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LA INTELIGENCIA Y SU DIAGNOSTICO

INTRODUCCIÓN
Desde el inicio del S. XX el estudio de la inteligencia ha sido una parte importante de la psicología,
desde los trabajos de Spearman, Binet, Thurstone hasta la actualidad ha tenido avances
constantes y polémicos. El contraste entre aplicaciones y predicciones ha sido bastante intenso y
muchas veces ha superado el marco de la psicología y ha traspasado hacia el ámbito socio-político
por la importancia de este fenómeno en la vida cotidiana de las personas.
En este ensayo vamos a enfocarnos en los textos de Rapaport sobre la medición de la inteligencia
en el campo de la psicología actual, por lo tanto, abordaremos algunas cuestionantes como: ¿Qué
es lo que nos aportan los métodos modernos de la psicología clínica? ¿Cuál es la concepción de la
inteligencia que fundamenta su diagnóstico mediante los test? ¿El C. I. es la inteligencia? Lo cual
nos ayudará a ampliar nuestra perspectiva respecto de aquello que hace al ser humano tan
complejo.
Para tomar en cuenta de lo que sabe la Psicología de la inteligencia humana, lo que falta por
descubrir, así como las consecuencias y posibilidades que se derivan de aplicar estos
conocimientos.
DESARROLLO
Ha habido mucha controversia por definir un concepto de inteligencia ya que al estar sujeta a ser
interpretada de muchas maneras y sustentadas desde puntos de vista diferentes no ha obtenido
finalmente un solo concepto, sin embargo, hay una que podría ser la más apropiada para el estado
actual de nuestro conocimiento: “Inteligencia es un conjunto de habilidades cognitivas y
conductuales que permite la adaptación eficiente al ambiente físico y social. Incluye la capacidad
de resolver problemas, planear, pensar de manera abstracta, comprender ideas complejas,
aprender de la experiencia. No se identifica con conocimientos específicos ni con habilidades
específicas, sino que se trata de habilidad cognitiva general, de la cual forman parte las
capacidades específicas”. Por ende, la inteligencia da cuenta de ser una dinámica constante que se
va construyendo y es un aspecto importante para que los humanos logren enfrentarse a la vida,
por eso es que se habla del nivel de adaptación del sujeto.
Fundamento de la aplicación clínica de los test
Los métodos tradicionales del examen clínico que son la historia del caso y la observación que
contienen datos clínicos del paciente, para el ejercicio psicológico en la psicología moderna el
objetivo del uso clínico de los test es colocar al sujeto en situaciones estandarizadas para medir el
nivel de adaptación o inadaptación del mismo y nos explica las ventajas del uso de test
psicológicos.
1. Son aplicables a menos que el sujeto no pueda cooperar.
2. Resultados y diagnóstico fáciles de registrar.
3. La recolección de datos en situaciones estandarizadas, minimizan la injerencia de los
factores subjetivos del examinador.
4. Organización, métodos de cómputo y sistematización establecidos.
5. Las situaciones estandarizadas permiten una comparación inter e intraindividual, ya que
las evaluaciones son más o menos uniformes.
6. Las características no verbalizadas del paciente se hacen manifiestas en la observación, de
manera que uno se da cuenta en lo que observa cuando se esta tomando el test.
Podemos decir entonces que la hipótesis proyectiva (latente) plantea que el sujeto no solo lleva la
impronta de su propia individualidad, sino también la del medio donde se desenvuelve, pues todos
comparten de acuerdo a su cultura una forma parecida de percibir las cosas, o sea que tiene que
ver también con lo que es el comportamiento determinado por la sociedad donde se encuentra el
individuo (comportamiento convencional).
si se tiene presente esta hipótesis junto a las limitaciones de este comportamiento convencional,
se puede dar un valor diagnostico a los datos de la conducta que tiene este sujeto dentro del
aspecto proyectivo, o sea, cuanto menos estereotipado sea el material de prueba y menor la
comprensión del sujeto sobre el resultado de sus respuestas, más confiable será para el
examinador la significación diagnóstica de los resultados. Los exámenes mediante test deben
considerarse parte integral del examen clínico y debe usarse conjuntamente con el material de la
historia del caso y la observación clínica.
El uso de baterías clínicas (conformadas por varios test) puede ser utilizada por cualquier
examinador experimentado, para un diagnóstico a ciegas. Para este tipo de diagnóstico es
necesario conocer los datos del sujeto (edad, ocupación, dirección, estado civil, etc.) para luego
compararlos con los resultados de los datos clínicos.
Si se obtiene los datos clínicos antes de aplicar cualquier test, se procede a aplicar un par de ellos y
no así los siete que contiene una batería, pues no es necesario. Por lo tanto, cuanto mas
experimentado sea el examinador menos necesidad tendrá de tener en cuenta los datos clínicos
antes de la evaluación final del test.
Concepción de la Inteligencia que fundamenta su diagnóstico mediante test
Según Rapaport (1965), “Para aprovechar al máximo la riqueza de los test de inteligencia más que
establecer el C. I., lo que hace falta es desechar la idea de que toda persona nace con un C. I. que
permanece constante durante toda la vida y que representa su inteligencia”. Lo cual apoya el
argumento, en primer lugar, de que la inteligencia no se reduce tan sólo al establecimiento de un
C. I. como medida de la inteligencia, y que esta no permanece constante durante toda la vida del
sujeto.
Sin embargo, es importante y fundamental interpretar los C.I.s, ya que dos sujetos con el mismo
C.I global pueden presentar diferencias significativas, por ejemplo: uno puede tener una
variabilidad intertest y el otro presentar una marcada dispersión.
Estas son los nueve supuestos que propone Rapaport:
1 Todos nacen con capacidad latente para el desarrollo intelectual (dotación natural), que se
materializa con la maduración, sus límites se hallan en la dotación.
2 El proceso de maduración es favorecido o restringido por la riqueza/pobreza del estímulo
recibido en el medio educacional en los primeros años de formación.
3 El proceso de maduración es una parte de la personalidad y es guiado o coartado por el
desarrollo emocional del sujeto.
4 Durante el desarrollo hay funciones que integran la inteligencia, pueden ser movilizadas y
evaluadas mediante los test
5 Los desórdenes emocionales o lesiones cerebrales pueden provocar disminución,
detención o regresión del proceso madurativo de la “dotación natural”.
6 Las funciones que se desarrollan sin interferencia, recogen y asimilan fácilmente del medio
educacional, hechos y relaciones que organizan en un marco de referencias para nuevas
experiencias.
7 Hay mayor enriquecimiento y sistematización, cuando las funciones se diferencian y son
alimentadas por la instrucción.
8 Los intereses culturales del sujeto lo llevan a buscar nueva información.
9 Este proceso termina a finales de la niñez, pero en la adolescencia y edad adulta las
experiencias aumentan su caudal.
El examinador que busque establecer un CI debe obtener un resultado que esté globalmente
diferenciado por un número, en cambio el examinador que busque TRAZAR UN DIAGNÓSTICO DE
LA INTELIGENCIA, Se esforzará en tomar en cuenta inferencias posibles del material de prueba con
respecto a:
 Calidad de dotación.
 Riqueza del medio educacional.
 Las influencias de la instrucción y las experiencias de vida.
 Fuerza de las preferencias culturales específicas del individuo.
 Implicaciones del tipo específico de estructura de la inteligencia.
 Tipo específico del desarrollo de la personalidad
 Retrocesos y las detenciones del desarrollo intelectual.
 Las disminuciones de los niveles de la inteligencia alcanzados previamente.
Es así que el examinador que busca un diagnóstico de la Inteligencia debe formar teorías
específicas sobre la naturaleza de las funciones sondeadas por los ítems individuales de un test de
inteligencia.
El diagnóstico de la inteligencia por medio de test no es posible:
- Sin conocimiento del patrón o la media aproximada que cabe esperar para los distintos
síndromes.
- Sin la comprensión de las funciones psicológicas implícitas tras el rendimiento con los
distintos subtest.
EL EXAMINADO QUE QUIERA OBTENER UN DIAGNÓSTICO DEBERÁ tener en cuenta que, en los test
de inteligencia, los subtest contienen, generalmente, tres clases de elementos:
 Elementos que cualquier sujeto de inteligencia mediocre deberá conocer, ya que los
aprendió sin ningún esfuerzo especial, siempre que su funcionamiento no se encuentre
disminuido.
 Elementos intermedios en que el sujeto puede o no haber aprendido en su vida o
instrucción.
 Elementos difíciles que no es probable que conozca la mayoría de la gente.
 De esta manera, al establecer el desarrollo cultural del individuo el examinador de la
inteligencia, debe poner atención a los fracasos en los puntos más difíciles del test para
poder establecer retardo o disminución del desarrollo intelectual.
CONCLUSIÓN.
Además de los métodos tradicionales del examen clínico, la psicología clínica moderna plantea el
uso clínico de los test para colocar a los sujetos en situaciones iguales para todos para, de esta
manera, ver cómo reaccionan ante los estímulos propuestos y así poder definir su nivel de
adaptación o inadaptación. Este uso de los test goza de muchas ventajas, desde la facilidad de
registrar, de recolectar los datos, de organización y de evaluación del sujeto, a diferencia de la
entrevista clínica, la cual tiene dificultades para ser aplicada en algunos casos y que, en ocasiones
suele tener ciertas injerencias subjetiva del examinador con el sujeto; lo que la hace uno de los
métodos más complicados de aplicar en el campo de la psicología clínica, pero eso no significa que
se la deba dejar de lado.
Entre otras ventajas de este método clínico moderno, desde la hipótesis que plantea Rapaport, es
conocer que el ser humano y sus acciones no solo llevan el sello de su individualidad, sino también
la de la sociedad en la que se desenvuelve. Algo que sin duda nos ayudará a entender que
cualquier conducta del sujeto, si es interpretada adecuadamente, nos puede servir como indicador
de sus características particulares.
Por otro lado, con respecto a la inteligencia y su diagnóstico mediante los test, podemos decir, que
uno de los aportes más importantes de Rapaport que, para hacer un diagnóstico exitoso debemos
desecharnos de la idea de que el C. I. es la inteligencia, pues esta es la representación numérica de
la inteligencia y no la inteligencia en sí; además, debemos tomar en cuenta que este representante
numérico de la inteligencia cambia constantemente, y no se mantiene.
Asimismo, Rapaport nos plantea nueve supuestos que nos permitirán ampliar las inferencias que
podemos realizar a partir de un caso a la hora de hacer un diagnóstico de la inteligencia. Todas
tienen su grado de importancia, que si bien no han sido enteramente comprobadas tienen un
valor de importancia empírica. Tales supuestos nos dicen que todos nacemos con la capacidad
latente para el desarrollo intelectual; nos advierten de la importancia crucial que tienen los
primeros años de vida; de la implicancia positiva o negativa que puede llegar a tener el aspecto
emocional en la personalidad y por ente en la inteligencia; de que, durante el desarrollo de la
inteligencia se suelen diferenciar varias funciones y que estas, pueden ser sondeadas por los test;
que los desórdenes emocionales y cerebrales pueden afectar de diferentes maneras al desarrollo
de la inteligencia; que las funciones que se desarrollan sin obstáculos se asimilan
automáticamente del medio y de las relaciones para añadirlas a nuestros marcos de referencia;
que la instrucción, los intereses y las experiencias de vida alimentan a tales funciones.
Tomando en cuenta todo lo desarrollado en el ensayo, podemos darnos cuenta de la importancia
de indagar y ampliar los conocimientos que tenemos, sobre todo para los que nos dedicamos al
estudio del ser humano, el mismo que está atravesado por muchas variables que los hacen único
con respecto a otros. Tomar en cuenta sus cualidades para una evaluación integral del mismo, en
este caso a partir del método psicológico clínico, nos ayudará a comprenderlo de una mejor
manera para acompañarlo en la resolución del problema que lo aqueja.
Bibliografía.
 Ardila, Rubén. (2011). INTELIGENCIA. ¿QUÉ SABEMOS Y QUÉ NOS FALTA POR
INVESTIGAR?.  Revista de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales,
35(134), 97-103. Retrieved March 29, 2021, from http://www.scielo.org.co/scielo.php?
script=sci_arttext&pid=S0370-39082011000100009&lng=en&tlng=es.
 Rapaport. D.  (1965). Consideraciones generales & Test de inteligencia. (p. 21-30 & 31-35).
Tets de diagnóstico psicológico. Paidós.
 Zenequelli, E. (1980). IV fundamentación del análisis diagnóstico. (p. 24-25). Aportes
clínicos al test de Wechsler. Ecua.

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