Está en la página 1de 23

Facultad de ciencias Jurídicas y Políticas

Escuela de Derecho
DERECHO NOTARIAL

TEMA: “LA ETICA PROFESIONAL DEL NOTARIO”

PARTICIPANTES:

NIKAURI MENDEZ EN, MAT. 201800405

MINERVA ALT. ALMONTE, MAT.201900166

FACILITADOR:

LIC. LUIS FERRERAS

Horario: miércoles 6-10

Santo Domingo, Distrito Nacional


República Dominicana
10/11/2022
INDICE

INTRODUCCION
CAPÍTULO I PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
1.1. Contextualización de la Investigación……………………………..3
1.1.1. Sistematizacion del problema………………………………………..3
1.2. Objetivo General……………………………………………………………..3
1.2.1. Objetivos especificos………………………………………………………3
1.3. justificacion……………………………………………………………………3

CAPÍTULO II MARCO TEÓRICO CONCEPTUAL


2.1. antecedentes…………………………………………………….6

CAPÍTULO III DISEÑO METODOLOGICO

3.1. tipo de investigacion……………………………………………..9


3.2. metodo de investigacion…………………………………………..9
3.3. Fuentes y técnicas para la recolección de la información…9

CAPÍTULO IV DESARROLLO DEL TEMA

4.1. Etica en el Ejercicio del Profesional…………………………….10


4.2. Aspecto de la Ética en la Función Notarial………………………12
4.3. Código De Ética Del Profesional Del Derecho de la República Dominicana……20
CONCLUSION……………………………………………………………………….22
BIBLIOGRAFIA…………………………………………………………………………23
LA ETICA PROFESIONAL EL NOTARIO PÚBLICO.
INTRODUCCIÓN
En el siguiente informe hablaremos sobre la ética del notario público, dándole
un lugar de preferencia, en nuestra materia, el derecho notarial, en la cual advertimos
que ser ético, no sólo como virtud personal, sino en el trabajo profesional del día a
día, es la base fundamental sobre el que se asienta la función notarial. Éste es un
requisito sine qua non para el desarrollo de la función notarial y para quien pretende
ejercer el derecho notarial, ya que el sistema legal de nuestro país ha depositado en
el notario público toda su confianza, permitiendo a través de su desempeño, con la fe
pública, imprimir de verdad casi absoluta, los instrumentos que de él emanan,
indicando además que su labor está avalada por una ley de orden público e interés
social, dando así uno de los máximos aportes a la seguridad jurídica. Solo a través
de la inscripción en falsedad puede refutarse la veracidad de un acto autentico
emanado de un Notario Público.

En los capítulos siguientes de dicho trabajo tratamos todo lo concerniente a lo


que es la ética del notariado, haciendo mención al enorme avance que se ha dado
luego de la promulgación de la ley 140-15, del notario, donde impone detalladamente
la ética que debe tener el notario en el ejercicio de su función.

Así como también mencionamos los deberes del notariado los cuales son; la
dignidad, justicia, honestidad, veracidad, imparcialidad, independencia, lealtad,
preparación y actuar con profesionalidad.

Esperando que el presente informe sea de todo provecho para el lector y


cualquier interesado en el tema en cuestión.

1
DESCRIPCIÓN DEL TEMA
EL NOTARIO PÚBLICO Y LA ETICA PROFESIONAL EN EL EJERCICIO DE SUS
FUNCIONES.
Todos los trabajos lícitos del hombre requieren una responsabilidad y ésta, a
su vez, una conducta ética como efecto, pero es cierto que la importancia de
determinados oficios reclama mayor responsabilidad por la complejidad de la tarea,
lo cual impone una mayor conducta moral, porque se convierten en depositarios de la
confianza que necesariamente deben dispensarle los requisitos del trabajo, tarea o
servicio. La ética notarial es la ciencia o tratado de los deberes morales que debe
seguir el notariado en el ejercicio de su profesión.

La ética notarial, por sobre toda regulación, puede resumirse en virtud de


obrar con prudencia y sensatez, dentro de una estricta honradez. Y la sensatez
consiste en saber distinguir el bien del mal.

El notariado requiere que sus miembros tengan una conducta moral


intachable, entre otras cualidades, porque si carece de esas virtudes, las finalidades
de la institución no se cumplen. Por supuesto, que no es la única cualidad
reclamada, pero es uno de los requisitos indispensables.

2
CAPÍTULO I PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

1.1 Contextualización de la Investigación.


Con la nueva ley 140-15 del Notariado e instituye el Colegio Dominicano de
Notarios, el notariado ha dado un paso adelante, basado en una economía cada vez
más competitiva que genera una necesidad de actualización y adecuación a la
normativa que por más de 50 años rigió la actuación de los notarios.

Ha sido esta necesidad de adecuación a la profesionalización del notario que


cada día impulsa los cambios en la economía, que en el notario van de la mano con
su quehacer ético y moral poniendo el alto en cada actuación la fe pública que le es
otorgada por mandato de la ley tanto en los actos atenientes al Estado como en los
actos privados.

1.1.1 Sistematización del problema

1. ¿Qué se conoce como ética en el ejercicio del profesional?


2. ¿Cuáles son los aspectos de la ética en la función notarial?
3. ¿Describir los deberes profesionales del notario?

1.2 Objetivo general


Establecer la importancia de la ética profesional en el ejercicio de las funciones del
notario público dominicano

1.2.1 Objetivos específicos


1. Explicar la ética en el ejercicio del profesional.
2. Establecer los aspectos de la ética en la función notarial.
3. Describir los deberes profesionales del notario.

1.3 Justificación de la investigación


Debido a la magnitud de la importancia que tiene la fe pública que delega el
Estado en el Notario Público Dominicano, la cual debe observar permanentemente y
que de manera ineludible debe conocer la base filosófica de la ley que rige al

3
notariado, cuyos principios aluden a la ética en la actuación, los cuales se utilizan
para aplicar e interpretar la ley, como son:

Los fundamentos del notariado, refiriéndose a las actuaciones notariales en la


República Dominicana asimilan y fortalecen los principios, leyes, normas y
costumbres del notariado de tipo latino.

La actuación notarial, sus actuaciones se caracterizan por la imparcialidad,


confiabilidad, eficiencia, eficacia y apego irrestricto a las normas que integran el
ordenamiento jurídico nacional;

Los Instrumentos notariales, que son las actas auténticas que recogerán las
actuaciones de los notarios de manera regular; y los actos bajo firma privada serán la
excepción para los asuntos de menor transcendencia;

Control notarial. El Colegio Dominicano de Notarios ejercerá la vigilancia


permanente para garantizar el cumplimiento de los principios éticos, morales y
legales en todas las actuaciones notariales. La Suprema Corte de Justicia ejercerá la
más alta función de sanción disciplinaria;

La institucionalidad notarial, la cual señala que los notarios deben asumir


como asunto de alta prioridad el desarrollo y fortalecimiento de la institución notarial.

La rectitud notarial, cualidad indispensable de los notarios están


comprometidos a observar los principios constitucionales y las normas de carácter
ético, tanto en sus actuaciones profesionales, como en su vida pública y privada;

La igualdad. Se prohíbe la discriminación por razones de raza, religión,


ideología, color, género y cualquier otra condición;

La seguridad jurídica. Los notarios, investidos de fe pública y apegados al


principio de legalidad, procuran en el ejercicio de sus funciones dotar de seguridad
jurídica las actuaciones en las que participen para el bien y la transparencia de la
actividad económica y el desarrollo de las actividades legales en la República
Dominicana;

4
El impulso de la función notarial. Es obligación del Colegio Dominicano de
Notarios procurar e impulsar el ejercicio de la función notarial en las instituciones
públicas y privadas.

5
CAPÍTULO II MARCO TEÓRICO CONCEPTUAL

2.1 Antecedentes
Vinculados al descubrimiento de América, del derecho notarial de la época
colonial, se conocen algunos casos de escribanos o notarios que de alguna forma
intervinieron en el descubrimiento y primeros actos de la conquista española;
señalando como el primer notario de América a Don Rodrigo de Escobedo, escribano
de cuadra y del consulado del mar. Posteriormente, Hernán Cortés, conquistador de
Méjico, quien ejerció la escribanía en esta isla, fue notario en Azua.

Durante el resto del tiempo de la colonia, la situación de nuestro notariado no


registró ningún cambio, hasta el 1821 con la independencia efímera de Núñez de
Cáceres, y la consecuente ocupación del país en 1822 por los haitianos. A partir de
esa fecha entraron a regir los códigos franceses en el país. Cuando se proclama la
independencia de la república en 1844, la adopción de los códigos franceses era
prácticamente una realidad.

Los principales aportes a partir de entonces son los siguientes:

El 17 de agosto de 1844 se ordena por primera vez la impresión de papel


sellado con el escudo dominicano, disponiéndose que debían redactarse en papel
timbrado y ante notario “Todos los actos y documentos civiles, judiciales,
extrajudiciales entre partes y bajo firma privada”.

El 11 de mayo de 1857 el presidente Buenaventura Báez, promulgó la primera


ley de escribanías públicas, Ley No. 472; es la primera ley de notariado del país.

José Furcy Castellanos fue el primer profesional graduado de la Escuela de


Notarios adscrita a la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas del instituto
Profesional.

6
Después del retroceso durante la anexión a España, se creó el primer registro
público de actos traslativos de propiedad y derechos reales.

En 1866 se deroga la ley 472 y de promulga la 966 que dedicaba su capítulo


XVII a los escribanos públicos.

El 28 de julio del 1900 el presidente Juan Isidro Jiménez, promulga la Ley No.
4037 del Notariado; indica esta ley que la designación de los notarios debe hacerla la
SCJ, así como las normas que los rigen, lo relativo a los protocolos y las tarifas por
su actuación. Esta ley se consideró como una copia de la Ley francesa o Ley del 25
Ventoso.

Durante la ocupación militar norteamericana, se emitieron varias Órdenes


Ejecutivas: la 145 y la 192 relativas a los notarios y procedimientos notariales.

El 8 de noviembre de 1927, posterior a la ocupación norteamericana, el


presidente Horacio Vásquez, promulga la Ley 770 sobre el Notariado contentiva de
63 artículos y 5 capítulos. ley que se mantuvo vigente durante los años del trujillato.

El 18 de junio de 1964 fue promulgada por el triunvirato la Ley No. 301 que
reguló la función notarial en la República Dominicana., que se mantuvo vigente por
51 años. Esta ley contenía seis capítulos referentes a: Los Notarios; Las Actas
Notariales y su Redacción; El Protocolo; La Legalización de Firmas; Disposiciones
Generales; y, Tarifa de Honorarios. Esta ley, dio una definición legal de notario, del
sello notarial, quienes son notarios, su nombramiento, requisitos para serlo,
destitución, sanciones disciplinarias, licencia, incompatibilidades, prohibiciones,
responsabilidad penal, tarifas, protocolos y conservación, nulidades y otros.

En los años posteriores se hicieron modificaciones a esta ley, mediante otras


leyes, como fueron:

 Ley 195 del 10 de agosto de 1968, sobre afectación de inmuebles;

7
 Ley 145 del 6 de junio del 1971, que permite a los jueces de paz fungir como
notario, cuando en su demarcación no exista alguno;
 Ley 108 del 15 de enero de 1980, que modifica apartados A y B de la Ley de
Bancos, autorizando por acta notarial el retiro bancario en caso de
fallecimiento de del titular de la cuenta;
 Ley 86 del 1989, que adiciona un párrafo a un artículo para enmendar un error
de la 301;
 Ley 89-05 del 24 de febrero del año 2005, que crea el Colegio de Notarios,
como institución moral de carácter público, con personalidad jurídica y
patrimonio propio.

Finalmente, el 22 de julio del año 2015 fue promulgada por el presidente


Danilo Medina la Ley 140-15 del Notariado e instituye el Colegio Dominicano de
Notarios, la cual deroga la ley 301 89-05 y modifica parte del Art. 9 de la Ley 716 del
1944 sobre Funciones Públicas de los Cónsules Dominicanos.

8
CAPÍTULO III DISEÑO METODOLOGICO

3.1 Tipo de Investigación


Este trabajo está basado en la investigación documental, en virtud de que
todas las informaciones fueron recopiladas a través de textos, consultas de blog y
libros relacionados con el Derecho Notarial y el Código de Ética.

3.2 Métodos de la Investigación


En cuanto al método de investigación para el desarrollo del contenido se
utilizó el método de carácter descriptivo y documental, de forma tal, que podamos
desglosar los aspectos más importantes de la ética profesional del notario público.

3.3 Fuentes y técnicas para la recolección de la información


La fuente utilizada es secundaria, ya que para la recopilación de esta
investigación utilizamos la lectura de textos y de páginas de internet.

9
CAPÍTULO IV DESARROLLO DEL TEMA

4.1 Ética en el Ejercicio del Profesional


La notaría es el ejercicio que la ley confiere al notario en funciones vitalicia
como oficiales públicos, para recibir los actos a los cuales deba o quiera dar carácter
de autenticidad, lo que obliga a este funcionario a llevar sobre sus hombros el más
noble instrumento de la dignidad.

Citando alguna de las tantas definiciones plasmadas en el diccionario


podemos definir a La ética, como la Ciencia que estudia las acciones humanas en
cuanto se relacionan con los fines que determinan su rectitud.

En general toda ética pretende determinar la conducta ideal del hombre, se


divide en Ética General, la cual estudia los principios de la moralidad, y ética
específica, o deontológica, la que desarrolla los deberes que se imponen al hombre
según distintos aspectos en que se despliega su vida.

Deontología: Tratado de los deberes de un profesional. Puede decirse


entonces, que la ética profesional estudia las normas vinculantes recogidas de la
deontología profesional, sugiere aquello que es deseable y condena lo que no debe
hacerse, mientras que la Deontología, cuenta con herramientas administrativas para
garantizar que la profesión se ejerza de manera ética.

Siguiendo a Jaime Barylko, podemos definirla como: “La conjunción


equilibrada y jerarquizada de los valores, entendiendo que los valores, son las
señales en el camino en las que nos apoyamos para tomar decisiones”, valores éstos
que como se dijo anteriormente deben tener una jerarquía, y que hoy en día no
existe.- Tal como lo expresamos anteriormente, esto se debe en la actualidad a la
ausencia de autoridad, mientras que en otros tiempos la autoridad de las
reglamentaciones sociales solo podía justificarse de dos maneras, o eran parte de la
tradición (lo que nuestros antepasados habían hecho) , o expresaban y enmarcaban

10
la voluntad de Dios. Con posterioridad se suplantan estas dos formas de autoridad,
por la autoridad de la razón y porque así lo dictamina la misma. En este sentido el
autor, opina que hoy tampoco la autoridad de la razón existe, encontrándose solo
individuos sueltos, cada uno justificando a su manera las elecciones valorativas, o
bien sin justificarlas, es decir individuos desintegrados, con lazos rotos, donde no hay
superior ni inferior, no hay deber, generando la llamada crisis de valores de estos
tiempos.

La ética anida en la conciencia moral de todo ser humano, sirve de motor, de


freno, de dirección, según los casos al momento de actuar. El comportamiento ético
no es ajeno al ejercicio profesional, el elemento ético es un componente inseparable
de la actuación profesional, siendo necesario tener un conocimiento especializado en
la materia de que se trate, una destreza técnica al aplicarlo al problema que se
quiere resolver, y un cauce de la conducta del profesional.

La ética no es exclusiva de los profesionales, concierne a toda actuación


humana, pero compromete con mayor énfasis a quienes han tenido el privilegio de
una formación de nivel superior a costa de toda la sociedad que ha debido contribuir
a ella y que espera una actuación correcta de quienes disfrutan de esa preferencia.

Desde la universidad, agente receptor, generador, y transmisor de la cultura


de los pueblos, se debe inculcar a los estudiantes ese patrimonio de valores, y que,
por lo tanto, la misma debe enseñar no sólo a ejercer una profesión, sino a ejercerla
bien, impartiendo la formación ética con la jerarquía que ella lo merece.

Si bien es cierto que la formación ética llega por otros cauces, creemos que
cada profesión afronta problemas conductuales específicos, que difícilmente se
puedan resolver correctamente si no se los ha previsto, analizado, estudiado y
conocido en la etapa formativa, pues con que confianza se le puede exigir a un
profesional cumplir con las reglas de su código de ética, si ni siquiera lo conoce. La
actuación profesional antiética afecta no solo a quien la sufre, sino que daña

11
notoriamente el prestigio de la respectiva profesión, y sobre todo lastima a la
comunidad, pues erosiona la confianza pública que es el cimiento necesario para el
ejercicio de toda profesión, frustrando la esperanza de un correcto servicio al que
toda Sociedad tiene derecho por haber contribuido a formar profesionales.

De allí la necesidad de ser ético con los clientes, los colegas, el Estado, y con
la comunidad toda. Toda profesión no es solo un modo de ganarse la vida y
realizarse personalmente, lo que constituye la dimensión individual de la misma, sino
que también tiene un fin social, que consiste en servir adecuadamente a las
necesidades que la sociedad debe satisfacer para posibilitar el bien común.

Por ello cada profesional tiene la obligación de convertirse en medio ejecutor


de su investidura, para lo cual es necesario disciplinar su actuación técnica y
científica, perfeccionar el carácter y fortalecer su conducta dentro de las normas
éticas. Entre los principales deberes profesionales podemos mencionar la honradez,
el estudio, la investigación, la cortesía, la discreción, el carácter, la distribución del
tiempo, la equidad en el cobro de honorarios, la lealtad en el asesoramiento, el
prestigiar la profesión, la puntualidad, la solidaridad y la transparencia en la
actuación.

4.2 Aspecto de la Ética en la Función Notarial


Después de analizar los aspectos de la función notarial en relación con
distintos sujetos y organizaciones, dentro de la órbita de la ética profesional del
notario.

Debemos partir de la premisa de que el notario despliega fe pública, confiere


de por si autenticidad a sus actos, para hacer inatacable los mismos, salvo acción
civil y penal de falsedad. Es por ello que el notario en ejercicio de su función pública
puede atentar contra la ética sectorial ya sea como “mala persona” o en el mal
ejercicio como profesional, causando perjuicios a sus clientes, al Estado, y a su
colegio profesional.

12
El Notario en su relación con los requirentes

En principio podemos decir que las cualidades de los profesionales son


juzgadas en forma independiente de las cualidades humanas, es decir que la
elección de un profesional radica esencialmente en su capacidad laboral, sin mirar
las condiciones personales. Sin embargo, en el ámbito notarial, por las
características propias de esta profesión, es difícil separar dichas cualidades.

El notario, no solo actuando como tal, sino como integrante de la sociedad,


fuera del ejercicio de su función, debe cuidar las formas, llevar una vida digna, y ser
respetuoso de los valores morales de la sociedad en que vive. Más puntillosa y
prolija debe ser su relación con el requirente, que es la persona que recurre a él para
que le brinde un servicio público, que le fue delegado por el Estado.

El código de ética del Colegio de Abogados de la República Dominicana, es la


normativa que debe regir la actuación del profesional del derecho, profesión
obligatoria para poder ejercer como notario público en la República Dominicana.

En su vida el profesional del derecho debe cuidar con todo esmero de su


honor, eludiendo cuanto pueda afectar su independencia económica, comprometer
su decoro o disminuir, aunque sea en mínima medida, la consideración general que
debe siempre merecer. Debe por tanto conducirse con el máximo de rigor moral. La
conducta privada del profesional del derecho se ajustará a las reglas del honor, la
dignidad y el decoro, observando la cortesía y consideración que imponen los
deberes de respeto mutuo entre los profesionales del derecho.

El deber del abogado y del notario público en sentido general es muy complejo
y arropa un sin número de cualidades que son inherentes al ejercicio de la función
notarial y que describiremos a continuación como:

a) El deber de Asesoramiento Notarial:

13
Es una de las funciones que caracteriza al notario, y generalmente se
configura de manera previa a la formalización del instrumento notarial. De ello deriva
que resulta necesario e importante el perfeccionamiento profesional. Asesorar
implica dar consejo, el que puede traducirse en un dictamen verbal o escrito. Es en
este asesoramiento donde el notario debe aplicar sus conocimientos jurídicos y a la
vez los principios éticos.

Debe convertirse en asesor de partes y no otorgar predilección a los intereses


particulares de sus clientes, que son los que asiduamente concurren a requerir sus
servicios. El buen notario debe asesorar dando equilibrio a las situaciones
contrapuestas y brindarse en beneficio de las partes. Al asesorar éticamente estará
ejercitando su función conciliadora, y de ello deriva la gravedad de las consecuencias
que se produzcan, a raíz de un mal asesoramiento, sobre todo si está en
contraposición con la Ética. En su accionar diario, debe dar al instrumento la forma
jurídica más conveniente, y sobre todo volcar todos sus conocimientos y sus
principios éticos.

b) El deber de la Dignidad

El Notario debe actuar con respeto y estima a sí mismo, a su labor y hacia los
demás que, igualmente, deben respetar y estimar, en su justa dimensión, la labor de
aquel que, conforme a la “Ley DEL NOTARIO 140-15”, es una garantía institucional
que significa que toda persona tiene derecho al servicio profesional del Notario que
se traduce en un instrumento que goza del reconocimiento público y social con el fin
de proteger la seguridad jurídica de los otorgantes y solicitantes de sus servicios.

c) El Deber de la Justicia:

El Notario debe pretender que, en el ejercicio de su profesión, se logre la justicia.


que debe escuchar a las partes para conocer el negocio que han celebrado y le
plantean para, en un examen detallado del mismo, determinar los elementos a
satisfacer para que el “trato económico” de estos se convierta en un contrato de los

14
reglamentados por la ley o, incluso, de los no reglamentados pero que reúna los
elementos de existencia y requisitos de validez que contemple el ordenamiento
jurídico.

D) El deber de la Honestidad:

El Notario Público Dominicano debe actuar con probidad en todos los actos que
instrumentes y con probidad ESTO significa bondad, rectitud de ánimo, hombría de
bien, integridad y honradez en el obrar, sinónimo de honorabilidad, que la “Ley”
regula ampliamente y castiga su falta en los Notarios

e) El deber de la Veracidad

El Notario debe ser veraz en su actuación, esto es, debe actuar de tal manera que
el instrumento que elabore refleje la verdad de lo sucedido y planteado al Notario,
para lo cual deberá agudizar sus sentidos a fin de captar fielmente el planteamiento
que se le formule

f) El deber de la Imparcialidad

El Notario debe ser “imparcial”, o sea, debe actuar libre de todo nexo que le
impida aconsejar a las partes y redactar los instrumentos con intereses distintos a los
de la equidad, justicia y seguridad jurídica; y su imparcialidad y probidad debe
extenderse a todos los actos en los que intervenga de acuerdo con la ley.

g) El deber de la Independencia

El ejercicio de la función notarial es incompatible con toda restricción de la libertad


personal, de las facultades de apreciación y de expresión. La función notarial debe
ejercerse con toda in- dependencia a empleo, cargo o comisión pública, privado o de
elección popular y con el ejercicio de la profesión de abogado en asuntos en que
haya contienda

15
h) El deber de la Lealtad

El Notario, en el ejercicio de su función, debe conducirse con “lealtad” con todos;


con los solicitantes de sus servicios, con sus colegas, con sus colaboradores, con la
autoridad, con los legisladores, con los jueces, en fin, con toda la gente; no puede
darle la espalda a nadie, no puede traicionar la confianza depositada en él por su
trayectoria de vida basada en su formación teórica y deontológica evaluada en los
exámenes de ingreso correspondientes que merecen, según la “Ley

i) El deber de la Preparación

Deber primordial del Notario es el de conocer la ley, pues el conocimiento de la


ley es la única herramienta con la que cuenta para garantizar la seguridad jurídica en
el ejercicio de la función autenticadora que le corresponde y, solo así, el Notario
puede recibir, interpretar y dar forma legal a la voluntad de las personas que ante él
acuden, y conferir autenticidad y certeza jurídicas a los actos y hechos pasados ante
su fe, mediante la consignación de los mismos en instrumentos públicos de su
autoría

j) El debe actuar con profesionalidad

El quehacer profesional, como todo oficio que conjugue la teoría con la práctica,
es de difícil desempeño, requiere experiencia, que solo el diario contacto con el
hecho puede dar (el Notario se forma en la notaría); pide también una sólida
formación jurídica, difícil de adquirir (que permitirá redactar un instrumento que tienda
a evitar conflictos); y autoridad moral para lograr que las partes se sometan a su
consejo que, en ocasiones, es o parece ser contrario a la voluntad primitiva de los
que solicitan su intervención.

k) El deber de la Discreción, Reservas y secreto profesional

El Notario debe guardar secreto profesional, a fin de evitar causar perjuicio a sus
clientes por la revelación de información que se le confía; obligación esta que se le

16
extiende a los empleados del Notario y tan apreciada por la “Ley” que la violación a
este deber se sanciona con suspensión del ejercicio de la función notarial.

4.3 Código De Ética Del Profesional Del Derecho de la República


Dominicana.
En razón de que el notario dominicano, previo a la obtención del exequátur
que lo acredita como tal, debe ser abogado, por lo que le aplica en toda su extensión
el Código de Ética del Colegio de Abogados de la República Dominicana, ratificado
mediante Decreto No. 1290 del 2 de agosto de 1983, el cual es un manual que
contiene la normativa de actuación respecto a su actividad profesional, como lo
explica en los 77 artículos que lo componen.

Establece en el Capítulo I (Arts. del 1 al 14) los deberes esenciales del


abogado, principios como la probidad, la independencia, la moderación y la
confraternidad, deben regir su actuación con irreprochable dignidad.

El capítulo II (Arts. 15 al 20), lo dedica al secreto profesional, los deberes del


profesional del derecho ante el secreto profesional y cómo actuar aun en el caso de
que tuviera que testificar, aun cuando se trate de confidencias no solo de clientes
sino también de colegas o que terceras personas le hayan confiado.

El Capítulo III (Arts. 21 al 43) relativo a la clientela del profesional, a la cual


deberá tratarla con respeto, eficiencia y diligentemente, manteniendo siempre su
independencia de criterio, manteniendo en todo momento la sinceridad y la
franqueza con el cliente sobre los posibles resultados de su gestión.

El Capítulo IV, (Arts.44 al 65) dedicado al delicado tema de los honorarios:


cuál es la práctica recomendable, como deben apreciarse y estimarse los servicios,
que factores deben tomarse en cuenta, como son: la importancia de los trabajos y la
cuantía del asunto; la experiencia y especialidad del profesional; la responsabilidad
que se derive para el profesional de la atención del asunto; entre otros

17
El capítulo V (Arts. 66 al 72), instruye sobre las relaciones que deben observar
los abogados con sus colegas, la cortesía que debe prevalecer entre ellos, los
acuerdos a que llegan que deben ser respetados por las partes, la distribución de
honorarios cuando están asociados, etc.

18
CONCLUSIÓN

19
BIBLIOGRAFIA

 CASTILLO OGANDO, Nelson Rudys; MANUAL DE DERECHO NOTARIAL.


Tomo I (parte general); Ediciones Jurídicas Trajano Potentini; Santo Domingo,
República Dominicana, Reimpresión 2009.
 DEL ORBE BÁEZ, Alejandro Sócrates; DEONTOLOGÍA JURÍDICA, Ética para
Abogados y Magistrados; Ediciones Fundación Hombre y Universo; Santo
Domingo, República Dominicana; 2007.
 https://www.revistadifusiones.net/index.php/difusiones/article/view/52/102
 OSSORIO Y GALLARDO Angel. El Alma de la Toga. Cuarta Edición,
Argentina, 1940.
 LEY 140-15 Del Notariado e Instituye al Colegio Dominicano de Notario.

20

También podría gustarte