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Nombre: Genesis Antonella Granda

Carrera: Derecho – Paralelo 02


Proyecto formativo:
ENSAYO CAIDA DEL IMPERIO ROMANO
Una de las disciplinas en las que se refleja más el reparto inequitativo de la
riqueza y el crecimiento desigual del desarrollo científico entre los países del
mundo es, indudablemente, la geografía. Los grandes viajes de exploración del
siglo XVI no podrían haberse realizado sin recursos económicos suficientes.
La caída del Imperio Romano también conocida como la decadencia del Imperio
Romano no es más que las crisis de diferentes tipos que afectaron a todo el
Imperio. Algunos factores que influyeron son los políticos, económicos y
militares; es por eso que para muchos historiadores la caída del Imperio Romano
es considerada un gran enigma. Esta decadencia comienza a partir del año 476
y comienza la edad media.
Una de las causas más consideradas son las malas administraciones de las
dinastías de los severos, en particular la de Heliogábalo y después del asesinato
de Alejandro Severo, el imperio cayó en un estado de ingobernabilidad y crisis o
“Anarquía del siglo III d.C.”. Después de él hubo 19 emperadores más, pero
ninguno de ellos fue capaz de gobernar Roma y no pudieron trabajar en conjunto
con el Senado, por lo consiguiente esto llevó a Roma a la crisis política. Al mismo
tiempo comienzan las invasiones de las tribus bárbaras, que se situaron en un
principio en los límites del imperio, y por falta de un buen gobierno y de disciplina
militar por parte del ejército no fueron capaces de actuar frente a esta situación.
Aunado a esto se desarrolló una crisis económica, que se caracterizó por la
inflación, una gran devaluación de la moneda y una gran pérdida en la
agricultura, el comercio, la industria, etc.
Cualquiera sea la causa, ya sea la religión, el ataque externo o la decadencia
interna de la ciudad misma, el debate continúa hasta nuestros días; sin embargo,
se debe establecer un punto importante antes de que pueda continuar una
discusión sobre las raíces de la caída: el declive y la caída solo se produjeron en
el oeste. La mitad oriental, la que eventualmente se llamaría el Imperio bizantino,
continuaría durante varios siglos y, en muchos sentidos, conservaría una
identidad romana única.
Causas externas
Una de las causas más ampliamente aceptadas -la afluencia de una horda
bárbara- es descontada por algunos que sienten que la poderosa Roma, la
ciudad eterna, no podría haber sido tan fácilmente víctima de una cultura que
poseía poco o nada en el camino político, fundamento social o económico. Creen
que la caída de Roma simplemente vino porque los bárbaros aprovecharon las
dificultades que ya existían en Roma: problemas que incluían una ciudad en
decadencia (tanto física como moral), poco o ningún ingreso fiscal,
superpoblación, liderazgo deficiente y, lo que es más importante, inadecuada
defensa. Para algunos, la caída fue inevitable.
A diferencia de la caída de imperios anteriores como el asirio y el persa, Roma
no sucumbió ni a la guerra ni a la revolución. En el último día del imperio, un
miembro bárbaro de la tribu germánica Siri y excomandante en el ejército romano
entró sin oposición a la ciudad. El único poder militar y financiero del
Mediterráneo no pudo resistir. Odoacro fácilmente destronó al emperador de
dieciséis años Rómulus Augústalus, una persona que él consideraba qu e no
representaba una amenaza. Rómulus había sido nombrado emperador
recientemente por su padre, el comandante romano Orestes, que había
derrocado al emperador occidental Julius Nepos. Con su entrada a la ciudad,
Odoacro se convirtió en la cabeza de la única parte que quedó del otrora gran
oeste: la península de Italia. Para cuando él entró en la ciudad, el control romano
de Gran Bretaña, España, Galia y el norte de África ya se había perdido a favor
de los godos y los vándalos. Odoacro contactó inmediatamente al emperador
oriental Zenón y le informó que no aceptaría el título de emperador. Zenón no
podría hacer nada sino aceptar esta decisión. De hecho, para garantizar que no
hubiera confusión, Odoacro devolvió a Constantinopla las vestiduras imperiales,
la diadema y el manto púrpura del emperador.
FUENTES BIBLIOGRAFICAS
Korstanje, M. E. (2012). Prácticas de ocio durante el Alto Imperio Romano.. B - EUMED.
https://elibro.net/es/lc/utiec/titulos/51640

Rüpke, J. (2016). Superstición o individualidad: desviaciones religiosas en el Imperio


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https://elibro.net/es/lc/utiec/titulos/48861

Bevan, B. (2012). Historia de la arquitectura Española: del Imperio Romano a la


Ilustración.. Editorial Reverté. https://elibro.net/es/lc/utiec/titulos/188500

Gibbon, E. (Il.). (2020). Breve historia de la decadencia y ruina del imperio romano. 1.
Editorial Verbum. https://elibro.net/es/lc/utiec/titulos/215318

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