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JO) lElA

C181PAlL

NACIONES UNIDAS

AGOSTO DE 1979
Revista de la

CEPAL
Director
RAUL PREBISCH

Secretario Técnico
ADOLFO GURRIERI

Editor
GREGORIO WEINBERG

.N A C ION E S U N IDA S
COMISION ECONOMICA PARAAMERICA LATINA
SANTIAGO DE CHILE I AGOSTO DE 1979
COMISION ECONOMICA PARA AMERICA LATINA

Secretario Ejecutivo
Enrique V. Iglesias

Secretarios Ejecutivos Adjuntos·


Robert Brown Norberto González

CONSEJO CONSULTIVO DE PUBLICACIONES

Osear Altimir Michael Nelson


Eligió Alves René Ortuño
Nessim Arditi Aníbal Pinto
Osear J. Bardeci David PoIlock
Ricardo Cíbottí Alejandro Power
Silbourne S. T. Clarke Gert Rosenthal
Jorge Graciarena Octavio Saavedra
Luis López Cordovez Alejandro Vera
Roberto Matthews Jorge Viteri

COMITE DE PUBLICACIONES

Osear J. Bardeci Miembros ex officio:


Andrés Bianchi Malta Boeninger
Robert Brown Claudionor Evangelista (CLADES)
Norberto González Jorge Israel (ILPES) .
Jorge Graciarena Guillermo Macció (CELADE)
Adolfo Gurrieri Aurelio Ruiz
Jorge Viteri Octavio Saavedra

Secretario del Consejo Consultivo 11del Comité de Publicaciones


Renée Chassagne

PUBUCACIONES DE LAS NACIONES UNIDAS

N.O de venta: S.79.II.GA


Precio: USI; 3.00 (o su equivalente en otras monedas)

NOTAS

Las signaturas de los documentos de las Naciones Unidas se componen de letras mayúsculas y
cifras. La simple mención de una de tales signaturas indica que se hace referencia a un
documento de las Naciones Unidas.
Las denominaciones empleadas en esta publicación y la forma en que aparecen presentados los datos
que contiene no implican, de parte de la Secretaria de las Naciones Unidas, juicio alguno
sobre la condición jurídica de ninguno de los países, territorios, ciudades o zonas, o
de sus autoridades, ni respecto de la deHmitación de sus fronteras o límites.
SUMARIO

El futuro de los ferrocarriles internacionales de Sudamérica.


Un enfoque histórico
Robert T. Brown 7

La estrategia de las necesidades básicas como alternativa.


Sus posibilidades en el contexto latinoamericano
[orge Craciarena 41

El proceso de modernización de la agricultura latinoamericana


Gerson Comes y Antonio Pérez 57

Planes versus planificación en la experiencia latinoamericana


Carlos A. de Mattos 79

La econom ía brasileña: los caminos hacia los años ochenta


Pedro Sampaio Malán 97

El proteccionismo contemporáneo y las exportaciones de los países en desarrollo


Gary P. Sampson 109

Política económica: ¿ciencia o ideología? (Segunda parte)


Carlos Lessa 127

Algunas publicaciones de la CEPAL 155


La secretaría de la Comisión Económica para América Latina prepara la Revista de la CEPAL. Las opiniones
expresadas en los artículos firmados, incluidas las colaboraciones de los propios funcionarios de la secretaría,
son las de los autores y no reflejan necesariamente los puntos de vista de la organización.

EjCEPAL/I089

Agosto de 1979

Notas explicativas

En los cuadros del presente trabajo se han empleado los siguientes signos:

Tres puntos (... ) indican que los datos faltan o no constan por separado.
La raya (-) indica que la cantidad es nula o despreciable.
Un espacio en blanco en un cuadro indica que el concepto de que se trata no es aplicable.
Un signo menos (-) indica déficit o disminución, salvo" que se especifique otra cosa.
E! punto (.) se usa para separar los decimales.
La raya inclinada (1) indica un año agrícola o fiscal (por ejemplo, 1970/1971).
El guión (o) puesto enfre cifras que expresen años, por ejemplo, 1971-1973, indica que se trata de todo el período
considerado, ambos años inclusive.
La palabra "toneladas" indica toneladas métricas, y la palabra "dólares", dólares de los Estados Unidos, salvo indicación
contraria.
Salvo indicación en contrario, las referencias a tasas anuales de crecimiento o variación corresponden a tasas anuales
compuestas.
Debido a que a veces se redondean las cifras, los datos parciales y los porcentajes presentados en los cuadros no siempre
suman el total correspondiente.
REVlSTA DE LA CEPAL
1
Agosto de 1979

Los orígenes de la
Planes versus planificación en
América Latina
planificación en
la experiencia Aun cuando no es posible desconocer que a
partir de mediados de siglo se habían iniciado
latinoamericana trabajos de planificación en algunos países la-
tinoamericanos y que en el decenio de los años
cincuenta ellos se habían incrementado, de-
be subrayarse que fue sólo en la década si-
Carlos A. de Mattos* guiente cuando estas actividades cobraron
verdadero impulso.'
Las últimas dos décadas atestiguan un notable auge De hecho, la aceptación generalizada a
de diversas actividades desarrolladas en torno al nivel oficial de la planificación como instru-
tema de la planificación nacional en los países lati- mento para 'promover el desarrollo' aparece
noamericanos; en lo fundamental, estas actividades estrechamente vinculada a las resoluciones de
se expresaron a través de la elaboración de distinto
la Conferencia de Punta del Este de 1961. En
tipo de planes, de la creación de numerosos orga-
nismos especializados en la materia y de una in- el transcurso de la misma -que indudable-
tensa discusión sobre alcances, contenidos, procedi- mente marca un hito de singular importancia
mientos, modalidades, técnicas, resultados y pers- en la historia de la planificación en América
pectivas de la planificación. Latina-, los representantes de la mayoría de
Desde sus orígenes la planificación estuvo
los países aprobaron un conjunto de recomen-
vinculada a objetivos muy ambiciosos y encuadrada
en una perspectiva relativamente optimista, razón daciones donde, luego de exponer una ambi-
por la cual generó expectativas muy amplias y segu- ciosa lista de objetivos cuyo cumplimiento se
ramente desproporcionadas en relación a lo que per- consideraba necesario para hacer frente a los
mitían esperar las condiciones imperantes en cada males que aquejaban a la región, se preconi-
país. En contraste con ello, en el tiempo transcu-
zaba la necesidad de 'programar' el desarrollo.'
rrido desde entonces los mecanismos de planifica-
ción no operaron en la forma prevista y los resulta- Este reconocimiento explícito de la necesidad
dos obtenidos no se situaron a la altura de los objeti- de 'programar' el proceso socioeconómico tuvo
vos inicialmente planteados. Todo esto condujo a indiscutible signiflcación por cuanto contribu-
un estado de frustración generalizada y de crecien- yó a superar una situación de resistencia
te escepticismo en relación a las perspectivas de la
generalizada hacia la planificación, resistencia
planificación, lo que se puso de manifiesto en la
controversia sobre la denominada crisis de la pla- originada en la connotación política que hasta
nificación. entonces muchos gobiernos le atribuían, y
Aun cuando mucho se ha escrito y discutido que, obviamente, se encontraba vinculada a
sobre esta supuesta crisis de la planificación, el tema los orígenes y posterior desarrollo de la plani-
en modo alguno parece estar agotado; por el contra-
ficación en los países socialistas. Es precisa-
rio, resulta razonable suponer que el análisis de las
causas de la situación señalada permitirá avanzar en mente por esta resistencia a todo lo relacionado
la discusión sobre el alcance y las perspectivas que
la planificación puede tener en nuestros países. El
presente trabajo se sitúa en este terreno y se propo- IVéase CEPAL, "La planificación en América Latina",
en Boletín Económico de América Latina, Vol. XII, N." 2,
ne revisar las modalidades que la planificación ha
octubre de 1967.
adoptado en la experiencia latinoamericana en el 2EI primer punto del capítulo "Requisitos básícos para
transcurso de las últimas dos décadas y analizar el desarrollo" de la Carta de Punta del Este establece:
cómo esas modalidades se han ubicado con rela- "Que se ejecuten, de acuerdo con los principios democrá-
ción a las específicas condiciones económicas, so- ticos, programas nacionales de desarrollo económico y
ciales y políticas aquí imperantes. social, amplios y bien ooncebídos, encaminados a lograr un
crecimiento autosufícíente", Consejo Interamericano
'Funcionario delILPES. Económico y Social, Alianza liara el Progreso. Documentos
oficiales de la Rewlió,¡ Extraordinaria, Washington, D.C.,
Unión Panamericana, HJ61, p. 12.
80 REVISTA DE LA CEPAL N.O 8 / Agosto de 1979

con la planificación que, por aquel entonces, dición en el marco de las actividades tecnobu-
se solía recurrir a la utilización del término rocráticas de los países latinoamericanos," Por
menos controvertido de 'programación', aun ello, para cumplirla fue necesario organizar o
cuando en definitiva se estaba dando a ambos reorganizar las dependencias del sector públi-
términos un contenido equivalente," co que debería llevar a cabo estas nuevas acti-
Las resoluciones de la Conferencia de vidades, lo que planteó la necesidad de inte-
Punta del Este dieron un decisivo impulso a grar los respectivos cuadros técnicos en un pe-
las actividades vinculadas con la planificación ríodo relativamente breve. De esta manera, en
en América Latina y contribuyeron a caracte- el momento en que los distintos países comen-
rizar las modalidades y el contenido del pro- zaron a establecer sus sistemas de planifica-
ceso. En efecto, dicha conferencia, al definir ción, hizo su aparición el personaje del plani-
las condiciones y los mecanismos de la Alianza fícador, cuyos rasgos más destacados merecen
para el Progreso, estableció que un plan de ser considerados con cierto detenimiento,
desarrollo constituía un prerrequisito ineludi- sobre todo por la incidencia que él habrá de
ble para la obtención del financiamiento ex- tener en el resultado de las actividades que le
terno pertinente. Esta necesidad de disponer corresponderá realizar.
de planes introdujo uno de los aspectos distin-
tivos de este capítulo de la historia de la pla- a) El planificador y su ideología
nificación en nuestro continente. En definiti-
va, la Carta de Punta del Este y el estableci- El primer aspecto que debe destacarse-y
miento de la Alianza para el Progreso, signi- seguramente el más importante-, es que el
ficaron el compromiso de implantar o fortalecer planificador de los años sesenta se encontraba
"sistemas para la preparación, ejecución y re- vinculado a una corriente del pensamiento eco-
visión periódica de los programas nacionales nómico latinoamericano que, a base de una in-
de desarrollo económico y social".' Esto a su terpretación del proceso histórico de los países
vez significó, para cada uno de los países de la de la región y de una concepción del desarro-
región, la necesidad de constituir o de refor- llo económico, postulaba la necesidad de reali-
zar los equipos técnicos capaces de elaborar zar ciertas transformaciones en la estructura
tales 'programas'. socioeconómica y sostenía además que la pla-
Puesto que en la mayor parte de los casos nificación era el medio más adecuado para lo-
las actividades de planificación tuvieron su grarlo.
comienzo efectivo en este período, la elabora- Esta corriente, que tiene sus raíces y su
ción de planes se presentó como una tarea rela- expresión más destacada en los estudios, en las
tivamente nueva y, por lo tanto, carente de tra- interpretaciones y en las propuestas de la
CEPAL y, en particular, en los trabajos de Raúl
Prebísch," se generó y consolidó al avanzar el
3Así, por ejemplo, uno de los primeros documentos período de la segunda postguerra, y adquirió
de la CEPAL sobre el tema se titula Introducción a la bien pronto una significativa gravitación en el
técllica de la programaciólI, México, Naciones Unidas,
1955. Otro de los textos precursores de la época también
ámbito de los países latinoamericanos. De este
recurre a esta expresión; es el caso de las notas de clase modo, a partir de las formulaciones originales
de los cursos de Jorge Ahumada en la CEPAL, titulados de Prebísch y de la CEPAL, se fue elaborando
Teuría y programación del desarrollo económico, Santiago
de Chile, CEPAL, 1958. Similares consideraciones pue-
un cuerpo teórico en el que muchos economis-
den hacerse con relación a la terminología empleada en tas y sociólogos latinoamericanos de la época
las recomendaciones de la Conferencia de Punta del Este.
Cabe señalar, sin embargo, que esta distinción que aquí
fundamentalmente constituía un artificio semántico, no
tiene relación con la diferencia establecida por algunos 5Véase CEPAL, "La planificación en América Latinu",
autores (Bettelhelm, por ejemplo) que utilizan la palabra op, cit., p. 114.
plauificución para referirse exclusivamente a la experien- bV éanse, en especial, Raúl Prebisch, El desarrollo
cia de los países socialistas, en tanto que reservan la de económico de la América Latina y algunos de sus pril¡ci-
'programación' para la de los países capitalistas. pales problemas (E/CN.12/89/Rev.l), abril de 1950; y
4\'éase Consejo Interamericano Económico y Social, CEPAL, Problemas teóricos !I prácticos del crecimie,¡to
op. cit. eCOIlómico (E/CN.12/221), setiembre de 1952.
PLANES VERSUS PLANIFICACION ICarios A. de Mattos 81

se apoyaron, y al que a su vez realizaron apor- mo 'corriente estructuralista' y, también, 'de-


tes y contribuyeron a desarrollar. Tal es el caso, sarrollista?? y como tal adquirió rápidamente
entre otros, de Jorge Ahumada, Celso Furtado, una amplia difusión en América Latina, a través
Juan Noyola, José Medina Echavarría, Aníbal de innumerables libros, artículos, conferen-
Pinto, Osvaldo Sunkel, y otros," cias, seminarios, polémicas, etc. La misma
En el análisis de los principales proble- CEP AL primero, y posteriormente el ILPES, a
mas que afectaban a las economías latinoameri- través de numerosos cursos cuyo objetivo era
canas dichos autores fueron definiendo una lí- contribuir a la formación de los cuadros técni-
nea original de interpretación de los proble- cos latinoamericanos en el campo del desarro-
mas del desarrollo y el subdesarrollo; según Uo y de la planificación, contribuyeron a dar
Cardoso, "la CEPAL produjo ideas que, en su una difusión aún más amplia a esta manera de
época, ayudaron a comprender algunos de los percibir la realidad latinoamericana y de enca-
problemas centrales de la acumulación capita- rar las acciones futuras. Se generó así un cli-
lista en la periferia y algunos de los obstácu- ma intelectual al que se adscribió una parte
los que se le anteponen"," importante del pensamiento socioeconómico
Fundamentada en estas ideas, la CEPAL de la época.
pasó a postular ciertas líneas de acción que Es en el marco de esta concepción que se
constituyeron las bases de un modelo norma- postula la necesidad de la planificación como
tivo para los países de la región. Los elementos medio para la realización del modelo de desa-
centrales de este modelo estaban referidos rrollo propuesto. De tal forma, durante este
principalmente a la necesidad de la industria- período en los países latinoamericanos la pla-
lización, de la modernización de la agricultura nificación surge y adquiere una indiscutible
y de la dinamización y diversificación del co- gravitación vinculada a una propuesta concre-
mercio exterior. A todo esto debe agregarse que ta de desarrollo. Este hecho, ya reiteradamente
varios de los economistas que podrían consi- analizado,'! tuvo una marcada influencia en la
derarse como adscritos a esta línea de pensa- forma de definir la planificación y en la orien-
miento, y la misma CEP AL posteriormente, tación general de las actividades que enton-
fueron más allá de las propuestas originales y ces se cumplieron en este campo.
-en el contexto de la lógica interna de dicho La situación imperante en ciertos medios
modelo- postularon la necesidad de realizar vinculados a la vida intelectual ya la actividad
transformaciones estructurales como condi- política en la mayor parte de los países era muy
ción necesaria para superar la situación de propicia para la penetración de la ideología
subdesarrollo que afectaba a estos países. desarrollista y de sus. procedimientos; la crisis
Todo ello fue configurando una concreta
ideologid' sobre el desarrollo, la que general-
mente fue conocida bajo denominaciones co-
objetivo deseado del desarrollo social; puntos de vista que
determinan las actitudes de los hombres, o sea su disposi-
7Entre muchos otros testimonios al respecto pueden ción para adoptar algunos comportamientos en situaciones
destacarse: Jorge Ahumada, En vez de la miseria, Santiago determinadas y su comportamiento efectivo en las cuestio-
de Chile, Ed. del Pacífico, 1958; José Medina Echavarría, nes sociales", Adam Schaff, Traducción Ignasí Vidal San-
Aspectos sociales del desarrollo económico, Santiago de feliú, Historia y verdad, México, Ed. Grijalbo, pp. 209-210.
Chile, Ed. Andrés Bello, 1959; Aníbal Pinto, Chile, un IOAl respecto, F.H. ·Cardoso expresa: "el pensamiento
caso de desarrollo [eustrado, Santiago de Chile, Ed. de la CEPAL generó ideologías y dio lugar a la acción,
Universitaria, 1958; Celso Furtado, Desenvolvimento e abriéndose a la práctica política" (F.H. Cardoso, op, cit.,
Subdesenooloimento, Río de janeíro, Fundo de Cultura, p. 38). Véanse también Albert O. Hirschman (1961),
1961. "Ideologías de desarrollo económico en América Latina",
IIFernando H. Cardoso, "La originalidad de la copia: en Albert O. Hirschman (ed.), Controversia sobre LatIno-
la CEPAL y la idea de desarrollo" en Revista de la CEPAL, américa, Buenos Aires, Ed. del Instituto, 1963, y Aldo
Santiago de Chile, segundo semestre de 1977, N.O 4, p. 40. Solari y otros, Teoría, acción social y desarrollo en
América Latina, México, Siglo XXI Editores, 1976, espe-
¡¡Dejando de lado la intrincada discusión sobre el cialmente pp. 585 y ss.
concepto mismo de ideología, en este trabajo se entenderá 11 En el informe de un importante Seminario realizado
como tal "los puntos de vista basados en un sistema de en 1965 se afirma: " ...en el caso latinoamericano la plani-
valores y relativos a los problemas planteados por el ficación ha venido a ser considerada como el instrumento
82 REVISTA DE LA CEPAL N.O 8/ Agosto de 1979

económica que estaba teniendo profundas re- tarea de crear organismos de planificación y,
percusiones políticas (téngase en cuenta la di- por consiguiente, a-reclutar planificadores pa-
fícil evolución de ciertos modelos populistas, ra integrar los respectivos equipos técnicos,
la situación de insurgencia interna que vivían recurrieron principalmente a una oferta de téc-
muchos países, la aparición de la primera na- nicos que procedía del ámbito de este clima
ción socialista latinoamericana, etc.) determi- intelectual.
naba un campo sumamente fértil para el avan- Cuando los especialistas reclutados asu-
ce de este clima intelectual. Claro está que es- mieron sus funciones como planificadores, lo
to no debe ser exagerado, puesto que la gravi- hicieron acompañados de todo su bagage de
tación efectiva del pensamiento desarrollista opiniones y convicciones personales que,
solamente alcanza a algunos círculos intelec- como ya se ha dicho, en última instancia supo-
tuales, como ocurre con ciertos grupos vincu- nía una ideología de cambio social. De allí que
lados al campo de las ciencias sociales y a las pueda afirmarse que los planificadores de la
actividades políticas. Al mismo tiempo, y en década de los años sesenta no fueron meros
tanto este clima intelectual se fue ampliando, planificadores, sino que, esencialmente, fue-
los postulados de la CEP AL y de la corriente ron planificadores del desarrollo. Planifica-
desarrollista también comenzaron a ser persis- ción y desarrollo pasaron de este modo a ser los
tentemente atacados y combatidos, tanto desde componentes inseparables de una manera de
la derecha como desde la izquierda." encarar el diseño y la conducción del proceso
En la medida en que fueron ganando di- de política económica. Durante este período
fusión y popularidad estas ideas influyeron, alcanza su apogeo la figura del planificador
por una parte, en la constitución de los siste- concebido como agente de cambio social, tan
mas de planificación y, por otra, en el conteni- frecuentemente idealizada en cierta literatura
do mismo de los planes. De manera que cuando de esa época.
en 1961 la Conferencia de Punta del Este es- En todo caso, cabría' preguntarse cómo se
tableció sus recomendaciones, lo hizo bajo el reclutó y por qué este tipo de planificador. A
influjo de estas ideas y de este clima intelec- este respecto puede señalarse que la tarea de
tual; como ya se ha señalado, la Carta de Pun- reclutamiento se cumplió sin que se asignase
ta del Este preconizó la necesidad de la rea- -más allá de ciertos límites relativamente am-
lización de cambios estructurales y, en cierta plios- una consideración especial al análisis
forma, legitimó el empleo de la planificación de lo que los futuros planificadores pensaban
como medio para promover el desarrollo. acerca de la orientación que debía darse al pro-
Cuando, para cumplir con estas recomen- ceso de política económica, así como tampoco
daciones, los gobiernos debieron abocarse a la a la concepción que tenían sobre la planifica-
ción. En otras palabras, no hubo mayor interés
en identificar el grado de adhesión que los fun-
cionarios a reclutar podían tener con el funda-
fundamental para superar la condición de subdesarrollo, mento ideológico de las decisiones que los
transición que supone cambios institucionales y de estruc-
tura económica muy profundos". ILPES, Discusiones agentes que detentaban el poder estaban dis-
sobre planificación, México, Siglo XXI Editores, 1966, p. puestos a adoptar. De alguna manera, esta
13. Por su parte, Germánico Salgado al referirse a las forma de actuar estuvo influida por una con-
tareas de planificación en América Latina, ha señalado:
"Desde sus orígenes estuvo ligada a una interpretación del cepción que atribuía un carácter relativamente
subdesarrollo (y del desarrollo) cargada de un contenido neutro a la planifícacíón'" y que, consecuen-
político. Este contenido justifica la disciplina que ella temente, tenía una visión marcadamente tec-
supone. Se deriva de un análisis de la sociedad. que
postula una política de desarrollo basada en el cambio nocrática sobre la función del planificador.
estructural, una de cuyas consecuencias es la transferen- Al procederse de esta manera se omitió
cia del poder económico a los grupos empresariales tomar en cuenta que, por encima de la coinci-
modernos y el E'stado", Germánico Salgado, Los primeros
esfuerzos de planificación en América. Latina. Notas dencia en torno a ciertos postulados amplios
sobre una experiencia, edición mimeogratlada, 1968.
12Véanse F.R. Cardoso, op. cit., yA. Solari y otros, op. 13Véase una discusión sobre la supuesta neutralidad de
cit. la planificación en Aldo Solari y otros, op. cit., pp. 588 y ss.
PLANES VERSUS PLANIFICACION ICarios A. de Mattos 83

-generalmente relacionados con indicadores nada entidad. Esta imagen, que se plantea co-
del nivel de bienestar como los que, por otra mo objetivo final del proceso, se contrapone a
parte, preconizaba la Carta de Punta del Este- una situación actual que, en mayor o menor
resultaba de fundamental importancia el acuer- grado, se considera insatisfactoria. Ella expre-
do en torno a la orientación que se deseaba dar sa las intenciones y aspiraciones que los
al proceso. Por ejemplo, ello significó sosla- agentes que la sustentan tienen en relación al
yar el hecho de que si bien resulta posible lo- futuro de la entidad considerada y refleja un
grar la coincidencia de todos los protagonistas sistema de juicios de valor sobre la estructura y
de un cierto proceso en tomo a objetivos ge- el funcionamiento de la misma; siendo así, to-
nerales como el mejoramiento de la distribu- da imagen-objetivo se apoya en la ideología de
ción del ingreso, tal coincidencia suele desa- los agentes que la han propuesto, y hace refe-
parecer cuando se caracteriza la orientación rencia, con mayor o menor precisión según los
del proceso concreto que será necesario cum- casos, a un concreto estilo de desarrollo" que
plir para el logro de tales objetivos y, más aún, se desea adoptar. Consecuentemente la orien-
cuando se definen los respectivos instrumen- tación de un proceso de planificación -y, en
tos de política económica y es posible evaluar particular, de un plan- surge del contenido
su costo concreto. Entonces se comprueba que de dicha imagen.
si no existe un fundamento ideológico común Toda vez que los agentes que controlan el
comienzan a surgir profundas y, en la mayor proceso de decisiones han esbozado una
parte de los casos, insuperables discrepan- imagen y establecido su determinación de
cías.'! hacerla realidad, las actividades iniciales del
Al haberse procedido en esta forma no hu- proceso de planificación estarán orientadas a
bo mayores obstáculos para que los planifica- identificar el sistema de acciones que configu-
dores reclutados proviniesen de las filas de la rarán la estrategia que deberá adoptarse para
corriente desarrollista, máxime cuando en lograr el cumplimiento de la imagen. Habida
general sus postulados coincidían con los de la cuenta de que se trata de un problema de pla-
Alianza para el Progreso, y cuando, además, nificación, la identificación de este conjunto
ésta era uno de los destinatarios más importan- de acciones tendrá que contemplar que ellas
tes de los planes que debían ser elaborados. sean eficientes, coherentes entre sí, compati-
Cabe entonces preguntarse acerca de cuál fue bIes con la realidad y consistentes con la ima-
la influencia que tuvo esta concepción en las gen; para lograr el cumplimiento de estas con-
actividades de planificación cumplidas duran- diciones será necesario apoyarse en algún
te este período. marco teórico sobre la estructura y el funciona-
miento de la entidad a planificar.
b) Los planificadores y el contenido Aun cuando en la práctica de la planifica-
de los planes ción latinoamericana tales fundamentos teóri-
cos generalmente han quedado circunscritos a
Para analizar la influencia que tuvo esta elementos de teoría económica, lo deseable
concepción en las actividades de planificación, sería que ellos estuvieran referidos en forma
parece conveniente ubicar previamente el comprensiva y coherente al funcionamiento de
papel que la ideología de los diversos agentes la sociedad en su conjunto; dicho de otra
implicados puede tener en el proceso de pla-
nificación. Para ello, conviene comenzar seña-
lando que toda decisión de planificar se origi- 15 Al respecto afirma Jorge Graciarena: " ...un estilo es
na en una visión o imagen que un conjunto de la modalidad concreta y dinámica adoptada por un sistema
social en un ámbito definido y en un momento histórico
agentes tiene sobre el futuro de una determi- determinado". y más adelante agrega: " ... un estilo es la
estrategia de una coalición de fuerzas sociales que impo-
nen sus objetivos e intereses hasta que se agota por sus
SS. contradicciones implícitas". Véase Jorge Craciarena, "Po-
14V éase Edgardo Boeninger, Procesos sociales, planifi- der y estilos de desarrollo. Una perspectiva heterodoxa",
cación fJ políticas públicas, Santiago de Chile, ILPES en Revista de la CEPAL, N." 1 Santiago de Chile, primer
(rnuneografiado), pp. 75 y ss, semestre de 1976.
84 REVISTA DE LA CEPAL N.O 8 {Agosto de 1979

manera, que las acciones propuestas se.apoya- rentes ideologías sustentadas por distintos gru-
ran en una teoría general de la sociedad toda pos de agentes, también coexisten diversas
vez que pudiese disponerse de ella. No es di- imágenes-objetivo; ello implica también la
fídil comprobar que este enfoque restrictivo necesidad de escoger entre diferentes marcos
del marco teórico adoptado constituyó una im- teóricos," un ejemplo claro de esta coexisten-
portante limitación de las estrategias propues- cia de ideologías, imágenes y marcos teóricos
tas, en tanto ello implicó considerar sólo el alternativos, lo brindan los programas de
comportamiento del sistema económico y, con- acción presentados por diferentes fuerzas polí-
secuentemente, subvalorar los efectos de la in- ticas en el caso de las sociedades organizadas
cidencia de las acciones propuestas en térmi- institucionalmente bajo las formas de la demo-
nos sociales y políticos.w cracia representativa.
Los fundamentos teóricos escogidos tie- Ahora bien, en situaciones de relativa
nen que ser compatibles con la ideología de los estabilidad política, de las numerosas imáge-
agentes que sustentan la imagen, en tanto se nes coexistentes en una sociedad nacional,
supone que deben servir de base para las hay sólo una que, en cada momento histórico,
decisiones que aquéllos habrán de adoptar tiene real viabilidad política: es la que susten-
sobre las aéciones del proceso; esto es funda- tan los agentes que controlan el proceso efec-
mental para lograr la necesaria corresponden- tivo de toma de decisiones o deeisores.P
cia entre la propuesta de acción y la acción real En el marco de las consideraciones pre-
Este marco teórico constituye el punto de cedentes interesa analizar qué ocurrió en los
apoyo para todas las actividades que se cum- países latinoamericanos cuando se comenza-
plen para definir las acciones de planificación: ron a elaborar los primeros planes de la época
análisis de la situación actual y fonnalización de la Alianza para el Progreso, en el enten-
del correspondiente modelo analítico, forma- dido de que este período tuvo una influencia
lización del modelo normativo basado en la fundamental en la evolución posterior de la
imagen, realización de diagnósticos y diseño planificación en esta región. Ante todo debe
de la estrategia.'? señalarse que aun cuando entonces se había
Considerando las interrelaciones existen- admitido la necesidad de elaborar planes, ello
tes entre estas diversas actividades es posible no quería decir que se hubiera aceptado la
percibir la fundamental importancia que tiene idea de la necesidad de la planificación; en
la ideología en la configuración y formaliza- lo escencial, podría afirmarse que se carecía de
ción del proceso de planificación. Como en una cabal comprensión acerca del real alcance
todo contexto socioeconómico coexisten dífe- de lo que significaba planificar.
Por otra parte, aun cuando es indiscutible
que los gobiernos latinoamericanos formal-
16En este sentido parece inobjetable la siguiente afir-
mente habían aceptado el contenido de la Carta
mación de Octavio lanni, con todas las implicancias que
ella tiene: " ...las dos instancias fundamentales de la de Punta del Este, tampoco es menos cierto que
planificación son la estructura económica y la estructura en la práctica no mostraban una efectiva dispo-
política. Pero los planificadores no tratan, en general,
sino de las relaciones y procesos relativos a la estructura
sición para llevar a cabo las medidas allí reco-
económica. Sin embargo, las relaciones y procesos polí- mendadas, máxime cuando algunas de estas
ticos también están siempre envueltos en la misma confi- medidas tenían un alto costo social que, en
guración. Por lo tanto, puede decirse que, en última
muchos casos, afectaba directamente los inte-
instancia, la planificación es un proceso que comienza y
termina en el ámbito de las relaciones y estructuras de reses de las propias bases de sustentación po-
poder", Octavio Ianní, Estado e planejamento económico
no Brasil (1930-1970), Río de Janeiro, Ed. Civílízacao
Brasileira, 1971, p. 310. 180bviamente, ello implica reconocer la importancia
J7En esta revisión, en líneas generales se han mante- del condicionamiento ideológico que afecta a la teoria
nido las denominaciones establecidas por Jorge Ahumada social y, en particular, a la teoría económica. Sobre este
para las diferentes actividades del proceso de planifica- particular, véase Ronald L. Meek, Economics and ldeology
ción. Véase Jorge Ahumada, "Notas para una teoría gene- and other Essaus, Londres, Chapman and Hall, 1967, y
ral de la planificación", en Cuadernos de la Sociedad un análisis referido a la experiencia latinoamericana en
Venezolana de Planificación, Caracas, marzo de 1966, Aldo Solari y otros, op. cit.
vol. IV, Nos. 4-5. 19Véase Jorge Graciarena, op. cit.
PLANES VERSUS PLANIFICACION ICarios A. de Mattos 85

lítica de dichos gobiemosw El análisis de la lo en muy pocos casos llegaron a la fase de


situación imperante en los países de la región ejecución. La causa fundamental de ello se
permite comprobar que la mayor parte de los sitúa en las diferencias ideológicas existentes
gobiernos 'latinoamericanos, en la práctica, entre decisores y planificadores. En efecto, en
tenía una concepción considerablemente dífe- tanto los planes eran documentos útiles para
rente de la de los planificadores acerca de cuál respaldar ciertas gestiones para obtener ayuda
debía ser la orientación y el contenido del pro- financiera externa, los decisores no tenían ma-
ceso de política económica. En definitiva, se yores objeciones en utilizarlos e, incluso, en
trataba de una diferencia de carácter ideoló- darles su aprobación. Sin embargo, cuando se
gico que se traducía en una distinta imagen- trataba de comenzar a ejecutarlos, para lo cual
objetivo, aun cuando en muchos casos ésta no era necesario adoptar y aplicar las medidas de
estuviese claramente enunciada. política económica propuestas por el plan, las
En estas circunstancias, cuando existía discrepancias enh'e la concepción de los planí-
cierto respaldo formal a las resoluciones de la ficadores y la de los decisores afloraba rápida-
Conferencia de Punta del Este y cuando, por lo mente. En función de esas discrepancias que,
general, los agentes que controlaban el proceso como ya se ha dicho, en última instancia eran
de decisiones no establecían directivas preci- discrepancias ideológicas y, por lo tanto, se
sas para el diseño del modelo normativo que traducían en desacuerdo en cuanto a la estrate-
tenían como meta, los planificadores encara- gia de desarrollo, los decisores no adoptaban
ron la elaboración de los planes encomenda- las decisiones propuestas por los planificado-
dos a base de las directivas que emanaban de res; en consecuencia, la etapa de ejecución
tales resoluciones y de sus propias conviceio- iniciaba un proceso indefinido de posterga-
nes.21 Quiere ello decir que la actividad del ciones y, a la larga, el plan pasaba a transfor-
planificador se centró en la elaboración de pla- marse en letra muerta.
nes, actividad que cumplió siguiendo una En síntesis, cuando la seductora idea de la
cierta ortodoxia metodológica que se analizará planificación, hasta entonces un tanto abstrae-
más adelante; y esta actividad fue encarada con ta y elusiva, comenzó a adquirir concreción a
el fundamento de la ideología a la que ellos se través de un conjunto de propuestas para la po-
adscribían y el apoyo de los marcos teóricos lítica económica, la supuesta viabilidad políti-
compatibles con esta ideología. ca del plan se fue reduciendo rápidamente.
En función de estos fundamentos el planí- Durante esta etapa, la consideración fun-
ficador elaboró y planteó una imagen de cam- damental de que la planificación es una forma
bio social, que conducía a polarizar sus preocu- de conducir el proceso político fue dejada de
paciones en las acciones a mediano y a largo lado. De hecho, los planificadores tendieron a
plazo, y tendía a relegar a un segundo plano la ignorar la importancia que tiene la ideología
atención sobre los problemas coyunturales y de los agentes que controlan el proceso y, al
sobre las acciones a corto plazo.22 hacerlo, transformaron su actividad -como
Aun cuando los planes así elaborados mu- señala Foxley- en un mero ejercicio teónco.P
chas veces fueron formalmente aprobados, só- Mientras tanto, sin embargo, en la mayor

20Véase Aldo Solari y otros, op. cit., pp. 593 y ss.


21Al respecto, afirman Cibottí y Bardecí: "".el político mediato a los síntomas que preocupaban al político. El
no hacía explícitos sus objetivos para ser volcados en el carácter que aquél le asignaba a los problemas, se enca-
plan y ante la carencia de definiciones claras, el plani- minaba a la raíz de los mismos y a la necesidad de un
ficador introducía sus propias ideas". R. Cibotti y O. J. cambio en el patrón de desarrollo. Esto tenía, desde el
Bardeci, Un enfoque crítico de la planificación en América ángulo del político, el inconveniente de no brindar un
Latina, Santiago de Chile, ILPES (mimeografiado), 1970. remedio rápido para conjurar las situaciones críticas y, por
Véase también CEPAL, "La planificación en América otro lado. las propuestas de cambio afectaban a los
Latina", op. cit. p. 121. intereses de los grupos dominantes y esto agravaba aún
22Haciendo referencia a este problema, Cibotti y Bar- más las dificultades que enfrentaba el poder político", R.
deci expresan: "El planificador, generalmente, presen- Cibotti y O, J. Bardeci, op. cit., p. 6.
taba un cuadro de soluciones basadas en una concepción 23Según Foxley, "".este proceso no ha pasado de
estructuralísta del desarrollo que no ponía remedio in- constituir un ejercicio teórico, en el que participaban
86 REVISTA DE LA CEPAL N.o 8/ Agosto de 1979

parte de los casos el proceso cotidiano de po- ción es importante para analizar el problema
lítica económica de cada país prosiguió sin so- que aquí se desea plantear, en el entendido de
lución de continuidad y sin que la acción de los que el primer término hace referencia a un
equipos de planificación lo modificara signi- documento formal, en tanto que el segundo se
ficativamente. Esto es, como en el pasado, ese relaciona con un proceso político de toma de
proceso cotidiano de política económica conti- decisiones y de acciones concretas. Y es jus-
nuó a cargo de los organismos de la adminis- tamente este hecho, la disponibilidad de pla-
tración pública que tradicionalmente habían nes y la ausencia de procesos de planificación,
desempeñado esta función; es el caso de los en donde tiene su origen y fundamento prin-
ministerios de hacienda, de las direcciones de cipalla controversia sobre la crisis de la plani-
presupuesto, de los bancos centrales, etc. Al ficación. A la luz de las consideraciones ante-
mismo tiempo, las oficinas de planificación, riores, parece más razonable sostener que lo
que habían hecho su irrupción con inusitado que entró en crisis no fue la planificación como
ímpetu en los cuadros de la administración tal, sino una determinada forma de concebir la
pública de los países, no lograron llegar a de- planificación vinculada a una cierta concep-
sempeñar el papel que teóricamente se les ha- ción (ideología, imagen, modelo, estilo, teoría,
bía asignado y, en muchos casos, pasaron a estrategia) del desarrollo que carecía de via-
vegetar en un anodino segundo plano. bilidad en las condiciones objetivas imperan-
Al margen de estas consideraciones, debe tes en esa circunstancia histórica en América
señalarse que en algunas pocas ocasiones hubo Latina.
coincidencia ideológica entre los decisores y
los planificadores y en que los procesos res- e) Los planificadores y los procedimientos
pectivos muestran que se comenzaron a adop- de planificación
tar algunas de las medidas de política econó-
mica propuestas por los planes; sin embargo, Un segundo aspecto que interesa analizar
por otros factores más relacionados con las para el caso de la experiencia latinoamericana
concretas condiciones económicas, sociales y de planificación de este período es el referente
políticas imperantes en los respectivos países, a los procedimientos, métodos y técnicas de
aun cuando también con los procedimientos y planificación adoptados para el cumplimiento
métodos de planifícacíón adoptados que se de las tareas pertinentes. Al respecto puede
analizarán más adelante, el área de viabilidad afirmarse que los equipos de planificación que
política de los planes se fue reduciendo a lo desempeñaron estas actividades en los países
largo del propio proceso y, al final, aquí tam- latinoamericanos en el período considerado
bién los planes fueron dejados de lado. -tanto por su formación profesional como por
Resumiendo: como consecuencia de la su experiencia previa-, se adscribían básica-
carencia o de la reducción del área de viabili- mente a la concepción que se aplicaba en los
dad política de los planes puede observarse procesos de planificación que se estaban lle-
que desde comienzos de la década de los años vando a cabo entonces en algunos países capi-
sesenta numerosos países latinoamericanos talistas de Europa Occidental, como, entre
contaron con planes, pero carecieron de efecti- otros, Francia, Holanda, los países nórdicos,
vos procesos de planificación basados en tales etcétera.
planesP Este distingo entre plan y planifica- La modalidad que la planificación allí

ricanos, afinna: "El avance más significativo se ha reali-


casi exclusivamente los técnicos en la materia, y cuya zado sobre todo en el primer aspecto: el de la fonnulación
etapa más importante consistía en elaborar un documento del plan. Mucho menor ha sido el progreso en la planifica-
(el plan)". Alejandro Foxley, Estrategia de desarrollo y ción propiamente dicha, si bien en el seno de los gobier-
"modelos de planificación, México, Fondo de Cultura nos comienza a manifestarse un claro reconocimiento de
Económica, 1975, p. 18. la significación de este hecho", Raúl Prebisoh, Hacia una
24AI respecto, Prebisch, en una temprana evaluación dindmica del desarrollo latinoamericano, México, Fondo
de la experiencia de planificación en los países latinoame- de Cultura Económica, 1963.
PLANES VERSUS PLANIFICACION / Carlos A. de Mattos 87

había adoptado, una vez superados los princi- lizar la desagregación sectorial del plan, sin
pales problemas emergentes de la guerra, dar mayor relevancia, por ejemplo, a su escasa
constituía una respuesta funcional al tipo de utilidad para la previsión económica en aque-
problemas que se presentaban en estas socie- llos casos en que se proyectaba llevar a cabo
dades; caracterizadas por una situación institu- significativas modificaciones estructurales.
cional sumamente consolidada y estable y por Estos procedimientos, métodos y técnicas
un nivel relativamente alto de desarrollo. En eran sumamente conocidos y gozaban de consi-
el marco definido por los parámetros de esta derable aceptación en América Latina; si se
realidad, la planificación constituía un instru- revisan los textos sobre planificación elabora-
mento adecuado para lograr corregir o para dos durante este período en los países latino-
reforzar ciertas tendencias comprobadas en el americanos, puede comprobarse en seguida
funcionamiento del sistema sin que -en la cómo ellos se inspiraban en los antecedentes
mayor parte de los casos- se plantease la derivados de la experiencia europea." De igual
necesidad de grandes transformaciones estruc- manera, si se examina la bibliografía más di-
turales. Como tal, la planificación era esencial- fundida y utilizada por los planificadores
mente de tipo indicativo y tenía el carácter de latinoamericanos, se podrá observar que bási-
un instrumento de ajuste.25 camente estaba constituida por textos elabora-
Esta forma de planificación -que, en sus dos por quienes habían sustentado o colabora-
aspectos formales generales, se inspiraba di- do en la experiencia de planificación de dichos
rectamente en los métodos y técnicas desarro- países europeos." Siendo éstos los procedi-
llados por los países socialistas y, especialmen- mientos conocidos y aceptados en la materia,
te, por la URSS- concentró sus esfuerzos en los planificadores latinoamericanos trataron
la tarea de elaborar un plan, concebido como de implantarlos en nuestros países.
un documento de carácter global y totalizador, En consecuencia, y resumiendo los aspec-
que tenía la finalidad de servir de marco de tos analizados hasta aquí, puede observarse
referencia para orientar y controlar la trayec- que los postulados de cambio social y los pro-
toria de las diversas variables a lo largo del cedimientos de la planificación de ajuste, se
período de planificación. Esta experiencia fue vertebraron en las actividades de planificación
estableciendo una cierta ortodoxia en cuanto a que se desarrollaron en la mayor parte de los
los procedimientos de la planifícación; en ella países latinoamericanos. En definitiva, ello
el plan se ubicaba como el elemento básico del significó hacer uso de los procedimientos de la
proceso. A partir de allí era difícil concebir a la planificación que se empleaban en los proce-
planificación si no se la relacionaba a este do- sos de ajuste al servicio de una concepción que
cumento, al que en adelante denominaremos implicaba una planificación para llevar a cabo
plan-libro, que se situaba como elemento ini- un proceso de cambio.
cial y central del proceso. En estas circunstancias, el plan-libro re-
Esta ortodoxia también implicaba a los sultó un instrumento excesivamente rígido y
métodos y a las técnicas de planificación, que estático frente a los requerimientos de una
igualmente se trasplantaron a la experiencia realidad altamente inestable y cambiante, co-
latinoamericana sin ser objeto de mayor adap- mo era (y es) el caso de la de los países latino-
tación previa. Tal es el caso, por ejemplo, del americanos. El plan-libro presupone como
método de planificación por etapas para la
elaboración del plan y de ciertos tipos de mo-
delos macroeconómicos directamente inspira- 26Yéanse, por ejemplo, CEPAL. Introducción a la
dos en los utilizados por la escuela de Tinber- técnica de la programación, op. cit.; Jorge Ahumada,
gen; también es el caso de las técnicas de Teoría y Programación del desarrollo económico, op. cit.; y
Pedro Vuskovic, Técnicas de planificación, Santiago de
insumo-producto cuyo empleo fue postulado Chile, ILPES, 1965.
sistemáticamente como instrumento para rea- 27 Que es el caso, por ejemplo, de las obras de Pierre
Massé, Jan T'ínbergen, H. Chenery, Y. Marrama, y otros;
una revisión de los catálogos de la época de las principales
editoriales de habla española especializadas en la materia
25Yéase A. Foxley, op. cit., p. 15. permite corroborar esta afirmación.
88 REVISTA DE LA CEPAL N.O 8/ Agosto de 1979

hipótesis implícita la permanencia y la validez expresaban una fuente efectiva de poder, su


a mediano plazo de las metas, del comporta- oposición fue restringiendo la posibilidad de
miento previsto para las diversas variables ejecución del plan.
consideradas, de la estrategia y de las medidas En síntesis, el análisis realizado hasta
de política económica propuestas; ello impli- aquí permite arribar a la conclusión de que las
ca, a su vez, ciertas constancias en la entidad tareas de planificación, en su etapa inicial,
objeto de planificación que resulta difícil- estuvieron marcadas por los siguientes dos
mente concebible para el caso de un país aspectos que contribuyeron a restarles efectivi-
subdesarrollado.s" La historia de ese período se dad y que, en cierta iorma, las condenaron
encargó de demostrar que no era posible supo- desde sus orígenes:
ner tales constancias y que, en consecuencia, la a) En buena parte de los casos la imagen-
mayor parte de los planes morían apenas objetivo que los planificadores adoptaron como
nacidos. base de los planes no era compatible con las
Aun en aquellos casos en que existió cier- condiciones económicas, sociales y políticas
ta coincidencia entre la imagen de los planifi- imperantes en esa circunstancia histórica y no
cadores y la de los agentes que controlaban el se adecuaba a la intencionalidad concreta de
proceso de toma de decisiones, los procedi- los agentes que controlaban el proceso de toma
mientos basados en la concepción del plan- de decisiones; de esta manera, carecía de
libro no resultaron adecuados para la conduc- viabilidad política.
ción de un proceso tan lleno de contradicciones En última instancia, esto significa que
como las que caracterizan a un país capitalista entonces no existían condiciones para llevar a
periférico." La misma publicación total del cabo un proceso de planificación articulado
plan, al difundir de antemano las principales en torno a una imagen de contenido desarro-
acciones que deberían irrumpir a lo largo del llista; ello, sin embargo, no importa afirmar la
horizonte de planificación, contribuía a gene- ausencia de condiciones para planificar a base
rar desde el comienzo del proceso conflictos de imágenes con otro contenido, lo que, como
mayores que los que cada medida de política se verá, ocurrió posteriormente.
económica individualmente considerada po- b) Los procedimientos adoptados se inspi-
día provocar, lo cual, en defínitíva.vreducía el raban en una concepción de planificación de
área de viabilidad política de cada una y de to- ajuste que, si bien podía resultar funcional en
das esas acciones." Los grupos cuyos intere- las condiciones prevalecientes en los países
ses se consideraban lesionados por los cam- desarrollados, no se adecuaban a la situación y
bios propuestos tendieron a organizarse anti- a la dinámica social de los países subdesarro-
cipadamente para combatir la aplicación del llados.
plan al conocer el contenido de las acciones Otros factores, como la ausencia de me-
previstas. En la medida en que estos grupos canismos operativos en los sistemas de planifi-
cación, la inadecuada coordinación entre pla-
nes y presupuestos del sector público, la au-
sencia de proyectos, la inexistencia de siste-
28Hoy día es habitual que los planificadores rechacen
mas de información estadística apropiados, la
esa rigidez del plan-libro. Dice, por ejemplo, [oáo Paulo
dos Reis Velloso, ex Ministro de Planificación de Brasil: institucionalización prematura de la planifica-
"En suma, vamos a pensar en un planeamiento vuelto hacia ción, etc., también fueron señalados como cau-
los resultados, y preocupado por la ejecución coordinada
de los programas, reconociendo la imprevisibilidad de las
sas de la modestia de los resultados logrados
magnitudes globales, implicadas en la crisis mundial, y por la planificación latinoamericana durante
utilizando indicadores para cosas específicas, en un pro- este período.'! Sin embargo, el análisis reali-
ceso de revisión continua". Actualidade do II PND, zado precedentemente tendía a mostrar que
IBGE, San Pablo, diciembre de 1975.
2llConsidérense, como ejemplo, los diferentes proce- la incidencia de tales factores es marginal y que
dimientos utilizados en la experiencia de Perú de 1968 en
adelante para conducir un proceso de política económica
con importantes transformaciones socioeconómicas. 31Véanse, en especial, CEPAL, "La planificación en
30Véase ILPES, Discusiones sobre planificación, op. América Latina", op. cit., pp. 120 y SS., e ILPES, Discu-
cit., especialmente pp. 14 y ss. siones sobre planificación, op. cit., pp. 37 y ss.
PLANES VERSUS PLANIFICACION ICarios A. de Mattos 89

las razones de fondo no radican allí, sino bási- se han dedicado a explorar pormenorizada-
camente en las restricciones impuestas por las mente; en todo caso, interesa destacar que este
condiciones económicas, sociales y políticas proceso permitió mejorar el conocimiento de
que imperaban en los respectivos países. la realidad de los diversos países, así como
Las consideraciones hasta aquí expuestas sentar las bases para una readecuación poste-
no implican desconocer que el proceso cum- rior de las actividades de planificación. Sería
plido durante este período tuvo aspectos in- difícil explicar la situación actual de la plani-
discutiblemente positivos, aun cuando no es ficación en América Latina sin el antecedente
el propósito de este trabajo revisar esos logros, de la experiencia cumplida en los años de la
lo que, por otra parte, numerosos estudios ya Alianza para el Progreso.

11
N uevas modalidades en la planificación latinoamericana
Los últimos años han presenciado importantes época de la Alianza para el Progreso, cada pro-
cambios en los países latinoamericanos; en el ceso se fue definiendo de acuerdo al contenido
marco de estos cambios, varios de ellos han de los respectivos modelos y que, en líneas
definido y adoptado nuevos modelos o proyec- generales, la política económica se caracterizó
tos nacionales como base para las acciones que en sus grandes líneas por una razonable cohe-
habrán de caracterizar sus respectivos proce- rencia.
sos. En términos generales, dichos modelos El análisis de casos como los menciona-
constituyen propuestas concretas de transfor- dos permite afirmar que ellos configuran ejem-
mación de una situación que los agentes que plos concretos de la modalidad que la planifi-
controlan el proceso nacional de toma de deci- cación puede asumir en una economía capita-
siones han considerado insatisfactoria. La lista. Esta afirmación puede parecer discuti-
orientación y el contenido específico de estos ble, e incluso inaceptable, si se la juzga a la luz
proyectos nacionales ha diferido según los paí- de los cánones formales establecidos por las
ses, así como también ha sido distinto su nivel corrientes más en boga en América Latina de
de explicitación, su grado de coherencia inter- la teoría de la planificación; sin embargo,
na, su viabilidad política, su costo social, puede ser aceptada más fácilmente si se obser-
etcétera. van esas experiencias a partir de una postura.
En cualquier caso, cada uno de estos pro- menos ortodoxa en cuanto a conceptos, méto-
yectos está condicionado por la ideología de dos y técnicas de la planificación.
los agentes que lo sustentan e implican en
forma más o menos explícita un modelo norma- a) El papel de la planificación
tivo y una estrategia para lograrlo; por consi- en los países capitalistas
guiente, constituyen un marco de referencia
para la definición de los instrumentos de polí- Para discutir la proposición precedente
tica económica que conformarán y caracteriza- será necesario considerar el concepto de plani-
rán el proceso hacia la realización de la ima- ficación en su sentido más amplio, identificar
gen preestablecida. qué elementos caracterizan a un proceso de
Podrían señalarse a mero título de ejemplo planificación como tal y, en particular, definir
de este tipo de situación, las experiencias que el papel de la planificación en el ámbito de los
se llevaron a cabo en Brasil a partir de 1964 y países capitalistas.
en Perú entre 1968 y 1975. Dejando de' lado las Por consiguiente, ante todo resulta nece-
diferencias existentes en el contenido de los sario establecer cuáles son los aspectos que
modelos normativos definidos en ambos ca- permiten que un determinado proceso de
sos, se puede observar que, aun cuando no política económica pueda ser considerado
existió un plan-libro a la manera de los de la como planificado. Teniendo en cuenta que el
90 REVISTA DE LA CEPAL N,o 8 / Agosto de 1979

término planificación suele ser empleado, por sustancialmente distinta para cada uno de esos
una parte, en forma generalizada e indiscrimi- contextos. En este planteamiento se admite la
nada y, por otra, en forma sumamente restrin- posibilidad de la planificación en las econo-
gida, la discusión resulta importante para mías capitalistas pero, al mismo tiempo, se
poder definir un marco de referencia para el considera que las reglas de juego específicas
análisis del problema planteado. que imperan en éstas, determinan que los
En efecto, por un lado puede observarse alcances, modalidades y posibilidades con-
que cuando se ha hecho uso del concepto de cretas que ella tiene en este caso sean muy di-
planificación a base de ciertas definiciones ferentes de las que puede asumir en una eco-
excesivamente amplias, se ha tendido a deno- nomía centralmente planificada."
minar como planificado a todo proceso de po- Estas consideraciones parten del supuesto
lítica económica donde exista cierto grado de básico de que la planificación se mueve en el
intervención del Estado en la vida económica. marco definido por los parámetros fundamen-
De esta manera, se llega al extremo de afirmar tales de un determinado sistema y sin que por
que desde el momento en que el Estado co- su sola acción sea posible lograr el cambio de
mienza a interferir en el funcionamiento del los mismos. En otras palabras, quienes pien-
sistema económico, se estaría en presencia de san que la planificación por sí misma permite
procesos de planificación. Al encarar el proble- llevar a cabo un cambio de sistema, se apoyan
ma de esta forma, se desdibuja el verdadero en una concepción de la realidad que deja de
contenido de un proceso planificado y se lado el análisis de lo que determinan como
tiende ajustifícar el aserto del título del ensayo posible las específicas condiciones económi-
de Wildavsky: "Si planificación es todo, qui- cas, sociales y políticas de cada sistema. Sólo
zá no sea nada" ,32 cuando ya se ha decidido y legitimado políti-
Por otra parte, una importante corriente camente un cambio de sistema, la planificación
del pensamiento económico contemporáneo puede ser utilizada como instrumento para
tiende a negar la posibilidad, o a restringir el concretarlo a través de un proceso de política
alcance, de la planificación en las economías económica, concebido en forma coherente y
capitalistas. En lo esencial, se sostiene que racional con los objetivos definidos por la
la planificación sólo es posible en una econo- estructura de poder. Esto ha sido así en todos
mía donde los medios de producción sean de los casos históricos de grandes transformacio-
propiedad social, Esta posición ha sido co- nes políticas; en tales casos la política econó-
rrientemente fundamentada por ciertos teóri-
cos de la planificación soviética y también por
algunos economistas latinoamericanos que se
34En este sentido, Enrique Sierra, en un trabajo re-
adscriben a esa concepción teórica.P dente, define el papel de la planificación en una economía
Entre estas dos concepciones antagónicas capitalista, en la siguiente forma: "Un vasto sector público,
es posible definir una postura que, aun cuando encargado de múltiples funciones, reclama por sí un
método que le dé coherencia a su quehacer, siempre que
reconoce que el concepto de planificación en el conflicto social y de intereses se lo admita. Esa es la
sus términos más generales es el mismo para razón más elemental de la planificación en las actuales
las economías capitalistas y para las central- economías capitalistas industrializadas y en desarrollo.
Indicarle un norte al proceso sociopolítico de la política
mente planificadas, considera que la planifica- económica, centrando la pugna de clases e intereses en
ción tiene una base teórica y una metodología una dirección, atenuando el grado de anarquía del proceso,
es el papel inmediato de los planes. Traducir en objetivos
y metas el programa político del gobierno, y darle una
estrategia consistente es la tarea inmediata de los trabajos
de planificación durante un período gubernamental.
32Aaron Wildavsky, "If Planning is Everything, May Ayudar a poner en claro una estrategia de acción y una
be it's Nothing", en Policy Sciences, Amsterdam, junio de política coherente de objetivos, aunando fuerzas sociales
1973, vol. 4, N," 2. y creando conciencia para romper el estadio de subdesa-
33Véanseporejemplo, L.A. Kadishev y G.M. Sorokin, rrollo es la función que, trascendiendo el carácter temporal
Leyes económicas y planificación socialista, México, Ed. de una administración se aspira cumpla la planificación
Grijalho, 1969, especialmente pp. 65 y ss., y Arturo nacional en los países de la periferia capitalista". Enrique
Guillén, Planificación económica a la mexicqna, México, Sierra, La planificación nacional en el capitalismo (obra
Ed. Nuestro Tiempo, 1971. inédita), Caracas, 1977.
PLANES VERSUS PLANIFICACION / Carlos A. de Mattos 91

mica planificada ha sido un medio para con- tado al logro de objetivos preestablecidos, en
cretar el cambio. forma independiente de cual sea el contenido
En definitiva, la planificación se desen- concreto de éstos. O sea, que los objetivos
vuelve dentro de los límites que le imponen pueden estar asociados al cumplimiento de
las condiciones económicas, sociales y políti- un proceso de desarrollo económico y social,
cas de cada realidad y solamente dentro de pero aun cuando ello sea lo deseable no cons-
ellos. Lo que aquí se subraya es que la lógica tituye condición necesaria. En otras palabras,
derivada de la racionalidad del sistema, en su así definida la planificación no tiene por qué
específica situación y ubicación histórica, en ser necesariamente planificación del desarro-
ningún caso puede dejar de ser considerada llo; bien podría ser encarada como planifica-
como el encuadramiento básico del problema. ción para lograr objetivos de mayor crecimien-
En consecuencia, en una economía capitalista to sin preocupaciones laterales sobre la distri-
los elementos que definen este tipo de siste- bución de los frutos de ese proceso de creci-
ma constituyen un dato para el problema de miento. Con referencia a esto, cabe recordar la
planificación, y sólo a partir de allí puede pa- afírmación de Jorge Ahumada: "Se puede
sarse a definir los elementos del proceso. planificar para la justicia como para la injus-
Como ya se ha señalado, cuando los pla- ticia, para la virtud corno para el vicio".;15
nífícadores asumen por su cuenta el papel de Como un ejemplo extremo de esta forma
agentes del cambio social, pero las condicio- de concebir la planificación, podría conside-
nes imperantes no son determinantes de tales rarse el caso de un proceso concebido en fun-
cambios, su actividad se convierte en un mero ción de un modelo normativo que postula el
ejercicio teórico. En suma, el planificador es retorno a un esquema regido por los principios
un asalariado del Estado y ello en Cierta forma del liberalismo económico, de forma que la
establece las coordenadas esenciales de su estrategia postularía un conjunto de medidas
trabajo. Históricamente ello ha sido así toda de política económica tendientes a restablecer
vez que el planificador ha actuado desempe- al mercado sus funciones de asignador de re-
ñando verdaderamente la función de tal, sea cursos." En este caso, quizá podrían cuestio-
en el marco de una economía socialista o de una narse la consistencia y la viabilidad de los
economía capitalista. objetivos finales, pero no así el carácter de
Se puede volver ahora a una cuestión planificado del proceso.
planteada precedentemente: ¿cuáles son los
caracteres que debe poseer un proceso de po-
lítica económica para que el mismo pueda ser b) La planificación sin planes
considerado como planificado? Ante todo, se
considerará que un proceso planificado está Retomando el caso de las ya mencionadas
configurado por un conjunto de decisiones en experiencias de Brasil y de Perú -aquí consi-
torno a fines y medios que, con el auxilio de deradas a título de ejernplo-«, se podrá obser-
un conjunto de instrumentos y técnicas de pla- var que ambas cumplen con los requisitos
nificación, determina una secuencia de accio- señalados: existencia de una imagen que ha
nes coherentes que se definen y ejecutan en servido de base para la formalización de un
un cierto horizonte temporal para lograr algu- modelo normativo y para la definición de una
nos objetivos preestablecidos. De allí podría estrategia y configuración de un proceso con-
inferirse que los elementos esenciales de un formado por un conjunto coherente de instru-
proceso planificado serían: una imagen-objeti-
vo que permite definir un molde normativo y
una estrategia de acción que constituye la base
:15Jorge Ahumada, "Notas para una teoría general de
para conformar una secuencia coherente de la planíflcación", op. cit.
política económica. 36y éanse Roberto de Oliveira Campos, "A experiencia

A la luz de estas consideraciones es posi- brasileirn do planejamento", incluido en M.H. Simonsen


y R. O. Campos, A nova economía hrasileira, Río de
ble establecer que la planificación hace refe- }aneiro, José Olympío, Editor, 1974, p. 50; y Octavio
rencia a un proceso de carácter político orien- Ianni, 011. cit., pp. 301 y ss,
92 REVISTA DE LA CEPAL N.o 81 Agosto de 1979

mentos de política económica." En tales con- lar las diversas decisiones del proceso de pla-
diciones, debe reconocerse que se trata de ex- nificación según una estrategia concebida
periencias concretas de planificación, aun como base y guía de la política económica que
cuando la modalidad adoptada difiera de la se va adoptando durante el período de plani-
establecida por la ortodoxia imperante durante ficación, implica una respuesta de hecho a la
la década de los sesenta, principalmente por- comprobación empírica de la inadecuación
que en ninguno de estos casos un plan-libro del plan-libro a las condiciones económicas,
constituye el verdadero hilo conductor del sociales y políticas que caracterizan la situa-
proceso." ción de los países capitalistas periféricos."
Esta modalidad de la planificación latino- La estrategia que se define como resultado
americana se ha ido definiendo en la praxis al de un análisis comprensivo y permanente de la
hacer frente a situaciones concretas que así lo realidad, conduce a la identificación y defini-
han exigido; en todos los casos ha sido el resul- ción de las acciones fundamentales que debe-
tado de la convicción de que para salir de una rán ser introducidas durante el período de pla-
cierta situación indeseada en camino hacia una nífícacíón, considerando tanto su viabilidad
situación deseada (la postulada por el modelo política como su factibilidad técnica. En lo
normativo) se requiere necesariamente de un esencial, la estrategia implica un conjunto de
amplio conjunto de medidas de política econó- proposiciones destinadas a incidir en el funcio-
mica que con dificultad podrían ser previstas namiento del sistema, diseñadas en función
globalmente desde el año cero. del modelo normativo y de los fundamentos
En definitiva, se trata de una concepción teóricos del mismo.
sobre la forma de conducir el proceso de plani- Así concebida, en la específica dinámica
ficación, donde la estrategia tiende a consti- de una economía capitalista, la estrategia cons-
tuirse en el elemento clave del mismo, ubicán- tituye un marco más flexible que un plan-libro,
dose como un marco general que permite ase- puesto que permite que las diversas medidas
gurar la coherencia y la continuidad de la polí- de política económica a corto y a mediano
tica económica." El procedimiento de articu- plazo, vayan configurando y dando contemdo
al proceso según una secuencia general que
puede revisarse y reajustarse a cada paso.
Siendo las cosas de esa manera, los diversos
37Véase Hoberto Cavalcanti de Albuquerque, "Plan-
nejamento do governo no Brasil", IPEA, Boletim Econo- instrumentos de política económica que se
micu, Brasilia, enero-abril 1975, Nos. 1-2. van insertando a lo largo del período, en la
aHLa validez de esta afirmación es independiente de la medida en que retroalimentan al proceso, tam-
existencia simultánea de algún plan-libro y del trabajo
paralelo de elaboración de planes de los organismos de bién van ampliando o reduciendo la viabilidad
planificación, En el caso peruano, por ejemplo, puede política de las acciones futuras y, en definitiva,
observarse que si bien no hubo interrupción en el funciona- de la propia estrategia de planífícacíón, por
miento del Instituto Nacional de Planificación (INP), el
que siguió preparando planes, en la práctica fue el Comité ello, cada medida requiere un análisis espe-
de Asesoramiento de la Presidencia de la República cífico de viabilidad. En esta modalidad, la po-
(COAP) el que realmente elaboró buena parte de las lítica económica a corto plazo juega un papel
primeras medidas que implicaron cambios estructurales.
De esta manera el COAP, en especial durante el período fundamental en la configuración de la trayec-
inicial del proceso, funcionó como un verdadero organismo toria hacia la imagen.
paralelo de planificación y como intérprete de los linea- El carácter dinámico de esta modalidad
mientos del modelo normativo establecido por el gobierno
de las Fuerzas Armadas, Como ejemplo, puede mencio-
narse el caso de la Ley de Reforma Agraria preparada con
la mayor reserva por el COAP, en tanto que el INP también 40El proceso peruano iniciado en 1968 nuevamente
se encontraba elaborando otro proyecto sobre esta materia, puede constituir un buen ejemplo del procedimiento que
el cual debió ser interrumpido cuando el proyecto del aquí se describe. El "Plan Inca" y las "Bases ideológicas
COAP fue sorpresivamente promulgado por el Presidente de la revolución peruana" constituyeron las verdaderas
Velasco Alvarado, en oportunidad de la conmemoración bases normativas del proceso y a partir de ellas se
del Día del Indio, el 24 de junio de 1969. definieron las principales medidas de política económica
3f)Yéase un análisis del concepto de estrategia en que caracterizaron aquella etapa. Véase al respecto Emst
Carlos Matus Romo, Estrategia y plan, Santiago de Chile, J. Kerbush (ed.), Cambios estructurales en el Perú, 1968-
Ed. U ni versitaria, 1972. 1975, Lima, Ed. ILDIS, 1976.
PLANES VERSUS PLANIFICACION I Carlos A. de MeJttos 93

también afecta a todos los restantes elementos Los elementos revisión, evaluación y re-
que reconoce la práctica de la planificación, formulación llevados a cabo en forma continua
como es el caso de las tareas de diagnóstico, a lo largo del horizonte establecido, son íun-
previsión y análisis de coherencias. Así, el damentales en esta modalidad de la planifica-
diagnóstico, que generalmente ha sido encara- ción, ya que le confieren un carácter más diná-
do como una tarea global previa a la elabora- mico y flexible que el de la planificación vía
ción del plan, tiende a ser sustituido por un plan-libro. De esta manera, la estrategia ubi-
diagnóstico continuo que acompaña al proceso cada como una verdadera guía normativa que
de toma de decisiones en cada uno de sus mo- asegura coherencia y racionalidad al proceso
mentos. Análogas consideraciones caben para de toma de decisiones permite ir definiendo
las tareas de previsión y para los análisis de en la praxis la propia trayectoria. Por consi-
coherencia; dado el carácter dinámico y cam- guiente, se podría decir que cuando la plani-
biante del proceso, las previsiones y análisis ficación se encara de esta manera el plan for-
de coherencia realizados globalmente para el mal global sólo puede llegar a ser percibido
mediano plazo tal como eran concebidas en la en su totalidad a posteriori, como un resultado
modalidad del plan-libro, tienden a transfor- ex-post de la sumatoria de las medidas a corto,
marse en un ejercicio académico, perdiendo mediano y largo plazo adoptadas durante el
gran parte de su significado desde el punto de período considerado.
vista de la acción." En definitiva, se estaría en presencia de un
En este contexto, las tareas de diagnosti- proceso de planificación para cuyo desarrollo
car, prever y analizar coherencias adquieren no fue necesaria la existencia de un plan
particular relevancia ante cada nueva deci- explícito formalizado previamente. Se puede
sión; en efecto, habida cuenta de que toda fu- observar entonces que, en contraste con la
tura medida importante de política económica experiencia de la década anterior caracterizada
habrá de tener complejas y diversificadas re- por la proliferación de planes con casi total
percusiones sobre el sistema, su definición ausencia de casos concretos de planificación,
exige un análisis sumamente cuidadoso. Este ahora se podría hablar de la existencia de pro-
análisis es el resultado de tareas de diagnós- cesos de planificación pero con ausencia de
tico que se basarán tanto en el conocimiento planes-libro.
teórico como empírico sobre la estructura y el En todo caso, cabe observar que la moda-
funcionamiento del sistema en su conjunto; lidad de planificar sin planes si bien puede
para realizar dichas tareas será necesario efec- considerarse como nueva en los países latino-
tuar complementariamente pruebas de previ- americanos, no lo es tanto ni en la teoría ni en
sión y de coherencias a base de los mismos fun- la práctica de otras regiones del mundo.v Mu-
damentos teóricos y empíricos. chas veces se ha subrayado que más importante
Las repercusiones de cada una de las me- que disponer de un plan es lograr el cumpli-
didas de política modifican la situación impe- miento de un proceso planificado, ya que lo
rante y, al mismo tiempo, aportan nuevos ele- primero no es condición necesaria ni suficien-
mentos que necesariamente deberán ser teni- te para lo segundo. Incluso estas dos modali-
dos en cuenta en términos de diagnóstico, dades ya fueron explícitamente contrapuestas
previsiones y pruebas de coherencia para las en una tipología establecida con el propósito de
acciones futuras. Puede ocurrir, por ejemplo, caracterizar la esencia de la planíficacíón.f
que algunas repercusiones no previstas de una
determinada acción, reduzcan la viabilidad de
acciones contempladas para el futuro, condu- 42Véase, por ejemplo, Albert Waterston (1965), Plani-
ficación del desarrollo. Lecciones de la experiencia,
ciendo a un replanteo de la situación, a un rea- México, Fondo de Cultura Económica, 1969, pp. 104 y ss.
juste de la estrategia y a una reformulación de Esta modalidad, por otra parte, está claramente expuesta en
las acciones futuras. la visión sistémica de la planificación brasileña realizada
por Jayme Costa Santiago, Os sistemas de planejamento
e a importancia dos projetos, Brasilia, Ed. CENDEC
41Véase joáo Paulo dos Reis Velloso, "Opcao eco no- 1976. '
mica", en O Estado de Sáo Paulo, 9 de noviembre de 1976. 43Faludi las contrapone como dos modalidades opues-
94 REVISTA DE LA CEPAL N.o 8/ Agosto de 1979

Sin embargo, el planteo y el análisis de cial del mismo. De tal manera, en estos casos
esta forma de encarar las tareas de planifica- la primera característica buscada en un plani-
ción no implica negar totalmente validez a la ficador es la relacionada con sus convicciones
modalidad de la planificación a base de un políticas. y ello es así por cuanto el contenido
plan-libro, que puede ser adecuado en el de un proceso real de planificación depende
marco de determinadas condiciones econó- de los objetivos y de los procedimientos que
micas, sociales y políticas; antes bien, el pro- están dispuestos a adoptar los agentes que
pósito principal de esta parte del análisis ha controlan el proceso de toma de decisiones y no
sido tratar de mostrar que constituye una enga- de las concepciones propias de los planifica-
ñosa apariencia seguir considerando como dores.
planificación únicamente aquellos casos que En estas circunstancias, el tan idealizado
se apegan a la ortodoxia del plan. Ello, no obs- agente de cambio social va dejando lugar a un
tante, parece de importancia destacar que, por planificador que, como tal, debe moverse en
su capacidad de adaptación a la complejidad un marco de reglas del juego inequívocas y
del proceso en sus diversas etapas, esta moda- perfectamente delimitadas. Esta forma de
lidad del proceso de toma de decisiones parece percibir al planificador no intenta subestimar
adecuarse mejor a la situación concreta de su calificación técnica ni sus funciones, sino
economías capitalistas periféricas del tipo de que busca ubicar los alcances de su papel en el
las que predominan en los países latinoameri- marco de las condiciones en que se desen-
canos. vuelve actualmente el proceso de toma de
decisiones en un país capitalista periférico.
e) Las nuevas modalidades de la Esto, por otra parte, tampoco constituye un
planificación, los planificadores y los aspecto novedoso desde que el trabajo del
organismos de planificación. planificador estuvo caracterizado de esta ma-
nera siempre que hubo experiencias concretas
Cabría, por último, hacer algunas- conside- de planificación, tanto en países capitalistas
raciones acerca de cómo todo este proceso ha como socialistas. Los ejemplos de Francia, por
afectado a los planificadores; a este respecto, un lado, y de la Unión Soviética, por otro, son
podría afirmarse que las modalidades que la altamente ilustrativos a este respecto.
planificación ha venido adoptando en algunos También puede observarse que las funcio-
países latinoamericanos durante los últimos nes de planificación han tendido a desplazarse
años y que han mostrado la paulatina desapa- nuevamente hacia las instituciones especia-
rición --especialmente en los niveles de res- lizadas del aparato burocrático del Estado que
ponsabilidades de cúpula de los equipos de tradicionalmente habían tenido a su cargo las
planiflcación- del planificador ideológica- tareas de conducción de la política económica.
mente desvinculado de la concepción que y ello ha ocurrido en tanto las entidades espe-
predomina entre los agentes que en la práctica cialmente creadas con la finalidad de asumir la
controlan el proceso de decisiones. Este hecho, responsabilidad de la planificación -o más
que en la mayor parte de los casos ha signifi- concretamente, de elaborar planes-, nunca
cado el ostracismo político del planificador lograron integrarse totalmente a la estructura
concebido como un agente del cambio social, tecnoburocrática de los países latinoamerica-
se ha expresado en la búsqueda y selección de nos. Salvo contadas excepciones -y superado
planificadores en función de su adscripción el 'impacto' inicial de su inserción en el pro-
ideológica a la conducción política del proceso ceso de toma de decisiones-, estos organis-
y de su identificación con el contenido esen- mos pasaron a desempeñar una función adjeti-
va, perdiendo paulatinamente atribuciones en
el proceso real de elaboración y decisión de la
política económica.
tas de la planificación: "The Blueprint Planning vs. the
Process Mode ofPlanníng". Véase Andreas Faludi, Plan-
Mientras los planes constituyeron un re-
ning Theory, Exeter, C.B., Pergamon Press, 1973, pp. 131 querimiento efectivo --en la medida en que su
y ss. existencia era necesaria para aspirar al otorga-
PLANES VERSUS PLANIFICACION ICarios A. de Mattos 95

miento de ayuda financiera externa en el asociado a esa modalidad durante este período;
marco de la Alianza para el Progreso-, las ofi- es decir, a la planificación concebida corno un
cinas de planifícacíón justijicaron su necesidad proceso iniciado y apoyado en un plan-libro y
y tuvieron cierta funcionalidad. Claro está un modelo de cambio social. Como esta moda-
que, como ya se ha señalado, sus actividades lidad constituía entonces la fonna genérica de
concretas no fueron mucho más allá de la mera concebir la planificación, cuando se comprobó
elaboración de planes formales. que ella resultaba inoperante, se supuso que lo
Al mismo tiempo, los organismos especí- que estaba en crisis era la planificación como
ficos del área económica del Estado (ministe- tal.
rios de Hacienda y/o de Economía, Banco b) Posteriormente se fue desarrollando e
Central, Dirección del Presupuesto) en reali- imponiendo de hecho en varios países de la
dad nunca llegaron a perder su función efec- región una modalidad alternativa que creía
tiva en el proceso, especialmente en lo que que un plan previamente formalizado en su
respecta a la definición de la política a corto totalidad no era una condición necesaria para
plazo. y lo que pudieron haber llegado a llevar a cabo un proceso de planificación; ello
perder lo recuperaron con considerable rapi- dio origen a una forma más pragmática de
dez, contribuyendo a un mayor desplazamien- encarar la conducción del proceso de política
to de aquellos nuevos organismos, nunca fun- económica a partir de los lineamientos de un
cionalmente incorporados al proceso de toma modelo normativo predeterminado. En estos
de decisiones. casos parece posible hablar de la existencia de
Habida cuenta de que buena parte de los planificación y, por consiguiente, la expresión
modelos que los países latinoamericanos están crisis de la planificación no les sería aplicable.
intentando 'implementar' actualmente fueron
En síntesis: efectivamente puede hablar-
concebidos de forma tal que la trayectoria hacia
se de crisis de la planificación en América
la situación deseada se va conformando funda-
Latina, pero siempre que se añada que se trata
mentalmente en función de medidas a corto
de la crisis de una modalidad de planificación.
plazo, el desplazamiento de las tareas de
Esa crisis fue seguida por el surgimiento de
diseño de éstas hacia las entidades tradicio-
formas menos ortodoxas, pero que han resulta-
nales no puede dejar de considerarse como ra-
zouabic, siempre y cuando esté sujeta a una do más eficaces para la conducción del proceso
de política económica en las condiciones espe-
orientación centralizada.
cíficas imperantes en los países capitalistas
En resumen, las modalidades de planífi-
cación antes analizadas, han incidido en una
periféricos durante esa coyuntura histórica.
caracterización diferente de la figura del pla- De todos modos, esta afirmación en ningún
nificador y en un desplazamiento de las fun- caso implica afirmar que tales procesos de
ciones de diseño y conducción de la política planificación estén conduciendo a resultados
económica hacia diversas entidades de la que signifiquen una efectiva superación de los
administración pública, en detrimento de las problemas más graves que afectan a estos
funciones que con anterioridad habían sido países. Si bien ha sido posible comprobar que
formalmente asignadas a las oficinas de plani- la aplicación de determinados modelos de
ficación. crecimiento ensayados en nuestros países
durante los últimos años han permitido obte-
3. Conclusiones y consideraciones finales ner resultados exitosos con relación a algunos
de sus principales objetivos, también es cierto
El análisis realizado en las páginas preceden- que se ha observado que ellos han conducido
tes permitiría inferir algunas conclusiones: al agravamiento de ciertos problemas crónicos
a) Durante el período considerado, efecti- de la región. Que es el caso, por ejemplo, de los
vamente puede hablarse de crisis de la plani- problemas relacionados con la distribución de
ficación, pero en el entendído jde que está los frutos del proceso de crecimiento y con las
referida a una concreta modalidad de la plani- condiciones generales de vida, las que han
ficación y a un modelo normativo que estuvo mostrado una clara tendencia al empeoramien-
96 REVISTA DE LA CEPAL N.o 8/ Agosto de 1979

to en buena parte de los países latinoame- eirá a realizar mayores esfuerzos por maximi-
ricanos. zar la eficacia y la coherencia de los procesos
En tales circunstancias no es difícil prever de política económica. Por consiguiente, la
que las tensiones sociales que está generando planificación seguirá constituyendo una exi-
la aplicación de dichos modelos irá reducien- gencia ineludible de los procesos socioeconó-
do la posibilidad de continuar utilizándolos micos de nuestros países.
en forma indefinida y que, tarde o temprano, Todo esto impone la necesidad de prose-
necesariamente se impondrá su modificación; guir explorando el papel y las modalidades de
entonces la incorporación de objetivos sociales la planificación en el marco del proceso de
más amplios a los procesos de planificación política económica de los países capitalistas
será ineludible. periféricos. Ello implica un esfuerzo por ubi-
Estos y otros problemas que afectan a los car el papel de la planificación y del planifica-
países de la región están llevando a un replan- dor en relación a la realidad de estos países,
teo de los modelos de crecimiento que se estu- sin apegarse excesivamente a formulas que
vieron aplicando en ellos, y a una búsqueda pueden no corresponder a las condiciones eco-
deliberada de nuevos estilos de desarrollo. nómicas, sociales y políticas que los caracte-
Sin duda, la necesidad de dar respuesta a esos rizan.
problemas a través de nuevos modelos indu-
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