La historia detrás del átomo

Si se hicieran divisiones sucesivas a un alambre de cobre, para tener fragmentos cada

vez más pequeños, podrías darte cuenta de que tienen las mismas propiedades que el
alambre de cobre original. Pero si se siguiera con las particiones llegaría un momento en
que la continuidad de la materia termina estrepitosamente y hay un punto en el que se
alcanza una muestra minúscula de materia que ya no podemos fragmentar. En otras
palabras, estas partículas constituyen a todos los materiales que conocemos y son los
átomos, ver figura 1

Figura 1. Las partículas subatómicas

El término átomo existe desde el año 400 antes de nuestra era, Demócrito matemático y
filósofo, supuso que la materia se conformaba por partículas indivisibles a las cuales llamó
átomos. Años más tarde en 1808, John Dalton, a fin de comprender las leyes de la química,
propuso que la materia estaba formada por un conjunto de esferas diferentes entre un
elemento y otro. Sin embargo, en 1904, J. J. Thompson propuso el modelo atómico
conocido como el “budín de pasas”, en el que establece la existencia de los electrones, a
los que ubica en una masa cargada positivamente.

Tiempo después y gracias al avance de la tecnología, los experimentos fueron más

detallados y se modificaron. Así, Rutherford en 1911 propuso que el átomo estaba

constituido por un núcleo de carga positiva (propone la existencia de los protones) y

alrededor de éste giraban los electrones, de carga negativa, lo cual demostró Bohr en 1913,
después de postular algunos principios y concluyó que los electrones giran alrededor del
núcleo en órbitas específicas.
Más tarde en 1932, Chadwick, propone una partícula eléctricamente neutra dentro del
núcleo a la que llamó neutrón. Así con la suma de aportaciones descritas, hoy en día, se
sabe que el átomo se conforma de tres subpartículas: protón (p+), neutrón, (n0) y electrón
(e-).

Por otra parte, se ha establecido que el número de protones corresponde al concepto de

número atómico y se representa con la letra Z. Por tanto, un átomo neutro tiene que Z = p+
= e-, es decir, tiene igual número de protones y electrones. Pero, para un átomo cargado
(no neutro) se tiene que Z = p+. El resultado de sumar los protones con los neutrones se
conoce como número de masa, que se representa con una letra A.

En otras palabras, A = p+ + n0. Si de la ecuación anterior, se despeja a los neutrones se

tiene que n0 = A – p+, o bien, el número de n0 = a la diferencia del número de masa y el
número atómico (A - Z).