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Más Allá del Sistema de la No/Monogamia: Fluidez, Hibridación y Transcendencia en las Relaciones Íntimas

Jorge N. Ferrer

Más Allá del Sistema de la No/Monogamia:


Fluidez, Hibridación y Transcendencia en las
Relaciones Íntimas
Beyond the Non/Monogamy System: Fluidity, Hybridity,
and Transcendence in Intimate Relationships
Jorge N. Ferrer1
California Institute of Integral Studies
San Francisco, CA, USA

Resumen
Aunque la visión tradicional de la monogamia y la no-monogamia como polos opuestos ha sido
deconstruida, el territorio conceptual y experiencial más allá del sistema de la no/monogamia (y su
asociado binarismo monogamia/poliamor1) todavía no se ha analizado de manera sistemática. Este
artículo contempla tres modalidades plurales de relación—la fluidez, la hibridación y la trascen-
dencia—que desestabilizan y probablemente superan el sistema de la no/monogamia. Más allá del
binarismo monogamia/no-monogamia existe todo un campo semántico-experiencial difuso, ambi-
guo y variado que he bautizado en este artículo como novogamia. Tras analizar diferentes opcio-
nes que sobrepasan el sistema binario, este artículo concluye esbozando un enfoque crítico plura-
lista que evita las secuencias o jerarquías universales entre la monogamia, la no-monogamia y la
novogamia, al tiempo que ofrece herramientas para diferenciar cualitativamente los distintos tipos
de relaciones y las posibles variaciones dentro de una misma modalidad relacional.

Palabras clave: monogamia, no-monogamia, poliamor, sistema no/monógamo, novogamia

Abstract
While the traditional understanding of monogamy and nonmonogamy as polar opposites has been
deconstructed, the conceptual and experiential territory beyond the non/monogamy system (and at-
tendant mono/poly binary) has not been systematically discussed. This article considers three plur-
al relational modes – fluidity, hybridity and transcendence – that disrupt and arguably outdo the
non/monogamy system. Moving beyond the mono/poly binary opens up a fuzzy, liminal and mul-
tivocal semantic-existential space this article terms nougamy. After describing several transbinary
pathways, the article concludes by sketching a critical pluralist approach that eschews universal
sequences or hierarchies among monogamy, nonmonogamy and nougamy, in addition to providing
tools to make qualitative distinctions both within and among relational styles.

Keywords: monogamy, nonmonogamy, polyamory, non/monogamy system, nougamy

Artículo publicado originalmente en la revista Psychology and Sexuality;


http://www.tandfonline.com/doi/10.1080/19419899.2017.1400459. Traducción a cargo de
Sandra Bravo.

Recibido: 10 de noviembre, 2018


Aceptado: 21 de diciembre, 2018

© Journal of Transpersonal Research, 2018, Vol. 10(2), 113-132


e-ISSN: 1989-6077 // p-ISSN: 2307-6607
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No vayas por donde te lleva el camino. (2006) y Rambukkana (2015) sobre el sistema
Ve por donde no hay y deja tu rastro. no/monógamo; mis propias reflexiones sobre el
Ralph Waldo Emerson valor psicoespiritual de ir más allá de la monoga-
mia y el poliamor (Ferrer, 2007, 2018b); el estudio
de Frank y DeLamater (2010) sobre los límites
La monogamia —que tradicionalmente se fluidos entre los diferentes tipos de relaciones; el
refiere a las relaciones de pareja románticas punto de vista relacionado de Heckert (2010) sobre
sexualmente exclusivas— y la no-monogamia — las relaciones íntimas en términos de límites
que incluye las relaciones abiertas, el poliamor, el nómadas; la noción de mestizaje de Pallotta-
intercambio de parejas, el sexo casual y la promis- Chiarolli (2010) como una identidad relacional
cuidad— son consideradas generalmente polos fluida entre ser monógamo o poliamoroso; el re-
binarios y antagónicos (Ferrer, 2018a; Jenkins, chazo de Cantor (2014) a la monogamia y al po-
2015; McKeever, 2015). Sin embargo, tal y como liamor, en cuanto que etiquetas igualmente restric-
argumenta Willey (2006), la monogamia y la no- tivas; la propuesta de Michaels y Johnson (2015)
monogamia pueden entenderse mejor como ele- de diseñar relaciones que puedan incluir todos los
mentos mutuamente constituyentes de un único estilos relacionales; y el hallazgo de Green, Valle-
sistema cultural y discursivo de no/monogamia. riani y Adam (2016) de que la práctica moderna de
Desarrollando esta teoría, Rambukkana (2015) la monogamia marital no puede ser englobada
reforzó la falacia de considerar la monogamia y la dentro de la dicotomía estándar monogamia/no-
no-monogamia como realidades opuestas desco- monogamia. Y aunque estas numerosas propuestas
nectadas, describiéndolas como ―aspectos de un ayudan a superar el pensamiento binario, el territo-
único sistema para relacionarse sexual, romántica, rio conceptual y experiencial más allá del sistema
social y culturalmente, con múltiples matices y no/monógamo sigue sin haberse analizado de ma-
diferentes articulaciones‖ (p. 15). De hecho, de la nera sistemática.
misma manera que la monogamia genera adulterio Sobre la base de estos y otros planteamien-
(Kipnis, 2003; Mint, 2004) y el adulterio ayuda a tos, este artículo ofrece una visión general intro-
su vez a mantener la institución social de la mono- ductoria de las identidades u orientaciones relacio-
gamia (Ben-Ze‘ev y Goussinsky, 2008), la poliga- nales no binarias o transbinarias3. ¿Qué tipos de
mia patriarcal perpetúa actitudes y comportamien- relación pueden existir más allá del sistema
tos monógamos heteronormativos, ensalzando una no/monógamo? Con el objetivo de encontrar nue-
figura masculina que disfruta de diversas relacio- vas formas de pensar y vivir a través de, entre y
nes monógamas con mujeres (Schippers, 2016). más allá de la bipolaridad monogamia/poliamor, he
Otros factores dificultan la tradicional po- articulado tres modalidades de relación plural —la
larización entre la monogamia y la no-monogamia. fluidez, la hibridación y la trascendencia— que
Por ejemplo, aunque poliamor significa ―muchos desestabilizan y posiblemente superan el sistema
amores‖, la destacada autora sobre el poliamor de la no/monogamia. De la misma manera que el
Anapol (2010) entendía que este estilo relacional movimiento transgénero deconstruyó y superó el
incluye la monogamia libremente escogida (en binarismo de género (p.e., Brubaker, 2016; Butler,
contraposición a la monogamia forzada)2. Además, 2004; Stryker, 2008), y los académicos y profesio-
diversas investigaciones han demostrado que las nales bisexuales desafiaron la orientación sexual
actitudes monógamas son reproducidas en muchas binaria (p.e., Firestein, 1996; Wilde, 2014), pro-
relaciones poliamorosas (Barker, 2005; Finn, 2010; pongo que puede —y debe— darse un paso en
Finn y Malson, 2008; Jamieson, 2004), incluso paralelo en cuanto al binarismo de estilo relacio-
cuando las personas que las mantienen, sean del nal4. Considero que, más allá del binarismo mono-
género que sean, se resisten activamente a tales gamia/poliamor, existe todo un campo semántico-
presiones (Rambukkana, 2015; Sheff, 2005, 2006). experiencial difuso, ambiguo y variado que, a falta
No es de sorprender, por lo tanto, que desde la de un mejor término para describirlo, he denomi-
década de 1990 tanto autores como académicos nado novogamia. Tras analizar diferentes opciones
hayan intentado deconstruir o superar el binarismo que superan el sistema binario, concluyo esbozan-
monogamia/poliamor. En este sentido, ubico aquí do un enfoque crítico pluralista que evita las jerar-
la denuncia de la dicotomía monogamia/no- quías universales entre la monogamia, la no-
monogamia como contingente del patriarcado ex- monogamia y la novogamia, así como proporciona
puesta por Johnson (1991); la concepción del po- herramientas para el discernimiento crítico y la
liamor de Anapol (1992, 2010) como el flujo libre realización de distinciones cualitativas tanto entre
de amor más allá de cualquier estructura relacional los diferentes estilos relacionales como en el seno
concreta; las teorías antes mencionadas de Willey de los mismos.

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Más allá del Binarismo Monogamia/Poliamor:


Un Esbozo de las Modalidades y La Fluidez
Vías Relacionales Transbinarias
La fluidez concuerda bien con lo que Bru-
Este artículo analiza tres modalidades o es- baker (2016) llamó la forma oscilante del trans of
trategias para sobrepasar el marco binario mono- between, que implica un movimiento de ida y vuel-
gamia/poliamor (la fluidez, la hibridación y la tras- ta entre dos categorías establecidas (por ejemplo,
cendencia), cada una de las cuales se puede mani- masculino y femenino en identidades transgénero).
festar a través de varias vías5. Pero antes de conti- En el contexto de este artículo, el modelo de flui-
nuar, se requieren tres advertencias. dez implica diferentes tipos de cambios entre la
La primera y más importante, mientras que monogamia y la no-monogamia. Esta modalidad
algunas de estas vías pueden considerarse más fue prevista por la noción de Giddens (1992) de
efectivas que otras para superar el binarismo, otras sexualidades plásticas, que describió como la ten-
pueden considerarse comprensiblemente como una dencia creciente de la modernidad tardía hacia la
manera de privilegiar la monogamia o la no- renegociación continua y la maleabilidad de com-
monogamia. Estas apreciaciones son en cierta me- promisos relacionales basados en las necesidades y
dida inevitables. En el mundo occidental de la deseos cambiantes de las personas (véase también
no/monogamia contemporáneo en el que todo es el concepto de acción íntima de Eda [2012]). Tam-
blanco o negro, la elección entre la monogamia y bién es similar a los límites nómadas de Heckert
la no-monogamia suele convertirse en un juego de (2010), donde "los miembros de una relación crean
suma igual a cero, en el que la victoria de una per- un espacio para debatir, definir y refinar sus lími-
sona necesariamente resulta en la derrota de otra. tes, que siempre están abiertos al cambio" (p. 261).
En este contexto, no existe salida: uno debe ser En línea con este espíritu de la época, cada vez
monógamo o no monógamo, mantener exclusivi- más parejas que se autodenominan monógamas
dad sexual con una pareja o no, y así sucesivamen- redefinen sus relaciones de manera que pueden
te. En este artículo, rechazo esta lógica limitante incluir acuerdos no monógamos temporales o con-
del y/o e invito a los lectores a considerar de ahora textuales (p.e., Haag, 2011; Perel, 2006). Además,
en adelante las variables ambos/y o ganar/ganar. cierta fluidez es intrínseca al paradigma predomi-
Segunda advertencia: dado el gran número nante de la monogamia en serie (muchas parejas de
de disposiciones que una persona puede tener (p.e., manera sucesiva), que puede implicar tanto adulte-
biográficas, sexuales, culturales, religiosas), algu- rio como períodos de citas simultáneas de varias
nos lectores podrían identificarse más con una u parejas potenciales entre relaciones monógamas
otra vía— puesto de forma más negativa, alguna de (Johnson, 1991; Kipnis, 2003; Petrella, 2005). El
ellas podría generar incredulidad, rechazo o inclu- resto de este apartado analiza cuatro vías que pue-
so aversión. No obstante, en su conjunto, creo fir- den tomar las relaciones fluidas: la vía del desarro-
memente que las modalidades y vías relacionales llo, la definitoria, la interpersonal y la contextual.
que contemplo son efectivas, si no para desmante-
lar completamente, al menos sí para socavar de
manera eficaz el binarismo monogamia/poliamor. La vía del desarrollo
En cualquier caso, estoy convencido de que esta
investigación abre nuevas vías para pensar y vivir En este camino, los individuos o las pare-
las relaciones íntimas de forma mucho más amplia jas cambian de orientación monógama a poliamo-
que las permitidas por el sistema procrusteano de rosa —o viceversa— de acuerdo con sus necesida-
la no/monogamia. des emergentes de desarrollo (p.e., sexual, emocio-
Por último y en tercer lugar, tal y como se nal, relacional, psicoespiritual). En otras palabras,
concluye más adelante, no existe una secuencia de los factores de desarrollo pueden llevar a las per-
desarrollo universal o una relación jerárquica ni sonas a elegir la monogamia o la no-monogamia
entre los estilos relacionales (monogamia, no- como su estilo relacional más adecuado en diferen-
monogamia, novogamia) ni entre las varias moda- tes etapas de la vida (Conley, Ziegler, Moors, Mat-
lidades y vías transbinarias. Aunque algunas vías sick, y Valentine, 2012; Michaels y Johnson,
son mutuamente excluyentes y otras pueden convi- 2015). Esta tendencia está posiblemente relaciona-
vir simultáneamente, todas ellas deben considerar- da con la psicologización del Occidente moderno
se, en principio, como opciones igualmente váli- (Taylor, 1989) y la creciente consideración de las
das. Dicho esto, el resto de este artículo analiza relaciones íntimas, un ámbito fundamental (para
tres modelos transbinarios (o novógamos): la flui- algunos el epicentro) del crecimiento personal o
dez, la hibridación y la trascendencia. psicoespiritual (p.e., Levine y Levine, 1995; Mas-

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ters, 2007; Welwood, 1996). Aunque la idea mis- 2012). Aquí la fluidez no se refiere a los cambios
ma de relación como trabajo tiene sus escollos monogamia/poliamor en individuos o parejas, sino
(Kipnis, 2003), parece ampliamente aceptado que a las diferencias interpersonales en las definiciones
tanto los individuos como las relaciones tienen de no/monogamia e in/fidelidad. A pesar de la
necesidades cambiantes, y que los lazos íntimos creencia estándar de que la monogamia equivale a
pueden requerir cambios estructurales para seguir la exclusividad sexual, las parejas que se autode-
creciendo, ser satisfactorios y mantenerse vivos. nominan monógamas entienden la infidelidad (y
Este movimiento entre la monogamia y la por lo tanto la monogamia) de maneras totalmente
no-monogamia puede seguir diversas trayectorias. diferentes. Para algunas parejas casadas, las rela-
Por ejemplo, debido a hábitos, necesidades o dese- ciones sexuales fuera de la ciudad de residencia o
os sexuales incompatibles, las parejas que comien- durante un evento de trabajo no cuentan como
zan una relación estrictamente monógama pueden engaño, pero para otras el cibersexo, el consumo
abrirla para incluir encuentros sexuales con otras de pornografía, la masturbación, fantasear con otra
personas, a fin de permanecer juntos y minimizar persona, una estrecha amistad o incluso ir al cine
la frustración sexual (p.e., Anderson, 2012; Haag, con alguien del sexo opuesto se consideran una
2011; Perel, 2006). Por el contrario, algunas perso- violación del voto monógamo (Duncombe, Harri-
nas pueden escoger primero la no-monogamia y son, Allen y Marsden, 2004; Frank y DeLamater,
acabar teniendo una relación de exclusividad 2010).
sexual, ya sea temporal o permanentemente. Des- Esta situación ha llevado a los investigado-
pués de una larga trayectoria de autoexploración res a entender la fidelidad como un continuo fluido
relacional, la investigadora del poliamor Sheff que va desde lo sexual y emocional, a lo sexual
(2014) concluyó: "Creo en el poliamor y puedo pero no emocional, a lo que no es ni sexual ni
practicarlo, pero no soy poliamorosa por orienta- emocional (p.e., Wosick, 2012). En este sentido,
ción (…) Ya que cuando estoy emocionalmente Anderson (2012) describió cuatro tipos de mono-
implicada tiendo a preferir la monogamia, no me gamia: física (sexual), deseosa (que refleja deseos
identifico como poliamorosa‖ (p. 112). Tal y como y fantasías), social (cómo una persona es vista por
Conley et al. (2012) señalaron, ambas facetas pue- la sociedad) y emocional (apego romántico exclu-
den ser particularmente significativas en diferentes sivo, pero apertura sexual). La combinación de
fases de la vida: mientras que la no-monogamia fidelidad emocional y apertura sexual, acertada-
puede permitir a los jóvenes tantear una diversidad mente llamada monogamia del corazón por LaSala
de parejas antes de establecerse en una relación (2004), ha sido históricamente una característica
monógama adecuada, con el tiempo dicha relación central de varios estilos de vida alternativos, como
puede volverse monótona y, gracias a la confianza los matrimonios abiertos (Mazur, 1973), el polia-
forjada por años de compromiso exclusivo, una mor jerárquico (es decir, que involucra una pareja
pareja puede explorar relaciones abiertas o polia- primaria y otra[s] secundaria[s]; Veaux y Rickert,
morosas. 2014), el intercambio de parejas (Bergstrand y
Estas numerosas variaciones secuenciales Sinski, 2010), y muchas relaciones bisexuales
dejan entrever claramente que no hay una progre- (Rust, 1996) y de hombres homosexuales (Ander-
sión evolutiva lineal o paradigmática entre la mo- son, 2012; Spears y Lowen, 2016). Como ejemplo
nogamia y la no-monogamia (o viceversa). Para de esta postura, un hombre homosexual respondió
mayor complejidad, los individuos y las parejas lo siguiente en una encuesta:
pueden experimentar diferentes ciclos de mono-
gamia-a-poliamor o poliamor-a-monogamia a lo Soy absolutamente monógamo emocio-
largo de sus vidas. Por lo tanto, el movimiento nalmente. El hecho de que tenga relaciones
fluido entre la monogamia y la no-monogamia sexuales fuera de mi relación y que él pue-
debe considerarse como plural, no lineal y poten- da tenerlas o no, no quita ni por un segun-
cialmente dialéctico o en forma de espiral. do que estemos completamente comprome-
tidos el uno con el otro y totalmente ena-
morados. Pasaremos el resto de nuestras
La vía definitoria vidas juntos, y ambos lo sabemos.
(Adam, 2010, p. 64)
El segundo camino fluido para deconstruir
el binarismo monogamia/poliamor se basa en el
hecho empíricamente probado de que lo que cuenta Hoy en día, sin embargo, la distinción
como monogamia o no-monogamia varía según la entre la monogamia sexual y emocional se está
persona (Frank y DeLamater, 2010; Wosick, volviendo también cada vez más común entre las

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parejas heterosexuales casadas (Haag, 2011; Swan Sin duda, los valores mononormativos oc-
y Thompson, 2016). En su estudio de la fidelidad cidentales (Anderson, 2012; Bergstrand y Sinski,
contemporánea, Wosick (2012) observó que tal 2010; Pieper y Bauer, 2005) alimentan la creencia
distinción "brinda la oportunidad de permanecer de que no desear la monogamia es un signo in-
emocionalmente monógamo mientras se mantiene equívoco de falta de afecto o de no haber encon-
sexo más allá de la pareja (o de permanecer trado el amor verdadero (o el alma gemela, o a la
sexualmente monógamo mientras se tiene una im- persona) (Ferrer, 2018a). Aunque muchos pueden
plicación emocional con otras personas)" (p. 186). ver como natural desear un entorno cerrado para
En cuanto a esta última opción, Sheff (2014) acuñó explorar y profundizar la intimidad con una perso-
el término poliafectividad para describir vínculos na que nos despierta intensos sentimientos sexuales
profundamente emocionales sin intercambio sexual y emocionales (p.e., Anderson, 2012), desear la
en relaciones poliamorosas, y Kingma (1998) es- monogamia o la no-monogamia no debería corre-
cribió sobre cónyuges emocionales o personas con lacionarse inevitablemente con mayor o menor
las que alguien puede tener un vínculo profunda- amor o atracción. Además del punto de desarrollo
mente emocional sin un componente sexual. en que cada uno se encuentre, puede darse el caso
A estos tipos de fidelidad se le podría aña- de que distintas personas nos despierten deseos
dir la fidelidad espiritual, en la que dos o más per- diferentes. La suposición de que el amor —si es
sonas comparten un profundo sentido de comunión profundo y real— inevitablemente implica desear y
espiritual (o unión del alma) que les permite man- exigir exclusividad sexual y/o emocional es otro
tener diversos vínculos sexuales y emocionales monomito que debe desterrarse.
más allá de los límites de su relación. En cualquier
caso, lo que parece claro es que, como recalcó
Wosick (2012), "la vía para el compromiso en las La vía contextual
relaciones de hoy no es necesariamente la exclusi-
vidad sexual o emocional, sino más bien otro tipo En un sentido amplio, la vía contextual re-
de fidelidad que implica acción voluntaria y un conoce que los deseos y comportamientos relacio-
énfasis continuado en sentirse especial (…)el nue- nales de las personas pueden cambiar en diferentes
vo punto de referencia de la intimidad [es] la opor- lugares geográficos, entornos culturales o circuns-
tunidad de establecer nuestros propios estándares‖ tancias sociopolíticas. En primer lugar, cualquier
(p. 39). En resumen, como la fidelidad en sí misma persona que haya vivido en el extranjero o haya
se define de diversas maneras, el sistema viajado mucho probablemente pueda dar fe de que
no/monógamo carece de una visión compartida diferentes matrices geográficas/culturales pueden
sobre la cual descansar. activar distintas disposiciones personales (véase
también la vía intrapersonal, más abajo). Al viajar,
la película de nuestra vida puede cambiar drásti-
La vía interpersonal camente; uno no solo puede sentir diferente, sino
que podría incluso convertirse en una persona dis-
Esta vía que supera el binarismo monoga- tinta. En segundo lugar, los entornos culturales,
mia/poliamor surge del reconocimiento de que como ciertos clubes privados, encuentros o even-
algunas personas pueden despertar en otras distin- tos, también pueden ser factores situacionales que
tos deseos, disposiciones y potenciales sexuales y afecten al comportamiento de las personas. Como
emocionales. En un contexto relacional, algunos Taormino (2008) escribió en referencia al inter-
individuos pueden estimular —ya sea provisional o cambio de parejas y al BDSM (siglas que hacen
indefinidamente— un deseo de monogamia, mien- referencia a Bondage y Disciplina/Dominación y
tras que otros pueden catalizar inclinaciones no- Sumisión/Sadismo y Masoquismo), "para algunas
monógamas. Si situáramos a las personas en un personas, explorar el sexo con los demás es especí-
continuo de muy monógamo a muy no-monógamo fico de un lugar" (p. 133). Por último, como argu-
(Ferrer, 2018a), esta vía sería más atrayente —o mentó Robinson (2013), las mujeres bisexuales
más accesible— para aquellas que se encuentran pueden fluir estratégicamente de la monogamia al
en algún punto intermedio. Implicarse en este ca- poliamor según el entorno sociopolítico:
mino también puede depender de diversas varia-
bles personales (p.e., Barker, 2005), culturales Los períodos de identidad poliamorosa
(p.e., Ho, 2006), sociopolíticas (p.e., Robinson, pueden proporcionar a las mujeres bi-
2013) y religiosas/espirituales (p.e., Kolesar, sexuales una mayor visibilidad, un sentido
2010). de dominio y una pertenencia normalizada
en la comunidad bisexual (…) Al mismo

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tiempo, la monogamia permite a algunas 54). Como en el caso de la fluidez, esta modalidad
mujeres (…) sentir seguridad emocional y puede manifestarse de diversas maneras, que anali-
aceptación social, al tiempo que las aleja zo como la hibridación intrapersonal, relacional,
del estigma de los estereotipos bisexuales. integrativa y sutil.
(p. 33)

La vía intrapersonal
Esta vía va ligada a la denominada barra
libre que algunas personas que se identifican a sí Un aspecto importante de la modalidad de
mismas como monógamas permiten a sus parejas hibridación para deconstruir el binarismo mono-
cuando viajan, o cuando los amantes de estas viven gamia/poliamor es lo que llamo la vía intraperso-
en una ciudad o país diferente. En su estudio de los nal. En Canto a mí Mismo, Walt Whitman
matrimonios heterosexuales modernos, Haag (1855/2007) escribió el famoso verso: ―¿Que me
(2011) escribió sobre la ―regla de las cincuenta contradigo? Sí, me contradigo. Y ¿qué? Soy in-
millas‖ (p. 224), según la cual tanto hombres como menso…contengo multitudes‖ (p. 67), y la imagen
mujeres permiten a sus parejas tener otros amantes es pertinente a la hora de describir la complejidad a
cuando están fuera de un radio —previamente menudo conflictiva de la naturaleza humana. De
pactado— de su hogar. Como indicaron Frank y hecho, los seres humanos contienen múltiples vo-
DeLamater (2010), este tipo de acuerdos encaja ces (p.e., creencias, pensamientos, sentimientos,
bien con las condiciones profesionales del crecien- deseos, impulsos), muchas de las cuales pueden
te número de personas que viajan con frecuencia estar en desacuerdo entre sí. Independientemente
con motivo de conferencias, talleres, retiros o reu- de si uno piensa en esta diversidad interna en
niones de trabajo. Las palabras de Michaels y términos psicológicos (Schwartz, 1995), arquetípi-
Johnson (2015) resumen la vía contextual de las cos (Hillman, 1992) o posmodernos (Gergen,
relaciones fluidas de una manera escueta: ―Las 1991), parece incuestionable que un individuo no
relaciones pueden abrirse y cerrarse o tener dife- es una entidad monolítica, sino más bien un siste-
rentes grados y tipos de apertura según requieran ma dinámico y plural formado por muchos yoes o
las circunstancias‖ (p. 2). Esta idea de diversos subpersonalidades. Otra forma de entender la di-
grados y tipos de apertura está relacionada con el versidad intrapersonal es en términos de diferentes
modelo relacional de hibridación, al cual me refie- atributos humanos (p.e., cuerpo, corazón, mente,
ro a continuación. conciencia) e inteligencias relacionadas (somática,
emocional, estética, racional, v. Gardner, 1993;
Ferrer, 2003, 2017), cuyas necesidades y ―tirones‖
La Hibridación de desarrollo pueden no estar necesariamente ali-
neados.
Mientras que la fluidez presenta el bina- En un ámbito relacional, esta diversidad
rismo monogamia/poliamor mediante el desplaza- interna puede manifestarse de múltiples maneras.
miento de un polo al otro de acuerdo con diferentes Por ejemplo, en un libro popular sobre poliamor
variables, la modalidad de hibridación implica la tántrico, Lessin (2006) afirmó que la mayoría de la
coexistencia, fusión o integración simultánea de gente contiene un monógamo interno que desea la
valores o comportamientos monógamos y poliamo- seguridad de una relación estable, y un poliamoro-
rosos. El modo de hibridación es equivalente a la so interno que quiere variedad sexual. Además,
forma de recombinación de Brubaker (2016) del como se argumentó anteriormente, algunas perso-
trans of between. En un contexto relacional, los nas pueden desear la monogamia emocional, pero
individuos combinan de manera selectiva elemen- no la sexual, mientras que otras son sexualmente
tos de identidades u orientaciones monógamas y monógamas, pero desean más de un vínculo emo-
poliamorosas, sin pertenecer por completo a nin- cional profundamente íntimo. Una forma típica de
guna de ellas ni desplazandose de una a otra. Pa- discernir esta diversidad interna es a través de las
llotta-Chiarolli (1995) explicó la lógica de este tensiones entre los deseos y las conductas. Como
modelo: "El 'conflicto' (…) entre las necesidades y señaló Anderson (2012), de la misma manera que
deseos no monógamos de los individuos y la tradi- alguien puede ser homosexual independientemente
ción monógama socialmente construida y en gran de su propia descripción y acciones, una persona
parte disfuncional debe verse como una razón legí- puede ser no-monógama interiormente (p.e., fanta-
tima para desarrollar nuevas formas de relaciones, seando con tener muchas parejas sexuales) aunque
que sinteticen los elementos de las alternativas no lo exprese ni actúe en consecuencia.
matrimoniales tradicionales o los trasciendan" (p.

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Además, las diferencias entre los deseos esposo puede, en cualquier momento, tener
internos y las conductas externas cuestionan las una aventura sin salir de casa o ver a otro
nociones estándar de fidelidad, desestabilizando ser humano. (Citado por Haag, 2011, p.
aún más el sistema de la no/monogamia. La si- 198).
guiente historia Zen ilustra este asunto:

Dos monjes estaban de peregrinación. Un La conclusión es que, como subrayaba


día, llegaron a un río profundo. En el borde Haag (2011), la mera idea de un affaire mental
del río había una mujer joven sentada llo- "cuestiona las definiciones elementales de la fide-
rando, pues tenía miedo de cruzar sin ayu- lidad conyugal" (p. 198) y, por ende, de la mono-
da. Ella les suplicó a los monjes que la gamia y la no-monogamia. Aunque obviamente se
ayudaran. El monje más joven le dio la es- entremezclan con cuestiones definitorias (v. la vía
palda. Los miembros de su orden tenían definitoria), los ejemplos anteriores también ilus-
prohibido tocar a una mujer. Pero el monje tran cómo las personas pueden ser intrapersonal-
más anciano levantó a la mujer sin decir mente monógamas y no monógamas a la vez (p.e.,
palabra y la cargó cruzando el río. La bajó en comportamiento vs. pensamiento o en deseo
en el otro extremo del arroyo y continuó su sexual vs. deseo emocional). En cualquier caso, lo
viaje. El monje más joven fue tras él, re- que esta breve consideración de la diversidad in-
gañándolo y reprendiéndolo por haber roto terna transmite es que la naturaleza humana es
sus votos. Continuó así durante mucho demasiado híbrida y proteana como para ser expli-
tiempo. Finalmente, al terminar el día, el cada satisfactoriamente por binarismos mentales
monje más anciano se volvió hacia el más opuestos.
joven y le dijo: ―Solo la llevé al otro lado
del río. Tú has estado cargando con ella
todo el día". (Citado por Gerrold, 1997). La vía relacional

La vía relacional se corresponde con lo que


Aunque su moraleja tradicional sea la re- la bibliografía llama relaciones mono/poli (p.e.,
comendación de vivir en el momento presente, la Taormino, 2008), donde un miembro de la relación
historia es relevante para el contexto presente. es monógamo, mientras que el otro tiene otras
Imagina a dos maridos. El primero ha sido devoto parejas sexuales o románticas. En este ―estilo
de su esposa tanto en pensamiento como en com- híbrido de relación abierta‖ (Sheff, 2014, p. 111),
portamiento durante décadas, pero una vez en su las identidades individuales encajan dentro de las
vida tuvo un encuentro sexual con otra mujer. El categorías establecidas de monogamia/poliamor,
segundo marido, en cambio, ha sido sexualmente pero la relación en sí misma no. A saber, ¿es la
fiel a su pareja durante toda la vida, pero fantasea relación como un todo monógama o poliamorosa?
incesantemente con tener relaciones sexuales con Bueno, ambas cosas y ninguna a la vez, es una
otras mujeres. La siguiente pregunta es razonable, relación mono/poli. Este tipo de relación se com-
¿cuál de los dos es más monógamo? Y, ¿qué pasa plica aún más en el caso de las familias con más de
si el segundo marido se masturba semanalmente (o una pareja, queer-mixtas, donde diferentes miem-
diariamente) ante un número infinito de mujeres bros pueden ser monógamos o poliamorosos, ya
mientras mira pornografía? Dejando de lado el sea de manera permanentemente o en diversos
daño real que ocasiona a algunas personas la adic- momentos puntuales (Pallotta-Chiarolli, 2010;
ción a la pornografía (p.e., Carnes, Delmonico y Sheff, 2014). Las diferentes formas y retos de las
Griffin, 2007; sin embargo, v. Levy, Prause, y relaciones mono/poli han sido ampliamente abor-
Finn, 2014), algunas personas consideran como dados en la literatura, y los lectores interesados
infidelidad que sus parejas se masturben o miren pueden consultar los trabajos más relevantes para
porno, mientras que otras no (Anderson, 2012). Por aprender más sobre la materia (p.e., Sheff, 2014;
ejemplo, una esposa explicó lo siguiente sobre los Taormino, 2008; Veaux y Rickert, 2014). En cual-
affaires virtuales de su marido: quier caso, la vía relacional proporciona otro gran
ejemplo del modo de hibridación de reexaminar y
Tenía affaires mentales, y lo considero una transcender la dicotomía monogamia/poliamor.
traición al mismo nivel que si realmente
tuviera una aventura física con alguien (…)
en cierto sentido, tener una aventura men-
tal es peor que tener una amante real: mi

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La vía integrativa ro que proporciona una pareja primaria (p.e., Con-


ley, Ziegler, et al., 2012)6 , así como incorporaran
La vía de la integración ha sido posible- el principio (mononormativamente contradictorio)
mente la forma más común de hibridar los estilos de que—en mis propias palabras—"a mayor com-
relacionales monogamia/poliamor. Desde las pri- promiso, mayor libertad". En este sentido, Taormi-
meras propuestas de matrimonios abiertos (Mazur, no (2008) escribió que, para muchas personas que
1973; O'Neil y O'Neil, 1972) a la llamada nueva optan por el modelo de no-monogamia de pareja,
monogamia (Haag, 2011), y de muchas relaciones la libertad de estar con otra gente les ofrece una
abiertas (Labriola, 1999; Michaels y Johnson, ―mayor sensación de seguridad‖ (p. xx) en la rela-
2015) a la no-monogamia de pareja (Taormino, ción con su pareja principal. Del mismo modo,
2008) o al poliamor jerárquico (Veaux y Rickert, Sartorius (2004) argumentó que las diferentes for-
2014), en todas estas modalidades dos personas se mas de matrimonio grupal integran el compromiso
comprometen entre sí como pareja principal (p.e., y la libertad sexual.
vivir juntos, unir finanzas, tener hijos) mientras Aunque la vía de la integración ha sido
mantienen varios tipos de vínculos sexuales y/o considerada como una relación poliamorosa por
emocionales menos significativos de carácter se- excelencia (p.e., Heaphy, Donovan y Weeks,
cundario o incluso terciario (v. Sheff, 2014). Esta 2004), algunos académicos consideran que la inte-
vía también puede incluir dos parejas primarias, ya gración es una síntesis binaria que reubica la mo-
sean independientes entre sí o formando una rela- nogamia y la no-monogamia en un continuo de
ción triádica (p.e., Foster y Foster, 1997); en la posibilidades relacionales (Pallotta-Chiarolli,
comunidad bisexual, la vía de la integración a me- 2010). No importa cómo se entienda esta vía, la
nudo implica tener parejas de diferentes géneros investigación demuestra que está en camino una
(Rust, 1996). Habitualmente, en la vía de la inte- nueva ola de aceptación cultural de los matrimo-
gración, las personas permiten que sus parejas nios abiertos. En su estudio sobre las tendencias
tengan relaciones sexuales (a veces seleccionadas) matrimoniales en los Estados Unidos, Haag (2011)
con otras personas, pero se pactan unas condicio- concluyó: "La no-monogamia conyugal puede ser
nes sobre el tipo específico de contacto sexual que para el siglo XXI lo que el sexo prematrimonial [y
se puede tener con parejas secundarias (p.e., con el matrimonio interracial] era para el XX: un com-
respecto al intercambio de fluidos sexuales) para portamiento que pasa gradualmente de proscrito y
proteger la relación principal (p.e., Rubin, 2001; limitado a tolerado y común‖ (p. 247). Además,
Taormino, 2008). como se mencionó anteriormente, muchas relacio-
El argumento clásico sobre el valor de este nes poliamorosas primarias tienden a imitar las
enfoque relacional es que satisface las necesidades características esenciales de las relaciones monó-
humanas, a menudo en conflicto, de constancia gamas (p.e., Finn, 2010, Finn y Malson, 2008,
emocional y diversidad sexual (v. Anderson, 2012; Jamieson, 2004). Estos y otros factores (v. Ferrer,
Ashkam, 1984; Brandon, 2010). Destacando sus 2018b) me llevan a incluir este enfoque dentro de
beneficios sexuales, por ejemplo, Taormino (2008) la modalidad de hibridación de las relaciones
argumentó que la no-monogamia de pareja permite transbinarias.
a sus miembros satisfacer necesidades o fantasías
sexuales que a su pareja no le interesan o —en el
caso de relaciones heterosexuales— explorar la La vía sutil
sensualidad o sexualidad con una persona de su
propio género. No obstante, para la mayoría de Una vía relacional híbrida intrigante impli-
gente la experimentación sexual fuera de la pareja ca la relación simultánea (o incluso el matrimonio)
no es simplemente recreativa o centrada en el sexo, tanto con personas físicas como con seres supues-
sino más bien un pilar básico para la construcción tamente sutiles—no físicos, imaginarios o espiri-
de su identidad, la autorrealización o el crecimien- tuales. Aunque el naturalismo científico moderno
to psicoespiritual (p.e., Ferrer, 2018b; Kingma, mantiene su escepticismo acerca de su existencia
1998). En este sentido, Jamieson (2004) escribió: (v. Ferrer, 2014, 2017), una gran evidencia antro-
"En la mayoría de casos que entrevisté los practi- pológica documenta los encuentros sexuales de
cantes de la no-monogamia (…) estaban logrando personas con seres sutiles, incluida la práctica
la estabilidad de una pareja mientras desarrollaban transcultural del matrimonio espiritual (o cónyuge
su identidad a través de otras relaciones sexuales‖ espiritual), donde los chamanes tradicionales se
(p. 53). En el contexto de la teoría del apego, uno casan con ayudantes espirituales en sueños y otros
puede considerar que estos enfoques permiten una estados no ordinarios de conciencia (Greenway,
exploración de la diversidad desde el refugio segu- 2007; Lewis, 2003). En un famoso relato, el histo-

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riador de la religión Mircea Eliade (1964) descri- tural y funcionalmente—entre estos affaires y los
bió cómo un chamán Goldi (de Siberia) fue inicia- encuentros erótico-emocionales que mucha gente
do por una ayami femenina (espíritu de ayuda) que tiene hoy en día en realidades tecno-imaginarias a
le exigía que consumara sexualmente su matrimo- través de avatares o equipos de realidad virtual
nio de manera regular: "Duermo con ella como con (p.e., Collins, 1999; Cooper y Sportolari, 1997;
mi propia esposa, pero no tengo hijos‖ (citado por Haag, 2010; Maheu y Subotnik, 2001). Tal y como
Eliade, 1964, p 73). Los ejemplos de otras tradi- Anderson señaló (2012), el cibersexo ―convierte la
ciones incluyen los matrimonios Dagara de África monogamia física en una categoría de difícil defi-
Occidental y los encuentros sexuales con los kon- nición porque cuestiona qué es la realidad" (p. 79).
tomblé (―gente pequeña‖, Somé, 1999); el matri- Independientemente de lo que uno piense acerca
monio consorte con Faery o entidades de otro del estado ontológico de estos encuentros, ningún
mundo en el chamanismo celta (Foxwood, 2007); estudio contemporáneo sobre la monogamia y la
los rituales de concepción divina de las escuelas de no-monogamia debería ignorar su realidad expe-
misterios en la Antigua Grecia (Rigoglioso, 2009); riencial e impacto práctico en las relaciones.
los matrimonios espirituales en tradiciones sincré-
ticas contemporáneas como Umbanda, Voodou,
Makumba o Santería (Bramly, 1977/1994, Dow, La Trascendencia
1997); o la práctica del Minghuen o ―matrimonio
espiritual‖ en China (Jordania, 1971). Sobre los La siguiente discusión sobre la modalidad
Dagara, Woolever (2010) señaló: "El matrimonio de trascendencia en las relaciones íntimas sigue
humano no excluye el matrimonio espiritual. De muy de cerca las tipologías del trans of between de
hecho, generalmente en un matrimonio humano, el Brubaker (2016) en género e identidad racial: la
esposo y su mujer tendrán cada uno un compañero vía neocategórica crea una nueva categoría más
espiritual y los compañeros espirituales estarán allá de lo binario (como transgénero o transra-
casados el uno con el otro en el otro mundo"7 (p. cial); la vía anticategórica rechaza todas las cate-
6). gorías; y, partiendo del marco de Brubaker, lo que
Poniendo entre paréntesis la condición on- yo llamo la vía transcategórica reclama o busca
tológica de supuestas entidades sutiles (para mayor superar las conceptualizaciones dualistas de la
información, v. Ferrer, 2014, 2017), contemplar la mente humana8.
viabilidad de las uniones sexuales en reinos sutiles
hace explotar el marco teórico de la monoga- La vía neocategórica
mia/poliamor en múltiples direcciones. En el con-
texto de una relación diádica, uno o ambos miem- Esta vía se define por la invención de un
bros de la pareja podrían ser (a) monógamos en el nuevo término o campo semántico que no puede
mundo físico y poliamorosos en reinos sutiles, (b) incluirse dentro del ámbito categórico monoga-
poliamorosos en el mundo físico y monógamos en mia/poliamor. De la misma manera que transgéne-
reinos sutiles, (c) monógamos tanto en el mundo ro supera tanto el binarismo como el continuo de
físico como en reinos sutiles, o (d) poliamorosos género, aquí se emplean nuevas categorías para
en ambos ámbitos. superar tanto el binarismo monogamia/poliamor
Además de su poder para deconstruir aún como el sistema de la no/monogamia (Rambukka-
más el binarismo monogamia/poliamor, estas con- na, 2015; Willey, 2006). Tales nuevos términos
sideraciones tienen relevancia práctica para los pueden utilizarse de diferentes maneras para
individuos de la civilización occidental moderna— transmitir tanto una postura existencial, como una
incluso para personas seculares que no crean en la identidad, orientación o estrategia relacional (Kles-
riqueza ontológica de los reinos sutiles o espiritua- se, 2014; Robinson, 2013). Así pues, ¿qué término
les. Por ejemplo, un profesor de psicología occi- o categoría puede reflejar esta nueva modalidad
dental especializado en el estudio de los sueños me relacional? Que yo sepa, la bibliografía ofrece solo
dijo una vez que él y su esposa tuvieron que acor- dos propuestas. En primer lugar, Benson (2008)
dar si su voto monógamo se extendía al mundo de acuñó el término biamor para referirse a "la orien-
los sueños, donde, siendo experimentados soñado- tación de la personalidad en la que alguien puede
res lúcidos como eran, ambos podían tener a vo- estar conforme tanto en una relación monógama
luntad encuentros sexuales con seres imaginarios como poliamorosa" (p. 322). No obstante, aunque
(para más información sobre sueños lúcidos, v. las personas biamorosas puedan elegir libremente
Krippner, Bogzaran y de Carvalho, 2002; LaBerge entre las dos orientaciones, esta visión claramente
y Rheingold, 1991). Alguien podría también pre- preserva las categorías monogamia/poliamor, sien-
guntarse qué diferencias existen—al menos estruc- do así más próxima a la modalidad de fluidez ana-

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lizada anteriormente. Más en sintonía con el enfo- e identificarse como transamoroso o transgámico
que neocategórico se encuentra la propuesta de no es solo complicado de pronunciar, sino que
Pallotta-Chiarolli (2010) de una frontera o "identi- puede evocar la sensación de estar por encima o
dad mestiza que es múltiple, fluida, y va más allá más allá del amor y las relaciones, respectivamen-
de los binarismos y las dualidades" (p. 44). te.
Además de las propuestas modernas, deberíamos Por lo tanto, aunque soy consciente de que
considerar también categorías no occidentales, algunos pueden preferir otros términos o ningún
como las descritas en los siguientes términos indí- término en absoluto (véase más abajo), he optado
genas del poblado americano de los Awansa: kiita por la expresión novogamia (nougamy) y novóga-
(―parejas sexuales a largo plazo fuera del matrimo- mo (nougamous) para referirme tanto a la postura
nio‖), jiian kii (―parejas afectivo-sexuales que tie- neocategórica como al movimiento general más
nen las personas casadas únicamente después del allá del binarismo monogamia/poliamor. Más allá
nacimiento del primer hijo del matrimonio‖), o de consideraciones estéticas, el prefijo novo/nou-
ma'el qi (―vínculos espirituales que pueden incluir procede del latín novus y en muchos idiomas, co-
dormir juntos pero no el sexo‖) (Eagleshadow, mo en rumano, sardo y catalán, nou significa sim-
2016). Aunque la adopción de términos indígenas plemente nuevo. Independientemente del concepto
para usos occidentales actuales puede ser acusada que uno prefiera, lo verdaderamente importante es
de apropiación cultural (Ziff y Rao, 1997), ser que el término elegido ayude a las personas que
conscientes de tales compresiones transculturales quieran ir más allá del binarismo monoga-
puede proporcionar herramientas para repensar la mia/poliamor a encontrar un nuevo sentido de
identidad relacional con una mayor riqueza de identidad relacional (¿o antiidentidad?)—o al me-
matices que la permitida por la estampa blanquine- nos que les permita responder a la pregunta estan-
gra de la monogamia/poliamor. darizada y opresiva (es decir, para aquellos que no
Un inconveniente obvio de acuñar nuevos se identifican con las categorías establecidas) de:
términos es que pueden ser cosificados, homoge- ―¿Eres monógamo o poliamoroso?‖ Dicho esto, no
neizados o esencializados, subvirtiendo así el po- todo el mundo se sentirá cómodo con otro término.
der emancipador con el que se habían pensado. Por Como ilustran las siguientes dos vías, algunos pue-
esta razón, primero opté por no poner nombre al den preferir eliminar absolutamente todas las cate-
territorio que va más allá del binarismo monoga- gorías.
mia/poliamor (Ferrer, 2007), pero me han conven-
cido los argumentos que abogan por el poder del
lenguaje para generar nuevas realidades psicoso- La vía anticategórica
ciales y formas de ser (p.e., Brubaker, 2016; Hac-
king, 1986). Por ejemplo, aprender sobre el térmi- También se puede superar el binarismo
no compersión (neologismo acuñado para referirse monogamia/poliamor a través de una postura que
a la emoción opuesta a los celos) ha ayudado a rechaza cualquier tipo de categorización relacional.
muchas personas a experimentar nuevas realidades Esta vía esta preformada por la percepción que
emocionales (v. Deri, 2015; Wolfe, 2003). De ma- todas las categorías son trampas ideológicas o
nera similar, hablando de poliamor, Sheff (2014) marcos conceptuales intrínsecamente limitantes.
escribió: "Las personas que anteriormente se sent- En otras palabras, identificarse a uno mismo como,
ían aisladas en su deseo de tener múltiples parejas pongamos por ejemplo novógamo o metamoroso,
reconocieron sentirse como si un mundo nuevo se se consideraría como un nuevo canon relacional
les abriera ante los ojos cuando descubrieron el que sofoca la libertad de la autonomía sexual y
término" (p. 54) (cf. Franceschi, 2006; Ritchie y relacional. Reflexionando sobre décadas de debate
Barker, 2006). Como en el caso de las personas feminista sobre qué estilo relacional—monogamia
bisexuales, transgénero, queer y poliamorosas, o no-monogamia—es más patriarcal, las palabras
aquellas cuya identidad no encaja dentro de las de Johnson (1991) capturaron bien este espíritu
categorías relacionales establecidas pueden encon- anticategórico:
trar consuelo y un sentido de pertenencia en nue-
vos términos transbinarios. Algunos candidatos (…) la confrontación entre la monogamia y
obvios para identidades o estilos relacionales la no-monogamia nunca ha sido el verda-
transbinarios son metamor, transamor y transga- dero problema (…) siempre había sido un
mia. Sin embargo, los términos metamoría y me- ardid que nos ha distraído de las cuestiones
tamor ya se usan en la comunidad poliamorosa verdaderamente revolucionarias: ¿Cómo
para referirse a los amantes de tu pareja (Ritchie y podemos relacionarnos íntimamente unos
Barker, 2006; Sheff, 2014; Veaux y Rickert, 2014), con otros y ser totalmente libres, sin com-

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prometernos nunca, sin tener que negociar, de asumir una identidad global como alguien con
siempre eligiendo de manera independiente un estilo de vida alternativo" (p. 560). Tomar con-
lo que queremos en cada momento? (…) ciencia de la naturaleza culturalmente relativa—y
¿Cuáles son los vínculos entre la libertad, en gran medida arbitraria—de las categorías mo-
el poder, la creatividad, la intimidad y la nogamia/poliamor abre también las puertas para
integridad que hacen que estén tan estre- sobrepasar este binarismo de una manera antica-
chamente unidos que no podemos tener tegórica.
una cosa sin las demás? (…) ¿Cómo sería
el amor en libertad? (p. 54)
La vía transcategórica

Entre otras posibilidades, la postura antica- Esta vía trasciende el pensamiento relacio-
tegórica puede manifestarse a través de la defensa nal binario a través de modos de cognición y ma-
de una fluidez y transgresión radicales de las rela- neras de estar-en-el-mundo transracionales o no-
ciones—una especie de anarquía relacional que dualistas (p.e., Hart, Nelson y Puhakka, 2000; Loy,
difumina las diferencias entre amigos y parejas, en 1987). La vía transcategórica se puede ilustrar a
la que los individuos son libres de ser lo que quie- través del concepto de koan (v. Thurer, 2005), que
ran con quien quieran, en cualquier momento y es un recurso retórico utilizado en el zen japonés
lugar (p. ej., Heckert, 2010; Lano, 1995). La anar- para desencadenar el despertar repentino (satori)
quista relacional sueca Nordgren lo expresó de la de los estudiantes, es decir, una aprehensión dire-
siguiente manera: cta de la realidad sin los filtros de categorizaciones
conceptuales de la mente humana (Heine, 2002).
Sentí la necesidad de poner otra ficha so- "¿Cuál es el sonido de una palmada?" y "¿Cuál es
bre el tablero de juego, de manera que la tu cara original antes de que tu padre y tu madre
escala de posibles opciones de relación no nacieran?" se encuentran entre los koans más co-
fuera entre la monogamia y el poliamor, nocidos, diseñados para forzar un impasse intelec-
sino que tuviera un tercer extremo más tual donde las alternativas racionales son incorrec-
allá—la anarquía relacional [que] dice que tas y pueda emerger una respuesta supuestamente
la escala de grises entre el amor y la amis- transracional.
tad es tan gris que no podemos trazar una En este contexto, el movimiento que trans-
línea, y por lo tanto no debemos institucio- ciende las alternativas monogamia/poliamor puede
nalizar una diferencia entre parejas y no ser abordado como un koan existencial o vivien-
parejas [como lo hacen la monogamia y el te—una vía tipo zen del cultivo de modos trans-
poliamor]. (Citado por Anapol, 2010, p. conceptuales de pensamiento y ser. En un contexto
207). transcategórico, las paradojas que se dan al traspa-
sar el binarismo monogamia/poliamor no pueden
ser solventadas completamente en el ámbito de la
Aunque esta vía podría confundirse fácil- lógica formal (bivalente), ni pueden ser abordadas
mente con un narcisista ―todo lo que me gusta es por categorías o paradigmas relacionales más no-
válido‖, las personas pueden involucrarse clara- vedosos o de mayor envergadura. Antes bien, las
mente en ella de una manera responsable y cons- paradojas aquí se convierten en puertas de entrada
ciente que tenga en cuenta el impacto de sus accio- a formas transconceptuales de ser, al mostrar in-
nes en los demás. Como se analiza en la siguiente eluctablemente (y, a veces, humorísticamente) los
conclusión, la conciencia responsable y la integri- límites del pensamiento lógico-racional, invitando
dad (o la falta de ellas) son cualidades que pueden a los individuos a expandir su conciencia y entrar
estar presentes en todos los estilos relacionales: en el terreno de formas de ser y cognición transra-
monogamia, no-monogamia, poliamor y novoga- cionales (Ferrer, 2000, 2008). En otras palabras,
mia. aunque las paradojas no pueden resolverse concep-
La evidencia transcultural también es útil tualmente, podrían ser—como los koan zen—
para ilustrar esta categoría. Después de investigar realizadas o trascendidas en el ámbito de la acción
la experiencia vital de hombres y mujeres con y la experiencia humanas. En la vía transcategóri-
múltiples parejas en Hong Kong, Ho (2006) con- ca, la corriente que transciende el binarismo mo-
cluyó: "muy pocos querrían identificarse a sí mis- nogamia/poliamor no puede ser denominada o
mos como poliamorosos o no monógamos. Para la conceptualizada, pero se puede vivir.
mayoría de ellos, tener múltiples parejas era sim-
plemente algo que hacían; no sentían la necesidad

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Conclusión: estas categorías (p.e., Anapol, 2011; Cantor, 2014;


Más Allá de las Jerarquías y el Relativismo Ferrer, 2007, 2018)9 .
Para concluir este ensayo, es importante
A pesar del poder de emancipación perso- enfatizar que no pienso en la novogamia como algo
nal y social de la no-monogamia en el contexto de superior a la monogamia o la no-monogamia, ni
la mononormatividad occidental (p.e., Emens, pretendo entronizar las modalidades transbinarias
2014; Jackson y Scott, 2004; Klesse, 2007; Schip- como los estilos relacionales más adecuados para
pers, 2016; Sheff, 2005), ha quedado claro que, al el siglo XXI. De la misma forma que las identida-
definirse a sí misma en oposición a la monogamia, des transgénero o transraciales no son mejores o
la no-monogamia refuerza en última instancia el peores que identificarse como hombre o mujer,
sistema de la no/monogamia (Rambukkana, 2015; caucásico o asiático, las identidades u orientacio-
Willey, 2006). Por consiguiente, pueden conside- nes novógamas—en principio—no son ni mejores
rarse cómplices secretos la prioridad monógama de ni peores que las monógamas y las no-monógamas.
optar por un vínculo único exclusivo antes que por De manera similar, Heckert (2010) afirmó
la pluralidad, y la prioridad no-monógama de es- que entender las relaciones en términos de límites
coger la pluralidad inclusiva por encima de la uni- nómadas (transbinarios) "evade las pretensiones de
dad. Para superar el sistema de la no/monogamia y superioridad para determinadas nociones de mono-
el binarismo monogamia/poliamor asociado, en gamia, no-monogamia o poliamor, y los límites
este artículo he movilizado la noción del ―tercero donde se asientan" (p. 261).
[como aquello] que cuestiona el pensamiento bina- Esta visión más pluralista de las opciones
rio" (Garber, 1992, p. 11) a través de la exposición relacionales no debería embrollar a los investiga-
de tres modos relacionales plurales: la fluidez, la dores y profesionales en dilemas relativistas. Aun-
hibridación y la trascendencia. Consciente de que que ubicar estos estilos relacionales en cualquier
algunos pueden preferir evitar cualquier categori- secuencia evolutiva o de desarrollo universal sería
zación para referirse a modalidades relacionales no ciertamente falaz, existen claramente tipos ―infe-
binarias o transbinarias, he acuñado el término riores‖ y ―superiores‖ de monogamia, no-
novogamia por razones existenciales (proporciona monogamia y novogamia—por ejemplo, desde los
autoidentidad y pertenencia), enactivas (genera más basados en el miedo a los más basados en la
nuevas realidades experienciales) y comunicativas. mejora de la calidad de vida; de más egocéntricos a
En cualquier caso, teniendo en cuenta la evolución más empáticos, y de más ciegos a más conscientes
de la intimidad en las últimas décadas (p.e., Beck y del privilegio social. En otras palabras, aunque
Beck-Gernsheim, 1995; Giddens; 1992; Haag, todos los estilos de relación pueden ser igualmente
2010; Stacey, 1996; Weeks, 2007; Witt, 2016), es emancipadores (p.e., para diferentes personas o
razonable esperar que el siglo XXI sea testigo de para el mismo individuo en diversas etapas de de-
un crecimiento de la experimentación sexual y la sarrollo o contextos sociopolíticos), también pue-
diversificación relacional aún mayor que el siglo den convertirse en ideologías igualmente limitan-
anterior. En concreto, es probable que muchas tes. Este enfoque está en línea con el tenaz argu-
personas vivan identidades relacionales más allá mento de Rambukkana (2015) de que el privilegio
del binarismo monogamia/poliamor, por ejemplo, social (p.e., heteronormativo, patriarcal, sexista)
moviéndose fluidamente entre la monogamia y la puede existir en relaciones monógamas y no-
no-monogamia, hibridando valores esenciales de monógamas, y que un simple reemplazo de la mo-
estos estilos relacionales o creando nuevas identi- nonormatividad por una nueva ortodoxia del po-
dades relacionales que pueden (o no) ser nombra- liamor no resolverá estos problemas. En otro artí-
das o categorizadas. En este contexto relacional culo, propuse expandir la visión socialmente crítica
más amplio, las personas pueden practicar de for- de Rambukkana prestando también atención a dife-
ma secuencial o cíclica la monogamia y la no- rentes indicadores psicoespirituales, como la libe-
monogamia, involucrarse con estos tipos de inti- ración del narcisismo y el egocentrismo, el impacto
midad según ciertas condiciones o (eventualmente) sanador y el poder transformativo (Ferrer, 2018a).
elegir uno u otro estilo como una opción perma- En esencia, si se rechaza la llamada falacia holísti-
nente. Estos desarrollos deben considerarse de ca (acuñada por Benhabib [2002] en relación a las
manera optimista, en el sentido que abordan la distintas culturas) de que los estilos relacionales
marginación de un número cada vez mayor de pueden evaluarse en su totalidad como superiores o
personas que no se identifican como monógamas inferiores entre sí—ignorando su diversidad inter-
ni como poliamorosas y que, por tanto, sienten que na y las múltiples capas que los componen—puede
no tienen representación y están oprimidas por la desarrollarse una mirada evaluativa más matizada.
presión cultural de tener que elegir entre una de Esta visión reconoce que los estilos relacionales,

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como las culturas y las personas, siempre son ―su- Notas


periores‖ e ―inferiores‖ entre sí, pero en diferentes
1
aspectos (McGrane, 1989). En resumen, un enfo- La expresión original ―mono/poly binary‖ es mu-
que pluralista crítico establece un camino interme- cho más rica en matices que ―binarismo monoga-
dio sumamente perspicaz entre las jerarquías ide- mia/poliamor‖ en español. No obstante, ya que la
ológicas y los relativismos igualitarios trivializado- expresión mono/poli no tiene un significado en sí
res. en español y que generalmente se utiliza para refe-
Finalmente, tal y como señaló Willey rirse a la relación entre una persona monógama y
(2016), ninguna propuesta pluralista de los estilos una persona poliamorosa, se opta en este artículo
de relación debería eludir las críticas a los manda- por la traducción arriba indicada.
tos ideológicos de la monogamia obligatoria para
2
una unión adulta saludable (v. Anderson, 2012; No-monogamia es un término más amplio que
Emens, 2004). Si algo puede considerarse como poliamor. Mientras que el primero incluye cual-
―superior‖, entonces, ¿podría ser la libertad rela- quier tipo de relación no monógama (p.e., los ma-
cional sobre la dependencia y el narcisismo rela- trimonios abiertos, el intercambio de parejas o la
cionales? ¿Especialmente si uno entiende que tal promiscuidad), este último se usa normalmente
libertad permitiría la elección temporal o indefini- para referirse al mantenimiento consensuado de
da de la monogamia, la no-monogamia o la novo- más de una relación romántica, sexual y/o emocio-
gamia?10 En este sentido, argumenté en una oca- nal a largo plazo (v. Barker y Landridge, 2010a,
sión que la mayor expresión de libertad en las rela- 2010b; Haritaworn, Ling y Klesse, 2006; Klesse,
ciones íntimas no reside en adherirse estrictamente 2006; Sheff, 2006). A efectos del presente artículo,
a un estilo de relación en concreto, sino más bien sin embargo, equiparo el movimiento que traspasa
en una apertura radical al despliegue dinámico de el sistema de la no/monogamia con la superación
la vida que elude cualquier estructura relacional del binarismo monogamia/poliamor.
fija o previamente dada (v. Ferrer, 2007, 2018b).
3
Pero, ¿acaso no privilegia sutilmente esta visión a La cuestión de si la monogamia y la no-
la novogamia sobre la monogamia y la no- monogamia (o el poliamor) deben considerarse
monogamia? Quizás. Como Derrida (1981) sub- identidades, orientaciones o elecciones sexuales o
rayó, la jerarquía podría ser intrínseca al pensa- relacionales ha sido debatida en la literatura (p.e.,
miento y lenguaje occidentales. Por lo tanto, Barker, 2005; Klesse, 2014; Robinson, 2013). En
ningún marco conceptual podría evitar totalmente este artículo, opto por poner entre paréntesis una
el privilegio de una u otra perspectiva: afirmar o respuesta definitiva a esta pregunta y dejar abierta
negar una cosa implícitamente niega o afirma, una pluralidad de interpretaciones posibles (v.
respectivamente, su realidad opuesta, polar o alter- Ferrer, 2018a).
nativa. Además de los diversos desafíos contem-
4
poráneos occidentales a tal veredicto pesimista Escribo como un hombre blanco, de clase media,
(p.e., Barker, 2012; Brubaker, 2016; Garber, cisgénero, mayormente heterosexual, que ha vivido
1992), creo que mucho se puede aprender a este largos periodos tanto de monogamia como de po-
respecto de enfoques no occidentales sobre bina- liamor, pero que no se siente identificado por esas
rismos complementarios (p.e., Ani, 1994; Webb, categorías desde hace más de una década—y que,
2012). Además, sugiero que tal talante jerárquico en consecuencia, se ve oprimido por ellas. Mi sen-
se puede superar en la experiencia humana a través sación personal de frustración es la que anima es-
de una actitud de genuina apertura a comprender, tos esfuerzos para pensar más allá de lo binario y
respetar y enriquecerse con lo que es diferente. generar espacios relacionales en los que, para de-
Para concluir, reitero que mi objetivo prin- cirlo sin rodeos, yo (y tal vez muchas otras perso-
cipal al presentar la novogamia o modalidades nas) pueda sentirme más ―en casa‖.
relacionales transbinarias ha sido el de minimizar
5
el sufrimiento del creciente número de personas Aunque desarrollados de manera independiente,
que se sienten excluidas—y, por lo tanto, oprimi- estos tres modelos corresponden en gran medida a
das—del sistema de la no/monogamia y su asocia- las importantes categorías y subcategorías del trans
do binarismo monogamia/poliamor. Espero que of between y el trans of beyond de Brubaker
este artículo no solo amplíe el rango de relaciona- (2016), concebidas para dar cuenta de una variedad
les legítimas que las personas pueden escoger, sino de identidades de género transbinarias y nuevas
que también promueva el debate académico sobre identidades raciales. El esquema tripartito de Bru-
los estilos relacionales y las transformaciones de la baker también incluye lo que él llamó trans of
identidad propia contemporáneas. migration, en el cual las personas permanentemen-

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te cambian de una identidad de género o racial a rizado como "el triunfo del narcisismo sobre la
otra. solidaridad familiar" (Stacey, 2011, p. 9). Aunque
este artículo no aborda las implicaciones que estas
6
Nótese que aunque la noción —originalmente modalidades relacionales emergentes tienen en la
propuesta por Hazan y Shaver (1987)— de que las vida familiar, la información disponible al respecto
relaciones de los infantes con sus cuidadores pri- sugiere que los estilos de vida no tradicionales
marios influyen en los estilos de apego romántico como el poliamor pueden tener un impacto positi-
adulto no parece ser controvertida (v. Feeney y vo en las familias, por ejemplo, al proporcionar
Noller, 1990, 2004; Hazan y Diamond, 2000), la mayores sistemas de apoyo para padres e hijos
validez del modelo de apego para comprender las (Conley, Moors, et al., 2012; Pallotta-Chiarolli,
relaciones románticas ha sido refutada empírica- 2010; Sheff, 2014). Los paradigmas relacionales
mente en su conjunto (en contra de la creencia alternativos, según argumentan otros autores, tam-
popular). No todas las relaciones románticas son bién pueden contrarrestar la epidemia actual de
relaciones de apego, ya que no todos confían en familias rotas y hogares monoparentales intrínse-
sus parejas como un refugio seguro en tiempos de cas al paradigma predominante de la monogamia
angustia o una base segura para la exploración en serie (Bergstrand y Sinski, 2010, Haag, 2011;
(Fraley y Shaver, 2000). Además, toda la literatura Ryan y Jethá, 2010).
sobre el apego y las relaciones amorosas está limi-
10
tada por su enfoque mononormativo de la relación La limitada extensión de este artículo no me
de pareja (v. Brandon, 2010; Conley, Ziegler et al., permite explorar la espinosa cuestión de cómo
2012). distinguir las opciones relacionales más libres de
las más condicionadas, especialmente en un con-
7
Para la mayoría de estas fuentes, estoy en deuda texto cultural en el que los valores monógamos han
con el destacable ensayo de Woolever (2010), sido profundamente interiorizados psicológicamen-
―When God Had Sex: The Practice of Spirit Ma- te después de siglos de monogamia socialmente
rriage in Ecstatic Spirituality.‖ forzada (v. Dabhoiwala, 2012).
8
En la taxonomía de Brubaker (2016), el tercer
tipo de trans of beyond se denomina postcategóri-
co y se refiere a la descripción política de una so-
ciedad en la que los individuos han trascendido el Bibliografía
binarismo de género o raza. Adam, B. D. (2010). Relationship innovation in
9
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Dos consideraciones son importantes en esta dis- dridge (Eds.), Understanding non-
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género, un posible inconveniente de estas posibili-
dades relacionales es que demasiada fluidez o Anapol, D. (1992). Polyamory: The new love with-
hibridación puede dar como resultado una falta de out limits. Secrets of sustainable intimate
identidad coherente y la consecuente fragmenta- relationships. New York, NY: Penguin.
ción psicológica. Sin embargo, la identidad rela-
Anapol, D. (2010). Polyamory in the 21st century:
cional no es tan esencial para la individualidad
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como el género, y el discurso transgénero ha de-
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mostrado que ir más allá de los binarismos estable-
cidos de hecho puede fortalecer (vs. fragmentar) el Anapol, D. (2011). Beyond polyamory. Where is
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enfrentarse a la confusión psicológica y al estigma
social a medida que se desvía de las restricciones Anderson, E. (2012). The monogamy gap: Men,
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2016). En segundo lugar, el énfasis en la indivi-
duación autónoma en las relaciones se ha caracte-

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