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INTRODUCCIÓN

El siguiente trabajo monográfico titulado cocina solar parabólica estudiaremos a este


artefacto que nos permite cocinar alimentos utilizando la radiación solar como fuente de
energía, el cual está basado y pensado para ayudar a las personas de los países
subdesarrollados, mejorar su nivel de vida y construir un mejor medio ambiente para
frenar el cambio climático ya que estudios comprueban problemas serios de salud, tales
como dolencias respiratorias, cataratas, monóxido en la circulación sanguínea de
mujeres embarazadas, cáncer de pulmón, quemaduras, agua impura, mala nutrición,
debido a la carencia del combustible y al exceso de trabajo para las mujeres, así como
de los niños que lo buscan y que respiran partículas contaminantes que se acumulan en
el interior de las casas. Después de una breve investigación de varios programas de
cocinas mejoradas y de sus impactos, se establecerá una visión para remedios futuros.
COCINA SOLAR PARABOLICA

JUSTIFICACIÓN

Una cocina solar en su estilo de vida, supone un avance para ellos histórico, en todos los
frentes: de la salud, de la economía, sin contar el beneficio que se hace al medio
ambiente y que también repercute en ellos de manera favorable, al ser un camino hacia
la sostenibilidad con nuestro entorno.

OBJETIVOS

Objetivo General:

Diseñar y construir una cocina solar, basándonos en la concentración de los rayos


solares en un punto.

Objetivos específicos:

 Realizar un estudio sobre los beneficios que suponen las cocinas solares.

 Analizar la física de las cocinas y su funcionamiento.

 Analizar las desventajas más notables de ellas y determinar el diseño que

seguiremos en la creación de nuestra propia cocina.

 Analizar ventajas y desventajas con respecto a las ya existentes.

 Analizar el porqué de la no aceptación de las cocinas solares en ciertos sitios.

 Estudiar la implantación de las cocinas solares hoy día en el mundo.

 Visión de futuro de las cocinas solares.

FUNDAMENTO TEÓRICO

Antecedentes

La cocina solar: el descubrimiento Los primeros hornos solares datan de finales del
siglo XVII. En concreto, E. W. Von Txchirnhausen construyó en Dresde (Alemania) un
horno con un espejo cóncavo de 1,6 m de diámetro para cocer el barro para hacer
cerámica. En 1774 el científico inglés Joseph Priestley, descubridor del oxígeno,
construyó un horno solar con una lente de un metro de diámetro que conseguía 1.700 ºC
y permitía fundir el platino. El primer colector plano para aprovechar el calor solar fue
diseñado por Horace de Saussure, un naturalista suizo que experimentó en 1767 con el
efecto físico del calentamiento de una caja negra con tapa de vidrio expuesta al Sol. Las
experiencias de Saussure son relevantes porque experimentó que cuando estas cajas se
exponían al Sol la temperatura aumentaba en el interior de cada una de ellas hasta el
punto de poder conseguir una temperatura de más de 85 ºC que permitía cocer fruta.
Más adelante, experimentó con nuevas cajas hechas con madera y corcho negro y, al
exponerlas al Sol, la temperatura alcanzó los 100 ºC. Sin embargo, aislando el interior
de la caja a base de intercalar lana entre las paredes de la caja caliente la temperatura
alcanzó los 110 ºC, incluso cuando la temperatura ambiental no era nada favorable. Eso
le hizo cuestionarse si la radiación solar en una montaña donde el aire era más
transparente podría atrapar menos calor. Para verificar su hipótesis, Saussure subió a un
pico suizo y constató que, a pesar de que la temperatura exterior era de 1 ºC, dentro de
la caja caliente se superaban los 87 ºC, y cuando la temperatura ambiental alcanzaba los
6 ºC, porque descendía hacia el llano, en el interior de la caja se mantenía el mismo
calor. Saussure predijo que “algún día este ingenio, que actualmente es pequeño, barato
y fácil de fabricar, puede ser de gran utilidad”. Este científico había tenido una visión, a
pesar de que sus experimentos quedaron en el olvido durante cerca de medio siglo.

Hacia 1830 el astrónomo inglés John Fredrick Herschel, en una expedición al Cabo de
Buena Esperanza en Sudáfrica, también experimentó con una caja solar, las paredes de
la cual estaban pintadas de negro y la tapa era de vidrio. De hecho, las motivaciones de
Herschel eran más por motivos lúdicos que no científicos (cocinó un huevo duro
haciendo hervir el agua con el Sol). En la Exposición Mundial de París de 1878, el
científico francés Auguste Mouchot exhibió una estufa solar y un motor solar que
utilizaba un colector en forma de cono truncado de 2,2 m de diámetro. Este motor se
integró a la prensa de una imprenta con la cual más tarde se editaría la revista Le
Journal du Soleil. Por estas mismas fechas, el inglés William Adams experimentó en la
India con una cocina hecha de espejos planos dispuestos en forma de pirámide invertida,
la reflexión de los cuales dirigía a una campana cilíndrica en el interior de la cual había
el recipiente con los alimentos. El punto final lo puso el astrofísico americano Samuel
Pierpont Langley, un estudioso de la radiación solar. En una expedición científica, en
1882, al Monte Whitney de California, observó que un recipiente de vidrio conservaba
todo el calor de los rayos solares. Langley, a pesar de encontrarse en medio de la nieve,
describió cómo su caja caliente hacía hervir agua y apuntó la propiedad del vidrio como
productor del efecto invernadero. Con esta última aportación, la cocina solar dejaba de
ser una curiosidad científica. También existen referencias de un restaurante chino que
en 1894 servía comida cocinada con el Sol. Incluso se habla de algún capitán de barco
que se había hecho construir un horno solar para utilizarlo en sus viajes transoceánicos.
Más allá, pues, de estos referentes, la verdadera pasión y desarrollo de las cocinas
solares se inicia a mediados del siglo XX durante la década de los años cincuenta. De
esta época data la construcción de hornos solares utilizando la técnica de la pirámide
invertida de Adams por parte del ingeniero Mary Telkes en la India y que tuvieron una
notable aceptación en las zonas rurales de este país con decenas de miles de entregas.
Sin embargo, la cocina solar no adquirirá una fuerza importante hasta a partir de la crisis
energética de 1973. El último impulso cabe atribuirlo a la convicción de las Naciones
Unidas de utilizar la cocina solar como una herramienta para aligerar el sufrimiento en
los campos de refugiados producto de los conflictos bélicos en diferentes lugares del
planeta.

COCINA SOLAR

Es un sistema simplificado en el cual se puede cocinar con un total ahorro de dinero, al


no necesitar ningún aporte de combustible u otra fuente de energía que no sea la solar
directa libre y gratuita. Todo ello va acompañado de otras múltiples ventajas como son:
mayor seguridad en la operación de cocinar y calidad nutricional de los alimentos
cocinados. Pues al no manejar fuego, no se generan humos ni dióxido de carbono, y así
se mejoran las condiciones medio ambientales tanto locales como generales. A su vez,
en las cocinas de acumulación (hornos solares o cajas solares) permiten una cocción de
los alimentos con un mayor mantenimiento de sus contenidos nutricionales. También en
estas últimas cocinas se nos permite una mayor disponibilidad de tiempo, pues nos
podemos ausentar del lugar durante el proceso de cocción de los alimentos.

Se clasifican en dos grandes grupos:

 Cocinas solares de concentración: aquellas que, como su nombre indica,


concentran la radiación solar en un punto (o pequeña zona), en el cual se colocan
los alimentos a cocinar. Generan altas temperaturas y su funcionamiento se basa
generalmente en las propiedades ópticas de superficies parabólicas con alto
índice de reflexión.
Estas cocinas están formadas por un disco cóncavo que enfoca la luz solar en un
punto focal amplio calculado para que coincida con el fondo de una olla. El
diámetro del disco nos da la relación de potencia energética. Así, una cocina
solar parabólica de un metro de diámetro aporta la energía equivalente a 300
Wh, mientras que la de 140 cm da el doble de potencia, es decir, 600 Wh. La
principal ventaja de la cocina solar de concentración es que permite cocinar la
comida prácticamente como si fuese en una cocina convencional. La desventaja
es que requiere una buena radiación solar y que es necesario reenfocarla cada 20
o 30 minutos para mantener el punto focal bien orientado con la posición del
Sol. A la vez, hay que ser cuidadoso con su uso, puesto que puede
deslumbrarnos o incluso quemarnos si no se utiliza correctamente. Estos
colectores de espejo cóncavo tienen una eficiencia de entre el 40 y el 60 % y en
diámetros pequeños permiten obtener temperaturas de entre 100 y 300 ºC.

 Cocinas solares de acumulación: Son espacios térmicamente aislados, donde se


captura y acumula energía solar, hecho que produce un efecto invernadero, el
cual es causa la cocción de los alimentos que se coloquen en su interior.

COCINA SOLAR PARABÓLICA

Es un artefacto que utiliza la superficie reflectora de un paraboloide de revolución para


concentrar la energía solar incidente y generar la temperatura necesaria para cocción de
alimentos.

Partes de una cocina solar parabólica.

Básicamente una cocina solar parabólica consta de tres partes:


Soporte o parrilla para el recipiente de cocción:

De diversas formas y tamaños, según el modelo de cocina, su función es ubicar de


forma segura y estable el recipiente de cocción (olla, cazuela, sartén, plancha, etc.) en el
foco de la superficie parabólica.

Concentrador parabólico:

En su eje queda dispuesto el soporte del recipiente para cocinar. Debe estar fabricado
con material óptimo, fácil de limpiar y de alto poder reflexivo. Varias piezas de este
material, según el modelo de cocina, se unen, uno a otro, con la adecuada curvatura,
para configurar la superficie parabólica.

Estructura soporte del sistema:

Fabricado de madera o metal según el modelo, tiene como función soportar los
elementos de la cocina, aportando estabilidad al conjunto y facilitando la utilización.
Está articulado al concentrador, permitiendo su giro, de este modo se puede reorientar o
aplicar la función de encendido / apagado.

Algunos modelos de cocinas disponen de un sistema de alineamiento o eficiencia solar,


generalmente es un visor, cuya sombra nos informa sobre la ubicación del concentrador
parabólico y la necesidad de reorientarlo adecuadamente para conseguir un rendimiento
óptimo.

FUNCIONAMIENTO

La dirección de propagación de una onda se representa mediante líneas que se


denominan rayos y según la forma de la superficie en la que inciden así será la dirección
de los rayos reflejados. Cuando la forma de dicha superficie es parabólica todos los
rayos que llegan paralelos al eje de la parábola se reflejan pasando por un mismo punto
que se denomina foco. Esta es la propiedad fundamental en que se basan todos los
ingenios parabólicos.

Un concentrador solar es un instrumento que sencillamente consiste en la concentración


en un solo foco de los rayos incidentes en una superficie, consiguiendo de esta manera
alcanzar altas temperaturas que permiten el cocido de los alimentos. Basta con
orientarlo adecuadamente en la dirección del sol, para lograr que los
espejos cóncavos con que cuenta convenientemente orientados concentren los rayos
solares.

Las cocinas que concentran la radiación solar levantan temperatura muy rápido y sirven
para freír, pueden tener altas potencias de cocción y funcionan en cualquier día del año,
habiendo sol directo con buena intensidad. Requieren ajustes mucho más frecuentes que
las cocinas tipo horno, se necesita cuidar el alimento, al funcionar de forma similar a
una cocina de gas y alcanzar altas temperaturas es necesario tomar las mismas
precauciones que con una estufa de gas por lo que necesitan manejarse con más
cuidado, por ejemplo, usar protección para las manos al tomar las ollas o cacerolas y
para evitar deslumbramiento por el resplandor de la radiación que se refleja en el espejo
se recomienda emplear gafas oscuras.
-TEMPERATURAS COSEGUIDAS EM UN HORNO SOLAR
Una cocina convencional de caja u horno solar bien diseñada y en día soleado puede
alcanzar, vacía, los 150 - 180 ºC. Sin embargo, cuando se usa para cocinar no alcanza
estas temperaturas porque parte del calor es absorbido por los alimentos y por los
utensilios que vamos a utilizar. Aun así, la temperatura supera los 100 ºC, que es
suficiente para cocer correctamente la mayoría de los alimentos. En días de poco Sol,
para mayores cantidades de alimentos o más velocidad de cocción, se pueden incorporar
varios reflectores para incrementar el área de captación de rayos solares, e incrementar
así la temperatura dentro del horno, que difícilmente sobrepasará los 220ºC.
En las cocinas solares parabólicas se pueden conseguir temperaturas mayores, de
alrededor de los 180-200 ºC efectivos fácilmente en un día con buena radiación solar, lo
que permite freír alimentos, algo imposible con la cocina de caja u horno solar. Su uso
es similar al de un fogón de gas. La cocina solar parabólica permite además una mayor
versatilidad que el horno solar, ya que el propio recipiente negro que colocamos en el
foco de la parábola lo podemos convertir en un horno solar. Colocando otro recipiente
en su interior que quede alzado de la base para que dentro del mismo se dé la
convección de aire necesaria para que funcione como horno solar.
Finalmente, un mundo aparte en cuestión de temperaturas alcanzadas por cocinas
solares son los reflectores Scheffler. Éstos pueden construirse desde medidas de 2 m2
que alcanzan temperaturas algo superiores a la de una cocina solar parabólica de 140
cm. Sin embargo, hay diseños para construirlos en medidas de 8, 10, 12, 16 y hasta 50
m2. Las temperaturas en reflectores de 8 m2 superan los 400 ºC, además se pueden
añadir dispositivos de almacenamiento de calor durante las horas de Sol que permiten
conservar el calor almacenado y poder cocinar de noche.

 Tipos de cocina solar parabólica existen:

Existen gran variedad de modelos, por un lado, tenemos las cocinas solares comerciales
y de otro, versiones caseras construidas a partir de diseños y materiales diversos.

Sin embargo, una clasificación útil, sobretodo en miras a elegir un modelo para comprar
o construir, es en función de la geometría de la superficie parabólica de su reflector. De
esta manera encontramos dos grandes grupos:

Cocinas con superficie parabólica de foco expuesto.

Cocinas con superficie parabólica de foco profundo.


Las cocinas solares parabólicas que utilizan superficies de foco profundo son mucho
más recomendables, al quedar el foco dentro del plano de la parábola son más
eficientes, debido a que la zona de cocción está mejor protegida del viento. También son
más seguras, se evitan situaciones peligrosas, como el deslumbramiento del utilizador,
quemaduras fortuitas o un posible incendio en zonas adyacentes.

Información útil sobre la cocina solar parabólica:

 Se puede preparar las mismas recetas que en una cocina convencional eléctrica o
de gas. En una cocina solar parabólica se puede guisar, hervir, tostar, cocer a la
plancha, al vapor, en baño maría y freír, incluso es posible, con el accesorio
adecuado, utilizarla para hornear.
 Las texturas y los sabores son los mismos, el éxito de las recetas al igual que en
la cocina convencional depende de la habilidad del cocinero. Mediante la cocina
parabólica solar solo se reemplaza la fuente de energía que genera el calor, la
resistencia eléctrica o el fuego, es sustituido por una zona de energía solar
concentrada. Por tanto, los resultados a nivel gastronómico son idénticos.

 En general, el reflector de una cocina solar parabólica eficiente, se diseña con el


propósito de concentrar suficiente energía solar para producir temperaturas por
encima de 200 °C, por ello son apropiadas tanto para freír, asar o incluso
hornear como cualquier cocina convencional.
 Se deben utilizar preferentemente recipientes oscuros, totalmente metálicos,
mejor si son negros esmaltados u ollas de hierro fundido. Los recipientes
metálicos oscuros absorben mejor la radiación solar, convirtiéndola en energía
térmica. Debe evitarse ollas o cazuelas con asas de plástico, o proteger éstos con
papel aluminio, el calor que genera la cocina solar parabólica es capaz de
dañarlos seriamente.
 Los recipientes de aluminio brillante reflejan la luz por lo cual no son
recomendables y las cazuelas de barro cocido o cerámica conducen mal el calor
y pueden agrietarse.
 El tiempo de cocción de los alimentos depende de diversos factores, siendo la
eficiencia del modelo de cocina solar parabólica utilizado y las condiciones
meteorológicas los más determinantes. En términos generales se puede decir,
que en un día claro y seco, podemos esperar un tiempo de cocción similar al
empleado en una cocina convencional.

Los factores que afectan el tiempo de cocción son:

 La calidad de la luz del sol en el momento que se está cocinando.


 El tipo y la cantidad de los alimentos que se cocinan.
 Que tan adecuados sean las ollas o recipientes empleados.
 La frecuencia con la que se reorienta la cocina.
 La humedad ambiental es también un factor condicionante, a mayor humedad el
tiempo de preparación será mayor.
 La presencia de viento reduce la eficiencia de la cocina.

 Orientar o enfocar la cocina solar parabólica es sencillo, los modelos


comerciales incorporan mecanismos que permiten fácilmente girar la base de la
cocina para poder seguir el avance del sol y corregir la inclinación vertical del
reflector, realizando ambas acciones es fácil conseguir el enfoque adecuado.

La necesidad de reorientar depende en gran medida de lo que está cocinando, la hora


del día, y la temperatura que se desea mantener. Una buena regla es reorientar o
alinear la cocina solar parabólica cada 15 o 20 minutos hacia el sol para mantener la
temperatura máxima, mientras por una parte se gira la base de la cocina siguiendo al
sol, por la otra se inclina el reflector hasta que la sombra en el indicador de posición
lo centran nuevamente o bien las "llamas solares" o reflejo, abarcan de nuevo la
parte inferior del recipiente de cocción.

 Al mediodía el sol está alto en el cielo y se mueve rápidamente respecto del


punto de enfoque, creando la necesidad de reorientar con mayor frecuencia. A
medida que avanza el día no será necesario variar la orientación con tanta
frecuencia.

 La posición exacta en cada momento se determina con ayuda de un indicador,


incluido en la mayoría de equipos, o cuando el reflejo (llamas solares) abarcan la
zona inferior de la olla.
 Como cualquier aparato de generación de calor es necesario respetar ciertas
normas de seguridad, hay que recordar que se trata de una cocina capaz de
generar altas temperaturas en presencia de la radiación solar, por tanto, deberá
ser manipulada conscientemente y por personas adultas.
 Deberá tenerse especial cuidado en el foco de calor, la ausencia de fuego u otra
señal visual, puede hacer que no nos demos cuenta de la temperatura que
realmente existe ahí.
 Otro punto a considerar es el deslumbramiento, colocarse directamente frente al
reflector puede encandilarnos, por eso las labores de manipulación deben
hacerse ubicándonos de lado o en la parte posterior del reflector.
 La cocina solar se puede utilizar en cualquier día y estación del año. El factor
más importante en el uso de las cocinas solares no es la temperatura ambiente,
sino el brillo solar. Incluso, un día frío de invierno, pero seco y con cielo claro,
permitirá cocinar más rápido que un día húmedo de verano.
Sin embargo, en el verano hay más horas útiles disponibles para cocinar que en
los días de invierno.

 La vida útil estimada de una cocina solar comercial de buena calidad es 15 años,
no obstante, con el cuidado adecuado puede durar toda la vida.
En caso de las cocinas fabricadas artesanalmente, el tiempo de vida útil, obviamente
dependerá de los materiales utilizados y la técnica empleada en su construcción.

Consejos de seguridad al usar cocinas solares parabólicas:

 La cocina solar parabólica cuenta con un reflector de rendimiento considerable,


capaz de generar temperaturas bastante altas que hacen posible hasta freír. Si se
coloca un pedazo de papel en su punto focal, se quemará de inmediato. Por ello
debes tener en cuenta algunas normas de seguridad:
 No debe haber niños solos cerca de la cocina solar.
 No permanezcas frente al reflector para evitar el deslumbramiento. Para
acercarte de forma segura a la cocina, gira el reflector a su posición de apagado.
 La olla, su tapadera y el soporte se calientan mucho debido a la radiación solar
concentrada, utiliza siempre manoplas para coger la olla o levantar la tapa.
 No dejes las manoplas, ni los trapos de cocina sobre la olla, pueden quemarse.
 Si no estás utilizando la cocina, debes colocar el reflector en la posición OFF o
apagado, con el reverso hacia arriba como si fuera una seta.
 Si desmontas la cocina, ten mucho cuidado con el reflector, es recomendable
colgarlo en una pared de forma que no reciba radiación solar.
 Orienta la cocina con la ayuda del indicador y no mires hacia el interior del
reflector.
BIBLIOGRAFIA

http://www.eis.uva.es/energias-renovables/trabajos_07/COCINA-SOLAR.pdf

http://solarcooking.org/espanol/CocinasEcologicas.pdf

https://gastronomiasolar.com/cocina-solar-parabolica/

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