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TESIS
TITULO PAGINAS
AGRADECIMIENTOS
INTRODUCCION 1- 6
CAPITULO 1: Antecedentes de la campaña. 7 - 18
3. Factor Económico. 29 - 31
4. Factor Social. 31 - 32
5. Conclusiones Parciales. 32 - 33
CAPITULO 3: Ejércitos enfrentados. 34 - 69
1. Ejército Portugués. 34 - 46
2. Andresito Artigas y su ejército criollo guaraní. 46 - 69
CAPITULO 4: Primera Fase de la Campaña. 69 - 85
1. Situación previa. 71 - 72
2. Batalla del Arroyo Catalán. 72 - 75
3. La invasión de las Misiones Occidentales, 75 - 79
primeros combates.
4. Operaciones sobre las misiones al norte del rio 79 - 80
Uruguay.
5. La retirada de Andresito y la posición de 80 - 84
Corrientes.
6. Conclusiones parciales. 85
CAPITULO 5: Segunda Fase Operaciones sobre el 86 - 101
Paraná.
1. Situación general en la Banda Oriental. 86 - 87
2. Las operaciones sobre le Paraná y el combate 87 - 92
de Ibiratingay.
3. Intento de sedición de Corrientes. 92 - 97
4. La incursión Paraguaya. 97 - 98
5. La retirada Portuguesa. 98 - 100
6. Conclusiones parciales. 100 - 101
CAPITULO 6: La Batalla de Apóstoles. 102 - 120
1. Movimientos previos. 102 - 104
2. La batalla de Apóstoles de Acuerdo a las 105 - 110
primeras fuentes documentales.
3. Análisis particular. 111 - 115
4. Síntesis realizada por el autor en torno a la 115 - 116
I
batalla.
5. Acciones Posteriores. 117 - 118
6. Consecuencias inmediatas. 118
7. Conclusiones parciales. 118 - 120
CONCLUSIONES FINALES 121 - 125
BIBLIOGRAFIA 126 - 129
II
INTRODUCCIÓN
1) Antecedentes y justificación
La campaña defensiva del Uruguay del año 1817 fue uno de los hechos de armas
que protagonizó Andresito en su lucha contra los portugueses, y que caracterizó la historia
de muchas localidades correntinas y misioneras. Actualmente, estas ciudades quieren
reivindicar este hecho como un antecedente de su aporte histórico, concretamente, de la
lucha por la independencia nacional ante la dominación lusitana y española.
Existe muy poca bibliografía referente al tema elegido de la tesis; el material que se
encuentra no considera a las operaciones militares desarrolladas durante el año 1817 como
una campaña única.
1 - 129
Cuando el autor de este proyecto estaba destinado a la localidad de Apóstoles,
empieza a conocer los hechos que generaron esta campaña y en especial el relativo a la
batalla de Apóstoles; nace un interés por conocer en profundidad el desarrollo de esta
batalla, razón por la cual emprendió la recolección de datos que ilustraron este hecho. En el
año 2007, la municipalidad de la ciudad de Apóstoles, conjuntamente con el Regimiento de
Infantería de Monte 30, tuvieron la idea de recrear la batalla de Apóstoles, pero los datos
históricos estaban incompletos o no pormenorizaban aspectos militares importantes para
poder materializar la recreación. En el año 2009, la recolección de datos y análisis de estos
aspectos militares permitió la realización de la recreación de la batalla de Apóstoles como
hecho culminante de la campaña de 1817; resultó un éxito y un importante aporte a la
historia de esta ciudad.
Pregunta inicial: ¿En qué medida los hechos militares producidos durante la
invasión portuguesa de 1817 permiten confirmar las acciones de Andrés Artigas como una
campaña militar?
3) Objetivos de investigación
1. General:
Analizar los hechos militares y sus efectos durante la invasión portuguesa de 1817
para elaborar un documento histórico-militar de la campaña, a fin de delimitar su inicio, su
final y sus principales combates y batallas.
2. Específicos:
2 - 129
Definir cuál fue la participación que tuvieron los actores estratégicos en esta
campaña.
Los primeros antecedentes escritos sobre esta campaña son: el parte oficial del
brigadier Chagas y la obra del sacerdote brasileño Joao Pedro Gay. Esta última, titulada
“Historia da República Jesuítica del Paraguay”, fue publicada en Río de Janeiro en 1863 —
existe una copia en la Biblioteca Nacional de Maestros, con notas manuscritas de Leopoldo
Lugones—. En esta obra el clérigo recoge datos de protagonistas que ilustran sobre la
historia de las misiones jesuíticas.
3 - 129
de Andresito, su empleo y logística; sin embargo, en esta colección no hay ninguna que
haga referencia directa a la batalla de Apóstoles, se nombran solo algunos de los otros
combates. En el Archivo Histórico de la provincia de Corrientes se pueden encontrar
algunas cartas de Andresito a Artigas en las que cuenta sobre los combates contra los
portugueses en la campaña de 1817, en la aproximación hacia Apóstoles.
La primera obra nacional que toma como tema central la campaña de 1817 es
escrita por Jorge Francisco Machón, en el XV Encuentro de Geohistoria Regional, llevado
a cabo en Gobernador Virasoro, Corrientes, el 8 y 9 de septiembre de 1995. En esta obra se
evidencia el aporte de transcribir el parte oficial del brigadier Chagas, extraído de las
memorias de Manuel Joaquim de Almeyda Coelho, autor de la obra en portugués
“Memoria Historica do extinto Regimento D`Infantaria de linha da Provincia de Santa
Catharina”, escrita en 1850. El aporte documental de esta obra es importante, pero no deja
una clara conclusión científica en aspectos militares sobre su resultado.
4 - 129
La obras de Esteban Snihur “Enciclopedia. La Herencia Misionera” y,
posteriormente, “Andrés Guacurarí Artigas y la Batalla de Apóstoles”, nos refieren al
hecho específico de la batalla de Apóstoles con un buen relato, aunque corto, y con una
descripción resumida basada en datos que si bien fueron obtenidos por bibliografía,
análisis de hallazgos arqueológicos y factores geográficos, no están debidamente
expresados y comprobados en la obra. Esta responde más a la elaboración de una
bibliografía básica para los que quieran tener una aproximación al tema.
Todos estos escritos, si bien relatan en forma esquemática los hechos ocurridos
durante la campaña y la batalla de Apóstoles, no profundizan en los aspectos militares, el
terreno, las fuerzas enfrentadas, los principios de la guerra empleados, las características de
los comandantes, los medios logísticos, ni la relevancia de los resultados, aspecto que este
trabajo intenta demostrar.
6) Metodología empleada
Para lograr este cometido, se examinarán partes de batalla, cartas manuscritas de los
protagonistas, documentos oficiales y cualquier otro aporte documental escrito que pueda
ser obtenido de los archivos históricos de la provincia de Corrientes, Archivo Nacional de
la República Argentina y Archivo Nacional de la República Oriental del Uruguay.
El estudio de los aspectos tácticos será efectuado con las reglamentaciones de época
para lo cual se utilizarán: el reglamento de las milicias portuguesas de 1808, los
5 - 129
reglamentos británicos de las guerras napoleónicas 1795–1815 y la reglamentación
española de este periodo; para el estudio de las tácticas particulares de las montoneras
artiguistas nos remitiremos a los relatos de los protagonistas. Finalmente, se compaginarán
los datos obtenidos para alcanzar los objetivos generales y específicos.
7) Relevancia de la investigación
6 - 129
CAPÍTULO 1
ANTECEDENTES DE LA CAMPAÑA
“Los actores de la estrategia son entes capaces de determinar sus fines y emplear
racionalmente sus medios para alcanzarlos.
Por lo tanto, pueden ser actores estratégicos los Estados, grupos de Estados,
grupos sociales o instituciones nacionales o internacionales.
Los actores para concretar sus fines necesitan influir sobre otros, de manera tal
que la conducta de los segundos se modifique en el sentido que los primeros desean e
impulsan. Para ese logro, ejecutan una variedad de acciones: mensajes, gestos, amenazas,
conciliaciones y —llegado el caso— empleando la fuerza. Se establece de esa manera una
interacción en la cual los actores estratégicos tratan de influir sobre los demás mediante
la utilización de un cierto idioma, susceptible de comprensión por las partes involucradas
en los coloquios de este tipo. Este idioma conforma el lenguaje estratégico, posible de
definir como: el conjunto de palabras gestos y acciones con el cual los actores
estratégicos intentan influir sobre la conducta de otros actores”1.
1
Escuela Superior de Guerra Teniente General Luis María Campos, “Bases para el Pensamiento
Estratégico”. Tomo I. Estrategia Militar. Buenos Aires: Docencia, 1994.
7 - 129
participación categórica en el desarrollo de la campaña militar estudiada. Por lo demás, la
intervención del Reino Unido de Gran Bretaña y Francia si bien tuvo influencia, no fue
decisiva en forma directa, excepto en las tácticas empleadas por el ejército portugués; por
eso no serán estudiados como actores estratégicos en este capítulo.
Las luchas por la Banda Oriental y por las Misiones Orientales fueron constantes en
el siglo XVIII. Esto se debió en gran parte a la expansión portuguesa en detrimento de las
posesiones españolas, ignorando el Tratado de Tordesillas que establecía las fronteras entre
ambos reinos. A partir de 1680 los portugueses ocuparon la costa sur de la Banda Oriental
y fundaron la Colonia del Sacramento que se constituyó en el centro del contrabando del
Río de la Plata; fueron expulsados en dos oportunidades por los españoles de Buenos Aires
y volvieron a ocuparla debido a la mala diplomacia hispana.
“En 1750 se firmó el Tratado de Permuta, por el cual Portugal devolvía la colonia
a España, y esta cedía en compensación el territorio comprendido entre los ríos Uruguay
e Ibicuy (Rio Grande del Sur), en el que se hallaban siete pueblos de las Misiones
Jesuíticas. Esto dio origen a la guerra guaranítica, al resistirse los indios de esas misiones
pasar a depender del Portugal.
Pero las dificultades puestas por los portugueses para el cumplimiento del tratado,
avanzando dentro de territorio español y reforzando las defensas de la Colonia de
Sacramento, hicieron que Carlos III lo denunciara el 19 de septiembre de 1760 y
declarara nulo lo hecho para cumplirlo, dejando las cosas como estaban antes. A pesar de
ello, los portugueses no devolvieron las tierras que habían ocupado”2.
Las campañas de Pedro Ceballos y la creación del virreinato del Río de la Plata
pusieron un freno a las ambiciones portuguesas, pero estas se reanudaron nuevamente en
los inicios del siglo XIX. A mediados del año 1801, se había desarrollado en Europa un
conflicto entre España y Portugal que influyó en el desarrollo de operaciones militares en
América: un ejército formado por 60.000 españoles atacó Portugal como represalia por no
unirse al bloqueo decretado por Napoleón. Al inicio se tomaron algunas plazas fronterizas,
2
SORIA, Diego Alejandro. “La guerra de los siete años en el Río de la Plata”, Revista Militar, N.º 717,
Mayo-Agosto 1987 Buenos Aires, Argentina, p. 103.
8 - 129
entre ellas Olivenza; después de ser derrotado el ejército portugués en Arroches, el 6 de
julio, finalizaba la guerra con la firma de un armisticio. A este conflicto se lo denominó
como la guerra de las Naranjas, porque los soldados españoles cortaron algunos ramos de
naranjas en las inmediaciones de Olivenza y los entregaron al primer ministro Manuel
Godoy quien a su vez se los regaló a la reina María Luisa.
A causa de la invasión de Francia a España y por consejo del Reino Unido, Portugal
debe apoyar al bando realista en contra de la junta de Buenos Aires.
9 - 129
“La corte de Portugal se hallaba desde 1811 instalada en Río de Janeiro por haber
tenido que ir de Lisboa como resultado de la invasión napoleónica. Años hacía que se
venía intrigando desde esa corte, en la cual figuraba Carlota de Borbón, hermana del Rey
de España, Fernando VII, que aspiraba a quedarse con todos estos territorios
argumentando lazos de consanguinidad y a hacerse coronar “Reina del Río de La Plata”.
Ya hemos visto cuánto estorbaron estos planes, que no eran mal vistos por algunos de los
principales protagonistas de la revolución de Mayo, el desarrollo de la revolución
emancipadora y la resistencia inquebrantable que les opuso Artigas en todo momento”3.
En 1815 Artigas recuperó Montevideo, ocupada hasta entonces por las tropas
porteñas, y convocó, el 29 de junio de 1815 en Concepción del Uruguay, al Congreso de
los Pueblos Libres. Allí estaban los diputados por la Banda Oriental, Corrientes, Santa Fe,
Córdoba, Entre Ríos y Misiones. Sus primeros actos fueron: jurar la independencia de
España, izar la bandera tricolor (igual a la de Belgrano, pero atravesada por una franja roja,
símbolo del federalismo), y resolver no concurrir al Congreso de Tucumán, convocado por
el directorio, en protesta por la actitud del gobierno porteño de fomentar la invasión
portuguesa de la Banda Oriental para terminar con Artigas.
3
LASPLACES, Alberto. “José Artigas Protector de los Pueblos Libres”, 1.ª ed., Madrid: Espasa Calpe S.A.,
1933, pp. 167–168.
10 - 129
España, la otrora enemiga de Portugal, se encontraba ahora en una situación de
conveniencia de intereses, y con la caída de Montevideo se hallaba enfrentada a los
revolucionarios en el Alto Perú y esperaba en Chile los refuerzos de Europa que vendrían
desde Lima.
4
RUIZ MORENO, Isidoro J. “Campañas militares argentinas: la política y la guerra” Buenos Aires: Emecé,
Memoria Argentina 2005, p. 207
11 - 129
3. La campaña de 1816
Las condiciones al año siguiente estaban dadas para que Portugal pudiera comenzar
a empeñarse en forma más protagónica en la Banda Oriental.
“Así fue como a principios de 1816 comenzaron a arribar a Río de Janeiro los
transportes trayendo los primeros batallones del llamado Ejército de Voluntarios Reales,
soldados europeos a quienes se encargaría la conquista de la Banda Oriental. Llegaron a
la capital del Brasil unos seis mil hombres, con todas sus armas, pertrechos, municiones,
etc., que, como se comprenderá, tratándose de soldados que se habían medido
ventajosamente con los ejércitos napoleónicos, eran de lo más perfecto y poderoso del
mundo en aquella época. Con ellos arribaron también sus generales, el más prestigioso de
los cuales, y al que se le encargaría de la dirección de la expedición, era Carlos Federico
Lecor, que había luchado a órdenes de Wellington, el que le tenía grandísima estima,
hasta el punto de haberle confiado el mando de una división anglo-portuguesa, que se
distinguió mucho en la guerra contra los generales franceses. Por otra parte, Juan VI,
disgustado por haber obtenido tan pocas ventajas en el congreso de Viena, resolvió
instalarse definitivamente en Río de Janeiro, elevando al Brasil de la categoría de colonia
a la de reino, incorporándolo directamente a Portugal y a Algarves. Todos estos factores
coincidieron y fueron preparando la conquista a la Banda Oriental, ya planeada con
mucha anticipación”5.
División Entre Ríos: al mando de Verdún con 800 milicianos e indios charrúas,
minuanes y guaycurúes.
Artigas tiene las primeras noticias sobre la invasión lusitana en la primera quincena
de 1816:
“El once de dicho mes, remitió Andresito una carta anónima, fechada en Río de
Janeiro el 20 de diciembre de 1815, en la cual entre otras noticias el informante
anunciaba sin lugar a dudas la invasión de la Banda Oriental para abril de ese año o
mayo del año siguiente (1816), denunciando la existencia de un manejo de intrigas en las
que estarían comprometidos los hombres de Buenos Aires. Dos días después la circuló a
las autoridades de su dependencia. Esta información confirmaba —las noticias privadas—
que ya poseía el caudillo, induciéndole a adoptar la firme resolución —que mantuvo
13 - 129
inconmovible con firmeza ejemplar mientras estuvo en condiciones de luchar por la
libertad de su patria Oriental— de defender su suelo hasta dar la última gota de sangre”6.
6
LOZA, Emilio. “La invasión Lusitana, Artigas y la Defensa de la Banda Oriental”. En: LEVENE, Ricardo.
Historia de la Nación Argentina, Academia Nacional de la Historia, volumen VI, pp. 177-178.
7
“La invasión Lusitana, Artigas y la Defensa de la Banda Oriental”. Ob.cit., p. 179
14 - 129
comercio, con el objeto de remediar las necesidades, inspirar a los naturales el amor al
trabajo y allegar recursos para comprar armas y todo lo preciso”8.
Estas fuerzas se complementaron en Santa Catalina con las fuerzas del general
Xavier Curado.
Los primeros encuentros entre las fuerzas contendientes sucedieron en los ulteriores
combates de Ibirapuita Chico y Sao Borja. En este último, Andresito sitió a las fuerzas de
Chagas, combate en el cual se centra un buen antecedente del mando en operaciones de
Andrés Artigas. Es por ello necesario relatar en profundidad este encuentro:
8
De Artigas a Andresito. Purificación, 26 de Marzo de 1816. Museo Mitre, contribución documental para la
historia del Río de la Plata, Tomo IV, pp. 84-86.
9
O Exercito na Historia do Brasil Tomo II, Biblioteca do Exercito, Río de Janeiro: Ed Salvador, 1998, p. 22.
15 - 129
combatientes no tenían armas, de manera, que durante la lucha, cuando un indio guaraní
caía muerto, un compañero levantaba su arma y ocupaba su lugar en el combate.
Das Chagas Santos tenía solo 120 hombres, entre integrantes de la caballería
portuguesa y la caballería guaraní, cuando el 13 de septiembre se le incorporaron 85
soldados de la Compañía de granaderos, en tanto los milicianos de la caballería protegían
la quinta.
El capitán José María da Gama Lobo fue nombrado mayor de la Plaza Brasilera,
mientras que el alférez Antonio Agostinho Capistrano, con treinta granaderos, formó un
piquete que debía prontamente acudir al punto donde fuera necesario o donde la avanzada
del ejército de Andresito diere mayor peligro a los sitiados. Después de tres días de sitio, el
comandante Andresito intimó al brigadier Das Chagas Santos la rendición de San Borja, en
los siguientes términos:
Hallándose mis tropas con decidido ánimo de asaltar la plaza, tengo a bien poner
en consideración de V.S. su rendición dentro de tres horas, pues entrando bajo el fuego se
pasarán a degüello todo enemigo, y aun caerán tantos inocentes, y para evitar esta gran
efusión de sangre que amenaza, será mejor que rinda V. S. las armas y entregue los
pueblos a sus dueños que vienen a rescatarlos, pues no es otro el fin que nos anima a
10
SAVOINI, Juan Luis. “Andrés Guaçurary y Artigas, La destrucción de las Misiones Occidentales”.
Instituto Superior del Profesorado. Santo Tomé, 1990, p. 66
16 - 129
derramar la última gota de sangre, sino lo nuestro nativo quitado con ignominia el año
1801 como a V. S. debe ser notorio.
Andrés Artigas”11.
Los portugueses se presentan con 630 hombres y con dos piezas de artillería.
Andresito divide sus fuerzas en cuatro grupos, enfrentándose a las fuerzas de Abreu y
Chagas que desde el sitio apoyaron a sus auxiliadores. Las fuerzas guaraníes se baten por
dos horas en un combate feroz y, con sus tácticas montoneras, evitan su aniquilamiento y
se repliegan en dirección de los cuatro puntos cardinales para reagruparse posteriormente
en Santo Tomé. En este combate Andresito pierde su espada, razón por la cual promete no
volver a portar una hasta recuperarla de manos de los portugueses.
11
“De Andresito a Chagas”, Museo Mitre, ob. cit., Tomo, IV. p. 107.
17 - 129
Esta derrota permite que los portugueses consoliden San Borja, lo cual ocasiona el
repliegue de las fuerzas de Andresito al otro lado del río Uruguay (Anexo 2. Campaña de
Andresito de 1816). A estos combates desfavorables se sumó una derrota de mayor
envergadura producida en Corumbé, en octubre de 1816, sufrida por las fuerzas
comandadas por el mismo Artigas. No era mucho más venturoso el panorama de sus
fuerzas en el sur del Uruguay. Otorgués fue vencido en dos oportunidades por el mariscal
Silveira; por su parte Fructuoso Rivera tuvo un gran revés en la batalla de India Muerta, el
19 de noviembre de 1816, donde sus fuerzas fueron aniquiladas por las tropas de Lecor.
Con estas derrotas finalizaba el año 16, lo que planteaba a las fuerzas artiguistas un
panorama poco alentador. El directorio de las Provincias Unidas, por un lado, les exigía la
subordinación a cambio de ayuda, y los portugueses por el otro, emprendían el año 17 con
una nueva victoria que les permitiría pasar a la ofensiva.
18 - 129
CAPÍTULO 2
1. Factor geográfico
19 - 129
a. PANTANAL
1) Conceptos generales
“El pantanal Correntino también conocido como los Esteros del Iberá o Humedal
se desarrolla por el centro norte de la provincia de Corrientes.
Se extiende en una región que comparte muchas similitudes con el Chaco Húmedo,
pero a la vez tiene ciertas particularidades que le confieren características propias. Los
esteros y lagunas son aquí aún más abundantes que en el Chaco Oriental, y estas últimas
están separadas de la tierra firme por verdaderas costas flotantes denominadas
“embalsados”, tal vez el rasgo más singular de la región. Los esteros son terrenos,
permanentemente inundados con una profundidad de entre cincuenta centímetros y un
metro y medio, donde el agua solo desaparece en las grandes sequías; están densamente
cubiertos por vegetación palustre”12.
2) Ubicación geográfica
3) Relieve
“Es una extensa llanura con una muy suave pendiente hacia el sudeste, donde las
depresiones forman las lagunas y esteros que en algunos casos se comunican por riachos.
12
Escuela Militar de Monte. “Proyecto de reglamento de instrucción básica de monte”, año 2012.pag 18.
20 - 129
escasas áreas de tierra seca, mayormente lomadas bajas y arenosas, y una gran extensión
de bañados, es decir, terreno anegable o anegado. (Ver Anexo 3 Fig. N. º 1)
4) Clima
5) Hidrografía
No existen ríos de importancia, y toda esta región está constituida por un sin fin de
lagunas, esteros, riachos que modifican su geografía con las inundaciones y sequías que
afectan a la zona.
6) Vías de comunicación
Para la época no existían rutas importantes que atravesaran los esteros, y los pocos
caminos de tierra se volvían intransitables en periodo de lluvias.
b. CAMPOS Y MALEZALES
1) Conceptos generales
13
ibíd. p. 19.
21 - 129
emparentada con el cerrado brasileño–paraguayo, donde los pastos son dominantes
gracias a la existencia de una capa rocosa cercana a la superficie que impide el
crecimiento de árboles. Este paisaje de relieve ondulado, con vegetación herbácea
interrumpida por isletas selváticas (conocidas por el nombre de “capones”) y selvas en
galerías, se continúa por el Noreste de Corrientes, dando lugar a dos zonas diferenciadas
que ocupan aproximadamente la misma superficie los campos al norte y los malezales al
sur”14.
2) Ubicación geográfica
3) Relieve
En el sur, la llanura es una planicie sedimentaria con escurrimiento lento, sin cauces
definidos y presencia de bañados que desaguan en los ríos Miriñay y Aguapey o
directamente en el Uruguay. Es una región con suaves ondulaciones que van decreciendo
de norte a sur.
4) Hidrografía
Recorre esta región el río Uruguay por el sur y el río Paraná por el norte, donde
desembocan numerosos arroyos de variado caudal, siendo el más importante el arroyo
Aguapey que atraviesa en forma diagonal y hacia el sur toda la región.
14
Ibíd. p 20.
15
Ibíd. p 21.
22 - 129
5) Vías de comunicación
Para la época existía una importante y bien desarrollada red de caminos, muchos de
ellos asentados sobre la antigua red de comunicaciones de las misiones jesuíticas, siendo la
principal zona de maniobras de los ejércitos enfrentados durante la campaña.
6) Clima
Esta zona comparte el clima subtropical de las otras, predominando las fuertes
lluvias en otoño. Este clima fue determinante durante la última etapa de la campaña,
cuando las fuerzas portuguesas trataron de destruir a los artiguistas en Apóstoles, allí
sufrieron fuertes lluvias desde finales de junio hasta principios de julio, como comentó el
general Chagas en el parte de la batalla de Apóstoles.
7) Población
c. SELVA PARANAENSE
1) Conceptos generales
23 - 129
La selva paranaense, también conocida como selva misionera, es un sector de una
gran densidad en su vegetación y de un relieve variado (Ver Anexo 3 Fig. N.º 3). Sus
características de difícil acceso sirvieron de protección a los poblados de Corpus, San
Ignacio Miní, Loreto, Mártires, San Javier y Santa María durante la campaña de 1817.
2) Ubicación geográfica
3) Relieve
“Esta región tiene una columna vertebral que corre por el centro de la provincia
de Misiones de noreste a sudoeste siendo divisoria de aguas en sus tres cuencas
principales al Norte en la cuenca del río Iguazú, al Oeste en la cuenca del río Paraná y al
Este en la cuenca del río Uruguay, en el centro también se forman valles longitudinales y
la zona de mayor altura se desarrolla hacia el noreste en proximidades de la localidad de
Bernardo de Irigoyen, con alturas superiores a los 1000 metros”16.
4) Clima
Las lluvias están bien distribuidas durante el año. Se registran temperaturas medias
anuales que oscilan los 19º C, con precipitaciones de 1500 mm a 1800 mm anuales. Casi
toda la región está sujeta a más de cinco días de heladas por año.
5) Hidrografía
El sistema hidrográfico de esta región está compuesto por tres cuencas principales:
la cuenca del río Uruguay, navegable en esta zona por embarcaciones livianas debido a los
afloramientos rocosos que forman rápidos llamados “correderas”. La cuenca del río
16
Ibíd. p 22.
24 - 129
Iguazú, importante afluente del río Paraná, también navegable solo en algunas secciones
con pequeñas embarcaciones, ya que tiene numerosas represas del lado brasileño, además
de la existencia de las cataratas que llevan su nombre. Por último, está la cuenca del Alto
Paraná, navegable en toda su extensión por embarcaciones de mediano calado.
6) Vías de comunicación
Para la época existían pocos caminos en esta zona lo cual permitió el aislamiento de
las poblaciones durante la invasión portuguesa. Las lluvias vuelven intransitable la mayoría
de los caminos de tierra que recorren la selva.
El río Paraná es una importante vía de comunicación que relaciona todas las
localidades que se encuentran sobre sus costas.
7) Población
Se divide en varias ramas y numerosos grupos que, dentro de una gran uniformidad
cultural y lingüística, se distinguen por pequeñas diferencias. Los guaraníes representan la
rama meridional de esta interesante familia lingüística. Esta se extiende por la mayor parte
del Paraguay y porciones considerables del sur del Brasil, además de varias regiones
aledañas de Bolivia y de la Argentina. Esta rama es, sin duda, la más importante de todas,
y también la madre de las otras.
Los principales poblados fueron: San Carlos, Concepción, San Ignacio, Santa Ana,
Loreto, Santa María, Mártires, San José, Candelaria y Corpus. Este territorio y su
25 - 129
características son muy bien descriptos por el padre Joao Pedro Gay en su obra “História
da República do Paraguai”, publicada en 1863. Gay, al investigar sobre la historia de los
sacerdotes jesuitas, recorre las misiones durante los años 1843 y 1844 y deja una
interesante impresión sobre cómo la selva había ganado territorio, señalando que solamente
quedaban los campos de cultivos con limones, yerba mate y algunos naranjales, como
testigos del aporte jesuítico a la economía de la región. (Ver Anexo 3. Ruinas de la misión
de los Santos Apóstoles).
2. Factor político
26 - 129
a. Artigas y la Liga de los Pueblos Libres
“Pero, ¿en qué consistía este proyecto? Como condición imprescindible, Artigas
exigía la independencia total y absoluta con respecto a España y a su dinastía reinante,
los Borbones, por lo que descartaba cualquier posibilidad de coronar a algún familiar de
Fernando VII como rey del Plata. Esto también respondía al espíritu republicano
sostenido, y compartido en gran medida con algunos de los primeros impulsores de la
revolución en el Plata, como Mariano Moreno, y que tenía su origen fundamentalmente en
los pensadores franceses. Estas posturas fueron pronto abandonadas por el sector
centralista porteño, que al entreverse la derrota de Napoleón en Europa y el regreso de
Fernando VII al Trono, consideró la posibilidad de una salida monárquica o incluso la
búsqueda de una suerte de protectorado británico.
27 - 129
podía ser rápida, sino que debía darse en forma gradual, a través de pactos
interprovinciales que fueran perfeccionándola, sin recurrir nunca a la imposición, hasta
llegar a un punto de desarrollo y madurez que permitiera la sanción de una constitución.
Este sistema no se podía dar mientras la ciudad de Buenos Aires siguiera teniendo
tanto poder económico y político, amparándose en que absorbía las cuantiosas ganancias
generadas por la aduana de su puerto. Por ello Artigas consideraba que la capital debía
estar necesariamente fuera de esta ciudad”17.
b. Portugal
c. Paraguay
El Paraguay se encontraba representado desde 1814 por la dictadura del doctor José
Gaspar Rodríguez de Francia. Este presentaba una política cerrada y aislacionista con una
importante pretensión sobre las Misiones Occidentales, especialmente las de la costa del
Paraná que consideraba propias después del tratado del 12 de octubre de1811 con Buenos
17
MACHÓN, Jorge y CANTERO, Daniel. “1815–1821 Misiones, provincia federal”. Posadas: Editorial
Universitaria de Misiones, 2008, pp. 20-21.
28 - 129
Aires. Este tratado exponía lo siguiente: […] “por el artículo 4º los límites quedaron como
hasta entonces, hasta tanto el congreso general estableciera la demarcación territorial,
pero reconociéndose la jurisdicción paraguaya en los partidos de Pedro Gonzales y
Candelaria”18.
Esta fue la causa por la cual Paraguay, en marzo de 1814, ocupó los departamentos
de Candelaria y de Concepción con todos los pueblos que lo integraban. Artigas deseaba
ganar la alianza de Paraguay a su causa, pero las características políticas del doctor Francia
lo llevaron a autorizar a Andresito a recuperar en 1815 los territorios de Misiones tomados
por Paraguay, esto produjo el enfrentamiento de estos dos actores y el acercamiento entre
Paraguay y Portugal.
d. Buenos Aires
La evolución política de la revolución en Buenos Aires había pasado por una junta
y dos triunviratos, y para la caída de Montevideo inauguraba el cargo de director supremo,
figura política que exaltaba la diferencia entre el centralismo porteño y el sistema federal
de Artigas. Esta situación había culminado con la escisión de Artigas del gobierno de
Buenos Aires, en consecuencia fue declarado traidor por dicha autoridad. El resultado de
esta diferencia ideológica fue la creación de la Liga de los Pueblos Libres, hecho que
marcaría el inicio de la separación federal de las provincias hacia el gobierno de Buenos
Aires.
3. Factor económico
La economía de principios del siglo XIX en los territorios de las antiguas misiones
jesuíticas estaba dividida en dos zonas económicas distintas. Los pueblos del norte, con un
ambiente geográfico selvático que tenía como principal producción la yerba mate; los
18
CARDOZO, Efraím. “El Paraguay Independiente”, 2º ed., paraguaya, Asunción: Carlos Schauman Editor,
1988, p. 30.
29 - 129
pueblos del sur que tenían como principal producción la ganadería, siendo las del lado
occidental del río Uruguay las más prósperas por las características del territorio y la
proliferación de ganado cimarrón.
Las misiones del lado del Brasil (sector oriental) no prosperaron como las del sector
occidental. Las continuas depredaciones y guerras en ese territorio, sumado a la
explotación forestal practicada en el sur de Brasil, deterioraron esa región para la
producción económica.
“En el sur, la guerra era constante y los saqueos habían prácticamente agotado la
producción ganadera misionera. En cambio, los estancieros correntinos, que habían
padecido menos por su relativa lejanía respecto al enemigo portugués (en realidad, en
cierto momento hubo un entendimiento directo entre los comandantes correntinos y las
fuerzas portuguesas invasoras de Chagas, que tenían órdenes explícitas de no atacar
posiciones de Corrientes y Paraguay) y al frente de lucha contra Buenos Aires estaban en
pleno proceso de expansión. Los saqueos de los numerosos “indios sueltos” que se
asentaron en la zona fronteriza, eran una fuente constante de reclamos del gobierno de
Corrientes y una de las principales justificaciones para su avance sobre el “Anárquico”
territorio misionero.
Esta situación había generado el constante interés portugués por extinguir las
reservas económicas de las Misiones; las convirtió en un objetivo estratégico operacional
19
MACHON, Jorge, y CANTERO, Daniel. Ob.cit., pp. 30–31.
30 - 129
con el fin afectar de esta forma la logística de las fuerzas de Artigas en todo el teatro de
operaciones de la Banda Oriental.
4. Factor social
“Los indígenas jugaban un papel fundamental, tanto en los planes de Artigas como
en las filas de sus ejércitos […].
Los guaraníes misioneros presentaban una serie de rasgos distintivos: pasados dos
siglos desde evangelización por los jesuitas eran cristianos, sedentarios y poseían una
notable aptitud para las artesanías, la escultura y la música, por lo que muchos de ellos
desempeñaban esas actividades en los centros urbanos de la región e inclusive Buenos
Aires. La institución colonial del Cabildo seguía funcionando en numerosos pueblos, con
sus cargos ocupados por aborígenes. Muchos sabían leer y escribir en español, aunque en
su trato cotidiano se expresaban en su lengua ancestral. Se puede afirmar entonces que los
31 - 129
guaraníes misioneros eran naturales desde el punto de vista étnico pero culturalmente
eran mestizos”20.
5. Conclusiones parciales
a. Factor geográfico
b. Factor político
c. Factor económico
La campaña ofensiva de 1817 por parte del imperio portugués en el sector de las
Misiones Occidentales había tenido por objetivo la destrucción y saqueo de los recursos
económicos de este sector, con la intención de debilitar a las fuerzas de Artigas en todo el
frente.
d. Factor social
33 - 129
CAPÍTULO 3
EJÉRCITOS ENFRENTADOS
1. EJÉRCITO PORTUGUÉS
a. Conceptos generales
El rey Don João cimentó las bases para la organización política administrativa y
militar del Brasil. El fortalecimiento del poder militar era un objetivo político destinado a
llevar a cabo la política externa determinada por el rey, dirigiendo sus esfuerzos en
extender su influencia hacia la Banda Oriental.
La organización militar estaba constituida por tropas de línea, por milicias y por
ordenanzas. Las fuerzas de las milicias, más las de ordenanzas representaban la
sustentación de la ley y el orden, porque garantizaban la autoridad civil de los magistrados
y componían el grueso de los medios para la defensa territorial. Estas fuerzas eran la única
defensa garantizada para el territorio, a pesar de que su adiestramiento militar era
34 - 129
insuficiente. Las tropas de línea más instruidas garantizaban la autoridad militar de los
capitanes generales; las milicias obedecían a sus coroneles; y las ordenanzas, a los
capitanes mayores que eran jefes civiles y militares residentes en las villas y aldeas, junto
con las autoridades judiciales.
A principios del siglo XIX, a causa de las guerras napoleónicas en Brasil, surgía
una nueva organización militar que influía en todo el territorio. Esta reorganización afectó
principalmente a San Pablo, región que pasó a tener tres batallones de infantería, tres de
caballería y dos de artillería en Rio Grande do Sul. La capitanía se separó de la de Santa
Catalina, y la tropa fue reorganizada mediante la creación de un Regimiento de Dragones
con 985 hombres y un batallón de Cazadores con 601 hombres.
35 - 129
local porque sus integrantes —hombres con responsabilidades en la producción económica
de esas tierras— se podían movilizar para ejecutar ejercicios, desfiles revistas u
operaciones militares a órdenes de los gobernadores de provincia, en respuesta a solicitud
del gobierno central. Por último, la tercera línea reemplazaba a las ordenanzas y estaba
constituida por individuos —incapaces de servir en la segunda línea, no por invalidez, sino
por conveniencia o protección de alguna autoridad local— destinados a defender esas
localidades como una reserva local.
b. Mandos portugueses
Las guerras napoleónicas produjeron el éxodo de los mejores oficiales hacia la corte
de Río de Janeiro. El ejército anglo-lusitano de Beresford suplió esta falta con oficiales
británicos y formó sus propios oficiales lusitanos durante las campañas contra Francia.
Este nuevo personal, con gran experiencia de combate, formó la División de Voluntarios
Reales, al mando de Lecor.
Los grados existentes en el ejército lusitano al momento de las operaciones eran los
siguientes:
“Mariscal General: Era el Comandante en Jefe del Ejército, con acceso directo al
monarca. Fue establecido en 1640 bajo el nombre de Capitán General.
36 - 129
El mariscal del Ejército: Era el Jefe de Estado Mayor, subordinado a la Secretaría
de Estado para la guerra. Fue establecido en 1762 y asignado a los gobernadores de las
armas, pero nunca fue utilizado por los agentes. Fue utilizado por primera vez por el
príncipe de Waldeck en 1797.
Primer teniente: Segundo jefe de la compañías que tenían los coroneles, tenientes
coroneles, comandantes y capitanes. Fue suprimido en 1796 en la Infantería y Caballería.
En Artillería e Ingenieros equivalía al rango de Teniente.
Ayudante: Oficial Adjunto del Sargento Mayor, Ingeniero oficial con el rango de
teniente primero hasta 1792
37 - 129
Teniente: 2do comandante de una compañía. Equivalente al rango de teniente en la
artillería y la ingeniería
Cadete Porta bandera: Puesto creado en 1797 debido a la supresión del puesto de
Porta Bandera.
Cadete : Grado creado en 1757 como una manera de reclutar oficiales para el
ejército de nobles. Si bien no fueron promovidos a un puesto de oficial efectivo, estaban
subordinados a los sargentos”21.
21
“O exercito Portugês en finais do Antigo Regime”. En: O Portal da Historia.
http://www.arqnet.pt/index.html
22
LUZURIAGA, Juan Carlos y DÍAZ BUSCHIAZZO, “Las Batallas de Artigas 1811-1820” Montevideo:
Cruz del Sur, 2011, p. 241
38 - 129
como brigadier, fue comandante de una de las columnas pacificadoras en la campaña de
Diego de Souza de 1811. Ascendió a teniente general en 1813 y venció a Artigas en la
batalla de Catalán. En 1825 fue nombrado barón de João de las Duas Barras.
JOSE DE ABREU MENA BARRETO: (Rio Grande do Sul, 1771- Ituzaingó, 1827)
Participó en todas las campañas contra los hispanos entre 1801 y 1827 y también en la
campaña contra Artigas. Combatió en San Borja, en Arapey y en la batalla de Tacuarembó.
Fue el primer y único barón de Cerro Largo.
En 1821 fue transferido para el comando de la Villa de Río Grande, después fue
comandante de armas de la provincia de São Paulo en 1823.
39 - 129
defensa de la ciudad, siendo después nombrado presidente de la provincia de Rio Grande
do Sul en 1837.
Durante las campañas producidas entre 1816 y 1820 existieron dos frentes de
combate perfectamente establecidos: el primero, ubicado en el territorio de Río Grande,
comprendía el distrito de Entre Ríos y de las Misiones, estaba bajo el comando del teniente
general Xavier Curado (Ver Anexo 5), comandante de la frontera del Río Pardo, quien a su
vez se hallaba subordinado al marqués de Alegrete, gobernador de esos territorios. Este
23
SILVA, Alfredo P.M. Os Generais do Exército Brasileiro, 1822 a 1889, M. Orosco & Co., Rio de Janeiro,
1906, vol. 1, p. 949.
40 - 129
trabajo se ocupa de analizar este frente en especial, que en su época era conocido por
ambos bandos como el territorio de las Misiones. Es allí donde se desarrollaron los
combates de Ibicuí (21 de septiembre de 1816), el sitio de São Borja (03 octubre de 1816),
Ibirocaí (19 octubre de 1816), Carumbé (27 de octubre de 1816) y Catalán (04 de enero de
1817), esta última en la región del Río Arapei, en la Banda Oriental del Uruguay.
Entre sus comandantes estaban el teniente general João de Deus Menna Barreto; el
brigadier Joaquín de Oliveira Alvares, comandante de la Legión de Tropas Ligeras; el
brigadier Francisco Das Chagas Santos, comandante del distrito de las Misiones, y el
teniente coronel José Abreu de las Milicias de Caballería de Río Grande.
1ro Cada Regimiento de Milicias estará compuesto por un estado mayor, una
compañía de Granaderos y ocho compañías de Fusileros, las cuales formaran dos
batallones de cuatro compañías cada una.
41 - 129
Estado mayor
Coronel 1
Teniente Coronel 2
Mayor 1
Ayudantes 2
Cuartel maestre 1
Abanderados 2
Tambor mayor 1
Pífanos 2
Total 12
Capitán 1
Teniente 1
Alférez 2
Primer sargento 1
Segundos sargentos 2
Furriel 1
Cabos 8
Aspirantes 8
Tambor 1
42 - 129
Soldados 6
Total 21
Fuerzas de un Regimiento
Estado Mayor 2
Total 1.101”24
Las fuerzas participantes eran las siguientes: de Caballería, 120 efectivos del
Regimiento de Dragones, 40 de la Legión y 140 del Regimiento de Milicias, total 300. De
24
“O exercito Portugês en finais do Antigo Regime” En: O Portal da Historia.
http://www.arqnet.pt/index.html
25
Cartas de Lei, Alvarás, Decretos y cartas Régias. p. 113
43 - 129
infantería sumaban 200 de la Legión, 40 artilleros con dos piezas de 6 libras. Además, se
agregaban 120 hombres de las guerrillas, sumando un total de 760 hombres.
d. Tácticas empleadas
El ejército portugués, a igual que los demás ejércitos europeos durante el siglo
XVIII, adoptó el uso de brigadas, siguiendo el sistema táctico legado por Gustavo Adolfo
de Suecia, sistema que era eminentemente ofensivo y se basaba en la combinación de las
distintas armas.
Esto fue demostrado durante todas las campañas realizadas en América en las
luchas entre Portugal y España, aunque las características del terreno hacían muy particular
el desarrollo de estos enfrentamientos. La táctica consistía en buscar, sitiar y devastar las
fuerzas adversarias, destruyendo sus centros de abastecimientos logísticos; la finalidad era
aislar las fuerzas y posteriormente aniquilarlas en combate de campo abierto donde se
podía hacer uso del sistema de combate de armas combinadas.
44 - 129
Los Cazadores o Tropas de Infantería Ligera fueron creados como batallones
durante la guerra peninsular. En esto difería Portugal de España y de Francia que incluían a
los Cazadores dentro de los regimientos de infantería, con lo cual daban una cobertura de
exploración por el fuego y de temprana alarma a las compactas líneas de infantería.
“La manutención del ejército portugués en el periodo 1808-1814 contó con los
subsidios británicos como consecuencia del acuerdo entre las dos coronas. En noviembre
de 1808 Gran Bretaña se compromete a costear el salario y la manutención —además de
las armas, uniformes y equipamiento— de 10.000 hombres del ejército de primera línea,
duplicando a 20.000 en 1809 (con la apertura de los puertos brasileños) llegando a 30.000
en 1810, cuando la construcción de las líneas de Torres Vedras. Portugal pagaba los
salarios y equipamientos de cerca de 25.000 hombres del ejército de primera línea,
además de la marina, las milicias, las ordenanzas y de las tropas de ultramar.
Este sistema de provisión duró todo el tiempo de la guerra contra Napoleón quien
fue derrotado completamente en 1815, Estos pertrechos serían destinados a abastecer tanto
a la división de voluntarios reales como a las fuerzas de ultramar para recuperar los
territorios perdidos o amenazados.
26
Nombre portugués dado al mosquete y a las escopetas de caza con sistema de fuego a chispa de pedernal.
27
CORREA BARRENTO DE LEMOS PIRES, Nuño “El ejército portugués y el nuevo ejército anglo-
portugués en 1808”.
http://jornadaspatrimonio.weebly.com/uploads/4/2/3/7/4237090/el_ejrcito_portugus_y_el_nuevo_ejrcito_ang
lo.pdf
46 - 129
2. ANDRESITO ARTIGAS Y SU EJÉRCITO CRIOLLO-GUARANÍ
a. Conceptos generales
Se puede calificar como fuerza irregular a las tropas que integraban este
heterogéneo grupo de guaraníes y de criollos a órdenes de Andresito Artigas. Estos grupos
eran herederos de los antiguos ejércitos jesuíticos-guaraníes que derrotaron tantas veces a
los portugueses en la Colonia del Sacramento y que finalmente fueran destruidos en las
guerras guaraníticas, enfrentados a Portugal y a España.
Siendo constante que por un favor del cielo he sido llamado al mando de las
Misiones, como para el efecto, he tenido la dicha de quitar los pueblos gobernados por
Buenos Aires y rescatar los otros que se hallaban en el año anterior bajo el yugo del
Paraguay, colmándome el dios de los ejércitos de todos aquellos beneficios que son
necesarios para la empeñosa empresa de rebatir todo enemigo de la justa causa que
defiendo:
47 - 129
Por tanto atendiendo, e inteligenciando que las mismas o aún mayores razones
concurren en mí para libertad de los siete pueblos de ésta banda del tiránico dominio de
los portugueses, bajo el cual han estado quince años los infelices indios gimiendo la dura
esclavitud:
Ahora pues, amados hermanos míos, abrid los ojos y ved que se os acerca y
alumbra ya la hermosa luz de la libertad, sacudid ese yugo que oprimía nuestros pueblos
descansad en el seno de mis armas, seguros de mi protección, sin que ningún enemigo
pueda entorpecer vuestra suspirada libertad; yo vengo a ampararos, vengo a buscaros
porque sois mis semejantes y hermanos, vengo a romper las cadenas de la tiranía
Portuguesa, vengo por fin a que logréis vuestros trabajos y a daros lo que los portugueses
os han quitado el año 1801 por causa de las intrigas españolas, no tengáis recelo en cosa
alguna, si, temed las fatales resultas que puedan originarse de vuestra dureza y
obstinación.
48 - 129
Ea pues, compaisanos míos, levantad el sagrado grito de la libertad, y destruid la
tiranía y gustad del deleitable néctar que os ofrezco con las veras del corazón que lo
traigo deshecho por vuestro amor.
Andresito no era indio puro, en realidad fue mestizo, hijo de una india sanborjense
y de un español desconocido, ambos radicados en Santo Thomé. Esta mescla de razas,
después de la expulsión de los jesuitas (1768) fue una constante en todos los pueblos
misioneros, lo que en general dio lugar a un lento proceso demográfico de mestización.
Andrés Guaçurary era robusto aunque de baja estatura, lo que le valió el nombre
de Andresito. Tenía ojos verdes claros de mirada profunda, tez rojiza con rostro redondo y
lampiño de pómulos salientes; y posteriormente desde 1815 salpicado de cicatrices de
viruela.
Paso su niñez en Santo Thomé donde aprendió el guaraní, idioma de sus mayores y
el castellano que leía y escribía gracias al mercedario padre Martin Céspedes, que ofició
de cura párroco y atendió el “pasto espiritual” del viejo pueblo jesuítico.
[…] Mas tarde, siendo adolecente se radicó en San Borja con su familia materna,
donde aprendió las distintas labores agrícolas, y como todo indígena varón, lecciones de
28
Archivo Mitre. Ob. cit., Tomo IV: 21.
49 - 129
ataque y defensa. A partir de 1801, el pueblo cayó bajo la dominación Lusitana, así
conoció la lengua portuguesa, y su apellido comenzó a escribirse en portugués.
29
SAVOINI, Juan Luis. “Andrés Guaçurary y Artigas, La destrucción de las Misiones Occidentales”. Ob.cit.,
pp. 7 y 12.
50 - 129
Una de las órdenes impartidas por José Gervasio Artigas, como teniente de
gobernador de Santo Tomé, fue la de que todos los indios misioneros pertenecientes a su
jurisdicción fueran incorporados a la escuela de caballería perteneciente al Cuerpo de
Blandengues de la patria. Los Blandengues eran soldados de caballería que recibían
instrucción mixta, a pie y a caballo. Fueron combatientes con características particulares,
similares a los Dragones del ejército portugués: debían tener un conocimiento acabado del
terreno, ser hábiles jinetes y soportar permanentes privaciones en sus numerosas campañas.
Originariamente, el Cuerpo de Blandengues tenía por misión custodiar las fronteras
orientales para evitar el contrabando, posteriormente, fue destinado a luchar contra los
realistas e invasores portugueses. Andresito Artigas se incorporó a este regimiento, siguió
las órdenes de su protector y alcanzó el grado de capitán para el año 1815. Este origen y
formación fue muy común entre los caudillos guaraníes de la época y, como se verá más
adelante, la instrucción militar también.
c. La conducción de la campaña
51 - 129
desarrollar, de acuerdo a la situación en el campo de batalla, la acción militar más
conveniente para apoyar la idea de maniobra general: atacar por sorpresa, reagrupar
fuerzas, realizar envolvimientos, extraer tropas etcétera. Además como norma, en el
campo de batalla cada caudillo actuaba de forma aislada y las fracciones se comunicaban
por medio de chasques”30.
Pasado mañana salgo con el resto de las tropas para activar los movimientos de la
frontera. Por consecuencia a los 17 días contados desde esta fecha deben abrirse las
hostilidades contra Portugal, cumplido este término debe usted repasar el Uruguay y
atacar San Borja, continuando sus marchas hasta libertar los pueblos de Misiones y ganar
la boca del Monte Grande. Para ello que Miño repase con su gente por Concepción
apoyando sus movimientos en los de usted.
Usted procure tener adelante siempre sus partidas volateras y exploradoras, y con
ellas hacerles toda la guerra, que se pueda, mientras marcha el grueso de la división.
Lo que interesa es que usted mande partes continuados tanto de lo favorable como
lo adverso, para arreglar mis providencias. Porque si afortunadamente logramos que esas
divisiones repasen el Uruguay y nosotros de frente atacamos por este lado no será difícil
30
LUZURIAGA, Juan Carlos y DÍAZ BUSCHIAZZO, Marcelo. “Las Batallas de Artigas 1811-1820”.
Ob.cit., p. 149.
52 - 129
que las comunicaciones de usted se abran por el Ibicuy, y será más fácil tomar una
providencia acertada con el pronto conocimiento de las circunstancias […].
Con este ejemplo se exponen las características de la conducción que Artigas quería
para sus tropas: un mando centralizado que seguía un plan determinado y con constante
comunicación para poder corregir las desviaciones que este pudiera sufrir.
Para la campaña de 1817, Artigas había impuesto una actitud defensiva, distinta a la
ofensiva implementada en 1816, pero con similares procedimientos de mando y de
conducción.
“La Montonera
Todas estas tropas son de caballería, están mal vestidas pero […] bien armadas.
Estas dos provincias son las más entusiastas para la guerra y todos sus habitantes a
excepción de una pequeña parte se unirán inmediatamente a las tropas de Artigas y
engrosaran su número en caso invasión.
Hacen la guerra por el estilo de cosacos, desbastando todo el terreno que deben
ocupar sus enemigos y cargándolos al descuido; pero nunca presentando batalla a no ser
en el caso de contemplarse en una marcada superioridad numérica”32.
31
“Cartas de Artigas a Andresito” Museo Mitre: Contribución Documental para la Historia del Río de la
Plata, Buenos Aires. Tomo IV, 1913
53 - 129
Por lo expresado anteriormente, la ventaja de la sorpresa que daba el sistema de
lucha de montoneras se había perdido, quedaba la opción por parte de Andresito de
ejecutar una defensa móvil aprovechando una posición central, y de esta forma aplicar con
sus fuerzas de caballería la superioridad numérica en un punto. Pero el sistema de
montoneras y el sistema de defensa de puntos fuertes se basaba en la confianza de los
mandos subalternos que este caudillo poseía. Los más destacados eran los siguientes:
32
LUZURIAGA, Juan Carlos y DÍAZ BUSCHIAZZO, Marcelo “Las Batallas de Artigas 1811-1820”. Ob.
cit., p. 152
33
MACHÓN, Jorge y CANTERO, Daniel. “1815–1821 Misiones Provincia Federal”. Ob. cit., p. 134.
54 - 129
MATÍAS ABUCU: “Matías Abucú nació en Apóstoles, posiblemente alrededor del
año 1780. En 1804 formaba parte del Cabildo de ese pueblo con el cargo de Regidor
Primero y en años sucesivos integró las milicias misioneras del departamento de
Concepción, entre las que alcanzó el grado de teniente.
Matías Abucú, como otros ilustres oficiales del departamento de Concepción […],
participó activamente, a partir de 1815, de las campañas militares del Comandante
general de las Misiones Andrés Guacurarí y Artigas.
55 - 129
Abucú tuvo destacada actuación en el sitio de Asunción del Cambay, a tal punto
que los atacantes manifestaron que sus Dragones fueron los únicos que sostuvieron una
tenaz resistencia.
IGNACIO MBAYBÉ: “[…] era originario de Concepción, al igual que Cayré; era
hijo de un cacique, y por ello recibió una esmerada educación, la cual se puede
comprobar al ver su caligrafía y su firma. El 18 de febrero de 1800 fue uno de los
beneficiarios de las medidas modernizantes impulsadas por el Marqués de Aviles para
Misiones, en vista de las cuales fue exceptuado de las obligaciones comunales.
Durante la invasión portuguesa de 1817 intentó reunirse con Andresito, pero le fue
imposible porque las tropas invasoras de Chagas se colocaron en medio de las posiciones
de ambos jefes […)]. Ante la precariedad de su situación por el inminente ataque enemigo
y no teniendo otro camino para replegarse, Mbaybé se retiró hacia la frontera correntina.
34
MACHÓN, Jorge y CANTERO, Daniel. “1815–1821 Misiones Provincia Federal”. Ob.cit., p. 136
56 - 129
Alcanzado por las portuguesas de Carvalho, resolvió enfrentarlas el 9 de febrero,
pero fue vencido tras media hora de lucha. Posteriormente se retiró hacia su campamento
en Ibiritingay, donde fue nuevamente sorprendido y derrotado. Este combate arrojó un
saldo de 72 bajas, por lo que fue el más importante de toda la invasión.
Finalmente con el apoyo del gobernador Méndez de Corrientes, logró reunirse con
Andresito en septiembre de 1817.
35
MACHÓN, Jorge y CANTERO, Daniel. “1815–1821 Misiones Provincia Federal”. Ob.cit., pp. 137-138.
57 - 129
nueva capital misionera. A principios de 1819, Cayré organizó las tropas locales en visitas
a la nueva campaña que planeaba Andresito, en el transcurso de la cual el Comandante
General fue tomado prisionero. Cayré fue precisamente el primero en informar la derrota
guaraní.
En general, el liderazgo de las tropas artiguistas era una suerte de elección del
primero entre sus pares, ya que el líder, jefe o caudillo compartía sus costumbres,
padecimientos y, además, se expresaba en su propio idioma.
36
MACHÓN, Jorge y CANTERO, Daniel. “1815–1821 Misiones Provincia Federal”. Ob. cit., pp. 138-139.
58 - 129
Es preciso partir de otro principio en lo sucesivo para no experimentar semejantes
desastres en lo venidero. Es superfluo que V. S. se empeñe en mandar gente que no sea
para servir en clase de veteranos para que tengan la responsabilidad y subordinación
precisa. El señor gobernador según se me anuncia se ha vuelto con la gente, yo lo
celebraré; yo lo celebraré si con ella no se halla capaz de sostener el honor de esa
provincia y su compromiso.
José Artigas
La barrera cultural entre guaraníes y criollos nunca pudo ser superada, y el propio
Artigas organizó cuerpos de naturales separados del resto de su ejército para mantener la
convivencia, aunque igualmente estos nunca fueron totalmente homogéneos.
“Entre las tropas de Andresito, por ejemplo, había algunos criollos y su guardia
personal estaba formada por negros libertos. A medida que se desarrollaba la guerra, la
heterogeneidad de las fuerzas se acentuó y a partir de 1817 y sobre todo 1818, fue cada
37
GÓMEZ, Hernán Félix: “El general Artigas y los hombres de Corrientes, Colección documental”
reedición de la obra de 1929. Corrientes: Amerindia, 2010. pp. 219-220.
59 - 129
vez mayor la presencia de soldados guaraníes en Corrientes y de criollos en Misiones, lo
cual generó en ocasiones serios conflictos”38.
La táctica y las formaciones que utilizaban las tropas artiguistas, especialmente las
de Andresito, eran realmente novedosas y muy particulares. La infantería iba montada a
caballo, pero armada con fusiles con bayoneta, siempre escoltada por caballería de lanza.
Para describir cómo se utilizó esta táctica particular es preciso transcribir las palabras del
general Paz, quien en oportunidad del combate de la Herradura se enfrentó a estas tropas:
“Serían las dos de la tarde cuando las guerrillas enemigas empezaron á ser
reforzadas. Esto siguió en una progresión tan creciente, que las nuestras, que eran de
caballería, tuvieron que recogerse al campo cercado. Muy luego presentaron su línea, que
siguió avanzando, pero que hizo alto para dejar obrar a lo que llamaban su infantería;
esta consistía en unos hombres armados de fusil y bayoneta, que venían montados
habitualmente, y que solo echaban pie a tierra en ciertas circunstancias del combate.
Cuando estaban desmontados nunca formaban en orden unido, y siempre iban dispersos
como cazadores; formaban parejas, y para ello hacían servir sus amistades y relaciones
personales, de modo que tenían ese vínculo más para protegerse mutuamente y no
abandonarse en el conflicto.
38
MACHÓN, Jorge y CANTERO, Daniel. “1815–1821 Misiones Provincia Federal”. Ob.cit., p. 27.
60 - 129
demás decir que esta operación de su infantería, era sostenida por cuerpos de caballería,
que conservaban generalmente a su inmediación.
El escuadrón de Húsares que cargó, pudo hacerlo con mas desahogo, porque
siendo su movimiento sobre la extrema izquierda del enemigo, no corría el mismo peligro
de ser envuelto. Sin embargo, no fue tan feliz, porque aunque arrolló el enemigo, cuando
cesó su movimiento ofensivo y quiso replegarse, este trató de cargarlo a su vez, le hizo
perder algunos hombres, y lo hubiera deshecho, sin el oportuno socorro del escuadrón de
reserva.
Aunque los federales y Montoneros no tuviesen táctica, o mejor dicho tuviesen una
de su invención, se batían con el mas denodado valor; su entusiasmo degeneraba en el
más ciego fanatismo, y su engreimiento por causas de sus multiplicadas victorias sobre las
tropas de Buenos Aires, se parecía al delirio, entre los hombres que perdieron en la carga,
que serían treinta, solo uno se pudo tomar vivo y herido también, pues los otros
prefirieron morir con sus armas en la mano. Vi un indio (no hablo de los salvajes, de que
traían algunos del Chaco) que habiendo perdido su caballo, había quedado a retaguardia
de los nuestros cuando había pasado el momento de la carga, y que rodeado de diez o
doce soldados, que le ofrecían salvarle la vida, los desafiaba con lanza en la mano,
despreciando su perdón; a alguno hubo de costarle cara su clemencia, pues el bárbaro
hirió a uno de sus generosos vencedores. Semejante a una fiera acosada por los cazadores
que vuelve a esperarlos para vender cara su vida; así, este furioso, no escuchaba, sino su
rabia y su desesperación. Fue preciso matarlo, como se hubiera hecho con una pantera o
con un tigre [….].
62 - 129
La Montonera aunque compuesta de tropas irregulares estaba poseída de un
entusiasmo extraordinario, el que unido al brío y valor de nuestros campesinos, les daba
una ventaja en los combates individuales (digámoslo así) a la arma blanca que es la que
regularmente se emplea en los ataques de caballería. Por otra parte esos grandes cuerpos
de esta arma improvisados para oponerles, ya se compusiesen de milicianos, ya de tropas
de línea recientemente creadas no podían tener ni la posesión ni la instrucción
convenientes para maniobras, de modo que las batallas se reducían a choques bruscos y
desordenados en que se combatía casi individualmente. De aquí resultó que los
montoneros daban tanta importancia a lo que llamaban entrevero, expresión (sic) que
estuvo en uso y que era repetida con énfasis por personas de más altura”39.
1) Aspectos generales
2) Abastecimiento y mantenimiento
39
PAZ, José María “Memorias Póstumas”. 2ª ed., La Plata, Tomo1.º, 1892. pp. 327–331.
63 - 129
máximo no superaba los 500 m y el efectivo no llegaba a los 300. La bayoneta, que se
calzaba en una ranura del cilindro haciéndola girar, tenía una hoja de 47 cm de longitud. La
caballería estaba armada con tercerola (arma de fuego similar al fusil de la infantería, pero
más pequeña, un tercio más corto) del tipo de carabina y sable.
Las cartas escritas entre Artigas y Andresito nos comentan sobre el abastecimiento:
“Mande Usted dos hombres a llevar las lanzas que ya han llegado de Montevideo
para que acabe de armar, la gente de la división. Los sables aún no han llegado pero los
espero, y si cuando vengan los conductores están aquí llevarán también.
“[…] Le envío ochenta fusiles con bayonetas flamantes, un balero y plomo para
hacer balas, pólvora y un cajón de cartuchos y a Yapeyú, otros veinte fusiles, balero y
pólvora, a fin de que se forme en aquel pueblo una compañía que sirva de guarnición y
defensa del mismo pueblo”41.
40
MUSEO MITRE, Contribución Documental para la Historia del Río de La Plata. Tomo IV, pp. 65-66.
41
MUSEO MITRE, Ob.cit., pp. 84-86.
64 - 129
Pero habiéndose ilustrado y roto el velo que los oscurecía, es preciso que
enarbolemos nuestras armas para sostener el estandarte de nuestros derechos, herencia
que desde el alto imperio la hemos heredado […] para ello me ha sido preciso poner una
fábrica de pólvora en el pueblo de Concepción, y siendo uno de los ingredientes el azufre,
para dicho efecto, suplico a V.S. dirija a dicho punto todo el que obtenga para su
adelantamiento, lo que espero su puntual obedecimiento conociendo yo su decisión al
sistema y acendrado patriotismo.
Tengo el honor de saludar a V.S. con todo mi afecto desde este mi cuartel general
de la fecha.
42
MUSEO MITRE. Ob.cit., p. 18.
65 - 129
Complementaban esta ración, el abastecimiento de yerba, sal, tabaco y papel que
realmente era la porción de combate imprescindible del soldado misionero
La provisión de agua no fue problema, ya que en el litoral son abundantes los ríos,
riachos, arroyos y lagunas. Pero para cubrir las distancias entre estos con una provisión
individual para el consumo personal exclusivo del soldado de infantería y caballería, se
utilizaba el chifle, solución barata y práctica en un país que disponía de abundante ganado
vacuno. Este consistía en un asta de animal bovino, generalmente buey, que a modo de
frasco resistente servía para llevar agua u otros líquidos más estimulantes, siempre
preferidos por la tropa en campaña. La punta era agujereada, para gorgotear en dosis
determinadas, y tenía una tapa atornillada a modo de tapón, mientras que la otra
extremidad, o sea la base del asta, se cerraba con un trozo de madera; se completaba con
un cordón fijo en las extremidades que permitía llevarlo suspendido del recado o cruzado
en bandolera por el infante, generalmente la dotación era de un par de ellos por individuo.
66 - 129
las más eficaces providencias para que ella se extienda con abundancia y a la brevedad
posible”43.
3) Transporte
Las naves corsarias, contratadas por Artigas para mantener estas importantes vías de
navegación en apoyo de las fuerzas de Andresito y de las otras fuerzas de la Liga de los
Pueblos Libres, estaban comandadas por el comandante Pedro Campbell y su escuadrilla,
formada por faluchos y lanchones artillados. Su actuación estuvo coartada por la censura
de Pueyrredón, quien ejerció una severa custodia a los mercantes lusitanos que llevaban
destino a Buenos Aires.
4) Finanzas
Los medios para mantener las operaciones y poder comprar productos básicos
provenían mayormente de los cabildos de las Misiones, como parte de su contribución a la
defensa contra los portugueses. Además, en muchas oportunidades se implementó el cobro
de un empréstito forzoso a los portugueses residentes en las Misiones. Se ejemplifica en la
siguiente carta donde el Cabildo de Corrientes contesta al gobernador Méndez cuando
solicita, después de la derrota de Catalán, levantar un empréstito forzoso a los portugueses
43
GÓMEZ, Hernán Félix. ¨El general Artigas y los hombres de Corrientes¨, colección documental. p. 117.
67 - 129
residentes en la provincia: “Si V.S. está necesitando esa cantidad, para subvenir a las
necesidades de su tropa, podemos franquearla de los fondos del estado”44.
Igualmente, Artigas no aprobó en esta ocasión ese sistema de pago en efectivo, sino
que le fueron enviados efectos de consumo denominados vicios (yerba, tabaco, sal, papel)
para mantener a la tropa y como socorro, aduciendo además que solo debían resplandecer:
“las virtudes y el entusiasmo por la sagrada causa, más que el oro y la plata”45.
Las funciones y actividades logísticas enumeradas marcan los aspectos que este
ejército había necesitado para mantenerse en operaciones, aunque en forma rudimentaria,
pero efectiva y constante. El apoyo de los cabildos fue determinante y logró una red de
variados caminos de abastecimiento que mantenían el flujo logístico ininterrumpido.
“Luego que ha visto (sic) el Capitán Don Vicente, el enemigo trató de atraer a una
partida porque se le presentó dirigiéndoles primeramente un tiro con un pedrero, el cual
al primer tiro cayó a tierra; inmediatamente trató de entreverarse y no pudiéndolo
efectuar por ser mucha la gente que cargo, trató de retirarse siendo herido él en una
pierna.
Luego que tomo caballo mi gente traté de ver si les podía contrarrestar centrando
primeramente mis partidas a inspeccionar las fuerzas enemigas, pero viendo que son
superiores y son dos columnas las que vienen me retire hasta este punto donde pienso
caminar a esta misma hora por venirse el enemigo sobre mí a toda prisa y pienso
dirigirme por las puntas del Miriñay y entrar a los campos de Curuzú Cuatiá donde pienso
encontrar auxilio de cabalgaduras y dirigirme hasta el punto donde se halle V.E. donde
44
GÓMEZ, Hernán Félix. “Historia de la Provincia de Corrientes: Desde la Revolución de Mayo al tratado
del cuadrilátero¨. Corrientes: Amerindia, Ediciones Correntinas, Tomo II, fascículo 12, pp. 163-164.
45
GÓMEZ, Hernán Félix. Ob.cit., p. 164.
68 - 129
determine que sea más conveniente, no voy por la costa por la suma escasez de
cabalgaduras y me temo ayga (sic) nos pasado el enemigo por los pasos de abajo pues
esta tan seco el Uruguay que se podía pasar a caballo sin mojarse, pienso que los
corsarios se le prendarán luego por la imposibilidad del tránsito y que pueden cargar
sobre ellos en ambas costas y perecer la gente.
A la una para las dos estaban pasando caballada y ganado y también pasando en
distancia como una legua o más del pueblo de La Cruz que a(sic) esta hora ya entraran en
él, y aun más para acá. En el punto donde me encuentre algo de seguridad, pienso
detenerme a aguardar la gente, que viene de Santo Tomé, y de Candelaria, pues he
oficiado que se dirijan por afuera hasta dar conmigo.
ANDRES ARTIGAS¨46.
46
ARCHIVO GENERAL DE LA PROVINCIA DE CORRIENTES, Documentos oficiales, Carta de
Andresito al Cabildo de Corrientes, FOLIO 128.
69 - 129
CAPÍTULO 4
Es menester aclarar que para definir campaña, batallas y combates se tomó como
guía la doctrina vigente en el Ejército Argentino:
Batalla: “Acto táctico (…), que consiste en el choque violento entre dos adversarios
de gran magnitud, por medio del cual al menos uno, busca modificar sustancialmente la
situación estratégica operacional (batalla). Normalmente será el episodio más importante
de una campaña, a la que puede llegar a resolver (…).”48
Combate: “Acción violenta entre dos fuerzas militares de relativa importancia. Sus
resultados pueden ser decisivos o no para la batalla.”49
47
Ministerio de Defensa, Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, PC 00-01. Doctrina Básica para la
Acción Militar Conjunta. Proyecto. Año 2012. Pag 52.
48
Ejército Argentino.ROB 00-01. Reglamento de la Conducción para el Instrumento Militar Terrestre. Bs.
As. 1992. Art. 1.027.
49
Ministerio de Defensa, Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, PC 00-02. Glosario de términos
de empleo Militar para la Acción Militar Conjunta. Proyecto. Año 2012. C-23-43.
70 - 129
Teniendo en cuenta las definiciones anteriormente enunciadas, se denominaran
batallas y combates a aquellas acciones que se encuadren en esos conceptos, a pesar de que
la bibliografía tradicional los denomine de otra forma.
1. Situación previa
“Las fuerzas de las Misiones deberán observar los movimientos de la provincia del
Paraguay, lanzando partidas hasta Candelaria”50.
“El 20 de diciembre destacó hacia Santa Ana al brigadier Tomás de Costa con 500
hombres de caballería, con la misión de distraer la atención del enemigo con el objeto de
50
DE ALMEIDA COELHO, Manuel Joaquim. “Memoria Histórica do extinto Regimiento d`Infanteria de
Linha de Santa Catarinha”. p. 34.
51
DE MORAES LARA, Diego Arouche. “Memoria Campanha 1816”. Revista do Instituto Histórico e
Geográfico Brasileiro R.I.H.G.B, VII, 1845, p. 287.
71 - 129
franquear el Cuareim con sus fuerzas, a 8 leguas aguas debajo de aquel punto. Alegrete
dirigió el grueso hacia el paso Faría o Lageado. En el camino se le reunió de Costa pues
encontró fuerzas importantes en Santa Ana. En efecto, Artigas, cuyo plan consistía en
atacar al Marqués de Alegrete donde lo encontrase, destacó con tal misión a su mayor
general D. Andrés Latorre con 3.400 hombres y 2 cañones. Este alcanzó Santa Ana y
continúo sobre Ibirapuitán Chico, pero contramarchó hacia el sur, cuando comprobó que
Alegrete había salvado el Cuareim, para esperar el ataque de Latorre, más como éste no
apareciese, en la noche del 2 al 3 destacó a Abreu con 600 hombres y 200 piezas de a 3,
con la misión de atacar a Artigas por sorpresa, que cumplió con todo éxito el día 3”52.
Artigas, con una pequeña división de 500 hombres, se encontraba como reserva de
las fuerzas de Latorre en el paraje de Tres Cerros, al norte de Arapey. El marqués de
Alegrete ordenó que allí se dirigieran el teniente coronel José de Abreu con fuerzas
compuestas por 640 hombres, 2 cañones y un Regimiento de Dragones para ubicarse entre
el ejército de Latorre y Artigas.
52
“La invasión Lusitana, Artigas y la Defensa de la Banda Oriental”. Ob.cit., p. 186
72 - 129
Comandante: coronel Andrés Latorre.
Escuadrones de Milicias de Río Pardo, Porto Alegre y Entre Ríos, 450 jinetes.
Artillería: cuatro piezas de 3 libras, tres piezas de 6 libras, un obús con 150
artilleros.
73 - 129
“Latorre envió cuatro cargas seguidas contra el centro del adversario, que resistió
y desgastó al atacante. Ya al anochecer, las alas se cerraron sobre los orientales. En ese
momento regresando del victorioso encuentro de Arapey, llegó al Catalán José de Abreu.
Atrapó desprevenida al ala izquierda de Latorre y la destrozó. Los uruguayos así
sorprendidos se refugiaron en un bosque y ofrecieron una desesperada resistencia,
principalmente con arma blanca a los infantes y jinetes que los fueron a enfrentar. Allí
murieron intentando penetrar en la arboleda, el comandante Antonio José do Rosario, del
2 Batallón de San Pablo y los capitanes Victoriano Centeno, José Prestes y Corte Real.
Fue ya entrada la noche cuando la división brasilera, a bayoneta expulsó y limpió el
bosque. Al cronista de esta campaña, Diego Arouche de Moraes le tocó recibir la
rendición de los sobrevivientes. En su descripción nos narra que hubo novecientos
muertos, incluyendo 20 oficiales, 290 prisioneros dentro de los cuales se encontraban siete
oficiales, dos cañones una bandera, siete cajas de pertrechos e instrumentos musicales,
6.000 caballos, 600 bueyes, muchos fusiles, lanzas, espadas, caballos de carga y
municiones, esta fue la pérdida del enemigo en esta batalla ciertamente la mayor en esta
campaña. Las pérdidas de los vencedores fueron 79 muertos, siendo cinco oficiales, 164
heridos, de los cuales había 12 oficiales”53.
Yo desearía que en otra ocasión V.S. me mandase aunque sea de la gente baja y
ociosa para sujetarla en los regimientos antes que lidiar con gente voluntariosa e
inexperta.
José Artigas”54.
54
GÓMEZ, Hernán Félix. “El General Artigas y los hombres de Corrientes, Colección Documental”.
Corrientes: Amerindia, 2010. p. 217.
75 - 129
de fuerzas se estaban reuniendo en Yapeyú, y 210 hombres se encontraban listos como
refuerzos de José Artigas para marchar a su orden. Estos informes preocuparon al marqués,
por tal motivo escribió al brigadier Francisco Das Chagas Santos, actual comandante de las
Misiones Orientales portuguesas, informándole de estas novedades y recordándole las
órdenes impartidas a través del teniente general Curado de: “Atacar a viva fuerza los
pueblos de los insurgentes, destruirlos y quemarlos55, aclarándole que debía: […]
hostilizarlos, saquear y arrasar sus poblados y todos los lugares que pudiesen servir de
guarida a los insurgentes, haciéndolos pasar al otro lado del río con los despojos o con un
botín producto del saqueo”56.
Estas operaciones estaban destinadas a dejar a José Artigas sin los recursos de las
Misiones y, especialmente, a la destrucción de la fuerzas de Andresito, así como a su
captura en represalia a la ofensiva de 1816 en territorio portugués. La finalidad era destruir
cualquier amenaza de avance hacia Montevideo.
55
DE MORAES LARA, Diego Arouche. Ob.cit., p. 287.
56
DE ALMEIDA COELHO, Manuel Joaquim. Ob.cit., p. 34.
76 - 129
de Yapeyú; al anochecer de ese mismo día es enviado el Mayor José Maria Da Gamma
con 330 hombres de caballería a Yapeyú, la que encontrada desierta es ocupada el 21 a la
mañana, a la tarde de ese día Gamma envía al Alférez Eleuterio Dos Santos a perseguir la
retaguardia de Andresito, a la que no pudo alcanzar por falta de caballos, habiendo
matado 8 espías se retiró arreando caballos y destruyendo las chacras del campo”57.
Una vez que Andresito alcanzó Yapeyú, mandó sus hombres a acompañar a los
vecinos que abandonaban esa localidad, quienes, por su parte, trasladaron en numerosas
carretas los ornamentos religiosos, campanas y otros elementos de culto. “Y así, después de
varios días de marcha los dejaron en depósito al presbítero Ocantos del pueblo de las
Saladas, de donde en parte fueron retirados en septiembre de 1820 por los hombres de
Francisco Ramírez”58.
Andresito siguió su retirada hacia Capilla del Rosario (en inmediaciones al Paso del
Rosario, Mapa Anexo 15), tal como lo había comunicado a José Artigas mediante una carta
del 20 de enero de 1817 en donde solicita atención a las operaciones en ese sector y ayuda
al Cabildo de Corrientes:
“Con motivo de hallarse los enemigos apoderados del pueblo de La Cruz, el día 19
del corriente, es de necesidad de que V. S. esté a la mira, de lo que pueda ocurrir por esa
frontera, por lo que es preciso haya mucha vigilancia, yo sigo con toda mi división para
Capilla del Rosario, jurisdicción de Yapeyú, en donde voy a permanecer haciendo reunión
57
MACHÓN, José Francisco. “La primera invasión portuguesa de 1817. XV Encuentro de Geohistoria
Regional, Resistencia, Chaco, 1994, p. 8.
58
GÓMEZ, Hernán Félix. “Yapeyú y San Martín. Los últimos años de las Misiones Jesuíticas”. J. La Joune
Editores. pp. 68-69.
77 - 129
general, en caso que tenga que retirarme por ser invadido por los enemigos en número
considerable hare mi retirada por ese territorio”59.
Por su parte José Artigas, mediante otra carta, comunica el plan de Andresito al
Cabildo de Corrientes:
78 - 129
sobre Andresito. Auxiliado por las tropas de Chagas, las tropas artiguistas se retiran hacia
Capilla del Rosario, estas acciones reciben el nombre de combate de Capilla San José o
combate por Yapeyú.
Bajo la orden de Chagas todos los edificios fueron demolidos puesto que esta
antigua misión era considerada un punto fuerte. Era, además, donde Andresito había
establecido su cuartel general, y por orden de José Artigas, la actual capital de las Misiones
Orientales; pero por sobre todo, fue demolida para evitar que desde esta se iniciaran
operaciones sobre San Borja, como se habían realizado en 1816.
Una partida portuguesa, al mando del teniente Cardozo, cruzó el río Uruguay en el
paso San Fernando, situado en una línea general entre San Nicolás (Brasil) al sur y
79 - 129
Concepción (Argentina) al norte, donde se enfrentaron a un grupo de guaraníes al
momento del franqueo del río. Una vez dispersados los guaraníes, las fuerzas portuguesas
alcanzaron el pueblo de Concepción y se dedicaron a su saqueo y destrucción; la
devastación de esta localidad constituyó un factor desequilibrante porque allí se producía la
pólvora que abastecía a las tropas de Andresito.
Chagas destacará a su ayudante Manuel José De Mello con 80 hombres para que
destruyesen los pueblos de Santa María, San Javier y de Mártires, mientras el capitán Elías
Antonio de Oliveira quedaba custodiando las canoas en el paso de San Isidro. Según
Almeida Coelho, estas poblaciones fueron tratadas con más moderación. Días después fue
enviado el capitán Alejandro José Campos, con 30 hombres y una carreta, a la capilla de
Tararí a saquear tanto los ricos ornamentos religiosos de plata labrada —que habían
pertenecido a la iglesia de Santo Tomé y que habían sido escondidos por sus habitantes en
fuga— como también aquellos que habían sido depositados en 1801 por los españoles
cuando abandonaron los siete pueblos orientales.
El capitán Campos trasladó el botín obtenido en una carreta hasta el río Uruguay,
desde donde fue trasportado en canoas hasta el pueblo de San Borja. Después de cierto
tiempo, fue llevado a Porto Alegre donde, el 22 de marzo de 1817, se hizo el inventario del
cual quedó constancia en una relación firmada por Alejandro José Campos y Manuel Da
Silva Freire, de acuerdo a lo que consta en los escritos del padre Gay.
a. La retirada
La retirada se produjo en dirección sur para poder tomar contacto con José Artigas
que se encontraba en Purificación; buscaba de esta manera obtener refuerzos y
abastecimientos para continuar con las operaciones.
La retirada hacia el norte hubiese sido un error, porque los portugueses podían
haber interceptado alguna de sus columnas y se habría producido un combate en campo
abierto como temía José Artigas. De acuerdo a varias comunicaciones, Andresito
confirmaba que de seguir el avance de los portugueses retrocedería hasta Curuzú Cuatiá y
desde allí trataría de reunirse con él. La ruta que seguiría era la del interior de la provincia,
bordeando los esteros debido a la mayor disponibilidad de caballos, pero también para
evitar encuentros con fuerzas portuguesas que pudieran haber cruzado el Uruguay por el
sur, ya que la gran bajante del río permitía su vadeo por algunos lugares.
“Como los portugueses siguieron con sus saqueos hacia el norte, Andrés Artigas
organizó la reunión general de los contingentes guaraníes emigrados en la Capilla del
Rosario, sobre el río Miriñay. Superado el primer momento de confusión, sucesivos grupos
de guaraníes dispersos se fueron uniendo a Andresito, tanto partidas como grupos
aislados que habían llegado por fuera, es decir por el borde, de los esteros, evitando las
partidas portuguesas, a tal punto que en los primeros días de febrero ya contaba con una
fuerza de 1.000 hombres, además de las numerosas familias. Poco después, el cuartel
general pasaría a las cercanías de la desembocadura del Miriñay, cerca de donde pronto
se erigiría Asunción del Cambay, sitio más adecuado para regularizar las comunicaciones
con Artigas.
81 - 129
Asunción del Cambay y San Roquito (San Roque del Iberá) en los límites de Misiones con
Corrientes”61.
b. La posición de Corrientes
Pero este apoyo del elemento humano para engrosar las filas es resistido por la
mayoría de los pueblos de Corrientes. Esta postura respondería al temor de experimentar la
derrota producida en Catalán y a la posibilidad de entablar negociaciones con Buenos
Aires o Portugal. Para una compresión de estas posturas es necesario transcribir las misivas
que atestiguan los cambios de políticas. Andrés Artigas solicita respuestas al Cabildo de
Corrientes:
61
MACHÓN, José Francisco y CANTERO, Oscar. “Andrés Guacurarí y Artigas” 1º ed. Misiones: Editorial
del autor. Año 2006, p. 126.
82 - 129
Aquí mi gente está demasiado animosa para perseguir a los tiranos, y con mi afán
poniendo, dar a las armas de la libertad un nuevo triunfo, pues hemos jurado morir libres,
y no tiranizados por un enemigo falto de religión y humanidad, faltando a lo más sagrado.
Andrés Artigas”62.
José Artigas, por su parte, también intimaba al Cabildo de Corrientes a adoptar una
posición más activa respecto a la invasión portuguesa:
62
Archivo General de la Provincia de Corrientes. Ob. cit., documento 71.
83 - 129
Acabo de mandar un socorro general para la división del Sr. Comandante Berdun.
En ella va incluso la del Sr. Gobernador de esa provincia. Por consecuencia está
remediada al tenor de las demás, no me parece oportuno el tiempo para entrar en
contribuciones ociosas y mayormente siendo en estos infelices momentos. Si el estado se
halla con fondos me parece más propicio que se remitan para la división correntina
mensualmente los vicios de yerba, sal, tabaco y papel. Esto será más útil y provechoso que
acostumbrar a los hombres a unas erogaciones importunas e insubsistentes.
No sabemos el tiempo que se empleará en esta lucha y los recursos que será
preciso agotar. Por lo mismo es preciso conservar escrupulosamente los fondos de la
provincia y emplearlos solamente en artículos de primera necesidad, y en casos muy
precisos, […].
63
GÓMEZ, Hernán Félix. “El General Artigas y los hombres de Corrientes”. Ob. cit., p. 222.
84 - 129
6. Conclusiones parciales
Esta fase incluye todas las operaciones realizadas en el periodo comprendido entre
el 4 de enero y el 9 de febrero, en las que los lusitanos consiguieron destruir los pueblos
establecidos en las márgenes del río Uruguay, dentro del territorio de las Misiones
Occidentales —que comprende las actuales provincias argentinas de Corrientes y
Misiones—.
85 - 129
CAPÍTULO 5
86 - 129
A pesar de que la capital de la Banda Oriental había caído, Artigas dominaba la
campaña oriental y los territorios al oeste del río Uruguay. El brigadier Curado, desde la
frontera de Santa Ana y el Yaguarón, había destacado partidas contra los lugartenientes
artiguistas y Verdún fue batido y apresado en Belén. Esta ocupación había tratado de
presentarse con el nombre de “Ejercito Pacificador” para demostrar que su intención era la
guerra contra Artigas y sus lugartenientes y no contra los pobladores de la Banda Oriental.
Se concedía la permanencia del cuerpo capitular y el mantenimiento de sus empleos a
todos los oficiales que se presentaran a prestar servicios en la plaza de Montevideo; se
presumía, además, que el soberano portugués conservaría a los orientales todos sus fueros,
privilegios y exenciones, más: “las franquicias comerciales desde luego entrarían a gozar
en común con los demás pueblos del Brasil”64.
El flamante capitán general lusitano, Lecor, quedó sitiado en Montevideo por las
fuerzas de Artigas que dominaban los campos aledaños. En las tropas artiguistas surgían
diferencias estimuladas desde Buenos Aires a medida que los desastres militares minaban
el prestigio de Artigas.
a. Aclaraciones preliminares
Antes de analizar este combate es necesario aclarar que los vocablos guaraníes que
se refieren a lugares o nombres de personajes son escritos de diferente forma por los
protagonistas e historiadores que estudiaron el tema. Por ejemplo, Ibiratingay o
Güiratingay se refieren al lugar del combate; Baybe (Mbaybe), al comandante guaraní. Los
64
Archivo General de La Nación. Acuerdos del extinguido Cabildo de Buenos Aires, Serie 3, Buenos Aires
87 - 129
documentos de la época y los primeros historiadores mencionan el lugar del combate como
Güiratingay y al comandante al mando, como Baybe. El historiador misionero José
Francisco Machón toma como dato fidedigno los escritos del científico contemporáneo de
los sucesos, Amado Bompland, quien recorrió las Misiones en 1820 y describe el lugar
como Ibiratingay y al comandante como Mbaybe, —utiliza correctamente la fonética
guaraní, y no la deformación errónea del idioma que era común en esa época; esta escritura
está correctamente avalada por profesores de origen guaraní que enseñan en escuelas
bilingües65—. Además, el profesor Machón nos aclara que en las cartas de la época aparece
el nombre Güiratingay, y el historiador correntino Hernán Félix Gómez lo transcribe así
refiriéndose al lugar del combate. Esto generó que historiadores posteriores confundiesen
el lugar, pensando que se trataba de un lugar cercano a Candelaria o a San José y no al
paraje Ibiratingay, situado en el actual departamento de San Miguel, provincia de
Corrientes, próximo a la antigua guardia fronteriza de Santa Lucía. Por ese motivo se
utilizará para este trabajo la escritura utilizada por el profesor Machón.
b. Combate de Ibiratingay
El panorama del teatro de operaciones para fines de marzo estaba caracterizado por
la retirada de las tropas artiguistas en el sector de las Misiones Occidentales. El avance
portugués había continuado hacia el norte, desde las orillas del río Uruguay hacia la rivera
del Paraná; la situación se agravaba porque la división correntina, al mando del gobernador
Méndez, se encontraba en la Banda Oriental bajo las órdenes de José Artigas.
65
Profesor José Javier Rodas, autor del libro “Los derechos de los pueblos originarios”, y el profesor Carlos
Benítez, aborigen guaraní de la aldea Mbororé, ambos profesores de enseñanza primaria intercultural
bilingüe de la escuela Fortín Mbororé, de la aldea guaraní del mismo nombre.
88 - 129
la explicación sobre la demora y el olvido a que era sometido. Esta carta, transcrita en el
capítulo anterior, hace referencia al encajonamiento o carpetazo que hace el cabildo
correntino a sus misivas, y deja claro que el ya estaría listo para comandar las acciones con
el refuerzo que tendría que salir de Corrientes.
Por su parte José Artigas enterado de esta circunstancia, toma acciones para aliviar
la situación de Andresito y de la capital correntina, decide mandar de vuelta a su ciudad
natal a la división correntina de Méndez y expone en una carta sus razones de la falta de
apoyo:
Cualquiera fuerza que intente amagar el paso de la tranquera nunca será más que
una partida que puede contrarrestar solo con el Comandante Esquivel retire los auxilios y
89 - 129
subministre los precisos al Comandante Baybe(Sic) de Candelaria para que pueda con su
gente proteger cualquier esfuerzo”66.
De esta manera, José Artigas trata de excusar su poca ayuda al atribuir a Buenos
Aires su falta de apoyo y al asegurar que Esquivel y Mbaibé resolverán juntos el problema.
66
GÓMEZ, Hernán Félix. Ob.cit., pp. 224-225.
67
MACHÓN, José Francisco. “La primera invasión portuguesa de 1817”. En: XIV Encuentro de Geohistoria
Regional–Resistencia Chaco, 1994.
90 - 129
“[…] por los partes que V. S. me adjunta advierto que no era mayor la distancia en
que se hallaba el comandante Esquivel y pudo haber auxiliado los esfuerzos de Baybe(sic)
y no dejarlo solo en su empeño y retirada. Es preciso no dividir las fuerzas porque así se
hacen más débiles. Yo espero que V.S. presencia del peligro reiterará sus providencias por
fomentarlas, empeñando por este deber la eficacia de dicho señor gobernador”68.
68
GÓMEZ, Hernán Félix. “El General Artigas y los hombres de Corrientes, Colección Documental”.
Corrientes: Amerindia, 2010.p. 226.
69
Archivo General de Corrientes, Actas Capitulares, volumen 49, Fol. 72.
70
Ibídem.
91 - 129
este hecho al comandante de Itatí, Francisco Antonio Riveros. Por esta razón Mbaibé,
apremiado por las circunstancias, continuará hasta Itatí donde había intentado reorganizar
sus fuerzas y familias en éxodo. El 12 de febrero estando acantonado en Itatí, el
comandante Ignacio Mbaibé se dirigía al Cabildo de Corrientes de la siguiente forma:
Ignacio Mbaibé”71.
“Andrés Artigas, en los primeros días de febrero vuelve a hablar de retirarse y las
tropas portuguesas, prosiguiendo su marcha destructora se internan en Misiones. ¿Qué
iría a oponerles Corrientes en caso de deslizándose por el norte del Iberá buscasen
correrse al sur por la tranquera de Loreto, si sus últimos soldados estaban en Curuzú
Cuatiá apoyando a Andrés Artigas que no hablaba sino de retirarse? Y claro, reclamó del
General Artigas la fuerte y bien pertrechada división que comandaba el Gobernador
Méndez. Artigas accedió; al hacerlo caracterizaba la prescindencia absoluta de Buenos
Aires que no quería ni vender armamento, como que el directorio, conforme a
instrucciones expresas del congreso de Tucumán, estaba obligado a prescindir de todo
acto que importase declarar la guerra a Portugal. Notoriamente, buscaba dar a los
hombres de Corrientes la impresión de aislamiento que garantizaría su unión a los
pueblos orientales; es preciso, les decía, que hallemos en nuestra energía nuestro mejor
sostén y que la decisión sea el mejor apoyo aún en los últimos apuros […].
Tal vez convencido de que las cosas pasarían o podían pasar tal cual lo expresaba
en su referido oficio del 12 de febrero, Artigas no se apresuró a pasar la orden al
gobernador Méndez, que ya estaba con su división correntina en territorio oriental, a las
órdenes inmediatas del Comandante General de Entre Ríos. Pero los sucesos se
precipitaron; las fuerzas portuguesas que actuaban en Misiones eludiendo la vigilancia de
Andrés Artigas, o a favor de su ineptitud, se habían corrido al noroeste, hacia el litoral
paranaense, venciendo en Guiratingay(sic) a la guarnición de Candelaria que constituida
de soldados guaraníes estaba a las órdenes del comandante militar de Itatí Ignacio
Baybé(sic). La noticia llegada a Corrientes el 12 de febrero, fue comunicada de inmediato
a Artigas, el que avisaba, hacia tres días había iniciado su marcha de retorno a la
provincia el gobernador Méndez y su división, a quien se notificaba los sucesos y la
presunta invasión portuguesa para que acelerara su marcha. Se extrañaba, asimismo,
Artigas, de que el comandante Esquivel, próximo al lugar de la derrota de Baybé(sic) no
lo hubiese auxiliado.
93 - 129
La intuición del protector es proverbial en el proceso político. ¿Por qué no ayudó
al jefe guaraní Baybe el Comandante Esquivel? Varias eran las razones; los hombres de
Corrientes no eran afectos a los pueblos guaraníes, ellos representaban la usurpación
jesuítica de tiempos de la colonia, heredada como procedimiento, por las administraciones
civiles que siguieron a la expulsión de los padres de la Compañía de Jesús, afirmada por
el caudillo Andrés Artigas erigido en gobernador de Misiones por el protector, violando
los dispuesto en el decreto del Director Posadas que en 1814 declaró provincia a
Corrientes con la amplitud a la zona misionera. Las fuerzas guaraníes eran asimismo
indisciplinadas, destrozaban en la derrota y en la victoria, sin mirar los horrores del suelo
propio, y su acción, como el viento que agosta y se va […] era incapaz de volverlas al
combate para quebrar las resistencias que sobrevivían al huracán del primer impulso. Y
sobre estas razones generales, qué interés práctico se habría buscado en la defensa de
Candelaria cuando ya todos los pueblos estaban destruidos […].
Pero había algo más que estas razones, tan elementales y claras que limitaban
para Corrientes la probabilidad de resistir con éxito a la acción exclusiva de su milicia,
los oficiales portugueses al frente de las partidas actuantes hicieron llegar a los
comandantes militares de su frontera con Misiones las instrucciones oficiales de su
gobierno; luchaban no contra los pueblos regulares, disciplinados y constituidos, sino
contra el desorden y la anarquía; el propósito, decían no era conquistar sino hacer
respetable el orden de la frontera, y es obvio que bastaba que Corrientes se separase de la
Confederación Oriental o adoptase una neutralidad en la guerra contra Artigas, para que
su territorio fuese respetado.
72
GÓMEZ, Félix Hernán. “Historia de la Provincia de Corrientes. Desde la revolución de Mayo hasta el
Tratado del Cuadrilátero” Tomo II, Fascículo 12. Amerindia Ediciones pp. 165-167.
94 - 129
Hasta aquí este autor nos describe la versión de esa provincia sobre los hechos de
Ibiratingay y de la postura de la sociedad correntina ante el ejército guaraní de Andresito
Artigas. Pero estas diferencias se acentuarán aún más por el hecho de buscar el Cabildo de
Corrientes una paz por separado con el imperio portugués, y de tratar de proteger la
integridad de la ciudad y de sus habitantes en detrimento del apoyo a las tropas de la Liga
de los Pueblos Libres.
73
Ibídem pp. 167-168.
95 - 129
causado un gran efecto porque existía una gran división entre estos, y que era mayoritaria
la postura contraria a la unión bajo las órdenes del protector de los Pueblos Libres, general
José Artigas.
“El Capitán correntino de milicias León Esquivel, me escribió, después que regresé
a este pueblo, pidiendo socorro de trescientos hombres. Le respondí diciéndole que me
mandara dos mil caballos. Me volvió a escribir con muchos agradecimientos y vino
después a hablarme aquí, dejando del otro lado cien correntinos que lo acompañaron con
el capitán Francisco Antonio Fernández, y me participó que no había podido conducir los
caballos que deseaba porque una partida artiguista se lo había impedido […] y me pidió
doscientos cartuchos que les hice dar para veinte armas de fuego que había en su partida
y me dejó trescientos sesenta y ocho caballos que enseguida mandé juntar”74.
Este documento per se certifica las tratativas directas del comandante correntino
con el comandante portugués. Existe otro documento, encontrado por el profesor Machón
en el Archivo Histórico de Rio Grande do Sul y cedido gentilmente para este trabajo, el
cual constituye prueba irrefutable de este acuerdo, ya que figura como documento oficial
del ejército portugués, firmado por León Esquivel desde Ibiratingay, con fecha 14 de
marzo y dirigido al brigadier Chagas, y que hace referencia a la situación descrita en el
párrafo anterior.
“Mi muy amado jefe, orientado del oficio de V. S. de 6 de marzo del corriente, igual
proclama de 20 de mes de febrero próximo pasado último anterior dirigido al señor
comandante subdelegado de Candelaria de donde debíamos hacernos el honor para
practicar su publicación en distrito de la comprensión del partido de mi y cimentarlo. De
todo lo cual habiéndose enterado los habitantes mis honrados hermanos resolvieron cada
uno de per si estimular todo interés que poseen a disposición de V. S. […] me hallo en
medio camino con caballada correspondiente a 300 y más plazas, que a numerosa
74
Diego Arouche de Moraes Lara. “Memoria Campanha 1816”. Revista do Instituto Histórico e Geográfico
Brasileiro. I.H.G.B VII, p. 294
96 - 129
montura mas no se pudo conseguir […] Dios mediante estaré con V. S. el 18 del corriente
[…]”75.
Este intento de sedición, avalado por el Cabildo de Corrientes con los grupos afines
a Buenos Aires, fue frenado por un motín de las tropas leales apoyadas por las fuerzas del
gobernador Méndez quien, leal a José Artigas, impuso con sus tropas la estabilidad rota en
el sector del Paraná.
4. La incursión paraguaya
75
Archivo Histórico Rio Grande Do Sul. Autoridades Militares, Lata 172, maço 01, doc.219.
97 - 129
soldados de Artigas y los hace pasar a la otra banda del Paraná, donde son degollados; y
a los otros les manda dar doscientos azotes y los envía a los pueblos del interior”76.
5. La retirada portuguesa
Salí de San Borja el 14 del mes pasado con once canoas y con ellas municiones de
cinco bocas de fuego, llevando también quinientos cincuenta hombres, incluidos ciento
cincuenta de infantería escogidos, con el fin de atacar a Andrés Artigas que se hallaba en
el pueblo de La Cruz con gran número de insurgentes. El 19 pasé el Uruguay, una legua
debajo de dicho pueblo […].
76
DE MORAES LARA, Diego Arouche . Memoria… Op.cit., p. 293.
98 - 129
Destruidos los pueblos de Yapeyú y La Cruz, me puse en marcha el día 26 por la
costa occidental del Uruguay, mientras nuestras canoas, me acompañaban por el río. El
31 llegamos a Santo Tomé, en donde no encontré sino al corregidor y cuatro indios […].
Siguieron los nuestros al pueblo de Concepción que fue saqueado y a esta hora
estará destruido. Al ayudante Melo lo mandé a san Nicolás para que ochenta milicianos
de aquella frontera, destruyese los pueblos de Santa María, San Javier y Mártires,
próximos a esta margen del Uruguay. Los cuarteles de este pueblo de Santo Tomé, que
podían considerarse como un buen fuerte, ya están demolidos; lo que en breve se hará con
los demás. […]
En suma, las hostilidades y daños que hemos hecho y continuamos haciendo a este
país, que va a quedar destruido (excepto los pueblos de la costa del Paraná que
pertenecen al Paraguay) es, sin duda, el golpe más sensible para Artigas. Este malvado,
cada vez más enfurecido contra los portugueses, había mandado orden a Andrés Artigas
de que, juntando el mayor numero que pudiese, pasase el Uruguay no para atacarme
directamente, sino para devastar, incendiar y matar a los que encontrase y a todos los
animales que no pudiese llevar a las estancias. El mismo Andrés Artigas, me consta se
halla en Rosario del otro lado del Miriñay reuniendo gente. […]
Si bien la orden de destruir los pueblos había sido ejecutada con excesiva
perfección, se deduce que el principal objetivo de esta campaña era destruir las fuerzas
militares y especialmente capturar a Andresito, pero como este comandante guaraní había
aprovechado la gran movilidad de sus tropas, pudo escapar de un combate frontal que
hubiese destruido sus fuerzas y dado por finalizada la campaña. La retirada de Andresito
demandó a las tropas portuguesas de Chagas que los persiguieron por Corrientes y
Misiones, hasta que necesitaron realizar una pausa en su ofensiva para trasladar el botín
capturado, reaprovisionarse y reorganizarse en la seguridad de su propio territorio.
77
Comisión Nacional de Museos y Monumentos Históricos. Boletín Año IX: 121-125, Buenos Aires, 1948.
99 - 129
El balance del saqueo y destrucción de las misiones fue el de 80 arrobas de plata
labrada, 4500 caballos, sin contar yeguas y potrillos; fueron capturados 5 cañones y 160
sables. La pérdida de hombres por parte del ejército de Andrés Artigas había sido muy
elevada. Hubo unos 3.190 muertos, ya que no se había perdonado la vida ni a los
moribundos ni a los heridos; los portugueses solo tomaron 360 guaraníes como prisioneros.
La población civil que acompañaba al ejército o habitaba las misiones, las mujeres,
los niños y los ancianos, fueron asesinados sin compasión, o bien, trasladados al otro lado
del Uruguay para ser vendidos como esclavos.
6. Conclusiones parciales
78
GAY, Jean Pierre. “Historia da República Jesuítica do Paraguai”, Ministerio da educaçao e saúde. Rio de
Janeiro: Imprensa Nacional, 1942, p. 402.
100 - 129
encontraban siempre con nuevos focos de resistencia en sus operaciones ofensivas dentro
del territorio de las Misiones Occidentales.
Esta intriga con los sectores de opositores a la Liga de los Pueblos Libres es el
inicio de una postura política de Corrientes que tendrá su punto álgido en 1818 con la
separación de esta provincia de la Liga, y provocará la invasión de Andresito a Corrientes.
Esta situación se daba especialmente por un factor social, ya que la alta sociedad correntina
despreciaba a las tropas guaraníes de Andresito y se consideraba más afín con la incipiente
burguesía porteña. Esto se identifica claramente en las narraciones peyorativas que la
historiografía correntina hacía sobre la figura de Andrés Artigas.
Si bien el objetivo descripto en las cartas era la destrucción de los recursos, Chagas
sabía que su objetivo real era la destrucción de las fuerzas y, en especial, la captura o
muerte de Andresito como lo predice en sus cartas. En ese aspecto la campaña no podía
finalizarse, ya que la situación estratégica operacional no se había modificado porque
Andresito aún poseía fuerzas militares y constituía una amenaza a las tropas portuguesas
que actuaban sobre las partidas de Artigas en la Banda Oriental.
101 - 129
CAPÍTULO 6
LA BATALLA DE APÓSTOLES
1. Movimientos previos
102 - 129
fuerzas hasta las fronteras del Paraná. En la zona de poblados establecidos a orillas del río
Uruguay, Andresito Artigas había comenzado su reconquista del territorio invadido. El día
12 de marzo, sus partidas reconquistan La Cruz y toman prisionera a la guardia dejada por
Chagas. Esta buena noticia es transmitida por Méndez al Cabildo:
Artigas, habiéndose enterado de esto, ordena a Méndez avanzar sobre Caá Catí y
manda a Andresito a recuperar los pueblos de la costa del Uruguay. Andresito cambia su
cuartel general desde Paso del Rosario hacia Asunción del Cambay. Chagas enterado de
estos movimientos por sus avanzadas y algunos prisioneros, refuerza su cuartel general en
San Borja al otro lado del río Uruguay e informa a sus superiores de estos movimientos.
Andresito con sus fuerzas había continuado avanzando hacia el norte y recupera de
esta manera los poblados que habían sido tomados por los portugueses, siempre
manteniendo contacto y en forma coordinada con los apoyos de las fuerzas correntinas de
Aranda y de Méndez, Para no repetir los errores de Ibiritingay, estas fuerzas correntinas
tienen la misión de recuperar los poblados de la costa del Paraná que habían sido ocupados
por los paraguayos. Los pobladores guaraníes y criollos de estas localidades, que no fueron
tomados como prisioneros de los paraguayos, se establecerán en las antiguas estancias de
la zona comprendida entre el río Santa Lucía y la laguna del Iberá, lo cual da lugar a la
erección de los nuevos pueblos de Yatebú (Loreto) y de San Miguel.
79
Archivo General de la Provincia de Corrientes – Actas Capitulares 49, folio 136.
103 - 129
sobre los pasos del Uruguay, desde donde estas tropas mantenían vigilancia de los
movimientos artiguistas.
Chagas, por su parte, había procurado solamente los movimientos de traslado del
botín capturado y argumentaba a sus superiores la falta de caballada para accionar sobre las
fuerzas artiguistas al otro lado del río Uruguay.
80
MACHÓN, Francisco: XV Encuentro… Ob.cit., pp. 34-35.
104 - 129
2. La batalla de Apóstoles de acuerdo a las primeras fuentes documentales
a. Fuentes portuguesas
Los primeros datos documentales de los cuales se tiene conocimiento hasta ahora
son aquellos realizados por el ejército de Portugal, compilados y conservados por el
gobierno del Brasil —son documentos importantes en la medida en que se toma en cuenta
su parcialidad respecto al resultado de la misma—. Estos documentos describen los hechos
desarrollados que, al compararlos con otros relatos y hacer un análisis del terreno,
condiciones meteorológicas, armamento y fuerzas empleadas, dan una imagen clara del
proceso de la batalla.
“El Brigadier Chagas fue comunicado que Andrés Artigas pretendía, con el auxilio
de Corrientes y Candelaria, renovar sus hostilidades; creyó ciertamente que debía
detenerlo: el primer cuerpo que destacó, derrotó completamente al enemigo; siendo por
esto prevenido de que las fuerzas enemigas eran considerables, resolvió pasar el mismo al
otro lado, y no encontrarlo en la margen del río, donde parecía dispuesto a esperarlo, fue
en su seguimiento hasta el pueblo de Apóstoles, que consiguió tomar, con pérdidas
considerables del enemigo en comparación con las nuestras.
“Por noticias verídicas venidas del sur, nos consta que la expedición al Uruguay
fue feliz, a pesar del rigor de la estación y falta de caballos. Los insurgentes después que
81
Revista Instituto Histórico–Geográfico del Brasil. Río de Janeiro, Tomo 42, pp. 28-29. (Traducción del
Autor).
105 - 129
fueron rechazados por nuestra patrulla en el paso de San Fernando, se ausentaron de la
costa del Uruguay, marcharon entonces los nuestros para el pueblo de Apóstoles (18
leguas distantes) cerca del cual el 2 del mes pasado tomaron 40 caballos y 4 prisioneros
que nos dan noticias que se hallan 500 garruchos82 poco más o menos en el mismo pueblo
y San José (3 leguas distante), 200 con Andrés Artigas. Dejando una buena guardia a la
caballada, formóse en batalla 500 hombres de los nuestros incluyendo nuestra infantería
50 milicianos guaraníes, por ser el terreno embarazoso y cubierto de arbustos en los
alrededores.
Afuera de este salieron los insurgentes con bandera encarnada y grande algazara,
a recibirnos e inmediatamente los embistió nuestra tropa con mayor intrepidez. El
escuadrón de la izquierda rompió el fuego tomando los costados del cementerio y huerta.
El de la derecha ganó al galope el portón del 2do patio y por el centro atacó nuestra
infantería, que luego tomó la bandera siendo muerto su portador y atacando a los
garruchos, huyeron éstos para la plaza y acosados por nuestra fusilería corrieron por el
patio del colegio, cuyo portón cerraron guarneciéndose adentro con sus tiradores; así
como por las ventanas de la iglesia desde donde nos habían iniciado fuego. Al mismo
tiempo los milicianos de la derecha habían forzado el portón del 2do patio debajo del
fuego de los garruchos, que precipitadamente corrieron para el primer patio, en que hubo
mucho fuego de ambas partes. A las tres de la tarde, apareció un cuerpo de caballería de
más de 200 hombres a galope comandados por Andrés Artigas en socorro del pueblo y
salió un escuadrón de 120 hombres comandado por el bravo Capitán de Granaderos José
María de Gamma, que pusieron en huida al enemigo por espacio de media legua matando
tres garruchos y haciendo un prisionero.
Avisado el general Chagas de movimientos del enemigo por la margen derecha del
Uruguay con apariencias verídicas de una reunión de sus fuerzas, y persuadido, con
mucha certeza y con buenos fundamentos, que él se disponía a algún fin que incomodase,
no quiso facilitar esto, comprometiendo su responsabilidad, se dispuso a buscarlo en su
país, antes que esperarlo y combatirlos en el nuestro, o ellos a nosotros en el río. Hizo
reunir una fuerza de 500 hombres, incluyendo doscientos del regimiento (Santa Catalina)
con todos sus oficiales, fue a pasar el Uruguay en el paso de San Lucas. Ahí sabiendo que
los insurgentes se hallaban reunidos en la misión de Apóstoles, para allá dirigió su
marcha y a pesar del mal clima y la creciente de los ríos pudo hacerlo bien con las
medidas y cautelas, siempre necesarios cuando se trata de invadir un territorio extranjero,
o atacar un enemigo en su propia casa, sin estar bien informado del número de ellos que
le iban a presentar batalla y mucho menos del estado de las fortificaciones, entendió (sin
duda confiado en su gran animo) que ese día era llegar, ver y vencer; más no le sucedió
83
Biblioteca Nacional de Rio de Janeiro, “Gazeta de Río de Janeiro, 1817” (copiado y traducido por José
Francisco Machón).
107 - 129
así; porque el enemigo en número de 600 o 700, bien prevenido y avisado se preparó
hábilmente para dejar llegar, ver y volver.
b. Otros autores
Los otros autores que pueden aportar una fuente primigenia son Martin de Moussy,
naturalista francés que recorrió las Misiones, quien publicó “La memoria histórica sobre la
decadencia y ruina de las misiones jesuíticas en el seno del Plata. Su estado 1856”, de la
84
DE ALMEIDA COELHO, Manuel Joaquim. “Memorias históricas do extinto regimiento de linha da
provincia de Santa Catharina”. Tipografia Catharinense, 1853, pp. 36-37.
108 - 129
cual solo se pudo obtener la versión francesa. En esta el autor describe algo similar a lo
expuesto por Almeyda Coelho, le da la victoria a Andresito después de acudir con sus
refuerzos desde San José.
El otro autor del cual vamos a tomar su relato es el sacerdote francés Jean Pierre
Gay o João Pedro Gay, como se llamó una vez ordenado sacerdote. Este canónigo dedicó
su vida al sacerdocio y al estudio de la historia y de la lengua guaraní. Durante su estancia
en Santa Catarina (Brasil) en 1848, recorrió las antiguas misiones jesuíticas para
reconstruir su historia. Su aporte es valioso porque —además de transcribir lo expuesto por
Almeyda Coelho— recoge testimonios de algunos sobrevivientes guaraníes de la batalla de
Apóstoles los cuales incluye en su obra. Nos cuenta lo siguiente:
“Luego de que se retiraran los portugueses, los indios volvieron a visitar las ruinas
de su patria y juraron vengarla, Andresito aprovechó esta exasperación para excitarlos
aún más.
Después de haber tratado en vano con la poca gente que tenía de resistir al
General Chagas, había corrido al otro lado de las lagunas para buscar refuerzos, con los
cuales volvió a ocupar los pueblos de las misiones, y colocó su cuartel general en las
ruinas de Apóstoles. Este pueblo que fuera solamente saqueado, conservaba todavía sus
edificios y su colegio era una de las mejores obras de los jesuitas por aquellos lugares.
85
GAY, Joao Pedro: “Historia de la República Jesuítica del Paraguay, desde el descubrimiento del Río de La
Plata hasta nuestros días, año 1861” Río de Janeiro, 1863, pp. 300-301.
109 - 129
De los autores nacionales, el mejor relato de la batalla es el que nos narra José
Francisco Machón y que recoge lo descripto por Martin de Moussy en su obra:
“El ataque de Apóstoles se libró el día 2 de julio. Los misioneros guaraníes con
gran algazara, saldrán al encuentro de los invasores enarbolando bandera encarnada,
simbolizando que la guerra será total; la lucha que se entabla en las afueras del pueblo es
cruenta y encarnizada, la superioridad de las fuerzas portuguesas obligará a los
misioneros a replegarse a la plaza del pueblo, buscando refugio en el patio del colegio y
en la iglesia, donde atrincherados vigorosamente, repelen los continuos asaltos,
entablándose un prolongado fuego de fusilería por ambas partes, con su consiguiente
saldo de muertos y heridos. A primeras horas de la tarde es avistado un cuerpo de
caballería que al galope, desde San José y al mando del comandante General de Misiones
Andrés Guacurarí y Artigas, venía a socorrer Apóstoles. El Capitán José María Da
Gamma sale con su escuadrón al encuentro y no los debe haber puesto en huida, como lo
manifestó Chagas en su informe, sino solamente contenido por unos momentos, pues
únicamente de esa forma podemos entender el porqué de su regreso y posterior abandono
del sitio de las demás fuerzas.
Es indudable que la heroica resistencia al asalto hizo posible que Andrés Artigas,
que se encontraba en San José, prontamente pudiera venir en auxilio de los sitiados,
posibilitando el triunfo de los guaraníes misioneros que, dispuestos a vender caras sus
vidas, pudieron vengar los atropellos recientemente cometidos por el Atila del Uruguay.
De haber sido otro resultado, Chagas sin lugar a dudas hubiera repetido su acción
anterior, destruyendo y saqueando Apóstoles, San José y San Carlos, al mismo tiempo que
nuevamente hubiera avisado a los paraguayos que Candelaria estaba a su disposición”86.
3. Análisis particular
a. Consideraciones básicas
Este análisis tiene por objetivo incrementar la certeza sobre algunos aspectos de la
batalla, ya que el autor pudo realizar el estudio del campo de batalla con la ayuda del
profesor Esteban Snihur, residente en la ciudad de Apóstoles y licenciado de Historia,
86
MACHÓN, Jorge Francisco. “La batalla de Apóstoles y otros Trabajos”, Junta de Estudios Históricos,
Sociales y Literarios de Jardín América. Jardín América. 1996, p. 38.
110 - 129
egresado de la Universidad Nacional de Misiones, UNAM. Snihur, por iniciativa propia,
había investigado los hallazgos de los antiguos pioneros polacos y ucranianos que fueron
los primeros que repoblaron Apóstoles, luego de la diáspora de los guaraníes artiguistas
hacia la provincia de Corrientes. Muchos de estos objetos aun se conservan en la colección
privada de dicho profesor; actualmente continúan las excavaciones arqueológicas por parte
de la Universidad Nacional de Misiones, en el sector de la antigua iglesia (Ver Anexo 20).
La antigua Misión estaba ubicada en el terreno más alto de la zona (Ver Anexo 21),
desde donde dominaba los caminos que conducían a esta y que la comunicaban con el río
Uruguay, así como con los poblados de Santo Tomé y Yapeyú al sur, San Carlos y San
José al Norte. Aún hoy se conservan rastros del antiguo camino del sureste desde donde se
aproximó Chagas (Ver Anexo 22). Estos caminos de tierra, ampliamente utilizados,
dejaban ver unas profundas huellas de los carros de transporte de mercaderías y productos
cultivados, pero se vuelven sumamente anegadizas en época de lluvia y crean un barro
resbaladizo y blando que puede entorpecer el movimiento, inclusive a pie y a caballo.
Además, otra característica importante es que los cursos de agua aumentan
considerablemente su caudal durante las lluvias y hacen sumamente dificultoso y peligroso
su franqueo, lo cual limita su paso sobre los puentes.
El relieve de la zona presenta una altura máxima de 150 m en la cota más alta que
es donde estaba ubicada la misión —y donde actualmente está ubicado el centro deportivo
municipal— (Ver Anexo 21 y 23). Aún se conservan rastros de la iglesia en los parterres
centrales de la avenida que la cruza (Ver Anexo 23); este desnivel también influye
notablemente el tránsito en épocas de lluvia, ya que hace difícil el agarre en subida por
caminos de tierra sumamente resbalosos.
111 - 129
Características del trazado urbano (Ver Anexo 24):
“En todas las misiones, el centro topográfico era representado por una gran plaza
cuadrada; en uno de sus lados se situaban la iglesia, el colegio y el cementerio,
ubicándose en los otros tres lados las casas de los indígenas y algunos laboratorios.
Había excepciones en esta disposición, el coty guazú, es decir, la casa de las viudas, que
ocupaba habitualmente una posición más descentrada respecto al resto de la vida social
que se realizaba en estos pueblos.
El núcleo de la reducción.
112 - 129
vida eterna; el cementerio, colocado solitariamente en el fondo de la plaza, constituía una
solución para resaltar esa conciencia cristiana que los jesuitas habían infundido. Es decir,
esta triada así dispuesta creaba un complejo escenográfico sobre el fondo de la plaza. Tal
estructura única tenía otra función, la de limitar el desarrollo extensivo de los habitantes
en sólo tres direcciones, factor del todo inusual en las demás instalaciones
hispanoamericanas. De hecho, las reducciones jesuíticas representaban el único ejemplo
de pueblos adecuados a las planificaciones estables de las Ordenanzas de la Población de
Felipe II, de 1573.
De acuerdo con esta planificación urbanística, con el relato del padre Gay y el
informe de Chagas, el autor de esta tesis realizó en el año 2008 una maqueta que recreaba
la población de Apóstoles en 1817 y los combates de esta batalla (Ver Anexo 25). Como
comentario final, se puede inferir que las características del terreno y las condiciones
meteorológicas favorecieron la posición de los defensores al crear un primer obstáculo en
el arroyo Cuñamanó, ubicado al sureste de la Misión (Ver Anexo 26). Posteriormente,
dichas condiciones dificultaron el avance de las fuerzas portuguesas tanto de infantería
como de caballería, y obligaron a la artillería o cañones de apoyo a mantenerse en las
posiciones altas al otro lado del Cuñamanó —como lo certifica el encuentro de restos óseos
que se explicará más adelante—. Esta dificultad se trasladaría también a los refuerzos de
Andresito venidos desde la localidad de San José, ubicada a 20 km al norte, al limitar
también la persecución de los portugueses al término de la batalla.
c. Tropas enfrentadas
87
Las Misiones Jesuíticas. Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, Alicante, 2001.
113 - 129
más del parte de Chagas, ya que un prisionero guaraní capturado había informado que se
hallaban 500 garruchos entre Apóstoles y San José, 200 bajo las órdenes directas de
Andresito, esto dejaría aproximadamente 300 en Apóstoles y 200 con el refuerzo.
d. Restos encontrados
Después de cruzar el río Uruguay por el Paso de San Lucas, el brigadier Chagas se
dirigió hacia la antigua misión de Apóstoles con la intención de destruir las fuerzas que
Andrés Artigas había reunido para reiniciar las operaciones en territorio portugués. Para
cumplir con esta misión, Chagas marchó con el Regimiento de Santa Catalina, con dos
115 - 129
compañías de infantería de línea y todo su estado mayor, el Regimiento de Dragones de
Río Pardo, con dos escuadrones y milicianos guaraníes y de frontera, las fuerzas sumaban
en total cerca de 500 hombres; las tropas artiguistas en Apóstoles sumaron cerca de 300
hombres.
Los defensores se protegen en los edificios del pueblo centrando sus fuerzas en la
iglesia y en el colegio. Las dos columnas portuguesas atacan la iglesia y el colegio por el
norte y por el sur forzando la entrada; por el primer patio del colegio una y por el
cementerio la otra, y abren el fuego desde los edificios frente a la fachada de la iglesia.
Este sitio se mantiene durante horas, el resto de los milicianos se dedican al saqueo y
destrucción del pueblo. (Ver Anexo 25). El capitán José Da Gamma parte por orden de
Chagas al encuentro de una fuerza de caballería que se aproxima desde San José, los
Dragones tratan de rechazar las fuerzas de Andresito quien se repliega e inicia un
envolvimiento como normalmente lo había demostrado en otros enfrentamientos con los
portugueses. El combate se traslada al pueblo donde los atacantes empiezan a sentir la
presión de los refuerzos de Andresito; en la refriega sale herido el mismo brigadier Chagas.
El repliegue se empieza a dar al finalizar la tarde cuando los lusitanos cruzan el arroyo bajo
la protección de su artillería y se reorganizan en el terreno elevado al este del Cuñamanó;
emprenden la retirada en la madrugada del día 3. Andresito no ejecuta la persecución del
enemigo por no contar con fuerzas suficientes. Habiendo quedado dueño del terreno,
Andresito reorganiza sus tropas y atiende a los heridos, de los cuales la mayoría muere por
la rudimentaria atención médica.
116 - 129
5. Acciones posteriores
Al retirase Chagas de Apóstoles, había dejado tras su paso por el río Uruguay
guardias bien custodiados y guarnecidos en San Fernando, frente al paso de San Isidro y en
Santo Tomé. Andresito no realiza la explotación de su éxito al no perseguir a los lusitanos,
pero las circunstancias no le habían permitido tomar esa iniciativa. Como se dijo
anteriormente, a este caudillo guaraní le era preciso reorganizar sus fuerzas y proteger la
frontera del Paraná, donde las familias huían temerosas de la repetición de los sucesos de
principios de año. Con esta finalidad se establecerá en la tranquera de Loreto, mientras
Aranda lo hacía en San Carlos. Su recelo era infundado, según un informe de Chagas, este
comunicaba al barón del Río Branco que Andresito estaba esperando que los paraguayos
actuaran sobre Candelaria con la intención de apoyar una incursión portuguesa en ese
sector, el comandante portugués se mantendría en San Borja a la defensiva hasta el año
siguiente.
88
Archivo General de La provincia de Corrientes-Actas Capitulares 48, Folio 206.
117 - 129
para terminar con Andrés Artigas, se había transformado en una defensa de las fronteras
para que este no accionase sobre las Misiones Orientales como lo había hecho en 1816.
6. Consecuencias inmediatas
7. Conclusiones parciales
Otra consideración analizada tiene que ver con el resultado de la batalla. Durante
mucho tiempo figuró como victoria portuguesa en la historia brasileña, recién con las
primeras publicaciones nacionales se daba la victoria a Andresito Artigas, pero sin ahondar
en detalles sobre cómo se logró. El análisis pormenorizado de la bibliografía, las
características del terreno y las condiciones meteorológicas, así como de las tropas
enfrentadas y los restos encontrados permitieron establecer como victorioso a Andresito de
acuerdo con la narración realizada en el punto 4 (síntesis realizada por el autor).
En definitiva, en toda la campaña de 1817, más allá del saqueo y destrucción de los
edificios, las tropas del brigadier general Chagas no pueden informar a la corte portuguesa
de una victoria rotunda sobre tropas artiguistas en este frente. La táctica de Andresito
ayudaba intensamente a favorecer estos informes, ya que en muchos combates se repetía la
estrategia de replegarse en varias direcciones para posteriormente reagruparse en un punto
determinado. Es por ello que no sorprendió a los mandos portugueses el informe de Chagas
como una victoria, ya que se había llevado prisioneros y algunos materiales producto del
saqueo.
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continuidad en una lucha por la libertad de esta frontera y la Banda Oriental que seguiría
por tres años más hasta la derrota total de Artigas en Tacuarembó. Ya sin Andresito, pero
con su legado ideológico, la caída de la Liga de los Pueblos Libres había obligado a las
poblaciones guaraníes a migrar y a establecerse definitivamente en las zonas de lagunas, en
la provincia de Corrientes, para evitar una posible invasión portuguesa que nunca se
produjo.
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CONCLUSIONES FINALES
Además del enfrentamiento directo entre Portugal y los artiguistas, fue importante
conocer como Buenos Aires (representada por el directorio) y Paraguay tuvieron su
intervención en esta campaña. Buenos Aires acaparó a los opositores correntinos para
cortar el apoyo a Artigas y separar Corrientes de la Liga de los Pueblos Libres; y Paraguay,
dentro de su aislamiento, buscó sacar provecho de la necesidad de Portugal de aliados
contra Artigas, y de esa forma recuperar los territorios del Paraná que reclamaron en el
tratado de 1811 con Buenos Aires.
90
Escuela Superior de Guerra “Tte. Gral. L. M. Campos. “Bases Para el Pensamiento Estratégico”. Tomo III.
Estrategia OP. Buenos Aires: Docencia, 1994, p. 85.
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lusitanos lograron destruir los pueblos establecidos en las márgenes del río Uruguay dentro
del territorio de las Misiones Occidentales, como La Cruz, Yapeyú y Santo Tomé.
Andresito con solo mantener la amenaza de sus fuerzas cumplía los objetivos de
Artigas. A pesar de que el deseo de Andresito era recuperar las Misiones Orientales
ocupadas por Portugal, nunca se planteó una estrategia defensiva estática y de
mantenimiento del terreno, las acciones desarrolladas en 1817 eran producto de la
adaptación a la iniciativa portuguesa.
Si bien la ofensiva lusitana durante el año 1817 había abarcado todo el sector de la
Banda Oriental, la campaña defensiva de Andresito Artigas se diferenció de la de José
Artigas por la delimitación territorial y por finalizar antes con la retirada portuguesa.
La tercera fase de la campaña abarcó los meses de junio y julio de 1817, con
movimientos de aproximación hacia Apóstoles, el desarrollo de la batalla, la retirada
portuguesa y la conquista de los pasos sobre el río Uruguay por parte de las fuerzas de
Andresito.
Más allá de lo notificado a la corte portuguesa en los partes oficiales del brigadier
general Chagas, la retirada total de las tropas lusitanas y la pérdida de las guardias
establecidas en los pueblos y pasos aledaños al río Uruguay dejaba el control total de las
provincias de Misiones y Corrientes a Andresito, quien lo mantuvo hasta su captura en
1819. Andresito evitó cumplir los objetivos portugueses de eliminar la resistencia artiguista
en el sector, dejar a Paraguay con el control de los poblados del Paraná y a un gobierno
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aliado en la ciudad de Corrientes para que manejara las poblaciones del sector oeste del río
Uruguay.
Por los conceptos vertidos anteriormente, este trabajo intentó dar un aporte
académico militar sobre un tema que había sido poco estudiado e incluso desconocido en el
ambiente castrense fuera de la provincia de Misiones, pero que deja enseñanzas sobre
acciones militares irregulares contra un ejército convencional en un ambiente geográfico
particular.
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BIBLIOGRAFÍA
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2. Fuentes documentales
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