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Por ejemplo, la alcaldesa Claudia Lopez ha publicado un tweet con la siguiente afirmación :
“ No quiero estigmatizar a los venezolanos, pero hay unos que en serio nos están haciendo
la vida a cuadritos. Aquí el que venga a trabajar bienvenido sea, pero el que venga a
delinquir deberíamos deportarlos inmediatamente” si bien puede llegar a ser correcto el
hecho de “castigar” la delincuencia, se llegan a generar estereotipos sobre los venezolanos.
Claudia además afirmó que el crecimiento delincuencial en el transporte público es culpa de
los venezolanos, esto implica una generalización que influencia a los ciudadanos a creer
que todos los venezolanos son malos y vienen a robar. Así cómo Claudia Lopez, el alcalde
Pamplona Humberto Pisciotti decretó: “prohibió el ingreso y permanencia de migrantes en
condición irregular para minimizar la expansión del coronavirus”, es evidente un mensaje de
aporofobia tapado por tratar de evitar la expansión del coronavirus, y estos no son los
únicos ejemplos que se han encontrado de políticos y funcionarios públicos.
Adicionalmente, se ha comprobado que estos mensajes sólo generan desinformación ya
que han sido desmentidos a través de la siguiente afirmación “La migración venezolana no
es responsable del aumento de la criminalidad en Colombia. Siendo 3,6% de la población,
sólo el 0,63% de delitos son cometidos por venezolanos. Con una población de 1,8 millones
de personas, sólo 1.500 están en la cárcel de los 100 mil privados de libertad, mientras que
Migración Colombia ha expulsado a 7 mil delincuentes arrestados”(Jeanfreddy
Gutierrez,2020), así cómo Jeanfreddy incluso el director de migración Colombia salió a
desmentir estas afirmaciones pronunciando la siguiente afirmación:“La criminalidad en
Colombia no surge con la migración venezolana. Los problemas de criminalidad que
lamentablemente tenemos vienen de muchísimo tiempo atrás”.
En conclusión, durante los últimos años el país Colombiano se ha caracterizado por sufrir
una red estable de la aporofobia, donde indirecta o directamente los funcionarios públicos
han influido en que perdurará y se masificara. Se ha normalizado el vivir en una sociedad
donde se justifica la aporofobia y si bien no hay un actor clave en esto, todo ser que vive en
la sociedad hace parte del conjunto aporofóbico, porque se vive en una sociedad donde a
pesar de ser vistas las problemáticas y claras sus soluciones, el ser individual prefiere
ignorarlas y vivir en en la mentira, agrandamos la indiferencia entre los mismos individuos
del país Colombiano. Al no tomarse acción, se justifica la aporofobia, es ese tipo de
problemas que no se pueden evadir y simplemente pensar que si no tiene que ver conmigo
no es mi asunto, este tipo de pensamiento es el que ha llevado al autoconsumo de la
sociedad, de que cada problema que ocurre es ignorado simplemente porque no me
relaciono directamente con el. La solución está en la propia mente humana y sus valores
como individuo, el cerebro se forja y cambia para eliminar los pensamientos de odio y
desprecio hacia los demás. La sociedad es el ser humano como individuo, desde su actuar
personal es capaz de cambiar pensando de manera crítica y razonable, si se empieza por el
cambio personal se trabaja en el cambio colectivo y poco a poco se avanza hacia dejar de
lado la cultura del silencio a la cual estamos tan acostumbrados.La invitación es a actuar y
pensar de forma que pueda aportar a una nueva sociedad, replanteese su papel en la
sociedad y actúe para que cada dia sea mejor, no será fácil pero por algo se empieza.