G. Yoguel (comps.)
Nuevas tecnologías de información y comunicación.
Los límites de la economía del conocimiento
F. Boscherini, M. Novick y G. Yoguel (comps.)

Política y políticas públicas en los procesos


de reforma de América Latina
R. Franco y J. Lanzaro (coords.)

Políticas Públicas. Una introducción a la teoría


y la práctica del análisis de políticas públicas
Wayne Parsons

Redes, jerarquías y dinámicas productivas


M. Casalet, M. Cimoli y G. Yoguel (comps.)

Salida de crisis y estrategias alternativas de desarrollo:


la experiencia argentina
R. Boyer y J. C. Neffa (coords.)

Territorio, conocimiento y competitividad de las empresas.


El rol de las instituciones en el espacio global
S. Bertini, P. Bianchi, S. Bologna, F. Boscherini, G. Corò, J.P. Gilly,
S. Mariotti, L. Miller, L. Poma, E. Rullani, A. Torre, G. Yoguel

La vinculación universidad-empresa:
miradas críticas desde la universidad pública
A. Guelman, F. Juarros, S. Llomovatte, J. Naidorf

Más información en:


www.minoydavila.com.ar
La presente edición se terminó de imprimir en Enero de 2008,
en los talleres de Gráfica LAF s.r.l., ubicados en Monteagudo 741,
San Martín, Provincia de Buenos Aires, Argentina.

También podría gustarte