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7 AÑOS

Almudena VALIÑO CES


Universidad de Santiago de Compostela
almudena.valino@usc.es

1. Película

Título: 7 años.

Ficha técnico-artística:

Año: 2016.

País: España.

Dirección: Roger Gual.

Productora: Distribuida por Netflix. Coproducción España-Colombia; Netflix España,


Cactus Flower Producciones, Metronome Musica de Películas.

Guion: José Cabeza y Julia Fontana.

Música: Federico Jusid.

Fotografía: Arnau Valls Colomer.

Maquillaje: Patricia López.

Montaje: Alberto de Toro.

Escenografía: Vicent Díaz.

Género: Drama psicológico.

Idioma: español.

Reparto: Àlex Brendemühl (Marcel), Juana Acosta (Vero), Paco León (Luis), Juan
Pablo Raba (Carlos), Manuel Morón (José Veiga).

Tráiler oficial: https://www.youtube.com/watch?v=Kv2Ai_bhNzk

Duración: 77 minutos.

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Sinopsis:

“7 años” es el primer largometraje de ficción en español de Netflix. Su trama se centra


en una exitosa empresa de diseño de aplicaciones tecnológicas que han fundado cuatro
amigos: Vero, la contable del grupo, Marcel, el director general y cabeza visible de la
empresa, Carlos, el comercial, y Luis, el genio tecnológico. Los cuatro socios se
encuentran ante una grave situación, pues son pillados por Hacienda desviando fondos a
un paraíso fiscal, por lo que van a ver como la normalidad de sus vidas peligra cuando
la Justicia lo descubre.

De la noche a la mañana, los protagonistas son testigos de cómo su empresa se tambalea


y su futuro pende de un hilo, por lo que se ven obligados a encontrar una solución que
logre salvar su compañía y sus vidas. Los cuatro amigos se enfrentan al problema con
un tiempo limitado, la solución no es fácil y pondrá en cuestión lo que creían que era
amistad. Debido a la delicadeza del tema, y mientras su abogada Natalia trata de
resolver la situación agotando sus últimos recursos, los socios contratan a un mediador
(José Veiga), quien, evaluando las posibilidades, trata de ayudarles a decidir a quién van
a echar la culpa del fraude, pues uno de los socios tendrá que sacrificarse por el resto e
ir a prisión durante siete años por el delito que cometieron entre todos. Ninguno quiere
ir a la cárcel y es ahí donde surge un dilema que no les deja otra que exteriorizar su
verdadera opinión sobre los otros.

2. Temática jurídica

Palabras claves: mediación, mediador, resolución de conflictos, acuerdo, voluntariedad,


confidencialidad.

3. Comentario de la profesora

Hoy en día resulta difícil mantener la atención de un espectador con una película que se
desarrolla en una habitación durante todo su metraje y con solo cinco actores. Pero lo
cierto es que el director, gracias a rodar con planos secuencia, lo logra plenamente
dando dinamismo a unos diálogos creíbles por cotidianos. De esta manera, consigue
evitar transmitir una sensación de estatismo que, a priori, parecía casi inevitable al
transcurrir la práctica totalidad del relato en un único escenario de dimensiones
reducidas.

En la película no se pierde ni un segundo en introducciones o presentaciones superfluas,


pues, desde el primer minuto, se pone el conflicto sobre la mesa. De este modo, todo el

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filme se centra en el potente debate y la difícil decisión a tomar, convirtiendo esta
discusión en una excelente forma de dar a conocer los rasgos característicos de cada uno
de los socios.

Con ello y con todo, lo relevante de la película, sin duda alguna, es la visibilidad que se
le da a la mediación, como método de resolución de conflictos, y a su desarrollo. Y es
que los ciudadanos disponemos no solo de la vía judicial para resolver nuestras
controversias, sino también de la posibilidad de acudir a otros métodos.

En efecto, una vez superada la autotutela la forma más primitiva, injusta y peligrosa de
resolver los conflictos, en tanto se caracteriza por la solución coactiva impuesta por la
parte más fuerte, surgen los métodos de composición, dentro de los que podemos
distinguir la autocomposición y la heterocomposición, en función de la existencia o no
de una decisión vinculante de un tercero. En los mecanismos heterocompositivos
proceso y arbitraje, el tercero se sitúa en una posición superior a las partes. Ello
implica que la solución del conflicto corresponde a ese tercero, quien la impone y
resuelve de forma concluyente. Por el contrario, en los mecanismos autocompositivos
negociación, conciliación y mediación van a ser las propias partes las que resuelvan
la disputa, renunciando total o parcialmente a las posiciones defendidas inicialmente.

Concretamente, en “7 años” se aborda la mediación, la cual se trata de un mecanismo


autocompositivo de resolución de conflictos en el que un tercero, imparcial y neutral,
ayuda a las personas a buscar por sí mismas una solución por la vía del acuerdo mutuo,
de forma que se satisfagan las necesidades e intereses de cada una de ellas. De esta
definición se infiere que toda mediación debe contar con tres elementos indispensables:
la existencia de un conflicto, las personas que son partes y un tercero que no toma
decisiones, pero que facilita los acuerdos.

Más allá de esta definición general de la mediación, huelga decir que nos encontramos
ante una institución que se caracteriza por su flexibilidad. En efecto, no cabe duda de
que su procedimiento debe hallarse presidido por la informalidad o la libertad de forma.
Es por ello por lo que resulta más que difícil describir unas etapas e incluso un
procedimiento tipo. Es más, al contrario de la estricta determinación legal del desarrollo
del proceso, cuyo respeto y observancia se impone a todos sus intervinientes, en la
mediación el ritmo y la dirección de las actuaciones queda en manos de las partes y de

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las eventuales orientaciones y propuestas del mediador, tal y como se observa en la
película.

Con todo, no quiere ello decir que la mediación carezca por completo de procedimiento,
al menos, de una arquitectura, por pequeña que sea. Y es que es innegable que el
procedimiento de mediación debe constar de una fase inicial o preliminar, un desarrollo
y un cierre, el cual viene marcado, en la mayoría de las ocasiones, por el acuerdo
alcanzado por las partes. En efecto, todo procedimiento de mediación se inicia con la
idea de que finalice con un acuerdo que ponga solución al conflicto. De esta manera,
esta última parte del iter procedimental representa una etapa esencial y la fase más
delicada del mismo, en tanto el acuerdo con el que puede concluir tal procedimiento
constituye su último escalón. De hecho, cabe destacar que el acuerdo representa el éxito
de la mediación.

En cualquier caso, en el procedimiento de mediación, el papel de la persona mediadora


es fundamental, por lo que es necesario centrar la atención en su figura. Este tercero no
es juez ni árbitro no impone soluciones, sino que su actuación va encaminada a
aproximar a las partes y a dirigir un proceso de comunicación entre ellas a fin de que
logren una solución que satisfaga sus necesidades. Para ello, se proporciona a las partes
un contexto tranquilo y neutral donde pueden dialogar acerca del modo de solventar sus
diferencias, responsabilizarse de sus decisiones y abrir una vía para que puedan seguir
relacionándose en el futuro.

De esta manera, la principal labor de este tercero, y hacia donde deberá dirigir sus
esfuerzos y estrategias, consiste en generar las condiciones adecuadas que faciliten la
comunicación entre las partes, para que sean capaces de ir transformando su visión
inicial y subjetiva de la controversia e ir avanzando en la búsqueda de una solución
consensuada. Por consiguiente, el mediador deberá crear un entorno en el cual las partes
realicen una exploración de las posibilidades de establecer lazos de cooperación. Se
trata de una tarea difícil, cuyo primer objetivo consiste en obtener un cambio de actitud
en las partes. Para ello, el mediador deberá escuchar y crear empatías, así como
positivizar, flexibilizar el ambiente y propiciar la comunicación y el diálogo, alejando a
las partes de la tendencia a conductas adversariales. Asimismo, en esta labor es
fundamental gestionar de un modo adecuado las emociones de las partes para evitar la
escalada del conflicto.

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En la película, tal y como sucede en todo procedimiento mediador, se observa como
José Veiga, una vez que los cuatro socios aceptan la mediación, les explica las tres
reglas básicas de este método. En primer lugar, la voluntariedad para todos, incluido él
mismo. A este respecto, les pregunta si realmente todos los que se van a involucrar en la
mediación quieren lo mismo y si tienen los mismos motivos para hacerlo. En segundo
lugar, todos deben escuchar con respeto porque las personas que tienen al lado no son
parte del problema, sino que son parte de la solución. Por último, el mediador traslada a
las partes que él no es juez ni parte, que sólo facilita la comunicación, por lo que son
ellas las que toman las decisiones. En suma, el tercero expone a los cuatro amigos las
características esenciales del procedimiento de mediación.

A continuación, el mediador les explica con calma cómo proceder y, además, ante la
probabilidad de que pasen allí varias horas, les pide que eviten las distracciones con los
móviles.

Aun cuando al inicio parece que la mediación será compleja, la actitud tolerante que se
le presume a los protagonistas, en cuanto no son solo socios, sino también amigos, se
entiende que permitirá garantizar un acuerdo final. Sin embargo, a medida que avanza la
película se va complicando la situación, pues ninguno quiere ir a la cárcel. En efecto,
todos tienen motivos laborales para no querer ir por el bien de la empresa: Vero sigue
siendo la que maneja los números, Marcel es el alma máter de la empresa, Carlos es el
que lleva a la clientela a los restaurantes y bares y Luis, el genio venido a menos.

Asimismo, se observa como del tema laboral, se pasa a que para una mujer es más fácil
el trago de la cárcel que para un hombre porque son menos duras. Y de ahí al tema
personal, ya que Marcel tiene mujer e hija y Carlos un padre con alzheimer. En este
punto se observa algo característico de la mediación. Y es que cuando el conflicto está
escalando, con frecuencia, se producen los intensificadores del mismo, en este caso, se
trata del pase del problema a la persona.

Ante la compleja situación, el mediador pregunta acerca de si los socios se han


planteado realizar un sorteo. Lo cierto es que si, pero tres de ellos no quieren, en tanto lo
consideran injusto. Para salvar este desacuerdo utiliza el conocido por los profesionales
de la mediación ejemplo de la naranja. Asimismo, en un momento el mediador simula
tener una pistola, donde se cuestiona quien iría a la cárcel y se adivina, de paso, que el
único que tendría cargo de conciencia ante la entrada en prisión de un amigo sería Luis.
De igual modo, hay un ajedrez en la sala. Muchos son los mediadores que en algún
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momento lo usan para introducir una sesión. En este caso, el tercero solicita a cada una
de las partes que elija una pieza y, a posteriori, que se definan. Pero no cada uno a sí
mismo, sino que definan a otra de las partes. Los cuatro amigos empiezan a hacerlo,
pero llega un punto en que se pierden las formas, se insultan y uno de ellos se molesta.
Ante tal situación, el tercero les recuerda que la mediación consiste en un procedimiento
que implica respeto. Igualmente, en otro momento tenso, en el que se llega a la
agresión, el mediador se levanta para irse, pero ante la rogatoria de todas las partes, les
pide que se comprometan a que esto no vuelva a pasar.

La mediación prosigue y en el momento en que se le está ofreciendo a una de las partes


una cantidad de dinero, ésta le pregunta al mediador acerca de qué haría él. Es una
realidad que se revela con frecuencia en los procedimientos de mediación, porque las
partes quieren el consejo del mediador, su visión. Ante tal circunstancia, el tercero
recuerda que él allí no cuenta, que las decisiones las deben de tomar ellos.

Avanza la trama y finalmente, las partes logran un acuerdo. Éste representa la fase final
y lo que permite concluir el procedimiento mediador. Sin embargo, no hay acta para
firmar, no olvidemos que el asunto muy legal no es. Es una mediación privada y las
partes estaban de acuerdo en acordar sobre esto. Lo que sí se firma es el contrato que al
principio de la película le ofrecieron al mediador: empezar su nuevo empleo en el
departamento de mediación de la empresa con un compromiso de permanencia de 10
años.

A la vista de todo lo analizado acerca de la mediación y su procedimiento, queda claro


que esta institución facilita el diálogo entre las partes y, a su vez, ayuda a tener una
visión conjunta del problema para valorar y determinar los verdaderos intereses y
necesidades de cada parte. Tal cuestión permite que las personas sean libres para mirar
y decidir su futuro, lo que es fundamental en una relación entre cuatro socios, que
también son amigos. Además, la flexibilidad que caracteriza a la mediación hace posible
que se alcancen acuerdos creativos que puedan satisfacer distintos intereses de las
partes.

Sea como fuere, podemos constatar que en muchas ocasiones resulta difícil transmitir la
realidad de lo que ocurre en una sala de mediación, máxime cuando se trata de un
procedimiento confidencial. Por ello, y dejando al margen los elementos de película, “7
años” nos muestra una mediación de principio a fin, que técnicas usa el mediador, cómo
lo hace y qué planteamientos propone, lo que sin duda representa una gran oportunidad
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para que el público vea cómo se desarrolla una mediación y compruebe como ésta
ayuda a cuatro socios en un momento crucial para su empresa y para sus vidas.

En definitiva, la película constituye un claro ejemplo de cómo este método posibilita


que las personas implicadas en un conflicto logren una solución satisfactoria para ellas,
sin la necesidad de acudir a la vía judicial.

4. Actividad a desarrollar por el alumno

La actividad que se propone puede resultar adecuada para las asignaturas de


Organización Judicial y Proceso, Derecho Procesal Civil y la optativa Métodos de
Solución de Conflictos y Técnicas de Negociación que se imparten en los cursos 3º y 4º
del Grado en Derecho, en concreto, para las sesiones interactivas. Éstas se van a
desarrollar en dos sesiones de trabajo. En la primera, el docente proyecta en clase la
película propuesta. En la segunda sesión, se pone en juego una técnica que presenta
cada vez mayor implantación dentro del sistema educativo: Role Playing. Se trata de un
ejercicio en grupo que permite el aprendizaje de forma más sencilla y dinámica. A
través de la dramatización o simulación de roles se representa una situación o un caso
particular de la vida real.

En este caso, y al hilo de la película, simularemos una mediación. Para ello, los
estudiantes trabajan por grupos de 4 componentes: 2 serán los mediados, uno el
mediador o dos si se quiere y el otro será un observador. Se plantea un conflicto, que
tratará de resolverse a través de un acuerdo que logren las partes. Para ello, se pondrán
en práctica, a lo largo de la mediación, las técnicas utilizadas por los mediadores.

Para finalizar el Role-Playing, se realiza una fase de debate, donde de manera conjunta
se analizan los resultados de la simulación. Se recaban las opiniones de quiénes han sido
observadores y las sensaciones de los actores protagonistas del nuevo rol. En esta última
fase, el docente ejerce de moderador del debate, pudiendo plantear alternativas a las
resoluciones de conflictos aportadas.

5. Lecturas recomendadas

- CARRETERO MORALES, E., La mediación civil y mercantil en el sistema de


Justicia, Dykinson, Madrid, 2016.

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- CASTILLEJO MANZANARES, R. (Dir.), Nuevos debates en relación a la
mediación penal, civil y mercantil, Servicio de Publicaciones e Intercambio Científico,
Santiago de Compostela, 2018.

- CASTILLEJO MANZANARES, R. (Dir.), Manual de mediación en asuntos


civiles y mercantiles, Tirant lo Blanch, Valencia, 2020.

- MARTÍN DIZ, F., La mediación: sistema complementario de Administración de


Justicia, CGPJ, Madrid, 2010.

- PAZ-PAÑUELAS BENEDÉ, Mª. P., Conflicto y técnicas de gestión. En especial,


la mediación en asuntos civiles y mercantiles y su versión electrónica, Tirant lo Blanch,
Valencia, 2017.

- SIGÜENZA LÓPEZ, J., Mediación extrajudicial y proceso civil, Aranzadi, Cizur


Menor (Navarra), 2018.

- SOLETO MUÑOZ, H. (Dir.), Mediación y resolución de conflictos: Técnicas y


Ámbitos, Tecnos, Madrid, 2013.

6. Sitios web de interés

- https://www.filmaffinity.com/es/film965107.html (Página de FilmAffinity en la


que se contiene la ficha técnica de la película).

- http://www.sensacine.com/peliculas/pelicula-244729/ (Página de SensaCine con


información sobre el largometraje).

- https://www.ecartelera.com/peliculas/siete-anos/ (Página de eCartelera en la que


se contiene información de la película).

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