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Universidad de San Buenaventura

Facultad de Ciencias Humanas y Sociales


Filosofía Moderna II
Primer Parcial
Docente: Tulia Almanza
Estudiante: Mario Alberto Alvarado Alarcón
30 de ago. de 22

1.) Explique las reglas a priori que constituyen el conocimiento, según las cuales los objetos
pensados por la razón no pueden ser dados por la experiencia, sino que “sólo conocemos a
priori de las cosas lo que ponemos nosotros mismos en ellas” (Kant, I. “Prólogo de la
Segunda Edición”, en: Crítica de la Razón pura, 1998, BXVIII, p. 21).

Kant no duda de que el conocimiento empieza con la experiencia, sin embargo, para él,
aquello no significa que todo el conocimiento proceda de esta. El filósofo alemán denomina
a un tipo de conocimiento que es independiente de las impresiones de los sentidos
(sensaciones) y la experiencia, este es el conocimiento a priori.

El tipo de conocimiento a priori se distingue del empírico debido a que es independiente de


la experiencia y los sentidos, como antes se ha mencionado, constituyéndolo en teoría y en
un tipo de conocimiento que se posee antes de la experiencia. Para Kant ese conocimiento
es puro, expresando que: “sólo conocemos a priori de las cosas lo que nosotros mismos
ponemos en ellas” (Kant, 1983) con ello se refiere no a la composición natural de las cosas,
sino a las construcciones que tenemos de las cosas, a partir de las nociones a priori que se
hayan en el pensamiento del sujeto. Por tanto, del árbol solo se conoce lo que el mismo
sujeto pone en el objeto y lo que puede razonar del mismo.

Según Kant, para que establezca un conocimiento a priori se deben cumplir las siguientes
condiciones, a saber: 1) La condición de necesidad que se remonta a la identidad única de
cada cosa en sí misma y su forma única de ser pensada, forma solamente generada por la
razón no por la experiencia, puesto que no permite ser pensada de otra manera, ya que esto
afectaría su principio de identidad y con ello obtendría características particulares que no
son estrictamente del ser necesario de la cosa, además Kant aclara que “[…] si se
encuentra, en primer lugar, una proposición que, al ser pensada, es simultáneamente
necesaria, tenemos un juicio a priori. Si, además, no deriva de otra que no sea válida, como

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proposición necesaria, entonces es una proposición absolutamente a priori” (1983, 43); 2)
La condición de universalidad que se expresa cuando el concepto que se tiene de la cosa se
puede aplicar a todas aquellas que comparten la naturaleza con la cosa a la cual se le
adjudica el concepto a priori, puesto que: “la experiencia nunca otorga a sus juicios una
universalidad verdadera o estricta, sino simplemente supuesta o comparativa (inducción),
de tal manera que debe decirse propiamente: de acuerdo con lo que hasta ahora hemos
observado, no se encuentra excepción alguna en esta o aquella regla.” (1983, 43) Por tanto,
la universalidad de los conceptos a priori no puede derivar de la experiencia, esto para que
no se hallen posibilidades o excepciones, porque todo juicio universal es netamente
apriorístico; 3) La estricta independencia de toda experiencia, pues todo concepto a priori
debe de ser autónomo de la experiencia.

Una vez establecidas las tres condiciones que permiten la formación de los conceptos
apriorísticos, Kant afirma que las reglas se expresan en conceptos a priori a los que, por lo
tanto, se conforman necesariamente todos los objetos de la experiencia y con los que deben
concordar” de esta forma cobra sentido y valides el siguiente enunciado: “sólo conocemos
a priori de las cosas lo que ponemos nosotros mismos en ellas”.

No se debe confundir el conocimiento a priori con la intuición, porque esta última, aunque
tiene un papel preponderante en la construcción de los conceptos referentes a la naturaleza
de las cosas, nuestro pensamiento no se rige por la naturaleza de estas, sino lo contrario,
aquellas son conocidas a partir de la constitución de las facultades mentales, entre las que
se haya la razón y la intuición. Sin embargo, Kant no se detiene en la intuición, sino que va
más allá aclarando que las representaciones son el resultado de la continua formación de
conceptos abstraídos por el entendimiento, que es el encargado junto a la intuición de
relacionar los fenómenos con el sujeto cuando razonablemente los piensa. De esta manera
Kant supone que, al realizar una determinación de las cosas, los conceptos que a ellas se
atañen están regidos por: “los objetos o, lo que es lo mismo, la experiencia, [como] única
fuente de su conocimiento (en cuanto objetos dados)” (Kant, 1983). Pero también supone,
que anterior a todo tipo de experiencia el sujeto trae consigo conceptos a los que se les
denomina a priori, porque tienen lugar en su particularidad antes de la sensación y la

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experiencia, identificándolos como preconceptos (conceptos a priori), pues Kant reconoce
que las nociones a priori son producto del razonamiento puro y a este obedecen.

Finalmente, en cuanto a las reglas del conocimiento a priori, Kant afirma que: “se expresan
en conceptos apriorísticos a los que, se conforman necesariamente todos los objetos de la
experiencia y con los que deben concordar” (Kant, 1983) con esto se indica que: en el
sujeto se encuentran unas nociones a priori mediante cuales nombra, conoce, clasifica y
ordena la realidad y el estado de las cosas en el mundo.

2.) Explique en qué consiste la distinción entre juicios analíticos y juicios sintéticos, teniendo
en cuenta los ejemplos expuestos por Kant: “Todos los cuerpos son extensos” y “Todos los
cuerpos son pesados”. El segundo es un juicio basado en la experiencia, que amplía el
concepto de cuerpo en cuanto a sus propiedades de extensión, impenetrabilidad, etc. El peso
también hace parte del concepto cuerpo, pero está basado en la experiencia, por tanto, este
predicado es sintético. ¿Qué hace falta para conectar la experiencia y las intuiciones para
alcanzar una síntesis segura como corresponde a una adquisición de conceptos realmente
nueva? (Kant, I. “Introducción” en: Crítica de la Razón pura, (1998, B11-B14, 48-50).

Kant ofrece tres conceptos a priori, a saber: el espacio, el tiempo y la causalidad; conceptos
que le permiten al sujeto ser consciente de su realidad y de cuanto conoce de las cosas.
Dentro del espacio, tiempo y causalidad se haya todo y por consiguiente también los
juicios. Un juicio es una preposición lógica que describe cosas en el mundo, para Kant
existen dos tipos de juicios importantes, a saber: 1) Analíticos y 2) Sintéticos, aquellos son
responsables en gran medida de los tipos de conceptos que se forman en el sujeto y con los
cuales este conoce el mundo.

Los juicios analíticos (a priori) son: “aquellos en que se piensa el lazo entre predicado y
sujeto mediante la identidad” (Kant, 1983, BXI, 17) Un ejemplo de predicado analítico es:
“el circulo es una circunferencia perfecta”, en el ejemplo se puede evidenciar que el
predicado se encuentra implícitamente dentro del sujeto y viceversa sin aportarle nada
nuevo, limitándose solo a explicar. En la siguiente premisa “Todos los cuerpos son
extensos” se reconoce rápidamente la naturaleza analítica de la misma, porque según la
categoría a priori del espacio “todo cuerpo posee una extensión”, ello quiere indicar que la
preposición se basta por si sola para mantener su validez. Además, la premisa “Todos los
cuerpos son extensos” no aporta nada, por el contrario, solo se limita a exponer el

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predicado que es algo que se encuentra dentro del sujeto y no puede ser de otra manera. En
palabras de Kant, los juicios analíticos son “aquéllos [que] no añaden nada al concepto del
sujeto mediante el predicado, sino que simplemente lo descomponen en sus conceptos
parciales, los cuales eran ya pensados en dicho concepto del sujeto (aunque de forma
confusa)” (Kant, 1983, BXI, 17).

De otro modo Kant planteó los juicios sintéticos (juicios de experiencia) como aquellos que
son extensivos y “añaden al concepto del sujeto un predicado que no era pensado en él ni
podía extraerse de ninguna descomposición suya” (Kant, 1983) a comparación de los
juicios analíticos, los sintéticos añaden información nueva. En el ejemplo citado por Kant
“Todos los cuerpos son pesados” se puede llegar a interpretar en el sujeto algo que no es
necesario, en este orden de ideas es “[…] el predicado [el que] constituye algo
completamente distinto de lo que pienso en el simple concepto de cuerpo en general.”
(Kant, 1983)

Una vez expuesta la distinción que Kant hace de los juicios analíticos y los sintéticos,
procedo a explicar: ¿qué hace falta para conectar la experiencia y las intuiciones para
alcanzar una síntesis segura como corresponde a una adquisición de conceptos realmente
nueva?

Para conectar la experiencia con las intuiciones se requieren los juicios sintéticos a priori,
debido a que el conocimiento nuevo obedece a unas representaciones y, estas a unos
conceptos que ya se hayan en el sujeto. Por tanto, la experiencia es la encargada de las
percepciones sensibles y la intuición acoge lo sensible y lo apriorístico, siendo con ello el
modo (facultad) por el cual todo conocimiento se dirige directamente a las cosas, y por la
cual el sujeto va afectando y trasformando las representaciones que tiene de los objetos.

En conclusión, los juicios sintéticos a priori, son los encargados de producir conocimiento
nuevo, porque aquellos combinan los conceptos apriorísticos con la experiencia,
alcanzando una síntesis segura en la intuición de las cosas.

Bibliografía

4
Kant, (1983) Crítica de la razón pura. Prólogo traducción y notas de Pedro Ribas.
Alfaguara Ediciones, Madrid.

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