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UNIVERSIDAD NACIONAL

TORIBIO RODRIGUEZ DE MENDOZA DE AMAZONAS

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

ESCUELA PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA

CURSO: Psicología Clínica y de la Salud

Estudiantes:
● ACOSTA VILLEGAS, Karina del Pilar.
● ALVA GRÁNDEZ, Elita de Fátima
● CISNEROS CHAVEZ, Cristy
● CRUZ CHICHIPE, Esther.
● DIAZ TUESTA, Genesiss Karelly
● HERNANDEZ RAMOS, Cecilia Noemi
● JALK TIRAVANTI, Martin.

Docente:
● Mg. ORDINOLA TRIGOSO JOSE LUIS

AMAZONAS - PERÚ
2022- II
MODELO DEL ATRIBUTO O DEL RASGO

I. MARCO TEÓRICO

1.1. Definición de la teoría

Según este modelo explica que la conducta está en función de variables internas,
personales, organísmicas también denominadas intrapsíquicas o genotípicas. Tales
constructos, pueden denominarse capacidades, atributos, rasgos de personalidad, factores
de carácter, explican y determinan la conducta del sujeto. La conducta se considera como
una manifestación indirecta de estos constructos internos que no son medibles de forma
directa. Las respuestas del sujeto se interpretan como signos de la variable que se intenta
analizar. Estos constructos internos o variables del organismo dan consistencia y
estabilidad al comportamiento a lo largo del tiempo y de las distintas situaciones, al
otorgarles un estatus estructural.

El núcleo base de esta estructura es el concepto de rasgo que tiene un sentido innato,
geneticista que propicia esta concepción estable e idiosincrática de la conducta. No
obstante, existen diferencias en la concepción del rasgo que tienen diversos representantes
de este modelo como R.B. Catell o Eysenck. Estos rasgos son consistentes y se pueden
expresar dentro de un "continuum" del rasgo o atributo (mediante las puntuaciones en las
pruebas) y son por lo tanto mensurables. Además, se considera que las conductas o
comportamientos de los sujetos son susceptibles de comparación entre sí y con relación a
un grupo normativo de referencia, sustentando de este modo la base de las diferencias
individuales.
Este modelo, no obstante, ha experimentado una serie de reformulaciones que en términos
generales pueden concretarse en conceder progresivamente un mayor peso a las variables
ambientales.

Catell (1980) presenta el modelo PCER (person-centered environmental representation)


cuya característica es la integración de las variables de persona y de situación. Esta
integración, según algunos autores, sitúa al modelo de rasgos "en medio de las modernas
teorías interaccionistas de la personalidad" (Corsini y Marsella, 1983, p. 359).
1.2. Representantes

Este modelo tiene sus principios teóricos en los trabajos de Francis Galton, James Mckeen
Catell y Alfred Binet. Además cuenta con influencia de los presupuestos conceptuales
como las de Catell(1965, 1980), Eysenck (1967), Guilford (1967).
En la actualidad autores como Julius Exner (1978), Charles Spielberger (1978), siguen este
modelo desde el test de Rorschach el primero y la variable Ansiedad-ira el segundo.

1.3. Clases de variable

En el modelo de atributos se analizan variables intrapsíquicas obtenidas mediante


procedimientos empíricos, factoriales o racionales, las cuales se supone están presentes en
todos los sujetos, siendo estos la extraversión, dependencia, inteligencia, etc. Mediante el
análisis de estos rasgos, dimensiones o factores se pretende explicar o predecir el
comportamiento del sujeto.

1.4. Técnicas metódicas

Cuando hacemos referencia a las técnicas metódicas en este modelo hacen uso del
método hipotético - deductivo en su versión correlacional, dicho método es propio del
modelo de atributos por rasgos, combina la reflexión racional con la observación de la
realidad empírica, que nos permite evaluar en qué medida un rasgo interno se encuentra
presente en un individuo. Esta metodología nos conduce a observar lo que se va a estudiar,
dar origen a hipótesis tentativas del fenómeno, buscar posibles soluciones o respuestas a
los antes planteados para que al final se logre llegar a una conclusión que permita verificar
la hipótesis propuesta en un inicio.
Además, este modelo se basa en el uso de test que permitan facilitar el análisis de la
conducta humana o de la personalidad. Dicho modelo presenta dos vertientes dentro de su
desarrollo, las pruebas de inteligencia y aptitudes y los cuestionarios de personalidad.
Básicamente, las técnicas que se usan en este modelo están centradas en la recolección de
información que permita contrarrestar la hipótesis inicial.

1.5. Objetivos

Pretende la:
• Descripción
• Predicción
• Pseudo explicación

Este modelo mediante las respuestas ante una serie de test (de los cuales se deriva una
puntuación relativa en un determinado atributo), pretende predecir la conducta futura del
sujeto en ámbitos distintos de los evaluados. Así, unas determinadas puntuaciones en unos
test motivacionales, de personalidad y aptitudinales permitirán seleccionar u orientar a un
sujeto para un puesto de trabajo o hacia una determinada profesión. Este es el caso de los
psicólogos encuadrados dentro de este modelo que utilizan la formulación Cy=fCx (la
conducta que se pretende predecir es una función de otra conducta criterio).

Por otra parte, también desde esta misma perspectiva existen psicólogos que confieren
los rasgos un rol explicativo con la suposición de que estos implican tendencias
intrapsíquicas de acción para los cuales C=fP (supone que la conducta está en función de
variable personales u organísmicas, también llamadas intrapsíquicos). Así podría decirse
que una persona presenta una determinada conducta perturbada por que es un neurótico,
realizando así una pseudo explicación del comportamiento.

1.6. Niveles de inferencia

A partir de los trabajos de Sundberg, Tyler y Taplin en el año 1973, pueden establecerse
cuatro niveles de inferencia nos menciona Ballesteros, ( 2013), pero dentro del modelo de
atributos, la evaluación se da según tres niveles de inferencia, siendo estás:

● Nivel de Inferencia (I): La conducta del sujeto es entendida como muestra del
comportamiento que se pretende evaluar. Implica un mínimo nivel de inferencia. Por
ejemplo: si a lo largo de 15 días se registra que un niño llora cuando apagan la
televisión, concluimos que esa es la ocurrencia habitual de esa conducta.

● Nivel de Inferencia (II): Se apoya en un supuesto de relación o correlato por el cual


lo evaluado pudiera a asociarse con otras conductas. Por ejemplo: Un cliente con
retardo psicomotor, informa estar triste, comer escasamente, sentirse triste, tener
dificultades para la atención y concentración, pensar que la vida no merece la pena,
el psicólogo probablemente diferirá que está deprimido. La información se
generaliza en categorías comportamentales más amplias, que se configuran como
categorías taxonómicas.

● Nivel de Inferencia (III): La conducta se interpreta como signo de la existencia de


un constructo hipotético que la determina y explica, siguiendo el ejemplo anterior, la
persona tiene retardo psicomotor porque está deprimida. El retardo psicomotor se
convierte en un signo de la existencia de un constructo hipotético o estado interno
que implica una etiología o condición causal de la respuesta evaluada.

1.7. Ámbitos de aplicación

Se dice que el principal ámbito de aplicación del modelo metodológico es el campo


clínico; sin embargo, con el pasar del tiempo este ámbito se ha ampliado a más campos de
aplicación como la educacional y también la comunitaria.
• Psic. educacional, intenta establecer las bases para una mejor relación profesor-
alumno, en la que el profesor pasa a ser una persona que crea el clima psicológico
apropiado para que el alumno desarrolle al máximo sus potencialidades tanto
cognitivas como emocionales.
• Psic. comunitaria, se ha aplicado la teoría de Rogers con la finalidad de promover
cambios comunitarios y sociales que permitan un mejor desarrollo de las personas.
II. MÉTODO DE EVALUACIÓN
La evaluación psicológica implica un proceso, es decir, conlleva una serie de pasos que han
de producirse en un cierto orden. El proceso de evaluación ha sido estudiado a través de
múltiples investigaciones y desde múltiples modelos teóricos.
Lo más importante sea señalar que las dos principales características del proceso de evaluación
son:
• Que implica un proceso de toma de decisiones para llegar a la solución de un problema
evaluativo.
• Que requiere la formulación y contrastación de hipótesis. El proceso de evaluación
comienza cuando un cliente realiza una demanda a un profesional de la psicología referida
a un sujeto concreto o grupo de sujetos (teniendo en cuenta que el cliente puede ser el
propio sujeto de evaluación).
La evaluación se realiza en función de cuatro agrupaciones o categorías de cuestiones, a
saber: diagnóstico, orientación, selección y tratamiento o cambio. La orientación o el consejo
psicológico es aquella meta de la evaluación por la cual el estudio psicológico de un sujeto, una
pareja, un grupo se realiza con el fin de dispensar ayuda en orden a tomar decisiones o establecer
planes de acción referidos a un futuro. La evaluación puede realizarse con vistas al tratamiento
y cambio del comportamiento objeto de estudio. En otras palabras, se requiere la evaluación de
un sujeto (individual, pareja, grupo, organización) porque se desea intervenir para producir
cambios positivos en su conducta.

2.1. EL PROCESO: SU ENFOQUE DESCRIPTIVO-PREDICTIVO


El proceso es elegido en función de los objetivos (describir, predecir). La mayor parte de
los autores establecen que las etapas básicas del proceso de evaluación son cuatro:
a) Fase 1: Primera recogida de información

Durante esta fase resulta necesario recabar datos suficientes sobre los siguientes
aspectos:

• Especificar la demanda y fijar objetivos sobre el caso

El primer objetivo que persigue un psicólogo al iniciar una evaluación


psicológica es el de la clarificación de la demanda. Mediante técnicas de amplio
espectro, como es la entrevista al cliente y/o sujeto y sus allegados, el evaluador
deberá establecer un acuerdo formal con el cliente/ sujeto en el que especificará
las mutuas obligaciones como confidencialidad, y describir al cliente/sujeto en
qué va a consistir su trabajo evaluativo y, en su caso, interventivo (diagnóstico,
orientación, selección y tratamiento)

• Establecer las condiciones históricas y actuales pertinentes al caso


(biológicas, sociales y ambientales)
Está guiada por la demanda formulada, la base de conocimiento que exige la
demanda, las habilidades evaluativas del psicólogo y el marco teórico. El
evaluador tratará de auxiliarse de datos de archivo (calificaciones escolares,
exámenes médicos e informes de otros para constatar. Es necesario indagar las
condiciones actuales del sujeto tanto comportamentales como socioambientales
y biológicas. Hay que señalar que todos estos aspectos son, generalmente,
indagados mediante entrevista. El evaluador deberá recabar cuantas aclaraciones
considere pertinentes en orden a una estimación, lo más precisa posible, de todas
estas condiciones, ya que todo ello va a permitirle establecer supuestos sobre el
caso. Los informes y observaciones tomados del individuo, de la propia situación
de evaluación y de los contextos relevantes al caso van a permitir pasar a la
segunda fase de la evaluación.

b) Fase 2: Formulación de hipótesis y deducción de enunciados verificables


En esta fase se plantean supuestos verificables sobre el caso que se realiza en función
de las observaciones e informaciones recibidas. Estos planteamientos están próximos
a lo que se ha llamado “formulación de casos”, supone dos momentos básicos:

• Formulación de hipótesis

Se realiza el análisis de la información obtenida a la luz de los conocimientos


generales y específicos de la psicología. En este momento del proceso serán
esenciales dos aspectos:

✓ La fiabilidad y validez de los datos recogidos sobre el sujeto y sus


circunstancias
✓ La amplitud de los conocimientos que el evaluador tenga sobre las
funciones psicológicas, las covariaciones bien establecidas entre clases de
respuesta, los fundamentos fisiológicos y neurológicos de la conducta, las
variables ambientales que mantienen o controlan la conducta anormal y un
largo etcétera

Cuatro son los tipos de supuestos que pueden ser formulados:

▪ Supuestos de cuantificación: Mediante este tipo de supuestos se trata de


comprobar que un determinado fenómeno objeto de estudio se da y en qué
medida aparece según unos ciertos parámetros. Por ejemplo, las quejas del
sujeto sobre que llora, tiene pensamientos de suicidio, presenta taquicardia,
etc., ¿se dan en realidad? y ¿en qué extensión o cantidad concreta lo hacen
según una serie de parámetros (frecuencia, duración, etc.)?
▪ Supuestos de semejanza: Este tipo de supuestos se refieren a la suposición
de que el sujeto presenta los criterios establecidos para situarlo en una
categoría (o entidad nosológica) dentro de un determinado sistema de
clasificación. Denominamos a estos supuestos de «semejanza», porque
pretendemos averiguar si el sujeto presenta una serie de conductas
semejantes a las de otros, previamente clasificados. Así, por ejemplo, este
sujeto cumple los criterios de la «depresión mayor», lo cual implica que se
observa en él una serie de conductas o en otros términos, que actúa de forma
semejante a los sujetos que han sido diagnosticados con esa etiqueta.
▪ Supuestos de asociación predictiva: La psicología se ha dedicado al
estudio de las relaciones entre variables psicológicas y entre éstas y otros
eventos externos (por ejemplo, entre rendimiento académico e inteligencia,
entre éxito en los estudios y preferencias vocacionales o entre hacinamiento
y conducta desviada). Así, a partir de consolidadas relaciones se puede
hipotetizar la medida en la cual, en nuestro caso, las conductas objeto de
estudio se dan asociadas a otras, lo que nos permite establecer predicciones
apoyadas en asociaciones contrastadas empíricamente.
▪ Supuestos de asociación funcional. La psicología postula relaciones
explicativas entre variables basadas en contrastaciones experimentales. Así,
sabemos por los principios de condicionamiento instrumental que el
refuerzo incrementa la conducta antecedente o que existen disfunciones
cerebrales que son la causa del déficit del funcionamiento inteligente.

Cuando se pretenda realizar un diagnóstico, tan sólo será necesario establecer


supuestos de cuantificación y semejanza.

• Deducción de enunciados verificables

Se requiere especificar las variables involucradas mediante los instrumentos


con los que van a ser estudiadas o medidas. Por tanto, la deducción de
enunciados verificables permitirá establecer conclusiones contrastables, lo cual
conlleva que las hipótesis (y las variables que contienen) estén debidamente
operacionalizadas según los instrumentos de evaluación a aplicar. Ello conlleva
dos pasos:

- Realizar el listado de las variables implicadas.


- Seleccionar los tests y técnicas concretas (utilizando los criterios
psicométricos pertinentes para su selección; con los que se van a evaluar, así
como el procedimiento a seguir en la evaluación.

La operacionalización de las variables y, la deducción de enunciados verificables


es que cada una de las variables está operacionalizada con más de un instrumento
con el fin de conseguir la debida triangulación de cada una de ellas. Es necesario
efectuar un análisis de las variables implicadas y de sus relaciones, así como un
análisis funcional entre las variables ambientales y las conductuales (conductas
problema y repertorios básicos de conducta) y, potencialmente, las variables
biológicas que pudieran estar asociadas con las conductas problema.

c) Fase 3. Contrastación: administración de tests y otras técnicas de evaluación


Tres son las subfases que se integran en la fase de contrastación:

• Preparación y planificación de los instrumentos a utilizar.


• Administración de los tests y técnicas seleccionadas a través de los
procedimientos establecidos.

• El análisis de los resultados en orden a la comprobación de las hipótesis.


d) Fase 4. Comunicación de resultados: el informe
Todo proceso de evaluación concluye con la integración de los resultados obtenidos
y su comunicación al cliente/sujeto.

• Integración de los resultados obtenidos.


• Comunicación al cliente/sujeto, que será oral y/o escrita.

III. EJEMPLO: Evaluación según el enfoque descriptivo-predictivo de la evaluación


psicológica

a. Fase 1: Primera recogida de información


Daniel es un alumno de ocho años que cursa el segundo año del ciclo inicial. Vive con
sus padres, una hermana mayor de 17 años, que es una alumna brillante, y otra hermana
pequeña de dos años. Su padre tiene 50 años, y su madre, 40. Ambos son profesionales
liberales de reconocido prestigio dentro de su ámbito laboral. La familia es de clase
socioeconómica alta. El niño acude a una escuela privada, seglar y considerada de alto
nivel de exigencia.

La maestra comenta que Daniel tiene serios problemas para estar atento y que se despista
con mucha frecuencia. Los padres piensan que quizá es “poco inteligente” y quieren
saberlo para poder afrontar el problema.” Al fin y al cabo, ya sabemos que no todos
pueden ser como la chica mayor.” Así se lo han hecho saber a Daniel. Están de acuerdo
en que es un poco despistado y que a menudo tienen que repetirle las cosas.

Anteriormente nadie les había llamado la atención sobre el rendimiento académico de


Daniel. Los problemas han empezado con el inicio de los controles y los exámenes. En la
etapa preescolar siempre les habían comentado que era un niño muy obediente y con
ganas de aprender, aunque ciertamente un poco lento a la hora de acabar las tareas y a
veces absorto en sus pensamientos. Los padres lo atribuían a su carácter perfeccionista y
su afán por hacer los trabajos muy bien y limpios.

En la parte social Daniel es bien aceptado por sus compañeros de clase, tanto por su
comportamiento como por lo estricto que es aplicando las reglas morales; lo consideran
el «juez de las peleas». Tiene un concepto muy estricto de lo que está bien y de lo que
está mal, más semejante al de un adulto que al de un niño de su edad. Sin embargo, él no
es consciente de ello y con frecuencia se preocupa por si los niños le quieren o hablan
mal de su trabajo. No suele participar con sus compañeros en juegos de tipo físico a la
hora del recreo. Nunca juega con ellos al fútbol porque teme romperse una pierna. Esa
sensación de que van a ocurrirle cosas malas se repite fuera del colegio. En cuanto a los
juegos de tipo físico del colegio, a su madre no le parece extraño; a su modo de ver,
«algunos amigos de Daniel son francamente brutos y no comprendo cómo sus madres
les consienten llegar con las ropas sucias y a veces rotas después de los partidos». Su
madre está totalmente de acuerdo con este aspecto y piensa que ya saldrá cuando sea
mayor.
Los padres describen al niño como obediente y maduro. Se muestran desconcertados
porque siempre lo han tenido por un niño responsable, pero ahora no saben qué pensar.

b. Fase 2: Formulación de hipótesis


Daniel presenta un trastorno de ansiedad y un estado de ánimo depresivo que interfieren
en su vida académica y personal. La conducta ansiosa de Daniel está asociada a rasgos
ansiosos y pautas educativas exigentes y sobreprotectoras. Presenta déficit en sus
habilidades sociales, también asociadas a un estilo educativo que no fomenta la
autonomía. El bajo rendimiento académico se asocia, en parte, a un problema atencional
de base que se ve exacerbado por un elevado nivel de exigencia y ansiedad.
c. Fase 3. Contrastación: administración de test y otras técnicas de evaluación

En la evaluación se aplica las pruebas a Daniel, lo cual nos permitirá tener con él un
contacto directo y observar su conducta durante la aplicación, corroborando así algunas
informaciones que padres y maestra que han dado antes de realizar la entrevista
diagnóstica con la familia.
Se aplica algunas pruebas que tienen un formato más lúdico o con información más
personal y alejadas de lo que pudieran parecer tareas más académicas.
Se administra a Daniel CPT (Conners Performance Test II) y D2(Evalúa la capacidad de
atención selectiva y sostenida) y el WISC-IV.

d. Fase 4. Comunicación de resultados: el informe


Una vez finalizada la administración de las diferentes pruebas y habiendo contrastado las
hipótesis realizadas, el evaluador procede a integrar la información recogida a lo largo de
todo el proceso de evaluación en un documento que da respuesta a la demanda inicial.

REFERENCIAS
Ballesteros, R. F. (2013). Evaluación psicológica: conceptos, métodos y estudio de casos.
Pirámide.

Garaigordobil, L (1998) Evaluación Psicológica. Bases teórico- metodológicas, situación


actual y directrices de futuro. Salamanca: Amarú
Ediciones.
https://filadd.com/doc/garaigordobil-l-m-1998-cap-3-pp-71-142-pdf

Villasís-Keever, M. Á., & Miranda-Novales, M. G. (2016). El protocolo de investigación


IV: las variables de estudio. Revista Alergia México.
https://www.redalyc.org/pdf/4867/486755025003.pdf

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