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ARTÍCULO ORIGINAL
Departamento de Otorrinolaringología, Complejo Hospitalario Insular Materno Infantil, Las Palmas de Gran Canaria, Las Palmas,
España
http://dx.doi.org/10.1016/j.otorri.2017.01.007
0001-6519/© 2017 Elsevier España, S.L.U. y Sociedad Española de Otorrinolaringologı́a y Cirugı́a de Cabeza y Cuello. Todos los derechos
reservados.
Cómo citar este artículo: Guerra-Jiménez G, et al. Epidemiología de los trastornos vestibulares en la consulta de otoneu-
rología. Acta Otorrinolaringol Esp. 2017. http://dx.doi.org/10.1016/j.otorri.2017.01.007
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2 G. Guerra-Jiménez et al.
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Epidemiología de los trastornos vestibulares en la consulta de otoneurología 3
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rología. Acta Otorrinolaringol Esp. 2017. http://dx.doi.org/10.1016/j.otorri.2017.01.007
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4 G. Guerra-Jiménez et al.
casos, el canal afecto fue desconocido y 3 pacientes (5,6%) de Otoneurología, de la Sociedad Española de Otorrino-
presentaban enfermedad multicanal. laringología. En el año 2015 el Classification Committee
de la Bárány Society publicó, tras un proceso interno de
consenso durante 9 años entre diversas sociedades cientí-
Discusión ficas internacionales que incluyó a la Société Internationale
d’Otoneurologie, la Comisión Española de Otoneurología, la
La aproximación a las enfermedades relacionadas con el sis- American Academy of Otolaryngology-Head and Neck Sur-
tema del equilibrio es compleja. Uno de los motivos que gery (AAO-HNS), la Japanese Equilibrium Society y la Korean
origina esta complejidad es la amplia variedad de términos Balance Society, la esperada ICTV20 .
utilizados por el paciente cuando hace referencia a los diver- En la ICTV se propone una estructura para el diag-
sos grados y tipos de pérdida de equilibrio, lo que obliga a ser nóstico de los trastornos vestibulares en 4 estratos o
especialmente cuidadoso a la hora de caracterizar el tras- capas, en los que no solo se definen síntomas y signos
torno, y por los propios especialistas entre sí. Este problema (estrato I), sino que estos se agrupan en síndromes clínicos
se agrava cuando nos desplazamos al ámbito internacional, (estrato II), enfermedades y trastornos (estrato III-A) y
donde existen diferentes barreras léxicas que pueden indu- mecanismos fisiopatológicos (estratos III-B). Se describen
cir a error en la terminología. Para solucionar este problema 4 categorías de síntomas vestibulares: a) vértigo, entendido
y evitar los conflictos que se podrían derivar del uso de como una falsa sensación de movimiento propio o del
una terminología inadecuada, en el año 1972, Drachman entorno, ya sea rotatorio o no rotatorio; b) desequilibrio o
y Hart21 propusieron una clasificación de las alteraciones inestabilidad (en inglés dizziness), término bajo el cual se ha
del estado del equilibrio en 4 posibles categorías en las englobado una amplia variedad de términos de especificidad
que es posible encuadrar a todos los pacientes que presen- variable29 y ahora descrito como una sensación de orien-
tan estas alteraciones: presíncope, vértigo, desequilibrio y tación espacial alterada sin sensación de movimiento; c)
mareo. síntomas vestíbulo-visuales y d) síntomas posturales con sus
Aunque las categorías anteriores son precisas en su defi- subtipos30 . Cabe destacar que en este documento se resalta
nición y pese a que la frecuencia de estos trastornos no que, aunque son síntomas claramente diferenciables, vér-
es despreciable, se ha llegado a postular que hasta un 80% tigo y desequilibrio no deben considerarse patognomónicos
de los casos de alteración del estado del equilibrio pueden de enfermedad vestibular o no vestibular, pues pueden
llegar a generar controversia diagnóstica22-26 . Además, aun- encontrarse frecuentemente en ambos tipos de trastornos,
que los términos vértigo por un lado y desequilibrio y mareo de forma tanto crónica como aguda31,32 . Se distingue,
por otro reflejan para los otoneurólogos una posible ayuda además, entre vértigo espontáneo y desencadenado, que
entre síntomas vestibulares y no vestibulares, a menudo los ocurre tras un desencadenante claro. Dentro de este se des-
pacientes utilizan estos términos indistintamente y algunos cribe el vértigo posicional, secundario tras un cambio en la
médicos pueden tener dificultades para diferenciarlos10 . posición de la cabeza con respecto al plano de la gravedad.
Uno de los motivos que genera dicha controversia es En el año 2003, López-Gentili et al.33 publicaron el
el gran número de entidades que pueden generar estos estudio con mayor tamaño muestral hasta la fecha, 1.300
síntomas, que no solo son abundantes en cantidad sino tam- pacientes, y el único conocido en el contexto específico de
bién en variedad, y que engloban diferentes entidades de una consulta de Otoneurología, para explicar la variedad de
órganos tan dispares como el sistema nervioso central, el la etiología de las alteraciones del sistema del equilibrio.
sistema propioceptivo, el aparato vestibular, el sentido de En él, un 69% de los pacientes presentaban vértigo; un 12%,
la visión y los sistemas cardiocirculatorio y endocrino. En un inestabilidad; un 2% presíncope y un 17%, se clasificó en el
estudio transversal sobre la National Hospital Ambulatory grupo de miscelánea. Los cuadros de cada una de las enti-
Medical Care Survey realizado en 2008 sobre los pacientes dades respondían a entidades nosológicas muy numerosas y
atendidos en los servicios de urgencias durante 13 años, dispares entre sí, de entre las que destaca por su frecuencia
se cuantificaron un total de 9.472 casos de consultas por el VPPB (25,8%). Nuestros resultados concuerdan en frecuen-
vértigo o inestabilidad. Sus principales orígenes eran el cia de VPPB, 25,8% (28,2); pero difieren significativamente
otológico/vestibular en el 32,9% de los casos, seguido del en diagnóstico de Menière 5,5% (13,8), trastornos vascula-
cardiovascular en el 21,1%, respiratorio (11,5%), neuroló- res 10,1% (5,7%) y neuritis vestibular 1,8% (4%). Por otra
gico (11,2%), metabólico (11%), tóxico (10,6%), psiquiátrico parte, entidades importantes en nuestra muestra como la
(7,2%), digestivo (7%), genitourinario (5,1%) e infeccioso MV o el mareo subjetivo crónico no se reflejan como entidad
(2,9%) y con un 22,1% sin diagnóstico etiológico concreto27 . independiente. En cuanto al motivo de consulta, nuestros
Si bien el origen de estos síntomas es variado, parece cierto resultados no son comparables por la diferente nomencla-
que, comparado con el vértigo de otros orígenes, el vér- tura utilizada por estos autores.
tigo de origen vestibular tiene una mayor relevancia en la En un estudio realizado por Mostafa et al. para deter-
salud de los pacientes, pues supone más consultas (70 vs. minar la frecuencia de aparición de trastornos de origen
54%), bajas por enfermedad (41% vs. 15%), interrupción de central en el contexto de una unidad vestibular, se deter-
las actividades de la vida diaria (40 vs. 12%) y reducción de minó que un 23% (n = 23) de los pacientes remitidos a
las salidas del hogar (19 vs. 10%)7 . la unidad fueron diagnosticados de algún tipo de lesión
Con el objetivo de desarrollar una terminología y cla- vestibular central, incluyendo isquemia generalizada o
sificación comprensible y sistemática de los trastornos vertebrobasilar (n = 10), esclerosis múltiple (n = 4), vestibu-
vestibulares, surgen varios documentos de consenso como la lopatía migrañosa (n = 4), mareo postural fóbico (n = 4) y
Clasificación de los Vértigos Periféricos28 , desarrollada entre nistagmos inducido por hiperventilación (n = 1)34 . Estos datos
2003 y 2006 y publicada en 2008 por la Comisión Española muestran mayor frecuencia de vértigo de origen vascular con
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respecto a nuestra serie (10 vs. 5,7%) y esclerosis múltiple 7. Neuhauser HK, Radtke A, von Brevern M, Lezius F, Feld-
sin embargo, en nuestra muestra hemos detectado en mayor mann M, Lempert T. Burden of dizziness and vertigo
porcentaje las entidades de MV (4 vs. 28,2%). Frecuencias in the community. Arch Intern Med. 2008;168:2118---24,
similares han sido diagnosticadas para el mareo subjetivo http://dx.doi.org/10.1001/archinte.168.19.2118
crónico (4 vs. 4,6%) y la paroxismia vestibular (1 vs. 0,6%). 8. Kroenke K, Mangelsdorff AD. Common symptoms in ambulatory
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En cuanto a las comorbilidades, es interesante destacar
1989;86:262---6.
la coexistencia en la muestra de VPPB en pacientes con
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MV (n = 8), EM (n = 3) y vértigo de origen vascular (n = 6) cian offices, hospital outpatient departments, and emergency
lo que coincide con las evidencias previas acerca de una departments: United States, 1999-2000. Vital Health Stat.
mayor aparición de VPPB en los pacientes migrañosos35 , EM36 2004;13.:1---70.
y su asociación del VPPB con diversos factores de riesgo 10. Neuhauser HK, von Brevern M, Radtke A, Lezius F, Feldmann M,
cardiovascular37-41 . Ziese T, et al. Epidemiology of vestibular vertigo: A neurotologic
Disponer de información precisa acerca de la prevalen- survey of the general population. Neurology. 2005;65:898---904,
cia e impacto de los trastornos vestibulares es importante http://dx.doi.org/10.1212/01.wnl.0000175987.59991.3d
para la correcta planificación de los servicios sanitarios con 11. Yardley L, Owen N, Nazareth I, Luxon L. Prevalence and presen-
tation of dizziness in a general practice community sample of
el objetivo de responder satisfactoriamente a la demanda
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http://dx.doi.org/10.3399/bjgp08X330744
Los trastornos vestibulares más frecuentemente diagnosti- 13. Agrawal Y, Carey JP, Della Santina CC, Schubert MC, Minor
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cados en una consulta de Otoneurología son el VPPB y la
adults: Data from the National Health and Nutrition Exami-
MV seguido de la EM, aunque pueden darse comorbilidades nation Survey, 2001-2004. Arch Intern Med. 2009;169:938---44,
aproximadamente en el 15% de los casos. El número de pri- http://dx.doi.org/10.1001/archinternmed.2009.66
meras visitas registrado en el periodo de un año asciende a 14. Findorff MJ, Wyman JF, Nyman JA, Croghan
38 individuos por cada 100.000 habitantes de la población CF. Measuring the direct healthcare costs of
de referencia del centro. Para la comparación de resultados a fall injury event. Nurs Res. 2007;56:283---7,
es indispensable la utilización de terminología sistemática. http://dx.doi.org/10.1097/01.NNR.0000280613.90694.b2
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rología. Acta Otorrinolaringol Esp. 2017. http://dx.doi.org/10.1016/j.otorri.2017.01.007
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