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Las pérdidas de bienes del contribuyente por caso fortuito o fuerza mayor, que no se reflejen en el inventario, serán deducibles en
el ejercicio en que ocurran. La pérdida será igual a la cantidad pendiente de deducir a la fecha en que se sufra. La cantidad que
se recupere se acumulará en los términos del artículo 18 de esta Ley.
Un análisis de este párrafo permite reconocer los efectos fiscales que proceden tras una situación adversa que afecte el
activo fijo del contribuyente.
Es de notar que para fines fiscales la aplicación de ambos términos refiere más bien a sus "elementos fundamentales y sus
efectos"[3] que, en relación con este artículo, refiere a la "imposibilidad verdadera" de un bien para ser productivo, y no
precisamente la dificultad para que este cumpla las expectativas de utilidad esperadas por el contribuyente [4]. Entonces,
¿qué es un ejemplo de caso fortuito o fuerza mayor?
Hay que señalar que el artículo no prevé el proceder en caso de que por causas imprevistas el inventario resulte dañado.
Sin embargo, como un punto de partida para esta cuestión, el artículo 27 de la LISR en su fracción XX menciona lo siguiente
con respecto a los requisitos de una deducción:
Que el importe de las mercancías, materias primas, productos semiterminados o terminados, en existencia, que por deterioro u
otras causas no imputables al contribuyente hubiera perdido su valor , se deduzca de los inventarios durante el ejercicio en
que esto ocurra; siempre que se cumpla con los requisitos establecidos en el Reglamento de esta Ley.
En este sentido se tiene que el inventario que resulte dañado, puede deducirse en el ejercicio en que esto ocurra. Esto de
cualquier manera ocurre de forma natural por el cálculo del costo de ventas, en donde necesariamente se afectará el costo
con estas pérdidas.
Monto de la deducción
La pérdida será igual a la cantidad pendiente de deducir a la fecha en que se sufra. Esto es tiene fundamento en la fracción
V del artículo 25 que enlista las deducciones de los contribuyentes:
V. Los créditos incobrables y las pérdidas por caso fortuito, fuerza mayor o por enajenación de bienes distintos a los que se
refiere la fracción II [costo de ventas] de este artículo.
Suponiendo que un equipo de cómputo se comienza a depreciar en junio de 2020 y que por caso fortuito dejó de operar el
15 de abril de 2022, la cantidad pendiente de deducir es aquella que abarca desde esa fecha hacia adelante:
Sobre el particular se debe resaltar que en ese tercer ejercicio en el que ocurre la pérdida, durante unos meses la deducción
será vía depreciación en términos regulares, y será el monto que quede pendiente de deducir a partir de la fecha en que el
bien dejó de ser útil, el que se deducirá derivado de la pérdida fortuita, como se explica a continuación.
Antes de proseguir, cabe resaltar que el artículo 37 de la Ley no especifica que dicha pérdida se deduzca aplicando el
ajuste inflacionario; sin embargo, la lógica financiera y el proceder del resto de las deducciones sugiere que la pérdida
deducible sea ajustada de acuerdo con factor de actualización. Como añadidura, el artículo 31 en su párrafo 7 menciona
que:
Los contribuyentes ajustarán la deducción determinada en los términos de los párrafos primero y sexto de este artículo,
multiplicándola por el factor de actualización correspondiente al periodo comprendido desde el mes en el que se adquirió el
bien y hasta el último mes de la primera mitad del periodo en el que el bien haya sido utilizado durante el ejercicio por el que se
efectúe la deducción.
Cuando el contribuyente enajene los bienes o cuando éstos dejen de ser útiles para obtener los ingresos, deducirá, en el
ejercicio en que esto ocurra, la parte aún no deducida .
Puesto que el "elemento fundamental y efecto" del caso fortuito o fuerza mayor es, en breve, la inutilidad de un bien, esta
línea argumentativa deja a juicio propio la aplicación del factor de actualización sobre la pérdida.
Aclarado lo anterior, es posible proceder con el ejemplo. Hay que reconocer que según el artículo 34, el porcentaje aplicable
a un equipo de cómputo sería el de 30%. Además, se identifica el INPC de junio 2020 y abril 2022. Puesto que el ejercicio
por el cual se depreció la computadora de forma normal abarca desde 1 de enero hasta 15 de abril, es preciso definir a qué
corresponde cada deducción dentro del mismo ejercicio.
La depreciación de enero a abril se obtiene de la siguiente manera, considerando que la depreciación se determina
únicamente por meses completos. Dado que el mes de descompostura del equipo es abril, pero éste no es completo, se
considera únicamente de enero a marzo; es decir, tres meses:
Actualización : Desde la fecha de adquisición hasta el último mes de la primera mitad del ejercicio por el que se utilizó.
Por otra parte, la deducción por baja a causa de caso fortuito o fuerza mayor se calcula de la siguiente manera:
Si la tasa de depreciación anual es del 30%, eso significa que se deduce en 3.3 años, o el equivalente a 40 meses. Si a la
fecha de descompostura han transcurrido 21 meses completos, quiere decir que restan por depreciar 19 meses, o bien, el
47.5% del Monto Original de la Inversión.
No obstante, en el mismo artículo 37, en el párrafo 3, menciona que dicho ingreso no será acumulable en la proporción que
se reinvierta en "bienes de naturaleza análoga a los que perdió, o bien, para redimir pasivos por la adquisición de dichos
bienes". Asimismo, menciona que:
La cantidad reinvertida que provenga de la recuperación sólo podrá deducirse mediante la aplicación del por ciento autorizado por
esta Ley sobre el monto original de la inversión del bien que se perdió y hasta por la cantidad que de este monto estaba
pendiente de deducirse a la fecha de sufrir la pérdida.
En el caso del ejemplo, el contribuyente podrá continuar deduciendo el bien en los mismos términos que el bien anterior, sin
embargo, la deducción total del nuevo activo será hasta por un monto de $4,750.00.
De elegir esta opción, el contribuyente tiene doce meses desde que recibe el pago del seguro (con posibilidad de adicionar
un segundo plazo de la misma magnitud habiendo terminado el primero) para efectuar la reinversión.
En caso de que no se utilice todo el recurso recuperado en una inversión análoga, dicho sobrante "se ajustará
multiplicándola por el factor de actualización correspondiente al periodo comprendido desde el mes en que se obtuvo la
recuperación y hasta el mes en que se acumule".
Para ejemplificar esto, se asume que el seguro haya cubierto $8,000 como recuperación el día 15 de mayo del 2022. De esa
cantidad, $4,000 se invierte para la compra de un nuevo, mientras que la otra mitad permanece en la cuenta de banco por
12 meses, plazo para que el ingreso se considere acumulable.
Dada esta situación, el contribuyente debe acumular el ingreso en los términos descritos.
En estas épocas de huracanes y fenómenos meteorológicos que desafortunadamente generan este tipo de daños a las
empresas, es importante conocer el efecto fiscal tanto de la pérdida como de las cantidades recuperadas, y estar en
condiciones de no incurrir en omisiones impositivas.
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Notas al pie
[1] http://www.aldf.gob.mx/archivo-7fc7c53c94b9f1f8c33e873d4c6fd9b8.pdf
[2] Referencia a Amparo directo 532/57. Ramón Hernández Piñón. 5 de agosto de 1958. Cinco votos. Ponente: Luis Chico
Goerne.
[3] Amparo directo 4010/75. Sindicato de Empleados de Centralab-México, S.A., C.R.O.C. 27 de junio de 1979. Cinco votos.
[4] Referencia a Amparo civil directo 2791/35. Orozco Morales Alfredo. 25 de marzo de 1954. Unanimidad de cuatro votos.
Ausente: Ángel González de la Vega. La publicación no menciona el nombre del ponente. Núm. Registro digital: 341341
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