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CÓMO LIDIAR CON LA CONDUCTA EXPLOSIVA

Es de ayuda entender que el comportamiento es una forma de comunicación.


Un niño o una niña que está tan abrumado que reacciona con violencia es un
niño angustiado. El niño no tiene la habilidad para manejar sus sentimientos y
expresarlos de una manera más madura. Puede que no cuente con las
habilidades verbales o de control de impulsos o de solución de problemas.

La mayoría de los niños y niñas tienen rabietas o pataletas ocasionales. A


veces pueden estallar si están frustrados o volverse desafiantes si se les pide
que hagan algo que no quieren hacer.

SEÑALES PARA INTERVENIR ANTE LOS ESTALLIDOS EMOCIONALES

▪ Si las rabietas y estallidos de su niño/a están ocurriendo más allá de la


edad en la cual son esperados (hasta la edad de 7 u 8 años). ▪ Si su
conducta es peligrosa para sí mismo o para los demás. ▪ Si su
comportamiento está causando problemas en la escuela, y los maestros le
informan que está fuera de control.
▪ Si su comportamiento está interfiriendo con su capacidad de llevarse bien
con otros niños, por lo que está siendo excluido de las citas para jugar y
las fiestas de cumpleaños.
▪ Si sus rabietas y conducta desafiante están causando muchos conflictos en
casa y perturban la vida familiar.
▪ Si está molesto porque siente que no puede controlar su ira, y eso lo hace
sentirse mal consigo mismo.

ELEMENTOS CLAVE A TENER EN CUENTA

▪ No te rindas. Resiste la tentación de acabar con la rabieta de su hijo/a,


dándole lo que quiere cuando explota. Darse por vencido sólo le enseña
que las rabietas funcionan.

▪ Mantén la calma y la coherencia. Las respuestas ásperas o con enojo


tienden a agravar la agresión del niño, ya sea verbal o físicamente. Al
mantener la calma, también estás modelando y enseñando a su hijo/a el
comportamiento que quieres ver en él/ella.

▪ Ignora el comportamiento negativo y elogia el comportamiento positivo.

▪ Ignora los malos comportamientos menores, ya que incluso la


atención negativa como reñir o decirle que deje de hacerlo, puede
reforzar sus acciones. En su lugar, agrega adjetivos espléndidos sobre
los comportamientos que desea fomentar. (No solo digas “buen trabajo”,
diga “buen trabajo calmándote”.

▪ Utiliza consecuencias coherentes. Tu hijo/a necesita saber cuáles son las


consecuencias para los comportamientos negativos, tales como los
tiempos de reflexión; así como las recompensas para los
comportamientos

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positivos, como el tiempo en el iPad, su cena favorita, etc. Y tú tienes que
demostrarle que mantendrá estas consecuencias en cada ocasión.

▪ Espera hasta que la rabieta haya terminado para hablar. Una cosa que no
debes hacer es intentar razonar con un niño/a que está molesto. “No
hables con él/ella cuando no esté disponible”.

▪ Prepara un set de herramientas para calmarse, como la respiración lenta,


para relajarse, porque no puede estar tranquilo y enojado al mismo
tiempo.

TERMÓMETRO DE LAS EMOCIONES

Utilizar un termómetro de las emociones no consiste simplemente en ponerlo


delante de vuestro hijo/a y pedirle que os explique cómo se siente.

Comenta cada imagen con tu hijo/alumno. Etiqueta y describe la emoción que


representa esa imagen. ¿Cómo me siento en cada nivel y en qué se nota?

Sugerencias si el niño está un poco bloqueado o necesita ayuda.

• Emoticón con una gran sonrisa (nivel 1): representa la felicidad, estar
contento/a. Me va genial y lo noto porque sonrío o suelto carcajadas. •
Emoticón plácido, con una cara algo más neutra (nivel 2): todavía me siento
bien. Estoy cómodo, nada me molesta. Igual no me carcajeo como antes,
pero sigo sintiéndome bien.
• Emoticón con una cara enfadada/enojada (nivel 3): algo ocurre que me
está molestando. No me siento bien. Comienzo a sentirme enfadado. Se
nota por fuera porque frunzo el ceño y ya no me apetece sonreir. Me he
puesto serio.
• Emoticón con cara muy enfadada/enojada (nivel 4): Me siento realmente
enfadado. Grito. Es posible que diga cosas que no son agradables. •
Emoticón con la cara más enojada/enfadada (nivel 5): ¡He perdido el
control! Estoy SUPER enfadado. Chillo. A veces me hago daño a mí mismo
o a los demás. Digo palabras feas. Puedo llegar a romper objetos. Lanzo
cosas.

RINCÓN DE LA CALMA

1) Vamos a prepararlo entre toda la familia: Puesto que este espacio será
utilizado por todos los miembros de la familia, todos debemos participar en su
elección y decoración, así, además, el rincón tendrá el toque personal de cada
uno de los miembros de la familia.

2) Definir el espacio: qué sitio de la casa será el más indicado para poder
establecer allí nuestro rincón. No es necesario que sea un espacio grande;
solo necesitamos que sea confortable y que podamos tener libre acceso para
acudir a él cuando lo necesitemos.

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3) Presentárselo al niño: Vamos a explicarle al niño qué es lo que vamos a
hacer, en qué va a consistir el 'rincón de la calma' y qué finalidad tendrá. Se lo
presentaremos como un juego o una actividad para hacer en familia, y le
explicaremos que será un espacio bonito y especial al que poder retirarnos
cuando necesitemos calmarnos.

4) Decorarlo: elegiremos los materiales y elementos decorativos que


queremos que tenga nuestro rincón. Es recomendable que estos materiales
permanezcan siempre ahí, para que cuando necesitemos echar mano de ellos
los encontremos sin dificultad. También se aconseja que estén debidamente
ordenados en cajas, para que al niño le resulte fácil encontrarlos.

Algunos de los materiales que podemos incluir en nuestro 'rincón de la calma'


son:

• Elementos que nos aporten comodidad física, tales como colchonetas,


mantas, cojines, almohadas...
• Materiales que nos ayuden a volver a un estado de calma, como molinillos
de viento o pomperos para controlar la respiración, botella de la calma,
bolas o cojines antiestrés, relojes de arena o agua para relajarnos,
tarjetas para identificar emociones, libros para ayudarnos a gestionar
nuestras emociones, mandalas para colorear y liberar tensión, plastilina
o pasta para modelar...
• Elementos que nos ayuden a sentirnos seguros y protegidos, tales como
mantas, peluches o objetos de apego, tiendas de campaña o tipis, luces
de Led....
• Objetos que nos aporten felicidad y nos hagan sentirnos mejor. Cada
miembro de la familia elegirá el suyo. Puede ser, por ejemplo, un
reproductor para escuchar música, un libro, unas fotografías bonitas, un
dibujo especial, algún recuerdo que nos transmita felicidad, piedras
decorativas, una manualidad que hayamos hecho en familia y nos guste
admirar...
• Poner nombre a nuestro rincón: 'el refugio', 'la cueva de la calma', 'el país
de la fantasía', 'el rincón de la serenidad', 'la esquina de la paz'...
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BOTELLA DE LA CALMA

Instrucciones de preparación:

• Rellenar la mitad de la botella o frasco de agua


• Añadir unas gotas de colorante alimenticio líquido
• Añadir aceite vegetal o de oliva.
• Cerrar el tarro (pon pegamento dentro de la tapa y en el borde superior del
tarro, para que se cierre bien y no puedan abrirlo).
• Agítalo
Mª Dolores Borja Martínez
Información basada en: https://cuentameuncuentoespecial.com/ y
https://childmind.org/article/

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