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Bienes privados

“Son tanto excluyentes como rivales en el consumo. Considere, por ejemplo, un vaso de
helado. El vaso de helado es excluyente, ya que se puede evitar que alguien consuma un
vaso de helado, simplemente no se le da uno a esa persona.
Un vaso de helado es rival en el consumo, ya que, si una persona consume un vaso, no
es posible que otra consuma el mismo vaso. La mayoría de los bienes en la economía es
como estos vasos; es decir, bienes privados. Esto implica que usted no obtiene uno a
menos que haya pagado por él, y ya que lo obtiene, usted es el único que puede
beneficiarse de él” (Mankiw, 2020).

A veces debemos recordar que existe una distinción entre bienes privados y bienes
públicos. La diferencia es relativamente sencilla. Un bien es privado si el consumo de ese
bien priva de su consumo a otras personas. Los bienes públicos son aquellos bienes en
los que el consumo de cada persona no evita que las demás personas también los
consumen.
O sea que cuando me compro un coche, o me como una barra de pan, implícitamente
estoy impidiendo que otra persona compre ese coche, o coma esa barra de pan.
En cambio, cuando uso el alumbrado público o una carretera, no estoy impidiendo que
otras personas disfruten de ese bien.

“Esta distinción entronca claramente con el concepto de mercado, ya que la propia


existencia de un mercado implica que el consumo de un bien sea excluyente, (además de
otras características como el propio concepto de escasez, entendido en sentido amplio:
no es posible un mercado para un bien infinito)” (Iglesias, 2017).

Características de los bienes privados


 Son de propiedad privada.
 Su propietario puede disponer de ellos a su conveniencia.
 Su uso no es público.
 Presentan consumo rival.
 Presentan exclusión.
 Pueden ser comercializados.
 Generalmente su consumo requiere una aportación económica determinada.
 Poseen exclusividad generalmente otorgada por una previa aportación económica.
Algunos ejemplos que podemos mencionar son: Una casa, una camiseta, un automóvil,
una cama, una gaseosa, una bicicleta, un televisor, una organización privada, una
motocicleta.

Con la información antes dicha podemos deducir que cuando los compradores de un bien
privado entran a un mercado, revelan el valor que atribuyen al bien por medio de los
precios que están dispuestos a pagar. Al mismo tiempo, los vendedores revelan sus
costos con los precios que están dispuestos a aceptar. El equilibrio es entonces una
distribución eficiente de recursos, porque refleja toda esta información. En contraste, los
analistas del costo-beneficio no pueden observar ninguna señal del precio al evaluar si el
gobierno debe o no proporcionar cierto bien público y la cantidad adecuada. Sus
conclusiones sobre los costos
y beneficios de los proyectos públicos son aproximaciones vagas en el mejor de los
casos.

Los bienes privados los podemos clasificar mediante dos puntos de vista:

 Jurídicamente. En este caso bien privado es un término jurídico institucional. En


él, la titularidad y dominio público del objeto es de un agente privado en cualquiera
de sus manifestaciones.
 Económicamente. En este caso, un bien privado es una situación que se da
cuando un bien que posee unas características las cuales son: Usan un sistema
de precios para excluir su uso y no son de uso público, es decir no se pueden
consumir simultáneamente porque se saturan.

Además, los bienes privados desde la perspectiva económica los podemos diferenciar por
dos cosas. Esto lo haremos dependiendo del grado que se cumplan las características
para ser un bien público. Ya que si cumplen alguna de estas características dejarán de
ser un bien privado para ser uno público:

 Bien público puro: Se deben cumplir las características de que no se gastan con
su uso y que no se pueda excluir con el precio. Ejemplo: la defensa nacional.
 Bien público impuro: Será cuando solo se cumpla únicamente una de las dos
características para ser bien público (las mencionadas en bien público puro).
Ejemplo: las autopistas de peajes. Ya que en principio no se gastan con el uso,
pero se puede excluir con el precio del peaje.

Por último, “tenemos que decir que los avances tecnológicos pueden cambiar la
naturaleza de los bienes. Es decir, puede pasar de ser un bien público a uno privado o
viceversa” (Carmeño, 2022). Para entenderlo mejor mencionaremos unos ejemplos:

 La música ha pasado de ser excluyente por su precio a poder ser descargado por
cualquiera. Por lo que se ha convertido en un bien público.
 Un faro que manda luz para los barcos puede pasar a lanzar ondas
electromagnéticas que solo la reciban los que pagan, pasando en este caso de
bien público a privado.
 El servicio contra incendios es un bien público, pero puede ser privatizado en el
sentido del pago.
 La carretera es un bien público, pero si la carretera se congestiona se reduce el
consumo de los otros ya que no pueden pasar (pasa de bien público a privado).

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