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PSICODIAGNOSTICO

INFANTIL
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 El concepto deriva de la Psicopatología evolutiva, de
la Psicopatología, de la Psicología Clínica, de la
Orientación Educativa.
 Y de la reflexión realizada por profesionales del
ámbito de la Salud y la Educación.

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 Se va a definir el concepto de Psicodiagnóstico
infantil desde una perspectiva evolutiva y
contextual.
 Con dos funciones básicas en su quehacer
profesional: función preventiva y función
terapéutica.
 Cuando el Psicodiagnóstico se enfoca desde una
perspectiva evolutiva, incorpora algunas ideas que
configuran un modo específico de pensar y de
hacer.

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 Psicodiagnóstico Infantil distinto del adulto tales como :
a) La delimitación entre normalidad y patología.
b) La taxonomía en Psicodiagnóstico Infantil.
c) Las características especificas del Psicodiagnóstico en la
infancia.

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LA DELIMITACIÓN ENTRE NORMALIDAD Y
PATOLOGÍA
 En general, se describe la conducta anormal con
referencia a criterios estadísticos y/o como
desviación social.
 Se llama conducta patológica a aquélla que realiza
un niño que se desvía de las normas sociales
discretas y que ocurre con una frecuencia e
intensidad tales, que los adultos que rodean al niño
consideran como excesivas o insuficientes.
 Criterio asociado al anterior y especifico de la
infancia es la: transitoriedad de algunos trastornos
y el mantenimiento y estabilidad de otros.
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LA DELIMITACIÓN ENTRE NORMALIDAD Y
PATOLOGÍA
 Al Psicodiagnóstico infantil le interesan los patrones
conductuales de desarrollo, en cuanto criterios de
normalidad.
 Las aportaciones de la Psicopatología, en cuanto
estudio de la anormalidad. Porque su función es
identificar los más precozmente posible indicadores,
factores, etc. que sugieran una posterior patología.

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 Existe un consenso entre los profesionales de la
salud, respecto a la necesidad de contar con
categorías diagnósticas que posibiliten la
comunicación científica.
 DSM IV y CIE 10, constituyen la clasificación
taxonómica más utilizada.
 La nosología de los trastornos infantiles, debería
insistir con más frecuencia en el curso, evolución y
pronóstico de los mismos.

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 Según Garber, las características que debería reunir
una clasificación diagnóstica infantil, son las
siguientes:
 Evitar el adultomorfismo.
 Evitar exclusivamente la perspectiva longitudinal, es
decir, no considerar los trastornos infantiles
únicamente como antecedentes de los trastornos
adultos.

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 Clasificar en función de los períodos Evolutivos:
 Cuidar de Clasificar no sólo desde el punto de vista
evolutivo sino también en el contexto en que éste
acontece.
 La plasticidad y consecuente adaptación/
desadaptación del niño así lo exige.

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 El niño rara veces se percibe a sí mismo como
objeto de evaluación diagnóstica o tratamiento.
 Son los demás ya sea padres, profesores u otras
personas significativas, las que deciden si la
conducta que presenta debe ser objeto de
intervención psicológica.

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 La experiencia profesional con niños sugiere que se
debe tener en cuenta que:
 Cuanto más pequeño es el niño, mayor participación
del examinador en la dirección y conducción de la
evaluación.
 Cuanto menor es la edad del sujeto, mayor influencia
ejercen las variables situacionales, ambientales,
locales, variables
de personas extrañas, y los estímulos derivados del
propio tests.

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 A menor edad, mayor necesidad de recurrir a la presencia de
otros significativos durante el proceso psicodiagnóstico.
 A menor edad, menor capacidad de control y de resistencia a
factores negativos “puntuales” en el momento de la evaluación:
distracción, timidez, enfado y cansancio, etc.
 A menor edad mayor número de variables entran a formar
parte de la exploración psicológica, independientemente de
los instrumentos

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1. Recogida de datos.
2. Detección de las necesidades e identificación de
las discrepancias. (entre lo que se da y debería
darse).
3. Ordenación y sistematización de esas diferencias.
4. Selección de prioridades para planificar objetivos.
5. Delimitación y definición de objetivos.
6. Propuestas de acción y toma de decisiones
realistas.

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 Percibir al niño tal cual aparece al primer contacto, ver si esto
se mantiene durante toda la entrevista o cambia y en qué
sentido (Siquier de Ocampo, 1987).
 Establecer un buen rapport con el niño para crear un clima
favorable para la administración de tests.
 Lograr una buena relación de trabajo, en que la
responsabilidad de conocer el motivo de consulta se asuma
por ambas partes.
 Conocer también la percepción del niño respecto de éste y los
factores asociados.
 Captar lo que el niño transfiere en el evaluador y lo que esto
suscita en él mismo, observar qué vínculo trata de establecer
con el evaluador (Siquier de Ocampo, 1987).

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 En relación a los padres, poner atención en los
siguientes aspectos:
Se debe atender a lo que verbalizan: qué, cómo,
cuándo y con qué ritmo lo dicen, qué contenidos
eligen para comenzar a hablar del hijo o de ellos
como padres.
Cuáles contenidos provocan bloqueos, ansiedades
u olvidos y observar si incluyen los tres tiempos
verbales en sus historias: pasado, presente y
futuro.

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Establecer el grado de discrepancia y coherencia
entre lo verbalizado y lo que se capta a través de
sus expresiones no verbales.
Esto puede dar información a su vez sobre la
coherencia existente entre el motivo de consulta
manifiesto y el motivo de consulta latente.

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 Primero es establecer una buena relación con el niño antes de
empezar la aplicación de las pruebas.
 Es importante preguntar al niño si sabe porque se le está
evaluando, aclarar sus dudas y explicar brevemente la
finalidad de la prueba, adaptando el lenguaje a la edad del
niño.
 Cuando un niño no puede llevar a cabo satisfactoriamente una
prueba se puede modificar las condiciones de administración,
con el objetivo de abordar la información cualitativa que el test
nos arroja.

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 Se aconseja que la duración de las sesiones de evaluación esté
en relación directa con la edad del niño: preescolares 30 a 45
minutos y niños en edad escolar y adolescentes entre 45
minutos y 1 hora.
 Estar atento a las muestras de cansancio y fatiga en el evaluado
para administrar el tiempo

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 Pero es importante considerar, es la edad cronológica del
consultante
 También es importante considerar el caso de niños con déficit
o discapacidad en los cuales el psicólogo tendrá que utilizar
todos los recursos disponibles para acoger la realidad interna
del niño y retratar de la mejor manera posible las distintas
capacidades y habilidades del niño.
 Dependiendo del lugar en que se trabaje se contará con el
material adecuado.
 La prueba que se considere más importante no debe ubicarse
al principio de la evaluación debido a los niveles de ansiedad

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 Ni tampoco debe ponerse al final
cuando ya podría estar cansado de
realizar la evaluación.
 La tercera sesión podría ser el
momento adecuado para aplicar el
test que se considere relevante.
 Se puede comenzar generalmente
con dibujo libre u hora de juego
 En la segunda entrevista se aplicará
el test de la Figura Humana, dando
la consigna: «Dibuja una persona»

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 Si el tiempo de la sesión lo permite, se le pide el Dibujo de la
Familia: «dibuja una familia». El niño puede preguntar si dibuja
«su familia», en tal caso, se le contesta que dibuje la familia que
él quiera.

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 En la tercera sesión puede elegirse aplicar el test de
Apercepción Temática (CAT) para los niños y TAT para
adolescentes sobre los 12-14 años,

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 Para niños menores de 10 años puede aplicarse la Hora de
Juego Diagnóstica, además del CAT o a cambio de éste, la cual
es una herramienta excelente para reconocer las fantasías

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 A partir de los 5 años de edad hay más estabilidad en los
puntajes obtenidos en las pruebas destinadas a medir
inteligencia.
 Pruebas de Wechsler: inteligencia como la capacidad global del
individuo para actuar de manera propositiva, pensar
racionalmente y para conducirse adecuada y eficientemente
en su medio ambiente.
 WPPSI: Escala de Inteligencia de
Wechsler para preescolares: se
aplica de manera individual en
niños de 4 a 6 años y permite una
apreciación cuantitativa y
cualitativa del funcionamiento
intelectual
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 WISC-III: Escala de Inteligencia para niños revisada de Wechsler:
 Sirve para medir inteligencia tanto en sus aspectos
cuantitativos como cualitativos, se administra de manera
individual para niños entre 6 y 16 años. Contiene 2 escalas y 12
sub pruebas.
 Se puede aplicar en dos
sesiones o en una sesión con
una pausa intermedia. +
 Es importante enriquecer el
análisis de los resultados
poniendo atención a los
aspectos cualitativos de la
ejecución del niño.
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 Test de figura humana de Goodenough-Harris: Se aplica en
niños de 3 a 15 años, posteriormente, en forma individual o
colectiva, sin tiempo límite.
 Material: Hoja de papel en blanco, lápiz grafito, goma de
borrar.
 Consigna: «Voy a pedirte que hagas
tres dibujos para mí, losharás uno por
vez.
 En esta página quiero que hagas la
figura de un hombre» (luego se le
pedirá la figura de una mujer y
finalmente que se dibuje a sí mismo).
«Has el mejor dibujo que puedas,
tómate tu tiempo y trabaja con 28
cuidado».
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