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I.E.

P “LAS PALMAS”

INFORME DE LA OBRA:
“EN QUÉ MOMENTO SE JODIÓ EL PERÚ”

CIENCIAS SOCIALES

PROFESOR DEL CURSO:


JOANY CALLE BERRIOS

ALUMNOS:
TATIANA NICOLE SOTO HERRERA
MATHEO FRANCISCO UBILLUS HUERTAS
ANTHONY JAHIR TALLEDO SEMINARIO

4TO DE SECUNDARIA

PIURA, 09 SETIEMBRE DE 2022


Introducción

Este libro debió aparecer en enero del presente año.lo demoraron las
contingencias electorales y los tráfagos de algunos autores invitados a participar
en él. Nuestro deseo fue componer una obra multiple , viva, polémica. Y ,sobre
todo, constructiva.
Creemos q las tensiones e injusticias de esta sociedad crispada en qué vivimos
inmersos hallan un principio de explicación mayor en el instante de la conquista,
en el siglo XVI. Y sentimos q desde el tiempo de los incas no hubo un proyecto de
nacional capaz de cambiar de raíz el conjunto de la sociedad, en especial de la
región andina y en la amazónica. Porque los incas de Pachacútec en adelante,
lograron éxitos que no se repitieron más.
Aquella sociedad entro en un colapso en el momento ruinoso en que una hueste
de 168 matachines, en Cajamarca el 16 de noviembre de 1532, tomo por la
garganta al país de los incas.
Vivimos un tiempo que ya no hay tolerancia para más aplazamientos. A un
estamos a tiempo para convocar un pacto social definitivo. Un pacto social,
político e intelectual ( sí: también intelectual, pues los políticos tienden a silenciar o
marginar al científico, al tecnólogo, al escritor, al artista, en vez de llamarlos y
exigirles su cuota para resolver los problemas del Perú ) el consenso de los
partidos haría variable un gran proyecto nacional a ciento de años, que se
propongan exterminar la miseria y la ignorancia y construir una patria justa y
soberana.
Ahora sí pasaremos con el análisis de la obra En que momento se jodió el Perú.
LUIS GUILLERMO LUMBRERAS ESBOZO DE UNA CRITICA DE LA
RAZÓN COLONIAL
El Perú se jode cuando los españoles fijan al Perú como una mina y no como un
país, y se hicieron propietarios de aquello que les convenía.
Nuestros conflictos tienen una raíz colonial y en ella brotan conflictos más graves
como el racismo. La razón colonial se impuso sobre la razón nacional, liquidando
cualquier posibilidad de rehabilitación de un proyecto nacional.
Se montó el proyecto colonial sobre un país que estaba en pleno ejercicio de
proyectos de mejoramiento de suelos, cuando el cobre adquiría cualidades
casimonetarias, sobre un estado económico y social próspero. Cuando fue nuestro
pueblo quién recreó la geografía de este territorio para convertirlo en país. Pero en
nada de esto puso atención España y repartirse el país que otras manos habían
construido, no es justo.
El Perú empezó a descomponerse en el siglo XVI, pero esto solo fue el inicio de
una cadena que llega hasta nuestros días, el mayor eslabón fue la conquista y
seguido la instauración de la república criolla.
Todo se debe a la razón colonial, he aquí lo que somos hoy, lo que es hoy en día
el Perú:
- Nuestro consumismo se rige por pautas nacidas en la raíz colonial,
desde que importaron productos comunes en España, pero costosos acá. Y
nos acostumbramos a la idea que, sin pan de trigo, sin leche, sin carne de
vacuno nos moriremos.
- Nuestro proletariado industrial no tiene identidad nacional
- No hay la suficiente capacidad de producir nuestro propio sustento, y
en vez de organizar nuestra producción en función de necesidades de
consumo nuestras, se ingresa divisas para importar lo que queremos
consumir.
- Calificamos de atrasadas a los sectores llamados usualmente
“indígenas” solo porque no pudo penetrar el proyecto colonial allí y
exigimos su incorporación a la modernidad.
- Estamos llegando al final del tercer milenio sin patrimonio cultural propio
y con un patrimonio natural con el que no sabemos qué hacer.
- Nos concentramos en las ciudades matando al campo.
- Crisis del sistema jurídico-político
- No hay sentimiento de solidaridad, no hay seguridad, lo derechos
reconocen de modo selectivo
- No existen normas establecidas, y las que hay no está sujetas a
obediencia necesaria
Y si el Perú se ha quebrado por la intensificación del proyecto colonial, solo queda
como solución la liberación nacional. Pero este proyecto no será fácil, hay 500
años de hábitos e intereses acumulados.
Washington Delgado

DE LO TERRIBLE QUE ES SER CONQUISTADO

El Perú atraviesa, en este momento, una crisis muy dura. Podemos preguntarnos:
¿Cuándo se originó está crisis? Las respuestas pueden ser varias: cuando triunfo
el Apra, en 1985, o durante el gobierno militar del general Velasco; o en el
segundo gobierno de Belaúnde; o es el resultado de la crisis capitalista mundial,
desencadenada a partir de de 1970.Cada una de estas crisis tuvo una causa o
varias causas y se procuró remediar mediante diversos métodos que,
momentáneamente pudieron paliarlas, pero nunca llegaron a ser una cura radical.
En realidad, estas crisis fueron coyunturales y las soluciones que se buscaron
para resolverlas fueron siempre coyunturales, también; por debajo de ellas había
una crisis más honda y permanente, soportada a lo largo de siglos y que había
venido siendo ignorada o soslayada por gobernantes y políticos, por ideólogos e
intelectuales. Gracias a la prédica de Gonzáles Prada se empieza a notar que la
fractura del Perú se produce por obra de la conquista española. Hasta ese
episodio bélico existía un vasto imperio, bien organizado y con una gran
población, que gozaba de un apreciable bienestar en una próspera agricultura y
un ágil sistema distributivo.
La conquista fue cruenta y, sobre todo, en el cusco de Manco Inca, hubo gran
matanza de indios, del otro lado del mundo, desorganizaron la sociedad indigena,
desarticularon su producción agricola, cambiaron sus hábitos alimenticios y
atentaron contra la salud pública al portar consigo, inconscientemente, nuevas
enfermedades para las cuales los indios no tenían defensa.
Todo esto, con ser grave, no fue lo peor. La gran fractura se produjo,
principalmente, en los campos económico y social. La economía incaica, de
naturaleza autárquica y autónoma, y exceditaria, había alcanzado un estado
floreciente gracias al alto desarrollo de la agricultura, conseguido en milenios de
domesticación de un territorio difícil, La conquista española, el virreinato posterior
y la república subsiguiente fueron destruyendo, continuamente, esta rica y
ejemplar cultura agricola; si no la aniquilaron totalmente fue porque eso hubiera
significado aniquilar al Perú mismo. Pero la agricultura dejó de ser el eje de la
economía y, en cambio, se dedicaron las energías nacionales al desarrollo de la
minería. Los minerales que se extraían, principalmente el oro y la plata los más
buscados y apreciados, no se utilizaban internamente.
En cambio, se importaban productos manufacturados y, también, alimentos. El
Perú dejó de ser una región autárquica y se convirtió en un país cuya economía
funcionaba sobre la base de la importación y la exportación; pero, además, esto
es lo más grave, dejó de ser autónomo y pasó a ser un país dependiente.
DE LAS GUERRAS PRECAJAMARQUINAS

La conquista que fracturó el Perú fue relativamente rápida, sobre todo si se tiene
en cuenta la inmensa diferencia numérica entre conquistadores y conquistados.
Es verdad que los españoles aventajaban enormemente a los indios en
armamento, técnicas e implementos militares, pero eso no lo explica todo; hay otro
motivo para el rápido derrumbamiento del imperio incaico: la guerra civil entre
Huáscar y Atahualpa, terminada poco antes y que lo había debilitado mucho, pues
no solo hubo gran cantidad de muertos sino que la nobleza dirigente del Cusco
había sido grandemente mermada.
Efectivamente, la guerra civil entre las panacas del Cusco y Quito parece un signo
claro de la declinación del imperio incaico, el primer paso de una disolución que no
tardaría en producirse, aunque no llegaran los españoles. Recordábamos hace
poco a Toynbee, cuando afirma que una clase social llega al poder cuando tiene
soluciones para los problemas del país.
El episodio bélico entre Huáscar y Atahualpa fue solamente una de las muchas
guerras en el Perú prehispánico. El predominio quechua era reciente, antes hubo
otros imperios: Huari, el Gran Chimú Chavin asimismo, suscitado grandes guerras
que produjeron; naturalmente retrocesos que habian, parciales en determinadas
naciones indias, pero que no atentaron mayormente contra el progreso del país,
cuya población no disminuyó, y, por el contrario; paulatinamente fue aumentando
Las guerras civiles o de conquista, en el Perú prehispánico, pudieron significar
trastornos momentáneos, pero no produjeron fracturas ni daños insalvables en el
desarrollo de la economía y de la sociedad. Esto se debió a que todas las
civilizaciones del antiguo Perú partían de la misma base: la agricultura;
cualesquiera fueran los antagonismos provocadores de una guerra o una rebelión,
la economía agrícola era preservada celosamente; en el caso de guerras de
prolongada duración, durante las temporadas de siembra o cosecha, cuando el
trabajo agrícola se volvía intenso y necesitaba el concurso de toda la población, la
guerra se suspendía para que los combatientes pudieran trabajar la tierra.
La agricultura prehispánica, como resultado de experiencias acumuladas, de
manera continua durante milenios, llegó a un grado de progreso que, aún hoy,
parece asombroso.
Las guerras en el Perú prehispánico no tuvieron el carácter destructor de la
economía y de la cultura que sí tuvo la conquista española. Por esta razón no
puede considerarse que el origen de la fractura, que ha escindido al Perú duran te
varios siglos, pueda situarse en la guerra civil entre Huascar y Atahualpa, aun
cuando sí pueda ser verdad que esa guerra debilitó al imperio incaico y facilitó la
conquista española.
Las diversas culturas, surgidas en los Andes o en la costa del Perú, se fundaron
sobre las comunidades, pero el avance de las técnicas y el mejoramiento de la
producción generaron excedentes que permitieron la aparición de castas
dirigentes, religiosas y militares, las cuales fueron gradualmente aumentando su
poder. El camino hacia el estado esclavista se había iniciado. Podría pensarse
que la conquista española únicamente aceleró ese proceso; sin embargo, ‘La
historia no fue tan sencilla. Los españoles implantaron la esclavitud abierta y los
regímenes de servidumbre, es verdad, pero eso no fue lo más grave para el Perú
y su población indigena. Lo realmente grave fue que se destruyó su economía
agraria, tan dificultosamente desarrollada y perfeccionada, para remplazaría por
una economía minera que cambió al Perú, fracturó su sociedad y lo convirtió de
nación autosuficiente en colonia dependiente, hasta hoy.

UCRONIAS COLONIALES y EMANCIPADAS


Aunque entremos en el reino movedizo y engañoso de la ucronia, no puede
negarse que la gran fractura del Perú, producida por la conquista, pudo reducirse
o soldarse en diversos momentos de su historia. Hubo voces que así lo
proclamaron, desde el mismo siglo XVI; y hubo, también, débiles y fallidos intentos
de procurar algún remedio.
El discurso del Inca Garcilaso de la Vega, del que hemos hablado ya significó un
elevado ideal de armonía, un anhelo intimo de que las dos naciones antagónicas
del Perú, la india y la española, confluyeran solidariamente en la formación de una
nueva nacionalidad integrada a un reino cristiano universal, pero no señaló un
camino franco, un método eficiente para alcanzar esa concordia y armonía. Más
eficacia tuvo la prédica ardorosa y turbulenta del padre Las Casas, pues consiguió
que la corona española promulgara las Leyes de Indias para proteger a los indios
de los abusos del conquistador y garantizar la subsistencia de las naciones
aborigenes en las diversas latitudes americanas. Naturalmente, esta benéfica
legislación pudo promulgarse no solo porque obedecía a muy altos ideales
humanitarios sino, también y acaso principalmente, porque constituía una
necesidad política y económica. El propio Gonzalo Pizarro, quien se opondría al
cumplimiento estricto de las Leyes de Indias. Pedía a sus secuaces más
sanguinarios que no se excedieran en la matanza de naturales porque, decía,
“esta tierra sin indios no vale nada”.
La rebelión de Tupac Amaru no tuvo un fundamento teórico notable, se produjo
como respuesta a unos abusos concretos y no como la realización de un ideal,
más o menos teórico. La decadencia económica y política de la monarquía
española en Europa y de su virreinato en el Perú, debida especialmente, en el
caso peruano, al declive de la producción minera llevaron a los gobernantes y
funcionarios virreinales a incrementar la presión tributaria sobre la nación india,
hasta limites verdaderamente intolerables que hicieron estallar la rebelión.
La rebelión de Tupac Amaru, de todas maneras, fue una lección histórica que los
políticos y gobernantes, antes y ahora, pudieron haber aprovechado y que,
lamentablemente, no aprovecharon aunque, algunas veces, la efigie y el nombre
del caudillo quechua fueron vanamente utilizados.
La revolución emancipadora no fue tampoco una solución de la gran fractura. Dos
males aquejaban at Perú desde la conquista: la subordinación a un poder
extranjero y la escisión del país en dos naciones: una india, mayoritaria y
oprimida, otra blanca o “criolla”, minoritaria y opresora. La revolución “libertadora
solo atendió al primero de estos males y su éxito fue relativo: consiguió
efectivamente, la independencia política del Perú, pero no llegó a establecer su
independencia económica. El Perú dejó de ser la posesión de una metrópoli,
foránea para depender de un mercado internacional, dominado primero, por
Inglaterra y después por los estados Unidos de Norteamérica. La escisión del país
continuó igual que en la colonia o fue aún más grave: los indios empezaron a sufrir
una mayor opresión.
UNA DERECHA QUE NOS HUNDE Y UNA IZQUIERDA A LA
DERIVA.

Desde la conquista hasta la actualidad, el problema de la gran fractura del Perú ha


venido complicándose. Era natural que así sucediese: las sociedades, a medida
que progresan, se diversifican, se pluralizan se vuelven más complejas. En la
colonia misma el problema no era tan simple como a primera vista parecía en
líneas generales, la sociedad colonial se descomponía en dos sectores: una
minúscula minoría “blanca”, dueña de haciendas y de minas; y una inmensa
mayoría “india” trabajando en esas minas y haciendas, en condiciones miserables,
sin embargo, en los allos tempranos de la conquista, la minoría “blanca”
dominante se enzarzó en unas cruentas guerras civiles.
El sector oprimido era también muy variado: indios comuneros, propietarios de sus
tierras; peones de las haciendas o encomiendas, en una situación de servidumbre,
trabajadores de las minas y obrajes, como mitayos o con salarios miseros; negros
esclavos, en las haciendas de la costa, artesanos diversos, indios o negros
emancipados. Con el advenimiento de la república esta composición social sufrió
algunos cambios; después de 1860, por ejemplo, desapareció la esclavitud y la
consecuente importación de negros africanos, aunque apareció otra forma de
esclavitud embozada, con la importación de culies asiáticos para el trabajo en las
haciendas costeñas.
Desde comienzos del siglo XX, la sociedad peruana cambia mis aceleradamente.
El hecho más importante es la aparición y desarrollo de una industria ligera que
trae consigo un proletariado que no será, hasta hoy, muy grande, pero que va
creciendo paulatinamente, se organiza en sindicatos y cobra lo que se llama una
conciencia social, de tal modo que su peso en el conjunto del país, en la evolución
de la sociedad y en la ideología de los partidos situados a la izquierda del espectro
político será mucho mayor que el de las grandes masas campesinas.
En esta situación, reducir la fractura del Perú es una tarea muy dificultosa; los
acontecimientos políticos de los últimos veinte años así lo evidencian. Pareciera
que una solución monolitica y unilateral es imposible y que afrontar el problema
desde una perspectiva puramente nacional, también es un error. Ante el
descalabro de la economía nacional y la amenaza creciente de los grupos
terroristas, en la actualidad, muchos sectores y partidos políticos convocan a la
unidad nacional para salvar al país, esa unidad, por el momento, no pasa de ser
una pura gesticulación verbal sin contenido. En este sentido,, resulta
aleccionadora la experiencia reciente del partido Aprista que llegó al poder
después de sesenta años de actividad y frustraciones; cuando ganó las elecciones
presidenciales y parlamentarias, en 1985, la crisis que se había iniciado en el
primer gobierno del arquitecto Belaúnde y se acrecentó en los regímenes militares
de Velasco y Morales Bermúdez, se había vuelto incontenible en el segundo
gobierno belaundista.
La izquierda peruana puede y debe tener, todavía, un papel influyente en la vida
nacional y ser un factor valioso en la solución de sus problemas inmediatos y de
su fractura secular; pero debe cambiar, radicalmente, el rumbo. Pienso que
después de la escisión de Izquierda Unida en dos frentes desavenidos, y aún
antes, sus dirigentes debieron pensar que lo más sano era no participar en las
elecciones presidenciales de 1990 y dedicar todas sus energías a hacer lo que no
se había hecho, a andar el camino que no se había andado. Como dijera
Mariátegui la revolución peruana no debe ser calco ni copia sino creación heroica,
frase que se ha repetido mucho sin que se la haya comprendido bien.
LAS SOMBRAS DEL SENDERO

Analizar el movimiento Sendero Luminoso no es tarea fácil. Todos, en el Perú, se


han visto afectados de alguna manera por sus acciones. Unos lo ven con franca
simpatía; otros lo estiman con ciertas reticencias; muchos lo abominan con todas
sus fuerzas; y hay quienes lo temen y no se atreven a opinar, ni en favor ni en
contra.
En la apreciación del fenómeno senderista se han cometido muchos errores. Por
ejemplo, para citar únicamente un ejemplo ilustre, el ex presidente Belaúnde ha
dicho repetidamente que la acción terrorista de Sendero Luminoso obedece a
inspiración jaranea; que los peruanos son benevolos por naturaleza y la violencia
les es ajena. Aseveración profundamente equivocada; en el entendimiento del
expresidente, el recuerdo de las guerrillas que se levantaron durante su primer
gobierno, que si tuvieron modelos y algún tipo de inspiración provenientes del
extranjero, ha pesado, sin duda, y lo ha llevado a pensar, apresuradamente, que
Sendero Luminoso era un movimiento similar, sin tener en cuenta las notorias
diferencias en las técnicas insurgentes, las tácticas guerrilleras y la estrategia
general.
El movimiento senderista es esencialmente pragmático y, al parecer, no le ha
dado importancia al desarrollo de un pensamiento teórico como fundamento de la
acción revolucionaria. Por esta razón su vinculación con Mariátegui no es
convincente y, tal vez no va mas allá de la frase del pensador marxista peruano
que han tomado como nombre distintivo; en su actuación política, tres son las
preocupaciones principales de Mariátegui: desarrollar reflexiones profundas y
análisis certeros de la realidad peruana, difundir sus ideales y crear un gran
partido socialista; pensamiento, propaganda y organización pueden ser la tres
palabras que sinteticen la obra de Mariátegui.
El marxismo, el leninismo y el maoismo solamente son, para decirlo con una
rancia frase literaria, la “fermosa cobertura” del senderismo. Hermosa cubierta que
encubre un impulso nebuloso, tal vez irracional, pero dotado de su propia lógica,
que discurre muy profundamente, debajo de las palabras, de los programas
politicos, de las ideologías, y que proviene de la entraila serrana y campesina del
Perú.
Desde la conquista, el indio ha sido humillado y explotado atrozmente; como única
respuesta al abuso, se ha refugiado en sí mismo, en su cultura difícilmente
conservada: lengun, arte, usos, tradiciones, mitos, religión; pero cuando, por algún
motivo, las exacciones y atropellos aumentaban aún más, hasta volverse
inaguantables, el pueblo indio estallaba en rebeliones sangrientas. Así sucedió,
como hemos señalado ya, en el siglo XVIII: las necesidades pecuniarias de la
metrópoli española y la decadencia de la minería peruana hicieron crecer
desmedidamente la presión tributaria sobre las comunidades indígenas que
debían pagar cada vez más en dinero, en especies, en mano de obra para las
minas; el resultado final fue la poderosa rebelión de Tupac Amaru y su cruel
aplastamiento.
Para el surgimiento de Sendero Luminoso ha sucedido lo mismo; después de la
Segunda Guerra Mundial, los grandes países capitalistas han aumentado su
poderío económico y militar de una manera agobiante para los países
subdesarrollados; un fenómeno común a todo el llamado Tercer Mundo ha sido la
declinación o la mina de su agricultura y la mengua en las cotizaciones de las
materias primas que exportan, lo que ha hecho mayor y más desventajosa su
dependencia del mercado internacional.
Como resultado final se han producido dos fenómenos: el abandono del campo
empobrecido por los campesinos que se han marchado, desespera damente, a las
ciudades; y el estallido de la violencia cuyo principal protagonista, pero no el
único, es Sendero Luminoso.
A la luz de este análisis resulta claro que las clases dirigentes y los partidos
políticos gobernantes del Perú no han sabido enfocar adecuadamente el
fenómeno de Sendero Luminoso y se han limitado a buscar una solución militar,
es decir, se ha seguido la misma conducta del visitador Areche y el gobierno
virreinal. Evidentemente, la historia no ha enseñado nada. Sendero Luminoso no
es una enfermedad del Perú, es el síntoma de una enfermedad. La raíz de su
violencia está en la atroz pauperización de las provincias y el campo. Esa es la
enfermedad que se debe remediar.
MANUEL BURGA
¿CUÁNDO SE JODIÓ EL PERÚ?

¿Cuándo se jodió el Perú? O quizá ¿Cuántas veces se jodió el Perú?

Sabemos que aquí en el nuevo mundo las poblaciones indígenas fueron


encerradas, empujadas a condición de grupos marginales, despreciados e
inferiores en centro y sur América, y las islas del pacífico occidental se
transformaron en despensas agrícolas o mineras de la vieja Europa. En donde el
español, fue el triunfador y la cultura dominante; y el indígena, el derrotado y en
condición de cultura dominada, inferior y aun prohibida.

Este autor nos menciona que la causa por la que se jodió el Perú fue por la mala
suerte que acompañó a 3 procesos históricos fundamentales que vivió el Perú. El
segundo: se cancela el proyecto criollo de instalar una monarquía constitucional
con un príncipe europeo y de convertirse en aristocracia nativa. El tercero: la
república criolla solo fue la ilusión de un estéril modelo republicano, más no la
realidad. La realidad estaba bajo apariencias republicanas, la nueva república no
era de ciudadanos iguales, libres y con derechos civiles plenos, si no antes bien un
sistema que acentuó la marginación e inferioridad del indio multiplicó los privilegios
criollos, alumbró caudillos militares sedientos de poder y profundizó la explotación
feudal en las regiones altoandinas. Este Perú criollo se había jodido porque esta
nueva república no fue diseñada por la razón, inteligencia, sentido común, sino
mas bien por estrategias de dominación y explotación sobre élites racialmente
diferentes.

No hay ninguna duda que el Perú es un país histórico, producto de la mezcla,


convivencia, interdependencia de varias razas y numerosas tradiciones culturales
que superviven hasta hoy. Por eso y por mucho más, el Perú es multiétnico y
plural culturalmente y esta es nuestra particularidad como nación. Sin embargo,
muchas personas esperan apresuradas anunciar que saldrá un Perú diferente; un
nuevo, un moderno, un andino, un mestizo, un criollo ‘occidental, etc. Pero basado
desde la historia, la clave es descubrir nuestro propio ser como nación y no lo que
proponen que debemos ser; y solo cuando términos como criollo, mestizo u
occidental ya no nos conciernen mas, entonces seguramente habrá nacido el
nuevo Perú que todos esperamos.
LUIS FELIPE ALARCO TIEMPO DE DESCALABRO

El diccionario de la Real Academia Española considera la palabra joder como


malsonante y le da el significado de: destrozar, arruinar, echar a perder. Por eso la
pregunta se torna vulgar y grosera. Dicha palabra se interroga en la novela de
Mario Vargas Losa, Conversación en la Catedral. ¿En qué momento se había
jodido el Perú? Entonces se puede decir que hay un momento en el que el Perú
comienza a descabalarse. ¿Por qué nos hemos descalabrado en el camino? Se
ignora el porqué y el cuándo ¿Ha declinado el Perú? ¿La cultura peruana ha
declinado?, es difícil aceptar eso y no verlo como un período breve, como lo fue
cuando la dictadura se superó y retornó la democracia, aunque con muchas
deficiencias.
El Perú es un país heterogéneo, con estratos sociales ubicados en distintos
tiempos históricos, en posiciones casi contrarias. Es la patria que nada ofrece,
simple tierra de inmigrantes, en caos y corrupción, una patria que en vez de
acoger, agrede y defrauda en aspectos como la política, y que cada vez decrece el
afecto considerable por el Perú en las nuevas generaciones. Muy compleja y
maltratada nuestra sociedad peruana, pero lo es también su historia, el Perú se
descalabra al seguir conservando moldes sociales demasiado antiguos. Pues
somos una sociedad en que cada persona agita su interés y su egoísmo como
bandera.
En fin, nos satura una atmósfera de desaliento. Pero hay quienes perseveramos
con fe terca y creemos en el Perú del futuro. Ya que aún el Perú no ha dado su
mensaje al mundo, aún le falta madurar, ponerse en forma, hablar y expresarse.
DENNIS SULMONT LA ESPERANZA JODIDA DE LOS POBRES

Nuestro pueblo en toda su historia ha sido violado, ultrajado irritado, destrozado y


arruinado. Los más jodidos del país son: las masas indígenas, campesinos y
obreros, los pobladores de barriadas.
El avance de lo pobres no jode al Perú, al contrario es la principal esperanza. La
crisis profundiza en todos los campos de la sociedad civil y política,
desembocando en una crisis moral, afectando las expectativas hacia el futuro de la
gran mayoría de los peruanos.
La visión de elaborar un proyecto nacional, en el que se construye un espacio
nacional de vida que debe tener como uno de sus componentes el incremento de
la producción y la productividad, mediante el uso correcto de nuestros productos
naturales, de tecnología apropiada, de una organización productiva eficientes en
un función de un programa de prioridades.
En ese sentido los trabajadores organizados, principales forjadores de la riqueza ,
han de asumir una “moral de productores”, tomando parte activa en la gestión de
las actividades económicas y adquiriendo poder de decisión junto con los
empresarios. Una actitud de comunicación creativa es indispensable, esta
comunicación traerá como beneficio a construir algo nuevo.
JAVIER MARIATEGUI REFLEXIÓN PRELIMINAR SOBRE LA
FRUSTRACIÓN PERUANA
Antes de dar curso a algunas reflexiones sobre la realidad peruana en
su vicisitud frustránea, cuando Vargas Llosa , en la catedral, interpola
la frase “ ¿EN QUE MOMENTO SE JODIÓ EL PERÚ?”.
El Perú se jode cuando empieza una quiebra en el perfil histórico del
“Perú profundo”, De su economía agraria y su organización social,
generó, desde el comienzo de la conquista y oposición indígena. El
A.P.R.A Y la Perdida de la explotación de sus riquezas naturales en
los escenarios bélicos, del sur y en las puertas de lima, estás pueden
ser algunas de las tantas causas por la q el Perú vive una crisis social,
economía y moral de tal severidad que las preposiciones deben
manejarse con cautela, para evitar su utilización
URIEL GARCÍA CÁCERES EL DÍA QUE EL PERÚ SE JODIO
No fue un día, fueron los varios momentos que se vivió en la historia del Perú y
más causas diversas. Una muestra del deterioro sería la mortalidad infantil desde
tiempos precolombinos. La mayoría pide un mejoramiento en el sector de la salud,
echándoles la culpa a los ministros de salud, pero mientras las poblaciones con
mayores riesgos de enfermar y morir no tangan una buena vivienda abrigadora,
ropa, buena alimentación, inmunización, 200 litros de agua potable por día y por
habitante, alcantarillado y desagüe, etc. Esto no mejorará.
Un momento histórico en el que Perú se hundió fue cuando las plagas extrañas al
sistema inmunológico de los andinos desorganizaron su sistema de vida,
facilitando las entradas de los españoles.
Otro, cuando se perdió el común denominador de nuestra propia identidad, para
unas personas cuando llegaron los españoles y destruyeron una de las
civilizaciones más interesantes de la historia, para otras aún no se termina la obra
catequizadora, y esperan a que se terminen de cavilar los que aún quedan. Por
otro lado están los que propugnan una suerte de europeización de nuestra
realidad, o una sovietización, etc.
Además, el contubernio sexual, entre españoles y nativos y el brusco encuentro de
dos culturas muy opuestas, trajo consigo un mestizaje cultural.
Y fue la catástrofe biológica, producto del intercambio de gérmenes patógenos
entre América y Europa, que alteró el curso de la historia.
En todos esos momentos se fue perdiendo la identidad nacional. Y que como este
es un factor indispensable para el desarrollo de la sociedad, sin él, frenan
cualquier modelo de desarrollo.
Y fue este hecho, el que nuestra historia tomó otro rubros; la estupenda
oportunidad de encontrar identidad propia. Sin embargo, el Perú no reconoció los
fenómenos biológicos que ocurrieron en su entorno y se convirtió en una mezcla
mal consolidada de núcleos.
Quizá el crecimiento poblacional termine con todo visio de discriminaciones, como
si fuese una gigantesca batidora, que al final todos seamos uno solo, una sola
mezcla verdaderamente con identidad propia y consolidada.

Conclusión
Sabiendo ya algunas de las posiciones de dichos autores. Llegamos a la
conclusión que existen diversos momentos en el que el Perú se jodió, se
descalabró, se hundió, se deterioró. No fue de un momento a otro, ni un momento
precisamente exacto. Podría decirse que se viene jodiendo desde la llegada de los
españoles, porque antes de ellos el Perú estaba bajo el mando de su rey sabio, el
Inca Pachacútec, o del virreinato posterior, la república subsiguiente, o
adelantándonos años más tarde, los 12 terribles dictaduras de adelantándonos
izquierda y derecha entre el General Morales Bermúdez y el General Velasco
Alvarado, con Belaunde Terry. O con el Gobierno de Fujimori, el de Alan García,
de Toledo, etc.
La verdadera respuesta es cuánto tiempo más lo vamos a seguir jodiendo todos,
con nuestra cultura de individualismo, de egoísmo, de injusticia, de corrupción, en
donde lo blanco y lo occidental se impone como modelo al que hay que aspirar y
alcanzar, con sentimiento de desaliento y mucho más.
Pero por más mínima que sea, aún tenemos la pequeña esperanza que el Perú se
liberará, mostrarse al mundo con su única particularidad y podrá echar raíces.
Pues hay que llegar a ser capaz de formar a los hombres que el Perú necesita,
con todas las cualidades de orden moral, que nos falta a todos los peruanos hoy
en día.
¡Y podemos empezar con nosotros mismos, que esperamos!

Glosario de la obra
1. Amalgama: mezcla confusa de personas o cosas de distinto origen o
naturaleza y algunas veces contrarias.
2. Subversivo: que pretende alterar el orden social o destruir la estabilidad
política de un país.
3. Hacinamiento: acto y el resultado de hacinar: acaparar, almacenar o
amontonar sin ningún tipo de orden.
4. Hecatombe: suceso trágico en el que se produce una gran destrucción y
muchas desgracias humanas y materiales.
5. Abyecta que comete actos despreciables o viles.
6. Aristocracia: clase social formada por las personas que poseen títulos
nobiliarios concedidos por el rey o heredados de sus antepasados.
7. Proletariado: en la sociedad industrial, trabajador que no posee medios de
producción y que obtiene su salario de la venta del propio trabajo
8. Consumismo: tendencia al consumo excesivo e innecesario de bienes y
productos.
9. Patógenos: que causa o produce enfermedad
10. Contubernio: cohabitación ilegal de dos personas.
11. Sectario: de las sectas o de sus miembros, o relacionado con ellos.
12. Preliminar: que sirve de introducción para tratar un tema o una materia.
13. Particularidad: característica particular o propia de una persona, animal o
cosa.
14. Conflagración: hecho de estallar un conflicto
15. Caducifolios: dicho de un árbol o de una planta: De hoja caduca, que se le
cae al empezar la estación desfavorable.
16. Anecdóticas: que tiene carácter eventual o no habitual.
17. Testaferros: persona que presta su nombre para un negocio o contrato
ajeno.
18. Cimentado: afinar el oro con cimiento real.
19. Vernacular: este adjetivo refiere a algo nativo o doméstico, especialmente
si se trata de un idioma o de una lengua.
20. Concubinatos: es la unión de hecho entre dos personas que sin contraer
matrimonio tienen derechos y obligaciones.
21. Ecuanimidad: igualdad y constancia de ánimo.
22. Benévolos: que tiene buena voluntad o simpatía hacia las personas o sus
obras.
23. Atrozmente: cruel, malo, con efectos negativos.
24. Cosmopolita: dicho de una persona que está familiarizada con las culturas
y costumbres de diversos países y se muestra abierta a ellas.
25. Predilección: cariño especial con que se distingue a alguien o algo entre
otros.
26. Segregacionista: perteneciente o relativo a la segregación racial.
27. Epopeya: conjunto de composiciones de este tipo que constituyen la
tradición épica de un pueblo o sociedad.
28. Circundante: que circunda o rodea algo o a alguien
29. Irrupción: aparición violenta y repentina de algo.
30. Fratricida: persona que mata a su hermano
1. Luis Guillermo Lumbreras
2. Washington Delgado

3. Manuel Burga

4. Luis Felipe Alarco

5. Dennis Sulmont

6. Javier Mariátegui
7. Uriel García Cáceres

8. Javier Pulgar Vidal

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