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1- Puede definirse el contrato administrativo como aquel en que la Administración

ejerce determinadas prerrogativas en cuanto a su interpretación, ejecución y


extinción, cuidando de no alterar la ecuación financiera del mismo.
El objeto de este contrato se rige, en consecuencia, por el Derecho público. En
todo contrato administrativo tiene que participar por lo menos un órgano
público, Ahora bien, es la Ley la que define qué se entiende propiamente por
órgano estatal, que en determinadas circunstancias puede incluir entes no
estatales de Derecho público interno.

2- Reglas aplicables a los Contratos Administrativos. En la doctrina existe


consenso sobre la aplicación a los contratos administrativos de una serie de
reglas, exorbitantes desde la óptica del Derecho Privado, sustentadas en el
interés público. Entre otras, el ordenamiento jurídico le confiere al Estado una
serie de poderes, conocidos por gran parte de la doctrina como cláusulas
exorbitantes, que se aplicarán a la relación aun cuando no se encuentren en el
contrato administrativo. Antes de iniciar su estudio consideramos necesario
mencionar que el utilizar el término de cláusulas exorbitantes para referirse a los
especiales poderes con que cuenta el Estado en los contratos administrativos es
incorrecto, además de inducir a confusión. El término no se corresponde con la
realidad, pues estamos ante poderes que emanan del ordenamiento jurídico y no
del contrato, por lo que cualquier referencia a éste es innecesaria. En este
sentido, y debido a que su fuente es la ley, los poderes a que hacemos referencia
se encontrarán presentes aun cuando no se los incluya en el contrato
administrativo. Más aún, si se les incluyese esto sería meramente descriptivo y no
añadiría elemento nuevo alguno a la relación; la Administración ya los tendría.

3- De acuerdo a la Ley No.1494, Art.3, “el Tribunal Superior Administrativo será la


jurisdicción competente para conocer y decidir, en primera y última instancia, las
cuestiones relativas al cumplimiento, caducidad, rescisión, interpretación y efecto
de los Contratos Administrativos (concesiones y contratos de servicios públicos
o de construcción de obras públicas), celebrados por el Estado por los
establecimientos públicos, el Distrito de Santo Domingo, las Comunes y
Distritos Municipales, con personas o empresas particulares…”

4- Establece esta teoría que las partes no pueden o no deben sufrir las
consecuencias de los acontecimientos que no podían prever en el momento de la
realización del contrato. Esta teoría presenta cuando situaciones extraordinarias,
ajenas a las partes, imprevisibles y posteriores a la celebración del contrato
alteran la ecuación financiera del contrato en forma anormal y grave, sin
imposibilitar su ejecución. Según Riveró: “Para que la teoría se aplique se
requieren tres condiciones:

1. La existencia de un hecho exógeno a las partes que se presente con


posterioridad a la celebración del contrato.
2. Que el hecho altere en forma extraordinaria y anormal la ecuación financiera
del contrato.
3. Que no fuese razonablemente previsible por los cocontratantes al momento
de la celebración del contrato.

SOLANGEL MERCEDES SANCHEZ ARIAS


SOLANGEL MERCEDES SANCHEZ ARIAS

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