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HECHOS DELICITVOS

CONCEPTO

Cuando se ha registrado ya un hecho delictivo, la prevención pasa por la


garantización del acceso al Sistema de Justicia, desde la persecución,
absolución y/o condena y cumplimiento de la pena. En el caso del cumplimiento
de la pena, es necesario que el sistema penitenciario se constituya como un
centro de orientación, articulándo además, medidas orientadas a la reincersión
social del individuo, luego de cumplida su sentencia. Es importante considerar
que la prevención orientada a víctimas y delincuentes, se suscribe a una visión
restitutiva y no vindicativa, lo que implica que esta se base en la educación del
infractor y la restitución y protección a la víctima, procurándosele accesoria
profesional (legal, psicológica, médica, económica, material, etc.)

Como parte de la estrategia de acercamiento, puede elaborarse listados de


necesidades, en orden prioritario. Esto es importante porque permiten ubicar en
su justa dimensión las necesidades de las comunidades y orientar el trabajo
que se debe realizar. Las ONG´s, centros de investigación y universidades
pueden colaborar en el diseño de planes o en el diagnóstico de problemas y
encontrar soluciones Debe tenerse claro que la acción policial pasa
necesariamente por construir o reconstruir parte del tejido social comunitario en
torno al tema de seguridad. Esto es, romper la indiferencia de los ciudadanos
frente al problema, acercarlos para lograr un mejor análisis de la problemática y
lograr toma de decisiones de manera colegiada. Esto significa que hay que
crear estructuras organizadas con los vecinos: juntas locales de seguridad,
comités de vecinos, o cualquier otra forma que se adapte a las condiciones. En
todo caso, su constitución debe ser democrática, amplia e incluyente.

Se corre el riesgo de caer en la versión simplista de la Tolerancia Cero que en este


escenario no es más que un llamado a endurecer el control policial sin un sustento y
dirección claras emanadas de la comunidad local. Por ejemplo, en enero de 1998 se
implementó en la ciudad de Nueva York una nueva política municipal y policial de
amonestar a los peatones, por cruce de calles en lugares no señalizados. A los pocos
días de iniciado el plan tuvo que ser retirada por falta de apoyo de la comunidad. Aquí
se demuestra la necesidad del arraigo y compromiso de la comunidad local y en algún
sentido de la falta de autonomía de la policía o la autoridad central para definir los
énfasis de su actuación. La política policial en la estrategia de la policía comunitaria
requiere un alto grado de responsabilidad de la policía ante la comunidad local. De lo
contrario, el llamado a fiscalizar las pequeñas ofensas puede traducirse en la aplicación
indiscriminada de fuerza, generando un escenario apto para la brutalidad y abuso
policial, como ha ocurrido en Nueva York, frustrando los esfuerzos de fondo y
acrecentando la brecha entre policía y ciudadanía y, en consecuencia, entre autoridad de
control y controlados.

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