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El dólar, la cantidad de dinero y una pileta

Primero que nada, tenemos que hablar un poco de la diferencia entre


los stocks y los flujos, algo clave para entender buena parte de las
discusiones económicas. Como siempre, la mejor manera de entender
esto es con un ejemplo. Pensá en una pileta (sí, ya sé que estamos casi
en invierno y en cuarentena, pero no se me ocurre otro ejemplo mejor).
La cantidad de agua –el nivel de la pileta- que estás viendo es un stock.
Ahora bien, esa cantidad de agua puede modificarse. Imaginate que
tiene un desagote por donde sale el agua, y que además hay una
manguera con una canilla abierta, por donde ingresa el agua. Eso
representa dos flujos, que pueden modificar el stock. ¿Qué pasa
entonces con el nivel de agua? ¿Aumenta o disminuye? Evidentemente
eso va a depender de cuál de los dos flujos de agua sea más fuerte. Si el
caudal que tiene la manguera es mayor al del desagote, el nivel del agua
aumenta (y viceversa).

Volviendo a nuestro tema, la cantidad de dinero que hay circulando en


un momento dado del tiempo es un stock, que puede incrementarse si
la creación (emisión) de dinero es superior a la absorción del mismo
por parte del Banco Central.

¿Qué hace que el caudal de la manguera sea más grande? Si bien el


único con la capacidad de crear dinero físico (billetes) es el Banco
Central, los bancos comerciales también son capaces de crear dinero
(en forma de depósitos) al momento de otorgar préstamos. Por otro
lado, una parte de la creación del dinero puede estar provocada
directamente por el gobierno, ya que uno de los mecanismos que tiene
para financiar el déficit fiscal es justamente recurriendo al Banco
Central para que le preste ese dinero (sin intereses).

El caudal del desagote viene dado por la política monetaria, en


particular por el manejo de la tasa de referencia por parte del Banco
Central. Si quisiera absorber dinero de la economía, el BCRA aumenta
las tasas de interés, lo que lleva a través del sistema bancario, por un
lado, a que los activos en pesos se vuelvan más atractivos para los
ahorristas (por ejemplo, los plazos fijos se vuelven más rentables), y
por otro, a desincentivar la demanda de préstamos (uno de los factores
de creación) ya que ahora serían más costosos.

El motivo de alerta de algunos economistas es que la cuarentena


provocó un incremento considerable del déficit fiscal -tanto por el
incremento del gasto público en materia de asistencia, como el IFE y el
ATP- al mismo tiempo que el BCRA redujo las tasas de interés (con el
objetivo principal de reducir el costo de financiamiento a las
empresas). Volviendo a nuestra analogía, lo que hizo fue abrir la canilla
y tapar el desagote.

La gran pregunta es… ¿qué tan llena está la pileta?

El gráfico muestra los tres principales indicadores utilizados para


medir la cantidad de dinero en circulación desde 2004. La línea azul
muestra la cantidad de billetes en circulación, la línea verde muestra el
M2 (billetes + depósitos privados en cuentas corrientes y cajas de
ahorro), mientras que la línea roja muestra el M3 (billetes + depósitos
privados en cuentas corrientes, cajas de ahorro y plazos fijos).

Si bien todas aumentaron, si se fijan bien hay diferencias importantes


sobre todo entre el dinero en circulación y los depósitos bancarios. Esto
significa que la gran mayoría del dinero que inyectó el BCRA no está
circulando, sino que se encuentra depositado en los bancos,
precisamente porque la cuarentena también afectó la movilidad del
dinero.

Sin embargo, estos depósitos pueden ser utilizados para un montón de


transacciones, donde la más peligrosa desde el punto de vista
macroeconómico es que se canalicen a la compra de dólares,
impulsando al alza su cotización. Como te mostré la semana pasada,
esto probablemente haya sido uno de los factores que estuvo por detrás
del aumento en las distintas variantes del dólar paralelo.
El BCRA parece tener la misma lectura, ya que luego de la escalada del
dólar implementó una serie de medidas que llevaron al alza las tasas de
interés que ofrecen los bancos (Badlar), que sumado a las –nuevas-
regulaciones puestas a la compra de dólares (mencionada al principio),
provocaron la caída del dólar MEP y del CCL. Una vez que la economía
retorne a la “normalidad”, el desafío de la autoridad monetaria es
tratar de acomodar las tasas de interés de modo que la cantidad de
dinero en circulación haga lo mismo.

Fuente: Rollover (newslatter sobre economía)

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