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OTORRI-794; No. of Pages 6 ARTICLE IN PRESS


Acta Otorrinolaringol Esp. 2017;xxx(xx):xxx---xxx

www.elsevier.es/otorrino

ARTÍCULO ORIGINAL

Epidemiología de los trastornos vestibulares en la


consulta de otoneurología
Gloria Guerra-Jiménez ∗ , Alejandra Arenas Rodríguez,
Juan Carlos Falcón González, Daniel Pérez Plasencia y Ángel Ramos Macías

Departamento de Otorrinolaringología, Complejo Hospitalario Insular Materno Infantil, Las Palmas de Gran Canaria, Las Palmas,
España

Recibido el 15 de junio de 2016; aceptado el 22 de enero de 2017

PALABRAS CLAVE Resumen


Vértigo; Introducción y objetivos: El conjunto de síntomas relacionados con los trastornos del sistema
Inestabilidad; de equilibrio son comunes en la población general. Sin embargo, hay pocos estudios que cuantifi-
Epidemiología quen la frecuencia de inicio de los diversos trastornos vestibulares que se presentan en unidades
especializadas de otoneurología. El objetivo de este estudio es establecer la epidemiología de
los trastornos vestibulares,La forma de presentación y la carga de atención esperada en una
clínica especialista en otoneurología.
Material y métodos: Estudio descriptivo observacional retrospectivo sobre los pacientes remi-
tidos a la consulta de Otoneurología de un centro hospitalario de tercer nivel entre el 1/1/2015
y el 31/12/2015.
Resultados: Fueron valorados 174 pacientes (121 mujeres y 53 hombres) con una media de edad
de 53 ± 17 años. Durante el periodo de estudio se valoraron 43 individuos por cada 100.000
habitantes. Los pacientes fueron remitidos en su mayoría desde consultas externas de Otorri-
nolaringología (36,8%) y desde Atención Primaria (28,7%). El motivo de consulta más frecuente
fue inestabilidad (40,2%), seguido de vértigo (31%). Los diagnósticos más frecuentes fueron
vértigo posicional paroxístico benigno (28,2%) y migraña vestibular (28,2%) ----definida (59%) o
probable (41%)----, seguidos de enfermedad de Ménière (13.8%), trastornos de origen vascular
(5.7%), mareo subjetivo crónico (4,6%) y neuritis vestibular (4%).
Conclusiones: Disponer de información precisa acerca de la prevalencia e impacto de los tras-
tornos vestibulares es importante para la correcta planificación de los servicios sanitarios con el
objetivo de responder satisfactoriamente a la demanda asistencial esperada en la comunidad.
El trastorno más frecuentemente diagnosticado en una consulta de Otoneurología es el vértigo

∗ Autor para correspondencia.


Correo electrónico: gloriaguerraj@gmail.com (G. Guerra-Jiménez).

http://dx.doi.org/10.1016/j.otorri.2017.01.007
0001-6519/© 2017 Elsevier España, S.L.U. y Sociedad Española de Otorrinolaringologı́a y Cirugı́a de Cabeza y Cuello. Todos los derechos
reservados.

Cómo citar este artículo: Guerra-Jiménez G, et al. Epidemiología de los trastornos vestibulares en la consulta de otoneu-
rología. Acta Otorrinolaringol Esp. 2017. http://dx.doi.org/10.1016/j.otorri.2017.01.007
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2 G. Guerra-Jiménez et al.

posicional paroxístico benigno y la migraña vestibular. Para la comparación de resultados es


indispensable la utilización de terminología sistemática.
© 2017 Elsevier España, S.L.U. y Sociedad Española de Otorrinolaringologı́a y Cirugı́a de Cabeza
y Cuello. Todos los derechos reservados.

KEYWORDS Epidemiology of vestibular disorders in the otoneurology unit


Vertigo;
Abstract
Dizziness;
Introduction and objectives: The set of symptoms relating to disorders of the balance system
Epidemiology
are common in the general population. However, there are few studies quantifying the fre-
quency of onset of the various vestibular disorders that present in specialist otoneurology units
in the Spanish population. The aim of this study is to establish the epidemiology of vestibular
disorders, their form of presentation, and the expected care burden in a specialist otoneurology
clinic.
Material and methods: A retrospective, descriptive, observational study of patients referred
to the otoneurology unit of a third level hospital between 1/1/2015 and 31/12/2015.
Results: One hundred and seventy-four patients were assessed (121 women and 53 men) with a
mean age of 53 ± 17 years. Forty-three individuals per 100,000 inhabitants were assessed over
the study period. The patients were referred in the majority from external ENT (36.8%) and
primary care (28.7%) clinics. The most frequent reason for consultation was dizziness (40.2%)
followed by vertigo (31%). The most frequent diagnoses were benign paroxysmal positional
vertigo (28.2%) and vestibular migraine (28.2%) ----defined (59%) or probable (41%)----, followed
by Ménière’s disease (13.8%), vascular disorders (5.7%), chronic subjective dizziness (4.6%) and
vestibular neuritis (4%).
Conclusions: The availability of precise information on the prevalence and impact of vestibular
disorders is important to enable the health services to plan an appropriate response to the
expected care demand in the community. Benign paroxysmal positional vertigo and vestibu-
lar migraine are the most commonly diagnosed disorders in otoneurology clinics. Systematic
terminology is essential for the comparison of results.
© 2017 Elsevier España, S.L.U. and Sociedad Española de Otorrinolaringologı́a y Cirugı́a de
Cabeza y Cuello. All rights reserved.

Introducción entre el 17 y el 30% y una prevalencia de vértigo de entre


el 3 y el 10% según las series6 . En un estudio realizado por
El conjunto de síntomas que se relacionan con la altera- Neuhauser et al. en 2005, se cuantifica que solo un 29% de
ción del sistema del equilibrio son síntomas comunes en la los pacientes con síntomas vestibulares habían consultado
población1,2 y suponen un gran número de consultas médicas a un médico debido a su sintomatología vertiginosa10 . Así,
tanto en el ámbito de la Medicina Familiar y Comunitaria el estudio señala que el vértigo vestibular es una dolencia
como en la práctica especializada1,3-7 . Se estima que los frecuente cuya incidencia y prevalencia han sido clásica-
trastornos del equilibrio constituyen el tercer motivo de con- mente infraestimadas. De hecho, su frecuencia puede ser
sulta ambulatoria más frecuente8 , y que suponen hasta el tan alta, que los autores proponen que el manejo en primer
45% de las consultas de medicina general según las series3 . lugar de estos síntomas debería ser propio de la Atención
Los datos de los National Centers for Health Statistics de Primaria.
Estados Unidos indican que, durante el año 2006, las alte- Los trastornos del equilibrio y sus síntomas asociados
raciones del sistema del equilibrio supusieron 7,5 millones tienen un importante impacto sobre la calidad de vida: pue-
de visitas ambulatorias a consultas de médicos de Aten- den provocar una grave sensación de incapacidad y declive
ción Primaria, consultas externas de médicos especialistas funcional con repercusiones en la vida laboral, social y
hospitalarios y servicios de Urgencias, lo que convirtió a familiar de los pacientes. El carácter crónico, fluctuante
estas alteraciones en uno de los problemas médicos más e invalidante de determinadas entidades tiene un fuerte
comunes9 . impacto psicológico y suele conllevar ansiedad y depresión
Hasta el año 2014 no se dispone de una revisión sistemá- para quien lo sufre, por lo que resulta fundamental realizar
tica de los estudios publicados para estimar la prevalencia una correcta valoración, tratamiento y rehabilitación espe-
y la incidencia de los síntomas secundarios a los trastor- cífica. Es motivo frecuente de dependencia y discapacidad
nos del equilibrio en la población general. En un trabajo, laboral11 , y puede requerir prestaciones de incapacidad a
Murdin et al. estiman una prevalencia de inestabilidad de largo plazo o permanentes7,12 .

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Además, los trastornos del equilibrio son factores de


Tabla 1 Diagnósticos realizados en la consulta, por orden
riesgo reconocidos para la aparición de caídas1,13-15 , espe-
de frecuencia
cialmente en personas de edad avanzada, en las que estos
trastornos se asocian a un deterioro del sistema vestibular, N %
visual, auditivo y somatosensorial propio de la edad16-18 , Vértigo posicional paroxístico benigno 49 28,2
lo que genera un alto nivel de morbimortalidad, con un Migraña vestibular 49 28,2
aumento significativo de discapacidad, dependencia y coste Enfermedad de Ménière 24 13,8
socioeconómico14,19 . Vértigo de origen vascular 10 5,7
El avance en la práctica de la medicina basada en la Mareo subjetivo crónico 8 4,6
evidencia en esta área requiere una investigación guiada Neuritis vestibular 7 4
estratégicamente de manera que pacientes y clínicos iden- Vértigo recurrente benigno 4 2,3
tifiquen y prioricen cuáles son los problemas susceptibles Ototoxicidad 3 1,7
de mejora más urgentes6 . Así, dentro de los trastornos del Vértigo paroxístico benigno de la infancia 3 1,7
equilibrio existen entidades como la enfermedad de Ménière Equivalente migrañoso 2 1,1
(EM), la migraña vestibular (MV) o la neuritis vestibular, en Neurinoma del VIII 2 1,1
las que es necesaria la realización de proyectos de investiga- Implante coclear 2 1,1
ción científica para el estudio de su origen, epidemiología, Meningitis-cerebelitis 2 1,1
diagnóstico y tratamiento. Otosclerosis 2 1,1
Sin embargo, existen pocos estudios recientes que cuan- Paroxismia vestibular 1 0,6
tifiquen porcentualmente la frecuencia de las enfermedades Disfunción vestibular bilateral 1 0,6
relacionadas con la alteración del sistema del equilibrio en Cefalea-tortícolis 1 0,6
el contexto específico de una consulta especializada de Oto- Síndrome CAT 1 0,6
neurología en población española. Disponer de información Laberintitis 1 0,6
precisa acerca de la prevalencia e impacto de los trastor- Enfermedad autoinmune del oído interno 1 0,6
nos vestibulares es importante para la correcta planificación Tóxicos 1 0,6
de los servicios sanitarios con el objetivo de responder Desconocido 1 0,6
satisfactoriamente a la demanda asistencial esperada en la
comunidad.
El objetivo de este estudio es realizar una revisión de la
literatura disponible y de los casos del propio centro acerca Atención Primaria (28,7%). Un 19,5% de los pacientes fueron
de la epidemiología de los trastornos vestibulares, su forma derivados desde otras especialidades del hospital: desta-
de presentación y la carga asistencial esperable en una con- can Rehabilitación (67,6%), Neurología (17,6%) y Pediatría
sulta específica de Otoneurología. (8,8%). En un 14,4% de los casos la procedencia fue des-
conocida y un 0,6% fueron remitidos desde el Servicio de
Material y métodos Urgencias del hospital.
El motivo de consulta más frecuente en la consulta fue
la inestabilidad (40%), seguido del vértigo (31%). Un 26%
Se trata de un estudio descriptivo observacional retrospec-
manifestaban ambos síntomas en diferentes momentos de
tivo sobre los pacientes remitidos a una consulta específica
la enfermedad. Un 2,8% de los casos fueron valorados en el
de Otoneurología entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de
contexto de otras enfermedades otorrinolaringológicas, sin
2015. De cada paciente se recogió edad, género, motivo de
manifestar síntomas vestibulares.
consulta primario, diagnóstico principal y diagnóstico secun-
Los diagnósticos realizados en la consulta aparecen refle-
dario. Para la recogida de datos y el estudio descriptivo se
jados en la tabla 1. En un 15% de los casos se realizó
utilizó el SPSS Statistics 20.0® . Para la caracterización del
un diagnóstico secundario durante el seguimiento de los
síntoma primario se ha seguido la nomenclatura definida por
pacientes. De estos, el diagnóstico más frecuente fue el
la Clasificación Internacional de los Trastornos Vestibulares
de MV (n = 13, 7,5%) seguido del vértigo de origen vascu-
(ICTV)20 . Además, se realizó una revisión no sistemática de
lar (n = 7; 4%), vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB;
la literatura disponible acerca de la epidemiología de los
n = 2; 1,1%) y EM (n = 2; 1,1%). Los casos de diagnóstico secun-
trastornos vestibulares más frecuentes.
dario de MV coincidieron con un primario de VPPB en 8 casos
(61,5%), con EM (n = 3, 23%) y con otosclerosis (n = 2, 15%).
Resultados Los casos de diagnóstico secundario de vértigo de origen
vascular (n=7) se realizaron sobre pacientes con diagnos-
Durante el periodo estudiado se valoraron como primera tico primario de VPPB (n=6) o MV (n=1). Los 2 casos de EM
visita 174 individuos, 53 hombres (30,5%) y 121 mujeres ocurrieron en pacientes con VPPB.
(69,5%) de 53 ± 17 años de edad media. El conjunto de tarje- De los casos de MV, el 59% se incluyeron en la categoría
tas sanitarias asignadas al centro del estudio como hospital diagnóstica de MV definida y el 41% en la de MV probable.
de carácter general ascendía a 459.872 en el año 2015. De En cuanto a los pacientes con EM (n = 24), hubo 2 casos
acuerdo a estos datos, se remitieron en el periodo de un de EM bilateral.
año un total de 38 individuos por cada 100.000 habitantes Dentro de los casos de VPPB (n = 54) el canal más frecuen-
de nuestra población de referencia. temente afecto fue el posterior (n = 23; 42,5%), seguido del
Los pacientes fueron remitidos en su mayoría desde horizontal (n = 12; 22,2%; 8 casos de canalolitiasis y 5 casos
consultas externas de Otorrinolaringología (36,8%) y desde de cupulolitiasis) y el anterior (n = 7; 13%). En el 16,7% de los

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casos, el canal afecto fue desconocido y 3 pacientes (5,6%) de Otoneurología, de la Sociedad Española de Otorrino-
presentaban enfermedad multicanal. laringología. En el año 2015 el Classification Committee
de la Bárány Society publicó, tras un proceso interno de
consenso durante 9 años entre diversas sociedades cientí-
Discusión ficas internacionales que incluyó a la Société Internationale
d’Otoneurologie, la Comisión Española de Otoneurología, la
La aproximación a las enfermedades relacionadas con el sis- American Academy of Otolaryngology-Head and Neck Sur-
tema del equilibrio es compleja. Uno de los motivos que gery (AAO-HNS), la Japanese Equilibrium Society y la Korean
origina esta complejidad es la amplia variedad de términos Balance Society, la esperada ICTV20 .
utilizados por el paciente cuando hace referencia a los diver- En la ICTV se propone una estructura para el diag-
sos grados y tipos de pérdida de equilibrio, lo que obliga a ser nóstico de los trastornos vestibulares en 4 estratos o
especialmente cuidadoso a la hora de caracterizar el tras- capas, en los que no solo se definen síntomas y signos
torno, y por los propios especialistas entre sí. Este problema (estrato I), sino que estos se agrupan en síndromes clínicos
se agrava cuando nos desplazamos al ámbito internacional, (estrato II), enfermedades y trastornos (estrato III-A) y
donde existen diferentes barreras léxicas que pueden indu- mecanismos fisiopatológicos (estratos III-B). Se describen
cir a error en la terminología. Para solucionar este problema 4 categorías de síntomas vestibulares: a) vértigo, entendido
y evitar los conflictos que se podrían derivar del uso de como una falsa sensación de movimiento propio o del
una terminología inadecuada, en el año 1972, Drachman entorno, ya sea rotatorio o no rotatorio; b) desequilibrio o
y Hart21 propusieron una clasificación de las alteraciones inestabilidad (en inglés dizziness), término bajo el cual se ha
del estado del equilibrio en 4 posibles categorías en las englobado una amplia variedad de términos de especificidad
que es posible encuadrar a todos los pacientes que presen- variable29 y ahora descrito como una sensación de orien-
tan estas alteraciones: presíncope, vértigo, desequilibrio y tación espacial alterada sin sensación de movimiento; c)
mareo. síntomas vestíbulo-visuales y d) síntomas posturales con sus
Aunque las categorías anteriores son precisas en su defi- subtipos30 . Cabe destacar que en este documento se resalta
nición y pese a que la frecuencia de estos trastornos no que, aunque son síntomas claramente diferenciables, vér-
es despreciable, se ha llegado a postular que hasta un 80% tigo y desequilibrio no deben considerarse patognomónicos
de los casos de alteración del estado del equilibrio pueden de enfermedad vestibular o no vestibular, pues pueden
llegar a generar controversia diagnóstica22-26 . Además, aun- encontrarse frecuentemente en ambos tipos de trastornos,
que los términos vértigo por un lado y desequilibrio y mareo de forma tanto crónica como aguda31,32 . Se distingue,
por otro reflejan para los otoneurólogos una posible ayuda además, entre vértigo espontáneo y desencadenado, que
entre síntomas vestibulares y no vestibulares, a menudo los ocurre tras un desencadenante claro. Dentro de este se des-
pacientes utilizan estos términos indistintamente y algunos cribe el vértigo posicional, secundario tras un cambio en la
médicos pueden tener dificultades para diferenciarlos10 . posición de la cabeza con respecto al plano de la gravedad.
Uno de los motivos que genera dicha controversia es En el año 2003, López-Gentili et al.33 publicaron el
el gran número de entidades que pueden generar estos estudio con mayor tamaño muestral hasta la fecha, 1.300
síntomas, que no solo son abundantes en cantidad sino tam- pacientes, y el único conocido en el contexto específico de
bién en variedad, y que engloban diferentes entidades de una consulta de Otoneurología, para explicar la variedad de
órganos tan dispares como el sistema nervioso central, el la etiología de las alteraciones del sistema del equilibrio.
sistema propioceptivo, el aparato vestibular, el sentido de En él, un 69% de los pacientes presentaban vértigo; un 12%,
la visión y los sistemas cardiocirculatorio y endocrino. En un inestabilidad; un 2% presíncope y un 17%, se clasificó en el
estudio transversal sobre la National Hospital Ambulatory grupo de miscelánea. Los cuadros de cada una de las enti-
Medical Care Survey realizado en 2008 sobre los pacientes dades respondían a entidades nosológicas muy numerosas y
atendidos en los servicios de urgencias durante 13 años, dispares entre sí, de entre las que destaca por su frecuencia
se cuantificaron un total de 9.472 casos de consultas por el VPPB (25,8%). Nuestros resultados concuerdan en frecuen-
vértigo o inestabilidad. Sus principales orígenes eran el cia de VPPB, 25,8% (28,2); pero difieren significativamente
otológico/vestibular en el 32,9% de los casos, seguido del en diagnóstico de Menière 5,5% (13,8), trastornos vascula-
cardiovascular en el 21,1%, respiratorio (11,5%), neuroló- res 10,1% (5,7%) y neuritis vestibular 1,8% (4%). Por otra
gico (11,2%), metabólico (11%), tóxico (10,6%), psiquiátrico parte, entidades importantes en nuestra muestra como la
(7,2%), digestivo (7%), genitourinario (5,1%) e infeccioso MV o el mareo subjetivo crónico no se reflejan como entidad
(2,9%) y con un 22,1% sin diagnóstico etiológico concreto27 . independiente. En cuanto al motivo de consulta, nuestros
Si bien el origen de estos síntomas es variado, parece cierto resultados no son comparables por la diferente nomencla-
que, comparado con el vértigo de otros orígenes, el vér- tura utilizada por estos autores.
tigo de origen vestibular tiene una mayor relevancia en la En un estudio realizado por Mostafa et al. para deter-
salud de los pacientes, pues supone más consultas (70 vs. minar la frecuencia de aparición de trastornos de origen
54%), bajas por enfermedad (41% vs. 15%), interrupción de central en el contexto de una unidad vestibular, se deter-
las actividades de la vida diaria (40 vs. 12%) y reducción de minó que un 23% (n = 23) de los pacientes remitidos a
las salidas del hogar (19 vs. 10%)7 . la unidad fueron diagnosticados de algún tipo de lesión
Con el objetivo de desarrollar una terminología y cla- vestibular central, incluyendo isquemia generalizada o
sificación comprensible y sistemática de los trastornos vertebrobasilar (n = 10), esclerosis múltiple (n = 4), vestibu-
vestibulares, surgen varios documentos de consenso como la lopatía migrañosa (n = 4), mareo postural fóbico (n = 4) y
Clasificación de los Vértigos Periféricos28 , desarrollada entre nistagmos inducido por hiperventilación (n = 1)34 . Estos datos
2003 y 2006 y publicada en 2008 por la Comisión Española muestran mayor frecuencia de vértigo de origen vascular con

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respecto a nuestra serie (10 vs. 5,7%) y esclerosis múltiple 7. Neuhauser HK, Radtke A, von Brevern M, Lezius F, Feld-
sin embargo, en nuestra muestra hemos detectado en mayor mann M, Lempert T. Burden of dizziness and vertigo
porcentaje las entidades de MV (4 vs. 28,2%). Frecuencias in the community. Arch Intern Med. 2008;168:2118---24,
similares han sido diagnosticadas para el mareo subjetivo http://dx.doi.org/10.1001/archinte.168.19.2118
crónico (4 vs. 4,6%) y la paroxismia vestibular (1 vs. 0,6%). 8. Kroenke K, Mangelsdorff AD. Common symptoms in ambulatory
care: Incidence, evaluation, therapy, and outcome. Am J Med.
En cuanto a las comorbilidades, es interesante destacar
1989;86:262---6.
la coexistencia en la muestra de VPPB en pacientes con
9. Burt CW, Schappert SM. Ambulatory care visits to physi-
MV (n = 8), EM (n = 3) y vértigo de origen vascular (n = 6) cian offices, hospital outpatient departments, and emergency
lo que coincide con las evidencias previas acerca de una departments: United States, 1999-2000. Vital Health Stat.
mayor aparición de VPPB en los pacientes migrañosos35 , EM36 2004;13.:1---70.
y su asociación del VPPB con diversos factores de riesgo 10. Neuhauser HK, von Brevern M, Radtke A, Lezius F, Feldmann M,
cardiovascular37-41 . Ziese T, et al. Epidemiology of vestibular vertigo: A neurotologic
Disponer de información precisa acerca de la prevalen- survey of the general population. Neurology. 2005;65:898---904,
cia e impacto de los trastornos vestibulares es importante http://dx.doi.org/10.1212/01.wnl.0000175987.59991.3d
para la correcta planificación de los servicios sanitarios con 11. Yardley L, Owen N, Nazareth I, Luxon L. Prevalence and presen-
tation of dizziness in a general practice community sample of
el objetivo de responder satisfactoriamente a la demanda
working age people. Br J Gen Pract. 1998;48:1131---5.
asistencial esperada en la comunidad.
12. Skøien AK, Wilhemsen K, Gjesdal S. Occupational disa-
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http://dx.doi.org/10.3399/bjgp08X330744
Los trastornos vestibulares más frecuentemente diagnosti- 13. Agrawal Y, Carey JP, Della Santina CC, Schubert MC, Minor
LB. Disorders of balance and vestibular function in US
cados en una consulta de Otoneurología son el VPPB y la
adults: Data from the National Health and Nutrition Exami-
MV seguido de la EM, aunque pueden darse comorbilidades nation Survey, 2001-2004. Arch Intern Med. 2009;169:938---44,
aproximadamente en el 15% de los casos. El número de pri- http://dx.doi.org/10.1001/archinternmed.2009.66
meras visitas registrado en el periodo de un año asciende a 14. Findorff MJ, Wyman JF, Nyman JA, Croghan
38 individuos por cada 100.000 habitantes de la población CF. Measuring the direct healthcare costs of
de referencia del centro. Para la comparación de resultados a fall injury event. Nurs Res. 2007;56:283---7,
es indispensable la utilización de terminología sistemática. http://dx.doi.org/10.1097/01.NNR.0000280613.90694.b2
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