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UNIDAD DIDÁCTICA N° V – BIMESTRE III – 2022 – COAR ANCASH

DISEÑO METODOLÓGICO PARA EL APRENDIZAJE N° 19

“CAUSAS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL”


N° DE
ÁREA / ASIGNATURA FECHA GRADO Y SECCIÓN
HORAS
HISTORIA 19-09 AL 23-09- 2022 05 4° A, B, C, D

1. NOS CONTACTAMOS Y ASUMIMOS LOS RETOS DE APRENDIZAJE

Actividad 1: Observamos las imágenes y exploramos los saberes previos


Observamos las caricaturas y luego respondemos:

poisonpage.blogspot.com/2011/03/world-war-in-cartoons-by-illingworth.html
Caricatura extraída del portal poisonpage.blogspot.com: Fotos de la guerra y la historia
“La Liga de las Naciones estaba desesperada. Mientras Francia y Gran Bretaña se enfrentaban a la agresión alemana, Rusia se
estaba metiendo con la pequeña Finlandia”.
¿Qué mensaje sugiere la caricatura?
_______________________________________________________________________________________
_______________________________________________________________________________________

Actividad 2: Indagamos, contrastamos y nos planteamos la pregunta retadora


Observa la siguiente imagen.

Respondemos:
▪ ¿Qué mensaje sugiere la
caricatura?
__________________________

__________________________

__________________________

__________________________

FUENTE A: Las dos “hermosas” guerras de Trump __________________________


El presidente de EEUU, Donald Trump, calificó de "hermosas" las dos guerras mundiales que
"ganó EEUU". El mandatario hizo este comentario en una entrevista con el canal Fox News, al __________________________
responder a una pregunta sobre el cambio de nombre de varias bases militares estadounidenses.
Fuente: Diario virtual “Sputnik”. Recuperado de: __________________________
https://mundo.sputniknews.com/caricaturas/202007201092139490-las-dos-hermosas-guerras-de-trump/
*Pregunta Retadora: ¿En qué medida la política externa de un país es causante de una guerra
global?
Ahora, conoce lo que aprenderás en esta sesión de aprendizaje y cuáles serán tus logros.

Evidencia de
Propósito de aprendizaje Criterios de evaluación AD A B C
aprendizaje
Identifica y establece Interpreta críticamente fuentes
relaciones entre diversas diversas
causas políticas, sociales,
Ensayo corto de 400 Comprende el tiempo histórico
económicas y culturales de la palabras.
segunda guerra mundial,
utilizando fuentes diversas y Elabora explicaciones sobre
válidas. procesos históricos

2. INVESTIGAMOS Y CONSTRUIMOS EL APRENDIZAJE

Actividad 3: Analiza la fuente B y C sobre la Segunda Guerra Mundial y elabora un cuadro de comparación y
contraste.

FUENTE B: Akira Iriye, catedrático de Historia, escribe en un libro académico, The Origins of the Second World
War in Asia and the Pacific (Los orígenes de la Segunda Guerra Mundial en Asia y el Pacífico) (1987).
Para el mes de septiembre de 1940, Gran Bretaña podía estar segura de seguir recibiendo el apoyo americano, y Estados Unidos ya
había implementado algunos de sus embargos contra Japón. En esas circunstancias, no habría habido manera de que el Pacto del
Eje hubiera hecho que las potencias anglo-americanas suavizaran su posición. Por el contrario, era de esperar que el pacto les
hiciera estar más decididos a mantenerse firmes. Esto es exactamente lo que sucedió.
Los negociadores japoneses y alemanes eran perfectamente conscientes de los lazos que se estaban desarrollando entre Estados
Unidos y Gran Bretaña, y por esa misma razón esperaban que su alianza sirviera para frenar la intervención de Estados Unidos y
reducir su eficacia. Para entonces, como Matsuoka [el ministro de asuntos exteriores japonés] explicó en aquel momento, cada vez
era más evidente que Estados Unidos estaba constantemente participando no solo en los asuntos europeos, sino también en los de
Asia-Pacífico. Se estaba atando no solo a los británicos en el Atlántico, sino a la Commonwealth en Asia y el Pacífico. Estados
Unidos, de hecho, se establecería como potencia global, con su influencia en el Atlántico, Canadá, el hemisferio occidental, el océano
Pacífico y Asia. En consecuencia, a lo que Japón tendría que enfrentarse sería a una coalición liderada por Estados Unidos y tendría
que estar preparado para luchar. Ya no se trataría de una China aislada, sino ayudada por la Unión Soviética, Gran Bretaña y,
especialmente, por Estados Unidos.

FUENTE C: Ian Kershaw, catedrático de Historia Moderna, escribe en un libro académico, Fateful Choices: Ten
Decisions that Changed the World 1940–1941 (Elecciones fatídicas: Diez decisiones que cambiaron el mundo
1940–1941) (2007).
La respuesta estadounidense puso rápidamente al descubierto lo disparatado de la pretensión de Matsuoka: que el Pacto Tripartito
[Pacto del Eje] serviría de disuasión. En lugar de ello, simplemente confirmó el punto de vista estadounidense de que Japón era una
fuerza beligerante [agresiva], intimidatoria e imperialista en el Lejano Oriente, el equivalente asiático de la Alemania nazi, y a la que
tenía que detenerse. Dicho punto de vista pareció confirmarse con la entrada de las tropas japonesas en la Indochina francesa el 23
de septiembre de 1940. El propósito esencial del Pacto Tripartito, desde la perspectiva de Japón, era disuadir a Estados Unidos de
que interviniese para evitar el avance por el sur, considerado necesario para garantizar el control de las materias primas por parte de
Japón y, por tanto, su seguridad económica y política en el futuro.
El riesgo del pacto era evidente en sí mismo. ¿Qué pasaría si Estados Unidos no consideraba el pacto como disuasorio sino como
una provocación? ¿Qué pasaría si el efecto era reforzar la determinación de evitar la expansión japonesa, poniendo en peligro sus
suministros esenciales de petróleo? Pero desde la perspectiva japonesa de la época, ese riesgo tenía que asumirse. Asumirlo
suponía enormes peligros, pero también la posibilidad de enormes recompensas. No asumirlo significaba someterse al dominio a
largo plazo de las potencias anglo-americanas. Significaba, también, que la guerra de China había sido en vano. La necesidad de
actuar con audacia, en lugar de con cautela, prevaleció en dicha mentalidad
COMPARE: Ambas fuentes coinciden en
-
-

CONTRASTE
Mientras que la fuente C dice que…….. Por lo contrario, la fuente D menciona que….
La fuente C argumenta que…. Sin embargo, la fuente D afirma que…

Causas económicas: Este término se refiere al conflicto por los recursos económicos. Por ejemplo, una guerra
podría ser por la necesidad de un país de asegurar mercados extranjeros o materias primas.
Causas territoriales: Este término se refiere al conflicto por la posesión o el control de la tierra. Una guerra
también podría originarse dentro de un estado entre diferentes grupos que buscan hacerse con el control de
la tierra; a veces implica disputas sobre territorios fronterizos. A menudo, los conflictos territoriales se
relacionan a causas económicas, ya que un territorio en disputa puede incluir recursos naturales como ríos o
tierras de cultivo. Sin embargo, las causas territoriales también pueden estar relacionadas con factores
étnicos y religiosos. Los cambios como resultado de la guerra pueden tener un impacto significativo en un
país, por ejemplo, en términos de su identidad nacional y riqueza económica (tanto minerales como de tierras
agrícolas), a los cambios demográficos, étnicos y religiosos, y crean problemas de refugiados.
Causas políticas: Una causa política se refiere a las guerras que comienzan a través de un enfrentamiento
entre diferentes facciones políticas.
Causas ideológicas: Un choque fundamental de ideas entre diferentes grupos sobre cómo se debe
administrar el gobierno y la sociedad es otra causa principal de conflicto.
Keely Rogers and Jo Thomas (2015). Causes And Effects Of 20th Century Wars. London. Second Edition –
Pearson.

Actividad 4: Analiza las fuentes D, E y F: Identifica las diversas causas de la Segunda Guerra Mundial;
económicas, políticas, ideológicas territoriales y otros en el cuadro que está al final de las fuentes.

FUENTE D: Hobsbawn, E. (2007). Historia del siglo XX. Buenos Aires: Crítica. pp. 151 -152
Causas de la Segunda Guerra Mundial
Contra el enemigo común

(…) Fue el ascenso de la Alemania de Hitler el factor que convirtió esas divisiones civiles nacionales en una única guerra
mundial, civil e internacional al mismo tiempo. O, más exactamente, la trayectoria hacia la conquista y hacia la guerra,
entre 1931 y 1941, del conjunto de estados —Alemania, Italia y Japón— en el que la Alemania de Hitler era la pieza
esencial: la más implacable y decidida a destruir los valores e instituciones de la «civilización occidental» de la era de las
revoluciones y la más capaz de hacer realidad su bárbaro designio. Las posibles víctimas de Japón, Alemania e Italia
contemplaron cómo, paso a paso, los países que formaban lo que se dio en llamar «el Eje» progresaban en sus
conquistas, en el camino hacia la guerra que ya desde 1931 se consideraba inevitable. Como se decía, «el fascismo
significa la guerra». En 1931 Japón invadió Manchuria y estableció un gobierno títere. En 1932 ocupó China al norte de
la Gran Muralla y penetró en Shanghai. En 1933 se produjo la subida de Hitler al poder en Alemania, con un programa
que no se preocupó de ocultar. En 1934 una breve guerra civil suprimió la democracia en Austria e instauró un régimen
semifascista que adquirió notoriedad, sobre todo, por oponerse a la integración en Alemania y por sofocar, con ayuda
italiana, un golpe nazi que acabó con la vida del primer ministro austríaco. En 1935 Alemania denunció los tratados de
paz y volvió a mostrarse como una potencia militar y naval de primer orden, que recuperó mediante un plebiscito la región
del Sarre en su frontera occidental y abandonó desdeñosamente la Sociedad de Naciones. Mussolini, mostrando el
mismo desprecio hacia la opinión internacional, invadió ese mismo año Etiopía, que conquistó y ocupó como colonia en
1936-1937, y a continuación abandonó también la Sociedad de Naciones. En 1936 Alemania recuperó Renania, y en
España un golpe militar, preparado con la ayuda y la intervención de Italia y Alemania, inició un conflicto importante, la
guerra civil española (…) Las dos potencias fascistas constituyeron una alianza oficial, el Eje Roma-Berlín, y Alemania
y Japón concluyeron un «pacto anti-Comintern». En 1937, en una iniciativa que a nadie podía sorprender, Japón invadió
China y comenzó una decidida actividad bélica que no se interrumpiría hasta 1945. En 1938 Alemania consideró llegado
el momento de la conquista. En el mes de marzo invadió y se anexionó Austria sin resistencia militar y, tras varias
amenazas, el acuerdo de Múnich de octubre dividió Checoslovaquia y Hitler incorporó a Alemania extensas zonas de
ese país, también en esta ocasión sin que mediara un enfrentamiento bélico. El resto del país fue ocupado en marzo de
1939, lo que alentó a Italia, que durante unos meses no había demostrado ambiciones imperialistas, a ocupar Albania.
Casi inmediatamente Europa quedó paralizada por la crisis polaca, que también se desencadenó a causa de las
exigencias territoriales alemanas. De esa crisis nació la guerra europea de 1939-1941, que luego alcanzó mayores
proporciones, hasta convertirse en la segunda guerra mundial.

Pero hubo otro factor que transformó la política nacional en un conflicto internacional: la debilidad cada vez más
espectacular de las democracias liberales (que resultaban ser los estados Vencedores de la primera guerra mundial), y
su incapacidad o su falta de voluntad para actuar, unilateralmente o de forma concertada, para resistir el avance de sus
enemigos. Como hemos visto, fue esa crisis del liberalismo la que fortaleció los argumentos y las fuerzas del fascismo y
del sistema de gobierno autoritario. El acuerdo de Múnich de 1938 ilustraba a la perfección esa combinación de agresión
decidida, por un lado, y de temor y concesión por el otro, razón por la que durante generaciones la palabra «Múnich» fue
sinónimo, en el lenguaje político occidental, de retirada cobarde. La vergüenza de Múnich, que sintieron muy pronto
incluso quienes firmaron el acuerdo, no estriba sólo en que permitió a Hitler un triunfo a bajo precio, sino en el patente
temor a la guerra que lo precedió e incluso en el sentimiento de alivio, aún más patente, por haberla evitado a cualquier
precio. «Bande de cons», se dice que afirmó con desprecio el primer ministro francés Daladier cuando, a su regreso a
París tras haber firmado la sentencia de muerte de un aliado de Francia, no fue recibido con protestas, como esperaba,
sino con vítores jubilosos. La popularidad de la URSS y la resistencia a criticar lo que allí ocurría se explica principalmente
por su actitud de enérgica oposición a la Alemania nazi, tan diferente de la postura vacilante de Occidente. Eso hizo que
su decisión de firmar un pacto con Alemania en agosto de 1939 suscitara una fortísima conmoción.

FUENTES E: Casanova, J. (2011). Europa contra Europa, 1914 – 1945. Zaragoza: FleCos. p. 17
Hacia la guerra total
Las políticas de rearme emprendidas por los principales países europeos desde la década de los años treinta crearon un
clima de incertidumbre y crisis que redujo la seguridad internacional. La Unión Soviética inició un programa masivo de
modernización militar e industrial que la colocaría a la cabeza del poder militar durante las siguientes décadas. Por las
mismas fechas, los nazis, con Hitler al frente, se comprometieron a echar abajo los acuerdos de Versalles y devolver a
Alemania su dominio. Como consecuencia de ello, ambos países crearon, en palabras de Richard Overy, «algo que se
aproximaba a una economía de guerra en tiempos de paz». En 1913, la Rusia zarista dedicaba el 4,8 por ciento del
producto nacional al gasto militar y Alemania un 3 por ciento; en 1939, las cifras eran del 17 y 29 por ciento,
respectivamente. Las inversiones en el sector de defensa en Alemania y en la Unión Soviética representaban en 1938
más de un quinto de todas las inversiones industriales. Por esas fechas, las dos dictaduras habían elegido las armas
antes que la mantequilla, siguiendo la distinción propuesta en 1935 por Hermann Göring, ya entonces comandante
supremo de la fuerza aérea y responsable del rearme: «El mineral ha hecho siempre fuerte a un Estado, la mantequilla
y la margarina, a lo sumo, hacen gorda a la gente».

La Italia de Mussolini siguió el mismo camino y su economía estuvo supeditada cada vez más a la preparación de la
guerra. Francia y Gran Bretaña comenzaron el rearme en 1934 y lo aceleraron desde 1936, aunque Alemania y la Unión
Soviética gastaron en esos años en defensa tres veces más que las democracias europeas o Estados Unidos. El
comercio de armas se duplicó desde 1932 hasta 1937. Las estadísticas alemanas revelaban que el gasto en armas en
1934 se había disparado y que el porcentaje del presupuesto alemán dedicado al ejército pasó, en los dos primeros años
de Hitler en el poder, del 10 al 21 por ciento. Según Overy, «el sentimiento popular antibélico de los años veinte dio paso
gradualmente al reconocimiento de que una gran guerra era de nuevo muy posible».

Importantes eslabones en esa escalada a una nueva guerra mundial fueron la conquista japonesa de Manchuria en
septiembre de 1931, la invasión italiana de Abisinia en octubre de 1935 y la intervención de las potencias fascistas y de
la Unión Soviética en la guerra civil española. Pero lo que realmente cambió el escenario de la política internacional fue
la llegada de Hitler al poder. El tradicional militarismo prusiano fue aderezado con doctrinas fascistas todavía más
agresivas y el resultado fue explosivo
FUENTE F: Aróstegui, Julio. (1994). La Europa de las grandes guerras (1914 - 1945). Madrid: Anaya. pp. 56 – 57
Hacia una nueva guerra
Los orígenes de la Segunda Guerra Mundial han sido una cuestión tan polémica o más que los de la Primera. Una cosa,
sin embargo, no ofrece discusión: el sistema mundial creado a fines del primer conflicto, a partir de 1919, nunca funcionó
satisfactoriamente. La Sociedad de Naciones no pudo ser el instrumento que se esperaba a causa de las dificultades de
su propio nacimiento, las limitaciones de sus poderes, el aislacionismo americano y las disensiones entre las potencias.
Asimismo, el Tratado de Versalles nunca fue aceptado ni asimilado por Alemania y Hitler supo explotar a fondo este
sentimiento. Independientemente de estas razones de origen más antiguo, las circunstancias que explican la
desembocadura de los problemas del mundo en un nuevo conflicto armado tienen mucho que ver con el nuevo sistema
de potencias, los problemas de la economía y las dificultades de creación de un nuevo orden social -entre democracia.
fascismo y comunismo- realidades todas ellas que se presentan de forma acusada en los años treinta. En este período,
las potencias occidentales, especialmente Gran Bretaña, practicaron una política de «apaciguamiento» (appeasement)
frente al fascismo, en el convencimiento de que las apetencias de los nuevos estados fascistas, Alemania e Italia,
tendrían un límite que no se traspasaría. Esta fue la política que siempre defendió el primer ministro británico, Neville
Chamberlain, y hubo que llegar a 1939, después de múltiples concesiones a Hitler. para comprender lo erróneo de esta
creencia. Hitler fue desarrollando su política expansionista, su política de construcción del Reich. de manera continuada,
con riesgo calculado, una jugada tras otra. Primero, la militarización de Rhenania, después la anexión de Austria y de
Checoslovaquia. En función de que Hitler había conseguido sus tres primeras jugadas, Rhenania, Austria y
Checoslovaquia, venciendo la resistencia y arrastrando a Francia y Gran Bretaña a la aceptación, pensó que ocurriría
igual en Polonia. Para asegurar aún más los riesgos, había pactado previamente con la Unión Soviética una actuación
conjunta en el Este. Pero la invasión de Polonia llevó a la declaración de guerra de Gran Bretaña y de Francia.

Los graves enfrentamientos políticos, ideológicos, económicos y estratégicos de los años treinta tuvieron un episodio
especial en España. La guerra civil española es, sin duda, el producto de los problemas internos del país; pero todo el
mundo vio en el caso español, en la sublevación militar contra un gobierno de izquierda, un ejemplo del enfrentamiento
entre viejas y nuevas fuerzas que se presentaba imparable; un problema «a tres» entre la democracia liberal, el fascismo
y el socialismo. La intervención internacional en la guerra española le dio también el carácter de confrontación entre
potencias, confrontación que sería ya directa pocos meses después del final de la guerra en España. La guerra de
España, en Europa, y el ataque japonés a China, en Oriente, son los dos sucesos que marcan la marcha imparable hacia
la Segunda Guerra Mundial.

¿Cuáles fueron las causas políticas, sociales, económicas e


ideológicas que dieron lugar a la Segunda Guerra Mundial?

CAUSAS
POLÍTICAS

CAUSAS SOCIALES

CAUSAS
ECONÓMICAS

CAUSAS
IDEOLÓGICAS
3. TRANSFERIMOS Y NOS AUTOEVALUAMOS
Actividad 5: Utilizando las fuentes proporcionadas y tus propios conocimientos

Examine las causas de corto y largo plazo de la segunda guerra mundial y evalúe su impacto en Europa,
a través de un ENSAYO CORTO (máximo 400 palabras) espacio doble, arial 12,la estructura en función
a la introducción –cuerpo y conclusión.

ENSAYO

…………………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………………

…………………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………………
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4. REFLEXIONAMOS NUESTROS RESULTADOS


Actividad 6: Reflexionamos sobre nuestros aprendizajes.

¿Qué conceptos claves y relacionados identificaste en el tema desarrollado?

…...........................................................................................................................................................
..........................................................................................................................................................................

¿Cuál de las estrategias empleaste te ayudó a entender mejor la temática?


……………………………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………………………………..

Reflexiono Comparto mi experiencia en Comparto mi experiencia en


clase casa/classroom
¿Qué habilidades desarrolle en
esta sesión?
¿Cuáles fueron mis fortalezas en
el logro de las actividades?
¿Qué puedo mejorar?
REFERENCIAS / ANEXOS

Casanova, J. (2011). Europa contra Europa, 1914 – 1945. Zaragoza: FleCos. p. 17


Hobsbawn, E. (2007). Historia del siglo XX. Buenos Aires: Crítica. pp. 151 -152
Aróstegui, J. (1994). La Europa de las grandes guerras (1914 - 1945). Madrid: Anaya. pp. 56 – 57
Dailey Andy, Webb. Sarah. (2012). Causas, prácticas y efectos de guerra. Hodder Education. London.
Diario virtual “Sputnik”. https://mundo.sputniknews.com/caricaturas/202007201092139490-las-dos-
hermosas-guerras-de-trump/

AUTORÍA

COAR ANCASH – RED COAR

Matriz de evaluación – Ensayo corto


Criterios 0 1-3 (11 – 14) 4-6 (15 - 17) 7-9 (18 – 20)
La respuesta no La respuesta no se En su mayor parte, La respuesta se
alcanza ninguno centra en la la respuesta se centra en la
de los niveles pregunta. centra en la pregunta.
especificados por pregunta.
Enfoque
los descriptores
anteriores.

La respuesta no Si bien se incluyen Se incluyen Se incluyen


alcanza ninguno referencias a las referencias a las referencias claras a
de los niveles fuentes, es probable fuentes, y esas las fuentes, y esas
especificados por que consistan en referencias se referencias se
Uso de las
los descriptores descripciones del utilizan como utilizan eficazmente
fuentes
anteriores. contenido de las pruebas para como pruebas para
fuentes y no se respaldar el respaldar el análisis.
utilicen como análisis.
pruebas para
respaldar el análisis.

La respuesta no No se demuestran Los conocimientos Se utilizan


alcanza ninguno conocimientos demostrados conocimientos
de los niveles propios o, si quedan carecen de propios precisos y
especificados por demostrados, son precisión o pertinentes. Se
los descriptores incorrectos o pertinencia. No se sintetizan
anteriores. carecen de intenta o apenas se eficazmente los
pertinencia. intenta sintetizar los conocimientos
Conocimientos conocimientos propios y la
propios propios y la información
información proveniente de las
proveniente de las fuentes.
fuentes.
ANEXO 1

CAUSAS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL


Del libro “Los orígenes de la Segunda Guerra Mundial” de A. J. P. Taylor. 2014 Editorial Epublibre.
El tratado de paz, y de nuevo inopinadamente, dio cuerpo a aquella situación. Contenía condiciones muy
duras… por lo menos para algunos alemanes. Los representantes germanos dieron, no sin pesar, su
aprobación, tras largos debates en los que llegó a plantearse si no sería preferible no firmar. Pero se firmó,
no obstante, a causa de la debilidad del ejército, del agotamiento del pueblo y de la presión ejercida por el
bloque aliado, aunque no se tuviese la convicción de que sus términos fuesen equitativos, ni siquiera
tolerables. El gobierno alemán aceptó, aun así, el tratado y, al hacerlo, se apuntó una baza importante. El
documento había sido concebido para proporcionar una garantía frente a una nueva agresión alemana, pero
no podía prosperar si no era con la colaboración del gobierno de Berlín. Alemania procedería al desarme,
pero los Aliados no pasarían de enviar una comisión de control para verificar que se hacía así. Pagaría en
concepto de reparaciones, pero, incluso en este punto, sería su gobierno el que se encargaría de percibir el
dinero, recibiéndolo los Aliados de éste. Por si todo ello fuera poco, aun la ocupación militar de Renania
dependía de la colaboración alemana. La administración civil siguió como antes y si se hubiese negado a
colaborar habría producido una confusión contra la cual el tratado no ofrecía ningún medio de neutralización.
En 1919, el tratado pareció un acto de venganza, un Diktat, como lo llamaron los alemanes. Dentro de una
perspectiva más amplia, su carácter capital fue el de que se concluyese con una Alemania unida. Bastaba con
que ésta obtuviese su modificación o lo repudiase por completo para que se volviese a encontrar tan fuerte,
o casi tan fuerte, como en 1914.

SÍNTESIS DE LAS CAUSAS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL


Entre las causas y los antecedentes que propiciaron la Segunda Guerra Mundial se cuentan los siguientes:
• La formación del Eje Berlín-Roma-Tokio.
• Las violaciones al Tratado de Versalles.
• La crisis económica de 1929.
• La Guerra Civil Española.
• El fracaso de la política pacifista europea.
• La invasión de Abisinia por parte de Italia.
• El fracaso de la Sociedad de Naciones.
• El resentimiento creado por el Tratado de Versalles.
• La rivalidad entre democracia y totalitarismo.
• Las exigencias de Hitler relacionadas con Polonia (el corredor polaco).
Hubo también otro tipo de causas, denominadas ocasionales (es decir, que sirven de mero pretexto para
iniciar un conflicto), las cuales se enlistan a continuación:
• La invasión de Austria por parte de Alemania.
• La toma de Danzig por Alemania.
• La invasión alemana a Checoslovaquia.
FUENTE: Sánchez, Romo, Parcero, Becerra y Goytia (2009). Historia Universal. México: Pearson Educación

SEGUNDA GUERRA MUNDIAL: CAUSAS A LARGO PLAZO Y CORTO PLAZO


La Segunda Guerra Mundial en Europa fue una de las guerras más grandes y devastadoras en la historia y para los
principales participantes fue una guerra total. Comenzando como una guerra local limitada entre Alemania y Polonia en
septiembre de 1939 como resultado del fracaso de la diplomacia, pronto se convirtió en una guerra regional en Europa y
se extendió a África. A finales de 1941, la guerra se había convertido en una guerra mundial y, al concluir en 1945, la
política mundial había cambiado considerablemente como resultado del conflicto
CAUSAS A LARGO PLAZO DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
Poderes aliados comúnmente referidos como los Aliados durante la Segunda Guerra Mundial, este grupo primero
consistió de Polonia, Francia, Gran Bretaña y otros, como la URSS y Estados Unidos se unió en 1941. El 1 de septiembre
de 1939, Alemania invadió Polonia. Dos días después, Gran Bretaña y Francia, formando lo que se conoció como las
Potencias Aliadas, expandió el conflicto declarando la guerra a Alemania. Las causas de esta guerra son el tema de
debate continuo y vigoroso. Muchos historiadores simplemente han culpado a Alemania y a su líder, Adolf Hitler, como
los instigadores del conflicto, y algunos de estos han descrito incorrectamente la Segunda Guerra Mundial en Europa
como "la guerra de Hitler". Otros historiadores han visto la Segunda Guerra Mundial en Europa como una continuación
de la Primera Guerra Mundial y algunos lo declaran como un evento inevitable que resultó de acciones iniciadas en la
Europa del siglo XIX tales como la búsqueda de recursos industriales y espacio para poblaciones en expansión. Esta
sección analiza las causas a largo plazo de la guerra.
1. Tratado de Versalles
En 1918, la Primera Guerra Mundial llegó a su fin cuando las potencias centrales entregado a la Gran Alianza. A mediados
de 1919, la Conferencia de Paz de París se celebró en el que se impusieron cinco tratados de paz a las naciones
derrotadas. Uno de ellos fue el Tratado de Versalles, que se centró en Alemania. Alemania tuvo que aceptar el tratado o
enfrentar la invasión. El Tratado de Versalles fue quizás el tratado más importante producido en la Conferencia de Paz
de París en 1919. El tratado estableció la Liga de las Naciones, pero se refería principalmente a Alemania. Algunos de
los puntos clave del Tratado de Versalles fueron:
• Alemania tuvo que pagar reparaciones para compensar a las potencias aliadas financieramente para la guerra, así
como para castigar económicamente a Alemania.
• A Alemania no se le permitió unirse a la Liga de las Naciones, asegurando aislamiento diplomático.
• Alemania perdió territorio ante Dinamarca, Bélgica, Francia y Polonia. Los territorios alemanes de Danzig, Saar y Memel
fueron colocados bajo el control de la Liga de las Naciones.
• El ejército de Alemania se redujo a 100,000 hombres sin artillería, tanques o aviones y una pequeña armada.
• Desmilitarización de Renania. Esta región fronteriza entre Alemania y Bélgica y Francia tuvieron que estar libres de
soldados alemanes y fortificaciones.
• A Alemania se le prohibió fusionarse con Austria.

• Las colonias alemanas fueron confiscadas y debían ser administradas principalmente por Gran Bretaña, Francia y
Japón bajo la Liga de las Naciones.
Los alemanes entendieron que estaban siendo castigados por la guerra, pero lo hicieron. No creo que fueran los únicos
responsables de iniciarlo. El gobierno alemán a regañadientes firmó el tratado y siguió adelante con muchos de sus
disposiciones
2. Otros tratados de la Conferencia de Paz de París
Hubo otros cuatro tratados forzados a las antiguas potencias centrales de 1919 a 1920. Estos dividieron el antiguo Imperio
Austrohúngaro en varios estados más pequeños, al tiempo que otorga grandes partes a las naciones existentes. El
argumento para crear nuevos estados nacionales a partir de este imperio fue que cada la nación debería tener el derecho
de formar su propio gobierno y vivir en un estado gobernado por su propia gente. Esta filosofía de autodeterminación fue
adoptada en el discurso de Catorce Puntos del presidente de los Estados Unidos Woodrow Wilson, base para las
discusiones de la Conferencia de Paz de París. Sin embargo, a los alemanes en Austria se les prohibió fusionarse con
Alemania y no había mayor preocupación de que millones de alemanes se encontraran ahora en Polonia y
Checoslovaquia donde serían minorías. Alemania declaró explícitamente su insatisfacción con sus fronteras orientales
con la firma de los Tratados de Locarno en 1925. En Locarno, Alemania acordó que sus fronteras en Europa occidental
nunca cambiarían, pero las del este podrían ser alteradas a través de negociación.
En 1914, había tres naciones principales en Europa central y oriental: Austria-Hungría, Alemania y Rusia; El Imperio
Otomano mantuvo el Medio Oriente. Como resultado de la Primera Guerra Mundial, estos colapsaron. Para 1920, había
nueve naciones nuevas, tres reducidas y cuatro se habían expandido.
3. Problemas económicos de posguerra
En 1921, la cantidad total de reparaciones que Alemania debía pagar se estableció en 132 mil millones de marcos de
oro. Esta cantidad debía pagarse durante 42 años. Para 1922, Alemania solicitó una suspensión de pagos ya que el
gobierno afirmó que no podía hacerlos. Esto fue rechazado por Francia y cuando el pago falló en 1923, Francia y Bélgica
ocuparon el industrializado Valle del Ruhr de Alemania. Por varias razones, esto condujo a un período de hiperinflación
en Alemania, cuando el gobierno imprimió grandes cantidades de papel sin valor mientras Asignatura de Historia NS
Quinto Grado.
El costo de vida aumentó dramáticamente. Las negociaciones condujeron a la retirada de las fuerzas francesas y belgas
en 1924 y una reorganización de la deuda de guerra de Alemania, que incluía enormes préstamos de los Estados Unidos,
ayudando a economía para recuperarse rápidamente.
Las reparaciones fueron vistas por el pueblo alemán como la raíz de todos sus problemas económicos durante la década
de 1920, una creencia que el gobierno alemán alentó incluso cuando esto no era cierto. La inseguridad económica, la
inestabilidad política y otras dificultades nacionales se atribuyeron a la necesidad de continuar suministrando fondos a
Francia y Bélgica. También sirvieron para recordar constantemente a los alemanes su derrota en la Primera Guerra
Mundial y la paz dictada que siguió, lo que provocó que algunos pidieran venganza.
4. La gran Depresión
Estados Unidos era la economía más grande del mundo en 1929 cuando su mercado de valores comenzó un declive
precipitado, desencadenando la Gran Depresión. Como el valor de las acciones se desplomaron, las personas no
pudieron pagar los préstamos bancarios que habían tomado para invertir más en los mercados. Bancos estadounidenses
retiraron préstamos a Alemania después de 1924, arrastrando hacia abajo la economía alemana, que dependía de la
inversión estadounidense y las compras de bienes manufacturados. Sin consumo estadounidense e inversión, Gran
Bretaña, Francia, Japón e Italia pronto se unieron a Alemania en una gran recesión económica. El desempleo aumentó
rápidamente a medida que las fábricas cerraron y los bancos colapsaron. La mayoría de los países crearon barreras
comerciales al gravar fuertemente importaciones para proteger sus propias industrias. Gran Bretaña y Francia recurrieron
a sus imperios para el comercio, mientras que Japón buscó el imperio. Todos los países sufrieron desempleo y muchos
países crearon gobiernos multipartidistas, o coaliciones, para administrar su estado durante la crisis.
Las condiciones en Alemania fueron severas en 1933 con desempleo oficial en seis millones, aproximadamente el 25
por ciento de los trabajadores. Los diversos gobiernos alemanes entre 1930 y 1933, intentando gobernar sin mayorías
parlamentarias en un país muy políticamente dividido, no pudieron abordar de manera efectiva la situación económica.
5. Partido Socialista Obrero Alemán Nacional
El Partido Nacional Socialista Alemán de los Trabajadores, a menudo denominado Partido Nazi, fue dirigido por Adolf
Hitler. Después de un golpe fallido contra el gobierno provincial en Baviera en 1923 y el posterior encarcelamiento de
Hitler hasta 1924, el partido nazi se redujo a una relativa insignificancia. Sin embargo, la Gran Depresión provocó un
renacimiento en la fortuna del partido a medida que obtuvieron escaños en el Parlamento
alemán, el Reichstag. Parte de esto fue el resultado del fracaso de otros partidos políticos al abordar el desempleo y
también el miedo al comunismo. El Partido Comunista Alemán creció en fuerza política durante estos años de estrés
económico, haciendo que muchos temieran una revolución comunista como la que había ocurrido en Rusia en 1917, lo
que llevó a una guerra civil que mató a millones.
Creencias nazis. Las creencias del partido nazi incluyeron:
• Alemania debería ser autosuficiente y no depender de la inversión extranjera o préstamos.
• El Tratado de Versalles debe deshacerse por completo y los territorios en Europa que se perdió debería volver a unirse
al país.
• Alemania debería expandirse para incluir otras áreas de Europa donde vivían los alemanes.
• Alemania necesitaba lebensraum, o espacio habitable, para la producción de alimentos y espacio para asentar más
alemanes.
• Los alemanes eran una raza maestra destinada a gobernar sobre razas inferiores, incluidos los eslavos y otros grupos
no germánicos.
• Judíos, romaníes, africanos, enfermos mentales y otros eran amenazas a la pureza de la raza alemana y debían
separarse de los alemanes; los homosexuales eran otra amenaza y necesitaban ser rehabilitados si era posible o
separados.
• El comunismo era una amenaza para el nacionalismo y la independencia alemana y debe ser opuesto.
Las creencias nazis cambiaron con el tiempo, como las creencias de la mayoría de los partidos políticos, pero en su
mayor parte se mantuvieron anticomunistas, antijudíos y anti Versalles y ultranacionalista. El partido nazi fue visto cada
vez más como una alternativa al fracasado establecimiento político.
6. Los nacionalsocialistas en el poder
Para enero de 1933, el partido nazi era el grupo más grande del Reichstag, aunque no tenían mayoría de escaños. En
una serie rápida de eventos:
• Hitler fue nombrado canciller por el presidente.
• Se convocaron nuevas elecciones.
• Se culpó al Partido Comunista por un incendio que quemó el edificio del Reichstag.
• El Partido Comunista fue ilegalizado y los líderes fueron encarcelados.
• Los resultados electorales confirmaron a los nazis como el partido más grande, pero sin mayoría.
• El Partido del Centro Católico se unió a una coalición con los nazis.
• El Reichstag aprobó la Ley de Habilitación en marzo de 1933, otorgando a Hitler poderes dictatoriales durante cuatro
años sin la necesidad de consultar o referirse al Reichstag.
Consolidación del poder del partido nazi.
El partido nazi se movió rápidamente para consolidar su poder fusionándose con el gobierno mismo:
• Todos los demás partidos políticos fueron abolidos.
• Todos los consejos de gobierno y gobernadores fueron reemplazados por funcionarios designados por el partido.
• Todas las fuerzas policiales se fusionaron con Schutzstaffel, una organización paramilitar nazi conocida más
comúnmente como las SS.
Mientras el estado y el partido se fusionaron, Hitler consolidó su propio poder al ejecutar a sus rivales en 1934. La única
institución fuera de su control era el ejército alemán, que era administrado por la nobleza conservadora. Vieron a Hitler,
que era de Austria y solo alcanzó el rango de cabo en la Primera Guerra Mundial, como extranjero y político en el que
no se podía confiar para no involucrar a Alemania en una guerra que no podía ganar. Hitler finalmente tomó el control
del ejército en 1938, coincidiendo con una política exterior más agresiva.

CAUSAS A CORTO PLAZO DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL


Después de que el partido nazi llegó al poder en Alemania, la diplomacia internacional continuó dominado por Gran
Bretaña y Francia, a menudo a través de la Liga de las naciones. Sin embargo, cada vez más, Alemania se volvió más
asertiva a medida que su La economía se recuperó de los peores efectos de la Gran Depresión, permitiendo una política
exterior más agresiva y exitosa.
1. Recuperación económica alemana
El partido nazi abordó agresivamente la situación económica en Alemania. Bajo el ministro de Economía, Hjalmar
Schacht, se creó el Nuevo Plan,
lo que impidió la mayoría de las importaciones al país. Todas las importaciones tuvieron que ser aprobado por el gobierno
para mantener el oro y otras monedas necesario para el comercio internacional en el país. Donde sea posible, Alemania
comercializado por importaciones. Si Alemania necesitaba petróleo rumano, entonces el gobierno negoció con Rumania
para descubrir qué exportaciones alemanas necesitaban Rumania y se produjo un intercambio. Este sistema significaba
que para 1935, Alemania exportó más de lo que importó y para 1936 exportaba más de 500 millones más productos de
marcas alemanas de lo que trajo de otros países. Esto significó más divisas para futuras inversiones e importaciones de

artículos que no podían ser intercambiados, como el mineral de hierro de Suecia. Esta recuperación económica permitió
el rearme que, según el gobierno, permitiría a Alemania llevar a cabo una política exterior más asertiva y exitosa.
2. Rearme alemán
Alemania fue desarmada después de la Primera Guerra Mundial como un primer paso hacia el desarme general en
Europa. Esto ciertamente fue discutido en la Liga de Naciones que pedía la reducción de los armamentos de los estados
miembros. Después de muchos años de investigación e informes, la Conferencia Mundial de Desarme se reunió en
Ginebra, Suiza, en 1932. Francia tenía el ejército permanente más grande de Europa con 340,000 hombres en 1932 y
700,000 más en reservas. Los aliados de Francia incluyeron Polonia, Checoslovaquia y Rumania, todos con fuerzas
sustanciales. Aunque Alemania solo tenía 100.000 soldados según lo estipulado en el Tratado de Versalles, todos creían
que la población alemana, más del doble que la de Francia, más su capacidad industrial significaba que en un breve
período de tiempo podría reconstituir sus fuerzas
armadas y amenazan la seguridad francesa. Francia se negó a cooperar con el desarme hasta que Gran Bretaña y EE.
UU. Acordaron garantizar su seguridad a través de una alianza; ambos países se negaron. Alemania declaró que, si
Francia no limitaría su ejército, se vería obligado a armarse para defenderse; luego se retiró de la conferencia y luego la
Liga de las Naciones poco después. Sin embargo, la condición económica de Alemania impidió medidas significativas de
rearme hasta 1935.
3. Pacto de no agresión polaco-alemán de 1934
El primer gran éxito diplomático de Alemania bajo el liderazgo de Hitler fue un tratado de no agresión hecho con Polonia
en 1934. Este pacto declaró que ni Polonia ni Alemania atacarían al otro. Polonia era el poder militar más fuerte en 1934.
Alemania puede haber temido realmente un ataque de Polonia, especialmente dadas las declaraciones nazis de que
planeaban revisar las fronteras y tomar lebensraum en un lugar no especificado al este. Polonia estaba complacida no
tener que preocuparse por Alemania, creyendo que su principal enemigo es la URSS, ya que había derrotado a las
fuerzas soviéticas para expandir Polonia en 1920.
Comienza el rearme
En 1935, el rearme alemán, en violación directa del Tratado de Versalles, empezó:
• El reclutamiento se reintrodujo para que Alemania tuviera un ejército de 700,000 hombres y tres millones de soldados
en las fuerzas de reserva para 1939.
• Para 1936, la industria alemana era capaz de aumentar la producción en masa de armas: podría construir 5000 aviones
al año, por ejemplo.
• Se firmó un acuerdo naval anglo-alemán, que permite a Alemania construir más tonelaje de barcos que el permitido en
el Tratado de Versalles, pero manteniendo el tonelaje alemán del 35 por ciento de la armada británica.
Si bien muchos historiadores cuestionan la calidad y el equipamiento de este ejército, El rearme se logró en medio de la
Gran Depresión, cuando la mayoría de los países trabajaron para controlar el gasto y reducir las importaciones y,
ciertamente, no crear ejércitos masivos y caros. El rearme alemán apareció como una especie de milagro para la mayoría
de los observadores, sobre todo porque fue construido con materiales importados y porque una de sus consecuencias
fue prácticamente el desempleo. Es el miedo a este ejército, el miedo a la guerra en general, y el miedo a los costos del
rearme en medio de una aplastante Gran Depresión lo que debe tenerse en cuenta al estudiar las relaciones
internacionales post-1933.
4. El frente de Stresa y la crisis abisinia 1935–6
Con el anuncio del rearme alemán, Gran Bretaña, Francia e Italia, consideradas las Grandes Potencias en ese momento,
se reunieron para condenarlo. Acordaron formar el Frente Stresa en 1934 para mantener a Alemania diplomáticamente
aislada y coordinar sus esfuerzos en general. Casi de inmediato, la cooperación diplomática fue socavada por Gran
Bretaña, que negoció el Acuerdo naval alemán.
La crisis abisinia destruyó efectivamente la cooperación entre Gran Bretaña, Francia e Italia. Italia invadió Abisinia (hoy
Etiopía), miembro de la Liga de las Naciones, rompiendo el pacto de la Liga y negando el concepto de seguridad colectiva.
Gran Bretaña y Francia impusieron sanciones económicas a Italia que luego desarrolló una relación política y económica
con Alemania; ninguno estaba ahora aislado. Abisinia fue conquistado y se demostró que la amenaza de la seguridad
colectiva era una farsa. La Liga no pudo proteger a un estado miembro del ataque y dejó de ser visto como una
organización eficaz después.
Nuevas alineaciones
Alemania e Italia declararon la creación del Eje Roma-Berlín en octubre 1936. Este nuevo entendimiento diplomático
inicialmente significó poco, excepto que Alemania ya no estaba aislada e Italia no evitaría la anexión alemana de Austria
como lo había hecho en 1934. En noviembre de 1936, Alemania firmó el Pacto Anti Comintern con Japón en una postura
simbólica contra la URSS y una demostración más de que los intentos británicos y franceses de aislarlo habían fracasado.

Alemania encontró estados amigos a través de la diplomacia, pero las economías de muchos estados de Europa central
y oriental, como Yugoslavia y Rumania, confiaron en que Alemania comprara sus productos agrícolas y materias primas
como el petróleo y los metales. Esto mejoró aún más el poder de Alemania en Europa.
5. Éxito de la política exterior alemana
La reactivación de la economía alemana, el rearme y la diplomacia condujeron a una serie de éxitos para Alemania a
fines de la década de 1930, deshaciendo muchos aspectos del Tratado de Versalles, a menudo en cooperación con los
vencedores de la Primera Guerra Mundial.
✓ El Sarre, Renania y Austria 1935–8
Al Sarre se le permitió tener un plebiscito en 1935 y una abrumadora mayoría decidió regresar a Alemania en lugar de
unirse a Francia. Renania desmilitarizada fue ocupada por tropas alemanas ligeramente armadas en 1936 en violación
del Tratado de Versalles, mientras que la mayor parte de Europa estaba ocupada con la crisis abisinia. Francia protestó,
pero no estaba dispuesta e incapaz de luchar, mientras que Gran Bretaña estaba contenta ya que parecía eliminar otra
razón para que Alemania fuera a la guerra en el futuro. Después de un intento fallido de anexar Austria en 1934, Alemania
tuvo más éxito en 1938 cuando las tropas alemanas, con la aprobación de Italia, se trasladaron al país y un plebiscito
confirmó el deseo del pueblo austríaco de unirse con Alemania. Esta fue otra violación del Tratado de Versalles, pero
con poca protesta o acción por parte de Gran Bretaña o Francia.
✓ Sudetes y el Acuerdo de Munich de 1938
A fines de 1938, los alemanes que vivían en los Sudetes de Checoslovaquia, que fueron discriminados por su gobierno,
exigieron la anexión a Alemania. Gran Bretaña y Francia, que querían evitar la guerra, aprovecharon lo que vieron como
la solicitud lógica de los alemanes que querían el derecho a vivir en Alemania; otras nacionalidades recibieron este
derecho en la Conferencia de Paz de París. En el Acuerdo de Munich, Gran Bretaña, Francia, Italia y Alemania acordaron
que los Sudetes debería otorgarse a Alemania y se entendió, pero no por escrito, que Alemania respetaría la integridad
territorial del resto de Checoslovaquia.
✓ Checoslovaquia desmantelada 1939
Alemania tomó los Sudetes en octubre de 1938, mientras que Polonia ocupó áreas que antes había perdido frente a
Checoslovaquia en 1920, cuando Checoslovaquia se había apoderado militarmente. En noviembre, parte del sur de
Checoslovaquia fue tomada por Hungría. En marzo de 1939, la región eslovaca de Checoslovaquia declaró
independencia, aunque con el apoyo de Alemania, mientras que Hungría se anexionó las zonas orientales del país.
Alemania invadió las regiones dominadas por los checos de Bohemia y Moravia, alegando que estaba protegiendo a los
checos de Polonia y Hungría. Esta acción de Alemania fue vista como una violación del espíritu del Acuerdo de Munich
y puso la opinión mundial en contra del gobierno alemán, especialmente en Gran Bretaña y Francia.
✓ Polonia 1939
Alemania anunció a principios de 1939 que quería negociar con Polonia para recuperar al menos parte de su territorio
para que Danzig y Prusia Oriental puedan volver a unirse al resto del país; habían sido separados del resto de Alemania
en 1919 para que Polonia tuviera acceso al mar. De todas las solicitudes alemanas de territorio, esta fue, irónicamente,
la más lógica de sus demandas, ya que solo 20 años antes había sido parte de Alemania y muchos de los residentes allí
eran alemanes. El público británico y francés, sin embargo, se indignaron, ya que fueron dirigidos por sus gobiernos para
creer que las solicitudes territoriales de Alemania terminaron con el Acuerdo de Munich. Polonia simplemente declaró
que no estaba interesado en negociar y cerró el tema, mientras que Gran Bretaña y Francia hicieron una declaración
pública y verbal de alianza militar con Polonia con la esperanza de poner fin a las demandas alemanas a través de la
amenaza de guerra. Gran Bretaña y Francia estaban ahora en medio de un esfuerzo de rearme masivo como resultado
del rearme alemán. Aunque proclamaron una alianza con Polonia, ambas naciones se negaron a armar a Polonia ya que
estaban ocupadas armando ellas mismas. Cuando Polonia solicitó préstamos para comprar armas en otro lugar, ambas
naciones declararon que sus propios problemas financieros lo impedían. Temían que proporcionar armas a Polonia
podría conducir a una guerra que esperaban evitar, ya que alentaría a Alemania a atacar antes de que se preparara la
nueva alianza.
6. Gran Bretaña y Francia negocian con la URSS
Gran Bretaña y Francia hicieron propuestas a la URSS en este punto, presentando el caso de que era lo mejor para ellos
ayudar a prevenir una guerra entre Alemania y Polonia, ya que Alemania era obviamente muy anticomunista, ya que
tenía comunistas exterminados en su propio país. Gran Bretaña y Francia señalaron que se podría evitar una guerra si
la URSS se uniera a su coalición antialemana y prometiera luchar para retener las fronteras de Europa del Este como lo
fueron en 1939. Simplemente, se le pidió a la URSS que luchara contra Alemania para preservar las fronteras y los
estados, incluyendo Gran parte de Polonia, que creía que debería ser parte de la URSS ya que habían sido parte del

Imperio ruso. Polonia también se negó a permitir que cualquier ejército soviético cruzara su territorio para luchar, incluso
si Polonia fuera invadida por Alemania. Parecía que Polonia tenía más miedo de la URSS que de Alemania. Los soviéticos
no estaban dispuestos a luchar contra Alemania solo después de la conquista de Polonia, ya que eso significaría que la
guerra con el ejército alemán tendría que ser combatida dentro de la propia URSS; esto parecía irracional e injusto, y era
una prueba para los soviéticos de que eran solo una herramienta para ser utilizada, no un verdadero socio de alianza.
7. Alemania negocia con la URSS
Mientras tanto, Alemania inició conversaciones con la URSS. Estas conversaciones esencialmente exigían que Alemania
y la URSS no pelearan entre sí mientras permitían que Alemania hiciera lo que quisiera diplomáticamente, y de lo
contrario, con las partes de Europa que no habían pertenecido al antiguo Imperio ruso, que los soviéticos esperaban
reclamar en el futuro cercano. Otras partes del acuerdo dejaron en claro que las partes de Polonia que una vez
pertenecieron a Rusia ahora deben ser reabsorbidas en la URSS. Este documento, el Tratado de No Agresión entre
Alemania y la URSS, comúnmente conocido como el Pacto Nazi-Soviético, fue anunciado el 23 de agosto de 1939, una
semana antes de que Alemania declarara la guerra a Polonia el 1 de septiembre.
Blitzkrieg: la invasión de Polonia (septiembre de 1939)
En las primeras horas del 1 de septiembre de 1939, los Panzers (tanques) de Hitler, apoyados por la Luftwaffe (fuerza
aérea), se estrellaron contra la frontera con Polonia. Atravesaron rápidamente las defensas de Polonia, abriendo así un
camino para el avance de la infantería. Este método de lucha rápido y devastador se conocía como blitzkrieg o "guerra
relámpago". La resistencia polaca fue heroica, pero en última instancia inútil. La URSS invadió desde el este, según lo
acordado por el Pacto Nazi-Soviético, y el 29 de septiembre Polonia se dividió entre los dos países. La falsa guerra
Después de la derrota de Polonia, sucedió muy poco en los siguientes cinco meses. Aunque Gran Bretaña había
declarado la guerra a Alemania dos días después de la invasión polaca, no pudo llevar tropas a Polonia a tiempo para
tener algún efecto, y por lo tanto solo vio cómo una gran parte de Europa del Este caía en manos de Hitler y Stalin.
Fuente: Dailey Andy, Webb. Sarah. (2012). Causas, prácticas y efectos de guerra. Hodder Education. London.

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