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DISCURSO A ti maestro

“un buen maestro sabe que en todo ser humano hay grandeza, y la misión de todo maestro es ayudar que ese

potencial se despliegue y florezca”

“la misión del educador no solamente es enseñar sino también ahondar en la vida de sus alumnos porque los

niños solamente tienen dos fuentes de aprendizaje que es el hogar y la escuela, si falla una la otra no funciona”

Por todo ello me gustaría mandar un mensaje a todos los que piensan lo que yo pensaba antes de

vivir esta experiencia, a todas esas personas que un día nos dijeron que somos “los del pinta y

colorea”.

hoy aquí viendo a todos mis compañeros les diría que en primaria como en secundaria sí que se

pinta y se colorea pero también se enseñan valores tan importantes como el respeto, el

compañerismo, la humildad, la bondad y el sacrificio de conseguir las cosas por sí mismo. También

me gustaría recordarles que ellos hoy son quienes son porque un profesor les enseñó porque uno “de

los del pinta y colorea” tuvo la suficiente paciencia para transmitirle unos valores y unos

conocimientos que seguramente les han hecho llegar hasta donde están hoy.

Hoy desde aquí con orgullo infinito y la cabeza muy alta frente a todos mis compañeros y

compañeras puedo asegurarles que no hay futuro sin nosotros, que la base de nuestra sociedad

comienza en la educación y que por suerte esa educación a partir de hoy está en manos de grandes

personas y profesionales como los que hoy aquí se encuentran presentes celebrando este día.

Hace mucho tiempo oì una frase dicha por la miss Laurita y el maestro Humberto que me marcaron

para toda la vida: dijeron que …cuando ENSEÑAR es un arte, APRENDER es un placer. Y estoy

seguro de que todos mis compañeros y compañeras sabrán enseñar con muchísimo arte, pero sobre

todo con muchísimo corazón. Felicidades por su día a todos ustedes grandes maestros y muchísima

suerte, ojalá y algún día nos encontremos en el camino con cada uno de nuestros hijos, muchas

gracias.

-crear espacios de oportunidad


La labor de un maestro es enseñar con respeto, honestidad y confianza; siento como si fuera ayer, aquel

primer día de clases, en la que temeroso, entre llantos, dejaba el regazo de mi morada, para ingresar por vez

primera, al lugar que se iba a convertir, con el paso del tiempo, en mi segundo hogar, al lugar que se iba a

convertir, con el paso del tiempo, en mi templo de enseñanza.

Aquí, Dios me dio la oportunidad de conocer a mis primeros amigos, mis primeras travesuras; ávido de

aprender, de conocer el mundo junto a mi profesor, a quien le agradezco infinitamente por toda la paciencia,

el compromiso y la dedicación hacia mí y hacia mis compañeros; esos primeros años serán inolvidables, me

enseñaron a compartir, a ser generoso, a valorar y respetar a los demás; por eso me siento tan agradecido,

por eso con estas palabras quiero homenajear esta labor; a la profesión de profesiones, loor a los docentes

que cumplen un papel preponderante en nuestra sociedad.

Recuerdo mi escuela con tanto cariño, cada día un conocimiento nuevo, cada día aprender mucho más: el

planeta Tierra girando alrededor del sol, Cristóbal Colón descubriendo América en 1492, Juan León Mera

escribiendo el himno nacional, nueve por nueve ochenta y uno; ¡fue deslumbrante! y los valores, esos

valores que con tanto ahínco, mi querido profesor me inculcó: tolerancia, responsabilidad, respeto; que

valioso me es todo aquello, que hace hoy de mí, la persona que soy, en quien me he convertido; y será la

base, el cimiento, de quien he de llegar a ser.

En mi segundo hogar también encontré mis segundos padres; alguna vez, saltando la cuerda mi pie tropezó,

caí al suelo, raspé mi rodilla, llorando busqué a mi profesor, ¡cuánta calma sentí! Apaciguó mi dolor, curó

mis heridas, consoló mi llanto con una sonrisa, me devolvió la alegría y volví a jugar, por eso lo aprecio

tanto; no solo por lo que me enseñó, sino también, por estar ahí cuando lo necesitaba, por ser mi soporte, mi

guía, mi amigo y definitivamente como mi padre.

Así fui creciendo, llegué al colegio, nuevos compañeros, nuevos profesores, nuevas experiencias, cada uno

aportando su granito de arena, dejando en mí, todo su esfuerzo.

La alegría inunda mi corazón, cuando recuerdo a mis tutores, casas abiertas, proyectos, excursiones, fiestas

de la lectura, que hoy, me hacen suspirar.


Por eso no me voy a cansar de agradecerte, por ser tan bondadoso, por apoyarnos, por exigirnos, por dejar de

lado sus problemas y llenarse de paciencia con nosotros, por explicarnos tan bien sus clases, por repetirla si

no entendemos, por aconsejarnos si mal actuamos, por inculcarnos su responsabilidad, por eso y mucho más,

¡muchas gracias querido profesor!

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