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Para crear una planificación flexible, adaptativa y que permita entender qué es lo que pasa
cuando algo no sale bien, tenemos que entender cómo influye la variabilidad de los principales
factores que hacen a la elaboración de un plan. Para poder ejecutar un plan que sea flexible y se
adapte a las diferentes circunstancias que puedan presentarse en el día a día de la operación,
como planificadores tenemos que tener en cuenta dos factores esenciales, las variables de la
planificación más sensibles a la variabilidad y como esta nos afecta.
Para el primero de los casos, conocer cuáles son los factores a los que la variabilidad es más
sensible, nos permitirá saber dónde tenemos que hacer foco de nuestros esfuerzos para
estabilizar las operaciones y las mediciones. En segundo lugar, conocer cómo nos afecta nos
permitirá prepararnos para hacer frente a los síntomas mientras hacemos esfuerzos de mejora
desde la causa raíz para mejorar la situación global del sistema productivo.
Una variable que tenga baja variabilidad significa estadísticamente que tiene una alta
concentración de probabilidad en torno a la media, por lo que los resultados muy probablemente
oscilaran dentro de un espectro de datos bien acotado. Si tuviera un nivel de variabilidad media,
la mayor concentración de área bajo la curva, es decir, de probabilidad, estaría por debajo de la
media, asemejándose a una distribución de probabilidad Weibull.
Variables que tengan una variabilidad amplia demandan su atención inmediata para poder llevar
control y previsibilidad a los procesos, siguiendo luego por la mejora del resto de las operaciones
desde mayor variabilidad a menor variabilidad. Este factor genera que se pierda capacidad de
producción, se tengan mayores retrabajos, mayores necesidades de recursos para poder mitigar
sus efectos, y mayores tiempos de promesa de entrega de materiales. Afecta tanto al Throughput,
como al WIP y al tiempo de flujo. Por esta razón debemos trabajar arduamente para poder mejorar
cada factor.
Esta representación implica varios factores, por un lado, vemos que mientras más nos
adentremos en el tiempo, mayores niveles de dispersión posible tenemos, también vemos el
factor de que pueden darse tanto subas como bajas muy pronunciadas. Esto responderá al tipo
de distribución de probabilidad que la curva de demanda genere en base a sus datos históricos,
su media y su desvío. También, la dispersión de posibilidades será mayor o menor dependiendo
el nivel de confianza estadística que se utilice para la proyección.
La existencia de la variabilidad afectará directamente la performance de los sistemas y la
planificación, independientemente sea el ambiente de producción o el tipo de producción, por
esta razón, tenemos que analizar el modo en el que esta variabilidad nos afecta para entender
las causas raíces de los colapsos del sistema de trabajo.
La variabilidad de la demanda se manifiesta a través de las cantidades que se demandan de cada
uno de los productos que la organización comercializa. Mientras mayor divergencia de datos
exista en los registros, mayores niveles de variabilidad tendremos para cada uno de esos
productos, lo que se traducirá al sistema de producción a través de la manifestación de picos muy
marcados en las cantidades a producir para evitar un desabastecimiento de los productos, del
mismo modo que manifestará valles muy pronunciados en ciertos momentos del tiempo. Esta
condición de variabilidad no nos permite hacer una buena planificación suavizada de la
producción debido a que nos lleva a la situación en la que constantemente se tienen que evitar
stockouts por los movimientos de la demanda generados.
o Ambientes de Producción Make To Stock: Uno de los elementos principales para el cálculo
de los lotes de producción es la cantidad de demanda esperada para un determinado
horizonte de tiempo para el se espera que lote de producción cubra. Si la demanda es muy
variable en estos períodos de tiempo, corremos el riesgo de que la cantidad producida no
alcance a cubrir la demanda en ese período de tiempo, dando lugar a un stockout que
durará hasta que el material vuelva a ser repuesto. Si quisiéramos evitar el stockout,
tendríamos que generar una orden de producción de ese producto a tiempo y liberarla a la
línea de producción a costa de retrasar la producción de otros productos, para lo cuales
generaríamos riesgo de stockout por la tardanza en abastecerlos. La variabilidad de un
modo u otro pondrá en aprietos al calendario productivo, haciéndonos tomar una decisión
respecto de qué producto evitaremos la posible manifestación de un stockout con los
costos que eso tendría aparejado. En estos casos, la priorización hecha en el ABC de
análisis de productos puede ayudarnos a tomar la mejor decisión posible, pero no podemos
evitar pagar las consecuencias de la manifestación de la variabilidad. En el escenario
contrario, puede generar que un lote de producción dure mucho más de lo esperado en
almacenes a la espera de ser vendido, esto puede generar el deterioro del producto, fallas
en sus rotaciones y el estancamiento de dinero invertido en inventario que puede volverse
muy difícil de recuperar debido a la baja rotación de cada uno de los productos en esta
condición. Así y todo, el inventario puede absorber gran parte de la variabilidad.
De los componentes de este factor, el lead time de entrega será mas sensible a los tiempos de
operación que al resto de los factores, ya que este es el factor que absorberá la variabilidad de
la producción propiamente dicha. Todo problema de calidad, todo problema de disponibilidad de
los equipos y todo problema en el ritmo de producción afectará a los tiempos de proceso, y con
ello, por cadena de causa y efecto, al resto de los tiempos que componen la estructura de la
entrega total, principalmente al tiempo de Backlog que debe permanecer una orden antes de
poder entrar al sistema de producción.
En un sistema productivo que trabaja por Batch, un lote que tenga alguna de sus variables fuera
de especificación generará que se necesite esperar a que se ajusten los parámetros del lote y el
mismo se habilite a continuar antes de poder liberar los tanques o reactores para la siguiente
producción. Del mismo modo, en manufacturas en serie, una estación que tenga problemas de
calidad o de roturas de equipos y pierda disponibilidad de trabajo, generarán que los tiempos de
producción aumenten, haciéndonos perder capacidad de producción hasta poder conseguir la
cantidad de unidades necesarias para poder atender la demanda.
Otro hecho de la gestión de variabilidad, es que a pesar de que la variabilidad siempre degradará
a los sistemas de trabajo, existen fuentes buenas de variabilidad que pueden significar un alza
en el rendimiento del negocio, y como otras que son malas, ya que sólo degradan la performance.
Decisiones como ampliar la cartera de productos, incorporar nuevas tecnologías, y la propia
variabilidad del consumo, son fuentes de variabilidad positivas ya que generan rentabilidad al
negocio. No debemos olvidarnos que el objetivo de una empresa es el de obtener rentabilidad,
no el de minimizar la variabilidad.
Esto último es posible gracias al hecho de que, si bien la variabilidad nos afecta la performance
de los sistemas de producción, sabemos el modo en el cual nos afecta. Este factor quedaba en
especial evidencia en el momento donde analizamos las variabilidades de la demanda y de los
tiempos de entrega, pudiendo hacer referencia al modo en el cual la presencia de la variabilidad
impactaba sobre las medidas de performance y sobre las decisiones de planificación.
Estos tres puntos en donde la variabilidad afecta y cada una de estas representa un costo para
la organización, sin embargo, planificar el costo de absorción de la variabilidad siempre resultará
más económico que el costo en el que se incurre cuando genera atrasos, insatisfacción en el
cliente, desabastecimiento de productos, bloqueos de la línea de producción, consumo excesivo
de horas extras y el costo de cada una de las “Soluciones” que se toman todos los días para
“Apagar incendios” y “Resolver” los problemas del día a día de la operación.
Estos costos pueden ser utilizados individualmente o en combinación para poder generar un
amortiguador de impacto. Estos buffers (amortiguadores) serán nuestra decisión planificada de
cómo pagar el costo de la variabilidad que se encuentra presente en nuestros sistemas de
operación para evitar problemas de nivel de servicio o pérdidas aún más impactantes, de modo
que debemos saber cómo opera cada uno de esos para utilizarlos. Estos puntos servirán
entonces para elegir cómo pagamos el costo de la variabilidad mientras definimos políticas para
reducirla paulatinamente a lo largo del tiempo.
Es importante tener bien calculado y regulado el tamaño de un buffer de inventario para lograr
minimizar los desperdicios. Una forma de hacerlo es mediante el uso de tarjetas Kanban para los
casos de los productos de revisión periódica, o para los casos de revisión continua calcular
estadísticamente una proyección de según los consumos esperados y cuánto tiempo de
producción deseamos cubrir y el nivel de servicio a obtener. Deberá estar segmentado para lo
calculado con sus respectivas indicaciones de valores de decisión, como punto de reorden o
cantidades máximas.
Estos tres amortiguadores serán herramientas estratégicas que pueden ser utilizadas en
cualquier punto de la cadena de trabajo, aunque encuentran mucho potencial para la regulación
del funcionamiento de las líneas de producción. Cada uno de estos supondrá un costo para la
organización y la gestión del trabajo, por lo que deben ser utilizados con precaución y luego de
haber estudiado el punto en donde encuentran su mejor rendimiento. Los efectos del uso de los
amortiguadores no sólo vendrán dados por su existencia, sino que entra en juego también el
factor de la ubicación de los mismos, no nos servirá de nada colocar un amortiguador de
variabilidad lejos del área de castigo de la variabilidad, razón por la cual debemos conocer cuáles
serán los efectos dependiendo de la ubicación de los mismos.