Proyecto formativo: ENSAYO CAIDA DEL IMPERIO ROMANO Una de las disciplinas en las que se refleja más el reparto inequitativo de la riqueza y el crecimiento desigual del desarrollo científico entre los países del mundo es, indudablemente, la geografía. Los grandes viajes de exploración del siglo XVI no podrían haberse realizado sin recursos económicos suficientes. La caída del Imperio Romano también conocida como la decadencia del Imperio Romano no es más que las crisis de diferentes tipos que afectaron a todo el Imperio. Algunos factores que influyeron son los políticos, económicos y militares; es por eso que para muchos historiadores la caída del Imperio Romano es considerada un gran enigma. Esta decadencia comienza a partir del año 476 y comienza la edad media. Una de las causas más consideradas son las malas administraciones de las dinastías de los severos, en particular la de Heliogábalo y después del asesinato de Alejandro Severo, el imperio cayó en un estado de ingobernabilidad y crisis o “Anarquía del siglo III d.C.”. Después de él hubo 19 emperadores más, pero ninguno de ellos fue capaz de gobernar Roma y no pudieron trabajar en conjunto con el Senado, por lo consiguiente esto llevó a Roma a la crisis política. Al mismo tiempo comienzan las invasiones de las tribus bárbaras, que se situaron en un principio en los límites del imperio, y por falta de un buen gobierno y de disciplina militar por parte del ejército no fueron capaces de actuar frente a esta situación. Aunado a esto se desarrolló una crisis económica, que se caracterizó por la inflación, una gran devaluación de la moneda y una gran pérdida en la agricultura, el comercio, la industria, etc. Cualquiera sea la causa, ya sea la religión, el ataque externo o la decadencia interna de la ciudad misma, el debate continúa hasta nuestros días; sin embargo, se debe establecer un punto importante antes de que pueda continuar una discusión sobre las raíces de la caída: el declive y la caída solo se produjeron en el oeste. La mitad oriental, la que eventualmente se llamaría el Imperio bizantino, continuaría durante varios siglos y, en muchos sentidos, conservaría una identidad romana única. Causas externas Una de las causas más ampliamente aceptadas -la afluencia de una horda bárbara- es descontada por algunos que sienten que la poderosa Roma, la ciudad eterna, no podría haber sido tan fácilmente víctima de una cultura que poseía poco o nada en el camino político, fundamento social o económico. Creen que la caída de Roma simplemente vino porque los bárbaros aprovecharon las dificultades que ya existían en Roma: problemas que incluían una ciudad en decadencia (tanto física como moral), poco o ningún ingreso fiscal, superpoblación, liderazgo deficiente y, lo que es más importante, inadecuada defensa. Para algunos, la caída fue inevitable. A diferencia de la caída de imperios anteriores como el asirio y el persa, Roma no sucumbió ni a la guerra ni a la revolución. En el último día del imperio, un miembro bárbaro de la tribu germánica Siri y excomandante en el ejército romano entró sin oposición a la ciudad. El único poder militar y financiero del Mediterráneo no pudo resistir. Odoacro fácilmente destronó al emperador de dieciséis años Rómulus Augústalus, una persona que él consideraba qu e no representaba una amenaza. Rómulus había sido nombrado emperador recientemente por su padre, el comandante romano Orestes, que había derrocado al emperador occidental Julius Nepos. Con su entrada a la ciudad, Odoacro se convirtió en la cabeza de la única parte que quedó del otrora gran oeste: la península de Italia. Para cuando él entró en la ciudad, el control romano de Gran Bretaña, España, Galia y el norte de África ya se había perdido a favor de los godos y los vándalos. Odoacro contactó inmediatamente al emperador oriental Zenón y le informó que no aceptaría el título de emperador. Zenón no podría hacer nada sino aceptar esta decisión. De hecho, para garantizar que no hubiera confusión, Odoacro devolvió a Constantinopla las vestiduras imperiales, la diadema y el manto púrpura del emperador. FUENTES BIBLIOGRAFICAS Korstanje, M. E. (2012). Prácticas de ocio durante el Alto Imperio Romano.. B - EUMED. https://elibro.net/es/lc/utiec/titulos/51640
Rüpke, J. (2016). Superstición o individualidad: desviaciones religiosas en el Imperio
Romano.. UNED - Universidad Nacional de Educación a Distancia. https://elibro.net/es/lc/utiec/titulos/48861
Bevan, B. (2012). Historia de la arquitectura Española: del Imperio Romano a la
Gibbon, E. (Il.). (2020). Breve historia de la decadencia y ruina del imperio romano. 1. Editorial Verbum. https://elibro.net/es/lc/utiec/titulos/215318