Está en la página 1de 3

Estufas solares

Son instrumentos que nos ayudan a cocinar y realizar otras


actividades como puede ser el hervir agua, mientras se aprovecha
la luz solar. Al no requerir del uso de ningún tipo de combustible
o energía eléctrica, es considerada una alternativa más limpia en
comparación con las estufas eléctricas, de gas o leña.
Aunque el termino de “estufa solar” pueda referirse a que dicho
dispositivo obtiene su energía de energía de paneles solares, es
algo incorrecto, pues este tipo de estufas al no utilizar energía
solar fotovoltaica aprovechan la energía solar térmica, la cual
puede ser obtenida al dirigir y enfocar los rayos del sol por medio
de superficies reflejantes para aumentar el calor.
Este tipo de estufas son una muy buena opción para aquellas
pernas que habitan en zonas remotas y que no tienen fácil acceso
al carbón o gas natural. Así mismo son comúnmente utilizadas
en campamentos, excursiones, hasta alpinismo.
Su funcionamiento se basa en dos acciones básicas:
1. La superficie reflejante se encarga de dirigir los solares a un
punto de fuga, donde se concentra el calor.
2. Un recipiente se coloca sobre el punto de fuga, donde
absorbe el calor concentrado del sol.
Además de estos, existen varios detalles que se deben tomar en
cuenta y que se convierten en indispensables para el correcto
funcionamiento de dicho dispositivo.

La potencia suele variar dependiendo de distintos ámbitos los


cuales pueden ser: la calidad de los materiales, las condiciones
climatológicas, el diseño apropiado, la colocación correcta, entre
más reflectivo el material, más potencia tendrá la estufa, el diseño
del recipiente es importante, (Puede ser de aluminio delgado y
pintado de negro, para que absorba rápidamente el calor que le
llega. O puede ser una olla oscura dentro de otro recipiente de
vidrio, para que el calor quede atrapado dentro del vidrio y
absorbido por la olla oscura.) Otros elementos se pueden agregar

1
según requieren las condiciones. Por ejemplo, en lugares fríos o
días ventosos, se puede envolver la olla en una bolsa de plástico
para evitar la pérdida de calor.

También la técnica para cocinar se tiene que adaptar a la estufa.


En muchos lugares y condiciones, funciona más como una olla
de cocción lenta: es más adecuada para cocer frijoles y guisados
lentos que para freír un huevo. En lugares donde el sol es muy
fuerte y hace mucho calor, las recetas y las técnicas de cocina se
tendrán que adaptar para que funcionen bien.
Origen de las estufas solares
El físico alemán Tschirnhousen, que vivió de 1651 a 1708,
reporto haber usado un lente largo para enfocar los rayos del sol
y así hervir agua en una vasija de barro.
Estos experimentos fueron retomados en los primeros modelos
de cocinas solares publicados en 1767 por el científico suizo
Horace de Saussure. Durante sus estudios con las diferentes
temperaturas del aire, que varían según la altura o la cercanía
con el nivel del mar, Saussure descubrió que la atmosfera
terrestre servía como una trampa de calor para la energía solar,
que causaba altas temperaturas en poca altitud, entonces como
una coincidencia invento las cocinas solares, ya que construyo
un primitivo horno de caja para sus experimentos, el cual resulto
suficientemente caliente como para cocer frutas.
El científico francés Ducarla, contemporáneo de Saussure,
adicione espejos para reflejar mas luz dentro de la caja, también
usó 5 capas de vidrio para cubrir la caja y aislarla. Ducarla
estuvo en el buen camino, pues el modelo estuvo listo para
cocinar alimentos, en tan solo una hora.
Sir John Herschel uso un modelo mas sofisticado durante una
expedición en Sudáfrica: una caja de caoba que enterró en la
arena dejando que saliera la parte superior con espejos
alineados.

2
August Mouchot un científico francés, escribió un primer libro
con el título “energía solar y sus aplicaciones industriales”.
Estuvo especialmente interesado en las cocinas solares y llamo a
su favorita “la vasija solar”. Logro hornear pan en tan solo tres
horas e incluso construyo una estufa solar que cocía verduras al
vapor. Solo fallo su experimento mientras cocinaba un platillo,
entonces culpo a los “rayos químicos del sol” por el terrible olor y
sabor de la comida.

También podría gustarte