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Aparece siguiendo las directrices del Concilio Vaticano II que pedía una revisión del Ritual del Bautismo

de adultos, ordenando que reestableciera el catecumenado de adultos dividido en varias etapas.

Nos muestra cuáles son las exigencias de la Iniciación Cristiana tanto del adulto que se quiere bautizar
como del niño que habiendo recibido el bautismo de muy pequeño accede por primera vez a la
Eucaristía y también será útil para los que quieran ahondar en la vida cristiana.

LA INICIACIÓN CRISTIANA. OBSERVACIONES GENERALES

Habla con profundidad teológica del significado de los tres sacramentos de la Iniciación, por los que los
hombres son liberados de la muerte del pecado, resucitados con Cristo e injertados en la Iglesia en el
Espíritu de hijos de Dios.

1. DIGNIDAD DEL BAUTISMO


El bautismo es el primer Sacramento de la fe por el que los hombres son incorporados a la Iglesia como
hijos de Dios, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. A esto se ordenan el catecumenado,
la preparación de padres y padrinos así como la celebración de la Palabra de Dios y la profesión de fe en
el rito bautismal. Tiene efecto indeleble por lo que no puede ser repetido si ha sido celebrado
válidamente, aún en el caso de hermanos separados.

2. FUNCIONES Y MINISTERIOS EN LA CELEBRACIÓN DEL BAUTISMO


La preparación del Bautismo y la formación cristiana es una tarea que incumbe a todo el pueblo de Dios.
Por ello es muy importante la cooperación de catequistas y otros laicos con los sacerdotes y diáconos. Y
es muy importante que en la celebración tomen parte padrinos, padres, familiares, amigos y demás
miembros de la Iglesia local para así manifestar la alegría de comunidad eclesial al acoger a los nuevos
recién bautizados.

Es imprescindible el padrino que le ayuda al bautizado en la preparación del Sacramento y en contribuir


a perseverar en la fe y en la vida cristiana.

Por ello debe ser una persona con la madurez necesaria, que haya recibido los tres sacramentos de la
Iniciación Cristiana y que no esté incapacitado por el derecho para ejercer tal función.

Los ministros ordinarios son el Obispo, los presbíteros y los diáconos. Y actúan como Iglesia en nombre
de Cristo y por la fuerza del Espíritu Santo.

Al Obispo es al que corresponde la regulación de la administración del Bautismo. A ellos está


encomendado especialmente el Bautismo de adultos y su preparación, ayudados por los presbíteros en
sus parroquias.

Cuando hay peligro inminente de muerte, y no se cuenta con un diácono o un presbítero, cualquier
hombre que tenga la intención requerida puede conferir el Bautismo.

3.REQUISITOS PARA CELEBRAR EL BAUTISMO


El agua para el Bautismo debe ser natural y limpia y a ser posible bendecida. La fuente bautismal o el
recipiente para el efecto, se debe distinguir por su limpieza y estética. El Bautismo podrá realizarse tanto
por inmersión como por infusión. Durante la celebración del Sacramento el cirio pascual ha de
permanecer encendido. Y las palabras que lo confieren en la Iglesia latina son, “yo te bautizo en el
nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.

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Los párrocos deben anotar sin demora en el Libro de Bautismos los nombres de los bautizados, el
ministro, los padres y padrinos, el lugar y el día de la celebración.

4.ADAPTACIONES QUE COMPETEN A LAS CONFERENCIAS EPISCOPALES


Las Conferencias Episcopales de cada país son las encargadas de preparar los Rituales particulares a
partir del Ritual Romano. Tendrán presente para ello, las tradiciones y genio de cada pueblo, los rituales
particulares, la traducción de los textos acomodándola al espíritu del lenguaje y cultura y por último
ordenar la materia a fin de que sobresalga la dimensión pastoral. Una vez preparados los Rituales
particulares han de ser confirmados por la Santa Sede.

5.ACOMODACIONES QUE COMPETEN AL MINISTRO


El ministro, en la medida que el Ritual lo permita, ha de tener en cuenta las necesidades y deseos de los
fieles.

LA INICIACIÓN CRISTIANA EN LOS ADULTOS. OBSERVACIONES


PREVIAS

El Ritual Cristiano se destina a los adultos, de su preparación y recepción fructuosa de los sacramentos
en el momento oportuno. Trata, siguiendo los mandatos del Concilio Vaticano II, no sólo de la
celebración del Bautismo, confirmación y Eucaristía, sino también de los ritos del catecumenado.

Se describen tres tipos en la recepción de los sacramentos, en primer lugar la forma completa común,
que es la habitual, en segundo lugar, para casos particulares, la forma simple y por último la forma
abreviada para los que se encuentran en peligro inminente de muerte.

1.ESTRUCTURA EN LA INICIACIÓN DE LOS ADULTOS


El camino de los que se van a realizar la Iniciación Cristiana se divide entres grandes etapas o grados
mediante los cuales ha de avanzar, los cuales se sellan con un rito litúrgico propio de cada etapa.

 Primer grado de iniciación: Precatecumenado


 Segundo grado de iniciación: Catecumenado.
 Tercer grado de Iniciación: Tiempo de purificación e iluminación, recepción de sacramentos y
tiempo de la Mistagogia.

A. LA EVANGELIZACIÓN Y EL PRECATECUMENADO

Es el tiempo antes de entrar al Catecumenado. Es de gran importancia. En él se realiza la primera


evangelización de la que brota la conversión inicial. A ello se dedica íntegramente este tiempo, a
madurar la voluntad de seguir a Cristo y pedir el Bautismo. Este tiempo finaliza con el Rito de Entrada en
la siguiente etapa.

A las Conferencias Episcopales toca ordenar el modo de recibir a estos “simpatizantes”, es decir a
aquellos que aunque no creen plenamente manifiestan cierta inclinación por la fe. La admisión al
precatecumenado será libre y sin ningún rito.

B. EL CATECUMENADO

Comienza con el ingreso en el grado de los catecúmenos. Puede durar varios años. Requiere una vida
espiritual inicial y los conocimientos fundamentales de la vida cristiana, a saber la primera fe concebida
en el precatecumenado, la conversión inicial, la voluntad de cambiar de vida y de empezar el trato con
Dios en Cristo, cierta costumbre de rezar y cierto sentido eclesial-comunitario. Es el tiempo de la

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catequesis y diversos ritos. Los catecúmenos han de estimar la asistencia a la Liturgia de la Palabra y la
recepción de Bendiciones Sacramentales. El ir madurando en la fe se hace con las ayudas que la Iglesia
les proporciona:

 Catequesis acomodada al año litúrgico y basada en celebraciones de la Palabra que conduce al


conocimiento de dogmas y preceptos y a la experiencia del misterio de la salvación.
 Ayudados por padrinos y demás fieles de la comunidad van adquiriendo la costumbre de orar,
dar testimonio de fe y a ejercitar la caridad.
 Mediante los ritos litúrgicos son purificados paulatinamente.
 Deben ir dando testimonio con su vida y la profesión de fe y a evangelizar.

C. TIEMPO DE PURIFICACIÓN E LUMINACIÓN

Avanzado ya el proceso de maduración de la fe y finalizado casi el catecumenado es admitido a una


preparación más intensa de los sacramentos. Este tiempo suele coincidir con la Cuaresma.

Comienza con el Rito de la Elección por el que la Iglesia realiza la selección y admisión de los
catecúmenos que son idóneos para recibir los sacramentos, se llama también rito de Inscripción del
nombre porque los candidatos inscriben su nombre en el libro de los elegidos. Los catecúmenos pasan a
llamarse “elegidos”, “competentes” o “iluminados”. La verificación de que están preparados se realiza
por varios ritos, especialmente por:

1. Escrutinios: celebrados de modo solemne los domingos. Se ordenan a la liberación del pecado y
el fortalecimiento en Cristo.
2. Entregas: se entregan a los elegidos el símbolo de la fe (Credo) y la oración dominical (Padre
Nuestro).

Esta etapa suele concluir con una celebración el Sábado Santo antes de la Vigilia Pascual. Pueden
hacerse la recitación del Símbolo, del Éfeta (escuchar) y la Elección del nombre si es el caso.

D. LOS SACRAMENTOS DE INICIACIÓN EN LOS ADULTOS

Son el Bautismo, Confirmación y Eucaristía. Por los que los elegidos se injertan en la Iglesia perdonados
sus pecados, reciben la filiación divina y son conducidos por el Espíritu a la plenitud.

Destaca del Bautismo el carácter Trinitario, la alianza con Cristo, la participación en el misterio pascual,
la adopción de la filiación divina y su entrada en la Iglesia. Se inicia con la bendición del agua, la renuncia
al pecado y la profesión de fe. El agua tiene el valor de signo de fe por el que se proclama ante todos la
realización del misterio de Dios.

Puede realizarse por inmersión o por infusión del agua, significando la muerte del hombre viejo al
pecado y la resurrección del hombre nuevo a la vida eterna.

La unción con el crisma significa el sacerdocio real de los bautizados y su entrada en el pueblo de Dios. El
vestido blanco signo de su nueva condición y el cirio pascual encendido su vocación de caminar como
hijos de la luz.

Los tres sacramentos de la Iniciación Cristiana se realizan de una sola vez durante la Vigilia Pascual; por
ello una vez realizado el Bautismo, omitiendo la unción postbautismal se procede a la Confirmación. Y
tras ella se realiza la primera Eucaristía del neófito, consumación de la Iniciación Cristiana, teniendo ya
plena participación en todas las oraciones y ofrendas de la celebración.

E. EL TIEMPO DE LA MISTAGOGIA

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El tiempo de la Mistagogia es un tiempo en el que los neófitos adquieren una percepción más profunda
del misterio pascual y una manifestación más perfecta en su vida, con la meditación del Evangelio, la
repetición de las explicaciones, la participación continuada de los sacramentos y el ejercicio de la
caridad. Es un tiempo para aumentar los lazos con la comunidad. A esta etapa se dedican especialmente
las “Misas para neófitos”, o sea las misas del domingo del tiempo pascual. Este tiempo termina con la
finalización del tiempo pascual.

2.MINISTERIOS Y OFICIOS
A todo el pueblo de Dios, representado en la Iglesia local, atañe la Iniciación Cristiana de adultos. Por
tanto debe ayudar a los candidatos durante todo el periodo. Para ello han de abrirse a ellos como
comunidad, recibirlos en las familias, dialogar con ellos, asistir y tomar parte de los actos del
catecumenado, a los diferentes ritos sobre todo y en el tiempo de la Mistagogia acogerlos de modo que
sientan el abrazo de la comunidad.

El candidato que pide ser elegido entre los catecúmenos ha de elegir padrino que lo avale, hombre o
mujer testigo de su fe, costumbres y voluntad. A éste le compete darle testimonio y estar al cuidado del
incremento de su vida bautismal.

Del Obispo es propio el cuidado de la formación pastoral de los catecúmenos y la admisión de los
candidatos a la Elección y a los sacramentos. Y ha de confiar los exorcismos menores a catequistas
realmente preparados.

A los presbíteros toca, además del ministerio propio de la celebración sacramental, el cuidado personal
y pastoral de los catecúmenos proporcionándoles la catequesis adecuada, aprobar la elección de los
padrinos y velar por que todo acontezca según el Ritual de Iniciación.

En ausencia del Obispo, tras el Bautismo el presbítero administrará también la Confirmación. Los
diáconos, permanentes o no, colaborarán con ellos.

3.TIEMPO Y LUGAR DE LA INICIACIÓN


El ritual de iniciación lo han de organizar los Obispos, de modo que a ellos toca la administración de los
tiempos.

A. TIEMPO LEGÍTIMO Y ACOSTUMBRADO

Rito de Entrada al catecumenado:

 No debe ser prematuro: los candidatos han de haber dado los primeros indicios de conversión.
 Se debe esperar a formar un grupo con número adecuado de personas.
 Se establezcan dos o tres días (témporas) anuales en los que se celebra el rito.

La Elección o Inscripción del nombre, se realizará el primer domingo de cuaresma.

Los Escrutinios tendrán lugar los domingos III, IV y V de cuaresma.

El tiempo de las Entregas, que pertenece al tiempo de Purificación e iluminación, debe realizarse
después de los Escrutinios. Se deben hacer en la mismas semanas que éstos. El Símbolo tras la semana
que sigue al primer escrutinio y la Oración Dominical en la que sigue al tercero.

Recitación del Símbolo, Effeta, elección del nombre cristiano y unción con el óleo de los catecúmenos
son ritos preparatorios que se pueden realizar el Sábado Santo previos a la celebración de los
sacramentos de iniciación, que se hará en la Vigilia Pascual.

La Misas de neófitos tendrán lugar todos los domingos de Pascua.

B. FUERA DEL TIEMPO PROPIO

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Por necesidades pastorales el rito de la elección y el tiempo de purificación e iluminación pueden ser
celebrados fuera de la Cuaresma, y los sacramentos fuera de la Vigilia Pascual. En estos casos toda la
estructura se traslada, con los debidos intervalos, de forma que quede intacta.

La Elección se realizará unas seis semanas antes de la celebración de los sacramentos, que ha de hacerse
en domingo. Los Escrutinios se harán en domingo o durante la semana. Hay que cuidar que los ritos no
coincidan con solemnidades.

C. LUGAR DE LA INICIACIÓN

Lo único que dice el Rica es que han de realizarse en lugares idóneos.

4.ACOMODACIONES QUE PUEDEN HACER LAS CONFERENCIAS EPISCOPALES QUE SIGUEN EL RITUAL
ROMANO

Se pueden realizar diferentes acomodaciones teniendo en cuenta la cultura, tradiciones y genio del
pueblo. Éstas pueden ser en la manera de acoger a los “simpatizantes”, en los exorcismos, en el modo
de realizar ciertos signos, el traslado de algunos ritos a diferentes tiempos…

5. LO QUE COMPETE AL OBISPO

Tarea del Obispo será organizar el catecumenado y los diferentes ritos. Esto se explicita en determinar si
se realiza el rito de iniciación en otro tiempo, dispensar de uno o de los dos escrutinios, permitir o no el
uso del ritual abreviado, confiar a catequistas los exorcismos y las bendiciones y presidir la elección y dar
por válida la admisión de los elegidos.

6. ACOMODACIONES QUE PUEDE HACER EL MINISTRO

El modo de celebrar del ministro ha de ser de forma que, según su prudente juicio pastoral, se acomode
a las condiciones de los candidatos y asistentes. Las moniciones y las súplicas pueden cambiarse,
abreviarse o enriquecerse. El texto puede ser cambiado, mudando el género y el número.

CAPÍTULO I

RITUAL DEL CATECUMENADO DISTRIBUIDO

EN SUS GRADOS O ETAPAS

PRIMER GRADO
RITO DE ENTRADA AL CATECUMENADO
Es el rito por el que se agregan a los que quieren hacerse cristianos al catecumenado. Se realiza cuando
recibida la primera evangelización tienen ya la fe inicial en Cristo Salvador.
Antes de que los candidatos sean admitidos se han de investigar los motivos de la conversión y
purificarlos si fuera preciso. La comunidad cristiana ha de hacerse presente en la ceremonia tomando
parte en ella, al menos amigos, familiares, catequistas y sacerdotes. Han de tomar parte también los
padrinos de catecumenado (sponsores).
EL TIEMPO DEL CATECUMENADO Y SUS RITOS
El catecumenado, fase de instrucción pastoral de los catecúmenos, puede alargarse tanto como sea
necesario según la conversión personal y la fe de los catecúmenos. En este tiempo se les debe instruir en
la doctrina católica para que iluminados por la fe dirijan su corazón a Dios y participen en la liturgia y en
la vida apostólica nutridos según el Espíritu de Cristo.

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Para este fin las celebraciones de la Palabra de Dios han de acomodarse a los tiempos litúrgicos, los
exorcismos háganse de forma que se perciba la importancia de la renuncia para conseguir las
bienaventuranzas del Reino. Las bendiciones serán para los catecúmenos ánimo y gozo en el camino
emprendido.
Los pasos de un grado a otro en el catecumenado pueden marcarse con determinados ritos, pudiendo
adelantarse la entrega del Símbolo y de la Oración Dominical así como el rito del Effeta.
Durante este tiempo los catecúmenos han de buscar sus padrinos que serán presentados el día de la
elección.

SEGUNDO GRADO
Con la ceremonia de la Elección o Inscripción del nombre concluye el catecumenado propiamente dicho.
Al comienzo de la Cuaresma la Iglesia, mediante este rito, juzga si los candidatos a recibir los
sacramentos están adecuadamente preparados para recibirlos. Se requiere de ellos una fe iluminada y la
voluntad de recibir los sacramentos de la Iglesia.
Es a partir de entonces cuando los padrinos, acogidos y aceptados por la Iglesia en el rito de la Elección,
cuando comienzan a ejercitar su misión.
Para evitar que el rito se convierta en acontecimiento rutinario, previo a él se procederá a deliberaciones
para determinar la idoneidad de los candidatos.
EL TIEMPO DE LA PURIFICACIÓN Y DE LA ILUMINACIÓN
RITOS PROPIOS DE ESTE PERIODO
ESCRUTINIOS Y ENTREGAS

Precediendo a la celebración de los sacramentos, durante la cuaresma, se realizan los Escrutinios y las
Entregas. Con estos ritos termina la preparación de los catecúmenos.
Se realizan tres escrutinios, que se completan con la celebración de los exorcismos. Los escrutinios hacen
que los catecúmenos conozcan gradualmente el misterio del pecado y anhelen redimirse. Su finalidad es
aumentar el deseo de purificación y de redención de Cristo.
Son llevados a cabo por un sacerdote o un diácono con la comunidad presente. Se hacen en las llamadas
Misas de los escrutinios los domingos tercero, cuarto y quinto de cuaresma. Pueden ser trasladados por
motivos pastorales, pero la primera misa siempre debe ser la de la samaritana, la segunda la del ciego de
nacimiento y la tercera la de Lázaro.
En los exorcismos los elegidos se desprenden de las consecuencias del pecado y del influjo diabólico,
consiguen fuerzas para su camino espiritual y se les abre el corazón a los dones de Cristo.

TERCER GRADO
CELEBRACIÓN DE LOS SACRAMENTOS DE INICIACIÓN
De ordinario se celebran en la Vigilia Pascual. Si se cambiara de tiempo hay que procurar que la
celebración tenga connotaciones pascuales.
CELEBRACIÓN DEL BAUTISMO
Comienza siempre con la bendición del agua, por la que se nos hace participar de la muerte y resurrección
del Señor y recibir la santidad divina. Tras ello se realiza la renuncia a Satanás, con la que desisten
completamente del pecado, y la profesión de fe con la que manifiestan la voluntad de abrazar una nueva
alianza con Cristo. La unción con el óleo se realiza entre la renuncia y la profesión de fe, pero puede ser
anticipada. Significa la necesidad de la fortaleza divina para el que va a ser bautizado.
EL TIEMPO DE LA MISTAGOGIA

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El tiempo de la Mistagogia es para saborear y disfrutar los frutos del Espíritu y aumentar los lazos con la
comunidad. En estos primeros pasos de los neófitos han de ser ayudados, por lo que ésta les mostrará
interés y amistad. Las Misas de los neófitos, durante todo el tiempo Pascual, es un momento especial en el
que pueden sentir su integración. Han de procurar asistir con los padrinos. Para clausurar el tiempo de la
Mistagogia, en un domingo próximo a Pentecostés, es bueno realizar alguna celebración litúrgica y
terminar con un acto social donde departir.

CAPÍTULO II

FORMA SIMPLIFICADA DE LA INICIACIÓN DE UN ADULTO

Por cuestiones extraordinarias que el candidato no pueda recorrer todo el itinerario usual o cuando el
Obispo, viendo la madurez de la fe, dispone que reciba el Bautismo sin dilación puede usarse este rito
sencillo en el que todo se realiza en una sola ceremonia.
En la misma ceremonia se realizan la admisión y presentación del candidato, se manifiesta su voluntad de
pedir la Iniciación Cristiana y el asentimiento de la Iglesia. Tras esto se continua con la liturgia de la
Palabra se celebran todos los sacramentos de iniciación. El rito de ordinario se celebra en domingo
durante la Misa.
En determinadas circunstancias como enfermedad, vejez, cambio de localidad, etc., con permiso del
Obispo se le pueden añadir varios elementos del Ritual completo. Con esto se adquiere la facultad de
poder el candidato a otros más avanzados en la preparación.
Las acomodaciones que pueden hacer los Pastores combinando el rito completo y el otro abreviado
podrían ser:

 Añadiendo sencillamente otros ritos del tiempo del catecumenado y las Entregas.
 Dividiendo y ampliando el rito de admisión y/o la liturgia de la Palabra.
 Empleando parte de este rito sencillo en lugar de otros del ritual completo.
En este rito de forma aumentada o combinada hay que cuidar especialmente que:

 La catequesis del candidato sea íntegra.


 El rito se celebre con participación activa de la comunidad.
 Que en cuanto sea posible, recibidos los sacramentos, se dé al neófito el tiempo de la
Mistagogia.

CAPÍTULO III

RITUAL BREVE DE LA INICIACIÓN DE UN ADULTO EN PELIGRO


PRÓXIMO O INMINENTE DE MUERTE

Al catecúmeno o no, que se encuentra en peligro próximo o inminente de muerte se le puede bautizar con
un ritual breve, con tal de que pueda oír y responder a las preguntas. Ha de manifestar señales de
conversión y prometer, si recupera la salud que acudirá a la catequesis acostumbrada. Este rito puede ser
celebrado por seglares, presbíteros y diáconos.
Si es posible, en el caso de diáconos y presbíteros, tras el Bautismo adminístrese la Confirmación, y si
fuera posible la Eucaristía, lo cual pueden hacerlo también laicos autorizados. Se derrama agua aunque
esté sin bendecir sobre la cabeza de la persona y se bautiza usando las palabras de la fórmula
acostumbrada.

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CAPÍTULO IV

PREPARACIÓN PARA LA CONFIRMACIÓN Y LA EUCARISTÍA DE


LOS ADULTOS BAUTIZADOS EN LA PRIMERA INFANCIA Y QUE
NO HAN RECIBIDO CATEQUESIS

La conversión de estas personas se funda en el Bautismo ya recibido, pues ya han sido introducidos en la
Iglesia y hechos hijos de Dios por el mismo, a diferencia de los catecúmenos.
Su preparación requiere tiempo prolongado, durante el cual habrán de crecer en la fe y en el trato con la
comunidad de fieles.
El desarrollo de su catequesis será análogo al de los catecúmenos, teniendo presente la peculiaridad de
que ya han recibido el Bautismo. La comunidad también tendrá que hacerse presente mostrándoles su
apoyo, su caridad y su oración. Habrán de elegir un padrino también, que tendrá igual misión que en los
catecúmenos.
Durante este tiempo tendrán lugar varios ritos, el primero de ellos será el de ser recibidos en la
comunidad, que al ser ya bautizados, es un reconocimiento de ser parte de ella. Sería muy bueno realizar
alguno de los ritos propios del catecumenado como las Entregas, del Símbolo, de la Oración Dominical y
de los Evangelios. Podrán participar en las asambleas de los fieles y en las celebraciones de la liturgia de
la Palabra.
Los tiempos adminístrense de tal modo que la última etapa coincida con la Cuaresma, para terminar en la
Vigilia Pascual, en la que los adultos profesarán su fe bautismal y recibirán la Confirmación y la
Eucaristía. Posteriormente los adultos se unirán a los neófitos para vivir el tiempo de la Mistagogia.

CAPÍTULO V

RITUAL DE LA INICIACIÓN DE LOS NIÑOS EN EDAD


CATEQUÉTICA

Este Ritual es para los niños que no habiéndose bautizado en la infancia, llegados a la edad de la
catequesis, vienen para la Iniciación Cristiana, traídos por sus padres o tutores o bien por sí mismos.
Aunque tienen edad para alimentar una fe propia, no pueden ser tratados de adultos pues aún tienen
mentalidad infantil. Su iniciación deberá prolongarse cierto tiempo, como en caso de los adultos, antes de
recibir los sacramentos y distribuirse en varios grados con sus ritos correspondientes.
Habrá que tener en cuenta en su proceso que en ellos influyen tanto compañeros como padres. Por ello
sería muy bueno, si fuera posible, que se reunieran varios niños en la misma situación para que se fueran
apoyando y ayudando en el camino. Como en todos los casos, es deseable que el último tiempo de la
preparación coincidiera con la Cuaresma y que la celebración de los sacramentos fuera durante la Vigilia
Pascual. Y que se acercaran a los sacramentos de iniciación al mismo tiempo que sus compañeros ya
bautizados lo hacen a la Confirmación y Eucaristía.
Las celebraciones deben hacerse con padres, parientes, compañeros de catequesis y algunos miembros de
la comunidad. No es conveniente cuando se inician los niños a esa edad que esté la comunidad en pleno.
Y hay que cuidar que las celebraciones se adapten a la mentalidad de los niños.

PRIMER GRADO

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RITO DE ENTRADA EN EL CATECUMENADO
Ha de celebrarse ante una asamblea no demasiado numerosa para que los niños no se perturben. Han de
estar presentes los padres o tutores y si no pudiesen venir han de hacerlo los fiadores (sponsores), para
presentar a los niños. Ha de realizarse en la Iglesia o en un local apropiado, de forma que se potencie la
vivencia íntima del acto.

SEGUNDO GRADO
ESCRUTINIOS O RITOS PENITENCIALES
Los ritos penitenciales que señalan los diferentes fases del catecumenado de estos niños pertenecen al
género de los escrutinios del Ritual de la iniciación de los adultos, por lo que siguen las normas y la
utilidad que se dijo para ellos. Y como los escrutinios pertenecen a la última etapa de la preparación del
Bautismo, los niños se deben acercar a los ritos penitenciales con la fe que se requiere para éste.
En estos ritos participan los catecúmenos y sus padrinos (madrinas), a la vez que niños que no son
catecúmenos, que ya han recibido el Bautismo, pueden participar también acercándose por primera vez al
sacramento de la Penitencia. Por tanto la celebración se ha de adaptar a lo que estos niños requieran.
Si los catecúmenos van a ser iniciados en la Vigilia Pascual, estos ritos se celebrarán en Cuaresma. Si no,
serán en el tiempo que parezca más oportuno.

TERCER GRADO
CELEBRACIÓN DE LOS SACRAMENTOS DE LA INICIACIÓN
Se aconseja la celebración Del Bautismo en la Vigilia Pascual y si no es posible, que sea en domingo. El
Bautismo se celebrará en la Misa, en la cual participan por primera vez los neófitos, y en ella se
administra también la Confirmación.

APENDICE

RITUAL DE LA ADMISIÓN A LA PLENA COMUNIÓN CON LA


IGLESIA CATÓLICA DE LOS YA BAUTIZADOS VALIDAMENTE

OBSERVACIONES PREVIAS

 Nacidos y bautizados en una comunidad eclesial separada: para su admisión en la Iglesia se


sigue el rito latino, de forma que para restablecer la comunión y la unidad no se establezcan más
requisitos de los necesarios.
 A los cristianos orientales no se les exige más que la profesión de la fe católica.
 a) El rito ha de hacerse durante la Misa, para que aparezca como celebración de la Iglesia, y ha
de culminar con la Eucaristía.
b) Atiéndase al recto ecumenismo y a las relaciones entre el candidato con la comunidad
parroquial. Si no puede realizarse en la Misa, hágase con la liturgia de la Palabra. En este caso
que quede patente su conexión con la Eucaristía, celebrándose en cuanto sea posible asistiendo el
admitido.
 A los bautizados ya, para admitirlos a la comunión de la Iglesia se les requiere una preparación
doctrinal y espiritual de manera que descubran la plenitud de su Bautismo. Y se les requiere la
sola profesión de fe.
 En los casos que haya duda de la validez del Bautismo o que haya “duda del hecho”, y tras
realizar una investigación seria, si parece necesario repetirlo se hace de forma privada “sub
conditione”. El Obispo ha de ver en cada caso cómo se ha de celebrar.

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 Es propio del Obispo admitir al candidato. Pero si lo hace el presbítero, éste puede confirmarlo
en el mismo rito a menos que haya recibido la confirmación válidamente.
 Si la profesión de fe y la admisión se hace durante la Misa el candidato puede acudir a la
penitencia previamente. Para ello cualquier confesor es válido con tal de que el candidato le
comunique su situación.
 El candidato, si el caso lo requiere, puede ir acompañado de un padrino (sponsor) o de una
madrina, o bien de dos padrinos (sponsores).

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