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1.- DIFERENCIA ENTRE SERVIDOR PÚBLICO Y FUNCIONARIO PÚBLICO.

Servidor público:
 Presta sus servicios para el Estado y no expresa su voluntad, presta sus
servicios en las instituciones estadales como hospitales, escuelas o fuerzas
de seguridad.
 Brindan al Estado sus datos técnicos o profesionales para tareas o
misiones de integración y facilitación de la de los funcionarios públicos.
 Según muchos autores los servidores no ejercen función pública y se halla
en situaciones de subordinación en relación a los funcionarios.
 Realiza actividades de utilidad social, son las encargadas de hacer llegar el
servicio publico a toda la comunidad.
 La actuación de un servidor público esta sujeta a diversos reglamentos y
normativas. Es esta última instancia, la Constitución nacional impone las
obligaciones de un servidor público.
 En cuanto al régimen laboral del servidor público, estos trabajadores suelen
contar con mayores seguidores que los empleados privados, para
conferirles independencia frente a las autoridades de turno y para evitar que
los mejores hombres se vayan al sector privado.
Funcionario Público:
 Presta sus servicios o realiza el ejercicio de sus funciones para el Estado o
a nombre del Estado, que pueden participar en la formación o ejecución de
la voluntad estadal, en cualquier nivel o jerarquía, en forma permanente,
transitoria o accidental, remunerada u honoraria, enderezada al
cumplimiento de fines públicos, sea cual fuere la forma o el procedimiento
de designación del funcionario.
 Forma parte de la estructura del estado, de su administración central y
descentralizada de todas las instituciones de derecho público y/o privada.
 El servidor público suele administrar que son estadales y, por lo tanto,
pertenecen a la sociedad. La malversación de fondos y la corrupción son
delitos graves que, cometidos por un servidor público, atentan contra la
riqueza de la comunidad.
2.-RÉGIMEN VENEZOLANO DEL SERVIDOR PÚBLICO.

Según el contenido de la Constitución Nacional de la República Bolivariana de


Venezuela, corresponde a la Ley establecer el Estatuto de la Función Pública
mediante normas reguladoras del ingreso, ascenso, traslado, suspensión y retiro
de los funcionarios públicos. ell régimen de la función pública siempre ha estado
regido por sus propias normas distintas del derecho laboral. Tiene su propio
estatuto donde se establecen tareas públicas asignadas a funcionarios que éstos
tienen el deber de cumplir, lo cual se diferencia de la relación contractual que priva
en el derecho laboral. Sin embargo, la función pública se ha ido laboral izando con
el paso del tiempo. En muchos casos esa laboralización ha derivado de cambios
legislativos, en otros han sido producto de los hechos, que en materia laboral, han
sido históricamente canales naturales para avances y reivindicaciones. En el
presente artículo me propongo realizar un análisis del proceso de laboralización de
la función pública tocando aspectos como el ingreso, estabilidad y el derecho
colectivo del trabajo en la función pública.

3. BASES LEGALES

El entramado legal que rige esta investigación refiere al articulado legal que
funge como cimiento y guía de la probidad, ética y buena conducta del servidor
público del Estado venezolano. En ese sentido, se debe partir de la Constitucional
Nacional de 1999 y continuar con las leyes que promueven la creación de códigos
de conducta y actuación transparente y honesta dentro de la Administración
Pública, entre las que destacan la Ley del Estatuto de la Función Pública de 2002
buscando con ello su alcance como normativa por analogía y las Normas que
Regulan Ingreso, Ascenso y Permanencia de Jueces de 2016. De ahí que el
sistema legal debe ser analizado en su conjunto partiendo de los principios y
valores superiores establecidos en el Artículo 2 de la CRBV. “la justicia, la
igualdad, la solidaridad, la democracia, la El entramado legal que rige esta
investigación refiere al articulado legal que funge como cimiento y guía de la
probidad, ética y buena conducta del servidor público del Estado venezolano.

En ese sentido, se debe partir de la Constitucional Nacional de 1999 y


continuar con las leyes que promueven la creación de códigos de conducta y
actuación transparente y honesta dentro de la Administración Pública, entre las
que destacan la Ley del Estatuto de la Función Pública de 2002 buscando con ello
su alcance como normativa por analogía y las Normas que Regulan Ingreso,
Ascenso y Permanencia de Jueces de 2016. De ahí que el sistema legal debe ser
analizado en su conjunto partiendo de los principios y valores superiores
establecidos en el Artículo 2 de la CRBV. “la justicia, la igualdad, la solidaridad, la
democracia, la entendido a lo largo de todo su articulado se instituye su ámbito de
aplicación, todo servidor de la administración pública; además, quienes pueden
ser considerados servidores de la administración pública venezolana.

Por lo cual se implantan los principios rectores que deben guiar su conducta y
fundamentar su proceder, en atención a: los deberes de su estatus, las
prohibiciones que deben regir su actuación, así como la obligación que tienen de
denunciar todo acto violatorio de la ley del que sean testigo. Adicionalmente en
este Código de Conducta de 2013 se establece cómo ha de ser el proceso de
evaluación de los servidores, su proceso de ascenso, las sanciones que pueden
recibir por incurrir en actos violatorios de la ley.

En tal sentido, el artículo 1 determina que este Código tiene por objeto regular
los principios rectores de los deberes y conductas que deben observar las
servidoras y los servidores públicos en el ejercicio de las funciones que
desempeñen, a fin de promover los valores consagrados en la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela y prevenir los hechos que atenten, amenacen
o lesionen la ética pública y la moral administrativa. (p.1). Un último ordenamiento
jurídico que será analizado en esta investigación son las Normas que Regulan
Ingreso, Ascenso y Permanencia de Jueces de 2016. Siguiendo el espíritu de
esta normativa en el artículo 1 de la misma se precisa su objeto y ámbito de
aplicación, indicado que “tiene por objeto regular y organizar el ingreso, ascenso y
permanencia en la carrera judicial de los jueces y juezas, mediante los concursos
de oposición públicos y las evaluaciones de desempeño”.

Por lo que el cuerpo de estas Normas desarrolla cómo ha de realizarse el


llamado a concurso tanto para el ingreso como para el ascenso dentro del sistema
de justicia venezolano; así como, las personas que podrán concursar, quiénes
podrán ser los jurados evaluadores, estableciendo de antemano sus funciones. El
desarrollo de las Normas también contempla la evaluación de desempeño como
mecanismo de mejora de la función pública de administración de justicia, tanto en
el ámbito del servicio como en el ámbito de los servidores

4.-CÓDIGO DE ÉTICA.
El código de ética: Conjunto de normas y valores tendientes a regular la conducta
de las personas dentro del contexto y ambiente de un centro de trabajo,
proponiendo una normativa que deberá ser cumplida de manera obligatoria por los
integrantes del centro de trabajo.

Según el art. 1. corresponde a los funcionarios públicos:

1. Salvaguardar en todo momento y en cada una de sus actuaciones, los intereses


generales del Estado y en la preservación del patrimonio público.

2. Actuar con estricto apego a las leyes y a todas las demás normas e
instrucciones que deben regir su comportamiento en la realización cabal de todas
las tareas que tenga asignadas.

3. Dedicar todos sus esfuerzos para cumplir, con la máxima eficiencia y la más
alta eficacia, la misión que le esté encomendada.

4. Realizar permanentemente actividades de superación personal y de


colaboración en el mejoramiento institucional de la administración pública y, en
particular, del organismo donde preste sus servicios.

5. Rehusar con firmeza inequívoca el mantenimiento de relaciones o de intereses,


con personas u organizaciones, que sean incompatibles con sus cargos y con las
atribuciones y funciones que le estén asignadas.

6. Proceder con objetividad e imparcialidad en todas las decisiones que le


corresponda tomar y en los asuntos en los que deba intervenir.

7. Rechazar en cualquier caso y circunstancia y no solicitar jamás, ni para sí


mismos ni para terceros, pagos, beneficios o privilegios en ocasión de los servicios
que deba prestar.

8. Ajustar su conducta, de modo estricto y sin excepciones, a favor de la


transparencia en la administración pública manteniendo la confidencialidad y
reserva de información en aquellos casos excepcionales cuya divulgación esté
prohibida, por razones del superior interés público, de modo expreso y temporal.

9. Denunciar ante la autoridad competente y rechazar cualquier actividad contraria


al correcto manejo de los fondos y del interés público.

10. Tratar a los ciudadanos y a los funcionarios públicos con absoluto respeto y
con apego a la estricta legalidad, prestándole sus servicios y colaboración de
manera eficiente, puntual y pertinente, sin abusar en modo alguno de la autoridad
y atribuciones que le sean conferidas en ocasión del cargo que desempeñe.

Además en su Artículo 2°.- Se exhorta a todos los funcionarios públicos a


ajustar su conducta, en el desempeño de sus funciones, a las normas señaladas
en el artículo anterior.

5.- RELACIÓN DE LA ÉTICA SOCIAL CON LOS DEBERES DEL


SERVIDOR PUBLICO.

Los cambios políticos, entre los que destaca la implantación generalizada de


sistemas democráticos, los cambios económicos, principalmente la austeridad en
el gasto público impuesta por la crisis fiscal del Estado Social, y los cambios en la
forma de gestión del sector público, mediante la importación de técnicas desde el
management privado y la devolución de actividades hasta ahora públicas a la
sociedad civil. A éstos deben añadirse los cambios tecnológicos que han
revolucionado los instrumentos de gestión, todos estos cambios han influido sobre
el funcionamiento de la Administración y el comportamiento de los propios
funcionarios. En este sentido, los principios de ética pública deben ser positivos y
capaces de atraer al servicio público a personas con vocación para gestionar lo
colectivo, los mismos pertenecen al sentido común y traen su causa de las
exigencias del servicio público.

- Los procesos selectivos para el ingreso en la función pública deben estar


anclados en el principio del mérito y la capacidad, y no sólo el ingreso sino la
carrera en el ámbito de la función pública.
- La formación continuada que se debe proporcionar a los funcionarios públicos ha
de ir dirigida, entre otras cosas, a transmitir la idea que el trabajo al servicio del
sector público debe realizarse con perfección, sobre todo porque se trata de
labores realizadas en beneficio de “otros”.

- La llamada gestión de personal y las relaciones humanas en la Administración


pública deben estar presididas por el buen tono y una educación esmerada. El
clima y el ambiente laboral ha de ser positivo y los funcionarios deben esforzarse
por vivir cotidianamente ese espíritu de servicio a la colectividad que justifica la
propia existencia de la administración pública.

- La actitud de servicio y de interés hacia lo colectivo debe ser el elemento más


importante de esta cultura administrativa. La mentalidad y el talante de servicio, se
encuentran en la raíz de todas las consideraciones sobre la ética pública y explica,
por sí mismo, la importancia del trabajo administrativo.

- Constituye un importante valor deontológico potenciar el sano orgullo que


provoca la identificación del funcionario con los fines del organismo público en el
que trabaja. Se trata de la lealtad institucional, que constituye un elemento capital
y una obligación central de una gestión pública que aspira al mantenimiento de
comportamientos éticos.

- La formación en ética debe ser un ingrediente imprescindible en los planes de


formación para funcionarios públicos. Además deben buscarse fórmulas
educativas que hagan posible que esta disciplina se imparta en los programas
docentes previos al acceso a la función pública. Asimismo, debe estar presente en
la formación continua del funcionario. En la enseñanza de la Ética pública debe
tenerse presente que los conocimientos teóricos de nada sirven si no se
interiorizan en la praxis del empleado público.

- El comportamiento ético debe llevar al funcionario público a la búsqueda de las


fórmulas más eficientes y económicas para llevar a cabo su tarea.

- La actuación pública debe estar guiada por los principios de igualdad y no


discriminación. Además, la actuación conforme al interés público debe ser lo
“normal” sin que sea moral recibir retribuciones distintas a la oficial que se percibe
en el organismo en que se trabaja.

- El funcionario debe actuar siempre como servidor público y no debe transmitir


información privilegiada o confidencial. El funcionario, como cualquier otro
profesional, debe guardar el silencio de oficio.

- El interés colectivo en el Estado social y democrático de Derecho se encuentra


en facilitar a los ciudadanos un conjunto de condiciones que haga posible su
perfeccionamiento integral y les permitan un ejercicio efectivo de todos sus
derechos fundamentales. Por tanto, los funcionarios deben ser conscientes de esa
función promocional de los poderes públicos y actuar en consecuencia.

En este sentido, en cualquier caso, la formulación que se debe dar en estos


tiempos a la ética no puede consistir tan sólo en enunciar valores deseables o
atribuirles características ideales a los profesionales, bien sea éstos directivos o
no, sino, por el contrario, se debe ser capaz de situar de manera práctica y
efectiva, en los procesos de fijación de metas y objetivos, y desde allí impregnar
toda la cultura de la organización para que sea compartida por todos los miembros
de la misma y sirva de punto de referencia obligado para llevar adelante la gestión
cotidiana.

Las administraciones públicas deberán fomentar modelos de conducta que


integren los valores éticos del servicio público en la actuación profesional y en las
relaciones de los empleados públicos con los ciudadanos, contemplando una serie
de valores éticos que han de guiar la actuación profesional de los empleados
públicos: voluntad de servicio al ciudadano, eficaz utilización de los medios
públicos, ejercicio indelegable de la responsabilidad, lealtad a la organización,
búsqueda de la objetividad e imparcialidad administrativa, perfeccionamiento
técnico y profesional, entre otros.

La ética pública supone la enseñanza de un conjunto de conocimientos que


deben convertirse en un hábito para el funcionario. No se trata de transmitir ideas
tan interesantes como la lealtad institucional, el principio de igualdad, la
transparencia, el uso racional de los recursos, la promoción de los derechos
fundamentales de los ciudadanos, entre otros. Es imprescindible que la actividad
del funcionario esté presidida por un conjunto de valores humanos que están
inseparablemente unidos a la idea del servicio y que, facilitan la idea de
sensibilidad ante lo público, entre lo cual se podría destacar la solidaridad, la
magnanimidad o la modestia, entre otras.

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