Está en la página 1de 19

ANTOLOGÍA DE POEMAS

ESPAÑOL

MTRA. MARTHA EUGENIA ROMÁN


CABRERA

MARÍA JOSÉ VÁZQUEZ COVARRUBIAS

FECHA DE ENTREGA 03-02-2023


1. Esto es amor, quien lo probó lo sabe (Lope de
Vega)
“Desmayarse, atreverse, estar furioso, áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo, leal, traidor, cobarde y animoso; no
hallar fuera del bien centro y reposo, mostrarse alegre, triste,
humilde, altivo, enojado, valiente, fugitivo, satisfecho, ofendido,
receloso; huir el rostro al claro desengaño, beber veneno por licor
süave, olvidar el provecho, amar el daño; creer que un cielo en un
infierno cabe, dar la vida y el alma a un desengaño; esto es amor,
quien lo probó lo sabe.”

 En este poema, Lope de Vega nos expresa de forma breve


el amplio abanico de emociones y sensaciones que genera el
amor, así como las múltiples contradicciones que puede provocar
en nosotros mismos.

2. A un sueño (Luis de Góngora)


“Varia imaginación que, en mil intentos, a pesar gastas de tu triste
dueño la dulce munición del blando sueño, alimentando vanos
pensamientos, pues traes los espíritus atentos sólo a representarme
el grave ceño del rostro dulcemente zahareño (gloriosa suspensión
de mis tormentos), el sueño (autor de representaciones), en su teatro,
sobre el viento armado, sombras suele vestir de bulto bello.

Síguele; mostraráte el rostro amado, y engañarán un rato tus


pasiones dos bienes, que serán dormir y vello.”

 En este poema, Luis de Góngora nos habla del placer de


soñar y de cómo esto nos permite desligarnos de los problemas
del día a día, así como de poder apreciar la belleza del mundo
onírico
3. Definición del amor (Francisco de Quevedo)
“Es hielo abrasador, es fuego helado, es herida que duele y no se
siente, es un soñado bien, un mal presente, es un breve descanso
muy cansado.

Es un descuido que nos da cuidado, un cobarde con nombre de


valiente, un andar solitario entre la gente, un amar solamente ser
amado.

Es una libertad encarcelada, que dura hasta el postrero paroxismo;


enfermedad que crece si es curada. Éste es el niño Amor, éste es su
abismo. ¡Mirad cuál amistad tendrá con nada el que en todo es
contrario de sí mismo!”

 Quevedo nos muestra en este poema una breve definición


del amor, el carrusel de emociones que general y las
contradicciones y autoconflictos que implica.

4. A las flores (Pedro Calderón de la Barca)


“Éstas que fueron pompa y alegría despertando al albor de la
mañana, a la tarde serán lástima vana durmiendo en brazos de la
noche fría. Este matiz que al cielo desafía, Iris listado de oro, nieve y
grana, será escarmiento de la vida humana: ¡tanto se emprende en
término de un día!

A florecer las rosas madrugaron, y para envejecerse florecieron:


cuna y sepulcro en un botón hallaron. Tales los hombres sus
fortunas vieron: en un día nacieron y espiraron; que pasados los
siglos, horas fueron.”

 Breve poema de Calderón de la Barca nos habla de las


flores, pero que parte de ellas y su fragilidad para hablar de lo
efímeras que son las cosas: todo nace y todo muere, todo tiene su
principio y su final, incluyendo nuestras ambiciones, sueños, logros
y vida.

5. Contiene una fantasía contenta con amor


decente (Sor Juana Inés de la Cruz)
“Detente, sombra de mi bien esquivo, imagen del hechizo que más
quiero, bella ilusión por quien alegre muero, dulce ficción por quien
penosa vivo.

Si al imán de tus gracias, atractivo, sirve mi pecho de obediente


acero, ¿para qué me enamoras lisonjero si has de burlarme luego
fugitivo?

Mas blasonar no puedes, satisfecho, de que triunfa de mí tu tiranía:


que aunque dejas burlado el lazo estrecho que tu forma fantástica
ceñía, poco importa burlar brazos y pecho, si te labra prisión mi
fantasía.”

 Esta poesía de Sor Juana Inés de la Cruz, una de las


exponentes del Barroco en México y miembro de la Orden de
San Jerónimo, nos habla del amor. La autora nos refleja que
aunque nos resistamos a sentirlo, experimentarlo y el mero hecho
de fantasear con él ya nos genera gozo y satisfacción.

6. Soneto a una nariz (Francisco de Quevedo)


“Érase un hombre a una nariz pegado, érase una nariz superlativa,
érase una alquitara medio viva, érase un peje espada mal barbado;
era un reloj de sol mal encarado. érase un elefante boca arriba,
érase una nariz sayón y escriba, un Ovidio Nasón mal narigado.

Érase el espolón de una galera, érase una pirámide de Egipto, los


doce tribus de narices era; érase un naricísimo infinito, frisón
archinariz, caratulera, sabañón garrafal, morado y frito.
Érase un hombre a una nariz pegado, érase una nariz superlativa;
érase una nariz sayón y escriba; érase un pez espada muy barbado;
Era un reloj de sol mal encarado. érase una alquitara pensativa;
érase un elefante boca arriba; era Ovidio Nasón más naridado.

Érase el espolón de una galera; érase una pirámide de Egito, los


doce tribus de narices era; érase un naricísimo infinito, muchísima
nariz, nariz tan fiera que en la cara de Anás fuera delito.”

 Este altamente conocido soneto de Quevedo es uno de los


más populares poemas burlescos del Barroco. Además de ello
fue una burla dedicada a uno de los máximos rivales literarios del
autor: Luis de Góngora.

7. Ovillejos (Miguel de Cervantes)


“¿Quién menoscaba mis bienes?¡Desdenes! Y ¿quién aumenta mis
duelos? ¡Los celos! Y ¿quién prueba mi paciencia? ¡Ausencia! De
este modo en mi dolencia ningún remedio se alcanza, pues me
matan la esperanza, desdenes, celos y ausencia.

¿Quién me causa este dolor?¡Amor! Y ¿quién mi gloria repuna?


¡Fortuna! Y ¿quién consiente mi duelo? ¡El cielo! De este modo yo
recelo morir deste mal extraño, pues se aúnan en mi daño amor,
fortuna y el cielo.

¿Quién mejorará mi suerte? ¡La muerte! Y el bien de amor, ¿quién le


alcanza? ¡Mudanza! Y sus males, ¿quién los cura? ¡Locura! Dese
modo no es cordura querer curar la pasión, cuando los remedios son
muerte, mudanza y locura.”

 Miguel de Cervantes es uno de los máximos exponentes


de la literatura española y universal y es especialmente
conocido por ser el autor de “El ingenioso hidalgo Don Quijote de
la Mancha”. Sin embargo, Cervantes también escribió poemas
como el aquí presente, en este caso para hablar del dolor que
puede generar el mal de amores.

8. A los celos (Luis de Góngora)


“¡Oh niebla del estado más sereno, furia infernal, serpiente mal
nacida! ¡Oh ponzoñosa víbora escondida de verde prado en oloroso
seno! ¡Oh entre el néctar de amor mortal veneno, que en vaso de
cristal quitas la vida! ¡Oh espada sobre mí de un pelo asida, de la
amorosa espuela duro freno! ¡Oh celo, del favor verdugo
eterno!,Vuélvete al lugar triste donde estabas, o al reino (si allá
cabes) del espanto; Mas no cabrás allá, que pues ha tanto que
comes de ti mesmo y no te acabas, mayor debes de ser que el
mismo infierno.”

 Este poema de Góngora hace clara referencia al


sufrimiento que genera el despertar de los celos, así como la
desconfianza y dificultad que provoca en las relaciones.

9. Busco en la muerte la vida (Miguel de


Cervantes)
“Busco en la muerte la vida, salud en la enfermedad, en la prisión
libertad, en lo cerrado salida y en el traidor lealtad. Pero mi suerte,
de quien jamás espero algún bien, con el cielo ha estatuido, que,
pues lo imposible pido, lo posible aún no me den.”

 Este corto poema de Cervantes nos habla de la búsqueda


de supuestos imposibles, de hallar algo deseado en sus
opuestos directos. Se trata de una búsqueda de lo imposible que
puede hacer perder lo que sí es posible, y que forma parte de la
historia de Don Quijote de la Mancha: el poema se lo recitan a
Anselmo, un personaje que descuida y deja de lado a su esposa
Camila.

10. Hombres necios que acusáis (Sor Juana


Inés de la Cruz)
“Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón, sin ver que sois la
ocasión de lo mismo que culpáis: si con ansia sin igual solicitáis su
desdén, ¿por qué queréis que obren bien si la incitáis al mal?

Combatís su resistencia y luego, con gravedad, decís que fue


liviandad lo que hizo la diligencia. Parecer quiere el denuedo de
vuestro parecer loco el niño que pone el coco y luego le tiene miedo.
Queréis, con presunción necia, hallar a la que buscáis, para
pretendida, Thais, y en la posesión, Lucrecia.

¿Qué humor puede ser más raro que el que, falto de consejo, él
mismo empaña el espejo, y siente que no esté claro? Con el favor y
desdén tenéis condición igual, quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.

Siempre tan necios andáis que, con desigual nivel, a una culpáis por
cruel y a otra por fácil culpáis. ¿Pues cómo ha de estar templada la
que vuestro amor pretende, si la que es ingrata, ofende, y la que es
fácil, enfada? Mas, entre el enfado y pena que vuestro gusto refiere,
bien haya la que no os quiere y quejaos en hora buena.

Dan vuestras amantes penas a sus libertades alas, y después de


hacerlas malas las queréis hallar muy buenas. ¿Cuál mayor culpa ha
tenido en una pasión errada: la que cae de rogada, o el que ruega de
caído? ¿O cuál es más de culpar, aunque cualquiera mal haga: la
que peca por la paga, o el que paga por pecar?

Pues ¿para qué os espantáis de la culpa que tenéis? Queredlas cual


las hacéis o hacedlas cual las buscáis. Dejad de solicitar, y después,
con más razón, acusaréis la afición de la que os fuere a rogar. Bien
con muchas armas fundo que lidia vuestra arrogancia, pues en
promesa e instancia juntáis diablo, carne y mundo.”

 Esta poesía es también de Sor Juana Inés de la Cruz,


concretamente una de los más conocidas, y en ella nos habla
de la hipocresía de quienes exigen en su cónyuge unas
características determinadas que su vez luego critican y
discriminan, además de cosificar y tratar con desigualdad a la
figura femenina. Nos habla de forma crítica de posiciones de
discriminación y de trato vejatorio y utlitarista hacia la mujer, un
tema que no resulta tan frecuente ver criticado por los autores del
siglo XVII.

11. El rostro vi de mi difunta esposa (John


Milton)
“El rostro vi de mi difunta esposa, devuelta, como Alceste, de la
muerte, con que Hércules acrecentó mi suerte, lívida y rescatada de
la fosa. Mía, incólume, limpia, esplendorosa, pura y salvada por la
ley tan fuerte, y contemplo su hermoso cuerpo inerte como el que
está en el cielo en que reposa.

De blanco a mí llegó toda vestida, cubierto el rostro, y alcanzó a


mostrarme que en amor y en bondad resplandecía. ¡Cuánto brillo,
reflejo de su vida! Pero ¡ay! que se inclinó para abrazarme y
desperté y vi en noche vuelto el día.”

 Este hermoso poema de Milton nos refleja la añoranza y el


deseo de que las personas que han muerto sigan con nosotros.

12. Noche (Lope de Vega)


“Noche fabricadora de embelecos, loca, imaginativa, quimerista, que
muestras al que en ti su bien conquista, los montes llanos y los
mares secos; habitadora de cerebros huecos, mecánica, filósofa,
alquimista, encubridora vil, lince sin vista, espantadiza de tus mismos
ecos; la sombra, el miedo, el mal se te atribuya, solícita, poeta,
enferma, fría, manos del bravo y pies del fugitivo.

Que vele o duerma, media vida es tuya; si velo, te lo pago con el día,
y si duermo, no siento lo que vivo.”

 Poema de Lope de Vega inspirado en la noche, esa parte


del día tan asociada al misticismo, a la magia y al sueño.

13. Pronuncia con sus nombres los trastos y


miserias de la vida (Francisco de Quevedo)
“La vida empieza en lágrimas y caca, luego viene la mu, con mama y
coco, síguense las viruelas, baba y moco, y luego llega el trompo y la
matraca. En creciendo, la amiga y la sonsaca, con ella embiste el
apetito loco, en subiendo a mancebo, todo es poco, y después la
intención peca en bellaca. Llega a ser hombre, y todo lo trabuca,
soltero sigue toda perendeca, casado se convierte en mala cuca.
Viejo encanece, arrúgase y se seca, llega la muerte, todo lo bazuca,
y lo que deja paga, y lo que peca.”

 Una obra que nos habla del paso del tiempo, de la


evolución del hombre a lo largo del ciclo vital y en las
diferentes etapas de la vida: nacimiento, crecimiento, adultez y
vejez.

14. La salida del sol (John Donne)


“Viejo necio afanoso, ingobernable sol, ¿por qué de esta manera, a
través de ventanas y visillos, nos llamas? ¿Acaso han de seguir tu
paso los amantes? Ve, lumbrera insolente, y reprende más bien a
tardos colegiales y huraños aprendices, anuncia al cortesano que el
rey saldrá de caza, ordena a las hormigas que guarden la cosecha;
Amor, que nunca cambia, no sabe de estaciones, de horas, días o
meses, los harapos del tiempo.

¿Por qué tus rayos juzgas tan fuertes y esplendentes? Yo podría


eclipsarlos de un solo parpadeo, que más no puedo estarme sin
mirarla. Si sus ojos aún no te han cegado, fíjate bien y dime, mañana
a tu regreso, si las Indias del oro y las especias prosiguen en su sitio,
o aquí conmigo yacen. Pregunta por los reyes a los que ayer veías y
sabrás que aquí yacen todos, en este lecho.

Ella es todos los reinos y yo, todos los príncipes, y fuera de nosotros
nada existe; nos imitan los príncipes. Comparado con esto, todo
honor es remedio, toda riqueza, alquimia. Tú eres, sol, la mitad de
feliz que nosotros, luego que a tal extremo se ha contraído el mundo.
Tu edad pide reposo, y pues que tu deber es calentar el mundo, con
calentarnos baste. Brilla para nosotros, que en todo habrás de estar,
este lecho tu centro, tu órbita estas paredes.”

 Esta obra de John Donne nos habla del amor, criticando la


fuerza de los rayos del sol por molestar en la contemplación de la
amada y declarando que cuando están juntos solo ellos existen, en
un momento de felicidad y completud.

15. Las horas que gentiles compusieron


(William Shakespeare)
“Las horas que gentiles compusieron tal visión para encanto de los
ojos, sus tiranos serán cuando destruyan una belleza de suprema
gracia: porque el tiempo incansable, en torvo invierno, muda al
verano que en su seno arruina; la savia hiela y el follaje esparce y a
la hermosura agosta entre la nieve.
Si no quedara la estival esencia, en muros de cristal cautivo líquido,
la belleza y su fruto morirían sin dejar ni el recuerdo de su forma.
Mas la flor destilada, hasta en invierno, su ornato pierde y en
perfume vive.”

 Este poema, del conocido dramaturgo William


Shakespeare, nos habla de cómo el paso del tiempo deteriora
nuestro aspecto y belleza a nivel físico, si bien lo más importante,
la esencia, pervive.

16. Ojos (Giambattista Marino)


“Ojos, si es verdad que un sabio la luz clara puede someter de las
celestes rotaciones, ¿por qué no puedo yo poseerlas a ustedes,
luminosas y bellas, en el sol nacidas, estrellas terrenales? Feliz
astrología si pudiera, besando un rayo suyo, decirles: “Ya no temo a
asesinos y reyes: si ustedes, ojos, ya son míos”.”

 Giambattista Marino es probablemente el autor más


relevante del Barroco italiano, contando en su obra con
exponentes tales como Adonis. De este se extrae el fragmento de
poema (traducido) anteriormente escrito, en el que nos habla del
amor y la importancia que le damos a los ojos y la mirada de la
persona amada.

17. Soneto XIX al amor (Jean de Sponde)


“Un día contemplé el agua de este río que arrastra lentamente hacia
la mar sus ondas, sin que los aquilones lo hicieran espumar, ni saltar,
destructor, a la orilla que baña. Y contemplando el curso de los
males que tengo, este río, me dije, no conoce de amar; si una llama
pudiera sus hielos encender, él hallaría el amor igual que yo lo he
hallado.
Si le sentara bien, tendría mayor torrente. El amor es de pena, no
tanto de reposo, pero esta pena, al fin, al reposo le sigue, si su
espíritu firme del morir la defiende; mas quien muere en la pena, no
se merece sino que el reposo jamás lo devuelva a la vida.”

 Un representante del barroco francés, Jean de Sponde nos


expresa en la traducción de este soneto sus reflexiones sobre el
amor al contemplar el fluir de un río.

18. La prohibición (John Donne)


“Cuídate de amarme,recuerda, al menos, que te lo he prohibido; no
es que vaya a resarcirme de mi inmenso derroche de palabras y
sangre por tu llanto y suspiros siendo contigo como tú fuiste para mí;
pero como tal goce consume nuestra vida que, al menos que tu amor
se frustre con mi muerte; si me amas, cuídate de amarme.

Cuídate de odiarme, o de triunfar con exceso en la victoria. No es


que quiera ser yo mi propia autoridad, y devolver odio por odio; más
tú perderás tu título de conquistador si yo, tu conquista, perezco por
tu odio. Para que, al ser yo nada, no te disminuya mi muertes; si me
odias, cuídate de odiarme.

No obstante, ámame y ódiame también, y así tales extremos se


podrán anular. Ámame, para que pueda morir de la manera más
dulce; ódiame, pues tú amor es para mí excesivo; o deja que ambos
se marchiten, y no yo ; así, yo, vivo, seré tu escenario, no tu triunfo;
mo sea así que destroces tu amor, tu odio y a mí mismo, para
dejarme vivir, oh, ámame y ódiame también.”

 Según Donne, la dualidad amor-odio es una constante


dentro del mundo de la poesía, estableciendo un conflicto entre
ambos extremos y buscando el autor de este poema que estos se
contrarresten.
19. Cuando haya muerto, llórame solo…
(William Shakespeare)
“Cuando haya muerto, llórame tan sólo mientras escuches la
campana triste, anunciadora al mundo de mi fuga del mundo vil
hacia el gusano infame. Y no evoques, si lees esta rima, la mano
que la escribe, pues te quiero tanto que hasta tu olvido prefiriera a
saber que te amarga mi memoria.

Pero si acaso miras estos versos cuando del barro nada me separe,
ni siquiera mi pobre nombre digas y que tu amor conmigo se
marchite, para que el sabio en tu llorar no indague y se burle de ti
por el ausente.”

 Otro poema de Shakespeare, el cual se centra en las


temáticas del amor, la muerte y la añoranza: expresa su deseo que
su propia muerte no genere sufrimiento a la persona a la que ama,
hasta el punto de preferir ser olvidado.

20. Soneto II sobre la muerte (Jean de Sponde)


“¡Es preciso morir!, y la vida orgullosa que desafía a la muerte,
sentirá sus furores; los soles izarán sus flores cotidianas y el tiempo
agrietará esta ampolla vacía. Esta antorcha que arroja una llama
humeante, sobre la verde cera apagará su ardor; el óleo de este
cuadro blanqueará sus colores, sus ondas romperán en la orilla
espumosa. Vi sus claros relámpagos pasar ante mis ojos, y escuché
incluso el trueno que retumba en los cielos. De una parte o de otra
saltará la tormenta. Vi fundirse la nieve, secarse sus torrentes, a los
leones rugientes los vi luego sin rabia. Vivid, hombres, vivid, que es
preciso morir.”

 El autor francés reflexiona en este poema sobre el hecho


de que todos tenemos que morir tarde o temprano, y nos
empuja a vivir intensamente durante el tiempo que vamos a
hacerlo.

21. Soneto V (Tirso de Molina)


“Yo os prometí mi libertad querida, no cautivaros más, ni daros pena;
pero promesa en potestad ajena, ¿cómo puede obligar a ser
cumplida? Quien promete no amar toda la vida, y en la ocasión la
voluntad enfrena, seque el agua del mar, sume su arena, los vientos
pare, lo infinito mida.

Hasta ahora con noble resistencia las plumas corto a leves


pensamientos, por más que la ocasión su vuelo ampare. Pupila soy
de amor; sin su licencia no pueden obligarme juramentos. Perdonad,
voluntad, si los quebrare.”

 Este soneto, de la obra “El castigo del penséque”, nos


habla de cómo la pérdida del amor puede llevar a romper las
promesas que se le hicieron a la persona amada.

22. Lágrimas de la patria (Andreas Gryphius)


“Ahora sí estamos más que destrozados; la numerosa soldadesca, la
trompeta sonante, la espada llena de sangre, el cañón tronante; han
consumido todo lo que que sudor y labor crearon. Las torres
ardiendo, la iglesia saqueda, el ayuntamiento en ruina, los hombres
fuertes despedazados, las jóvenes violadas y todo lo que vemos es
fuego, peste y muerte que traspasan alma y corazón.

NEWSLETTER PYM
La pasión por la psicología también en tu
email
Únete a nuestra comunidad para recibir nuevos artículos y contenidos
exclusivos

Suscríbete
Suscribiéndote aceptas la política de privacidad

Aquí, baluarte y ciudad siempre encharcados con sangre, durante


tres veces seis años los arroyos repletos de muertos que lentamente
arrastraron. Y no hablo de lo que es peor que la muerte, peor que
peste, fuego y hambre, porque tanta gente perdió el tesoro de su
alma.”

 El barroco alemán también tiene diversos autores


relevantes, entre los que se encuentra Andreas Gryphius. En este
poema el autor expresa su dolor por los horrores de la guerra
(Alemania se encontraba en plena Guerra de los Treinta Años).

23. A las estrellas (Pedro Calderón de la Barca)


“Esos rasgos de luz, esas centellas que cobran con amagos
superiores alimentos del sol en resplandores, aquello viven, si se
duelen dellas. Flores nocturnas son; aunque tan bellas, efímeras
padecen sus ardores; pues si un día es el siglo de las flores, una
noche es la edad de las estrellas.

De esa, pues, primavera fugitiva, ya nuestro mal, ya nuestro bien se


infiere; registro es nuestro, o muera el sol o viva. ¿Qué duración
habrá que el hombre espere, o qué mudanza habrá que no reciba de
astro que cada noche nace y muere.”

 Este poema es un breve soneto dedicado a las estrellas,


las cuales permanecen prácticamente inmutables y
acompañándonos todas las noches de nuestras vidas.
24. Yo me muero de amor (Lope de Vega)
“Yo me muero de amor, que no sabía, aunque diestro en amar cosas
del suelo, que no pensaba yo que amor del cielo con tal rigor las
almas encendía. Si llama la moral filosofía deseo de hermosura a
amor, recelo que con mayores ansias me desvelo cuanto es más alta
la belleza mía.

Amé en la tierra vil, ¡qué necio amante! ¡Oh luz del alma, habiendo
de buscaros, qué tiempo que perdí como ignorante! Mas yo os
prometo agora de pagaros con mil siglos de amor cualquiera instante
que por amarme a mí dejé de amaros.”

 Lope de Vega expresa en este poema las intensas


sensaciones y el deseo de ser amado por aquella persona a la
que ama.

25. Advertencia a un ministro (Francisco de


Quevedo)
“Tú, ya, ¡oh ministro!, afirma tu cuidado en no injuriar al mísero y al
fuerte; cuando le quitas oro y plata, advierte que les dejas el hierro
acicalado. Dejas espada y lanza al desdichado, y poder y razón para
vencerte; no sabe pueblo ayuno temer muerte; armas quedan al
pueblo despojado.

Quien ve su perdición cierta, aborrece, más que su perdición, la


causa della; y ésta, no aquélla, es más quien le enfurece. Arma su
desnudez y su querella con desesperación, cuando le ofrece
venganza del rigor quien le atropella.”

 La poesía del Barroco también tiene representación en el


ámbito de la crítica política. En este poema, Quevedo establece
una advertencia al poder a no aprovecharse y vejar al pueblo
sobre el que gobiernan, o de lo contrario les estará dando motivos
para derribarlo.

26. Soneto XXXI (Francisco de Medrano)


“Arde la llama, y a la oscura y fría noche el festivo incendio vence, y
cuanto de estruendo y fuego horror fue ya en Lepanto sirve el gusto
brevísimo de un día. Sola una tú lo atiendes, alma mía, de placer no
alterada ni de espanto, siendo en tan nueva luz y en fuego tanto la
admiración común y la alegría.

Arde ¿quién duda? en tu más noble parte más fiera llama y más
también luciente. ¿Qué te podrá alegrar o qué admirarte? Así,
presente el sol, no hay luz hermosa ni grande; así ningún pincel
valiente, presente la verdad, parecer osa.”

 Francisco de Medrano, un autor clásico dentro del Barroco,


nos muestra en este poema una hermosa referencia al amanacer y
su belleza.

27. A Itálica (Francisco de Rioja)


“Éstas ya, de la edad, canas ruinas, que aparecen en puntas
desiguales, fueron anfiteatro, y son seńales apenas de sus fábricas
divinas. ¡Oh, a cuán mísero fin, tiempo, destinas obras que nos
parecen inmortales! Y temo, y no presumo, que mis males así a igual
fenecer los encaminas. A este barro, que llama endureciera, y blanco
polvo humedecido atara, ¡cuánto admiró y pisó número humano!Y ya
el fausto y la pompa lisonjera de pesadumbre tan ilustre y rara.”

 Este poema de Francisco de Rioja, cuyo título nos habla


de las ruinas de la ciudad de Itálica (en la actual Sevilla), nos
habla del paso del tiempo y cómo todo (incluso lo que
consideramos inalterable) acaba por desaparecer según este corre.
28. Es tan glorioso y alto de pensamiento (Iván
de Tarsis/Conde de Villamediana)
“Es tan glorioso y alto el pensamiento que me mantiene en vida y
causa muerte, que no sé estilo o medio con que acierte a declarar el
mal y el bien que siento. Dilo tú, amor, que sabes mi tormento,y traza
un nuevo modo que concierte estos varios extremos de mi suerte
que alivian con su causa el sentimiento; en cuya pena, si es glorioso
efecto el sacrificio de la fe más pura que está ardiendo en las alas
del respeto, ose el amor, si teme la ventura, que entre misterios de
un amor secreto amar es fuerza y esperar locura.”

 El conde de Villamediana nos habla del amor como fuerza


poderosa que da impulso a la vida pero que a la vez atormenta al
que ama con dudas y sufrimiento.

29. Descripción de la perfecta belleza (Christian


Hofmann von Hofmannswaldau)
“Un cabello que temerario a Berenice esquiva, una boca que exhibe
rosas, plena de perlas, una lengua que emponzoña mil corazones,
dos senos, donde el rubí alabastro tramaría. Un cuello que en todo
aventaja al cisne, dos mejillas, donde la majestad de Flora se agita,
una mirada que derriba hombres, que convoca rayos, dos brazos,
cuya fuerza al león han ejecutado.

Un corazón, del cuál no brota más que mi ruina, una voz, tan
celestial que mi condena sentencia, dos manos, cuyo rencor al
destierro me envían, y con dulce veneno la misma alma envuelve.
Un adorno, así parece, en Paraíso creado, de todo ingenio y libertad
me ha privado.”
HOJA DE REFLEXIÓN
 Con este proyecto aprendi y conoci mas sobre como
se hace una antología y el prólogo, me gustó el tema
ya que no sabia como se hacia una antología y
también me gustó porque pude elegir los poemas a mi
gusto.

También podría gustarte