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La caída del Imperio romano de Occidente (también conocida como la caída del

Imperio romano o la caída de Roma) fue el período de declive del Imperio romano de
Occidente en que perdió la autoridad de ejercer su dominio y su vasto territorio
fue dividido en numerosas entidades políticas sucesoras. Tradicionalmente, de
acuerdo con el criterio del historiador del siglo XVIII Edward Gibbon, se vincula
este hecho con el año 476 d.C., coincidiendo con la deposición del último emperador
romano de Occidente, Rómulo Augústulo, a manos de Odoacro, aunque fue el resultado
de un largo proceso que tuvo otros muchos hitos significativos.

Hay que empezar destacando las fuerzas que le habían permitido al Imperio romano
ejercer un control efectivo sobre Occidente; historiadores modernos mencionan
factores que incluyen la efectividad y el tamaño del ejército, la salud y el tamaño
de la población romana, la fuerza de la economía, la capacidad y competencia de los
emperadores, las luchas internas por el poder, los cambios religiosos del período y
la eficiencia de la administración civil. El aumento de la presión de los
"bárbaros", externos a la cultura romana, contribuyó en gran medida al colapso.

Años relevantes en este contexto lo constituyen el año 117, cuando el Imperio


alcanzó su mayor extensión territorial, y el ascenso de Diocleciano en el 284. Las
pérdidas territoriales irreversibles, no obstante, comenzaron en el 386 con una
invasión en gran escala de godos y otros pueblos. En 395, tras imponerse en dos
guerras civiles destructivas, Teodosio I falleció, dejando un ejército colapsado y
al imperio, con numerosos territorios donde no ejercía el control, dividido entre
sus dos hijos incapaces. Para el año 476, cuando Flavio Odoacro depuso al emperador
Rómulo, el emperador romano de Occidente ejercía un insignificante poder militar,
político y financiero, y carecía de control efectivo sobre los dispersos
territorios en Occidente que aún podrían ser descritos como "romanos". Los
invasores "bárbaros" establecieron su propia autoridad en la mayor parte del área
del Imperio de Occidente, aunque dichas gentes no fuesen ni invasores ni bárbaros,
al ser gentes asentadas en el propio Imperio de manera pacífica en su origen
(francos en las Galias, vándalos en Panonia, godos en Dacia, etc.) y recibiendo la
ciudadanía romana al acordar el foedus con Roma (Edicto de Caracalla), recibiendo
los líderes de estas gentes el título de cónsules o virreyes por parte de los
emperadores residentes en Constantinopla, como el propio Flavio Odoacro, ciudadano
romano nacido en Panonia. Aunque su legitimidad sobrevivió durante varios siglos
más, y su influencia cultural persiste hasta el día de hoy, el Imperio de Occidente
nunca tuvo la fuerza para levantarse de nuevo.

Índice
1 Enfoques históricos
1.1 Periodo de tiempo
1.2 Causas
1.3 Caída o transformación
2 Apogeo, crisis y recuperación
2.1 Apogeo
2.2 Crisis del siglo III
2.3 Reunificación y división política
2.4 Aumento de divisiones sociales
3 313-376: Abuso de poder, guerra en la frontera y surgimiento del cristianismo
4 376-395; invasiones, guerras civiles y discordia religiosa
4.1 Batalla de Adrianópolis
4.2 Recuperación parcial de los Balcanes
4.3 Guerras civiles
5 Ineficiencia política, financiera y militar: el camino al fracaso
6 395-406: Estilicón
6.1 Intentos de Estilicón de unificar el imperio, revueltas e invasiones
7 408-410; final de un ejército regular y efectivo, hambruna en Italia, saqueo
de Roma
7.1 Caída de Estilicón y reacción de Alarico
7.2 Asedio de Roma por Alarico
7.3 Los godos se mudan de Italia
8 405-418: bárbaros y ladrones dentro de provincias galas, pérdida de Britania,
pérdida parcial de Hispania y Galia
8.1 418: asentamientos de bárbaros dentro del imperio
9 421-433: lucha renovada después de la muerte de Constancio, pérdida parcial
de la diócesis de África
10 433-454: ascenso de Aecio, pérdida de Cartago
10.1 444-453: ataques al imperio de Atila el huno
11 455-456: fracaso de Avito, pérdidas en la Galia y ascenso de Ricimero
12 457-467: resurgimiento con Mayoriano, intento de recuperar África, control de
Ricimero
13 467-472: Antemio, emperador del oeste y general del este
14 472-476: últimos emperadores, marionetas de señores de la guerra
15 476: último emperador, estados restantes y reunificación con Oriente
16 Legado
17 Véase también
18 Referencias
19 Referencias
Enfoques históricos
Artículo principal: Historiografía de la decadencia del Imperio romano
Desde 1776, cuando Edward Gibbon publicó el primer volumen de su obra Historia de
la decadencia y caída del Imperio romano, la decadencia y caída ha sido el tema en
torno al cual se ha estructurado gran parte de la historia del Imperio romano. «Del
siglo xviii en adelante», escribió el historiador Glen Bowersock, «hemos estado
obsesionados con la caída: se la ha tomado como un arquetipo para cada declive
percibido, y, por tanto, como un símbolo de nuestros propios miedos».1

Periodo de tiempo
La pérdida de control político centralizado sobre el occidente y el poder reducido
de Oriente son universalmente reconocidos. Como una marca conveniente del final del
imperio occidental, se ha utilizado el año 476 desde Gibbon, pero otros hitos
incluyen la crisis del siglo III, la invasión del Rin en 406 (o 405), el saqueo de
Roma en el año 410, la muerte de Julio Nepote en el 480 y la caída de
Constantinopla en 1453.2 Pero el nombre de «decadencia» se ha empleado para cubrir
un período de tiempo mucho más amplio que los cien años a partir de 376. Gibbon
comenzó su historia en el 98 y Theodor Mommsen consideró toda la época imperial
como indigna de incluirla en su obra Historia de Roma, por la que recibió el Premio
Nobel de Literatura. Arnold J. Toynbee y James Burke sostienen que toda la era
imperial fue un decaimiento constante de las instituciones fundadas en tiempos de
la república.

Causas
Gibbon enunció una formulación clásica, ahora vetusta, de las razones por las que
desapareció el imperio occidental. Comenzó una controversia, aún en curso, sobre el
papel del cristianismo, pero dio gran importancia a otras causas de deterioro
interno y a los ataques de fuera del Imperio.

La historia de su ruina es simple y obvia; y, en lugar de preguntar por qué el


Imperio romano fue destruido, deberíamos más bien sorprendernos de que haya
subsistido tanto tiempo. Las legiones de reconocimiento, que, en guerras lejanas,
adquirieron los vicios de los extranjeros y mercenarios, primero oprimían la
libertad de la república, y después violaron la majestuosidad de la púrpura. Los
emperadores, deseosos de asegurar su seguridad personal y la paz pública, se
limitaron a corromper la disciplina de las tropas que intimidaba tanto al soberano
y como a los enemigos; la potencia del gobierno militar se relajó, y finalmente se
disolvió, por las instituciones parciales de Constantino; y el mundo romano se vio
abrumado por una avalancha de bárbaros.
Edward Gibbon. The Decline and Fall of the Roman Empire, "General Observations on
the Fall of the Roman Empire in the West", capítulo 38.
Alexander Demandt enumeró doscientas diez teorías diferentes sobre el porqué de la
caída de Roma, y nuevas ideas han surgido desde entonces.34 Los historiadores
todavía tratan de analizar las razones de la pérdida de control político sobre su
vasto territorio (y, como tema secundario, las razones para la supervivencia del
Imperio romano de Oriente).

Caída o transformación
Artículo principal: Antigüedad tardía
Por lo menos desde la época de Henri Pirenne, los estudiosos han descrito la
continuidad de la cultura y de la legitimidad política romanas, mucho después de
476. Pirenne pospuso la desaparición de la civilización clásica hasta el siglo
octavo. Rechazó la noción de que los bárbaros germánicos hubiesen causado el fin
del Imperio romano de Occidente, y se negó a equiparar el final de este con el del
cargo de emperador en Italia. Señaló la continuidad de la economía en el
Mediterráneo romano, incluso después de las invasiones bárbaras, y sugirió que solo
las conquistas musulmanas representaban una ruptura decisiva con la Antigüedad. La
teoría —más reciente— de un período histórico llamado «Antigüedad tardía» destaca
la transformación de la Edad Antigua en la cultura medieval mediante una evolución
cultural paulatina.5 En las últimas décadas, argumentos basados en descubrimientos
arqueológicos y en patrones de asentamientos extienden la pervivencia de la cultura
material romana incluso hasta el siglo ix.678 Teniendo en cuenta la realidad
política de la pérdida de control de los territorios europeos occidentales por las
autoridades imperiales, pero también la continuidad cultural y los datos de las
excavaciones arqueológicas que la corroboran, se ha descrito el proceso como una
transformación cultural compleja, en lugar de una caída.9

Apogeo, crisis y recuperación


Apogeo
El Imperio romano alcanzó su mayor extensión geográfica durante el reinado del
emperador Trajano (98-117), que gobernó un Estado próspero que se extendía desde
Mesopotamia hasta las costas del Atlántico. El imperio contaba entonces con un
Ejército numeroso y disciplinado, así como con una extensa Administración Pública
basada en las prósperas ciudades que controlaban eficazmente las finanzas públicas.
Entre la clase privilegiada culta, el Estado gozaba de legitimidad ideológica como
la única civilización aceptable y mantenía la unidad cultural basada en el
extendido conocimiento de la literatura y la retórica griegas y romanas. El poder
del imperio le permitió mantener desigualdades extremas de riqueza y posición
social (incluida la abundante esclavitud),10 y las redes comerciales de gran
alcance permitieron incluso a los hogares modestos utilizar bienes fabricados en
tierras lejanas.11

El sistema financiero le permitió recaudar copiosos impuestos que, a pesar de la


corrupción endémica, sirvieron para sufragar el gran ejército, su logística e
instrucción. El cursus honorum, una jerarquía de puestos militares y civiles
adecuados para aristócratas, aseguró que los nobles poderosos se familiarizaran con
las tareas militares y con la administración civil del Estado. En un nivel inferior
dentro del Ejército, como nexo entre los aristócratas y los soldados, se encontraba
un gran número de centuriones; bien pagados y alfabetizados, estos eran los
responsables de la instrucción y disciplina de sus hombres, de la administración de
sus unidades y de la dirección de estas en el campo de batalla.12 Los gobiernos
municipales, con sus propios bienes e ingresos, funcionaban eficazmente a nivel
local; la membresía de un ayuntamiento ofrecía lucrativas oportunidades, y, a pesar
de sus obligaciones, era vista como un privilegio. Gracias a una serie de
emperadores que adoptaron cada uno a un sucesor maduro y capaz (la dinastía
Antonina), el imperio no necesitó de guerras civiles para regular la sucesión
imperial. Durante los reinados de los mejores emperadores, se les podían presentar
solicitudes directamente; las respuestas eran ley y ponían el poder imperial en
contacto directo incluso con los súbditos más humildes.13 La tolerancia entre las
distintas religiones paganas produjo concordia religiosa.14 Las tensiones
religiosas fueron raras después del aplastamiento de la revuelta de Bar Kojba en
136 (después de lo cual la Judea devastada dejó de ser un centro de disturbios
judíos). La mortandad causada por la peste antonina del 165 entorpeció seriamente
los intentos de repeler a los invasores germánicos, pero no impidió que las
legiones generalmente consiguieran mantener sus posiciones o recuperar rápidamente
los territorios fronterizos perdidos temporalmente.15

Mapa del Imperio romano a principios del siglo segundo


Crisis del siglo III
Artículo principal: Crisis del siglo III
El Imperio sufrió crisis y contratiempos graves durante el siglo iii, entre ellos
el surgimiento del Imperio sasánida, que infligió tres derrotas aplastantes a los
ejércitos romanos y se mantuvo como una amenaza latente durante siglos.16 Otros
desastres incluyeron varias guerras civiles, invasiones bárbaras y una gran
mortandad durante la peste de Cipriano (desde 250 en adelante). Roma abandonó la
provincia de Dacia —al norte del Danubio— (271), y, por un corto período de tiempo,
el imperio se dividió en tres: un Imperio galo en Occidente (260-274), el de
Palmira en el Este (260-273), y un Estado residual en torno a Roma. Crecieron
asimismo las amenazas bárbaras en la frontera del Rin y del Danubio, causadas por
agrupaciones bárbaras más grandes que habían mejorado su agricultura y contaban con
poblaciones mayores que antes.17 El Imperio superó la crisis del siglo iii
empleando su economía para sufragar las labores de defensa, pero a costa de crear
un Estado más centralizado y burocrático. Durante el reinado del emperador Galieno,
la aristocracia senatorial dejó de ocupar los principales mandos militares: sus
miembros carecían de interés en el servicio militar y demostraron incompetencia al
mando.1819

División del Imperio en 260-69 d. de C.


División del Imperio en entre el 260 y el 269 d. C.
Reunificación y división política
Aureliano reunificó el imperio en 274; y desde 284, Diocleciano y sus sucesores lo
reorganizaron otorgando más poder al ejército. Juan Lido escribió más de dos siglos
después que el ejército de Diocleciano en un momento contaba con 389 704 hombres en
tierra y 45 562 en las flotas, cifras que puede que aumentaran después.20 Debido a
las limitadas comunicaciones de la época, las fronteras europeas y las orientales
necesitaban contar con sus propios comandantes supremos que las controlasen.
Diocleciano trató de resolver este problema mediante el restablecimiento de una
sucesión adoptiva con un emperador principal (que ostentaba el título de «Augusto»)
y uno menor (que tenía el de «César») en cada mitad del Imperio, pero este sistema
de tetrarquía degeneró pronto. El principio hereditario se restableció con
resultados generalmente desafortunados, y a partir de entonces, la guerra civil
volvió a ser el principal método para decidir qué contendientes alcanzaban el
poder. Aunque Constantino el Grande (306 a 337) volvió a unir el Imperio, hacia el
final del siglo iv se aceptó en general la necesidad de dividirlo. A partir de
entonces, el Imperio existía en constante tensión, debida a la necesidad de tener
dos emperadores que habitualmente recelaban el uno del otro.16

Hasta finales del siglo iv, el Imperio unido retuvo el poder suficiente para lanzar
ataques contra sus enemigos en Germania y contra el Imperio sasánida. El
asentamiento de bárbaros fue una práctica común: las autoridades imperiales
admitían grupos potencialmente hostiles dentro del Imperio, separándolos, y
asignándoles tierras, reconocimiento y deberes dentro del sistema imperial. De este
modo, estos grupos proporcionaban trabajadores no libres (coloni) a los
terratenientes romanos, y reclutas (laeti) al ejército romano. A veces, sus
caudillos se convirtieron en oficiales del Ejército. Normalmente los romanos
controlaban estrechamente el proceso y contaban fuerzas militares suficientes para
asegurar el sometimiento de los bárbaros; la asimilación cultural se conseguía a
menudo en una o dos generaciones.

Mapa del Imperio romano durante la tetrarquía, mostrando las diócesis y la zona de
responsabilidad de los cuatro tetrarcas.
Mapa del Imperio romano durante la tetrarquía, en el que se muestran las diócesis y
la zona de responsabilidad de cada uno de los cuatro tetrarcas.
Aumento de divisiones sociales
Los nuevos gobernantes se deshicieron de la ficción legal de principios del Imperio
(cuando se describía al emperador como el primero entre iguales, el principal de
los senadores); los emperadores de Aureliano (270-275) en adelante abiertamente se
hacían llamar dominus et deus, «señor y dios», títulos que reflejaban la relación
de sumisión de los habitantes del imperio a sus soberanos.21 Se implantaron
complejos ceremoniales en las cortes imperiales y se extendió en ellas la adulación
servil. Con Diocleciano, el flujo de solicitudes directas al emperador se redujo
rápidamente y pronto cesó por completo. Ninguna otra forma de acceso directo al
mandatario los reemplazó: a partir de entonces, el emperador solamente recibía
información filtrada por sus cortesanos.22

La crueldad, extorsión y corrupción oficiales es posible que creciesen.23 Aumentó


la extensión, complejidad y violencia del gobierno imperial,24 pero al mismo tiempo
los emperadores perdieron el control sobre sus territorios: la autoridad imperial
quedó en manos de aquellos dispuestos a comprarla.25 Mientras tanto, las familias
senatoriales más ricas, exentas del pago de la mayoría de los impuestos, acapararon
una parte cada vez mayor de la riqueza y de los ingresos disponibles;26 al mismo
tiempo abandonaron el servicio militar, en el que antaño habían destacado.27 Un
erudito observó un gran aumento del poder adquisitivo del oro, de dos veces y
media, entre el 274 y finales del siglo iv, quizá una señal de la creciente
desigualdad económica que pudo haber existido entre la casta rica en oro y el
campesinado empobrecido.28

Dentro del Ejército romano tardío, muchos reclutas e incluso oficiales tenían
orígenes bárbaros y se registraron ocasiones en las que los soldados realizaban
rituales probablemente de origen bárbaro, como el alzar a los pretendientes al
trono en escudos.29 Algunos estudiosos han visto esto como una indicación de
debilidad militar; otros disienten y sostienen que ni el origen bárbaro de las
tropas ni estos rituales menoscababan la eficacia o la lealtad del Ejército.30

313-376: Abuso de poder, guerra en la frontera y surgimiento del cristianismo


En 313 Constantino I proclamó la tolerancia oficial del cristianismo, a lo que
siguieron en las siguientes décadas el establecimiento de la ortodoxia cristiana y
las acciones oficiales y privadas contra los paganos y los cristianos no ortodoxos.
Sus sucesores en general continuaron este proceso, y el cristianismo se convirtió
en la religión de cualquier funcionario civil ambicioso. Constantino estableció a
francos en el margen inferior izquierdo del río Rin; sus asentamientos requirieron
una línea de fortificaciones para mantenerlos bajo control, lo que indica que Roma
había perdido casi todo el control de la zona.23 Durante el mandato de Constantino,
las ciudades perdieron sus ingresos provenientes de impuestos locales, y bajo
Constancio II (que reinó entre 337 y 361) sus propiedades.31 Esto acentuó la
dificultad existente para mantener los ayuntamientos y los servicios prestados por
las ciudades se descuidaron o cesaron.31 Los proyectos de construcciones públicas
disminuyeron: había más a menudo reparaciones que nuevas construcciones, y siempre
a expensas del Estado y no sufragadas ya por magnates locales que deseasen
consolidar su influencia local a largo plazo.32 El abuso financiero se incrementó
con Constancio aún más, con el hábito de este de otorgar a sus allegados los bienes
de personas condenadas por traición y otros crímenes; esto redujo los ingresos
futuros del Estado, aunque el efecto no fue inmediato; además aquellos cercanos al
emperador tenían un fuerte incentivo para estimular sus sospechas de
conspiraciones.31
Con Constancio, los bandidos llegaron a dominar zonas del interior del imperio como
Isauria, lejos de las fronteras.33 Las tribus de Germania también aumentaron de
población y se volvieron más amenazantes.17 En la Galia, que en realidad no se
recuperó de las invasiones del siglo iii, hubo inseguridad generalizada y declive
económico en los años 300,17 posiblemente en especial en Armórica. Hacia el 350,
después de décadas de ataques piratas, prácticamente todas las villas de Armórica
estaban desiertas, y el uso de dinero cesó aproximadamente en el 360.34 Los
reiterados intentos de economizar en el gasto militar incluían el acantonamiento de
tropas en las ciudades, donde difícilmente podía mantenerse la disciplina militar y
los soldados podían extorsionar más fácilmente a la población.35 Excepto en el raro
caso de estar bajo el mando de un general decidido e incorruptible, estas tropas
resultaron ineficaces en el combate y peligrosas para la población civil.36 A las
tropas de la frontera a menudo se les entregaban tierras en lugar de un salario en
moneda; así cultivaban, lo que disminuía el costo de su mantenimiento, pero también
lo hacía su eficacia y había menos estímulo económico para la economía de la
frontera.37 Sin embargo, a excepción de las provincias a lo largo del Rin inferior,
la economía agrícola era generalmente próspera.38 El nivel de la alimentación media
de la población en Europa noroccidental no pudo recuperarse del deterioro sufrido
durante el siglo ii, aunque sí lo lograron las regiones del Mediterráneo.39

El número y eficacia de los soldados regulares puede haber disminuido durante el


siglo iv: las nóminas estaban infladas para embolsarse el exceso y se vendían las
exenciones del servicio; las oportunidades de extorsión personal de los soldados se
multiplicaron por residir en las ciudades, y su eficacia se redujo por dedicarse a
la extorsión en lugar de al adiestramiento.40 Sin embargo, la extorsión, la amplia
corrupción y la ineficacia ocasional41 no eran nuevos en el Ejército romano; no hay
consenso sobre si su eficacia se redujo significativamente antes del 376.42 Amiano
Marcelino, que era soldado profesional, repite el habitual análisis de que la
superioridad de los ejércitos romanos contemporáneos era debido al entrenamiento y
la disciplina, no a la especial corpulencia o fuerza de sus soldados.43 A pesar de
una posible disminución de su capacidad para reunir y abastecer grandes
ejércitos,44 Roma mantuvo una actitud ofensiva y notable poderío militar ante lo
que percibía como amenazas casi hasta finales del siglo iv.45

Sólido de Juliano del año 361. Obsérvese la barba de Juliano, digna de un filósofo
neoplatónico. La inscripción reza: FL(AVIVS) CL(AVDIVS) IVLIANVS PP(=Pater Patriae,
"padre de la nación") AVG(=Augustus). En el reverso, un romano armado, con un
estandarte militar en una mano y un cautivo en la otra. Inscripción: VIRTVS
EXERCITVS ROMANORVM, «La valentía/virtud del ejército Romano». La marca de abajo es
SIRM, Sirmio.
Juliano (360-363) puso en marcha una campaña contra la corrupción oficial que
permitió que los gastos presupuestarios de la Galia se redujeran a un tercio de su
valor anterior, sin que por ello se dejasen de cubrir todos los gastos
gubernamentales.46 Obtuvo varias victorias contra los germanos que habían invadido
la Galia. Todas las sectas cristianas fueron toleradas oficialmente por Juliano, se
prohibió la persecución de los herejes y se fomentaron las religiones no
cristianas; se obligó incluso a algunos cristianos a devolver la propiedad pagana
robada o compensar la que habían destruido. Sin embargo, en lugar de someter toda
la Galia firmemente al control central o reducir la carga fiscal, lanzó una costosa
campaña contra los persas,31 que terminó en derrota y en su propia muerte. Joviano
en su breve reinado (363-364) tuvo que conceder el norte de la Mesopotamia y el
Kurdistán, que habían estado en poder los romanos desde antes de la Paz de Nisibis
del 299, para que los persas le permitiesen la retirada.47

Los hermanos Valente (364 a 378) y Valentiniano I (364-375) afrontaron


enérgicamente las amenazas de ataques bárbaros en todas las fronteras
occidentales48 y trataron de aliviar la carga de los impuestos, que habían
aumentado continuamente durante los últimos cuarenta años; Valente en Oriente
redujo los impuestos a la mitad en su cuarto año de reinado.49

Ambos eran cristianos y confiscaron las tierras de los templos que Juliano les
había devuelto, pero en general toleraron otras creencias. Valentiniano en
Occidente se negó a intervenir en la controversia religiosa; en el Este, Valente
tuvo que lidiar con los cristianos que no se ajustaban a sus ideas de la ortodoxia,
y en ocasiones empleó la persecución contra estos.50 Los dioses habían protegido
Roma durante siglos, pero su papel fue transferido al dios cristiano con
sorprendente facilidad.17 La riqueza de la iglesia aumentó de manera espectacular:
inmensos recursos, tanto públicos y privados, fueron destinados a la construcción
eclesiástica y al sostenimiento de la vida religiosa.51 Los obispos de ciudades
ricas eran por lo tanto capaces de ofrecer grandes patrocinios. Edward Gibbon
comentó que «la paga de los soldados se derrochó en multitudes inútiles de ambos
sexos, que solo podían alegar los méritos de la abstinencia y la castidad», aunque
no hay cifras de los monjes y monjas, ni de sus gastos de manutención. Los rituales
y edificios paganos tampoco habían sido baratos, por lo que la conversión al
cristianismo puede que no tuviese efectos adversos importantes en las finanzas
públicas.17 La competencia por los puestos eclesiásticos de prestigio en ocasiones
también causó algunos desórdenes públicos; cuando accedió al cargo el papa Dámaso I
en el 366, la elección dejó ciento treinta y siete cadáveres en la basílica de
Sicininus.52

Valentiniano murió de una apoplejía mientras gritaba a unos enviados de los


caudillos germánicos. Sus sucesores en el oeste fueron niños: sus hijos Graciano
(375 a 383) y Valentiniano II (375-392). Graciano, «ajeno al arte de gobernar tanto
por temperamento y por su formación», retiró el Altar de la Victoria de la Cámara
del Senado y rechazó el título pagano de Pontifex Maximus.52

376-395; invasiones, guerras civiles y discordia religiosa


Batalla de Adrianópolis
En el año 376, el Este enfrentó una enorme afluencia de bárbaros venidos de allende
el Danubio, en su mayoría godos que huían de los hunos. Explotados por funcionarios
corruptos en lugar de ser reasentados efectivamente, se levantaron en armas; se les
unieron más godos y algunos alanos y hunos. Mientras, Valente estaba en Asia con su
ejército principal en campaña, preparándose para atacar a los persas; enfrentarse a
los bárbaros hubiera requerido de tiempo para trasladar el ejército y apoyo
logístico. Por su parte, los ejércitos de Graciano estaban ocupados tratando de
repeler las hordas germánicas venidas de más allá del Rin. En 378 Valente atacó a
los invasores con el ejército de campaña del Este, tal vez con unos veinte mil
hombres, posiblemente solo el 10 % de los soldados nominalmente disponibles en las
provincias del Danubio;53 en la batalla de Adrianópolis, librada el 9 de agosto del
378, perdió gran parte de ese ejército y su propia vida. Como consecuencia, todas
las provincias balcánicas quedaron expuestas a las incursiones enemigas, sin que
las guarniciones restantes, que eran «más fácilmente sacrificadas que las ovejas»,
pudiesen impedirlo.53 Las ciudades se hallaban protegidas de los bárbaros por sus
murallas —estos carecían de equipo de asedio— y por lo general permanecieron
intactas, pero el campo sufrió las correrías de los invasores.54

Recuperación parcial de los Balcanes


Graciano designó un nuevo augusto, un experimentado general de Hispania llamado
Teodosio. Durante los siguientes cuatro años, Roma restableció parcialmente su
fuerza en el este gracias a varias campañas.5556 Estas dependieron de una
coordinación y confianza mutua entre los emperadores; entre 379 y 380 Teodosio no
solo controló el este del imperio, sino también la Diócesis de Panonia, por acuerdo
entre él y Graciano.57 Teodosio no pudo reclutar suficientes tropas romanas y tuvo
que emplear milicias bárbaras, que carecían de la disciplina o la lealtad del
Ejército romano. En contraste, durante la guerra cimbria, la república romana, que
controlaba un territorio más pequeño que el Imperio occidental, había formado
grandes ejércitos regulares de ciudadanos después de derrotas mayores que la de
Adrianópolis, y terminó esa guerra logrando casi el exterminio de las grandes
agrupaciones bárbaras, cada una con más de cien mil guerreros.58 El fracaso
parcial5960 del reclutamiento de Teodosio pudo haber animado a Vegecio a ofrecer
asesoramiento sobre la reforma del Ejército para hacerlo más eficaz (el consejo
puede datar de los años 39061 o de los 43062):

Desde la fundación de la ciudad hasta el reinado del emperador Graciano, la


infantería llevaba corazas y cascos. Pero la negligencia y pereza, gradualmente
introducidas crearon una relajación total de la disciplina, los soldados comenzaron
a pensar en su armadura como demasiado pesada, ya que rara vez la usaban. Primero
pidieron permiso del emperador a dejar de lado la coraza y después el casco. En
consecuencia de esto, nuestras tropas en sus encuentros con los godos eran a menudo
eran abrumadas con sus lluvias de flechas. Tampoco hubo una necesidad de obligar a
la infantería a reanudar el uso de sus corazas y cascos, a pesar de tener repetidas
derrotas, lo que provocó la destrucción de muchas grandes ciudades. Tropas,
indefensas y expuestas a todas las armas del enemigo, estaban más dispuestos a huir
que a pelear. ¿Qué se puede esperar de un soldado-arquero sin coraza o casco, que
no puede mantener a la vez su arco y escudo; o de los insignias cuyos cuerpos están
desnudos, y que no pueden, llevar un escudo y los colores al mismo tiempo? El un
soldado encuentra el peso de una coraza y hasta de un casco intolerable. Esto se
debe a que es rara la vez ejerce y rara la vez se les pone63
El asentamiento godo final fue reclamado con tranquilidad,56 incluso el oficial
panegirista admitió que estos godos no podían ser expulsados o exterminados, ni
reducidos a la condición de no libre.64 En su lugar, fueron reclutados, ya sea en
las fuerzas imperiales, o se establecieron en las provincias devastadas a lo largo
de la orilla sur del Danubio, donde nunca fueron restablecidas plenamente las
guarniciones regulares.65 En algunos relatos posteriores, y más ampliamente en
trabajos recientes, esto es considerado como un asentamiento tratado, la primera
vez que se les dio bárbaros un hogar dentro del Imperio en el que mantuvieron su
cohesión política y militar.66 No hubo tratado formal registrado, ni detalles de
cualquier acuerdo que se haya hecho realidad, y cuando "los godos" resurgireron en
nuestros registros tienen diferentes líderes y son soldados parecidos.67 En 391
Alarico, caudillo godo, se rebeló contra el control romano. Godos atacaron al
propio emperador, pero dentro de un año Alarico fue aceptado como un líder de las
tropas godas de Teodosio y la rebelión había terminado.68

La posición financiera de Teodosio debe haber sido difícil, ya que tuvo que pagar
por hacer una campaña costosa de una base de impuestos reducida. El negocio de
controlar a milicias de bárbaros también exigió regalos sustanciales de metales
preciosos.69 Sin embargo, él se representa como económicamente excéntrico, aunque
personalmente austero cuando en campaña.70 Por lo menos un impuesto adicional
provocó desesperación y disturbios en los que las estatuas del emperador eran
destruidas.71 Era devoto, un cristiano Niceno fuertemente influenciado por
Ambrosio, e implacable contra los herejes. En 392 se prohibió el honor incluso
privado a los dioses y ritos paganos como los Juegos Olímpicos. Él ordenó o fue
cómplice en la destrucción generalizada de edificios sagrados.72

Guerras civiles
Teodosio tuvo que enfrentarse a un usurpador poderoso en Occidente; Magnus Maximus
se declaró emperador en 383, despojó tropas de las regiones periféricas de
Britannia (probablemente reemplazando algunos con jefes federales y sus milicias) e
invadió la Galia. Sus tropas mataron a Graciano y fue aceptado como Augusto en las
provincias galas, donde fue responsable de las primeras ejecuciones oficiales de
herejes cristianos.73 Para compensarle a la corte occidental la pérdida de Galia,
Hispania y Britania, Teodosio cedió las diócesis de Dacia y de Macedonia. En 387
Maximus invadió Italia, obligando a Valentiniano II a huir hacia el este, donde
aceptó el cristianismo Niceno. Maximus alardeó ante Ambrosio de los números de los
bárbaros en sus fuerzas, y hordas de godos, hunos y alanos siguieron a Teodosio.74
Máximo negoció con Teodosio para su aceptación como el Augusto de Occidente, pero
Teodosio se negó, reunió a sus ejércitos, y contraatacó, ganando la guerra civil en
388. Hubo grandes pérdidas de tropas en ambos lados del conflicto. La Leyenda
galesa cuenta que Posteriormente las tropas derrotadas de Maximus se reasentaron en
Armórica, en lugar de regresar a Britania, y para el 400 Armórica era controlado
por bagaudas y no por la autoridad imperial.75

Teodosio restauró a Valentiniano II, quien seguía siendo un hombre muy joven, como
Augusto en Occidente. También nombró a Arbogasto, un general pagano de origen
franco, como comandante en jefe y guardián de Valentiniano. Valentiniano se peleó
en público con Arbogasto, no pudo hacer valer cualquier autoridad, y murió, ya sea
por suicidio o por asesinato, a la edad de 21. Arbogasto y Teodosio no lograron
llegar a un acuerdo y Arbogasto nominó a un funcionario imperial, Eugenio (392-
394), como emperador de Occidente. Eugenio hizo algunos intentos modestos para
ganar apoyo pagano,71 y con Arbogasto condujo un gran ejército para luchar otra
guerra civil destructiva. Fueron derrotados y muertos en la batalla de las
Frigidus, en la que se produjeron más pérdidas grandes especialmente entre los
federados godos de Teodosio. Las fronteras del nordeste a Italia nunca fueron una
guardia efectiva de nuevo.75

El imperio oriental y occidental después de la muerte de Teodosio I en 395


Teodosio murió unos meses más tarde a principios de 395, dejando a sus jóvenes
hijos Honorio (395 a 423) y Arcadio (r. 395-408) como emperadores. En el período
inmediatamente posterior a la muerte de Teodosio, el magister militum Estilicón,
casado con la sobrina de Teodosio, se impuso en Occidente como el guardián de
Honorio y comandante de los restos del derrotado ejército occidental. También
afirmó control sobre Arcadio en Constantinopla, pero Rufino, magister officiorum en
el acto, ya había establecido su propio poder allí. En adelante el Imperio no
estaba bajo el control de un solo hombre, hasta que gran parte de Occidente se
perdió para siempre.76 Ni Honorio ni Arcadio jamás muestran ninguna capacidad sea
como gobernantes o como generales, y ambos vivirían como los títeres de sus
tribunales.77 Estilicón trató durante el resto de su vida a reunir a tribunales
orientales y occidentales bajo su control personal, pero al hacerlo logró solo la
continua hostilidad de todos los sucesivos ministros supremos de Arcadio.

Ineficiencia política, financiera y militar: el camino al fracaso


La ineficiencia de las respuestas militares de Estilicón en adelante ha sido
descritas como "impactantes",78 con poca evidencia de fuerzas de campo indígenas o
de una formación, disciplina, pago, o suministro adecuados para los bárbaros que
formaban la mayor parte de las tropas disponibles. la defensa local era
ocasionalmente efectiva, pero a menudo se asocia con la retirada de control central
y los impuestos; en muchas áreas, los bárbaros bajo la autoridad romana atacaron
culturalmente "bagaudas".798081

La corrupción, en este contexto la desviación de las finanzas públicas de las


necesidades del ejército, puede haber contribuido en gran medida a la caída. Los
ricos aristócratas senatoriales en la misma Roma se hicieron cada vez más
influyentes durante el siglo V; apoyaron la fuerza armada en teoría, pero no
querían pagar por él u ofrecer sus propios trabajadores como reclutas del
ejército.8283 sin embargo, pasaron grandes cantidades de dinero a la Iglesia
cristiana.84 A nivel local, de principios del siglo V, los ayuntamientos perdieron
sus propiedades y su poder, que a menudo se fueron concentrando en las manos de
unos cuantos déspotas locales más allá del alcance de la ley.81

Los emperadores occidentales del siglo V, con breves excepciones, eran individuos
incapaces de gobernar con eficacia o incluso de controlar sus propios tribunales.77
Estas excepciones fueron los responsables de breve, pero notables resurgimientos
del poder romano.
395-406: Estilicón

Representación de Honorio en el díptico consular de 406. Le ayuda una Victoria


alada en un mundo y lleva una inscripción con el texto "In nomine XRI vincas
sempre" ("En el nombre de Cristo tú siempre conquistarás).
Sin un gobernante autoritario, las provincias balcánicas cayeron rápidamente en el
desorden. Alarico estaba decepcionado por sus esperanzas de un ascenso a magister
militum después de la batalla del Frigido. Dirigió nuevamente a tribus godas en
armas y se estableció como un poder independiente, arrasando el campo hasta las
murallas de Constantinopla.85 Las ambiciones de Alarico para un cargo romano a
largo plazo no eran suficientemente aceptables para las cortes imperiales romanas,
y sus hombres nunca pudieron establecerse el tiempo suficiente para cultivar en
cualquier área. Ellos no mostraron ninguna inclinación de dejar el Imperio y
enfrentar a los hunos de los que habían huido en 376; de hecho los hunos seguían
causando otras migraciones que a menudo terminaban atacando a Roma. El grupo de
Alarico nunca fue destruido ni expulsado del Imperio, ni disgregado bajo la
dominación romana.798081

Intentos de Estilicón de unificar el imperio, revueltas e invasiones


Estilicón se trasladó con sus restantes fuerzas móviles a Grecia, una clara amenaza
para el control de Rufino del imperio oriental. Rufino, que carecía de fuerzas
adecuadas, alistó a Alarico y sus hombres, y los envió a Tesalia para evitar la
amenaza de Estilicón.86 La batalla no tuvo lugar. Estilicón se vio obligado a
enviar a algunas de sus fuerzas orientales a casa.87 y fueron a Constantinopla bajo
el mando de Gainas, un godo con un gran número de seguidores godos. A su llegada,
Gainas asesinó a Rufino, y fue nombrado magister militum de Tracia por Eutropio, el
nuevo ministro supremo y el único cónsul eunuco de Roma, quien controlaba a Arcadio
"como si fuera una oveja".88 Estilicón obtuvo unos soldados más desde la frontera
alemana y continuó haciendo una campaña ineficaz contra el imperio oriental; de
nuevo fue confrontado con éxito por Alarico y sus hombres. El año siguiente, 397,
Eutropio llevó personalmente a sus tropas a la victoria sobre algunos hunos que
estaban merodeando en Asia Menor. En consecuencia, con su posición fortalecida
declaró a Estilicón como enemigo público, y estableció como magister militum a
Alarico en Iliria. Un poema de Sinesio asesora al emperador para mostrar la hombría
y eliminar un "salvaje cubierto de piel" (probablemente Alarico) a partir de los
consejos del poder y sus bárbaros del ejército romano. No sabemos si Arcadio nunca
tuvo conocimiento de la existencia de este consejo, pero no tuvo ningún efecto
conocido.89 Sinesio, originario de una provincia que sufrió los estragos
generalizados de unos bárbaros pobres pero codiciosos, también se quejó de "la
guerra en tiempos de paz, casi peor que la guerra bárbara y que surge de la
indisciplina militar y la codicia del oficial".90

1883 Representación, Honorius alimentando a sus súbditos en agradecimiento por su


asistencia
"Los favoritos del Emperador Honorio", de John William Waterhouse, 1883
El magister militum en la diócesis de África se levantó contra el Este y detuvo el
suministro de grano a Roma.86 Italia no se había alimentado por sí misma durante
siglos y no podría hacerlo. En 398 Estilicón envió a sus últimas reservas, unos
pocos miles de hombres, para volver a tomar la diócesis de África, y fortaleció su
posición aún más cuando casó a su hija María con Honorio. A lo largo de este
período Estilicón, y todos los demás generales, estaban desesperadamente cortos de
reclutas y suministros.91 En 400 Estilicón fue acusado de enrolar por la fuerza a
los «laetus, alamanes, sármatas, vagabundos, hijos de veteranos» o cualquier otra
persona obligada a servir.92 Había llegado al fondo de su piscina de
reclutamiento93 Aunque personalmente no era corrupto, era muy activo en la
confiscación de activos;88 la máquina financiera y administrativa no estaba
produciendo suficiente apoyo para el ejército.
Estilicón con su familia
Díptico de marfil de la catedral de Monza, que se cree que representa a Estilicón
(derecha) con su esposa Serena y su hijo Eucherius, 395.
En 399 la rebelión de Tribigild en Asia Menor permitió a Gainas acumular un
ejército importante (en su mayoría godos), y convertirse en supremo en la corte del
Este, y ejecutar a Eutropio.94 Ahora sentía que podía prescindir de los servicios
de Alarico y trasladó nominalmente la provincia de Alarico al oeste. Este cambio
administrativo retiró el rango romano de Alarico y su derecho a la provisión legal
de sus hombres, dejando a su ejército —la única fuerza significativa en los
devastados Balcanes—. Como un problema para Estilicón.95 En 400 los ciudadanos de
Constantinopla se rebelaron contra Gainas y masacrarón a mucha de su gente,
soldados y sus familias, que podían atrapar. Algunos godos construyeron balsas y
trataron de cruzar la franja de mar que separa Asia de Europa; la armada romana los
mató.96 A principios de 401, se paseó la cabeza empalada de Gainas por
Constantinopla, mientras que otro general godo se convertía en cónsul.97 Mientras
tanto, grupos de hunos comenzaron una serie de ataques en todo el Danubio, y los
isauros merodeaban en Anatolia.98

En 401 Estilicón viajó a los Alpes a Recia, para reunir más tropas.99 Dejó el Rin
defendido solo por el «miedo» a las represalias romanas, en lugar de por fuerzas
adecuadas y capaces.99 A principios de primavera, Alarico, probablemente
desesperado,100 invadió Italia y condujo a Honorio hacia el oeste de Mediolanum, lo
asedió hasta Asti. Estilicón regresó tan pronto como los pases se habían despejado,
encontrándose con Alarico en dos batallas (cerca de Pollentia y Verona), sin
resultados decisivos. A los godos, debilitados, se les permitió retirarse a Iliria,
donde la corte occidental nuevamente le dio un cargo a Alarico, aunque solo como
comite y solo sobre de Dalmacia y Pannonia Secunda en lugar de la totalidad de
Iliria.101 Estilicón supuso probablemente que este pacto le permitiría al gobierno
italiano tener orden y reclutar nuevas tropas.91 También pudo haber planeado con la
ayuda de Alarico relanzar sus intentos de obtener el control sobre la corte
oriental.102

pendientes cristianos de Maria, hija de Estilicón, y esposa de Honorius.


Pendiente cristiano de la Emperatriz Maria, hija de Estilicón, y esposa de
Honorius. Museo del Louvre. La leyenda del pendiente dice, alrededor de la cruz
central (en el sentido del movimiento de las agujas del reloj): HONORI
MARIA
SERINA
VIVATIS
STELICHO.
las letras de un Christograma
Sin embargo, en 405, Estilicón se distrajo por una nueva invasión del norte de
Italia. Otro grupo de godos que huyen de los hunos, liderados por Radagaiso,
devastó el norte de Italia durante seis meses antes de que Estilicón pudiera reunir
suficientes fuerzas para tomar acciones contra ellos. Estilicón llamó a tropas de
Britannia y la profundidad de la crisis se demostró cuando instó a todos los
soldados romanos para permitir a que sus esclavos personales para luchar junto a
ellos.102 Sus fuerzas, incluyendo auxiliares Hunos y Alanos, puede que hayan
ascendido a algo menos de 15 000 hombres.103 Radagaiso fue derrotado y ejecutado y
12 000 de los prisioneros fueron puestos al servicio de Estilicón103 Estilicón
continuó las negociaciones con Alarico; Flavio Aetius, hijo de uno de los
principales partidarios de Estilicón, fue enviado como rehén a Alarico en 405. En
406 Estilicón, enterado de que nuevos invasores y rebeldes que habían aparecido en
las provincias del norte, insistió en hacer la paz con Alarico, probablemente,
sobre la sospecha de que Alarico se preparaba para movilizarse ya sea contra la
corte del Este o contra de los rebeldes en la Galia. El Senado resintió
profundamente la paz con Alarico; en 407, cuando Alarico marchó en Noricum y exigió
un gran pago por su esfuerzo de defender los intereses de Estilicón, el Senado,
"inspirado por el coraje, en lugar de la sabiduría, de sus predecesores",104 eligió
la guerra. Un senador famoso declamó non est ista pax, sed pactio servitutis ("Esto
no es paz, sino un pacto de servidumbre").105 Sin embargo, Estilicón pagó cuatro
mil libras de oro.106 Y mandó a Sarus, un general godo, sobre los Alpes para hacer
frente al usurpador Constantino III, este perdió y apenas escapó, dejando su
equipaje a los bandidos que ahora infestaban los pasos alpinos.106

La emperatriz María, hija de Estilicón, murió en 407 o principios del 408 y su


hermana Aemilia Materna Thermantia se casó con Honorio. En Oriente, Arcadio murió
el 1 de mayo 408 y fue reemplazado por su hijo Teodosio II; Estilicón parece que
llegó a haber planeado marchar a Constantinopla, e instalar allí un régimen leal a
sí mismo.107 También puede haber tenido la intención de dar a Alarico una posición
oficial de senior y mandarlo contra los rebeldes en la Galia. Antes de que pudiera
hacerlo, mientras él estaba ausente en Ticinum dirigiendo un pequeño destacamento,
un sangriento golpe de estado en contra de sus partidarios se llevó a cabo en la
corte de Honorio. Fue dirigido por la propia obra de Estilicón, Olimpio.108

408-410; final de un ejército regular y efectivo, hambruna en Italia, saqueo de


Roma
Caída de Estilicón y reacción de Alarico
En Bononia, Estilicón se entera de las noticias del golpe de Estado (donde
probablemente estaba esperando Alarico).109 Su pequeña escolta de bárbaros fue
dirigida por Sarus, quien se rebeló contra él. Sus tropas godas masacraron el
contingente huno mientras dormían, y luego se retiraron hacia las ciudades en las
que sus familias fueron alojadas. Estilicón ordenó que estas tropas no fueran
admitidas, pero, ahora, sin un ejército, se veía obligado a huir para sobrevivir,
siendo finalnente asesinado.110

Alarico fue declarado nuevamente enemigo del emperador. Los conspiradores luego
masacraron a las familias de los soldados federados (por ser presuntos partidarios
de Estilicón, aunque probablemente se habían rebelado contra él), y las tropas
desertaron en masa a favor de Alarico.111 Los conspiradores parecen haber dejado
que su principal ejército se desintegrara,112 y no contaban con sistema político
alguno, salvo la caza de los partidarios de Estilicón.113 Italia, a partir de
entonces, se quedó sin fuerzas locales de defensa.78 Heracliano, un coconspirador
de Olimpio, se convirtió en gobernador de la diócesis de África, donde controló la
fuente de la mayoría de los granos de Italia, y utilizó ese poder para los
intereses del régimen de Honorio.114

Como un "enemigo del emperador" declarado, a Alarico se le negó la legitimidad que


necesitaba para recaudar impuestos y para mantener las ciudades sin grandes
guarniciones, que no podía permitirse el lujo de separar. Él volvió a ofrecer
retirar a sus hombres, esta vez a Panonia, a cambio de una modesta suma de dinero y
el modesto título de comite, pero se le negó por ser partidario de Estilicón.115 Se
trasladó a Italia, probablemente utilizando la ruta y materiales dispuestos para él
por Estilicón,109 sin pasar por la corte imperial de Rávena —que estaba protegida
por pantanos y tenía un puerto— y amenazó a la propia ciudad de Roma. En el 407 no
hubo respuesta decidida como en la batalla de Cannas en el 216 a. C., cuando toda
la población romana, incluso esclavos, se había movilizado para enfrentar al
enemigo.116

Las operaciones militares de Alarico se centraron en el puerto de Roma, a través


del cual el suministro de grano de Roma tenía que pasar. El Primer asedio de Roma
por Alarico en 408 causó una hambruna terrible dentro de sus paredes. Este terminó
con un pago que, aunque era grande, era menos que lo que uno de los senadores más
ricos podría haber proporcionado.117 Los aristócratas más pudientes hicieron una
pequeña contribución; templos paganos fueron despojados de adornos para completar
el total. Con promesas de libertad, Alarico también reclutó a muchos de los
esclavos en Roma.118
Alarico se retiró a la Toscana y reclutó a más esclavos.118 Ataulfo, un godo en el
servicio romano y cuñado de Alarico, marchó a través de Italia para unirse a
Alarico a pesar de tomar las bajas de una pequeña fuerza de mercenarios hunos
liderados por Olimpio. Sarus era un enemigo de Ataúlfo, y a la llegada de Ataúlfo
volvió a entrar en servicio imperial.119

Asedio de Roma por Alarico


En 409 Olimpio fue capturado, y se le cortaron las orejas antes ser golpeado hasta
la muerte. Alarico intentó negociar de nuevo con Honorio, pero sus demandas (ahora
más moderadas, solamente tierra en la frontera y comida120) fueron exageradas por
el mensajero y Honorio respondió con insultos, los cuales fueron reportados
textualmente a Alarico.121 Se interrumpieron las negociaciones y el enfrentamiento
continuó. La corte de Honorio hizo negociaciones con el usurpador Constantino III
en la Galia y acordaron traer fuerzas de hunos a Italia. Alarico asoló Italia fuera
de las ciudades fortificadas, y los romanos se negaron a dar batalla abierta (para
los que tenían fuerzas inadecuadas).122 A finales de año Alarico envió obispos para
expresar su disposición a dejar Italia solo si Honorio concedía a su pueblo un
suministro de granos. Honorio, sintiendo debilidad, se negó rotundamente.123

Alarico se trasladó a Roma y capturó a Gala Placidia, hermana de Honorio. El


Senado, en Roma, a pesar de su aversión por Alarico, ahora estaba tan desesperado
como para darle casi cualquier cosa que quisiera. No tenían comida que ofrecer,
pero trataron de darle reconocimiento imperial; con la aquiescencia del Senado,
puso a Prisco Atalo como su emperador títere, y marchó a Rávena. Honorio planeaba
huir a Constantinopla cuando un ejército de refuerzos de 4000 soldados del Este
desembarcó en Rávena.124 Estos rodearon los muros y Honorio quedó atrapado. El
director de la corte de seguidores de Constantino fue ejecutado y este abandonó los
planes para marchar en defensa de Honorio.125 Atalo no logró establecer control
sobre la diócesis de África, y ningún grano llegó a Roma, donde el hambre se hizo
aún más grave,126 hasta el punto de que se produjeron actos de canibalismo dentro
de las paredes como informa Jerónimo de Estridón.127 Atalo no trajo a Alarico
ninguna ventaja real, fallando también en llegar a un acuerdo útil con Honorio (a
quien le ofreció mutilación, humillación y exilio). De hecho la afirmación de Atalo
era un indicador de la amenaza a Honorio, y Alarico lo destronó al cabo de unos
meses.128

En 410 Alarico tomó Roma por el hambre, saqueada durante tres días (había
relativamente poca destrucción, y en algunos lugares santos cristianos sus hombres
incluso se abstuvieron de demolición indiscriminada y violación), e invitó a sus
esclavos bárbaros restantes a unirse a él, lo que muchos hicieron. La ciudad de
Roma era la sede de las más ricas familias de la nobleza senatorial y el centro de
su patronazgo cultural; para los paganos era el origen sagrado del imperio, y para
los cristianos el asiento del heredero de San Pedro, el Papa Inocencio I, el obispo
de mayor autoridad de Occidente. Roma no se había rendido a un enemigo desde la
batalla de Alia más de ocho siglos antes. Refugiados extendieron la noticia y sus
historias por todo el Imperio, y el significado de la caída se debatió con fervor
religioso. Los cristianos y los paganos escribieron tratados amargos, culpando al
paganismo o al cristianismo, respectivamente, por la pérdida de la protección
sobrenatural de Roma, y en ambos casos culpando a los fracasos terrenales de
Estilicón.12988 Algunas respuestas cristianas predecían la inminencia del Día del
Juicio. Agustín en su libro "Ciudad de Dios" rechazó en última instancia, la idea
pagana y cristiana de que la religión debe tener beneficios mundanos; desarrolló la
doctrina de que la Ciudad de Dios en el cielo, sin daños por desastres mundanos,
era el verdadero objetivo de los cristianos.130 En términos más prácticos, Honorio
fue brevemente persuadidó a dejar de lado las leyes que prohíben a los paganos ser
oficiales del ejército, de modo que Generidus podría restablecer el control romano
en Dalmacia. Generidus hizo esto con eficacia inusual; sus técnicas fueron notables
para este periodo, en el que se incluyen la formación de sus tropas,
disciplinarlos, y darles suministros adecuados, incluso si tenía que usar su propio
dinero.131 Las leyes penales fueron reintegradas a más tardar el 25 de agosto 410 y
la tendencia general de la represión del paganismo continuó.132

monumento de un Forum Romanum honrando Honorius como excelentísimo e invencible


Inscripción honrando a Honorius, como florentissimo invictissimoque, excelentísimo
e invencible, 417-418, Forum Romanum
Procopio menciona una historia en la que Honorio, al oír que Roma había "perecido",
quedó impactado, pensando que las noticias se referían a su gallo llamado "Roma".
al escuchar que la Roma misma había caído suspiro en signo de alivio:

Se dice que en el momento que el emperador Honorio en Rávena recibió el mensaje de


uno de los eunucos, evidentemente, un guardián de las aves de corral, de que Roma
había perecido. Y éste clamó y dijo: "¡Y sin embargo, acaba de comer de mis manos!"
Porque él tenía un gran gallo, llamado Roma; y el eunuco comprendiendo sus
palabras, aclaró que era la ciudad de Roma, la que había perecido a manos de
Alarico, y el emperador con un suspiro de alivio respondió rápidamente: "Pero yo
pensaba que mi ave Roma había perecido." Tan grande, dicen, fue la locura con la
que estaba poseído este emperador.
Procopio, Las Guerras Vándalas (De Bellis III.2.25-26)
Los godos se mudan de Italia
Alarico luego se trasladó al sur, con la intención de navegar a África, pero sus
barcos naufragaron en una tormenta y poco después murió de fiebre. Su sucesor
Ataúlfo, siendo considerado como un usurpador y teniendo en cuenta solo las
garantías y acuerdos a corto plazo de los suministros, se trasladó al norte en el
torbellino de la Galia, donde había alguna perspectiva de alimentos. Su supergrupo
de bárbaros fueron llamados los visigodos en obras modernas. Puede que hayan estado
desarrollando su propio sentido de la identidad133

405-418: bárbaros y ladrones dentro de provincias galas, pérdida de Britania,


pérdida parcial de Hispania y Galia
La invasión del Rin en 405/6 trajo números inmanejables de bárbaros alemanes y
Alanos (quizás unos 30 000 guerreros, 100 000 personas134) en la Galia. Es posible
que hayan estado tratando de escapar de los hunos, que avanzaban para ocupar la
Gran Llanura húngara.135 Los próximos años, las tribus bárbaras que habían cruzado
el Rin vagaban en busca de alimento y empleo, mientras que fuerzas Romanas luchaban
entre sí en el nombre de Honorio y un número de reclamantes que competían por el
trono imperial.136

Las tropas restantes en Britannia tuvieron una sucesión de usurpadores imperiales.


El último, Constantino III, levantó un ejército de las tropas restantes en
Britannia, invadió la Galia y derrotó las fuerzas leales a Honorio lideradas por
Sarus. El poder de Constantino llegó a su punto máximo en 409 cuando controlaba la
Galia y más allá, fue cónsul junto con Honorio137 y su magister militum Geroncio
derrotó a la última fuerza romana para tratar de mantener las fronteras de
Hispania, dirigido por los familiares de Honorio; Constantino los ejecutó.
Gerontius fue a Hispania, donde él pudo haber asentado a los vándalos, suevos y
asdingos. Gerontius luego se peleó con su amo y puso a Maximus como su propio
emperador títere. Derrotó a Constantino y sitió a Arelate cuando el general de
Honorio, Constancio, llegó de Italia con un ejército (posiblemente, principalmente
de mercenarios hunos).138 Las tropas de Gerontius lo abandonaron y él se suicidó.
Constancio continuó el asedio, derrotando a un ejército de socorro. Constantino se
rindió en 411 con la promesa de que su vida se salvaría, y fue ejecutado.139

En 410, los oficiales romanos de Britania se rebelaron contra Constantino y


desalojaron a sus funcionarios. Pidieron ayuda de Honorio, quien respondió que
debían ocuparse de su propia defensa. Mientras que los británicos pudieron haberse
considerado a sí mismos como romanos durante varias generaciones, y los ejércitos
británicos en ocasiones puedieron haber luchado en la Galia, no se tiene constancia
de que ningún gobierno central de Roma nombrase funcionarios en Britannia con
posterioridad al año 410.140

En 411, Jovino se rebeló y se hizo cargo de las tropas restantes de Constantino en


el Rin. Contó con el apoyo de borgoñones y los alanos a quienes les ofreció
suministros y tierra. En 413 Jovinus también reclutó a Sarus; Ataulfo destruyó su
régimen en el nombre de Honorio, y ambos Jovinus y Sarus fueron ejecutados. Los
borgoñones se asentaron en la orilla izquierda del Rin. Ataulfo entonces operaba en
el sur de la Galia, a veces con los suministros a corto plazo de los romanos.141
Todos los usurpadores habían sido derrotados, pero grandes grupos bárbaros
permanecieron impunes tanto en la Galia e Hispania.140

Heracliano todavía estaba al mando en la diócesis de África, el último de la


camarilla que derrocó Estilicón para retener el poder. En 413 dirigió una invasión
de Italia, la cual perdió ante un subordinado de Constancio, y huyó de vuelta a
África, donde fue asesinado por agentes de Constancio.141

En enero de 414 fuerzas navales romanas bloquearon a Ataulfo en Narbona, donde se


casó con Gala Placidia. Los asistentes de la boda incluían a Atalo, un emperador
títere sin ingresos o soldados.142 Ataulfo pronunció la célebre frase que había
abandonado su intención de establecer un imperio godo debido a la irremediable
barbarie de sus seguidores, y en su lugar trató de restaurar el Imperio romano.143
128 Él entregó a Atalo al régimen de Honorio para su mutilación, humillación y
exilio, y abandonó a los partidarios de Atalo.144 Uno de estos seguidores, Paulino
Pellaeus, registró que los godos se consideraban misericordiosos por permitirle a
él y a su casa salir miserablemente, pero vivo, sin haber sido violado.142 Ataulfo
se trasladó fuera de la Galia, a Barcelona. Allí su pequeño hijo fue sepultado por
Galla Placidia, y Ataúlfo fue asesinado por uno de sus criados domésticos,
posiblemente un antiguo seguidor de Sarus.145146 Su último sucesor, Walia, no tenía
ningún acuerdo con los romanos; su pueblo tenían que saquear en Hispania por
comida.147

418: asentamientos de bárbaros dentro del imperio


Áreas saqueadas o reclamadas por los bárbaros en Hispania hacia 418
Áreas saqueadas o reclamadas por los bárbaros en 416-418
En 416 Walia llegó a un acuerdo con Constancio; envió a Galla Placidia de vuelta a
Honorio y recibió un pago de seiscientos mil modii de trigo.148 De 416 a 418, los
godos de Walia atacaron en Hispania en nombre de Constancio, exterminaron a los
vándalos silingos en la Bética y la redujeron a los alanos hasta el punto que los
supervivientes buscaron la protección del rey de los vándalos Asding (por el
momento se redujeron en número y fueron eficazmente intimidados, pero después se
formó otro supergrupo bárbaro). En 418, por un acuerdo con Constancio, los godos de
Walia aceptaron tierra para cultivar en Aquitania.149 Constancio también restituyó
un consejo anual de las provincias galas del sur, que se reunía en Arelate. Aunque
Constancio reconstruyó el ejército de campaña occidental en cierta medida –la
Notitia Dignitatum da una lista de las unidades del ejército de campaña occidental
en este momento–, lo hizo solamente por la sustitución de la mitad de sus unidades
(disueltas en las guerras desde 395) por bárbaros ascendidos de graduación, y por
tropas de la reserva retiradas de la frontera.150

Constancio se había casado con la princesa Gala Placidia (a pesar de sus protestas)
en 417. La pareja pronto tuvo dos hijos, Honoria y Valentiniano III, y Constancio
fue asignado a la posición de Augusto en 420. Esto le valió la hostilidad de la
corte oriental, que no había acordado con su asignación.151sin embargo Constancio
había alcanzado una posición inexpugnable en la corte occidental, en la familia
imperial, y como el comandante en jefe de un ejército parcialmente restaurado.152
153

Este acuerdo representa un verdadero éxito para el Imperio, un poema de Claudio


Rutilio Namaciano celebra su viaje de vuelta a la Galia en 417 y su confianza en la
restauración de la prosperidad. Pero marcó enormes pérdidas de territorio y de los
ingresos; Rutilio viajó por barco más allá de los puentes en ruinas y el paisaje de
la Toscana, y el oeste del río Loira se había convertido en el límite norte de la
Galia romana154 En el este de la Galia los francos controlaban grandes áreas; la
línea de control romano efectivo hasta 455 corría de norte de Colonia (perdió ante
el Ripuarian franco en 459) de Boulogne. Las zonas italianas que habían sido
obligadas a apoyar a los godos, habían remitido la mayoría de sus impuestos por
varios años.155156 Incluso en el sur de la Galia e Hispania grandes grupos bárbaros
mantuvieron su propio ejército no romano, con miles de guerreros, y sistemas
sociales. Algunos de vez en cuando reconocían un grado de control político romano,
pero, sin la aplicación local de liderazgo romano y el poder militar, ellos y sus
subgrupos individuales persiguieron sus propios intereses.157

421-433: lucha renovada después de la muerte de Constancio, pérdida parcial de la


diócesis de África
Constancio murió en 421, después de solo siete meses como Augusto. Había tenido
cuidado para asegurarse de que no había ningún sucesor en espera, y sus propios
hijos eran demasiado jóvenes para tomar su lugar.152 Honorio era incapaz de
controlar su propia corte y la muerte de Constancio inició más de diez años de
inestabilidad. Inicialmente Galla Placidia buscó el favor de Honorio con la
esperanza de que su hijo podría heredar el puesto en última instancia. Otros
intereses judiciales lograron derrotarla, y ella huyó con sus hijos a la corte
oriental en 422. Honorio mismo murió, poco antes de su trigésimo noveno cumpleaños,
en 423. Después de algunos meses de intriga, el patricio Castino instaló a Joannes
como emperador occidental, en cambio, el gobierno Romano de Oriente proclamó el
niño Valentiniano III como emperador de occidente, su madre Gala Placidia actuó
como regente durante su minoría de edad. Joannes tenía pocas tropas propias. Por lo
que envió a Aecio para conseguir ayuda de los hunos. Un batallón del Este aterrizó
en Italia, capturado a Joannes, cortó su mano, y abusó de él en público, y lo mató
junto con la mayoría de sus altos funcionarios. Aecio volvió, tres días después de
la muerte Joannes, a la cabeza de un sustancial ejército huno que lo hizo el
general más poderoso de Italia. Después de algunos combates, Placidia y Aecio
llegaron a un acuerdo; los hunos fueron pagados y enviados a casa, mientras Aecio
recibió el cargo de magister militum.158

Gala Placidia, como Augusta, madre del emperador, y regente hasta 437, podría
mantener una posición dominante en la corte, pero las mujeres en la Antigua Roma no
ejercían poder militar y ella no podía ser un general. Ella intentó durante algunos
años evitar la dependencia de una sola figura militar dominante, y mantener un
equilibrio de poder entre sus varios oficiales de alto rango, Aecio (magister
militum en la Galia), el conde Bonifacio gobernador en la diócesis de África, y
Flavius Felix magister militum praesentalis en Italia.159 Mientras tanto, el
Imperio se deterioró seriamente. Aparte de las pérdidas en la diócesis de África,
Hispania fue deslizándose fuera del control central y cayó en las manos de los
gobernadores locales y bandidos suevos. En la Galia la frontera del Rin se había
derrumbado, los visigodos en Aquitania pueden haber lanzado nuevos ataques contra
Narbona y Arelate, y los francos, cada vez más potentes, aunque desunidos, eran el
principal poder en el noreste. Aremorica fue controlado por los bagaudas, líderes
locales que no estaban bajo la autoridad del Imperio.160 Aecio hizo una campaña
vigorosa y sobre todo victoriosa, derrotando a visigodos, francos agresivos, nuevos
invasores germánicos, bagaudas en Aremorica, y una rebelión en Noricum.161 No es la
primera vez en la historia de Roma en que, un triunvirato de gobernantes
desconfiados mutuamente, resultó inestable. En 427 Félix trató de reconquistar a
Bonifacio de África; él se negó, y venció la fuerza invasora de Félix. Bonifacio
probablemente reclutó algunas tropas Vándalas entre otros.162

En 428 los vándalos y los alanos se unieron bajo el poder del feroz, y longevo rey
Genserico; quien trasladó todo su pueblo a Tarifa cerca de Gibraltar, los dividió
en 80 grupos nominalmente de 1000 personas (tal vez 20 mil guerreros en total),134
y cruzó de Hispania a Mauritania sin oposición. El estrecho de Gibraltar no eran
una vía importante en el momento, y no había fortificaciones significativas ni
presencia militar en este extremo del Mediterráneo. Pasaron un año moviéndose
lentamente a Numidia, derrotando a Bonifacio. Este regresaría a Italia, donde Aecio
había recientemente ejecutado a Felix. Bonifacio fue ascendido a magister militum y
se ganó la enemistad de Aecio, que pudo haber estado ausente en la Galia en el
momento. En 432 los dos se encontraron en la batalla de Rávena, que dejaron a las
fuerzas de Aecio derrotadas y a las de Bonifacio gravemente afectadas. Aecio se
retiró temporalmente a sus fincas, pero después de un intento de asesinato levantó
otro ejército huno (probablemente concediendo partes de Panonia a ellos) y en 433
regresó a Italia, superando a todos sus rivales. Aecio nunca amenazó con
convertirse en un Augustus y por lo tanto mantuvo el apoyo de la corte oriental
donde, el primo de Valentiniano, Teodosio II reinó hasta 450.163

433-454: ascenso de Aecio, pérdida de Cartago


Aecio hizo una campaña vigorosa, en la estabilización de la situación en la Galia y
en Hispania. Se basó en gran medida en sus fuerzas de hunos. Con una ferocidad
celebrada siglos más tarde en el Cantar de los Nibelungos, los hunos masacraron a
muchos borgoñones en el Rin medio, restablecieron a los supervivientes como aliados
romanos, en el primer reino de Borgoña. Esto puede haber ocasionado el regreso de
algún tipo de autoridad romana a Trier.164 Las tropas orientales reforzadas de
Cartago, detuvieron temporalmente a los vándalos, quienes en 435 acordaron
limitarse a Numidia y dejar las partes más fértiles del norte de África en paz.
Aecio concentró sus limitados recursos militares para derrotar a los visigodos de
nuevo, y su diplomacia restauró un poco el orden en Hispania.165 Sin embargo, su
general Litorio fue derrotado por los visigodos en Toulouse, y un nuevo rey suevo,
Requiario, comenzó a realizar asaltos a lo que quedaba de la Hispania romana. En un
momento Rechiar incluso se alió con bagaudas. Estos fueron los romanos que no
estaban bajo el control imperial; algunos de los motivos de la rebelión los indican
los comentarios de un cautivo romano que era feliz en el lote de Atila, dando una
cuenta animada de

Los vicios de un imperio en declive, de los que habían sido víctima tanto tiempo;
el cruel absurdo de los príncipes romanos, incapaces de proteger a sus súbditos
contra el enemigo público, dispuestos a confiar en ellos con armas para su propia
defensa; el peso intolerable de impuestos, aún más opresivo por los modos
intrincados o arbitrarias de la colección; la oscuridad de numerosas y
contradictorias leyes; las formas tediosas y costosas de los procesos judiciales;
la administración parcial de la justicia; y la corrupción universal, lo que aumentó
la influencia de los ricos, y agravó las desgracias de los pobres.166

Una polémica religiosa de esta época se queja amargamente de la opresión y la


violencia77 sufrido por todos, excepto los más ricos, muchos de los cuales deseaba
huir al bagaudas o incluso con los malolientes bárbaros.

Aunque estos hombres difieren en costumbres e idioma de aquellos con los que se han
refugiado, y no están acostumbrados también, si se me permite decirlo, al olor
nauseabundo de los cuerpos y la ropa de los bárbaros, sin embargo, prefieren la
extraña vida que encuentran allí a la injusticia abunda entre los romanos. Así que
te encuentras pasando por encima de los hombres en todas partes, ahora a los godos,
ahora a la bagaudas, o lo que otros bárbaros han establecido su poder en cualquier
lugar. Llamamos a esos hombres rebeldes y totalmente abandonados, a los que nos han
obligado a delinquir. Porque por lo que otras causas eran hicieron bagaudas guardar
por nuestros actos injustos, las decisiones malvadas de los magistrados, la
proscripción y la extorsión de los que han convertido las exacciones públicas para
el incremento de sus fortunas privadas e hizo el impuesto indicciones su
oportunidad para el saqueo167

De Britannia viene una indicación de la prosperidad que la libertad de los


impuestos podría traer.

Los estragos del enemigo eran apenas visible, que la isla fue inundada con una
extraordinaria abundancia de todas las cosas, mayor de lo que se conoce antes, y
con ella se criaron todo tipo de lujos y desenfreno.168

La efectiva protección imperial de los ataques de los bárbaros fue buscada


ansiosamente. Acerca de este tiempo las autoridades de Britannia pidieron a Aecio
ayuda:

"Para Aecio, ahora cónsul por tercera vez: los gemidos de los británicos ". Y por
lo tanto de nuevo: -" Los bárbaros nos conducen al mar; el mar nos lanza de nuevo
hacia los bárbaros: así dos modos de morir nos esperan, ya sea asesinado o ahogamos
"Los romanos, sin embargo, no podía ayudarles...168

Los visigodos dieron otro pasó en su camino hacia la plena independencia; hicieron
su propia política exterior, el envío de princesas para unirse (y no sin éxito) en
alianzas matrimoniales con Rechiar, rey de los suevos y con Hunerico, hijo del rey
vándalo Genseric.169

En 439 los vándalos se trasladaron hacia el este (abandonaron temporalmente


Numidia) y capturaron Cartago, donde establecieron un Estado independiente con una
poderosa armada. Esto trajo una crisis financiera inmediata para el Imperio de
Occidente; la diócesis de África era próspera, normalmente requería pocas tropas
para mantenerla segura, aportaba grandes ingresos fiscales, y trigo para alimentar
a Roma —una parte del cual exportaba a otros lugares—.170 Tropas romanas se
reunieron en Sicilia, pero el contraataque planeado nunca sucedió. los Hunos
atacaron el imperio del Este,171 y

las tropas, que habían sido enviadas contra Genserico, se apresuraron a recuperar
Sicilia; las guarniciones, en el lado de Persia, se agotaron; y una fuerza militar
fue reclutada en Europa, que hubiera sido temible por sus números, si los generales
hubieran entendido la ciencia de comando, y los soldados el deber de obediencia.
Los ejércitos del imperio oriental fueron vencidos en tres enfrentamientos
sucesivos... Desde el Helesponto a Termópilas, y los suburbios de Constantinopla,
Atila devastó, sin resistencia y sin piedad, las provincias de Tracia y Macedonia
172

Las Invasiones de Atila del este fueron detenidas por las murallas de
Constantinopla, y este extremo oriental del Mediterráneo fue fuertemente
fortificado. No hubo invasiones bárbaras significativas por mar en las zonas ricas
del sur de Anatolia, el Levante y Egipto.173 A pesar de amenazas internas y
externas, y de la creciente discordia religiosa en Occidente, estas provincias se
mantuvieron prósperas y contribuyentes para recolectar los impuestos; a pesar de
los estragos de los ejércitos de Atila y las extorsiones de sus tratados de paz, el
ingreso fiscal general siguió siendo adecuado para las funciones esenciales del
Estado del imperio oriental.174175 Genserico asentó los vándalos como propietarios
de tierras176 y en 442 fue capaz de negociar los términos de paz muy favorables a
la corte occidental. Mantuvo sus ganancias y su hijo mayor Hunerico fue honrado por
el matrimonio con la princesa Eudocia, que llevaba la legitimidad de la dinastía de
Teodosio. la Esposa Goda de Hunerico era sospechosa de tratar de envenenar a su
padrastro Genserico; y ella fue enviada a casa sin nariz o las orejas, y su alianza
goda llegó a su fin antes de tiempo.177 Los romanos recuperaron Numidia, y Roma de
nuevo recibió un suministro de grano de África.

Las pérdidas de ingresos de la diócesis de África fueron equivalentes a los costos


de casi 40 000 soldados de infantería o más de 20 000 de efectivos de
caballería.178 El régimen imperial tuvo que aumentar los impuestos. A pesar de
admitir que el campesinado no podía pagar más, y que un ejército suficiente no
podía ser levantado, el régimen imperial protegió los intereses de los propietarios
desplazados de África y permitió a los individuos ricos evadir impuestos.179180

444-453: ataques al imperio de Atila el huno


En 444, los hunos se hallan unidos y sometidos a la autoridad de Atila. Superaban
varias veces a otros grupos, predominantemente germanos.181 Su poder se basaba en
parte en su capacidad permanente para recompensar a sus seguidores principales con
metales preciosos,182 y continuaron atacando el Imperio de Oriente hasta 450; para
entonces habían obtenido grandes sumas de dinero y muchas otras concesiones de
este.183Atila pudo no haber necesitado ninguna excusa para voltear a Occidente,
pero recibió una en la forma de una petición de ayuda de Honoria, hermana del
emperador, que estaba siendo forzada a un matrimonio que le molestaba. Atila
reclamó Honoria como su esposa y la mitad del territorio del Imperio de Occidente
como su dote. Ante la negativa, invadió la Galia en el año 451 con un ejército
enorme. En la sangrienta batalla de los Campos Cataláunicos la invasión fue
detenida por las fuerzas combinadas de los bárbaros dentro del imperio occidental,
coordinados por Aecio y apoyados por lo que las tropas que pudieron reunir. Al año
siguiente, Atila invadió Italia y procedió a marchar sobre Roma, pero un brote de
enfermedad en su ejército, falta de suministros, informes de que las tropas romanas
de Oriente estaban atacando a su población no combatiente en Panonia, y,
posiblemente, la súplica del Papa León por la paz influyeron en él para detener
esta campaña. Atila murió inesperadamente de un año más tarde (453) y su imperio se
desmoronó con sus seguidores luchando por el poder. La vida de Severino de Nórico
da pistas de la inseguridad general y la retirada definitiva de los romanos en el
Danubio superior, a raíz de la muerte de Atila. Los romanos estaban sin fuerzas
adecuadas; los bárbaros infligieron la extorsión, asesinato, secuestro y saqueo de
los romanos y uno del otro.

En tanto que el dominio romano duró, los soldados se mantuvieron en muchas ciudades
a expensas del público para proteger el muro de la frontera. Cuando esta costumbre
cesó, los escuadrones de soldados y el muro de la frontera fueron borrados juntos.
La tropa en Batavis, sin embargo. Algunos soldados de esta tropa que habían ido a
Italia a buscar el pago final a sus camaradas, y nadie sabía que los bárbaros los
habían matado en el camino 184

En 454 Aecio fue apuñalado a muerte personalmente por Valentiniano, quien fue
asesinado por los partidarios del general muerto un año más tarde.185

Pensó que había matado a su amo; se encontró con que había matado a su protector, y
él, indefenso, cayó víctima a la primera conspiración que fue tramada contra su
trono.186

Un rico aristócrata senatorial, Petronio Máximo, que había alentado a ambos


asesinatos, a continuación, se apoderó del trono. Él rompió el enganche entre
Hunerico, príncipe de los vándalos, y la princesa Eudoxia, y tuvo tiempo de enviar
Avito para pedir la ayuda de los visigodos en la Galia187 antes de que los vándalos
navegaran a Italia. Petronio fue incapaz de reunir cualquier respuesta eficaz y fue
asesinado por una turba mientras trataba de huir de la ciudad. Los vándalos
entraron en Roma, y saquearon durante dos semanas. A pesar de la escasez de dinero
para la defensa del Estado, una considerable riqueza privada se había acumulado
desde el saqueo anterior de 410. Los vándalos salieron con grandes cantidades de
tesoro y también con la princesa Eudocia, que se convirtió en la esposa de un rey
vándalo y en madre de otro.188Los vándalos conquistaron Sicilia, y su flota se
convirtió en un peligro constante para el comercio marítimo romano y de las costas
e islas del Mediterráneo occidental.189

455-456: fracaso de Avito, pérdidas en la Galia y ascenso de Ricimero


Avito, en la corte visigoda en Burdigala, se declaró emperador. Se trasladó a Roma
con el apoyo de los visigodos, que ganó su aceptación por Mayoriano y Ricimero,
comandantes del ejército romano restante de Italia. Esta fue la primera vez que un
reino bárbaro había jugado un papel clave en la sucesión imperial.190 Sidonio,
yerno de Avito, escribió propaganda para presentar el rey visigodo Teodorico II
como un hombre razonable, con el que un régimen romano podía hacer negocios.191

El pago de Teodorico incluyó el metal precioso los adornos públicos restantes de


Italia,192 y una campaña, sin supervisión romana, de las tropas visigodas en
Hispania. Allí, no solo derrotaron a los suevos, ejecutando al cuñado de Requiario,
sino que también saquearon las ciudades romanas.191 Mientras tanto, los burgundios
expandieron su reino en el valle del Ródano y los vándalos tomaron los restos de la
diócesis de África.193

En 456, el ejército visigodo estaba demasiado ocupado en Hispania para ser una
amenaza efectiva para Italia, y Ricimero acababa de destruir una flota pirata
vándala de sesenta naves. Mayoriano y Ricimero marcharon contra Avito y lo
derrotaron cerca de Placencia. Avito se vio obligado a convertirse en obispo de
Plasencia, y murió (posiblemente asesinado) unas semanas más tarde.194

457-467: resurgimiento con Mayoriano, intento de recuperar África, control de


Ricimero

Durante sus cuatro años de reinado, Mayoriano reconquistó la mayor parte de


Hispania y el sur de Galia e hizo de los visigodos, burgundios y suevos pueblos
federados.
Italia estaba ahora bajo el control de Mayoriano y Ricimero. Ricimero era el hijo
de un rey suevo y su madre era hija de una goda, así que no podía aspirar al trono
imperial romano. Después de algunos meses, que le permitieron la negociación con el
nuevo emperador de Constantinopla, León I, y la victoria de uno de sus subordinados
sobre 900 invasores alamanes en Italia, Mayoriano fue aclamado como Augusto.
Mayoriano es descrito por Gibbon como "un gran y heroico personaje".195

Durante su corto reinado, se reconstruyó el ejército y la marina de Italia con


vigor y se dedicó a la recuperación de las provincias galas restantes, que no
habían reconocido su ascenso. Él derrotó a los visigodos en la Batalla de Arelate,
reduciéndolos a un estatus federado y que les obligó a renunciar a sus reclamos en
Hispania; y pasó a someter a los burgundios, los galo-romanos alrededor Lugdunum
(que fueron objeto de concesiones fiscales y cuyos funcionarios de alto nivel
fueron nombrados a partir de sus propias filas) y los suevos y bagaudas en
Hispania.

Marcelino, magister militum en Dalmacia, pagano y general de un ejército bien


equipado, lo reconoció como emperador y recuperó a Sicilia de los vándalos.196
Egidio también reconoció a Mayoriano y se hizo cargo del norte de la Galia. (Egidio
también puede haber utilizado el título de «rey de los francos».197) Los abusos en
la recaudación de impuestos se reformaron y los ayuntamientos se fortalecieron,
ambas acciones necesarias para reconstruir la fuerza del Imperio pero desventajosa
para los aristócratas más ricos.198 Mayoriano preparó una flota en Cartago Nova
para la reconquista esencial de la diócesis de África.

Sin embargo, la flota fue quemada por traidores, y Mayoriano tuvo que hacer las
paces con los vándalos, regresando a Italia. Al arribar a Roma, Ricimero lo arrestó
y lo ejecutó cinco días después. Marcelino en Dalmacia, y Egidio alrededor de
Soissons, en el norte de la Galia, rechazaron tanto a Ricimero, como a sus títeres,
y mantuvieron una versión de la dominación romana en sus áreas de influencia.199
Ricimero más tarde entregó a Narbona y sus alrededores a los visigodos, en
recompensa por su ayuda contra Egidio. Esto hizo imposible a los ejércitos romanos
marchar de Italia a Hispania.

Ricimero fue, a partir de entonces entonces, el gobernante de Italia (pero poco


más) durante varios años. De 461 a 465, el piadoso aristócrata italiano Libio
Severo reinó a la sombra del "hacedor de emperadores". No hay constancia de nada
significativo que Libio Severo incluso haya intentado lograr. Nunca fue reconocido
por el Gobierno de Constantinopla, cuya ayuda era necesaria para Ricimero, y murió
convenientemente en 465, posiblemente envenenado.

467-472: Antemio, emperador del oeste y general del este

Tremissis de Antemio
Después de 16 meses sin un emperador occidental, el tribunal del Este nombró a
Antemio, un general de éxito que tuvo un fuerte apoyo del trono del Este. Llegó a
Italia con un ejército, apoyado por Marcelino y su flota; casó a su hija Alipia con
Ricimero, y fue proclamado Augusto en 467, con el beneplácito de León I.

En 468, al gran gasto, el imperio oriental formó una enorme fuerza para ayudar a
Occidente a retomar la diócesis de África. Marcelino expulsó rápidamente a los
vándalos de Cerdeña y Sicilia, y una invasión terrestre los desalojó fuera de
Tripolitania. El comandante en jefe de la fuerza principal derrotó a una flota
vándala cerca de Sicilia y desembarcó en el cabo Bon. Aquí, Genserico ofreció su
rendición, si podía tener una tregua de cinco días para preparar el proceso. Él
utilizó el respiro para preparar un ataque a gran escala precedido por naves de
guerra, que destruyeron la mayor parte de la flota romana y mataron a muchos de sus
hombres.

Los vándalos reafirmaron su posesión de la diócesis de África y volvieron a tomar


Cerdeña y Sicilia. Marcelino fue asesinado, posiblemente por orden de Ricimero.200
El prefecto pretoriano de la Galia, Arvando, trató de persuadir al nuevo rey de los
visigodos para que se rebelase, con el argumento de que el poder romano en la Galia
había terminado de todos modos, pero este se negó.

Antemio todavía estaba al mando de un ejército en Italia. Además, en el norte de la


Galia, un ejército bretón acaudillado por Riotamo, operaba a favor de los intereses
imperiales.201 Antemio envió a su hijo al otro lado de los Alpes, con un ejército,
para exigir que los visigodos regresaran el sur de la Galia al control romano. Esto
habría permitido que el Imperio recuperara el acceso a Hispania de nuevo. Sin
embargo, los visigodos se negaron, derrotaron a las fuerzas de ambos Riotamo y
Antemio y se repartieron con los burgundios casi todo el territorio imperial
restante en el sur de la Galia.

Ricimero entró en conflicto con Antemio y lo sitió en Roma. La ciudad se rindió por
hambre en julio de 472.202 Antemio fue capturado y ejecutado por orden de Ricimero.
Anicio Olibrio fue proclamado como nuevo emperador de Occidente y coronado por el
príncipe burgundio Gundebaldo, que era sobrino de Ricimero. En agosto, Ricimero
murió de una hemorragia pulmonar. Olibrio murió poco después, en octubre del mismo
año.203

472-476: últimos emperadores, marionetas de señores de la guerra

Tremissis de Julio Nepote


Tras la muerte de Olibrio, hubo un interregno hasta marzo de 473, cuando Gundebaldo
proclamó a Glicerio como nuevo emperador. Glicero pudo haber hecho algún intento de
intervenir en la Galia. Sin embargo, si así fue, no tuvo éxito.204

En 474, Julio Nepote, sobrino y sucesor del general Marcelino, llegó a Roma con los
soldados y la autoridad del emperador de Oriente León I. Gundebaldo se había
marchadoa a la Galia, para disputar el trono de Borgoña,204 por lo que Glicerio se
rindió sin luchar. Se retiró para convertirse en obispo de Salona, en Dalmacia.204

En 475, Flavio Orestes, exsecretario de Atila, expulsó a Julio Nepote de Rávena, la


capital imperial, y proclamó a su propio hijo Flavio Momillo Rómulo Augusto (Rómulo
Augústulo) nuevo emperador de Occidente, el 31 de octubre. Su apellido "Augusto"
(gran emperador) fue cambiado a 'Augústulo' (pequeño emperador) por los rivales,
pues todavía era menor de edad y nunca fue reconocido fuera de Italia como
gobernante legítimo.205

En 476, Orestes se negó a conceder a Odoacro y a los hérulos el estado de


federados, lo que provocó una invasión. Orestes huyó a la ciudad de Pavía, el 23 de
agosto de 476, donde el obispo de la ciudad le dio asilo. Sin embargo, Orestes
pronto fue obligado a huir de Pavía, cuando el ejército de Odoacro se abrió paso a
través de las murallas y asoló la ciudad. El ejército de Odoacro persiguió a
Orestes a Piacenza, donde lo capturaron y lo ejecutaron, el 28 de agosto de 476.

El 4 de septiembre de 476, Odoacro obligó a abdicar al adolescente de 16 años de


edad, Rómulo Augústulo, a quien su padre Orestes había proclamado emperador de
Roma. Después de deponer a Rómulo, Odoacro decidió no ejecutarlo. El Anónimo
Valesiano escribió que Odoacro, "teniendo piedad de su juventud", perdonaba la vida
de Rómulo y le concedió una pensión anual de 6000 sólidos, antes de mandarlo a
vivir con familiares en Campania.206207 Odoacro luego se instaló como gobernante
sobre Italia, y envió las insignias imperiales a Constantinopla.208

476: último emperador, estados restantes y reunificación con Oriente


Imperio romano en 477
Europa en 477. Las zonas coloreadas son los territorios donde se mantuvo la
autoridad romana tras el derrocamiento de Rómulo Augustulo.
Por convención, se considera que el Imperio romano de Occidente terminó el 4 de
septiembre de 476, cuando Odoacro depuso a Rómulo Augústulo y se proclamó
gobernante de Italia, pero dicha convención está sujeta a muchos matices. En teoría
constitucional romana, el Imperio seguía simplemente unido bajo un emperador, lo
que no implica un abandono de las reivindicaciones territoriales. En las zonas de
convulsiones del Imperio moribundo se había hecho legítima la autodefensa
organizada. Estados en ruinas continuaron bajo alguna forma de dominación romana
después de 476.

Julio Nepote todavía pretendía ser emperador de Occidente y controlar Dalmacia


hasta su asesinato en 480. Siagrio, hijo de Egidio, gobernó el dominio de Soissons
hasta su asesinato en 487.209 Los habitantes indígenas de Mauritania desarrollaron
reinos propios, independientes de los vándalos, con fuertes rasgos romanos.
Nuevamente pidieron el reconocimiento imperial con las reconquistas de Justiniano
I, y pusieron una resistencia efectiva a la conquista musulmana del Magreb en el
siglo VII.210

Si bien las ciudades de Britania se hundieron en un nivel de desarrollo material


inferior incluso a su Edad de Hierro prerromana,211 mantuvieron rasgos
identificables a los romanos durante algún tiempo, y continuaron cuidando su propia
defensa, tal y como Honorio había autorizado.212213 De esta época, surgen las
leyendas artúricas, tal vez basadas en un caudillo romanobritano real, que defendió
la isla de las invasiones sajonas.

Reino ostrogodo de Italia


El Reino ostrogodo, que surgió en parte del territorio del desaparecido Imperio
romano de Occidente.
Odoacro comenzó a negociar con el emperador romano de Oriente (Bizancio) Zenón, que
estaba ocupado con los disturbios en Oriente. Zenón finalmente le concedió a
Odoacro el rango de patricio y lo aceptó como su virrey de Italia. Zenón, sin
embargo, insistió en que Odoacro tuviera que rendir homenaje a Julio Nepote como el
emperador del Imperio de Occidente. Odoacro nunca regresó cualquier territorio o
poder real, pero hizo emitir monedas en el nombre de Julio Nepote en toda Italia.
El asesinato de Julio Nepote en 480 (Glicerio puede haber sido uno de los
conspiradores) impulsó a Odoacro a invadir Dalmacia, anexándola a su Reino de
Italia.

En 488, el emperador oriental autorizó a un caudillo godo problemático, Teodorico


(más tarde conocido como "el Grande") a invadir Italia con su ejército. Después de
varias campañas, en 493 Teodorico y Odoacro acordaron gobernar conjuntamente.
Celebraron su acuerdo con un banquete de reconciliación, en el que los hombres de
Teodorico asesinaron a los de Odoacro y Teodorico personalmente cortó a Odoacro en
dos.214

Clodoveo (en Galia), Hunerico (en África), Teodorico (como rey en Italia y regente
en Hispania), juraron lealtad a Oriente, siendo ambos nombrados cónsules por el
Emperador, representándole y actuando en su nombre.

Legado
El Imperio romano no era solo una unidad política forzada por la violencia. También
ocasionó el progreso de la civilización en la cuenca del Mediterráneo y más allá.
Impulsaba la producción, el comercio, y la arquitectura, la alfabetización secular
generalizada, la ley escrita, y una lengua internacional de la ciencia y la
literatura.214

Los bárbaros occidentales, romanos por el ius soli, continuaron el legado romano
bajo nuevas formas, influenciados desde Constantinopla.214

Al observar las continuidades culturales y arqueológicas a través del período, más


allá del control político-militar perdido, el proceso ha sido revaluado como una
transformación cultural compleja, más que una caída meramente política.215

Véase también
Historiografía de la decadencia del Imperio romano
Imperio bizantino
Rómulo Augústulo
Referencias
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American Academy of Arts and Sciences 1996. vol. 49 no. 8 pp. 29-43.
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Gibbon, Chapter II: Fall In The West
Gibbon y 1845, Chapter I: The Extent of the Empire in the Age of the Antonines.
Chapter II: The Internal Prosperity in the Age of the Antonines. Chapter III: The
Constitution in the Age of the Antonines..
Heather, 2005, p. 67.
Heather, 2005, p. 123.
Letki, 2012, pp. 52–53.
Aurelius Victor: De Caesaribus XXXIII v. 34. «Et patres quidem praeter commune
Romani malum orbis stimulabat proprii ordinis contumelia, 34 quia primus ipse metu
socordiae suae, ne imperium ad optimos nobilium transferretur, senatum militia
vetuit et adire exercitum. Huic novem annorum potentia fuit.»
Heather, 2005, pp. 63-64.
Macarius Magnes, Apocriticus IV: 23: «Por lo tanto, usted comete un gran error al
pensar que Dios se enoja si cualquier otro es llamado dios y obtiene el mismo
título que Él mismo. Porque ni siquiera los gobernantes se oponen al título de sus
súbditos, ni los amos de los esclavos.»
MacMullen, 1988, pp. 110, 147.
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como estaba en la más extrema indigencia, se desprende más claramente de este
hecho: cuando entró por primera vez en esas partes, descubrió que se exigían
veinticinco piezas de oro en concepto de tributo [...]; pero cuando se fue, sólo
bastaron siete para la plena satisfacción de todos los deberes. Y a causa de esto
(como si un sol claro los hubiera iluminado después de la terrible oscuridad),
expresaron su alegría en regocijos y bailes.»
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