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Mi experiencia en el aula

Comencé en el año escolar 2010-2011 en la Escuela Bolivariana Félix


Román Duque del Municipio Zea, institución educativa pionera de esta localidad
en donde asisten estudiantes del casco central y de todas las aldeas aledañas a la
comunidad cedeña.

En mi primer día, estaba impaciente sobre cómo sería la acogida o


aceptación en la escuela. Al llegar, el director Prof. Fernando Ocando, gentil y
amable me presentó ante todo el personal, donde observé personas de trato
agradable que me comentaron todas sus impresiones y experiencia a lo largo de
sus años de docencia. E director me explicó la metodología que se llevaba en la
escuela. Consistía en que además de las clases aula, también contaban con
clases de especialistas para ese entonces hoy en día aula/taller, donde se dividía
en dos grupos de estudiantes y un grupo iba con un docente especialista de
manualidades y el otro grupo de estudiantes con el profesor especialista de
música, y así sucesivamente con los demás especialistas: Huerto Escolar, Danza,
Teatro y Dibujo.

Desde que elegí mi carrera a estudiar sentía empatía hacia el enseñar a


niños a leer, escribir y dibujar, además que me la pasaba jugando con mis
hermanas a la maestra, siempre era la maestra.
Fui asignada para el primer grado con 27 estudiantes, sentí cierto
nerviosismo. Prácticamente no había tenido contacto con niños ni tampoco sabía
si el ejercer como maestra me iba a resultar sencillo. Además los conocimientos
adquiridos a lo largo de la carrera, tampoco sabía si todos ellos iban a resultarme
del todo eficaces por lo que estaba insegura y muy a la expectativa de todo lo que
aconteciese.

Para mí fue un reto estar allí con 27 niños y niñas, cada uno diferente, con
temores, otros juguetones y habladores, el que lloraba cuando lo dejaban en la
entrada de la escuela, al tranquilo. No fue fácil, pero tampoco fue imposible,
siempre buscando las actividades y estrategias que resultasen apropiadas para su
aprendizaje.
Luego, al año escolar 2011-2012 me asignaron 4to grado, allí mi
experiencia fue más agradable si puede llamar así, pues los estudiantes seguían
instrucciones y era más fácil su aprendizaje a pesar que existían diferencias entre
ellos, unos aprendían con más facilidad y otros se les hacía difícil adquirir
conocimientos.

En esta institución me desempeñe en casi todos los grados excepto quinto


grado, pues solicite el traslado para la Escuela Bolivariana La Cuchilla,
perteneciente al NER 023, siendo su directora la Profesora Hiliana Escalante,
quien aun continúa en ese mismo cargo. Mi solicitud de traslado era porque la
escuela quedaba cerca a mi residencia, y que a su vez favorecía al estudiantado
de esa institución, porque las docentes que allí laboraban vivían en Tovar y se les
hacia muchas veces difícil por el transporte, lluvias entre otros factores, llegar a
la institución, lo que generaba pérdida de clases para los estudiantes. Fue
aceptado mi traslado en el año escolar 2015-2016- allí era otra modalidad porque
se trabaja con multigrados (1°, 2° y 3°) y (4°, 5° y 6°).
Comencé con (1°, 2° y 3°), la planificación era diferente por grado, aparte
de ello el nivel de aprendizaje no coincidía con el grado, inicie con nivelación tanto
en lectura, escritura y pensamiento lógico matemático, la única ventaja era, que
existía poca matricula (9 estudiantes en los tres grados) se le podía dedicar a
enseñar individualmente. Los niños eran cariñosos, amorosos y respetuosos, se
daban a querer y me enseñaron a enamorarme de lo que hacía como docente.
A partir del año escolar 2017-2018 he impartido los grados (4°, 5° y 6°),
quizás me identifico más con ellos, y la docente que da (1°, 2° y 3°) le agrada
trabajar en esos grados. Pues mi trabajo en el aula en los últimos años ha sido un
poco atrofiado, pues con lo de la pandemia se perdió y se atraso el aprendizaje,
ahora en este año 2022-2023 los niños de 4to llegaron aprendiendo a leer y
escribir, no existió apoyo en el hogar y la tarea ahora como orientadora del
aprendizaje, es lograr que ellos vuelvan adquirir esta habilidad de la lectura y
escritura, el pensamiento lógico matemático, en donde se están desarrollando
actividades que a ellos les agrade para que su aprendizaje sea significativos.
Siempre estaré dispuesta a la transformación de la práctica docente, pues
siento que cada vez nos preparamos para enfrentar nuevos retos educativos.

Realmente me siento muy orgullosa de lo que hago, no hay nada mas


gratificante desarrollar una clase y darse cuenta que los estudiantes han
entendido lo que se les ha explicado y que ellos mismos formaron parte de esa
clase con sus aportes, opiniones y experiencias. Me he dado cuenta que elegí
bien mi carrera y es algo de lo que no me voy a arrepentir.

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