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CAPÍTULO II

FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA
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CAPÍTULO II

MARCO TEÓRICO

En el marco teórico, se integran los referentes que permiten explicar y

hacer comprensible el análisis de las políticas públicas de seguridad

ciudadana. Se incluyen, los antecedentes de investigaciones referido a la

variable y a las teorías que la describen, para modelar los valores que

permitan alcanzar la seguridad ciudadana en términos de petitorios por parte

de los habitantes marabinos, estas teorías permiten fundamentar el propósito

que se plantea este estudio de generar lineamientos teóricos-prácticos para

alcanzar niveles deseables de seguridad ciudadana sustentada en valores

para el Municipio Maracaibo.

1 ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN

Los antecedentes se entienden como los estudios o investigaciones

previas sobre la variable de estudio; estos constituyen un análisis crítico de

investigaciones previas, permitiendo establecer un punto de partida o base

para la investigación. Radica en la indagación relevante y directamente

relacionada con el tema de investigación, representando un diagnóstico del

estado actual del conocimiento.

En este sentido Hurtado y Toro (2007), los antecedentes conforman todo

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hecho anterior a la formulación del problema que sirve para aclarar, juzgar e

interpretar el problema, los detectados para la presente investigación,

expresados desde la cobertura internacional a la local se tienen: es decir,

Política Pública de Seguridad Ciudadana sustentada en valores los cuales se

presentan como se muestra a continuación:

Pons (2014) realizó un trabajo titulado Cultura organizacional y gestión

del talento humano en los cuerpos de seguridad ciudadana, presentado para

optar al grado de Doctor en Ciencias Gerenciales en la Universidad Dr.

Rafael Belloso Chacín. La misma tuvo como finalidad determinar la relación

entre la cultura organizacional y la gestión del talento humano de los

Cuerpos de Seguridad Ciudadana. La investigación fue de tipo Descriptiva

Correlacional de Campo, ampliada con un diseño no experimental-

transaccional descriptiva.

La población estuvo conformada por 124 sujetos (Director General,

Subdirector, Inspector General, Jefes de Divisiones, Oficiales, Técnicos,

Efectivo) de la Policía Regional del Zulia y Policía de Carabobo. Se aplicó un

instrumento, con 2 cuestionarios: Cultura Organizacional conformado por 65

ítems, y Gestión del Talento Humano con 52 reactivos, con una escala de

respuesta múltiple de 5 alternativas, validado su contenido por un panel de

10 expertos. La confiabilidad de los datos se calculó mediante el método

estadístico de las Dos Mitades, obteniendo por Spearman Brown (1991) un

0,92 para ambas variables y la corrección de error por Guttman (1991) un

0,94 para la primera y 0,96 para la segunda respectivamente.


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Se concluye que los Cuerpos de Seguridad Ciudadana, ejecutan los

elementos de la cultura organizacional, orientadas a la autonomía, enfoque

direccional, principios, valores, sistema de apoyo, se identifican con la cultura

burocrática, mientras que en la Policía Regional del Zulia se aplican los

procesos de gestión del talento humano satisfactoriamente, en la Policía de

Carabobo se desarrolla medianamente aspectos que pueden estar afectando

el desempeño de los funcionarios.

Al asociar las variables, se comprobó que la cultura organizacional

incide moderadamente (0.17) sobre la gestión del talento humano. Con base

en los hallazgos encontrados, se formularon planteamientos enmarcados en

la gestión del talento humano que potencien la cultura organizacional en los

Cuerpos de Seguridad Ciudadana.

Este aporte cobra importancia al reflejar en sus hallazgos los valores en

la formación de los cuerpos policiales a fin de garantizar un trabajo idóneo

para la comunidad de Carabobo y Zulia a la luz de una cultura organizacional

que mejore la organización ciudadana y estimulando su participación para la

seguridad de las comunidades

Gando (2015) realizo una investigación titulada liderazgo emprendedor

como fundamento del compromiso organizacional en organismos de

seguridad ciudadana del estado Zulia en la Universidad Dr. Rafael Belloso

Chacín, para obtener el grado de Doctora en Ciencias Gerenciales. La

investigación tuvo como propósito analizar el liderazgo emprendedor como

fundamento del compromiso organizacional en organismos de seguridad


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ciudadana del estado Zulia. Teóricamente se fundamentó en Porter y Kramer

Kirzner (2004), Robbins (2006), Hodge, Anthony y Gales (2005), Hellriegel y

Slocum (2009), entre otros.

Epistemológicamente se definió como positivista, se tipificó como

descriptiva, de campo, no experimental, transaccional. La población quedó

conformada por 74 sujetos entre Comisarios, Inspectores y Subinspectores.

Se utilizaron dos cuestionarios de 40 y 24 ítems fueron validados por diez

(10) expertos y para la confiabilidad se aplicó el coeficiente Alpha de

Cronbach (1991) cuyos índices fueron 0.75 y 0.92.

De los resultados pudo concluirse que: entre las habilidades del líder

emprendedor en armonizar, la acción motivadora así como la visión y

compromiso social muestran alta presencia, sobre los beneficios que ofrece,

destaca la elevada tendencia positiva de los indicadores promoviendo su

crecimiento económico, incremento de la productividad, creación tecnológica

además de mantener rejuvenecida la competitividad; respecto a las

dimensiones se encuentran en alta proporción pues poseen necesidad de

logro, tolerancia ante el riesgo y la ambigüedad

Al determinar los factores del compromiso organizacional poseen una

tendencia favorable respecto a los indicadores personales, relacionales,

motivacionales e inhibidores; al describir los tipos de compromiso

organizacional el económico, de crecimiento y moral están presentes con

tendencia favorable.

Al analizar el liderazgo emprendedor como fundamento del compromiso


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organizacional en organismos de seguridad ciudadana del estado Zulia, se

concluyó que ambas variables muestran una elevada presencia en el

personal gerencial abordado como integrantes de la población seleccionada

por tanto queda demostrado como el liderazgo emprendedor contribuye

favorablemente al afianzamiento del compromiso organizacional en estas

instituciones.

Referir este estudio en cuanto a su aporte cabe señalar que el mismo

muestra en su conclusiones el relevante interés de los cuerpos policiales del

Zulia, en la calidad de sus servicio al ciudadano en cuanto al compromisos

por organizarse para su crecimiento moral y emprendedor, esto muestra la

importancia que tiene la seguridad para los trabajadores que hacen vida en

el cuerpo policía del Zulia.

Barrios (2015) realizo una investigación titulada formación policial

académica como política de seguridad ciudadana en los cuerpos de policía

municipales, el mismo se llevó a cabo en la Universidad Dr. Rafael Belloso

Chacín, para optar al grado de Doctor en Ciencias de la Educación, La

investigación tuvo como objetivo analizar la formación académica policial

como política de seguridad ciudadana en institutos autónomos cuerpos de

policías municipales del estado Zulia, sustentada por los postulados teóricos

de autores como: El Achkar (2010), Consejo General de Policía (2010),

Montero, Perales y Otros (2009), Gabaldón (2008), Iniciarte y Canquiz

(2008), Comisión Nacional para la Reforma Policial (2006), Castillo y Cabrizo

(2006), Rico y Chinchilla (2006), entre otros.


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La investigación fue descriptiva con un diseño no experimental

transaccional, y de campo. Epistemológicamente, está concebida bajo la

concepción positivista con enfoque cuantitativo. Se aplicó un cuestionario

tipo Likert de 32 ítems con cuatro (4) alternativas de respuesta. La muestra

estuvo constituida por 26 sujetos entre (6) instructores de planta y (20)

docentes de aula.

Se determinó la validez del instrumento mediante el juicio de expertos y

la confiabilidad mediante el coeficiente alfa de Cronbach obteniendo un

resultado de 0,9032, siendo confiable para su aplicación. Se elaboraron los

análisis estadísticos mediante el (ANOVA) y la prueba de múltiples rangos de

Tukey. Entre las conclusiones se tiene que los instructores de planta y

docentes de aula mantienen una formación académica policial en un nivel

alto y las políticas de seguridad ciudadana de igual manera también alto. Sin

embargo, no alcanzaron el nivel más alto para llegar a la excelencia.

En este sentido, se formularon lineamientos estratégicos acordes con

los planes de seguridad ciudadana para la formación académica policial en

institutos autónomos cuerpos de policías municipales. En el presente estudio

se denota la importancia que tiene la formación académica profesional para

los cuerpos de seguridad del estado a fin de brindar formación a los

profesionales de la seguridad para garantizar el manejo adecuado de los

procesos en materia de cuerpo policiales en la sociedad marabina

Martínez (2014) realizó un estudio titulado Rehabilitación educativa

juvenil penitenciaria, como política pública de seguridad ciudadana en la


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ciudad de Valledupar Colombia como Tesis Doctoral para optar al grado de

Doctor en Ciencias Políticas en la Universidad Dr. Rafael Belloso Chacín El

estudio se dirigió analizar las políticas Públicas de seguridad Ciudadana y

Rehabilitación Educativa Juvenil Penitenciaria.

Teniendo en cuenta las consideraciones y postulados teóricos de:

Escobar, M. (2001), Martínez, M. (2009), Blazich, G. (2007), Scarfó.

Francisco (2005), Roth, A. (2006), Hernández (2009), Muller (2010), sobre

las políticas públicas de seguridad ciudadana y rehabilitación educativa

juvenil penitenciaria. El estudio utilizo un paradigma dialectico, explicativo y

sistemático, con aplicación del método deductivo, con un enfoque cualitativo.

El tipo de investigación fue descriptivo, analítico y documental, con

diseño bibliográfico y se recabo información de fuentes documentales

consideradas válidas y científicas, utilizando la observación, la revisión

documental y la entrevista se mi estructurada directamente de miembros

activos de las instituciones y procesos concretos y activos. Para efectos del

tratamiento de la información que se recabo en el estudio, se realizó un

análisis e interpretación documental de la información.

La seguridad ciudadana se ha deteriorado por la baja calidad del

sistema educativo urbano y la falta de oportunidades tanto de las familias

como de sus miembros, quienes son reclutados con falsas expectativas por

los grupos violentos y escuelas del delito, aumentando la deserción escolar

de un segmento de la población pre y adolescente de los 12 a 18 años de

edad, quienes con la expectativa de fama, éxito, poder y dinero acceden a


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los requerimientos de dichas organizaciones entrando fácilmente al mundo

delincuencial.

Ese grupo de la población reprimidos por el poder policial y condenados

por el poder judicial llegan al sistema penitenciario, diseñado estructural y

funcionalmente para recibir a los infractores adultos, presenta fallas casi

totales en el tratamiento y administración de los educacionales para la

rehabilitación de los internos condenados, dado su enfoque restrictivo,

abandonando al interno a las Leyes de Convivencia del Cosmos

Penitenciario, aprendiendo y aumentando su peligrosidad.

Con el egresado del sistema se origina un ciclo vicioso de reincidencia

en el delito recapturado, procesado condenado y viceversa, generando un

deterioro en los esquemas de seguridad ciudadana; pero si se mejoran las

gestiones de políticas públicas de educación en contextos de encierro, con

un enfoque formativo preventivo humanístico capaz de lograr la rehabilitación

de los internos menores infractores, se restaurarían jóvenes cambiados y

competentes a su entorno social. Capaces de aportar conductas de

progreso, mejorando con ello, la convivencia y seguridad ciudadana

En este estudio, realizado en el espacio geográfico de Colombia

concretamente el Valledupar, por su cercanía con Venezuela

específicamente con el Zulia, cobra importancia sus resultados en cuanto al

reflejo de la importancia de la formación o reajuste en la reeducación de los

jóvenes transgresores de normas para su reinserción en la sociedad y que

los mismo se incorporen a procesos económico de beneficio a la colectividad,


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garantizado así ciudadanos capaces de hacer aportes significativos a sus

comunidades.

Briceño (2015) realizó un estudio titulado El servicio de Policía en el

contexto de las Políticas Públicas del Estado Venezolano (1999-2014) en

Universidad Dr. Rafael Belloso Chacín, para obtener el título de Doctora en

Ciencias Políticas, La investigación tuvo como objetivo analizar El Servicio de

Policía en el Contexto de las Políticas Públicas del Estado Venezolano

(1999-2014) teniendo como el fin de Identificar el servicio de policía, su

marco jurídico, órganos que desempeñan la prestación del servicio y las

políticas públicas, planes y programas para su cumplimiento.

La fundamentación fue teórica, legal y doctrinales, sustentada en

criterios de autores como: Brewer (2008), Gabaldón (2008), Méndez y Silva

(2006), Lahera (2004), entre otros, referentes a la seguridad ciudadana,

órganos de seguridad ciudadana, estructuras orgánicas y la formulación de

las políticas públicas para la prestación del servicio de policía. La

investigación fue de tipo documental e interpretativo bajo el enfoque

cualitativo.

Los resultados evidenciaron que el servicio de policía debe ser prestado

con estricto orden de profesionalización y control por parte del Estado, y esto

le hace depender jerárquicamente del mando y control por parte del mismo.

Las políticas policiales deberán estar inmersas en un órgano que las dirige

en búsqueda de un modelo de servicio de policía orientado a la defensa y

protección del Estado, y en su aseguramiento como principal objetivo de la


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policía.

De igual modo se determinó que desde la entrada en vigencia de la

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en el año 1999 hasta

el 2014, el Servicio de Policía se ha convertido en una obligación de gran

reto para el Estado, en todos los ámbitos políticos territoriales, es de su plena

competencia y responsabilidad brindar la tan aspirada seguridad ciudadana,

la que involucra la paz, el sosiego y la tranquilidad que necesitan los

ciudadanos por medio de políticas, lineamientos y acciones que involucren la

actuación efectiva del gobierno en la prestación de este servicio público.

Este estudio es de mucha importancia al presente, porque ofrece

información acerca del grado de las políticas en materia policial para el país

en cuanto reviste de competencia la necesaria formación de los cuerpos

policiales para el cumplimiento cabal de sus funciones y tareas de

responsabilidad en materia de seguridad ciudadana.

2. BASES HISTÓRICAS Y LEGALES DE LA SEGURIDAD CIUDADANA

EN VENEZUELA

Los primeros indicios que pueden mencionarse tienen su origen durante

los primeros siglos de la colonia, a través de las funciones que

desempeñaban los cabilderos en ciudades y villas en competencia con los

alcaldes quienes debían velar tanto por el orden púbico como por la limpieza

de los espacios públicos, la exactitud de los pesos y medidas en los

mercados, la eliminación de desechos, el libre tránsito por vías públicas, el


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abastecimiento de alimentos, la fijación de precios, entre otras.

Bajo esta realidad, en la medida que los pueblos y ciudades fueron

creciendo la corona nombro los alcaldes de la Santa Hermandad, cuyas

funciones estuvieron dirigidas específicamente a impedir el cometimiento de

delitos, arrestar delincuentes y garantizar que no se escaparan los detenidos

de las cárceles de esa época.

También se pueden observar indicios en figuras como la de los

“Comisarios y Alguaciles del Santo Oficio de la Inquisición” creadas por la

jurisdicción eclesiástica en las principales poblaciones venezolanas con el

propósito de convertir a sus pobladores en personas educadas, civilizadas,

que se adaptasen a los hábitos de la iglesia. Matos (2008)

La policía concebida como un cuerpo organizado, con una estructura

organizativa, subordinada al poder civil y con la función de brindar seguridad

a los ciudadanos se estableció en Venezuela a finales del periodo colonial. El

10 de marzo de 1810 la Junta Suprema de Caracas recomienda crear un

cuerpo de seguridad, con el propósito de brindar resguardo y custodia al

congreso. Una de las primeras medidas de esta junta fue la creación del

Tribunal de Policía para cumplir funciones a favor de la preservación del

orden público tanto en lo referido a delitos comunes como a las actividades

subversivas contra el gobierno apenas instaurado, esta última, como una

forma de neutralizar a los adversarios políticos. Más tardes ampliaron sus

funciones para brindarles servicio de protección a los propietarios de tierras,

quienes venían siendo víctimas de robos y crímenes.


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En las dos décadas siguientes de 1910 y 1920, se dictaron diversos

reglamentos de policía que tenían como propósito normar el funcionamiento

de la vida de los venezolanos tanto del campo como de la ciudad. Entre

estos el 11 de noviembre de 1811 se creó el reglamento de los celadores de

policía por parte del Supremo Poder Ejecutivo, estos tenían funciones de

seguridad por cada manzana o cuadra de la ciudad (policía menor).

Esta coexiste a partir de 1812 con la policía política (policía mayor),

creada para controlar lo relacionado con actos subversivos cometidos contra

el gobierno para ese entonces. El 6 de octubre de 1817 el General Simón

Bolívar dicta un decreto que restablece la Municipalidad de Angostura, con el

propósito que exista una administración de policía municipal. Aquí se puede

observar el germen de lo que es hoy día las policías municipales del país.

En 17 de agosto de 1819 el Libertador Simón Bolívar emite un decreto

en el cual se establecía que los gobernadores (militares), quienes eran

comandantes generales de cada provincia se encargarían de la alta policía y

a los gobernadores políticos (civiles) estarían a cargo de la baja policía. En lo

sucesivo la Municipalidad de Caracas y el resto del país emitieron, año tras

año, disposiciones en el ámbito policial con poco nivel de variación. En 1824

se emite un bando de policía para la Provincia de Caracas comprendido por

52 artículos y en la que la ciudad se dividía en 8 cuarteles (barrios), en cada

uno había tantos inspectores de policías como cuadras tenía, estos a su vez

estaban subordinados al comisionado del barrio que era un concejal.

Todo lo anteriormente expuesto según Matos (2008) fueron


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experiencias desarrolladas en Venezuela que se puede considerar como

antecedente de lo que posteriormente será la policía venezolana. Sin

embargo después que Venezuela pasa a formar parte de la Gran Colombia,

la necesidad de disponer de un cuerpo que mantuviera el orden y la

seguridad se hizo cada vez más necesario, sin embargo no fue sino hasta el

22 de diciembre de 1827 que el Libertador emite un decreto que organizaba

la policía como un cuerpo orgánico con el propósito de que velaran por la

seguridad pública, incluyendo la vida, el honor, los bienes de las personas,

así como el ornato, el aseo y la salubridad de la ciudad.

A partir de esta iniciativa del libertador los jefes de policía empezaron a

usar uniformes, además también portaban una espada y un bastón, lo que

permitía infundir un nivel de respeto importante ante la población. Esta

acción del Libertador contribuyo para que en 1928, el General José Antonio

Páez, en calidad de Jefe Superior Civil y Militar de Venezuela, dicte un

reglamento de policía.

Después de la disolución de la Gran Colombia en 1830, se emiten una

serie de leyes en las que se definen las funciones de los Consejos

Municipales y en ellas se incluían las funciones de la policía, la cual estaría

encargada de la comodidad pública, el ornato, la salubridad y el orden

público. Esta iniciativa también permitió crear el Reglamento Interior de

Policía, el cual fue presentado como anteproyecto en 1888 ante el Poder

Ejecutivo.

Ya entrado el siglo xx con la llegada de Juan Vicente Gómez al poder,


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se crea la policía a caballo, con funciones de mantener el orden público y la

paz ciudadana, estaba integrada mayoritariamente por andinos, no usaban

uniforme, pero si portaban un fusil al hombro y un machete en la cintura.

El aporte más importante para institucionalizar el sistema policial

venezolano lo representó la creación de la Escuela de aspirantes a policía

por parte del General Eleazar López Contreras. Este aporte es fundamental

ya que las experiencias anteriores daban cuenta que la mayoría de los

policías carencia de formación alguna, lo que los caracterizaba por ser un

cuerpo integrado por analfabetas.

Los procesos de transformación policial en Venezuela continuaron

durante el gobierno del General Medina Angarita ya que se inician

nuevamente los cursos de formación de agentes para formar la policía

municipal, además se dota a los funcionarios de uniforme, armamento y

vehículos para que realicen su trabajo. Sin embargo por la falta de resultados

el 18 de octubre de 1945 fue disuelto y en agosto de 1946, la Junta

Revolucionaria instaurada creo la muy famosa Seguridad Nacional, la cual se

mantuvo durante el periodo del General Marcos Pérez Jiménez, como cuerpo

de investigación y como policía política.

Esta policía fue muy cuestionada ya que se señalaba constantemente

de utilizar métodos violentos para reprimir cualquier movimiento político de

resistencia al régimen, por lo que se aleja de su función primordial. Con la

caída del gobierno de Pérez Jiménez y el inicio de la democracia, la policía

venezolana inicia un proceso de cambios importante.


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En primer término se elimina la Seguridad nacional, las policías dejan

de depender de los Concejos Municipales, pasando a depender de los

estados, se crean nuevas leyes que permiten más adelante la inauguración

de las Escuelas de Formación de Agentes en varias regiones del país,

además se crean las brigadas especiales y se le da cabida a la mujer dentro

de la policía. De esta manera nace el Cuerpo técnico de Policía Judicial

(PTJ) y la Dirección General de Policía (DIGEPOL). El primero estuvo

adscrito al Ministerio de Justicia y el segundo al Ministerio de Relaciones

Interiores.

Durante el primer mandato de Rafael Caldera (1969-1974) la DIGEPOL

se transformó en la Dirección de Servicios de inteligencia Policial (DISIP),

con el propósito de reforzar el trabajo de inteligencia hacia los grupos y

actores políticos de país. También surgieron las policías regionales,

dependientes de cada gobernador de cada una de las entidades.

Con el proceso de descentralización vivido en nuestro país a partir de la

década de los 90 surgieron las policías municipales. El primero en hacerlo

fue el municipio Sucre del estado Miranda, donde por iniciativa del Consejo

Municipal se crea su policía apegado al precepto de autonomía y por razones

de garantizar la seguridad de sus ciudadanos. Le siguieron municipios como

Chacao, Baruta y otros a nivel nacional.

En los últimos años del periodo del presidente Rafael Caldera y los

primeros del Presidente Hugo Chávez, en Venezuela coexistieron policías

que dependían tanto del gobierno nacional como de los gobiernos regionales
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y municipales. Existían en todo el territorio de la República, los cuerpos

policiales específicos a nivel nacional como el Cuerpo de Investigaciones

Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), dedicado fundamentalmente a

la investigación criminal, la Dirección de los Servicios de Inteligencia y

Prevención (DISIP), las policías estadales, las municipales, los cuerpos de

bomberos, tránsito terrestre y la Guardia Nacional (GN), la cual a pesar de

ser un cuerpo militar, cumple también funciones de tipo policial.

A pesar de que en sus inicios las experiencias de las policías

municipales surgidas de la descentralización, fueron exitosas, más adelante

resultaron insuficientes para atacar el fenómeno de la inseguridad. Es por

esto que después de la llegada del presidente Hugo Chávez al poder en

1999, se inician una serie de cambios a nivel constitucional que más

adelante terminarían generando una reforma general del sistema policial

venezolano además de una nueva concepción de la idea de ciudadanía

D´Elia y Cabezas (2008)

Cuando Chávez llega al poder en el año 1999, la realidad de la

seguridad según D´Elia y Cabezas (2008) reflejaba problemas estructurales

en cuanto a la protección, bienestar y seguridad social de la población, lo que

le daba una condición crítica. Estos autores sostienen que para el año 1998

la pobreza afectaba el 40% de la población, los niveles inflacionarios se

encontraban en el 20% anual y el desempleo se estimaba en un 15%. La

realidad descrita empeoró con el nuevo gobierno, después de 1999.

El panorama antes descrito provoco que el Ejecutivo decidiera


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implementar cambios en sus políticas en las que privaron dos visiones

diferentes. La primera caracterizada por promover una revolución social, la

cual fue ejecutada a través de la unión cívico militar, con el propósito

desplazar a aquellos sectores que tradicionalmente había dominado las

esferas del poder en lo político social y económico, instalando en el país una

nueva democracia popular. La segunda, caracterizada por grandes reformas

a nivel estructural con el objeto de promover una democracia ciudadana

socialmente incluyente (Figura 2).

Figura 2. Visiones Reformas Sociales 1999.

Fuente: D´Elia y Cabezas (2008).

En los primeros año de la década del 2000, Venezuela vivió un sin

número de desencuentros entre el gobierno y los gremios organizados de

empresarios, trabajadores, iglesia, organizaciones no gubernamentales,


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grupos de oposición política al gobierno, entre otras instituciones, que se

negaban a acordar con el gobierno dichos cambios. Sin embargo este último

hizo caso omiso a estas diferencias y decidió continuar con sus reformas, y

es cuando, en el año 2003, decide implementar un nuevo formato en su

gestión denominado misiones sociales.

La idea de estas misiones surgen después del desastre natural ocurrido

entre los días 15 y 16 de diciembre del año 1999, en varios estados del país,

y en la que, uno de los estados más afectados fue Vargas. El que el gobierno

nacional en alianza con el gobierno de cuba, decidieron traer un grupo de

médicos cubanos para que prestaran labores humanitarias a la población

afectada. En este sentido D´Elia y otros (2006), sostiene

:
Las brigadas cubanas estaban integradas por personal médico, de
enfermería, epidemiólogos y técnicos de higiene Los médicos
organizaron planes de atención y formaron a miembros de la
comunidad, principalmente mujeres, como promotoras de salud.
Estas brigadas continuaron en el estado Vargas hasta el año 2002
y más tarde fueron extendidas a zonas rurales de los estados
Lara, Miranda, Trujillo y Bolívar. Pasada la emergencia, las
brigadas se dedicaron a prestar atención médica y a la prevención
de enfermedades en zonas donde se había perdido gran parte de
los servicios básicos de saneamiento (p. 18-24).

Con esta experiencia, el gobierno que necesitaba de apoyo popular

para garantizar la aplicación de las reformas, el gobierno justifica la creación

de esta nueva política social. También el soporte institucional por lo que el 30


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de octubre del año 2000 se firma el Convenio de Cooperación Integral entre

la República de Cuba y la República Bolivariana de Venezuela. Contemplo

un acuerdo energético y donde además Cuba se compromete a ofrecer

servicios médicos de especialistas y técnicos en salud que serían

trasladados a las zonas más desatendidas del país, entre otros

compromisos.

Las condiciones antes mencionadas determinan que las misiones

surjan en el año 2003, como iniciativa del gobierno nacional a fin de atender

en forma prioritaria a los sectores populares del país que representan la gran

mayoría en áreas donde existieran altos déficit de atención de la política

social (D´Elia y otros 2006). Durante los años 2003 y 2004 se crean las

primeras 13 misiones, a saber: Misión Barrio Adentro, Robinson, Sucre,

Robinson II, Ribas, Milagros, Mercal, Vuelvan Caras, Hábitat, Miranda,

Identidad, Guaicaipuro y cultura.

Como se puede observar en la lista de misiones anteriormente

nombradas, para esa fecha todavía, no aparecía ninguna misión relacionada

directamente con la seguridad ciudadana en nuestro país, muy a pesar que

era un problema urgente de resolver y que para lo cual el gobierno venia

implementando planes que ya fueron mencionados en este trabajo de

investigación.

Para los autores antes mencionados las misiones son políticas

relativamente recientes y se han desarrollado de manera masiva en un

tiempo muy corto. Es por ello que su estructura, implantación y ejecución no


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está acabada y por ende faltan mecanismos institucionales de gestión por

completar en cada una de ellas. Esto trae consigo restricciones importantes

en cuanto a la disponibilidad de información o datos, sistematización de los

existentes y limitaciones de acceso a las fuentes. De alguna manera estas e

incluso otras más pudiera ser causas por la que el tema de la seguridad no

apareciera en la tabla anterior referida a los años 2003 y 2004.

Para contextualizar mejor el tema de la seguridad es importante citar a

algunos autores quienes como: Roo (2016) señala que “la seguridad

ciudadana en Venezuela tiene dos grandes etapas históricas, como son los

años que antecedieron al 2006 y posterior a la fecha mencionada, cuando el

Estado Venezolano, a través de la Comisión Nacional para la Reforma

Policial (CONAREPOL), realizó una consulta a todos los sectores de la

sociedad venezolana sobre el papel jugado por los cuerpos de seguridad

municipales, estatales y nacionales”.

La segunda etapa surge a partir de la reforma policial implementada por

el gobierno en el año 2006. Debido a los altos índices de inseguridad

registrados en el país, el gobierno se vio en la necesidad de emprender una

serie de cambios en el sistema policial venezolano. Para ello crea la

Comisión Nacional para la Reforma Policial (CONAREPOL), se realizan

diversos estudios y consultas a distintos sectores de la sociedad para

conocer bien la realidad en materia de seguridad.

Durante su trabajo de 9 meses, la comisión se propuso elaborar un

pliego de recomendaciones que apuntara a “un nuevo modelo policial”


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ajustado a la realidad venezolana y al estado social de derechos (Ministerio

de Interior y Justicia, 2006) y que permitiera establecer estrategias y para

proteger a los ciudadanos venezolanos en todo el territorio de la república.

Muy a pesar que la reforma genero todo una movilización de la

sociedad venezolana enmarcada dentro del consenso, sus recomendaciones

fueron repudiadas y archivadas por el siguiente ministro, adverso al anterior,

y descalificadas como burguesas (Antillano 2016). Fue con la siguiente

gestión ministerial que se logró nuevamente la activación de la reforma

planteada.

Para entender el actual esquema de seguridad implementado por el

gobierno nacional, este estudio hace énfasis en los distintos planes de

seguridad aplicados después del 2006, con la Reforma Policial. Además es

menester recordar que los planes de seguridad ciudadana son una

dimensión de este estudio doctoral, cuyos indicadores son cuatro (4), planes

que según la revisión bibliográfica representan la base del sistema de

seguridad en Venezuela, a saber estos son: Plan Estratégico Nacional de

Convivencia y Seguridad Ciudadana (MPPIJ 2006); Dispositivo Bicentenario

de Seguridad (MPPIJ 2009); Misión a Toda Vida Venezuela (2012) y Plan

Patria Segura (2013).

Cabe señalar que, los planes implementados en materia de seguridad a

lo largo y ancho del territorio venezolano, han sido diseñados desde el poder

central es decir estos tienen estructura nacional, dejando a un lado las

realidades particulares de la regiones, tal es el caso de la ciudad de


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Maracaibo, la cual presenta característica y particularidades en materia de

seguridad propias de la región una de ella su límite fronterizo con Colombia,

la presencia de un porcentaje significativo de la etnia wayuu y sus

costumbres practicas religiosa y culturales que le son respetadas por las

leyes locales y propias de su cultura.

Lo antes expuesto, tiene su base en los planes ejecutados desde el

poder central y dirigidos en su mayoría a la región capital, dejando de

atender a las regiones del interior del país, donde los índices de violencia y la

delincuencia hace s estragos elevando los índices de homicidios, robos,

hurtos secuestros entre otros delitos que se observan diariamente los medios

de comunicación regionales y nacionales, de os cuales son víctimas los

ciudadanos marabinos.

Maracaibo, por ser la capital zuliana aunado a su desarrollo económico,

cultural, educativo, registra en su suelo un crecimiento demográfico

exponencial, como resultado de las migraciones internas desde otros

estados como Falcón, Lara, Mérida, Táchira, entre otros, además de los

emigrantes, colombianos mayormente ilegales que entran por Maicao esto

eleva la cantidad de habitantes por kilómetro cuadrado (km2), esto se traduce

en reducción de la capacidad a pie de fuerza de la policía municipal para a

tener los eventos actos delictivos que se presentan en las localidades

marabinas de forma significativa.

Es importante señalar que, desde el primer lustro del gobierno de Hugo

Chávez, comienza la aplicación de algunos planes de seguridad, los


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primeros de la revolución bolivariana. A continuación se hace mención de

todos los planes, pero más adelante se explicarán aquellos más importantes,

que por su alcance y aplicabilidad abarcaron todo el territorio nacional.

2.1. PLANES DE SEGURIDAD IMPLEMENTADOS EN VENEZUELA

DESDE 1999 HASTA LA ACTUALIDAD

2.1.1. ANTES DE LA REFORMA DEL 2006:

1. Plan Nacional de Desarme Carcelario (1999).

2. Plan Nacional de Seguridad Ciudadana (1999).

3. Plan Bratton (Alcaldía Metropolitana de Caracas) (2000).

4. Plan Estratégico de Prevención de la Violencia (2001).

5. Plan Confianza (2001).

6. Plan Nacional de Control de Armas (2002).

7. Plan Piloto de Seguridad (2003).

8. Plan Integral de Seguridad Misión Caracas (2003).

2.1.2. DESPUÉS DE LA REFORMA DEL 2006:

9. Plan Estratégico Nacional de Convivencia y Seguridad Ciudadana

(2006).

10. Plan Caracas Segura (2008).

11. Plan Ruta Segura (Distrito Capital) (2008).

12. Plan Noche Segura (2009).


43

13. Plan Autopista Segura (Distrito Capital) (2009).

14. Dispositivo Bicentenario de Seguridad (DIBISE 2009).

15. Operación Cangrejo (2009).

16. Madrugonazo al Hampa (2009).

17. Guardia del Pueblo (2009).

18. Misión a Toda Vida Venezuela (2012).

19. Operativo Madriguera (Distrito Capital) (2013).

20. Plan Patria Segura (2013).

21. Zonas de Paz (2015).

22. Operación Liberación y Protección del Pueblo (OLP) (2015).

Todos estos planes estuvieron soportados por las directrices emanadas

de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999. A partir

de esa fecha con la constituyente se redefinen las relaciones entre el

individuo y el Estado en materia de seguridad, en el seno de un modelo

constitucional propio de un Estado democrático y social de Derecho y de

Justicia que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y

de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la

democracia la responsabilidad social y, en general, la preeminencia de los

derechos humanos, la ética y el pluralismo político (Artículo 2, AN 1999).

Para hacer referencia a ese marco legal es necesario partir de

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (AN 1999), para luego

explicar los contenidos en la Ley Orgánica del Servicio de Policía y del


44

Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana, y la Ley del Estatuto de la Función

Policial, las cuales establecen lo siguiente:

2.2. CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

(AN 1999).

Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de


Derecho y de Justicia, que propugna como valores superiores de
su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la
justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la
responsabilidad social y, en general, la preeminencia de los
derechos humanos, la ética y el pluralismo político (Artículo 2).
Toda persona tiene derecho a la protección por parte del Estado, a
través de los órganos de seguridad ciudadana regulados por ley,
frente a situaciones que constituyan amenaza, vulnerabilidad o
riesgo para la integridad física de las personas, sus propiedades,
el disfrute de sus derechos y el cumplimiento de sus deberes. La
participación de los ciudadanos y ciudadanas en los programas
destinados a la prevención, seguridad ciudadana y administración
de emergencias será regulada por una ley especial. Los cuerpos
de seguridad del Estado respetarán la dignidad y los derechos
humanos de todas las personas. El uso de armas o sustancias
tóxicas por parte del funcionariado policial y de seguridad estará
limitado por principios de necesidad, conveniencia, oportunidad y
proporcionalidad, conforme a la ley (Artículo 55).

Según Núñez (2006) se puede observar en este artículo 55 la inclusión

por primera vez a nivel constitucional del término seguridad ciudadana,

definida en sentido amplio como la protección de los derechos, libertades y


45

garantías constitucionales. Ello implica, al menos conceptualmente, la

superación del tradicional modelo de seguridad basado en el orden público

acuñado durante largo tiempo en el país, que garantizaba sobre todo el

normal funcionamiento de las instituciones del Estado y bajo el cual se

protegía (distorsionadamente) el orden económico y político, tanto en

gobiernos dictatoriales como democráticos, incluso por encima de los

derechos y garantías civiles.

El Consejo de Defensa de la Nación es el máximo órgano de


consulta para la planificación y asesoramiento del Poder Público
en los asuntos relacionados con la defensa integral de la Nación,
su soberanía y la integridad de su espacio geográfico. A tales
efectos, le corresponde también establecer el concepto estratégico
de la Nación. Presidido por el Presidente o Presidenta de la
República, lo conforman, además, el Vicepresidente Ejecutivo o
Vicepresidenta Ejecutiva, el Presidente o Presidenta de la
Asamblea Nacional, el Presidente o Presidenta del Tribunal
Supremo de Justicia, el Presidente o Presidenta del Consejo Moral
Republicano y los Ministros o Ministras de los sectores de la
defensa, la seguridad interior, las relaciones exteriores y la
planificación, y otros cuya participación se considere pertinente. La
ley orgánica respectiva fijará su organización y atribuciones
(Artículo 323).

A partir de la reforma surge la creación de la Policía Nacional

Bolivariana sustentada en el artículo 332 de la Constitución Nacional, donde

se establece:

El Ejecutivo Nacional, para mantener y restablecer el orden


46

público, proteger al ciudadano o ciudadana, hogares y familias,


apoyar las decisiones de las autoridades competentes y asegurar
el pacífico disfrute de las garantías y derechos constitucionales, de
conformidad con la ley, organizará: Un cuerpo uniformado de
policía nacional. Un cuerpo de investigaciones científicas, penales
y criminalísticas. Un cuerpo de bomberos y bomberas y
administración de emergencias de carácter civil. Una organización
de protección civil y administración de desastres. Los órganos de
seguridad ciudadana son de carácter civil y respetarán la dignidad
y los derechos humanos, sin discriminación alguna. La función de
los órganos de seguridad ciudadana constituye una competencia
concurrente con los Estados y Municipios en los términos
establecidos en esta Constitución y la ley (Artículo 332).

2.3. LEY ORGÁNICA DEL SERVICIO DE POLICÍA Y DEL CUERPO DE

POLICÍA NACIONAL (2009)

Esta base jurídica permite que el instrumento legal sea aprobado

mediante el Decreto N° 5.895 con Rango, Valor y Fuerza de la Ley Orgánica

del Servicio de Policía y del Cuerpo de Policía Nacional, dictado por el

presidente de la República sobre la base de las mismas recomendaciones de

la Comisión Nacional para la Reforma Policial, en Consejo de Ministros en

febrero del 2008, y luego se promulgó la Ley Orgánica del Servicio de Policía

y del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana (LOSPCPNB), y la Ley del

Estatuto de la Función Policial, publicadas en Gaceta Oficial N° 5.940 del 7

de diciembre de 2009.
47

La primera Ley deroga la anterior Ley de Policía Nacional, la cual crea y

organiza la Policía Nacional Bolivariana, dependiente del Ministerio del Poder

Popular para las Relaciones Interiores y de Justicia y que contará de acuerdo

con su artículo 36, con estaciones en todas las entidades federales del país y

la Ciudad de Caracas, los Estados y Municipios que si bien tienen policías

propias, deberán trabajar en muchos casos con la Policía Nacional. La Ley

Orgánica del Servicio de Policía y del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana

establece en el título I disposiciones generales, Capítulo I, referido al Objeto

y ámbito de aplicación, lo siguiente:

2.3.1. OBJETO

La presente Ley tiene por objeto regular el Servicio de Policía en


los distintos ámbitos político-territoriales y su rectoría, así como la
creación, organización y competencias del Cuerpo de Policía
Nacional Bolivariana, con fundamento en las normas, principios y
valores establecidos en la Constitución de la República (Artículo
1).

2.3.2. ÁMBITO DE APLICACIÓN

Las disposiciones de la presente Ley son de orden público y de


aplicación obligatoria en todo el territorio de la República. Las
normas y principios contenidos en la presente Ley, son de
obligatorio cumplimiento para todos los particulares, los órganos y
entes de la Administración Pública en los distintos ámbitos político-
territoriales. Todo acto de rango legal o sublegal deberá ser
dictado con observancia de las normas y principios aquí
48

establecidos (Artículo 2).

Este instrumento legal establece quien es el Órgano Rector en materia

policial y de donde emanan las políticas en esta materia, establece como

será el funcionamiento de las policías estatales y municipales, además de

contemplar la creación de las Policías Antidrogas, Penitenciaria y el Servicio

Comunal. Otro de los elementos importantes de esta Ley está referido a los

derechos laborales y la seguridad social establecidos para los funcionarios

policiales, en el entendido que son elementos que tienen incidencia directa

en el desempeño del funcionario y en su ética policial (Rodríguez 1991,

citado por Antillano 2016).

2.4. LEY DEL ESTATUTO DE LA FUNCIÓN POLICIAL (2010)

El otro instrumento legal es la Ley del Estatuto de la Función Policial en

el Capítulo IV, Del Órgano Rector y del Sistema Integrado de Policía,

establece: “El Ejecutivo Nacional por órgano del Ministerio del Poder Popular

con competencia en materia de seguridad ciudadana es el Órgano Rector del

Servicio de Policía (Artículo 17).”

En cuanto a sus atribuciones, se hace mención a las contempladas en

el artículo 18, señalamos las más importantes para la función policial en

materia de protección ciudadana:

2.4.1. DE LAS ATRIBUCIONES DEL ÓRGANO RECTOR

Son atribuciones del Órgano Rector: 1. Dictar políticas públicas en


49

materia de seguridad ciudadana y velar por su ejecución.2.


Diseñar y formular políticas integrales en lo que respecta a
procedimientos y actuaciones de los cuerpos de policía.3. Regular,
coordinar, supervisar y controlar la correcta prestación del Servicio
de Policía.4. Establecer los lineamientos administrativos,
funcionales y operativos, conforme a los cuales se organizan los
cuerpos de policía.5. Proceder a la intervención y suspensión de
los cuerpos de policía de conformidad con lo previsto en esta Ley.
12. Acopiar y procesar la información relacionada con los índices
de criminalidad, actuaciones policiales y cualquier otra en materia
de seguridad ciudadana, que deben ser suministradas por los
órganos y entes de la Administración Pública en los distintos
ámbitos político-territoriales, y las personas naturales y jurídicas
de derecho privado cuando le sea solicitado.13. Ejercer el control
de desempeño y evaluación de los cuerpos de policía, de acuerdo
con los estándares que defina el Órgano Rector.14. Establecer y
supervisar planes operativos especiales para los cuerpos de
policía en circunstancias extraordinarias o de desastres, con el fin
de enfrentar de forma efectiva situaciones que comprometan el
ejercicio de los derechos ciudadanos, la paz social y convivencia.
Dichos planes se ejecutarán de manera excepcional y temporal,
con estricto apego y respeto a los derechos humanos.16. Otorgar
la habilitación requerida para formar cuerpos de policía. Entre
otras… (Artículo 18).

Por otra parte, la Ley del Estatuto de la Función Policial regula todo lo

referente al Sistema de Administración de Personal Policial, ingreso y egreso,

beneficios socioeconómicos, derechos humanos de los funcionarios

policiales, entre otras disposiciones importantes a fin de dignificar la labor de


50

los policías. Esta Ley en su Capítulo I, Disposiciones generales plantea:

2.4.2. OBJETO

La presente Ley tiene por objeto regir las relaciones de empleo


público entre los funcionarios y funcionarias policiales y los
cuerpos de policía de la Administración Pública nacional, estadal y
municipal, lo cual comprende: 1. El sistema de dirección y de
gestión de la Función Policial y la articulación de la carrera policial.
2. El sistema de administración de personal, el cual incluye la
planificación de recursos humanos, procesos de reclutamiento,
selección, ingreso, inducción, educación y desarrollo, planificación
de la carrera, evaluación de méritos, ascensos, traslados,
transferencias, valoración y clasificación de cargos, jerarquías,
escalas de remuneraciones y beneficios, permisos, licencias y
régimen disciplinario. 3. Los derechos, garantías y deberes de los
funcionarios y funcionarias policiales en sus relaciones de empleo
público (Artículo 1).
Corresponde al despacho del Viceministro o Viceministra de
prevención y seguridad ciudadana la planificación, coordinación,
formulación, evaluación y seguimiento de las políticas, planes,
estrategias, lineamientos y directrices nacionales en materia de
seguridad ciudadana, lo que comprende las políticas nacionales
para la protección de la integridad física, los bienes y propiedades
de los habitantes de la República, así como del disfrute de sus
derechos y el cumplimiento de sus deberes; las políticas de
protección para los organismos de atención primaria que conlleve
a la acción inmediata frente a situaciones de emergencia de
carácter civil; las políticas planes y programas de prevención,
control y mitigación de la actividad delictiva y las directrices
51

lineamientos dirigidos a coordinar la actuación de los órganos de


seguridad ciudadana y de los servicios de vigilancia y seguridad
privada; ello con el propósito de garantizar el respeto y disfrute de
los derechos humanos de las personas y la protección de las
instituciones del estado democrático y social de derecho y de
justicia, en aras del mantenimiento y conservación de la
seguridad, orden público y paz social (Artículo 23).

Por ser una ley orgánica, además elaborada por el Ejecutivo vía

habilitante, tuvo que ser evaluada por el Tribunal Supremo de Justicia, quien

declaro su constitucionalidad. La primera Ley deroga la anterior Ley de

Policía Nacional, la cual crea y organiza la Policía Nacional Bolivariana,

dependiente del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Interiores y

de Justicia y que contará de acuerdo con su artículo 36, con estaciones en

todas las entidades federales del país y la Ciudad de Caracas, los Estados y

Municipios que si bien tienen policías propias, deberán trabajar en muchos

casos con la Policía Nacional.

Este instrumento legal reglamenta el funcionamiento de las policías

estatales y municipales, además de contemplar la creación de las Policías

Antidrogas, Penitenciaria y el Servicio Comunal. Mientras que la Ley del

Estatuto de la Función Policial, regula todo lo referente al Sistema de

Administración Personal Policial, ingreso y egreso, beneficios

socioeconómicos, derechos humanos de los funcionarios policiales, entre

otras disposiciones importantes a fin de dignificar la labor de los policías. Los

primeros efectivos comienzan sus operaciones en diciembre de 2009.


52

Este marco jurídico refuerza la nueva concepción de seguridad

ciudadana que el estado venezolano comienza a desarrollar a partir de la

reforma del 2006 y que va a permitir la consolidación del nuevo modelo

policial, propuesto por el gobierno, el cual está circunscrito a la defensa de

los derechos humanos, proximidad y participación de la comunidades en los

planes, lo que implica el binomio policía-comunidad, programas y contraloría

social a los cuerpos de seguridad, así como un uso racional de la fuerza

policial.

Después de la reforma, el gobierno nacional implemento varios planes

de seguridad, unos de alcance local y otros dirigidos a todo el territorio

nacional, se mencionan en el siguiente orden: Plan Estratégico Nacional de

Convivencia y Seguridad Ciudadana (2006); Plan Caracas Segura (2008);

Plan Ruta Segura (Distrito Capital) (2008); Plan Noche Segura (2009); Plan

Autopista Segura (Distrito Capital) (2009); Dispositivo Bicentenario de

Seguridad (DIBISE 2009); Operación Cangrejo (2009); Madrugonazo al

Hampa (2009); Guardia del Pueblo (2009); Misión a Toda Vida Venezuela

(2012); Operativo Madriguera (Distrito Capital) (2009), Plan Patria Segura

(2009); Zonas de Paz (2015) y el Plan Operación Liberación y Protección del

Pueblo (OLP 2015).

Solo algunos planes de los anteriormente nombrados tuvieron el

reconocimiento como misión a partir del año 2014 cuando se aprobó la Ley

que las regula. Según el portal web oficial del Sistema Nacional de Misiones

y Grandes Misiones, se definen como un conjunto integrado de políticas y


53

programas que materializan los derechos y garantías del Estado Social de

Derecho y de Justicia, ya que es una plataforma de organización, articulación

y gestión de la política social en los distintos niveles territoriales del país,

convirtiéndose en el escudo con que la Revolución Bolivariana protege al

pueblo de las desigualdades de la sociedad capitalista y contribuye con la

solución de sus problemas fundamentales.

Si es verdad que el sistema de misiones responde a una estrategia del

gobierno nacional para dar respuesta a los principales problemas del país, no

es menos cierto que apenas en el año 2014 adquirieron legalidad después

que fue publicado en Gaceta Oficial Extraordinaria N° 6.154, de fecha 19 de

noviembre de 2014. Decreto N° 1.394, mediante el cual se dicta el Decreto

con Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica de Misiones, Grandes Misiones

y Micro-Misiones.

3. BASES TEÓRICAS

Las bases teóricas en este estudio se centran en indagar sobre el

cuerpo teórico que permite explicar las políticas públicas que en materia de

seguridad ciudadana se han aplicado en el país y las cuales llegan a los

estados y los municipio, en este caso Maracaibo, así como también los

valores ciudadanos fundamentales expresados en dichas políticas, para lo

cual se revisaron los distintos planes de seguridad implementado en

Venezuela explicando las características de los mismo que contextualizan el

estudio.
54

3.1. POLÍTICA PÚBLICA

La vida en sociedad ha supuesto que el estado cada día ocupe más

espacios que le permitan dar respuesta a los problemas de sus ciudadanos,

logrando inmiscuirse en gran parte de su vida. Para Meny y Thoenig (1992)

en nuestras sociedades, la esfera pública y estatal se ha instalado en todas

partes, y cada individuo, de un modo u otro, siente sus efectos: en su vida

personal, en sus relaciones con la colectividad, incluso en la forma de gozar

de la naturaleza que lo rodea. Esto supone todo un esfuerzo gubernamental

que permita lograr una conexión entre esos problemas que padece el

ciudadano y las posibles soluciones planteadas a través de sus políticas

púbicas.

Los autores antes mencionados señalan que el estudio de las políticas

públicas no es otra cosa que el estudio de la acción de las autoridades

públicas en el seno de la sociedad, es decir, en otras palabras podemos

conocer las políticas públicas cuando conocemos las respuestas a las

siguientes interrogantes ¿Qué producen quienes nos gobiernan, para lograr

qué resultados, a través de qué medios?

El conocimiento de lo que es una política pública supone entender que

es un instrumento de trabajo mediante el cual se pretende alcanzar desde el

Estado, en forma sistemática y coherente, ciertos objetivos de interés para el

bienestar de la ciudadanía, dicho de otra manera, cuando desde el Estado se

plantean propuestas de mediano y largo plazo hacia la sociedad, para lo cual


55

se deben diseñar y ejecutar programas y proyectos para cumplir los objetivos

de interés social, y en ese nivel las políticas públicas desempeñan un rol

fundamental (Arzubiaga 2014).

Por otro lado, una política pública debe estar apoyada filosóficamente y

contener acciones orientadas a la toma de decisiones a fin de establecer

prioridades, por ello debe contar con la asignación de recursos financieros en

el ámbito público; de la misma manera la política debe crear los canales para

trasmitir flujos de información entre el Estado y la sociedad Civil; finalmente,

las políticas públicas son un instrumento de trabajo, el cual debe señalar los

objetivos, recursos, indicaciones, límites y plazos para el cumplimiento de las

alianzas o acuerdos y llevar a la práctica la propuesta de trabajo.

Conceptualmente sostiene Arzubiaga (2014), hay que agregar que la

política pública “está al servicio de los asuntos públicos y/o nacionales,

sustentada en la administración pública, y por lo general opera con finanzas

públicas”. Por ello, todas sus fases, desde la idea hasta la ejecución,

responden a un proceso integral, donde cada una de estas tiene sus propios

objetivos, significados y metas, pero el conjunto de las fases deben constituir

un proceso total.

Por otra parte, el objetivo central de una política pública es alcanzar

objetivos de bien común, y los objetivos específicos de una política tendrán

que ver con cuatro alternativas que no son excluyentes: transformaciones

estructurales, resolución de problemas sectoriales o temáticos, asignación de

recursos y optimización de situaciones. En ese mismo ámbito, la política


56

pública en el campo teórico debe expresar una visión de sociedad en la cual

se consideren la totalidad de sus integrantes y contener las particularidades

de los grupos que integran la sociedad, alcanzando así su rol dentro del

Estado respecto a la sociedad.

Desde un punto de vista metodológico la política pública debe

originarse y formularse en forma sistemática y coherente, tratando de

coordinar el tema espacial tanto Internacional, Nacional, Regional, como

Comunal y Micro-local, considerando para ello la temporalidad es decir a

corto, mediano y largo plazo, considerando además su viabilidad política y

financiera.

Hoy día, a las puertas del siglo XXI, uno de los principales temas de

discusión y análisis es el que se refiere al rol del Estado en el marco de sus

relaciones con las regiones. En ese contexto uno de los problemas de mayor

trascendencia es la formulación y ejecución de políticas públicas, para el

beneficio del colectivo

En esta investigación se plantea ofrecer lineamientos para mejorar la

seguridad, con la posibilidad de reducir los índices de delincuencia y

violencia en la sociedad zuliana específicamente en el Municipio Maracaibo,

con la posibilidad de articular el Estado y la Región, tratando de avanzar con

fuerza en la profundización de la democracia, así como en construir regiones

más autónomas políticamente, con mayor potencia económica y con menor

nivel de conflictos sociales, tales como la violencia y la inseguridad que lejos

de disminuir se ha acrecentado en los últimos años.


57

El factor histórico juega un rol fundamental en esta debilidad y tiene que

ver con el proceso de cómo se ha construido la relación Estado-Región y el

lugar desde donde se originan y formulan las políticas: el centro político y

administrativo nacional. Desde allí, las políticas se trasladan para su

ejecución a las regiones, sin considerar sus particularidades, tanto por su

ubicación como por sus procesos culturales y actividades económicas.

Ese modus operandi, señala que en muchos casos las políticas

propuestas, en materia de seguridad no tienen relación con los temas

conflictivos que afectan a una región como el Zulia; en otros casos, la política

cubre sólo aspectos parciales de un problema; o, no cuentan con la

legitimidad de los actores sociales de la región; también ocurre, que las

directrices u orientaciones para la ejecuciones de los planes de seguridad

desde el nivel central no son claras; en su implementación no se considera la

participación de las regiones, usuaria y/o beneficiaria; así mismo, suele

suceder que dichas políticas no tienen relación con los planes, metas o

estrategias del desarrollo regional.

De la misma manera, se puede mencionar que en las regiones se ha

ido construyendo una verdadera cultura de la subordinación al centro político,

y el perfil de esa cultura se caracteriza por una permanente auto inhibición

para generar políticas, programas y proyectos con importancia estratégica, y

por el contrario desarrollan una actitud complaciente, conformista y pasiva,

incluso en el ámbito de los liderazgos regionales y de los movimientos

sociales.
58

En síntesis, entendiendo que las políticas públicas son formuladas por

el Estado desde su nivel central, se debe reconocer que estas políticas están

vinculadas débilmente al aparato estatal en las regiones, consecuencia de lo

cual no aportan a la construcción democrática del país, tampoco fortalecen la

regionalización y no satisfacen las demandas por el bien común.

Dicho de otra manera, las políticas públicas no cumplen las funciones

institucionales, sociales, políticas y/o administrativas que la sociedad espera

de ellas, y son un factor de desequilibrio y fuente de permanentes conflictos

entre el nivel del Estado y sus regiones antes que de equilibrio, articulación e

integración. En definitiva, para que en Maracaibo y el Zulia sea más

democrático y sus planes en materia de seguridad sean más potentes,

necesita cambiar su lógica de administración y de relacionamiento entre

Estado y región.

Eso supone revisar críticamente el rol que las políticas públicas han

cumplido en nuestra historia Zuliana y Venezolana, estas deben dejar de ser

políticas gubernamentales para ser públicas, hay un agotamiento en el origen

de las políticas, así como en la forma de diseñarlas, ejecutarlas y evaluarlas,

en este proceso deben considerarse la participación activa y protagónica de

la sociedad y sus habitantes, de esta forma se acerca a un concepto de

política según Velásquez (2009),

Política pública es un proceso integrador de decisiones, acciones,


inacciones, acuerdos e instrumentos, adelantado por autoridades
públicas con la participación eventual de los particulares, y
59

encaminado a solucionar o prevenir una situación definida como


problemática-La política pública hace parte de un ambiente
determinado del cual se nutre y al cual pretende modificar o
mantener (Velásquez 2009),.

3.2. CONTROL SOCIAL

Es importante señalar que en la construcción de las políticas en materia

de seguridad, no se logra de la noche a la mañana, resolver todos los

problemas, crear una sociedad justa, contrarrestar los grupos de poder, pero

se puede ir trabajando, produciendo pequeños aportes considerando los

medios de control social, pero por sobre todo se puede y se debe ayudar a la

construcción del hombre apto para la sociedad.

Este ser, consciente de su existencia social que determina el avance y

produce los cambios en los tiempos actuales, donde las sociedades se

transforman con gran rapidez y se producen nuevas formas de conductas

delictivas, uno de los aspectos que más preocupa a esta disciplina del

saber es detectar, los factores criminógenos y las condiciones que las

producen, con el objetivo de proponer al Estado las políticas sociales a

seguir para controlarlas y así disminuir la criminalidad.

El tema del control social, para ello es imprescindible que los órganos,

organismos e instituciones del Estado y las organizaciones de masas y

sociales que intervienen en el control social, tengan una estrategia común en

el momento de tributar sus intereses en el tema de la prevención del delito y


60

de las conductas antisociales de los individuos, estableciendo reglas que a

la comunidad le interesa hacer cumplir para el sostenimiento del orden y

la conducta

Por ello, según Capece (2015) el control social no sólo va dirigido a las

personas que cometen delitos, sino también hacia las personas que lo

ejercen se ejerce, puesto que ella necesita ejercer su dominio sobre todos

los individuos que la componen.

Para Aniyar (1988) cuando se habla de control social, se hace

“referencia al grupo de normas y regulaciones de diferente tipo que son

establecidas explícita o implícitamente por una sociedad para mantener el

orden de los individuos y permitir el desarrollo de un nivel de vida organizado

y controlado” (p. 68). El control social puede hacerse presente de diferentes

maneras, tanto a través de prácticas formales como prácticas informales, a

través de regulaciones socialmente aceptadas y también a través de

coacción del mismo individuo sobre sí mismo.

En este orden de ideas, el control social tiene como objetivo mantener a

grupos sociales dentro de un orden formalmente aceptado de modo tal que

se respeten un número de normativas básicas que contribuyan a generar

estilos de vida organizados y no conflictivos. En este sentido, las

regulaciones más claramente visibles respecto a la idea de control social son

aquellas que se expresan a través de leyes, estatutos y regulaciones

formales que todos los miembros de una sociedad deben cumplir de igual

modo.
61

Estas medidas son creadas y aceptadas por el conjunto de la sociedad

ya que son explícitamente establecidas. El control social explícito también

puede estar relacionado con los intereses políticos y la anulación de las

expresiones políticas de diversos grupos de la sociedad, aunque tales

situaciones pueden entrar en el marco de lo implícito en determinadas

ocasiones.

Sin embargo, también se ejerce control social a partir

de técnicas informales que no necesitan ser explicitados y que a veces

tienen mucha más fuerza que los métodos formales. Aquí debemos

mencionar el control social ejercido por las organizaciones de credos, las

jerarquías sociales, los medios de comunicación y la difusión, las normas

morales y otras. Todo esto conjunto de normas de control social informal

busca generar en el individuo la adquisición de conductas socialmente

aprobadas de manera voluntaria. Muchas veces, estas normas implícitas de

control social pueden no ser del todo éticas, sobre todo cuando se trata de la

propaganda y del poder de ciertos mensajes publicitarios.

Finalmente, el control social también se ejerce desde el mismo individuo

y es aquí donde instituciones como la familia y la religión tienen especial

peso. Estas normas autoimpuestas de control social tienen que ver

fuertemente con la censura de determinadas actitudes y pensamientos y en

casos extremos pueden tener como resultado el desarrollo de

personalidades excesivamente represoras y auto censurantes.


62

3.3. SEGURIDAD

Cuando se realizan revisiones de las política pública de seguridad

ciudadana, en búsqueda de que las mismas estén sustentada en valores, se

encuentra que la seguridad comunitaria hace referencia a un modelo

concreto de seguridad, lo que tiene en cuenta al ciudadano en la formulación

y verificación de las políticas de seguridad, y refleja los orígenes del término

seguridad comunitaria allí se encuentra la idea de oposición (desarrollada por

los historiadores de la policía inglesa) entre el modelo inglés de policía (o

policía comunitaria) y el modelo francés o continental (o policía del prínceps).

Para el primero, la actividad de la policía sería una consecuencia de las

demandas sociales, de forma que habría una clase de self – policing, de la

comunidad con un mínimo uso de la fuerza. Por el contrario, la policía

continental, estaría mucho más ligada al proceso de construcción de Estado

contemporáneo y, por lo tanto, de defensa del mismo ante los procesos

involucionistas o revolucionarios que ha padecido. Hacer referencia a la

seguridad, en absoluto es la expresión de un concepto, puesto que en

función de este se determina la política de seguridad aplicada en los países

del mundo.

El concepto tradicional de seguridad es el que lo asociaba con la

represión del delito y el mantenimiento del orden, se trataba, pues, de un

concepto de seguridad situada en el entorno del control de la criminalidad y

eminentemente reactiva. A este concepto se adscribe la definición que de la

policía hace el Código de Brumario a finales del siglo XVIII, que marca el fin
63

de la revolución francesa, para quienes la policía está instituida para

mantener el orden público, la libertad, la propiedad y la seguridad individual.

En este sentido se expresaba la Grande Encyclopédie de 1910: No se

conoce sociedad organizada sin que exista un poder de policía que asegure

a sus miembros la seguridad interior, reprimiendo y previniendo delitos

Con la democratización de nuestra sociedad y la consecuente

proclamación de la Constitución de 1999, a las tareas policiales de represión

y prevención del delito, se les añadió y antepuso el de protección de los

derechos y de las libertades de los ciudadanos lo que permite dar un nuevo

enfoque a la seguridad. Esto generó un cambio lo que hizo que se pasara de

la concepción represiva de la seguridad a la preventiva, intentando actuar,

también, sobre las causas y no solamente sobre los síntomas.

En este orden de ideas, hablar de seguridad obliga a presentar sus

elementos para una definición de seguridad. No obstante, más allá de las

definiciones programáticas sobre la policía, lo que es cierto, es que todas

ellas traen implícito un concepto de seguridad contingente, que hace falta ser

conceptualizado en una concepción que va a estar en función del tiempo y la

sociedad dónde ha de operar.

Para adoptar un concepto de seguridad, hace falta examinar las

declaraciones internacionales en la materia en los últimos años. Del examen

de las mismas surgen suficientes elementos para hacer una definición de

seguridad válida y que presente bastantes elementos de concurrencia por

tener una pacífica aceptación, por ser la seguridad: un problema complejo.


64

Pese a que son muchas las voces que se alzan en este sentido, muchos

responsables en materia de seguridad siguen aplicando ópticas de corto

plazo y políticas reactivas.

En relación con lo anterior, adoptar una aproximación más estratégica y

holística, sorteando la sectorización en materia de la lucha contra la

inseguridad urbana; exige la contribución de un gran número de actores

trabajando en forma mancomunada, A su vez, las Resoluciones de los temas

abordados por las ciudades sobre Prevención y Seguridad afirma que:

La inseguridad no puede reducirse únicamente a los problemas de

criminalidad. La inseguridad es una problemática compleja: está atada a los

problemas desanidad, de medio ambiente, de urbanismo, de formación; es el

resultado de desigualdades crecientes en el acceso a los recursos; pone en

juego conflictos de intereses, sobre todo con respecto a la división y al uso

del espacio y de los ritmos de la ciudad (tiempo libre por la noche, deportes,

prostitución). La inseguridad es un riesgo urbano al que hace falta darle

respuestas civiles.

Sin embargo, por otra parte, todos los especialistas en seguridad

coinciden en este aspecto. Carrer (2012) por ejemplo, postula: “se analice

como se quiera, la inseguridad que es hoy en día como un fenómeno

específico de las realidades urbanas de todo el mundo”, esta se caracteriza

por la complejidad y la variedad de los parámetros que contribuyen a

constituirla. Padovan (2013), por su parte, explica que:” una reflexión

sociológica de la inseguridad social desarrollada paralelamente a otras


65

directrices de búsqueda más amplias, y que intenta captar la complejidad”.

Finalmente, quizás vale por todos lo que dice Amadeu (2012) para el

análisis de la seguridad, el concepto de complejidad tiene que ser asumido

en toda su integridad, por lo tanto, ante un problema complejo hace falta

descartar soluciones simplistas, del estilo de la tolerancia cero impulsada por

el Alcalde Guiliani para convertir a Nueva York en una ciudad segura,

solución reactiva exclusivamente de cariz policial y penal, no social y

proactiva. Si bien es cierto que la inseguridad disminuyó en Nueva York,

también lo es que disminuyó en todos los EE.UU y que, por ejemplo, en San

Diego, la disminución operó con un sistema de policía comunitaria.

Lo que sí aumentó, en Nueva York, fueron las denuncias por brutalidad

policial en el marco de una política que tuvo como consecuencia la

estigmatización de la miseria, como tiene estudiado Loïc Wacquant (1991). El

problema radica, por otro lado, en que el ciudadano común, razonando con

los elementos a su alcance, delante del incremento de la sensación de

inseguridad, inequívocamente pide, en primer lugar, más presos y más

penas y, en segundo lugar, más policías. Los responsables de las

administraciones habrán de hacer todo lo posible para no caer en esta

simplificación y poder actuar sobre las causas de la sensación térmica de

seguridad, como veremos en el punto siguiente.

Si, por el contrario, se opta por una solución del tipo de tolerancia cero

o de mano dura, se estará actuando, solamente, sobre dos vectores del

sistema. En primero lugar, sobre el sistema penal, pero, hemos de saber que
66

se trata de una actuación, en gran parte, estéril, puesto que el sistema penal,

de media, únicamente acaba sentenciando a prisión entre un 1% y un 5% de

los delitos cometidos.

En segundo lugar, el reclamo de más policía, tampoco es una solución,

puesto que no hay una relación directa entre el número de policías y el nivel

de seguridad, sencillamente porque cuando se comete un delito es cuando la

policía no está presente. Es más, en determinados casos, la presencia visible

de más policía lo único que hace es aumentar la sensación de inseguridad

por el nivel de deterioro que estas presentan.

Es decir, no hace falta poner a más gente haciendo lo mismo, sino que

lo que hace falta hacer, es ver cuál es el número de policías óptimo por

habitantes según la Organización de Naciones Unidas (ONU 1991), unos 266

por cada 100.000 habitantes, en el caso de los países desarrollados) y, a

partir de aquí, intentar optimizar su tarea, no exclusivamente en la represión

del delito, sino en evitarlo (prevención) y solventar los problemas de la

comunidad. Lo que se quiere es que la policía haga cosas diferentes.

Para concluir este punto, cabe recordar que en el Manifiesto y las

resoluciones de los temas abordados por las ciudades europeas sobre

prevención y seguridad en la conferencia de Nápoles, diciembre de 2000, se

dice: A menudo se ha recurrido a los servicios policiales, a la justicia penal y

al encarcelamiento masivo para reducir la delincuencia, la violencia y la

inseguridad. Es inaceptable el incremento registrado en el número de

personas encarceladas en Europa desde hace veinte años (por ejemplo: un


67

43% en Gran Bretaña y un 39% en Francia. En el tratamiento de este tema

es fundamental respetar tanto los intereses de las víctimas, como los de las

colectividades y los infractores.

Al hablar de las opciones en materia de seguridad, el Manifiesto y las

Resoluciones de los temas abordados por las ciudades europeas sobre

Prevención y Seguridad en la Conferencia de Nápoles diciembre de 2000,

afirman: La seguridad colectiva e individual son fundamentales para la vida

humana. La criminalidad amenaza la calidad de vida de los habitantes,

traumatiza a las víctimas y pone en peligro la voluntad cívica.

La inseguridad, pues, afecta a la esencia misma de la dignidad humana

y a la vida en sociedad de suerte que, sin seguridad, no hay ejercicio posible

e igualitario de los derechos de las personas. Y, casi literalmente se dice esto

en el proyecto de manual del Congreso de los poderes locales y regionales

de Europa, organizado por el Consejo de Europa mayo de 2001, en su punto

1.a): Reconocer que no hay libertad sin seguridad y que vivir dentro de un

marco de certeza, constituye un derecho fundamental del hombre. La

inseguridad, como problema complejo, no se puede abordar, simplemente,

con el recurso chapucero de penas más duras y más policía en la calle.

Entonces, la pregunta de qué hace falta hacer, es la siguiente: ¿cuáles

son los elementos que hay que tener en cuenta en el abordaje de la

inseguridad? Un buen punto de partida es la definición de seguridad

contenida en la declaración final del “Seminario de reflexión científica sobre

el Delito y la Seguridad de los habitantes”, realizada en Costa Rica 1995. El


68

punto tercero de esta declaración afirma:

Un concepto verdaderamente amplio y comprensivo de seguridad


de los habitantes tiene que comprender no solamente la
tranquilidad de no ser víctima de hechos delictivos sino, también,
la de vivir en un Estado constitucional de Derecho y la de
participar de los beneficios del desarrollo en materia de salud,
educación, vivienda, ocio y todos los ámbitos del bienestar social
(Costa Rica 1995).

El concepto es el del desarrollo humano sostenible, que tiene la

equidad como principio. Esta definición, pues, se aparta de la tradicional que

vincula seguridad con la ausencia de delito y la amplía a una forma concreta

de Estado: el social o del bienestar; puesto que, ¿qué otro tipo de Estado

proporciona los bienes públicos salud, educación, vivienda, ocio y todos los

ámbitos del bienestar social?; ¿de qué tipo de Estado se puede predicar el

desarrollo humano sostenible?

Este planteamiento por donde se mire, solamente hay una respuesta:

Welfare State (1991). En muy idéntico sentido se expresa el Manifiesto y las

Resoluciones de los temas abordados por las ciudades europeas sobre

Prevención y Seguridad en la Conferencia de Nápoles (2000) en su punto. La

seguridad es un bien común esencial para el desarrollo sostenible. Esa la

vez signo y condición de inclusión social, del acceso justo a otros bienes

comunes como son la educación, la justicia, la salud y la calidad del medio

ambiente.

Promover la seguridad es desarrollar un bien común y no consiste,


69

sobre todo, en hacer de policía o en recurrir al sistema penal. Analizando las

dos definiciones, encontraremos que se hace una opción, muy notable, si

tenemos en cuenta que nos encontramos en plena época de globalización,

liberalización y desregulación, para relacionar seguridad ciudadana y Estado

del Bienestar.

Doctrinalmente, pues, lo que estamos diciendo es que la falta de

seguridad en los aspectos sociales, laborales o económicos, implica

ineludiblemente una carencia de inseguridad ciudadana o lo que es el

mismo: si predicamos la necesidad de la existencia de seguridad ciudadana

para el normal desarrollo de las personas en la sociedad, tenemos que

proveer a los ciudadanos de los bienes suficientes que los doten de

seguridad en todos el ámbitos de su vida.

Las políticas tendrían que comprender una amplia prevención primaria,

con acciones en todos los ámbitos del bienestar social, y procurar que los

beneficios del desarrollo lleguen a todos los sectores de la población y

promuevan la integración, y la no exclusión, de los sectores pobres y

marginales, al considerar que a la problemática social la acompañan los

fenómenos de la corrupción, el paro, la subocupación, violencia, así como

pérdida y sustitución de valores. Todo lo antes señalado indica según la

Revista Perspectiva (2016), de la Universidad Rafael María Baralt, en su

presentación que “la seguridad ha de ser vista como una temática multifocal

que debe ser abordada desde una mirada multi, inter y transdisciplinaria”.
70

3.4. SEGURIDAD CIUDADANA

El origen del concepto de seguridad ciudadana en Venezuela es de

reciente data ya que aparece relacionado en nuestra constitución después de

la Constituyente de 1999 en la que se fortalece la noción de ciudadanía en

función de garantizar los derechos y libertades a cada uno de los ciudadanos

venezolanos. Esta nueva concepción da origen a un modelo de seguridad

ciudadana, que tendría como objetivo preservar derechos y libertades, a la

vez que se ofrece un servicio público a la ciudadanía, y cuya misión

fundamental sería la protección de la seguridad de los ciudadanos, todo ello

en procura de una mejor calidad de vida. Esto se contrapone al modelo

anterior basado en el orden público, que tenía como objetivo fundamental

perpetuar la norma y mantener la autoridad, y como misión, forzar la

obediencia de los ciudadanos a la norma.

Esta nueva concepción de seguridad ciudadana se ve reforzada a partir

del año 2011, cuando comienza el proceso de homologación al nuevo

modelo policial creado a partir de la reforma del 2006, fundamentado en la

defensa de los derechos humanos, proximidad y participación de las

comunidades en los planes, programas y contraloría social a los cuerpos de

seguridad; así como un uso racional de la fuerza policial.

En cuanto al concepto de seguridad ciudadano, existe un sin número de

definiciones que trata de explicarla. Según el Plan Distrital De Seguridad

Ciudadana De Santiago De Surco Perú 2007, la Seguridad Ciudadana es


71

una situación social de índole pacífica, donde predomina la sensación de

confianza, entendiéndosela como ausencia de riesgos y amenazas a la

integridad física y psicológica, donde las instituciones del Estado deben

garantizar la vida, la libertad y el patrimonio ciudadano, haciendo respetar los

derechos fundamentales de las personas, actuando adecuadamente de

manera consensuada con las organizaciones de base o comunidad

organizada, de manera que los ciudadanos puedan convivir pacíficamente.

Por otro lado este mismo plan, según la Ley del Sistema Nacional de

Seguridad Ciudadana, entiende por Seguridad Ciudadana como “la acción

integrada que desarrolla el Estado, con la colaboración de la ciudadanía,

destinada a asegurar su convivencia pacífica, la erradicación de la violencia y

la utilización pacífica de las vías y espacios públicos. Del mismo modo,

contribuir a la prevención de la comisión de delitos y faltas”.

La seguridad ciudadana en Venezuela está garantizado según el

Artículo 55 de la Constitución Nacional cuando señala que “Toda persona

tiene derecho a la protección por parte del Estado a través de los órganos de

seguridad ciudadana regulados por ley, frente a situaciones que constituyan

amenazas, vulnerabilidad o riesgo para la integridad física de las personas,

sus propiedades, el disfrute de sus derechos y el cumplimiento de sus

deberes.

Por otro lado también indica la participación de los ciudadanos y

ciudadanas en los programas destinados a la prevención, seguridad

ciudadana y administración de emergencias será regulada por una ley


72

especial. Los cuerpos de seguridad del Estado respetarán la dignidad y los

derechos humanos de todas las personas.

También en su Artículo 332 establece que "el Ejecutivo Nacional, para

mantener y restablecer el orden público, proteger al ciudadano o ciudadana,

hogares y familias, apoyar las decisiones de las autoridades competentes y

asegurar el pacífico disfrute de las garantías y derechos constitucionales, de

conformidad con la ley, organizará: Las Fuerzas y Cuerpos de seguridad,

bajo la dependencia del Gobierno, tendrán como misión proteger el libre

ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana.

3.4.1. SEGURIDAD CIUDADANA EN EL MUNICIPIO MARACAIBO

La seguridad ciudadana en el municipio Maracaibo en la actualidad

funciona bajo los mismos esquemas desarrollados por el gobierno nacional

ya que desde el año 2015 este cuerpo de seguridad se encuentra intervenido

por el Ministerio de Interior Justicia y Paz, el ente encargado de la seguridad

del país. En este sentido la seguridad del municipio se estructura por

cuadrantes, los cuales están bajo la directriz del estado Mayor Policial al que

corresponda, según su ámbito espacial y el cual tiene unos responsables

establecidos (Figura 3).


73

Figura 3. Estado Mayor Policial actual del municipio Maracaibo

Fuente: Polimaracaibo (2017).

Por otro lado es importante destacar que la aplicación de políticas en

materia de seguridad en el municipio Maracaibo, al igual que a nivel nacional,

ha sido permeada por el color político ya que se observa en la estructura de

los cuadrantes la participación de miembros del partido del gobierno

nacional, así como representantes comunales, quienes responden a

directrices del mismo gobierno de turno, debilitando su acción ciudadana en

pro del beneficio colectivo, por ello es necesario deslastrar de los colores

políticos-partidista la seguridad de los ciudadanos, ya que el delito,

expresado en violencia, robo, hurto, secuestro homicidio, entre otros, no

tiene color político, es un flagelo que ataca a todos por igual, además permite

cumplir de esta manera con el precepto constitucional de igualdad para todos

y evitar prácticas militaristas producto de una visión errada del problema.


74

Por lo antes expuesto, PROVEA (2002) señala que los conflictos no

resueltos en materia de políticas de seguridad ciudadana, se agudizan por

las diferentes visiones políticas sobre el problema, lo que facilita que las

prácticas militaristas y autoritarias en el manejo de la seguridad pública,

sigan pugnando por imponerse.

3.5. ACTOS DELICTIVOS

Los actos delictivos son todos aquellos tipificados claramente como

delitos por las leyes, todo acto delictivo puede ser una reacción

descontrolada consciente, inconsciente o simbólica frente a un estímulo y

casi siempre tiene una motivación, En este sentido se considera delincuente

a aquella persona que comete o realiza acciones que van en contra a la ley.

Es decir, el que comete un delito, definido este como una acción típica,

antijurídica, imputable, culpable, sometida a una sanción penal, y a veces a

condiciones objetivas de punibilidad. Es por ello que, la Delincuencia es un

conjunto de infracciones cometidas contra las normas jurídicas, el Estado, los

bienes materiales y las personas.

Se considera actos delictivos todas aquellas acciones realizadas en

contra de la norma jurídica. Todo acto delictivo puede ser una reacción

descontrolada consciente, inconsciente o simbólica frente a un estímulo y

casi siempre tiene una motivación. Por alguna razón una persona ante

determinadas circunstancias pierde el control y comete un delito.

Aunque no siempre ocurre, en muchos casos cuando se comete un


75

acto delictivo se recurre a la violencia como forma de coacción y

sometimiento de la víctima. Es por ello que se hace necesario hacer mención

a esta ya que por medio del uso de la misma tratan de imponerse a como dé

lugar, no importa si para ello tienen que amenazar, maltratar, aterrorizar e

incluso asesinar a los que se les oponen para lograr sus objetivos.

Según el Plan Local de Seguridad Ciudadana Con Convivencia Social.

Perú (2017), para que se consuma un acto delictivo, deben darse, en forma

conjunta, tres elementos: Un autor motivado, una víctima potencial y un

espacio favorable. Es decir, un autor motivado (delincuente) que analiza el

riesgo y el beneficio de efectuar un robo, si ve difícil efectuar el robo no lo

hará en ese momento; por otro lado debe existir una víctima potencial

(ciudadano, local comercial, casa, auto, etc.) generalmente buscan robar a

una persona o un bien que se encuentre descuidado o desprotegido; y el

tercer factor, no menos importante que los otros dos, es el espacio con

características favorables para el delito, es decir zonas inseguras, donde no

existe ningún tipo de vigilancia, no existe iluminación, y no hay un adecuado

ornato (Figura 4).


76

Figura 4 Elementos para la consumación de un delito

Fuente: Plan Distrital de Seguridad Ciudadana de Santiago de Surco (2007)

3.6. ROBO Y HURTO

La vinculación estrecha que existe entre las definiciones de Robo y

Hurto hace necesario una breve revisión histórica que permita conocer de

dónde provienen ambos conceptos. Yánez (2009) señala que, desde la

época de los Romanos, en su legislación encontramos por primera vez

referencias al delito de hurto como una figura básica definida como robos con

fuerza, violencia o intimidación, apropiación indebida, de cosas perdidas, de

uso, y algunas figuras de estafa. En otros términos era una agresión privada,

la cual contemplaba toda apropiación ilegítima de una cosa mueble ajena, de

su uso o de su posesión, en otras palabras el robo, en su vertiente romana,

no era sino un hurto calificado por la violencia de su ejecución. Solo su


77

evolución permitió establecer la diferencia entre ambos conceptos.

El derecho germánico concibe el hurto como la sustracción clandestina

de una cosa mueble ajena. Aquí se establece una diferencia clara en relación

al robo ya que se indica que la acción se ejecuta en la clandestinidad, Por

otro lado en el caso del hurto el valor de la cosa hurtada permite distinguir la

gravedad de la acción y la pena a aplicar, mientras que el robo era una

sustracción abierta, manifiesta, considerado en si como un delito menor y la

pena no era considerada según el monto de la cosa robada, sino que se le

imponía una pena única, siempre menor a la del delito de hurto.

Es importante señalar que la incorporación de estas figuras al derecho

común y luego al español genero una mezcla de elementos de los que

podemos deducir que la actual valoración que da mayor peso al robo y la

nomenclatura son aportes del derecho romano, mientras que el hecho de

entender a ambos delitos diferenciados, así como el peso de la pena según

en valor de la cosa sustraída se le atribuye a la influencia germánica.

El autor anteriormente mencionado refiere que en países como Chile el

concepto contenido en el Código Penal está referido al concepto negativo del

hurto, así el artículo 432 señala que comete hurto quien sin la voluntad de su

dueño y con ánimo de lucrarse se apropia de cosa mueble ajena sin usar

violencia o intimidación en las personas o fuerza en las cosas. En los demás

casos, de presentarse las exigencias correspondientes se cometerá robo. Se

trata de dos delitos independientes, que protegen un mismo bien jurídico.

En el Código Penal Venezolano, en su TÍTULO X De los Delitos


78

Contra la Propiedad, Capítulo I Del Hurto, el legislador estableció cuatro

normas básicas:

Todo el que se apodere de algún objeto mueble, perteneciente a


otro para aprovecharse de él, quitándole, sin el consentimiento de
su dueño, del lugar donde se hallaba, será penado con prisión de
un año a cinco años. Si el valor de la cosa sustraída no pasare de
una (01) unidad tributaria (UT), la pena será de prisión de tres
meses a seis meses. Se comete también este delito cuando el
hecho imputado recaiga sobre cosas que hagan parte de una
herencia aún no aceptada, y por el copropietario, el asociado o
coheredero respecto de las cosas comunes o respecto de la
herencia indivisa, siempre que el culpable no tuviere la cosa en su
poder. La cuantía del delito se estimará hecha la deducción de la
parte que corresponde al culpable (Artículo 451).

El robo es, según el acto de apoderase ilegítimamente de un bien

mueble total o parcialmente ajeno, para aprovecharse de él, sustrayéndolo

del lugar en que se encuentra, empleando violencia contra la persona o

amenazándola con un peligro inminente para su vida o integridad física

3.7. HOMICIDIOS

Según García (1952) la definición más antigua del homicidio se

encuentra en Antón Matheo (1991), quien dice que el homicidio es la muerte

de un hombre ocasionada por otro.

También señala que con el tiempo se ha ido modificando este concepto,

tratando de ajustarlo a la realidad de los tiempos, en este sentido el Profesor

Iruretagoyena (1991), afirma que el homicidio es la muerte de un hombre


79

ocasionada por otro hombre, con el aditamento del adjetivo ilegítima,

quedando contemplados en realidad todos los hechos sustanciales del hecho

jurídico que se denomina homicidio.

En el resumen del 12º Congreso de las Naciones Unidas sobre

Prevención del Delito y Justicia Penal, se define el homicidio como el acto de

dar muerte intencionalmente a una persona (homicidio doloso) representa el

tipo más grave de delito violento.

3.8. SECUESTROS

Es muy difícil lograr una sola definición de secuestro ya que cuando

analizamos su origen nos encontramos que ha tenido múltiples

interpretaciones. En aras de lograr un consenso en torno al concepto

Martiñon (2008) plantea cuatro definiciones de las cuales señalaremos las

dos más importantes, la que hace referencia a su significado etimológico y la

establecida en la Ley Contra el Secuestro y la Extorsión de la Legislación

Venezolana.

3.8.1. ETIMOLÓGICO

Proviene del latín secuestrare, lo que se refiere a aprehender

indebidamente a una persona para exigir rescate a cambio de su liberación.

3.8.2. LEGAL

En la Ley Contra el Secuestro y la Extorsión de la legislación


80

venezolana establece el delito del secuestro vinculado al de extorsión.

Artículo 3. Quien ilegítimamente prive de su libertad, retenga, oculte,

arrebate o traslade a una o más personas, por cualquier medio, a un lugar

distinto al que se hallaba, para obtener de ellas o de terceras personas

dinero, bienes, títulos, documentos, beneficios, acciones u omisiones que

produzcan efectos jurídicos o que alteren de cualquier manera sus derechos

a cambio de su libertad, será sancionado o sancionada con prisión de veinte

a treinta años.

3.8.3. TIPOS

También es importante señalar que nuestra legislación hace referencia a

los tipos de secuestros y la pena que se establece para los responsables del

cometimiento de cada uno de ellos.

3.8.3.1. Simulación de secuestro

Quien simule estar secuestrado o secuestrada con el propósito de


obtener dinero, bienes, títulos, documentos, beneficios, acciones u
omisiones de parientes o parientas consanguíneos o afines,
cónyuge, concubina o concubino, adoptante o adoptado,
empresas, funcionarios públicos o funcionarias públicas o
particulares, será sancionado o sancionada con prisión de cinco a
diez años (Artículo 4).

3.8.3.2. Secuestro con fines políticos, conmoción o alarma

Quien secuestre a una o más personas como parte de una


81

conspiración contra la integridad de la Nación o sus instituciones,


o con la finalidad de atentar contra la estabilidad de los órganos
del Poder Público, dar publicidad o propaganda a una causa
política, ideológica o religiosa; o para generar conmoción o alarma
pública, será sancionado o sancionada con prisión de veinte a
treinta años. Igual pena será aplicada para quienes perpetren el
delito establecido en este artículo en asociación con países o
repúblicas extranjeras, enemigos exteriores, grupos armados
irregulares o subversivos (Artículo 5).

3.8.3.3. Secuestro breve

Quien secuestre por un tiempo no mayor de un día a una o más


personas, para obtener de ellas o de terceras, personas dinero,
bienes, títulos, documentos, beneficios, acciones u omisiones que
produzcan efectos jurídicos o que alteren de cualquier manera sus
derechos a cambio de su libertad, será sancionado o sancionada
con prisión de quince a veinte años. Si la víctima es rescatada
dentro del tiempo señalado en este artículo por la acción de las
autoridades competentes y sin que la liberación se produzca como
consecuencia de la negociación con las autoridades, se aplicará la
pena establecida en el artículo 3 de esta Ley (Artículo 6).

3.8.3.4. Secuestro en medios de transporte

Quien secuestre a los o las ocupantes de naves, aeronaves,


vehículos o cualquier otro tipo de transporte, público o privado,
con el fin de trasladarlos o trasladarlas en el mismo medio a un
lugar distinto al de su destino, alterar su ruta o ejercer su control,
será sancionado o sancionada con prisión de veinte a veinticinco
82

años (Artículo 7).


3.8.3.5. Secuestro para canje de personas

Quien secuestre a una o más personas para exigir la liberación de


personas sujetas a una medida cautelar de privación judicial
preventiva de libertad, o que se encuentren sentenciados o
sentenciadas o condenados o condenadas como autores o
autoras, cómplices, cooperadores o cooperadoras de cualquier
delito, será sancionado o sancionada con prisión de diez a quince
años (Artículo 8).

3.8.3.6. Alistamiento forzoso

Quien, mediante amenaza o engaño, retenga, oculte, arrebate o


traslade por cualquier medio a una o más personas para realizar
un alistamiento forzoso, con el fin de formar parte de grupos
armados irregulares, será sancionado o sancionada con prisión de
quince a veinte años (Artículo 9).

3.9. VIOLENCIA

El concepto de violencia o violaciones de derecho, denota el uso o

amenaza de uso de la fuerza física o psicológica con el fin de causar daño o

doblegar la voluntad. La noción de despojo remite al acto de privar

ilegítimamente de su patrimonio a una persona física o jurídica.

Aunque esta definición parecería restrictiva, en realidad incluye a todos

los delitos contra las personas, como el homicidio, la agresión, la violación, el

secuestro y la trata de personas, así como los delitos contra el patrimonio,

tanto privado (robo, hurto y estafa) como público (soborno y cohecho).


83

Incluye, además, modalidades delictivas propias del crimen organizado,

como el narcotráfico, el tráfico de armas, el lavado de activos o el comercio

de bienes ilegales, que “están muy estrechamente relacionados con la

violencia y el despojo, aunque no dañen directamente a las personas o a su

patrimonio.

3.10. PLANES DE SEGURIDAD CIUDADANA

Hacer referencia a la seguridad ciudadana, como tema en esta

investigación, cobra un lugar preponderante en las necesidades sentidas en

la población venezolana y más aún en el suelo zuliano, esta ocupa uno de

los principales temas a abordar por los gobiernos en muchos países del

mundo. Los Informes de las Naciones Unidas en materia de Prevención del

Delito y Derechos Humanos, así como otras instituciones, a nivel nacional e

internacional, dan cuenta de esa realidad, al momento de mostrar las

estadísticas en esta materia.

Venezuela no escapa a esa realidad, es por eso que desde la llegada

de Chávez al poder en el año 1999, se implementaron varios planes de

seguridad que permitieran atacar el problema. Sin embargo, no es sino hasta

el año 2006 que el gobierno nacional logra implementar la reforma del

sistema de seguridad en nuestro país que permitiera la transformación del

sistema policial venezolano.

Para lograr la reforma se requería de un análisis contextual de la

seguridad ciudadana en Venezuela, abordarla de manera integral para


84

conocer bien la problemática. Había que tomar en cuenta

elementos de carácter institucional, socioeconómico, cultural, entre otros

para poder establecer los aspectos en los que había que hacer más énfasis y

que permitieran hacer más efectiva la operacionalización del accionar del

estado en esta materia. Por ello, se incorporaron un grupo de expertos

provenientes de distintos sectores de la sociedad venezolana.

La Comisión Nacional para la Reforma Policial fue instalada


mediante Resolución del Ministerio del Interior y Justicia el 10 de
abril de 2006. La integraron 16 personas, que incluían al Ministro
del Interior y Justicia y sus Viceministros de Seguridad Ciudadana
y Seguridad Jurídica, un representante del Tribual Supremo de
Justicia, uno de la Asamblea Nacional, un gobernador y un
alcalde, un representante de la Defensoría del Pueblo y uno de la
Fiscalía General de la República, un representante de la Policía de
Investigaciones Penales, uno de los empresarios del país, dos de
organizaciones de promoción y defensa de los derechos humanos
y tres profesores universitarios (Gabaldón 2013).

Con la Reforma Policial del año 2016, se pretendió crear un nuevo

modelo policial que surgiera de la participación ciudadana, en su papel

protagónico en la elaboración de las políticas públicas desplegadas por

estado venezolano y establecido en la Constitución Nacional de 1999, con el

propósito de dar respuestas a las necesidades más sentidas de los

ciudadanos en materia de seguridad ciudadana.

En los postulados de la reforma queda claro que la ejecución de las

políticas y programas en materia de seguridad en Venezuela, no es sólo un


85

problema de las instituciones públicas responsables, ni implica solamente la

disminución del número de delitos. Esta debe Incluir acciones para mejorar

las condiciones de vida de la población y para reducir el desorden urbano,

las incivilidades, las interacciones conflictivas, el deterioro de los espacios

públicos, por lo que se requiere también la participación de la población.

La ejecución de los planes y programas en materia de seguridad

ciudadana tiene dos características centrales que explican su desarrollo en el

contexto nacional: una vinculada con las instituciones estatales

encargadas de su implementación, y otra de índole metodológico, referente

al diseño y ejecución de medidas en el mediano y largo plazo dentro de una

estructura de plan.

Respecto al primer punto ocurre que aun después de la reforma

persiste el cambio de ministros en las distintos carteras del Ejecutivo

nacional, por ende en la responsable de la seguridad ciudadana, es decir, la

del Interior y Justicia, trayendo consigo retrasos institucionales, continuas

revisiones de proyectos que deberían encontrarse en fases de ejecución más

avanzadas, la reorganización de la nómina directiva con cada nuevo ministro,

entre otros. Es por ello que el nuevo modelo policial no se comenzó a

implementar inmediatamente.

En corolario de lo anterior se presentan los planes de seguridad

implementados durante el gobierno revolucionario


86

3.10.1. PLAN ESTRATÉGICO NACIONAL DE CONVIVENCIA Y

SEGURIDAD CIUDADANA (2006)

El Plan Estratégico Nacional de Convivencia y Seguridad Ciudadana se

implementó en el mes de octubre del año 2006, contemplo cambios que iban

desde la dotación de equipos en el CICPC, digitalización del departamento

de Investigaciones, creación del Sistema AFIS (reconocimiento de huellas),

control de armas, humanización de cárceles y construcción de centros de

rehabilitación penal y se continuaron las reformas al COOP por tercer año

consecutivo. La inversión inicial de este plan supero los 70 millones de

dólares.

3.10.2. DISPOSITIVO BICENTENARIO DE SEGURIDAD (DIBISE 2009)

El Dispositivo Bicentenario de Seguridad (MPPIJP 2009) es un

operativo que opera con la intención de combatir y frenar el índice de

delincuencia en el país. Participan funcionarios de la Guardia Nacional

Bolivariana (PNB), la Policía Nacional Bolivariana (PNB), Policía Municipal,

Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC),

Servicio Administrativo de Identificación Migración y Extranjería (SAIME),

Oficina Nacional Antidrogas, Ministerio Público, Poder Judicial, entre otros.

3.10.2.1. Objetivos

Con el Dispositivo Bicentenario de Seguridad (DIBISE 2009) se


87

pretende mejorar el sistema de patrullaje y mantener el control vial con el

propósito de disminuir la ocurrencia de algunos fenómenos que

interrelacionados potencian el delito y por ende afectan la seguridad

ciudadana. A decir estos fenómenos son el porte ilegal de armas, la venta y

distribución de bebidas alcohólicas, la venta y distribución de sustancia

psicotrópicas y estupefacientes, los accidentes de tránsito, entre otros.

En una primera fase de aplicación de este plan solo se abordaron 36

municipios en total, ubicados en 10 entidades del país. En cada uno de ellos

había un comando central que aportaba información sobre la ejecución del

mismo. En la Región central, el destacamento 21 de la Guardia Nacional

sirvió de centro de operaciones.

El Dispositivo Bicentenario de Seguridad (DIBISE 2009) fue creado por

el denominado para ese momento Ministerio del Poder Popular para Interior,

Justicia y Paz (MPPIJP), sin embargo conto con el apoyo del Ministerio del

Poder Popular para la Defensa en alianza estratégica para su operatividad ya

que en cada uno de los estados y municipios donde se implemento estaba

dirigido por el oficial de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) de mayor

graduación en esa región.

3.11. MISIÓN A TODA VIDA VENEZUELA (2012)

El lanzamiento de la Misión a Toda Vida Venezuela la hace el mismo

presidente Hugo Chávez en cadena de radio y televisión el 20 de junio del

año 2012 (Portal web Noticias 24 Horas, 2012). Es importante recordar que,
88

las bases de esta misión se gestan con la reforma el año 2006, pero que

apenas en el año 2012 que se empieza a ejecutar como tal y pasa a formar

parte del sistema de misiones sociales creadas por el gobierno.

Según el portal web de La Gran Misión A Toda Vida Venezuela, esta es

una política integral implementada por el gobierno nacional, bajo la directriz

del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Interiores y Justicia con

el propósito de combatir la inseguridad en el país. Esta misión contempla la

aplicación del nuevo Código Orgánico Procesal Penal, La Municipalización

de la Justicia y la Experimentación en cuanto a las mancomunidades

policiales en algunos estados del país. En un primer momento su aplicación

se estableció para 120 municipios cuyos índices delictivos eran los más altos,

sin embargo en la actualidad dejo de ser considerado un plan para

convertirse en toda una política de seguridad ciudadana integral lo que la

convierte en una Gran Misión.

3.11.1. VÉRTICES QUE CONFORMAN LA GRAN MISIÓN A TODA VIDA

VENEZUELA

En la actualidad esta Gran Misión está conformada por 9 vértices de

acción:

1. Prevención integral junto a la convivencia solidaria. Reducir el

riesgo de ocurrencia delictiva, faltas, conflictos violentos,

accidentalidad vial, desastres o emergencias, a través de

intervenciones multigenciales y procesos de participación popular, que


89

se anticipen a la comisión de las mismas, actuando sobre sus factores

generadores y promoviendo la convivencia solidaria y una cultura de

Derechos Humanos.

2. Fortalecimiento de los órganos de seguridad ciudadana para el

pueblo. Crear las condiciones institucionales para conformar una

estructura nacional, estadal, municipal, parroquial y por cuadrantes de

paz y vida, conformada por los organismos competentes en materia de

prevención y control del delito, con una perspectiva integral a fin de

garantizar el disfrute y ejercicio de los derechos de la población.

3. Transformación del sistema de justicia penal y la creación de

mecanismos alternativos de resolución de conflictos. Transformar

el sistema de justicia penal para adecuarlo a la garantía efectiva de los

derechos humanos donde la justicia, y en particular los procedimientos

penales y los mecanismos alternativos de resolución de conflictos,

sean accesibles, imparciales, idóneos, transparentes, autónomos,

independientes, responsables, equitativos y expeditos, sin dilaciones

indebidas, ni formalismos o reposiciones inútiles, de acuerdo a lo

estipulado en la Constitución de la República Bolivariana de

Venezuela.

4. Modernización del sistema penitenciario venezolano. Transformar

el sistema penitenciario venezolano con el fin de garantizar la

prestación de un servicio penitenciario garante de los Derechos

Humanos de las personas privadas de libertad, minimizando los


90

efectos nocivos del encarcelamiento y facilitando los medios

adecuados para procurar la rehabilitación de los privados y privadas

de libertad, y mejorar sus posibilidades de reinserción social.

5. Sistema nacional de atención a las víctimas de violencia. Asegurar

que, mediante una atención integral, oportuna y pertinente a las

víctimas de la violencia, se reconozcan y atenúen sus efectos

negativos sobre personas y colectivos y se incremente la respuesta

efectiva del Estado, para lograr tanto la reducción de estos delitos

como la impunidad que los acompaña.

6. Creación y socialización de conocimiento para la conciencia y

seguridad ciudadana. Organizar un sistema nacional de

investigaciones en el campo de la convivencia, la seguridad

ciudadana, el delito y la violencia, dirigido de manera conjunta por el

Ministerio del Poder Popular con competencia en materia de seguridad

ciudadana, el Ministerio del Poder Popular para Educación

Universitaria, Ciencia y Tecnología y la UNES, en el que participen

investigadores, activistas, trabajadores comunitarios, universidades e

instituciones públicas y privadas para la creación y socialización de

conocimientos en esta materia.

7. Lucha contra el uso indebido y tráfico ilícito de drogas. Desarrollar

acciones contra el tráfico ilícito de drogas, así como para la prevención

del consumo, uso indebido y tratamiento de las adiciones; bajo el

principio de la responsabilidad común y compartida, a fin de contribuir


91

con la Seguridad Ciudadana y generar una Cultura de Paz.

8. Lucha contra la delincuencia organizada y el financiamiento al

terrorismo. Identificar, evaluar y desarrollar acciones que consoliden

la Coordinación Nacional y la Cooperación Internacional, para

prevenir, investigar, reprimir y sancionar los Delitos de Delincuencia

Organizada que deriven en la Legitimación de Capitales,

Financiamiento al Terrorismo y la Proliferación, para la protección del

sistema financiero y economía general, a fin de coadyuvar con la

seguridad ciudadana y el orden socioeconómico del país.

9. Fortalecimiento de la política para el control de armas de fuego y

municiones y el desarme en el territorio nacional. Reimpulsar y

fortalecer la política para el control de armas de fuego y municiones y

el desarme, a fin de reducir la ocurrencia de la violencia en el territorio

nacional, consolidando las políticas públicas de seguridad ciudadana,

garantizando condiciones de justicia y paz (Figura 5).


92

Figura 5. Vértices de Acción de la Misión a Toda Vida Venezuela.

Fuente: Página Web Oficial de la Misión a Toda Vida Venezuela (2017).

Según el Comisionado Gustavo Basabe, Director del Centro de

Coordinación Policial y Jefe del estado Mayor Policial del Municipio

Maracaibo, La Gran Misión A Toda Vida Venezuela es una versión mejorada

del Dispositivo Bicentenario de Seguridad (DIBISE). El comisionado señala

que esto ocurre cuando el plan propuesto no cumple con los objetivos

principales para los que fue creado, por lo tanto se debe reformular.

3.11.1.1. Objetivo

Disminuir las situaciones vinculadas con el delito, las faltas,


93

accidentalidad vial, desastres o emergencias que constituyen amenaza,

vulnerabilidad o riesgo, para el disfrute de los derechos de la población, a

través de la modificación de las condiciones estructurales y situacionales que

las hacen posible, con políticas de prevención y un control penal ajustado a

derecho, en un marco de estímulo a la organización y movilización popular,

en la búsqueda de la igualdad social sustantiva y con perspectiva de

derechos humanos.

3.11.1.2. Misión

Construir una política pública que tenga como centro la preservación de

la vida, como valor supremo de todas y todos los que vivimos en el territorio

nacional; una vida que se entienda desde la convivencia solidaria y la

resolución pacífica de los conflictos y que tribute a la construcción colectiva

de una democracia socialista, cuya instituciones respondan a los problemas

de la seguridad con criterios de justicia y equidad para que podamos decir

que esta revolución y el país avanza A TODA VIDA VENEZUELA.

3.11.1.3. Visión

Ser referencia nacional e internacional en el diseño e implementación

de políticas públicas de seguridad ciudadana transformadora de realidades

institucionales y sociales de la República Bolivariana de Venezuela,

consolidando así una sociedad justa, amante de la paz y de la convivencia

solidaria.
94

Para el poder Ejecutivo Nacional, este nuevo modelo pretende enfrentar

verdaderamente el complejo problema de la criminalidad y la violencia,

planteando desde el punto de vista de la batalla de los valores de la vida

contra los antivalores de la criminalidad, la droga y la muerte.

3.11.2. PLAN PATRIA SEGURA (2013)

Después del lanzamiento de la Misión a Toda Vida Venezuela por parte

del presidente Chávez en el año 2012, surge el Plan Patria Segura en el año

2013. Según el Supervisor Padauy, Jefe del CPBEZ, este plan fue concebido

por miembros del componente Guardia Nacional de Venezuela como una

manera de contribuir a resolver los problemas de inseguridad de nuestro

país. El plan establece procedimiento y acciones a ser empleadas en

conjunto durante la planificación y conducción de las operaciones policiales

para fortalecer el poder popular en perfecta unión CIVICO-MILITAR-

POLICIAL, estableciendo las siguientes acciones a ejecutar:

 Despliegues de fin de semana en los lugares de mayor índice delictivo.

 Activar la oficina de investigación por municipio o parroquia, según sea

el caso o la necesidad.

 Establecimiento del Punto y Círculo.

 Redimensión del patrullaje a Pie y Vehicular.

 Optimización, expansión y consolidación del despliegue de “patrullaje

inteligente”.

 Desarme Voluntario.
95

 Desarrollo de Bloques de Búsqueda y Captura.

 Diseño y puesta en funcionamiento del Sistema Integrado de Monitoreo

VEN911.

 Atender los factores estructurales de la criminalidad y violencia, entre

ellos: Control de microtráfico, armas y municiones y el control y expendio

de bebidas alcohólicas.

 Establecer sistemas de corredores seguros, con servicios de grúas y

ambulancias.

 Atender la accidentabilidad.

 Mapas de seguridad.

En la actualidad este paso a formar de la campaña Carabobo 2021.

Según el diputado Saúl Ortega, un artículo publicado por el portal web del

diario Notitarde del 25 de junio del año 2017, define el Plan de Campaña

Carabobo 2017-2021, como un plan de protección al pueblo con énfasis en

los sectores más vulnerables o quienes más sufren por tener menos

mecanismo de defensa a la hora de enfrentar una guerra planificada para

afectar su capacidad de satisfacer sus necesidades básicas.

Sin Embargo según el instructivo que establece los lineamientos para

las actuaciones de los Padrinos Regionales y Estadales del Plan Patria

Segura 2001 en el marco de la Campaña Carabobo 2021, esta campaña

está compuesta por seis (06) líneas estratégicas, donde se menciona como

una de las líneas estratégicas al plan patria segura, además de otras cinco

que se indica a continuación:


96

3.11.2.1. Movimiento por la Paz y la Vida

Esta línea busca impulsar y generar una cultura de paz en la población,

teniendo un énfasis especial en los niños, niñas y jóvenes de la patria, para

neutralizar la cultura de violencia, drogas y armas, mediante cinco acciones

específicas: Masificar la prevención integral en los ámbitos de educación,

cultura, deporte, recreación, salud y alimentación; Incentivar la ocupación

positiva y productiva del tiempo libre en los territorios priorizados; Potenciar

la inclusión de nuevos actores sociales y multigenciales al sistema de

prevención integral, convivencia solidaria y paz; Impulsar acciones

permanentes en la toma de espacios en los territorios priorizados en conjunto

con las poblaciones vulnerables; Incorporar a la juventud en los proyectos de

crecimiento personal y colectivo.

3.11.2.2. Cuadrante de Paz

Los cuadrantes de paz son territorios que abarcan de 2 a 5 kilómetros

cuadrados demarcados en las zonas de mayor incidencia delictiva y donde

además se toma en cuenta la densidad demográfica y topografía de dicho

espacio. Estos espacios son creados con el propósito de alcanzar una

interacción dinámica, activa y contextualizada en el entorno que se desarrolla

la labor policial, vinculándose con las comunidades vecinas y los distintos

actores sociales aplicando estrategias de proximidad como el patrullaje que

optimicen el servicio de seguridad.


97

El material instruccional elaborado por el Consejo General de Policía y

conocido como “practiguías del modelo policial”, define el “patrullaje” como la

acción sistemática que realizan las funcionarias y los funcionarios de los

cuerpos de policía, al recorrer un territorio previamente determinado y

teniendo como objetivos ofrecer seguridad a las entidades e instituciones

jurídicas y físicas, garantizar el buen orden de convivencia y obstaculizar la

ocurrencia de hechos delictivos.

De acuerdo a los elementos anteriormente mencionados que rigen el

concepto de patrullaje fue creado en Venezuela un modelo llamado

“Patrullaje inteligente”, el cual se define como una forma de comprender,

organizar, desplegar y evaluar el servicio de vigilancia y patrullaje, que parte

del estudio y conocimiento de la realidad (desde una visión geográfica

integral) del sector en el que se instrumenta (Practiguia 2012).

El patrullaje inteligente tiene tres características fundamentales: De

proximidad, preventivo-proactivo y planificado. En cuanto a la primera

característica De proximidad, está relacionada con la cercanía que debe

existir entre el funcionario policial y la ciudadanía, por lo que no deben existir

elementos que perturben dicha proximidad. La segunda característica que lo

define como preventivo y proactivo hace referencia a que el funcionario

debe estar en conocimiento minucioso del espacio a resguardar, por lo que

debe contar con una red primaria de información que le permita actuar de

manera eficiente y oportuna en aquellos casos que sea necesario. En

relación a la tercera característica referida al patrullaje planificado, se refiere


98

a que el mismo debe establecerse previamente con criterios científicos y

producto de la experticia. Se deben contemplar lugares, horarios, distribución

de las unidades de trabajo y funcionarios disponibles, el tipo de patrullaje

más conveniente (bicicleta, a pie, moto, vehículo), entre otros aspectos.

Los Cuadrantes de Paz, tendrán una capacidad de carácter particular,

social, tecnológico y comunicacionales. En cuanto a su estructura, estos

están constituidos por dos (02) núcleos, que conforman los Estados Mayores

a nivel de estados, municipios, parroquias y cuadrantes.

El núcleo Nº. 1 lo constituyen el Estado Mayor Operativo, es decir,

todas las fuerzas policiales y militares bajo la coordinación del ministerio del

Poder Popular para las Relaciones de Interior, Justicia y Paz, la Policía

Nacional Bolivariana, el Servicio de inteligencia Nacional, el Ministerio del

poder Popular para las Comunas, las Unidades de Batalla Bolívar Chávez, el

Frente Francisco de Miranda a través de sus dirigentes en materia de

seguridad y defensa y la estructura del partido, la fuerza Armada Nacional

Bolivariana, la Milicia y la Guardia del Pueblo.

El núcleo Nº 2 lo constituye el Estado Mayor Especial, en el que

participan todos los Ministerios que tienen pertinencia en la asistencia social

como es el caso de la cultura, el deporte, la salud, la educación, la

alimentación, servicio penitenciario, incluso los organismos administradores

de justicia como el Ministerio Público, Defensoría del pueblo y el Tribunal

Supremo de Justicia. También el Movimiento Paz y Vida, Instituto Autónomo

Consejo Nacional del Niño, Niña y Adolecente y la Gran Misión Barrio Nuevo
99

Barrio Tricolor (Figura 6).

Figura 6. Estructura del Estado Mayor Policial

Fuente: Instituto Autónomo Policía del Municipio Maracaibo (2017).

A nivel de comando el esquema establecido fue el siguiente: Se creó un

Estado Mayor Policial estructurado de la misma manera para toda para todo

el país, desde lo local, hasta lo estadal. En este sentido cada cuadrante de

paz tendrá un Estado Mayor Policial integrado por un (1) jefe de operaciones,

quien es un funcionario policial con un rango no menor a supervisor; un (1)

representante del Partido PSUV, un (1) representante de las Comunas, un

(1) representante del Frente Francisco de Miranda, y un (1) representante del

sistema educativo de la escala local. De esta manera también estará

estructurado el Estado Mayor Policial a nivel parroquial, municipal y estadal

(Figuras 7 y 8).
100

Figura 7 Niveles de Comando del Estado Mayor Policial

Fuente: Instituto Autónomo Policía del Municipio Maracaibo (2017).

ESTADO MAYOR
MUNICIPAL

MUNICIPIO

JEFE DEL FRENTE


MPPE MPPCMS PSUV
CUADRANT FRANCISCO
E DE MIRANDA

Figura 8. Estructura del Comando del Estado Mayor Policial Municipal

Fuente: Instituto Autónomo Policía del Municipio Maracaibo (2017)

En el caso del municipio Maracaibo por ser el espacio seleccionado

para este estudio doctoral, el mismo se encuentra dividido en 88 cuadrantes

de paz, distribuidos en las 18 parroquias que conforman el municipio (Figura

9).
101

Figura 9. Distribución de los cuadrantes de paz del municipio Maracaibo

Fuente: Elaboración Propia (2017).

Según el Comisionado Basabe, estas divisiones espaciales por

cuadrantes se establecieron siguiendo el criterio de las Naciones Unidas en

relación al pie de fuerza policial. Según este criterio para alcanzar niveles

óptimos de seguridad ciudadana deben darse ciertas condiciones. En este

sentido establece la situación ideal la cual señala que deben existir entre 300

y 400 funcionarios policiales por cada 100.000 habitantes (o lo que es lo

mismo, entre 3 y 4 policías por cada mil habitantes).

Otro de los aspectos ideales que se debe tomar en cuenta es el

relacionado con la presencia policial en las calles para lo que se requiere que

el 80% de los funcionarios sean desplegados a labores operativas como

investigación y patrullaje y no administrativas o de otra índole. Para darle


102

cobertura de patrullaje a cada cuadrante se crea la Unidad de Patrullaje

Inteligente (UPI), el cual consta de una (01) radiopatrulla, dos (02) motos y

ocho (08) efectivos.

También la ONU plantea un escenario ideal en relación a la equidad de

género. Se propone que la estructura por género de los cuerpos policiales

debe estar en correspondencia con la estructura de género de la población

de resguardo. En este sentido, en el caso venezolano hay un equilibrio entre

varones y hembras, registrando un 50% de cada lado. Sin embargo para

nuestro caso se propones incorporar como mínimo el 20% de mujeres en la

plantilla policial ya que también hay que tomar en cuenta la realidad social.

3.11.2.2.1. Otros Componentes de los Cuadrantes de Paz

 Unidad de Patrullaje Inteligente (UPI): consta de una (01) radiopatrulla,

dos (02) motos y ocho (08) efectivos.

 Aplicación inteligente: atenderá denuncias, llamadas, mensajes, envío

de contenidos multimedia, obtención de información del cuadrante y

puntos de interés más cercanos de acuerdo a su ubicación geográfica.

 Sala situacional: monitoreo, supervisión y seguimiento de todas las

ocurrencias.

 GPS en Patrullas: control de todas las patrullas vías GPS y GPRS.

 Centro Nacional de Monitoreo de PI: permite el monitoreo de datos para

relacionarse de manera inmediata ante cualquier situación de riesgo.

 Dirección Nacional de Sistema Integrado de Patrullaje Inteligente (SIPI):


103

ejecución de los procesos medulares vinculados a la operatividad,

efectividad y desarrollo en acción de los cuadrantes de paz.

 Integración al VEN 911: permite aumentar las capacidades del sistema a

través de video vigilancia y monitoreo.

 Plan de Abordaje Integral (PAI): permite fortalecer las condiciones de

seguridad, convivencia y paz, mediante el abordaje parroquial para la

atención multifactorial e interagencial, de los diversos aspectos

vinculados a la seguridad ciudadana. Desarrolla el despliegue del

Sistema de Prevención Integral, Convivencia Solidaria y Paz,

enmarcado en la Gran Misión A Toda Vida Venezuela Y del Plan Patria

Segura. Fortalece las condiciones de seguridad, convivencia y paz,

mediante el abordaje parroquial para la atención multifactorial e

interagencial, de los diversos aspectos vinculados a la seguridad

ciudadana. Desarrolla el despliegue del Sistema de Prevención Integral,

Convivencia Solidaria y Paz, enmarcado en la Gran Misión A Toda Vida

Venezuela.

3.11.2.3. Operación de Liberación Humanitaria del Pueblo (OLHP 2015):

Inicialmente esta línea de acción del gobierno se denominó Operación

Liberación del Pueblo (OLP) y fue activada el 13 de julio del año 2015. Se

creó con el propósito de atacar las bandas organizadas que existían en el

territorio nacional con el propósito de bajar los índices delictivos. La OLP

concebía tres fases al momento de su génesis: 1ra Fase: Inteligencia Militar;


104

2da Fase: Ejecución para la Liberación; 3ra Fase: Prevención y Protección.

En la actualidad se denomina Operación de Liberación Humanitaria del

pueblo (OLHP).

Según el instructivo que establece los lineamientos para las

actuaciones de los Padrinos Regionales y estadales del Plan Patria Segura

en el marco de la Campaña Carabobo 2021, las OLHP o unidades de

liberación humanitaria del pueblo, son estructuras temporales, de

organización variable y multiagencial, con capacidad de dar respuestas

integrales a problemas de criminalidad compleja, cuyo propósito fundamental

es servir al pueblo planeando y ejecutando soluciones operativas que

normalicen la paz y la convivencia de los ciudadanos.

Las OLHP se organizan para dar una respuesta directa, efectiva y

contundente según el tipo de amenaza. En la actualidad se desarrolla en seis

(06) fases:

1. Preparación: establecer las estrategias de investigación científica y

criminalística, diagnóstico, abordaje.

2. Ejecución de la acción contra bandas

3. Búsqueda: procesar las ordenes de aprehensión para la captura de

personas con estatus de solicitadas por los tribunales de justicias.

4. Patrullaje continuo: consolidar la presencia policial.

5. Abordaje integral de la comunidad.

6. Explotación mediática: el manejo mediático de la información debe

iniciarse en paralelo con la operación.


105

3.11.2.4. Sistema de Protección Popular Para la Paz (SP3)

Es un mecanismo de articulación que consiste en la integración de

todos los poderes del estado, a nivel nacional, estadal, municipal, el poder

popular y los gobiernos comunales para que de forma integrada pueblo-

gobierno puedan contrarrestar cualquier amenaza interna o externa.

El SP3 cuenta con patriotas cooperantes para identificar las bandas

criminales y paramilitares, así mismo, es la cuarta columna de acción debe

funcionar en cada municipio y parroquia del país. Presenta siete (07) ámbitos

de amenaza: Político, Económico, Social, Culturas, Geográfico, Ambiental,

Militar. Está integrado por cuatro (04) subsistemas: De paz, Popular, De

protección y Operacional. Las Unidades de Protección para la Paz del

Pueblo UP3, son estructuras temporales de organización variables,

multifuncionales que dan respuestas directas, efectivas y contundentes,

según el tipo de amenaza.

3.11.2.5. Casas de Justicia Penal

Es un espacio de articulación interinstitucional para implementar un

sistema de justicia penal municipalizado cercanos a las comunidades que se

encargue de conocer, investigar y decidir sobre los derechos punibles y

delitos menores que no excedan penas de ocho (08) años de privación de

libertad, y así, desconcentrar procesos en los tribunales ordinarios.

Son casas para la resolución de conflicto, para combatir la impunidad, y


106

justicia para llevar la ley y el orden dentro de la comunidad. Las casas de

justicia tienen la siguiente organización: Recepción, Tribunales Municipales,

Fiscalía municipal, Defensa Pública y Sala de audiencia.

4. Valores en la Seguridad Ciudadana

El tema de los valores reviste vital importancia en esta investigación

doctoral ya que forma parte de una de las dimensiones en la tabla de

operacionalización de variables, ya que la misma lleva por título “Política

Pública Sustentada en Valores para la Seguridad Ciudadana en el Municipio

Maracaibo”, título que involucra el tema de las políticas públicas, la seguridad

ciudadana y por último los valores como elemento fundamental para lograr

una política de seguridad ciudadana exitosa.

Los valores aplicados fueron seleccionados tomando como soporte la

misma Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, ya que esta

establece en su Artículo 2 que la garantía de la seguridad de los ciudadanos

por parte del Estado estarán regidos bajo el marco de un Estado

democrático, Social de Derecho y de justicia que propugna valores

superiores como la libertad, la igualdad, la solidaridad, la responsabilidad

entre otros, valores fundamental para alcanzar la seguridad ciudadana en

dicho municipio.

En sentido humanista, se entiende por valor lo que hace que un hombre

sea tal, sin lo cual perdería la humanidad o parte de ella. El valor se refiere a

una excelencia o a una perfección. Por ejemplo, se considera un valor decir


107

la verdad y ser honesto; ser sincero en vez de ser falso; es más valioso

trabajar que robar. La práctica del valor desarrolla la humanidad de la

persona, mientras que el contravalor lo despoja de esa cualidad (Vásquez,

1999, p. 3). Desde un punto de vista socio-educativo, los valores son

considerados referentes, pautas o abstracciones que orientan el

comportamiento humano hacia la transformación social y la realización de la

persona. Son guías que dan determinada orientación a la conducta y a la

vida de cada individuo y de cada grupo social.

Los valores constituyen experiencias humanas del diario vivir

relacionadas con la capacidad de evaluar el mundo que nos rodea y de

preferir jerárquicamente en él lo que consideramos más estimado dentro de

una gama de posibilidades, guiándonos por un cierto “sentimiento” hacia lo

más apreciable. Esta disposición de preferir dentro de una escala valorativa

da sentido a la vida humana, matiza la cultura, los modos de ver nuestro

derredor y nuestra vida y brinda, además, la posibilidad de construir mundos

deseables y utopías.

Como contrapartida de estas cualidades, los desvalores representan un

quiebre convivencial y conducen, las más de las veces, a problemas de otra

índole (económicos, políticos, sociales) muchas veces sindicados como

causa, cuando, en realidad, son consecuencia de desviaciones axiológicas.

La autora mexicana Kepowics (2014) plantea que, en un contexto de

neoliberalismo político, de economía de mercado, de globalización y de otras

tendencias homogeneizadoras, así como en las sociedades manipuladas por


108

la producción y el consumo, el aprender a ser, representa uno de los

propósitos no cumplidos por la educación

En tal sentido y desde nuestra postura de docentes e investigadores

universitarios, en el presente trabajo reflexionamos sobre aspectos ligados al

proceso de la investigación científica, tratando de hallar en él valores

intrínsecos susceptibles de contribuir a la recuperación, fijación y trasversal

axiológicos, como colofón, la utopía por una sociedad mejor considerando la

solidaridad, espiritualidad y tolerancia. En este orden de ideas, los valores se

conciben según el criterio de diversos autores, entre estos Parsons y

Kluckhohn (1991), quienes lo definen como "opciones entre diversas

maneras de actuar que son manifestación de la jerarquía en la concepción

del mundo que un sujeto o colectivo tiene". También se conciben como, un

tipo de creencias que llevan al sujeto a actuar de una manera determinada;

son creencias que prescriben la forma de comportarse de los humanos en la

sociedad en la cual viven.

Asimismo, Garzón y Garcés (1991), afirman que: "son aspiraciones o

ideales de comportarse y de existir que se adecuan a las coordenadas

histórico-sociales y que a la vez las trascienden". De estas

conceptualizaciones que se complementan entre sí, se pueden destacar,

inicialmente, cuatro de los rasgos, característicos y esenciales, inherentes al

concepto de valor: proyectos ideales, opciones, creencias y características

de la gestión humana. Estos rasgos, se complementan a su vez, con las

actitudes de las persona en su desenvolvimiento social.


109

Según García (2014), "valor es aquello que hace a una cosa digna de

ser apreciada, deseada y buscada; son, por tanto, ideales que siempre

hacen referencia al ser humano y que éste tiende a convertir en realidades o

existencias". Camps (2014), expresa: "son algo adquirido hasta el punto de

convertirse en hábito; algo querido por la voluntad y que acaba siendo,

asimismo, objeto de deseo" Igualmente, García (2014), afirma: "valores son

lo que suele mover la conducta y el comportamiento de las personas;

orientan la vida y marcan la personalidad".

En este orden de ideas, el proceso de revisión de la práctica de valores

ejercidos en una sociedad depende de muchos factores, que van desde la

formación familiar y del hogar hasta los procesos educativos, todo ello

consustanciado con las creencias de cada individuo. León (2012, p. 283)

define los valores “como opiniones sobre la realidad que expresan en la

práctica un determinado valía”. En consecuencia, se convierten en los

verdaderos decisores del proceso y son los que miden el triunfo deseado.

Agrega el autor que “es en esos juicios donde se reconoce la ideología” (p.

84).

Los valores según el autor, determinan el comportamiento de las

personas e inciden directamente en sus decisiones y la manera de asumirla

dentro de ciertos parámetros de causalidad y beneficio. Los valores están

presentes al decidir y se buscan en la subjetividad del que decide para tratar

de explícitos a través de una causalidad. En esto toma importancia la

práctica de los valores en la sociedad marabina para el cual se definen los


110

valores a considerar, es decir, se relaciona con las líneas de acción y

orientación que debe sugerir en este caso, los valores del ciudadano

venezolano que hace vida en el territorio zuliano en el contexto Política

pública de seguridad ciudadana sustentada en valores, como propósito de la

presente investigación

Asimismo, es menester hacer referencia a las actitudes, la cuales se

derivan de los valores mientras que estas se desarrollan y se muestran en el

comportamiento de los individuos, quienes son responsables de fomentarlas

y practicarlas conjuntamente con sus hijos, familiares y sociedad en general,

desarrollándose así las actitudes y valores como el respeto a las normas de

la convivencia, perseverancia en la tarea, disposición cooperativa y

democrática, disposición emprendedora, sentido de organización.

El desarrollo de actitudes es un procesos lento, por lo que el procesos

para su aprensión debe ser observador y repetición vigilante por los

ciudadanos y sus sistema de formación considerando el comportamiento de

los aprendices con la finalidad de reforzarlos si son positivos o de superarlos

si son negativos. Desarrollando valores tales como: paz, respeto, solidaridad,

responsabilidad, honestidad, libertad, tolerancia, con el propósito de elaborar

un código de ética que le servirá para establecer sus normas de convivencia.

Al respecto, Gibson (2010) señala los valores influyen en el proceso de

formación, considerando estos requerimientos: Para fijar objetivos hay que

realizar juicios de valor con respecto a la selección de oportunidades. Para

desarrollar alternativas: es necesario realizar juicios de los valores sobre las


111

distintas posibilidades. Al seleccionar una alternativa: los valores de las

personas que toman las decisiones influyen. Al ejecutar decisiones es

preciso formular juicios de valor. Estos se asocian con una serie de

condiciones que le dan direccionalidad.

4.1. LINEAMIENTOS EN PRO DE LA SEGURIDAD EN EL MUNICIPIO

MARACAIBO

A continuación se describen, algunos valores, a ser considerado para

generar lineamientos en pro de la seguridad en el municipio Maracaibo

4.1.1. PAZ

La paz es el fruto de la sana convivencia entre los seres humanos. Para

hacerla posible es necesario un ordenamiento social justo, en el que todos

los ciudadanos tengan las mismas oportunidades de desarrollarse como

personas y les sean respetados sus derechos fundamentales. Los que

practican la paz saben que ésta no es simplemente la ausencia de conflictos,

pues los hombres siempre han sido y serán conflictivos, sino la capacidad de

manejar dichos conflictos y superarlos por medio de métodos no violentos

como la protesta pacífica, el diálogo y la negociación

En este orden de ideas, la construcción de la paz como valor es una

acción transformadora, esta plantea un gran reto a las sociedades en tanto

ente responsable de generar discusión y hacer seguimiento a las propuestas;

de ahí han surgido reflexiones pertinentes para su logro al igual que


112

pequeñas pero consistentes experiencias en la búsqueda de dar una

respuesta contextual, generar un comportamiento societal de ausencia de

conflicto y enrumbe hacia la paz social.

Se parte de la creencia que la en un país con amplias desigualdades e

injusticias como el estado venezolano este tienen la responsabilidad social

de hacer aportes concretos a la paz y la reconciliación y que esto se puede

constituir en bases que pueden ser insumos para crear más fraternidad,

igualdad y libertad en el territorio, pese a que la paz es un valor muy preciado

por los ciudadanos en el mundo como una alternativa de vida practica

Esta se entiende según Baggio (2006) como el sentido y vivencia de los

valores ciudadanos, los Derechos Humanos, el Derecho Internacional

Humanitario, la participación democrática, la prevención de la violencia y la

resolución pacífica de los conflictos. La Paz, es entendida como la

apropiación de conocimientos y competencias ciudadanas para la

convivencia pacífica, la participación democrática, la construcción de

equidad, respeto por la pluralidad, los Derechos Humanos, en este sentido

debe trabajarse como políticas social más incluyentes, en la sociedad

venezolana y zuliana

En atención a lo anterior, la paz supone una relación de bienes y

poderes; entre sujetos diferentes. Entendiendo que es intrínseca al proceso

político y que puede generarse aplicación siempre que se cumpla con las

condiciones acordadas entre los involucrados en este caso la sociedad,

donde se garantice entender al otro, desde la base de lo fundamentado en el


113

artículo 49 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) que

reza: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y

derechos, y dotados como están de razón y conciencia deben comportarse

fraternalmente los unos con los otros”.

En este orden de ideas, en esa dirección, el 2000 fue elegido como El

Año Internacional De La Cultura De La Paz por la Asamblea General de las

Naciones Unidas (ONU); estableció como propósito “impulsar un movimiento

mundial a favor de la paz para la década entre el 2001 al 2010 como el

Decenio Internacional de la paz y no violencia. En este sentido, Moran (2013

propuso pautas favorecedoras de la prevención de la violencia y construcción

de Paz, a saber: Construir y vivir el concepto de “paz en positivo”, Educar

para la “paz” y Transformar la sociedad en movimientos de paz.

Definitivamente La paz es también un tema de salud mental, física y

comunitaria, porque cobra un nuevo significado de paz sin conflictos, es

transitar hacia una noción de paz como camino (Andrade 2016)

.
4.1.2. SOLIDARIDAD

Para López (2017) “existe una gran variedad de valores en el ámbito

social, pero nos referiremos a los valores de la solidaridad, la subsidiariedad,

el respeto y la lealtad porque tienen capacidad de sustentar a los demás”. El

valor de la solidaridad fortalece la unidad ciudadana, pues integra a los

miembros del colectivo. Por este valor se manifiestan los de cada ciudadano,

se evita que algunas personas se aíslen, y se mejora la sociedad al contar


114

con más recursos que favorecen el progreso y el desarrollo.

Cada uno aporta lo propio. Es un valor que evita la indiferencia y la

apatía. La solidaridad es sumamente necesaria para neutralizar la

competitividad malsana, fenómeno cotidiano y omnipresente en todos los

terrenos de la existencia, germen de insociabilidad, de cerrazón individualista

y de desprecio Se entiende el valor de la solidaridad como es el soporte o

ayuda mutua, un término de cooperación, reciprocidad, y trabajo en equipo

que en el político es uno de los principales enunciados.

Suele significar el intercambio reciproco y voluntario de recursos,

habilidades y servicios por un beneficio común entre ambas partes. Olivares

(2009) La solidaridad tiene que ver con la identidad colectiva, de unidad y

comunidad, pero también con las manifestaciones de voluntad de apoyar a

quienes lo necesitan. Para Contreras (2008, p. 86) la solidaridad es:

El sentimiento que motiva a los seres humanos a prestarse ayuda


mutua; dispone el ánimo para actuar siempre con sentido de
comunidad, la persona solidaria sabe muy bien que su paso por el
mundo constituye una experiencia y que, por lo tanto las
necesidades, dificultades y sufrimientos de los demás no le
pueden ser ajenos.

Este valor es elemental, en cuanto se intenta generar lineamientos para

la seguridad ciudadana sustentada en valores, por lo tanto se debe hacer

énfasis en él, y su práctica en las personas, que ocupan las comunidades por

ello se debe promover y rescatar para una mejor convivencia y

transformación ciudadana en pro del buen vivir. Para Carrera y otros (2009,
115

p. 126) plantean, la solidaridad se define como “la acción realizada en

conjunto con otros individuos para alcanzar fin común”. Esta acción, aunque

a veces, es un beneficio para uno mismo, tiende a beneficiar a los demás,

para que este acto se considere cooperativo debe existir reciprocidad.

Es fundamental la práctica de los valores como cualidades de los

ciudadanos, es el fundamento, del orden de los sujetos con sus derechos a

la actitud social, con sus tendencias: solidaria, el amor al prójimo y la acción

a la ayuda mutua, es menester considerar, que éste valor forma parte de lo

moral donde el fundamento de ésta relación está en el sujeto; por esto el

respeto hacia y por los demás presupone derechos subjetivos que tienen que

ser representados, asegurados y coordinados dentro de las comunidades a

fin de alcanzar la felicidad suprema. Al respecto, Carrera, (2009) expone que,

“la acción solidaria y hace que el obrar social sea verdaderamente humano".

Es expresión y muestra del respeto al prójimo es un acto propio de la

naturaleza humana.

Es preciso señalar que hay que dar un salto de la tolerancia activa a la

solidaridad. Se puede constatar cómo el altruismo y la solidaridad estaban en

los de valores de los ciudadanos, muchas veces he dicho también que un

rasgo central de los jóvenes de hoy es el de su implicación distanciada

respecto de lo problemas y de las causas que dicen defender. Incluso en

relación con temas frente a los cuales son adalides, como el ecologismo y el

respeto por la naturaleza, por señalar un caso paradigmático, no puede

decirse que la juventud, salvo en grupos muy restringidos, haga de ellos un


116

campo de batalla, una utopía sostenida en el día a día, en la acción

libremente decidida

A la hora de ocupar las preocupaciones y el tiempo disponible. Siempre

he pensado que en la utilización que los jóvenes hacen del tiempo libre

durante los fines de semana el problema mayor no está (aunque también) en

la ingesta abusiva y compulsiva de alcohol y otras drogas con las

consecuencias sabidas, sino en una especie de autismo social, aderezado

de fusión orgiástica de pares que los deja imposibilitados al día siguiente

para hacer algo de lo que dicen que es fundamental en la vida y que

solamente puede llevarse a cabo durante las horas diurnas.

Por eso se ha insistido, que en la juventud actual hay una falla, entre los

valores finalistas y los valores instrumentales. Los jóvenes invierten afectiva y

racionalmente en los valores finalistas (pacifismo, tolerancia, ecología,

exigencia de lealtad, entre otros, pero presentan, sin embargo, grandes fallas

en los valores instrumentales, sin los cuales todo lo anterior corre el gran

riesgo de que-darse en un discurso bonito.

Es por ello que aquí se hace referencia, al déficit que presentan en

valores tales como esfuerzo, autorresponsabilidad, compromiso,

participación, abnegación, que mucho de nuestros jóvenes ni saben lo que

es, trabajo bien hecho. En definitiva, en solidaridad. De ahí la extrema

importancia en valores insista más en los instrumentales y aborde con mayor

énfasis el campo de las exigencias y de los deberes, sin olvidar, claro está, el

de los derechos.
117

Por ello es menester considerar, que la escasa articulación entre

valores finalistas y valores instrumentales está poniendo al descubierto la

continua contradicción amén de la dificultad de muchos jóvenes para

mantener un discurso y una práctica con una determinada coherencia y

continuidad temporal, allí donde se precisa un esfuerzo cuya utilidad no sea

inmediatamente percibida.

Se ha dicho, y con razón, que la sociedad actual se ha hecho muy

individualista. Cada cual va a lo suyo y, aunque el término solidaridad está

muy de moda, de hecho lo que realmente prima es el individualismo, cada

uno para sí. Si la persona se percibe a sí misma como mero sujeto de

derechos, el riesgo de autismo social es evidente. Pero no tendría por qué

ser así necesariamente, pues la filosofía de los derechos humanos en sus

valores más profundos a saber, aquellos que todas las personas,

precisamente por su condición de personas, deben defender, propugnar y

promover conlleva una base de fraternidad universal innegable.

Esto es lo que para algunos, conforma una de las bases para una moral

de mínimos o sustrato para una ética civil. A partir de ese momento es

posible pasar de una situación de individualismo a una situación de

autonomía consensuada. Entiendo por autonomía consensuada la fórmula

que en la sociedad actual, plumiforme y con una gran diversidad gnómica,

permita, respetando este carácter plumiforme, ir más allá del mero

individualismo, sin caer por otra parte en tribus por afinidades emocionales,

sociales, étnicas, religiosas, políticas, entre otras, que sean excluyentes de


118

los diferentes, de los otros.

Es necesario dejar claro que aquí se hace referencia a esa otra

carencia importante en nuestra sociedad que consiste en la gran dificultad de

conjugar y asumir la diversidad gnómica, o del cómo se perciben las cosas o

se tiene noción de ello, y de proyectos de vida presentes en la sociedad con

el respeto a las personas que los encarnan, sin caer, por otra parte, en

compartimentos estancos, en razón de esas mismas diferencias. Sólo la

asunción de una solidaridad, más allá de las afinidades selectivas, incluso

propugnando ideales universales, puede dar cuenta de esta situación. Se

sabe algo de esto cuando se enfrenta hay que decirlo, a la sociología de las

víctimas y de las torturas.

4.1.3. RESPETO

Es tener una conducta sana hacia todas las personas, tratándolas con

dignidad, valorándolas como a nosotros mismos. Remo (2009) acatar con

cortesía la opinión de las demás personas actuando conforme a los derechos

de los otros. Para López (2017) “el valor del respeto consiste en el trato

interpersonal apoyado en el reconocimiento de que toda persona posee la

misma dignidad y, por eso, es sujeto de derechos humanos”.

Además, la innegable variedad de modos de ser, de modos de

reaccionar, de modos de resolver los asuntos, de modos de manifestar la

intimidad, de modos de cuidar, son ejemplo y cauce para diseñar la propia

actividad; por eso, todos nos debemos mutuamente respeto, pues de todos
119

aprendemos. También merece nuestro respeto el entorno natural, marco de

la vida humana, que debe estar al servicio de los seres humanos. El respeto

facilita la convivencia.

4.1.4. HONESTIDAD

Los valores éticos según Contreras (2008) se asocian con el individuo y

su conciencia y con la libertad que ejerce el medio para adoptar las

decisiones ante las situaciones concretas. Es entonces, cuando aparece la

moral como los principios que regulan y equilibran éstas se asumen

conductas individuales donde el ser humano debe estar atento a equilibrar

las normas que pautan su comportamiento que será la clave para el

desarrollo de la convivencia ciudadana, donde se asume el factor seguridad

en lo que se quiere hacer, y el factor ético, con lo que se debe hacer, de allí,

al lograr esto se establece una mayor relación con el entorno social.

Esto es fundamental para ir construyendo la seguridad como necesidad

sentida en los marabinos, para dar respuestas a las demandas actuales del

país y a sus propias necesidades de garantía para la calidad de vida, vita en

toda sociedad para la garantía de su permanencia en el tiempo.

4.1.5. RESPONSABILIDAD

Para el ser humano que forma parte del conglomerado social, como

ciudadano, el valor de la responsabilidad tiene una repercusión importante,

además de ser parte fundamental del esquema de valores de él como


120

individuo. Estudios psicológicos señalan que en la medida en que una

persona practica la Responsabilidad con los distintos aspectos de su vida, es

considerado como una persona en la que se puede confiar, disciplinada y

respetuosa y que cumple con sus obligaciones como miembro de una familia,

bien si el rol que desempeña es el de hijo, hermano, padre o esposo. De esta

manera, cumplirá con lo que prometa y realizará las tareas y contribuciones

que le correspondan.

La responsabilidad según Escaméz y Gil (2001) consiste en la asunción

de la propia autonomía, es decir, en la aceptación de que soy capaz de

alcanzar pensamientos, que puedo justificar y de tomar decisiones de las que

puedo dar cuenta a los demás y a mí mismo. Por otro lado la responsabilidad

es conocida, en el ámbito de los valores éticos, como la capacidad que tiene

un individuo de ser consciente sobre las consecuencias de cada uno de sus

actos, entendiendo que estos no deben afectar de forma negativa a nadie,

incluyéndose él mismo.

4.1.6. LIBERTAD

Es la posibilidad efectiva de ser, de hacerse hombre, de personalizarse,

de darse una personalidad, según un proyecto propio, una norma o modelo

particular y autónomo, de prospectar y actualizar una forma de vida,

individual, singular, única, incambiable, intransferible. Es una exigencia de la

naturaleza del hombre, una necesidad y condición humana, de su

racionalidad. Se basa en la noción de finalidad o tendencia natural de


121

hombre que conduce a la felicidad.

Para Aristóteles (1991) el valor libertad, es hacer uso de nuestros

derechos de una manera responsable, atendiendo las normas de convivencia

establecida por la sociedad., Estos autores la definen como un estado de

derecho que le permite al hombre realizar sus proyectos de manera propia,

siendo la meta a alcanzar su bienestar y felicidad, atendiendo las normas de

convivencia establecida por la sociedad, la libertad consiste en poder hacer

todo lo que no sea perjudicial al otro.

Así, el ejercicio de los derechos naturales de cada hombre no tienen

otro límite que aquellos que aseguren a los otros miembros de la sociedad el

disfrute de estos mismos derechos; estos límites sólo pueden estar

determinados por la ley. Por lo tanto, si mudamos el concepto de orden

público del ámbito estricto de la libertad ideológica.

En este sentido la definición de orden público: El orden público se

establece como garantía y límite de la libertad y, como ésta, consiste en que

nadie puede hacer nada que sea perjudicial a los demás. Desde esta

perspectiva, que no hemos de perder nunca de vista, libertad y seguridad

son dos caras de la misma moneda: Sin seguridad no hay, (ya ciudadano) y

sin libertad no puede haber una autentica seguridad (ya que la seguridad sin

libertad comporta un régimen autoritario).

Con el tiempo, este concepto de orden público, evolucionará hacia el de

seguridad ciudadana, mucho más amplio, y que incorpora los valores del

Estado social y democrático de Derecho. Ahora bien, en general, no se ha


122

producido un cambio de denominación, sino de contenido del concepto.

En efecto, hoy por hoy en la expresión orden público se sigue

utilizándose como garantía de la seguridad pública, lo que ha cambiado es el

contenido del concepto que paulatinamente ha ido pasando desde el forzar a

los ciudadanos a la obediencia de la norma, lo más primario, a la garantía de

la calidad de vida de los mismos que la falta de ésta, inquieta el libre ejercicio

de los derechos y libertades

Para López (2017) la libertad es un valor propio y ajeno. Por ella el ser

humano vive y se realiza libremente poseyéndose y siendo dueño de sus

actos. En cada acto libre cada quien está en sí mismo todo él, allí se asume,

se sintetiza y se puede entregar, de este modo el don personal es regalo y

no arrebato. Todo ello manifiesta la capacidad de sacar de sí para dar, pero

no hay dar sin aceptar y, en ese momento se establece el diálogo con la

libertad del otro. La actividad del ser humano generalmente se apoya en la

elección.

En la persona, el aprendizaje es en algunos aspectos mucho más

importante que el instinto, la actividad mecánica o la intuición. Por eso, la

vida humana no es automática, cada cual tiene la posibilidad de participar en

los avances, pero contando con que el éxito no está asegurado. La libertad

necesita una trama común, que podríamos definir como fortalecimiento de los

derechos humanos.

El concepto de libertad reclama, por su misma esencia, un

complemento que le proporcionan estos dos nuevos conceptos: lo justo y lo


123

bueno. Podríamos decir que es propia de la libertad la capacidad de la

conciencia para percibir los valores humanitarios fundamentales que atañen

a todos los hombres. La persona no puede y no debe ser instrumentalizada

por las estructuras sociales, económicas y políticas, porque todo ser humano

posee la libertad de orientarse a su fin último. Por otra parte, toda realización

cultural, social, económica y política en la que actúa la sociabilidad de la

persona y su actividad transformadora, es transitoria, pueden surgir otras

opciones, por eso, ningún planteamiento tiene legitimidad para oprimir

5. CONCEPTUALIZACIÓN DE LA VARIABLE

5.1. DEFINICIÓN NOMINAL

Política pública de seguridad ciudadana sustentada en valores

5.2. DEFINICIÓN CONCEPTUAL

La seguridad ciudadana está conformada por los órganos del estado y

las políticas que deben propender a la protección de los derechos y la

convivencia pacífica, con la cooperación social de las comunidades para su

seguridad, de manera organizada Gabaldón (2008).

5.3. DEFINICIÓN OPERACIONAL

Esta variable se indagó a través de un instrumento que midió la Política

pública de seguridad ciudadana sustentada en valores así como sus


124

dimensiones con cada a uno de sus dimensiones como son:

5.3.1. ACTOS DELICTIVOS

Con sus indicadores: Hurto, robos, homicidios, secuestros, violencia.

5.3.2. PLANES DE SEGURIDAD

Con su indicadores: Plan Estratégico Nacional de Convivencia y

Seguridad Ciudadana (2001-2003), Patria Segura, Dispositivo Bicentenario

de Seguridad (DIBISE activo) (MPPIJP 2009), Misión A Toda Vida Venezuela

(2012), Operación para la liberación del pueblo (OLP 2015).

5.3.3. VALORES EN LA SEGURIDAD CIUDADANA

Con sus indicadores: Paz, Solidaridad, respeto, honestidad,

responsabilidad, libertad (Cuadro 1).


125

Cuadro 1.
Cuadro 2. OPERACIONALIZACIÓN DE VARIABLES
OBJETIVO GENERAL
Generar Lineamientos teóricos-prácticos en el marco de una política pública de seguridad
ciudadana sustentada en valores para el Municipio Maracaibo
OBJETIVOS ESPECÍFICOS VARIABLE DIMENSIONES INDICADORES
Diagnosticar la realidad social
Hurtos
en materia de seguridad
Robos
ciudadana basada en valores
Actos delictivos Homicidios
en las comunidades del
Secuestros
Municipio Maracaibo, del
Violencia
estado Zulia
Plan Estratégico
Nacional de

Política pública de seguridad ciudadana


Convivencia y
Seguridad Ciudadana
(2006)
sustentada en valores

Dispositivo
Bicentenario de
Analizar los planes de
Planes de Seguridad (DIBISE
seguridad ciudadana
Seguridad 2009)
implementadas en el Municipio
Ciudadana
Maracaibo, del estado Zulia.
Misión A Toda Vida
Venezuela (2012)

Patria Segura (2013),

Operación para la
liberación del pueblo.
(OLP 2015)
Paz
Determinar los valores Solidaridad
Valores para
necesarios para la seguridad Respeto
seguridad
ciudadana en el Municipio Honestidad
ciudadana
Maracaibo, del estado Zulia Responsabilidad
Libertad
Elaborar lineamientos teóricos-
prácticos para el fortalecimiento
de la seguridad ciudadana en el Este objetivo se alcanzará al finalizar la investigación
Municipio Maracaibo del estado
Zulia
Fuente: elaboración propia (2017)

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