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a la información pública y las audiencias públicas. Aquí es posible in-
tentar el desarrollo de dos modelos de Administración. Uno de ellos . M. sz,
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namiento jurídico, es decir, el origen del Derecho, su principio y su
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5sf fundamento. ¿De dónde proviene el derecho? De sus fuentes; allí nace
el Derecho. P
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El desarrollo de las fuentes es esencialmente el proceso de crea-
ción jurídica y, en este contexto, quizás el interrogante más complejo
es si el ordenamiento está integrado únicamente por las normas po-
sitivas (leyes en sentido genérico) o por otros instrumentos con valor
jurídico. `
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Cabe preguntarse entonces cuáles son las fuentes, cuál es la rela-
ción entre ellas, es decir cuál es el orden entre las fuentes del Derecho,
cuál es su alcance y cuál es su valor jurídico.
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C. NINO sostiene que “las normas que integran los sistemas jurí-
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dicos, no sólo se pueden clasificar por su estructura o contenido, sino
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también por su origen. El estudio de las distintas formas de creación
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tw de normas jurídicas se hace generalmente bajo el rótulo fuentes del
derecho...". A
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le ¿Existen los principios como fuente del Derecho Administrativo?
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.i ,Cuáles son esos principios? ¿De dónde surgen? Aclaremos que los
Sin embargo, el concepto de pirámide jurídica debe ser fuerte- , «mfim
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¿rincipios son reglas de carácter general, abstracto y de estructura
mente matizado como veremos luego y más aún tras la Constitución 3,,
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~.'Y';L:Í'¡`-i '-Éfiäì-3~ ãbierta. Así, DWORKIN, entre otros, entiende que las reglas prevén
de 1994. Recordemos cuáles son los escalones básicos del modelo ju- ”`^.Í¢. el presupuesto fáctico de su aplicación en tanto los principios son nor-
rídico actual en términos jerárquicos: Í%¡%lï,.
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* mas de textura más abierta porque justamente no nos dicen .cual es
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2. Los restantes tratados y las normas que dicten los órganos su- «
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levante en nuestro sistema jurídico vigente. ¿Por qué? Por las siguien-
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pranacionales (comunitarios y globales). . T qr,
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A) En primer lugar, el derecho positivo reconoce los principios ge-
contenidolegislativoque dicte el Poder Ejecutivo (decretos de-
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nerales como parte del ordenamiento jurídico. Así, el Código
legados y de necesidad).
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Civil dice que “si una cuestión no puede resolverse, ni por las
palabras, ni por el espíritu de la ley, se atenderá a los principios
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igualitario delas personas porque son presupuestos propios del dis- ¡._,
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curso racional y, consecuentemente, del proceso democrático. Azucarera Tacarnana” (1989) que “es preciso subrayar la importancia
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cardinal de la buena fe... Una de sus derivaciones es la que puede for-
Los principios cumplen el cometido de ordenar el modelo jurídico, iv"
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mularse como el derecho de todo ciudadano a la veracidad ajena y al
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sea la función ejercida por los poderes del Estado, tanto más les será
nistrativo nació como un conjunto de principios rectores a partir de FÃEÍ
ÉL; r requerible que adecuen aquélla a las pautas fundamentales sin cuyo
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los cuales se construyeron reglas más concretas. É?
principio del sistema democrático (arts. 36, 38, 75 ---incs. 19 y 24-- Hi. LA Consfrrrocrórv
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Cl\l); b) los principios de división de poderes y legalidad (arts. 1°, 75 y
99, CN); c) losprincipios de autonomía personal e igualdad (arts. 16 y La Constitución.-es la principal fuente del derecho y, en especial,
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mo (arts. 1°, 5°, 121 y 124, CN). W En ningún caso el análisis del Derecho Administrativo puede
prescindir de los principios y cláusulas constitucionales,
En este punto es necesario agregar los principios generales del Fef:
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Derecho Administrativo instrumentales o secundarios derivados Cabe advertir, antes de avanzar en el camino que nos hemos pro-
de los principios constitucionales generales ya mencionados y con puesto, que muchas normas constitucionales son razonablemente de
los matices necesarios para ser aplicados en el campo de nuestro co- contenido abierto y flexible. Ello es propio de cualquier texto consti-
nocimiento. Citemos, por ejemplo, el debido proceso adjetivo (art 1°, tucional y no debe confundirse con el carácter supuestamente pro-
apart. f, LPA) que es un principio instrumental derivado del principio gramático de las reglas constitucionales. Estas normas definen con-
constitucional de defensa en juicio (art. 18, CN). Ei? secuentemente el nivel de discrecionalidad del legislador en términos
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de definición de las politicas públicas pero no el alcance de los dere-
Finalmente, los principios reconocidos por el ordenamiento jurí- 1*??
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dico como principios propios y específicos del Derecho Administra-
En este contexto cabe preguntarnos cómo debemos interpretar
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la interpretación de la Constitución. Por un lado, el criterio subjetivo
(esto es, cuál ha sido la intención de los Convencionales Constituyen-
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tales y el carácter legítimo de éstas. ' tes) y, por el otro, el objetivo (es decir, el sentido que tienen los térmi-
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Creemos que para conocer el sentido del texto constitucional ein- .› » -=¬ ya
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dfé ilndeterminaciones normativas, es aquélla que mejor garantice ,la
ferir entonces sus consecuencias jurídicas, cualquiera fuese el crite-
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participación y el debate público en el procedimiento de elaboracion
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rio interpretativo que sigamos, es necesario recurrir a juicios de valor. _ W
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Por ello, ante todo, debe definirse cuál es el criterio de valory luego el L
En relación con el método interpretativo, el criterio a seguir debe
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método de interpretación del texto constitucional (objetivo o subjeti- ¿;¿;ï -wzf'
S31- dinámico y, para ello, consideramos los siguientes elementos:
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vo). Ello nos permitirá salvar las indeterminaciones del sistema nor- *Ä
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(3) el texto (interpretación gramatical o literal), (b) sus antecedentes
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mativo constitucional. En efecto, este paso es fundamental porque el >.~,'-frlxmƒ
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(interpretación histórica), (c) su sentido lógico (interpretacion logica)
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método dogmático en su concepción de corte clásico resulta insufi- ;::'r;;«~¿
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ciente para salvar las indeterminaciones del ordenamiento jurídico. -.IW, J
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¡- cas (interpretación integral) y (e) su finalidad (interpretación teleo-
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dico. C. NINO ha sostenido que el debate democrático tiene un valor l Es decir, el criterio de interpretación debe ser el de una concep-
epistemológico --toda vez que es sucedáneo del discurso rnoral- y ción objetiva, esto es, el sentido de continuidad del texto constitucio-
sólo a través de él es posible conocer cuáles son los derechos y su con- 'åfr 8*
nal según los valores actuales (criterio progresivo). - -
tenido. ¿Qué es el discurso moral? Es el método discursivo en el que
participan todos los individuos en condiciones de libertad e igualdad
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~»2›:s .¡,, La Corte dijo, entre otros en el caso ”Logitex” (1993), que la prime-
y se apoya en principios universales, generales y públicos. A su vez, la ra fuente de exégesis de la ley es su texto y, más aún, cuando éste no
participación de un mayor número de personas en el debate hace que exige esfuerzo de interpretación debe ser aplicado directamente. En
la probabilidad de acierto de las decisiones sea mayor. igual sentido, no es admisible unainterpretación que prescinde del
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texto legal. No obstante ello, las instituciones jurídicas no dependen
Es decir, el valor de los principios morales no surge estrictamente šëìrt
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del nombre sino de su verdadera esencia y, entonces, cuando medie
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del consenso sino del método discursivo o sea del discurso moral que ,W tf ~- ausencia de correlación entre nombre y realidad debe privilegiarse
describimos en el párrafo anterior. Cabe agregar que el valor del dis- , ›¿_. fa-H"
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f 'ã.`5>” esta última (caso “Horvath”, 1995). j -
curso moral y su sucedáneo (modelo democrático) consiste en que el Í' *Lori
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'Iii ley comprende, además de la armonización de sus preceptos, su co-
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Una vez definido el alcance del concepto jurídico básico de nuestro nexión con otras normas que integran el ordenamiento jurídico vi-
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ordenamiento constitucional, esto “es, el .régimen democrático, cabe -,.;~.i.
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gente. Tal principio es especialmente aplicable en aquellos supuestos
analizar los otros principios e instituciones a partir de él. Entonces, si . ;5_-.
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en los que el orden jurídico vigente está organizado en más de una ley
aceptamos el valor epistemológico del modelo democrático, tal como formal". c -
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convencionales en la medida en que el Estado argentino reconoció
cualquiera sea su índole, que el que tiene en cuenta su finalidad" y,
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la competencia de la Corte Interamericana para conocer en todos los
en sentido concordante, adujo que “en la interpretación de la norma casos relativos a la interpretación y aplicación de la Convención Ame-
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debe preferirse aquella que favorece y no la que dificulta los fines per- ricana (conforme arts. 75, CN, 62 y 64, Convención Americana, y 2°,
seguidos por la norma". A su vez, “es pertinente recordar que la inter- ley 23.054)... en consecuencia, a esta Corte, como órgano supremo de
pretación de una norma --como operación lógica jurídica- consiste \'›-
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uno de los poderes del Gobierno Federal, le corresponde -enla me-
en verificar su sentido" (caso “Ferreyra”, 2006). dida de su jurisdicción-w aplicar los tratados internacionales a que el
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país está vinculado en los.términos anteriormente expuestos".
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su vez, las cláusulas de dichos tratadosson fuente del derecho igual
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l que la Constitución Nacional. En igual sentido en el precedente “ATE”
NJ. Los natados internacionales con jerarquíaconstitucional i
ricana sobre Derechos Humanos, 4) Pacto Internacional de Derechos cial frente al orden jurídico interamericano, una serie de deberes, de
Económicos, Sociales y Culturales, y 5) Pacto Internacional de Dere- jerarquía constitucional, que se han ido consolidando y precisando
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La Corte dijo sobre este aspecto que “por lo demás, a los fines de tf-<
que violen sus derechos” (Declaración Universal de Derechos
una correcta interpretación de la Ley Suprema, no debe olvidarse que :»›;›;,¬›
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Humanos --art. 8°--), ' .,
la reforma constitucional de 1994 ha incorporado con jerarquía cons- .;,t
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¿.11« iii4 (3) “toda persona puede ocurrir a los tribunales para hacer valer
constituidos desconocer o contradecir” (”Simón”, 2005). ra
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1? sus derechos. Asimismo debe disponer de un procedimiento
En igual sentido, en el caso “Sánchez” (2005) ,el Tribunal sostuvo
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nar dichos principios, obligan a adoptar todas las medidas necesarias claración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre
para asegurar el progreso y plena efectividad de los derechos huma- --art. 18--). `
nos” y agregó que “los tratados internacionales promueven el desa- P
sobre el Derecho Administrativo. Por ejemplo, el caso “Claude Reyes y otros c. Chile” (2006). Allí la
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Corte dijo que “el art. 8.1 de la Convención no se aplica solamente a
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Entre los tratados internaciones y en relación con nuestro objeto jueces y tribunales judiciales. Las garantías que establece esta nor_ma
de estudio, cabe citar como ejemplo la Convención Americana sobre deben serobservadas en los distintos procedimientos en que los ór-
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Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica) cuyo art. 8 dice rav
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ganos estatales adoptïan decisiones sobre la determinación de los de-
que “toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías rechos de las personas, ya que el Estado también otorga a autoridades
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y dentro de un plazo razonable por un juez o tribunal competente, administrativas, colegiadas o unipersonales, la función de adoptar
independiente e imparcial, establecidoconanterioridad por la ley, en decisiones que determinan derechos”. Y agregó luego que “en el pre-
la sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella, %i
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sente caso la autoridad estatal administrativa encargada de resolver la
o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, Â? solicitud de información no adoptó una decisión escritadebidamente
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laboral, fiscal o de cualquier otro carácter”. Por su parte el art. 25.1 de Zä
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fundamentada, que pudiera permitir conocer cuáles fueron los moti-
ese mismo cuerpo normativo establece que “toda persona tiene dere- if
Mu vos y normas en que se basó para no entregar parte de la información
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cho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo .¢.:. en el caso concreto y determinar si tal restricción era compatible con
ante los jueces o tribunales competentes, que la ampare contra actos lan
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-'wz los parámetros dispuestos por la Convención, con lo cual dicha deci-
que violen sus derechos fundamentales... aun cuando tal violación ãlålniìvëï*
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sión fue arbitraria”. `
sea cometida por personas que actúen en ejercicio de sus funciones \›".~\
oficiales". ,. .
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*É IV.2. Los natados sin rango constitucional `
Otros ejemplos de normas del Derecho Administrativo en el mar-
co de los tratados internacionales incorporados en nuestra Constitu-
En un principio se planteó el siguiente debate, ¿cuál es la jerar-
ción son las siguientes:
quía de los tratados en el ordenamiento jurídico positivo argentino?
(1) “toda persona tiene derecho a un recurso efectivo, ante los tri- ¿El tratado tiene igual jerarquía que la ley? Recordemos que el art. 31,
bunales nacionales competentes, que la ampare contra actos CN, dice que “esta Constitución, las leyes de la Nación que en su con-
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secuencia se dicten por el Congreso y los tratados con las potencias ,¢.,›¬r 1-
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ello, la ejecución del laudo compete en principio al Estado Parte a tra-
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extranjeras son la ley suprema de la Nación”. _ ,Í1fÉ›.«a.»
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juicio de que el Convenio prevé que las partes puedan recurrir ante
Sin embargo, esta cuestión fue resuelta por el propio Convencional cualquiera de los Estados Parte para el reconocimiento y ejecución
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a partir de la reforma de la Constitución de 1994. En efecto el art. '75, »›,: , SÍ'la
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en su inciso 22, CN, establece de modo expreso que “Los tratados y M , W,
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concordatos tienen jerarquía superior a las leyes". Así las cosas, la ley 0 I
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cidad e igualdad y, a su vez, el respeto por el orden democrático y los
Un ejemplo de tratado internacional que incide fuertemente en el ¿fs2€@
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Derecho Administrativo es el Convenio sobre Arreglo de Diferencias - . šgfïfi-
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(1966) que creó el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias so- ï'<i 51%-¿ie?
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4» lidad de los miembros del Congreso.
El sometimiento de un conflicto ante el CIADI nace del consenti-
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dad de los miembros de cada Cámara. Es decir, en el primer caso (tra-
acuerdos bilaterales con otros países sobre promoción y protección >z-v`jit>tf~,.
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tados de integración con terceros Estados) el Congreso debe declarar
recíproca de inversiones. Estos acuerdos establecen la posibilidad de
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su conveniencia y, luego, aprobar el tratado. En el otro, (tratados de
que el inversor extranjero recurra al CIADI en caso de conflicto. ir
\ ' 3..› integración con paises latinoamericanos) el Congreso sólo debe apro-
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por caso, el principio de nación más favorecida, el trato justo y equita- 11;'
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Finalmente, cabe recordar que, según la Constitución, las normas
tivo, el régimen de expropiación y la solución de controversias. _ J'/1
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;-,>,,› dictadas por las organizaciones supraestatales en este contexto tienen
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jerarquía superior a las leyes.
Este régimen tiene especial importancia en el contexto actual de lgs s,
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nuestro pais porque los accionistas de las empresas concesionarias de w»-
r Un ejemplo es el Mercado Común del Sur (MERCOSUR) que fue
servicios públicos privatizados en la década del '90 reclaman el pago si
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creado a partir del Tratado de Asunción (1991) entre Argentina, Uru-
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9 Complementos de la ley está limitada por (a) el texto constitucio-
- Luego de esta breve introducción corresponde adentrarnos en las nal en tanto el Poder Ejecutivo no puede avanzar sobre el núcleo de
relaciones entre el régimen jurídico del MERCOSUR y el derecho in- las materias y (b) el ejercicio que, en cada caso en particular, hace el
terno de nuestro país. t
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puede hacerlo. _
El bloque normativo del MERCOSUR es obligatorio porque nues- :_¿a-{švs::›.;_=ìã::-f'"t»,l›;r;,e:.fia»:$;@;å.=re~f.«±;í=É?
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:š1;e_if-.ïWÍ~›§;5i›§$:,.`†å§=.,l§'s,r1¡›fÉE§5ri,a.=er ,
tro país delegó competencias y particularmente poderes jurisdiccio- Í ;'ƒ;ï¿::,.
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r La ley debe definirse en función de dos aspectos. Por un lado, el
nales en el marco del mandato constitucional que prevé el inciso 24 objeto material y el alcance obligatorio, esto es, la regulación de las
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del art. 75, CN. Por ejemplo, el modelo del MERCOSUR posee un sis- materias reservadas al legislador por el Convencional y cuyo cum-
tema de solución de controversias creado por el Protocolo de Brasilia
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plimiento es forzoso. Por el otro, el órgano competente, es decir el
y reemplazado posteriormente por el Protocolo de Olivos que está vi- fi
Poder Legislativo y el procedimiento constitucional para su forma-
gente desde el año 2004.
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seg' , ción y aprobación. H `
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De modo que ley es toda norma obligatoria dictada por el Congre-
lar, las disposiciones dictadas por éste, son fuente del Derecho Admi-
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so sobre materias propias a través del procedimiento específico que
nistrativo local con rango superior a la ley pero inferior a la Constitu-
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prevé la Constitución. Quizás conviene decir con más claridad que
ción. ' a.›;_ el legislador debe necesariamente regular el núcleo de las materias y
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que puede o no regular, según su discreción, el detalle o pormenores
quecompleten ese núcleo.
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(b) el decreto no tiene un campo propio e inescrutable por la ley, (c) la . ,,,›¿ '“E9i
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1'-š'3>§*ï'^?te',"Í¢$§*.}W,Í En el Estado moderno se reconoció el valor absoluto de la ley y el
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ley puede regular incluso los detalles, de modo que excluye el poder legislador, sin perjuicio de que el Ejecutivo se configuró como una
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reglamentario del Poder Ejecutivo, (d) la ley prevalece sobre el regla- 3 , ¿pl ~
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fuente autónoma de producción de normas con sujeción a las leyes.
mento y por tanto éste no puede contradecir la ley y (e) la ley puede ¿~¢'.ra:
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indicarle al Presidente en qué términos o con qué alcance ejercer el rteje I En este contexto, cabe aclarar que la potestad reglamentaria es el
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V.2. El reglamento Y :Á }ï¿«.f_
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En nuestro país el modelo es el reconocimiento de poderes re-
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glamentarios propios en el presidente por mandato constitucional y
Los reglamentos son actos de alcance general, abstracto y obli- _
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poder constitucional o legal. É;*'~›w
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art. 86 del texto constitucional anterior a la reforma de 1994. En otras
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lei;
dimiento constitacionai o legal. ' 1%
palabras, la Constitución de 1853 estableció un poder presidencial su-
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'fifšìì mamente lirnitado. "' C
Además, debemos mencionar especialmente el alcance sub legal
de los decretos, es decir, su sujeción a las leyes del Congreso y, por 1 i<;'::,,
. lrgía
Detodos modos, más allá del texto constitucional, se produjo entre
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supuesto, al texto constitucional y los tratados. Dicho en otras pala- L nosotros una hipertrofia de la potestad reglamentaria del presidente.
-11'.
bras, los reglamentos, salvo aquellos con rango legislativo (decretos Así, es fácil advertir que este poder tuvo un proceso expansivo. Por un
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delegados y de necesidad) deben subordinarse a la ley. Más simple, los lado, en el aspecto cuantitativo, por caso el Poder Ejecutivo dictó cada
decretos están por debajo de las leyes. f
_ jes,
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vez más decretos. Por el otro, cualitativo por la incorporación de los
e. V, decretos de contenido legislativo y su incidencia en el sistema institu-
En síntesis, en nuestro ordenamiento jurídico el reglamento sólo cional y consecuente desequilibrio entre los poderes.
puede abarcar el ámbito secundario que dejó librado la ley y, además, si
no puede contradecir o derogar las disposiciones legales o suplir la También debemos señalar que otro fenómeno típico del modelo
ley en caso de omisión del legislador. -
le
l institucional en nuestro país es la dispersión subjetiva de la potestad
l
reglamentaria toda vez que, además del Presidente, los órganos infe-
El reglamento debe ser dictado por el órgano constitucionalmente riores también dictan normas reglamentarias. l
competente y con absoluta observancia de las normas de rango supe-
rior (leyes) pero, además, su validez depende del respeto por los prin- Luego, el cuadro constitucional se modificó tras la reforma del
cipios generales del Derecho. año 1994 incorporándose los decretos de contenido legislativo en el
marco de las potestades reglamentarias del presidente. Así, el funda-
Sin perjuicio de ello, cierto es que el papel central del legislador mento de la potestad normativa del Ejecutivo, luego de la reforma de
ty la ley fue cediendo paso frente al Poder Ejecutivo en el proceso 'F
L, 1994, es el propio texto constitucional (arts. 99, incs. 2 y 3, y 76) que
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de producción de las normas a través de las transferencias de com- il reconoce expresamente en el Poder Ejecutivo las facultades de dictar
petencias legislativas de modo directo; o indirecto (delegaciones) y el decretos de ejecución, delegados e inclúsive de necesidad. Es decir,
reconocimiento del poder de legislar en el propio Poder Ejecutivo por el Presidente no sólo dicta decretos sino también leyes en casos de
medio de decretos de necesidad. excepción. ~
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i/"i.i. ios tipos de reglmnentos
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los detalles de la ley no constituye una zona de reserva propiamente
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,. ;lf~, .ey dicha toda vez que aún en tal caso el Congreso puede incluiren el tex-
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t lflìšíff to legal los detalleso particularidades de la materia reglada junto con
En primer lugar es necesario definir los distintos tipos de regla- ;f,l¦`¿`1Í
sus aspectos más densos.
mentos porque, más allá de las razones simplemente didácticas de las LÉÍE
clasificaciones, el régimen constitucional y legal es diferente. ¡E11
La Constitución establece, entonces, dos centros de producción
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ss- normativa (el Congreso y el Ejecutivo) que potencialmente concurren
En general, se distingue entre los siguientes tipos de reglamentos:
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~-,-.. 1-' regulación de las materias depende también de la decisión del legis-
de necesidad y urgencia. , ¿fa
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lador que, tal como ya hemos dicho, si asilo resuelve puede agotar su
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regulación con las particularidades, circunstancias o detalles (campo
VL2. Los reglamentos autónomos. La zona de reserva de la Ad- :†:",
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periférico). . i j
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_; Aclaremos que lós reglamentos autónomos no son reglamentos de
Cabe aclarar que nos estamos refiriendo al ámbito de 'regulación wlrip
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ejecucion sino normas de alcance general sobre materias que no pue-
estatal, es decir, la potestad del Estado de regular por medio de nor- den ser reguladas por ley sino sólo por el Poder Ejecutivo en sus as-
mas de alcance general, abstracto y obligatorio ciertos campos mate- “V
`~*_¿;-¬\.-
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jecutivo el ejercicio de potestades legislativas sólo en situaciones de
El Poder Ejecutivo no tiene una zona de reserva propia en ma- .
,.,,,,,, Íšå§p;1(ïn._Ptår otra parte, las facultades constitucionales a las que se
teria normativa. Esto significa que el ejercicio de las actividades de ,
nes d Bdfiïlta .o mandato -Í-mc. 1, art. 100, CN-- comprenden funcio-
regulación del Presidente está limitado por el núcleo que es definido ..; M,
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1 , ela minrstracion o ejecucion material y no de ordenación y re-
por el legislativo en todos los ámbitos materiales. Más aún, la potestad
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Por tanto, cabe concluir que el Poder Ejecutivo no tiene una zona If"
nada si penden del bloque de legalidad integrado, entre otras normas,
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mos o independientes. iE'r«`
ia;
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En la práctica los decretos autónomos --más allá de nuestro re- lof-
VI.-fi. Los reglamentos de ejecución
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chazo-- han sido dictados en ciertos casos particulares. Por ejemplo,
la creación de entes autárquicos. Más recientemente, cabe citar cier- gl.
Los reglamentos de ejecución son los actos que dicta el Ejecutivo
tos decretos dictados por el Presidente que han retomado el concepto É, ,
rm. '
$1 .
con el propósito de fijar los detalles 0 pormenores de las leyes sancio-
de reglamentos autónomos, por caso, las disposiciones sobre el régi- 1311:;
nadas por el Congreso, es decir, las reglas de carácter general, abs-
men salarial en el sector público. ¿ir
tracto y obligatorio pero con ese alcance periférico. 1
Elm, '
ìãïr
Sin embargo, también es cierto que el legislador ha avanzado y Si tuviésemos que graficar estos dos centros normativos (ley y re-
regulado estas materias por ley. Asi, por ejemplo, las leyes sobre el ré- la
la r š
glamento) debiéramos dibujar dos círculos (llamémosles centraly pe-
fs?
gimen jurídico de los agentes públicos y el procedimiento adminis-
riférico), el del centro es la ley que compete al Congreso y el otroes el
trativo. 1::;›;
Poder Ejecutivo. Así, los reglamentos internos del Ejecutivo sólo pue-
tades. ¿Cuál es ese límite? Este consiste en la prohibición de alterar el
den reglar su propia organización.
'fi 2
sabilidad y ejercicio de la Iefatura de la Administración Pública en nes que sean necesarias para la ejecución de las leyes de la Nación,
ya
_ «Í-†~
(art. 99, inc. 2).
cas, derechos y obligaciones de las personas.
Dicho esto, debemos detenernos en el deslinde de competencias
En verdad es más exacto utilizar, según el contenido que le hemos ãntre los Poderes Ejecutivo y Legislativo respecto de las potestades
l .-.
dado, el concepto de decreto interno y no independiente porque su ff; 1 e regular las materias. Es decir, cual es el ambito material de la legis-
ámbito material es limitado debiendo situarse por debajo de las leyes acion y su extension y cual el de la reglamentación. Esta separación
y sujetarse necesariamente al bloque normativo. debe realizarse básicamente a través de la definición de los conceptos
es
de nucleo por un lado y complemento por el otro. Estos conceptos
En conclusión, el ámbito del Ejecutivo comprende las potestades ›¢<;
_ por mandato constitucional o haya sido objeto de regulación por el El alcance de la ley es ilimitado y por ello podemos afirmar que
legislador. ' r _- ej campo de actuación del reglamento es residual y limitado, según
' Cabe agregar que en cierto sentido estos reglamentos también re- l e alcance de la ley en cada caso particular. El complemento de la
`r
visten carácter ejecutivo, entendido como complemento de otra nor- ley es un ambito de regulación que el legislador, resuelve llenar o no
ma superior, toda vez que si bien no están sujetos a una ley determi-
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discrecionalmente, de manera tal que el Ejecutivo sólo puede regular
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mediante el reglamento los intersticios que deja aquél al ejercer sus , ,re
no puede fijarse según criterios absolutos sino que su relatividad de-
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potestades normativas. 'fr ì%Í
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tn-
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der Ejecutivo los detalles del núcleo, tal como ocurre habitualmente, l»í›«4x
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empleo público. En efecto, el grado de vacio legislativo y consecuen-
entonces el Ejecutivo puede dictar los decretos reglamentarios y ello te relleno del Ejecutivo puede ser mucho más amplio en este último
es así por disposición constitucional, y no en virtud de una autoriza- - "g" ,
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nes que sean incompatibles con los fines que se propuso el legislador,
25%
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.
sino que solo pueden propender al mejor cumplimiento de sus fines".
En caso de que el legislador fije los pormenores en el propio texto › Y, en el caso puntual, afirmó que “es evidente que el art. 4 del decre-
legal, su regulación alcanza rango legal de manera tal que el Ejecutivo wn *ii-
É.
to 395/92, al establecer que las licenciatarias no estaban obligadas a
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no puede luego modificar o derogar la ley ni siquiera en los aspectos -;
\,,~,_~›_V1.=v.,\-=.-_<W\ '. .-MA
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emitir los bonos de participación en las ganancias, desatendió la fina-
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de detalle. Por eso es claro que el Ejecutivo sólo puede ejercer sus po- . L
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en "lf?ï.” Í_§_â.å.ìilå -§;š¬Í§i_«W
lidad de proveer al mejor cumplimiento del mandato legal contenido
testades reglamentarias, esto es, dictar los decretos de ejecución, en 1):-j
en el art.- 29 de la ley 23.696 [emitir bonos de participación en las ga-
1,;
caso de que el legislador deslegalice las materias. - - V rr,,
r nancias], en la medida en que no sólo no se subordinó a la voluntad
,, W,
, . ›j,¶¢~ del legislador allí expresada en forma inequívoca ni se ajustó al espíri-
Cabe agregar que el limite constitucional de la potestad reglamen- , iåt.
tu de la norma para constituirse en un medio que evitase su violación,
taria del Ejecutivo, o sea, el hecho de no alterar el espíritu de la ley con
sino que --por el contrario-« se erigió en un obstáculo al derecho re-
excepciones reglamentarias debe interpretarse en los siguientes tér- -A e
conocido alos trabajadores, frustratorio de las legítimas expectativas
minos (a) el decreto no puede modificar, derogar o sustituir la__ley so ¬- :zw
..-,r
~ as,
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que poseían como acreedores". P t
pretexto de reglamentación y, además, (b) el presidente debe observar
el trámite que prevé la Constitución. ";
_ Examinado ya el ámbito material de la potestad reglamentaria del
I J!-
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¬_ Ejecutivo, resta analizar con mayor detalle y precisiónsuámbito sub-
El reglamento sólo debe incluir aquello que fuere imprescindible ' V P:
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jetivo, es decir, el organo titular de su ejercicio. Si bien es cierto que el
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para la aplicación, ejecución, desarrollo o interpretación de la ley. fša'
Presidente conserva el poder de dictar los reglamentos de ejecución,
Es decir, las disposiciones reglamentarias deben limitarse a esta- según el inciso 2 del art. 99 de la Constitución Nacional, el Iefe de Ga-
blecer normas cuyo contenido sea la explicación, interpretación, acla- ›j.
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binete a su vez expide los reglamentos que resulten necesarios para
ejercer las facultades que reconoce a su favor el art. 100, CN, y las que
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ración y precisión conceptual de la ley de modo de lograr- la correcta .='F»~.
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tivo, en los órganos inferiores de la Administración y entre ellos los
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73 _ H Caaiogsj. BALBÍN si si ;?ì«;=§a;»Éi,-†., ¿
-_,. V,/liz;
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del art. 99, CN, para reglamentar las leyes sancionadas por el Con-
ministros. A su vez, el Poder Ejecutivo (si la ley asilo establece al me- , ãw»
r Mi
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greso. No se trata pues de una competencia legislativa asumida por
nos con carácter genérico) puede delegar en cada caso en particular ., ï'É`v€'š el Ejecutivo en razón de una habilitación legal, sino de una facultad
el poder de fijar los detalles o pormenores de la ley ya sancionada por ig,
.-,if
:eg propia del Presidente y de rango normativo por debajo de las leyes.
el Congreso. M”,
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Iv`«`.Í;. Por su parte, los decretos delegados son de naturaleza legislativa
De todos modos, el ejercicio de la potestad normativa por una ha- , FM
ÉÍÍJ y dictados por el-Poder Ejecutivo en virtud de una transferencia de
bilitación legal en los organos inferiores no puede, en. ningun caâoi zi
_@ if?-,
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competencias del legislador.
tachar o limitar la potestad reglamentaria y el poder jerarquico e , `§;`¿=.
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Presidente. j 11
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Así, los decretos de ejecución reglan los detalles de la leyy los de-
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En síntesis, y según li-.ernos expuesto, el poder reglalmentaiäo de ,ir cretos delegados regulan cuestiones sustanciales de acuerdo con las
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bases que dé el propio legislador y en sustitución de las competencias
los órganos inferiores de la Administracion no tiene 'el a cpncel e un Mi
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reguladas por el Presidente por decreto. Entramos aqui en un campo šf:
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Por su parte los tribunales consideraron durante mucho tiempo
claramente distinto del anterior, es decir, el campo legislativo. Aqui sz.- .
que los decretos delegados eran de carácter reglamentario y que no
debemos distinguir entre la ley de delegación (transfiere competen- â
alteraban el espíritu de las leyes. En conclusión convalidaron las dele-
l
cias legislativas) y el decreto delegado (ley dictada por el Ejecutivo en gaciones desde 1929 hasta 1994, salvo pocos casos de excepción. t
iria
virtud de la ley de delegación). $5;
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1-X@ ;
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art. 99--, CN. Más aún, la Corte negó muchas veces y expresamente
el ámbito normativo del Ejecutivo, exceptuandose asi del sistema or- ¿ei
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la delegación de potestades legislativas. Sin embargo, por otro lado,
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legislativos.
ljgàg:
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dos. ¿Cómo es posible, entonces, justificar en ese marco normativo
-25
Antes de continuar con la descripción del régimen propio de los af constitucional las transferencias de potestades desde el Congreso en
Érr
decretos delegados, conviene distinguir conceptualmente entre es- Ai
if
'el Poder Ejecutivo? Si modificamos y corremos el límite entre ley y
tos y los reglamentos de ejecución. es decreto ensanchando irrazonablemente el campo del decreto y redu-
ciendo la ley, entonces es posible de modo oblicuo justificar delega-
Estos últimos, tal como sostuvimos anteriormente, son los que ciones bajo el ropaje de los decretos reglamentarios.
dicta el Presidente en ejercicio de las competencias que preve el inc. 2 l,,',¿,
=êÍ2f=.ã\1i_%),
desde entonces (con contadas excepciones como ocurrio con e pre- “Delfino”, 'Í/irpemar” y “Cocaína”, entre otros), durante esteperiodo
líifc;
' l el Tribunal sostuvo que las leyes de delegacióny los decretos Éåï,
L1?, - departamento de la Administración, ninguna de las atribucio-
la
5'
feridos y que, desde luego, no existe propiamente delegación
l
mas de law' dellllé islador a favor del Poder Ejecutivo también previstas por el legislador; - - _ '
tzst'»ia-:
2?;
ii-tf
(ri:
iii
. I . 1 I I
al espíritu de la norma reglamentada o sirvan razonablemente
Cabe recordar tambien que el Tribunal ya adV1r't10 611 91 C330 am :wn
iii;
i "f a la finalidad esencial que la ley persigue aun cuando no hubie-
citado “Delfino”, aunque curiosamente no lo reitero en los fallos pos- Fri-
¦f~r sen sido previstas por el legislador de modo expreso. También
teriores a pesar de su trascendencia, que es realmeniie difícil discernir 1%'
,,,. _
lfflv;
«vi
- or mandato cons-
mentarias. En efecto, ambos poderes concurrélï Pt n un alcance H
.._-
¿ff
D) sin embargo “no es lícito al Poder Ejecutivo, so pretexto de las
ümçiønal para reglar una materia pero, obviamen e, co F?,
F
la facultades reglamentarias que le concede el art. 86,-inciso 2,
diferente y complementario. de la Constitución, sustituirse al legislador y por supuesta via
i . . › H ' z en el reglamentaria dictar, en rigor, la ley”. También expresó que “si
La Corte introdujo, en su linea argumental por pr1_m€šÍ«ni;€ m ias
.D-3
:ir-
x..
»_
que respeten su espíritu, ya que en caso contrario pueden ser
que luego sería repetido insistentemente en sus resolucioneslpostc-
invalidados como violatorios del art. 86, inciso 2, de la Consti-
riores pero cada vez con menos contenido, es decir, mas vacio y sin I »J
«« tución Nacional". l
sentido. mm
-_ , l ' eni o
1%
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distinguir en qué casos el decreto altera el sentido de las leyes y en
chia” intento reformular esos conceptos dandole nu€V0 COHÍ Íï
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Sin perjuicio de ello, cierto es-que el Tribunal convalidó de modo ==- 4~-cr -r
›:“›*':¿›;,.-.r , ›
fa nales que nos permite integrar el modelo jurídico en términos razo-
indirecto delegaciones cada vez más amplias de facultades legislati- ¬:<:ï«s»-
M,r šuW` N
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nables, profundos y coherentes. El principio rector, tal como ya diji-
vas en el Presidente encubriéndolas como simples detalles de las leyes møg, es el sistema democrático y en particular éste como sucedáneo
;
dictadas por el Congreso. :ás: del discurso moral, esto es, su valor epistémico. En consecuencia, la
La reforma constitucional de 1994 introdujo otro escenario. ¿Qué .~.`.a;› interpretación más razonable conforme el principio democrático es
dice la Constitución actual sobre los decretos delegados?
' “çãïšz
=í,;,'" 'lš r aquélla que favorece la participación del Congreso en el proceso de
rf;“%i¿:*;if›*F`l.
las regulaciones. ' A j
El texto constitucional dispone que “se prohíbe la delegación le- 'J `~Ía1.
¬_..«g," i
gislativa en el Poder Ejecutivo, salvo en materias determinadas de ad-
4 šìï En otras palabras, la Constitución exige los siguientes requisitos
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4 l«
ministración o de emergencia pública, con plazo fijado para su ejer- F1v fïåzn
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para la constitucionalidad de los decretos delegados:
cicio dentro delas bases de la delegación que el Congreso establezca" ¡ïïã i
..,¬~1l'
1) El requisito material: las materias determinadas de adminis-
(art. 76, CN). ~
tración o emergencia pública.
Por su parte, el Iefe de Gabinete debe “refrendar los decretos que -Mi - ›
,
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i||›~3,1!
., .
1Í`r- .
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En cuanto a la definición del concepto de administración, veamos
ejercen facultades delegadas por el Congreso, los que estarán sujetos jgïjïí,
› ' ¦:›¿¿~ .
j ..,.»¿¿¿, en primer lugar cuáles son las materias prohibidas. i
al control de la comisión bicameral permanente" (art. 100, inc. 12, * -1 :Ea P .
CN). ~
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- :W ..
1» ..=
Asi, las materias prohibidas en el ámbito de las delegaciones le-
».i>›r
› M »L»«››,» ›
Por último, la Constitución establece que “una ley especial san- gislativas son las siguientes: 1) las cuestiones penales, tributarias,
cionada con la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de
M electorales y de partidos politicos están excluidas de las delegaciones
› E1
Cabe “aclarar que en el texto del art. 76, CN, igual que en tantos Hasta aquí hemos definido cuáles son las materias que no pueden
ri
otros, existen indeterminaciones. Por ello es necesario recurrir a los ser objeto de delegación del Congreso a favor del Poder Ejecutivo (las
13
principios y método sobre interpretación de las normas constitucio- materias prohibidas). Sin embargo, nos faltatanalizar cuáles son las
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84 CARLOS F. BALBÍN T›
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estado de necesidad al que hay que ponerle fin.
Según nuestro criterio las materias de Administración son aqué-
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2) El requisito subjetivo y deformara el órgano competente y el trá-
materias en las que el Estado es parte, esto es, las situaciones jurídicas ¿pi
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; .;,Liv xa,2
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= 4. Ejecutivo. W
tades propias del Presidente, su regulación debe hacerse por medio -Q
rev
de decreto reglamentario del Ejecutivo y no por medio de decretos El Presidente no puede subdelegar las potestades legislativas dele-
delegados. j - .y
9':.
Q gadas por el Congreso en los órganos inferiores del Ejecutivo. Es más,
aun cuando el Congreso autorice expresamente la' subdelegación de
Dicho esto, debemos preguntarnos sobre el alcance del concepto df
“Á”
las facultades legislativas por el Presidente en los órganos inferiores
de emergencias públicas que autoriza al Poder Legislativo, en razón
tëz_l.ifïWt creemos que este cuadro es inconstitucional. En otras palabras, la ley
de las situaciones de hecho excepcionales y extraordinarias, a delegar
de delegación -no puede autorizar al Presidente a trasladar las compe-
competencias propias en el Ejecutivo.
tencias materialmente legislativas en sus órganos inferiores.
se
de legalidad, las mayorías o procedimientos especiales, las potestades torización del Congreso. - ' '
legislativas de control, las competencias materialmente administrati-
vas y los actos complejos, entre otros). Luego, el resto de las materias i Elotro aspecto es si el Congreso puede delegardirectamente sus
(residuo), es parte de las cuestiones que sí puede delegar el Congre- facultades en los órganos inferiores de la Administración. Aquí cabe
so en el contexto de las emergencias. le ~'.
recordar que la Corte convalidó la subdelegación de facultades legis-
i i-se-. lativas en los órganos inferiores en el precedente "Comisión Nacional
Es decir, aquí no existe contenido positivo (materias comprendi- ft
Ȥt:
¿ii de Valores c. Terrabusi” (2007).
das en el concepto jurídico de emergencias). Por ello, la emergencia es
un concepto residual a diferencia de la administración en los térmi- .g..
§
.ve-±
En cuanto al trámite constitucional debemos señalar que, por un
2:,
nos del art. 76, CN. En otras palabras, el estado de emergencias es una “-A
lado, el procedimiento que debe seguir la ley de delegación es el trá-
situación de hecho que comprende cualquier materia, esto es, todo mite de formación y sanción de las leyes que establece el Capítulo V,
el círculo de materias salvo aquéllas vedadas por una interpretación de la Sección Primera, Título Primero, Segunda Parte dela Constitu-
integral del texto constitucional. ción. _
$.
sf”.
Cabe agregar que el título de emergencia ha sido desarrollado ex- ' Por el otro, ¿cuál es el trámite de los decretos delegados? Los de-
tensamente por la doctrina de la Corte. En efecto, este Tribunal ha di- cretos delegados deben ser firmados por el Presidente con el refrendo
cho que la emergencia abarca un hecho cuyo ámbito terriporal difiere del Iefe de Gabinete y los ministros del ramo. En particular, el art. 100,
según las circunstancias modales de épocas y sitios., Ese hecho que CN, inc. 12, dispone que el Jefe de Gabinete de Ministros refrende los
sobreviene es una situación de corteextraordinario que gravita sobre decretos sobre facultades delegadas por el Congreso.
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A su vez, el Iefe de Gabinete debe elevarlo a la Comisión Bicame- taria delegada que el Ejecutivo puede regular mediante los decretos
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plazo en qué debe hacerlo. i “sk ;§*.Éí, las materias legislativas delegadas y el fin que se persigue, esto es, los
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` De modo que el legislador debe, por un lado, fijar las materias y
Las leyes de delegación deben comprender las basesy el plazo para
el ejercicio de las potestades delegadas. ¿Qué son las bases? El legis- i.›~,..
los aspectos específicos a delegar y, por el otro, los principios y cri-
lador debe fijar el objeto (materias) y el alcance de éste. ¿Cómo se fija ` ;,=,›2 terios básicos que debe seguir el Poder Ejecutivo, entre ellos el fin
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este alcance? Por medio de las reglas para el ejercicio de las compe- JW; perseguido por el legislador.
0-'›-' .
tencias delegadas, esto es, los mandatos de hacer (obligación de hacer .W "R§f«›r-'«_iW“i En síntesis, las bases son el contenido, extensión y, además, el fin
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según el modo, tiempo y lugar) y, en su caso, no hacer (prohibición de W»
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cional, el plazo para el ejercicio de las potestades delegadas, es decir,
tado de las normas de delegación, es decir, los principios y criterios lsåålf
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el Presidente sólo puede dictar los decretos delegados dentro de ese
que debe seguir el Poder Ejecutivo enel ejercicio de las potestades 45;;
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término. _
legislativas delegadas. Así, las bases son el conjunto de directivas pre- L5
cisas, singulares e inequívocas, sin perjuicio de que el Ejecutivo pue- _ ¡wm
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Qu Y l Si la ley no establece tiempo entonces es, sin dudas, inconstitucio-
da optar entre dos o más regulaciones plausibles en el marco de las jr
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nal. Cabe sí aclarar_,que el plazo puede ser expreso o implícito pero en
delegaciones.
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ambos casos debe ser preciso con respecto a los términos de inicio y
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fines del período de su ejercicio. .
La ley de delegación no sólo debe autorizar al Ejecutivo a regular ›
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las materias delegadas de diferentes maneras sino que fundamental- á
A su vez, el plazo de delegación que prevé el art. 76, CN, sólo com-
menteldebe fijar los limites que aquél debe respetar en el ejercicio de
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« prende eltérmino temporal en que el Presidente puede dictar decre-
las potestades transferidas.
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tos delegados perd no el plazo de vigencia de éstos en el marco del
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ordenamiento jurídico.
Entonces, las bases legislativas circunscriben el objeto material
del decreto delegado y, a su vez, definen especialmente cómo el Eje- Siguiendo con nuestro razonamiento cabe preguntarse cuál es
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cutivo debe regular ese objeto. la incidencia de las delegaciones de facultades respecto del ejercicio
simultáneo de esas mismas potestades por el Congreso, esto es, con
En verdad las bases son sumamente importantes porque, por un P"
,a igual ámbito material y temporal. Es decir, el legislador ¿debe inhibir-
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nente y el pleno de las Cámaras. ,
En síntesis, el legisladordebe precisar la materia y, a su vez, las .5-
cuestiones o aspectos puntuales. Dicho en otras palabras, el legisla- Es sabido que en nuestro ordenamiento constitucional existe un
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doble control. Por un lado, el control judicial mediante el debate de
dor debe contestar los siguientes interrogantes ¿cuál es concretamen-
te la materia delegada? ¿Cuáles son las cuestiones relativas a la ma- casos concretos y, por el otro, el control legislativo. _
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las representaciones políticas de cada Cámara, ejerce el control de los 1 `r.'§
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decretos delegados. A su vez, “una ley especial sancionada con la ma- . :.
››-<....= †:»›;, f las bases de la delegación no pueden ser reglamentadas por el
yoria absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara regu; ^. ~ H.
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ticas. Los integrantes duran “en el ejercicio de sus funciones
el control del Congreso es previo o posterior. , . ›«::;
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hasta la siguiente renovación de la cámara a la que pertenecen
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al _ legación, así como también al plazo fijado para su ejercicio" en
En segundo lugar, el alcance del control que ejerce el Congreso ~,N: 5\š¿lLg-'
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el plazo de diez días. Vencido ese término sin quela Comisión
debe ser el mas amplio porque el principio rector es el papel central ..¿,_
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hubiesecumplido ese mandato, “las cámaras se abocarán al
expreso e inmediato tratamiento del decreto de que se trate de
del legislador en el proceso de formación de las leyes.
conformidad con lo establecido en los articulos 99, inciso 3, y
82 de la Constitución Nacional".
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terior porque el sentido de este instituto es que el Ejecutivo dicte nor- (Jl,
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En efecto, la Comisión debe remitir su dictamen en el plazo de
mas de contenido legislativo por su celeridad e idoneidad, sin perjui- _ ';,š.
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l. El decreto delegado tiene plena vigencia desde su publicación, las Cámaras deben darle tratamiento expreso e inmediato.
según-,el art. 2° del Código Civil. Es decir, el decreto es obliga- La ley agrega que “las Cámaras se pronuncian mediante sen-
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torio desde su publicación “y desde el día que determine". Y f
das resoluciones” y que “cada Cámara comunicará a la otra su
el mismoprecepto agrega luego que 'fsi no designan tiempo, *K
5?' pronunciamiento de forma inmediata”. Así, luego del trámite
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por ante la Comisión o vencido el plazo, las Cámaras deben 4", Por nuestro lado, entendemos que el legislador debió prever el
analizar el decreto y expedirse sobre su validez.
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plazo en que el Congreso debe expedirse y en caso de vencimiento
de éste, interpretarlo como rechazo del decreto. A su vez, el rechazo
El Pleno no tiene plazo para expedirse sino que el legislador (expreso o implícito) de cualquiera de las Cámaras debió entenderse
simplemente nos dice que el Congreso debe “darle inmediato y e-«=
como rechazo del propio decreto, más allá del criterio de la otra Cá-
' expreso tratarniento”; RM.
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mara. Sin embargo, la ley 26.122, tal como explicamos en los párrafos
anteriores, siguió otro camino.
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el art. 82, CN, y contar con el voto de la mayoría absoluta de los En cuanto a los efectos del rechazo del decreto por el Congreso,
cabe señalar que si la ley de delegación no cumple con los recaudos
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del Congreso relativas a la derogación de normas de caracter bre el decreto y su validez. En este contexto, el Congreso no puede
legislativo emitidas por el Poder Ejecutivo”. liar:
invalidar el decreto por los vicios de la ley de traspaso de potestades
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nen plazo para expedirse sobre la validez de losdecretos delegados N Creemos que el efecto, en caso de invalidación del decreto por el
y que mientras tanto éste sigue vigente sin solucion de continuidad, W
Congreso (inconstitucionalidad), debe ser retroactivo, nulificando
creando derechos y consolidando situaciones juridicas. Ademas, el
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W las relaciones jurídicas nacidas bajo su amparo. Es decir, el efecto de
decreto sólo puede ser rechazado por mandato expreso de ambas Cá- su extinción comprende el pasado. Por el contrario, si el Congreso no
l'H3.lÍElS . _ M comparte el modo ¿en que el Ejecutivo ejerció las competencias 'dele-
gadas, sin perjuicio de haberlo hecho en el marco de legalidad consti-
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ramente que el rechazo del decreto delegado, sin distinguir entre sus
motivos (validez u oportunidad) ni clases de nulidades (absolutas o
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adquiridos, es decir, efectos no retroactivos) y las consecuencias en el La Corte se expidió después de la reforma constitucional de 1994
Supuesto de desacuerdo entre las Cámaras (continuidad del decreto).
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por primera vez y en términos claros respecto del alcance e interpre-
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LAS FUENTES DEL DERECHO ADl\/l_ll\llSTRATlVO 93
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tación del nuevo art. 76, CN, (delegación de facultades legislativas) la
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ï 105 decretos delegados y cómo debe interpretarse el modelo constitu-
en los autos "Provincia de San Luis c. Estado Nacional” (2003). Más ` cional en este aspecto. r
adelante la Corte se pronunció en los casos ”Selcro” (2003), "Mexicana r if_,f ;m`
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En el primer caso (“Provincia de San Luis”), los jueces sostuvie- la ley 25.737, en tanto autoriza a la Jefatura de Gabinete de Ministros a
ron que la ley 25.561 de emergencia delegó en el Poder Ejecutivo el _
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fijar valores o escalas para determinar el importe de las tasas sin fijar
ejercicio de ciertas facultades con múltiples limitaciones, a saber, a) el f;
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al respecto límite o pauta alguna ni una clara política legislativa para
ámbito material de emergencia (materia social, económica, adminis- ...«.
el ejercicio de tal atribución", b) “ni un decreto del Poder Ejecutivo ni
trativa, financiera y cambiaria), b) el plazo (hasta el 10 de diciembre _1_'-.ÍÍ
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una decisión del Iefe de Gabinete de Ministros pueden crear válida-
de 2003) y c) los fines a cumplir (entre otros, el reordenamiento del sis- .z "
mente una carga tributaria" y, finalmente, c) “no pueden caber dudas
tema financiero, bancario y cambiario, la reactivación de la economía en cuanto a que los aspectos sustanciales del derecho tributario no
y el mejoramiento del nivel de empleo). tienen cabida en las materias respecto de las cuales la Constitución
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Nacional ...autoriza, como excepción y baj o determinadas condicio-
En particular, la ley dispuso queel Presidente “dispondrá las me- nes, la delegación legislativa en el Poder Ejecutivo." 2
didas tendientes a preservar el capital perteneciente a los ahorristas .If-lg
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había habilitado a actuar para afrontar la crisis, con la limitación de miento y uso de pasarelas) revisten el carácter de precio y, por tanto,
preservar el capital perteneciente a los ahorristas". En el mismo sen- “su determinación no estaba sujeta al principio de legalidad en mate-
tido, agregó que “la legislación de referencia sólo ha permitido la pe- ~¬¢
Por último, cabe recordar que si bien en el caso “Bustos” (2004) la Sin embargo, otras tasas (protección al vuelo y apoyoial aterrizaje)
Corte volvió sobre sus propios pasos respecto de la constitucionalidad constituyen verdaderas tasas en tanto “el Estado organiza esos servi-
-del corralito y pesificación, cierto es también que no dijo nada sobre cios en vistas de finalidades sustancialmente colectivas, constitutivas
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les del tributo...”. 'V mi
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En particular, respecto del primero de los argumentos, el Tribunal
Este caso es sumamente interesante porque el punto en debate 223
afirmó que el ejercicio de la abogacía (privada o en representación del
por el Tribunal es la distinción entre los aspectos sustanciales y se- .i fs
'_¡_§_›¿›'. Estado) “ha sido materia reglada por el Congreso desde los orígenes
cundarios de los tributos. Así, puntualmente el tema controvertido es G mismos de la organización nacional”. Además, el texto de la ley 23.187
el siguiente, ¿el poder de fijar las tasas aeroportuarias en dólares es- ;“§Í
no distingue entre abogacía pública y privada. En consecuencia, no se
tadounidenses, en tanto el Congreso autorizó alEjecutivo a emplear ir ' *sr
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trata de una materia cuya-regulación sea una facultad propia y exclu-
una divisa internacionalmente aceptada como medio de pago, es un Wi@
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-al siva del Presidente.
aspecto sustancial o simplemente secundario del tributo creado?
Tengamos presente que si este aspecto es sustancial, el legislador no \. ini
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Luego, la Corte analizó si el decreto en cuestión puede estar jus-
puede delegarlo por tratarse de tributos.
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tificado en el marco de las facultades delegadas en el Poder Ejecutivo
por el art. 1°, inc. f) de la ley 25.414. Al respecto, el Tribunal dijo que
El voto mayoritario sostuvo que el Ejecutivo “no creó ni innovó t., el art. 76 de la Constitución Nacional establece tres requisitos básicos
en materia tributaria sino que tan sólo aclaró los criterios aplicables i;f.;;
que deben reunir los decretos delegados: 1) limitarse a “materias de-
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aspectos sustanciales del tributo, pues, de ser así ello no hubiese teni- dictados dentro del plazo fijado y 3) respetar las bases de la delegación
do cabida". is. establecidas por el Congreso. A ello se suma un cuarto requisito pre-
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~›, visto en el art. 100". inciso 12, esto es, que los decretos sean refrendados
Este precedente reabrió el debate originario y central en este ca- tu
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por el Jefe de Gabinete y sometidos al control de la Comisión Bicame-
pítulo, esto es, cómo distinguir entre el núcleo que es propio del Con- P”
ral Permanente.
greso y los detalles que debe regular el Poder Ejecutivo.
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E' Argumentó que frente a las delegaciones extremadamente am-
Creemos como ya explicamos que si trasladamos aspectos centra-
plias e imprecisas, los tribunales generalmente tienen dos caminos:
les desde el núcleo hacia el círculo periférico, trasvasamos competen- . En
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(a) anular la ley delegante o (b) interpretar muy restrictivamente su
cias legislativas en el campo del Poder Ejecutivo de modo oblicuo y sin - alcance. Entre nosotros, “... a partir del sentido que se buscó asignar
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delegaciones formales. De modo que si superponemos materialmente al texto constitucional argentino... cuando las bases estén formuladas
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ambos circulos, el Presidente puede regular el núcleo so pretexto de M
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PT en un lenguaje demasiado genérico e indeterminado, la actividad de-
dictar los detalles de la ley. En suma, es una cuestión básica estable- ' legada será convalidada por los tribunales si el interesado supera la
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cer la línea divisoria entre el núcleo y los detalles y ello depende del ,iii
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¿ti carga de demostrar que la disposición dictada por el Presidente es
mandato constitucional, las propiedades de las materias objeto de re-
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una concreciónde la específica política legislativa que tuvo en mi-
gulación y las circunstancias del caso. Mi
Capital Federal” (2008) la Corte consideró y trató las dos líneas argu- cionesmás extensas, sino, al revés, a mayor imprecisión, menor al-
mentativas centrales del Estado. En primer término, el Estado sos- $2
., cance tendrá la competencia legislativa que podrá el Ejecutivo ejercer
tuvo que la ley 23.187 se refiere sólo al ejercicio profesional privado š=“1.
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deben ser claras y precisas más allá de quién y en qué términos deba lïflz
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ššxã_ La Constitución de 1994 dispuso, en su art. 99, inciso 3, que “el Po~
probarse el nexo entre el mandato legislativo y el decreto delegado. Es fiãï, `
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der Ejecutivo no podrá en ningún caso bajo pena de nulidad absoluta
que en verdad se trata de dos cuestiones distintas, esto es, el mandato -1,,
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el insanable, emitir disposiciones de carácter legislativo. Solamente
en si mismo (bases) y su definición en términos constitucionales y, ›,¿ ., É;
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de-las leyes, y no se trate de normas que regulen materia penal, tri-
VL7. Los decretos de necesidad y urgencia r butaria, electoral o el régimen de los partidos políticos, podrá dictar
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nuestro país han recurrido ala práctica de dictar decretos de necesi- ¿Éå
i-ä~? §s'i§.:sif2? >«“§fil,iš«ffi1*-i".f'i ?›~*f š El decreto de necesidad es de carácter extraordinario y provisorio
dad y urgencia. g r Ã, š:
ya que, por un lado, sólo procede cuando están presentes los supues~
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Lïiï tos de hecho tasados en el texto constitucional y, por el otro, el decreto
Cabe recordar que la Corte, antes de la reforma constitucional de VW'
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ed
debe ser aprobado inmediatamente por el Congreso.
1994, se expidió sobre tales decretos en el caso ”Porcelli” (1989) y fun-
damentalmente en el precedente “Peralta” (1990). En este último se Cabe remarcar que la Constitución dispone el principio de pro-
discutió la validez constitucional del decreto dictado por el Ejecutivo ,,,
hibición del Ejecutivo de dictar normas de contenido legislativo. En
que ordenó el congelamiento de los depósitos en dinero a plazo fijo en É: Y
efecto, dice el texto constitucional que el “Poder Ejecutivo no podrá
las entidades bancarias y financieras, públicas y privadas. LGE1
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El convencional más allá del principio básico de prohibición es- quiera de ambos el Presidente puede dictar el decreto de contenido
tablece excepciones pero para ello debe cumplirse, ante todo, con el legislativo. Sin dudas, se trata de dos requisitos concurrentes. r
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presupuesto de habilitación que prevé el art. 99 en su inciso 3, esto es, ...x -¿,_;;
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cepcional, esto es, un hecho no habitual, imprevisible o en su caso El carácter necesario y urgente de la decisión supone necesaria-
difícilmente previsible. A su vez, el estado de emergencia por su ca- j, 12%. .
mente que el Congreso no pueda intervenir o que, en caso de que así
if se-
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hará que las medidas sean ineficaces con el propósito de sortear las
prevé el art. 99 de la Constitución (imposibilidad de seguir el trámite r c _ gg;
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, ,Q circunstancias excepcionales. `
legislativo). C ,V L'†*.°'ï
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En conclusión, no es suficiente el hecho de que la situación que
La Corte, en sus fallos más recientes y obviamente posteriores a la sirve de antecedente revista carácter excepcional y grave y, a su vez,
reforma constitucional de 1994 estableció dos supuestos que, en prin- las medidas resulten necesariasy urgentes sino que, además, esim-
cipio, son los únicos que configuran los casos de excepción que im- prescindible que esa circunstancia torne objetivamente imposible se-
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que en ningún caso debe interpretarse que el estado de excepción y la Luego de estudiar cuál es el principio constitucional sobre los de-
imposibilidad de seguir los trámites legislativos constituyen supues- jH
cretos de necesidad y sus requisitos básicos, creemos necesario plan-
tos de justificación alternativos, esto es, ante la concurrencia de cual- tearnos cuáles son las materias vedadas (requisito material)-
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Entre nosotros, el Constituyente, tal como surge del texto constitu- ii M* Í potestadde dictar disposiciones de carácter legislativo en los térmi-
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cional, fijó el ámbito material de los decretos de contenido legislativo ,_
É.,
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nos del inc. 3 del art. 99, CN. ^ j _ -
con alcance negativo. Asi, el Ejecutivo no puede emitir disposiciones ia ,
= ee.:
- En cuanto al trámite de los decretos (requisito deforma y control),
legislativas sobre determinadas materias. ¿Cuáles son esas materias? ._
,_« ii,
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ri.,
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le cabe señalar que el jefe de gabinete debe iniciar el trámite que luego
El ámbito penal, tributario, electoral y de partidos politicos. W ,`:':l§;*;
.-¿., `,,_,ì_'
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..,
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^- ì»*.í~'
,.?¿ Sigue en el Congreso. Este procedimiento comprende el dictamen de
,
En el presente caso (inc. 3 del art. 99, CN) el principio es la prohibi- ...M7 3...
.J $23:
".31,
.~ ía
. , ,~,.¡,,,-_.
la Comisión permanente y su elevación ante el pleno de ambas Cáma-
ción, salvo los supuestos de permisión que proceden cuando existen
c;†l ,
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'Må»- ' ras para su convalidación mediante el tratamiento.
circunstancias extraordinarias que hacen imposible seguir los trámi- V ^.
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de las excepciones. . ›,;,¿ la Comisión. A su vez, la Comisión (en igual plazo) debe dictaminar
y elevar el informe ante el Pleno de ambas Cámaras. Por último, las
_ El cuadro, entonces, es el siguiente (a) el Convencional fijó el prin-
Cámaras deben tratar el decreto legislativo. r _
cipio prohibitivo, (b) luegoestableció el campo de las permisiones en
términos de excepción y, por último, c) determinó ciertas prohibicio- .. $2221
¿Qué dice la ley 26.122? La ley establece que la Comisión “debe
nes específicas materiales (expresas e implícitas). expedirse acercade la validez o invalidez del decreto y elevar eldic-
_ w'A\-~¬*,.i
-,;-A›_,;-;,,._'_-,†,_ ¿if?
"f§†~.ͧ*f?ÍÉf§~-.¡l5iï*ï¬5.iš$fi.`ïl§.:iï-li
tamen al plenario de cada cámara para su expreso tratamiento". A su
. Dijimos cuáles son las prohibiciones expresas que contiene el tex- . . ..
gc;
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vez, “el dictamen debe pronunciarse expresamente sobre la adecua-
to constitucional, así los asuntos penales, tributarios, electorales y de »-5. `l f
~f' pa,
r. ción del decreto a los requisitos formales y sustanciales establecidos
›.,F”.
partidos políticos. ¿Qué debemos hacer? Delimitar cuáles son las pro-
fé'
ru.
W
constitucionalmente para su dictado”. -
hibiciones irnplícitas que surgen del sistema constitucional.
A su vez, la ley dispone que: _
El art. 99, CN, igual que cualquier otra disposición del orde-
namiento jurídico, debe interpretarse en términos armónicos con el a) “en caso de que el Iefe de Gabinete no remita en el plazo esta-
resto de las normas. Por ejemplo, respecto de los decretos delegados, blecido a la Comisión... los decretos..., dicha Comisión se abo-
además de los temas enumerados en el inciso 3 del art. 99 de la Cons- ,A
cará de oficio tr-1 sutratamiento" (art. 18).
titución, existen otros asuntos también vedados tales como aquellos En efecto, la Comisión puede iniciar de oficio el procedimiento
que exigen (a) leyes en términos expresos y formales, (b) mayorías o hacer el dictamen correspondiente. Al respecto, dice la ley
procedimientos especiales, (c) facultades que resultarían desnatu- 26.122 que “en caso de que el Iefe de Gabineteno remita en el
ralizadas en caso de ser ejercidas por el Ejecutivo, (d) competencias plazo establecido a la comisión... los decretos que reglamenta
materialmente administrativas y (e) actos complejos. Estos casos de m.
`_f,._' .`,'.__.¡
^=v_ ..._-.
arrogarse facultades legislativas. Sin embargo, según nuestro criterio para su expreso tratamiento”. En particular el legislador l `_g"re-, lšì
I 0 o 1 . I , ""¡.$:4'¬1-':,
casi solitario, el Presidente puede transferir en ellefe de Gabinete la 125 go que la Comision debe “pronunciarse expresamente sob-re;-,l_a "tf-.*±*;-”i"¿
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(art. 21).
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Sin embargo, según nuestro criterio, el decreto no debiera tener
le) “las Cámaras se pronuncian mediante sendas resoluciones. El ii:
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M.N,. Creemos que el legislador debió incorporar puntualmente en el
f) “las Cámaras no pueden introducir enmiendas, agregados o
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marco de la ley reglamentaria los siguientes aspectos: 1) la prohibi-
supresiones al texto del Poder Ejecutivo, debiendo circunscri- WL
ción de dictar decretos delegados o necesidad cuando hubiesen sido
birse a la aceptación 0 rechazo de la norma mediante el voto de
rechazados por el Congreso en las sesiones ordinarias del mismo pe-
la mayoria absoluta de los miembros presentes” (art. 23), W
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aw
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ríodo (trátese de los mismos decretos o proyectos de ley sobre esas
g) “el rechazo por ambas Cámaras del Congreso del decreto de materias), 2) la fijación de un plazo determinado para que ambas
que se trate implica su derogación de acuerdo a lo que esta- Cámaras del Congreso se expiden al respecto, 3) la interpretación de
á.
adquiridos" (art. 24). lg. vez transcurridoïel plazo legalmente previsto, el decreto fue rechaza-
do por el Congreso. e ~
h) “las disposiciones de esta ley y el curso de los procedimientos '
en ella establecidos, no obstan al ejercicio de las potestades or- c) Por último elšlegislador sí reguló otros aspectos de trámite que,
dinarias del Congreso relativas a la derogación de normas de en ese contexto, nof compartimos. Entre ellos, los efectos en caso de
carácter legislativo emitidas por el Poder Ejecutivo” (art. 25) y, rechazo del Congreso y qué ocurre en caso de desacuerdo entre las
finalmente, ,
ri
Cámaras.
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la
o i) “los decretos... tienen plena vigencia de conformidad a lo esta- Volvamos sobre ciertos aspectos centrales del trámite y control de
blecido en el art. 2 del Código Civil” (art. 17). estos decretos. ¿En qué consiste el control del Congreso? Los legisla-
l
W
dores deben observar: (a) la existencia de las circunstancias excepcio-
El análisis critico de la ley nos permite decir, tal como adelan-
»-›
nales, (b) la explicación de cómo las circunstancias hicieron imposible
tamos en el marco de los decretos delegados y en parte en términos l seguir el trámite ordinario para la formación y sanción de las leyes, (c)
coincidentes, que: el carácter necesario y urgente de las medidas legislativas, (d) la pro-
vr»
porción entre las medidas y el fin perseguido, e) el cumplimiento de
a) El legislador sólo reguló el procedimiento de los decretos de iii
1.
los restantes requisitos constitucionales y, por último, (f) el mérito del
necesidad en términos básicos; - šš decreto.
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dictado más allá del Presidente, las nulidades de los decretos de nece- las dos Cámaras y el rechazo de una de las Cámaras y aprobación por
sidad y, fundamentalmente, el plazo en el que el Congreso debe expe- ' :›¬
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i. la otra. - ~
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104 CARLOS F. BALBIN Mf,-,, |kï§<¢ . Ñ
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LAS FUENTES DEL DERECHO ADMINISTRATIVO ` ' 105
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la reforma constitucional de 1994, el silencio del Congreso debe inter-
Congreso ratifiquen el decreto. En tal supuesto éste queda aproba- xxi Íiìe.-
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pretarse como aprobacion del decreto legislativo (caso “Peralta.”).
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Veamos el texto constitucional actual. Por un lado, el art. 99, CN,
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En segundo término, el otro supuesto consiste. en el rechazo de -af,-= de
` Íšfiålä. establece que el Congreso debe tratar el decreto en términos expresos
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ambas Cámaras, en cuyo caso es obvio que el decreto caduca más e inmediatos, pero no dice cuál es el modo de expresión de su volun-
allá de los efectos temporales de laextinción de éste. ` .tlf
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de tad. Por el otro, -el art. 82, CN, nos dice que la voluntad de las Cámaras
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En síntesis, la Constitución dice que el Congreso debe tratar ex-
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Dice el art. 24 de la ley 26.122 que “el rechazo por ambas Cámaras del la presamente los decretos de necesidad pero no exige que el legislador
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Congreso del decreto de que se trate implica su derogación". Es decir, apruebe expresamente el decreto.
el rechazo del decreto sólo es válido si es hecho por ambas Cámaras. f.›:4.-;_,.~.›,.,., gp,§?.¿f¬fl¢.a,¡;.¿,§z»z§_:."r
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chaza y la otra "aprueba, el decreto sigue vigente. :,;i % . ¿cuál es el alcance del concepto de tratamiento expreso que prevé el
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^¬-.fm texto constitucional en relación con los decretos de necesidad? En
Por nuestro lado, creemos que el único camino posible y razo- .ïff
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principio ya sabemos que los conceptos deben interpretarse según el
nable en términos constitucionales es el rechazo del decreto desde ':¿;`
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silencio legislativo tiene efectos ratificatorios temporales en violación Por su parte, la ley 26.-122, dice que las Cámaras deben darle “in-
del art. 82, CN. i -.›.-.
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mediato y expreso tratamiento” y que “el rechazo o aprobación de los
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' decretos deberá ser expreso, conforme lo establecido en el art. 82 de la
Otro aspecto controvertido es el valor jurídico del silencio del . , ..
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Constitución Nacional”. De modo que el texto legislativo rechazó, en
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Congreso, es decir, si el legislador debe manifestarse de modo expre- principio, el acuerdo ficto del decreto exigiendo el dictado de “sendas
so o si es posible que se pronuncie en términos implícitos o tácitos por resoluciones". Sin embargo, cabe advertir que el legislador también
silencio. prohibió el rechazo ficto y por tanto el silencio permite convalidar el
Es obvio que el acto expreso no plantea inconvenientes pero si los decreto.
actos implícitos y presuntos, es decir, el silencio del cuerpo legislati- El
Sin embargo ello no resuelve del todo el asunto porque.¿cuál es la
vo. Entendemos que el acto implícito es válido siempre que sea claro, W
consecuencia en caso de que el legislador no cumpla con el mandato
porque en caso de dudas debe estarse por la ausencia de voluntad del i tiki
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constitucional de tratar expresamente el decreto legislativo? En este
Congreso. P_ C 'W
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previsiones constitucionales, el efecto debe ser hacia el pasado. Sin
cipio y por mandato constitucional, como expresión de voluntad. El ›
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embargo, la ley no distingue entre tales situaciones. " -
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Congreso debe expedirse en términos expresos; más, el legislador no -~;-re,
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en tal sentido el art. 82, CN. El trámite de rechazo es claro en el marco 4 ,M ri :";¿_4»_,.
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VL3. Los decretos de necesidad en la jurisprudencia de la Corte
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legislativo de formación de las leyes entre las Cámaras del Congreso. ,. ser H
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CN, no es aplicable directamente sobre el trámite de los decretos de €› 'ca ira;
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bre el alcance del control judicial y, en particular, si la intervención del
necesidad sino que es necesario matizarlo. ¿Qué debemos aplicar de if”
, l “_ . Congreso sanea los vicios constitucionales del decreto. Cabe resaltar
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ese artículo y qué no? j›é›;;,›` . V. '
que en este caso la Corte no aplicó el régimen constitucional vigente a
partir de la reforma constitucional sino que, al tratarse de actos dicta-
En el trámite legislativo de los decretos de necesidad debemos 2*/
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dos antes de 1994, resolvió el caso según el marco de la Constitución
aplicar el mandato prohibitivo sobre el acuerdotácito pero no así el ;«
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i de 1853/60.
rechazo tácito. Por eso el legislador puede fijar un plazo para que el
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la calificación de excepcionalidad y urgencia de la situación que justi-
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criterio, constitucional. , C
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ficó el dictado de los decretos materialmente legislativos. o
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En sintesis, el acuerdo tácito está prohibido y el rechazo tácito del A su vez, el Tribunal precisó que el control jurisdiccional respecto
del ejercicio de las facultades reglamentarias de emergencia no supone
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un juicio de valor respecto del mérito, oportunidad o conveniencia de
Finalmente cabe analizar cuál es el efecto en caso de rechazo del i-I
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la medida sino una función propia del Poder Judicial para preservar la
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Congreso, es decir, si éste tiene carácter retroactivo o sólo tiene efec- *fc
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«$7 división de poderes. decir, de acuerdo con el criterio desarrollado
tos hacia delante. ,.,”¿¿¡ V
_ en este fallo, la Corte entiende que corresponde a los jueces analizar
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./ si las circunstancias de hecho invocadas por el Ejecutivo como cau-
El art. 24 de la ley 26.122 establece que “el rechazo por ambas Cá-
ir sa del dictado del decreto constituyen una situación de emergencia
maras del Congreso del decreto de que se trate implica su derogación
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5:,
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af . excepcional que justifique recurrir a esta facultad de excepción. En
de acuerdo a lo que establece el art. 2° del Código Civil, quedando a 'ilìíiiy
efecto, el control que deben realizar los jueces consiste en determinar
salvo los derechos adquiridos durante su vigencia". Sin embargo, en- fíë
si se ha configurado una situación de “grave riesgo" frente a la cual
tendemos que sino existe plazo, no es posible reconocer o consolidar l 'tr
régimen legal vigente, los derechos nacidos en el contexto del decreto ' Luego, los jueces advirtieron que los motivos que impulsaron el
de necesidad, siempre que esté vigente y ello es así en tanto el legis- ìï
dictado del decreto cuestionado no se exhiben como una respuesta a
lador no rechace el decreto expresamente, deben interpretarse incor- una situación de grave riesgo social que hiciese necesario el dictado
porados, adquiridos y consolidados. » K
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rd de medidas súbitas. '
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Es posible distinguir diferentes supuestos según cuáles sean las pj Finalmente, la Corte consideró que en tales condiciones, la rernif
causales de rechazo del decreto. Creemos que si éste tiene corno sion de los decretos irnpugnados al Congreso no satisface el claro rei
fundamento razones de oportunidad el efecto es por delante. Por el .r
querlmiento constitucional de que sea ese Poder yno otro quien deci-
contrario, si el sustento es el incumplimiento por el Ejecutivo de las da qué impuestos se crean y quién debe pagarlos.
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vo no puede recurrir a estos decretos por la sola oposición o rechazo ,ik ¿`<,«,..,
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decretos y, en especial, sobre los hechos de habilitación que sirven de
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zada en parte en el antecedente “Della Blanca” en los siguientes tér-
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cial.
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cultades del Estado frente a una situación de grave crisis económica.
Y agregó que la modificación de los márgenes de remuneración, en
El Tribunal consideró "que corresponde al Poder Judicial el control
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forma temporaria, motivada por los efectos de una grave crisis inter-
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En verdad este fallo puede interpretarse, en cuanto al alcance del
El antecedente ”Verrocchi” es quizás el caso más importante por-
control judicial, como un retroceso toda vez la Corte se limitó a decla-
que si bien ratificó el criterio de la Corte sobre el control judicial de los
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sesiones ordinarias". -
sables Para que puedareconocš éste tenga la finalidad de proteger los “Í”-
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Finalmente, enel antecedente “Consumidores Argentinos” (2010)
cuestionado en el má? llte es ?éldad y no de determinados individuos... q
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la Corte declaró la inconstitucionalidad del decreto impugnado. El
intereses generalesuiïtaìlâogn el considerando anterior no se cumple . -¡-1 Tribunal ratificó el criterio según el cual le corresponde al Poder Iu-
Que el elüremo ag, Se advierte de qué forma la crisis económica que : ¿fio
dicial evaluar los presupuestos fácticos que justifican el dictado de
en el aw,pues n restadoras de servicios públicos de pasaje- Ã 551»
23,
*.`^-gn -los decretos de necesidad. Es que si la Corte ha verificado la concu-
atravlesan las el-Épmsas p d as de dichas entidades por el SGIVÍCÍU
aii,
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› rrencia de las situaciones ,excepcionales ante el dictado de leyes de
ms Y las Compamas asegura Gres enerales de la sociedad o al interés __ ¿M-.,
emergencia del Congreso, con mayor razón debe realizar esa eva-
menciønado afecta a los udteres esãdad urgencia deben proteger. En . P/
i .
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Poder Ejecutivo. El fallo reafirma también y en términos categóricos
Otras palabras, Y Comø con Efmear esa situación a través de los resortes que la Constitución no habilita a elegir discrecionalmente entre la
pedimento algïnøãarìéçdriïšbne el Estado frente a crisis económicas .Í ;«¢'2=
. si-, sanción de una ley o el dictado de un decreto de necesidad. Según
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xárectblfiïldbsïálrâïteì
e ex cdectorial, sin llegar
. a un remedio
. . sólo_ autoriza-
~ el Tribunal, en el caso no se presentaban las circunstancias fácticas
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(10 para situaciones que ponen en peligro la subsistencia misma de la que el art. 99, inc. 3 exige como condición de validez de este tipo de
organización social". 4
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decretos. 1
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1:; s (1 ecir
' en el precedente ”Risolía de Ocampo” _ el decreto cuestio-
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En conclusión, y analizadas las sentencias de la Corte, el cuadro de
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facticos de habilitación
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-M graves crisis políticas, sociales o económicas,
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ser 3, ue de suyo integran las atribuciones del Congreso, siempre (3) los presupuestos de habilitación consisten en la imposibilidad
nmdláiìdd
C . sea imposible a _éste dar
. respuesta
. . a las circunstancias
- de material de convocar y reunir al Congreso, o situaciones ur-
éxcepción. En consecuencia, el ejercicio de la prerrogativa en ex,a1"ne1"ï . *W
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_ FUÉNTES DERECHO W115
114 CARLOS P. BALBÍN
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convalidó esas prácticas y, en consecuencia, ese escenario permitió el
(5) los decretos de necesidad y urgencia deben perseguir un inte- ›
¿ ,=»,~¿,
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«ras
quiebre de los principios y derechos constitucionales. _,
rés general vinculado ala subsistencia misma de la organiza- ,››_:,;=,;
MJ 1,,-;.;j›,, En definitiva el cuadro, antes dela enmienda constitucional, puede
ción social y no un simple interés sectorial, , ,ar
iii. :sa-
› ,pr dibujarse del siguiente modo. Por un lado, el exceso y concentración
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de facultades en el Presidente y, por el otro, los controles inexistentes
(6) los decretos de contenido materialmente legislativo deben ser
ratificados por el Congreso. Sin embargo, no es claro si el juez › *W 0, en su caso, ineficaces sobre el ejercicio de esos poderes ajenos al
debe controlar los otros aspectos del decreto en caso de conva-
es
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wn.
Poder Ejecutivo. › _
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lidación del legislador y, por último, r V , fiåì
te" . Ya dijimos que el análisis de los diversos aspectos permite afirmar
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1 'Z-.L que el sistema institucional en nuestro país antes de 1994 no era efi-
(7) en materia tributaria laCorte afirmó categóricamente que el ciente en términos de respeto de los principios y reconocimiento de
Poder Ejecutivo no puede dictar decretos de necesidad. los derechos. .
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1,»
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Sin embargo, subsisten importantes interrogantes sobre el régi- ¢-iï`~":i»'.§ Por su parte, el modelo actual (tras la reforma constitucional de
men de estos decretos a la luz de la doctrina de la Corte. Entre ellos, 1994) es el presidencialismo moderado, particularmente por la incor-
¿cuál es el modo de ratificación del Congreso? En otras palabras ¿es .i poración de la figura del Iefe de Gabinete de Ministros que si bien es
" .'r1›.t,~
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razonable el criterio del legislador en los términos de la ley 26.122? En ›Ii'¬^'›,
iii nombrado y removido por el Presidente cierto es también que es el
su caso, ¿la ratificación del Congreso inhibe el control judicial? ¿La 2222
responsable político ante el Congreso y puede ser removido por mo-
aprobación legislativa sanea los vicios del acto? Por último, cabe agre~ .
«.._
¿ga ciones de éste. '
gar que la Corte aún no ha delineado claramente el hecho habilitante, llfïíïf
En particular, en 1994, el Constituyente reconoció en términos
. ra
esto es, las circunstancias excepcionales que impiden seguir el trá- ft”,
V??-1 nal anterior que consentía el uso de facultades legislativas por el Eje-
autores advirtieron desde tiempo atrás que los excesos normativos y
cutivo y no preveía, a su vez, mecanismos de control ni intervención
fácticos de concentración de poderes en el Poder Ejecutivo creó un jr. ±;.
En este contexto, creemos importante señalar que uno de los presupuestarias, (b) el Congreso no controló los decretos legislativos
caracteres más relevantes de este modelo ---y así surge del,,¿proceso elevados por el Presidente sino simplemente guardó silencio-¿salvo
histórico político---, es la concentración de. potestades legislativas l casos de excepción. Luego, con la sanción de la ley 26.122 comenzó el
en el órgano Presidente, es decir, el dictado de decretos delegados y control pero en términos quizás superficiales, (c) el Congreso sancio-
de necesidad. Por su parte, debemos reconocer que el Poder Judicial
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en el tiempo, de modo uniforme y en el entendimiento de que ello es
los decretos recién en el año 2006 y con las observaciones que detalla- *T l±;^,~›
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y las prácticas institucionales desdibujaron el papel del Iefe de Gabi- Hernosdedicado 'gran parte de este capítulo al estudio del con-
nete según el mandato del constituyente y, por último, (e) el control
,_1¿4.›.
flicto entre las leyes y los reglamentos. En este contexto cabe recordar
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judicial también fuerestrictivo, salvo en ciertos precedentes, cuando que históricamente existió otro fuerte conflicto entre las leyes y las
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r;* sr*±;1§;,s¿s
en verdad sólo es posible preservar el Estado de Derecho y la división costumbres que fue resuelto a favor de la ley.
155,53
de los poderes, más aún en situaciones de emergencias, con la debida ›
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vw Ubicados en el campo de las costumbres es posible distinguir
intervención judicial. V 'Ei
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entre tres especiesde ellas en relación con las leyes, al saber, (a) las
, iia@ costumbres secundum legem, cuando el hábito y su valor nace de la
VII. LA rUiusPnunENcrA -_
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, 15113
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ley. En este sentido, el art. 117 del Código Civil dice que “los usos y cos-
tumbres no pueden crear derechos sino cuando las leyes se refieran a
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, r¡, ellos...", (b) las costumbres pmeter legem, esto es, cuando las prácticas
Entendemos que los antecedentes jurisprudenciales, sin perjuicio -W",
:›-el
ig; › rigen una situación no prevista por la ley y, por último, (c) las costum-
de crear derecho con alcance singular e incidir sobre las otras fuentes bres contra legem, o sea los hábitos contrarios a la ley. »
creadoras de derecho, son fuente directa de Derecho en los siguientes ,
f fa.
.:† rs; _
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,.»,. .
supuestos (a) los fallos de Corte ya que son obligatorios para los otros '_ ¬=.
._ ';§,. Así, sólo los hábitos según las leyes, esto es secundum legem, «cons-
tribunales; (b) los fallos plenarios que, más allá de su constituciona- J?,
re.
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tituyen fuente del derecho. Es decir, las costumbres no son fuente del
lidad o no, son obligatorios para los miembros de la propia Cámara ff *xk
Derecho salvo aquellas que nacen de las disposiciones legales.
y para los otros jueces del fuero y, por último, (c) las sentencias con
Un caso peculiar-f es el precedente administrativo, o sea las deci-
efectos absolutos. _
siones estatales reiterativas en el marco de casos similares. Creemos
En los otros casos las sentencias son obligatorias respecto del pro- que las costumbres del Estado, es decir sus hábitos y comportamien-
pio Tribunal y con ese alcance. Por eso sólo es posible apartarse de sus ii,
;,rv±-..e°ti_=,'.“†te,i«,;,~.-r
tos, igual que ocurre con sus precedentes, esto es sus pronunciamien-
precedentes si existen motivos suficientes y razonados. tos formales, constituyen fuentes del derecho con ciertos matices.
' et".
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353:,r
Veamos, El Estado puede apartarse de sus comportamientos siempre
que ello sea razonable y en este sentido y con ese alcance ciertamen-
“fl
= ›-«NF
`§:
VIH. LA nocrnnva te limitado es fuente creadora del Derecho. Los comportamientos del
Estado reiterados y constantes, al igual que susprecedentes formales,
Ciertos intérpretes entienden que el criterio doctrinal, es decir, son fuente del derecho condicionando sus conductas posteriores.
las ideas de los autores y estudiosos del Derecho es fuente “indirecta” De todos modos, el Estado sí puede apartarse de sus precedentes
porque si bien no tiene base en el orden positivo y por lo tanto no es rfri -in siempre que motive su decisión y en tal caso el precedente no puede
fuente del ordenamiento jurídico contribuye sin embargo en la crea- ser invocado como fuente de derecho. A su vez, el precedente ilegíti-
ción del derecho. . mo tampoco tiene valor.
4.,-
fuentes jurídicas. .
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Di. LA cosrtrivrsne _
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