Está en la página 1de 2

de Valdemar Hernández Judith Adriana

Pierre Ronsard, poesía.


Pierre Ronsard, fue un poeta francés, estudio en el Colegio Navarra, en parís. Ronsard
encabezó una generación de poetas, conocidos primero como “the Brigade” y luego
como “Le Pléiade”, que buscaban llevar los valores del humanismo a la poesía francesa.
Dentro de la poesía de Ronsard nos podemos encontrar elementos petrarquistas, por
ejemplo, la personificación del amor:

¿Qué puedo hacer? Amor me hace vagar

Tan extraviado que ya sólo espero

Como remedio consunción y olvido.

Así mismo los tópicos como el dolor y la tristeza causadas por el amor, así como el hecho
de retomar temas grecolatinos, una pequeña muestra de eso lo tenemos a continuación:

Una inquietud sin fin de mí se adueña,

Sorbe mi sangre, me corroe el alma,

Repitiendo la suerte de Ixión,

De quien jamás se acaban los tormentos.

Por otro lado, otro tema petrarquista que nos podemos encontrar en los poemas de
Ronsard es la de la figura femenina, que se convierte en receptor de los sentimientos del
poeta, una dama con belleza sobre humana que es inalcanzable para él:

“que en mi sepulcro este epitafio pongan:

Ronsard quiso elevarse hasta los astros,

Pero le fulminó una bella Astrea”

“no hay ornato mayor qur tu hermosura

Que ha crecido a la sombra del Amor!


de Valdemar Hernández Judith Adriana

Ronsard retrata esta volubilidad del hombre, nos muestra lo difícil que es el humano y
más con el sentimiento del amor, el cual no solo es difícil de expresar, sino que se sufre
cuando no es correspondido y el cómo se anhela en la espera de conquistar al ser
deseado, y como ese proceso o desarrollo del amor puede hacer parecer que perdimos
la razón por amor.

“de tu bella mirada, se deslumbran mis ojos;

Ya no vuelvo a saber de cordura y razón”

“tanto tu satisfecha me pareces, Helena,

De ganar con mi muerte larga fama de cruel”

En algunos poemas pareciera haber una incongruencia o ponencia en cuanto a los temas
es decir en unos pareciera disfrutar el amor y en otros sufrirlo, pero más bien disfruta el
dolor que produce el amor por ser su amada la receptora de su deseo. Creo que eso es
lo que perfectamente vivimos al encontrarnos con un amor así de fuerte, donde no nos
importa el dolor que pueda causar con tal de seguir amando.

“Y me niego a admitir que el amor sea un mal;

Y si lo es, que más da, desde ahora decido

Miserable vivir en tan bella desdicha”

También podría gustarte