Edy Yeison Jimenez R.

100450209

Código De Ética Del Colegio De Abogados De La República Dominicana.

La ética del profesional del derecho está concertada por el Código de Ética del
Colegio de Abogados de la República Dominicana, la cual consta de setenta y
siete artículos. Analizaremos dicho código en base a lo cómo se practica la
profesión hoy en día.

Los deberes esenciales que deben imperar en todos los profesionales del
derecho son; la probidad, la independencia, la moderación y la confraternidad,
Los cuales en la actualidad se están tornando escasos, influenciado por la
ambición desmedida de algunos profesionales del Derecho y su falta de ética
profesional.

Como representante y procurador de las leyes el profesional del derecho debe

actuar con intachable dignidad, sin infringir las normas del honor y la
delicadeza, en todos los ámbitos de sus vidas. Siguiendo la lealtad y veracidad,
debe actuar de buena fe, cuidar lo que redacta, procurando llevar siempre la
verdad y la justicia, por encima de sus intereses.

En lo personal conozco abogados que son ejemplares y procuran llevar los

mandamientos de este código Ético sin importar sus intereses personales, pero
al final se ven afectado directa o indirectamente por las actuaciones éticamente
incorrectas de algunos colegas.

Conforme a este marco ético, el abogado debe ser veraz y leal, actuar de
buena fe, con honor y decoro, observando las reglas de cortesía, y respetando
las leyes y las autoridades públicas constituidas, y defendiendo diligentemente
y con apego a las normas jurídicas y a las leyes morales los derechos de su
cliente.

El Código de Ética establece como deberes los siguientes: 1. El abogado debe

anteponer la justicia antes que el interés personal; 2. Actuar con rigor moral,
probidad, independencia, moderación, confraternidad, lealtad, decoro,
delicadeza y honor; 3. Respetar las leyes y las autoridades legalmente
Edy Yeison Jimenez R.
100450209

constituidas; 4. Demostrar capacidad profesional y honorabilidad; 5. Defender

con diligencia los derechos del cliente (Arts.1,2, 3, y 4).

Los alegatos deben ser moderados, los comentarios o críticas de fallos

judiciales o los alegatos contrarios, no deben presentar expresión violenta o
sarcástica. Para publicitarse no puede hacerlo de manera excesiva ni llamativa.

El código Ético estipula que Como profesional no es correcto la recomendación

publica, ofrecer sus servicios oficialmente o dar consejos que no le soliciten,
con el fin de provocar un juicio u obtener un cliente. Va contra la ética
profesional que un abogado pague directa o indirectamente por
recomendación. El profesional que tenga conocimiento de estos casos debe
denunciarlo, al colegio a fin de que se le apliquen las correspondientes
medidas disciplinarias.

Es censurable que el profesional en derecho lleve a la prensa la discusión de

asuntos que se hallan sub-júdice, ya sea directamente o de modo indirecto,
haciendo firmar los escritos a su cliente, sin embargo, es correcta la publicación
en folleto de sus escritos y de las sentencias, sin que pueda hacer lo mamo con
los escritos de su contrario, si no está debidamente autorizado por el letrado
que lo patrocina.

En la práctica de hoy no es lo que vemos, en ocasiones todo lo contrario. Fuera

de los palacios de justicia vemos como abogados se establecen allí a la espera
de ser agraciados por un caso, en los hospitales y en la sociedad, teniendo
personas destinadas a captarles clientes por paga.

También se ha visto como los abogados utilizan los medios de comunicación

para afectar y manipular los casos que son de un alto interés público.

Un profesional del derecho debe; Respetar las incompatibilidades de su

profesión; Guardar el secreto profesional; Abstenerse de beneficiarse
injustamente del asunto; Mantener informado al cliente sobre el estado del
asunto; Procurar siempre un arreglo justo a favor del cliente; Reconocer su
responsabilidad, en caso de negligencia, error inexcusable o dolo; Y otros
deberes propios de la profesión de abogados.
Edy Yeison Jimenez R.
100450209

La clientela Salvo lo que disponga la ley, el abogado tiene absoluta libertad,

para aceptar o rechazar los asuntos por el que se le soliciten. Debe servir a sus
clientes con eficiencia y diligencia para hacer valer sus derechos, sin renunciar
a su libertad de acción ni de obedecer a su conciencia. No debe asegurar éxito
para inclinarlo a litigar. El abogado Debe tener una relación directa con el
cliente o por intermedio de una persona legalmente autorizada. Al ser
contratado para representar una persona jurídica, no está obligado a prestarle
servicios a personas físicas que constituyan esta.

A la hora del abogado ser contratado debe expresar sus relaciones e intereses
con el caso o las partes. no debe actuar en veneficio propio, sino más bien del
cliente. En el curso de un asunto quiere retirarse, debe prevenirlo con tiempo,
no debe dejar al cliente indefenso. Y las demás que confiere el código ético del
colegio de abogados de la república dominicana, En el capítulo III

Los Honorarios

Estos deben ser un precio justo, evitando el exceso, se recomienda que antes
de tomar el asunto, el abogado convenga con su cliente la suma que debe
pagarle, la forma de pago. Tomando en cuenta lo dispuesto en el capítulo IV y
principalmente art. 47, Del Código Ético Del Colegio De Abogados De La
República Dominicana.

Relaciones Del Abogado Con Sus Colegas.

Entre los Abogados deberá existir un espíritu de fraternidad que enaltezca la

profesión, así como un mutuo respeto, sin que influya en ellos la animadversión
de las partes; se abstendrán cuidadosamente de expresiones maliciosas, y de
aludir a antecedentes personales, ideológicos, políticos o de otra naturaleza, de
sus colegas. El Abogado deberá ser cortés para con estos y ayudarles en la
solución de inconvenientes momentáneos cuando debido a causas que no le
sean imputables, tales como ausencias imprevistas, enfermedad, duelo, o
fuerza mayor, no puedan asistir a sus clientes. No deberá apartarse, ni aun por
apremio de sus clientes, de los dictados de la decencia y del honor. Art. 66.

Los arreglos entre partes deben tratarse por intermedio o conducido por un
representante legal. Todo abogado requerido para un asunto debe asegurarse
Edy Yeison Jimenez R.
100450209

que ningún colega ha sido encargado previamente del mismo asunto. Ningún
abogado debe tomar un asunto, que este en manos de un colega sin previo
aviso. Y demás previsiones que dispone el código ético del colegio de
abogados de la república en su capítulo V.

El Código De Ética Del Colegio De Abogados De La República Dominicana

presenta una serie de sanciones de carácter disciplinario y de amonestaciones,
que en la actualidad si se hicieran cumplir a plenitud, seria de mucha ayuda
para el buen ejercicio del Derecho. Véase el art. 73 y siguientes del código de
Etica del Abogado.

Dentro de la Amonestaciones;

1. cuando en termino injurioso, despectivo o irrespetuoso se refieran a sus

colegas. 2. Con suspensión de uno o dos meses en el caso de que injurien a
sus colegas por la radio, la prensa u otro medio de publicidad. 3. Con
suspensión o amonestación de uno a dos meses, si aconsejaren por malicia o
ignorancia inexcusable, la iniciación de un pleito evidentemente temerario que
hubiere ocasionado perjuicio grave al cliente. Entre otras.

Las disciplinarias;

Estas se impondrán sin perjuicio de responsabilidades penales o civiles que

haya incurrido el profesional del derecho. Las correcciones disciplinarias
aplicables por los actos y omisiones son; 1. Amonestación, la cual se impondrá
siempre en forma estrictamente confidencial. 2. Inhabilitación temporal del
ejercicio de la abogacía de un mes a cinco años. 3. Inhabilitación perpetua para
el ejercicio de la abogacía de modo absoluto.

La ética en el ejercicio del derecho actual esta lesionada por un grupo de

profesionales que ponen sus intereses por encima de la ética personal y
profesional, obviando el mandato y sanciones de este código y las leyes. lo que
entiendo que se resolvería si se hacen cumplir las sanciones que estipula el
Código De Ética Del Colegio De Abogados De La República Dominicana. La
cual serviría de castigo para el que comete la falta y de prevención para los
demás.