QUÉ APORTAN ESTOS NUEVOS ENFOQUES DENTRO DEL SISTEMA DE COSTOS A LA CONTABILIDAD EN GENERAL?
Es importante iniciar el tema definiendo la contabilidad de costos, la cual,
según Cárdenas (2016), expone que la contabilidad de costos es el nombre que se da a un sistema ordenado de uso de los principios de la contabilidad general para registrar los costos de explotación de una empresa, de tal manera que las cuentas que se llevan en relación con la producción, la administración y la venta, sirvan a los administradores para la determinación de costos unitarios y totales de los artículos producidos o servicios prestados, para lograr así una explotación económica, eficiente y lucrativa. La contabilidad de costos moderna adopta la perspectiva de que la recopilación de información de costos es una función de las decisiones administrativas que se toman. Por tanto, la diferencia entre la contabilidad administrativa y la contabilidad de costos no está definida claramente y con frecuencia se utilizan ambos términos de manera indistinta. En función de ello, como profesionales de la contaduría se debe tener claro para quién y qué uso se le da a la información que se genera, tal como lo expresa Ficco (2011) cuando dice que: “Al hablar de toma de decisiones es necesario conocer quiénes van a tomarlas, es decir, es necesario identificar quienes son los usuarios de la información contable. Puede afirmarse, entonces, que el cambio de paradigma tiene que ver con un cambio de enfoque con respecto al usuario.” En la actualidad los usuarios finales de la información tienen mayor conocimiento de lo que se hace y ya no están supeditados a supuestos, el enfoque al usuario final ya es otro dada la importancia que tiene esta información para los usuarios finales. Hace más de 40 años que se desarrollaron las teorías de la información y de las finanzas como disciplinas cambiando el enfoque de la teoría contable como lo cita Ficco (ob.cit.): “La contabilidad se ha apoyado en distintas teorías, provenientes tanto de la economía como de las finanzas, entre las que se encuentran la teoría de la decisión, la teoría de la inversión y la teoría de los mercados de valores eficientes. Estas teorías, que comenzaron a aparecer en la teoría contable en la última mitad de la década del 60, permitieron delinear el concepto de “utilidad para la decisión” de la información financiera, habiendo sido adoptadas por los principales organizamos que emiten normas contables profesionales.” Estas teorías surgidas en los años 1960 y 1970, permitieron iniciar el proceso de toma de decisiones con base en la información financiera que fueron adoptadas por los entes que regulas las normas contables. Con todo lo anteriormente expuesto se evidencia que los cambios de paradigmas han sido constantes y se adaptan a realidades y tiempos existentes. Todo ello fundamenta a su vez una serie de enfoques emergentes en la contabilidad de costos que, desde una perspectiva estratégica, va más allá de los costos históricos, para enfocarse en enfoques de costos emergentes, como el ABC costing, el costo de la calidad, el enfoque de costo meta o “target cost”, o los costos estratégicos, como herramientas para la toma de decisiones empresariales; un tema que se percibe en muchas empresas, que todavía se trabajan con costos convencionales (costos históricos), cuando las decisiones se toman para un resultado a futuro. Zenteno (2011) en su artículo titulado Nuevos enfoques de costos para la toma de decisiones expone que en “la década pasada nos dejó una lección a los latinoamericanos en materia de costos: Aprender a trabajar con costos futuros”. Los costos originados por la contabilidad tradicional dejaron de ser una herramienta importante para la toma de decisiones gerenciales, la celeridad del cambio, los ciclos de vida de los productos muy cortos y que hace que un producto se vuelva obsoleto en menor tiempo que antes, imponen nuevas formas de costear los productos y una información más precisa para la toma de decisiones. Por otra parte, Zenteno (ob.cit) expresa que “La contabilidad tradicional del simple registro de datos dejó de ser, siendo innovado por la contabilidad estratégica desde hace un tiempo atrás, las limitaciones de la contabilidad administrativa (o de costos) son perjudiciales para el tomador de decisiones del presente, en el sentido que desvía la atención de los factores importantes para el manejo del negocio, falla en proveer los costos precisos de los productos, los denominados gastos generales son distribuidos según criterios simples o arbitrarios, este costo distorsionado, origina una serie de subsidios cruzados, llevando muchas veces a tomar decisiones erradas a la hora de incentivar o invertir en un producto”. Se debe tomar en cuenta que los enfoques emergentes de la contabilidad de costos radica en que la principal innovación de la contabilidad estratégica es que el costo ya no sirve para fijar el precio de venta, sino que ahora lo importante, es fijarse ahora en un costo “meta” u “objetivo” denominado “target cost”, a partir de allí, se debe configurar la estructura de costos. Para ello es importante resaltar tres aspectos: los costos de oportunidad, costos de calidad y costo meta. En los Costos de oportunidad, la toma de decisiones gerenciales gira hoy, en torno al “costo del no uso de los recursos”, es decir ¿Cuánto pierde o dejo de ganar por tener un auditorio cerrado durante el día?, usualmente en la empresa se dedica a valorar el costo del recurso usado, pero no el costo del “no uso”, de los recursos disponibles, se requiere tener en la empresa un sistema de costos basados por actividades, (costos ABC), ya que los nuevos gerentes tienen que avocarse a gerenciar hacia el progreso, se debe dejar atrás esas viejas posturas de ser “reductores de costos” del pasado, los nuevos gerentes de la época son gerentes de la creación de valor. Con la asimilación del concepto de creación de valor, aquellas actividades que no generan valor hay que eliminarlas, y las actividades que generan valor, hay que potenciarlas, e invertir más, ¿pero cómo se hace si los costos que arroja la contabilidad tradicional no proporcionan esa información?, el punto debe ser, adecuar la contabilidad de costos a los nuevos enfoques de costos, lejos quedaron aquellas políticas convencionales de “ajustes o reducciones en los costos”, con claras medidas de desperdicios, que ha sido la causante de que muchas veces, empresas exitosas hayan dejado de ser competitivos. Con respecto a los Costos de la calidad es otra de las innovaciones en los costos, el cual es el costo basado en el ciclo de vida del producto, que es muy habitual en los negocios que se dedican a la tecnología, con esta premisa estos productos no sorprende que tengan depreciación acelerada, por otro lado está, el costo de la calidad, que significa, ¿Cuánto cuesta trabajar sin estándares de calidad en la empresa? cuál es el costo de no tener una eficiencia adecuada en los servicios que presta?, ¿Cuánto significa para un restaurante un cliente que se retira insatisfecho por el servicio?, Usualmente estos costos que permanecen ocultos, y no se dan a conocer, es el denominado costo de la calidad. Para concluir, se encuentran los Costos meta u objetivo, denominado target cost”, hay un giro de 360° en la forma de enfocar los costos en el pasado, el costeo era calcular el gasto de mano de obra, materia prima y los gastos generales distribuirlos de manera arbitraria, y añadir a la suma un margen que usualmente no tomaba en cuenta a la competencia. Cualquier elemento que involucraba un valor agregado (simple adición de costos) resultaba siendo rentable, pues en aquel contexto, de todas maneras, el consumidor terminaba comprando el producto, el precio se establecía una vez calculado el costo. En el contexto actual, lo pertinente es averiguar ¿a cuánto puedo vender el producto o servicio? Para de acuerdo a ello ajustar los costos. Este último criterio es el “target cost”, de los japoneses. El costo meta es un costo planeado o proyectado, es una herramienta de la gerencia para reducir los costos totales de un producto con el involucramiento de todas las áreas de la empresa, producción, ingeniería comercial, etc. En otras palabras el costo meta es un proceso mediante el cual a partir de los precios del producto en el mercado, se determinan los costos objetivos para cada componente, de esta forma se puede desarrollar un producto competitivo. Una lección que se tiene que agradecer a los japoneses, por su contribución en este tema.