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3.

EL TUTOR Y LA TUTORIZACION EN LA TELEFORMACIÓN


Son muy numerosos los estudios que se realizan sobre el perfil de los
alumnos, sus conocimientos iniciales, los requisitos de acceso a una
determinada formación, sus necesidades, etc. Sin embargo, no suelen ser
tan abundantes los estudios sobre los perfiles y funciones de un tutor,
profesor o formador (a partir de ahora, entenderemos como sinónimos
dichos términos).

En general, podríamos decir que esto se ha estudiado con cierta


profundidad en la formación presencial. Sin embargo, no lo ha sido tanto en
la formación a distancia, y mucho menos en este tipo de formación que
estamos tratando en el curso: la Formación Abierta y a Distancia a
través de Internet o e-Learning (salvo algunas excepciones, como es el
caso del Estudio sobre Competencias Profesionales para e-Learning
(financiado por la Dirección General de Formación para el Empleo de la
Junta de Andalucía y coordinado por Carlos Marcelo, Catedrático del Dpto.
de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Sevilla, que
veremos en esta misma Unidad Didáctica).

Es precisamente en la enseñanza a distancia, donde el esfuerzo en solitario


del alumno suele resultar insuficiente, debido a problemas relacionados con:
la falta de hábitos de estudio que dificultan el aprendizaje independiente, la
sensación de soledad y de trato impersonal que suele tener el alumno, la
propia dificultad de los contenidos, etc. La figura del tutor en la formación a
distancia se hace, de esta forma, vital en este tipo de formación a través de
Internet.

En este tema veremos, por tanto, las principales funciones y conocimientos


que un profesor o tutor de este tipo de formación debe tener. Muchas de
ellas, como podemos imaginar, son comunes para la formación presencial,
pero otras de ellas son peculiares del e-Learning. Trataremos de incidir en
estas últimas, no solamente a través de los contenidos, sino también a
través de la propia dinámica del curso (ejercicios de autoevaluación, foros
para el establecimiento de debates, lectura de documentación relacionada,
etc.).

En definitiva, estudiaremos las principales funciones del profesor o tutor en


este tipo de formación, para que cada uno pueda extraer al final de la
unidad didáctica un perfil idóneo de un tutor en un sistema de e-Learning.
No obstante, deberemos tener siempre presente que en la mayoría de las
ocasiones, un profesor o tutor forma parte de un equipo de profesionales
entre los que se encuentran expertos en los contenidos, especialistas en la
producción de materiales didácticos, tecnólogos en la educación, editores,
diseñadores gráficos, expertos en comunicación y medios técnicos,
responsables en la planificación de las acciones formativas, etc., por lo que
no debemos caer en la tentación de atribuir todas estas funciones de forma
exclusiva al tutor o tutores. La figura del tutor en el e-learning.
3.1. ADQUISICIÓN DE COMPETENCIAS COMUNICATIVAS.

En general, podríamos decir que cualquier profesor, independientemente de


que se trate de una formación presencial o formación a distancia a través
de internet, requiere una serie de competencias comunicativas. También
deberá conocer cómo el proceso de comunicación afecta sobre el
aprendizaje de los alumnos, así como las características del receptor como
de las circunstancias en las que tiene lugar el proceso de Enseñanza y
Aprendizaje.

Y para que la comunicación que se establece en el curso tenga un carácter


educativo, deberá cumplir una serie de requisitos:

 Que sea una comunicación motivadora. Para ello, el profesor deberá


transmitir al alumno una serie de estímulos que capten su atención,
entre los que se encontrarán tanto los que despierten una necesidad
como los que la satisfacen.
 Que sea persuasiva, para alcanzar los conocimientos, actitudes y
conductas previstas.
 Que sea estructurada, de forma que la asimilación de contenidos se
realice de una forma significativa, basando los conocimientos nuevos en
los que ya poseen los alumnos (Teoría del aprendizaje significativo de
Ausubel, 1976).
 Que facilite la interacción del alumno.
 Por último, que facilite la comprensión e inteligibilidad de la
información que debe ser asimilada por los alumnos (pulse sobre la
imagen para ampliarla).

En definitiva, el profesor deberá tener las competencias necesarias


para comprender el proceso de la comunicación educativa y sus
características propias, para finalmente poder establecer a lo largo
del curso todos los procedimientos óptimos.

Más información: competencias del tutor online en el siguiente artículo de la


Revista de currículum y formación del profesorado cuyo autor es Carlos
Marcelo

REQUISITOS DE LA COMUNICACIÓN

Y para que la comunicación que se establece en el curso tenga un carácter


educativo, deberá cumplir una serie de requisitos:

 Que sea una comunicación motivadora. Para ello, el profesor deberá


transmitir al alumno una serie de estímulos que capten su atención,
entre los que se encontrarán tanto los que despierten una necesidad
como los que la satisfacen.
 Que sea persuasiva, para alcanzar los conocimientos, actitudes y
conductas previstas.
 Que sea estructurada, de forma que la asimilación de contenidos se
realice de una forma significativa, basando los conocimientos nuevos en
los que ya poseen los alumnos (Teoría del aprendizaje significativo de
Ausubel, 1976).
 Que facilite la interacción del alumno.
 Por último, que facilite la comprensión e inteligibilidad de la
información que debe ser asimilada por los alumnos (pulse sobre la
imagen para ampliarla).

FACTORES DE LA EFICACIA COMUNICATIVA DEL TUTOR

En cuanto a los factores que determinan la eficacia comunicativa del tutor o


tutores, podrían indicarse algunos como:

 Competencias comunicativas: habilidades y fluidez expresivas,


riqueza de vocabulario, creatividad, etc. Son, en definitiva, una serie de
competencias que permitirán al docente expresar con la máxima
precisión lo que quiera comunicar y, a su vez, interprete con la máxima
fidelidad la respuesta del alumno.
 Capacidad de empatía, apertura, disponibilidad, etc.
 Actitud hacia sí mismo, hacia los contenidos y hacia el alumnado.
 Nivel de conocimientos sobre la materia, así como sobre los
aspectos tecnológicos-pedagógicos (conocimiento de los medios,
estrategias y procedimientos).

3.2. TAREAS RELACIONADAS CON LOS CONTENIDOS DE SU


MATERIA

Las tareas relacionadas con los contenidos de la materia que va a impartir


un determinado tutor, es otra de las principales características o funciones
que deberá asumir.

Evidentemente, cuanto mayor es el equipo de personas que


participa (directa o indirectamente) en un curso en modalidad e-
Learning, mayor será el grado de especialización de los mismos: de
esta forma, por ejemplo, correspondería al departamento de diseño
gráfico dotar de interactividad a un determinado material, siguiendo
las indicaciones del tutor o diseñador instruccional.

TAREAS RELACIONADAS CON SU MATERIA:

Entre estas tareas, podríamos indicar las siguientes:

 Diseño de materiales para la formación a distancia.


 Integración y estructuración del conjunto de los materiales.
 Capacidad para complementar los medios y contenidos al contexto
de la formación.
 Capacidad para dotar de interactividad al material.
 Capacidad de adecuar el material a los problemas y necesidades
reales que tienen los alumnos, tratando de encontrar soluciones para
dichos problemas y necesidades.
 Por último, capacidad para mejorar y adecuar de una forma
constante los materiales a los objetivos generales y específicos de la
formación de los alumnos.
A continuación puede visualizar un vídeo realizado por la Universidad de la
Laguna sobre el papel del docente en un entorno virtual:

Video: El papel de los docentes en los entornos virtuales

3.3. NIVELES DE ESPECIALIZACION DEL TUTOR A DISTANCIA

Un profesor o tutor de formación a distancia no es más que uno de los


diversos miembros de un equipo de trabajo del centro de formación en el
que participan diferentes expertos y especialistas. Cada uno de estos
miembros suele estar especializado en una serie de funciones. Las funciones
del tutor en este tipo de EADsuelen ser, como indicaba Moreno (1980) las
mismas que las de un profesor o tutor convencional, pero con diferentes
niveles de especialización. Estos niveles de especialización son los
siguientes:

Planificación
Este tipo de especialización es debida a la necesidad de afrontar altos
grados de tecnificación con problemas y planteamientos estructurales y
organizativos diferentes.

Didáctica
Debida a la especificidad propia que suelen tener los mensajes educativos,
sobre todo, en lo referente al canal de transmisión. Ello exige un mayor
grado de especialización en los diversos medios.

Orientación
Debida a la necesidad de una orientación y seguimiento personalizado del
alumno, tarea que suele reservarse a los tutores del curso.

Evaluación
Suele ser una actividad que puede ser o no realizada por la misma persona
que diseñó el proceso o por la que elaboró los materiales o por quien dirige
el aprendizaje. En cualquier caso requerirá una serie de conocimientos
especializados propios de la evaluación (sumativa y formativa).

Según Carlos Marcelo en su estudio, en el diseño y desarrollo de la


teleformación aparecen al menos los siguientes perfiles profesionales (los
cuales a veces recaen en una misma persona):
 Experto en el contenido: organiza los conocimientos a impartirse y
redacta los contenidos.
 Experto metodólogo: organiza el contenido de manera didáctica
(sugiere actividades, evaluación, etc).
 Diseñador de medios: aporta el diseño multimedia del curso.
 Diseñador web: inserta los contenidos y actividades en la
plataforma utilizada (dependiendo de cada plataforma, se deberán
establecer de una forma u otra).
 Administrador de la plataforma: gestiona los cursos y alumnos.
 Profesor-tutor: orienta a los alumnos a lo largo del curso.
 Coordinador del curso: añade o elimina elementos en la
plataforma, y coordina el trabajo de los tutores.
 Gestor: asume las funciones administrativas y burocráticas.

3.4. CONOCIMIENTO ACERCA DE LOS ESTUDIANTES


Otros de los rasgos que podríamos destacar como importante de un tutor,
es que conozca con la mayor profundidad posible de sus alumnos.

CARACTERISTICAS

Entre estas características podríamos citar las siguientes:

 La razón por la que el alumno se matricula en el curso: es


interesante que el tutor o tutores, en la medida de lo posible y siempre
que la duración del curso lo permita, conozca si los alumnos desean
actualizar sus conocimientos, tienen un interés personal, desean un
cambio profesional o social, etc.
 Si los alumnos forman un grupo más o menos homogéneo en cuanto
a conocimientos iniciales sobre el tema, edad, intereses, motivaciones,
experiencias, si trabajan o no, etc.
 El tutor también deberá saber que, en la formación de adultos, éstos
suelen tener una serie de características peculiares como:
 Sus preocupaciones son totalmente distintas a las de los alumnos no
adultos: bienestar familiar, ascenso social y laboral, autoestima...
 Los adultos suelen estar mucho más motivados.
 Los adultos suelen ser mucho más responsables.
 Los adultos que trabajan disponen de mucho menos tiempo, y suelen
realizar un tipo de aprendizaje más intensivo en determinados días o
durante determinados períodos de tiempo.
 El aprendizaje del adulto suele ser mucho más significativo, ya que
integra lo que aprende con sus experiencias personales y profesionales
(evidentemente mucho más ricas que la de un alumno no adulto).
 El adulto tiene unas necesidades mucho más concretas que los no
adultos, y desean en la mayoría de las ocasiones alcanzar los objetivos
del curso para cubrir dichas necesidades.
 Suele elegir la educación a distancia por razones prácticas: la forma de
enseñanza y aprendizaje le permite estudiar a su ritmo y ajustar su
horario de tiempo a su trabajo y a su familia.
Por otra parte, sería conveniente (aunque sólo sea de forma aproximada)
que el tutor dispusiese de la información de las características del alumno
adulto "estándar" o "más frecuente" que suele matricularse en este tipo de
formación. Apenas existen estudios, y menos a escala nacional, sobre el
perfil del alumno en modalidad e-Learning. Para conocer el perfil del alumno
que realiza un curso en modalidad e-Learning, analizaremos el perfil de un
usuario de internet, el cual tiene el suficiente conocimiento de las
herramientas y servicios que ofrece internet y, por tanto, es el perfil que
con más probabilidad realizará un curso en modalidad e-Learning.

El tutor también debería tener en cuenta las motivaciones que suelen tener los
adultos, y que son las siguientes en este orden (investigación realizada
por García Aretio):

 Satisfacer sus inquietudes en un área concreta: el adulto estudia


para satisfacer necesidades concretas, a través de una clara definición
de objetivos. Asimismo, la satisfacción de necesidades e inquietudes por
una determinada área es una motivación muy importante para los
adultos.
 Ser más culto y estar mejor informado, para poder responder mejor a
nuevas situaciones que tendrá que enfrentarse, así como para aumentar
su autoestima.
 Aumentar sus perspectivas de promoción.
 Obtener el título, diploma o acreditación, algo que en la sociedad
actual es valorado claramente de muy diversas formas.
 Aprender cosas relevantes y nuevas para su trabajo que puedan
aplicarse. Esta suele ser la principal razón de la formación continua de
los trabajadores: el aumento de la cualificación profesional.
 Dar nuevo aliciente o estímulo a su vida, evitando en muchos casos la
rutina diaria de la vida y encontrando nuevos estímulos y conocimientos.

Por otra parte, sería conveniente (aunque sólo sea de forma aproximada)
que el tutor dispusiese de la información de las características del alumno
adulto "estándar" o "más frecuente" que suele matricularse en este tipo de
formación. Apenas existen estudios, y menos a escala nacional, sobre el
perfil del alumno en modalidad e-Learning. Para conocer el perfil del alumno
que realiza un curso en modalidad e-Learning, analizaremos el perfil de un
usuario de internet, el cual tiene el suficiente conocimiento de las
herramientas y servicios que ofrece internet y, por tanto, es el perfil que
con más probabilidad realizará un curso en modalidad e-Learning.

Dispone de información referente al perfil del estudiante online en el


siguiente enlace web.
3.5. CUALIDADES DEL TUTOR.
Se ha escrito mucho sobre las cualidades de los tutores de enseñanza
presencial. Estas son algunas de las características de los tutores que, ya en
1976, establecía la Open University (Gibbs y Durbridge, 1976):

Competencia docente: 34%

 Conocimiento de la asignatura: 6 %
 Manejo del contenido: 6 %
 Habilidades docentes generales: 9 %
 Habilidades en el aula: 6%
 Habilidades en tutoría por correspondencia: 7%

Estilo personal: 42%

 Estilo interesante: 4 %
 Estilo sistemático: 10 %
 Estilo comprensivo: 19 %
 Estilo informal y flexible: 9 %

Otros aspectos: 24%

 Competencia social: 5 %
 Adecuación académica: 3 %
 Valores y volumen de trabajo: 8 %
 Competencia organizativa: 8 %

Por otro lado, Spruce y otros (1988) investigaron algunas de estas


cualidades ideales que debería tener un buen tutor. Establecen cinco de
ellas como fundamentales para una buena acción tutorial:

Cordialidad
El tutor deberá tener la capacidad de hacer que los alumnos se sientan
bienvenidos, respetados y cómodos a lo largo de todo el curso.

Capacidad de aceptación
El tutor deberá conseguir que los alumnos se sientan relajados y
satisfechos, con la sensación de que realmente son atendidos
correctamente.

Honradez
El tutor debe ser honrado, no debe crear falsas expectativas a los alumnos
sobre lo que puede ofrecerle el mismo o sobre los objetivos del curso.
Siempre deberá cuidar la expresión de sus sentimientos con honestidad y
sin complejo de superioridad.

Empatía
También deberá ser capaz de ponerse en el lugar de los alumnos, sobre
todo, en determinadas circunstancias del curso. Esta es una cualidad muy
importante que deben poseer los tutores en un curso de teleformación.

Escucha activa
Por último, el tutor deberá contar con una actitud de escucha activa o
interés por lo que el alumno cuenta, siempre con un alto grado de
comprensión y respeto.

Cordialidad
El tutor deberá tener la capacidad de hacer que los alumnos se sientan
bienvenidos, respetados y cómodos a lo largo de todo el curso.

La mejor forma de mostrar a los alumnos el proceso de tutorización


y las habilidades necesarias para su puesta en práctica en un curso
de e-Learning, es mostrar abiertamente desde el comienzo al final
del curso las técnicas que, como tutor del curso, emplea en el propio
curso.

Por último, Carlos Marcelo establece una serie de categorías para agrupar
las competencias profesionales para e-Learning y, de igual forma, señala las
competenciales tutoriales más importantes:

Competencias profesionales

 Competencias tecnológicas.
 Competencias de diseño.
 Competencias tutoriales.
 Competencias de gestión.

Competencias tutoriales

 Orientar y asesorar a los alumnos a lo largo del proceso de


formación.
 Promover la participación de los alumnos en el curso.
 Demostrar habilidades comunicativas utilizando las distintas
herramientas de comunicación con el objetivo de fomentar la
interacción entre el alumnado.
 Seleccionar el sistema de tutorías más adecuado (individual / grupal).

Para ampliar su información, en el siguiente vídeo se destaca que, junto a


las cualidades que debe poseer todo tutor, debemos de tener en cuenta
también una serie de funciones imprescindibles.
Video: Funciones del tutor virtual

3.6. ÁREAS DE CONOCIMIENTO PROFESIONALES.


Estas son algunas de las áreas de conocimiento que el tutor debería
dominar o, al menos, preocuparse por adquirir formación en ellas
constantemente (García Aretio, 2001):

 Fundamentos, estructuras y posibilidades de la educación a


distancia.
 Psicología del adulto. Características biopsicosociológicas
condicionantes del aprendizaje.
 Teorías del aprendizaje. Formas de aprender, estilos, ritmos,
posibilidades y métodos, recursos, concepciones...
 Teorías de la comunicación. Conocimiento teórico-práctico de la
comunicación. Utilización de los distintos recursos tecnológicos que la
facilitan.
 Integración de recursos didácticos propios de esta modalidad
(páginas web, listas de distribución, servicios de news,
documentación en formato electrónico, otras herramientas de
comunicación y trabajo colaborativo -internas o externas a las
plataformas-, etc.).
 Contenidos científicos, tecnológicos y prácticos del curso o materia
en cuestión.
 Organización del currículo, plan de trabajo y adaptación del curso
a las necesidades reales del alumno, especialmente cuando se trata
de formación continua de adultos.
 Técnicas de tutoría a distancia, fundamentalmente las
relacionadas con el establecimiento de mayor feed-back entre
alumnos-tutores (vertical) y alumnos-alumnos (horizontal), así como
el establecimiento de una metodología de trabajo colaborativo a lo
largo del curso.
 Organización de diversas vías de aprendizaje.
 Técnicas para fomentar en los alumnos la creatividad,
la autonomía,
el autoaprendizaje, autocontrol, automotivación, autoconcepto
y la autorreflexión sobre su propio estilo de aprendizaje.
 Técnicas de evaluación (auto y heteroevaluación). Qué, cómo y
cuándo evaluar. Estilos de corrección y calificación y modos de
realizar comentarios a los trabajos y pruebas.

Un tutor (en modalidad presencial o a distancia tradicional) debería


estar constantemente formándose y actualizando sus
conocimientos, para poder ejercer su importantísima tarea a lo
largo del curso, algo que debe cuidar todavía más en este tipo de
formación en modalidad e-Learning en la que existen constantes
avances.
3.7. PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS DEL PROCESO
DE TUTORIZACIÓN.
Hasta aquí hemos hablado, en general, de las cualidades y competencias
idóneas que debería tener un tutor de e-Learning. Algunos de estos rasgos
son comunes, como comenté al principio de la unidad didáctica, a los de un
tutor que imparte formación presencial. En este último epígrafe de la unidad
trataré brevemente, desde un punto de vista práctico, conciso y sin caer en
la tentación de teorizar, aquellas tareas que un tutor suele efectuar desde el
comienzo de un curso hasta su finalización.

Muchas de ellas las habrán experimentado ya de forma personal en el


entorno de la plataforma a lo largo del curso. Otras hacen referencia a una
serie de pasos que descubrirán cuando tengan que establecer y coordinar
un curso a través de esta modalidad de formación. No obstante, no
pretendo que constituyan una "receta" o "fórmula magistral" para la puesta
en marcha de un curso de teleformación, sino tan sólo de una guía que
puede ayudarles a dar los primeros pasos en el establecimiento de la
dinámica de un curso de este tipo.

Como profesionales que nos dedicamos a este apasionante y exigente


mundo de la formación, debemos saber que el proceso de
tutorización siempre conllevará una serie de tareas mucho más complejas
que las relacionadas en este apartado, y que dependerán de muchos
factores que ya hemos tratado, así como de las características del propio
curso (objetivos generales y específicos, características de los alumnos a los
que se dirige la formación, temática y duración del curso, nivel de
conocimientos iniciales de los alumnos, hetereogeneidad del grupo...). Por
último, y antes de abordar este último apartado de la unidad didáctica,
serán especialmente valiosos los debates que se generen en los respectivos
foros temáticos sobre esta unidad, así como la documentación adicional
alojada en la biblioteca virtual. Esta información os permitirá profundizar,
contrastar y ampliar aquello que realmente os interese.

Principales características del proceso de tutorización


El perfil del tutor o tutores en un entorno o plataforma de teleformación
conlleva una serie de tareas vitales para el correcto desarrollo del curso, ya
que serán en definitiva los encargados directamente de poner en práctica
todo el proceso de enseñanza y aprendizaje que previamente se ha
diseñado.

Una vez que los alumnos han sido matriculados por el centro (mediante los
diferentes procesos que cada centro pueda establecer) bien de forma
tradicional o a través de la propia web, una persona enviará a los alumnos
los nombres de usuario y contraseña para acceder al curso. Para ello,
aunque algunas plataformas como Moodle permiten que se envíen las
claves automáticamente a la dirección de correo externa del alumno, lo más
recomendable es utilizar el correo externo y enviar, conjuntamente con las
claves, unas breves indicaciones dando la bienvenida al alumno, cómo debe
acceder al curso, qué se encontrará una vez que entre, etc. También es
muy conveniente adjuntar en este correo la guía didáctica del curso, en
formato electrónico (PDF por ejemplo), para que vaya familiarizándose con
el entorno en el que trabajará.

Primeras tareas de tutorización

Nuestra tarea de tutorización propiamente dicha comienza realmente a


partir del momento en que los alumnos tienen acceso al curso. A partir de
este momento, el tutor o tutores deberán (aproximadamente en este
orden):

 Exponer y aclarar el uso más adecuado de cada herramienta


de la plataforma. Para ello, convendrá alojar en algún sitio de la
plataforma tanto una guía de uso de la misma (en la biblioteca
virtual, por ejemplo, en formato Word, HTML o PDF), como cuantas
animaciones o aclaraciones crea convenientes sobre el uso de las
diferentes características. No es necesario que el tutor sepa crear
estos documentos o animaciones sobre el uso de la plataforma, pero
sí deberá trasladar claramente a la persona o personas responsables
(diseñadores gráficos, maquetadores, etc.) las indicaciones oportunas
para que sean claros y utilicen un lenguaje sencillo.

Herramientas de carácter global

Temporalización.

 Dar el primer mensaje de bienvenida e instrucciones a los


alumnos. Esto se hará normalmente a través de un sencillo correo
electrónico o mensaje establecido en el tablón de anuncios. En este
mensaje deberá, además de como he dicho dar la bienvenida al curso
a los alumnos, indicarles cómo acceder a las instrucciones de uso o
tutoriales de la plataforma, así como a la zona donde se encuentran
alojados los contenidos del curso. También deberemos aprovechar
este primer mensaje para informar acerca de los tutores que existirán
en el curso, de sus funciones, responsabilidades, y forma de ponerse
en contacto con ellos, haciendo especial hincapié en que no duden en
ponerse en contacto con ellos cada vez que lo necesiten.
 Establecer la programación y temporalización del
curso. Previamente, el tutor deberá haber establecido una
temporalización aproximada del curso, de la cual deberá informar a
los alumnos para que en la medida de lo posible se ajusten a ella. En
esta programación se establecerán fundamentalmente las fechas de
activación de los contenidos, así como la de los ejercicios de
autoevaluación y evaluación del curso. Si existe algún tipo de
actividad grupal programada en el curso, como sesión de chat o
actividad de trabajo colaborativo, también es conveniente reflejarla
en el curso con la mayor antelación posible.
 Abrir un primer foro de presentación de alumnos. A través de
este foro, el tutor tratará de que los alumnos se conozcan entre ellos,
presentándose en el mismo e indicando los objetivos que desean
alcanzar, algunas inquietudes personales o profesionales, etc. Es
importante que en todos los foros que el tutor o tutores establezcan,
envíen un primer mensaje indicando los objetivos del foro, y cómo
deben utilizarlo.
 Establecer en la Agenda del curso las anotaciones
necesarias para todos los alumnos, indicando las fechas clave para
la presentación de actividades o realización de ejercicios, fechas en
las que se activarán los contenidos, etc.

Podríamos considerar que el curso ya se ha puesto en marcha. Los alumnos


están entrando en el entorno, y están utilizando algunas de las
herramientas establecidas en la plataforma (acceso a la agenda, descarga
de contenidos, participación en el primer foro de presentación establecido,
etc.).

Tareas de tutorización hasta que el curso finalice


A partir de ahora, el tutor o tutores deberán realizar una serie de tareas
hasta que el curso finalice, que serán la clave del proceso de tutorización.
Entre estas tareas se encontrarían las siguientes:

 Activación progresiva de los contenidos del curso, teniendo como


referencia el planning propuesto al inicio del curso así como el ritmo
de aprendizaje de los alumnos.
 Supervisar la realización de las pruebas de autoevaluación y sobre
todo las de evaluación y confeccionar, a partir de las propuestas del
equipo docente, nuevas pruebas que se ajusten al plan de estudios
propuesto por este equipo.
 Elaborar clases de ejercicios más específicos que se ajusten a las
necesidades de los alumnos del curso.
 Desarrollar nuevas pruebas y publicarlas para que el resto de los
cursos salgan beneficiados.
 Apertura de espacios de interacción (fundamentalmente a través de
los foros) para que los alumnos puedan:
o debatir y analizar los contenidos del curso (foros sobre
contenidos).
o consultar las preguntas frecuentes (foros FAQ).
o añadir enlaces de interés (direcciones de páginas web) sobre la
temática del curso.
o plantear cuestiones totalmente libres (foro libre).
o enjuiciar y proponer nuevas formas de uso de las distintas
herramientas del entorno, etc.
 Animar y supervisar especialmente el uso de los foros que se hayan
decidido crear, estableciendo o no las restricciones de acceso o de
publicación de mensajes que convenga al uso de cada foro.
 Asociar determinados foros a los grupos de trabajo que se hayan
creado (para la realización, por ejemplo, de una actividad de trabajo
grupal).
 Informar de la existencia de otros foros, listas de distribución, blogs o
wikis en los que se debatan cuestiones similares a las tratadas en el
curso.
 Atender regularmente el correo (que sirve para gestionar los asuntos
de índole privado).
 Extrapolar, siempre que lo considere interesante para el grupo,
consultas personales de los alumnos en los foros, agenda o tablón de
noticias.
 Animar en todo momento a los alumnos a utilizar y participar en los
distintos servicios y herramientas de trabajo o comunicación
establecidos.
 En la medida de lo posible, y a través del conocimiento de las
circunstancias personales del alumno, establecer grupos de trabajo
y/o de estudio que permita que alumnos con perfiles semejantes o
complementarios (depende del objetivo) entren en contacto y puedan
colaborar en el entorno.
 Asignar tareas a grupos y a alumnos concretos que sean coordinadas
a través de los grupos de trabajo establecidos y de los medios de
comunicación que convenga en cada caso.
 Establecer una frecuencia sujeta a un horario previamente publicado
de atención a los recursos de comunicación síncrona como el chat.
 Por último, cuando el curso esté próximo a finalizar o posteriormente
a la finalización del mismo, el tutor o tutores deberán tener en cuenta
una serie procesos de especial importancia para la mejora de
próximas ediciones del curso. Estos son algunos de ellos:
 Abrir debates sobre el plan de estudios propuesto y ajustar dicho plan
en función de los asuntos debatidos y de las conclusiones que otros
tutores puedan aportar sobre la experiencia en cursos previos.
 Promover y canalizar el enriquecimiento de los contenidos con las
aportaciones de los alumnos y del propio tutor. Para ello, deberían
crearse grupos de trabajo. En este sentido, es importante ponerse de
acuerdo con el equipo docente para evitar redundancias y para
establecer planes de acción conjunta.
 Participar activamente en la investigación de los recursos docentes
existentes sobre la temática del curso.
 Ayudar a establecer planes de desarrollo intercursos que permitan
coordinar acciones entre los profesores o alumnos que tengan
intereses semejantes entre los diferentes cursos.
 Informar periódicamente al equipo docente, y muy especialmente al
administrador o coordinador de profesores, de la acción tutorial
realizada y de sus conclusiones, participando en un plan de acciones
conjuntas y coordinadas con el resto de los profesores del curso o
cursos.
 Involucrarse activamente en los futuros planes de actuación del
curso, para que los próximos alumnos de ediciones posteriores del
curso puedan beneficiarse de los esfuerzos individuales o de grupo
realizados.

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