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NACIONAL”
CONTABILIDAD
UNIDAD DIDÁCTICA
LIDERAZGO Y TRABAJO EN EQUIPO
TEMA
AUTOESTIMA Y RENDIMIENTO LABORAL
CICLO
VI
ALUMNA:
CRUZ PINTADO CRISTEL LISET
RENGIFO TENAZOA LLOYLI MELISSA
SALAS AVILA SAYURI
LA BANDA DE SHILCAYO
2022
AUTOESTIMA
La autoestima es un concepto importante en el mundo laboral actual, ya que
determina la capacidad de competir de una persona y por lo tanto, el éxito en
su vida profesional. Las empresas deben encargarse de que su personal
adquiera una adecuada autoestima a través del cambio, convirtiendo las
situaciones adversas de la vida en oportunidades de crecimiento y valoración
personal. Para lograr esto, debemos tener el impulso de querer enriquecerse a
uno mismo para poder desarrollar actitudes que me permitan autorrealizarme y
poder aportar a todos los aspectos de mi vida, incluyendo el trabajo, lo mejor
de sí, con plena confianza en uno mismo.
Se conoce como autoestima a un conjunto de percepciones, valoraciones y
apreciaciones que un individuo tiene respecto a sí mismo o a las actividades
que realiza. Esto puede enfocarse en la totalidad de su persona, en sus
labores, o en la apariencia corporal, etc. Se trata de la evaluación que hacemos
ordinariamente de nosotros mismos.
Todas las personas poseen una proyección mental de quiénes son, cómo
lucen, en qué son buenos y en qué son malos, y cómo los perciben los demás.
Sea o no cierta esa descripción que hacemos de nosotros mismos, lo cierto es
que se forma durante la infancia y sobre ella descansa nuestra relación con
nosotros mismos: la autoestima.
La autoestima es un concepto de importancia dentro de las disciplinas de la
psicología y la educación, tanto así que su definición regularmente depende del
abordaje psicológico que se prefiera. Por ejemplo, el psicólogo Abraham
Maslow, creador de la famosa pirámide de la jerarquía de las necesidades
humanas, incluyó en su teoría un peldaño entero de la pirámide para las
“Necesidades de autoestima”, tales como aceptación, confianza, éxito o
respeto.
En lo que coinciden la mayoría de las doctrinas psicológicas, no obstante, es
en que la autoestima es un valor clave en nuestra relación con los demás, pues
cada quien admite la cantidad de amor o, por el contrario, las formas de
maltrato, que siente que merece. La autoestima, por demás, tendría sus inicios
en nuestra relación paterna, ya que la aprobación del padre y la madre es clave
para una personalidad saludable a futuro.
AUTOESTIMA ALTA
Se habla de una autoestima alta (o también “positiva” o “correcta”)
generalmente cuando la persona presenta las siguientes características de
personalidad:
Autoconfianza. La persona conoce y acepta sus valores y está
dispuesta a luchar por ellos a pesar de encontrar oposición. Al mismo
tiempo es capaz de cambiar algo de ellos si la experiencia le dice que
estaban errados.
Aceptación. La persona se acepta a sí misma tal y como es, lo cual no
quiere decir que no intente vencer miedos, conquistar malos hábitos o
cambiar, pero no se siente culpable por ser como es o porque a otros no
les parezca adecuada su manera de pensar.
Autovaloración. La persona se considera medianamente apta, con
cosas para ofrecer a los demás y se relaciona con ellos en condiciones
de igualdad y de dignidad.
Apasionamiento. Es capaz de disfrutar con determinadas actividades y
alegrarse de su propia existencia, lo cual no significa que viva en estado
de alegría constante. Puede entristecerse o alegrarse, como cualquiera,
pero frente a estímulos externos o coyunturas.
AUTOESTIMA BAJA
Coloquialmente se habla de autoestima “baja” (en otras terminologías:
“equivocada”) cuando las personas exhiben alguna de las siguientes
conductas:
Autocrítica constante. La persona se mantiene en un perpetuo estado
de insatisfacción, disminuyendo o viéndole el lado negativo a todo lo que
hace o recibe.
Hipersensibilidad a la crítica. La persona tolera poco las críticas y se
muestra hostil ante quienes lo cuestionan, y es fácil de resentirse.
Deseo compulsivo de complacer. La persona pone por encima de sus
propias necesidades las de los demás, con tal de recibir aprobación de
ellos, y es incapaz de decir que no.
Perfeccionismo. La persona se exige a sí misma hacer las cosas
perfectamente, lo cual a menudo es imposible, y el menor fallo
representa para ella una catástrofe.
Culpabilidad constante. La persona es incapaz de perdonarse errores
y se condena eternamente por ellos.
Defensividad. La persona reacciona ante la vida como bajo un
constante ataque, y es incapaz de pactar del todo con el goce de vivir o
la alegría.
IMPORTANCIA DE LA AUTOESTIMA
El trabajo es una parte fundamental en la vida del ser humano. En nuestra
sociedad, el trabajo está considerado como un elemento que refleja la
importancia y capacidad de una persona. A mayor jerarquía y/o sueldo, mayor
probabilidad de que se fortalezca la autoestima de la persona que trabaja.
Tener una autoestima alta en el trabajo, no quiere decir que podemos hacer
todo y hacerlo siempre bien. Cuando una persona tiene una autoestima baja
repercute en la calidad y cantidad de su trabajo y en las diferentes relaciones
que éste implica (jefes, empleados, clientes, proveedores, compañeros, etc.)
Es importante recordar que una autoestima baja no siempre está relacionada
con la falta de capacidad o conocimientos. Los empleados pueden tener una
autoestima baja en el área del trabajo, como resultado del funcionamiento y
características de la empresa o negocio.
Una actitud autoritaria, critica, rígida o de desprecio, disminuye la autoestima
de quien la recibe. Un empleado que se encuentra en esta situación, no sólo se
siente mal, sino que busca desquitarse, trabajando mal o provocándole
problemas a la organización.
DEFINICIÓN DE AUTOESTIMA
La autoestima es el sentimiento valorativo de nuestro ser, de nuestra manera
de ser, del conjunto de rasgos corporales, mentales y espirituales que
configuran nuestra personalidad. Esta se aprende, cambia y la podemos
mejorar." (García, 2005, )
El concepto de autoestima involucra la impresión que cada persona tenga de si
misma, sus capacidades, sus potenciales y todas las características que
conforman su manera de pensar, de sentir y de actuar. Esta imagen que tenga
de si misma puede ser positiva o negativa, según el grado en que la persona se
considere valiosa y se acepte.
CONDICIONES BÁSICAS DE LA AUTOESTIMA
Para alcanzar la autoestima se cuentan con cuatro condiciones básicas que
involucran: el desarrollo del sentido de pertenencia, del sentido de singularidad,
del sentido del poder y de modelos (Figueroa, 1998).
Al hablar de sentido de pertenencia se entiende que es el grado en que la
persona se siente parte de un grupo dentro de la sociedad, iniciándose como
base fundamental en la familia.
El sentirse parte de un grupo tiene que ver con la apreciación que se haga de
las opiniones que se brinden en el mismo, con la participación en las
actividades que se lleven a cabo y de la valoración que los demás miembros
hagan de los esfuerzos realizados, lo cual contribuirá positiva o negativamente
en la medida en que se cumpla lo anteriormente mencionado, de lo contrario, la
persona llega a sentirse que no pertenece a ningún lugar, lo cual a su vez lo
hace sentirse y verse a sí mismo como poco importante así como sus
consideraciones e ideas, creando inseguridad y desestimación.
Por su parte desarrollar el sentido del poder involucra la medida en que se
cumplen las metas que se ha planteado una persona, que depende no sólo de
la disposición, sino más que eso del desarrollo de las capacidades y de los
esfuerzos efectuados por ella. Esto le hace saber que es capaz de cumplir con
los objetivos propuestos para su vida mediante su empeño. Cuando esta
condición no se cumple, las personas carecen de credibilidad ante si mismas y
se muestran ante el mundo como inútiles e inconstantes, que es lo que a
menudo les sucede a muchas personas en sus empleos, impidiéndoles sentirse
satisfechos con lo que hacen y con lo que son.
En cuanto al desarrollo de modelos se considera de gran impacto los ejemplos
que el niño, el adolescente e incluso el adulto tome como referencia, ya que
ello delimitará sus actitudes, valores y pautas a seguir en su desempeño en la
familia, escuela, universidad, trabajo y demás grupos sociales. Incluso dentro
de las empresas, un trabajador modelo puede ser aquel que cumple y hasta
supera sus metas, que se ve su disposición y su ánimo por trabajar, éste puede
ser quien inspire a otros a llegar a ese nivel.
CONSTRUCCIÓN DE LA AUTOESTIMA
Además de conocer la definición de autoestima es importante saber que esta
no se trata de una simple elección, más bien es un estado que se va
construyendo desde el primer contacto con los padres en la familia hasta la
sociedad con sus responsabilidades, creencias, valores e ideas de la realidad
que se transmiten a los sentidos y hacen que las personan lleguen a formar su
propio concepto de lo que valen y lo que son.
"La autoestima surge en un triple proceso: a) comparaciones que establece el
individuo entre sí y los demás; b) como reflejo de la valoración de los demás; y
c) captación que de si tiene la persona" (Rosenberg, 1986 citado en Ciudad
Real, Solórzano, Zepeda y Trejo, 1989, Enero-Marzo, p. 56) Esta idea muestra
la interacción de tres componentes que conforman la autoestima, donde se
pone de manifiesto la relevancia de las relaciones de un individuo con otros, en
las que en primer lugar se ve la posición de la persona que toma como
parámetro a los demás para contrastar su accionar y su rendimiento en las
actividades. Como ejemplo se tiene el caso de los trabajadores que se sienten
satisfechos cuando cumplen o rebasan una meta de trabajo más que el resto
de sus compañeros; ya que alimenta su sentido de poder.
Como ejemplo de ello tenemos a las personas desempleadas quienes muchas
veces se ven disminuidas en su autoestima por sentirse que no son útiles en
ningún lugar y que no son importantes, o en el peor de los casos que no
obtienen un empleo por no ser capaces de desempeñarse en ninguno con
éxito.
PILARES DE LA AUTOESTIMA
La autoestima tiene dos aspectos interrelacionados:
1. Un sentido de eficacia personal (autoeficacia)
2. Un sentido de mérito personal (autodignidad)
La autoeficacia representa la seguridad que el individuo posee ante sus
capacidades de elegir razonablemente, de comprender con claridad los
acontecimientos que se presentan cotidianamente en su medio y lograr una
interpretación adecuada que guie su comportamiento tomando en cuenta sus
intereses y necesidades. En la medida en que crea más en si mismo está
fortaleciendo su sentido de autoeficacia que lo lleva a definir una mejor
autoestima y a participar activamente de las decisiones de su propia vida. Esto
hace que un trabajador se sienta en condiciones de tomar decisiones efectivas
dentro de sus labores, analizadas adecuadamente
Por otra parte, se tiene la auto dignidad que significa la seguridad que el ser
humano tiene sobre su valía, de realizarse como persona y sentirse pleno; así
como de expresar ante otros de una manera apropiada su manera de ver las
cosas, deseos y necesidades con toda libertad. La auto dignidad de una
persona le permite en su trabajo emitir opiniones con seguridad y guardando el
respeto al resto del grupo; asimismo le brinda confianza para aspirar a
ascender dentro de la organización por su desempeño. Ambos elementos
interactúan para darle soporte a la autoestima, brindarle mayor independencia
al sujeto y mejorar su convivencia cotidiana con los demás, sobretodo en su
ámbito laboral donde es necesario que las relaciones entre jefes y
subordinados sean de respeto y con una adecuada comunicación abierta a las
críticas constructivas y sugerencias entre ambos.
FACTORES QUE INFLUYEN EL DESARROLLO DE LA AUTOESTIMA
En el mundo laboral actual el ser humano está expuesto a condiciones
cambiantes, presiones, retos, conflictos y muchas otras situaciones que
encierran un factor bastante influyente sobre la autoestima del mismo y donde
a su vez el carácter y la personalidad del individuo condicionan los logros y
falas que inciden en los resultados esperados en cualquier empresa o negocio,
de alli la importancia de estudiar este componente de la personalidad del
individuo.
Ahora que se ha visto como se forma la autoestima y los factores que inciden
en ella relacionados con el desarrollo de la personalidad de los trabajadores, se
verá cómo es la interacción entre el ambiente de trabajo y las actitudes de los
trabajadores.
INFLUENCIA DE LAS CONDICIONES LABORALES EN LA AUTOESTIMA
DEL TRABAJADOR
Al obtener un empleo las personas se sienten valoradas y reconocidas, ya
dentro del mismo, el grado de autoestima que se presente depende de los
pilares de la motivación hacia el trabajador. Cuando una persona obtiene su
empleo se siente motivada por el hecho de haber sido elegida como apta para
desarrollar la tarea que requiere el puesto al que aspiró y ha sido asignado; sin
embargo, este sentido puede cambiar de acuerdo a los estímulos que del
entorno laboral reciba el trabajador y de qué tan sólidas son las bases de la
autoestima que posee.
Si alguien es constantemente avergonzado en su puesto de trabajo, sobre todo
frente a todos sus demás compañeros, sin reconocer nunca los logros
alcanzados se desarrollará una actitud negativa hacia el trabajo y la empresa,
que hacen que en lugar de sentirse parte de la razón de ser de la misma se
sienta excluida de ella con lo que cada día se sienta con menor valor por estar
en un lugar donde no puede desarrollar su potencial y esto afectará su
rendimiento negativamente.
RENDIMIENTO LABORAL
Se define como “rendimiento laboral”, como aquellas acciones o
comportamientos observados en los empleados de la organización, que son
relevantes en los objetivos y que pueden ser medidos en términos de las
competencias de cada uno de ellos y su nivel de contribución a la organización.
Es una apreciación sistemática de cada persona en el cargo o del potencial de
desarrollo futuro. Constituye el proceso por el cual se estima el rendimiento
global del empleado. La mayor parte de los empleados procuran obtener
retroalimentación sobre la manera en que cumple sus actividades y las
personas que tienen a su cargo.
Motowidlo (2003) define el concepto como sigue;
“El concepto de rendimiento laboral, lo concibe como el valor total que la
empresa espera con respecto a los episodios discretos que un
trabajador lleva a cabo en un periodo de tiempo determinado. Ese valor,
que puede ser positivo o negativo, en función de que el empleado
presente un buen o mal rendimiento, supone la contribución que ese
empleado hace a la consecución de la eficiencia de su organización”.
Sin embargo, las medidas del rendimiento sirven (o deberían) como puntos de
referencias para los trabajadores, pues si estos no saben dónde se encuentran
(con respecto a su rendimiento), difícilmente llegaran a donde deberían estar
(lo que la empresa quiere de ellos). Para ello, también es fundamental que los
evaluados conozcan los “criterios” de evaluación o lo que es lo mismo, aquellos
aspectos o dimensiones del trabajo de los individuos que se miden o evalúan.
Estas dimensiones les informan de la cantidad del trabajo que la organización
espera de ellos. El punto de fundamental para que un sistema de evaluación
resulte eficiente es que, además de que los criterios estén en consonancia con
el contexto de la organización (su cultura, estratégica, etc), estos se percibían
como justos y se complementen con otras prácticas de gestión de Recursos
Humanos (formación, compensación, etc). El tipo de criterio seleccionado,
facilitara un tipo u otro de medida del rendimiento. A grandes rasgos, podemos
diferenciar entre:
1. Medidas objetivas.
El rendimiento se mide en función de lo que el empleado obtiene en su trabajo
(número de ventas, nuevos clientes, piezas fabricadas, etc.). el sistema más
extendido de este tipo de evaluación es la dirección por objetivos. A partir de
los objetivos de la empresa y el departamento, evaluador y evaluado
establecen una serie de objetivos para una fecha determinada, que deben ser
claros, medibles y específicos. En la fecha establecida, se evalúa en que
medida se han conseguido los objetivos. En la mayoría de los casos, lo habitual
es apoyarse en una en una evaluación más subjetiva
2. Medidas subjetivas.
El evaluador valora el grado en que el trabajador posee ciertas características
(evaluación por rasgos) o muestra ciertos comportamientos en su puesto de
trabajo (evaluación por comportamientos o competencias). Esta forma de
evaluar el rendimiento pretende incentivar aquellos comportamientos que
puedan mejorar los resultados económicos. Así, aunque estos no sean buenos,
si el trabajador ha hecho todo lo que estaba en su mano, puede incluso recibir
buenas evaluaciones y no verse perjudicado injustamente.
MODELOS EXPLICATIVOS DEL RENDIMIENTO LABORAL
Según Moorhead y Griffin (1998) los primeros modelos del rendimiento no
precisaban con exactitud su naturaleza, pero lo consideraban como una función
de las habilidades y la motivación del trabajador, esto se mantiene con fuerza
en las teorías actuales. Sin embargo, estas han elaborado considerablemente
la proposición original, demasiado básica.
a. Un ejemplo fundamental es la teoría del rendimiento presentada por
Campbell (1990). Según esta, hay 3 determinantes básicos de la conducta:
1. Conocimiento declarativo: los conocimientos sobre los hechos y las
cosas (saber que hacer), principios, objetivos, autoconocimiento. Es
función de muy diversos factores: habilidad, personalidad, intereses,
educación, formación, experiencia, aptitud/interacciones de trato.
2. Conocimientos sobre los procedimientos y habilidades: habilidad
cognitiva, psicomotora física, de autogestión, interpersonales.
3. Motivación, definida como conducta de elección, es decir:
- La elección de actuar o invertir esfuerzo
- La elección del nivel de esfuerzo
- La elección de persistir en el tiempo
Esta es función de cualquiera de las variables independientes establecidas en
cualquier teoría de motivación.
Como podemos observar, el modelo propone que la causa directa de lo que las
personas hacen es una función de los conocimientos, las habilidades y la
motivación, aunque la combinación exacta no queda clara, ya que no es fácil
definir el rol de los factores individuales (Viswesvaran y Ones, 2000)
b. Otro modelo fundamental es el Furnham (1992), que considera cinco
factores básicos relacionados con el comportamiento laboral:
o Habilidad. Grado en el que el trabajador puede realizar con
eficacia los múltiples procesos de coordinación necesarios para
alcanzar una meta concreta. Incluye tareas que van desde las
relativamente simples (como de coordinación mano - ojo) hasta
las más complejas, que requieren procesos de decisión
intelectual, y que se relacionan con la inteligencia (aunque son
distintas).
o Factores demográficos. Factores como el sexo, la edad o la
educación, generalmente, los factores demográficos se relacionan